Exégesis
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Por
V. Conclusión……………………………………………………………………………………..7
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Introducción
El pasaje donde nos encontramos es el punto de partida para lo que
algunos teólogos le han denominado la segunda parte del libro de Isaías. La
controversia no puede faltar. Para muchos críticos es muy probable que
esta sección haya sido escrita en periodo postexílico 1; pero llegar a una
conclusión no es el punto de este estudio. El panorama cuando llegamos a
este capítulo es desolador, en 39.6 la promesa es llevarlo todo a Babilonia,
la profecía ha sido explicita, el juicio por el pecado del pueblo ha
comenzado, el mismo Rey Ezequías acepta la palabra, todo ha sido dicho,
no hay vuelta atrás. Es en este punto que el pueblo pudiera perder su
esperanza, pudiera perder su fe en Dios, pensar que los otros dioses son
más fuertes que el dios que los dejó ser conquistados. Isaías tiene que alzar
la voz en contra de estas afirmaciones y que mejor que comenzar con el
consuelo.
1 Smith pp.129
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2 Mundo hispano
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predicación y la enseñanza; el inconveniente de desequilibrar el
evangelio es perder el consuelo que encontramos en el mismo
evangelio, es apasionarnos tan poco por nuestra esperanza y
sobrevalorar la vida ética y la ley.
Como pastores debemos tener presente el consuelo que el Señor
tiene para nosotros, en medio de la prueba, el Señor es consuelo, y lo
entendemos bien, pero el Señor es consuelo aun en medio de la corrección
y disciplina, el Señor es consuelo aun en nuestro pecado. Muchas veces
condenamos a las ovejas, las oprimimos, buscamos a veces hasta
humillarlas con un sistema de disciplina anti bíblico, anti moral, anti
pastoral. El principio del Señor es el consuelo, toda disciplina va
acompañada de un consuelo, pero lamentablemente en nuestras iglesias
solo queremos humillar al caído. El llamado es claro, Consuelen, consuelen
a mi pueblo.
b.- Dios perdonador
Algunas veces podemos preguntarnos ¿Cuál es el límite del Señor,
cuántos pecados me puede perdonar? El mismo pecado nos ciega, el
pecado nos hace pensar mentiras de Dios, nos oprime para que
pensemos que no tenemos perdón en Dios, que hemos fallado tanto y
tanto que no merecemos que el Señor perdone nuestros pecados, pero
este versículo nos enseña lo contrario, la basta e infinita fidelidad de
Dios para seguir perdonando nuestras iniquidades. Muchos han
interpretado la palabra “doble” de muchas maneras, como profecía
milenial3 o las dos cautividades, pero al parecer Isaías se refiere a la
perfección de la fidelidad de Dios, y cómo aunque el pueblo caiga una y
otra vez, aunque el pueblo se vuelva una y otra vez a los ídolos, aunque
el pueblo rechace a cada momento al profeta que trae la palabra de
Dios, aun así el Señor es fiel para terminar su condena, para perdonar la
iniquidad. De igual manera, aquí podemos ver a Cristo recibiendo el
castigo infinito al llevar nuestros pecados en la cruz4.
II.- Premisa del Señor 40.3-5
a.- La voz
En el desierto eran famosos los proclamadores. En la biblia es una señal
de los profetas, personas que proclamaban un mensaje de Dios al
pueblo por donde quiera que andaban, pero también las demás naciones
poseían mensajeros, voces en el desierto, pues en aquel entonces no
había más comunicación que los gritos, por tanto en vez de televisión y
radio, las
3 Comentario exegético
4 Moody pp. 628
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noticias se esparcían por las voces en el desierto. Dicho así, una voz se
levanta para anunciar al Señor, como dije antes, un profeta, un enviado.
La controversia de este pasaje comienza cuando en los evangelios
se cita este pasaje (solo que en la versión de la VXX) denominar esta voz
a Juan, Juan el bautista, quien se convierte en esta voz (Mt. 3.3; Mr. 1.3;
Lc. 3.4; Jn. 1.23). ¡Sí!, los evangelistas se pusieron de acuerdo para
atribuirle a Juan esta voz. Es interesante el análisis, pues a simple vista
parece una “eiségesis”, pero los escritores inspirados por el Espíritu
Santo no cometen ese error, por tanto debemos aceptar la inspiración,
debemos abrazarnos de la infalibilidad de la escritura y consentir que
Juan es esta voz.
Para nuestras vidas este un llamado a proclamar en el desierto el
camino del Señor (en el siguiente punto veremos el camino), un camino
de vida, un camino de consolación, un camino que abre paso a un
cambio de vida, a cambiar el desierto moral en que nos encontramos y
llevarnos a fuentes de agua que refrescan nuestros pensamientos y
nuestra alma.
b.- La preparación del camino
En la antigüedad los sirios tenían la jactancia de fabricar las mejores
carreteras5; sus reyes y gobernantes no podían incursionar por
carreteras desniveladas y empedradas, pues las carretas se dañaban y
el gobernante sufría durante todo el camino. Esto es lo que nos narra
una carta encontrada en Mari6, ciudad antigua de Siria.
Que importante es para el profeta señalar la preparación del camino.
La justicia ya ha sido impartida, los pecados ya han sido perdonados, la
deuda ha sido pagada, solo falta que el Señor aparezca, por tanto los
caminos deben ser preparados, deben ser rebajados los montes y las
llanuras rellenadas, porque la gloria del Señor será vista por todo mortal, el
camino debe estar preparado. Pero no es un camino físico, el Profeta está
hablando a los corazones del pueblo, a preparase para recibir la gloria del
Señor. La gloria se ve manifestada en dos maneras: (i) la liberación del
pueblo de manos de Ciro, acontecimiento que apunta a la liberación del
pueblo de Egipto, liberación de la esclavitud. (ii) Pero los planes del Señor
no solo son físicos, sino que en su corazón está la liberación moral y
espiritual de su pueblo, la derrota de la muerte y la glorificación de su hijo
Jesús7; lamentablemente el pueblo no entendió la segunda parte.
8 Mundo hispano
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lo que ella dice y si le conviene al oyente o no. Muchos de los profetas
verdaderos no se concentraron en el contenido futurístico del mensaje, sino
que su prioridad era declarar el mensaje tal y como el Señor se los había
dado. Por seguir este patrón, Isaías sufrió una muerte terrible y Jeremías
padeció durante toda su vida el maltrato y la persecución al igual que Elías.
El profeta de hoy debe predicar la palabra de verdad, debe predicar la
palabra que no caduca, la palabra que es fiel, la palabra que no se seca, la
palabra que permanece para siempre. Muchos de nosotros podemos ser
atraídos por mensajes superficiales y antropocéntricos por el simple afán de
llenar nuestras congregaciones, es por ello que las mega iglesias están
9Mundo Hispano
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futurística y voltear a ver el reino de Dios presente, a poder decir ¡he
aquí Dios!.
b.- El Gobierno del Señor
La gran esperanza entonces se hace presente, lo que el pueblo
anhela y espera hace su aparición, la promesa de gobernar el Señor con
su gran poder se encuentra en la boca del profeta, el gran reino de Dios
se manifiesta, su brazo, que es símbolo de poder, demuestra el gran
dominio con el que Dios controlará todas las cosas, con que retribuirá al
mundo por su pecado. Una vez más el cumplimiento de esto es doble: (i)
Dios liberando con su diestra al pueblo de Ciro, de los Medo-Persas y (ii)
Cristo liberando las cadenas de pecado que atan al ser humano por
medio de su poder y de su resurrección de los muertos.
Para los comentaristas mileniales, como el autor del comentario
Exegético10, el versículo habla del reino milenial. Otra vez, no podemos
mirar sino a la cruz, no podemos voltear sino al gobierno de Cristo sobre
la muerte; el reino de Dios comienza en Cristo el reino de Dios se
manifiesta en Cristo, el reino de Dios se consuma en Cristo, no debemos
esperar una utopía futurística, vivamos el reino de Dios hoy, vivamos su
poder, vivamos su retribución.
c.-El Pastoreado del Señor
Símbolo perpetuo del cuidado del Señor hacia su pueblo, el
pastoreado (Sal. 23:1), una imagen tan llena de cariño y cuidado con el que
Dios manifiesta su gobierno. Su reinado no es autoritativo y opresivo, sino
un reinado como el de un pastor con su rebaño, de cuidado intensivo, de
atención intima, lo expresa así cunado menciona “a los corderitos los
llevará en su seno”, imagen de ternura e intimidad, de una confianza
perfecta. Así termina este segmento del profeta, con una imagen tan tierna
que nos hace desear este reino. Para algunos su cumplimiento es milenial,
pero el Jesús mismo vino a ser ya este pastor, el mismo se denominó el
buen pastor (Jn.10.11), Jesús mismo levanto a la pequeña ovejita (Mr. 5.41),
Jesús mismo es el príncipe de los Pastores. Aprendamos a reposar en el
buen pastor.
Bibliografía
Carro, Daniel. Comentario Bíblico Mundo Hispano Isaías . Ed. Mundo
Hispano, El paso Tx.
Jamieson, Roberto, A. R. Fausset, y David Brown. Comentario exegético y
explicativo de la Biblia - tomo 1: El Antiguo Testamento. El Paso,
TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2003.
Pfeiffer, Charles. Comentario Biblico Moody, Antiguo testamento.
Editorial Portavoz 1993
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