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El Castillo de La Mola

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EL CASTILLO DE LA MOLA

HISTORIA Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO

CURSO 2016/2017

GRUPO A

JAIME PALACIOS RODRÍGUEZ


ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN................................................................................................................... 2

2. HISTORIA DE LA MOLA .................................................................................................... 3

3. ORÍGEN Y EVOUCIÓN DEL CASTILLO DE LA MOLA .............................................. 8

4. RESTAURACIONES EN EL CASTILLO DE LA MOLA............................................... 14

5. EXCAVACIONES EN EL CASTILLO DE LA MOLA ................................................... 19

6. CONCLUSIÓN ...................................................................................................................... 22

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 24

APÉNDICE GRÁFICO ............................................................................................................ 26

1
1. INTRODUCCIÓN.

El castillo se encuentra situado a 4 kilómetros al Norte de la ciudad de Novelda


y está colocado sobre la meseta de la Mola, dando nombre a la fortaleza, objeto de
estudio de este trabajo. Su emplazamiento sirvió como estrategia militar ya que, por una
de las laderas está protegido por la cortina de la meseta, y por la otra, se encuentra el
cauce del río Vinalopó, el cual, ya desde la antigüedad se convirtió en una vía de
comunicación, factor que traerá consigo asentamientos a su alrededor desde época
prehistórica, siendo el río un paso obligado si se quería ir desde las comarcas interiores
hacia el Mediterráneo o viceversa. Lo que se conseguía también al colocar la fortaleza
en una zona elevada, era crear una línea de control que dominaba los castillos de Petrer,
Monforte y el Castillo del Río (Aspe) 1.

La construcción primitiva que hallamos en el lugar, tiene su origen a mediados


del siglo XII, con modificaciones posteriores a lo largo de su historia -las cuales iremos
matizando a lo largo del trabajo-, que serán un reflejo artístico de la vida social de
distintas civilizaciones y culturas. Por todo ello el Castillo de la Mola se considera una
reliquia arquitectónica:

El castillo ha presenciando el paso de generaciones prehistóricas, […] ha sido mansión


de romanos y visigodos, de agarenos y moros que se disputaban su dominio; ha tomado parte en
las guerras de la Reconquista, siendo testigo y actor en cruentas batallas; ha pertenecido a la
Corona de Castilla y a la de Aragón, […] ha formado parte del señorío de reinas y príncipes, y
ha sido concedido en galardón a insignes guerreros; ha constituido la Baronía de nobles y de
grandes de España, que lo ilustraron con sus limpios blasones; recogió en sus mazmorras los
gemidos y las lágrimas de pobres cautivos, […] y, por último, hasta tiene sus leyendas que le
envuelven con los cendales del misterio2.

Así mismo, cabe destacar que el castillo fue declarado en 1931 Bien de Interés
Cultural, incluyéndose en la categoría de Monumento Histórico-Artístico, por un
Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicado en la Gaceta de
Madrid, número 155, el día 4 de junio3. En general, la protección de los castillos se
generalizó en el Decreto del 22 de abril de 1949 sobre protección de los castillos
españoles, considerándose BIC, por lo que se acogen al máximo nivel de protección por
ministerio de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español.

1
ABAD (1928), p. 9.
2
ABAD (1928), pp. 10-13.
3
ALDEGUER (1997), p. 153.

2
2. HISTORIA DE LA MOLA.

La ocupación del Valle del Medio Vinalopó desde época prehistórica es algo que
ha sido constatado por hallazgos arqueológicos pertenecientes al período Eneolítico y a
la Edad del Bronce, encontrándose en la Mola diez esqueletos enterrados con utensilios
tales como hachas de piedra pulida, raspadores o cuchillos4.

Posteriormente, se tiene prueba de que los romanos también se establecieron en


la Mola, debido a un hallazgo realizado en 1603 donde se encontraron dos lápidas de
sepulcros, con unas inscripciones romanas. Este hecho, que lleva a pensar en un
asentamiento romano en la meseta, plantea la hipótesis de una posible fortificación
romana anterior a la islámica, de la cual no se conserva nada a día de hoy5.

En el año 711, se produce la llegada de los musulmanes a la zona de Novelda, lo


cual, no supuso un problema para los cristianos que allí vivían, puesto que se sabe que
en el año 713, Teodomiro de Orihuela y Abdelazi ben Muza, firmaron un pacto en el
cual, los musulmanes les permitían seguir ocupando el lugar a cambio de un tributo
anual de productos agrarios –miel, aceite, trigo- y dinero6. Poco a poco, debido a la
relación de Teodomiro con los nuevos pobladores, se irá produciendo un proceso de
islamización que afectará a la sociedad cristiana.

Con la llegada del Califato de Córdoba en el siglo X, la ocupación de la Mola es


un hecho constatado por las excavaciones, aunque no se pueda identificar exactamente
la zona habitada debido a la posterior ocupación almohade que «enmascara toda posible
huella constructiva anterior7». Será a partir de finales del siglo XI, con la caída del
Califato cuando se produzca la llegada de nuevas tribus del Norte de África, como los
Almohades, a la zona de Novelda, construyéndose en el siglo XII el hisn o castillo, cuya
función esencial radicaba en dar refugio, y estaría compuesto por la celoquia con la
torre cuadrangular, el albacar, y la población en la ladera de la montaña8 (fig.1). De esta
forma, Novelda quedaría dividida en dos: por un lado la población de artesanos,
agricultores y ganaderos que residían en la fortificación de la Mola; y por otro lado, una

4
ABAD (1928), p. 15.
5
Hipótesis planteada por ABAD (1928), p. 21.
6
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 3.
7
DOMÉNECH; NAVARRO (1994), p. 80.
8
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 79.

3
población rural que
ocuparía el valle, formando
una alquería, que «consiste
en una agrupación de
campesinos libres,
propietarios de sus tierras, sin
dependencia económica y
social respecto a un dueño
del suelo9».

Será en este periodo


cuando, como bien especifica Fig. 1. El Castillo de la Mola en el siglo XII.

Pedro López Elum, se mencione por primera vez el castillo en una obra contemporánea
a los hechos, escrita por Al-Idrisi, donde se hacía una descripción de la Península
Ibérica:

De Murcia a Almería hay doce millas, de Orihuela a Albatera seis millas, de Albatera al
Castillo de Aspe hay seis millas, al Castillo de la Mola hay seis millas, al Castillo de Petrel hay
una etapa cuyas millas son treinta y cinco…10

A mediados del siglo XIII, después de la muerte del último califa almohade, el
territorio será conquistado por el rey de la Corona de Castilla, Alfonso X el Sabio,
obligando a la población islámica que se encontraba asentada en el recinto de la Mola a
abandonar la fortaleza y trasladarse a la alquería de Novelda. Tras esto, el castillo
quedará totalmente deshabitado y años después se decidirá donarlo al obispo de Cuenca,
Gonzalo Ibáñez Palmoque, que se lo venderá posteriormente a su hermano García
Ibáñez, siendo finalmente recuperado por Alfonso X, que se lo entregará a su hermano
el infante Don Manuel, adelantado11 del reino de Murcia, convirtiéndose en el primer
señor de la Mola y de Novelda12. Tras la muerte de Don Manuel, la fortaleza pasará a
manos de su hija Doña Violante Manuel13.

9
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 68.
10
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 38.
11
Cargo oficial con responsabilidades judiciales, gubernamentales y militares en una circunscripción.
12
CABEZUELO (1998), p. 108.
13
Hermana del infante D. Juan Manuel, príncipe y literato con obras como El Conde Lucanor.

4
Tras el Pacto de Elche en 130514, Novelda se sumará a la Corona de Aragón
bajo el reino de Jaime II, por lo tanto, el castillo pasará a vincularse al Patrimonio Real.
El rey, decidirá dar el señorío de la Mola y Novelda a su esposa Dª Blanca d’Anjou y
convertir a Pedro de Montagut en alcaide15 de la fortaleza. A partir de fuentes escritas,
sabemos que fue en este momento cuando la reina Dª Blanca da órdenes al baile16 de
Elda para que ceda sus rentas en las reparaciones del Castillo de la Mola y en la
construcción de una segunda torre, la torre triangular, que se sumaría a la cuadrada de
época Almohade:

Ordena la reina al baile de Elda y de Novelda que se inviertan en el Castillo de Elda y


en el Castillo de la Mola de Novelda que estaban necesitados de gran reparación, dos mil
sueldos reales de Valencia, de los réditos y otros derechos de dichos lugares según pareciese al
alcaide Pedro de Montagut […] para la mejora y utilidad del mismo castillo, mandando a su
tesorero Ramón de Galceran la cuenta justificativa de las obras, que les admitiesen y recibiesen
dicha cantidad17.

Siguiendo en la historia de la Mola, cabe mencionar que en el siglo XIV, el


castillo tendrá un papel fundamental, ya que, en este momento, debido a inestabilidades
políticas y económicas entre castellanos y aragoneses, estalla la Guerra de los Dos
Pedros18, usándose el castillo para controlar el territorio. Gracias a restos arqueológicos
como flechas, o proyectiles de piedra, Elías Abad ha argumentado que el papel de la
fortaleza en esta guerra fue muy activo, tanto, que no se descarta el hecho de que
estuviese a punto de desaparecer debido a un incendio19. Sabiendo todo esto, no sería
descabellado pensar que el castillo se consideraba en aquel entonces el principal del
Valle del Medio Vinalopó. De este momento, tenemos además una carta que revela un
episodio que debió ocurrir en la fortaleza:

Por esta razón, señor, certificamos a vuestra real majestad que aquellos fueron presos
por hombres vasallos del rey don Pedro de Castilla queriendo entrar en el Castillo de la Mola, en
la guerra que tenía con vos el dicho rey de Castilla teniendo aquel D. Jaime de Lliminiana por el

14
Acuerdo entre los reyes Fernando VI de Castilla y Jaime II de Aragón en la ciudad de Elche, en el cual
se repartió el reino de Murcia entre ambas coronas.
15
Hasta fines de la Edad Media, encargado de la guarda y defensa de algún castillo o fortaleza.
16
Cargo que se ocupaba de todo lo relacionado con los bienes del rey.
17
ABAD (1928), p. 87.
18
Guerra castellano-aragonesa en la que se enfrentaron Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón (1356-
1359).
19
ABAD (1928), p. 113.

5
señor infante don Fernando vuestro hermano a quien Dios perdone les fueron cortadas las manos
por oficiales de dicho rey…20

Tras la victoria de Pedro IV de Aragón y una vez conseguida la paz, el Castillo


de la Mola es cedido al caballero británico Bertrand du Guesclin y posteriormente
también pasará por manos de Mateo de Gournay y Hugo de Calviley. Finalmente, en el
año 1378, la Mola volverá al Patrimonio Real al ser comprada por Dª Sibila de Forciá,
esposa de Pedro IV. Nueve años después, con la muerte del rey, el infante D. Juan
obligó a Dª Sibila a renunciar al valle y al castillo, pasando estos a la esposa de D. Juan,
Dª Violante de Bar, «que venderá el Castillo de la Mola y el Valle de Novelda a Don
Pedro Maza de Lizana en 1392 por la cantidad de 12.000 florines, concediéndole un
dominio pleno para él y sus descendientes21».

En estos momentos,
Don Pedro Maza, convierte
la fortaleza en un auténtico
castillo feudal (fig.2),
formado por el alcaide y
cristianos viejos que vivían
en el interior de la muralla
del antiguo albacar islámico
y se encargaban de cultivar
la tierra, además de llevar a
cabo actividades pecuarias,
sin olvidar también a los que Fig. 2. El Castillo de la Mola en época de Pedro Maza.

trabajaban como artesanos: ebanistas, sastres, etc. Por otro lado, la población del Valle
de Novelda estaba compuesta por mudéjares con su mezquita, su lengua y costumbres,
que se dedicaban a trabajar las tierras del señor.

Finalmente, en época de los Reyes Católicos, debido al ataque de los


Berberiscos por las costas, se creará un Ejército Nacional, perdiendo los castillos
fronterizos parte de su función al centrar la política defensiva en las costas. Por este
motivo, se producirá el gradual abandono del Castillo de la Mola a partir de la segunda
mitad del siglo XVI, todo y que la familia Maza de Lizana mantendrá la Baronía de
20
ABAD (1928), p. 115.
21
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 12.

6
Novelda hasta el año 1701, cuando esta pasará a vincularse por resistencia pública a
Don José Caro, primer Marqués de la Romana, hasta la abolición final del señoríos
decretado por las Cortes de Cádiz en el siglo XIX22.

22
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 13.

7
3. ORÍGEN Y EVOUCIÓN DEL CASTILLO DE LA MOLA.

Como hemos mencionado en el apartado anterior, el primitivo Castillo de la


Mola tiene su origen en el siglo XII con la llegada de los Almohades. A su vez, también
hemos indicado que será a partir del siglo X con la creación del Califato de Córdoba
cuando la población islámica de la zona de Novelda, empezará a ocupar la parte de la
meseta. Estamos hablando de dos siglos de diferencia entre la ocupación y la
construcción primitiva, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿por qué eligen los grupos
islámicos esta meseta como lugar de asentamiento si supuestamente no se había
construido el castillo? Pues bien, esto se respondería a partir de la hipótesis –ya
mencionada anteriormente- de una posible fortificación de época romana, la cual aún
estaría en pie por esta época. Así pues, esta hipótesis se hace más certera al conocer la
decisión de los grupos islámicos de ocupar el lugar, siendo con la llegada de los
Almohades, los que pondrían fin a esta fortificación.

En general, la construcción la podemos dividir en dos épocas: la primera, de


época islámica; y la segunda, cristiana. A pesar de ello, hay que recalcar el hecho de que
«no existen fuentes directas para profundizar en el aspecto del papel del castillo
musulmán, pero hay propuestas e hipótesis23», por lo tanto, las explicaciones dadas, son
en ocasiones difíciles de abordar por la escasez de datos.

La primera época, se
corresponde con el siglo XII,
cuando los Almohades se encargan
de edificar un recinto poligonal y
macizo, de gran altura y solidez,
con ocho cubos cuadrangulares a
modo de salientes con la función de
reforzar la estructura (fig.3). Los
muros del recinto se cree que serían
«de diez metros de alto al Fig. 3. Planta del castillo en época islámica.

23
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 37.

8
conservarse el paso de ronda a unos nueve metros24»; por otro lado, estos miden más de
dos metros de amplitud y se realizaron mediante la técnica del tapial sobre una base de
mampostería, motivos por los que dichos muros han perdurado hasta nuestros días25.

En el interior del
recinto, en la parte Norte, se
coloca la entrada principal
del Castillo (fig.4) y junto a
esta, los Almohades deciden
edificar en el mismo siglo
una torre cuadrangular
exenta de 12 metros de lado,
con una altura igual a la de
los lados, con muros de 3’5
metros de ancho (fig. 5), Fig. 4. Entrada principal de la fortaleza.
realizados en tapial sobre un
base de mampostería, al
igual que la muralla26, y
estaría decorada con un
dibujo con motivo de
sillería, dejando a la vista los
mechinales. Esta torre
estaría formada por tres
plantas, a pesar de que a día
de hoy se encuentra
desmochada y solo conserva Fig. 5. Torre cuadrangular.
dos, hecho que se conoce
por las escaleras visibles en la segunda planta que continúan subiendo hacia ningún
sitio. El arco de la entrada, se modificó posteriormente en época cristiana y está
realizado con sillería, formando un arco de medio punto27 (fig.6). En el interior, hay un
pasillo que conduce hasta una sala apuntada, donde también encontramos una escalera

24
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 15.
25
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 76.
26
ABAD (1928), p. 186.
27
DOMÉNECH; NAVARRO (1995), p. 94.

9
cubierta por arcos de medio punto, que lleva a la planta superior, decorada con una
bóveda escalonada (fig.7). La construcción, iluminada por aspilleras, tenía la función de
torre vigía y a su vez, se usaba como refugio por la población en momentos de peligro,
cosa que ha quedado demostrada al descubrir un aljibe en la primera planta de la torre28,
por lo tanto es difícil pensar que en estos momentos la fortaleza «haya podido ser un
centro de poder señorial29».

Fig. 6. Puerta de la torre cuadrangular.

Fig. 7. Escalera de la torre cuadrangular.


A esta misma época pertenecería el
albacar, que se encontraría anexionado a los muros de la fortaleza, siendo el lugar de
asentamiento de artesanos y
ganaderos. A día de hoy, a pesar
de no haber nada en pie, se
pueden encontrar algunos restos
de los muros.

En la segunda época, la
cristiana, resulta muy curioso
que el castillo sufriera
modificaciones (fig. 8), ya que,
Fig. 8. Planta del castillo en época cristiana.
como dice Pedro López, «pocos
castillos cuya datación se remonte a época musulmana, tuvieron después de la conquista
una situación de mantenimiento y conservación30».
28
DOMÉNECH; NAVARRO (1995), p. 92.
29
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 45.

10
Por lo tanto, el hecho de que durante el
señorío de Dª Blanca d’Anjou en el siglo XIV, se
construyese la segunda torre, situada en el Oeste,
puede y debe considerarse algo excepcional y
poco frecuente. Esta torre, «es única en Europa
por su curiosa forma de triángulo equilátero de 15
metros de lado y 17 de alto, adosada al muro, con
dos vértices que dan al exterior de la muralla y
otro que da hacia el interior31» (fig.9). Es una
torre de la cual desconocemos el nombre del
constructor, a pesar de que se baraja la hipótesis
de que el arquitecto fuese Arnaldo de Vilanova32.
Fig. 9. Torre triangular.
Está realizada en una técnica diferente a la
cuadrangular, ya que nos encontramos con una torre «de
mampostería con sillares en las esquinas a modo de
refuerzo33», sillares en los que podemos apreciar marcas
dejadas por los canteros (fig.10). En su interior, encontramos
una primera sala con una aspillera, cubierta con bóveda de
cañón apuntada (fig.11); a continuación, una escalera con
Fig. 10. Marca de cantero.
bóveda de cañón (fig.12) que lleva hasta el segundo piso y a
la segunda sala que se superpone a la
de abajo, que también cuenta con una
aspillera y una bóveda esférica (fig.
13); finalmente, tras continuar
subiendo por la escalera, se llega a
una tercera planta que da al exterior.
Algo curioso y que merece ser
destacado, es la ausencia de
decoración de la torre, pues solo Figura 11. Bóveda de la primera planta de la torre
triangular.
encontramos en la unión del primer

30
LÓPEZ (v. I) (2002), p. 75.
31
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 11.
32
Así lo plantea ABAD (1928), p. 123.
33
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 16.

11
tramo con el segundo de la escalera, una incisión formando cinco figuras romboidales
(fig.14), quedando el resto exento de cualquier
tipo de decoración, todo y que «no se descarta
la existencia de un posible balcón
amacatanado de madera34». Esta torre se
considera la del homenaje, en la que
encontraríamos las dependencias del señor
feudal. Además, también serviría como una
torre defensiva en situaciones de peligro,
puesto que su lugar de emplazamiento estaba
elegido de forma estratégica, al ser la zona
Oeste el flanco más débil. Además, su forma
tampoco era algo casual puesto que «la torre
Figura 12. Escalera de la torre triangular.
triangular aventaja a las redondas o cuadradas
en la eficacia del flanqueo35».

Fig. 13. Cubierta de la segunda planta de la torre triangular. Fig. 14. Única decoración de la torre
triangular.

En este mismo periodo, se modifican también algunas zonas de la muralla, así


por ejemplo, se reforma la puerta principal situada al Norte, y se altera una pequeña
puerta de época islámica situada al Este, en la cual «se unirán los dos cubos, creando un

34
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 16.
35
ABAD (1928), p. 189.

12
lienzo continúo, abriendo en el
centro de este una nueva puerta, la
conocida puerta cristiana36» (fig.15).

Por último, sabemos que en


el siglo XV, en época del señorío de
Lizana, la población estaba asentada
en el albacar islámico y es aquí
donde se alzaba una capilla dedicada Fig. 15. Puerta cristiana.
a Santa María Magdalena (fig.16), la
cual será derribada en el año 1960, debido a que la capilla perdió su funcionalidad tras
la construcción del actual Santuario de María Magdalena en el año 1946 en esta misma
zona (fig.17).

Fig. 16. Emplazamiento de la antigua capilla. A la derecha se encuentra la fortificación.

Fig. 17. Santuario de Santa María Magdalena.

36
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 11.

13
4. RESTAURACIONES EN EL CASTILLO DE LA MOLA.

Con el paso del tiempo, aparece entre los ciudadanos de Novelda un


«sentimiento de identificación con su pasado histórico37» y debido a esto, a partir de los
años 80, el Ayuntamiento empieza a plantearse la recuperación de la fortaleza, cuya
conservación había sido nefasta, optando por la restauración de la construcción, a pesar
de que en el Plan Nacional de Arquitectura Defensiva se especifica que la
«conservación preventiva siempre ha de ser preferible antes que la propia restauración
del objeto38».

Fue en el año de
1984 cuando se consigue
que la Dirección General de
Bellas Artes -dependiente
del Ministerio de Cultura-,
a petición del
Ayuntamiento de Novelda,
asumiese el proyecto y la
realización de la
restauración, llevando a
cabo antes una primera fase
de limpieza en el mismo
Fig. 18. Torre triangular y restos del muro a principios del siglo XX.
año. El proyecto de
restauración, estuvo bajo la dirección del arquitecto Ramón Valls Navascues, con el
patrocinio de la Conselleria de Cultura39. El edificio de la Mola se encontraba en un
estado de ruina por lo que respecta a las murallas (fig.18) y a la torre cuadrada, y el
objetivo de esta restauración era consolidar lo ya existente y rehacer lo perdido sin
inventar ni alterar el aspecto original o el color. Es por ello por lo que se decide en el
proyecto usar materiales y técnicas similares a los de la obra original, en este caso el
tapial, por lo tanto, no se seguía el criterio que especificaban Camillo Boito o Cesare
Brandi, puesto que se pretendía llevar a cabo una restauración usando los mismos
materiales que los de la obra original, mimetizando lo nuevo con lo antiguo. Por otro

37
NAVARRO (1992), p. 11.
38
Instituto del Patrimonio Cultural Español. Plan Nacional de Arquitectura Defensiva (2006), p. 26.
39
Archivo Municipal de Novelda (1984), p. 5.

14
lado, en aquellas zonas en las que no se tenía claro el aspecto original de la muralla por
no quedar ningún rastro de esta, como ocurría en la esquina Sudeste, se decidió no
llevar a cabo ningún tipo de actuación. Lo mismo ocurría en la parte Oeste, donde no se
formuló una hipótesis sobre una posible puerta40. Pero principalmente, este proyecto de
restauración se centraba en la torre cuadrada -dejando a un lado la torre triangular que
se encontraba en buen estado-, incrementando en una planta la torre, rejuntando sus
suelos y sustituyendo la puerta de entrada, con el objetivo de habilitar la torre almohade
y crear en sus salas y en las de la torre triangular un museo que contaría con un total de
100 m2 41. De esta forma, la restauración conseguía recuperar la unidad del bien, sin
crear un nuevo supuesto estético o histórico, a partir de unas intervenciones que
conseguían potenciar y recuperar los valores destruidos por el paso del tiempo42. El
presupuesto de dicho proyecto alcanzaba las 32.787.514 pesetas, quedando suspendido
debido a «la transferencia de las competencias de esta materia a la Comunidad
Autónoma Valenciana43». A pesar de solicitar a Conselleria urgir en el tema para que
tramitase el expediente del proyecto, este fue rechazado.

En el año 1987 se procedió a realizar otro proyecto nuevo, contando esta vez con
la participación del arquitecto Josep Ivars Pérez junto con el patrocinio de la Conselleria
de Cultura. En cuanto a los criterios de restauración, en este nuevo plan se especificaba
la necesidad de restaurar los cubos y los muros, que habían perdido «su capa de cal
protectora quedando expuestos a las inclemencias meteorológicas, filtrándose la lluvia y
la nieve, que provocan su empeoramiento, sin eliminar restos de épocas anteriores44»,
interviniendo solo en los elementos de los que se conociese al completo su traza,
evitando una restauración fantasiosa, tal y como opinaba Cesare Brandi. Por otro lado,
se aclaraba que la torre cuadrada, a pesar de encontrarse desmochada y faltarle la tercera
planta que tenía en sus orígenes, estaba en buen estado y simplemente era necesario
«proteger los muros, los cuales también están sufriendo por las humedades, debido al
abandono y al mínimo cuidado que se le da al lugar, además de restaurar los peldaños,
limpiar las bóvedas y parchear el interior45». Por lo que respecta a la torre triangular, se

40
En estos dos casos sí que vemos el intento de evitar cualquier falsificación histórica, tal y como decía
Cesare Brandi.
41
Archivo Municipal de Novelda (1984), p. 27.
42
Instituto del Patrimonio Cultural Español. Plan Nacional de Arquitectura Defensiva (2006), p. 28.
43
Archivo Municipal de Novelda (1984), p. 32.
44
Archivo Municipal de Novelda (1987), p. 16.
45
Archivo Municipal de Novelda (1987), p. 18.

15
encontraba en un perfecto estado estructural, todo y que precisaba de «una limpieza, la
eliminación de pavimentación, el parcheado de las paredes y el pintado del suelo de la
terraza con resinas acrílicas para evitar humedades46».

En este momento, a pesar de la falta de fuentes escritas, se descubre que con


anterioridad, sobre los años 60, ya se había realizado algún tipo de restauración, pues
por ejemplo existía un remate en la torre triangular hecho de sillares que no aparecía en
fotos de principios del siglo XX (figs. 19 y 20), lo que podríamos considerar por lo
tanto un falso histórico. Así mismo, se descubrió en la muralla y en los cubos unas
restauraciones en las que se habían usado materiales ajenos a la construcción:
mampostería enlucida con mortero y pintada con tierra roja. Lo que se decide para este
proyecto es usar el mismo material que el de la obra original, el tapial, intentando imitar
el color y los acabados, además, también se opta por usar cemento, hormigón armado y
piedra, dificultando de nuevo el reconocer la reintegración de lo auténtico.

Figs. 19 y 20. Torre sin remate y torre con remate.

El proyecto será aprobado por el Director General de Patrimonio Artístico,


Tomás Llorens i Serra, dando comienzo las obras en el mes de julio de 1990,

46
Archivo Municipal de Novelda (1987), p. 19.

16
contratando una empresa47 para llevar a cabo el proceso, que no acabará nunca debido a
la quiebra de dicha compañía, dejando parte de la muralla Oeste a medio hacer.

A raíz de este suceso, el Ayuntamiento se volvió a plantear retomar el problema


del castillo y es por ello que en 1992, se le encarga de nuevo a Josep Ivars Pérez, junto
con Santiago Varela Botella -inspector de Patrimonio de Conselleria-, la redacción de
un nuevo proyecto, partiendo del que ya había escrito Josep Ivars en el año 1987,
basándose en lo poco que se había hecho antes de que quebrara la empresa que se
encargaba de la restauración anterior. La intención era similar a la del proyecto anterior,
restaurando la muralla y sus cubos, la puerta principal, la puerta secundaria y algunos
cambios puntuales en la torre cuadrada y en la triangular48. Este proyecto no se llevará a
cabo hasta el año 2000, aprovechando una subvención de la Conselleria y la Diputación
sobre arquitectura militar, la cual se decide solicitar, obteniendo como resultado la
aprobación. El importe total de la restauración, que ascendía a 79.515.60 pesetas, era
una cantidad desmesurada, por lo que los arquitectos propusieron a la Dirección General
de Patrimonio Artístico y al Ayuntamiento de Novelda, realizar la restauración por
fases, empezando a actuar por las murallas: la del Oeste a medio hacer, la del Norte y la
del Sur; dejando claro que el material a usar sería el mismo que el de la obra original
pero haciendo reconocible la reintegración de este. Este proceso, permitía reducir el
coste del proyecto a 36.000.000 de pesetas49. De esta forma, la empresa ILIDEXSA50
llevó a cabo la restauración de las murallas y de la puerta Norte, finalizando el proceso
en el año 2002, convirtiéndose esta en la última restauración hasta la fecha (fig.21).

En varias ocasiones, basándose en el anterior proyecto se han solicitado


subvenciones para completar el resto de fases propuestas, denegándose siempre,
realizando cada dos años por parte del Ayuntamiento de Novelda convocatorias para
volver a solicitarla, pidiendo al Ministerio de Fomento la subvención del 1%.

47
Desconozco el nombre de la empresa puesto que no aparece especificado en el Archivo Municipal de
Novelda.
48
Archivo Municipal de Novelda (1992), pp. 14-18.
49
Archivo Municipal de Novelda (1992), pp. 64-69.
50
ILICITANA DE DEMOLICIONES Y EXCAVACIONES, S.A.

17
Fig. 21. Murallas restauradas.

18
5. ARQUEOLOGÍA DEL CASTILLO DE LA MOLA.

Las excavaciones en el Castillo de la Mola tienen inicio en 1982 y se


prolongarán hasta los años 90. La primera campaña estuvo dirigida por Rafael Azuar,
conservador del Museo Arqueológico Provincial, y las seis restantes, estuvieron
encabezadas por el propio Ayuntamiento de Novelda, contando con un equipo de
profesionales, arqueólogos y estudiantes de la Universidad de Alicante, con proyectos
apoyados por la Conselleria de Cultura, la INEM y la Diputación Provincial51.

En la excavación de 1982, se vació la puerta Este, encontrando los dos cubos


que quedaron ocultos al superponer la puerta cristiana a la islámica original. Además de
esto, en la zona de la torre triangular, se encontró una sala que se ha interpretado como
un gran salón en el que se celebrarían las fiestas del señor. A partir de esta excavación,
se fueron hallando nuevos edificios pertenecientes a cronología cristiana bajo medieval,
los cuales «otorgaron una nueva visión del interior del castillo52», así pues, se sacaron a
la luz dependencias como la cocina y alacenas junto con salas que funcionaban a modo
de despensas. Las excavaciones en esta zona se prolongaron hasta los 90, surgiendo
otras dependencias como dormitorios, hornos de pan, cobertizos para el ganado y la
forja del herrero53 (fig.22).

Fig. 22. Excavaciones arqueológicas.

51
DOMÉNECH; NAVARRO (1995), p. 94.
52
NAVARRO (1992), p. 25.
53
BELTRÁ (1994), p. 38.

19
En 1983 se empezaron nuevas excavaciones en
la zona Norte del recinto amurallado, encontrando
cerca de la torre cuadrada un aljibe (fig.23), además de
«gran cantidad de piezas cerámicas y de cocina,
utensilios agrarios y armas, lo que nos permite
hacernos una idea del desarrollo de la vida cotidiana de
la comunidad asentada en el castillo54».

A partir de restos arqueológicos, se supo que el


recinto construido fue modificado una vez ya finalizado
en el siglo XII, decidiendo estrecharlo a modo de
Fig. 23. Interior del aljibe.
estrategia militar, puesto que el recinto era demasiado
grande y la defensa tenía muchos puntos débiles55.

También se descubrirá tras excavaciones realizas por ILIDEXA, que el último


tramo Este de la muralla continuaba más allá de su unión con el último tramo de la
muralla Norte (fig.24), lo que llevó a excavar los alrededores de la meseta, encontrado
algunos restos de muros y demostrando así la presencia del antiguo albacar del que no
quedaba nada en pie, pudiendo localizar algunos vestigios que rodeaban la meseta.

Fig. 24. Muro al que se uniría el albacar.

54
NAVARRO (1992), p. 27.
55
ABAD (1928), p. 189.

20
Por otro lado,
también se tiene
constancia, tal y
como explica Elías
Abad, de la
existencia de una
garita en la parte
exterior del muro56.
Esta torre se
encargaba de
controlar el acceso
más vulnerable, el Fig. 25. Restos perdidos de la garita.

que iba desde la alquería hasta el castillo. Los cimientos que quedaban de la garita
(fig.25), fueron eliminados hacia 1930 «por actuaciones del hombre desconocedor del
valor patrimonial de los restos arquitectónicos»57, construyendo sobre este lugar el
actual convento. También, fuera del recinto, se ha conjeturado sobre una posible
barbacana en el lado Este, pero la construcción de la carretera ha impedido
comprobarlo, una construcción moderna que por otro lado modifica el paisaje original
del lugar58.

Para finalizar, mencionar que a lo largo de estas excavaciones se han encontrado


espadas, proyectiles de piedra y demás elementos de ataque, que confirman «la
utilización de armas como ballestas, arcos de madera, lanzas, catapultas, pedreros o
lanzador de pellas, entre otros artefactos59».

56
ABAD (1928), p. 137.
57
DOMÉNECH; NAVARRO (1995), p. 93.
58
Instituto del Patrimonio Cultural Español. Plan Nacional de Arquitectura Defensiva (2006), p. 28.
59
NAVARRO; RICO; ORTEGA (1989), p. 18.

21
6. CONCLUSIÓN.

A pesar de la recuperación del Castillo de la Mola y de la identificación de los


ciudadanos con este –donde yo me incluyo-, me resulta vergonzoso el trato que se le
está dando.

Con el proyecto de restauración del año 1984, tal y como se ha especificado en


un apartado anterior, hay constancia de que se pretendía dar un nuevo uso al conjunto,
creando entre las dos torres un Museo Arqueológico con objetos de la zona. Debido a la
suspensión del proyecto, esta idea se verá frustrada y seguirá a día de hoy, y es que, ni si
quiera después de las restauraciones posteriores se ha puesto en práctica la idea. El
único uso que se le ha dado al Castillo de la Mola, tuvo lugar hasta los años 80 y
consistía en la celebración de la Embajada Humorística, un acto en tono satírico y
reivindicativo que a día de hoy se sigue celebrando el 24 de julio de cada año, pero ya
no en este lugar, sino en la Plaza del Ayuntamiento de Novelda. Desde entonces hasta la
actualidad, no se le ha vuelto a dar ningún uso al castillo, ni si quiera un día al año como
explicaba en el caso anterior. A pesar de que la utilidad práctica no es un valor esencial,
sí lo es la utilidad moral que tiene como fin la creación de una memoria histórica
social60, una utilidad que por otro lado, tampoco se fomenta de ninguna manera.

El Castillo de la Mola, abierto de martes a domingos, no cuenta con ningún tipo


de seguridad que vigile la zona, por lo que la gente puede acceder sin control al lugar,
deteriorándolo por el uso indebido y vandálico que realizan sobre muros y demás. Este
hecho, propició que no se dejara entrar a la torre cuadrada, cerrándola por miedo a un
posible accidente, y es que, al estar desmochada y conservar los escalones que llevaban
a la inexistente tercera planta, la gente subía y se exponía a trece metros de caída, por lo
que el ayuntamiento, en lugar de contratar algún tipo de vigilancia, decidió actuar por la
vía fácil, colocando una puerta de madera totalmente anacrónica en dicha torre,
impidiendo a la gente que realmente tiene interés por visitarla, su acceso. Además, la
sala inferior de la torre triangular está prácticamente funcionando a modo de almacén,
con vigas de madera apoyadas en la pared, y montones de piedras sobre el suelo.

Otro aspecto que me gustaría destacar es que ni siquiera recibe visitas guiadas, y
es que no se fomenta de ninguna de las maneras su visita, existiendo por otro lado, una
gran carencia publicitaria del sitio.

60
Instituto del Patrimonio Cultural Español. Plan Nacional de Arquitectura Defensiva (2006), p. 27.

22
Pienso que es un lugar al que no se le está explotando todo su potencial, puesto
que este castillo tuvo su importancia histórica y además, cuenta con una torre triangular
única en Europa, y por lo tanto, no se merece este estado tan descuidado en el que se
encuentra.

Con todo mi respeto, considero que el lugar se encuentra totalmente


abandonado, sucio y bastante muerto. Además, no hay ningún tipo de protección por lo
que respecta a las excavaciones, que se llenan de hierbajos y basura, y que se deterioran
aún más al estar expuestas a la lluvia y al frío.

23
BIBLIOGRAFÍA.

Libros:

-ABAD NAVARRO, Elías. El Castillo de la Mola de la Ciudad de Novelda. Murcia:


Tip. San Francisco, 1928.

-ALDEGUER JOVER, Francisco. De Novelda, hechos y personajes. Novelda: Edicions


Locals, 1997.

-BELTRÁ JOVER, Augusto (Dir.). Betània 1994. Novelda: Excmo. Ayuntamiento de


Novelda, 1994.

-CABEZUELO PLIEGO, J.V. Historia de Novelda. La Novelda cristiana: los siglos


XIII y XIV (5). Novelda: Excmo. Ayuntamiento de Novelda, 1998.

-DOMÉNECH BELDA, Carolina; NAVARRO POVEDA, Concepción. Historia de


Novelda. El islam: hasta las taifas (4-I). Novelda: Excmo. Ayuntamiento de Novelda,
1994.

-DOMÉNECH BELDA, Carolina; NAVARRO POVEDA, Concepción. Historia de


Novelda. Del final de las taifas a la conquista cristiana (4-II). Novelda: Excmo.
Ayuntamiento de Novelda, 1995.

GARCÍA FORTES, Salvador… [et al.] Introducció a la conservació-restauració del


patrimoni. Barcelona: Edicions Universitat de Barcelona, 1998.

-GONZÁLEZ-VARAS, Ignacio. Conservación de bienes culturales: teorías, historia,


principios y normas. Madrid: Ediciones Cátedra, 1999.

-LÓPEZ ELUM, Pedro. Los castillos valencianos en la Edad Media (Materiales y


técnicas constructivas) (v. I y II). Valencia: Biblioteca Valenciana, 2002.

-NAVARRO POVEDA, Concepción. Excavaciones y restauración del Castillo de la


Mola (Novelda). Alicante: Diputación Provincial de Alicante, 1992.

-NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.; ORTEGA PÉREZ, J.R.


Guía del Castillo de la Mola y del Santuario de Sta. Mª Magdalena. Novelda: Excmo.
Ayuntamiento de Novelda, 1989.

24
-SANTO VIDAL, Jaime (Dir.). La Santa 1995. Novelda: Patronato de Santa María
Magdalena, 1995.

A pesar de haber consultado los libros de TORMO, Elías. Levante (provincias


valencias y murcianas). Madrid, Calpe, 1923; y el libro de LLORENTE, Teodoro.
Valencia. Valencia: Albatros, 1980, no he encontrado ningún tipo de información que
me haya podido ayudar en la elaboración de este trabajo, por lo tanto, queda demostrado
la poca consideración que ha tenido el lugar.

Documentos de archivo:

-1984, Junio 12. Novelda.


Proyecto de restauración del Castillo de la Mola. Archivo Municipal de Novelda.

-1987, Mayo 29. Valencia.


Restauración Castillo de la Mola en Novelda. Archivo Municipal de Novelda.

-1992, Abril 4. Valencia.


Proyecto de Restauración del Castillo de la Mola. Novelda. Archivo Municipal de
Novelda.

Documentos técnicos:

-Instituto del Patrimonio Cultural Español. Plan Nacional de Arquitectura Defensiva


(2006).

Entrevista:

-Entrevista a Concepción Navarro Poveda, arqueóloga municipal de Novelda. En


Novelda (18-11-16).

25
APÉNDICE GRÁFICO.

Fotografía de la portada extraída de:


https://noveldamuseoarqueologico.wordpress.com/origen-e-historia/

Fig. 1: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 13.

Fig. 2: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 14

Fig. 3: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 7.

Fig. 4: fotografía realizada por mí.

Fig. 5: fotografía realizada por mí.

Fig. 6: fotografía realizada por mí.

Fig. 7: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 8.

Fig. 8: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 18.

Fig. 9: fotografía realizada por mí.

Fig. 10: fotografía realizada por mí.

Fig. 11: fotografía realizada por mí.

Fig. 12: fotografía realizada por mí.

Fig. 13: fotografía realizada por mí.

Fig. 14: fotografía realizada por mí.

Fig. 15: fotografía realizada por mí.

Fig. 16: fotografía realizada por mí.

26
Fig. 17: extraída de: http://www.porahinoes.es/2011/01/santuario-novelda/

Fig. 18: escaneada de ABAD NAVARRO (1928), P. 123.

Fig. 19: escaneada de ABAD NAVARRO (1928), P. 135.

Fig. 20: fotografía realizada por mí.

Fig. 21: fotografía realizada por mí.

Fig. 22: fotografía realizada por mí.

Fig. 23: escaneada de NAVARRO POVEDA, Concepción; RICO AMORÓS, A.M.;


ORTEGA PÉREZ, J.R. (1989), p. 17

Fig. 24: fotografía realizada por mí.

Fig. 25: escaneada de DOMÉNECH BELDA, Carolina; NAVARRO POVEDA,


Concepción (1994), p. 93.

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