Conjunción Júpiter Saturno
Conjunción Júpiter Saturno
Conjunción Júpiter Saturno
Desde el punto de vista del Árbol de la Vida se da una infusión de luz y energía desde
Biná (Saturno) a Jésed (Júpiter) que se irá concretando en las sucesivas conjunciones de
Júpiter con los demás planetas en el año siguiente, hasta alcanzar plenamente Maljut.
Podemos entonces abrirnos a esta influencia con una meditación simple, basada en el
Nombre de Dios – el Tetragrama – vocalizado con las puntuaciones de Biná y Jésed.
Entrelazamos ambos Nombre. Las letras son grandes como montañas y llenan todo
nuestro campo de visión.
La luz desciende sobre nosotros. Ahora somos completamente detallados, contemplando
como desde nuestro Kéter penetra por nuestra fontanela y va energizando y llenando todos
nuestros centros sefiróticos, circulando por nuestros canales, bañando nuestros órganos,
hasta que estamos vibrando en plena sintonía y armonía con su luz.
Contemplamos que el valor numérico de las consonantes es 52 (26 × 2), guematria de
Ben, Hijo, un anagrama del estado Tiferético. En el solsticio de invierno podemos
concebir en nosotros el niño divino.
Contemplamos que cada punto vocálico es una Yod, de valor 10. Cada par de letras tiene
así 5 Yodim, abriendo las 50 puertas del Entendimiento de Biná. Se abren así las 50
puertas en los cuatro mundos y todo se llena de bendición.
Irradiamos esta luz desde nuestro centro Tiferético (corazón), en donde se concentra
especialmente, a nuestro entorno y en círculos cada vez más amplios a toda la Tierra. Y
esta luz potencia una nueva edad de solidaridad, tolerancia, justicia, respeto mutuo,
respeto por el planeta, armonía social, etc., junto con la efusión de sabiduría de Acuario.
Contemplamos que el valor numérico total (consonantes y vocales) es 252, que es
guematria de la combinación
Podemos hacer esta meditación desde ahora hasta la fecha señalada y posteriormente
tanto como queramos.