No Somos Del MAS, El MAS Es Nuestro EDITADO
No Somos Del MAS, El MAS Es Nuestro EDITADO
No Somos Del MAS, El MAS Es Nuestro EDITADO
)
Marizol Soliz Romero
Alberto García Orellana
Rodrigo Rosales Rocha
Mariana Zeballos Ibáñez
Noelia Gómez
Wilfredo Jordán
Nelly Arista
ISBN: XXXXXXXXX
D.L.: XXXXXXX P.O.
Impreso en Bolivia
Fernando L. García Yapur (Coord.)
Marizol Soliz Romero
Alberto García Orellana
Rodrigo Rosales Rocha
Mariana Zeballos Ibáñez
Presentación 13
Prólogo 15
“Nosotros hemos parido este Gobierno, este proceso”, Elvio Díaz. 133
Bibliografía 273
Índice de abreviaturas y acrónimos
ADECO COB
Asociación de Concejalas de Central Obrera Boliviana
Cochabamba
COFECAY
ADEMCO Consejo de Federaciones Campesinas de
Asociación de Mujeres de Oruro Los Yungas de La Paz
ADEPCOCA CONALCAM
Asociación Departamental de Coca de Coordinadora Nacional por el Cambio
La Paz
CONAMAQ
ADN Consejo Nacional de Ayllus y Markas
Acción Democrática Nacionalista del Qullasuyo
AIOC CSCIOB
Autonomía Indígena Originaria Confederación Sindical de Comunidades
Campesina Interculturales Originarias de Bolivia
ASP CSUTCB
Asamblea por la Soberanía de los Confederación Sindical Única de
Pueblos Trabajadores Campesinos de Bolivia
BOA ENTEL
Boliviana de Aviación Empresa Nacional de
Telecomunicaciones S.A.
CIDOB
Confederación de Pueblos Indígenas de FECATROP
Bolivia Federación de Mujeres Campesinas del
Trópico
CNMCIOB-“BS”
Confederación Nacional de Mujeres FESORC
Campesinas Indígenas Originarias de Federación Sindical Originaria Regional
Bolivia “Bartolina Sisa” de Caracollo
FESTRATEV IPSP
Federación de Trabajadores en Radio y Instrumento Político por la Soberanía
Televisión de los Pueblos
FNMCB-“BS” IU
Federación Nacional de Mujeres Izquierda Unida
Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”
MAS
FSUTCC Movimiento Al Socialismo
Federación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de MBL
Cochabamba Movimiento Bolivia Libre
FSUTCO MIP
Federación Sindical Única de Movimiento Indígena Pachakuti
Trabajadores Campesinos de Oruro
MIR
FUL Movimiento de Izquierda
Federación Universitaria Local Revolucionaria
FUTPOCH NFR
Federación Única de Trabajadores de Nueva Fuerza Republicana
Pueblos Originarios de Chuquisaca
OEA
INCA Organización de Estados Americanos
Instituto Nacional de Capacitación
Campesina OMAK
Organización de Mujeres Aymaras del
INDICEP Kollasuyo
Instituto de Investigación Cultural para
la Educación Popular ONG
Organización no Gubernamental
INEDER
Instituto de Educación para el Desarrollo PCB
Rural Partido Comunista de Bolivia
INRA PS-1
Instituto Nacional de Reforma Agraria Partido Socialista Uno
SLIMS
Servicios Legales Integrales Municipales
TCO
Tierra Comunitaria de Origen
UDP
Unidad Democrática y Popular
UFOS
Unidad de Fortalecimiento de las
Organizaciones Sociales
UGDS
Unidad de Gestión y Demanda Social
UN
Unidad Nacional
Presentación
13
Prólogo
“No somos del mas, el mas es nuestro”. Historias de vida y conversaciones con cam-
pesinos indígenas de Bolivia contiene cuatro testimonios y diecisiete entrevitas
realizadas a dirigentes campesinos indígenas de la Confederación Sindical
Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (csutcb), la Confederación
Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartoli-
na Sisa” (cnmciob-“bs”), la Confederación Sindical de Comunidades Inter-
culturales Originarias de Bolivia (csciob), la Coordinadora de las seis federa-
ciones del Trópico de Cochabamba y del Movimiento Al
Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (mas-ipsp).
Realizada en el marco de la investigación: “mas legalmente, ipsp legítimamen-
te”. Ciudadanía y devenir Estado de los campesinos indígenas de Bolivia, es uno de los
resultados de la convocatoria nacional: “La nación boliviana en tiempos del
Estado Plurinacional” del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia
(pieb), desarrollada el año 2013.
La publicación de estas trayectorias políticas, que fueron seleccionadas de
un número mayor de conversaciones realizadas por el equipo de investigación,
cobran importancia en tanto representan la voz directa de los dirigentes cam-
pesinos indígenas del país en el esclarecimiento de la naturaleza, origen y los
desafíos del mas-ipsp como un instrumento político de participación y repre-
sentación política de estos sujetos a lo largo de las últimas décadas.
La identidad compuesta de registro “inclusivo” de ciudadanía se revela en
las narraciones y reconstrucciones históricas que entrega el presente libro. El
decir “nosotros los campesinos indígenas”, da cuenta a la pertenencia hetero-
génea de estos sujetos a lugares propios de enunciación y de ejercicio del poder
territorial y, asimismo, de pertenencia “inclusiva” a la ciudadanía: el decir “no-
sotros los bolivianos”, expresada en la ambición y el deseo de los campesinos
indígenas por considerarse a sí mismos “sujetos de derechos” en la comunidad
política: la nación.
La mencionada identidad compuesta de los campesinos indígenas es el
principal hallazgo que el equipo de investigación logró identificar para
comprender la producción o creación de un instrumento político: el mas-ipsp.
En ese sentido, creemos que éste se constituye en un recurso de mediación
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
16
CAPÍTULO I Historias de vida
Introducción
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Historias de vida | Introducción
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Historias de vida | Introducción
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Historias de vida | Introducción
Los cargos que ha ocupado reflejan los dos ámbitos con los que afirma
estar fuertemente comprometida, ya que a lo largo de su testimonio se des-
taca su férreo compromiso con dos sectores que percibe como iguales: el
proceso de cambio y las organizaciones de las que ha formado parte. Asimis-
mo, está presente en sus declaraciones la lucha por la participación de la
mujer en ámbito organizacional y sindical y la importancia de que estén
juntos hombres y mujeres.
Se puede ver la adscripción “exclusiva” en su compromiso con lo orgáni-
co y las organizaciones campesinas indígenas de las que forma parte, cuando
señala: “soy muy orgánica y muy respetuosa de las decisiones de nuestras
organizaciones”. Su adscripción “exclusiva” se observa cuando enfatiza
“nuestras” organizaciones.
Por otra parte, su adscripción “inclusiva” puede ser vista en su fuerte con-
vencimiento en el proceso de cambio y en el Instrumento Político como el
“brazo” que les permitió tomar el poder nacional, para tener voceros en el
Parlamento que les informen y hablen por ellos, es decir, que les permita
participar en el ámbito institucional a través de la democracia representativa.
Es importante destacar que cuando Leonilda habla del Instrumento Po-
lítico y del brazo político hace énfasis en que éste ha sido fundado a la cabe-
za de “nuestras organizaciones matrices”, donde se percibe ese oscilar entre
una adscripción “exclusiva” en la pertenencia a las organizaciones sociales y
una adscripción “inclusiva” al buscar participar en la política institucional
representativa por medio del mas-ipsp.
Si bien cada testimonio tiene sus historias y pasajes particulares, coinciden
en algunos puntos que son fundamentales para analizar su doble adscripción.
En los cuatro testimonios estos líderes rememoran el pasado de sus abuelos, la
discriminación y la exclusión que tuvieron que vivir, algo que los ha marcado mu-
cho, que presentan como algo que quieren y deben cambiar, haciéndose evidente
cómo, de una u otra forma, estos recuerdos de exclusión han hecho que vean la
necesidad de ser dirigentes en sus comunidades para, posteriormente, fundar un
instrumento político que les permitiera representarse y detentar el poder para
cambiar dichos eventos de discriminación y exclusión. En estos relatos puede ob-
servarse la doble adscripción: “exclusiva”, al reconocerse como pertenecientes a
un grupo particular, motivo por lo que los han discriminado; e “inclusiva”, el bus-
car pertenecer a la nación, a ese “nosotros los bolivianos”, construyendo un instru-
mento político que les permita competir en la democracia representativa.
Otra característica común en las cuatro historias de vida es la preocupación
por la presencia de candidatos invitados dentro del mas-ipsp, que no son
orgánicos, ya que en todos los casos hablan de que los dirigentes orgánicos
conocen la estructura del Instrumento Político por dentro, por lo tanto, son
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
disciplinados en tanto han ido creciendo poco a poco como dirigentes y, por
ende, son más comprometidos con todo el proceso. Sin embargo, los invitados
son autónomos y esto está trayendo problemas dentro del mas-ipsp ya que
afirman que son estos candidatos los que hacen quedar mal al Instrumento. En
estos episodios se ve la relevancia que dan a sus organizaciones sociales y a la
estructura y funcionamiento interno, en otras palabras, la importancia que dan
a que esta forma de organización y estructuración se replique en el Instrumento
Político para que las cosas funcionen bien.
Como se verá a continuación, a lo largo de los cuatro testimonios, y a partir
de las distintas características identificadas con el “siendo parte de” y el “buscan-
do ser parte de”, se devela la condición polisémica de la ciudadanía que se mue-
ve en un campo movedizo de afirmación, comprobación y concreción de las
identidades colectivas, por lo que la identidad de los indígenas campesinos
presenta una permanente oscilación entre la identidad “inclusiva” que acaece
en “lo común”, y la identidad “exclusiva”, que los particulariza en relación a la
composición heterogénea o abigarrada de la sociedad boliviana. A partir de las
historias de vida se puede observar que el mas-ipsp es un resultado del entre-
cruzamiento de ambas identidades: “inclusiva” y “exclusiva” de ciudadanía, y
que la doble adscripción y registro de los indígenas campesinos a la ciudadanía
deviene en una identidad política compuesta de los bolivianos, que se concre-
tiza en la edificación de Estado nación en “clave plurinacional” puesta en mar-
cha por el mas-ipsp.
26
Historias de vida
Mis papás son de Ventilla Pongo, zona Pongo Quiñuani, yo nací ahí. Mis abuelos
son aymaras y quechuas; de parte de mi papá aymaras y de parte de mi mamá
quechuas. Mi mamá hablaba quechua y aymara y mi papá sólo aymara, por eso
hablo quechua y aymara.
Éramos ocho hermanos, mis papás eran agricultores, también tenían ganado,
ovejas y llamas más que todo.
Ventilla Pongo antes era una sóla comunidad, está en la cumbre; no podíamos
sembrar ahí arriba porque no producía nada, sólo papa amarga. Primero vivíamos
en el valle, donde mi abuelo materno producía quinua y habas, eso era cerca de
Caracollo. Pero las mujeres se van donde el varón, entonces mi mamá se fue don-
de su esposo a la cumbre, ahí vivíamos más del alquiler de nuestras llamas que
trasladaban huano al valle, a cambio nos daban arveja, trigo y maíz; mi abuelo
también llevaba chalona –decimos nosotros–, carne seca de oveja y de llama.
Mi abuelo paterno se llamaba Apolinar Ortega, era de lo que hoy es la comu-
nidad de Pongo Quiñuani. Tenía hijos, Ignacio, mi papá Donato y mi tío Benigno.
Mi tío mayor se iba a Cochabamba, caminaba desde la cordillera hasta la pampa,
antes tenían 500 u 800 ovejas, así traían y llevaban ovejas, por el pasto. Tardaban
tres meses en caminar –ida y vuelta seis–, dormían con sus ovejas, su burrito, su
ollita y todo eso. Esas veces todo era comunitario y nadie te atajaba cuando pasabas
por ahí, ahora ya hay parcelas.
Nosotros vivíamos en tierras comunitarias, ahora tco, hacíamos cultivo rota-
tivo de la tierra. Por ejemplo, un año todos tienen parcelas chiquitas, qallpas, al otro
año vamos rotando, descansando la tierra y volvemos nuevamente en cinco años.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Nuestros abuelos nos han criado con muchos valores desde niños. Nos han hecho
participar en sus reuniones. Me metía ahí cuando era chiquita, cuando estaban
planificando el trabajo. Le decía: “papi esta semana ¿qué voy a hacer?”. Él me
decía: “vas a estudiar, vas a ir a tu escuela, llegando vas a ayudar a tu mamá a pastar
ganado”. Mis hermanas igual. Esa participación y responsabilidad parece que nos
ha servido bien.
Iba a la escuela hasta la mina Colquiri. Dos varones y yo, una mujer, que era
la mayor, íbamos ahí, los otros iban a la escuela de la comunidad que era cerca. He
terminado en Colquiri hasta bachiller, con bicicleta íbamos y veníamos. Salíamos
a las seis de la mañana, era la única mujer, y salíamos a la una de la tarde y nos
veníamos a nuestra casa jugando, al día siguiente lo mismo, llegaba a mi casa a las
tres de la tarde.
Al igual que todos los niños, desde pequeña fue construyendo su propio carác-
ter y las cualidades personales que se reflejan en la forma de ser y relacionarse
con los demás. Su identidad está basada en los valores que estuvieron siempre
presentes en su comunidad; además, fue influenciada por los modos de vivir,
convivir y trabajar de la gente que la rodeaba. Hoy hace referencia a lo indíge-
na originario campesino como parte de su autoidentificación.
¿Quiénes somos?, indios nos ha nombrado Cristóbal Colón. Luego, con la refor-
ma agraria nos dicen: “estos viven en el campo, son campesinos”. Nosotros diji-
mos: “no somos campesinos, ni somos indígenas, somos originarios”. ¿De dónde
venimos?, de aquí, del lugar de origen, entonces somos originarios.
Ahora, gracias a la nueva Constitución nos conocen a nivel mundial como
indígenas originario campesinos. Entonces, unos son indígenas, pero otros somos
originarios. Con la reforma agraria, porque vivimos en el campo, nos llaman
campesinos. Por eso en la nueva Constitución Política del Estado se reconoce con
los tres nombres: indígena originario campesino.
30
Historias de vida
Quizá desde muy joven afronta el cumplimiento de normas para ser considerada
parte de su comunidad. Aunque allí la edad no significa mucho –es un mero
número–, el grado de madurez, conocimiento y destreza, son valores agregados
que se toman en cuenta a la hora de la elección de un dirigente. A sus 18 años
fue nombrada como Vicepresidenta del Centro de Madres de su comunidad
(1978). Ella aún no imaginaba que el resto de su vida estaría ligada a la dirigencia
y que la llevarían a ocupar cargos de representación claves en la vida política, no
sólo de su comunidad sino también en la vida legislativa nacional.
Desde mis 12 años me di cuenta de los problemas de límites, chiquita era. Avisaba
a mi abuela, otros venían diciendo: “aquí podríamos criar ovejas Merino”, eran
interesados, “¡quisiera crecer!” decía. Ya cuando he crecido, a mis 18 años, he lo-
grado sacar copia del plano y hemos revisado; he dicho: “compañeras esto no es
así”. He reclamado a la reforma agraria –había un juez inspector– y con un teo-
dolito han marcado el verdadero límite.
Cuando salí bachiller, recién comenzaron a organizarse en las comunidades pues
hasta antes estaban organizados sólo a nivel de subcentral. Antes era una sóla comuni-
dad, ahora son cuatro comunidades y forman una subcentral: Marca Pampa, Quiñuani,
Caviña y Ventilla Pongo.
Creo que fue ahí que despertamos, después caminamos, caminamos, un poco antes
habían centros de madres, antes que Cáritas. Nos enseñaban a hacer tejidos, pinturas, rece-
tas, queques, galletas. Pensábamos “¿qué se puede hacer?, ¿cómo se puede mejorar?”.
Recuerdo que mi papá fue a Pongo Huerta Pampa, que pertenece a Ventilla
Pongo también, entonces dentro de esa reunión me habían elegido vicepresiden-
ta a mí, tenía 18 años. Mi papá me dice: “Isabel tienes que ir, a tu mamá querían
decirle, pero he dicho que mi mujer no va a poder con wawa y tan lejos, la chica
va a estar yendo y viniendo, así les dije. Tienes que ir, tienes que ir”. Entonces, ni
modo, tuve que ir.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
El objetivo de organizarse como mujeres aquella vez era, primero, para sacar
Cáritas (trabajo por alimentos), después para aprender a tejer; había una institu-
ción que se llamaba Instituto de Investigación Cultural para la Educación Popu-
lar (indicep), ellos nos ayudaron con la alfabetización, después bordados y tejidos.
La organización pedía a esas oficinas para que nos den todo eso para cada comu-
nidad, nos han enseñado a hacer sombreros, bayetas, mantillas, todo artesanal.
Eso ayudó a fortalecer nuestra cultura y que no se pierda, hacían chompas con
diferentes figuras. Solicitábamos y esa institución traía aceite y azúcar, nosotros
llevábamos papa, quinua, o lo que hubiera; ahí se cocinaba, las mujeres se queda-
ban dos días de capacitación, ellos nos traían todo el material.
Alimentos Cáritas también gestionábamos los dirigentes, en la época de udp,
esas veces ha subido harto, hacíamos cola para comprar para las 16 provincias,
pero para mí nada, porque nuestros abuelos nos decían: ama sua, ama llulla, ama
qella. Para cada provincia llevábamos, ellos repartían a la comunidad con nómina,
nos daban fideos, sacábamos por cupo, para el dirigente no había nada.
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Historias de vida
Un dirigente tiene que ser bien honesto, no tiene que ser autoritario, tiene
que ser amable también con la comunidad. En la comunidad de Taqui le eligen,
rotativo es en la comunidad, en las provinciales igual.
Una vez elegida, debo cumplir con mi comunidad, ellos me han posesionado,
hay que cumplir, he juramentado y mal o bien tengo que cumplir. Me han ofreci-
do trabajo en Cáritas, pero dije que no.
Primero he sido vicepresidenta de la organización de mujeres de mi comuni-
dad, después presidenta de toda la subcentral. En las comunidades había 40 mu-
jeres, en otros lugares 30, 70, pero en cada comunidad ya estaban organizadas.
Después hemos pensado en la regional, he ido a caminar comunidad por
comunidad, me han elegido a la regional ya después decía: “¡qué voy a hacer!”;
alguna gente decía: “¡pagado es pues!”, éramos sólo organización de mujeres de
centro de madres. Las “Bartolinas” aparecieron el ‘80, el ‘77, ‘78, ‘79, sigo cami-
nando; he llegado a ser presidenta departamental de la Asociación Departamental
de Mujeres de Oruro (ademco), entre 1985-1987. He participado de la marcha
por la vida, hemos venido hasta Calamarca, perteneciendo a las mujeres campesi-
nas, después nos han llevado en camiones cargueros hasta Oruro, terminando mi
gestión lo he dejado.
Después de un año me eligen presidenta departamental de mujeres, en un
congreso de diferentes provincias que se reunían. Habían convocado a la gente
por radio, con notitas, se avisa tres meses antes, y se reúnen para ver cómo van
a llegar al congreso. He ido como representante de la regional como provincia,
son 16 provincias en Oruro, he salido a la cabeza, esas veces no había nada, cero
era la política.
La identidad con su comunidad, sobre todo con su lugar de origen, sigue vi-
gente después de 36 años, desde aquella primera vez que le asignaron un rol
de dirigente. Entonces, cada logro es un granito de arena para el mejoramien-
to de su comunidad y también significa un aporte de ella misma hacia la socie-
dad. Una nota de prensa (La Patria, 27 de agosto de 2010), manifestaba que
“en medio de gran expectativa y satisfacción generalizada de autoridades y
pobladores de la comunidad de Caracollo, (…) la Viceministra de Justicia Ori-
ginaria, Isabel Ortega Ventura, en su condición de caracolleña, inauguró ofi-
cialmente la nueva oficina destinada a la Fiscalía Provincial”, y ella decía:
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
34
Historias de vida
Cuando fui a Sucre aquella vez no sabía qué iba a pasar. Me han elegido estas se-
ñoras, cuando me han mandado de aquí de Caracollo. Recuerdo que los varones
han venido a la Central Andina de Mujeres Regional Caracollo y me han pedido
que vaya, “esta vez más llevános a las mujeres”, me han dicho. He dicho: “ya no
voy a Sucre, sé que se gasta plata”; “no doña Isabel anda nomás”, sus esposos de
las mujeres me rogaron aquellas veces. He ido representando a la provincia Cer-
cado, hemos ido como 15 mujeres delegadas de cada central.
Las “Bartolinas” habían estado en receso, sólo había un comité ad hoc porque
se habían peleado. La hermana de Félix Santos era presidente del comité ad hoc,
llegamos y a mí me eligen como secretaria del presidio, después han dicho que
quien se ha hecho ejecutiva departamental tiene que ir a la nacional, no pensaba,
y después han dicho: “Doña Isabel ya se ha hecho presidenta departamental de
Oruro”; otro me dice: “te vamos a llevar a vos”, “no tengo plata”, he dicho, ellos
presentan a los candidatos y me eligen, todos han votado por mí, los nueve depar-
tamentos votan para mí, ahora he dicho: “¡qué hago!”, me he sorprendido esa vez.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Sabíamos que nuestros abuelos han sufrido con los patrones, sin pago han sido ex-
plotados, latigueados, chicoteados, entonces, nuestros abuelos nos cuentan, “así he-
mos sufrido los campesinos, ¡no sabemos dónde cultivar o sembrar!” Solamente era
para ellos trabajárselo, papa, quinua, todo era para ellos, y llevar con burros o llamas
todos los productos, hasta la ciudad de Oruro. Entonces, era gratis, no pagaban nada.
Todo eso nosotros ya sabemos, cómo sufrían nuestros abuelos, nuestras mamás y
papás; mi mamá incluso era jovencita, ha visto ese trabajo para los hacendados.
Nos dimos cuenta que la Constitución no estaba bien, dijimos: “esta Consti-
tución hay que cambiar porque nuestra cultura están haciendo perder, decía au-
toridades originarias o comunarias”.
¿Antes acaso había jueces, fiscales? En las comunidades nos costó solicitar,
para Sabaya por ejemplo, un juez; para Caracollo igual. Nuestros abuelos han
decidido que haya su autoridad de la comunidad, cómo va a vestir, con poncho,
con chicote… Por eso han tratado de cambiar la antigua Constitución a la nueva,
para que sea plurinacional.
36
Historias de vida
Pese a que ella es muy orgullosa de mostrar los rasgos culturales que la hacen
sentirse parte de su comunidad originaria a través de su vestimenta, su idioma
y su forma de ver el mundo, le afecta sentirse discriminada.
Una vez nos han vendido adelante los boletos de la flota y el chofer decía:
“para qué han venido estos indios, ahora no va a haber pasajeros”. Le dije:
“hemos cancelado nosotros, no es que estemos viniendo gratis y ¿por qué
tanta discriminación?”
En otra ocasión, llego con otras compañeras a un evento en La Paz y una de
las representantes de la organización que les invitaba las llevó a comer a un res-
taurante, pero no les querían vender comida. La señora que nos ha llevado ha
dicho: “¿cómo a tu propia gente boliviana no vas a querer dar comida?” Muy
apenas nos han aceptado para vendernos. Así nos sirvieron y a la compañera le
dieron en un vaso k’asa. (En “Voces y testimonios de vida. Mujeres, experiencias,
luchas y desafíos compartidos”. Coordinadora de la Mujer, 2011).
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Llevamos a cabo el congreso en Santa Cruz, nosotros nos hemos reunido csutcb,
“Bartolinas” yo era la ejecutiva de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas
de Bolivia “Bartolina Sisa” y Román Loayza era ejecutivo de la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, y los de las comunidades
interculturales, pero éramos las tres organizaciones, ahí sacamos el Instrumento
Político por la Soberanía de los Pueblos y eso llevamos a la Corte (Nacional
Electoral) y la Corte no quiso aceptarnos, no nos quería dar la personería jurídica
y hemos buscado personería jurídica por allá por aquí. Juan de la Cruz Villca (…)
nos dice hay un abuelito, se está guardando ahí el Movimiento Al Socialismo, eso
convendría para nosotros, ¿no es cierto?
Nos delegan en la asamblea, entonces Juan de la Cruz, de la cob, Isabel de las
“Bartolinas”, Julia Ramos tenía un cargo departamental –ella es de Tarija–, éra-
mos los tres delegados cuando regresamos del congreso de Santa Cruz. Hemos
ido y el Sr. Áñez Pedraza ahí había estado con su esposa, y le decimos: “mira no
nos quiere dar la Corte personería jurídica para nuestra organización que es el
Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, entonces con eso queremos
presentarnos a las campañas de los municipios, pero ahora ¿qué hacemos?, ¿con
qué sigla vamos a entrar?, no se puede”. Entonces ahí nos dice, voy a ver, vamos a
pensar, uno más hemos ido, la segunda vez ya nos ha aceptado.
El Dr. Pedraza había sido de la clase pobre, claro que era de gente blanca, pero
él sentía por la gente sufrida, y por eso tenía esa personería jurídica de Movimien-
to Al Socialismo.
¿Por qué decidimos por Evo? Las seis federaciones del Trópico pertenecen directa-
mente a la “Única” (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia); Evo tenía experiencia de salir al exterior por el tema de los cocaleros por-
que constantemente había problemas, maltrato, todo. Por eso se le ha nominado,
tenía conocimiento y por eso le hemos llevado.
Cuando llegamos a sacar la personería jurídica, las bases se han hecho cargo de
hacer conocer el Instrumento Político (mas), porque Felipe Quispe rechazó la
personería jurídica. La personería jurídica era del mas, autorizada por la Corte,
después de eso, a los siguientes años mas-ipsp ya le hemos puesto; se ha incluido el
38
Historias de vida
Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos. Las primeras elecciones mas
solamente, después hemos incluido y hasta ahora con eso seguimos.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
como warmi mañaqa (…) entro, a la una o dos de la madrugada estoy entrando, el
frío me ha sacudido siempre, al final cháqa –afónica– me he vuelto, como opa me
he vuelto, ya no podía hablar, ya la tos me ha atacado entonces a esa hora, de
noche habían sabido hacer reuniones en algunas partes, así a esa hora estoy
entrando con mi coquita, con mis refresquitos, he entrado así a la una de la
mañana, “por favor compañeros…” “Ah, ¿ese cocalero acaso viene? ¡No viene, ni
siquiera lo hemos visto, dice que era antes de Oruro!”, así me dicen. Apoyaremos
al compañero Evo, él está yendo a la cabeza, les he dicho; tú has venido bien, a vos
te vamos a apoyar porque te hemos hecho esperar hasta ahora, todo eso, porque
nosotros somos de otro partido, somos del nfr, otro dice yo del mnr; pero
compañeros, les digo, de acuerdo a nuestra realidad a nuestra vivencia, ¿quiénes
somos?, hay que ver. ¿De dónde somos?, así les he hablado una cosa y otras cosas
de la historia, entonces, eso parece que les ha convencido, pero ese año no hemos
salido presidente, Goni ha salido. Sigo insistiendo que sea presidente, diputados
sí hemos salido y dos senadores.
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Historias de vida
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
mujeres, para ella el hecho de que hayan accedido más tarde a poder
organizarse ha determinado que las mujeres hayan estado relegadas de la
política.
Yo era vicepresidenta del centro de madres, después presidenta del centro de ma-
dres de la organización de mujeres campesinas, he sido secretaria de la organización
sindical de varones, en un ampliado me eligen como representante de las mujeres;
dentro de los varones era la única mujer, hay que hacerse respetar con los varones,
no puedes estar riéndote, las mujeres te pueden colgar, esas veces he trabajado no-
más, porque no es constante las reuniones, esa vez había que organizar a las mujeres
–los varones ya estaban organizados–, a eso me dedicaba.
Cuando he sido secretaria general de la cob, una organización de varones y
mujeres, era la única mujer, iba con ellos, ellos caminaban rápido, se perdían por ahí
adentro, no se sabía ni dónde era, ellos tenían experiencia para moverse en las ofici-
nas, claro, esas veces yo no, después sí.
Ahora la ley dice que tiene que haber mitad mujeres, mitad hombres, lo que
hace falta es que ahora las mujeres se capaciten de acuerdo con sus vivencias y rea-
lidad. Nunca he sido ni muy feminista ni muy machista, pero si se coordinara entre
mujeres y hombres todo iría mucho mejor. Porque el varón ayuda a la mujer, desde
niños hay que enseñar. Hay que enseñar con juguetes de mujeres a los varones y con
juguetes de hombres a las mujeres, y así ir concientizando a ambos lados.
Recuerdo que en varios eventos los hombres cocinaban mientras las mujeres se
capacitaban, ellos cargaban la wawa. Mi papá, por ejemplo, nos cargaba a nosotras,
yo a un lado y mi hermana al otro, cuando viajábamos.
Sabe y conoce muy bien que la estructura sindical dirigida por mujeres indígena
originario campesinas es reciente con relación a la de los varones, pero admite
que uno de los motivos para no poder acceder y usar sus derechos como mujeres
y, también, para la difícil inclusión en el campo político es la discriminación,
primero como indígenas originario campesinas y luego como mujeres.
Parte del discurso de Isabel Ortega, como Senadora de la República y Pre-
sidenta del Parlamento Indígena, el día de la mujer indígena, decía:
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Historias de vida
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Historias de vida
Primero que nada soy de una raíz, de una comunidad que es diferente, es como otro
país. No había escuela, “tú tienes que entrar a la escuela, de esa manera vamos a
superarnos un poco, queremos que usted sea mejor que yo”. Ese mensaje ha que-
dado enraizado en mí. Mi papá me ha puesto en la escuela pagante que funcionaba
en la comunidad de Machaqhuyo, distante de mi comunidad, a casi dos leguas; el
profesor que teníamos se llamaba Francisco Mamani, no era normalista, sólo sabía
algo como para enseñar lo que sabía, por eso me enseñó mi nombre, Guan en vez
de Juan, y fuimos a la escuela de todas las comunidades, Callaquipasi, Aramani,
Condoriri, Jisk’ujho, Manqha Chaquila, y Chachakumani, que es mi comunidad.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Mi papá cuenta que antes de la Revolución de ‘52 el ayllu tenía programado, para
cada comunario, asistir al pongueaje año tras año, esto significaba ir desde la co-
munidad a la ciudad de Oruro, un comunario por semana, para barrer la casa,
traer el agua, ir a votar la basura, ir a botar la caca del patrón y su familia, aparte de
sembrar papa en el ayllu y regalar ganado cada año y llevar hasta Oruro, a pie y en
llamas, los productos y arrear los animales. El patrón tenía al que sirve, al que
barre la casa, a la que trae agua, el que lleva la mierda a la pampa. Todo eso tenía
amarrado a través de su bulto, q’ipi, para que no se escape el pongo, su poncho y
algunas cosas de valor.
Dice mi papá que estando de jilaqata se reveló, sacó de ocultas el bulto. El
patrón a cada rato amenazaba diciendo: “si abandonas el servicio ya no recupera-
rás tu pertenencias y además irás a la cárcel”. Después le dijeron al jilaqata: “aban-
doná, para ya nunca más volver a ese trabajo de pongueaje, nos escaparemos, ya
este mierda es demasiado”. Sería cerca del ‘52. El poncho ha perdido, el q’ipi saca-
ron, la platita y todo eso y nunca más regresaron al pongueaje. Los Velázquez eran
los patrones de Thayakira. Después regresaron a la comunidad y el patrón mandó
mensaje de amenaza diciendo que les va a encarcelar, que va a mandar el ejército,
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Historias de vida
pero nunca llegó a la comunidad el ejército. Ellos nunca más fueron a Oruro y a
partir de eso se ha roto el pongueaje ahí. (Entrevista a Juan de la Cruz Villca, en
Ticona: 2000: 63).
He venido como jaqi (“persona”, se refiere como miembro activo del ayllu), he
sido jaqi, por primera vez salí de mi comunidad a Huanuni a estudiar, y después
de Huanuni a Yapacaní, Santa Cruz, en busca de mejores días, influenciado por
mis tíos, especialmente por el tío Indalecio Martínez quien es un familiar de
parte de mi mamá que se llama María Choque Martínez; estos tíos fueron de la
Comunidad de Tarucamarca del Ayllu Tayaquira, con quienes he viajado a la
colonia Yapacaní, donde nos dieron lotes para hacer agricultura. Mi tío era nú-
mero 21 de la colonia zona norte, ahí llegó pensando que era mejor que Huanu-
ni, pero llegó a un monte cerrado donde no hay nada, sólo monte, y mi tío In-
dalecio Martínez ya había sembrado algo de arroz y, cada semana, salíamos a
comprar yuca del puesto comando militar porque no existía pueblo en el actual
Yapacaní. También nosotros hemos emigrado de mi comunidad al Alto Beni,
eso ha cambiado. El retorno a mi comunidad significó extrañeza a mi familia
porque llevaba otra forma de vestimenta, la decisión natural de mi persona ha
sido no abandonar la comunidad altiplánica y el tener otra colonia en el oriente
ha fortalecido el conocimiento empírico. Allá a mí me dicen ahora q’ara, porque
llevo otra ropa, allá los que visten del lugar son jaqi, los que son de la ciudad son
q’aras. De todas maneras ahora se han acostumbrado. (Entrevista a Juan de la
Cruz Villca, en Ticona: 2000: 63).
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Mi papá había emigrado a la comunidad de Alto Beni. Ahí hemos estado un tiempo,
también le ayudaba como uno de los hijos mayores y, por otra parte, asumo el cargo
de secretario general por primera vez en mi vida. (…) Este compañero llamado
Juandela ya sabe leer y escribir y puede defenderse, entonces hay que elegir, elegir,
así decían otros hermanos de la colonia San Luis de Alto Beni. Ese era el camino y
justamente he llegado a esa situación estando como colonizador de la zona. En la
Chachakumani era el secretario de actas del primer sindicato que se organizó en la
comunidad. Porque nunca hubo sindicato antes, sólo había markpacha, que es una
autoridad originaria, que hay hasta ahora. (Entrevista a Juan de la Cruz Villca, en
Ticona: 2000: 64).
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Historias de vida
Hasta ahora nosotros los campesinos estamos metidos en la bolsa de la clase me-
dia, cuando en realidad nosotros caminamos con abarcas. La estructura de la cob
sólo ha servido para que Lechín se quede 30 años en la dirección sindical a nom-
bre de los proletarios. Somos nosotros los que estamos defendiendo la hoja de
coca, los recursos naturales, el oro, las maderas. Mientras nuestros compañeros
proletarios, con tal que les den un salario justo, les basta y se callan. Eso digo por-
que en los momentos que más les necesitamos se conformaban con el aumento y
se levantaba la huelga y nosotros quedábamos colgados sin conseguir nada como
sector. Pareciera que no ven lo nacional después de la Marcha de la Vida minera.
Sin embargo, su historia nos demuestra, antes y después de la Revolución del ‘52
que han luchado por lo nacional, sólo no han llegado al Gobierno pero sí han
llegado al Parlamento como bloque minero y a la vicepresidencia con Lechín.
Las naciones originarias y el pueblo deben dotarse de un instrumento de
poder y unidad, que sea el interlocutor válido para el conjunto del pueblo. Para la
recuperación de nuestro territorio y portador de los contenidos ideológicos de
clase, nación, identidad y cultura. Para la construcción de un Estado multinacio-
nal, pluricultural, plurilingüe, socialista y comunitario. Democrático con digni-
dad. Participativo con respeto mutuo entre naciones originarias, obreros, trabaja-
dores por cuenta propia, clase media empobrecida, pueblos mestizos y pueblo
negro. (Entrevista a Juan de la Cruz Villca, en Ticona: 2000: 70).
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Ahora lo que hay que atacar es el concepto de alianza, que es un fracaso. No po-
demos estar sólo aliados. ¿Cómo me voy a aliar con un Víctor López que tiene
raíz aymara, no hay necesidad porque somos hermanos... La alianza es utilizar:
“Yo me he aliado contigo para hacer algo”, el concepto de alianza es utilización,
es decir para pasar el río necesito un aliado para que no me lleve el agua, porque
entre dos o varios somos fuertes, pero pasado el río no nos necesitamos, entonces
“la alianza es sólo para pasar el río”. Ahora, lo que estamos planteando (es) matri-
monio, fundir en una sola cosa entre la clase obrera y campesino u originario,
tiene que ser claro, no alianza, sino convivir. Hemos estado como en una especie
de concubinato, el concubinato en el matrimonio es convivir sin casarse es como
para probar si podemos realmente entendernos en la vida, es decir una descon-
fianza entre ambos “es desconfianza” y es confianza cundo ya se casan, “bueno
para que alguien se aproveche es alianza”. Entonces ahora queremos matrimonio.
Convivir, ¿eso qué es? la unidad real entre nación originaria y la clase obrera, es
nuestra teoría. (Entrevista a Juan de la Cruz Villca, en Ticona: 2000: 70).
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Historias de vida
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Historias de vida
De ahí surgió, como hablábamos con las bases (la comunidad, los ayllus), el
criterio de hacer una consulta nacional para saber si nuestras bases estaban de
acuerdo para construir el instrumento político. Salieron dos convocatorias: una a
nuestros partidos políticos, a los que habían en ese tiempo, a los que les mandamos
cartas para preguntarles sobre la construcción de un instrumento unitario; esa con-
sulta no tuvo respuesta. De forma verbal me respondió Rafael Puente diciéndome:
“estás nadando contra la corriente”, pero no me respondió orgánicamente. El más
ideólogo en aquel tiempo era Víctor Hugo Cárdenas, quien me dijo: “está bien
pero veremos”, pero no respondió a la consulta. De los partidos no hubo ninguna
respuesta.
La otra fue la papeleta de consulta, un poco larga la hicimos, pero en resumen
decía: “construir nuestro propio instrumento político significa crear una organiza-
ción propia, aprobada en las bases, para luchar por nuestras justas reivindicaciones,
tomar el poder e instaurar nuestro gobierno, por tanto estamos decididos a asumir
este desafío histórico y a construir nuestro propio instrumento político para ejecu-
tarlo inmediatamente. ¿Sí o no? ¿Estás dispuesto a construir nuestro propio instru-
mento para gobernarnos nosotros mismos? ¿Sí o no?”.
En las asambleas todo fue sí nomás. Evidentemente no hemos logrado una
consulta 100% porque es gigante la csutcb. ¿Dónde llegó? A los lugares donde
teníamos más influencia: Oruro, La Paz, Potosí, Chuquisaca, Cochabamba. Tam-
bién Orinoca, el pueblo de Evo. Las bases de ese pueblo dijeron sí porque estaba
influenciado por el Partido Comunista y los campesinos comunistas estaban de
acuerdo. Ese fue el criterio, pero para llegar a eso siempre explico dos cosas.
Primero, está la estructura mental, nos hemos dedicado al limpiado (la mente)
y hemos discutido varias cosas: tierra y territorio, si somos indios o no somos indios,
qué somos, si éramos nación o no. Hemos discutido tantas cosas hasta entenderlas.
Ideología, primera cosa, hasta construir nuestra tesis política para presentarla en el
congreso de la cob. En ese tiempo no se sabía qué era pluri, después apareció Hugo
Moldiz con lo “multinacional”, pero nosotros hemos hecho todo como dirigentes.
Segundo, la forma de organización. ¿Cómo va a ser nuestro organigrama? La
primera idea fue que esto no sea un sindicado, ni un comité cívico, ni partido, en-
tonces ¿qué va a ser? Un instrumento. Pero, si nos preguntaban qué era un instru-
mento dijimos más o menos un mecanismo que nos agrupe a todos. Y, ¿qué es eso?
Va a ser el gobierno establecido en Bolivia de forma oficial, pero dentro de ese
gobierno va a haber, adentro, otro gobierno, clandestino, con el nombre de Asam-
blea de las Naciones Originarias y el Pueblo, así se va a llamar, ese gobierno vamos
a lograr construir, va a venir uno que dirige, va a tener cosas, los ayllus, incluso esta-
ba diseñado nuestro propio carnet de identidad como gobierno, lograr constituir el
ejército propio de este gobierno, todo, nuestra idea fue crecer así hasta lograr ver,
tácticamente, en qué momento podíamos derrotar al gobierno colonial.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Pero esa idea ha sido derrotada en el congreso del Instrumento Político. Evo
Morales, Alejo Véliz y Filemón Escóbar vinieron con ideas claras y dijeron:
“vamos a conformar una dirección”, nosotros propusimos conformar una
comisión impulsora de este gobierno clandestino, entonces se fue al voto:
dirección o comisión. Nos ganaron. No sé cómo habría sido esta idea que
estábamos llevando, quizás habría sido muy duro, con muchos muertos, quizás
hubiéramos crecido hasta llegar como Yasser Arafat a derrocar al gobierno, no sé
cómo habría sido. Ese fue el congreso y de ahí salió el instrumento con la idea de
hacer el partido. Lo importante es que con ese instrumento logramos llegar al
gobierno, en su cancha, con sus medios.
Después de estos años, sobre todo luego de la elección de Evo Morales como
presidente y después de que el Instrumento Político se extendió de manera
vertiginosa, cree que es necesario que se reconozcan las historias, las luchas e
identidades, y que todos los bolivianos tengan acceso a sus derechos, aunque
considera que es un proceso lento.
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Historias de vida
era ministro de Desarrollo Rural en este gobierno, conocía a Nardy Suxo por su
esposo, quien me lo ha corregido mi primer folleto que se llama APUNTES
SINDICALES, a Vladimir Sánchez, del Eje, ahora es Ministro de Obras Públi-
cas, cada uno tiene sus cosas.
Estoy aquí abajo, más aislado. Y cada ministerio parecería es un enclave dife-
rente, sin embargo, el hermano dice que todo marcha bien, cada miércoles por la
madrugada tienen gabinete para coordinar la decisiones como gobierno, a eso no
me meto, a veces eso no está tan coordinado y salen cosas y los que pagamos so-
mos nosotros porque nos conocen, por eso nos refutan por los hechos, los diri-
gentes que no están de acuerdo con la conducta del gobierno. Nosotros tenemos
que bajar para explicar a las bases y de esa forma tratar de arreglar. Esa es mi
preocupación, pero no es todavía decepcionante, sino que estamos pensando en
que el 2025 podríamos arreglar eso e ir limpio en otras condiciones, ya no estar
quejándose, eso es lo que queremos trabajar. A partir de los viejos dirigentes con
los nuevos.
El Presidente está llevando las relaciones muy bien con la organizaciones, a
ratos creo no nos necesita, los errores que han cometido los dirigentes son varios.
Por ejemplo, ¡cómo se ha elegido candidato a diputado a un tal Ocampo, de Po-
tosí, que es conocido como paramilitar, de los que se han encargado de perseguir-
nos hasta que han matado a mis compañeros en los regímenes de las dictaduras
militares! Entonces, ¿qué es lo que pasa?, creo que ha habido prebendalismo de
dirigentes, eso ha pasado y es un problema, no arriba sino abajo.
Lo mismo creo que ha pasado con los ministros, ningún ministro creo que ha
ido así nomás, sino con aval de los propios dirigentes de abajo, muy pocos ha
elegido Evo. Quizás eligió a Juan Ramón Quintana, pero bastantes han sido apo-
yados por dirigentes. Eso ahora está mejorando algo, incluso se ha llegado al ex-
tremo de que los dirigentes del mas, de base, han llegado a quejarse al Viceminis-
terio de Coordinación con Movimientos Sociales para que arreglen problemas
del mas-ipsp. He dicho, ¿cómo va a ser?, ese es nuestro dirigente, del mas-ipsp, eso
lo tiene que arreglar la dirección nacional. ¿Cómo te vas a quejar al Ministerio de
Gobierno para que arreglen problemas del partido?, es mucho rebajarse. A ese
extremo hemos llegado, pero estamos orientando para que nos den personalidad
como organizaciones sindicales. La única forma de tener personalidad es no pedir
ningún cargo ni nada. Tenemos que tener mucha personalidad.
Diría que hay unidad y criterio, lo que no se puede controlar son los lideraz-
gos, ese es un problema. Se van construyendo liderazgos y lo que pasa es que los
cargos no alcanzan para todos y ahí alguien tiene que decidir por alguien, el otro
se enoja porque no es apoyado, y sus bases, que creían que había un compromiso
con el líder, se dividen. Diría que es la única dificultad en las organizaciones ma-
trices, lo demás está bien nomás. Y eso hemos dicho que es por falta de formación
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
política e ideológica. Pero esa formación política, que estamos trabajando ahora,
no alcanza, el instrumento lleva más de 40 años y no podemos formarlos en un
año. Un compañero ha pasado un cursillo de una semana y ya es líder, no es así.
Tenemos bastantes dificultades, tenemos que seguir trabajando. Por eso digo que
2025 es un buen tiempo, ahí tenemos que apuntar bien.
Queremos que hasta 2025 se reduzca la pobreza, es la propuesta, que la gente
tenga lo suficiente en su bolsillo para estar tranquila, eso es lo que queremos alcanzar.
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Historias de vida
“Si vives, vives para servir”, “si vives y no sirves, ¡no sirves para vivir!”,
con esta frase terminó una rica y entretenida conversación que sostuvi-
mos con Julia Ramos Sánchez. Esta afirmación, sumada a otras, intentaba
cerrar un círculo a una diversidad de ideas que nos llevaron a repensar el
lugar o papel que cumplen las mujeres indígena originario campesinas en
el actual gobierno.
Un periodista venezolano, decía sobre ella: “es una indígena boliviana,
no hay rasgos de mezcolanza racial en su físico, ni mental en su discurso. El
amor a la tierra, el respeto a la naturaleza, la defensa de la mujer en todas
las facetas de la vida, la lucha por la justicia social y contra la marginación
de su pueblo, han forjado en esta mujer menuda, que no renuncia a un ápi-
ce de su identidad, una luchadora que tiene claro lo que ha hecho, lo que
está haciendo, y lo que piensa hacer para cumplir el compromiso que ha
adquirido con su pueblo. Dentro de esta mujer y debajo del sombrerito
que, a modo de tocado, la identifica con su pueblo hay un raudal de pensa-
miento elaborado desde la experiencia y el autoaprendizaje, de toma de
conciencia, que va a dar mucho de sí”. (Andrés Perelló, 29 de enero del
2006: http://andresperello.blogspot.com/2006/01/entrevista-con-julia-ra-
mos-indigena.html).
Poco a poco iremos conociendo que Julia Ramos forma parte de aquellas
mujeres campesinas indígenas que han desarrollado desde temprana edad
un fuerte liderazgo dentro de sus organizaciones, quienes en la actualidad se
han convertido en protagonistas importantes para promover los derechos
políticos, sociales, económicos y culturales de las mujeres.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Mis abuelos contaban cómo ellos han vivido la época del patronaje, con lágrimas
en los ojos, ellos decían: “ustedes no tienen que sufrir, deben prepararse y tienen
que luchar en contra de las injusticias que hay”; les castigaban cuando no llevaban
la leña o el queso al patrón.
Terminé mis estudios en la noche porque ahí en el campo sólo había nivel
básico, entré nuevamente desde 3ro. básico al centro de educación para adultos,
lo que son los “cemas”, y el ‘89 estaba saliendo bachiller. Con muchas ganas uno
va aprendiendo, leyendo, tiene mejor proyección, análisis de cómo ve la situación
en el contexto y medio en que uno está, tanto a nivel de la comunidad, departa-
mental y nacional.
Terminé la licenciatura en enfermería pero nunca logré ejercer, ha sido una
decepción, porque intenté presentarme a convocatorias y había bastante discrimi-
nación, por ser de pollerita y del campo.
Una vez me creé tanta esperanza, era un proyecto de la oea para trabajar con
mujeres en el tema de control natal, y me presenté, eran requisitos hablar el dia-
lecto de la comunidad, conocer, tener relación, y tenía bastante experiencia, me
movía en las comunidades y dije eso va a ser para mí, pero tomaron un examen
–esas veces estaban los miristas y del adn– y entró una señora de la ciudad, de ahí
nunca más volví a presentarme. Esas veces si eras de tal partido entrabas de go-
bierno, tenías que estar inscrito.
Como parte de una familia que vive de la agricultura, conoció los sindicatos
campesinos desde muy joven y es precisamente ahí donde inicia su labor diri-
gencial. Desde joven también percibió el rechazo y la injusticia, pues siendo
hija de un dirigente campesino vio de cerca las demandas y reclamos de las
organizaciones campesinas. Durante la época universitaria será testigo de
tiempos agitados pues será dirigente y colaborará en la organización de la
población participando activamente de sus luchas.
Empecé muy pequeña, mi padre era líder y lo sigue siendo hasta ahora, lo seguí a
él, aprendí participando de las reuniones a las que él asistía.
Por el ‘80 más o menos comencé a agarrar cargo en mi comunidad, primero
como secretaria de actas, después como secretaria general; como se dice, he empe-
zado como de kinder. Salí a la subcentral de la Pintada como tesorera, por el ‘83
participé de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Tarija.
Ya en el ‘79-‘80 conocí a Lucila Mejía de Morales, la primera ejecutiva de las
“Bartolinas”, con Celinda Sosa, conocí a Jenaro Flores Santos, fundador de la
csutcb, participé de algunos talleres. Así fui avanzando, el ‘83 por muy joven no
han aceptado que participe en el congreso, pero acompañé a mi padre como oyen-
te. Después ya entré al congreso con cargo el ‘85, ‘86, ‘87, ‘88 y el ‘89 me ratificaron.
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Historias de vida
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
A partir de ahí, Julia Ramos, junto a otras mujeres, estará al frente de las accio-
nes que marcarán una nueva etapa en el movimiento de mujeres indígenas
originarias campesinas; en ese momento no sólo se reivindicaría el estableci-
miento y el reconocimiento de la plurinacionalidad, sino que, además, se in-
cluirá la visión de complementariedad, rescatada del mundo andino, la noción
de chacha warmi, que se fundamenta en la paridad y dualidad entre lo femenino
y lo masculino.
He vuelto con una convocatoria de la federación que dirigía Isabel Ortega (Fe-
deración Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia “Bartolina Sisa”). Estaba
metida en la organización de mi comunidad, pero en la organización de mujeres
no mucho, y bueno, me volví con la convocatoria que habían sacado para el 27 y
30 de noviembre del mismo año. Llegué a Tarija y a mí me pusieron para que
coordine, era representante de la central obrera y coordiné, me pusieron que
candidatee y gané esa vez, entonces esa vez ya me vine a nivel nacional. El 2009
entregaba la secretaría ejecutiva de las “Bartolinas” en un congreso en Potosí a la
compañera Silvia Lazarte que, posteriormente, fue la presidenta de la Asamblea
Constituyente y así volví a Tarija.
Fue difícil, inicialmente pertenecíamos a la Confederación Sindical Única
de Trabajadores Campesinos de Bolivia, cuatro carteras teníamos, éramos como
afiliadas esas veces, pero una vez que ya hemos sido confederación, ya somos a la
par de la csutcb.
El miedo que tenía era que cuando volvía de la nacional, salía de una orga-
nización mixta –de hombres y mujeres–, intenté organizar a las mujeres en Ta-
rija como “Bartolinas”, pero las mismas mujeres no querían, era como separar,
dividir, entonces lo he dejado nomás. El año 2000 recién se crea las “Bartolinas”
en Tarija.
Ya en las “Bartolinas”, las compañeras deciden ser “Bartolinas”, se preparan
y organizan a la comunidad. En Tarija tenemos 11 municipios y gran demanda
en los barrios, y porque hemos avanzado hay gente profesional que quiere for-
mar parte, hay varias compañeras que están apoyando también para seguir for-
taleciendo la organización.
Nuestro reto como “Bartolinas” es mejorar la condición económica de la
mujer, de la familia, el tema social, orgánico. El mejor regalo que puede una
mujer asumir es conocer sus derechos, ejercerlos, y hacer respetar los derechos
de otras compañeras e involucrarse para que otras compañeras ejerzan sus
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Historias de vida
Desde su experiencia como lideresa, cree que uno de los pilares fundamentales
para que sus compañeras logren ejercer y hacer respetar sus derechos es la
educación, pues destaca:
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
“En el trabajo de liderazgo, ya no decimos que la política está aparte, sino que
reconocemos que en el poder orgánico está el poder de decisión; y que las muje-
res debemos estar preparadas, actualizadas y principalmente informadas; una mu-
jer que está con todo eso no se queda callada, siempre va a participar donde sea.
Nosotras somos las escuelitas ambulantes que estamos aquí y allá, donde sea esta-
mos hablando de la problemática y estamos articulando a las mujeres”. (apc Boli-
via, 31 de diciembre de 2011).
¿Qué supone que una mujer de tu procedencia llegue a un puesto tan elevado
en la política nacional?
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Historias de vida
plata para ir a las reuniones y él se prestaba plata esas veces, me acuerdo eso de mi
esposo, me decía: “toma anda, si estás segura de lo que estás haciendo”, se presta-
ba dinero y me daba e iba, mi mayor impotencia era no poder ir y no había plata.
“Ya no dar el poder a nadie”, con esta idea remarcará cómo se sentía cuando
ella, como “Bartolina” y como Julia Ramos, decide al lado de sus compañeros
luchar para lograr la garantía de derechos y su ejercicio como miembros de
una misma colectividad, la “Boliviana”. ¿Cómo surgen las ideas fundamentales
para la creación del Instrumento Político (mas-ipsp)?
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Recuerdo que las primeras elecciones municipales eran como para abrir la
cancha, la senda, la idea era ir haciendo camino. El 7 de enero había una reunión
para las elecciones generales, ya con el compañero Evo Morales. Cuando volví de
la nacional, para ser candidata como alcaldesa de la Provincia Cercado de Tarija
–el año 1999–, saqué 1702 votos solamente, fue una época difícil, había mucha
discriminación, me decían en Tarija: “¡no te da vergüenza hacerte lavar el cerebro
con los collas!”.
De ahí seguimos, vinieron las elecciones municipales –ya no he participado,
han ido otras–, y la caída de Goni. El 2002 volví a ser candidata y por 37 votos
no he sido ya diputada esa vez, dos elecciones perdidas eran. Para las elecciones
del 2005 nuevamente me postularon. La postulación sale de la organización, ellos
sugieren y, en consenso con otras organizaciones, de ahí sale; la tercera es la ven-
cida –dije–, y salí diputada, estuve tres años en el cargo y un año como Ministra
de Desarrollo Rural y Tierras.
Creo que el proceso de cambio tiene que empezar por uno mismo, si tú decides
cambiar vas a ser parte de todo este proceso, pero haciéndolo de corazón, ahorita
es difícil romper todo eso que tenemos, parece que es un chip que nos han metido
en la cabeza, hablo del tema de egoísmo y envidia, escucho: “¿por qué ella?” o “¿por
qué yo no?”, en vez de hacer la contra o de oponerse, ¿por qué no nos unimos?,
creo que para todos puede haber espacio. Esa es la trayectoria que queremos seguir
como “Bartolinas” y como proceso de cambio. El desafío que tenemos es dejar un
testimonio en vida para que otras mujeres que vienen se organicen y preparen
mejor, y lo hagan mucho mejor que nosotras, que hemos podido llegar a estos es-
pacios; sabemos que si uno lo hace de corazón no alcanza el día para trabajar.
Por ejemplo, cuando estaba de Ministra de Desarrollo Rural y Tierras, del
mismo ministerio nos íbamos al gabinete porque a las 5 de la madrugada tenía-
mos que estar ahí y, normalmente, nos quedábamos trabajando hasta las 12 de la
noche, a veces hasta las tres de la madrugada. La gente esperaba hasta tarde, había
que atender sus solicitudes, después debía revisar y firmar una gran cantidad de
documentos. Creo que el desafío de este proceso de cambio es aprender a trabajar
para el pueblo, pues eso no nos han enseñado; esperamos que cuando se da la
oportunidad de llegar a un espacio público no sea para buscar los intereses de uno,
sino buscar el beneficio de los demás; si a uno le paga el pueblo, con mucha más
responsabilidad debe responder a ellos.
Antes me desesperaba, el ‘99 y el 2000, parecía que como Instrumento Político
y proceso de cambio nunca íbamos a avanzar, era imposible romper los esquemas
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Como parte y cofundadora de este proceso me siento muy orgullosa, siento que
no estoy equivocada y que hemos logrado romper barreras y esperamos que otras
mujeres de otras partes también se unan para romper los esquemas que tenemos
estructurados en nuestras cabezas, eso nos falta romper. Creo que ya hemos avan-
zado, en lo orgánico estamos bien consolidadas, pero dentro de nuestras cabecitas
aún hay esquemas por romper.
Para nosotras, el Instrumento Político es el brazo político, es como una per-
sona, tenemos la columna vertebral, dos brazos y una cabeza para pensar y dos
pies para pararnos. Decimos que hemos avanzado en lo orgánico, en lo político,
en la toma de decisiones, lo que nos falta es entrar en el poder económico, las
economías solidarias.
El Instrumento Político es un brazo, por eso siempre estamos aquí, nosotros
a nivel nacional tenemos la csutcb, las “Bartolinas”, los interculturales, ahora el
conamaq y cidob, que siempre son parte de las convocatorias para todos los even-
tos nacionales; por eso decimos: ¡no somos del mas, el mas es nuestro! Nosotros
nos hemos criado, no es un partido político, es un instrumento que nos permite
llegar con nuestros candidatos y candidatas al gobierno.
Nuestros representantes son fruto de las reuniones donde constantemente se
transmiten las ideas y se las nutre. A futuro somos las organizaciones las que tene-
mos que generar propuestas, por ejemplo, trabajando en la Agenda Patriótica, ya
no copiar esas leyes que vienen empaquetadas desde afuera. Ahora participamos
en esos espacios y podemos dar directrices, los asambleístas también bajan para
socializar con sus organizaciones; pero reconozco que aún falta, a las bases les
falta crear y proponer, por eso somos los dirigentes quienes tenemos que organi-
zarnos y ser parte activa para proponer leyes. Porque el gobierno es nuestro, es
algo que vamos construyendo.
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Historias de vida
Desde la visión de “Bartolina” y mujer, digo que una mujer no puede negar a
su hijo, un hombre, en cambio, sí puede. Nosotras hemos parido este proceso de
cambio y por eso lo tenemos que defender. (Área de Análisis de la Xarxa: 2012).
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Historias de vida
La primera y la segunda vez que asistí a las reuniones oí decir a Evo que las mu-
jeres tienen que organizarse: “hay una organización nacional de las mujeres Bar-
tolina Sisa y deben organizarse en ella”, decía. Entonces empezamos a organizar-
nos, pero muchos hombres no querían. Algunos dijeron: “¡las mujeres no pueden
estar en la dirigencia! Ellas deben atender a los hijos que tienen y a sus maridos.
Ellas deben cocinar y lavar. Es su deber”. Pero el hermano Evo dijo que no era
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
correcto: “las mujeres deben estar en cada reunión y en cada concentración”, re-
petía varias veces convencido.
Un día, en Lauca Ñ, cuando el compañero Evo repetía la insistencia de la
participación de las mujeres, un compañero dijo: “compañero, ¿por qué hablas
tanto de las mujeres? Ya pareces cura de las mujeres y tanto hablas de las organiza-
ciones de mujeres”, lo dijo con desprecio. Yo recuerdo perfectamente. Aun así con
la Vinculación Femenina empezamos a cambiar las funciones de una secretaria
general del sindicato porque la atribución era ir a la reunión y limpiar, por supues-
to eso hacemos pero de verdad hay más. Un cambio fue necesario y nos costó.
Bueno, en ese camino nos pudimos organizar desde 1995. El hermano Evo
dijo después que se debe crear la organización de mujeres. Decidimos la fecha:
7-9 de septiembre. Y se fundó la Federación de Mujeres Campesinas del Trópico
(fecatrop). El 9 de septiembre de 2015 cumplimos 20 años.
La Sra. Leonilda recuerda con orgullo la histórica Marcha por la Paz y los
Derechos Humanos. El 18 de diciembre de 1995 se inició la marcha en Co-
chabamba desde donde las mujeres marchan a Quillacollo. La marcha duró un
mes, haciéndose acompañar de sus hijos e hijas, exigiendo hablar con el Presi-
dente y las esposas de los entonces Presidente y Vicepresidente.
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Historias de vida
A partir de esta marcha es que la Sra. Leonilda, junto a otras, estará al frente
de las acciones que marcarán una nueva etapa en el movimiento de mujeres.
Por ello, al rememorar algunos eventos, resalta la sacrificada participación de
la mujer en la vida política y sindical.
Recuerdo que la dirigente ejecutiva Eulogia Matías, quien fue la primera ejecuti-
va de la Federación de Mujeres del Trópico de Cochabamba, estaba embarazada.
La compañera Eulogia era la ejecutiva y Silvia Lazarte era la dirigente general y
condujo una marcha. Recuerdo que durante la marcha histórica a La Paz tuvimos
una intervención en Oruro, pero al cabo de un mes de caminata llegamos a La
Paz. A los dos días inició la huelga de hambre que duró doce días, junto al com-
pañero Evo. Yo no conocía qué era una huelga de hambre. Aprendí en el camino.
Siempre digo que mi mejor escuela es la organización sindical. Aprendí mu-
chísimo y llevo adelante el tema del organismo. Hoy, la mejor escuela es el sindi-
cato. El hermano Evo, por supuesto, da iniciativas, pero nosotros aprendimos a
golpes. Aprendimos a patadas y en la cárcel, en las calles, las marchas, los bloqueos
y las vigilias, ahí es donde se aprende.
Estuve dos días en las celdas de la ptj, en Sacaba. Estuve un mes en la cárcel
de San Sebastián y justo cuando nos estaban expulsando al compañero Evo del
Parlamento, no había nadie que lo defendiera porque sus dirigentes estaban en las
cárceles. Hay mucho que hablar y contar de lo que uno ha vivido en carne propia.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Primera vez que en nuestra historia estamos siendo tomadas en cuenta, por ejem-
plo, en mi sindicato, en los años ‘90, los dirigentes responsables iban a las reunio-
nes y ellas debían irse a sus casas, pero ahora estamos bien organizadas, estamos
juntos hombres y mujeres. Como mujeres nos ha costado mucho estar así, es
importante la incorporación de las mujeres. Llegamos a tener 10 ministras, hoy
tenemos siete apenas, vamos perdiendo y eso es grave. Es un reto para las mujeres,
pues hay que contemplar que la compañera Silvia Lazarte condujo la Asamblea
Constituyente y después tuvimos dos presidentas de ambas cámaras: en el Sena-
do, Gabriela Montaño, y en diputados, a Dña. Betty Tejada; hoy por hoy, ascien-
de a un 52 % la presencia de mujeres tanto en el senado y en los diputados, como
también en las asambleas departamentales.
Pero, ¿qué se necesita para que las mujeres tengan más claro que pueden ser
líderes?
Lo que yo entiendo es que la mujer debe darse oportunidad. A veces hay mucha
pelea interna entre mujeres y hay mucha envidia, si nos unimos podemos llegar
lejos, somos más en cantidad según el último censo. A veces las mujeres son más
machistas que los propios hombres. (Los Tiempos, 20 de febrero de 2015: ttp://
www.lostiempos.com/oh/entrevista/entrevista/20150220/leonilda-zuri-
ta-voy-a-seguir-hasta-donde-me-acompane-la_291885_643888.html)
Como muchas mujeres cocaleras fue testigo de maltratos hacia sus compañe-
ros y compañeras –como suelen llamarse entre sí– en la búsqueda por conse-
guir el derecho de cultivar la coca, en un ambiente de alta represión; en esos
avatares se inicia y forja como mujer líder y logra participar en diferentes
instancias de la dirigencia sindical del Trópico de Cochabamba, en lo departa-
mental, nacional y en lo internacional.
78
Historias de vida
curar a los heridos, ayudar a los encarcelados ni tampoco querían marchar, era una
responsabilidad muy grande.
El año 1999 fui concejal, era suplente del alcalde Felipe Cáceres, pero, por
tema orgánico, porque el hermano Evo que dirigía la federación del trópico dijo
que: “el último sube a primer suplente”. Me dieron así nueve meses de concejalía
aunque me correspondía la titularidad por los cinco años. Yo soy muy orgánica y
muy respetuosa de las decisiones de nuestras organizaciones. Ejercí la concejalía
algunos meses de 1999 y otros en 2004.
El 11 de octubre del año 2001 me posesionan como Ejecutiva de la Federa-
ción de Mujeres de Bolivia “Bartolina Sisa”, en Chinahota, hasta 2003. Cuando
terminé mi gestión, porque son dos años como ejecutiva nacional, vinieron Ne-
mesia Achacollo y Emiliana Paredes de Oruro.
El año 2006 todos los hombres se reunieron (a veces es delito que las mujeres
lleguen puntual), ellos me culparon de perseguir protagonismo, por mi puntuali-
dad. Los hombres decidieron sacarme, a pesar de que gané. Mis votos fueron
entregados a otra candidata. Conozco a todos esos dirigentes pero no diré nom-
bres porque pensarían que hay un resentimiento. Me sacan el 2006, después de
nueve años en las buenas y en las malas junto al hermano Evo, recogiendo a los
heridos y enterrando a los muertos, bloqueando y marchando, en huelgas de
hambre por aquí o por allá, así es que me hice dirigente; se tiene que disponer de
tiempo ya que tenías que dejar tu familia y conseguir dinero.
Cuando salí elegida senadora decían que era necesaria una mujer, me eligie-
ron porque decían que había luchado y trabajado por el proceso. Salí elegida
como candidata suplente y hoy en día todo suplente se siente orgulloso porque
una semana está sentado en la silla de los titulares. Antes el titular daba un día,
porque se enfermaba o viajaba. ¡Un día! Hoy dan cinco días, y a veces me digo que
siempre debería haber sido como en estos tiempos.
Me tocó ser senadora suplente del 2006 al 2009 y ese salario me sirvió para
mucho. Recuerdo que cuando asumí como ejecutiva de la federación nacional, de
2008 a 2010, compartí ese dinero con mi directiva. Al dirigente no le debe faltar
la comida ni los pasajes. Apoyé durante tres meses a mi organización “Bartolina
Sisa” y por lo menos sirvió para la comida mucho de aquel dinero que ganaba en
el senado.
Hoy, para poder ser asambleísta del departamento nos convocamos a elegir.
Me dijeron una vez que tenía que ir como primera asambleísta, pero dije que no,
porque no podía. “El hermano Edmundo Novillo y el hermano Iván dijeron que
tú tenías que ir como asambleísta”, decían. Y respondí: “no puedo porque soy
dirigente. Tengo que concluir mi gestión”. “¡Tienes que ir!”, insistían. “No. Tengo
que consultar a mis seis federaciones y a la federación del Trópico y ellos tienen
que dar el visto bueno”, respondía constante. “Tienes que ir. Además, siempre
79
“No somos del mas, el mas es nuestro”
dices que cuando el comandante manda el soldado cumple, entonces tienes que
cumplir”, me dijeron. “No”, reiteré. “Tienes que ir por imagen y por mujer”. Yo
respondí exaltada: “¡¿cómo que por mujer?! ¡Me quieren utilizar!”. Pero yo digo
de vez en cuando que si el comandante manda el soldado cumple, por tanto, hay
que aportar desde donde se esté. Así me eligieron como Primer Asambleísta por
el Departamento de Cochabamba, para seguir con la revolución democrática y
cultural del proceso de cambio.
El año 1995 en Santa Cruz se llevó el siguiente congreso del mas-ipsp, me
delegan como Secretaria de Relaciones Internacionales del Movimiento Al So-
cialismo. Hasta el momento (2015) estoy como Secretaria de Relaciones Interna-
cionales y represento a la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Ori-
ginarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, porque la directiva del mas está compuesta
por ella y otras dos organizaciones matrices. Son tres organizaciones las que fun-
daron el mas-ipsp: a la cabeza de la csutcb estaba el Tata Evo, el vicepresidente
del mas estaba a la cabeza de los Interculturales y la tercera cartera la ocupaba la
Confederación “Bartolina Sisa”.
Hasta el momento doy gracias a mis hermanas las “Bartolinas” por confiar y
cuidar el proceso de cambio.
Como dirigentes hemos difundido la transformación de nuestra Bolivia.
Como Secretaria de Relaciones Internacionales en el tema de foros internaciona-
les, foros de países vecinos, en el Foro de São Paulo, en lo político y en lo orgánico,
he viajado para explicar sobre el proceso del Instrumento Político. Siempre difun-
diendo que gracias al hermano Evo se ha conducido buena parte del proceso.
En este proceso perdí tres bebés y tengo dos hijos vivos. El año ‘97 cuando
murieron cinco compañeros en Eterazama, mi hijo vio y estaba traumado, me
decía que nos iban a matar como a Marcos Hierbas –de mi sindicato–, alguna vez
incluso fueron a buscarme para detenerme. Pero, aún con esos traumas, mi hijo
salió bachiller solo. Mi sueño era mandarlo a estudiar a Venezuela, yo quería que
estudie Ingeniería Pretroquímica, porque tenía buenas notas, pero hasta que
salgan las convocatorias a becas se puso a estudiar inglés y un día me dijo que no
quería irse. Me reclamaba que en su infancia no estuve a su lado, decidimos
esperar y se metió a mecánica automotriz. En eso me avisaron que había becas
para China, sólo me pidió que hiciera conocer su opción a la embajada, dio su
80
Historias de vida
No. Lo conocí de lejos el año 1988 en la Masacre de Villa Tunari. Como cualquier
base, iba a mirarlo de lejos. Después, cuando la masacre pasó, hubo un saldo de 16
muertos y otros compañeros que saltaron al río de Villa Tunari pues no quería-
mos que se aprobara la Ley 1.008.
El compañero Felipe Cáceres, secretario general de la central, invitó al com-
pañero Evo al aniversario del sindicato de Santa Isabel; teníamos una única sede
y para llegar a ella había que cruzar el río, no había canoas ni donde dormir, en-
tonces armamos carpas. Teníamos un cuarto de tablas (“calabozo”) para los que
se retrasaban o peleaban con su esposa o vecinos y ahí es donde se les encerraba.
Ese es nuestro calabozo, lo usábamos para guardar la cerveza y la chicha –nues-
tro alcohol–, siempre estaba cerrada con llave.
En esa oportunidad cuando nos visitó el compañero Evo no hubo dónde
alojarlo, y pues, lo hicimos descansar en ese cuartito/calabozo. Durmió toda la
noche y a la mañana siguiente un compañero yendo al baño escuchaba los gritos:
“compañero, compañero abrime la puerta” y –según comentaba– se aproxima a
la puerta y le contestaba pitaj kanquiri, pero reconociendo la voz le dijo: “quién
eres”. –Evo kani. “¿Evo?”, volvió a preguntar. –Ari, abrime la puerta. Y empiezan
a buscar la llave que no aparecía (la tenía mi mamá). Luego mi mamá fue a abrir
la puerta, por eso el hermano Evo nos dice: “en el sindicato del hermano corcho
(Felipe Cáceres) siempre me calabocean”.
Fue así que lo conocí de cerca; en el año noventa y cuatro. Precisamente en
el primer ampliado del 4 de diciembre de 1995, convocado por las organizaciones
matrices –csutcb, fnmciob-“bs” y cscb–, el compañero Evo convocó a una
mujer y a un hombre por directiva, y como yo era secretaria de actas tenía que
participar. Así las mujeres participamos de todas las centrales y nos decían que
81
“No somos del mas, el mas es nuestro”
teníamos que estar bien organizados tanto hombres como mujeres. Se tenía
ejecutivos nacionales que tenían que trabajar en lo político, porque la organización
estaba bien constituida a nivel nacional, pero el brazo político nos faltaba.
Nos decían los neoliberales que para los indios y campesinos la política era el
hacha, el machete y el arado. Nosotros teníamos miedo de entrar a la política.
En el ampliado Evo Morales informó sobre todas las violación de los dere-
chos humanos y de la violencia que se vivía en el Trópico de Cochabamba, como
testigo de varios enfrentamientos sangrientos que dejaron bajas y cientos de heri-
dos; hubo detenidos y encarcelados sólo por defender la planta de la hoja de coca
y la Madre Tierra. Después de un análisis profundo del ampliado nacional se
concluye que es importante y urgente crear un instrumento político. Allí empe-
zamos a definir la importancia de llevar a cabo el Primer Congreso de Tierra y
Territorio.
Aquel evento fue convocado por nuestras organizaciones matrices para el día
25, 26 y 27 de marzo de 1995, conformándose una comisión para que pueda po-
nerle nombre y ver los colores de la bandera; después nace asp, la Asamblea por la
Soberanía de los Pueblos. Se continúa con el color de la bandera (había que dis-
poner de la forma y colocar los símbolos de la asp, pues había un sol en el centro
y en la orilla una yunta, un arado, flecha y machete).
De esa forma se ha decidido tener un brazo político, fundado a la cabeza de
nuestras organizaciones matrices. Desde ese momento tuvimos una tarea profun-
da e histórica. Se creó una comisión política que debía tomar el poder local (mu-
nicipal), el poder departamental y tomar el poder nacional.
En el Segundo Congreso Tierra Territorio, realizado en la ciudad de Potosí
en el mes de febrero, se discuten los mismos temas pero, como era el año de las
elecciones generales de 1997, se ha elegido un candidato a la presidencia, Evo
Morales. En este encuentro el señor Alejo Véliz divide a la Confederación de
Campesinos de Bolivia y se hace elegir como candidato; así llegamos a Cocha-
bamba y en un ampliado el hermano Evo dijo que renunciaba para que Véliz
fuera como candidato a la presidencia. Sin embargo, en ese ampliado decidimos
que teníamos que pasar de las protestas, marchas, bloqueos y vigilias, a las pro-
puestas en el Parlamento y elegir al mejor para que nos representara en ese espa-
cio: como circunscripción 27 elegimos como diputado al hermano Evo Morales
Ayma, y suplente a Luis Cutipa.
Igualmente, el Tercer Congreso Tierra Territorio Instrumento Político se
llevó a cabo en la ciudad de Cochabamba, en el local El Sketin, cuando Silvia
Lazarte era ejecutiva de la fnmcib-“bs”, Nivardo Rivera de la cscb y Felipe Quis-
pe de la csutcb.
El Magno Congreso de Tierra Territorio, a solicitud del hermano Evo,
invita al Dr. David Áñez Pedraza para que se entregue la personería jurídica del
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Historias de vida
83
“No somos del mas, el mas es nuestro”
a la gente, nos hacían comer, tomar, y sólo por el voto y después nunca volvían.
Creímos por eso que era necesario tener como brazo político, voceros en el
Parlamento, para que por lo menos nos informen de lo que se hace en contra de
los pobres. De esta manera creemos que ha sido importante pensar en la política
para la difusión, por eso llegamos a los rincones de los municipios y de las
comunidades. Gracias al hermano presidente Evo Morales, que nos ha educado
y que nos ha enseñado, gracias a que nos dice que tenemos que ir a difundir lo que
hemos hecho hoy estamos bien y tenemos una misión que cumplir.
A nosotros como voceros del Instrumento Político nos queda difundir lo que
hemos hecho junto a nuestro hermano Presidente. Informamos también de
nuestros objetivos, hacia donde estamos apuntando como país, porque estamos
en el camino de la industrialización. De 2006 a 2009 recuperamos lo que había-
mos perdido, y las empresas capitalizadas fueron nacionalizadas; de 2009 a 2014
logramos instaurar una estabilidad y una consolidación económica y social. Hoy,
de 2015 al 2020, iniciamos la etapa de la industrialización de nuestras empresas
del Estado, como el glp del Gran Chaco que lleva el nombre de Carlos Villegas,
la empresa azucarera de San Buenaventura en La Paz, Cartonbol, al tiempo que
se está avanzando con la planta de urea y amoniaco, entre otras.
Si no hubiéramos tenido un brazo político, estratégico y práctico, entonces no
hubiéramos avanzado ni hubiéramos cumplido con los sueños de los antepasados.
Pienso que un dirigente debe cumplir los principios y valores ideológicos: ama
sua, ama llulla y ama qella. También con la vida orgánica, social, con el conocimien-
to, además de hacer el conjunto y, en el caso del incluido, debe hacerse conocer
trabajando. A veces incluimos diferenciando el profesional del no profesional, eso
es la complementariedad y la reciprosidad: el profesional o técnico y el no profe-
sional se complementan. El no profesional maneja orgánica y socialmente, y el
profesional jurídica y técnicamente. Los abogados, ingenieros, médicos y maes-
tros que estamos incluyendo, jurídica y técnicamente hablan y los que no somos
profesionales hablamos políticamente, socialmente. Tomamos las decisiones so-
ciales y políticas, juntos para Vivir Bien.
Los del campo somos buenos para marchar, bloquear y gritar, pero los profe-
sionales no saben marchar, bloquear ni gritar. Cuando era candidata a senadora
todos decían que los candidatos estaban llenos de juristas, abogados y doctores.
Todos profesionales. Yo tenía que presentar profesión y dije: “yo también soy
profesional, igual que ustedes: sé marchar, sé bloquear y sé gritar. Y les puedo
84
Historias de vida
enseñar a los que no saben”. Todos eran profesionales y yo era la única no profe-
sional. Creemos en la complementariedad para conducir cualquier institución.
No busqué al cargo sino que el cargo me busca. El cargo nos educa, nos
forma y enseña. Algunos compañeros dicen: “¡esta es mi oportunidad!, ¡hoy tengo
que aprovechar!”. Aquí no tiene que haber aprovechamiento. El que intenta
aprovecharse del cargo es derrotado y despreciado y ahí se concluye su trayectoria.
Para mí, el tema de inclusión que algunos reclaman está basado en la ense-
ñanza del hermano Evo que dice que no se gana con personas sino con votos.
“Hay que incluir pero también hay que saber conducir al incluido”, dice el her-
mano Evo con cautela.
Son también responsables los otros dirigentes de base y no sólo nosotros, y
lamentablemente con el tema de inclusión, en la base se elige al que habla fuerte
y clarito, al que grita o se hace el que todo lo sabe. Esos dirigentes creen que con
ser dirigentes ya son directamente candidatos a alcaldes, concejales o diputados,
entonces, pienso que antes ellos deben cumplir con el trabajo políticamente, or-
ganizadamente y coordinadamente con las autoridades del municipio. Pero algu-
nos dicen: “ustedes incluyen y todo lo están destruyendo”. Nosotros tenemos que
ser muy incluyentes y para nada excluyentes. Por supuesto que damos razón a los
hermanos que reclaman pero decirles también que ellos son responsables de
elegir a los dirigentes. Los dirigentes se hacen convencer con comida y cerveza,
dando el visto bueno, el aval, sin conocerlos bien. “El incluido es más masista que
la Leonilda”, les dicen; pero que vengan, siempre y cuando respeten nuestros
principios, valores e ideología. Ahora, todos los incluidos e invitados son masistas,
pertenecen al mas-ipsp, por tanto en los hechos no hay invitados ni incluidos.
Hay tres líderes: unos que vienen del ‘95 al 2005 y que hemos sido formados
en marchas y bloqueos, a golpes, patadas, balazos y culatazos, en tiempos de la
dictadura de los neoliberales; otros en 2005 y 2006, cuya constante formación se
realiza con el proceso de cambio ya que en la revolución aparecieron líderes que
construyen la nueva nación plurinacional; por último, como estamos en una etapa
más política hay jóvenes que se forman en un ambiente donde existe buena eco-
nomía y empresas industrializadas. La mejor escuela de un líder había sido la or-
ganización sindical. Personalmente doy gracias a mi federación del Trópico y a la
Coordinadora de Mujeres Campesinas del Trópico por formarme y educarme en
esta revolución democrática cultural.
Yo tengo un maestro que me educó, formó y enseñó y que se llama Tata Evo
Morales.
Hoy en día muchos se molestan por incluir: “el incluido es más masista que
la Leonilda”, suelo decir a los compañeros. Entiendo la etapa de inclusión con
respeto a nuestros principios y a nuestra ideología. ¡Que vengan!, pero –reitero–,
respetando nuestros principios, valores e ideología.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Desde la fundación siempre dijimos que teníamos que cambiar de las protestas
a las propuestas. Una de las propuestas fue que los candidatos y candidatas sean
elegidos en cabildos, concentraciones, en fila india: por turnos y rotando, según
los usos y costumbres. Así se elegía, pero viendo desde la época pasada hasta ahora,
es verdad, hemos perdido esa propuesta. Como mas-ipsp hemos perdido la
esencia política y ahora tenemos que recuperarla y fortalecerla, alimentar el
proceso revolucionario, a nuestros líderes.
Teníamos que elegir de abajo a arriba, y eso no hemos cumplido. Es una re-
flexión para los dirigentes. Algunos dirigentes se equivocan: a un dirigente muni-
cipal se lo elige en concentraciones pero algunos dirigentes departamentales im-
ponen otros candidatos, sin consensuar, por eso es que se pierde en determinados
municipios. Ojalá los líderes reconozcan las equivocaciones que cometen. El her-
mano Presidente dice: “uno se puede equivocar pero no tiene derecho a traicio-
nar a los mártires que dieron su vida por la revolución democrática cultural. Los
que traicionan serán juzgados por las comunidades, los mártires y el pueblo”.
Los soldados no buscan cargos, los cargos buscan a los soldados y estoy aquí para
seguir trabajando fortaleciendo al proceso de cambio. (Los Tiempos 20 de febrero
de 2015: ttp://www.lostiempos.com/oh/entrevista/entrevista/20150220/leonil-
da-zurita-voy-a-seguir-hasta-donde-me-acompane-la_291885_643888.html).
Desde donde estemos hay que seguir sirviendo al proceso de cambio. Hoy
agradezco, otra vez, a la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indí-
genas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, por darme la oportunidad de ser
Secretaria de Relaciones Internacionales, y es por eso que quisiera que no ano-
checiera ni que el día se acabe, porque quiero continuar visitando lugares y narrar
la historia de nuestro movimiento. Quiero contar mis vivencias. Se siembran seres
humanos para el proceso de cambio, y el proceso de cambio es del pueblo y para
el pueblo. Sentimos el proceso de cambio, digan lo que digan y hagan lo que ha-
gan los de derecha, defenderemos al hermano Evo aunque repitan que no quiero
dejar el cargo. Con cargos o sin ellos seguiré sirviendo a la política y no sirviéndo-
me de la política. ¿Qué culpa tenemos los dirigentes de que en nuestros congresos
nos ratifiquen y digan que uno hace un bien para el pueblo? Tenemos que cuidar
el proceso de cambio y al Presidente.
86
Historias de vida
Yo aporté con mucho y me siento orgullosa. Desde el año 1994 hasta hoy he
acompañado al Presidente, y no conozco muchos otros dirigentes así, sólo re-
cuerdo a mama Isabel Ortega, Julia Ramos, Silvia Lazarte, Juana Quispe, Elena
Poma, Margarita Terán, y también a David Choquehuanca, Luis Cutipa, Modes-
to Condori, Felipe Cáceres, Feliciano Begamonte, Feliciano Mamani, Florencio
Coca, Néstor Rivera, Apolonia Sánchez Miranda, María Flores, entre otros. Me
siento orgullosa por ser parte del movimiento y por ayudar con la difusión, aun-
que no sea mucho, lo hice para aportar con el cambio de los departamentos y de
nuestra querida Bolivia.
He tenido que perder a mis hijas. Mi primer bebé por culpa de Norma Pié-
rola que me acusó de asesinato de los esposos Andrade, aun cuando yo estaba
embarazada de siete meses y no pude llegar al hospital en Villa Tunari que que-
daba a dos horas de viaje desde el Sindicato Santa Isabel; en el trayecto murió mi
bebé a causa de una hemorragia y no pude salvarle la vida. Mi segunda hija la
perdí por causa de una compañera directiva de las “Bartolinas” (no diré el nom-
bre), pero es doloroso. El tercer hijo lo perdí al mes de embarazo. Un dirigente
tiene que tener paciencia y cuidado, no renegar, para tener bebes. El accidente lo
tuve cuando el hermano Lula llegaba del Brasil a Villa Tunari. El día 27 de agosto
teníamos que proclamar en Chuquisaca a nuestro hermano Presidente para can-
didato en 2009, entonces salí de la clínica para llegar a Chuquisaca.
Lo único que pienso es que seguiré trabajando y aportando, porque este proceso me
ha costado tres hijos. Donde yo esté seguiré trabajando para que mis nietos no sufran
como yo, voy a seguir hasta que me acompañe la vida. (Los Tiempos 20 de febrero
de 2015: ttp://www.lostiempos.com/oh/entrevista/entrevista/20150220/leonil-
da-zurita-voy-a-seguir-hasta-donde-me-acompane-la_291885_643888.html).
Agradezco al hermano Presidente por haberme dado la oportunidad desde la
creación del Instrumento Político. Hasta ahora lo acompaño en los peores mo-
mentos, en lo malo y en lo bueno, juntos, riendo, llorando, incluso compartiendo
la comida en un solo plato, porque creo y entiendo que un militante no se dobla,
sino, está firme al llamado del proceso. Uno siembra no para sí mismo sino para
los hijos y nietos, y para la liberación de los pueblos. Repito, nunca más se escri-
birán historias sin la presencia de la mujer ni de la juventud. La juventud es la
esperanza de la revolución democrática y cultural.
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CAPÍTULO II Conversaciones
Conversaciones | Introducción
Introducción
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Si alguien llega a ser autoridad, va a llegar, pero si no llega a ningún cargo tiene
que seguir batallando desde donde esté. Esta forma de actuar o actitud nos dife-
rencia de otros partidos tradicionales. (Entrevista a Feliciano Begamonte, Cocha-
bamba, 30 de septiembre de 2013).
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Conversaciones | Introducción
Hay indígenas, originarios, hay también compañeros que forman parte de una
asociación determinada de productores, la asociación de regantes, inclusive están
los interculturales, hay también compañeras mujeres que no necesitan estar en
una organización femenina para ser parte de la confederación (…). Entonces, a la
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
confederación la catalogo como una organización que tiene de todo, bajo sus
principios de organización tiene esa diversidad. (Entrevista a Elvio Díaz, Santa
Cruz, 15 de noviembre de 2013).
De joven pensaba, por todo lo vivido, que un indígena debía ser presidente, un
campesino de abarca que esté en el Parlamento, ahora las profecías se han cum-
plido, por eso la importancia del Instrumento Político, que es un mecanismo por
el que hemos optado para llegar a ese control del poder político. (Entrevista a
Feliciano Begamonte, Cochabamba, 30 de septiembre de 2013).
Gracias a la organización social ha nacido una política sin exclusión, pero siem-
pre dignificando al país. (Entrevista a Feliciano Mamani, Cochabamba, 14 de
octubre de 2013).
Se ha conformado el Instrumento Político como brazo político de las organi-
zaciones sociales, por el Vivir Bien, por los derechos, por la equidad de género por
la igualdad, por la dignidad, etc. (Entrevista a Irene Achacollo, La Paz, 15 de no-
viembre de 2013).
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Conversaciones | Introducción
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
La gente tiene un mal concepto de los invitados porque no asumen con firmeza
y compromiso de lucha junto a las organizaciones sociales, ellos sólo están ahí
cuando las cosas salen bien. (Entrevista a Héctor Arce, Cochabamba 14 de octu-
bre de 2013).
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Conversaciones | Introducción
97
Conversaciones
Feliciano Begamonte
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Es una cuestión hereditaria, incluso es una herencia que nos han dejado los
colonizadores, por ejemplo, para la Colonia el campesino era aquel que poseía
tierra donde cultivar, en otras palabras, un latifundista era considerado campe-
sino. A nosotros nos dijeron pequeños agricultores y nos han tratado despec-
tivamente como campesinos, pero el nombre original de la organización a la
cual pertenezco es quechua, es nación quechua. En todo caso, en el sindicalis-
mo hemos aceptado ser campesinos, pero como campesinos respetamos nues-
tras raíces.
En Bolivia, sabemos muy bien, hay dos pueblos indígena originario campesi-
nos grandes, uno somos los quechuas –una gran parte del territorio boliviano
lo ocupan los quechuas–; y también están los aymaras, los más conocidos. Des-
pués vienen los guaraníes y otras nacionalidades, pero antes de la aprobación
de la nueva Constitución los más conocidos eran los quechuas y aymaras.
100
Conversaciones
101
“No somos del mas, el mas es nuestro”
Lo que nos une es el tema del progreso, por ejemplo, podemos hablar del tema
social: la educación, la salud. Pero, también lo que nos une, hablando en cues-
tiones de desarrollo, es el mejoramiento de los cultivos, sabíamos cambiar las
semillas, pero a tal extremo de que la papa ya no quería producir, entonces diji-
mos “hay que cambiar las semillas”, pero luego nos preguntamos, “¿de dónde
conseguimos?”. Bueno, al dirigente hay que darle tarea también para que vaya a
conseguir y, como era dirigente, he tenido que comunicarme con diferentes
instituciones, inclusive hasta con organizaciones no gubernamentales (ong)
para conseguir buena semilla, pero no sólo para un grupo de personas sino para
todo el conjunto de la comunidad, para eso todos hemos tenido que unirnos.
102
Conversaciones
También tenemos otros elementos que nos unen, como son nuestras tra-
diciones, las costumbres. Por ejemplo, la fiesta de Todos los Santos es un
momento donde estamos unidos compartiendo; la fiesta de Carnaval y la
del 15 de mayo, son tradiciones culturales, momentos de unidad, de re-
flexión entre nosotros, no tanto haciendo caso al tema de San Isidro o ha-
ciendo caso al cura, sino entre nosotros, reflexionar, compartir y seguir
manteniendo la amistad.
103
“No somos del mas, el mas es nuestro”
El año 1981 era chango y mi papá fue dirigente y como dirigente no tenía que
dormir en nuestra casa, él tenía que dormir en las noches en una cueva y otros
lugares, pero siempre lejos de casa. Recuerdo que en Morochata, comunidad
de dónde vengo, hubo un enfrentamiento entre paramilitares y eso me llamó
la atención y entendí que los culpables eran los partidarios del adn, pero, a
pesar de eso, algunos compañeros todavía eran militantes de esos partidos.
Me daba cuenta cuando al escuchar noticias por la radio, estoy hablando del
104
Conversaciones
‘92-‘93, ya jovenzuelo, que los mineros habían sido burlados en sus derechos
y otras noticias más que mellaban la dignidad de los pobres.
El año 1994, un miembro de mi familia, mi hermano mayor, fue dirigente,
ahí aprendí cuál era el rol del dirigente; asistía junto a mi hermano a la fede-
ración y ahí escuchaba hablar de la política, pero pensaba que era necesario
tener, como pobres, nuestro propio partido político, y de esa manera me ani-
mé en 1994 a asistir a varios ampliados, inclusive al ampliado nacional que se
realizó en el Trópico, donde se definió el Primer Congreso de Tierra y Terri-
torio del Instrumento Político, en Santa Cruz, para el año 1995.
Lo que más me impresionó es que los pobres teníamos que tener un parti-
do para enfrentar a los grandes y poderosos de aquel entonces, ese fue el mo-
tivo para que sea militante, inclusive, podríamos decir que soy uno de los pri-
meros participantes como militante en el proceso de la construcción del
proyecto político.
El año 1995, ya enfrentándonos con los partidos tradicionales en las elec-
ciones municipales en mi municipio de Morochata, y después 1996 y 1997, ya
profundizando como dirigente de la comunidad, vi que era necesario fortale-
cer la conducción política, pero además la formación de liderazgo. Y así hemos
entrado a la arena política con varios amigos y hasta ahora continuamos.
A mí siempre me gusta repasar el pasado para saber cuáles eran los motivos
para el distanciamiento entre los gobiernos y la sociedad. Antes, los que eran
los latifundistas, los hijos de los patrones, se organizaban para utilizar a la so-
ciedad como pongos políticos, además de eso siempre pensaban que los indios
no tenían que llegar al poder, por eso decían: “la política de un campesino es
la yunta, la picota y el arado”.
Eso por un lado, y por otro, cuando había represiones utilizaban los golpes
de Estado, por ejemplo, el ‘80, ‘81, el golpe de García Meza provocó en Mo-
rochata el enfrentamiento, y, ¿quiénes eran los paramilitares? Eran los mili-
tantes del adn, los militantes de Banzer. Toda esta situación nos ha causado
indignación, pero además de eso nos dimos cuenta de que la misma reforma
agraria no era completa.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
¿Y en la democracia?
106
Conversaciones
organización ya no sirva para ser un pongo político, sino una organización para
buscar una verdadera liberación y, además, para un verdadero control de nues-
tros recursos naturales, de nuestra tierra y territorio.
De joven pensaba, por todo lo vivido, que un indígena debía ser presidente,
un campesino de abarca que esté en el Parlamento, ahora las profecías se han
cumplido, por eso la importancia del Instrumento Político, mecanismo por el
que hemos optado para llegar a ese control del poder político.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
El diseño del camino lo hacen las organizaciones, la directiva del mas-ipsp, que
es un formalismo y no una instancia decisoria, es una directiva colegiada, in-
cluso, porque ahí están todas las organizaciones. La directiva de manera cole-
giada hace cumplir el mandato de las organizaciones, es una instancia de coor-
dinación, es un nexo entre las organizaciones y las autoridades electas, esa es
la directiva del mas, pero quienes toman decisiones y diseñan el mandato para
las autoridades son las organizaciones, no así el mas. el mas es un nexo porque
he pasado esa etapa, el mas es el nexo, pero las que toman la decisión son las
organizaciones, entonces aparece el control social.
108
Conversaciones
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
de los elementos que surgieron para ahora entrar a este tema de la discusión
de la agenda patriótica.
Eso se hace para los dirigentes, ¿y para ser candidato orgánico del
mas-ipsp?
110
Conversaciones
Los problemas eran más que todo la falta de comprensión de los compañe-
ros, los intereses personales que tenían los compañeros, incluso, en algunos
casos las compañeras. El otro problema que he visto y seguro se va a repetir
es el de la alternancia. A veces muchos compañeros, eso he notado, piensan
que la política es para enriquecerse, piensan que la política es para sacar ré-
ditos.
El socialismo no es para que uno venga y después se vuelva rico, eso de-
pende de cómo uno administra su economía; a veces algunos no tienen fami-
lia, pueden ahorrar, eso no es delito; pero en el socialismo es la vocación de
servicio, ahí está el problema que tenemos, que la persona que le tocó ser
suplente, por ejemplo, a veces pelea para ser titular, en el mejor de los casos
hemos dicho que hay que compartir, ahí viene la alternancia, por ejemplo,
entre titular y suplente.
No es que en algunos casos de manera voluntaria han firmado convenios,
es que también para no hacer pelear, la mejor forma de buscar una salida
salomónica es la alternancia, medio tiempo titular y medio tiempo suplente.
111
“No somos del mas, el mas es nuestro”
Como los dedos no son iguales, la gente también tiene diferentes pensa-
mientos, pero aquellos que han dicho que no son del mas-ipsp –son perso-
nas que se los puede conocer–, son oportunistas. También hay eso y se lo
respeta, no los puedes forzar y decirles: “tú no puedes salirte del mas-ipsp,
tienes que mantenerte”, no, tienen también derecho, si no les ha gustado
algo, no quieren aclarar y quieren retirarse del mas-ipsp, es un buen mo-
mento, no lo dañan. Pero aquellas personas que siguen siendo del mas,
pero en otro lado van criticando al mas, esos son oportunistas.
Algunos dicen que de ese tipo de gente tenemos mucho en el interior
del mas, pero no lo veo sinceramente así porque, por ejemplo, Rebeca Del-
gado habló mal del Presidente, incluso, utilizó adjetivos como llunkus.
112
Conversaciones
¿Y para concejales?
Para los plurinominales más que todo es viendo las organizaciones, en Co-
chabamba tenemos ese mecanismo. Por ejemplo, en los plurinominales
pueden ir de diferentes organizaciones que tenemos: transportistas, mine-
ros, obreros, etc. En los plurinominales tienen que participar los represen-
tantes de esos sectores, por ejemplo, los mineros cooperativistas tienen sus
representantes, ellos han entrado en el lugar de los plurinominales. Ahora,
también pueden ir en el lugar de los uninominales, no hay problema si es
que la comunidad, la circunscripción, elige a un minero, a un maestro, a un
abogado, puede ser, no hay restricciones en eso.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Tomando en cuenta las provincias más pobladas, por eso se dice por pobla-
ción. En Cochabamba tenemos las provincias más pobladas, por ejemplo,
Quillacollo, Cercado. Aparte de la población tenemos bastantes organiza-
ciones, tenemos Sacaba y el Trópico, entonces, dependiendo del número
de población no sólo se mide en la población como tal, sino en la población
votante, ese es el parámetro.
114
Conversaciones
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Conversaciones
Damián Condori
Entrar a una organización social sindical comienza desde las bases, cuando
uno es afiliado a una comunidad; si pones empeño, tu misma organización te
lleva, de ese modo el inicio de mi trayectoria sindical ha sido en mi munici-
pio, Presto, de la Provincia Zudáñez del departamento de Chuquisaca, como
dirigente de la central seccional, luego fui dirigente de la central provincial y,
posteriormente, tuve la oportunidad de asumir como ejecutivo de la Federa-
ción Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca (futpoch).
Viendo la causa de la Asamblea Constituyente, la federación me propuso
ocupar ese cargo durante la Constituyente, donde a través de los medios de
comunicación tuvimos una posición ideológica, orgánica y firme para garan-
tizar la Asamblea, esto me permitió llegar a ser el segundo hombre de la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(csutsb) –de 2008 a 2010–, tiempo en el que he podido aprovechar talleres,
foros, reuniones y encuentros dentro y fuera del país, para tener varias expe-
riencias, lo que me permitió hacer un análisis profundo en lo político, econó-
mico y social sobre nuestro país.
117
“No somos del mas, el mas es nuestro”
¿Cuáles han sido los principales mandatos que las bases les han dado a
los dirigentes? ¿Qué se ha logrado representar y conseguir?
118
Conversaciones
momento, esta ley (de control social) está promulgada y amplía el trabajo de
participación y control social, es decir que ya no sólo es la plata de los
municipios sino que nos ha dado la potestad de que todas las instituciones que
trabajan dentro de un municipio puedan ser controladas a través de este
mecanismo.
¿Qué piensan las bases del Instrumento Político? ¿Para qué sirve? ¿Qué
ha permitido hacer?
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Conversaciones
Feliciano Mamani
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Las bases tienen que elegir a su mejor representante, pueden salir entre 2 o
3 candidatos, de ahí gana el que obtiene mayoría de votos. Es la democracia
la que tiene que mantenerse, así es como nosotros la practicamos, desde el
sindicato hasta la federación.
122
Conversaciones
Más que todo las organizaciones, porque de las organizaciones surge la perso-
na nombrada por las bases. Las mayorías nunca se van a equivocar, las perso-
nas podemos equivocarnos. Según eso, los electos también tenemos que orien-
tar o tal vez dirigir a las bases, tanto en la parte política como orgánica.
En el Trópico aún no existen candidatos invitados, sino que ellos salen desde
las bases. Se elige al mejor compañero en cada distrito y en la federación tam-
bién el voto es el que define al mejor representante, compañera o compañero,
y esa forma democrática se respeta en el Trópico de Cochabamba.
En las ciudades no son todos orgánicos, ahí hay individualismo, entre vecinos
ya no se conocen, entonces, esa es la dificultad en las áreas urbanas para que
tengamos candidatos invitados; en una provincia o una central campesina ja-
más vamos a tener eso. Esto ocurre en las ciudades.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Diría que gracias a la organización social ha nacido una política sin exclusión,
pero siempre dignificando a su país, eso es lo más importante. Diría que mien-
tras haya desigualdad ante otros países, Bolivia con el Instrumento Político
siempre va a estar fortalecida y eso es lo que más se va a mantener. De ahí he-
mos nacido y nunca podemos renunciar. Así es como Bolivia está progresando.
124
Conversaciones
Jorge Castellón
Por favor, nos puedes decir cuál es tu nombre y el cargo que ocupas.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Conversaciones
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Son los que estamos con el Presidente, los que estamos en la Asamblea Nacio-
nal, lo que tenemos en la Asamblea Departamental, los que estamos con el
gobernador, con el alcalde, ese es el fruto. Pero, ¡lo que han costado esas mo-
vilizaciones!, ¡lo que han costado esas gasificaciones!, ¡muertos para llegar al
poder político!
En este tiempo, ¿qué aspectos crees que se han mantenido y cuáles han
cambiado?
128
Conversaciones
nivel, postas, ¡todo pues hay! ¡Realmente hay cambio, hay cambio! Creo que
eso antes no había.
En las provincias cada campesino tiene su movilidad, su motito para que
pueda llegar fácilmente a su trabajo, a su chacra, antes íbamos a pie. Por ejem-
plo, en Cochabamba hay hartas construcciones, si entráramos a verificar obras,
trabajos por aquí y por allá, edificios; antes, para un albañil ¡no se encontraba
trabajo! Para mí hay harto cambio, pero la derecha siempre quiere confundir
y dice que no hay cambio. Tal vez puede haber alguna corrupción y para eso
estamos las organizaciones sociales y civiles, el control social en toda Bolivia.
Según la Constitución Política del Estado tenemos que entrar a ese control
social, cualquier profesional si está en corrupción tiene que irse, para eso hay
leyes, la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Nos acusan, como Estados Unidos, con el narcotráfico, entonces, es ver-
dad, tal vez está creciendo en las provincias, pero eso ya es incitado por el
imperio norteamericano, por los países capitalistas. Estados Unidos mismo
compra droga, ¿quién compra pues? Él como país, Europa compra, Brasil
compra. A ver, si no compraran, ¿a quién vendería Bolivia ese narcotráfico?, ¿a
dónde venderían esos ilícitos? Ellos son culpables. Más bien debería haber
control social, deberían ayudar a Bolivia a controlar eso; ellos están incitando
a ese trabajo ilícito sobre nuestra coca, que es nuestra planta sagrada.
Para mí es lo mismo, lo mismo. Por eso, hace rato decía, un dirigente orgánico
tiene que manejar lo político, manejar lo orgánico; para mí es igual y los que
no están entendiendo hay que hacerles entender. Otros dicen: un dirigente no
puede manejar política, ¿por qué?, entonces ¿qué va a hacer?, ¿de qué organi-
zación va a hablar?, ¿de qué política va a hablar? Además, ahora manejamos
política orgánica y productiva, tenemos proyectos productivos, por eso mane-
jamos lo político. Más bien nos sentimos orgullosos y nuestro Presidente es un
líder campesino originario que está dando ejemplo a nivel internacional.
129
“No somos del mas, el mas es nuestro”
Sí.
Tenemos reglamentos, estatutos, para elegir tiene que tener trayectoria or-
gánica, política de cinco años para que pueda entrar un miembro. Pero en lo
orgánico, como Confederación Sindical de Bolivia la experiencia también
cuenta, la experiencia orgánica; no puede ir directo del sindicato, hay estruc-
tura: primero dirigente, después subcentral, regional, provincial, departa-
mental y recién tiene que tener experiencia. Igual en el Instrumento Políti-
co, tiene que tener trayectoria política por lo menos de diez años, de cinco
años; si ponemos a cualquiera se puede infiltrar la derecha, eso sería muy
injusto.
130
Conversaciones
hay que ver. Eso tal vez hay que analizar y debatir en congresos nacionales y
departamentales.
¿Cuáles han sido los principales problemas que han atravesado cuando
se ha elegido a los candidatos del mas-ipsp?
Aquí hay siempre intereses personales, siempre hay otros que quieren nom-
brar a dedo y eso no es beneficioso para las organizaciones sociales; eso más
bien divide a las organizaciones. Como ejecutivo departamental diría que
tiene que ser bien consensuado cualquier candidato, así tiene que ser. En las
anteriores elecciones han querido nombrar a dedo y eso no puede ser; más
bien tienen que consensuar con las bases quién va a ir. El que busca sus in-
tereses, para mí, no es dirigente, no es candidato, está yendo con interés y
con otro objetivo.
Hay dos vías: mediante la gestión de tu trabajo, tenemos que controlar qué
está haciendo el elegido, puede ser un diputado, un gobernador, alcalde,
concejal o presidente, hay que ver qué está haciendo en su gestión y tam-
bién hay que controlar cómo está coordinando con sus bases; si hay divi-
siones, tal vez está dividiendo con sus intereses, por eso tiene que haber
mucho control social.
Obligadamente cualquier diputado o gobernador, alcalde o concejal, su ob-
jetivo tiene que ser fortalecer a su organización sindical y cuidar el proceso de
cambio. Otros, sin embargo, trabajan bien, pero contra el proceso de cambio
y eso no puede ser; eso ha pasado mucho, tenemos que vigilar para estas elec-
ciones que son el 2014.
Gracias por la entrevista, los felicito. Para mí es muy importante que este-
mos yendo juntos con la Confederación Sindical de Bolivia y la dirección
nacional del Instrumento Político. Tal vez decirles a los otros países que
trabajen junto con su pueblo, con su presidente y también con sus autorida-
des, que coordinen. La unidad hace la fuerza, eso tenemos que mostrar al
Imperio, a los capitalistas. Gracias.
131
Conversaciones
Elvio Díaz
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Esa es una preocupación bastante grande. Vengo del altiplano tarijeño, del
cantón Iskayachi, municipio El Puente, Provincia Méndez, comunidad El
Puesto. Yo, por ejemplo, no tengo tierra, ¡imagínese! No contamos ni con
surco, ni minisurco, en absoluto, lo poco que tenemos es una herencia que está
a nombre de mis abuelos –que fallecieron– y, lamentablemente, ahora no po-
demos sanear ni siquiera eso porque necesitamos una declaratoria de herede-
ros, estamos con todos esos conflictos. Y son tierras viejas, cansadas, como
decimos en el campo.
No podemos acceder al derecho a la tierra. Hasta ahora veo que la llamada
Ley de la Reforma Agraria, que supuestamente era para sanear y para identifi-
car tierras ociosas, tierras fiscales, cuánta tierra disponible y productiva hay,
pero hasta ahora no se cumple con eso. Quiero hacer producir la tierra, pero
no tenemos dónde producir, entonces, obligatoriamente tenemos que trasla-
darnos a otras ciudades a hacer otras actividades: albañilería, electrificación, o
lo que se pueda, ese es un tema bastante preocupante.
Ahora, habría la posibilidad de que nos trasladen de tierras altas a tierras
bajas, pero no es nuestro clima ni nuestro ambiente, y empezar allá nos afec-
ta bastante. Por ejemplo, estaba trabajando en Bermejo, sólo aguantábamos
134
Conversaciones
Se tratan, pero muy poca importancia se le da. He notado eso claramente des-
de que estoy como dirigente. Siempre hay otros temas más importantes: que
hay un grupo social que está hablando mal del Gobierno, que hay que mani-
festarse sobre eso, que estos señores están conspirando, que hay que salir a
decir a la prensa sobre esto, y así. Digo está bien la alianza y simpatía que hay
con el partido de gobierno pero también nosotros necesitamos analizar la rea-
lidad en la que vivimos, lamentablemente poco o nada se hace, al menos estoy
viendo eso en la confederación.
Veía otra perspectiva de la csutcb, veía que desde la confederación se pue-
den hacer muchas otras cosas más, plantear otras cosas bien profundas que la
gente está esperando. Noto a veces que hay una cabeza de una organización
–ahí estoy haciendo una diferencia porque si bien he sido de base también he
sido ejecutivo del sindicato, de mi central, de mi federación–, veía que tal vez
se puede hacer más, pero que a la cabeza de esa organización esté un líder que
tenga esa visión de campo, de la realidad. Lamentablemente esto en la confe-
deración no se ve.
Veo a mi ejecutivo acompañando al Gobierno o al Presidente a actos de
inauguración y esas cosas, pero no podemos analizar esto de la realidad que
estamos viviendo en el campo, esa es mi realidad, no tengo por qué mentirle.
135
“No somos del mas, el mas es nuestro”
Eso no significa que estoy en contra del Gobierno o del dirigente, sólo estoy
pensando lo que siento, lo que vivo, lo que es mi realidad. ¿Quién más se va
a preocupar de uno? Y así hay muchos compañeros que sienten eso. Nos
llaman, nos dicen: “Elvio, esto está pasando, tienes que hacer algo”. Pero a
veces en los mismos lugares de decisión nos dicen: “aquí tiene que haber la
firma del ejecutivo de la organización, si no, no se plantea”.
Siento que sobre las propias leyes que están saliendo desde las organiza-
ciones hay una especie de temor de decir corrijamos, de decir esto no está
bien esta ley. La cob, por ejemplo, ha logrado consolidar una Ley de Pen-
siones debatiendo con paros, con huelgas, y eso no le privó al ejecutivo de
la cob ir a promulgar juntamente con el Presidente la ley. Ha salido, tal vez
no como ellos quisieran, pero han logrado insertar algunas cosas que eran
vitales.
Para nosotros lamentablemente no es así. A veces hay que decir está bien
aunque no esté bien. Y si está mal, ya están diciendo que eres disidente, re-
belde y esas cosas. Eso para mí no está bien y eso lo he hecho conocer en los
eventos en los que he estado, cuando las oportunidades se nos dan de poder
hablar. Esa es nuestra realidad. Entiendo, las elecciones están cerca, pero la
gente necesita comer, vivir bien. Por ejemplo, se ha visto en las elecciones en
Chile un ausentismo del 52 por ciento, eso significa que la gente ya no está
interesada en quién está en el gobierno, venga quien venga, ¿no será que eso
mismo va a suceder en Bolivia?
Porque una cosa es, sea quien sea el gobierno, si no me preocupo para que
las cosas cambien en mi comunidad, quién se va a preocupar. Ese es mi pun-
to de vista, ojalá esté equivocado pero veo que esto está faltando.
Por eso he hecho conocer en el taller que hay cierto temor, porque si uno
no lo dice, es un cómplice por callar, entonces, tengo que decirlo. Si lo toman
en cuenta bien. Para eso estamos en un país libre, con la libre expresión uno
puede ser consciente de decir nuestra realidad.
Según nuestros dirigentes pasados, la csutcb tenía un rol bastante claro, velar
por los intereses del campesinado boliviano, luchar por su dignidad, por su
igualdad de oportunidades, ser el vocero del campesino desde la comunidad
más cercana hasta la más lejana. Pelear por la tierra, ese era el rol de la confe-
deración; tierra y territorio, para eso se ha creado.
Mi abuelo y mi abuela cuentan, por ejemplo, que hace años existía el patronaje,
que el campesino tenía que trabajar de peón para los grandes hacendados. Ellos
136
Conversaciones
nunca tenían un pedazo de tierra sino que trabajaban todos los días, gratis,
para los hacendados que tenían hectáreas y hectáreas. La famosa reforma
agraria vino desde ahí para de alguna manera terminar con el patronaje y que
al campesino le den tierra.
Pelear por la tierra, tener la tierra, trabajar, alimentar a nuestros hijos y
nuestros hermanos que viven en las ciudades capitales; pero esto hasta ahora
no se ha logrado. ¡Que me diga alguien a cuántos campesinos desde entonces
se les ha dotado tierra! ¡Que me respondan eso!
En base a eso se fue pensando en decir, por ejemplo, que no sólo es
pedir tierra y territorio, sino el poder mismo. Ahí es donde nace el Instru-
mento Político para tomar el gobierno. Han dicho bueno, aquí con mar-
chas y huelgas hacia el gobierno que estaba de turno no nos van a dar
tierra y territorio, sino que tenemos que ser nosotros mismos el gobierno,
para que nosotros mismos nos dotemos y administremos nuestra tierra.
Son siete años desde eso, pero no se ha logrado, ¿por qué?, me pregunto.
Seguimos sin tierra, sigo sin tierra. Y nos piden que produzcamos y nos
quedemos en las comunidades, no podemos trabajar, no tenemos tierra, es
una realidad.
Que vayan a Derechos Reales o al inra si estoy mintiendo. Y cuando
voy al oriente, dicen los compañeros: “tengo sesentita hectáreas”. Para
ellos eso es chiquito, pero para mí eso es un monstruo de tierra. Entonces,
veo que hasta ahora al menos hemos perdido el rol para lo que ha sido
creada la confederación. La confederación no es simplemente para favore-
cerse o atacar las políticas del gobierno. El gobierno pasa pero la organiza-
ción queda, generación tras generación. Hoy día está Evo Morales, pero
mañana no sé quién estará porque Evo no es inmortal. Hugo Chávez mu-
rió. La organización nunca va a morir porque es una institución que aglu-
tina a sus afiliados desde el sindicato, nosotros aportamos un boliviano
mensualmente para que nuestra organización sobreviva, no tenemos nin-
gún apoyo, ni del gobierno, ni de ong.
Por ejemplo, aportamos un boliviano al sindicato agrario y este bolivia-
no se divide a cincuenta por ciento: 50 centavos para que se movilice el
sindicato de la comunidad y las autoridades locales y hagan gestión. Del
otro cincuenta por ciento, 20 centavos se van a la subcentral, 20 centavos a
la central y 10 centavos a la federación departamental, y la federación uti-
liza esos 10 centavos para fotocopias, páginas membretadas, sello. Así nos
manejamos desde hace años, he conocido así a la federación, por eso es que
mucho me ha inquietado estar en la dirigencia.
Créame, soy el último de siete hermanos, a ninguno de mis hermanos le
gusta la dirigencia, soy el único. Es que me gustaba escuchar la radio,
137
“No somos del mas, el mas es nuestro”
escuchar a los gobiernos, a los políticos, es por eso que salgo y hago este
análisis. Entonces, digo que hoy en día estamos perdiendo el rol,
durmiéndonos o hemos confiado mucho en nuestro diputado porque ha
ido de sombrero a la Asamblea Plurinacional.
Escuchaba, ahora, cuando se habló de los escaños y que se están quitan-
do. Decía: “¿y mi diputado, que viene de mi provincia, de mi municipio, de
mi comunidad?” No se lo ha visto y ya va terminar su gestión. No se le ha
visto plantear propuestas de ley, representar. ¡Nada! Entonces digo: “¿qué
ha pasado con mi representante, de qué me sirve tener un representante en
la Asamblea Plurinacional?”, “¿sólo para que levanten la mano o esté ahí de
sombrero y digan ahí tienen este tanto de campesinos?”
En la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija pasa lo mismo. Ahí
tenemos compañeras que son exdirigentes, la mayoría son de sombrerito y
de pollera. Pero sigue lo mismo, en vez de ellos influir el sentimiento y la
vivencia del campo hacia los que han andado siempre en la política, ellas
están haciéndose absorber con ellos, sólo porque hablan más fuerte, hablan
del artículo tanto, tanto, tanto.
No soy simpatizante de Túpac Katari ni de Bartolina Sisa, sino de un
actor cómico como es Cantinflas. Recuerdo ahí –en una de sus películas–,
cuando una señora demandaba a una señorita que era madre soltera por-
que ella dejaba a su hija y se iba a los boliches, y cuando su abogada decía
el artículo tanto, que la niñez, que esto, Cantinflas, sin ser abogado, decía,
“¿quién es más madre, la señora honorable o la madre que da a luz?” En-
tonces, la señora no sabía tener hijos.
Imagínese, una cosa es la realidad, la vivencia, y otra cosa es el artículo
tanto. Muchos son capos, se saben los artículos de memoria. Esa es una
cosa que nos falta a nosotros, tal vez nos hemos emborrachado con que ha
venido el poder y hemos agarrado todo en las manos. Pero en el momento
de actuar y de poner en práctica lo que tanto anhelábamos en marchas,
bloqueos, reuniones y ampliados, se nos ha olvidado.
O será porque por primeva vez han agarrado un buen sueldo, porque los
que ahora están de asambleístas antes eran dirigentes y no tenían sueldo.
Como le digo, por ejemplo, sobre nuestro aporte, a mí me daban 70 bs.
para que vaya de mi provincia a una reunión, eso me alcanzaba solamente
para comida, nada más. A mi casa no llevaba nada, claro, lo que me favore-
ció es que era soltero, pero mi mamá me decía: “ahí andas de vago, hijo”,
pero simplemente era por hacer un bien a la sociedad. Digo: “¿se habrán
olvidado eso? ¿Qué ha pasado?” Hasta ahora no encuentro la respuesta.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
qué no hacen, por qué no gastan?”, y le encuentran más peros. Es una reali-
dad que está pasando no solamente en los departamentos sino también en
los municipios. Las demandas son muchas, las necesidades son muchas, pero
la ejecución y el avance que se puede hacer son pocos.
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Conversaciones
Eso veo que está faltando, que podamos mirar la realidad, no pensar en
uno mismo sino en los demás. Pensar en que he salido de esa comunidad. Ahí
en el taller decía un compañero que un diputado no hace proyectos, hace
leyes. Pero cuántas veces sesionan en la Asamblea Plurinacional. Uno a veces
va con coca, con sombrero, ni conoce dónde es el ministerio, para eso está el
diputado, eso no le indica que está incumpliendo sus deberes. “Por favor
cómo está este presupuesto de riego, ahí decímelo”. Al diputado siempre le
hacen caso, a nosotros, ni aunque digan, ahora tienen sus oficinas bien, no es
así, veo la realidad. “De dónde viene, que espéreme, que un segundito”, no
ha cambiado.
En mayo de 2012, cuando dejé de ser dirigente, cuando venía a la ciudad a
hacer algunas cosas, ya no me daban ni la hora porque no era dirigente. Pero
al diputado le dan más accesibilidad, más entradas, como decimos. Escuché a
un diputado decir: “a mí no me pidan proyecto que no son mis atribuciones,
lo mío es hacer leyes”, y por poco le digo: “¿sólo levantar la mano? ¿Acaso no
puedes hablar con la ministra, hacer seguimiento, acaso por eso te van a de-
mandar?”. Eso falta, no ha cambiado.
Un instrumento que hay que saberlo tocar, como una guitarra o una zampoña.
Un instrumento para la organización social. Otros le llaman la bicicleta para
pasar al río, no estoy de acuerdo porque la bicicleta sólo sirve para pasar el río,
pasas el río dejas la bicicleta y te vas, no estoy de acuerdo con eso.
¿Por qué digo que no es un partido político?, porque los partidos que he
conocido se reunían entre familias y decidían su visión de cómo se imaginaban
y ya lo han logrado. El mnr, el adn, a los que he conocido porque tuve uso de
razón en 1992, porque soy nacido el 10 de enero de 1982, cuando estuve en
primero básico, estaba de presidente Jaime Paz Zamora y traía libros grandes
con su foto, eso conocí de los partidos políticos, nunca vi ampliados, congresos
donde se eligen, como ahora. Hago esa diferencia. Tampoco me interesa saber
cuál es la diferencia entre qué es político y politiquería, a mí no me interesa
descifrar bien ese término. Por ejemplo, a mí me escucha mucha gente y me
dicen: “vos eres político”, y yo digo: “qué he dicho”, no entiendo mucho.
Tal vez sea partido político, pero es muy distinto a lo que hacían antes. Hay
congresos, determinaciones, planteamientos. Ahí me pongo a pensar y digo, se
crea un partido político o el instrumento a la cabeza de las organizaciones, eso
no está en discusión, decían no ha sido sólo la Confederación Única, han sido
las “Bartolinas”, no las “Bartolinas” sino los Interculturales; eso no importa,
pero se ha creado, el Instrumento es para que de alguna manera nos ayude a
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han dicho no, que es necesario que haya un cambio y por un compañero que no
hizo bien su gestión se nos reprobó nuestro informe, tampoco he insistido.
Hay ese mecanismo de control, pero no como quisieran las bases, por eso
muchos lo compran al dirigente. Le llevan a veces a almorzar a comer y listo,
con eso se callan. Por eso no he sido muy querido por las autoridades en Tarija,
porque me invitaban a almorzar pero les decía en público: “¿es incondicional
no ve, o condicional?” Y se reían en el restaurante. En eso se está convirtiendo
el control social de nuestras autoridades. Hay pocos dirigentes que realmente
presionan o hacen ese control para que la autoridad haga o ejecute la obra.
Otras veces, las autoridades les asustan con procesos o algo y se queda ahí, y no
hay ese seguimiento.
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Sí, es más fácil porque es nuestro mundo, más pequeño, se puede coordinar
más de cerca. Al menos durante mi gestión no hemos tenido problema y he-
mos podido coordinar, hablar, debatir, analizar, se tenía ese nexo entre las au-
toridades y la dirigencia. Por eso digo, no habrá sido buena mi relación como
dirigente con la autoridad, pero para las bases sí era. Hubo esa coordinación
con municipios, con el departamento, no como quisiéramos, pero sí.
En Tarija hubo un fenómeno muy preocupante porque todo lo manejaba
el gobernador Mario Cossío, y cuando se hizo cambio de gobernador y se
puso al hermano Lino Condori, todo el mundo quería ser autoridad o acce-
der a un cargo dentro de la gobernación. Hubo ese fenómeno que perjudicó
bastante el desarrollo en Tarija. Pero hasta que estuve se pudo controlar eso,
logramos ponernos de acuerdo; pero con el transcurso del tiempo esto fue
cambiando y nuevamente llegamos a una época en que siempre estamos pe-
leando entre nosotros.
Antes la lucha era una sola, que la gobernación de Mario Cossío no estaba
haciendo las cosas bien, ahora ya es entre nosotros, que la Única tiene más
espacio en la Gobernación, otros dicen que las “Bartolinas” tienen, los Inter-
culturales, los de Cercado tienen, los otros no tienen, y así. Pero de a poco se
está tratando de superar eso de alguna manera, porque nos estamos dando
cuenta de que si seguimos peleando no vamos a llegar a nada.
La diferencia en lo que comento a nivel nacional y departamental casi es la
misma. Hay jerarcas a nivel departamental, nacional y municipal, lamentable-
mente es así.
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ver a quién podíamos llevar como nuestro candidato ya con metas políticas,
con ese motivo salieron los delegados para la fundación del Instrumento Polí-
tico, desde ahí nosotros teníamos que luchar, luchar y luchar.
Hemos llegado a la lucha del agua de Cochabamba, aquí también hemos
marchado, luego por nuestros documentos, porque no teníamos documentos
los campesinos, también hemos marchado para la modificación de la Ley inra,
como parte de la Federación Única he sido también partícipe. Ahí, cuando
marchamos por el Chapare, perdimos cuatro vidas. En esa parte murieron cho-
cando con movilidad y más allá por un rayo, así hemos luchado para esa ley.
Luego de eso seguimos movilizándonos contra la privatización de los hidro-
carburos y las minas. Entonces hicimos un análisis para continuar con las pro-
testas, marchas y bloqueos.
En 2001 y 2002 nos han masacrado aquí en Santa Cruz, porque los collas no
podíamos pisar la Plaza 24 de Septiembre, hasta que ha asumido el compañero
Evo Morales como presidente. El 2005-2006 nosotros éramos marginados
como animales, pero hoy en día hemos avanzado gracias a la lucha que hemos
hecho las organizaciones, se han sumado los gremiales, los transportistas, los
profesionales, las juventudes. Hoy somos libres, tenemos entrada en la plaza,
entrada al Palacio de Justicia. En el inra, antes sólo con abogado ingresábamos,
sin abogados no podíamos ingresar. Por eso creo que hemos avanzado mucho,
ahora tenemos nuestras compañeras diputadas y diputados, nuestros compañe-
ros asambleístas, hay senadores. Creo que es un avance grande.
Nuestras propuestas eran recuperar nuestros hidrocarburos, que hayan ca-
minos, educación, salud, eso no había. En el campo teníamos que caminar 35,
50 y hasta 60 kilómetros. Mi municipio es Porongo, hasta hoy no hay camino
porque la mayoría son de la derecha todavía, pero sé que los avances están vi-
niendo.
Todos los años estoy como dirigente, estaba como dirigente sindical, de las
mujeres “Bartolina Sisa”, como presidenta, como central, subcentral, provin-
cial, departamental y ahora nacional; sin leer ni escribir me he metido, pero
ahora ya sé leer y escribir gracias a la alfabetización que hubo, nos enseñaron y
hemos aprendido a leer y escribir. No ha sido en vano nuestra lucha.
Hablando de Santa Cruz –la lucha está infiltrada– a veces hay equivocaciones
con nuestros dirigentes. Hubo invitados, esos invitados eran de la derecha, ahí
nos hemos confundido nosotros como organizaciones al apoyarlos y llevarlos
como senadores, alcaldes y concejales; pero ahora eso lo estamos consensuando,
estamos trabajando como dirección departamental. Antes de que asumiera el
compañero Salustiano solamente estábamos en 13 municipios seccionales, hoy
en día tenemos 30 municipios seccionales donde no ha llegado el partido del
mas, ahora estamos bajando a todas partes.
150
Conversaciones
Cuando asumí un cargo, no sentía qué era lo que estaba asumiendo, los
primeros días andaba por andar, pero abrí mis ojos cuando hice la compra
de una parcela y no había organización. En ese tiempo habíamos sembrado
maíz para vender y un quintal costaba sólo de 5 a 6 bs., como para comprar
un litro de aceite solamente. Entonces, como mi padre era sindicalista, me
decía: “aquí la fuerza es con organización”. Escuchando a mi padre me pre-
guntaba qué puedo hacer con esta gente y él me dijo: “organiza hija”.
Entonces llamé a todos los vecinos para organizarnos, bajamos a la sub-
central San Pedro para que nos posesionen, ahí asumí primero como Secre-
taria de Relaciones, luego de dos años como Secretaria de Hacienda, luego
como Secretaria General; cuando ya estuve como Secretaria General co-
menzaron los problemas por unas parcelas que compramos con un grupo de
personas a causa de los títulos, desde ahí tuvimos que organizarnos.
Tampoco teníamos caminos, entonces comencé a organizar a toda la
zona, las 13 comunidades de ahí definimos una reunión, para entonces ya
no estaba como Secretaria General sino que ya había fundado la subcentral.
En la primera gestión como dirigente de la subcentral tomamos la alcal-
día casi una semana hasta que se comprometieron a que ingrese la oruga a
nuestra zona, así comenzó la lucha y desde ahí nosotros nos afiliamos a la
central, a la federación y también desde ahí apoyamos nosotros en la parte
política, porque la parte política ha nacido en las organizaciones.
Entonces, ¿qué hacemos nosotros cuando asumimos los cargos?,
llamamos, convocamos a la cabeza de las organizaciones a que asuman la
parte política de las tres organizaciones matrices: la Confederación Única,
las mujeres “Bartolina Sisa” y los Interculturales, y ellos hacen como
Instrumento Político a nivel nacional, representando a todas las
organizaciones sociales. Ahora seguimos trabajando así.
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Existe.
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Conversaciones
Quien tiene más fuerza son las organizaciones, porque el cuerpo son las orga-
nizaciones y los brazos el Instrumento Político. Ahora, la dirección departa-
mental es una, la que maneja las 15 provincias y los 56 municipios manejan el
Instrumento Político. Como organización sindical, las 15 provincias, no los
municipios, lo que son las organizaciones centrales. El partido del Instrumen-
to Político, los 56 municipios.
Nada que ver con las organizaciones cuando asumen el Instrumento Polí-
tico, sino que directamente el partido político tiene que tomar, así trabajamos,
pero en los municipios también las seccionales tienen que trabajar a la cabeza
de las organizaciones, pero en algunos lugares, como la Chiquitanía, no hay
organización sindical –ni las “Bartolinas”–, ahí son indígenas, entonces ahí se
trabaja a la cabeza de los compañeros indígenas.
No. El mas-ipsp no puede imponer los candidatos a la parte orgánica, las bases
son las que tienen que poner.
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Estos serían los candidatos orgánicos que vienen desde las organiza-
ciones, ¿no es cierto?
Sí, y ahí hay esa equivocación. Cuando nosotros traemos como subcentrales
a un candidato, ya estaba elegido; pero si no tengo, puedo llevar a un com-
pañero invitado para presentarse y el compañero se compromete y lo lleva-
mos, pero hasta que entre nos dice que puede cumplir y cuando entra ya no
hay eso, ya no se vincula, ahí es un fracaso para nosotros.
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Alguien decía “hay malestar porque a veces hay cierta injerencia de al-
gunas autoridades en las organizaciones o no se designan bien a los can-
didatos”, ¿cuál es tu comentario respecto a eso?
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Celima Torrico
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mi papá, entonces, decían: “sí estaba”, pero nunca aparecía mi papá y mi mamá
seguía preguntando, y pasaban esos camioncitos por mi casa. En mi comuni-
dad hay una placita, las campanas de la iglesia doblaban diferente que cuando
era para la misa, cuando alguien muere las campanas tocan tristemente, en
quechua decimos: “dobla kushan campanas pichá huañupun”; hacían eso porque
llegaban muertos de Epizana, de la masacre. Comentaban, por ejemplo, tal
persona está herida, dice que lo han llevado, lo han baleado. Y mi mamá pre-
guntaba preocupada por mi papá.
Después mi papá llegó y se puso a llorar, contó que estaba con uno de sus
amigos y la balacera empezó, y ellos entraron debajo de un tráiler a ocultar-
se de la balacera. Uno de sus amigos que estaba a su lado había dicho, “pare-
ce que ya pasó”, sacó su cabeza para ver y la bala pasó por su cabeza y murió
a su lado, su amigo. Así contó y se puso a llorar al contarle a mi mamá. En-
tonces veíamos eso muy tristes y hablaban que había toque de queda y que
no podíamos caminar hasta más tarde en Cochabamba, en las ciudades. De-
cían que hay muertos, ¡pucha! habían comentarios en la radio. Aquella vez,
en mi comunidad no se escuchaba, no había ni televisión ni periódico, ape-
nas había radio Progreso que era de La Paz, parece que ahora ya no hay; y
después radio Fides, a través de sus radiecitos escuchaban. ¡Imagínate!, está-
bamos muy distanciados de la comunicación, pero atentos a lo que ocurría.
Ya pasó un tiempo, llegó la sequía también a la comunidad, eso ha debido
ser en 1980 a ‘81, ¡no había nada que comer en mi comunidad!, ¡no había
nada, nada!, ni maíz ni papa, realmente afectó bastante. Llegaron los llamados
planes de emergencia, por ejemplo, lentejas apolilladas, triguillo –chak’e que
lo llamamos– apolillado, sardinas hediondas, con fechas de vencimiento
pasadas. Eso teníamos que repartir, pero me acuerdo cómo llegó, abrías una
sardina y un olor que no podías aguantar. Abría una que otra para ver si se
podía repartir, charques, por ejemplo, salados, y eso había que repartir, ese
era el plan de emergencia para paliar la sequía que sufríamos aquella vez.
Necesitábamos que alguien nos guiara, que comunicara de comunidad en
comunidad, allá apareció una institución, el Instituto de Educación para el
Desarrollo Rural (ineder), y desde ahí decían: “tienen que organizarse para
recibir los alimentos del plan de emergencia, tienen que elegir a una persona
responsable”, yo era muy joven entonces y me eligieron en la comunidad.
Teníamos que saber cuánto iban a dar a cada comunidad, llevar y repartir de
acuerdo a los afiliados. Después, analizábamos la situación coyuntural
aquella vez, era grave. Por ejemplo, hablábamos de los mineros, recibíamos
una capacitación política, al final de cuentas ¿dónde nos encontrábamos
nosotros campesinos?, ¿cuál era nuestra posición? Esas capacitaciones, esa
formación ideológica agarramos bastante, pero, ya después, nuestras
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¿Y si no cumplen la decisión?
Si no cumples, entonces tienes trabajo comunal que tienes que hacer, trabajo para
la escuela o, en cambio, tienes que pagar tu multita de un día de jornal, depen-
diendo; por ejemplo, los que no van trabajarán dos días para la escuela o dos
jornales pagarán. Eso tiene que cumplir de calladito, esas son las normas, la dis-
ciplina de la organización sindical.
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Conversaciones
Depende.
¿De qué?
Sí, hay indisciplina en que, por ejemplo, cuando convocan nuestras organizacio-
nes no van a las reuniones, esa es la indisciplina, no son puntuales. Cuando son
disciplinados, cuando hay ese compromiso orgánico con la organización del Ins-
trumento Político, cuando convocan, estás como soldado. Parece que algunos no
lo toman muy así o dicen: “tengo mucho trabajo, no estoy”, o dicen: “¿ah sí?,
¿había?”, se hacen los que no saben; existe esa indisciplina, pero dentro del Ins-
trumento Político dependemos de nuestra organización sindical y la determina-
ción de nuestras organizaciones sindicales, como su brazo izquierdo, en el Instru-
mento Político, ahí está la decisión tomada.
Dentro del Instrumento Político ya hay una Comisión Ética, entonces, es esta
comisión la que determina qué sanción le van a dar a un indisciplinado, ya hay un
lugar donde van a discutir la parte política, quiénes son electos, nuestros antiguos
dirigentes y también de la Comisión Ética.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Es igual.
¿Es muy difícil ser dirigente u ocupar un cargo dentro del Instrumento
o de las organizaciones políticas?
Tienes mucha responsabilidad, por algo te han elegido, por algo nos han
elegido. Por ejemplo, he sido Secretaria General del Comité Local, antes, en
1983, de la organización de mujeres de la Subcentral de Yuraj Molina; después,
en 1996, he sido Secretaria de Relaciones Internacionales de las “Bartolinas”
Cochabamba; de 2001 a 2009 he sido Secretaria de Organización de la
Federación Nacional de Mujeres “Bartolina Sisa” y he sido también
vicepresidenta de la dirección departamental del Instrumento Político.
También Presidenta de la Asociación Departamental de Concejalas de
Cochabamba (adeco); he sido Secretaria de Organización de la Federación de
Trabajadoras en Radio y Televisión (festratev), porque me he formado
empíricamente en comunicación social radialista; he sido consejera
departamental, ministra y ahora estoy aquí como Secretaria Departamental de
Desarrollo Humano Integral en la Gobernación, ¡conozco! Pero el trabajo
hay que diferenciar bastante, otra cosa es ser dirigente. Por eso al principio
decía: otra cosa es ser dirigente, de afuera miras, controlas qué hacen, a veces
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también criticas cómo ves, cómo están haciendo, cuando no están ejecutando,
qué están haciendo –dices–, ves de afuera, no de adentro de la gestión.
Después, otra cosa es ser fiscalizador, oposición fiscalizadora es muy diferen-
te, con nada te conformas. Pero como fiscalizador dentro, en este caso, a quiénes
fiscalizas, o sea, un buen fiscalizador no tiene tiempo.
Otra cosa es estar en el ejecutivo, cuando ejecutas; estoy, por ejemplo, en la
parte ejecutiva, ejecutante, tenemos que ejecutar. Por eso digo, otra cosa es ser
dirigente, ser fiscalizador, ser ejecutor como máximas autoridades ejecutivas
en gestión pública; pero tampoco es para preocuparse, depende de nuestras
organizaciones. ¿Qué esperan de sus autoridades?, una información, que ha-
gan buen trabajo, que sean eficientes, eso es buen trabajo. Siendo fiscalizado-
res, siendo ejecutivos, lo que queremos son buenos técnicos, que nos acompa-
ñen; si no tienes un buen apoyo de los técnicos, ahí es donde sufres, no sabes.
El trabajo dentro del ejecutivo no es solito, tienes un equipo, pero si el equipo
no conoce dónde estás orientado, te guía mal. Por eso digo siempre: “otra cosa
había sido con guitarra”.
Diferenciando los cargos que ya he dicho: dirigente, fiscalizador, ejecutor, te
encuentras con diferentes cosas en gestión pública, por ejemplo, ahorita estoy
en el área social, no ejecuto obras con cemento, ni con calamina, ni con tejas, mi
trabajo es más atender a los que comen diariamente, a los viejitos, a los niños, a
veces no valoran eso, y también se da, pero igual, si nos toca estamos ahí, pero
con un principio, con valores y principios. Me he formado, he aprendido, ama
llulla, ama qella, ama sua, esos son mis principios, mis valores, jamás puedo trai-
cionar. Un día me voy a ir de esta gestión pública, tengo que agradecer a mis
compañeros, por ellos estamos aquí. Por eso hermanos, conmigo robar no pasa.
Puedo equivocarme por falta de conocimiento, pero no para robar.
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O sea, ¿un invitado puede asumir cargos ejecutivos y ser, por ejemplo, presi-
dente de la departamental?
Puede si las bases lo han elegido, si lo han propuesto; casos como ese es el de varios
alcaldes, diputados; a veces, ser consecuentes es lo que falta.
En las comunidades, por ejemplo, hay reuniones mensuales, tanto de las comu-
nidades cantonales como de las regionales, departamentales y en los municipios;
ellos tienen diferentes cantones o distritos y éstos, a su vez, tienen sus comuni-
dades. Generalmente, en las elecciones, con el Instrumento Político se ha ido
consensuando desde los precandidatos en preelecciones hasta llegar a un con-
senso con un candidato. Eso es lo que ellos eligen.
En el caso de los candidatos invitados que han existido, ¿tienen que ser
consensuados desde abajo como precandidatos?
¿El mismo tipo de control y gestión se hace a los candidatos electos orgá-
nicos como a los invitados?
Hay varios candidatos y llegar a uno a veces cuesta, hay uno siempre que no
está conforme o no todos quieren perder, algunos no están en las listas,
entonces, aparecen en otras listas. Eso hemos tenido.
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Conversaciones
No, veo que se da más bien una imposición de a quienes han elegido por
mayoría, eso más bien y eso se ha respetado. Lo que se ve es la equidad, el
Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos no solamente es de
los campesinos, es de todos; en eso hay que equilibrar, tanto hombres y
mujeres, hay que incluir a los de la ciudad, a los profesionales y a los no
profesionales. Ahí es donde, quizás, puedan decir: “pero si él nunca ha he-
cho la vida sindical”. Pero automáticamente es del Instrumento, si nos está
aceptando como candidato, si es electo como alcalde, como concejal, como
lo que sea, lo que nosotros pediríamos es que sean consecuentes. No uno, si
no ha hecho la vida sindical y es electo, va a decir solamente me he servido,
¡no pues! Eso es lo que hay que ver, no hay diferencia, pero hay que ver y
tenemos que ser consecuentes. Si estoy por alguien como autoridad, parti-
cularmente, sinceramente no tendría cara para decir: “he sido electa por el
mas, ahora gracias, me voy a otro lado”, o aquí dicen: “soy librepensante”.
No comparto, conmigo jamás ocurriría eso.
¿Cómo ves la relación de trabajo que existe, por ejemplo, con las
autoridades como asambleístas, gobernador o concejales? ¿Ha habido
alejamiento de muchas autoridades o es mínima la cantidad de
autoridades electas que se ha separado de sus organizaciones?
Hay algunos que han querido. Cuando era ministra, Alejandro Almaraz era
viceministro, cuando no estaba su ministra él asistía al gabinete agarrado su
puño derecho, “Presidente”. ¿Y ahora?, en contra de él. ¿Acaso los cargos
son eternos? Nunca son los cargos eternos, siempre hay cambios, parece
que algunos quieren ser eternas autoridades; no conformes con eso, en con-
tra, hablando mal, no comparto.
También ha ocurrido con algunos concejales, en vez de apoyar a la ma-
yoría que han ganado, se han abrazado con uno de la oposición o se han
alejado.
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¿Cuál sería el mayor logro que se puede resaltar del mas-ipsp desde
el 2005 al 2013?
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También uno de los logros del Instrumento Político es que antes había
30% de mujeres que debía participar, ¿por qué era 30% de mujeres?, estaban
al final de las listas para solamente llenar y nunca ejercían. Ahora es, en esta
gestión del hermano Presidente, 50% mujeres y varones; si el primer titular es
varón, el segundo tiene que ser mujer. Pero estamos luchando para que siem-
pre el primer titular sea mujer.
Esa es la capacidad de decisión orgánica, tiene que decidir con equilibrio. Die-
ciséis provincias tenemos que presentar ocho mujeres, ocho varones, ¿no ve?
Tendremos que entrar a sorteo, a ponernos de acuerdo, pero tiene que haber, no
sé de qué provincias vendremos mujeres, eso es lo que el partido tiene que pre-
sentar, la lista equilibrada. No sé qué provincia será, pero es su responsabilidad
que tiene que elegir.
Ahí va a ser un problema, por ejemplo, un hombre de mucha capacidad que
no ha sido electo y le ha ganado una mujer, ese hombre es capaz de irse a otro
partido si todavía puede ganar, porque no sabemos cuál será su forma de elec-
ción de las otras agrupaciones y partidos. Y esas cosas van a haber, a veces van
por ambición, todos quieren ser elegidos, eso siempre ha habido en las eleccio-
nes, pero tienen que saber entender.
Nosotros decimos que cada partido tiene que presentar las listas miti a miti,
así también de las circunscripciones, entonces, ya el partido internamente tiene
que presentar sus listas después de una elección democrática. Al menos noso-
tros, como Instrumento Político, de manera democrática tendremos “n” reu-
niones, cuántos acuerdos o no sé qué cosas; además, ya se ve de un municipio a
otro siempre han sido ya sus diputados, sus asambleístas, ya saben a quién le toca
la próxima gestión, como es rotativo. Si le toca mujer, tiene que aceptar, no hay
otra. ¿Acaso no hay mujeres?, hay mujeres que son capaces, eso está faltando
reconocer. No estamos en contra de los varones, por si acaso. Lo que queremos
es que nos den ese campito a las mujeres también, aunque lloren los hombres.
Por eso decimos que ha sido un salto grande la participación de la mujer, de
las mujeres indígenas, campesinas, en el proceso de cambio, ¿quién iba a pensar
llegar a ocupar esos cargos? Personalmente, nunca, hasta llegar al Palacio, habré
ido dos veces con motivo del terremoto de Aiquile, nunca más. He estado tres
años, por ejemplo, no he logrado terminar todas las oficinas de los ministerios,
sino trabajar, trabajar y trabajar.
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Aida Villarroel
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Para escoger representantes para las organizaciones tiene que ir desde las
bases, tienen que surgir de su sindicato, de su sindicato tiene que ir a sus
subcentrales y de su subcentral tiene que llegar a su regional, recién de ahí
tiene que llegar a la provincial, así sucesivamente.
Para las elecciones nacionales para concejal o alcalde, igual tiene que
salir de las bases. Si es a nivel nacional tienen que consensuar con otras
provincias, según pertenece a su circunscripción.
Más que todo hay problemas sobre límites; hay problemas sobre heren-
cias, a las compañeras no quieren dar lo que les corresponde. También se
ven problemas en los municipios porque las compañeras suplentes no
quieren asumir.
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municipios; ellos tienen que ir porque de verdad las personas que han servido
a la organización, a su provincia, ellos merecen ese cargo. Pero invitados ya
no, por tanto si de la organización van a salir, entonces la organización misma
va a controlar. La persona va a depender y va a responder a la organización.
Si una persona no sabe de la organización, ni siquiera está en la organiza-
ción, entonces se va a ir y no va a responder, va a ir con su interés personal.
No estamos de acuerdo nosotros como organización de mujeres. Tiene
que ir una persona de confianza para que trabaje por el pueblo boliviano.
Diría, como dirigente departamental, que en estas elecciones vayan personas
indicadas, no invitadas, así para controlarlas.
Ahorita están las autoridades nacionales, hay algunos que son invitados y
no se acuerdan nada de la organización, no vienen a informar. A veces le
llamamos, decimos que tiene que venir a informar qué está haciendo en el
Parlamento o en la departamental y no hace caso. Como no saben qué es la
organización, entonces no se van a acordar y eso no tiene que pasar ahora.
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Irene Achacollo
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¿Cuáles son las normas más importantes que tienen como organización?
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todos, a esta hermana ayudamos, al otro día a la otra hermana, es así los más
importantes que podemos resaltar.
Todavía estamos practicando y rescatando lo que se hacía antes. A nivel
nacional y departamental estamos haciendo el ayni en la cosecha. Siempre
tratamos y recomendamos que esto debiera practicarse.
A nivel nacional, como organización tal vez ya no estamos haciendo la
minka, pero hacemos un turno, por decir esta semana no va a estar una
compañera, entonces tiene que venir otra compañera; así sucesivamente
nos reemplazamos.
A veces uno tiene su familia, entonces vamos a la casa y tenemos que
estar con la familia, y se debe avisar a la ejecutiva y a las compañeras de que
no se va a asistir.
Así nos tratamos de colaborar y también como dirigente departamental
o nacional, en la comunidad se da un poquito más de ayuda, las hermanas
ayudan a hacer la cosecha, el ayni, la minka, hasta en la reunión para la es-
cuela de los niños va la hermana, “por cuenta de tal hermana”, dice.
En la casa no. En una reunión en la escuela, por ejemplo, para agosto pue-
den decir que hay un desfile, por decir, no puedo llegar, pido a una herma-
na que es de la organización que vaya por mi cuenta, le digo que me lo pida
permiso. En algunos casos no es todas las veces. Por ejemplo, para el 21 de
septiembre una hermana no puede llegar y yo estoy ahí, y me dice: “no he
podido llegar, para agosto te he ayudado entonces vos andá”.
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Más bien con suerte diría que no hay conflicto al menos en esta gestión.
Siempre veía que había conflictos, pero eso no está pasando en esta ges-
tión. Alguna vez sí hubo conflicto, pero no con mi persona, sino con las
compañeras, algún dicho, alguna equivocación, pero hasta ahorita que es-
tamos un año no ha habido. Nos estamos llevando bien.
Siempre les digo a las hermanas: “díganme o digamos, si nos estamos
equivocando, si estamos con la ideología de la organización”. Recordando
siempre la memoria de Bartolina Sisa porque de ella ha sido el principio de
la ideología de lucha. Con ese dicho mis hermanas han entendido y todas
somos de esa idea.
Los servicios básicos por ejemplo, a nivel nacional no hay en todas las co-
munidades, no hay agua potable ni comunicación. Entonces con eso se
piensa llegar a todas las comunidades, tal vez no este año, tal vez al siguien-
te. Va a llevar un poquito más de tiempo para llegar a todas las comunida-
des porque hay comunidades bien alejadas, dispersas en el campo, es difícil
llegar con agua potable, con electrificación. Esa es la necesidad de todos,
son los derechos de todos los seres humanos.
Después está la instalación de gas domiciliario, pero eso en el campo
todavía no hay. Seguramente va a ser más allá y eso está también en nues-
tros objetivos.
En derechos de mujeres estamos viendo pero no con una visión sólo
para mujeres, sino para varones también, porque la familia, el hogar está
entre hombres y mujeres.
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Hay una dirección nacional del mas-ipsp, también de las confederaciones na-
cionales; de cada organización hay un representante en la dirección nacional
(el presidente Morales, la vicepresidenta Concepción Ortiz), así sucesivamen-
te. Las organizaciones pequeñas (Fedemipe, Plane) no tienen representante
en la dirección nacional, entonces donde componen deben ser organizaciones
sociales y el brazo político. Esa es la relación de coordinación.
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¿Y los invitados?
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Puede haber tendencias, pueden ser hasta enemistades personales que a ve-
ces conjugan “que esta persona es así, que no tiene trayectoria”. A veces son
temas personales que tienen y los sacan a la luz y hacen ver de otra forma.
Ahora, se equivocan al elegir en la circunscripción o en el departamento
pero ahí nosotros ya no intervenimos como nacional, sí damos lineamiento
de cómo deben ser las personas, tienen que tener trayectoria o antigüedad
en la organización.
¿Cuáles son los mecanismos que usan para controlar a los dirigentes
orgánicos y a los invitados?
Cada organización controla. Por ejemplo, si manda una persona nueva tal vez
no está con esa ideología, son responsables ellos. Si tiene problemas, nosotros
los controlamos a ellos, los que eligieron, porque nosotros no elegimos, ellos
eligen como base porque la función, la tarea que van a hacer es para el pueblo,
especialmente para ellos; si se equivocan, ellos son responsables.
Podemos equivocarnos algunas veces, pero no traicionar. Nosotros damos
lineamientos, otra cosa no podemos hacer.
Nos llaman, pero ya es deber de uno también. Ya es deber de las bases llamar-
le “a ver compañera o compañero, tenemos reunión esta fecha”. Entonces
debemos ir.
Pero si no vas, no cumples, necesitas un jalón de orejas. Si tienes una acti-
vidad que choque con esa reunión, haces conocer y eso se considera.
Nosotros bajamos a informar qué tareas estamos haciendo, qué actividades
hay. Por ejemplo, hacemos nuestros talleres nacionales y ahí nos reunimos e
informamos qué trabajo estamos haciendo, ellas también qué trabajo están
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haciendo. Ellas llevan esa información a las bases de las provincias, y de las
provincias a las comunidades. Ese tipo de trabajo hacemos en información. Si
estuviéramos solitas sin comunicar nada, no serviría.
Habría que analizar. Diría que es de otra forma porque la democracia participa-
tiva es la que estamos viviendo ahorita, tal vez no estamos de acuerdo, no está
perfecto todo.
Decía que hay equivocaciones pero que debemos hacer notar. Si nosotros
estamos hablando lejos de él somos cómplices. Debemos decir a nuestro Presi-
dente o a la dirección nacional que en esto se están equivocando. Decirle: “en
esto te equivocas” o “esta persona te está haciendo equivocar”. Veo a la demo-
cracia participativa como que si hay errores debemos hacerlo notar.
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Patricia Mancilla
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estaba de acuerdo, tenía una hija pequeña –de un año–, ahí también me apoyó mi
marido, que si no iba a activar iba a hacer quedar mal a las mujeres, más que todo
a mi provincia, entonces, como loayzeña, desde ese día he activado la parte
política y hemos formado en cada provincia, en las secciones, en las comunidades,
las direcciones del Instrumento Político; primero la dirección seccional, la
dirección cantonal y las comunidades.
Así se ha venido trabajando el Instrumento Político. No ha sido fácil porque
como mujer también no hay caso de salir de nuestra casa, con hijo a veces sufría
porque mi bulto cargaba y encima mi wawa y así iba caminando a las comunida-
des, porque a algunas comunidades no llega la movilidad, a la semana una vez sale
o al mes una vez. Así hemos tenido que caminar muchas horas, a pie.
Pero como mujer ha sido un poco difícil porque a veces el machismo no deja,
porque los hombres, “hay, esa mujer qué sabe, qué profesión tiene”, saben decir.
Había profesionales de otras provincias en el Instrumento Político, entonces
ellos marginaban y discriminaban, ha sido difícil también enfrentar esas cosas.
Por otro lado, a los partidos políticos de la derecha, que son el mnr, mir, adn,
hemos tenido que revolcar. Eso también ha sido un enfrentamiento muy feo
contra mí porque ellos, como el líder del Instrumento Político era un indígena,
decían: “qué van a llegar al Gobierno, esos qué saben, no tienen ninguna profe-
sión”. Incluso, en una fiesta en una comunidad, con los del mnr me he hecho
pegar, han pegado a toda la familia porque era dirigente del Instrumento Políti-
co.
Pero esas cosas se han vencido y hemos logrado formar el Instrumento Polí-
tico en las provincias. Por otro lado, la gente de las provincias tiene un corazón,
una conciencia. Las primeras direcciones se han formado con una conciencia
limpia, la gente ha puesto toda su voluntad, todo su trabajo para apoyar al herma-
no Presidente al gobierno, para que llegue Evo Morales. Nuestro objetivo, de
nosotros los aymaras, campesinos de las provincias, era que nosotros lleguemos
al poder y que podamos vivir bien. Ese ha sido el trabajo que se ha hecho.
Sí.
Aquí, en el departamento de La Paz, en ese tiempo más que todo como campesi-
nos, campesinos productores más o menos se manejaba. Después, con la llegada
de Felipe Quispe a la csutcb, ya se ha manejado indígenas, incluso, la vestimenta
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misma se ha cambiado. Por ejemplo, cuando era ejecutiva me vestía así como
estoy –de pollera–, porque si desde niña he vestido esta vestimenta no iba a trans-
formarme como ahora hacen.
A lo menos de mi provincia, que soy del sector valle, también en el sector alti-
plano, en algunas provincias como Aroma utilizaban su indumentaria; en las par-
tes del valle Larecaja, Loayza, Inquisivi, no utilizaban su indumentaria, pero ahora
se uniforman. Por eso ahora se ha manejado como mujeres indígenas originarias.
El nombre mismo antes se decía Federación Departamental de Mujeres Campe-
sinas “Bartolina Sisa”, ahora recientemente se ha cambiado a indígenas originarias
campesinas. Así era más o menos.
¿Cómo se redistribuía?
Por turno. En la lista, como en la comunidad estamos afiliados por lista se hacía.
De la lista se veía a qué nombre de los afiliados tocaba. Entonces a cada uno con
su terreno ya le llegaba su turno. Era por turno y por terreno, según la lista de la
comunidad.
Sí, hay. Por ejemplo, en una familia sembramos nuestra chacra, entonces nos
rogamos para que nos ayuden, es un ayni, al día siguiente también para ellos hay
que ir a sembrar. Si sembramos papa –para sembrar se necesitan varias personas:
el que va con la yunta, el que va con guano, el que pone la semilla, el que pone
abono, más o menos unas seis personas– nos rogamos a las otras personas y vie-
nen, y nosotros al día siguiente también para ellos lo hacemos.
196
Conversaciones
¿Y otras costumbres?
Eso, el ayni. Nos ayudamos mutuamente, hoy día para mí, mañana para ustedes.
Hasta ahora sigue vigente eso.
En las comunidades, cuando estaban los anteriores gobiernos no nos llegaba ayu-
da en la parte de la producción, educación, no nos ha llegado ayuda para nuestro
producto. Por ejemplo, a Santa Cruz se escuchaba decir que ahí había créditos,
que se les daba para los empresarios o productores grandes, pero el pequeño
productor con pequeñas parcelas no recibía ninguna ayuda.
Antes, cuando llegaba el dinero del Estado a las capitales de las provincias no
sabíamos si llegaba o no llegaba. No nos ha llegado esa ayuda y nuestros derechos
como seres humanos estaban vulnerados. Por eso es que se ha debatido que no-
sotros, como aymaras, tenemos que tener un instrumento político, para llegar al
gobierno, de eso se ha hablado también en ese Congreso de Tierra y Territorio.
Eso más o menos hemos debatido en las comunidades y muchas de nuestras co-
munidades han estado de acuerdo porque en las comunidades había pobreza, no
teníamos un ingreso económico, para tener un ingreso tenemos que pelear y
como familia o como comunidad queremos el ingreso económico para vivir bien.
¿Cómo hacen para que Evo Morales y no Felipe Quispe vaya con las “Barto-
linas”? ¿Quién estaba como ejecutiva en ese tiempo?
Cuando era ejecutiva provincial era una compañera de Ingavi, Justina se lla-
maba, no me acuerdo su apellido, pero era ya mayor, creo que tenía unos 70
años porque antes de eso hubo una pelea de divisionismo, entonces, ella, como
persona mayor, ha unido y entre las compañeras no ha habido mucha pelea
por una ejecutiva mayor. En esos tiempos, como organización La Paz, todavía
no se estaba hablando del Instrumento Político, pero sí en otros departamen-
tos como Cochabamba.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
Después, luego de Justina vino Severina Pérez, ha debido ser ‘97, ‘98 o
‘99, por ahí. Con ella más o menos ya hemos empezado a hablar del Instru-
mento. Para cuando ella acabó la gestión no ha sido muy planificada la for-
mación del instrumento pero más o menos ya se hablaba, en La Paz ya se
estaba hablando.
Entonces sale Severina y llega Felipa Huanca, ejecutiva de las “Bartoli-
nas”, también llega Felipe Quispe, el Mallku, como ejecutivo de la csutcb,
ahí ya ha empezado el Movimiento Indígena Pachakuti (mip) y, por otro
lado, también del Instrumento Político se ha empezado a hablar. Ellos han
conformado el mip –la misma Felipa Huanca ha sido parte de su construc-
ción–, y nosotros por otro lado estábamos hablando, ya en el del departa-
mento de La Paz pero, como la ejecutiva departamental estaba con el Ma-
llku, no se ha podido mucho porque si nosotros participábamos en esos
congresos nos expulsaban, nos marginaban.
Había un congreso nacional de mujeres al que la exejecutiva Severina
Pérez tenía que ir como candidata, pero Felipa Huanca no ha querido, nos
ha dicho que era un partido político, pero ellos estaban haciendo también un
partido político. Hubo un enfrentamiento entre mujeres. Desde ahí se ha
empezado una pelea con Felipa Huanca y una pelea con Severina.
Creo que hay alguna diferencia porque el Instrumento Político está cons-
truido desde las organizaciones, es el brazo derecho del Instrumento Políti-
co las organizaciones y el mas es una sigla de un partido político que, incluso,
en ese año no han querido dar la sigla. Creo que el instrumento se ha venido
discutiendo, debatiendo desde las comunidades, desde las organizaciones,
viendo nuestras necesidades como aymaras o como indígenas, como origina-
rios o como campesinos. Esa para mí es la diferencia.
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Conversaciones
En este tiempo los dirigentes que están en el poder, eso veo. La estructura
política creo que es cumplir con la Ley Electoral, a través de una estructura
política se tiene que llevar a los candidatos; pero creo que están en el poder
las organizaciones sociales, desde la seccional hasta la nacional.
Del Gobierno hacen llamar, por ejemplo, para priorizar proyectos. A través
de cumbres de las reuniones los ministros llaman siempre a las organizacio-
nes. Desde ese punto ya salen las prioridades para el programa del gobierno.
Es lo más importante, que nuestras necesidades se tienen en cuenta.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
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Conversaciones
Antes, en una sección, por ejemplo para concejal, se coordinaba entre la parte polí-
tica y la parte social-sindical. Los mismos compañeros del Instrumento que vivían
en la comunidad se reunían y ahí se sacaba algún candidato y se le postulaba al
ampliado seccional. En el ampliado seccional se le nombraba para ser candidato en
coordinación con la organización social, claro, nosotros como Instrumento Políti-
co siempre estábamos postulando a un compañero que sea militante del Instru-
mento, puesto que en una comunidad también esas veces había partidos de la dere-
cha. Hoy en día creo que ya no hay mucho partido de la derecha en las provincias.
Ahora se escoge igual, pero hay un poco de pelea, la gente ya no trabaja con ese
sentimiento que nosotros antes teníamos, con esa conciencia. En las provincias
se formaba a los del Instrumento no para conseguir trabajo sino para que noso-
tros lleguemos al gobierno y tengamos la ayuda que queremos recibir. Que lle-
gue el dinero del Estado.
A través de las organizaciones también, a veces en las provincias los del Instrumen-
to no hacen un buen trabajo y sale de ese ampliado uno que no es militante.
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“No somos del mas, el mas es nuestro”
En este tiempo hay mucha pelea, por ejemplo, en la convocatoria está pero
algunos hacen sus juntuchas, sus camarillas y ya en el ampliado lo ganan nomás
y sale uno que no es militante. Ahí se ve que falta trabajo en los compañeros del
Instrumento y muchos hay en este último tiempo. Esos compañeros dicen: “soy
invitado, no soy del Instrumento”. Así más o menos salen ellos, hacen su grupo
y al rato del ampliado traen su gente y salen. Negocian.
Has logrado ser concejal del gobierno municipal de Cairoma, ¿cómo ha-
cías para transmitir tu trabajo a la organización a la que representabas?
Como concejala he estado poco tiempo, más o menos cinco o seis meses. Como
concejal todo era orgánico. Como concejal, la sociedad civil, la organización, la
central agraria nos convocaba a presentar nuestro informe en cada ampliado, el
ampliado se hacía cada dos meses. Hay ampliados extras también. Entonces, si
hay algún problema del gobierno municipal sobre las obras, la central agraria
sacaba una convocatoria para un ampliado y estábamos incluidos en el orden del
día. Eso era de acuerdo a las comisiones: Comisión Educación, Comisión Salud,
Comisión Género, así informábamos a nuestras bases.
¿Todos los concejales que hayan sido del mas? Si el alcalde era del mas,
¿también tenía que ir a la reunión y brindar su informe?
Sí, todos, aunque no sean del Instrumento. Todos tenemos que estar ahí en el
ampliado, sentaditos adelante.
Ahora sí. Nos convocan y mandan una invitación, una carta para ampliado y una
tiene que estar presente. Claro, no estamos llegando, no tenemos tiempo para
llegar a cada sección, pero sí llegamos al ampliado provincial.
Esa es una manera de control que las organizaciones aplican a los orgánicos.
En el caso de los invitados, ¿cómo se los controla? ¿Asisten a reuniones?
Sí, porque todos los que somos diputados, concejales, alcaldes, ahora estamos
convocados por la sociedad civil. Si no estamos ahí, ya nomás nos censuran. Hoy
en día la sociedad civil ya sabe las leyes, nos convocan y a cada ampliado tenemos
que ir y si no estamos ya estamos censurados. Como el hermano Presidente
dice: “escuchando al pueblo hay que gobernar”, escuchan eso ellos y dicen: “us-
tedes tienen que estar aquí”. Según los cargos informamos.
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Conversaciones
Creo que ellos van a sus ampliados pero no hablan de esa ideología del Instru-
mento Político, más que todo ellos hablan personalmente ¿no?, como si ellos
trajeran solos los proyectos, aparentan su persona; nosotros, como somos del
Instrumento, ya es nuestra ideología, nuestro compromiso, y transmitimos lo
que se está haciendo desde el gobierno, qué logros se han tenido, esas cosas.
Hablamos en conjunto del gobierno, de nuestros compañeros, como aymaras,
como quechuas.
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Conversaciones
obligaciones en el trabajo, con los hijos, con el marido, en todo, una mujer
tiene que organizarse bien en esas cosas para salir al trabajo, para surgir o para
formarse. Eso he visto. Si pura mujeres seríamos las diputadas, senadoras o
ministras, el país marcharía bien.
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Sabina Orellana
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Hay algunos lugares donde todavía existen tierras comunitarias para que
controlen de manera coordinada en las reuniones, pero hoy en día he
visto, por lo menos en mi municipio, que las tierras ya son parcelas. Des-
de que existen las parcelas la tierra ha sido del campesino.
En las reuniones controlan cómo tiene que ser respetada la tierra, a
quién tenemos que vender porque a veces, antes que nosotros existamos,
según lo que nos cuentan nuestros papás, venían, compraban y se adue-
ñaban, les quitaban. A partir de eso ha habido una experiencia de no
vender a las personas extrañas. Por eso hay usos y costumbres, la tierra
se puede vender dentro de la misma comunidad al mismo vecino o a otra
vecina, pero de la misma comunidad.
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Conversaciones
Todo es para la comunidad porque a veces, si hay una ganancia, se debe distri-
buir a los afiliados y esto genera problemas.
Por eso, generalmente, las ganancias son para la escuela, se compra alguna
cosa o hay que ahorrar como para comprar pizarras o insumos educativos; en
otras ocasiones sirve para realizar eventos en la comunidad y todo lo que se
hace como comunidad.
Así se hace la distribución en productos, puede ser la papa o el chuño. A
veces se distribuye en peso, pero cuando se vende alguna cosa no se distribuye
dinero, porque trae problemas.
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Sí, porque hay muchas necesidades que el Estado debe atender en las comunidades.
Por ejemplo, el tema de canales de riego, el tema educativo, salud, producción.
En el tema agropecuario o pecuario hay muchos problemas, pero antes no se
atendían. Ahora, poco a poco estas necesidades ya se van atendiendo como Esta-
do, como municipio o como gobernación.
Me acuerdo que cuando era dirigente no teníamos ese apoyo. Ahora en mi
comunidad tienen una buena escuela, con baños y duchas; tienen canales de rie-
go, tres que ha hecho realizar el Estado, y eso ya es un logro. Con eso está bus-
cando la calidad de vida de los seres humanos de las comunidades.
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Creo que hay mucha experiencia. Estos dirigentes que han hecho nacer este ins-
trumento ya no están en estos momentos, somos pocos los que estamos en la
carrera política, en la carrera sindical.
Hoy los líderes, la nueva generación, no están tratando de recuperar esa sabi-
duría, ese pensamiento de cómo nació, para qué nació el Instrumento. Eso creo
que hay que empezar a reflexionar.
Hay madurez dentro del Instrumento Político, pero esa madurez debemos de
aprovechar para fortalecer al Instrumento para muchísimos años, no para 10
años, no para 20 años, sino para muchísimos años y eso creo que algunos dirigen-
tes no están viendo. Estamos viendo que ser dirigente es para ser concejal, dipu-
tado, asambleísta; antes esa no era la consigna, tenías clara la idea.
Queremos el poder, si ahora lo tenemos, los dirigentes debemos analizar y
discutir cómo vamos a sostener ese poder.
Ahora tenemos el poder político en nuestras manos, el poder judicial, el poder
ejecutivo, pero el poder económico aún está centralizado y hay que descentralizar
ese poder para lo cual se necesita la propuesta de las organizaciones sociales,
cómo lo vamos a descentralizar. Creo que esas propuestas, esas líneas deberíamos
dar, nos estamos queriendo ir por otro camino. Hay que empezar a reflexionar y
a preparar a muchos líderes. Los líderes tienen que tener una conciencia para
trabajar y no vivir del cargo; ahora muchos líderes solamente quieren llegar a ser
dirigentes para tener un cargo en algún lugar, eso está fallando.
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y ellos deben dar la línea. Por eso no hay diferencia con las organizaciones y con
nuestro Instrumento, la organización será su mano derecha y el Instrumento será
la mano izquierda para ir conjuntamente y llevar la batuta de nuestro país.
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Conversaciones
matrices, ahí está la línea, cómo tienen que hacer. A veces dentro del
partido nos peleamos, dentro la organización siempre van a existir
diferencias, pero siempre hay unidad, eso nunca va a desaparecer.
La relación es que al dirigente le dan una tarea y de esa tarea debe volver
a su comunidad e informar cómo está avanzando, qué está haciendo, qué
debilidades, eso debería ser.
Creo que es más importante ser dirigente del Instrumento que de
nuestra organización. Entonces, diría que sea al revés: las organizacio-
nes matrices, sean departamentales, nacionales o regionales, deberían
estar sobre el Instrumento porque son las que van a dar líneas de acción,
los que van a trabajar las propuestas políticas para nuestro país.
No sé, ahora no lo puedo decir con claridad. Cuando era diputada tenía
determinadas fechas para coordinar con la bancada del mas, la dirección
departamental y nuestra federación. Siempre existía esa coordinación
para informarles cómo estamos, qué leyes estamos proponiendo, cómo
vamos a hacer, pero ahora no sé cómo se llevan.
Creo que sigue existiendo esa coordinación, no será tan de cerca pero
debe existir. Por ejemplo, la federación convoca a los asambleístas,
convocan a los diputados para los informes, pero debe haber reuniones
internas, existían mensualmente.
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Creo que para elegir dirigentes no es tanto problema, aunque ahora ser
dirigente del mas ya es un privilegio, dicen; ser dirigente es servir al pue-
blo, no servirse de él.
En la elección de los candidatos ya puede haber muchos problemas.
Ahí sí se presentan problemas porque están intereses políticos, hay ideologías
diferentes y algunos vienen solamente a hacerse ver dentro del Instrumento,
para ocupar algunos cargos, pero después de llegar no dan nada. Ahí sí hay
problemas para la elección de los candidatos.
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A los invitados no los puedes controlar, pero sí puedes a los que han sido
elegidos legítimamente por las organizaciones porque ellos tienen que
rendir cuentas a sus bases, de donde están viniendo. Esta sociedad, o estas
organizaciones, le han delegado para que lleve la voz de este sector y si no
vuelve con una respuesta o con un informe, pueden censurarlo, a veces
piden su renuncia. Hay cuestionamientos serios a veces.
Creo que hay avances, pero también hay algunos invitados que nos traen
problemas, hay otros invitados que tienen la razón. Si soy diputada estoy
llevando el mensaje del pueblo, no estoy yendo como Sabina nomás, a mí
me está delegando una región entera, una circunscripción. En esa vía creo
que tampoco puedes estar aguantando todo lo que digan así, tan tajantes,
por eso ahora nos dicen los “librepensantes”. Hay un momento que tam-
poco pueden ser tan tajantes las decisiones, hay que saberlas escuchar
también.
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Hay esa relación porque si no existiera sería grave. ¿Con quién vamos a
trabajar? El asambleísta departamental sí o sí tiene que ir a la provincia que
representa, porque ellos sugieren las normas, las leyes. Si no tuviera relación,
¿qué propuestas presentaría?
Siempre ha habido la relación, pero siempre hay uno que otro que no
tiene esa relación, solamente se escapa, no será del 100%.
Creo que la relación con el Presidente es más cercana con muchas organi-
zaciones, falta la relación con los ministros. A veces hay ministros que se
aparecen sin comunicarte, sin decirte que están viniendo, te enteras por los
medios.
Hoy en día, dentro de la Gobernación de Cochabamba con los habitan-
tes de sus provincias hay un relacionamiento, no es que está aislado. En el
nombramiento de las secretarías y las direcciones, las organizaciones pode-
mos sugerir pero no tomamos decisiones porque el Gobernador, el Presi-
dente o sus ministros, deben nombrar para que le acompañen técnicamente.
A veces, si las organizaciones sociales exigimos que sea esto, se atribuyen
que, “yo soy representante de tal” y no hacen caso.
Las organizaciones sociales sí tenemos el derecho de sugerir los tres o
cuatro nombres, el Presidente o el Gobernador pueden nombrar.
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nacen desde abajo, desde las bases, ahí hacen su preselección, luego vienen
a la central con sus candidatos respectivos, luego a la federación, cuántas
centrales dependen a esa federación y ahí se define, por ejemplo, para las
candidaturas municipales.
Para departamentales y nacionales se define de las seis federaciones, en
esa estructura sale uno, dos y los suplentes. Tampoco es rotativo y ahí apos-
tamos por gente mejor preparada, por decir, mejores hombres o mejores
mujeres que han hecho vida orgánica y son disciplinados, son íntegramen-
te dedicados al proceso de cambio, gente bien comprometida, esa gente va
a trabajar en estos espacios, coyunturalmente, en una parte estructural del
partido.
Es muy fácil, por ejemplo, vengo de una organización de las seis federacio-
nes. Allá en el sindicato, en la central y en la federación, se tiene una reu-
nión ordinaria cada mes, en esa reunión se discute, se pone al orden del día
el tema del Instrumento Político, no es divorciado. Ahí vamos puliendo,
mejorando, debatiendo, discutiendo, ajustando a los parlamentarios, a los
concejales, de repente, para que no se equivoquen en el camino, esto es lo
fuerte que tenemos y por eso no hay divorcio, no hay diferencias.
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No son diferencias, son estructuras, hay que entender que no son pugnas, tampo-
co diferencias. En el sindicalismo la estructura viene desde la base, un sindicato
tiene por decir cien afiliados, luego el sindicato conforma una central, luego la
central conforma la federación y así sucesivamente. En el tema del Instrumento
Político cada uno de estos sindicatos, centrales, federación y confederación, tie-
nen sus secretarios del Instrumento y ahí se discute.
En el tema estructural del Instrumento Político, en algunas provincias lo tie-
nen como instrumento regional, instrumento provincial, incluso seccional le lla-
man otros, también hay la dirección a nivel departamental y en la estructura
sindical hay la federación departamental o Federación Sindical de Cochabamba.
En la confederación está nuestra red nacional en el ámbito sindical, pero en el
tema político tenemos la dirección nacional del Instrumento Político del mas,
entonces, no le llamemos diferencias, sino que son estructuras y hay que respetar
esas estructuras para ir engranando en temas de decisiones.
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eso no hay una diferencia, por eso no hay que ver al Instrumento Político
como un grupo paralelo o una estructura aparte del nivel sindical, son juntas y
siempre van amarradas de la mano, juntas van para cualquier situación, esto es
lo fuerte, digamos, que tiene el Instrumento Político, es una estructura bien
organizada, por eso te decía tenemos un líder, un programa de gobierno,
¿quiénes hacen el programa de gobierno? Estas federaciones, confederaciones
y sindicatos.
Tenemos un programa, una estructura, esa es la gran fortaleza que tiene el
presidente Evo Morales, es decir, sus bases están bien enraizadas en los movi-
mientos sociales por eso cuando se intentó un golpe de Estado ¿quiénes de-
fendieron?, ¿la Policía, el Ejército? No. Los movimientos sociales, sindicatos,
centrales, federaciones, confederaciones, salieron a las calles a defender, pro-
testar, pelear y bloquear.
Hay mucha diferencia entre los partidos políticos y el Instrumento Político.
Cuando se trata de un partido político no tienen estructuras orgánicas sino que
son estructuras de grupos, de grupillos, incluso, de personas, de familias, por eso
lo partidos políticos van fracasando. Luego no tienen un líder, una cabeza, una
estructura, un programa de gobierno, sus programas los inventan en un par de días
y eso plasman. Mientras que nuestro programa de gobierno sale desde las bases.
Por ejemplo, uno de los programas de gobierno, el bono Juana Azurduy de Padi-
lla, se discutió en las bases, es decir, la madre soltera que tenga su hijo, hombre o
mujer, o una señora divorciada tiene wawas y tiene problemas sociales y económi-
cos, entonces nosotros hemos planteado en las bases que a este sector hay que
darle algún apoyo económico social desde nuestro gobierno nacional, y se ha
plasmado, se ha debatido y se ha constituido en un decreto y ahora lo tienen ahí,
recibiendo.
Esta es la gran diferencia con los partidos políticos, por eso el Instrumento
Político es la única estructura que está aguantando y va a aguantar mucho más en
función de gobierno, son seis elecciones ganadas con más del cincuenta por cien-
to, no es fácil, eso va a plasmarse en la historia, eso ha traspasado la historia, mien-
tras los partidos políticos con una y otra cosa, hablando del mnr, por ejemplo,
cuatro veces ha ganado, pero no continuas, discontinuas, creo, pero no como el
mas-ipsp, esta es la gran diferencia.
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En el caso de los invitados, ¿por qué hay candidatos del mas-ipsp que
han sido invitados? ¿Cómo ha sido el procedimiento para su elección?
No fue invitada, lo que hay que entender es que alguna gente busca prota-
gonismo y por falta de conciencia esa gente no es leal. Es como el matri-
monio, cuando una vez te casas por más que se presente una mujer más
“pintuda”, más bonita, no puedes dejar la familia, entonces en las buenas y
en las malas tienes que seguir con la esposa y ahí vienen los hijos, es similar
el tema de la parte política.
Rebeca no fue invitada porque ya fue asambleísta, podrías pensar: el
2009 la hemos invitado y es nueva y por eso se ha volcado, pero no, su ac-
titud ha sido de indisciplina, deslealtad. Porque en el momento que tú ju-
ras o eres electo como senador, diputado o alcalde, no vas suelto, siempre
estás en las listas de un partido político, estás abrazando un color político,
a partir de ese momento estás en el cajón de esa gente, de esos candidatos
y cuando ganas en las elecciones obviamente eres del mas-ipsp.
Otra cosa es que en el camino se rebelan y se dan la vuelta, se olvidan de
sus principios. Estas son las debilidades que tenemos, pero bueno, ya te-
nemos una pequeña experiencia con el tema de los “librepensantes”, no
son gente leal. Eso pasa hasta en la familia, a veces el hijo al papá no le hace
caso, es igualito.
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No. No veo como palabra correcta que sea invitado. Gonzalo, por falta de
principios o disciplina, es “librepensante” y desleal. Por eso ponía el ejem-
plo de un matrimonio, una vez cuando te cases, en el camino tu esposa se
accidenta y pierde su pie, entonces, tienes que seguir, pero algunos hombres
o mujeres, dependiendo la pareja, la desconocen y ponen a un lado a su es-
posa y se consiguen otra mujer, igual sucede en la política. No los veo como
invitados sino que esta es nuestra debilidad en una persona.
En la estructura del Instrumento Político nunca el cien por ciento vamos
a ser perfectos, siempre vamos a tener uno o dos “librepensantes”, uno o
dos van a rebelarse o uno o dos van a ser desleales, en esta carrera hay que
ser leales. Por ejemplo, si no estoy de acuerdo con un programa, por un
principio de lealtad al Instrumento tengo que apoyar, es más, si quiero ha-
cerlo notar tengo que llamar a una reunión y decir: “este tema está mal y
estás fallando”. Esto es un principio de la gente del Instrumento Político,
pero si no tengo este principio voy a salir a la prensa y lo voy a denunciar,
lo voy a quemar. Ese compañero o compañera no tiene principios ideológi-
cos del Instrumento Político.
¿Quisieras decir algo más sobre los temas que se han abordado?
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Mirando el tema del Estado, ¿cómo aspiran las organizaciones a que sea
el Estado y el Gobierno? ¿Cuál es el balance que haces de este proceso?
Lo veo con mucha preocupación. El Estado en realidad somos todos, ¿no? To-
dos los bolivianos, las organizaciones, las instituciones. Sin embargo, a veces él,
no sé si es el poder que uno ejerce, el cargo de repente nos vuelve más capricho-
sos, porque muchos comentan y hasta veo con preocupación lo que era Evo
Morales antes, ha cambiado mucho. Cuando una vez dijo: “déjenme ahora go-
bernar que ya no necesito de ustedes”, eso era preocupante. También cuando
dice: “hasta aquí necesitaba de ustedes, ahora ya no”.
Antes decía para los ministerios: “sugiéranme las organizaciones tres ternas
para un ministro, mándenme de cada organización y tomaré las decisiones, cuál
de ellos va”. Perfecto, excelente, todo estaba bien pero, finalmente, cuando ya
nos dicen: “ya no necesito que nadie le sugiera, la ley me faculta a elegir a los
ministros directamente”, eso para todo el mundo ha sido un balde de agua fría.
Antes nos pedía a nosotros que participemos, le sugiriéramos, o en alguna
cosa le podamos llamar la atención. Él mismo nos decía: “díganme si en algo me
equivoco, corríjanme, háganme notar en qué estoy mal, en qué estoy bien”. Ex-
celente, pero ahora ha cambiado, ya no acepta las críticas.
Creo que eso todos lo ven con mucha preocupación, de que se ha vuelto, de
repente, a ser muy terco, no sé. Eso está haciendo daño a muchas organizaciones
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Jhony Marasa
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Modesto Fernández
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que con la República pasaron a ser subcentrales, cuando los nombres de las
autoridades originarias dejaron de usarse y se convirtieron en dirigentes. La
reconstrucción significa que algunos ayllus se vuelvan a construir con la
orientación que se les da a las autoridades, se restituyen autoridades de mi
gente, como segundas mayores o kuracas, ese es el trabajo fundamental que
tiene el Suyo Charca K’ara K’ara, y el conamaq.
En cuanto a la participación política, ni el conamaq ni la aioc han tenido
una alianza con el partido de gobierno, pero sí hemos coincidido en muchas
propuestas. En un principio el pedido del conamaq fue que se realice una
Asamblea Constituyente donde todos los actores sociales participemos; como
todos sabemos, en ningún momento anterior se elaboró una Constitución
Política del Estado con la participación de los pueblos indígenas, ni siquiera
nuestros derechos eran reconocidos, no teníamos acceso directo al territorio
ni a la explotación de nuestros recursos naturales. Han sido muchas las causas
por las que el conamaq y la aioc tenían que preparar propuestas para la Asam-
blea Constituyente, y fueron muchas las que presentamos.
El conamaq ha sido parte de este proceso de la Constituyente y hasta aho-
ra tenemos líderes que están apoyando a este proceso de cambio, pero sabe-
mos que en el juego político a veces se infiltran algunos dirigentes o algunas
autoridades que han tenido muchas relaciones con los partidos tradicionales,
tratan de tergiversar la información, sacar malas informaciones de la organi-
zación. Hoy mismo se habla del Pacto de Unidad, del que el conamaq ha sido
y es parte, pero lamentablemente gracias a los malos dirigentes o malas auto-
ridades que han ejercido dentro el conamaq, ahora nos dicen que no estamos
dentro del pacto.
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Acerca del trabajo del Gobierno hemos visto que en algunas ocasiones po-
siblemente se equivocan porque no existe consulta a las organizaciones so-
ciales, especialmente en lo que se refiere a presentar algunas leyes o algunas
políticas de Estado.
Por otro lado, hemos tenido muchos problemas en el tema de los recur-
sos naturales, como en el caso de Mallku Khota o de Amayapampa, soy de
ese sector –vivo en ese territorio–, pero, lamentablemente, a veces no sé si
es por falta de coordinación o desinformación entre el ministerio y el Pre-
sidente, que manejan discursos un poco diferentes; cuando el ministerio
indica que hay que nacionalizar las empresas privadas, el Presidente cuida
también la inversión extranjera y privada. Todas las cosas se deberían hacer
en base a un análisis profundo y siempre en coordinación con los movi-
mientos sociales, que son el tronco fundamental de este proceso de cambio.
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Héctor Arce
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Actualmente está vigente el ayni, desde que tengo uso de razón esta práctica se
utilizó en la comunidad, y se sigue utilizando, aunque en menor medida.
Como en el pasado no teníamos muchos recursos económicos, generalmente
se recurría al ayni, una práctica cultural muy importante porque un sólo día toda
la comunidad –o gran parte de ella– hacía trabajo colectivo para apoyar a un
compañero, y ese compañero tenía la obligación de retribuir con su trabajo otro
día. Es una práctica muy usada que sigue vigente.
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Tanto los derechos colectivos como los derechos individuales son normados,
nadie puede abusar de la comunidad, como el nombre indica, todos viven en co-
munidad, todos pueden hacer uso de los bienes y tierras pero dentro de lo racional,
nadie puede abusar de estos derechos ya sean individuales o colectivos.
En la comunidad, ¿cuáles son los mecanismos que se utilizan para tomar una
decisión, elegir a sus dirigentes o hacer que se cumplan las normas que están
establecidas?
¿Cuáles son las principales demandas que tiene como comunidad Omereque?
Y, en principio, ¿acuden a la mancomunidad, a la provincia, o se acercan al
Estado para hacer escuchar sus demandas y reivindicaciones?
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Conversaciones
Cuando salí profesional el año 1998 estaba trabajando cinco años y medio
como ingeniero agrónomo en los valles cruceños, específicamente en Valle-
grande, y venía con cierta frecuencia a Omereque. El año 2004 estaban
buscando un candidato y me visitaron en Vallegrande, me invitaron a Ome-
reque y allí se dio la posibilidad de ser el candidato por el mas. Analizando
las posibilidades me puse a pensar que, si estaba trabajando tan fuerte para
otras comunidades y otros municipios, ¿por qué no retomar nuestro pueblo
y trabajar allá?; es así que asumí la candidatura y el 21 de enero de 2005 fui
nombrado alcalde por el mas. En su momento había mucha gente que no
quería ser militante del mas, lo consideraban vergonzoso, en ese momento
había una fuerte presencia del nfr en muchos lugares, pero nosotros asumi-
mos este compromiso y hasta ahora seguimos trabajando.
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He tenido momentos muy duros en Omereque, recuerdo que cuando era una
persona joven, con mucha fuerza y ganas de trabajar en mi comunidad (nací en
la comunidad de Pucara que se encuentra a unos 6 o 7 kilómetros al sur de
Omereque), nosotros siempre éramos marginados, discriminados, nos
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Sí, ellos están muy conscientes de que cuando uno asume un cargo de di-
rigente representa a los demás, habla en nombre de una comunidad, de
una subcentral, de un municipio, por tanto, ningún dirigente elegido or-
gánicamente en un sindicato puede hacer campaña política o alianzas con
partidos políticos de la derecha, si esto sucede el dirigente es inmediata-
mente removido de su cargo y no puede volver a asumir ningún otro car-
go, porque dentro de la estructura sindical está el mas, que es parte de las
organizaciones sociales. Ellos son los dueños del mas, o sea, la organiza-
ción social y, por tanto, el Instrumento Político, son la misma organiza-
ción social.
Sería ilógico que allí otro partido político esté involucrado en la direc-
tiva. Entendemos que si un compañero quiere pertenecer a otro partido
político puede hacerlo pero lo que no está permitido es que un dirigente
en nombre de la comunidad pueda hacer trabajo político para otros parti-
dos, eso sí está terminantemente prohibido.
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¿Has visto que en tu organización algún dirigente haya sido elegido a dedazo?
¿Se hace lo mismo en el caso de los dirigentes del mas-ipsp o hay una forma
distinta de elección?
También se llega a consensos para el caso de los dirigentes del mas-ipsp. En este caso
los candidatos generalmente vienen por zonas, distritos o cantones, desde allí vienen
como postulantes de su región y para definir el orden de los concejales se vota de
acuerdo a sus potencialidades y virtudes.
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concejales manifiestan que son del mas, pero a la hora de participar en ampliados,
marchas, etc., no vemos ese compromiso con el Instrumento Político.
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La relación es menos compleja, podemos agendar reuniones con sólo una lla-
mada, evidentemente en el ámbito nacional ya son otros temas los que se tra-
tan y es por esto que es más difícil agendar reuniones. Sin embargo, muchos
de nosotros, por el tipo de trabajo que hacemos, generalmente nos relaciona-
mos más en el ámbito municipal y a lo mucho en el ámbito departamental.
Con el diputado de la circunscripción coordinamos todos los temas de
manera general, no hay mucha dificultad, él está presente en la mayoría de
los eventos, también nos relacionamos sin dificultad con otros políticos de
acuerdo a la necesidad.
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Segundina Orellana
Cada uno como afiliado, como bases, cuida. Hay sectores en los que hay
recursos maderables, eso se cuida; donde nosotros ya no hay madera, solamente
chume nomás, ya no hay monte alto. Además, los terrenos son pequeños, no
son grandes, unos tienen cinco, siete, máximo diez hectáreas.
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todas maneras, siempre hay la recomendación de que río adentro tienen que
dejar espacio para el monte, para que tengan seguridad nuestros recursos natura-
les. Eso es el cuidado, la conciencia de cada uno de los afiliados para que no
afecten los desastres naturales.
Antes, como comunidad, teníamos cada mes, el trabajo comunal, ya sea ro-
ciar la cancha o el camino troncal, todos tenían que trabajar cada mes como
sindicato. También, entre vecinos, comunarios, trabajaban aynis o minkas
para la cosecha de coca, carpidas, rociada de chume o tumbada del monte,
todo eso hacían aynis. Ahora, el trabajo comunitario no se ha perdido, sigue,
entonces, todos trabajamos obligatoriamente todos los afiliados. En la cose-
cha de coca hay aynis, eso se mantiene igual que la minka.
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En los sindicatos, en las centrales y en las seis federaciones son muy di-
ferentes las dificultades. Más que todo, noto el problema de límites, a
nivel nacional hay muchos y no se pueden consensuar, subsanar. El tema
de límites es diferente y afecta a las seis federaciones y a las centrales,
pero cuando hay consenso todo se puede solucionar. Se está esperando
la Ley de Límites y sobre esa base dar una salida.
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Hay mucho avance tanto en el área urbana como rural, en diferentes pro-
gramas que tiene como Estado, como Gobierno, se llega con proyectos
grandes en los llanos, también con pequeños proyectos, eso se ha visto tan-
to en la ciudad –quienes reciben más que todo canchas, césped sintético que
beneficia a los deportistas–, y en el tema educación, coliseos, tinglados en
áreas urbanas.
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En las áreas rurales ahora se está con el proyecto “Mi agua”, el agua da
vida a la humanidad, y a nuestros animales que tienen las comunidades
como compañeros que cuidan, hay vacas y ovejas, para producir carne. Eso
significa un avance. También el tema de la salud en diferentes departamen-
tos, hay grandes obras, esos son los avances. Podemos contar otros avances
como el “Bono Dignidad”, el “Bono Juancito Pinto” y otros bonos que
recibimos como bolivianos, hay mucho que hablar, por eso diría que hay
avance con nuestro gobierno.
También hemos hecho notar propuestas como Bolivia, como Estado, a
la cabeza de nuestro hermano Presidente, políticas, transformaciones eco-
nómico-sociales, tierra y territorio, la Madre Tierra, ante las Naciones
Unidas, eso es un gran avance, que las políticas sean tomadas en cuenta en
otros países. Nos han tomado en cuenta en el g77, que son 133 países, y
Bolivia se conoce, eso es un paso adelante. Creo que Bolivia va a preparar
programas y políticas económicas, sociales para mejorar otros países. De
eso nos sentimos muy orgullosos.
Debilidades no noto mucho, cada sector no va a estar conforme con el
programa del Estado porque ellos no piensan en la totalidad sino sólo sec-
torialmente, y por eso habrá debilidades, dificultades, eso es secundario
para mí porque noto que estamos contentos y llegando con diferentes pro-
gramas, como nunca han llegado. Eso significa un orgullo, tener un presi-
dente de una central, de una federación, aymara, un campesino, es muy
diferente de otros presidentes, por eso nos sentimos orgullosos.
Hay problemas que se han notado dentro de los siete años, así ha habido el
motín policial, por ejemplo, ese es uno; el segundo, sería con la Central
Obrera Boliviana (cob) que se ha vuelto radical ante el Estado, se ha
movilizado y ha confundido al Estado; por lo tanto, nosotros tenemos que
analizar ese problema para saber al final quién tiene la razón, el Estado o
ellos, siempre y cuando haya razones, pero siempre respaldamos a nuestro
hermano Presidente, con informes, socializando, viendo qué y cómo
tenemos que hacer todo eso.
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¿Y el Instrumento Político?
Es un consenso que viene desde las federaciones y, más que todo, en la nacional se
consensua como federaciones o como departamentales, ahí van los dirigentes de las
bases como representantes; entonces, eso se propone y se informa cómo tenemos
que mantener y cómo podemos hacer.
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No se pueden imponer directo como dirigentes: “él va a ser ahora”; no, sino
siempre proponemos y sobre esa base analizamos, explicamos y consensuamos y así
va como miembro a la nacional. De cada organización tiene que venir consensua-
do, su organización tiene que estar de acuerdo con ese representante y recién se
accede; si no hay acuerdo, entonces no se puede poner. Tienen que consensuar, dar
una salida como organización si quiere tener un representante. Esa es la estructura
que tenemos a nivel nacional.
Para el alcalde también. Cada uno tenemos diferencias, pero casi es simi-
lar; por eso en Villa Tunari elegimos y para traer a las departamentales,
nacionales, diputados, senadores, igual se consensua a nivel de las seis fe-
deraciones. Tenemos que estar de acuerdo con el candidato para elegirlo.
Esa es la estructura que tenemos y en esa parte no hay que discutir, no
tenemos ninguna disconformidad, eso se mantiene y se fortalece.
No hay. Más que todo del área urbana reclaman que, “tenemos que tener,
él va a ser, él va a ser”; al final de cuentas eso también se consensúa, quién
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Actualmente, siempre vienen nuestras autoridades para dar informe, eso for-
talece pero, tal vez noto que en diferentes departamentos, municipios o regio-
nales, como representantes falta que hagan llegar algunas informaciones a las
organizaciones. De todas maneras, ahora se hacen ampliados departamentales
y nacionales del mas, ahí se dan las tareas y ellos tienen que cumplir como
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representantes para garantizar este avance de gestión que tenemos como Go-
bierno y con las organizaciones sindicales.
¿Cuáles han sido los principales conflictos que se han tenido entre las
organizaciones matrices y la dirigencia del Instrumento Político?
Los ministros dependen del Gobierno porque ellos pueden tomar decisiones
como Gobierno. Sí, como organizaciones, tenemos la atribución de que nos
muestren su gestión.
Lo único que diría es que no solamente tenemos que preocuparnos como Es-
tado, como organización sindical, sino que tenemos que tener la tarea tanto
autoridades nacionales, regionales, departamentales, la parte técnica y quienes
conducimos los departamentos.
Hay mucho que trabajar, políticas y programas hacia otros países, esa es la
tarea que tenemos, eso pido a diferentes autoridades; esa es la meta que tene-
mos como sectores sociales.
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