Tema-23 DEL NEOLÍTICO A LA SOCIEDADES URBANAS PDF
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DEL NEOLÍTICO A LAS SOCIEDADES URBANAS DEL PRÓXIMO ORIENTE. FUENTES ARQUEOLÓGICAS
NEOLÍTICO
Definición - Periodización La estructura socioeconómica
Teorías explicativas sobre el origen del Neolítico Propiedad de la tierra
Ninguna sirve para explicar de forma satisfactoria el proceso. Tipos de cultivo y ganado
Teoría de los oasis: medioambiental Artesanía y comercio
Hipótesis de la zona marginal: demográfica
Consecuencias de la Neolitización La religión en Mesopotamia
- Agricultura Pesimista
- Ganadería Torres del silencio
- Modo de vida: sedentarismo Zigurat
- Innovaciones tecnológicas
Expansión del Neolítico EGIPTO
Formas de transmisión: Se articula en torno al Nilo.
a) Modelo de colonización. Alto y Bajo Egipto
b) Aculturación.
c) Contactos: culturas subneolíticas. La evolución política
Direcciones de expansión: -Período tinita (primera mitad del III milenio a.C.).
a) Mediterráneo. - Capital Menfis.
b) Europa continental. -Imperio Antiguo (segunda mitad del III milenio a.C.).
c) Norteafricana. - Capital Menfis
- Construcciones monumentales
SOCIEDADES URBANAS - Casta sacerdotal
Características para identificar una cultura como soc urbana - Nomarcas.
Explicación de su creación -Primer período intermedio (f III mil-ppio II milenio a.C.).
- Hipótesis hidráulica. -Imperio medio (primera mitad del II milenio).
- Hipótesis de la especialización artesanal. - Capital Tebas
- Hipótesis de los conflictos poblacionales. - Centralización
- Hipótesis del comercio interregional. - Sesostris III
Avances de las sociedades urbanas en P Oriente y Egipto -Segundo período intermedio (mediados del II milenio).
- Entrada de los Hicsos
MESOPOTAMIA -Imperio Nuevo (segunda mitad del II milenio).
La evolución política - Política expansionista
-Región inferior aluvial de los ríos Tigris y Eúfrates (Sumeria) - Amenofis IV
- Canales de riego - Ramses II
- Ladrillo - Pueblos del Mar.
-Cultura de El Obeid (4500-3500 a.C.): Eridu -Tercer período intermedio (f del II mil-mediados I mil a.C.).
- Templo monumental
-Primeras ciudades sumerias (IV milenio-2350 a.C.). Integración en el mundo griego y luego romano
- Ciudades-estado independientes: Patesi
- Eridu, Ur, Uruk y Lagash. La estructura socioeconómica
- Código de Urukagina. Agricultura y ganadería
-El imperio acadio (2350-2150 a.C.). Artesanía
- Sargón vence a los sumerios. Naransin. Estructura social
- Gran extensión se tradujo en debilidad La religión egipcia
-Apogeo de los sumerios (2060-1950 a.C.). Importancia de la vida de ultratumbra: momificación
- Patesi Gudea de Lagash.
- III dinastía de Ur. FUENTES ARQUEOLÓGICAS
-La I dinastía de Babilonia (1850-1530 a.C.). Definición
- Hammurabi: Código de Hammurabi. Características
-Mitanni, la Babilonia casita y el reino asirio medio. Origen de las primeras excavaciones
- Época agitada con alternancias en la hegemonía.
- Pueblos del Mar
-El imperio asirio y el reino neobabilónico
- Regiones tributarias
- Provincias del Imperio
- Reino neobabilónico sujstituye a los asirios
o Nabucodonosor II (604-562 a.C.).
NEOLÍTICO
La periodización de la prehistoria la realizan los arqueólogos europeos del siglo XIX. La denominación Edad de Piedra es debida al
conservador Thomsen, quien en 1820 ideó el sistema de las tres edades: edad de piedra, edad del bronce y edad del hierro. Siguiendo
su ejemplo, en el año 1865, el divulgador Lubock distinguió dos periodos diferentes, el de la piedra tallada o antigua al que llamó
Paleolítico, y el de la piedra pulimentada o nueva al que llamó Neolítico. Hoy en día sabemos que los cambios tecnológicos fueron
secundarios con respecto a los socioeconómicos, pero mantenemos el nombre por tradición. También sabemos que fue proceso largo
y no homogéneo, por lo que la expresión de Gordon Childe de revolución neolítica debe ser matizada. Como definición actual de
Neolítico podríamos decir: El hombre abandona una economía de depredación por otra de producción al domesticar plantas y
animales, convertirse en agricultor y ganadero, haciéndose sedentario, inventando la cerámica, el comercio, la escritura, y formando al
final sociedades urbanas.
El neozelandés Gordon Childe ofrece una de las teorías medioambientales, conocida como teoría de los oasis. Después del final de la
última glaciación, hacia el 10.000 a. C. Hay una desertización del Próximo Oriente que obliga al hombre a recluirse en zonas más
pequeñas donde observa y comprende los ciclos biológicos de plantas y animales. Al ser menores los recursos tiene que optar por
controlarlos y hacerse ganadero y agricultor. Hoy parece que no está claro que se produjera esa desertización.
Entre las teorías demográficas destaca la de Binford, conocida como hipótesis de la zona marginal. Parte de la teoría de la zona
nuclear de Blaidwood, según la cual, en una zona del planeta, identificada por él como el Próximo Oriente, se dio una concentración
de animales y plantas debido a unas óptimas condiciones climáticas, que unido a la explotación de recursos marinos permitió
establecer una población sedentaria y estable que vivía de la caza y recolección. Binford considera que esto produjo un aumento de la
población y la necesidad de separar grupos que debían emigrar fuera, hacia zonas marginales. En estas las especies autóctonas no
permiten vivir de la recolección y se hace necesario producir aquellas especies que tienen como tradición cultural.
Consecuencias de la Neolitización
Aunque no esté claro cómo llega el hombre a configurar la cultura del Neolítico, sobre lo que no queda duda es a qué dio lugar.
Podemos sintetizar en cuatro las consecuencias de este cambio:
- Agricultura. Las primeras plantas en domesticarse son los cereales y las leguminosas, hacia el octavo milenio antes de
Cristo, siendo sucedidos por el lino. Todo este proceso sucede en una región llamada el Creciente Fértil, que se extiende en
forma de media luna entre los cursos de los ríos Tigris y Eufrates hasta la desembocadura del Nilo. En el extremo oriente se
domestica el arroz, en América Central el maíz, aguacate y fríjol, y la zona andina el tomate, pepino y calabaza.
- Ganadería. La domesticación de animales fue anterior a la de las plantas, siendo el perro el primer animal en ser
domesticado, si bien está relacionado más con la vida nómada de los cazadores que con la de los ganaderos, ya que
acompañaba al hombre, pero no era comido por él. Hacia el noveno milenio antes de Cristo se domestica el carnero,
mientras la cabra y el cerdo lo son unos dos mil años después. De estos animales se aprovechaba la carne, la piel y la grasa,
y ya en un segundo estadio cultural se aprovechan también los productos secundarios como la lana, leche, y con la
domesticación de la vaca, el caballo y el asno, también como medio transporte y ayuda en las tareas agrícolas.
- Modo de vida. Al poder vivir de la explotación de un lugar concreto el hombre se hace sedentario. Empieza a configurarse
una estructura política y social compleja debido a que se forman comunidades más amplias. Aparecen unas creencias
religiosas uniformizadas que tiene como referente el culto a la fertilidad. El comercio surge de la especialización y los
diferentes recursos de cada zona.
- Innovaciones tecnológicas. El invento más significativo es la cerámica, cuya fabricación consiste en elaborar recipientes de
arcilla, primero secados al sol, y después ya cocidos en un horno a 450 C, y que fue el elemento que acabó convirtiéndose en
el fósil-guía más característico de las comunidades neolíticas. La utilidad de la cerámica reside en que se pueden cocer los
alimentos a temperaturas mayores que en los recipientes de cuero, y a que sirve para almacenar productos alimenticios
durante más tiempo. La importancia de la cerámica es tal que, dentro del Neolítico, se distinguen dos etapas: Neolítico
precerámico y Neolítico cerámico. El telar implica un nivel elevado de especialización. La piedra pulimentada que
uniformiza las piezas y es más funcional que la tallada.
SOCIEDADES URBANAS
De acuerdo con Gordon Childe, para poder identificar una cultura como sociedad urbana hay que buscar cinco características
primarias y cinco secundarias.
Para explicar cómo llegan a configurarse las primeras ciudades hay que recurrir de nuevo a las hipótesis basadas en las evidencias
arqueológicas.
- Hipótesis hidráulica. Los agricultores de Mesopotamia deben coordinar sus esfuerzos para mantener unas infraestructuras
hidráulicas y defenderlas de los grupos hostiles. Esto hace que surja una autoridad, primero religiosa y luego civil que
concentra el poder y la recaudación de los excedentes. Hoy en día se descarta que el planteamiento de Wittfogel sea el origen
de las sociedades urbanas, sino, siguiendo a Mitchell, las instituciones estatales crecen al ritmo de las grandes obras pero
estas no son el origen propiamente de estas instituciones.
- Hipótesis de la especialización artesanal. Antes del IV milenio antes de Cristo ya había artesanos a tiempo completo que
llevaban una vida itinerante de unos poblados a otros. La mejora en la agricultura, ganadería y sistemas de almacenaje y
transporte permitió que estos se asentaran en un lugar y configuraran el espacio urbano.
- Hipótesis de los conflictos poblacionales. Según Carneiro, debido al poco espacio cultivable en las sociedades antiguas, el
crecimiento demográfico no podía paliarse con nuevas colonizaciones sino mediante la conquista y sometimiento de otros
lugares. Surge así una clase militar dominante que precisa de instituciones estatales para mantener su dominio. Para
Diakonoff las tensiones son internas, ya que ante la especialización surgen las diferencias de riqueza, las clases sociales y la
necesidad de formar instituciones estatales que permitan mantener el dominio de las clases superiores sobre las inferiores.
- Hipótesis del comercio interregional. La falta de numerosas materias primas en la Mesopotamia meridional provoca que sea
necesaria la concentración de los excedentes agrícolas para comerciar con regiones distantes. Esta será causa de la
configuración de instituciones que gestionaran esta acumulación y tránsito de mercancías.
Sea por unas causas o por otras, la realidad es que hacia el IV milenio antes de Cristo existen en el Próximo Oriente y Egipto
sociedades urbanas desarrolladas. Las condiciones de vida de la población no mejoraron con respecto a las del Neolítico, ya que
compensan las mejoras con la exigencia de tributos. Si que podemos observar una notable mejoría en el sistema de comunicaciones
gracias a la domesticación del asno, el caballo y el camello entre 2000 y 1000 a.C. La verdadera revolución en este momento sucede
en la metalurgia, primero con el cobre, después el bronce y finalmente el hierro. El dominio de la tecnología será uno de los elementos
primordiales para que unas sociedades se impongan sobre otras. Valga como ejemplo las frecuentes derrotas de los egipcios frente a
los hititas en las dinastías XVIII y XIX por emplear unas armas de bronce y los otros de hierro. Entre otras cosas.
MESOPOTAMIA
La evolución política
El nacimiento de la civilización en Oriente Próximo se produjo en la región inferior aluvial de los ríos Tigris y Eúfrates (Sumeria),
debido a la emigración de habitantes de las tierras altas occidentales vecinas de Irán hacia el año 4750 a.C. Eran agricultores que
desecaron las marismas iniciando toda una serie de canales de drenaje y obtuvieron unas tierras fértiles que les permitieron crear el
primer embrión de civilización urbana. Se encontraron con un suelo aluvial que carecía de piedra para construir y además sin madera
adecuada. Se inventó el ladrillo, que hizo posible con el tiempo la construcción de grandes edificios y casas, encontraron otro
sustituto para la madera, la caña, con la que podían construir cabañas y botes, las hoces se hacían de arcilla cocida y se obtenían
pequeños contingentes de piedra para fabricar artefactos, mediante el comercio. Era la cultura de El Obeid que abarcó entre el 4500 a
3500 a.C., donde la comunidad más próspera era la de Eridu. Los restos que quedan de los cementerios y grandes construcciones
públicas nos indican una gran expansión demográfica. Esto llevó a la recuperación de más tierras y a la fundación de nuevas aldeas,
de manera que esta cultura se extendió hacia el norte ocupando la llanura entera de Mesopotamia. De todas formas ninguno de sus
asentamientos puede considerarse una ciudad, ni por sus dimensiones ni por sus funciones, pero estaban echándose los cimientos del
futuro. Tenían el modelo histórico característico de Mesopotamia, una comunidad dominada por el templo monumental, que
desempeñaba el papel central de la vida económica de la comunidad, donde la mayoría de las tierras cultivadas pertenecían al templo,
siendo cultivadas por los colonos de la deidad, aparceros o mano de obra campesina bajo supervisión de los sacerdotes, asegurándose
el mantenimiento de los canales y diques. El templo era el depósito de los sobrantes, que eran transportados por la red de vías
fluviales.
Las primeras ciudades sumerias (Segunda mitad del IV milenio-2350 a.C.). Los sumerios son un pueblo de origen foráneo
desconocido que no forma una unidad política, sino que son un grupo de ciudades-estado independientes, con un Patesi al frente. El
centro de poder es el templo o el palacio, donde reside el Patesi. Destacan las ciudades de Eridu, Ur, Uruk y Lagash. Se forman
dinastías que consiguen controlar a las ciudades vecinas. De este período data el Código de Urukagina, rey de Lagash y Sumer.
El imperio acadio (2350-2150 a.C.). Los acadios son un pueblo semítico procedente de Arabia, Sinaí o alta Siria. Dirigidos por
Sargón vencen a los sumerios, unifican políticamente Mesopotamia y asumen la cultura sumeria. Establecen un impero que va desde
Armenia al golfo Pérsico y del Mediterráneo a los Zagros. La gran extensión se tradujo en debilidad, siendo invadido por los guti,
pastores de los Zagros. Otro de sus grandes reyes fue Naransin.
Apogeo de los sumerios (2060-1950 a.C.). Tras la invasión de los guti, renacen las ciudades sumerias, lideradas por el patesi Gudea
de Lagash. Continúa el apogeo con la III dinastía de Ur, estableciendo una monarquía religiosa y compilando un código jurídico.
La I dinastía de Babilonia (1850-1530 a.C.). Imponen su hegemonía los amorritas de Isín instalados en Babilonia. Destaca en la
dinastía Hammurabi, que unifica toda Mesopotamia, es un gran constructor y hace una compilación legal que se denomina Código
de Hammurabi. En éste se fijan unas leyes fijas y estables, que se graban en piedra para demostrar su inmutabilidad. Los hititas
invaden Mesopotamia, saquean Babilonia y convierten la región en tributaria.
Mitanni, la Babilonia casita y el reino asirio medio (segunda mitad del II milenio a.C.). Tras el declive de la I dinastía babilonia viene
la equilibrada coexistencia entre Babilonia, Asiria y el reino hurrita de Mitanni en el norte. Es una época agitada con frecuentes
alternancias en la hegemonía. Desde mediados del siglo XIV a.C. entra el expansionismo hitita que domina Mitanni. Los Pueblos del
Mar acaban con el poderío de estas civilizaciones. Sólo los asirios y los egipcios consiguen mantenerse, replegándose a sus territorios.
El imperio asirio y el reino neobabilónico (primera mitad del I milenio a.C.). Roto el equilibrio anterior, los asirios con un ejército
bien organizado establecen un gran imperio. Primeramente imponen tributos sin suprimir la autonomía de los estados (siglo IX -
primera mitad del siglo VIII a.C.). Después se van convirtiendo los reinos indígenas en provincias asirias (desde mediados del siglo
VIII). Se fijó la capital en Nínive. A mediados del siglo VII unifican el Próximo Oriente y Egipto. A fines del siglo VII los caldeos de
Babilonia aliados con los medos, destruyen el imperio asirio, heredando estos primeros gran parte de su potencial. Aparece entonces
el reino neobabilónico, que llega a su esplendor con Nabucodonosor II (604-562 a.C.). El fin del reino babilónico llega con el rey
Persa Ciro, que en 539 a.C. invade Babilonia y convierte Mesopotamia en provincias del imperio persa.
La estructura socioeconómica
La tierra se explota por concesión del Estado o por arrendatarios a los que proveen de material los funcionarios reales. La agricultura
es irrigada. Principalmente se cultiva trigo, cebada, hortalizas, dátiles y otros frutales. La ganadería es de cabras y ovejas, además de
vacuno, burros, caballos y camellos, así como diversas aves de corral. La caza y la pesca son actividades complementarias. La
artesanía también alcanzó gran desarrollo a pesar de carecer de materias primas. Para importarlas el comercio conoció un temprano
desarrollo. Se utiliza la plata como patrón de cambio.
La religión en Mesopotamia
Se teme a los dioses y se les pide una vida larga y feliz. Es una religión esencialmente pesimista, que constantemente aplaca a los
dioses. Cada ciudad tiene su propio dios-señor. El templo es la morada del dios, y solo acceden a él los sacerdotes. No inhumaban ni
incineraban a sus muertos, sino que depositaban los cadáveres sobre las llamadas torres del silencio, para que fueran devorados por
los buitres. Los zigurats son los templos, que se elevaban en altura para poder dominar una amplia zona de terreno, que habit ualmente
era propiedad del templo y explotada por servidores del templo. Servían como observatorio astronómico.
EGIPTO
Se articula en torno al Nilo. Es un espacio cerrado, con una fuerte tendencia a la unidad política, si bien en los periodos de
inestabilidad se separan el alto y bajo Egipto, es decir, la zona del delta del Nilo, del curso medio y superior. La organización
territorial se basa en los nomos o provincias, al frente de las cuales está el nomarca nombrado por el faraón. Hay un sistema complejo
de funcionarios de entre los que destaca el escriba. El unificador del alto y bajo Egipto fue Narmer, llamado por los griegos Menes.
La evolución política
Período tinita (primera mitad del III milenio a.C.). Unificación de alto y bajo Egipto con el faraón Menes, (I din.). Capital Menfis.
Monarquía teocrática. Faraón es sacerdote, juez y jefe del ejército. Altos funcionarios van adquiriendo la condición divina.
Enterramientos en mastabas.
Imperio Antiguo (segunda mitad del III milenio a.C.). Esplendor del rey-dios, se sitúa la capital en Menfis. Construcción de las
grandes pirámides, destacando la escalonada de Saqqara del faraón Zoser, y las de Keops, Kefrén y Mikerinos. Las construcciones
monumentales servían para mantener al campesinado ocupado en las épocas en que no había trabajo en el campo construyendo obras
para Faraón, dios en la tierra. El comercio de metales lleva la influencia egipcia a Nubia y Sinaí. El aumento de poder de la casta
sacerdotal lleva al cambio de la IV a la V dinastía, el debilitamiento del poder central, la secesión del bajo Egipto y la lucha entre
nomarcas.
Primer período intermedio (fines III milenio-principio II milenio a.C.). Los problemas económicos del Estado y la descentralización
propiciada por los pequeños señores, dejan un poder central débil. Ante esta debilidad pueblos beduinos invaden el delta del Nilo y el
pueblo se rebela contra los nobles. La religión se democratiza entre los nobles.
Imperio medio (primera mitad del II milenio). Unos príncipes tebanos consiguen unificar todo Egipto. Capital Tebas, ciudad de
Amón. Fuerte centralización y poder absolutista. Colonización de la baja Nubia, intensifican los contactos con Líbano y Palestina.
Con Sesostris III se consigue la máxima expansión territorial. Pese a la construcción de fortificaciones en la zona oriental del Nilo, los
Hicsos acaban por conquistar el poder.
Segundo período intermedio (mediados del II milenio). Vuelve a dividirse Egipto y el delta es invadido por los Hicsos, que introducen
nuevos tipos de armas, el carro y el caballo.
Imperio Nuevo (segunda mitad del II milenio). Los reyes tebanos consiguen expulsar a los Hicsos. Política expansionista, llegando a
la cuarta catarata con Tutmosis, además de anexionar Siria y Palestina. Administración central enérgica y potente ejército. Las
victorias militares enriquecen a la casta sacerdotal del dios Amón. Amenofis IV intenta recortar el poder de estos, con el culto
monoteísta de Atón. La revolución religiosa hace perder la hegemonía exterior. Faraones como Ramses II intentan recuperar este
poderío mediante alianzas con los hititas. Al final del periodo suceden las invasiones de los Pueblos del Mar. Se pierden los territorios
asiáticos y después el dominio de Nubia. El debilitamiento consiguiente hace que la casta sacerdotal adquiera mucho poder y acabe
con los caudillos libios detentando el poder en Egipto.
Tercer período intermedio (fines del II milenio-mediados I milenio a.C.). La casta sacerdotal de Amón provoca la división. La
unificación vino por los etiopes, pero dura poco, sucediéndose entonces las invasiones asiria, saíta y persa. Finalmente Egipto pasa a
formar parte del mundo helenístico con la conquista de Alejandro y la posterior dinastía de los Ptolomeos. Pierde definitivamente su
independencia cuando se convierte en provincia romana tras la guerra civil entre Augusto y Marco Antonio, en la cual Cleopatra
apoyó al bando perdedor.
La estructura socioeconómica
La base de la economía egipcia es la agricultura del cereal basada en la fuerza motriz de los animales. Hay una ganadería bovina,
ovina, caprina y de aves de corral. La caza es deporte y la pesca practicada por ganaderos.
De las actividades artesanales destacan orfebres, carpinteros, armadores de barcos, tejedores, carniceros, panaderos y cerveceros. La
vía de comercio es el Nilo. Se exporta trigo y se importa madera del Líbano, productos exóticos del sur de África, lapislázuli de
Afganistán.
El primero en la pirámide social es el faraón, luego los sacerdotes, militares y funcionarios, el resto de la población vive
precariamente. La esclavitud no estaba muy extendida.
La religión egipcia
El faraón es el dios viviente sobre la tierra, único intermediario entre los dioses y el hombre. Sólo los sacerdotes entran en los
templos. La gente practica una religión popular que acaba degenerando en magia. Se practica el culto a los animales. Se da mucha
importancia a la vida ultratumba. Practicaron la momificación porque consideraban que para la vida de ultratumba era necesario que
el ka (alma) residiera en un lugar físico. Por esta misma razón hacían esculturas que representaban al difunto.
FUENTES ARQUEOLÓGICAS
Como definición, fuente arqueológica es todo resto material dejado por una civilización del pasado. Permiten conocer sólo una parte
concreta de lo que fueron estas civilizaciones, generalmente la tecnología y la economía. Acerca de las instituciones políticas o
religiosas, ante la falta de documentación escrita, la fuente arqueológica solo puede facilitar conjeturas.
Una de las características más importantes de las fuentes arqueológicas es que sólo tienen sentido dentro del contexto donde se
obtienen. De esta forma un objeto que llega a nosotros sin referencia del sitio donde ha sido obtenido, muchas veces no tiene mayor
valor que el de pieza de coleccionismo.
Ya que un yacimiento arqueológico sólo puede excavarse una vez, es preciso emplear la precaución posible para no destruir las
evidencias y para facilitar que los futuros arqueólogos puedan volver a utilizar nuestros datos.
La fuente arqueológica como recurso para el conocimiento histórico puede remontarse a los años del Renacimiento, cuando los
artistas se empeñaban en excavar en busca de obras de arte de la Antigüedad para tenerlas como modelo para el arte de su tiempo.
Donatello y Brunelleschi eran llamados “buscadores de tesoros”, pues era lo que la gente común creía que hacían. Buscar objetos
valiosos económicamente. El siglo XVIII conoce un nuevo auge con las excavaciones que se realizan en Pompeya y Herculano, el
renovado interés por a Antigüedad y el descubrimiento de Egipto. Sin embargo, la madurez de la disciplina no llegará hasta bien
entrado el siglo XIX, una vez que los propios gobiernos establezcan unas reglas sobre qué se puede excavar, quién puede hacerlo y se
organicen expediciones científicas y sistemáticas.
BIBLIOGRAFÍA
CHILDE, G.: Los orígenes de la civilización. Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1979.
FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, V., Teoría y método de la arqueología, 2ª edición, Madrid, Síntesis, 1999.
BLÁZQUEZ, J.M., et.al., Historia de Oriente Antiguo, Madrid, Cátedra, 1992.
LEROI-GOURHAM, A.; BAILLOUD, G.; et.al.: La prehistoria. Barcelona, Lábor, 1987.
LIVERANI, M., El Antiguo Oriente, Barcelona, Crítica, 1995.
URRUELA QUESADA, J.J., Egipto faraónico: política, economía y sociedad, Salamanca, Universidad de Salamanca, 2006.
WILSON, J.A.: La cultura egipcia. Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1980.
Webs
http://www.ucm.es/info/antigua/cartografia.htm (Cartografía de la Antigüedad)