Qué Es La Sexualidad - Riesgos
Qué Es La Sexualidad - Riesgos
Qué Es La Sexualidad - Riesgos
Dimensiones de la sexualidad
Dimensión biológica
Permite entender que la sexualidad se expresa físicamente en nuestro cuerpo; por ello,
es importante saber cómo funciona y cuáles son los cambios que experimenta.
Dimensión afectiva
Permite comprender que la sexualidad se relaciona con sentimientos y emociones que
inspiran en nosotras y nosotros las personas con las que nos vinculamos a lo largo de
nuestra vida.
Dimensión ética
Permite desarrollar nuestra conciencia individual, voluntaria, libre y respetuosa sobre
cómo vivir la sexualidad respetando los derechos de las personas.
Dimensión preventiva
Permite prevenir acciones y conductas que vulneren nuestros derechos relacionados a
la sexualidad, como son el feminicidio, la violencia, el acoso, el abuso, la trata de
personas, así como el riesgo de embarazo adolescente, las infecciones de transmisión
sexual (ITS), entre otros.
SITUACIONES DE RIESGO
Cuando nuestra sexualidad es mal comprendida, nos podemos ver envueltos en diversas
situaciones de riesgo. Esta falta de comprensión se debe a que, muchas veces,
“normalizamos” ciertos comportamientos violentos sin cuestionarlos.
Por ejemplo, asumimos equivocadamente que:
Piropear no es una forma de acoso que vulnera derechos.
Mostrarse “duro” y no expresar emociones en el caso de los hombres es una muestra de
“hombría” o “virilidad”.
Las mujeres deben atender y servir siempre a los hombres, y que esto no es una
sumisión que vulnera sus derechos.
Estas ideas y costumbres causan mucho daño a las personas: afectan nuestra dignidad
como seres humanos y mantienen relaciones de poder desiguales entre mujeres y
hombres. Así, cuando los estereotipos de género son tan fuertes que se convierten en
comportamientos automáticos e incluso son considerados positivos por una parte
importante de la población, sin considerar las relaciones de poder desiguales que
subordinan a la mujer, entonces decimos que la sociedad es machista.
Frente al machismo, que nos hace daño a las personas y a la sociedad en su conjunto,
lo mejor es reflexionar éticamente. Es fundamental reconocer y repensar qué prácticas
“normalizadas” podrían hacernos daño o generar posibles riesgos. Las siguientes ideas
pueden ayudarnos a cuestionar el machismo:
Cuando reconocemos que las expresiones e ideas machistas pueden hacernos daño,
evitamos situaciones de riesgo, como las siguientes:
Relaciones afectivas no saludables o que establecen relaciones de abuso de poder o
violencia,
Infecciones de transmisión sexual,
Embarazo adolescente.