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Bushido PDF

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En la tradición japonesa, el bushidō (武士道?) es un término traducido como "el camino del guerrero".

Es un código ético estricto y particular al que muchos samuráis (o bushi) entregaban sus vidas, que exigía
lealtad y honor hasta la muerte. Si un samurái fallaba en mantener su honor, podía recobrarlo practicando el
seppuku (suicidio ritual). Se dice que desde pequeño, el bushidō era inculcado a los japoneses de la clase
dirigente incluso antes de despegarse del pecho de la madre.

La palabra samurai procede del verbo japonés saburau que significa "servir como ayudante". La palabra bushi
es una palabra japonesa que significa "caballero armado". La palabra samurai fue utilizada por otras clases
sociales, mientras que los guerreros se llamaban a sí mismos mediante un término más digno, bushi.

Ha llegado a ser conocido como el código Samurai, pero es más que eso. El nombre dado no es "el código" o
"la ley" del guerrero, sino mejor, "el Camino". No es simplemente una lista de reglas a las cuales un guerrero
se debe apegar a cambio de su título, sino un conjunto de principios que preparan a un hombre o a una mujer
para pelear sin perder su humanidad, y para dirigir y comandar sin perder el contacto con los valores básicos.
Es una descripción de una forma de vida, y una prescripción para hacer un guerrero-hombre noble.

En el corazón del bushido está la aceptación del Samurai a la muerte.

"El camino del samurai se encuentra en la muerte"

dice el Hagakure, una explicación del bushido de 1716 cuyo título significa literalmente "Oculto en las hojas."

"Una vez el guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin la preocupación de morir, y
escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo".

"Si preparando correctamente el corazón cada mañana y noche, uno es capaz de vivir como si su cuerpo ya
estuviera muerto, gana libertad en El Camino. Su vida entera estará sin culpa, y tendrá éxito en su llamado".

 
FUENTES:  

Confucianismo
El culto y la adoración a los antepasados y de poderes entre los cuales el cielo es el más claro procede
claramente del confucianismo. Otro elemento de importancia en el confucianismo es el Emperador, también
llamado el Hijo del Cielo, mediador entre el Cielo y los hombres.

La práctica del Ren supone las virtudes de “lealtad” y la “compasión” pudiendo practicar la justicia y los
buenos principios, llamados Yi.

El hombre que practica las virtudes es un Junzi, un hombre superior lo que se opone a Shunin, los plebeyos
pero debe resaltarse que el término se refiere a superioridad moral no vinculado al origen social.

Budismo
El Budismo otorgaba al guerrero un estoicismo pleno y tenaz que acompañaba al samurái hasta los últimos
días de su vida. El Bushi acepta la muerte como una realidad ineludible y confía en su carácter como
constructor de su destino. En palabras del Príncipe de Mito:
"Cualquiera puede introducirse en lo más reñido de la batalla y morir. Es fácil para un patán, pero para un
samurái es verdadera decisión justa en la ecuanimidad, y un verdadero valor saber vivir cuando ha de vivir,
y morir cuando ha de morir".

El budismo, ofrecía al Bushidō un método de contemplación subyacente, a un fenómeno que ponía al guerrero
en armonía con el absoluto.

Zen
Su práctica Zen liberó su mente de la distracción y lo habilitó para perseguir la perfección en todas las cosas,
desde haiku (modalidad de verso Japonés) hasta seppuku (ritual suicida, también conocido como harakiri). La
rama Zen del Budismo se adapta a las características guerreras del samurái y a su culto al valor lo que se
plasma en el haiku:

"Me alegra saber que todo está vacío.

Honor a la espada del enemigo, solo herirá la brisa de la primavera

con el fulgor del relámpago.".

Shintoísmo
Por otro lado, el shintoísmo otorgó al bushidō valores éticos de afinidad y amor por todas las cosas vivas, y
una profunda enseñanza de la lealtad con el soberano en su aspecto más tradicional. El shintoísmo creía en la
pureza de lo innato, con lo que no había en él cabida para el pecado original. Las obras de Mencio y Confucio
eran las principales enseñanzas para los jóvenes samuráis y una interesante pauta de resolución para asuntos
mayores.

Wan Yang Ming, uno de los grandes sabios de la filosofía china que más influyó en las mentes de todos los
samuráis, sostenía como criterio moral básico que "Hablar y hacer son lo mismo".

El bushidō no tiene dueño en palabras de una única personificación. Ni es objeto de una época. Es el
pensamiento de décadas y siglos de hombres que hicieron posible la tenacidad y el coraje de actuar en la
batalla, utilizando las herramientas de la honradez y la justicia, el valor y el amor, entre otras cosas. El
bushidō noblemente aplicado es un código moral que actualmente en boca de muchos pueden ser palabras
deleznables, pero para otros ojos más sentimentales, hoy en día puede constituir valores de nobleza y
humanidad.

Las  "siete  virtudes"  del  Bushidō  


Véase  también:  Virtud  

En su forma original, se reconocen en el bushidō siete virtudes asociadas:

義  Gi  -­‐  justicia  (decisiones  correctas)  

Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en
la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y
justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
勇  Yu-­‐  Coraje  

Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un
samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena,
completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el
respeto y la precaución.

仁  Jin  -­‐  Benevolencia  

Mediante el entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los
hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Tiene compasión. Ayuda a sus
compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

礼  Rei  -­‐  Respeto,  Cortesía  

Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurái es cortés
incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái
recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La
auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.

誠  Makoto  -­‐  Honestidad,  Sinceridad  absoluta  

Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la
realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra", no ha de "prometer", el simple hecho de
hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.

名誉「名譽」 Meiyo  -­‐  Honor  

Es la virtud más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él
mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. No puede
ocultarse de sí. En caso de quedar mancillado, la única forma de restaurarlo es mediante el Seppuku o suicidio
ritual.

忠義  Chuugi  -­‐  Lealtad  

Haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las
consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los
que es responsable, permanece fieramente fiel. Para el guerrero, las palabras de un hombre son como sus
huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

El  bushidō  y  su  relación  con  las  artes  marciales  tradicionales  japonesas  de  hoy  

Varias son las artes marciales con y sin armas influenciadas por el Bushido. A manos vacías, se destacó el
sumai, antecesor del sumo, y el denominado Jujutsu también conocido como Yawara (una de las más antiguas
artes marciales del Japón, atribuido a Kamakura Ushogi en las eras Heian y Fujiwara). Hablar del bushidō
implica hacer referencia a los preceptos morales de la caballería, siendo que por tal razón se agregaran a la
formación del samurái el tiro con arco y la equitación, etc.... La vida marcial, constituida por este código de
vida, también estuvo muy marcada por la literatura, la caligrafía y la pintura.
Actualmente las artes marciales japonesas antiguas Ryu, o koryu budo, y las artes marciales japonesas
modernas o gendai budo, Xan da como: el Shorinji Kempo, el aikido, el karate Do, el judo, el kyudo, el
kobudo, el iaido, y el kendo; las cuales deben gran parte de su base filosófica y/o moral, a las filosofías
componentes del Bushido. Reflejan el espíritu del Bushido, en los diferentes códigos de conducta o dojo kun
que aún se imparten en las diferentes salas de entrenamiento o dojo. Los códigos buscaban incorporar al
guerrero psicológicamente a la sociedad civil en tiempo de paz. Actualmente buscan dar formación moral y
ética a sus practicantes.

Personalidades  clásicas  y  modernas  asociadas  con  el  bushidō  

Algunos personajes importantes en la creación, desarrollo y preservación del bushidō son:

• Miyamoto  Musashi,  el  samurai  y  esgrimista  más  famoso  de  todo  el  Japón  
• Yamamoto  Tsunetomo,  samurai  famoso  por  la  recopilación  de  la  tradición  
guerrera  japonesa  en  el  hagakure  
• Sōkaku  Takeda,  Uno  de  los  últimos  samurái,  famoso  guerrero  y  maestro  de  
Morihei  Ueshiba.  
• Yamaga  Sokō,  maestro  neo  confucionista  y  estratega  militar  medieval,  con  sus  
obras  ayudo  a  la  conformación  del  Bushido.  
• Katō  Kiyomasa,  samurai  devoto  del  budismo,  que  ayudo  a  consolidar  al  Japón  
como  una  sola  nación.  
• Torii  Mototada,  samurai  martir  de  la  historia  japonesa  medieval.  
• Inazo  Nitobe,  Diplomático  de  linaje  samurai,  pionero  en  dar  a  conocer  la  
tradición  del  guerrero  japonés  en  occidente.  
• Kenwa  Mabuni  de  origen  samurai  (diecisieteava  generación  samurai)  creador  
de  Shito  Ryu  implementa  el  bushido  como  canon  para  la  enseñanza  del  karate  
do  
• Gichin  Funakoshi,  Educador  y  filósofo,  seguidor  del  confucionismo,  promotor  
del  arte  marcial  tradicional  moderno,  del  karate  Do.  
• Jigoro  Kano,  Educador,  diplomático  e  interprete,  fundador  del  arte  marcial  
tradicional  moderno,  del  Judo.  
• Morihei  Ueshiba,  Soldado,  místico  y  religioso  seguidor  del  sintoismo,  fundador  
del  arte  marcial  tradicional  moderno,  del  Aikido.  

Interpretaciones  del  bushidō  

En el ideario occidental
En Occidente se ve con romanticismo esta filosofía, así ocurre con muchas otras nacidas en Oriente (como es
el budismo bajo muchas de sus formas y escuelas).

No obstante, muchos maestros de hoy ven el bushidō actual como una forma evolucionada de su original
propósito guerrero. Uno de los más conocidos es el maestro Morihei Ueshiba, también conocido como
"O'Sensei", quien divulgó un nuevo estilo de artes marciales, donde el combate puede entenderse como una
forma de vida armónica. En el arte marcial de su creación, el aikidō o camino de la armonía con la energía del
universo. La filosofía del bushidō se funde en un pensamiento renovado, donde la tolerancia es una estrategia
y a la vez una forma complementaria y fluida de combate, la que permite conocer al oponente venciéndolo en
su propio terreno y sin causar daño físico de manera innecesaria, con el consiguiente respeto que puede llegar
a significar en la mente de un "enemigo" racional, todo esto sin perder las características esenciales de
efectividad y tolerancia, propuestas por varias de las artes marciales tradicionales contemporaneas.

En la literatura
Inazo Nitobe, uno de los primeros escritores japoneses en lengua inglesa, escribió elocuentemente en Inglés
acerca del bushido y mucho le debemos del contenido de esta sección a su libro escrito en 1905 "Bushido: el
código ético del samurái y el alma de Japón", refiriéndose a los samurai como "caballeros" y comparando el
bushido de alguna manera con el código de caballería. De la misma forma que unos pocos ideales del código
de caballería han persistido como normas de comportamiento en la sociedad Occidental, él sugiere que los
principios que formaron al samurai influyeron todos los aspectos de la civilización Japonesa. Esto no es muy
sorprendente, si se tiene en cuenta que los samurai controlaron el gobierno durante por lo menos 676 años,
posiblemente por más tiempo. La transformación de Japón de un país en completo aislamiento a mediados del
siglo 19 a una potencia mundial a mediados del siglo 20, se debe en parte a las habilidades y valores samurai
relacionados con la disciplina y la concentración.

Durante la Segunda Guerra Mundial


Tras el ingreso del Imperio del Japón como potencia beligerante, el gobierno monárquico impulsó la
implantación de las férreas doctrinas que se desprenden del bushidō en los diferentes estamentos del Estado y
las Fuerzas Armadas, con el fin de dotar a sus diversas instituciones de un espíritu normativo vertical e
inflexible que exigiera a sus subordinados los más extremos sacrificios. El trato que las autoridades japonesas
brindaron a los prisioneros de guerra enemigos (tanto civiles como militares), es un ejemplo de este tipo de
adoctrinamiento, fundado en que una de las cosas que enseña el bushidō es el absoluto desprecio por el
enemigo que se rinde, puesto que esto es un deshonor que hace preferible la muerte.

El bushidō fue también usado por los militares como la base moral para aquellos soldados enlistados en las
filas de las unidades kamikaze ("viento divino" en japonés) de la Fuerza Aérea Imperial japonesa durante la
Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945). Por esta razón, muchas artes marciales con raíces en el bushidō
fueron prohibidas y el Dai Nihon Butokukai fue clausurado durante la ocupación estadounidense tras la
guerra. La prohibición fue levantada pocos años después.

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