Comercio Internacional
Comercio Internacional
Comercio Internacional
En los siglos XVII y XVIII, el llamado mercantilismo afirmó que los países debían motivar
las exportaciones y evitar las importaciones.
Sin embargo, a finales del siglo XVIII arrancaron las teorías clásicas de comercio
internacional
Surgió en Inglaterra a mediados del siglo XVI. Uno de sus principales preceptos tenía
que ver con la necesidad de generar mayor exportación que importación, y la definición
del oro y la plata como los elementos más importantes del patrimonio económico de un
país.
Según esta teoría, lo generado de las exportaciones permitiría pagar por las
importaciones y, además, generar ganancias.
La teoría de la ventaja absoluta fue propuesta por el filósofo y economista escocés Adam
Smith, quien estuvo en contra de la aplicación de altos impuestos y de las restricciones
estatales.
En 1776 publicó la obra “La riqueza de las naciones”, a través de la cual estipulaba que
las naciones debían identificar el área productiva en la que tenían una ventaja absoluta,
y especializarse en ésta.El concepto de ventaja absoluta se aplica a aquella producción
que puede ser más eficiente y de mejor calidad.
Smith consideraba que esos eran los productos que debían exportarse, y las
importaciones podían incluir productos que pudiesen ser obtenidos en la propia nación,
siempre y cuando la importación de dichos productos costara menos que la obtención
de éstos en el propio país.
David Ricardo (1772-1823) fue un economista británico que en 1817 postuló la teoría de
la ventaja comparativa como alternativa a la teoría absoluta de Smith.
En ella, Ricardo afirmaba que si un país no tenía una ventaja absoluta en la producción
de ningún bien, igualmente debía comerciar con aquellos bienes para los que tenía una
mayor ventaja comparativa. Es decir, Ricardo tenía en cuenta los costes relativos, y no
absolutos.
El ejemplo que expuso Ricardo fue el siguiente: en un supuesto mundo con sólo dos
países, Portugal e Inglaterra; y en el que existen dos productos, tela y vino, Portugal
tarda 90 horas en producir una unidad de tela, y 80 horas en producir una unidad de
vino. Inglaterra, en cambio, tarda 100 horas en producir una unidad de tela, y 120 en
producir una de vino.
Como vemos, Portugal tiene ventaja absoluta en la producción de ambos bienes. Por
ello, según Smith, estos países no deberían comerciar.
Sin embargo, Ricardo propone lo siguiente: ya que para Inglaterra es más barato
producir tela que vino, y para Portugal más barato producir vino que tela, ambos países
deberían especializarse en el bien para el que son más eficientes.
La principal premisa de esta teoría, propuesta en las primeras décadas de 1900 por los
economistas suecos Eli Heckscher y Bertil Ohlin, tiene que ver con la noción de que
cada país será más eficiente en la producción de aquellos productos cuya materia prima
es abundante en su territorio.
La teoría de la proporción de factores establece que una nación deberá exportar
aquellos productos cuyos factores de producción son abundantes, e importar aquellos
que utilicen factores productivos escasos en el país.
Algunas argumentaciones en contra indican que lo enunciado tiene clara relación con
los recursos naturales de un país, pero cuando se trata de recursos industriales, la
aplicación de la teoría resulta menos directa.
Esta teoría fue propuesta por el economista estadounidense Raymond Vernon en 1966.
Vernon determina que las características de exportación e importación de un producto
pueden variar durante el proceso de comercialización.
Introducción
La producción se ubica cerca del mercado al que se dirige, para poder responder
rápidamente a la demanda y para poder recibir una retroalimentación directa de los
consumidores. En esta fase no existe aún el comercio internacional.
Madurez
En este punto es posible iniciar labores de producción en masa, debido a que las
características del producto ya han sido probadas y establecidas según la respuesta
dada por los consumidores.
Estandarización
En esta fase el producto ha sido comercializado, por lo que sus características y las
nociones de cómo se produce son conocidas por los factores comerciales.
Según Vernon, en este momento es posible que el producto en cuestión sea fabricado
en países en vías de desarrollo.
Dado que en los países en desarrollo el costo de producción es menor que en los países
desarrollados, en esta fase los países desarrollados podrían importar el producto en
cuestión de los países en vías de desarrollo.
Sus principales promotores fueron James Brander, Barbara Spencer, Avinash Dixit y
Paul Krugman. Esta noción surgió en los años setenta y plantea soluciones a las fallas
encontradas en las teorías anteriores.
Entre sus preceptos destaca la necesidad de la intervención estatal para resolver ciertos
problemas que se generan en la dinámica comercial como, por ejemplo, la competencia
imperfecta que existe en el mercado.
También indican que el comercio más extendido a nivel mundial es el intraindustrial, que
surge como consecuencia de una economía de escalas (escenario en el que se produce
más a menor costo).
En primer lugar, tendremos que tener en cuenta que nos aplica el ordenamiento
internacional, es decir, el conjunto de leyes que regula el comercio exterior y que son
supranacionales. La Organización Mundial del Comercio (OMC) es la principal
organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los
países. La Organización Mundial del Comercio (OMC) se ocupa de las normas
mundiales por las que se rige el comercio entre las naciones. Su principal función es
velar por que el comercio se realice de la manera más fluida, previsible y libre posible.
Según su propia definición, “los pilares sobre los que descansa son los Acuerdos de la
OMC, que han sido negociados y firmados por la gran mayoría de los países que
participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos parlamentos. El
objetivo es ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores y los
importadores a llevar adelante sus actividades”.
Aunque se habla de normas, en realidad son acuerdos y hay un conjunto muy diverso
de ellos. A título de ejemplo citaremos algunos de los más importantes:
Otras instituciones que tienen que ver con el comercio internacional son:
Y, en el caso de España, también hay que tener en cuenta lo que nos dicta la Unión
Europea. La política comercial de la Unión Europea se concreta en el Tratado de Lisboa.
Las leyes operativas, aquellas normativas que controlan la entrada y la salida de las
mercancías de un territorio; regulando aspectos como las cuestiones de aduanas entre
la de origen y la de destino, normas que regulan el transporte internacional, etc.
Otros aspectos normativos como las leyes que regulan la financiación de operaciones
internacionales, las que regulan posibles ayudas e incentivos para el comercio exterior
y que lanzan los gobiernos para impulsar el comercio internacional en algunos sectores
económicos, etc.
Vista sólo por encima toda esta amalgama normativa, se pone de manifiesto lo
absolutamente imprescindible que es formarse en esta temática tan especializada.
Contar con expertos en comercio exterior supondrá una ventaja competitiva para las
empresas que decidan ir a la conquista del comercio internacional. En España no son
pocas y podemos recordarlas al releer este post sobre los principales sectores que
apuestan por el comercio internacional en nuestro país.
https://www.lifeder.com/teorias-comercio-internacional/
BIBLIOGRAFÍA