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Curar Con La Mente

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Curar con la mente - La relación entre la conciencia y el cuerpo, y

ejercicios para sanar con nuestra energía

“La mente es la conciencia a la que se le ha colocado limitaciones. Eres


originalmente ilimitado y perfecto. Luego, aceptas las limitaciones y te conviertes
en la mente.”
– Ramana Maharshi

¿Es posible curar con la mente?


A lo largo de las últimas décadas hemos revolucionado la forma en la
que nos vemos a nosotros mismos. El concepto que tenemos
de nuestra mente y nuestro cuerpo ha evolucionado junto con nuestra
capacidad para investigar y testear distintas hipótesis.
Y en la búsqueda constante por entender nuestra existencia y nuestro
funcionamiento, hemos encontrado respuestas increíbles.
La noción de curar con la mente se hace posible pues de a poco vamos
comprendiendo que nuestra mente y nuestro cuerpo no son
independientes, y lo que pasa en uno repercute en el otro. Y vemos
que el estrés y nuestros pensamientos tienen la facultad de
provocarnos grandes malestares y enfermedades. De la misma
manera, los procesos mentales correctos pueden elevar nuestro
potencial al máximo, mejorar nuestra habilidad para lidiar con los
problemas y sanar nuestro cuerpo. Pero eso no es todo.
Nuestro funcionamiento social y nuestra habilidad para la conexión nos
demuestra que tenemos la capacidad para influir sobre los demás con
nuestros pensamientos. Lo que pasa por nuestra mente puede
contagiarse y dirigirse, provocando cambios en la psicología y fisiología
de otras personas. De hecho, lo hacemos todo el tiempo sin darnos
cuenta.
Si sumamos intención a esta ecuación, podemos orientar nuestro
pensamiento para literalmente curar con la mente, no sólo a nosotros
mismos, sino a quienes nos rodean.
La noción del cuerpo
Durante mucho tiempo hemos entendido a nuestro cuerpo como un
objeto, un estructura anatómica compleja. Hoy sabemos que es mucho
más que eso.
En la actualidad, entendemos que nuestro cuerpo es, de hecho, un
proceso constante. Se encuentra constantemente en movimiento,
cambiando, adaptándose a la información que recibe. Tanto es así, que
tu cuerpo no es el mismo en este momento en que lees este artículo
que cuando te despertaste en la mañana. El cuerpo debe liberar
toxinas, defenderse de los agentes extraños y procesar todo lo que
recibe del exterior, sea comida, aire, o información de los sentidos. Y
estos procesos lo van moldeando durante toda la vida.
Hemos descubierto que tenemos la capacidad para curar con la
mente nuestro cuerpo pues que solíamos creer que era incontrolable,
pero hoy sabemos que controlando nuestros
pensamientos modificamos los procesos de nuestro cuerpo.
Cada pensamiento, sentimiento y emoción que experimentamos,
genera una molécula conocida como neuropéptido. Estos viajan por
todo nuestro cuerpo, llevando y trayendo la información al cerebro. Y
este traduce esa información en químicos, para preparar al cuerpo para
los problemas que pudiera haber en el entorno.
Así, nuestro cuerpo está directamente influenciado por nuestros
pensamientos, sentimientos y emociones. Pero, ¿cómo nos sirve esta
influencia?
Los milagros y el efecto placebo
La idea de curar con la mente se vuelve más clara cuando pensamos
en estos dos conceptos.
Ambos nos remontan a procesos que se desatan desde nuestro
interior. Y en ambos casos, hay una confianza absoluta en que todo va
a estar bien, ya sea gracias a una deidad o a un medicamento. Sin
embargo, los resultados que se obtienen no están para nada
relacionados con la acción directa de algo que no seamos nosotros
mismos, y nuestra confianza para creer que las cosas van a mejorar.
Lo que cambia es la explicación que damos a nuestra sanación.
Sin embargo, no podemos curar con la mente nuestro cuerpo sin que
nuestra mente se encuentre sana en un principio.
Esta trabaja básicamente en respuesta al estrés y la relajación, ambos
tienen su utilidad y no podríamos vivir sólo en uno de estos estados.
Sin embargo, sostenido en el tiempo, el estrés transforma nuestro
cuerpo en un entorno ácido, contaminándolo y volviéndolo incapaz de
llevar a cabo sus procesos básicos con normalidad.
Expandiendo la Conciencia
Como nos dice el Dr. Henry Grayson, la conciencia es la clave. Cuando
esta conciencia es muy limitada, el flujo de información de nuestro
cuerpo se obstaculiza. No permitimos que circule libremente, con
naturalidad. En ese estado tenemos mayor tendencia a estancarnos en
emociones que son perjudiciales, como el resentimiento, la
victimización y la frustración.
Para curar con la mente debemos expandir la conciencia de nosotros
mismos. Así dejaremos que la energía fluya naturalmente por nuestro
cuerpo. Comenzamos a observar el mundo y a nosotros mismos con
ojos compasivos y amorosos. Nos volvemos más flexibles, más
equilibrados y creativos.
En este estado podemos crear una nueva realidad, una que rebosa de
salud y bienestar. Y para lograr esto, herramientas como la meditación
y el mindfulness son altamente efectivas. Debemos liberarnos
emocionalmente, dejar ir todo aquello que nos hace mal. La resiliencia
nos dará más espacio interno que el vivir en un mundo y con un
pensamiento rígido. Deja de arrepentirte del pasado y de temer al
futuro. Ambos atraen la miseria a través de la duda y la falta de
confianza en uno mismo.
Alcances del poder para curar con la mente
Y llegará el día en que la práctica del control sobre tu mente y el lograr
un estado equilibrado de salud y bienestar físico y espiritual sea cosa
del presente. Y cuando estás viviendo ese momento, puedes comenzar
a preguntarte ¿cuáles son los alcances que nuestra mente tiene para
curar? ¿Podemos lograr que esta energía de sanación que producimos
se transfiera a otros?
Pues bien, sabemos de la sincronía que se dan entre dos o más
cerebros cuando se establece una comunicación. Sabemos también
que las actitudes se contagian, pues reaccionamos a los entornos en
los que nos encontramos. Por eso una buena persona en un mal
entorno podría terminar haciendo cosas malas.
También es real que los pensamientos y las emociones que se
producen en nuestra mente se transmiten en forma de energía hacia
las demás personas. Puedes verlo en los ojos de dos personas que se
aman. O en un ambiente de trabajo tóxico, donde nadie está cómodo y
el mal humor de uno se propaga en los demás como una gripe.
La habilidad para curar con la mente a los demás es una cuestión
mucho más compleja y difícil de lograr (y claramente es imposible sin el
primer paso, el curarse uno mismo). La intención debe estar enfocada,
la visualización debe ser concreta, se debe tener total confianza en que
se obtendrá el objetivo y la relajación ha de ser absoluta.
La psicotrónica es el término por el cual se conocen a las técnicas de la
parapsicología. Y este enfoque es el que vamos a abordar para
profundizar en esta temática.
Psicotrónica: curar con la mente
Para comenzar, debemos entender que desde el marco de la
psicotrónica (entre otros), la salud es en principio un estado de la
mente. La psique es la herramienta por excelencia con la que
contamos para sobrellevar nuestra vida, y puede ser nuestra mejor
amiga o nuestra peor enemiga. Los pensamientos enfocados llevarán
al cuerpo a ser una manifestación de los mismos. Entonces, podemos
decir que la curación es psíquica pues se trabaja desde un plano
subjetivo e imaginario.
Anteriormente mencionamos como parte de este proceso a la
intención, la visualización, la confianza y la relajación. Pues bien, hay
un concepto básico de la psicotrónica relacionado directamente con la
metafísica, y es el que dice que ‘la imagen de la perfección, mantenida
en confianza en un plano totalmente relajado de la mente, posee el
poder para modificar la imperfección’.
Así, Imagen (visualización), Perfección (intención), Confianza y Relajaci
ón serán cuatro requisitos esenciales. Sin cualquiera de estos, la receta
estará incompleta y será imposible lograr la correcta actitud mental
para curar con la mente.
La mente no conoce de distancias
El concepto de curación a distancia no es correcto. Pues la curación se
da con la mente, y la mente no conoce de distancias como sí lo hace
nuestro cuerpo físico. Si cierras tus ojos, puedes trasladarte donde
quieras. Si te enfocas en un lugar de tu infancia y te ves allí, allí estás.
Si te enfocas en una persona que no se encuentra físicamente en la
misma habitación que tú, tu conciencia está con ella. Tu energía, tu
intención y tu atención están allí. Incluso puedes sentir los olores, el
tacto y escuchar los sonidos de ese escenario.
La visualización es uno de los mayores recursos de los grandes
maestros de la mente de todos los tiempos. Y es una manera de
transformar la realidad.
La energía es como una antena de radio. Tiene la capacidad de recibir
la señal si están sintonizadas en un mismo canal. Tus pensamientos
son esa señal, dirigidos directamente a una persona. Y la llegada del
mensaje dependerá de qué tan limpio y trabajado se encuentre tu
canal.
Curar con la mente a otra persona significa también ayudarla a cambiar
sus patrones de comportamiento y de pensamiento, influenciándolos
con los enviados. Eso transforma a su vez su modo de ver la vida, y
logra una conciencia más amplia, permitiendo que la energía fluya sin
obstáculos por ellos.
El cuerpo de la otra persona manifiesta una enfermedad debido a que
su energía está baja, estancada, débil y/o con dificultades para fluir. Así
que, sabiendo que esto ese así, puedes ponerte manos a la obra.
Práctica para curar con la mente
Un ejercicio que puede ayudarte a dirigir tu pensamiento es el
siguiente:
1. Primero y fundamental, consigue un lugar cómo y toma asiento.
Respira profundamente para entrar en un estado de relajación.
2. Con los ojos cerrados concéntrate en las distintas partes de tu
cuerpo. Siente la planta de los pies en contacto con el suelo, las manos
sobre tu regazo, la tela de tu ropa sobre tu piel.
3. Observa cómo tu atención se mueve de un lugar a otro a tu
voluntad. Eres un canal de energía que fluye y es esta energía la que
se traslada por tu cuerpo. Esta energía será la verdadera sanadora, tú
sólo serás su canal.
4. Elige alguna parte de ti que quieras atender. Algún dolor en
particular o alguna debilidad, y centra tu atención en este lugar de tu
cuerpo. También puedes elegir a otra persona, y deberás centrar toda
tu atención en su rostro.
5. Una vez clara la imagen en tu mente, visualiza la perfección
manifestándose en esa imagen. Para curar con la mente, observa esa
misma parte de tu cuerpo sana y fuerte, observa a la persona que
elegiste llena de energía y jovialidad.
6. Concéntrate en esta imagen, y vívela. Vuélvela realidad en tu
mente, enfócate en cómo se siente esta nueva situación.
Puedes practicar este ejercicio durante cinco minutos todos los días,
para trabajar sobre tu canal. Verás como con el tiempo, tus
visualizaciones se volverán más claras, y tu mente más enfocada.

Creando tu habitación interior


Cuando tu habilidad para la visualización haya mejorado, una práctica
que puede fortalecer mucho tus ejercicios de conciencia es la
creación de un rincón en tu interior al que recurras cuando ejercitas
para meditar y también para curar con la mente.
Para esto, sigue los siguientes pasos:
1. Busca nuevamente un lugar tranquilo y cómodo, y toma asiento.
Cierra tus ojos y respira profundamente para inducirte a un estado de
relajación.
2. Una vez relajado, comienza a crear en tu mente una habitación.
Imagina las paredes, el techo, el suelo y las ventanas.
3. Dale vida a tu habitación. Dale colores, decórala, ubica muebles.
Haz que tu habitación esté hecha a tu medida, que sea un reflejo de tu
personalidad.
4. Imagina una claraboya en la habitación, y debajo de esa
claraboya, una silla. Esta silla, iluminada por la luz cálida del cielo, será
en la que te sientes para realizar todos tus ejercicios.
5. Ahora visualízate en tu habitación interior. Toma asiento y
permítete sentir el calor de esta luz dorada cayendo sobre ti.
Una vez creada esta habitación, tus prácticas para curar con la mente,
así como todo lo que requiera conectar con tu conciencia más elevada,
poseerán un lugar propio.
Recuerda, la mente no conoce de distancias. No conoce de espacio ni
de tiempo. No hay límites para lo que puedes lograr con ella si te
permites trabajarla.
Mente y cuerpo comparten una relación estrecha. Pero la conciencia es
vasta como las estrellas.

Fuentes:
 https://chopra.com/articles/harness-your-mind%E2%80%99s-power-to-heal-
and-transform
 https://www.learning-mind.com/it-is-possible-to-heal-the-body-with-the-mind-
and-there-is-scientific-proof-to-this/
 https://www.taringa.net/+salud_bienestar/aprender-a-curar-con-la-
mente_12nu89
 https://es.wikipedia.org/wiki/Psicotr%C3%B3nica
 https://www.vivirsabiamente.com/sanar-a-distancia/

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