Libro 40 Años Democracia
Libro 40 Años Democracia
Libro 40 Años Democracia
La trayectoria de la
democracia en Bolivia
40 años de lucha, sueños y esperanza
(1982-2022)
La trayectoria de la democracia en Bolivia
40 años de lucha, sueños y esperanza
(1982-2022)
Iván Velásquez-Castellanos
Bernarda Flores Ivanovic
(Coordinadores)
La trayectoria
de la democracia en Bolivia
40 años de lucha, sueños y esperanza
(1982-2022)
© 2022 Konrad Adenauer Stiftung e.V.
[5]
6 la trayectoria de la democracia en bolivia
Prefacio........................................................................................................... 7
[9]
10 la trayectoria de la democracia en bolivia
[11]
12 la trayectoria de la democracia en bolivia
Resumen
[15]
16 la trayectoria de la democracia en bolivia
Encaro esta reflexión a una distancia de tiempo suficiente, que permita des-
pojarme de las lecturas prejuiciosas respecto a la “democracia pactada” o también
caracterizadas como “Presidencialismo Parlamentarizado o Hibrido” (Mayorga
R. A, 2001 y Gamarra, 1992) que configuró el sistema político y de partidos de
ese tiempo. Desde distintos flancos, el pacto como recurso de la política, poten-
cialmente virtuoso fue descalificado, así como ha sido simplista la asociación de
la dinámica democrática de la época con el ciclo “neoliberal” y la ortodoxia de las
recetas económicas impulsadas en el contexto global de la posguerra fría.
Cabe indicar que mi análisis, parte de una concepción ampliada y complemen-
taria de la democracia y de sus institutos, tanto representativos como participativos
(o de democracia directa). En otras palabras, las tensiones que contraponen los
principios de la democracia representativa, respecto de la democracia directa y
participativa, plantean un falso debate cuyas consecuencias son potencialmente
perniciosas. De hecho, “Los mecanismos participativos deben complementar la acción
de las autoridades políticas electas, no socavarlas ni sustituirlas (…) la participación no
debería pensarse como alternativa a la representación” (Tanaka, 2004:100).
Pese a esa opinión, en el país, la región y el mundo ha sido creciente la
influencia de corrientes de pensamiento y de actores políticos que demeritan
la democracia representativa, por su origen liberal y proclaman el fin de las
organizaciones políticas y la mediación política, cuestionadas por ser instancias
privilegiadas que, a título de “representar” usurpan la soberanía popular (Patzi,
2007 y Viaña, 2006). Posturas ambivalentes que relativizan la importancia de la
estabilidad, la gobernanza democrática, la independencia de poderes y vigencia
del Estado de Derecho como condición imprescindible para la consolidación de
una democracia. Frente a estas tendencias, la reflexión que sigue, reafirma que es
impensable la vigencia de la democracia, sin la complementación de mecanismos
de mediación política legitimados por el voto y de otros de alcance participativo.
El enfoque dicotómico de ambas formas de democracia tiene consecuencias
negativas de distinto alcance, tales como mayor fragmentación, desconfianza en
las instituciones y conflictividad que derivan en la obstaculización de acuerdos y
soluciones en el ámbito institucional. En otras palabras, la crisis de gobernabilidad
y/o de gobernanza democrática, retomando el concepto de Joan Prats (2003) y
Luis Aguilar V. (2020), se asocia inevitablemente a las dificultades de gestionar
las demandas, las diferencias o tensiones, tanto coyunturales como las estructu-
rales de larga data que, derivan en conflictos que pueden escalar a situaciones de
(https://dataspace.princeton.edu/bitstream/88435/dsp01cf95jd932/1/Democracy-index-2014.
pdf (20 de Julio)
https://pages.eiu.com/rs/753-RIQ-438/images/democracy-index
2020.pdf?mkt_tok=NzUzLVJJUS00MzgAAAGFrIeRM2zioRWqmfnJQIMi0RzuofgzKkLlDoJQ
2jboHRCB1hSdkLA-A3fid1yFzSzretISy5bz3aFZnWI24ZLuFyilDMS2wxvPkYdWWrJt7L07wg
(consultada 17 de julio 2022).
18 la trayectoria de la democracia en bolivia
extrema violencia, con la consiguiente desestabilización del sistema tal como las
experimentadas periódicamente en Bolivia.
Para Prats, la concepción minimalista de gobernabilidad es insuficiente y
no necesariamente congruente con la democracia, como tampoco lo es definirla
en términos negativos como “ausencia de ingobernabilidad”. La concepción
ampliada de gobernabilidad o gobernanza democrática se vincula a la capacidad
institucional de formulación e implementación de políticas de un gobierno por
las que “… se pretende profundizar en el alineamiento entre las reglas del juego (ins-
tituciones), la interacción de actores estratégicos (gobernanza) y la capacidad del sistema
para reforzarse a sí mismo; es decir, de traducir las demandas o preferencias ciudadanas
en políticas efectivas”. (Prats, 2003:260)
Gobernabilidad y democracia se disociarían, cuando se evidencia la inca-
pacidad de las instituciones políticas de resolver la interacción de los actores en
conflicto vía procedimientos democráticos; a propósito de actores estratégicos,
advierte la importancia de identificar el comportamiento de los Actores Estraté-
gicos con Capacidad de Veto (AECV), especialmente, de aquellos cuyos reperto-
rios de acción social tensionan los mecanismos formales de la institucionalidad
democrática para canalizar sus demandas, o en el peor de los casos los desbordan.
Así mismo, tomo como marco conceptual genérico algunas de las dimensio-
nes del Índice de Desarrollo Democrático (IDD) de la calidad de la democracia
trabajadas por Leonardo Morlino (2009) que, aunque no se aplicó al periodo aquí
analizado, complementan los referentes conceptuales de gobernanza o goberna-
bilidad democrática arriba señalados. Sirve como soporte conceptual, la teoría y
transformación de conflictos ampliamente sistematizada por Alejandro Nato y
Cesar Rojas (2008), así como el aporte de distintas organizaciones dedicadas al
estudio de la realidad boliviana, y de la conflictividad como un rasgo insoslayable
para comprender la historia socio política del Bolivia y el derrotero de la joven
democrática.2
Bajo estas tres perspectivas y el objetivo señalado, el siguiente acápite con-
centra la atención en aquellas transformaciones operadas en la sociedad boliviana,
así como de las tendencias, internas y externas, ineludibles para entender la re-
configuración del sistema político, durante las últimas cuatro décadas con énfasis
en aquellos que rodearon a los gobiernos democráticos del período 1982 y 2003.
En el segmento central se recupera y sistematiza de manera breve la abun-
dante información disponible. A partir de ello, se analiza la configuración del
2 En referencia a las publicaciones promovidas por las siguientes organizaciones como: Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) https://www.undp.org/es/bolivia Fundación
Konrad Adenauer (KAS) https://www.kas.de/es/web/bolivien), Fundación Friedrich Ebert
(FES) https://bolivia.fes.de/, Fundación UNIR https://www.unirbolivia.org/ y el Centro de
Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) https://www.facebook.com/ceresbolivia/
y la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (Fbdm) – no vigente.
instituciones democráticas 19
En Bolivia, la lucha que concluyó en las jornadas de octubre de 1982 fue tormen-
tosa. La adversidad, en todos los órdenes, antecedió y marcó la instauración de la
era democrática en el país. Entre 1978 y 1982, sucedieron nueve gobiernos; tres
elecciones, una fraudulenta y otras fallidas, siete presidentes militares golpistas
y dos presidentes civiles transitorios y depuestos (Walter Guevara Arce y Lidia
Gueiler Tejada). Las terceras elecciones convocadas por la presidente interina
Lidia Gueiler, no desembocaron en la posesión del primer gobierno democrático,
a la cabeza de Hernán Siles Zuazo como presidente y Jaime Paz Zamora como
vicepresidente de la Unidad Democrática Popular (UDP), hecho que se produjo
en octubre de 1982.
En cuarenta años, diez han sido los gobiernos legitimados por el voto ciuda-
dano en 11 elecciones de alcance nacional, de las cuales, la producida en octubre
del año 2019 fue anulada tras una severa crisis política electoral y acusaciones de
fraude, frente a la inconstitucional candidatura y fallido intento prorroguista del
ex presidente Evo Morales Ayma. La última elección, realizada el 20 de octubre
del año 2020, definidas como las más “complejas y accidentadas de la historia
electoral en el país” (Brockmann, 2020:29) consolidaron el retorno al poder del
Movimiento al Socialismo (MAS) a la cabeza del Luis Arce Catacora y partido
dominante del sistema. En estas circunstancias, Bolivia celebra las cuatro déca-
das de vida democrática en el contexto de incertidumbre, no solo interna sino
resultantes de la crisis múltiple, desencadenada a nivel global por la pandemia
COVID-19 y agravada por los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
20 la trayectoria de la democracia en bolivia
3 Hernán Siles Suazo (1982-1985) gobierno obligado a acortar su mandato, Víctor Paz
Estenssoro (1985-1989), Jaime Paz Zamora (1989-1993), Gonzalo Sánchez de Lozada
(1993-1997), Hugo Banzer Suarez (1997-2001), Jorge Quiroga Ramírez, por sucesión
constitucional (2001-2002); Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) renuncio asfixiado por
conflictos y niveles de confrontación violentos, Carlos Mesa Gisbert asumió la presidencia
por sucesión constitucional (2003-2005), Eduardo Rodríguez Veltze último en la cadena de
sucesión constitucional presidio gobierno de transición. Acortamiento de mandato y convo-
catoria anticipada de elecciones realizadas el 18 de diciendo de 2005. Desde enero de 2006,
Evo Morales Ayma fue investido en tres ocasiones como el único presidente que accedió al
poder con mayoría absoluta (2006-2010/2010-2015 bajo términos de CPE sancionada el año
2009/2015-2019); Jeanine Añez, gobierno constitucional de transición accidental debido a
crisis post electoral, anulación de elecciones de 2019 y renuncia anticipada a la presidencia,
nueva convocatoria a elecciones (2019-2020) y Luis Arce Catacora (2020-2025) juramenta
en noviembre de 2020 con el apoyo electoral del 55,1. Arce inaugura el décimo periodo cons-
titucional de gobierno.
4 CPE Art. 90. Elección de segundo grado: Si ninguno de los candidatos para la Presidencia o
la Vicepresidencia de la República obtuviese mayoría absoluta de votos, el Congreso tomará
a tres de los que hubiesen obtenido el mayor número para uno u otro cargo, y de entre ellos
hará la elección. Si, hecho el primer escrutinio, ninguno reuniese la mayoría absoluta de
votos de los representantes concurrentes, la votación posterior se concretará a los dos que
hubieran alcanzado el mayor número de sufragios. En caso de empate, se repetirá la votación
hasta que alguno de los candidatos obtenga la mayoría absoluta. La elección, el escrutinio y
la proclamación se harán en sesión pública y permanente.
5 CPE, 1994 art. 90 “Si en las elecciones generales ninguna de las fórmulas para presidente y
vicepresidente de la República obtuviera la mayoría absoluta de sufragios válidos, el Congre-
so elegirá por mayoría absoluta de votos válidos, en votación oral y nominal, entre las dos
fórmulas que hubieran obtenido el mayor número de sufragios válidos. En caso de empate,
instituciones democráticas 21
En sentido estricto, entre agosto de 1985 y agosto de 2002, solo tres presi-
dentes, –Víctor Paz Estenssoro a la cabeza del Movimiento Nacionalista Revo-
lucionario (MNR) , Jaime Paz Zamora como jefe del Movimiento de la Izquierda
Revolucionario (MIR) y Gonzalo Sánchez de Lozada –MNR–, de cuatro transmi-
tieron el mando a su sucesor; en el caso del presidente Hugo Banzer, fundador
de Acción Democrática Nacionalista (ADN), su renuncia anticipada por motivos
de salud, determinó que sea Jorge Quiroga, entonces vicepresidente, el que cierre
ese período de gobierno constitucional.
Las primeras señales de agotamiento de este período se registraron a partir del
año 2000, siendo su punto más crítico octubre de 2003, en ocasión de la renuncia
anticipada a la presidencia de Sánchez de Lozada y el posterior acortamiento del
período constitucional de cinco años al producirse la renuncia de Carlos Mesa, su
vicepresidente y primero en la sucesión constitucional. Por segunda vez, el 2005
el poder legislativo convoco a elecciones presidenciales y legislativas anticipadas,
bajo el gobierno interino de transición presidido por Eduardo Rodríguez V.,
último en la cadena de sucesión presidencial, en su calidad de presidente de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El segundo ciclo aquí nombrado como “proceso de cambio” o el de “revolución de-
mocrática y cultural”, se consolidó una vez ratificado, con el 67,4 por ciento, el
mayoritario respaldo a Evo Morales, en el marco del Referendo Revocatorio de
mandato presidencial realizado el 10 de agosto del año 2008 y luego de cerrar
los forzados acuerdos congresales, que permitieron destrabar el tratamiento de
la reforma constitucional generado en el contencioso ambiente de la Asamblea
Constituyente, cuya Constitución Política del Estado (CPE) fue finalmente pro-
mulgada en febrero del 2009. La crítica antesala de este ciclo tuvo como referente
las protestas y movilizaciones de octubre de 2003, la emergencia del MAS como
segunda fuerza política anti sistema y, con presencia parlamentaria desde 2002,
seguida de la victoria electoral de Evo Morales y su juramentación a la presidencia
en enero de 2006.
Para varios autores, los conflictos post electorales del año 2019, marcarían
el fin del segundo ciclo y el inicio de un nuevo momento de transición complejo.
Quiroga J.A, 2020, Jauregui 2021, entre otros, con diversos enfoques identifican
algunas tendencias estructurales económicas, como el fin del super ciclo de cre-
cimiento económico como otras de orden político, social, incluidas las sanitarias
como señal de declinación del segundo período democrático, signado por el
“proceso de cambio” liderado por Evo Morales.
se repetirá la votación por dos veces consecutivas, en forma oral y nominal. De persistir el
empate, se proclamará presidente y vicepresidente a los candidatos que hubieran logrado la
mayoría simple de sufragios válidos en la elección general. La elección y el cómputo se harán
en Sesión pública y permanente por razón de tiempo y materia”.
22 la trayectoria de la democracia en bolivia
y económico en el oriente del país. Hecho que contribuyó a reavivar las tensiones
entre centro y periferia, las demandas regionales y territoriales por mayor des-
concentración del poder político y acceso a la gestión económica de los recursos.
La tercera se asocia al “cambio en la estructura demográfica del país (…) a las
migraciones del campo a la ciudad y de occidente a oriente y las tierras bajas”. Los cam-
bios sociodemográficos no han sido menores. Si el año 1976, la población que
residía en áreas urbanas representaba el 41,3 por ciento, los censos nacionales de
población y vivienda de 1992, 2001 y 2012 reportaron el incremento a 57,5; 62,4
y 67,3 por ciento, respectivamente. El cambio de tendencia en la composición
demográfica urbano rural, coincidió políticamente con el cierre del período de
gobiernos cívico militares de facto y la transición democrática. Esta tendencia
sostenida en el tiempo, se refleja en tasas anuales de crecimiento intercensal
(2001-2012), por la que el crecimiento urbano fue “poco más de cinco veces más
que en áreas rurales” (INE, nota de prensa s/f).6
Otro dato o cuarta transformación de la realidad tiene implicaciones geopolíticas
y económicas para el país. Fernández se refiere al “cambio del vector de inserción
económica internacional” dado que Brasil toma el lugar de Estados Unidos, como
punto de referencia central, entre otros países, que hacen parte de la ampliación
del intercambio comercial y del super ciclo económico de exportaciones que
beneficio a Bolivia y la región.
El último dato, el quinto determinante en los cambios operados en la sociedad
y política boliviana tiene que ver con la ampliación del campo de participación
política a nuevos actores antes excluidos, consustancial al proceso democratizador
en Bolivia. De hecho, a partir de los cambios anotados y sus efectos en la estructura
de la sociedad y en la política boliviana se modificó la faz del mapa de actores y
de la representación política en lo que va del segundo período democrático. La
emergencia e insurgencia que aflora el primer lustro del nuevo siglo y la victoria
del MAS el 2005, produjeron la “incorporación plena de sectores rurales y populares
en el centro del poder político” (Fernández, 2009) y la sustitución de las elites po-
líticas de primer período democrático. En otras palabras, con Evo Morales y el
MAS no solo acceden al poder indígenas, organizaciones sindicales de sectores
históricamente excluidos o “incluidos de forma subordinada” sino que “lideran una
amplia coalición en la que se integran subordinadamente clases medias de izquierda e
intelectuales” (Prats, 2006:7).
A los factores internos que se manifiestan en la transición democratizadora en
Bolivia y en América Latina, se suman otros del ámbito internacional. En Bolivia,
esta transición se explica fundamentalmente por la resistencia activa operada, por
parte de distintos actores políticos y sociales que la asumen como una conquista
6 http://censosbolivia.ine.gob.bo/webine/sites/default/files/archivos_adjuntos/N%204%20
Area%20urbanas%20y%20rurales_1.pdf
24 la trayectoria de la democracia en bolivia
7 El año 1982 la tasa de crecimiento anual del PIB real fue cero para registrar tasas negativas
de -7, -2 y -4 los años 1983, 1984 y 1985 respectivamente. El tipo de cambio paralelo era
un múltiplo del tipo de cambio oficial, que llegó a ser 13 veces más alto, el déficit del sector
público en porcentaje osciló entre 14,2 (1982) y 21,2 (1984) del PIB (Morales 2009).
26 la trayectoria de la democracia en bolivia
Con el respaldo del 32,8 por ciento de la votación, Hugo Banzer obtuvo el primer
lugar en las elecciones de 1985. Al no lograr una mayoría absoluta de respaldo
electoral, el congreso viabilizó la presidencia de Víctor Paz Estenssoro y de Julio
Garret Ayllón como vicepresidente, binomio que obtuvo el segundo lugar en la
contienda. El gobierno estaba obligado a enfrentar la mayor crisis económica y
social del siglo XX, debía construir una coalición suficientemente fuerte y coherente
para encarar el desafío. Sorpresivamente, a los pocos días de su juramentación,
se consolidó la alianza de ADN y el MNR. Fue el primer gobierno de coalición
y alianza bipartidista de los cinco de este período. “El pacto por la democracia”
contaba con una amplia mayoría parlamentaria.
Desde el punto de vista político el apoyo de Banzer a Paz Estenssoro, neu-
tralizó el malestar de sectores de las FFAA y sectores conservadores, tentados a
8 El primero ex presidente y jefe del MNR histórico, respaldo civilmente al gobierno de facto de
Hugo Banzer Suarez entre 1971 y 1974; Siles, también expresidente (1956-1960) y dirigente
histórico de la revolución nacional, lideraba entonces al Movimiento Nacionalista Revolucio-
nario de Izquierda (MNR-1)
instituciones democráticas 27
Para Mayorga, R.A “Uno de los rasgos del sistema de partidos, fue la presencia de
mayorías relativas, razón por la cual ningún partido tuvo una verdadera hegemonía
política” bajo una competencia centrípeta que, atenuó el antagonismo polarizante
como rasgo predominante de la cultura política en Bolivia. (2004:29).
Por otra parte, la caída del muro de Berlín y del socialismo real, tuvo como
efecto la disolución gradual de las fronteras ideológicas prevalecientes en el mundo
bipolar predominante durante la guerra fría. En este marco, los partidos políticos
de la época adoptaron la fisonomía de partidos electorales “atrapa todo”, más
preocupados por reclutar militantes y atraer una diversidad de votantes, indepen-
dientemente de las convicciones ideológicas; a diferencia de los que ocurría en el
pasado donde la contradicción principal se fundaba en el alineamiento, hacia uno
de los polos del arco ideológico predominantes en ese tiempo.
¿Cuál fue la configuración del poder político y la representación de este primer
período? El sistema plural experimentó cambios progresivos en la correlación de
fuerzas garantes de la estabilidad relativa, requerida para lidiar con las limitacio-
nes económicas y las expectativas crecientes de la ciudadanía que siguieron a la
frustración y la resignación provocada por la UDP.
Entre 1985 y 2002 se realizaron cinco procesos electorales de alcance nacional,
se habilitaron entre 18 y 10 partidos o alianzas, sin embargo, no todos lograban
acceder a algún espacio de representación en la Cámara de Diputados. “En los años
1997 y 2002, quedaron excluidos tres partidos y frentes de un total de 10 y 11 habilitados
respectivamente” (Zegada, Brockmann y otros 2021:83)
A partir de las elecciones de 1985, se observó la progresiva reducción del
número de partidos o frentes políticos electorales que efectivamente alcanzaban
algún cargo electivo de representación institucional en el parlamento. El acce-
so a algún escaño en el Senado, –Cámara de Representación Territorial–, era
mucho más difícil, solo lo lograban los partidos con mayor presencia y respaldo
electoral en el territorio, es decir, en la mayoría de los nueve departamentos
o en partidos con votación concentrada en determinado departamento, era el
caso de Condepa y UCS.9
La correlación de fuerzas políticas presentes en el Senado era un dato clave
para el proceso de construcción de mayorías parlamentarias. Era imprescindible
evitar la amenaza de un senado con capacidad de veto en el marco de sus atri-
buciones.10 Los arreglos inter partidarios poselectorales se constituían sobre la
Financiero - ASFI). Elegir a autoridades judiciales de ternas propuestas por la Corte Suprema de
Justicia, tomar conocimiento de las acusaciones hechas por la cámara de Diputados a ministro
de la Corte Suprema de Justicia, Fiscal General conforme a Ley de Responsabilidades, así
como juzgarlos como instancia única mediante dos tercios de votos de los senadores presentes
(CPE,1994, 66).
30 la trayectoria de la democracia en bolivia
Unida (IU). Sin embargo, durante las elecciones 1989 se dio la emergencia de
Condepa y poco después de UCS, los que lograron importante respaldo electoral
regionalizado. Desde el 2002, irrumpió con fuerza Nueva Fuerza Republicana
(NFR) y el MAS, los que disputaron el segundo lugar de la preferencia electoral.
Otra novedad del 2002 fue la votación del Movimiento Indígena Pachakuti
(MIP), cuya presencia en el altiplano paceño, confirmó el retorno de corrientes
indianistas como expresión de la voluntad y determinación política de la nación
aimara. El MIP a la cabeza de Felipe Quispe (El Mallku) accedió a seis escaños en
la Cámara de Diputados. Su liderazgo se forjó en los levantamiento y sitios aymara
campesinos del año 2000, así como los que siguieron el año 2002 y en octubre del
2003, con las consecuencias ya mencionadas. Fue el momento en que afloró, con
fuerza, la contradicción étnica cultural como uno de los ejes de ruptura que expli-
can las tensiones y la conflictividad persistente en el país y los clivajes definitorios
del alineamiento de los componentes del sistema de partidos. De hecho, el 2002,
marcó un hito en la historia política, no solo visibilizó la agenda de reivindicaciones
del movimiento indígena, sino su empoderamiento y acceso a la representación
política, sin intermediación de los partidos tradicionales del sistema.
Al mirar con luces largas las reformas y transformaciones producidas, en este pri-
mer periodo democrático, destaco el carácter contradictorio y paradójico de las
mismas. Me referí algún momento a la “disritmia entre los procesos económicos y políticos
(…) mientras la política promovía la ampliación de derechos sobrecalentando el cúmulo
de expectativas sociales y políticas, la economía se enfriaba” ( Brockmann, 2006, 87-88)
Dicho de otro modo, la emergencia de nuevos actores impacientes e insatisfechos
atizaron la conflictividad social y política con la consiguiente interpelación al Es-
tado por su ortodoxia neoliberal, la que no rindió frutos perceptibles, ni terminó
convenciendo a la sociedad. La falta de correspondencia o sinergia entre economía
y política, desembocarían en una crisis política sin precedentes, hasta ese momento.
A continuación, se enuncian y contextualizan brevemente algunas de las
reformas que marcaron el itinerario de la gestión política de este primer periodo
democrático, las que, salvando matices, siguen siendo un referente del proceso
acumulativo de avances y construcción de la democracia, no obstante, la consigna
del proceso de cambio, de desmontar el andamiaje institucional del Estado Republi-
cano y Neoliberal. El MNR bajo el liderazgo de Víctor Paz Estenssoro, y ADN,11
11 Para las elecciones de 1986, el MNR tuvo como aliado electoral al Partido Comunistas Marxista
Leninista pro chino de corriente pro chino (PCML, ahora registrado como Frente Revolu-
cionario de Izquierda - FRI). Por su parte ADN, tuvo al Partido Demócrata Cristiano (PDC)
como su aliado preelectoral en la totalidad de procesos electorales del periodo.
instituciones democráticas 31
conflicto marcó el principio del fin del poder sindical de la COB y de la vanguardia
de los trabajadores mineros asalariados.
El colapso de la minería y el despido masivo, se tradujo en desplazamientos
migratorios de occidente hacia las principales ciudades. Una gran parte se asentó
en la región del trópico cochabambino. Paradójicamente, generó condiciones
propicias para el fortalecimiento y empoderamiento de los sindicatos productores
de hoja de coca, del cooperativismo minero organizado y otros sectores vecinales
y gremiales populares que contribuyeron al ensanchamiento de la informalidad
económica, como un rasgo predominante que permeó las relaciones políticas y
sociales. El movimiento cocalero fue efectivo en la resistencia a las políticas de
erradicación y en la interpelación a la hegemonía estadounidense del mundo uni-
polar. Adoptó estrategias de organización sindical en base a la experiencia forjada
en las trincheras de lucha sindical minera, hasta convertirse en protagonista, al
liderar el tránsito a los cambios producidos en el nuevo siglo, los que cambiarían
radicalmente la faz de la historia democrática.
Las drásticas medidas adoptadas por el Pacto MNR-ADN, se dieron en cir-
cunstancias históricas irrepetibles. Pese a la intensidad del conflicto que marcó
un hito en la historia del movimiento popular, el Gobierno tuvo un promedio
de 24,58 conflictos por mes, significativamente inferior al registrado durante la
UDP. El Gobierno pudo lidiar con el embate político y social provocado por el
radical paquete de medidas de ajuste económico, Lo hizo, pese a la intensidad
de algunas manifestaciones de protesta; el conflicto se dirimió en un escenario
de diálogo, sin escalar a niveles de violencia descontrolada. El Pacto por la De-
mocracia, demostró ser una “alianza ideológica y programáticamente congruente y
colaborativa fundamentada en el apoyo de la población tras el impacto regresivo y del
descalabro anterior” (Zegada, 2006).
La reforma tributaria (Ley 843) del 20 de mayo de 1986. Después de 33
años sigue siendo la base del sistema de recaudaciones y del modelo de transfe-
rencias y gestión fiscal en el país. La ley simplificó, considerablemente, el régimen
tributario y modernizó los mecanismos de administración tributaria. Se han dado
algunas reformas sin alterar la estructura y funcionamiento del sistema tributario.
A la fecha se debaten iniciativas gubernamentales para modificarlas, aunque hay
criterios en sentido de encarar una reforma sustantiva que tome en cuenta los
cambios operados durante estas últimas tres décadas.13
El Fondo Social de Emergencia (FSE), fue creado como mecanismo insti-
tucional y financiero para mitigar el impacto de las medidas de ajuste estructural,
traducido en una crisis de empleo, migraciones forzadas y empobrecimiento de
amplios sectores de la población. El diseño institucional y la gestión, con resultados
13 https://fundacion-milenio.org/coy-436-la-reforma-tributaria-en- y bolivia/https://www.
youtube.com/watch?v=KU3iWqxGtI8,
instituciones democráticas 33
14 Desde 1989 el FSE se transformó en Fondo de Inversión Social, (FIS) para más tarde conformar
el Fondo Productivo Social (FPS) vigente hasta la fecha.
15 Mucha tinta ha corrido en el último tiempo para referirse al desfalco del Fondo de Desarro-
llo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas - FDPPIOYCC (más
conocido como FONDIOC) creado el año 2005 y del Programa Bolivia Cambia Evo Cumple
ejecutado por el Ministerio de la Presidencia desde 2007 (ver: Oscar Ortiz, 2017 y Fundación
Pazos Kanki, 2016, Brockmann, 2013).
34 la trayectoria de la democracia en bolivia
Las bases para proyectar las reformas políticas se dieron durante el gobierno
presidido por Jaime Paz Zamora, en el marco de los acuerdos políticos suscritos
en 1991 y el 9 de julio de 1992, por los jefes del MNR, ADN, MIR, Condepa, UCS,
MBL, FRI y PDC, partidos con representación en el parlamento. En el primer
acuerdo, se apuntaló a la recomposición de la Corte Nacional Electoral (CNE),
a fin de garantizar la administración independiente y transparente de los pro-
cesos electorales. Se procedió a la conformación de la CNE en base a criterios
meritocráticos, con personalidades cuya idoneidad, credibilidad e imparcialidad
estuvieran fuera de toda duda.17
Por un arranque de madurez o cálculo político, o por ambas razones a la vez,
los líderes y núcleos de reflexión política de la época, sintieron la urgencia de re-
vertir el desprestigio de la CNE como tarea primordial de la agenda de reformas
democráticas. Influyó también, la adversa reacción de la opinión publica contra
el controversial pacto que dio paso a la elección congresal de Jaime Paz Zamora
como presidente y de Luis Ossio Sanjinés del PDC, como vicepresidente. El go-
bierno del Acuerdo Patriótico abrió la puerta al primer gobierno de coalición que,
desde 1952, desplazó al MNR (o sus fracciones disidentes) del lugar central que,
como partido hegemónico, había ocupado en el sistema político sea en gobiernos
electos o como parte de gobiernos militares como los de transición democrática.
Este no es un dato menor.
Los acuerdos políticos de julio de 1992, conocidos como los Acuerdos Maris-
cal Andrés de Santa Cruz, constituyeron un hito en la historia de la construcción
democrática y demostración de la capacidad de perfilar reformas de Estado, con
una visión de largo plazo que comprometía a oficialismo y opositores de futuros
gobiernos a ejecutarlas y sostenerlas en el tiempo. En ocasión del 25 aniversario
de vigencia de la democracia (octubre de 2007), fueron varios los medios de comu-
nicación que realzaban los acuerdos de 1991 y 1992, inusualmente, se reconoció
el rol de los partidos políticos en forjar estas trasformaciones, con miras no solo
a viabilizar la reforma constitucional de 1994, sino también su continuidad.
Estos acuerdos incluyeron una amplia agenda de reformas destacando las
siguientes: Impulsar la reforma y modernización del Poder Judicial, al definir la
histórico que no solo dio visibilidad a los “otros” pueblos indígenas del Oriente,
Chaco y Amazonia organizados en torno a la Confederación de Pueblos Indígenas
de Bolivia (CIDOB), sino que propició la alianza de éstos con el Consejo Nacio-
nal de Ayllus y Markas del Qullasuyo (CONAMAQ), que aglutinaba a los pueblos
andinos de tierras altas además de la poderosa Confederación Sindical Única de
Campesinos de Bolivia (CSUTCB) creada el año 1979.
Se interpeló al Estado excluyente y sus demandas obligaron a respuestas aser-
tivas de parte de los distintos gobiernos. Los marchistas no pararon hasta ingresar
pacíficamente a la sede y al palacio de gobierno. En esa ocasión se promulgo el
Decreto Supremo 22610, del 24 de septiembre de 1990, por el cual se “Se reco-
nocía al Parque Nacional IsiboroSécure como territorio indígena de los pueblos Mojeño,
Yuracaré y Chimán constituyendo el espacio socioeconómico necesario para su desarrollo,
denominándose a partir de la fecha Territorio Indígena Parque Nacional IsiboroSécure”
(Tipnis), que fue el referente para la constitucionalización de las TCO y su inclu-
sión en el régimen de propiedad de la tierra en la Ley del Servicio Nacional de
Reforma Agraria ( Ley 1715 de octubre de 1996), durante el siguiente gobierno.
Posterior a la marcha indígena, en julio de 1991, el país ratificó, mediante ley
(1257) del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A
propósito de la conmemoración de los 500 años del encuentro, o “desencuentro”
de dos mundos, el mes de octubre de 1992, desde la presidencia se propuso, sin
éxito, el reconocimiento de la Wiphala como símbolo nacional de los pueblos
y naciones originarias y de la diversidad cuya síntesis era la tricolor boliviana.18
Como puede apreciarse en la gráfica 1 los presidentes Jaime Paz Zamora y
Gonzalo Sánchez de Lozada, no enfrentaron un promedio significativo de conflic-
tos en sus respectivos gobiernos. Además de los eventos señalados, se produjeron
protestas contra el proceso privatizador. Anualmente, se ritualizaron e hicieron
rutinarias, las manifestaciones sociales contra las definiciones presupuestarias en
materia de incremento salarial o, en su caso, las movilizaciones cívicas reclamando
incrementos presupuestarios o proyectos de inversión regional. La conflictividad
cíclica se centraba en marchas y bloqueos en contra de la política de erradicación
de la hoja de coca, desde la cual comenzó articularse un movimiento político más
amplio de interpelación al sistema.
Entre el año 2000 y 2003 se produjo un giro en la dinámica del conflicto en
el país. Tres fueron los eventos, cuya intensidad y alcance, pusieron en evidencia
la impotencia estatal para ejercer “el monopolio coercitivo de la fuerza estatal”.
18 Nota Nº 342/92 suscrita por Paz Zamora por la que remite al poder legislativo el proyecto
de ley de reconocimiento de la Wiphala como símbolo nacional. En el contexto de sucesivos
levantamientos indígenas y campesinos, fue repuesto como proyecto de Ley PL129 en la le-
gislatura 2002-2003. Por la bancada del MIR y el MIP, a la cabeza de Felipe Quispe presento
un proyecto alternativo.
40 la trayectoria de la democracia en bolivia
19 Pablo Stefanoni, “¿Adónde nos lleva el Pachamamismo? Tabula Rasa. Bogotá - Colombia,
No.15:, julio-diciembre 2001 261-264. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39622587014
(consultado en 13 de julio de 2022).
42 la trayectoria de la democracia en bolivia
Con la LPP no sólo se reconfiguró el territorio, al articular los centros urbanos con
las áreas rurales de la jurisdicción municipal, sino que se descentralizó el poder
político, se delimitaron las competencias del ámbito municipal y se transfirieron
recursos de coparticipación con base en el criterio poblacional. Estableció las bases
para la planificación participativa y el control social a partir del reconocimiento de
actores indígenas campesinos antes excluidos y de entidades vecinales reconocidas
genéricamente como Organizaciones Territoriales de Base (OTB), a partir de las
cuales se constituyeron 311 Comités de Vigilancia. (Zegada, Brockmann, 2021:100)
20 El “Diálogo Nacional 2000” convocado por Hugo Banzer para integrar a diferentes actores
de la sociedad en el proceso de definición de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza.
44 la trayectoria de la democracia en bolivia
(…) aunque ésta devino, en una suerte de inclusión subordinada a un orden patriarcal
aún predominante” (2015:5).
Resulta paradójico que, la apertura de espacios de participación política a las
mujeres en el período analizado, se produjo en el contexto de crisis y agotamien-
to de los partidos que arrancaron con este proceso acumulativo de avances. Por
primera vez una mujer, Mirtha Quevedo del MNR (2002), presidio la Cámara de
Senadores y Nora Soruco (MIR), lo hizo por segunda vez, en la Cámara de Dipu-
tados el año 2005, –cabe recordar que, la primera en la historia fue Lidia Gueiler
al cerrar el convulso año de 1979. Ambas accedieron a estos cargos jerárquicos, en
los “tiempos residuales del poder” de la triada de partidos que, sustentó el sistema
multipartidista de los primeros 20 años de historia democrática.
De alguna manera, estas reformas legales junto a las anteriormente men-
cionadas, partieron de criterios directamente relacionados con la distribución y
desconcentración del poder, la inclusión de nuevos actores políticos en la repre-
sentación política, y la búsqueda de una presencia transversal más igualitaria de
las mujeres en el territorio.
Al conjunto de reformas políticas ya señaladas, se incluyeron otras que fueron
impulsadas como respuesta al desencanto y al severo cuestionamiento a las insti-
tuciones de la democracia representativa y a las demandas ciudadanas expresadas
en el marco del Dialogo Nacional 2000 antes mencionado. Sobre esta base, la Ley
de necesidad de la Reforma Constitucional, aprobada en agosto del 2002, por el
Gobierno del presidente Jorge Quiroga, incluía la iniciativa legislativa ciudadana,
el referéndum además de la liberalización de los mecanismos de representación
política al romper el monopolio partidista. La reforma fue refrendada parcialmente
y puesta en vigencia en febrero del año 2004.22 El sistema político promovió el
reconocimiento de mecanismos de la democracia directa y participativa, como
complemento a la democracia representativa a la par que, con la ruptura del mo-
nopolio de los partidos del sistema, abrió las compuertas para canalizar el voto
y la representación, por mecanismos locales y regionales más permeables a la
inclusión de nuevos actores.
Cierro este acápite mencionando el reciente estudio de Jean Paul Faguet, a
propósito de la explicación del colapso sistémico de los partidos del primer ciclo
democrático.
22 El MAS condicionó su apoyo para lograr la mayoría calificada del voto parlamentario e impuso
al gobierno de Mesa la aprobación de una reforma mínima, ratificando solo algunas del total
de reformas que incorporó la ley de necesidad promulgada el año 2002.
instituciones democráticas 47
realidad política, social y económica en Bolivia y la región (LB, 2015, 2021), así como
otros estudios de opinión, con distinto enfoque metodológico como el Proyecto
de Opinión Pública en América Latina (LAPOP), cuyos reportes de los años 2014 a
2021, muestran la evolución de ciertos indicadores de opinión pública, desde 1998,
sobre la cultura política de la democracia en Bolivia (Ciudadanía, 2014, 2021).
La información disponible en estos estudios de medición no cubre los prime-
ros gobiernos de coalición del período aquí analizado. Sin embargo, del debate
en torno a las metodologías de estudios cuantitativos y de aquellos de medición
de la calidad de la democracia, a continuación, se recupera y analiza la informa-
ción que da cuenta de las percepciones, los niveles de apoyo a la democracia, y la
confianza respecto al funcionamiento de instituciones clave de algunos gobiernos
del período estudiado.
Según el LB entre 1996 y 2003, el apoyo a la democracia como sistema de
gobierno y la satisfacción con ella en Bolivia, reportó tendencias a la baja. Entre
1996 y 2001, –coincidentes con los gobiernos de Sánchez de Lozada y de Hugo
Banzer–, el índice de percepción de la democracia (promedio entre el apoyo a la de-
mocracia y la satisfacción con su funcionamiento) disminuyó de 45 a 35 por ciento.
Los resultados del año 2001, muestran que los efectos de la crisis económica
internacional en las economías de los países, tienen un fuerte impacto en la evaluación
que los ciudadanos hacen del sistema democrático. Los datos demuestran que, hay
una fuerte relación entre el desempeño económico de los gobiernos y la manera
como los ciudadanos aprecian la democracia (LB, 2001:8).
Por otra parte, son sugestivas las respuestas de los entrevistados frente a tres
proposiciones optativas a) preferencia de la democracia, b) de un gobierno autoritario
en ciertas circunstancias o c) indiferencia respecto a la vigencia de uno u otro tipo de
gobierno. Entre 1996 y el año 2003, coincidente con el primer y el segundo gobierno
de Sánchez de Lozada, la preferencia de un gobierno democrático reportaba el 66,8
por ciento para bajar al 51 por ciento el 2003. En el mismo período, la preferencia
de un gobierno autoritario en alguna circunstancia, –no propiamente dictadura–,
se incrementó del 17,8 por ciento al 23,4 por ciento, mientras a quienes les “daba
lo mismo”, si fuera o no democrático, se incrementó del 15,5 por ciento al 24,7 por
ciento. Con fines comparativos y con el propósito de contar con una valoración
longitudinal más actualizada entre los años 2018 y 2020, la “indiferencia respecto
a uno u otro tipo de gobierno se incrementó al 27 y 29 por ciento respectivamente.
Las instituciones importan para el buen funcionamiento de la democracia.
Bajo esta premisa, cobra significación la medición del nivel de la confianza en
el presidente, el congreso, los partidos políticos, la justicia y los sindicatos.
La información cronológica sobre la confianza en este período se refleja en el
Cuadro 2 del Anexo adjunto.
instituciones democráticas 49
23 /Downloads/F00008562-Informe_Latinobarometro_2001.pdf,2001 Downloads/F00008778-
Informe_Latinobarometro_2002.pdf (Consultado, 15 de junio 2022).
Downloads/F00008778-Informe_Latinobarometro_2002.pdf (Consultado 15 de junio2022)
Latino barómetro, Informe 2021. (Santiago, 2021) https://www.latinobarometro.org Informe
1995 - 2015 Banco de datos en línea. (Consultado 15 de junio 2022).
50 la trayectoria de la democracia en bolivia
24 Corte Nacional Electoral hasta el 2009 y Órgano Electoral Plurinacional con su respectivo
Tribunal Supremo Electoral hasta la fecha.
52 la trayectoria de la democracia en bolivia
al Órgano Electoral Plurinacional (OEP), reconocido por la CPE del 2009 como
cuarto órgano del Estado Plurinacional.
En base a los estudios de Ciudadanía y a los valores del IDD de la KAS, existe
suficiente evidencia de una progresiva caída de la credibilidad de esta institución,
a partir de 2012 para adelante. Pérdida de confianza que hizo crisis entre 2016 y
2019. Aunque se observa una leve recuperación en la administración de los comi-
cios de 2020, en las que al renovado TSE tuvo el desafío de administrar las “elecciones
más complejas y accidentadas de la historia democrática boliviana”. (Brockmann, 2021).
Pese a este repunte, persisten dudas y niveles preocupantes de desconfianza en
relación al comportamiento imparcial e idóneo del OEP, –sobre el que el órgano
ejecutivo ha intervenido– forzando la renuncia de los vocales que fueron designa-
dos por la presidente Jeanine Añez,25 en el marco del compromiso de recuperar la
credibilidad del OEP, tras la crisis post electoral del 2019. El presidente Arce, ha
procedido a la recomposición de los tribunales electorales, con la incorporación
de personas abiertamente alineadas al partido de gobierno.
Los índices de confianza respecto al Órgano Judicial y Sistema de Justicia
no son alentadores. Los resultados arrojados por estudios y perspectivas diversas
demuestran que, en 40 años de vigencia democrática han sido sostenidamente
desfavorables, ni existen señales esperanzadoras, ni voluntad política del nuevo
gobierno de encarar una reforma integral y profunda.
El año 1996, el gobierno de Sánchez de Lozada, dio los primeros pasos para
proyectar de la ambiciosa reforma judicial sobre la base a los acuerdos del 9 de
julio y la CPE reformada. Ese año el LB reportó un 25,3 por ciento de confianza en
la justicia, siendo el más alto comparativamente a años subsiguientes (ver cuadro
2). En todos los años, entre 1996 e inclusive el año 2020, los porcentajes de poca
o ninguna confianza oscilan entre 74 y 83 por ciento.
Estos indicadores guardan correspondencia con las tendencias reportadas
en los consecutivos informes sobre la calidad de las democracias, en relación a la
calificación de la dimensión y subdimensiones de Estado de Derecho (KAS-ABCP,
2014). Del total de siete subdimensiones, las correspondientes a administración
de justicia, independencia del órgano judicial y respeto a los Derechos Humanos
por la policía, no superan la calificación de 2,3 de una escala del 1 al 10. Por otra
parte, la valoración de la lucha contra la corrupción y la capacidad institucional
y administrativa del Estado, son de 3 sobre 10.
Estas bajas calificaciones han sido recurrentes. Confirman la gravedad de la
situación de la administración de justicia y la falta de independencia del órgano
judicial. El promedio de calificación de la dimensión procedimental de Estado de
25 De acuerdo a la ley del Órgano Electoral, uno de los 7 miembros del TSE y de los cinco vocales
de los Tribunales departamentales es designado por el presidente los que una vez designados
deben cumplir el periodo de su mandato y no actuar como delegado del presidente.
instituciones democráticas 53
El año 1994 Guillermo O’Donnell, observaba que varios países que experimenta-
ron transiciones democráticas, a partir de la década de los 80, no reunían condicio-
nes para considerarse democracias representativas. Las definió como “democracias
delegativas” que, si bien pertenecían al género de sistemas democráticos, debían
enfrentar una segunda transición, aún más compleja, para asumir la calidad de
representativas. O’Donnell advertía que:
“…nada garantiza que esta segunda transición se lleve a cabo. Las nuevas democracias
pueden retroceder a un gobierno autoritario, o se pueden atascar en una situación
de ineficacia e incertidumbre [..]Esta situación podría mantenerse sin que surjan
posibilidades para las formas institucionalizadas de democracia. El elemento
54 la trayectoria de la democracia en bolivia
han conducido, se reconoce que la democracia forma parte del sentido común de
la sociedad y del horizonte de vida deseable de los y las bolivianas.
Ahora bien, a propósito de esta conclusión, corresponde referirse al contro-
versial gobierno de la expresidenta Jeanine Añez (2019-2020), como un gobierno
constitucional transitorio accidental pero fallido, por no haber asumido la gestión
de la transición, conforme a los términos que la circunstancia política demandaba.
En varios ensayos, he sostenido esta posición y analizado la deriva de esta
crisis incubada desde febrero del 2016 y que ha profundizado la polarización,
tanto política como social. Pese al retorno del MAS con un respaldo mayorita-
rio, persisten las interrogantes sobre el futuro y calidad de nuestra democracia
(Brockmann, 2020 y 2021, así como en Zegada, Brockmann y otros, 2021).
Una segunda conclusión. Durante el período analizado, se detectan y
visualizan dinámicas cuya comprensión obliga al análisis diacrónico y contra-
dictorio. En diferentes contextos, los avances y las dificultades dan cuenta de
resultados paradójicos. La construcción de la institucionalidad democrática opera
en dimensiones duales, con disonancias y disritmias que contribuyen a explicar
su trayectoria accidentada. “El desequilibro entre reforzados derechos políticos y pobres
logros en el ámbito social y económico dieron lugar a un reavivamiento de la polarización
social, ahora reforzada con los ingredientes étnico y regional” (Rojas, 2009:230). La
economía no le ayudaba a la política.
Los avances germinales pero significativos, en el campo normativo político,
social e institucional se produjeron a contra ruta de las medidas y restricciones
económicas impuestas por la nueva política económica. Paradójicamente estos
avances, lejos de contribuir a la construcción de instituciones estables y sostenibles
no fueron suficientes para legitimar el sistema que las prohijó. La implantación
ortodoxa de las recetas económicas neoliberales, promovidas por el consenso de
Washington, fueron persistentemente resistidas, hasta producirse las condiciones
externas e internas para el giro post neoliberal etno nacionalista y desarrollista
del período democrático abierto el 2006 con la victoria del MAS.
En otras palabras, la comprensión de la dinámica del sistema multipartidista
y del presidencialismo hibrido, así como de su colapso, se explica a partir de la
paradójica concurrencia de factores diversos, entre los cuales se encuentran los
avances gestados en y desde la democracia. Entre avances y dificultades, se gene-
raron condiciones propicias para la agudización de contradicciones y tensiones
históricas irresueltas en la sociedad boliviana, las que finalmente excedieron la
capacidad del sistema para gestionarlas.
El estudio sobre disonancias en la representación política (Zegada, Brockmann
y otros, 2021) concluye que los partidos políticos jugaron un rol secundario y, menos
visible, en la lucha contra la dictadura. El verdadero protagonista, en el imaginario
popular, en la retórica política y estudios académicos, había sido el movimiento
popular, conformado por la vanguardia minera y obrera y las organizaciones sociales
56 la trayectoria de la democracia en bolivia
26 https://www.latinobarometro.org/LATOld/LATBD/LATBD_Latinobarometro_Informe_1997.
pdfDownloads/F00008566- (Consulta 15 de junio).
instituciones democráticas 57
27 CPE art. 11. Artículo 11. I. La República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrá-
tica participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres
y mujeres. II. La democracia se ejerce de las siguientes formas, que serán desarrolladas por la
ley: 1. Directa y participativa, por medio del referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la
revocatoria de mandato, la asamblea, el cabildo y la consulta previa. Las asambleas y cabildos
tendrán carácter deliberativo conforme a Ley. 2. Representativa, por medio de la elección
de representantes por voto universal, directo y secreto, conforme a Ley. 3. Comunitaria, por
medio de la elección, designación o nominación de autoridades y representantes por normas y
procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, entre otros,
conforme a Ley. La Ley de Régimen Electoral (026) sintetiza como Democracia Intercultural.
58 la trayectoria de la democracia en bolivia
la etapa de gobiernos de facto cívico militares, ello implicó una épica que, con
sus contradicciones y dilemas, manifiesta la voluntad de asumir un nuevo orden
de convivencia, con base a principios constituciones de 1967 y no sobre el abuso
del poder y la ley del más fuerte. No fue un evento marginal, ya que marca un
antes y un después en la historia contemporánea de Bolivia. Sería un momento
constitutivo, no solo por la lucha y movilización que precedió su conquista, sino
por inaugurar y concretizar un escenario por el cual, durante cuatro décadas, se
producen y gestionan conflictos de distinta intensidad y potencia transformadora
de la dinámica y configuración de la sociedad boliviana y el sistema político “en
democracia”.
Desde esta perspectiva, corresponde interpelar a sectores, cuyas pulsiones
hegemónicas y capacidad de veto al pluralismo democrático, a fin de remontar la
concepción minimalista de la democracia y encarar con voluntad la tarea de rever-
tir las condiciones históricas adversas que aún prevalecen. Cierro esta reflexión,
reafirmando que, pese a los factores adversos que rodearon el nacimiento de la
democracia y persisten en el tiempo, “el asunto –lo que importa– no es saber si un
determinado país está preparado para la democracia, sino partir de la idea de que todo
país se prepara –y desarrolla– a través de la democracia” (Sen, 1999:4) premisa que
enmarca el renovado debate sobre la democracia, como proceso democratizador
en desarrollo, que debe conjurar la inercia, el estancamiento y la regresión cíclica
que la amenaza.
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instituciones democráticas 63
Anexos
Gráfico 1
Promedio de conflictos nuevos por mes según gestión presidencial
y duración de mandato
1982-2005
UDP-Siles / 34 meses 54
0 10 20 30 40 50 60
Promedio conflictos por mes
Fuente: Elaboración propia con base a información de Laserna y Villarroel y Observatorio (2008) y Observatorio de
Conflictos (Ceres).
Gráfico 2
Porcentaje agregado a caudal de votos del MNR, ADN y MIR, traída del sistema
multipartidista moderado y de otros partidos que logran representación parlamentaria
(1985-2005)
80
MNR-ADN-MIR
70
MNR
60 ADN
MIR
50
Condepa
Porcentaje
40 UCS
NFR
30
MAS
20 MIP
Podemos
10
0
1985 1989 1993* 1997 2002** 2005***
Fuente: Elaboración propia con base al Atlas Electoral de Bolivia (PNUD-OEP, 2016).
(*) ADN y el MIR junto a su aliados minoritarios –PDC y FRI– conformaron un frente electoral común. Acuerdo Patriótico.
(**) NFR tiene 21% similar al MAS es la promesa y última vez que participa con sigla propia.
(***) El espacio antes ocupado por la tienda MNR-ADN-MIR, es ocupado por el MAS y la alianza política en torno a PODEMOS.
64 la trayectoria de la democracia en bolivia
Cuadro 1
Configuración de coaliciones gobernantes y partidos de bloque opositor minoritario
(1985-2002)
Cuadro 2
Confianza en las instituciones - incluye porcentaje de aprobación Presidencial.
(Gobierno, presidente, Congreso, Partidos Políticos, Justicia, Sindicatos)
Gráfico 3
Bolivia: Evolución del porcentaje de mujeres electas como representantes titulares
en Órganos Legislativos y Deliberantes a nivel Nacional Municipal y Departamental
(1993-2015)
60
50
40
Porcentaje
Nacional **
30
Municipal
20 Departamental
10
0
1993-1995 1997-1999* 2002 2004-2005 2009-2010*** 2014-2015
Fuente: Elaboración propia sin decimales con base a información del TSE y Coordinación de la Mujer.
* Fecha inicio de vigencia de ley de cuotas.
** Incluye promedio de mujeres titulares en ambas cámaras (Diputados y Senadores).
*** Principio de paridad constitucionalizado.
instituciones democráticas 67
Resumen
1 El presente ensayo recoge reflexiones realizadas en artículos previos, libros y ponencias escritas
por la autora enfocados en el análisis de la democracia.
[71]
72 la trayectoria de la democracia en bolivia
El tema que movilizó a la sociedad a inicios de siglo, no fue solo el rechazo a los
actores circunstanciales en el poder, como fue en su momento Sánchez de Lozada
2 Una encuesta realizada el año 2004 por la Corte Nacional Electoral (Cultura política y demo-
cracia en Bolivia. Segundo estudio nacional) difundida durante el gobierno de Carlos Mesa,
demostraba que la población se sentía representada en un 74 por ciento por organizaciones
sociales, un 13,3 por ciento no se sentía representada por ningún tipo de organización, y sólo
un 6,7 por ciento se sentía representada por los partidos políticos.
democracia en 40 años de historia 77
y la mega coalición que lo acompañaba, sino que objetó al propio régimen demo-
crático y removió las estructuras del sistema económico, socio cultural y territo-
rial. De esta manera, se posicionó el cuestionamiento histórico a los 500 años de
exclusión social y cultural al que fueron sometidos los pueblos indígenas, desde la
colonización española y que, no fue atendido o resuelto durante la era republicana.
Al mismo tiempo, se puso de manifiesto la crisis del Estado centralista con que se
fundó la República de Bolivia, a través de un conjunto de movilizaciones, sobre
todo cívicas en Santa Cruz, exigiendo la descentralización. A estos factores que
provienen de la memoria larga, se sumaron otros de corto plazo, como el rechazo
al modelo neoliberal y el derrumbe de los partidos políticos que protagonizaron
la consolidación democrática.
Es importante destacar que estas demandas tienen origen en las organiza-
ciones de la sociedad, porque los cambios que advienen con el desarrollo de la
Asamblea Constituyente, no fueron de propiedad de un partido político, como el
MAS o del ex presidente Morales, sino que fueron impulsados y apropiados por
las organizaciones de la sociedad civil como el movimiento indígena, obrero y
campesino, así como los actores cívico regionales, quienes desde distintos lugares
de la realidad, marcaron el contenido de los cambios políticos y constitucionales.
De hecho, los dos pilares del nuevo Estado como la Plurinacionalidad y la Autono-
mía, provienen de la presión de movimientos sociales de larga data. La noción de
Estado Plurinacional se originó en el seno del movimiento campesino, apareció por
primera vez en un documento del segundo congreso de la CSUTCB publicado en
1983 (Ticona, 2006:69), y luego se recogió en la propuesta de refundación estatal
del Pacto de Unidad. En tanto que, la autonomía fue una respuesta a la presión
histórica decimonónica del movimiento regionalista del oriente, que pugnó por
la descentralización del Estado y que, en esta coyuntura, generó un gran respaldo
ciudadano, que se visibiliza, por ejemplo, en el denominado Cabildo del millón
realizado a los pies del Cristo Redentor en 2006.
Las elecciones de 2005 marcaron un punto de inflexión con el triunfo
incontrastable del MAS-IPSP con mayoría absoluta de votos (53,7 por ciento), y
en la que las opciones opositoras agrupadas en siglas renovadas como Podemos
o Unidad Nacional, –pero con antiguos rostros como Tuto Quiroga o Samuel
Doria Medina–, sumaron alrededor del 35 por ciento de los votos, poniendo en
evidencia un giro radical en la votación. Cabe recordar que el MAS, se diferen-
cia de los partidos tradicionales, porque surge del seno de las organizaciones
campesinas e indígenas en los 90, al mando de un liderazgo sindical/campesino
y promoviendo un discurso popular y anti partidos. El triunfo del MAS, en las
elecciones del 2005, se explica por varias razones: En primer lugar, porque Evo
Morales era portador de un importante capital político y simbólico que articuló
con éxito los elementos ideológicos que generaron la crisis de la coyuntura, el
rechazo al modelo neoliberal, la reivindicación histórica de reconocimiento e
78 la trayectoria de la democracia en bolivia
su campaña. Las denuncias también versaban sobre la calidad del padrón electoral,
las denuncias sobre la existencia de 16.000 cédulas duplicadas o triplicadas, pues
muchas de ellas correspondían a personas fallecidas o a personas que no vivían
en Bolivia pero estaban habilitadas para votar, y otro conjunto de datos sobre el
crecimiento desmesurado del padrón electoral en ciertos territorios.3 Finalmente,
se visibilizaron contradicciones y pugnas internas entre las máximas autoridades
del TSE respecto a decisiones claves y se produjo la renuncia de personal técnico
clave faltando apenas pocas semanas para las elecciones.
Frente a esa situación de desconfianza, la sociedad comenzó a organizar ins-
tancias independientes para vigilar las elecciones como la denominada Alianza
Ruta de la Democracia, integrada por 22 organizaciones e instituciones sociales
y académicas, y la red de observadores “Tu voto cuenta”, con el fin de realizar
encuestas independientes y participar en la observación ciudadana del proceso
electoral. Ambas actividades fueron cuestionadas por la entidad electoral, sin
embargo, siguieron adelante.
Así, en un ambiente de tensión instalada, las elecciones generales de 2019 lejos
de convertirse en el reordenador del tablero electoral y una solución pacífica a las
tensiones, entre oficialismo y oposición, derivaron en una explosión de protestas
de gran intensidad durante 21 días conflictividad en las calles, enfrentamientos y
violencia que condujeron a la sorpresiva renuncia de Morales.
En dicho conflicto, que no cabe relatar acá, se pusieron en tensión varios
factores clave relacionados con la democracia. Por un lado, el recurso siempre
presente al derecho a la libertad de expresión que se verificó en las calles, en
las redes y en la opinión pública, en general, frente a la actuación irregular de
la entidad electoral y la carencia o deficiencia de mediaciones institucionales
que canalicen la indignación social. Por otro, se manifestó en la presencia de la
población en las calles con innovadores repertorios de movilización, bloqueos y
vigilias propiciadas por vecinos, brigadas de apoyo y participación inusitada de
diversos sectores sociales que se confrontaron con las organizaciones moviliza-
das afines al MAS. También se percibió la débil capacidad de convocatoria de los
partidos opositores y su virtual ausencia en el conflicto, salvo Carlos Mesa que
fue el líder político directamente afectado por la confiscación de votos y estuvo
presente en el conflicto de manera permanente. En todo caso, la oposición po-
lítica fue rebasada por el protagonismo de líderes cívicos como Luis Fernando
Camacho en Santa Cruz o Marco Pumari en Potosí, entre los más relevantes, o
3 Carlos Börth, presentó un estudio en el cual verificaba que había al menos 70 municipios
donde el padrón había crecido por encima del 25 por ciento; en Pando creció hasta en 80 por
ciento, en Santa Cruz a más del 40 por ciento, el autor concluye que había 283.700 electores
observados en esos padrones que significaban el 4,2 por ciento de un padrón de aproximada-
mente 6.900.000 electores; además de un crecimiento desmedido del padrón en Argentina y
Chile con un 100 por ciento.
democracia en 40 años de historia 83
El retorno del MAS en 2020 con una mayoría incontrastable del 55 por ciento de
votos y la entrega del poder al presidente Arce, de alguna manera cierran este difícil
ciclo dentro de los marcos de la democracia; sin embargo, la oportunidad abierta
con el nuevo presidente de re-unir a los bolivianos, como había mencionado en su
discurso el vicepresidente David Choquehuanca, fue quebrado por la decisión del
gobierno, no solo de responsabilizar de la crisis al gobierno de Añez, sino también
del recurso a la acusación judicial a todos los líderes opositores ya sean partidarios,
cívicos, sociales, de plataformas etc. acrecentando la polarización política entre el
oficialismo y la oposición. Por otra parte, son reiteradas las denuncias de los parla-
mentarios opositores respecto a los atropellos propiciados por la mayoría legislativa
del partido en el poder. Finalmente, se ha agravado la desconfianza en el Órgano
Judicial, por la sucesión de casos de corrupción e ineficiencia.
Este conjunto de acontecimientos ha dejado como saldo instituciones tre-
mendamente debilitadas y con escasa capacidad de generar acuerdos. Una reciente
encuesta a expertos sobre la sensación de confianza en las instituciones publicada
en marzo de 2022, revela que el gobierno nacional tiene un 51 por ciento de des-
aprobación, la ALP un 66 por ciento, mientras el Órgano Judicial tiene la mayor
desaprobación, con el 97 por ciento junto con la policía que tiene el 89 por ciento
de desaprobación. Estas últimas son las más depreciadas en cuanto a confianza
ciudadana, pero en general como se puede ver, la desaprobación en todas las
instituciones está por encima del 50 por ciento.4
Respecto a los actores políticos, los partidos y agrupaciones ciudadanas oposi-
toras se han recluido a espacios de decisión departamental y municipal debido a los
triunfos electorales de 2021. La oposición se impuso en 6 de las 9 gobernaciones
y en 8 de los 10 municipios en las ciudades más grandes. Sin embargo, quienes
dirigen estas organizaciones opositoras son liderazgos de situación de carácter
local, creados por el calor de la coyuntura o por los capitales sociales, culturales o
económicos que detentan en los diferentes contextos locales. Pero si bien lograron
importantes victorias contra el MAS a nivel sub nacional, no significa que puedan
constituirse en fuerzas alternativas a nivel nacional.
La novedad en términos de democratización política se ha producido al in-
terior de las filas del MAS, pues desde la salida de Evo Morales, de la presidencia
y del país en noviembre de 2019, comenzaron a surgir cuestionamientos a la
conducción política del partido y al ex presidente, con las consecuentes demandas
de mayor participación de las bases sindicales y sociales en las decisiones. Estos
desacuerdos con la coalición dominante del partido, se han reflejado en varias
ocasiones, incluso con reacciones violentas contra el jefaturismo o con disiden-
cias que han adquirido vuelo propio en las elecciones sub nacionales, como es el
4 https://www.noticiasfides.com/nacional/sociedad/encuesta-refleja-reprobacion-de-89-a-la-
policia-y-97-para-el-organo-judicial-414323
democracia en 40 años de historia 85
Dada la existencia pre colonial de las naciones y pueblo indígena originario campesinos
y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en
el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al
autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación
de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley. (Estado
Plurinacional de Bolivia, 2009).
Ha transcurrido más de una década de vigencia del Estado, con el formato plurina-
cional y autonómico, diseñado en la nueva Constitución. Durante este tiempo, el
partido de gobierno ha contado con sucesivas mayorías parlamentarias, por tanto,
con la posibilidad de avanzar mediante la aprobación de leyes sin ningún tipo de
obstáculos por parte de los opositores; sin embargo, la aplicación en particular de
la democracia intercultural ha sido muy limitada e incluso ha sufrido retrocesos
¿En qué consisten dichas acotaciones?
Respecto a la democracia representativa, se ha producido una incorporación
disminuida de las circunscripciones especiales indígena originario campesinas
a nivel nacional y subnacional. Para las elecciones de 2009, la primera de este
nuevo ciclo estatal, se aplicó una Ley de Régimen Electoral Transitorio ante la
ausencia de una Ley Electoral concurrente con la nueva Constitución. En ella,
se establecieron siete circunscripciones Indígena Originario Campesinas de un
total de 130 escaños en la Cámara de Diputados. De esta manera, los pueblos in-
dígenas originarios, mediante sus propias circunscripciones agrupadas de acuerdo
a los territorios en que se asientan y, a través de partidos políticos, ocuparon de
manera directa sólo el 4,2 por ciento del total de los curules de la Asamblea Le-
gislativa Plurinacional. Algo similar sucedió en las elecciones para gobernaciones
y municipios en las elecciones de 2010. Para dicha elección, se aprobó otra Ley
Transitoria que establecía un número determinado de asambleístas para pueblos
indígenas, en cada uno de los departamentos, en consecuencia, se ofertaron en total
solo 21 espacios para pueblos minoritarios (excluyendo a quechuas y aimaras) en
Asambleas Departamentales de todo el país, de un total de 267 escaños. Estos 21
representantes estaban concentrados, sobre todo en Santa Cruz (5) y La Paz (5),
y el resto disgregados en otros departamentos, mostrando claras desproporciones
en relación con la cantidad de pueblos, por ejemplo, en el caso del Beni que es el
departamento con mayor diversidad de pueblos indígenas, solo dos asambleístas
indígenas representaban a 16 pueblos y comunidades.5
En la Ley de Régimen Electoral 018 aprobada en 2010, se ratifican los siete
escaños indígenas de la Ley Transitoria a nivel nacional. En ese momento, los
pueblos indígenas rechazaron esta propuesta y realizaron una serie de moviliza-
ciones pidiendo al menos 18 curules, pero sus demandas no fueron atendidas.
Con todo, se pudo constatar que, a pesar de una mayor presencia de indígenas en
escenarios de representación nacional (Asamblea Legislativa Plurinacional) o sub
persisten desde tiempos pre coloniales, y que fueron invisibilizadas por la historia
oficial republicana hasta entrado el siglo XX. En la mayoría de los casos, tanto en
tierras altas como en tierras bajas, persisten hasta el presente formas ancestrales
o híbridas de ejercicio del poder, aplicados a la toma de decisiones, autogobierno
y justicia, así como procedimientos diversos para acceder al poder o seleccionar
autoridades, en estos por ejemplo se realizan a través de la rotación de cargos, el
camino o “thaki” para crear trayectoria, la selección de autoridades por “filas”,
entre muchas otras. Muchas comunidades también cuentan con formas propias de
resolución de conflictos (MORCS)6 y mecanismos, como la discusión hasta agotar
argumentos para lograr consenso, otorgándole sentido por ejemplo a la práctica
del pijcheo de coca, entre muchas otras modalidades que continúan marcando la
dinámica del ejercicio político de los pueblos indígenas.
En la legislación actual, se ha establecido la supervisión de los procedimientos
de los pueblos indígenas, mediante el Servicio Intercultural de Fortalecimiento
Democrático (SIFDE) del Órgano Electoral, y se prevé un acompañamiento a su
aplicación sin interferir en ellos (LRE Art. 92); así la ley “garantiza que las nor-
mas y procedimientos propios se realicen sin interferencias o imposiciones de
funcionarios estatales, organizaciones políticas, asociaciones de cualquier índole,
poderes fácticos o personas u organizaciones ajenas a estos pueblos o naciones”
(LRE, Art. 93). El Órgano Electoral entiende que las instancias comunitarias no
tienen normas escritas, por tanto, no exige la presentación de reglas, estatutos o
compendios similares, no obstante, establece la supervisión al cumplimiento de
sus procedimientos ancestrales (LOE, Art. 23).
Finalmente, la consulta previa a pueblos indígenas originarios y campesinos
es un mecanismo constitucional muy potente para la participación directa en las
decisiones estratégicas que afecten a sus territorios. Esta disposición constitucio-
nal aún no cuenta aún con una ley marco, y se ha aplicado de manera selectiva y
de forma deficiente. Su aplicación en el TIPNIS, por ejemplo, se realizó después
del conflicto con los indígenas y fue cuestionado por su modalidad y porque se
realizó después del inicio de obras y pasado el conflicto y no antes como manda
la Constitución. Por otra parte, en relación con las inversiones extractivistas,
el Ministerio del área de Hidrocarburos, ante la premura de generar recursos
energéticos para el desarrollo económico, se amparó en un decreto supremo de
abril de 2015 que modificaba el Reglamento de Consulta y Participación para
Actividades Hidrocarburíferas de 2007, referido al Ministerio de Hidrocarburos y
Energía para realizar, de manera apresurada, un proceso de consulta a los pueblos
indígenas originario campesinos de la zona, estableciendo plazos perentorios e
para designar a las maneras en que gobiernos elegidos por el voto terminan asu-
miendo prácticas anti democráticas (Levitsky y Ziblatt 2018, entre otros). Desde
hace algunas décadas los autores que provienen de la ciencia política clásica
como Norberto Bobbio (1993), ya habían advertido sobre el conjunto de “falsas
promesas o promesas incumplidas de la democracia”, argumentando que, de una
democracia del individuo y pueblo soberanos, se habría pasado a una democracia
de los grupos poderosos donde sus intereses se convertían en los “poderes invi-
sibles” de la política, provocando un efecto centrífugo, debido justamente a la
fragmentación de intereses y el predominio del neo corporativismo, dejando de
lado la preservación del bien común.
Otras tendencias críticas al funcionamiento de la democracia han puesto
atención en aspectos como los déficits de la gestión del régimen político, identifi-
cando como uno de los problemas centrales el presidencialismo o hiper presiden-
cialismo (Cavarozzi 1991), como Linz, Valenzuela 1998 o Shugart, Carey 1992,
Mainwarning, Shugart 1997, que argumentaban a favor del parlamentarismo como
el régimen más adecuado para el desarrollo de la democracia. Otros estudios se
enfocaban de manera más precisa en el desempeño político de las instituciones,
la corrupción y la ingobernabilidad, así como en las deficiencias de la represen-
tación y los partidos.
Centrados sobre todo en la noción de democracia como desarrollo institu-
cional y gobernabilidad política, se han propiciado en América Latina a fines del
siglo pasado, una serie de reformas institucionales, –muy importantes, por cierto–,
pero que encaraban solo parcialmente los problemas del sistema democrático. Por
ejemplo, se han buscado soluciones centradas en la gestión estatal de la democra-
cia, tendientes a eliminar administraciones patrimonialistas y clientelistas, o en
la corrupción; en ese sentido, han promovido la incorporación de mecanismos
de rendición de cuentas o control democrático y transparencia en las gestiones
de gobierno; y finalmente, otras reformas se han concentrado en la búsqueda de
soluciones por la vía gerencial, es decir, buscando mejorar la modernización y la
eficiencia de la administración pública mediante el traslado de criterios del sector
empresarial privado al ámbito público (Heredia, Schneided en O Donnell 2007).
Sin duda, estas iniciativas han logrado resultados positivos, pero fueron
limitadas, pues no lograron encarar los aspectos estructurales y críticos de la
democracia y la gestión pública y política, porque el problema de la democracia
no se restringe a las instituciones y su funcionamiento, sino que se trasladan a la
crítica relación entre el Estado y la sociedad, es decir, la capacidad del Estado y
en este caso del sistema político de responder a las necesidades y demandas de
la sociedad, a sus contradicciones y conflictos económicos, sociales y culturales.
Una de las respuestas políticas a estas sucesivas crisis ha sido el denominado
“giro a la izquierda latinoamericano” que habría promovido un escenario post
liberal caracterizado por la hibridación política (Arditi 2010); no obstante, los
96 la trayectoria de la democracia en bolivia
5. Balance final
8 Antezana en su análisis sobre los aportes de Zavaleta habla de presente crítico como resultado
de la acumulación histórica, un concepto muy emparentado con el ‘conocimiento horizontal’
que es el autonococimiento, distinto al denominado ‘conocimiento vertical’ que proviene de
los saberes cultos (Antezana 2009:126-129).
democracia en 40 años de historia 99
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102 la trayectoria de la democracia en bolivia
Resumen
Una cuestión forzosa para elucidar las relaciones entre luchas populares y su con-
tenido democrático es establecer mínimamente lo que se entiende por democracia.
La historia y disputas agazapadas tras el concepto traen tal carga y voltaje
ideológico que puede hacer estallar, de entrada, hasta las mejores y más sanas
intenciones. Queda lejos de mi alcance aproximarme a un tratamiento profundo,
balanceado e integral sobre enfoques generales de democracia, por lo que haré
mi mejor esfuerzo por plantear el tema en la ubicación y tiempo concreto que
dan su título a este trabajo.
[107]
108 la trayectoria de la democracia en bolivia
3 Corporativa (o), designa en este texto a las prácticas de autoconservación y defensa de intereses
sectoriales (gremios, sindicatos, asociaciones de productores, empresarios, etc.), mientras que
corporativista denota conductas de exacerbación del egoísmo sectorial. Las primeras son
habituales en el funcionamiento de las sociedades, en tanto que el corporativismo se asocia a
una estimulación e intensificación deliberada de lo corporativo, con menoscabo de los intereses
y bienestar colectivos.
110 la trayectoria de la democracia en bolivia
al menos según afirman los mayores estados imperiales del sistema y aquellos
institutos, centros y organizaciones que se presentan como especialistas y árbitros
capaces de medir, apreciar, –o más bien, definir e imponer–, escalas y tablas de
posiciones al respecto.
Dado que la democracia de cada formación social concreta, –igual que la del
conjunto del sistema–, es resultado de una continua y fluida tensión de fuerzas,
las acepciones y las marcas de “normalidad” y “aceptabilidad” no dejan de mo-
verse, lo que pone sobre la mesa la cuestión de que sí reconocemos y hablamos
de culturas y no de una cultura, única y rectora, es buen momento de reconocer
lo mismo al ámbito democrático.
Asumir la pluralidad democrática contribuye a desenmascarar a la importante
cantidad de regímenes que pretenden encubrir sus crímenes y prácticas antidemocrá-
ticas, bajo el barniz de un “modelo propio” de democracia que no puede ser criticado
y, menos todavía, juzgado por otros. Estas formulaciones necesitan vaciar la idea
de democracia de un significado reconocible y universalmente válido, porque cada
democracia para serlo, sin renegar de sus características particulares, ha de com-
partir rasgos universales básicos y comunes, que le dan sentido a su denominación.
En nuestro país, el vínculo entre su aprendizaje y respuestas democráticas
propias, –con las características universalmente reconocidas a la democracia–, se
ha establecido, a partir del último proceso constituyente (1990-2009), en torno
a una Constitución –incubada y generada por la movilización social–, como cen-
tro de referencia de las leyes, con base al respeto y desarrollo de la participación
política, de las libertades, derechos y garantías individuales y colectivas.
El sesgo de la mirada de los especialistas más publicitados en medir y comparar
democracias nunca les permitió captar o entender la importancia democrática de
los cambios que logró introducir el proceso constituyente boliviano. La oposición
parlamentaria boliviana tiene el mismo problema, como causa principal de su aco-
rralamiento ante la inclinación antidemocrática y despótica del régimen vigente.
Si algo sobra en este siglo son las democracias en apuros, desde las más anti-
guas, célebres y pomposas, a las más recientes y precarias. De un energúmeno
expresidente, comandando el asalto al Capitolio, al recorte cotidiano y brutal de
libertades en Nicaragua, la sucesión de golpes militares en varios países africanos,
tanto como la cíclica inestabilidad italiana o belga, desnudan que, casi, donde se
mire hay una democracia en crisis.
En todas partes se demuestra, vez tras vez, cuan extemporáneo y trivial resulta
continuar recitando y pretendiendo que la democracia sería “el gobierno del pueblo,
por el pueblo y para el pueblo”.
lo popular y la democracia plural en bolivia 111
La falla más visible de este enunciado es que se aferra a una concepción mo-
nolítica, plana y unidimensional de lo que puede llamarse “pueblo”, imaginándolo
como una comunidad homogénea y compacta. Si algunas colectividades, relati-
vamente primitivas y aisladas podrían aproximarse a tal imagen, esto no sucede
con las sociedades contemporáneas, inclusive las mejor integradas, pero siempre
atravesadas por fracturas, contradicciones y divisiones múltiples.
Como, además, la participación colectiva es intermediada por intereses
privados de grupos (partidos, organizaciones sectoriales) individuales (caudillos,
caciques o dirigentes de imprevisible calaña) y otros, el funcionamiento democrá-
tico, material y concreto, fácilmente se inclina, en menor o mayor grado, hacia el
lado del más fuerte y solo muy de allá en cuando se mueve “por y para el pueblo”
y, más raramente, –como ocurre durante la caída de una tiranía–, llega a ser del
pueblo, por un efímero instante.
Por lo anterior, las nociones y sentimientos sobre el bien común, fundamen-
tales como cimiento de la vitalidad democrática, resultan, en general y gran parte
del tiempo, abstractas para gran parte del público, que recién suele apreciarlas
cuando se topan con una explosión de intereses privados, ya sea que expresen a
personas, grupos, corporaciones, naciones o imperios.4
Precisamente, en los cuarenta años que se cumplen desde el retorno de los
militares a sus cuarteles y a su posición subordinada ante las autoridades civiles,
la democracia boliviana, –en todas sus expresiones–, ha soportado ataques de toda
la gama de intereses privados, que la han colocado y la empujan recurrentemente
al borde del colapso.
Lo que le ha permitido sobrevivir a tantas embestidas es una voluntad mayo-
ritaria que se ha impuesto, presionando por el mantenimiento de las libertades,
reafirmando el derecho a participar y resistiendo las tendencias que conduzcan
a cualquier forma de guerra interna. Las expresiones más activas y constantes de
esa inclinación son los sectores populares que constituyen la médula del bloque
social nacional popular.
En tales términos, una evaluación objetiva del avance democrático en Bolivia
ha de tener como base los niveles de participación política, tanto como el ejercicio
y respeto de libertades, derechos: individuales y colectivos. Una mirada de los
últimos cuarenta años de nuestra historia, 1982 a 2022, comprobará que ambos
han avanzado, extendiéndose a círculos sociales cada vez más amplios.
El republicanismo de dientes para afuera previo a la revolución de 1952, otor-
gó y reconoció derechos plenos y efectivos a menos de un quinto de la población
total, excluyendo a mujeres e indígenas. La primera ola de democratización estatal
4 La mención de estos ejemplos ayuda a ver que simplemente variando la escala que se tome
referencia, el “interés común” puede dejar de serlo y convertirse en el más egoísta y ruin para
quien es sacrificado en beneficio de tal interés.
112 la trayectoria de la democracia en bolivia
que se abrió paso entre 1952 a 1982, –con sus conocidos paréntesis de dictaduras
militares–, se desarrolló principalmente entre las clases medias urbanas, obreros
y, tangencialmente, entre los campesinos.
Los sujetos populares más marginados de tales beneficios, durante esas tres
décadas, fueron los indígenas comunitarios de tierras altas y bajas quienes, cuando
pudieron ejercerlos, lo hicieron de manera parcial, fragmentaria y esporádica-
mente, ya que algunos siguieron padeciendo hasta el siglo XXI diversas formas de
servilismo o esclavitud.5 Inclusive, hasta ahora, diversas restricciones objetivas,
no legales, entorpecen o desconocen las libertades, derechos y garantías para una
importante franja de mujeres campesinas, así como de algunas de las más pobres,
entre las nuevas clases y fracciones urbanas.
6 Los efectos de ver convertirse una esperanza de cambio ideológico (con participantes iz-
quierdistas incluyendo el Partido Comunista) y generacional (la juventud del Movimiento de
Izquierda Revolucionaria (MIR) enfangada en la corrupción y luego aliada al banzerismo) con
efectos de desmoralización social similares a la derrota de 1971, aunque menos duradera.
7 La velocidad de la expansión de relaciones capitalistas de producción se hizo aún mayor,
durante la fase de expansión económica del régimen del MAS (2006 a 2014).
114 la trayectoria de la democracia en bolivia
más rápidamente que en cualquier momento previo, configurando la identidad nacional con-
temporánea.
116 la trayectoria de la democracia en bolivia
10 “La Ley de Reforma Agraria concedió la nacionalidad a los excluidos; la Ley de Participación
Popular reconoce la ciudadanía a los marginados” (Molina, 1996, p. 7).
11 Una de las más importantes pruebas de la plena asimilación de las elecciones como un me-
canismo democrático apropiado por los sectores populares, es el masivo rechazo de quienes
fueron seleccionados –impuestos– como candidatos en las dos elecciones judiciales, en las que
se impusieron los votos blancos y nulos. Las elecciones transparentes, con sufragio secreto y
universal se han hecho parte central de las nociones y prácticas populares de democracia. De
hecho, los votantes nacionales muestran gran sagacidad y experiencia, empleando, según su
mejor criterio, el voto cruzado, o el blanco y el nulo.
118 la trayectoria de la democracia en bolivia
12 El primer intento se denominó Asamblea por la Soberanía de los Pueblos, luego vendría al
Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) y finalmente el MAS. La trayectoria
de esas iniciativas, sus pugnas, acuerdos o divisiones ayuda a reconstruir las diversas fases que
atravesó la alianza entre campesinos y los indígenas comunitarios, desde una aparente identidad
única (indígena-campesina) al calor del V Centenario de la conquista, en los años 90, a la
represión, manipulación, división de las organizaciones indígenas, por el estado pluricorpo-
rativista del “proceso de cambio”, hasta su marginación del bloque de poder en 2011, en una
forma que recuerda vagamente la proscripción de los mineros por parte del MNR a finales de
los años 50.
13 La participación para que las comunidades organizadas definan a que obras o realizaciones se
destinarían los recursos municipales y el control, ejercido por un comité de vigilancia ciuda-
dana, verifique y supervise el uso de tales recursos.
lo popular y la democracia plural en bolivia 119
14 Ver https://www.del.org.bo/info/archivos/LEY_2235.pdf
120 la trayectoria de la democracia en bolivia
física de las áreas urbanas se hace, en su mayor parte, mediante la compra venta
de tierras que les reconoció la reforma agraria.
En contraste, los pueblos indígenas reivindican su autonomía, incluido el
autogobierno, refiriéndola a los territorios que ocupan ancestralmente –estén o
no respaldados por un título legal–.
La idea de territorio autónomo,19 aunque sea enarbolada por sus hermanos
indígenas, choca con la experiencia campesina y aparece en la Constitución, pese
a estas diferencias, como una transacción política, –muy propia de la tradición
boliviana de improvisar arreglos provisionales en la hora previa al desastre–.
Las nociones campesinas de territorialidad están dinamizadas por su cada
vez más cercana relación con los mercados y, en tal sentido, con la modernidad
y desarrollo en su más neta acepción capitalista. En los hechos, las migraciones
campesinas, –de occidente a oriente y de las zonas rurales a las ciudades–, vienen
a ser el agente más activo y ágil de expansión del mercado, del consumo y de una
gran afición por los productos culturales de la globalización.
Este conjunto conforma una concepción de desarrollo promocionada por el
régimen actual, que es respaldada firmemente por su base social, así sea en silencio,
pero diríase un silencio “activo”, que apoya la multiplicación de obras públicas,
sin reparar habitualmente en sus costos, incluyendo el ambiental. Sería injusto no
reconocer que la oposición política en su conjunto comparte esta visión, mien-
tras sus discrepancias se concentran en demandar más mercado y menos estado,
exigiendo y prometiendo un mayor respeto de los derechos humanos, dada las
tendencias autoritarias de la cúpula del MAS y su gobierno.
Ese desarrollismo, que muchos llaman extractivista, funciona como sentido
común y tendencia ideológica social predominante, reiterando los anhelos indus-
trialistas del siglo anterior, también es parte del ideario de casi todo el espectro de
las izquierdas, del nacionalismo revolucionario, al trotskismo y otras expresiones.20
La enorme ganancia histórica que representa el que los pueblos indígenas
y las clases sociales populares saben y han experimentado que pueden acceder
al estado, preservando y fortaleciendo el abanico de expresiones democráticas
de nuestra sociedad, puede retroceder si no se da una plena apropiación de las
herramientas producidas por el proceso constituyente para poner el estado al
servicio de la sociedad.
21 Utilizo la categoría nacional popular para designar un bloque social cuya raíz se encuentra
en los pueblos originarios, sus descendientes directos los campesinos y los de ellos, las clases
sociales y fracciones urbanas subalternas: comerciantes populares, transportistas, mineros
cooperativistas y franjas de empresarios, funcionarios, profesionales y técnicos, entre los más
destacados.
22 La muy difundida imagen del binomio lo sugería con la conducción de un campesino, secunda-
do por quien tiene la apariencia de un profesional de la pequeña burguesía urbana educada, lo
lo popular y la democracia plural en bolivia 125
que subvertía, simbólicamente, los esquemas y modelos que predominaban antes. Esta imagen
propagandística contrasta notablemente con la práctica gubernamental del MAS.
23 Es decir, el núcleo empresarial de hijos del 52, compuesto por propietarios de minas, dueños
y ejecutivos de entidades financieras y agroexportadores, acompañados por grupos de co-
merciantes importadores, principalmente. El denominativo se justifica porque su capital y
fortunas, inexistentes antes de la revolución, tuvieron como semilla los traspasos monetarios
y oportunidades selectivas de negocios con el estado, ilegales y semilegales. Se realizaron
en forma de transferencias, subsidios, estímulos y otros, que recibieron de la alta burocracia
emenerrista, primero, y de dictaduras militares a continuación.
24 Con respaldo de los entes corporativos cívicos y los principales partidos tradicionales (MNR,
ADN y MIR).
126 la trayectoria de la democracia en bolivia
25 Ver https://zdocs.mx/doc/santa-cruz-y-su-relacion-con-evo-3pleezzge219
lo popular y la democracia plural en bolivia 127
26 Esto no ha sido suficiente para que Bolivia avance a un puesto más adelantado que el que
ostenta hace décadas en Sud América, en comparación con los demás países, excepto aquellos
que se hundieron como Venezuela, ya que el período de super precios benefició al conjunto
y dejó su huella en materia de disminución de la pobreza, independientemente del modelo
económico vigente en cada país.
27 Para mayor precisión, la dirigencia de muchas organizaciones sociales está atrapada por una
mentalidad conservadora, expresada en prácticas caudillistas, sectarias, misóginas, machistas,
consonantes con el rumbo de la conducción política masista. Esto ha favorecido que se afiance
y amplíe el clientelismo al que se ha sacrificado la autonomía de las más grandes organizaciones
sociales frente al estado y el MAS.
128 la trayectoria de la democracia en bolivia
que la 8va marcha indígena, lograse una inicial derrota y repliegue de la determi-
nación gubernamental de realizar sus planes carreteros, “quieran o no quieran”.28
A partir de ese momento, toda la fuerza y poder estatal se volcaron a blo-
quear el compromiso adquirido con los pueblos indígenas, revertirlo y enterrarlo
finalmente, mediante la más cruda intervención, división y captura de las organi-
zaciones de los pueblos del TIPNIS29 y luego de las demás, desplegando especial
saña contra CIDOB y CONAMAQ, las instancias confederativas de los pueblos de
tierras bajas y altas, respectivamente.
El comportamiento de todas las instancias gubernamentales controladas por el
MAS reiteró el sabido hecho de que la cúpula y gran parte de sus cuadros medios,
cargan prácticas y una larga tradición de repulsa hacia las formas democráticas,
que vayan más allá de la democracia y disciplina sindical dentro de sus organiza-
ciones, con su nítido sello corporativista. Lo que supera esos límites suele ser
considerado ajeno, cuando no enemigo y ello incluye a la “democracia liberal” o
formal, excepto cuando les permite obtener victorias electorales para reafirmar
su dominio o expandirlo.
El traslado de estas concepciones a la escala estatal predispone a que la
nueva burocracia, frecuentemente en tránsito a convertirse en nueva burgue-
sía, replique las tendencias al abuso y extorsión de los usuarios y clientes de las
empresas y servicios públicos, exactamente como lo hacía su antecesora. Como
todo lo que excede el perímetro que abarca amigos y aliados le resulta descon-
fiable o inseguro, será tratado, solo por consideraciones prácticas y preservación
de imagen, bajo un protocolo de formalidad democrática que, a duras penas,
solapa una estrategia para reducir a remisos, reticentes y disidentes a la lealtad,
obediencia y sumisión.
Otro espacio donde se ratifica la alergia básica que afecta al MAS respecto
a la visión pluralista que la Constitución señala como principio básico de nues-
tro pueblo (CPE, 2009 p 11), es haberse sumado a la corriente predominante
durante las tres últimas décadas30 de impulsar reformas electorales sesgadas hacia
de asignación de bancas por divisores impares (sistema D’Hondt) que beneficia a los partidos
con mayor votación y ayuda a eliminar a los menores. Las sucesivas reformas, especialmente
en época del MAS trasladan esa ventaja exclusivamente para el primero, destruyendo la pro-
porcionalidad.
31 El incontestable protagonismo del MAS en la escena electoral lo convierte en lo que suele
denominarse partido dominante, que carece prácticamente de contendientes organizados, porque
quienes simulan jugar este papel son volátiles coaliciones, habitualmente concentradas en torno
a un candidato que parecería tener alguna oportunidad de lograr que se elijan parlamentarios
con la sigla que lo patrocina.
130 la trayectoria de la democracia en bolivia
El TCP, compuesto en ese momento por tribunos que (sumaban) “57 denuncias
(de corrupción) en su contra, (y el antecedente de que) ninguno ganó la votación con
más del 6 por ciento de votos y dejan sus cargos a fin de año…”,32 sentenció un par de
días antes de cesar en sus funciones que “la reelección continua es un derecho
humano” reconocido por el Pacto de San José.
Esta sentencia, incurre en usurpación de funciones, al extender su función
de interpretar la CPE, –cuando su redacción fuese oscura o contradictoria–, a la
de reformarla. Para hacerlo, “los guardianes de la Constitución” declararon que
varios de sus artículos serían inconstitucionales y los anularon, rompiendo el pro-
cedimiento de reforma de la CPE, sea esta parcial o total, cuya última palabra la
tiene el pueblo soberano, que debe aprobar y rechazar los cambios en referendo.
El siguiente paso del TCP, consistió en anular dos referendos populares –el
de aprobación de la CPE y el de 2016– y, con ellos, el principio constitucional
de la soberanía popular, inalienable e imprescriptible, contenido en el Art.
7. El resultado es que esa sentencia (084/2017), más allá y por encima de sus
resultados sobre la reelección continua, produce de este modo una alteración
integral del orden constitucional. Esta acción de una parte del estado, contra los
fundamentos que le dan legalidad y legitimidad (la Constitución), es un golpe
de estado en regla.
Mediante su sentencia los miembros del TCP imponen su voluntad al man-
dato expreso e inconfundible expresado en la de la CPE, –no había redacción
ambigua, confusa o contradictoria para interpretar–, y la decisión soberana del
pueblo.
El hecho de que esta situación subsista, –pese a que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos ha desmentido la justificación usada por el TCP para emitir
la sentencia–, este no se retracta y mantiene un estatus que le permite reiterar sus
acciones y suspender, de hecho, la vigencia de la CPE, ya sea anulando parte de
ella o, inclusive, otra elección popular.
El golpe de estado no ha sido señalado como tal por la oposición parlamen-
taria, que no ha tomado hasta hoy acción alguna para enjuiciar a los anteriores y
actuales miembros del TCP por el prevaricato cometido. Más allá del trámite de
acusación que, indudablemente será saboteado por el MAS, lo esencial es mostrar a
la sociedad el daño ocasionado al proceso democrático y convocar su movilización
para defender sus conquistas, mediante el pleno e incondicional restablecimiento
de la vigencia de la Constitución.
El silencio de las fuerzas políticas que se quejan del autoritarismo del ré-
gimen, favoreció que el golpe se complemente con un conjunto de acciones de
intimidación sobre el TSE y los TDE facilitando la abierta manipulación de estas
32 https://eldeber.com.bo/bolivia/conoce-a-los-magistrados-del-tcp-que-habilitaron-a-
evo_111122
lo popular y la democracia plural en bolivia 131
33 Esta organización, muy debilitada en los años anteriores al haber colisionado con sus finan-
ciadores de grandes empresas, al criticarlas por el pacto económico y tolerancia política con
el gobierno del MAS, de 2008 en adelante.
132 la trayectoria de la democracia en bolivia
6. Lo corporativo y el corporativismo
Los contenidos y formas de ejercicio vertical del poder no han cambiado sustan-
tivamente. Los rituales introducidos por el régimen, al reunir ministros y otras
autoridades con dirigentes de organizaciones sindicales que conforman el MAS es
una apenas una relación interburocrática, sostenida por lazos de intercambio de
favores y privilegios, con una cierta carga simbólica, democratizadora para sectores
populares y particularmente de campesinos, presuntamente representados por sus
dirigentes en la toma de decisiones gubernamentales.
Un hecho que podría abonar esta interpretación es la importante convoca-
toria de la CSUTCB al llamar a un bloqueo nacional para adelantar las elecciones
nacionales en 2020, por 3 semanas,34 frente a lo decidido por el OEP. El 54.7 por
ciento (3.261.803) de votos obtenida por el MAS en esos comicios respalda el nivel
de representatividad de esa movilización.
35 Su representatividad electoral va más allá de este ámbito y se extendió, al menos en las elec-
ciones de 2005, 2009 y 2014 a amplios sectores de clases medias urbanas.
134 la trayectoria de la democracia en bolivia
7. Disyuntivas y salidas
37 Incluyendo la época del régimen caído en 2005, o la a más reciente del gobierno interino de
2020, tanto como la de gobiernos departamentales y municipales opositores.
38 La excepción es que la política económica ha sido bautizada como “productiva social comunitaria”,
que vendría a ser la manera en que los gobernantes llaman al capitalismo en Bolivia.
39 La diferencia de la manera en cómo se demandó, debatió socialmente, convocó y realizó esta
asamblea constituyente con todas sus predecesoras, incluyendo la fundacional y la de 1937
(la más participativa previamente) no puede ser más radical. Desde su primera mención y
demanda por parte de los pueblos indígenas de tierras bajas, hasta su composición en materia
de género, pueblos presentes, clases sociales y expresiones culturales de la mayor amplitud.
136 la trayectoria de la democracia en bolivia
40 Ver https://www.ohchr.org/es/documents/country-reports/ahrc5036add1-visit-plurinational-
state-bolivia-report-special-rapporteur
41 Como el enjuiciamiento de la expresidenta Añez, cuyos derechos han sido ignorados y demo-
lidos por la judicatura y el Ministerio Público, bajo las orientaciones del Ministerio de Justicia.
lo popular y la democracia plural en bolivia 137
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140 la trayectoria de la democracia en bolivia
Anexo
Se reseñan a continuación los que se consideran claves del proyecto estatal cam-
pesino, presentes en la, tesis política de la CSUTCB, 1983:
– “Nuestros enemigos han tratado que pensemos lo que ellos querían, que
vivamos imitándolos” (p. 1).
– “No aceptaremos (el) reduccionismo clasista convirtiéndonos sólo en campesi-
nos (ni) el etnicista que convierta nuestra lucha de “indios” contra “blancos””
(p. 2). “Nuestro pensamiento no admite una reducción unilateral de toda
nuestra historia a una lucha puramente clasista ni puramente etnicista” (p. 9)
– “Queremos ser libres en una sociedad sin explotación ni opresión organiza-
da en un Estado plurinacional que desarrolla nuestras culturas y auténticas
formas de gobierno propio” (p. 2).
– “Somos la semilla de donde ha nacido Bolivia, pero aún hasta hoy, nos tratan
como a desterrados en nuestra propia tierra” (p. 2).
– “Nuestra historia no es cosa del pasado; también es una lucha permanente por
reafirmar nuestra propia identidad histórica, por el desarrollo de nuestra cultura
y para, con personalidad propia, ser sujetos y no objetos de la historia” (p. 3).
– “Nuestros opresores han intentado por diversos medios un despojo sistemá-
tico de nuestra identidad histórica. Trataron de hacernos, olvidar de nuestros
verdaderos orígenes y reducirnos solamente a “campesinos”, sin personalidad,
sin historia y sin identidad” (p. 9).
– (Solo) “podremos alcanzar nuestra liberación sin perder nuestra identidad
cultural y nacional, sin avergonzamos de lo que somos y levantando en alto
la restitución de nuestra dignidad” (p. 9).
– “Los campesinos no nos considerarnos una clase marginal llamada a desapa-
recer. Somos la mayoría de la población del país” (p. 3).
– “El surgimiento de la república no tuvo ningún beneficio para nosotros.
Los héroes del criollaje se pasaron del bando español al bando criollo, esca-
moteando nuestra lucha anticolonial, para convertirse en herederos de los
privilegios de los españoles” (p. 4).
– “Los campesinos tuvimos una activa participación en la recuperación de las
libertades democráticas, participando en la huelga nacional de hambre de
diciembre de 1977, al lado de las mujeres mineras y de todo el pueblo boli-
viano” (p. 7).
– “La reconquista del proceso democrático ha sido, pues, fruto de nuestra lucha
conjunta con todos los trabajadores de Bolivia. A partir del 10 de octubre de
1982 hemos logrado la vigencia de nuestras libertades sindicales y políticas.
Sin embargo, esta democracia llamada representativa no ha conseguido hasta
ahora representar los intereses de las mayorías nacionales” (p. 8).
lo popular y la democracia plural en bolivia 141
Resumen
[147]
148 la trayectoria de la democracia en bolivia
casi exclusiva, al candidato oficial. La oposición tuvo que difundir su mensaje bá-
sicamente mediante la radio y los medios escritos. En términos generales, si bien
se realizaron y emitieron algunos, para ese entonces novedosos, jingles, videoclips
y otros productos audiovisuales, el campo de batalla electoral y las herramientas
que se utilizaron fueron las tradicionales marchas, concentraciones, reuniones y,
en general, cualquier tipo de movilización callejera.
La violencia estuvo presente en toda la campaña, sobre todo con agresiones
y atentados de parte de grupos irregulares que actuaban desde la sombra y la
impunidad que les permitía la dictadura.
El 9 de julio fue un día muy complicado y tenso. Se notó la parcialización de las
autoridades electorales con la candidatura oficial, porque mientras sobraban osten-
tosamente las papeletas2 verdes de la UNP en todos los recintos y mesas de votación,
escaseaban o directamente no se encontraban papeletas naranjas de la UDP, rosadas
del MNR-A, cafés del PDC ni rojas del PS. Al final de la jornada había una sensación
contrariada en la mayoría de la población: se tenía la certeza de que los candidatos
de la UDP habían triunfado, pero al mismo tiempo, se dudaba que el gobierno y
las Fuerzas Armadas reconocieran la victoria de la oposición. La incertidumbre se
despejó algunos días después, cuando la Corte Nacional Electoral dio a conocer los
resultados. El binomio oficialista de UNP logró supuestamente el 50,88 por ciento
de los votos, la UDP el 25,01 por ciento, el MNR 11,03 por ciento, PDC 8,63 por
ciento, MNRP 2,11 por ciento, FRI 1,21 por ciento, MITKA 0,63 por ciento, PS 0,43
por ciento, PRO 0,06 por ciento. Se habían emitido 1.989.711 votos de los cuales
1.937.341 eran votos válidos, es decir eliminando los nulos y blancos. El problema
era que los inscritos eran 1.922.556, 3,49 por ciento más de los votos emitidos. Las
cifras reflejaban un fraude escandaloso, burdo y muy mal hecho.
La reacción de la ciudadanía no se dejó esperar y se realizaron de inmediato,
marchas, concentraciones y las protestas callejeras, mediáticas y de todo tipo, se
multiplicaron por doquier a lo largo y ancho del país. La Corte Nacional Elec-
toral, abrumada por las evidencias de fraude, no pudo cohonestar la farsa y anuló
las elecciones apenas once días después de realizadas. El 20 de julio se anunció
el fracaso de los comicios.
Al día siguiente, es decir el 21 de julio, Juan Pereda derrocó “pacíficamente”
a Hugo Banzer de la Presidencia y se dispuso a cumplir el mandato de las Fuerzas
Armadas de mantenerse en el poder, a pesar de las circunstancias. Sin duda, una
mala lectura y un peor cálculo del estado de ánimo social que se había apodera-
do del pueblo boliviano. Las ansias de libertad y de justicia eran incontenibles,
aunque tuvieron que pasar varios años todavía y dos campañas electorales muy
accidentadas para que se pueda recuperar la democracia.
El gobierno de Juan Pereda nació herido de muerte y duró apenas cuatro meses,
los suficientes para que un sector institucionalista de jóvenes militares tuviera
la sensatez de escuchar las demandas ciudadanas, antes de que se produzca una
tragedia de violencia para reponer el Estado de Derecho. El 24 de noviembre
de 1978, bajo la conducción del general de ejército David Padilla Arancibia se
produjo un golpe de Estado que depuso a Pereda sin que nadie hiciera siquiera
el gesto de defender a su régimen. Los jóvenes oficiales, entre los que destacaban
René López Leyton y Gary Prado Salmón, impulsaron un cambio de gobierno
con el casi exclusivo objetivo de convocar a elecciones libres y verdaderamente
democráticas.
La nueva administración repuso de inmediato la vigencia de la Constitución
Política del Estado de 1967 y convocó a elecciones generales mediante el Decreto
Ley 16095. Allí, se ordenaba de mejor manera un conjunto de reglas electorales,
que permitían unos comicios con menos incertidumbre y vacíos normativos.
Se establecieron con claridad los requisitos para las candidaturas, el número de
senadores y diputados por Departamento, la forma de elegirlos, la manera de
resolver controversias y la introducción de la papeleta multicolor y multisigno,
para evitar favoritismos o fraudes, como los que se produjeron en la elección an-
terior. Se designó, mediante Decreto Ley 16111, una Corte Nacional Electoral
en consenso con las fuerzas políticas mayoritarias del país para garantizar, de esa
manera, elecciones limpias e imparciales. El nuevo gobierno militar hizo todo
lo que pudo para mejorar la imagen de las Fuerzas Armadas ante la población y
conducir rápidamente hacia lo que denominaron el proceso de constitucionali-
zación del país.
Las elecciones fueron convocadas para el primero de julio de 1979 y se ins-
cribieron para participar ocho binomios con sus respectivas listas de postulantes
al parlamento.
Hernán Siles Zuazo encabezó nuevamente el binomio de la UDP, pero esta
vez el acompañante resultó el sociólogo, dirigente del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR), Jaime Paz Zamora. Mantuvo la composición partidaria
del frente, con el agregado de algunos grupos de la izquierda nacional boliviana.
Víctor Paz Estenssoro volvió a representar al MNR-A, haciendo dupla con
el abogado Luis Ossio Sanjinés, dirigente del Partido Demócrata Cristiano.
El PDC, que había participado con candidatos propios en la anterior elección
fallida de 1978, decidió unirse al MNR-A.
La novedad de esta elección fue la irrupción del general Hugo Banzer
Suárez como candidato presidencial, con partido propio, la Acción Democrá-
tica Nacionalista (ADN), nucleando a grupos y personalidades que lo habían
152 la trayectoria de la democracia en bolivia
el dirigente obrero José María Palacios. El PUB insistió con Walter Gonzáles
Valda, acompañado ahora de la jurista Norma Vespa de Rivera. El MRTKL pre-
sentó nuevamente a Luciano Tapia Quisbert y a Eufronio Velez Magne. Las
novedades en las candidaturas fueron: a) el ex Presidente de la República, Luis
Adolfo Siles Salinas, en binomio con el constitucionalista Benjamín Miguel
Harb, bajo la sigla de un Frente Democrático Revolucionario – Nueva Al-
ternativa (FDR-NA); b) el ex Presidente de la República, Walter Guevara Arce,
junto al economista Flavio Machicado Saravia por el Partido Revolucionario
Auténtico (PRA); c) el abogado y ex canciller de la República, Guillermo Bedre-
gal Gutiérrez, acompañado del dirigente campesino Miguel Trigo Rodríguez,
con el Movimiento Nacionalista Revolucionario - Unido (MNR-U); d) el
abogado Carlos Valverde Barbery en binomio con el escritor Enrique Riveros
Tejada, representando a la Falange Socialista Boliviana (FSB); e) el abogado
y economista Roberto Jordán Pando en dupla con el economista Edmundo
Roca Diez, bajo la sigla de una Alianza de Fuerzas de la Izquierda Nacional
(AFIN); f) los dirigentes indígenas Constantino Lima y Honorato Sánchez,
por el Movimiento Revolucionario Tupac Katari de Liberación Nacional
- 1 (MRTKL-1) y g) el líder obrero Juan Lechín Oquendo, acompañado del
abogado laboralista Aníbal Aguilar Peñarrieta, por el Partido Revolucionario
de Izquierda Nacional (PRIN).
Luego de dos elecciones fallidas, el clima de la campaña electoral de 1980
era la incertidumbre. Los sectores más conservadores de las Fuerzas Armadas
cada vez eran más agresivos y frontales. Las amenazas a dirigentes y candidatos
eran cotidianas y la violencia no tardó en ensombrecer el proceso. Se sucedieron
atentados y agresiones de todo calibre. El veintiuno de marzo fue salvajemente
torturado y asesinado el sacerdote jesuita Luis Espinal Camps, que dirigía un se-
manario político en el que denunciaba los permanentes afanes subversivos de las
Fuerzas Armadas. El dos de junio, una avioneta en la que debía viajar el binomio
de la UDP para asistir a un acto de campaña, se estrelló en el altiplano paceño,
muriendo todos sus ocupantes, cinco, excepto Jaime Paz Zamora. Providencial-
mente, Hernán Siles Suazo había cancelado su presencia en ese viaje a último
momento. El veintiséis de junio, durante la marcha de cierre de campaña de la
UDP en la ciudad de La Paz, una granada de guerra fue lanzada en medio de la
multitud, causando la muerte de dos jóvenes y más de cincuenta heridos. Unos días
antes, la Presidenta de la República fue acosada en su propia residencia, cuando
un oficial del ejército irrumpió a patadas en su habitación. Ese era el ambiente
que precedió a estas elecciones.
A pesar de la aparente variedad de opciones para el electorado, fueron cua-
tro las fuerzas políticas que concentraban la mayoría del favor popular. La UDP
que se había ido afianzando como la representación de la unidad de las fuerzas
democráticas, el MNR-A que, luego de su importante resultado en las elecciones
156 la trayectoria de la democracia en bolivia
El gobierno de la UDP tuvo que afrontar la crisis económica más severa que re-
cuerde la historia de Bolivia. La hiperinflación, la ausencia de gobernabilidad y la
casi inexistente institucionalidad, provocaron que Siles Zuazo y Jaime Paz Zamora
se vieran obligados al acortamiento de sus mandatos. En lugar de cumplir con su
período de cuatro años, se resignaron a cumplir tres, luego de un acuerdo entre
todos los partidos políticos, propiciado por la Iglesia Católica en noviembre de
1984. Cabe mencionar que, como parte de los acuerdos, se permitió la postu-
lación del Vicepresidente Jaime Paz Zamora para la siguiente elección, aspecto
prohibido expresamente por la Constitución Política del Estado. Al respecto, se
argumentó, forzadamente, que al no haber concluido su mandato, entonces no
le era aplicable la prohibición.
Las elecciones fueron convocadas para el 14 de julio de 1985, en la que par-
ticiparon dieciocho binomios con sus respectivas listas de candidatos a senadores
y diputados.
Hugo Banzer Suárez junto al abogado Eudoro Galindo Anze, represen-
taron a ADN. Víctor Paz Estenssoro fue acompañado esta vez por el académico
Julio Garret Ayllón por el MNR. Jaime Paz Zamora y el estratega Oscar Eid
Franco participaron por el MIR. Roberto Jordán Pando, en dupla con el médico
Marcelo Velarde Ortíz, fueron por el MNRI. El abogado y escritor Carlos Serra-
te Reich, junto al dirigente agrario Zenón Barrientos Mamani, participaron por
158 la trayectoria de la democracia en bolivia
el MIR decidió apoyar al binomio Paz Estenssoro - Garret Ayllón con sus dieciséis
votos, logrando de esa forma darle certidumbre al país. Unos meses más tarde,
en octubre, resignado ante la situación, Hugo Banzer decidió firmar con Víctor
Paz, el “Pacto por la Democracia” con el que se consolidó la gobernabilidad del
nuevo régimen.
ciento. MKN 0,77 por ciento. OSI, 0,49 por ciento y MFD, 0,38 por ciento. Los
inscritos fueron 2.399.197, los votos válidos 1.647.710 y la abstención resultó
muy alta, llegando al 27,84 por ciento.
El MNR obtuvo 52 diputados y 17 senadores. AP 35 diputados y 8 senadores,
CONDEPA 13 diputados y 1 senador. UCS 20 diputados y 7 senadores. MBL 7 di-
putados. ARB 1 diputado. ASD 1 diputado. EJE Pachacuti 1 diputado. La importante
diferencia de UCS en número de diputados y de senadores, en relación a CONDEPA,
a pesar de haber obtenido menor número de sufragios, grafica perfectamente las
inequidades del sistema de distribución de escaños que regía entonces en el país.
UCS tenía una votación más uniforme en todo Bolivia, mientras que CONDEPA
concentraba su fuerza electoral en las ciudades de La Paz y El Alto.
La consagración de Gonzalo Sánchez de Lozada y Víctor Hugo Cárdenas
como Presidente y Vicepresidente de la República, por parte del parlamento
nacional, no tuvo dificultades, como había sucedido en procesos anteriores. Una
sólida mayoría compuesta por el MNR, la UCS y el MBL, se constituyeron como
el sostén del naciente régimen.
El gobierno del MNR fue muy resistido por los sectores populares y sobre todo
corporativos, debido a que una de sus principales políticas, la capitalización, fue
asumida como la enajenación de las empresas públicas, de propiedad de todos los
bolivianos. Las otras dos importantes medidas de esta administración, la partici-
pación popular y la reforma educativa, quedaron opacadas por la capitalización.
En lo político, el MNR resultó muy agresivo en contra de sus adversarios y casi
logra proscribir al MIR, mediante un caso denominado “narcovínculos”. Entre
1993 y 1994 se produjo una reforma constitucional, que tuvo una consecuencia
muy importante en el diseño electoral boliviano: se crearon las circunscripciones
uninominales para elegir de esa manera a la mitad de la Cámara de Diputados
Hacia el final del período, de manera completamente sorpresiva y azarosa,
murieron Max Fernández en un accidente de aviación y Carlos Palenque víctima
de un infarto, dejando al neopopulismo boliviano huérfano y sin liderazgo de
recambio a la vista. Antes de esos sucesos infaustos, muchos daban por hecho que
la competencia electoral de 1997 sería entre estos carismáticos líderes populares.
Probablemente debido a esta circunstancia, resurgieron los antiguos liderazgos del
trípode de partidos tradicionales, ADN, MNR y MIR, en una oportunidad inopinada
que la historia les brindaba para protagonizar nuevamente la política boliviana.
Las elecciones fueron convocadas para el primero de junio de 1997 y se ins-
cribieron diez binomios, con sus listas de candidatos al parlamento. ADN fue en
alianza con la Nueva Fuerza Republicana (NFR) y con el PDC, representados
166 la trayectoria de la democracia en bolivia
por Hugo Banzer Suárez, acompañado del ingeniero Jorge Quiroga Ramírez.
El MNR con el abogado Juan Carlos Durán Saucedo junto al arquitecto Percy
Fernández Añez. CONDEPA con la radialista y ex diputada Remedios Loza
Alvarado, en dupla con el escritor Gonzalo Ruíz Paz. El MIR fue representado
por Jaime Paz Zamora y el empresario Samuel Doria Medina. UCS presentó
a Ivo Kuljis Fuchtner, junto al abogado Juan Chaín Lupo. La IU fue con el
dirigente campesino Alejo Véliz Lazo, acompañado del siquiatra Marcos Domic
Ruíz. El MBL participó con Miguel Urioste Fernández de Córdova, junto al
dirigente indígena Marcial Fabricano Noé, Jerjes Justiniano Talavera, en dupla
con la socióloga Sonia Montaño Ferrufino, representaron a una Vanguardia
Socialista de Bolivia (VSB). Ramiro Barrenechea Zambrana, junto al dirigente
campesino Juan de la Cruz Villca Choque, fueron por el EJE de Convergencia
Patriótica (EJE). Eudoro Galindo Anze, con el ingeniero Ángel Cardona Ayoroa
representaron a un Partido Democrático Boliviano (PDB).
La campaña electoral transcurrió en los marcos de lo tradicional. Marchas,
concentraciones, reuniones en las calles, muchas vallas y las paredes de las ciu-
dades inundadas de posters y carteles. Spots y Videoclips en la televisión y cuñas
y canciones en las radios. ADN trató de aprovechar la juventud y el carisma de
su joven candidato a la Vicepresidencia, para compensar el notorio desgaste de
su candidato a la Presidencia, que participaba por sexta vez como aspirante a la
primera magistratura del país. El MNR dudó hasta el final para definir su candi-
dato. Primero, apostó por el Ministro de Justicia René Blattman y, finalmente,
se decidió por el ex Presidente de la Cámara de Senadores Juan Carlos Durán.
Esta indefinición le costó muy caro, ya que empezaron la campaña muy tarde
y no muy organizada. CONDEPA, sin su líder Carlos Palenque, echó mano a la
carismática, pero resistida en algunos sectores conservadores, Remedios Loza.
La campaña de CONDEPA fue monotemática, pidiendo el voto póstumo como
homenaje al “Compadre” Palenque. UCS mantuvo la línea prebendal que había
hecho gala Max Fernández en la anterior campaña y la IU se volvió con fuerza a
los sectores campesinos, especialmente del trópico, donde los cocaleros empe-
zaban a constituir una fuerza política y electoral que protagonizaría la historia
boliviana de los siguientes años. Las otras fuerzas participantes trataron de apelar
a sus nichos electorales, por cierto, sin mucha suerte.
Las encuestas de opinión, debido a la estrecha diferencia entre los principales
candidatos, jugaron un papel importante en la percepción ciudadana. En ese plano,
ADN fue más hábil que el resto para la manipulación.
Se sentía en el ambiente que en esta elección no había un favorito. Ninguna
de las candidaturas generaba grandes adhesiones, ni gran rechazo. La idea del “mal
menor” rondaba en la mente de los electores y los debates, controversias y disputas
parecían anodinas. Tampoco se podía observar innovaciones en los mecanismos y
herramientas de persuasión. ADN trabajó con el auxilio del consultor venezolano
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 167
Alfredo Keller. El MNR, esta vez, apeló a un equipo nacional comandado por Marisol
Sanjinés. CONDEPA, la IU y el MBL hicieron la campaña sin auxilio de consultores
especializados. UCS repitió la fórmula de buscar apoyo en las empresas publicitarias.
Llegamos así al domingo primero de junio, donde el día de elecciones pasó sin
ningún contratiempo importante. Había incertidumbre sobre el resultado final,
pero se intuía que ninguna de las fuerzas participantes lograría siquiera un cuarto
del electorado. Al terminar la jornada, estos fueron los resultados, ratificados días
después por las autoridades electorales. ADN-NFR-PDC obtuvo 22,26 por ciento.
MNR, 18,20 por ciento, CONDEPA, 17,16 por ciento. MIR, 16,77 por ciento. UCS,
16,11 por ciento. IU, 3,71 por ciento. MBL, 3,09 por ciento. VSB, 1,39 por ciento.
EJE, 0,84 por ciento. PDB, 0,48 por ciento. Los inscritos fueron 3.252.791, los
votos válidos 2.177.171 y la abstención muy alta del 28,64 por ciento.
ADN-NFR-PDC obtuvo 11 senadores, 14 diputados plurinominales y 18 di-
putados uninominales. MNR 4 senadores, 14 plurinominales y 12 uninominales.
CONDEPA 3 senadores, 7 plurinominales y 12 uninominales. MIR 7 senadores,
11 plurinominales y 12 uninominales. UCS 2 senadores, 16 plurinominales y 5
uninominales. IU 4 diputados uninominales. MBL 5 uninominales. Las demás
fuerzas no obtuvieron representación parlamentaria.
Hugo Banzer y Jorge Quiroga, a pesar de su esmirriada votación, lograron
construir una importante mayoría parlamentaria, tan amplia que fue denominada
como la “megacoalición”. Participaron de la misma ADN, NFR, PDC, CONDEPA,
MIR y UCS. Quedaron en la oposición el MNR, MBL e IU. El resultado, denotaba
ya una crisis del sistema de representación política en Bolivia, que se haría evidente
en los siguientes años.
que describimos. Tanto así, que se pudo aprobar una Ley de Necesidad de Reforma
Constitucional, con importantes transformaciones, que demostraron su utilidad,
para resolver graves enconos políticos, en los años siguientes. Se aprobaron la
despartidización de la postulación a puestos de elección, mecanismos de democra-
cia directa y se abrió la posibilidad para incorporar a la Asamblea Constituyente
como mecanismo de reforma total de la Constitución. Eran, no cabe duda, los
intentos desesperados del sistema por canalizar los cambios que demandaba la
sociedad, dentro de la institucionalidad democrática.
Las elecciones fueron convocadas para el 30 de junio de 2002. Participaron de
la misma los actores políticos tradicionales y liderazgos emergentes que pretendían
un recambio generacional. El MNR propuso al ex Presidente Gonzalo Sánchez
de Lozada, esta vez acompañado por el prestigioso periodista e historiador Carlos
D. Mesa Gisbert. Un naciente Movimiento Al Socialismo (MAS), presentó a la
dupla del dirigente cocalero Evo Morales Ayma y el periodista Antonio Peredo
Leigue. NFR fue con el ex Capitán de Ejército y exitoso ex Alcalde de Cochabamba,
Manfred Reyes Villa, acompañado de Ivo Kuljis Futchner. El MIR insistió con
Jaime Paz Zamora, en dupla con el empresario y ex Ministro de Gobierno, Carlos
Saavedra Bruno. El Movimiento Indígena Pachacuti (MIP) fue representado
por el carismático dirigente indígena aymara, Felipe Quispe Huanca, junto a la
dirigente campesina quechua, Esther Balboa Bustamante. UCS participó con
el hijo de Max Fernández, el ex Alcalde Johnny Fernández Saucedo, junto a
la periodista Marlene Fernández del Granado. ADN presentó al ex Canciller
Ronald MacLean Abaroa, en dupla con el ex Ministro de Educación, Tito Hoz
de Vila Quiroga. Los abogados Alberto Costa Obregón y Ximena Prudencio
Bilbao, representaron a un Partido Libertad y Justicia (PLyJ). El PS postuló al
economista Rolando Morales Anaya, junto al ex General de Ejército, Ernesto
Ayoroa Argandoña. Los abogados René Blattman Bauer y Carlos Alarcón
Mondonio se presentaron por un Movimiento Ciudadano para el Cambio
(MPC). CONDEPA participó con el empresario Nicolás Valdivia Almanza y la
dirigente gremial Esperanza Huanca Poma.
La campaña electoral, desde su inicio, evidenció que la dispersión de la ante-
rior elección no sería superada. Varias de las opciones tenían posibilidades y esto
hacía prever un resultado cerrado. Sin embargo, hacia la mitad de la campaña,
una de las listas, la de NFR, empezó a alejarse de las demás, según las encuestas
de intención de voto que publicaban los medios de comunicación. Este hecho,
provocó que la campaña del MNR desate una campaña negativa brutal en contra
de Manfred Reyes Villa, con el objetivo de detener su ascenso e inclusive de bajar
su preferencia electoral. Nunca antes, en la historia de las campañas electorales
bolivianas, se había asistido a la puesta en ejecución de una estrategia demole-
dora de imagen tan dura como ésta que llevó a cabo el MNR. Para ello, contaron
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 169
Rojas, junto al dirigente campesino Julio Antonio Uzquiano, fueron por una
Unión Social de los Trabajadores de Bolivia (USTB).
La campaña electoral fue, debido a las circunstancias, corta, pero muy dispu-
tada. Bolivia vivía una transición política, bajo el signo del cambio, pero no se sabía
bien que tipo de cambio iba a elegir. Muy pronto, la elección pareció polarizarse
entre los candidatos del MAS y de PODEMOS, con una discreta tercería de UN.
En las encuestas de opinión, previas a la presentación de listas parlamentarias,
había un empate entre Morales y Quiroga, pero este equilibrio se rompió cuando
PODEMOS presentó en sus candidaturas a muchísima gente representativa del
viejo sistema político, que la gente deseaba dejar atrás. El MAS, por su parte, no
tenía referentes conocidos o que hayan actuado antes en la política, lo que a la
postre significó un elemento clave que explica el resultado.
PODEMOS, llevó adelante una estrategia basada en “asustar” al electorado,
ante la posibilidad de un gobierno de Evo Morales, acusado de tener nexos con
el narcotráfico y de ser el principal promotor de los conflictos sociales y políticos
de los años precedentes. El resultado fue muy parecido al que había logrado el ex
embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, en la anterior elección: mientras
más ataques y acusaciones sufría Morales, más crecía la simpatía y adhesión a su
candidatura. El MAS, por su lado, se concentró en mostrarse como el verdadero
cambio y su principal consigna de “ahora es cuando”, pegó con mucha fuerza, sobre
todo en los sectores tradicionalmente marginados de la política, pero también en
amplias capas medias, cansadas de la situación.
La sociedad estaba lista para una transformación radical y vio en el MAS la
oportunidad de realizarla. La posibilidad del primer indígena en la Presidencia
y la irrupción de las organizaciones sociales como representantes políticos, re-
sultaron poderosos motores para el crecimiento, sin precedentes, del MAS en el
último tramo de la campaña.
Nuevamente fue la televisión el principal escenario del debate electoral, aun-
que, por las características propias del MAS, esta organización priorizó siempre
la movilización callejera, las reuniones y las grandes concentraciones. PODEMOS
y UN tuvieron mucha más propaganda tradicional, tanto en medios de comu-
nicación, como en vallas, carteles y posters, pero el MAS logró un contacto más
directo con el electorado, mediante el “boca a boca” y el activismo, tan propio
del mundo gremial y sindical.
El MAS confió nuevamente su estrategia a Walter Chávez y PODEMOS convocó
a Alfredo Kellert. UN probó con el politólogo Manuel Suárez.
Las encuestas hacían prever un resultado mucho más ajustado que el que se
dió al final. Muchos estudios de opinión publicados, inclusive a pocos días de la
elección, seguían hablando de un empate técnico, por lo que los resultados fueron
una tremenda sorpresa y un remezón de proporciones para el sistema político.
172 la trayectoria de la democracia en bolivia
El MAS logró el 53,74 por ciento de los votos. PODEMOS, 28,59 por ciento.
UN, 7,79 por ciento. MNR, 6,46 por ciento. MIP, 2,15 por ciento. NFR, 0,68 por
ciento. FREPAB, 0,30 por ciento. USTB, 0,25 por ciento. Los inscritos fueron
3.671.152, los votos válidos 2.873.801 y la abstención bajo notablemente hasta
el 15,50 por ciento.
El MAS obtuvo 12 senadores, 27 diputados plurinominales y 45 diputados
uninominales. PODEMOS 13 senadores, 21 plurinominales y 22 uninominales. UN
1 senador, 7 plurinominales y 1 uninominal. MNR 1 senador, 5 plurinominales
y 2 uninominales. Las demás fuerzas no lograron representación parlamentaria.
Por primera vez, en la historia de la democracia moderna, inaugurada el 10 de
octubre de 1982, una organización política logró la mayoría absoluta para consa-
grar a su binomio, sin necesidad de aprobación parlamentaria. El MAS inauguraba
así, con Evo Morales de Presidente y Álvaro García como Vicepresidente, una
nueva etapa en la historia política de Bolivia.
Evo Morales, tenía muy clara la ruta que debía seguir para conseguir y consolidar
una hegemonía política, que le diera, en palabras de su Vicepresidente, no sola-
mente el control del gobierno, si no del poder total. Para el logro de ese objetivo,
la herramienta elegida fue la Asamblea Constituyente. Fue convocada al inicio
del gobierno y el dos de julio de 2006 se eligieron a los asambleístas. Inició sus
deliberaciones el seis de agosto de ese mismo año y duró en sus funciones hasta el
diez de diciembre de 2007. Sus deliberaciones fueron muy ásperas y las polémicas
antagónicas. El resultado no fue un consenso, si no una imposición del partido
mayoritario, en este caso el MAS.
En 2008 se generó una gran resistencia al proceso político encabezado por
el MAS, desde el norte, el oriente, el centro y el sur del país. Sólo occidente, pero
con gran fuerza, aparecía como firme baluarte del régimen. La mayoría de los
Prefectos departamentales, elegidos por primera vez por voto popular en 2005, se
plantaron frente al gobierno. Luego de varios meses de confrontación, con saldos
sangrientos de decenas de muertos, cientos de heridos y miles de damnificados por
prisión o exilio, el gobierno se impuso en toda la línea. Su victoria fue rotunda e
inapelable. El momento claro de definición, fue un referendo revocatorio, reali-
zado el 10 de agosto de 2008, en el que Evo Morales y Álvaro García resultaron
ratificados por el 67,43 por ciento de los votos, es decir, más de dos tercios del país.
La nueva constitución fue sometida a un referendo el 25 de enero de 2009,
aunque el texto final, previamente fue, en gran medida, modificado por una
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 173
El MAS se propuso, desde el principio, pero con más decisión, fuerza y organi-
zación desde 2009, la instauración de un sistema político de partido hegemónico,
que permitía la existencia de organizaciones políticas alternativas, siempre y cuando
éstas fueran débiles y sin posibilidades de poner en riesgo su reproducción en el
poder. Por lo tanto, las elecciones y las campañas electorales, sucedieron como
formalidades destinadas a legitimar, interna y externamente los comicios, pero
no fueron verdaderos torneos de competencia equitativa y resultado incierto, si
no, todo lo contrario.
En la campaña del 2009, el principal binomio competidor tenía al candidato
a la Vicepresidencia preso, con detención preventiva y sin que se le respete en lo
más mínimo el debido proceso. Los candidatos del MAS tenían todo el aparato del
Estado a su disposición: aviones, buses, lanchas recursos humanos y financieros
ilimitados y utilizaban todo en beneficio de su postulación. La población, que
veía la amenaza a la democracia que planteaba este tipo de sistema, a diferencia
de los representantes políticos, de manera natural se propuso concentrar su voto
en una sola opción y no dispersarse.
Encima de todas las ventajas anotadas, en esta oportunidad el MAS logró
adicionalmente el apoyo de asesores internacionales de México, Brasil y Ecuador,
para el diseño y administración de su estrategia electoral. En el lado opositor, sólo
Samuel Doria Medina tuvo apoyo de consultores internacionales, los mismos que
habían apoyado a Gonzalo Sánchez de Lozada el año 2002.
Todas las encuestas de opinión daban como ganador al MAS y la única duda era
con qué porcentaje. Era, sin duda, el momento de la consolidación de la hegemonía.
Así, en un ambiente de polarización, pero con todos los factores intervinien-
tes en la elección, a favor del oficialismo, se llegó al domingo seis de diciembre
de 2009. Los resultados, sin sorpresa, previsibles, en el contexto al que hicimos
referencia, fueron los siguientes: el MAS logró el 64,22 por ciento de los sufragios.
PPB-CN, 26,46 por ciento. UN, 5,65 por ciento. AS, 2,31 por ciento. MUSPA, 0,51
por ciento. GENTE, 0,34 por ciento. PULSO, 0,28 por ciento. BSD, 0,22 por cien-
to. Los inscritos fueron 5.139.554, los votos válidos 4.582.786 y la abstención
bajísima, apenas del 5,46 por ciento.
Esa victoria arrasadora, se tradujo en que el MAS obtuvo 26 senadores, 35
diputados plurinominales, 45 diputados uninominales y 6 diputados especiales.
PPB-CN, 10 senadores, 15 plurinominales, 22 uninominales y 1 especial. UN, 2
plurinominales y 1 uninominal. AS, 2 uninominales. Vale decir que el MAS logró la
ansiada hegemonía, con el control de 2/3 de votos en ambas cámaras legislativas.
Con ese poderío, Evo Morales y Álvaro García se aprestaban a dar inicio a
su segundo período, que de acuerdo a la Constitución recién aprobada, debía ser
el último. No fue así y los preparativos para no abandonar el poder bajo ninguna
circunstancia, se empezaron a trabajar de inmediato.
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 175
Algunos años más tarde, Evo Morales reconocía que, apenas asumieron su tercer
mandato en 2014, empezaron a explorar diversas vías para conseguir habilitarse a
una nueva reelección. La primera y, en realidad única, legal y constitucional, era
plantear una reforma de la Constitución, en el artículo pertinente, que elimine
la prohibición de la reelección continua por más de una vez. Así fue que, el cin-
co de noviembre de 2015, se promulgó la Ley de convocatoria a un Referendo
aprobatorio para aprobar esa reforma.
El Referendo Constitucional se realizó el veintiuno de febrero de 2016 y, para
sorpresa mayúscula del gobierno, –que como siempre tenía a todos los factores
concurrentes a su favor–, la mayoría ciudadana rechazó la propuesta de reforma
por 51,3 por ciento de los votos. Allí debieron haber quedado los afanes de per-
manencia indefinida en el poder de Morales y García, pero no fue así.
El veintiocho de noviembre de 2017, luego de intensas gestiones de parla-
mentarios y dirigentes del MAS, el TCP, como lo hiciera en 2013, falló otra vez
habilitando al binomio Morales - García, para una nueva postulación. Sin embargo,
si en la anterior ocasión la resistencia ciudadana fue débil, en esta oportunidad,
se convirtió en el catalizador de concentración unitaria, que tanto había estado
buscando la oposición. Entre finales de 2017 y las elecciones de 2019, el debate
político giró en torno al desconocimiento de la voluntad soberana del pueblo,
que forzaba el MAS con la repostulación de su binomio.
Masivas e intensas movilizaciones de la sociedad civil precedieron a la habi-
litación de Evo Morales y Álvaro García, por parte del Tribunal Supremo Elec-
toral. La incredulidad ciudadana ante el abuso se fue trocando en indignación y
rechazo y así, en ese ambiente de rebelión cívica y tozudez del poder por hacer
su voluntad, contra viento y marea, se convocaron las elecciones generales para
el veinte de octubre de 2019.
A contramarcha del clamor ciudadano, –de los sectores contrarios al MAS,
que pedían unidad a las fuerzas opositoras–, se presentaron a la elección nueve
binomios, con sus respectivas listas de candidatos a la Asamblea Legislativa
178 la trayectoria de la democracia en bolivia
Plurinacional. El MAS con Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera, Comu-
nidad Ciudadana (CC) postulando a Carlos D. Mesa Gisbert, acompañado del
economista Gustavo Pedraza Mérida. El PDC, representado por el médico y
pastor evangélico coreano Chi Hyun Chung, junto a la abogada Paola Barriga
Machicao. El economista Óscar Ortíz Antelo, en dupla con la politóloga Shirley
Franco Rodríguez, postularon por Bolivia dice No (BDN). El sociólogo Félix
Patzi Paco, junto a la enfermera Lucila Mendieta Pérez, participaron por el
Movimiento Tercer Sistema (MTS). El abogado Virginio Lema Trigo, con
Fernando Untoja Choque, fueron por el MNR. La abogada Ruth Nina Juchani
y el abogado Leopoldo Chui Torrez, representaron a un Partido de Acción
Nacional Boliviano (PANBOL). Víctor Hugo Cárdenas Conde y el pastor
evangélico Humberto Peinado Méndez, postularon por UCS. El filósofo Israel
Rodríguez Calle se presentó junto al comunicador Justino Román Hurtado,
por el Frente Para la Victoria (FPV).
Desde el inicio, la campaña fue diferente a las dos anteriores. Por primera vez,
se sentía en el ambiente que el MAS podía perder. Las encuestas mostraban que los
candidatos de CC eran los principales contenedores, ahora con probabilidades de
ganar y no solamente de testimoniar una discreta participación. Esta nueva reali-
dad, provocó que el MAS endureciera sus ataques políticos y la persecusión judicial
en contra de sus adversarios. Desataron además una terrible campaña negativa,
destinada a demoler la imagen de Carlos Mesa. Videos, panfletos, trascendidos,
noticias falsas, inundaron las redes sociales y los medios de comunicación tradi-
cionales, con el afan de destruir la reputación del principal candidato opositor.
Por su parte, CC restringida de difundir sus propuestas y mensajes por los
medios tradicionales de comunicación, debido a limitaciones financieras, se lanzó a
la conquista del electorado a través de los mecanismos virtuales. Las redes sociales
resultaron claves para la ejecución de la estrategia de campaña de CC. Sobre todo
Whatsapp, Youtube y Faceboook, pero también Instagram y los emails, jugaron
un rol muy importante, sin el cual no hubiera sido posible llegar hasta donde se
llegó. Las redes resultaron incontrolables para el MAS y muchos sectores que,
en los últimos 14 años, sólo habían escuchado el monólogo del gobierno y su
partido, tuvieron la opción, por primera vez, de escuchar opciones diferentes de
percepción de la realidad. En esta ocasión, la campaña de CC fue asesorada por
Ricardo Paz en la coordinación general, Ilya Fortún en la estrategia y Oswaldo
Candia en la comunicación.
El MAS, afectado en su legitimidad por el desconocimiento del Referendo del
21 de febrero y desorientado por tener un rival verdaderamente amenazante en
esta oportunidad, sólo atinaba a endurecer más y más sus ataques y su campaña
negativa. Los esfuerzos por mostrar los aspectos positivos de sus gestiones, no
hallaban eco en una ciudadanía que, pasados tres gobiernos continuos de Morales
y García, estaba lista para un cambio.
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 179
Jeanine Añez Chávez, senadora del departamento del Beni, se hallaba en ejercicio
de la segunda Vicepresidencia del Senado, en el momento de la crisis política des-
atada por el fraude y posterior renuncia de Evo Morales. Por esa circunstancia, se
vio en la obligación de asumir la Presidencia interina de Bolivia, con el encargo,
casi exclusivo, de reorganizar el Órgano Electoral con personas idóneas e inde-
pendientes y convocar a nuevas elecciones generales lo más pronto que se pudiera.
Al principio todo iba bien y el veinte de noviembre se convocaron las elec-
ciones para el tres de mayo de 2020. Las fuerzas políticas empezaron a reorgani-
zarse y el tablero político a moverse. De pronto, a principios del mes de febrero
de 2020 empezó en el mundo la pandemia del COVID 19, que llegó a Bolivia el
once de marzo, con toda su secuela de incertidumbre, temor e impotencia. Las
autoridades electorales decidieron postergar las elecciones por dos semanas, pero
rápidamente las cosas se desbordaron y a nadie le quedó dudas que las elecciones
no se realizarían en la fecha prevista.
Luego de dos postergaciones y en medio de una seria confrontación social,
que amenazaba con llevar al país a una guerra civil, el TSE fijo el dieciocho de
octubre como fecha definitiva para la realización de las elecciones generales. Se
presentaron finalmente, los siguientes binomios: el MAS con el economista y
ex Ministro de Economía, Luis Arce Catacora, acompañado del ex Canciller
David Choquehuanca Céspedes. CC, repitió la postulación de su binomio con
Carlos D. Mesa Gisbert y Gustavo Pedraza Mérida. Los dirigentes cívicos,
Luis Fernando Camacho Vaca y Marco Antonio Pumari Arriaga, participaron
por CREEMOS. Chi Hyun Chung, junto al economista Salvador Pinto Marín,
representaron al FPV. El dirigente minero Feliciano Mamani Ninavia con Ruth
Nina Juchani, fueron postulados por PANBOL.
La llegada del “dragón negro” de la pandemia del Covid 19, con su secuela de
muerte, colapso, desolación y, por supuesto, aceleración inimaginable de la crisis
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 181
y Oswaldo Candia asumió que, por lo menos dos tercios de la población estaba
firmemente decidida a votar en contra del MAS. Mientras que, en 2019, CC se
lanzó resueltamente a disputar el voto indeciso de centro con el MAS, en 2020
creyeron que su desafío principal era disputar el voto anti MAS con las expresiones
representadas principalmente por Añez y por CREEMOS. Al relegar a un segundo
plano la necesidad de diferenciarse de CREEMOS, favorecieron la estrategia de
mostrar al “antimasismo” como un bloque homogéneo, al que estigmatizó como
“golpistas”, “antinacionales” y “antipopulares”. El resultado de la votación de-
muestra de manera inapelable que el desplazamiento de la estrategia electoral
de CC, les privó de persuadir a importantes sectores de clase media y populares.
Con todo, el dieciocho de octubre de 2020 se produjo en Bolivia un resultado
de las elecciones generales completamente sorpresivo, que nadie lo había previsto.
La victoria del MAS, –por 26,6 puntos porcentuales arriba de su inmediato rival,
CC–, fue inopinada y un verdadero cataclismo político. El MAS logró el 55,11 por
ciento de los votos. CC, 28,83 por ciento. CREEMOS, 14 por ciento, FPV, 1,55
por ciento. PANBOL, 0,52 por ciento.
Con estas cifras el MAS obtuvo 21 senadores y 75 diputados. CC, 11 senadores
y 39 diputados y CREEMOS, 4 senadores y 16 diputados.
La polarización se reinstaló con fuerza en el país y esa fue la consecuencia
más evidente de nuestra última campaña electoral.
Esta breve historia de las campañas electorales, durante la última etapa de nuestro
desarrollo institucional, nos muestra que nuestra democracia está todavía muy
lejos de madurar. Eventos y situaciones que creíamos superados hace tiempo, se
repiten treinta y cuarenta años después, desmintiendo los aparentes progresos que
pensábamos haber realizado. Es increíble, que en pleno 2022, sigamos luchando
por restaurar la plena vigencia de la democracia y que nuestras reivindicaciones
sean tan parecidas a las de 1978: árbitros electorales imparciales, transparencia
y certeza de idoneidad en los escrutinios, equidad en el acceso a los medios de
propaganda, independencia de la justicia respecto del poder político, en fin, pa-
reciera que dimos vueltas en círculo.
A pesar del inmenso desarrollo tecnológico y los avances en todos los cam-
pos del conocimiento humano, con tantas posibilidades al alcance de nuestras
manos, nuestra institucionalidad democrática es tan frágil y tan precaria como
hace cuarenta y cinco años. Estamos actualmente padeciendo, un nuevo embate
del autoritarismo, del corporativismo, de un nuevo tipo de populismo, que sabe
utilizar con maestría las herramientas perversas de las nuevas tecnologías de in-
formación y comunicación: las noticias falsas, el entretenimiento, la enajenación
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 183
Bibliografía
Evo Morales y el cantante Piero durante el cierre de campaña de las elecciones de 2005.
Fuente: La Razón, 11 de diciembre de 2005. Tomada de la Hemeroteca de la Biblioteca Central de la UMSA.
breve historia de las campañas electorales presidenciales modernas en bolivia 187
Resumen
[189]
190 la trayectoria de la democracia en bolivia
1. Introducción
2 Documento del Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo, Saad
Alfarargi. 2018.
estado de protección de los derechos económicos y sociales 191
mejora de las condiciones del ciudadano, de manera particular. Para fines de este
análisis, cuando se apela al concepto de ciudadano se refiere a la persona con
derechos y obligaciones, en determinado ámbito. Tratándose de los DES se apela
a la noción del ciudadano con derecho a acceder a una fuente de empleo digno,
con protección social o, al ciudadano empresario - emprendedor, con el privilegio
de ejercer el derecho a la libre empresa consagrado a su favor y a la protección
de su propiedad privada.
Para una aproximación, lo más exacta posible al objeto de análisis, se apela
también a la definición legal, doctrinal y jurisprudencial que entiende que los
derechos humanos, –como categoría general–, entrañan derechos civiles, sociales,
económicos, políticos y culturales, como especies.
Por otra parte y, conforme a esta discriminación jurídica y filosófica, la cons-
trucción, contenido, amplitud e incluso definición de tales derechos puede ir en
constante evolución, de manera tal también de explicar o resultar del fenómeno
de evolución de las sociedades, comunidades y sobre todo intercambio entre
ciudadanos.
En tercer término, la identificación especial de los DES se halla consagrada, por
un parte en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(PIDESC), como instrumento del Sistema Universal de Protección de los Derechos
Humanos del Sistema de Naciones Unidas, aprobado mediante Resolución 2200
de 16 de diciembre de 1966 por la Asamblea General de la Organización de Na-
ciones Unidas (ONU)3 y, por otra parte, en lo cabe a la región americana, por el
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como Proto-
colo de San Salvador, aprobado por la Asamblea General de la Organización de
Estados Americanos (OEA).4
Aun este avance sustantivo, no es menos cierto que las regulaciones no han
incorporado una definición categórica integral de los DES, en sustitución de ello,
éstas han preferido definirlas a partir de sus componentes. Los DES han sido,
de inicio, relacionados de manera indisoluble con la necesidad de alcanzar ‘…la
satisfacción de las necesidades básicas y el máximo nivel posible de vida digna’.5
La precisión de los DES que practica el PIDESC engloba al derecho de tra-
bajo; el derecho a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo; el derecho a
fundar sindicatos, afiliarse y el derecho a la huelga; la más amplia protección en
favor de la familia como elemento fundamental de la sociedad, lo que se extiende
hacia la protección la maternidad y de niños y adolescentes; la garantía de un nivel
adecuado de vida para cada ciudadano y su familia, incluyendo la alimentación,
vestido y vivienda adecuados, así como una mejora sostenida de sus condiciones
de existencia; así como el derecho a la educación.
En lo que respecta al derecho humano al desarrollo, éste comenzó a gestarse
en la segunda mitad del siglo XX, posiblemente, como derivación de la conclusión
de la Segunda Guerra Mundial y las necesidades que la misma dejó como agenda
de atención prioritaria, configurada alrededor del ciudadano y, bajo la urgencia
de mejorar, de manera sostenible y permanente, las condiciones de dignidad y
vida humanas.
Luego de una serie de esfuerzos del concierto internacional, la Asamblea
General de la Organización de Naciones Unidas aprobó, en diciembre de 1986 la
Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, que, a tiempo de jerarquizarlo como
“…un derecho humano inalienable…”, lo define como “…un proceso global económico,
social, cultural y político que tiende al mejoramiento constante del bienestar de toda la
población y de todos los individuos sobre la base de su participación activa, libre y signifi-
cativa en el desarrollo y en la distribución justa de los beneficios que de él se derivan…”
entendiendo que “…la persona humana es el sujeto central del desarrollo y debe ser el
participante activo y el beneficiario del derecho al desarrollo”.6
Este el contexto de esta aproximación. A partir de la definición internacional
y convencional de los DES, ligados, indisolublemente, al gran concepto de derecho
humano al desarrollo, se evaluará la incorporación de los mismos a la regulación
boliviana y el logro de los objetivos del desarrollo, en la definición antes prescrita.
Con ello, se medirá el impacto de la normativa en el mejoramiento de la vida de
los ciudadanos bolivianos, a lo largo del período comprendido entre el año 2000
a 2022.
Teniendo en cuenta la gran amplitud de los DES, alineados al derecho al
desarrollo, la investigación se enfocará, por un lado, a la evaluación del derecho
al trabajo, con todas las variantes asociadas a él, salvo el derecho de agremiación
y, por otro lado, al derecho de libre empresa asociado al derecho a la propiedad
privada.
Una precisión, no menor, y es que los DES también han sido catalogados
como derechos civiles económicos,7 incluyendo en tal concepto, al derecho a la
propiedad y el emprendimiento privado, así como el derecho de empleo y todos
los beneficios y prerrogativas que derivan de una relación laboral digna. En suma,
la protección y garantía que se presta a los DES traduce el nivel de evolución y
calidad del sistema democrático, en el que el ciudadano es el destinatario final
de los resultados que se obtienen. En tanto, el Estado Boliviano, pueda a partir
Para el período de estudio, se aplica como marco regulatorio general la Ley Ge-
neral del Trabajo aprobada, inicialmente, mediante Decreto Supremo de 24 de
mayo de 1939 y elevada a rango de Ley el 8 de diciembre de 1942, reglamentada
por un Decreto de 23 de agosto de 1943.
La primera conclusión relevante es que el enfoque, visión, contenido y ám-
bito de esta regulación responde a la realidad del último período de la década
del ’30 y primera del ‘40, de tal suerte que sus previsiones se estructuraron en
función a una realidad que ha sido, harto superada por la del siglo 21. Cuando
se hace referencia a este divorcio entre regulación y realidad, se entiende igual-
mente importante destacar, la diversidad de realidades en el comportamiento de
los trabajadores y empleadores y, lo que cabe a las necesidades, requerimientos,
operativa y dinámica de los sectores generadores de empleo, dentro de los cuales,
el sector privado tiene una importancia gravitante.
196 la trayectoria de la democracia en bolivia
11 Decreto Supremo 21060 de 6 de agosto de 1985, emitido en el Gobierno del Presidente Víctor
Paz Estenssoro. Parte expositiva.
198 la trayectoria de la democracia en bolivia
A partir del año 2006 y con la ascensión del Movimiento al Socialismo - Instru-
mento Político Social de los Pueblos (MAS-IPSP) al poder, se implantó un modelo
rígido de protección laboral en favor de los trabajadores, con la asunción de una
serie de interpretaciones en favor de los mismos y que, en los hechos, supuso
una mirada totalmente rígida respecto de la relación laboral y reforzando, sis-
temáticamente, la comprensión errada de un vínculo desigual, desequilibrado,
entendido como la explotación de una de las partes sobre la otra, con base en
la lógica marxista, superada por los datos de la propia realidad. En el desarrollo
descriptivo desplegado sobre la regulación proferida en este período, se podrá
constatar la explicitación de estas intuiciones.
Evidentemente, una mirada errada, así como una interpretación poco ajustada
a la realidad, derivaron y, aún continúa confluyendo en unas política pública y
regulación erradas, sin que las mismas puedan satisfacer los DES de los trabaja-
dores y empleadores.
Bajo este enfoque poco exacto, la primera medida regulatoria fue la emisión del
Decreto Supremo 28699 de 1 de mayo de 2006, con la que se inicia la construcción
de una arquitectura regulatoria que, –supliendo las falencias de la Ley General
del Trabajo–, erige un modelo de protección normativa absolutamente rígido y
conservador, apegado a una visión política añeja que fomenta el antagonismo entre
actores del mundo laboral. Con ello, dicho Decreto deroga los artículos 55 del
Decreto Supremo 21060 y 39 del Decreto Supremo 22407, entendiendo que la
contratación y terminación libre de las relaciones laborales, era tal, sí y sólo sí se
encuadraba en las disposiciones de la Ley General del Trabajo y a los principios
fundacionales que los gestores gubernamentales del gobierno de Evo Morales
entienden como pertinentes.
Esta normativa también incorpora una serie de principios laborales de pro-
tección a los trabajadores, frente a los empresarios, –tenidos como explotadores–,
destacando entre ellos y en lo que cabe al inicio y gestión de las relaciones laborales,
por una parte, la prohibición de la simulación, lo que equivale a decir que todo
contrato que tienda a desdibujar los caracteres de una relación laboral o esconderla
bajo otra modalidad de contratación distinta a la laboral, no surte ningún efecto
jurídico y, por otra parte, una previsión que impone que las remuneraciones que,
libremente, puedan convenirse deben tener como base el salario mínimo nacional
fijado desde el Gobierno Nacional.
estado de protección de los derechos económicos y sociales 199
prohibición casi absoluta de dar por concluida una relación laboral. Por su parte,
y tal cual deriva de este breve examen de contenido y alcance de la normativa, se
advierte que el Estado Boliviano no ha trabajado en ninguna política pública que,
antes de imponer obstáculos insalvables en la dinámica laboral, puedan contener
incentivos para que las unidades productivas en el país puedan generar mayor y
mejor empleo digno para los ciudadanos bolivianos, garantizando así una mayor
acceso de ellos a la línea de los DES y al derecho humano al desarrollo, incidiendo
así en una jerarquización del sistema democrático.
Con base en esta colección aproximada de alguna normativa proferida y vi-
gente desde el año 2000 a la fecha de realización de esta investigación, se pasa a
graficar la realidad laboral boliviana, con base en estudios destacados practicados
sobre la materia. Este ejercicio, tiene como objetivo el análisis de eficiencia de la
regulación laboral como instrumento de protección, fortalecimiento y expansión
de los DES en materia laboral y la garantía de acceso al derecho al desarrollo.
Es cierto que la regulación es un instrumento más de la política pública ge-
neral del gobierno, –no es un fin en sí mismo– y, en tal comprensión pretende
incidir en resultados que redunden en un mayor y mejor acceso a los DES, en
materia laboral, para la población que necesita tal oportunidad, todo ello en el
marco de la previsión constitucional vigente que impone al Estado la obligación
de establecer políticas de empleo que eviten la desocupación y subocupación, a
partir de mayores condiciones de garantía de posibilidades de ocupación digna
y remuneración justa. Si este presupuesto no es alcanzado, se entiende que la
regulación no está cumpliendo su objetivo y no está colaborando con el logro de
un fin constitucional mayor.
En suma, el ejercicio de examinar las cifras relevantes del mercado laboral
en el país tiene como objetivo la verificación de eficiencia e impacto de la regu-
lación en el mismo, de tal suerte de determinar si, como es deseable, la misma
ha contribuido a que más bolivianos puedan acceder a fuentes de empleo digno,
lo que supone la idea de ampliación de las líneas de protección social en favor de
los ciudadanos.
Para ello, se examinarán las cifras de desempleo y otras relevantes que expli-
carán el comportamiento del mercado laboral, en el curso de los últimos años,
siguiendo así la línea de impacto de la regulación que fue descrita.
A continuación, se incorpora el dato de la tasa de desempleo abierto que
expresa el porcentaje de la población activa sin empleo, esto es el porcentaje de
ciudadanos que, no obstante, la rígida y abundante protección regulatoria del Es-
tado, no pueden encontrar empleo, a pesar de estar buscándolo de manera activa.
En muchos casos, este indicador está determinado por el nivel de intensidad de la
actividad económica: A mayor intensidad, menor desempleo y viceversa.
Esta información corresponde a las personas de 10 años o más de edad que,
en la semana que fueron encuestadas declararon que no trabajaron ni una hora
202 la trayectoria de la democracia en bolivia
Gráfico 1
Tasa de desempleo abierto (%)
6,00
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
99
00
01
02
4
05
06
07
08
09
11
12
13
14
15
16
17
18
19
00
19
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
-2
03
20
pudieron concretar tal situación es mayor que el nivel de hombres, de tal suerte
que el impacto del desempleo es mayor en la población femenina.
Gráfico 2
Tasa de desempleo abierto para género
10,00
9,00
8,00
7,00
6,00
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
0,00
99
00
01
03 02
4
05
06
07
08
09
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
00
19
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
20
-2
20
Tasa de desempleo abierto masculina (%) Tasa de desempleo abierto femenina (%)
Todo ello habla de una regulación que no se está comunicando con la realidad,
y que, no está garantizando un mayor acceso a los DES en el país, precarizando así
la calidad de la democracia que tiene en los ciudadanos, los destinatarios finales
de sus éxitos y resultados.
Por su parte el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario
(CEDLA) publica varios datos reveladores: “Con datos a junio de cada año, la tasa de
desempleo urbano aumentó de 4,9 por ciento en 2019 a 7,6 por ciento en 2021. Las mujeres
y los jóvenes continúan reportando una tasa de desempleo más alta que el promedio (8,5
por ciento y 12,2 por ciento, respectivamente). Mientras la pérdida de empleos asalariados
formales todavía no se logra revertir, –ahora solo hay un trabajador asalariado por cada
dos independientes y familiares no remunerados–, la ocupación informa o sin derechos
laborales aumentó hasta el 71 por ciento, abarcando a la mitad de los asalariados y a casi
todos los independientes”.13
Finalmente, se incorporan datos sobre el comportamiento y estado del em-
pleo informal, entendido, –según la ficha técnica para la construcción de ellos–,
como “el número total de empleos informales, realizados ya sea por empresas del sector
formal, en las empresas del sector informal o en hogares, durante un período de referencia
13 Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario. Alerta Laboral 90. ¿Y nuestros
derechos? Situación de los trabajadores en Bolivia. Abril. 2022. La Paz, Bolivia.
204 la trayectoria de la democracia en bolivia
Gráfico 3
Empleo informal
(En porcentaje)
120
100
80
Porcentaje
60
40
20
0
2005 2006 2007 2008 2009 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Años
Empleo formal Empleo informal Sin información
Gráfico 4
Empleo informal según género
(En porcentaje)
84
82
80
78
Porcentaje
76
74
72
70
68
66
2005 2006 2007 2008 2009 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Años
Masculino Femenino
15 Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario. Alerta Laboral 90. ¿Y nuestros
derechos? Situación de los trabajadores en Bolivia. Abril. 2022. La Paz, Bolivia, pág. 13.
206 la trayectoria de la democracia en bolivia
16 Documento para diálogo de jefes de misión. Trigésimo Segundo período ordinario de sesio-
nes. 2 de junio de 2002. Bridgetown, Barbados. http://www.oas.org/xxxiiga/english/speeches/
speech_us2_spa.htm
17 Martín-Retortillo, S. (1987). La libertad económica como derecho a la libertad de la empre-
sa: su ordenación constitucional. En S. Martín-Retortillo y A. Martínez. Homenaje a César
Albiñana García Quintana. Madrid: Ministerio de Economía y Hacienda, pág. 245.
estado de protección de los derechos económicos y sociales 207
L
Libertad
I de ejercicio
B de la empresa
R
E
Libertad
E de acceso
al mercado
M
P
R Libertad
E de cesación
S del ejercicio
A de la empresa
210 la trayectoria de la democracia en bolivia
Cuadro 1
Claro está que todos estos elementos demuestran las barreras que la actividad
emprendedora y empresarial privada en el país debe afrontar, constituyéndose
todas en medios obstaculizadores del ejercicio del derecho a la libre empresa,
incidiendo en un déficit de protección de tal derecho económico y, obviamente,
impactando en la imposibilidad de acceder al derecho humano al desarrollo.
Nuestro sistema democrático no resulta eficiente, si es que no puede garantizar
que el ciudadano boliviano pueda acceder a los derechos constitucionalmente
establecidos.
Finalmente, y en el mismo apartado relativo a la libertad de ejercicio de
la empresa, deben mencionarse regulaciones emitidas por el Estado Boliviano
destinadas a promover las inversiones en el país, emitidas con algún (escaso) o
ningún resultado.
En el período de investigación 2000 a 2022 destacan dos regulaciones con
este específico objeto. La Ley 1182 de 17 de septiembre de 1990 que, emitida
durante el gobierno del Presidente Jaime Paz Zamora tuvo como marco regula-
torio amplio a la Constitución de 1967 y tuvo como objeto la explicitación de la
política pública sobre la inversión privada.
De conformidad con la línea internacional desplegada predominantemente
a partir de la década de los ’80, se equipara la inversión extranjera a la nacional
en jerarquía e importancia, suponiendo ello el reconocimiento de igual trato a
ambos inversionistas, garantizando además el derecho a la propiedad privada, en
los términos prescritos por la Constitución Política de 1967.
Dicha normativa sobre un marco de aplicación amplia y casi irrestricta destaca
la libertad de exportación e importación, lo mismo que la más amplia posibilidad
de comercialización de bienes y servicios en el territorio nacional, incorporando
además previsiones que posibilitaban la concreción de contratos de riesgo com-
partido ‘joint ventures’, lo mismo que el funcionamiento de territorios libres de
imposición fiscal nominados como zonas francas industriales.
Esta normativa estuvo vigente, –aún la aprobación por referéndum de la nueva
Constitución del 2009 con un nuevo modelo económico–, hasta la promulgación
de la Ley 516 – Ley de Promoción de Inversiones en fecha 4 de abril de 2014 y
con un evidente influjo del modelo económico plural estableció una nueva pers-
pectiva regulatoria aplicable al campo de las inversiones en el país.
Dicha previsión, de manera bastante genérica, incorpora una serie de mensajes
parciales de promoción de inversiones, sin ingresar a la identificación de sectores,
regiones e incentivos otorgados, por lo tanto, constituye la muestra evidente de
una regulación sin un enfoque claro y sin los mensajes destinados en impactar en
la promoción de inversiones que pretende conseguir.
No obstante estos marcos regulatorios específicos para el tema de la pro-
moción de inversión, la Ley 1182 desde el año 2006 hasta su abrogación y la
estado de protección de los derechos económicos y sociales 215
Ley 516 hasta la actualidad no han tenido aplicación y no han cobijado ningún
proyecto de inversión. Por lo tanto, la inutilidad de tales constructos normativos
se explica por sí sola.
Como una mención adicional, deben incorporarse también todos los procesos
que bajo el discurso de ‘nacionalización’, han justificado el despojo de la pro-
piedad privada y el cercenamiento del derecho a la libre empresa de muchos
emprendimientos productivos en el país. Destacan como especialmente relevan-
tes los sucedidos, a partir del año 2006 en las áreas de minería e hidrocarburos,
que han supuesto no sólo mensajes adversos para tales empresarios y para otros
potenciales, sino que también han justificado el inicio de una serie de procesos
arbitrales que el Estado Boliviano ha tenido que enfrentar. Tales hechos, no sólo
que han tenido evidentes impactos en el campo jurídico, sino que además han
impactado negativamente en el ejercicio de los derechos económicos, sociales y
218 la trayectoria de la democracia en bolivia
Gráfico 5
Flujos de inversión directa recibida
(En millones de dólares estadounidenses)
2.500
1.750
2.000
1.500
1.048
1.000
594
500
454
0
-288 -500
-217
-1.000
-1.129
-1.500
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020 (p)
2021 (p)
IED Bruta Desinversión IED neta
Fuente: Reporte Capital privado Extranjero en Bolivia. Gestión 2021. BCB.
Gráfico 6
Bolivia: Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) Anual 2005-2021
(Variación porcentual)
60
40
20
-20
-40
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020 (p)
2021(p)
Gráfico 7
Formación bruta de capital (% del crecimiento anual) Bolivia
60
50
40
30
20
BOLIVIA
10
-10
-20
-30
1970 1980 1990 2000 2010 2020
Fuente: Reporte país. Banco Mundial.
4. Conclusiones
este ciudadano podrá acceder a un trabajo por cuenta ajena, –empleo digno con el
reconocimiento de todos los beneficios y protección social asociados a una relación
laboral–, o, a partir de la realización de un trabajo por cuenta propia, esto es, a
partir de su dedicación a una empresa o emprendimiento propio. Una u otra vía,
representan, la posibilidad práctica de realizar sus derechos económicos y sociales.
La investigación ha acreditado que, el sistema democrático boliviano, en el
período 2000 a 2022, pese a la profusión de regulación sobre la materia, no ha
conseguido impactar decididamente en la expansión de tales derechos. Más bo-
livianos, sobre todo mujeres y jóvenes, ven cercenados sus derechos de acceder
a una fuente de empleo digno o a una posibilidad de emprender e invertir en
sectores o regiones productivas. El discurso gubernamental se ha quedado en
ello sin haber impactado, de manera sustantiva, en la mejora de las condiciones
de salvaguarda de los DES.
En esta área, la descripción de la regulación emitida, –evidenciando una
política altamente proteccionista–, con relación a la evidencia cuantitativa,
acreditan que no ha existido una expansión del mercado laboral formal, de tal
suerte que los ciudadanos bolivianos no pueden acceder a mayores y mejores
fuentes de empleo, en detrimento del acceso al derecho a acceder a un empleo
digno. Es más, la evidencia empírica acredita que la profusa normativa ha sido
un elemento negativo determinante en el desempeño del mercado laboral, sin
que, al día de hoy, más allá del 16 por ciento de la población ocupada, pueda
recibir la protección, beneficios y privilegios de una relación laboral en los
términos descritos por la Constitución Política del Estado, Ley General de
Trabajo y demás normativa derivada. El discurso gubernamental ha asumido
una línea de protección a determinados trabajadores, sin permitir que el objetivo
de resguardo sea la fuente laboral.
Se ha podido advertir que los DES merecen una salvaguarda, la mayor parte
de las veces, en legislación totalmente divorciada de la realidad que caracteriza el
quehacer de los ciudadanos bolivianos, así como los sectores y regiones productivos
del país. Este déficit de adecuación ha pretendido ser suplido por un importante
intervencionismo gubernamental en las relaciones laborales, a partir de la siste-
mática participación del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social como
asesor y patrocinante de los trabajadores.
Se ha demostrado también que la lógica proteccionista, en materia laboral,
ha supuesto una errada visión proteccionista de los trabajadores frente a los em-
pleadores, –acudiendo para ello a trasnochadas comprensiones políticas de una
realidad–, sin que se haya permitido, ni proteger a las unidades productivas como
fuentes generadoras de empleo digno y menos aún cultivar una visión comple-
mentaria, solidaria y colaboradora de empleadores y trabajadores.
En lo que respecta al derecho a la libre empresa, se ha acreditado que ésta,
además, –o sobre todo por estar–, determinada por un cúmulo de regulación
222 la trayectoria de la democracia en bolivia
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Fuente: cedla.org. Tomada de la página web del CEDLA de su informe sobre el sector informal:
Aumenta el trabajo informal en Bolivia.
Fotografía de El Diario con respecto al pago del segundo aguinaldo (2013). Dibujo de Luzbell.
Fuente: El Diario 24 de noviembre de 2013. Tomada de la página web del periódico.
estado de protección de los derechos económicos y sociales 227
Resumen
1. Introducción
[229]
230 la trayectoria de la democracia en bolivia
1 El presidente Alberto Fernández dijo en un discurso que los argentinos habrían “llegado en
barcos a América” mientras los brasileños “habrían salido de la selva”, retratando en su gafe la
vieja idea que explica la constitución de la diferenciación social de la identidad latinoamericana.
Existen dos tipos de habitantes en la región: (1) los descendientes de los españoles y (2) los de
los habitantes originarios de la tierra
234 la trayectoria de la democracia en bolivia
Tabla 2
Coeficientes de correlación entre voto por el MAS, etnicidad,
lengua materna y pobreza Censos 2001-2012, Tribunal Supremos Electoral
(2005, 2009, 2014, 2020)
2 Q’ara vocablo aymara que representa, de forma despectiva, al blanco de ascendiente hispano.
de la república liberal democrática al estado plural multinacional 235
(3) Por otro lado, particularmente desde la Elección Nacional de 2005 hasta
la de 2020, ha emergido una correlación positiva entre ascendiente étnico (y no
étnico) con el voto por el Movimiento al Socialismo (MAS), que muestra que 8
de cada 10 electores étnicamente afiliados, han votado en los últimos 5 procesos
electorales por el MAS y 6 de cada 10 no afiliados étnicamente, en su contra No
es una relación causal, más bien es una “afinidad electiva”, en el sentido signado
por Max Weber que, exhibe una “asociación o conexión entre sistemas de creencias que
operan en diferentes esferas de la vida social” (Scott, p.204). Tal el caso de la autoa-
firmación étnica y la preferencia electoral. Entonces, el contenido de uno de los
sistemas (la autoafirmación étnica), engendra una tendencia de significados para
la construcción de otro sistema de creencias (la preferencia electoral).
En general, el voto del MAS (oficialista) tiene las siguientes características: (a)
Es un voto fundamentalmente rural, pues 8 de cada 10 habitantes del campo lo
representan. (b) Es occidental, pues el 75 por ciento de este voto se produce en
La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca. (c) Esta ordenado en función
a la identidad étnica, pues el coeficiente de correlación promedio entre voto y
etnicidad, en las elecciones nacionales de 2005, 2009, 2014 y 2020 es de 0.80, es
decir que 8 de cada diez bolivianos, étnicamente auto identificados, han votado
por el MAS en cada una de las elecciones mencionadas. Refuerza esta aserción
la constatación de que 83 por ciento de quienes hablan lenguas nativas, votan
igualmente por este partido. (d) Es fundamentalmente aymara y quechua, pues
8.5 de cada diez autoafirmados en ambas etnicidades, votan regularmente por esta
alternativa política. Las correlaciones entre las etnicidades de las tierras bajas, la
guaraní entre las más cuantificables, muestran un coeficiente de 0,2. Por lo tanto
el MAS fundamenta su voto con las culturas andinas, antes que en las amazónicas.
Asimismo, siendo que los amazónicos constituyen apenas el 3 por ciento de la
población, en general, según el Censo 2012, la preferencia electoral de estas co-
munidades es poco relevante en los resultados generales. (e) El voto “oficialista”
también se caracteriza por presentar correlaciones positivas con los indicadores
de pobreza, especialmente en aquellos de las necesidades básicas insatisfechas.
Como en el Occidente la pobreza tiene rostro étnico, la correlación se super-
pone, sin embargo, este paralelismo puede ser apreciado de mejor manera en el
Oriente, donde (especialmente en Pando y Tarija) el coeficiente de correlación
entre pobreza y voto llega a 0,6. En general, las correspondencias entre ambas
variables alcanzan un promedio de 0,3.
territorio. Sin embargo, no más de un cuarto de los indígenas del país viven en sus territorios
originarios, el resto está urbanizado o a migrado a otros pisos ecológicos. Pues bien, en la
disyuntiva del indígena migrante se acuñó el término “colonizador” como distintivo legal en
la distribución de la tierra. Una vez instalado el Estado Plurinacional y su filosofía descolo-
nizadora, se sustituyó el término (que hacía una resonancia incómoda al colonialismo) por de
intercultural.
de la república liberal democrática al estado plural multinacional 237
Pues bien, los tres puntos expuestos muestran que, a 40 años de la recuperación
de la democracia, Bolivia está polarizada entre indígenas pobres y no-indígenas
prósperos, entre habitantes del occidente y del oriente del país, que han optado
por visiones de destino divergentes que se agencian en el voto y en la acción co-
lectiva de grupos sociales en apreste; de derecha a izquierda, del republicanismo
al plurinacionalismo. Eventualmente, en el país no existen sentidos compartidos
de origen y destino comunes entre las comunidades étnicamente diferenciadas
(entre los pueblos indígenas y los castellanohablantes), que solidifiquen la iden-
tidad nacional y, por lo tanto, los procesos de integración. Así pues, este capítulo
discutirá esta proposición de la siguiente manera:
(1) Analizaremos la diferenciación de sentido de origen común a partir del
examen de la calidad post-colonial de nuestra sociedad. Para ello, utilizaremos
el concepto de “fijeza” de Homi Bhabha (2002) como categoría analítica que
explica “la construcción ideológica de la otredad”. Según este autor, fijeza (fixity en
inglés) es un modo de representación que aparece “como signo de diferencia cultura/
histórica/racial en el discurso del colonialismo” (p. 91) y, que termina produciendo la
diferenciación de origen a través del estereotipo cultural. Para ello escudriñaremos
en las “fijaciones” legales y culturales del proceso colonial y su prevalencia en la
fundación de la República de Bolivia.
(2) Explicaremos la diferenciación del sentido de destino desde la politización
de la identidad producida, particularmente, en el proceso democrático. Segmenta-
remos dos períodos de análisis: (a) el Estado Neoliberal republicano (1982-2002)
y (b) el Plurinacional corporativo (2002-2022), así como sus respectivas políticas
de inclusión social y política relativas a las comunidades étnicamente diferencia-
das. Para el primer período, manejaremos el concepto de “mimetismo” (también
de Bhabha) para retratar el proceso de ideologización de la identidad (étnica y
no étnica) “que emerge como la representación de una diferencia que es en sí misma un
proceso de “negación” (Bhabha, p. 112). Para el segundo período, utilizaremos la
idea de “emancipación recíproca” (entre las comunidades étnicas y las castellano-
hablantes), que nos permitirá explicar el proceso de ideologización de las bases de
identidad étnico/raciales, derivado de la diferenciación de origen, que han dado
vigor a la polarización sociopolítica contemporánea.
… Muchas gentes que vivían en paz, y tal como lo habían dicho, andaban desnudos
y no comían carne humana. Además, tales gentes, creían en un Dios creador de los
cielos y parecían suficientemente dispuestos a abrazar la fe católica y aprender las
buenas costumbres. Y en semejantes condiciones, era de esperarse que, si se les instruía
el nombre del Salvador, sería fácilmente acatado en dichos países e islas. (Paulo III,
1648, op. cit. Por. Sánchez, 1943, p. 263)
Si bien la “fijación” hecha por el Papa Paulo III, no era como aquellas he-
chas sobre los africanos, –quienes habían sido catalogados por la propia Iglesia
como animales de carga–, fundaba ciertas bases para señalar a los indígenas como
“humanos de desarrollo inferior”. Su inferioridad residía primordialmente en su
desconocimiento de las nociones europeas de “ciencia” y “Dios”. Sin embargo,
estas categorías los condenaban a ser concebidos como “escasamente humanos”,
pues no habían alcanzado, –a juicio de los colonizadores–, los niveles calificados
de civilidad. Por lo tanto, la tarea primordial de los conquistadores era “huma-
nizarlos”. España practicó en América diversos tipos de gobierno, según el lugar
donde implantaba su dominación política, todos ellos, empero, tenían mucho que
ver con la misión de transformar a los indígenas en “seres humanos”. Veamos
aquellas que tenían relación con los grupos originarios y que determinaron los
factores del desarraigo actual de los indígenas respecto al bienestar.
A pesar de que las culturas originarias no fueron destruidas, fueron modificadas
por las demandas de la nueva estructura imperial. Los indígenas sufrieron, desde
el principio, la explotación por la regla indirecta de “la encomienda” (Steward &
Faron, p. 144). Al “encomendero” se le confiaba un número de “indios” a quienes
él debía “civilizar”, a partir de la imposición de la doctrina y cultura cristianas.
Sus deberes consignaban, además tratarlos con “humanidad” y “disfrutar de su
trabajo” (Sánchez, p. 257). El trato “humanitario” implicaba un resguardo de
responsabilidad paternalista, pues el “indio” pasaba a la tutela de su colonizador.
Si bien, no era una condición de esclavitud propiamente dicha, –ya que no se
transaban comercialmente en los mercados especializados–, en la práctica se tra-
taba de una condición de servidumbre, pero representada, en lo que la académica
Anne McClitnock llama la “paternidad patológica”. Ello arraigaba, aún más las
perspectivas de su “inferioridad”, a partir de una fijación fielmente paternalista, en
la que el español infantilizaba a su “encomendado” (lo llamaba hijo)4 y certificaba
que los indígenas serían propensos a vender sus tierras si es que se les entregaba la
propiedad completa de ellas; es decir, presagiando que los terratenientes timarían a
los indígenas promoviendo de nuevo el latifundio. Una vez más el Estado, basado
en la misma doctrina del voto calificado (la “ignorancia”), restringe los derechos
civiles según la pertenencia étnica. En el espíritu de la paradoja entre diferencia
y reforma, una vez más aún, cuando las políticas públicas hicieron esfuerzos para
integrar a las comunidades desplazadas al Estado nacional, muchas de ellas estaban
fundamentadas en categorizaciones diferenciadoras.
(3) Nación.- En las palabras de Ernest Balibar, la génesis mítica de la forma-
ción del sentido de pertenencia nacional puede transformarse en una instrumento
ideológico, a partir del cual “la singularidad imaginaria es construida diariamente”
en anticipación a la libertad. Así, los proyectos que van al encuentro de preservar
y glorificar la autonomía, mejoran la ilusión de la identidad nacional (Balibar, pp.
88-89). Pues bien, desde su fundación como Estado y, en virtud de su compleji-
dad social, Bolivia se ha visto confrontada con la necesidad de dar pruebas de su
legitimidad como nación. Y es que, en este país, habita una relación tensa entre
estratos de clase y cultura, racializados en casi todas sus expresiones sociales. La
idea de la nación boliviana aparece en el imaginario social como la ejecución del
proyecto libertario anhelado por siglos, durante la ocupación española, aspira-
ción en la que se distinguen diferentes niveles para llegar al convencimiento de
la necesidad de autodeterminación. Desde la perspectiva de los grupos étnicos
y sus aspiraciones de destino común, el sentido de la “soberanía” indígena fue
interrumpido cuando las culturas aymara y quechua, entraron en sincretismo
con la religión católica. La contundencia de estas lesiones en la formación de los
proyectos etno-nacionales, sesgó la capacidad de los grupos étnicos de mirarse en
la perspectiva de nación, independientemente del imaginario bolivariano. Asimis-
mo, las políticas centralistas coloniales golpearon al elemento más sensible de la
socialización precolombina: el Ayllu. Consecuentemente, el mito del origen y la
continuidad nacional de las comunidades étnicas, si bien pudo haberse intensificado
cuando el colonialismo entró en cuestión por el movimiento libertario, terminó
adherido a las aspiraciones “criollas” de emancipación. Los indígenas entonces
acompañaron el proyecto independentista, adheridos por su necesidad de superar
la servidumbre. En realidad, los indígenas bolivianos comportan una identidad
que ni es pura, ni idéntica con la idea de una nación, pero que puede, ciertamente,
hacer posible la expresión de una identidad comunitaria de sentimientos (op. cit.).
Al respecto, Carlos Montenegro y René Zabaleta Mercado (en sus textos Na-
cionalismo y Coloniaje y Lo Nacional Popular) coinciden en que, la base popular
indígena de la sociedad nacional (denominada por los autores como “el cuerpo
histórico” de la República), quedó apartado (“interrumpido”) pues los indígenas
tuvieron que abrazar un proyecto de nación en el que “la iniciativa histórica no
les pertenecía”. La oligarquía “castellanohablante” sería la gran responsable de
248 la trayectoria de la democracia en bolivia
más sobrecogedores en la cultura moderna que las criptas y tumbas de los soldados
caídos (Anderson, p. 57). La batalla de El Alto dejó un reguero de sacrificio en
favor de la reivindicación principal. En efecto, una vez que las consignas cobraron
sus mártires, es decir, soldados “indígenas” que entregaron sus vidas por la causa,
la unidad en torno a la lucha se universalizó. Pasó entonces a segundo plano el
contenido de las demandas para ceder paso a la interpelación de un poder cons-
tituido, que atentaba contra la vida de los ciudadanos.
La denominada Guerra del gas sirvió para aglutinar la rebelión popular, en
torno al elemento más sensible de identidad: “la desintegración del territorio”
inspirada en el anhelo de “volver al mar”. Ante la eventualidad de un acuerdo
comercial con los chilenos que, según los climas de opinión significaba el tráfico
de nuestros recursos naturales, el sentimiento nacional se puso en apronte, aún
cuando las demandas sociales urgentes no estaban representadas por la convulsión.
A diferencia de los anteriores procesos, el avivamiento de las identidades étnicas
había tomado la discusión política y el rostro aymara de los guerreros alteños del
gas, terminó por establecer una polarización racial entre movimientos sociales
indígenas y un estado administrado por los “criollos”.
el Mallku), cumplió una condena de varios años en la cárcel que le sirvieron para
adquirir suficiente notoriedad y emprender un liderazgo de claras bases étnicas.
A consecuencia de estos dilemas, los kataristas descubrieron que luchar a través
de sindicatos y organizaciones políticas era mucho más práctico que tratando de
movilizar vía armada su proyecto de autodeterminación. En 1999, Quispe se con-
virtió en Secretario General de la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de Bolivia (CSUTCB); instrumento político que utilizó para crear la
máscara de un enfrentamiento político entre los bolsones aymaras del altiplano
del departamento de La Paz y el gobierno de los castellanohablantes.
Quispe, además consiguió un sinnúmero de conquistas, –la creación de uni-
versidades indígenas y un ejército de tractores para el agro–, mediante el bloqueo
de la carretera que une La Paz, sede de gobierno con el resto del país. El dirigente
trató de explotar al máximo la diferencia entre lo aymara y lo castellanohablante,
a partir de arengas fundamentalmente racialistas. Puso su planteamiento doctri-
nal sobre la base de la ascendencia política del pueblo aymara, anunciando que
su lucha tenía como émulos a Tupac Katari, Tupac Amaru y Zarate Willca. Su
propuesta planteaba con mucha luminosidad la construcción de un Estado sobre
las bases de la cultura étnica y la consiguiente expulsión de los “ocupantes blancos
de sus tierras”. Trató de revelar, asimismo, que en las élites blancas reproducían
las mismas formas de colonización que su ascendencia española.
En el fondo, el fracaso en movilizar a la base étnica en términos electorales
estaba determinado por una contingencia: su discurso estaba dirigido en los
aymaras de tierras comunitarias de origen, cuya lengua materna es originaria y
tienen una cultura distinguible desde la mirada étnica. Estas comunidades que,
estadísticamente no pasan del 20 por ciento de la población nacional, aunque
representen el prototipo antropológico del indígena americano son en el fondo
las minorías de la Bolivia moderna. La mayoría de los habitantes de los Andes
Centrales (aymaras y quechuas) han migrado a las zonas periurbanas de las
ciudades de El Alto, La Paz, Oruro y Cochabamba (abandonando sus tierras
de origen a la par de su lengua materna indígena) o, han partido en busca de
tierras de cultivo en las zonas de los llanos cruceños y el Valle cochabambino,
merced a la crisis de la minería de los 80s. En menos de 50 años, Bolivia ha
pasado de tener 65 por ciento de población rural a 35 por ciento. Por lo tanto,
el indígena moderno es periurbano, habla castellano y ha dejado muchas de sus
prácticas ancestrales juntos con sus atavíos de corte étnico.
La representación más conspicua de los indígenas modernos de Bolivia, son,
ciertamente, los cultivadores de coca del trópico cochabambino. Los “cocaleros”
son grupos de agricultores indígenas de origen quechua o aymaras del occidente
del país que, particularmente, en los 90s negociaban con el gobierno central la
producción de hoja de coca calificada como excedentaria por la Ley 1008. Ori-
ginalmente, se organizaron en torno a un conflicto vinculado a la vigilancia de
de la república liberal democrática al estado plural multinacional 255
Se entiende por “hábitat”, aunque sea esta una crítica estrictamente semán-
tica, al “conjunto local de condiciones geofísicas en que se desarrolla la vida de
una especie o de una comunidad animal o vegetal”. Resulta por demás curioso,
–aunque pensemos que haya sido un error incluir dicha palabra merced a que los
legisladores desconocían el significado de “hábitat”–, que la Ley INRA inscriba
258 la trayectoria de la democracia en bolivia
Permítanme introducir este acápite con un argumento que ilustra el efecto social
y político del proyecto republicano al promover (deliberada o accidentalmente),
por un lado, la diferencia étnica y, por el otro, al alentar la reforma inclusiva: En
Bolivia, el castellano fue siempre el idioma oficial, al mismo tiempo que el idioma
materno seguía siendo algún idioma indígena. Políticas públicas que intentaron
generar inclusión, a través de la especificidad del idioma, fracasaron merced a esta
contradicción. Tal es el caso, por ejemplo, de la educación bilingüe de la Reforma
Educativa de 1995 y de la creación de universidades indígenas en 2004. Ambas
medidas intentaron fomentar la apropiación del idioma nativo y se presentaron
como mecanismos de inclusión globales de la diferencia. Resultado de estos pro-
cesos, el idioma materno declarado con mayor frecuencia es ahora el castellano
en los censos de 2002 y 2012. Es más, en el proceso de mayor politización de la
etnicidad de la que Bolivia tenga memoria (entre 2005 y 2012), un millón de bo-
livianos abandonaron su idioma originario haciendo que la lengua materna pase
de 37 por ciento a 27 por ciento en la década, en la mayor parte de las medidas
“de “descolonización” entraron en vigencia. Y es que, en el relato de la diferencia
del sujeto real despojado, las esperanzas de bienestar están vinculadas al ascenso
social establecido en el mestizaje y prometido en la reforma pendiente. Pues
bien, la pregunta que ahora nos corresponde resolver es si las identidades étnicas
llegaron a construir una cultura política sobre cimientos raciales y culturales que
promuevan la creación de un sentido de destino común diferenciado entre los
indígenas y los no indígenas.
262 la trayectoria de la democracia en bolivia
de la autoridad institucional para gobernar sus propios asuntos dentro del sistema
legal nacional y bajo el amparo del sistema político vigente. El derecho a la par-
ticipación como beneficiarios y contribuidores al desarrollo social y económico
en sus países, implica que los indígenas tienen acceso a información clave y son
capaces de participar en formas relevantes.
Más allá de los indicadores socio-económicos de Bolivia, existen leyes que
complican la integración multicultural y refuerzan la exclusión social y política.
Como resultado de los problemas de pobreza crónicos y las radicales diferencias
sociales, la mayoría de la población desconfía del sistema político. Así como la
cara étnica de la pobreza, el grado de ciudadanía difiere de acuerdo al grado de
diversidad racial. Más allá de los resultados de las elecciones de 2005, 2009 y 2014,
el sistema político refuerza una sub-representación y todavía deja desguarnecida
la participación en las decisiones públicas para la población con origen indígena.
Es obvio que los pueblos indígenas, en general, no están integrados en el
proyecto de Estado boliviano –y con ello no quiero decir que estén constitucional-
mente segregados; el apartamiento está enraizado en las relaciones sociales– pero
la legislación ha agravado más los problemas en lugar de repararlos, aún ahora
que el MAS de Evo Morales ha gobernado prácticamente 17 años ha llegado al
poder y con él, las corrientes políticas del indigenismo.
Producto de lo que hemos denominado la ambivalencia postcolonial, los
resultados incipientes de la lucha contra la inequidad social en Bolivia, han ter-
minado proponiendo una gestión pública en concordancia con la competencia
étnica. El debate político de los últimos diez años, ha responsabilizado a las élites
políticas de haber depredado el Estado, pero cuando dichas interpelaciones vienen
del indigenismo, están también interpelando a su raza. Desde el 2005, el mote de
presidente indígena de Evo Morales, ha condicionado sus políticas públicas con un
fuerte acento hacia el racialismo. Por ejemplo, si bien antes la segregación estaba
en leyes como el voto calificado, los artículos constitucionales que presentaban
a la nación, nunca anduvieron en el lenguaje racial. La Asamblea constituyente,
imbricada en los lenguajes de la racialización de la política, terminó planteando
la ambivalencia entre “diferencia” y “reforma” a través de la política de la des-
colonización. En este esfuerzo, que en la práctica ha llegado a apenas mirar con
desdén el ascendiente ibérico de nuestra historia –no tanto a generar cohesión– ha
terminado extranjerizando a la población que no se identifica étnicamente.
Artículo 9. Son fines y funciones esenciales del Estado, además de los que establece
la Constitución y la ley: 1. Constituir una sociedad justa y armoniosa, cimentada
en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con plena justicia social,
para consolidar las identidades plurinacionales. (Constitución Política del Estado
Plurinacional, 2009).
tres tipos de derechos: político, social y civil. Los derechos políticos son aquellos
que permiten “participar en el ejercicio del poder político como miembro de un
cuerpo investido de autoridad política o como un elector de los miembros de aquel
cuerpo. Por derechos sociales, Marshall entiende aquellos mediante los que se
adquiere educación, servicios e ingreso. Los derechos civiles involucran la protec-
ción de las libertades individuales, incluyendo entre otras la libertad expresión, de
pensamiento, de culto, acceso a la justicia, “el derecho a la propiedad privada y a
celebrar contratos válidos”. Aun cuando la pobreza, que se presume de tener un
rostro primordialmente étnico, previene a los grupos considerados indígenas de
disfrutar plenamente sus derechos políticos y sociales, problemas comunes tales
como las desigualdades de clase y derechos civiles constituyen el dilema clave en la
integración de las comunidades indígenas al proyecto de Estado-nación boliviano.
Al presente, no existe axioma constitucional alguno que menoscabe la liber-
tad de expresión, pensamiento o culto en la judicatura boliviana en el sentido
de clasificar a los indígenas como diferentes dentro de la ciudadanía, –en todo
caso los que existen los declaran de “superiores”–, pero el régimen de propie-
dad de la tierra cataloga a los ciudadanos bolivianos como “indígenas” y “no-
indígenas”. Unos con derecho a la propiedad privada y al crédito y los otros al
margen de esos derechos. Las soluciones paternalistas de la gestión pública y
legislativa no han logrado romper la brecha de la discriminación y emprender
el paso hacia la integración multicultural. Las leyes de tierras, empero, se han
transformado en el nuevo rostro del despojamiento de los grupos étnicos. En
búsqueda de restringir la concentración de tierras, la ley de Reforma Agraria fue
mala para generar riqueza y desarrollo económico, mejorar la administración
de los recursos del suelo y ejercitar la justicia. Consecuentemente, “previene la
formación de tierra y mercados de capital, encapsula el desarrollo de agricultura tra-
dicional y baja los precios de la tierra y, lamentablemente, genera excesiva demanda,
fomenta la ineficiencia en las áreas tradicionales, causa la deforestación, disuade a la
inversión extranjera y produce un aparato burocrático díscolo” (Flores, 1998, vol. 2).
Ni siquiera en la Bolivia del siglo XXI, cuando un indígena ha ejercido la presi-
dencia durante casi 15 años se ha cambiado esta diferencia. Lo que frena a Evo
Morales a otorgar la propiedad jurídica de la tierra a las naciones originarias,
es su entendimiento ideológico de la propiedad, noción que no conduce con la
doctrina del socialismo del siglo XXI.
4. Conclusiones
fijaciones (Goffman diría estigmas) son una especie de adherencia obsesiva que,
cuando son aplicables a la personificación del otro (indígena y no indígena), se
transforma en un conocimiento. Y cuando este conocimiento está movilizado por
la política, se transforma en una fuerza de cohesión, pero también de choque y
tensión social. Claramente, la fijación (de la identidad étnico racial) es como un
modo ambivalente de conocimiento y poder, que explica la relación entre discurso
y política, y que funciona por encima de la realidad, produciendo un efecto de
verdad probabilística y de predictibilidad. Por ejemplo, una comerciante de la Eloy
Salmón, –que es la zona donde los sectores populares concentran sus inversiones
de importaciones de productos tecnológicos–, sólo por estar vestida de pollera (de
ser una chola) será percibida de clase media baja, aún cuando tenga más dinero
que el dueño del Banco donde deposita sus ganancias
El proceso constituyente boliviano de 2009 vino en el momento en el que
la identidad estaba en el pico de semejante politización. Obviamente, el espíritu
liberal de la constitución republicana estaba bajo sospecha de haber reproducido
la “opresión colonial” y, consecuentemente, fue desafiado por un espíritu des-
colonizador que terminó modelando al estado Plurinacional del Bolivia. Hoy en
las bases fundamentales del Estado Boliviano (escritas en la constitución nueva),
mientras la descolonización se distingue como uno de los propósitos centrales
de la legislatura, 36 pueblos indígenas fueron elevados a la calidad de naciones y,
sus miembros, declarados descendientes de los habitantes originarios de la tierra.
En el lado de los castellanohablantes, la Constitución Plurinacional no tiene
una categoría en la que los descendientes de los españoles se puedan adscribir (no
hay una nación que se les pueda asignar) y siendo la descolonización el principio
rector del nuevo orden, los indígenas fueron categorizados socialmente como la
descendencia de los opresores. Esto implica que la adscripción étnica a cualquier
de las dos categorías, indígena y no indígena, tiene implicaciones políticas en la
identidad nacional ya, que es un poderoso principio de distribución del bienestar
y del poder. En términos políticos, si ser un indígena es un acto de afirmación de
ascendiente común, la negación de tamaña condición es el que tiene pública rele-
vancia para los no-indígenas. Es decir, si el indígena admite ser tal, el no indígena
niega ser el otro. En consecuencia, el efecto práctico de un sentido diferenciado
de origen común es que, mientras los indígenas han internalizado los derechos de
ser los habitantes originales de la tierra, los otros han internalizado sus privilegios
con su competencia histórica y poder económico
Pues bien, el proceso democrático que inició el 82 ha construido una nueva
estructura de movilidad electoral cuyos fundamentos han transitado de las contradic-
ciones de clase (que era la consciencia política en la revolución de 1952, hacia las de
diferenciación étnica y racial. Los datos presentados hasta aquí, expuestos a través de
coeficientes de correlación entre etnicidad, lengua materna, pobreza y voto, muestran
que la auto identificación étnica determina el voto. Pero como toda construcción
de la república liberal democrática al estado plural multinacional 269
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Las mujeres y la democracia
en Bolivia 1
Resumen
1. Conceptos generales
1 Este texto está dedicado a todas las personas que fueron capaces de levantar la voz y tomar
acción para lograr avances de igualdad ciudadana para la mujer en Bolivia.
[275]
276 la trayectoria de la democracia en bolivia
2 Vivian Swarts, Alianza Libres sin Violencia. La Violencia Invisible: Valores que sostienen y
legitiman la violencia y representaciones sociales de la violencia contra las mujeres. https://
alianzalibressinviolencia.org/wp-content/uploads/2017/12/Violencia-invisible.pdf (Visto el
15 de julio del 2022).
3 Margaret W. Rossiter. 1993 “The Matthew/Matilda Effect in Science” Social Studies of
Science, London, 23 (2): 325-341.
las mujeres y la democracia en bolivia 277
Las grandes confrontaciones mundiales han hecho que el siglo XXI sea el tiempo
del despertar de la humanidad a la igualdad. En materia de género, Europa y
Estados Unidos son los primeros espacios en reconocer la presencia de la mujer
en la década de los años 70. Razones económicas de por medio, hacen que este
reconocimiento propicie el ingreso masivo de las mujeres a trabajos más diversos
que el de cuidado.
Ante esta nueva realidad, en 1975, la Secretaría de la Comisión Jurídica y
Social de la Mujer de Naciones Unidas, impulsó la realización de la primera
Conferencia Mundial sobre la Mujer en el Año Internacional de la Mujer. La
Conferencia se realizó en México, evento que sentó las bases para la realización
de la Cumbre de Copenhague con la celebración de la Conferencia Mundial del
Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer en 1980.
Mientras esto ocurría en el hemisferio norte, aquí en el sur se desató la de-
nominada crisis de la deuda externa, que estableció un antes y un después en la
historia económica de muchos países de América Latina y el Caribe. La CEPAL6
denominó este período como una “década perdida”, ya que no se cumplió con los
compromisos de pago de deuda externa y en muchos casos se entró en cesación de
pagos. En muchos países, se aplicaron una serie de medidas drásticas y urgentes de
contracción, con un impacto en la producción, el empleo y, en lo social, teniendo
como resultado un aumento significativo de la pobreza.
4 Kaase, Max y Alan Marsh. 1979. “Political Action: a theoretical perspective”. En Samuel H.
Barnes and Max Kasse. Political action: mass participation in five western democracies. Beverly
Hills: Sage.
5 Cajal Flores, Alberto. (17 de diciembre de 2019). Asuntos públicos: características y ejemplos.
Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/ejemplos-de-asuntos-publicos/.
6 CEPAL, 2014. La crisis Latinoamericana de la deuda desde la Perspectiva histórica. LC/
G.2609-P ISBN: 9789212211237 (impreso).
278 la trayectoria de la democracia en bolivia
La mujer y los conflictos armados. La mujer y la economía. La mujer en el ejercicio del poder
y la adopción de decisiones. Mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer. Los
derechos humanos de la mujer.
La mujer y los medios de difusión. La mujer y el medio ambiente. La niña.
9 El predeterminismo biológico es una diversidad de postulados que establecen una relación
directa entre determinados patrones genéticos y las diferencias en cuanto a determinados
factores psicológicos propios del ser humano como pueden ser la personalidad, las tendencias
conductuales, las respuestas emotivas o la inteligencia (Química es 2022).
10 Lamas, Marta (2006). “Género algunas precisiones conceptuales teóricas”, en Feminismo,
transmisiones y retransmisiones, México, Taurus.
280 la trayectoria de la democracia en bolivia
Para América Latina, la década de los años 80 marcó la llegada del apoyo econó-
mico para el establecimiento de ONG’s y de agencias internacionales promotoras
de los derechos de las mujeres que, desde ese momento a la fecha, han apoyado y
sostenido en Bolivia, a programas públicos y organizaciones no gubernamentales
que han generado proyectos y tareas, cubriendo todo el territorio boliviano. Re-
cientemente, en julio de 2022 la Coordinadora de la Mujer de Bolivia ha editado
una guía de las más de 300 instituciones que trabajan en género en el país.12
ONU Mujeres Bolivia,13 PNUD Bolivia,14 OPS Bolivia,15 ACNUR Bolivia,16
USAID Bolivia (hasta su expulsión),17 la Cooperación Española AECI,18 la Coopera-
ción Suiza,19 la GTZ,20 Konrad Adenauer Stiftung (KAS) en Bolivia,21 FES,22 Ayuda
Sueca,23 Fundación Melinda y Bill Gates,24 Fundación Kellogg25, Oxfam Bolivia26,
Unicef Bolivia27 y otros organismos y agencias de cooperación, han estado o están
presentes en el país, auspiciando iniciativas o promoviéndolas de manera directa.
Cursos, seminarios, charlas, investigaciones, estrategias de incidencia política,
planes y acciones de incidencia social, generación de propuestas de normas y de
políticas públicas, acciones de promoción de la exigibilidad de derechos, acciones
11 https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/gender#:~:text=El%20g%C3%A9nero
%20se%20refiere%20a,personas%20con%20identidades%20no%20binarias.
12 http://www.coordinadoradelamujer.org.bo/web/index.php/destacados/309
13 H (ttps://lac.unwomen.org/es/donde-estamos/bolivia
14 https://www.undp.org/es/bolivia
15 https://www.paho.org/es/bolivia/acerca-opsoms-bolivia
16 https://www.acnur.org/bolivia.html
17 https://www.usaid.gov/where-we-work/latin-american-and-caribbean/bolivia
18 http://www.aecid.bo/portal/
19 https://www.eda.admin.ch/countries/bolivia/es/home/representaciones/embajada/oficina-de-
cooperacion.html
20 https://www.bivica.org/file/view/id/4713
21 https://www.kas.de/es/web/bolivien
22 https://bolivia.fes.de/
23 https://www.swedenabroad.se/es/sobre-suecia/bolivia/cooperaci%C3%B3n-al-desarrollo/
24 https://www.gatesfoundation.org/
25 https://www.wkkf.org/
26 https://www.oxfam.org/es/que-hacemos/donde-trabajamos/paises/bolivia
27 https://www.unicef.org/bolivia/
las mujeres y la democracia en bolivia 281
3. El caso boliviano
A partir del año 2019, Bolivia es parte de los países que aplican una metodología
diseñada por el PNUD, ONU Mujeres e IDEA Internacional, para medir los avan-
ces en la aplicación de paridad, vigente en Bolivia desde la promulgación de la
Constitución Política del Estado.
El Índice de Paridad Política mide el ejercicio real de los derechos políticos
de las mujeres, en un país determinado y a un nivel comparativo regional. Es un
documento muy riguroso y permite alentar iniciativas aún más ambiciosas de las
que han tenido lugar en el país para beneficio de la sociedad en su conjunto. El
contenido de este informe está disponible en el Proyecto Atenea.29
La evaluación del año 2019 de Atenea, abarca normativa nacional, el derecho
al sufragio, la cuota - paridad, presencia de la mujer en el Poder Ejecutivo y la
28 https://www.efe.com/efe/america/sociedad/bolivia-debe-hacer-enfasis-en-las-raices-estruc-
turales-de-la-violencia-machista/20000013-4600648
29 https://www.idea.int/sites/default/files/publications/mujeres-bolivianas-en-ruta.pdf
282 la trayectoria de la democracia en bolivia
Como parte de su resistencia a las dictaduras, las mujeres crearon redes de protección
y solidaridad entre ellas y con otros compañeros. Sin borrar las diferencias políticas,
lucharon en conjunto apoyándose para afrontar los golpes de la dictadura y las crudas
experiencias en los centros de detención.
La violencia sexual ejercida durante las dictaduras ha sido una forma de tortura para
escarmentar a los enemigos del gobierno y disciplinar a una sociedad contestataria.
La subordinación de las mujeres (como parte de un sistema patriarcal) fue utilizada
por el poder dictatorial para someterlas a esta tortura, bajo la concepción de sus
cuerpos como objetos. Estas prácticas de violencia fueron sistemáticas y propias del
control militar y paramilitar.
31 Fundación Konrad Adenauer (KAS). 2008. Mujeres Políticas en la Tierra Prohibida. Gloria
Ardaya.
las mujeres y la democracia en bolivia 285
paradójico estaba en que saliendo de una dictadura, pocas eran las figuras nacio-
nales y los requisitos eran tan exquisitos para una mujer, sin que mínimamente
los fueran para los militantes hombres.
Con todo, la democracia emergía con grandes desafíos y la economía pasaba
facturas, desde fuera, con la crisis de la deuda, que se inicia desde 1978 y da paso en
1984, al shock hiperinflacionario que desató una crisis económica, social y política
sin precedentes en el país, crisis que necesitó acciones radicales que derivaron
en una nueva conformación de cuadros, partidos políticos y sistema de partidos,
fenómeno tal, que puede considerarse un realineamiento (Martin, 2000)32 que se
proyectó por un período de unas dos décadas.
El gobierno del MNR de Víctor Paz, con el decreto 21060, redujo el Estado,
impulsó la iniciativa privada y trató de fortalecer instituciones representativas
(Romero Ballivián, 1995). En este contexto, en base al manejo del concepto de
igualdad, se abrió el discurso y también la acción, a lo multicultural y ello creó
un puente de convivencia social.
La democracia permitió que el país reconozca sus características demográficas.
En lo urbano, fue visibilizándose cada vez más lo rural. El constante fenómeno
migratorio no tuvo pausa y, adicionalmente, el reconocimiento de lo étnico gracias
el trabajo de ONGs, obligaron a un reconocimiento de la pluralidad de culturas en
un mismo espacio. Pero este reconocimiento aún no estaba vinculado con género,
mujeres y sus derechos, ni siquiera cuando se hablaba de igualdad.
En contraste, en el contexto internacional, tras la realización de cumbres y
encuentros, la agenda de las mujeres era considerada importante y, a partir de ello,
se impulsó la suscripción de tratados como el de la CEDAW (Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer) en 1994.
La CEDAW, como ya dijimos anteriormente, marca un antes y un después
en las reivindicaciones de las mujeres del mundo y también de nuestro país: En
esta convención se señala la existencia de grandes diferencias entre la realidad
de hombres y mujeres al punto de no ejercitar los mismos derechos, opciones,
oportunidades, no tener acceso a espacios de poder, no estar representadas y
ser violentadas en diferentes maneras. Esta declaración generó presión externa
hacia los gobiernos y alentó esfuerzos internos por denunciar y reparar años de
discriminación.
Las mujeres parlamentarias, militantes de partidos y activistas del movimiento
de mujeres en Bolivia exigieron que las normas vigentes y las futuras incluyan el
principio de equidad de género y que fueran aplicadas en la planificación, gestión
y administración de las políticas públicas. (Zabala, 1998).33
32 Martin, Pierre (2000). Comprendre les évolutions électorales, París, Presses de Sciences Po.
33 Zabala, María Lourdes, Mujeres, cuotas y ciudadanía en Bolivia. (La Paz: Coordinadora de la
Mujer, 1998).
286 la trayectoria de la democracia en bolivia
34 La Ley 1551 de 1994, Ley de Participación Popular, plantea la necesidad de una profundi-
zación democrática, habilitando nuevos espacios de participación ya sea de negociación y/o
concertación para el ciudadano común en lo municipal. Los artículos 1, 8 y 14 plantean la
incorporación de las mujeres en las dinámicas de representación. Con la aprobación del De-
creto Supremo 24447 se reglamenta la Ley 1551, se plantea que todos los protagonistas del
proceso de participación popular, las OTB, que promuevan la equidad de género.
las mujeres y la democracia en bolivia 287
Cuadro 1
Normativa universal de derechos humanos y la adhesión de Bolivia
Cuadro 2
Normativa regional de derechos humanos
“La elección interna de las dirigentes y los dirigentes y de las candidatas y los
candidatos de las agrupaciones ciudadanas y de los partidos políticos será regulada
y fiscalizada por el Órgano Electoral Plurinacional, que garantizará la igual
participación de hombres y mujeres”.
Sin embargo hay que tomar en cuenta el texto del Art. 147. I (CPE, 2009), que
establece que en la elección de asambleístas se garantizará la igual participación
tanto de hombres, como de mujeres. Lo interesante es que este principio, se es-
tablece para el Poder Ejecutivo en el artículo 172 en el punto 22, aludiendo que
la composición del gabinete debe respetar los principios de la equidad de género.
Hecho que hasta ahora no se cumple.
Art 211(CPE, 2009) establece que, en el caso de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos, esas elecciones sean regidas por los usos y costumbres,
entendidas éstas, como prácticas de la democracia comunitaria, que integran su
derecho consuetudinario”.
Esta histórica inclusión de conceptos ha dado paso a una serie de normas
que abrazan dos grandes áreas. Por un lado, legislación que establece y exige el
respeto a los derechos humanos y por el otro, normativa que se asegura de una
participación política igual entre hombres y mujeres.
Cuadro 3
Normativa nacional de derechos humanos
Norma Año
Constitución Política del Estado plurinacional de Bolivia 2009
Sentencia Constitucional 0993/2010 2010
Ley 045 contra racismo y toda forma de discriminación 2010
Ley 243 Contra el acoso y la violencia política a las mujeres 2012
Decreto reglamentario 2935/102016 2016
Ley 348 integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia 2013
Decreto reglamentario 2145 del 14/10/2014 2014
Decreto reglamentario 2610 del 25/11/2015 2015
Resolución Ministerial 092/2018 2018
Fuente: Elaboración Propia.
las mujeres y la democracia en bolivia 291
34’26” “Recuerdo que la paridad fue fácil. (…) Tanto hablaban del 50 por ciento, que
utilizamos el mismo argumento para poder justificar la paridad y aprovechamos que
en este momento había esa impronta de lo indígena. Se hablaba tanto del Chacha –
Warmi.43 Entonces dijimos eso tiene que traducirse en la política, objetivarse. Por
lo tanto ahora, Chacha Warmi significa par y par, por tanto ingresa el concepto del
50 por ciento paridad en la ley de agrupaciones ciudadanas el 2004”.
35’17” “En el imaginario de la gente como que era más bienvenido decir: bueno si
son el 50 por ciento, como no se va a poner en la ley”.
Cuadro 4
Normativa electoral
Norma Año
Ley 1.779, ley de reformas y complementaciones al régimen electoral 1997, referida a diputados plurinominales 1997
Ley 1983, Ley de los partidos políticos. Corte Nacional Electoral 1999 1999
Ley 2.771 de Agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas 2004
Ley 3153/2005, que modifica el Código Electoral 2005
Ley 4.021 Régimen Electoral Transitorio 2009
Ley 018 del Órgano Electoral Plurinacional 2010
Ley 026 de Régimen Electoral 2010
Reglamento de Faltas y Sanciones 2020
Ley 1096 de Organizaciones Políticas. 2018
Bases del Reglamento 2018
Fases del Reglamento 2018
Guía para la aplicación de medidas de protección 2018
Guía para la aplicación de medidas de reparación 2018
Guía de Preguntas 2018
Formularios Varios 2018
Fuente: Elaboración propia.
44 Según la nueva Constitución Política del Estado la cámara de diputados tiene 130 curules y
la Cámara de senadores 36.
294 la trayectoria de la democracia en bolivia
Cuadro 6
Presencia de Mujeres en Asambleas Departamentales Bolivia
Cuadro 7
Alcaldesas en Bolivia
Cuadro 8
Presencia de mujeres en concejalías Bolivia
Gestión Mujeres
1995 103
1999 209
2004 343
2010 786
2015 1007
Fuente: Elaboración propia en base a datos Acobol.
En 2015, las 1007 concejalas elegidas representaban el 51 por ciento del total
(TSE 2015).
46 Las barzolas fueron un grupo de mujeres militantes del partido MNR de Bolivia (1950), que
asumieron ese nombre tras el fallecimiento de María Barzola, una mujer minera que murió
acribillada (21/12/42) cuando protagonizaba una protesta en el ingreso de Catavi.
298 la trayectoria de la democracia en bolivia
47 El término LGBTIQ+ encierra las palabras lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual,
travesti, intersexual y queer. El símbolo + se incluye para abrazar a todos los colectivos que
no están representados en las siglas anteriores.
48 ACOBOL es la Asociación de Concejalas de Bolivia.
300 la trayectoria de la democracia en bolivia
49 Gaceta Oficial del Estado Plurinacional de Bolivia. Ley 243 contra el Acoso y Violencia Política
hacia las Mujeres.
50 ACOBOL, 2022. http://www.acobol.org.bo/wp-content/uploads/2018/09/Cuestionario-sobre-
el-Proyecto-de-Ley-Contra-el-Acoso-y-Violencia-Pol%C3%ADtica-en-Raz%C3%B3n-de-
G%C3%A9nero.pdf
51 EFE, 2022. www.efe.com/efe/america/sociedad/diez-anos-impune-el-crimen-por-odio-
politico-de-la-boliviana-juana-quispe/20000013-4761580
las mujeres y la democracia en bolivia 301
violencia política hacia mujeres autoridades ya electas. (La Razón 30/5/22 edición
digital).52
La violencia política no se circunscribe al ámbito municipal. Está presente en
los diferentes niveles en los que la mujer está ejerciendo su derecho a la partici-
pación y representación política, Parlamento, Órgano Judicial, Ejecutivo, entes
sindicales, organizaciones varias, etc. Los casos de acoso y violencia se repiten y,
en muchos casos, a pesar de ser denunciados, son ignorados o postergados por
el Ministerio Público y/o se “entrepapelan” en el enmarañado sistema actual de
justicia. 185 denuncias el amparo de la Ley 243 fueron presentadas por el Órgano
Electoral Plurinacional ante la Fiscalía tan solo el año 2021, pero ninguna de ellas
fue aceptada por falta de “pruebas suficientes”, (Chuquimia, 2022).53
Ya saliendo del ámbito político, un último informe de la Fiscalía General del
Estado Plurinacional de Bolivia, señala que, en los primeros seis meses del 2022,
42 mujeres han sido víctimas de feminicidio. 24.918 casos de violencia contra
mujeres, niñas, niños y adolescentes fueron denunciados en el marco de los delitos
inmersos en la Ley 348.54
Preguntémonos entonces si las cifras son un reflejo de los que se vive en ho-
gares, oficinas, calles y mercados del país. Preguntemos si se denuncian todos los
abusos en contra de mujeres. Todas las violencias. Seguramente la respuesta será
negativa y habrá un análisis en torno al por qué de la violencia contra la mujer,
independientemente de que ella sea política o no. Habrá que preguntarse entonces
¿por qué no se denuncia más? ¿Por qué no se fortalece más el sistema de denuncia?
¿Por qué no se sanciona y en algunos casos porque se transa la violencia?
En la búsqueda de explicaciones, podemos reflexionar en torno a la aplicabilidad
de las normas y la apropiación de las mismas por parte de sus beneficiarias. Da la
impresión que, en las múltiples dimensiones de la presencia de la mujer en la socie-
dad boliviana, estamos en un momento en el que se la reconoce, se abren algunos
espacios y hay un mea culpa, sobre su postergación, su discriminación y desigualdad.
Los contrastes de nuestra realidad son tales, que hay paradojas como que
ocupemos el primer lugar en casos de violencia en contra de la mujer en América
Latina y, a la vez un segundo lugar, a nivel mundial en representación de mujeres
en el parlamento. Esto pareciera un ejemplo claro de normas legales avanzadas
que entran en conflicto con las costumbres y comportamientos habituales, prac-
ticas heredadas del pasado.
Precisamente uno de los mayores obstáculos para la validez de los derechos humanos en
Bolivia consiste en la pervivencia de hábitos cotidianos y valores de orientación (es decir,
una tradición cultural) en el marco de los más disímiles estratos sociales y poblaciones.
No se trata, en el fondo, de una clara diferenciación de carácter étnico-racial, sino de
prácticas socioculturales muy enraizadas en los diversos sectores, que denotan una clara
resistencia mental-cultural al cambio en medio de procesos de transformación técnico-
económicos. Como se sabe, los cambios inducidos por la tecnología son aceptados
mucho más rápidamente (y hasta considerados como propios con relativa facilidad),
mientras que las modificaciones referidas a la cultura propiamente dicha experimentan
a menudo un rechazo popular de relevancia política indudable.
55 Mansilla, H.C.F, 2003. Tradiciones culturales y derechos humanos. El caso boliviano entre
corrientes individualistas y tendencias colectivistas http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_ar
ttext&pid=S1012-25082003000100006 (visto Junio 2022).
las mujeres y la democracia en bolivia 303
5. Conclusiones y desafíos
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de julio del 2022). (Visto 1 de julio de 2022)
Anexos
Anexo 1
Instituciones que trabajan en Bolivia en género
y con perspectiva de género en Bolivia
Portada: Mujer de pollera hace uso de la palabra durante una concentración de la CSUTCB.
25 años de democracia en Bolivia, Corte Nacional Electoral, 2007, p. 113. Tomado del Archivo de La Paz.
Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la mujer.
Igualdad, Desarrollo y Paz, Nairobi Kenia 15 a 26 de julio de 1985.
Fuente: un.org /es/conferences/women/nairobi1985. Tomado de la página web de Naciones Unidas.
Domitila Chungara.
Fuente: Archivo Ahora el Pueblo, 14 de marzo de 2022. Tomada de la página web del periódico.
Resumen
1. Introducción
[311]
312 la trayectoria de la democracia en bolivia
1 Varias otras leyes tienen contenidos que promueven y garantizan los derechos de las mujeres,
entre ellas: Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (Ley 027 de 6 de julio de 2010),
Ley contra el racismo y toda forma de discriminación (Ley 045 de 8 de octubre de 2010),
Ley de Participación y Control Social (Ley 341 de 5 de febrero de 2013) y Ley integral para
garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348 de 9 de marzo de 2013).
2 Más conocida como “Ley de cuotas”.
de las cuotas a la democracia paritaria 313
Tabla 1
Leyes que contienen medidas para la participación política de las mujeres
A la fecha, la paridad cada vez más consolidada en los niveles legislativos que,
son los que usualmente alcanzan a ser afectados por la normativa en cuestión, se
ha constituido en una de las principales conquistas de las mujeres bolivianas en el
marco de su lucha por ampliación de derechos, de manera general y de derechos
políticos, de manera particular. A la vez, el reconocimiento de la paridad como
categoría política e institucional se ha ido consolidando dentro del entramado
legal, jurídico, político e institucional existente en Bolivia, así se demuestra en las
normas aprobadas de manera progresiva y establecidas en la tabla 1.
314 la trayectoria de la democracia en bolivia
Además de las mencionadas leyes existen importantes reglamentos, que han ido
dando cuerpo y añadiendo sustancia a la ruta que allana el cumplimiento del entramado
jurídico que garantiza y promueve la participación política de las mujeres en Bolivia.
De hecho, se puede decir que los reglamentos se han constituido en una herramienta
que permite asentar los aprendizajes acumulados sobre ingeniería electoral para la
democracia paritaria y que, muchas veces, ha permitido dar cuenta de que la imple-
mentación de los preceptos normativos, depende continuamente de la voluntad de la
instancia administradora de los procesos electorales: el Órgano Electoral Plurinacional.
Cuadro 1
Los emblemáticos casos de candidatos “travestis” (1999)
Cuadro 2
Reglamento para las Elecciones Generales 2014, establece
de manera explicativa cómo se deben aplicar la paridad vertical
y la alternancia en las listas de candidaturas
De acuerdo al artículo 11, inciso a) de la Ley Nº 026, las listas de candidatas y candidatos a Senadoras
y Senadores, Diputadas y Diputados, titulares y suplentes, respetarán la paridad y alternancia de
género entre mujeres y hombres, de tal manera que exista una candidata titular mujer y, a continua-
ción, un candidato titular hombre; un candidato suplente hombre y, a continuación, una candidata
suplente mujer, de manera sucesiva. En ese marco normativo, las listas de candidatas y candidatos
a Senadoras y Senadores pueden ser presentadas en una de las siguientes opciones:
OPCIÓN 1
Titular Suplente
Posición 1 Mujer Hombre
Posición 2 Hombre Mujer
Posición 3 Mujer Hombre
Posición 4 Hombre Mujer
OPCIÓN 2
Titular Suplente
Posición 1 Hombre Mujer
Posición 2 Mujer Hombre
Posición 3 Hombre Mujer
Posición 4 Mujer Hombre
OPCIÓN 1
Titular Suplente
Posición 1 Mujer Hombre
Posición 2 Hombre Mujer
Posición 3 Mujer Hombre
Posición 4 Hombre Mujer
OPCIÓN 2
Titular Suplente
Posición 1 Hombre Mujer
Posición 2 Mujer Hombre
Posición 3 Hombre Mujer
Posición 4 Mujer Hombre
Etc.
c.2. Para los Departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca y Beni donde el número de
escaños es impar de acuerdo a la Ley Nº 421, las listas serán presentadas de la siguiente manera:
Titular Suplente
Posición 1 Mujer Hombre
Posición 2 Hombre Mujer
Posición 3 Mujer Hombre
Posición 4 Hombre Mujer
Etc.
de las cuotas a la democracia paritaria 317
OPCIÓN 1
Titular Suplente
Circunscripción 1 Mujer Hombre
Circunscripción 2 Hombre Mujer
Circunscripción 3 Mujer Hombre
Circunscripción 4 Hombre Mujer
Circunscripción 5 Mujer Hombre
Circunscripción 6 Hombre Mujer
Circunscripción 7 Mujer Hombre
Circunscripción 8 Hombre Mujer
OPCIÓN 2
Titular Suplente
Circunscripción 1 Hombre Mujer
Circunscripción 2 Mujer Hombre
Circunscripción 3 Hombre Mujer
Circunscripción 4 Mujer Hombre
Circunscripción 5 Hombre Mujer
Circunscripción 6 Mujer Hombre
Circunscripción 7 Hombre Mujer
Circunscripción 8 Mujer Hombre
Circunscripción 9 Hombre Mujer
Cuadro 3
Reglamento para la Elección de Autoridades Políticas Departamentales,
Regionales y Municipales (2015) establece de forma ilustrativa
cómo se debían inscribir candidaturas para instancias
legislativas de gobiernos locales
(Artículo 34).- Obliga a que las listas de candidaturas sean presentadas con base a
criterios establecidos a detalle en la norma, como se muestra en este ejemplo:
a) Departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Santa Cruz. Tomando en cuenta que el número de
Asambleístas Departamentales ES PAR, las opciones de conformación de las listas son las siguientes:
OPCIÓN 1 OPCIÓN 2
Titular Suplente Titular Suplente
Posición 1 Mujer Hombre Posición 1 Hombre Mujer
Posición 2 Hombre Mujer Posición 2 Mujer Hombre
Posición 3 Mujer Hombre Posición 3 Hombre Mujer
Posición 4 Hombre Mujer Posición 4 Mujer Hombre
Posición … Mujer Hombre Posición … Hombre Mujer
Etc. Hombre Mujer Etc. Mujer Hombre
Las Organizaciones Políticas se sujetan a lo determinado en el inciso a) del artículo 11 de la Ley Nº 026 del
Régimen Electoral, la paridad y alternancia de género se da entre titulares y suplentes.
a) Departamentos de Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí. Tomando en cuenta que el número
de escaños es PAR, las listas de candidatas y candidatos podrán ser presentadas de la siguiente manera:
OPCIÓN 1 OPCIÓN 2
Titular Suplente Titular Suplente
Provincia 1 Mujer Hombre Provincia 1 Hombre Mujer
Provincia 2 Hombre Mujer Provincia 2 Mujer Hombre
Provincia 3 Mujer Hombre Provincia 3 Hombre Mujer
Provincia 4 Hombre Mujer Provincia 4 Mujer Hombre
Provincia 5 Mujer Hombre Provincia 5 Hombre Mujer
Etc. Hombre Mujer Etc. Mujer Hombre
Las Organizaciones Políticas son libres de determinar el orden y lugar de las candidatas por Provincia,
garantizado que al menos el cincuenta por ciento (50%) de las candidaturas titulares deben pertenecer a
mujeres, en aplicación al inciso b) del artículo 11 de la Ley Nº 026.
a) Candidatas y Candidatos a Alcaldesa o Alcalde. En los trescientos treinta y nueve (339) municipios del
Estado Plurinacional de Bolivia, las organizaciones políticas presentarán a sus candidaturas a Ejecutivo
Municipal de acuerdo al siguiente ejemplo:
OPCIÓN 1 OPCIÓN 2
Alcaldesa Alcalde
Mujer Hombre
Se tratan de candidaturas a máximas autoridades ejecutivas únicas, que no cuentan con suplente:
b.1.) Si el total de municipios dentro de un departamento, en los que una organización política va a participar,
ES PAR (2, 4, 6, 8, etc.), en la mitad de la cantidad de dichos municipios, la primera candidatura titular
debe empezar por primera titular mujer y en la otra mitad por primer titular hombre.
de las cuotas a la democracia paritaria 319
b.2.) Si el total de municipios dentro de un departamento, en los que una organización política va a parti-
cipar, ES IMPAR (3, 5, 7, etc.) en la mitad más un municipio, las listas de candidaturas a concejalías deben
empezar por primera titular mujer y en el resto por primer titular hombre.
Cuadro 3
Protocolo de registro de candidatos, formalización de un sistema que
garantiza la paridad y alternancia (2019)
Cuadro 4
Reglamento para las Elecciones Generales 2019
Cuadro 5
Sobre el Reglamento para la inscripción y registro de candidaturas
(Utilizado en las Elecciones Generales 2020)
Más allá de los criterios de paridad y alternancia (59 en total), el Reglamento tiene
la virtud de ser dinámico, ya que contempla la posibilidad de listas completas e
incompletas, pares e impares, por lo que permite que una lista par esté encabezada,
indistintamente, por un hombre o una mujer, ya que esto no afecta la cantidad total
de mujeres respecto de hombres en dicha lista. En cambio, si la lista es impar, sea
porque se trata de una lista incompleta o porque la magnitud de la circunscripción
es impar, el Reglamento obliga a que las listas estén encabezadas por mujeres para
asegurar que su presencia final no sea menor al 50 por ciento.
Posteriormente, para las fallidas Elecciones Generales del año 2019 se ajustó
aún más el Reglamento que las regía, con el añadido de que un año antes había
sido aprobada la Ley de Organizaciones Políticas que, finalmente, estableció el
de las cuotas a la democracia paritaria 321
Cuadro 6
Definiciones de paridad vertical y horizontal, cimientos de la ingeniería
electoral para la paridad
3 El criterio bajo el cual se asignan estos escaños está consignado en la CPE y en la Ley 026 del
Régimen Electoral, ambas normas establecen la posibilidad de que sean las organizaciones
indígenas las que presenten sus candidaturas a través de sus organizaciones a nivel nacional.
A pesar de que esto solamente se materializó desde las Elecciones Generales 2020, en las que
se abrió la real posibilidad de que los pueblos indígenas postulen candidaturas en las siete
circunscripciones especiales sin la intermediación de partidos políticos.
324 la trayectoria de la democracia en bolivia
Tabla 2
Conformación de la Asamblea Legislativa Plurinacional
y Congreso Nacional (1982-2020)
Norma
Inicio Cámara de Diputados Cámara de Senadores
en favor
período
de las
legislativo
mujeres Hombres Mujeres Total % mujeres Hombres Mujeres Total % mujeres
1982 129 1 130 0,8 25 2 27 7,4
1985 Sin 126 4 130 3,2 27 0 27 0,0
1989 norma 119 11 130 8,5 26 1 27 3,7
1993 117 13 130 10,0 26 1 27 3,7
1997 115 15 130 11,5 26 1 27 3,7
2002 Cuotas 106 24 130 18,5 23 4 27 14,8
2005 108 22 130 16,9 26 1 27 3,7
2009 100 30 130 23,1 20 16 36 44,4
2014 Paridad 61 69 130 53,1 19 17 36 47,2
2020 69 61 130 46,9 16 20 36 55,5
Fuente: Informe La Paridad más allá de la paridad (Oxfam, 2022: 47).
y, por tanto, postularse mediante éstos; aunque, en la práctica, esto recién es así
desde las Elecciones Generales 2020, ya que antes estas candidaturas estaban
intermediadas por las organizaciones políticas.
La primera elección en la que se eligen representantes en estos escaños
especiales indígenas es la del año 2009, regida normativamente por la Ley 4021
del Régimen Electoral Transitorio. En ella, se define la cantidad de escaños con
estas características, las formas de postulación de esas candidaturas, pero no se
señala ninguna obligatoriedad en términos de paridad y alternancia, debido a
que deja en el ámbito de las normas y procedimientos propios la selección de
candidatas y candidatos a estos cargos. Como se puede evidenciar en el gráfico
1, el resultado de ese proceso electoral para el caso de las circunscripciones
especiales indígenas, generó la elección de 6 hombres asambleístas y solamente
1 mujer.
Se buscó modificar esta situación para las Elecciones Generales del año 2014,
a través de la inclusión, en el Reglamento de ese proceso electoral, del criterio
de alternancia para la inscripción de esas candidaturas. No obstante, cuando este
criterio no está acompañado de mecanismos de paridad vertical y horizontal, (si
fuera el caso), suele generar como resultado igual cantidad de mujeres candidatas,
pero mayoritariamente en posición de suplencia. El resultado de esa elección
otorgó mandato a 4 hombres y 3 mujeres asambleístas de circunscripción especial
indígena.
Cuadro 7
Inclusión criterio alternancia para representantes de circunscripciones
especiales indígenas en Reglamento Elecciones 2014
OPCIÓN 1
Titular Suplente
Circunscripción 1 Mujer Hombre
OPCIÓN 2
Titular Suplente
Circunscripción 1 Hombre Mujer
cuando son impares o incompletas, esté conformada por mujeres. Así, debido a
que el número de circunscripciones especiales indígenas en total es impar (7),
este criterio debería permitir que la lista presentada para estas candidaturas esté
encabezada por una mujer, buscando que, en la totalidad de candidaturas inscri-
tas para estas circunscripciones especiales indígenas, exista una igual cantidad de
mujeres y hombres tanto titulares como suplentes. Este ajuste permitió que en
esta última elección la cantidad de mujeres electas fuera de 4 respecto a 3 varones.
Gráfico 1
Asambleístas electas en las circunscripciones
especiales indígenas de la ALP (2009-2020)
4 4
3 3
Mujeres Hombres
que determina la calidad de Estado unitario con autonomías para Bolivia; esto
es, establece la existencia del régimen autonómico como forma de organización
política territorial dentro del Estado y una de las instancias que nacen entonces
son las asambleas legislativas departamentales, que se conforman con asambleístas
por territorio, por población y los que son electos para representar a las naciones
y pueblos indígena originario campesinos, de acuerdo a sus propias normas y
procedimientos propios. De las nueve (9) asambleas departamentales del país, son
ocho (8) las que cuentan con representación de pueblos indígenas, la única que no
cuenta con este tipo de curules es la de Potosí. Esta situación hace que el número
de asambleístas que conforman cada asamblea departamental sea distinto entre los
departamentos, debido además a que, en estas autonomías no rige ya solamente la
normativa electoral de nivel nacional, sino también la de nivel departamental que, en
los últimos años, ha ido configurándose de forma variada entre los departamentos.
Tabla 3
Composición de las asambleas legislativas departamentales
Gráfico 2
Mujeres electas como asambleístas en las circunscripciones
especiales indígenas de las ALD5
25
20 21
20
15
15
10
10
5
4
3
0
2010 2015 2021
Mujeres Hombres
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Informe La Paridad más allá de la Paridad (Oxfam, 2022: 53).
Se puede verificar entonces que, en las elecciones del año 2010, se eligieron
23 asambleístas departamentales indígenas: 2 en Chuquisaca, 5 en La Paz, 2 en
Cochabamba, 1 en Oruro, 5 en Santa Cruz, 3 en Tarija, 3 en Beni y 2 en Pando.
En 2015 se eligieron a 25, porque se aumentaron dos asambleístas indígenas en el
Estatuto Autonómico de Pando. Y, finalmente, en 2021 se eligieron 25 asambleístas
departamentales indígenas: 2 en Chuquisaca, 5 en La Paz, 2 en Cochabamba, 1
en Oruro, 5 en Santa Cruz, 3 en Tarija, 3 en Beni y 4 en Pando.
En las tres elecciones, se hizo evidente que la cantidad de mujeres asambleís-
tas indígenas electas es menor a la de hombres electos en esos cargos. Esta cifra
disminuyó preocupantemente el año 2021, a contramano de lo que han sido las
tendencias progresivamente ascendentes de participación política de la mujer en
instancias legislativas. Una posibilidad de que ello haya ocurrido es la de no haber
incluido en el Reglamento de esas elecciones, la obligatoriedad de inscribir can-
didaturas bajo el criterio de paridad horizontal, sobre todo en los departamentos
en los que los curules indígenas disponibles son un número impar, debido a la
latente posibilidad de que las listas estén encabezadas por hombres y a esto se
suma que ya en la votación se opte además por hombres.
6. Concejos Municipales
Gráfico 3
Concejalas electas en elecciones municipales 1995-2021
100%
94%
80%
87% 82%
57% 49%
60% 54%
46%
40% 49%
43%
20%
6% 19%
13%
0%
1995 1999 2004 2010 2015 2021
Concejalas Concejales
(En las elecciones para autoridades regionales y locales) se pueden distinguir dos
momentos: i) el de las elecciones de 2010, periodo en el que los partidos políticos se
vieron en dificultades para “encontrar” mujeres que pudieran desenvolverse como
candidatas, de tal manera que postularon militantes e invitadas, seleccionadas por su
carrera política, sus referentes profesionales, su vinculación con organizaciones sociales
y sectores populares; ii) un segundo momento que corresponde a las elecciones de 2015,
en las que se evidencia una mayor valoración a las mujeres por su propia condición
política y/o profesional; y la decisión propia de postulación” (Sánchez: 2915b, 104).
Tabla 5
Ministras mujeres en gabinetes del Poder Ejecutivo (1993-2021)
Gráfico 4
Alcaldesas electas en elecciones municipales (1995-2021)
100%
90%
96,7% 95,4% 93,5% 93,4%
92,7% 91,7%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20% 8,2%
6,8% 6,5% 6,6%
2,9% 4,4%
10%
0%
1995 1999 2004 2010 2015 2021
Alcaldes Alcaldesas
Uno de los fenómenos que ha surgido con mayor riesgo es la aceptación discursiva
y formal de la paridad, que puede resultar en su uso instrumental y funcional para
intereses parciales de las organizaciones políticas y para legitimar las estructuras de
poder ya instaladas. Es decir, se la asume formalmente por la obligatoriedad de la ley,
manteniendo las jerarquías y desigualdades de género en estructuras tradicionalmente
verticales y de poder masculino (OPD: 2018, 139).
espacios desde los cuáles se puedan ir proponiendo nuevas formas de hacer política
que tenga como prioridad ir ampliando cada vez más las prácticas democráticas.
Como se ve, estamos hablando de un tema que puede evaluarse de múlti-
ples maneras, con diversos enfoques y que concretamente aterriza en hechos y
datos concretos que permiten que estas categorías se encuentren en constantes
discusiones teóricas e incluso modélicas. Lo cierto es que en Bolivia aún queda
mucho por debatir en torno precisamente a lo que genera (o no) la paridad en la
democracia paritaria intercultural o, más aún, lo que despeja u ocasionalmente
nubla respecto al horizonte de igualdad de participación política entre hom-
bres y mujeres. Quedan también pendientes las grandes urgencias de continuar
buscando las formas de intervenir, más allá de lo normativo, el sistema político
boliviano que, también a la fecha, aún se presenta como un perfecto lugar en el
que se reproducen las grandes opresiones estructurales coloniales y patriarcales
que detentan nuestras sociedades.
Bibliografía
Mujeres indígenas.
Fuente: Correo del Sur, 3 de febrero de 2020. Tomada de la página web.
340 la trayectoria de la democracia en bolivia
Sesión del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra electo en las elecciones subnacionales de 2021.
Fuente: concejomunicipalscz.gob.bo. Tomado de su página web.
Juramentación del primer gabinete del presidente Luis Arce, 9 de noviembre de 2020.
Fuente: presidencia.gob.bo. Tomado de la página web del Ministerio de la Presidencia.
Elecciones y reformas electorales,
pilares de la calidad de la democracia
boliviana
Carlos H. Cordero Carraffa1
Resumen
[341]
342 la trayectoria de la democracia en bolivia
2. La democracia contemporánea
7. Elecciones de apertura
electoral que reguló los últimos procesos electorales de 1966 y 1978. Anula, por lo
tanto, la Ley de 1965 y “restaura”, a su vez, la Ley Electoral de 1956. Se realizan
nuevas elecciones en 1979, con nuevas normas, un año después del fracaso del
78. El cambio de un régimen autoritario a otro civil y surgido del voto popular,
se truncará nuevamente, pues la composición política del Parlamento surgido en
las elecciones recientes anuncia lo que será el signo y característica de una época:
la ingobernabilidad. Las normas electorales cambiaron y el mecanismo de repre-
sentación política también ha cambiado radicalmente por decisión del gobierno
militar, presidido por el Gral. Padilla. En las elecciones de la época, el gobierno
militar no tiene un candidato oficial y el sistema de elección de representantes ya
no es de mayorías y minorías sino de índole proporcional, del tipo de los cocientes.
Como consecuencia de éste contexto, el Parlamento electo en las elecciones de
1979, será más competitiva y entre partidos civiles, también reflejará la diversi-
dad sociológica y política del país. La apertura política expresada en elecciones
no tuteladas, nuevas reglas y un renovado entusiasmo por la política derivó en 8
partidos en competencia y 8 partidos con representación política parlamentaria
(PNUD, 2010). La inexistencia de una clara mayoría política en el Parlamento, en
razón de la dispersión del voto, “empantana” la elección del primer presidente
civil de la transición. Los partidos políticos en el Congreso de la época, según
disposiciones constitucionales, en caso de que ningún candidato hubiera logrado
la mayoría absoluta de votos, debía elegir al Presidente, mediante los votos de una
mayoría de legisladores. Los representantes de aquel momento no pueden llegar
a acuerdos, por tanto, ningún candidato logra la mayoría requerida de votos para
ser elegido presidente de la República, produciéndose un grave vacío de poder
por algunos días. El presidente en ejercicio, Gral. Padilla, no tiene a quien ceder
el poder y gobierno a un sucesor.
causa del sangriento golpe de Estado encabezado por el Cnel. Alberto Natusch
Busch. Sin embargo, el nuevo gobierno militar que inicia el 1ro de noviembre
de 1979, será más efímero aún que su antecesor, pues encerrado en palacio, se
aferra al poder por 16 días.
El Gral. Guido Vildoso, quien asume el mando del Estado sustituyendo al Gral.
Torrelio Villa, en julio de 1982, es considerado el autor de la transición desde los
autoritarismos hacia la democracia. Sion embargo, el Gral. Vildoso es impelido
a cometer un par de torpezas jurídico políticas, que son el reflejo de la soterrada
intencionalidad política afín a los autoritarismos, de perpetuar en el poder go-
biernos no legítimos ni surgidos del voto popular. Vildoso, mediante Decreto
abroga la Ley Electoral de 1980, normativa que sirvió para llevar adelante las
elecciones 1980. Inmediatamente, Vildoso declara vigente la Ley Electoral de
1965, la misma Ley electoral que utilizaron los gobiernos de facto, Barrientos,
Banzer y Pereda, en 1966, 1978. Finalmente, ratifica la convocatoria a elecciones
que hiciera el Gral. Torrelio un par de meses antes, para celebrar elecciones en el
elecciones y reformas electorales, pilares de la calidad de la democracia 351
año de 1983. Estas medidas, conducían a la prórroga automática del Gral. Vildoso
y las FFAA., en el mando del Estado por un año adicional, hasta 1983, fecha en la
que se supuestamente se realizarían elecciones. Pero, el 28 de agosto de 1982, a
consecuencia de una serie de presiones de distintos sectores de la sociedad, sobre
todo de organizaciones políticas, Vildoso y su gobierno, repone la vigencia de
la Ley Electoral de 1980, anula el decreto de convocatoria a elecciones en 1983.
Finalmente, reconoce los resultados de la elección de 1980 y, por tanto, la legiti-
midad del Parlamento y representantes elegidos dos años antes.
Cuando el Dr. Hernán Siles Zuazo y Jaime Paz Zamora juran a la Presidencia y
Vicepresidencia de la República, el 10 de octubre de 1982, el proceso de transición
desde los autoritarismos hacia la democracia, que se inició con la convocatoria a
elecciones en diciembre de 1977, bajo el gobierno de facto de Hugo Banzer Suá-
rez, por fin llega a su culminación. Octubre de 1982 marca el final de una época
convulsa y el principio de un tiempo nuevo en el que destaca el orden político
democrático, sujeto a leyes y gobiernos surgidos mediante el voto popular. Cuando
el Gral. Guido Vildoso Calderón se despojó de los símbolos del poder, la banda
y medalla presidencial, para cederlos al Presidente y Vicepresidente, surgidos del
voto popular, y éstos tomaban juramento frente a los Evangelios, ante un colmado
hemiciclo parlamentario, recién se completaba la transición política, después de
la realización de 3 procesos electorales, en 3 años consecutivos, tras alternarse en
el poder, gobiernos militares y civiles, convocando o anulando elecciones.
El Movimiento al Socialismo, en enero del año 2006, a las pocas semanas de haber
asumido el mando del país, convocó a unas inéditas elecciones para conformar
una Asamblea Constituyente con la tarea de reformar la Constitución Política
vigente hasta ése momento. Constitución de la época, aprobada a finales de la
década de los 70, había sido reformada parcialmente en 2 ocasiones, en 1994 y
2004. La Constitución vigente para aquel momento político en el que el partido
gobernante convocaba a una Asamblea Constituyente, había sobrevivido a varios
gobiernos militares y había mantenido su vigencia durante casi 4 décadas. La
Convocatoria a una Asamblea Constituyente, por el Movimiento al Socialismo,
para reformar la Constitución, respondía a un Plan Estratégico Simple, que
comenzaba con acceder al poder por la vía electoral, reformar la Constitución
y realizar reformas estructurales en el Estado, para finalmente, trasformar la
sociedad boliviana. El primer paso, el acceso al poder se había producido en las
elecciones de diciembre de 2005 y al año siguiente, un par de meses más tarde,
en marzo de 2006, se daba el segundo paso, el MAS convocaba a la ciudadanía,
a participar activamente del proceso de reforma constitucional. Hasta ése mo-
mento, todas las reformas realizadas a los textos constitucionales, habían sido
llevados a cabo por el Poder Legislativo, mediante Congresos extraordinarios
con atribuciones para la reforma de la Constitución. La convocatoria a conformar
una Asamblea Constituyente mediante el sufragio y la participación ciudadana,
introducía un giro radical en la participación ciudadana en las decisiones políticas
y en los destinos del Estado.
El proceso de reforma de la Constitución duró 3 intensos y largos años,
desde el 2006 hasta el 2009. A principios del año 2009 se llevó a cabo la consulta
popular para aprobar o rechazar las reformas realizadas por la Asamblea Consti-
tuyente. A finales del mismo año, se llevaron a cabo nuevas elecciones generales,
elecciones adelantadas, que modificaban otra vez el calendario electoral, acortaba
el mandato de los legisladores de la época y del propio gobierno de Morales. Sin
embargo, en ésta ocasión el acortamiento del mandato no tuvo resistencias y las
elecciones anticipadas fueron entendidas por el MAS como un plebiscito fácil de
ganar y una ventana de oportunidad para reproducir el poder. Pocos años atrás,
el MAS había ganado las elecciones generales 2005 con un sorprendente 53 por
ciento de los votos; el mismo partido en la Asamblea Constituyente logró un 54
por ciento de los sufragios. En las elecciones generales 2009, elecciones que le
permitían reproducir el poder por segunda vez de manera consecutiva ejerciendo
simultáneamente la presidencia y la candidatura presidencial, el MAS incrementó su
apoyo hasta alcanzar un 64,2 por ciento. El apoyo social al MAS, a Evo Morales y
Álvaro García Linera, era evidente, lo mismo ocurría con el entusiasmo ciudadano
356 la trayectoria de la democracia en bolivia
17. Conclusiones
Durante las 4 últimas décadas, desde octubre de 1982, hasta el presente, el sis-
tema político ha incorporado mecanismos de elección de representantes, por lo
tanto, reformas en el sistema electoral que derivan en la estabilización del sistema
político democrático de gobierno y en la complejización del sistema electoral.
Estabilización y complejización que significa un salto cualitativo en la calidad e
intensidad de la participación ciudadana, inclusión social de sectores antes invi-
sibilizados, pluralidad ideológica y alta intensidad de competencia en procesos
electorales. El salto cualitativo de la democracia y la participación ciudadana, se
verifica cuando se comparan el estado de situación previa, vigencia de gobiernos
autoritarios, no electivos y el estado de situación posterior, del sistema político
y sistema electoral, por la introducción de reformas en el sistema de elección de
gobierno y representantes:
Bibliografía
Lipjhart, A.
1998 Las democracias contemporáneas. Barcelona: Ariel Ciencia Política.
Mesa Gisbert, C. D.
2016 Presidentes de Bolivia. Entre urnas y fusiles. La Paz: Editorial Gisbert.
Miradas: nuevo texto constitucional
2010 La Paz: IDEA Internacional.
Nueva Constitución Política del Estado
2009 La Paz: Vicepresidencia Bolivia.
PNUD, I. O.
2010 Atlas Electoral de Bolivia, Tomo I. La Paz: Proyecto de Fortalecimiento
Democrático PNUD SIFDE.
Romero, D.
2019 El golpe de Estado que las Fuerzas Armadas jamás dieron. La revo-
lución de las pititas, Página SIETE, 288.
Sartori, G.
1999 Sistemas Electorales. En G. Sartori, Elementos de Teoría de Política
(págs. 279-308). Madrid: Alianza Editorial.
Touraine, A.
2001 ¿Qué es la Democracia? Ciudad México: Fondo de Cultura Económica.
Trigo, C. F. (2da Ed.)
2003 Las Constituciones de Bolivia. La Paz: Fondo Editorial BAHCN.
Varios
2009 Bolivia, una revolución traicionada. Tomo II. Buenos Aires: Ed. Rudolph
Klement.
Portada: Conteo de votos del Referéndum sobre el gas del año 2004.
Fuente: 25 años de democracia en Bolivia, Corte Nacional Electoral, 2007 p. 147.
Tomado de la Biblioteca del Archivo de La Paz.
elecciones y reformas electorales, pilares de la calidad de la democracia 363
Hernán Siles Suazo y Víctor Paz Estenssoro presidentes durante los inicios del voto universal., 1952.
Fuente: Wikimedia Commons. Tomado de la web.
Resumen
1. Introducción
[367]
368 la trayectoria de la democracia en bolivia
2 Fuentes Claudia. (2011). Montesquieu: Teoría de la Distribución Social del Poder (Universidad
Diego Portales, Santiago).
3 Rosales Gutierrez Jean-Denis, Marcano Duran María Virginia, Universidad de Los Andes,
Venezuela, “El Sentido Histórico de la Institución del Ombudsman: Orígenes”, https://www.
redalyc.org/journal/5530/553066097007/html/
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 369
7 Departamento para la Gestión Pública Efectiva (DGPE), Organización de los Estados Ameri-
canos (OEA), “El Acceso a la Información Pública, un Derecho para ejercer otros Derechos”,
2013 https://www.oas.org/es/sap/dgpe/concursoinformate/docs/cortosp8.pdf
8 Convención Americana de Derechos Humanos, art. 27: “1. En caso de guerra, de peligro público
o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado Parte, éste podrá
adoptar disposiciones que, en la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias
de la situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud de esta Convención, siempre
que tales disposiciones no sean incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna fundada en motivos de raza, color,
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 375
expresamente que las funciones del Defensor del Pueblo no se suspenden durante
la vigencia del estado de sitio, sobre la base del entendimiento que, durante la
medida de excepción las competencias de restringir la libertad de quienes son
sindicados de tramar contra el orden público, son ejercidas por la autoridad ad-
ministrativa, ejerciéndose control judicial de las mismas, para cuya habilitación
la acción del Defensor del Pueblo puede ser relevante.
Se puede observar que las nuevas competencias desarrolladas normativamente
para la institución del Defensor del Pueblo, configuran nuevos elementos del
ejercicio democrático como: el acceso a la información pública, la transparencia
en los actos gubernamentales, la protección reforzada a grupos en situación de
vulnerabilidad, las garantías judiciales en estados de emergencia, y los controles
sobre la retardación de justicia.
El Congreso Nacional tenía la competencia para elegir al titular del Defensor del
Pueblo por dos tercios de votos de los miembros presentes en la sesión correspon-
diente, posterior a la realización del procedimiento de recepción y calificación de
propuestas fundamentadas de los candidatos, en concurso público, antecedentes
y méritos.
Ana María Romero de Campero, periodista y escritora, inició su actividad
profesional en Radio Fides de La Paz, trabajó en Presencia y fue corresponsal de
la Agencia Alemana de Prensa, Ministra de Informaciones durante el gobierno
de Wálter Guevara Arce, ocupó la dirección del periódico católico Presencia, ex
presidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz, fue postulada a Defensor del
Pueblo por las asociaciones Nacional de Periodistas y de La Paz, Círculo de Mujeres
Periodistas y la Asociación Nacional de la Prensa, fue elegida con 99 votos de los
135 parlamentarios que depositaron su papeleta de sufragio, consiguiendo los dos
tercios necesarios. Participaron como candidatos Cristina Corrales, Rafael Puente,
Rosario Chacón, Waldo Albarracín y Julieta Montaño. Las noticias de la época dan
cuenta que, en la primera votación no se alcanzaron los dos tercios, situación por
la que se realizó un cuarto intermedio, en el que se convocó a los jefes de bancada
para establecer consensos. Finalmente el Presidente Nato del Congreso Nacional
proclamó a la nueva Defensora del Pueblo (26 de marzo de 1998).
Una vez cumplida la vacación legal, el Defensor del Pueblo inicia sus actividades
oficialmente el 1º de octubre de 1998, recibiendo quejas por vulneraciones a de-
rechos humanos. El ciudadano que llega al Defensor del Pueblo es recibido por
un abogado y la queja se procesará en el sistema de informática de acuerdo a una
tabla que establece casos de vulnerabilidad de derechos humanos. Al ciudadano
se le entrega un comprobante de que su queja fue recibida, en la que se fija hora
y fecha para que retorne a la institución en un plazo de siete días, tiempo en el
que la Defensora del Pueblo procederá con la investigación, acumulación de
información para elaborar la resolución recomendatoria.
El procedimiento de quejas tenía características de sencillez y agilidad, con-
cluía con una Resolución Defensorial que realizaba recomendaciones concretas
sobre el menoscabo o lesión de los derechos. En caso que el Defensor del Pueblo
no tuviera competencia para atender una determinada queja, la institución puso
en funcionamiento un sistema de orientación ciudadana, en el que se brindaba
asesoramiento para que el peticionario pueda encaminar su reclamo y petición
ante las instancias competentes.
En este contexto, en promedio el Defensor del Pueblo recibía por año, 6.000
quejas, la mayoría individuales. De este total, alrededor del 60 por ciento eran
asistidas por el sistema de orientación a la ciudadanía, lo cual quiere decir que,
la población que planteó las peticiones, fue aconsejada respecto a los pasos que
debía seguir, aun cuando no se procesaría en la institución defensorial.
Las quejas que ingresaban al procedimiento defensorial eran atendidas bajo
dos modalidades: por una parte, la gestión directa que implicaba realizar ges-
tiones inmediatas que producían la restauración del derecho y la consiguiente
modificación en la actuación del funcionario o autoridad pública; y, por otra, la
investigación defensorial en la que se recababa información y concluía con una
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 377
La queja fue presentada el primer día del inicio de las labores legales del Defensor
del Pueblo, estuvo basada en la retardación de justicia que sufría su caso luego que
su expediente se encontrara por varios meses en la Fiscalía General de la Nación,
9 Defensor del Pueblo, Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2001 (Bolivia, 2002), 15-18.
378 la trayectoria de la democracia en bolivia
10 Padilla, Miguel M., Lecciones sobre Derechos Humanos y Garantías, (Buenos Aires, 1996).
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 379
14 Sentencia Constitucional No. 411/00- R de 28 abril 2000, Magistrado Relator: Dr. Hugo de la
Rocha Navarro; Sentencia Constitucional No. 420/99 – R de 20 diciembre 1999, Magistrado
Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navararo; Sentencia Constitucional No. 433/2000 – R de
4 mayo 2000, Magistrado Relator: Dr. Pablo Dermizaky Peredo; Sentencia Constitucional
530/2000 – R de 30 mayo 2000, Magistrado Relator: Dr. Pablo Dermizaky Peredo; Sentencia
Constitucional No. 687/2000 – R de 14 julio 2000, Magistrado Relator: Willman Duran Ribera
(fundadoras).
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 383
El representado (15 años) por el Defensor del Pueblo, junto a dos de sus com-
pañeros de 16 y 20 años de edad respectivamente, se presentaron al Regimiento
de Infantería No. 27- Antofagasta para prestar su servicio militar. Los referidos
conscriptos fueron implicados en una acusación de robo de armas militares, lo
que motivó se levante sumario informativo en su contra y devuelvan las armas,
sin tener conocimiento de las resoluciones finales. A raíz de esos hechos, fueron
detenidos, sindicados de la pérdida de tres fusiles, motivo por el cual fueron mal-
tratados físicamente e incomunicados, por el espacio aproximado de un mes, y
obligados a incriminar a un militar con grado de Mayor, como autor intelectual,
habiendo sido remitidos a la ciudad de La Paz para su detención, por la supuesta
comisión de los delitos tipificados en los artículos 222 y 221 del Código Penal
Militar, robo y hurto de armas de fuego.
El expediente del proceso fue remitido al Tribunal Permanente de Justicia
Militar para subsanar ciertas formalidades, no existiendo otro actuado formal.
El artículo 11 inc. 9) de la Ley 1818 establecía que una de las atribuciones del
Defensor del Pueblo era velar por el respeto de la naturaleza multiétnica y plu-
ricultural del Estado boliviano. En respuesta a esta competencia, el Defensor del
Pueblo creó en su estructura organizativa el Programa Especial de Defensa de
los Derechos del Campesinado y Pueblos Indígenas.
Las protestas, movilizaciones y bloqueos que protagonizaban las organiza-
ciones campesinas, colonizadores, indígenas y productores de la hoja de coca de
La Paz y Cochabamba, se producían como respuesta de rechazo a alguna medida
implementada por el gobierno de turno, adoptadas sin procesos de consulta y
consenso con los sectores directamente involucrados. Estos conflictos tuvieron
como característica la violencia con resultados de muertos y heridos, en los que
388 la trayectoria de la democracia en bolivia
tuvo que intervenir el Defensor del Pueblo, por una parte, para prevenir mayores
violaciones a derechos humanos, y por otra, para facilitar el diálogo, a pedido de
las partes, en la búsqueda de la pacificación y la resolución de la demandas.
18 Defensor del Pueblo, Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2001 (Bolivia, 2002),
89-90.
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 389
el aporte que debían realizar por las viviendas sociales adjudicadas, debido a que se
precisaban trabajos de supervisión. El problema tuvo alcances nacionales cuando
aparecieron varias urbanizaciones en situación similar.
El Gobierno de ese momento, en un intento de dar solución al problema,
dictó el Decreto Supremo 25719, en el que establecía un sistema de subasta de
viviendas sociales, con condiciones diferenciadas para los adjudicatarios del fondo
en relación a otros beneficiarios. Los primeros consideraron tales condiciones,
injustas y perjudiciales, pidiendo que se modifique la norma del Poder Ejecutivo,
solicitud que fue negada. La negativa se debía a que esa cartera de fondos iba a
ser utilizada en devolver los aportes a los adjudicatarios del Fonvis que no habían
recibido adjudicaciones de vivienda.
Finalmente, la intervención del Defensor del Pueblo, –en negociaciones con
el Gobierno, Ministros, Parlamentarios y dirigentes de los adjudicatarios del
FONVIS–, lograron la modificación de la norma reglamentaria, permitiendo la
adjudicación de viviendas con montos menores y la devolución de los aportes, a
quienes aún no se habían beneficiado con una vivienda.19
Es importante hacer notar que en este proceso de negociación, se hizo patente
la necesidad que el titular del Defensor del Pueblo cuente con algunas característi-
cas: i) confianza de la ciudadanía o grupo poblacional involucrado en un conflicto:
ii) reconocimiento y respeto por parte de las altas autoridades de gobierno; iii)
capacidades de persuasión y negociación; e iv) independencia del poder político
que permita que el Defensor del Pueblo, genere exigibilidad y representación de
las poblaciones o grupos afectados con medidas gubernamentales.
19 Defensor del Pueblo, Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2001 (Bolivia, 2002),
98-99.
390 la trayectoria de la democracia en bolivia
policial, que podía hacer retroceder lo avanzado. La Defensora del Pueblo acom-
pañó personalmente a los deudores para que no sean intervenidos por la Policía y
la negociación llegue a buen puerto, como efectivamente sucedió. Los acuerdos a
los que se arribaron fueron objeto de seguimiento por parte de un equipo defen-
sorial, precautelando su cumplimiento y evitando así nuevas confrontaciones.20
20 Defensor del Pueblo, Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2001 (Bolivia, 2002),
100-101.
21 Defensor del Pueblo, VI Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2003 (Bolivia, 2003),
19-22.
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 391
Este conflicto fue desencadenado por los sucesos de Warisata que produjo siete
(7) muertos, 2 uniformados y 5 pobladores civiles, incluida una niña. Las ver-
siones encontradas daban cuenta, según el Gobierno, que las fuerzas policiales y
militares intentaban rescatar a las personas retenidas en Warisata y respondieron
a la emboscada de los pobladores de la región, mientras que éstos afirmaban que
la operación dirigida, por el entonces Ministro de Gobierno, abrió fuego contra
los pobladores.
A esta jornada de violencia, se sumaron los bloqueos de caminos que dejaron
aislada a la ciudad de La Paz, las protestas en contra de la exportación del gas, la
represión a los mineros de Huanuni que dejó un saldo de 2 personas muertas y
26 heridas y el paro indefinido declarado en la ciudad de El Alto.
Según los reportes del Defensor del Pueblo, “Entre el 9 y el 16 de octubre
en El Alto y La Paz, murieron 59 personas, desaparecieron 4, fueron heridas más
de 400 y detenidas casi 300. La mayoría de los muertos y heridos fue producto de la
represión militar; también de la explosión de una gasolinera provocada por los propios
manifestantes; de la falta de oxígeno en los hospitales y de la asfixia ocasionada por los
gases lacrimógenos”.22
Las protestas pedían la renuncia del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada
que, finalmente, fue realizada el 17 de octubre de 2003, azotado por el abando-
no de sus otrora socios políticos, la designación ilegitima de Iván Zegada como
Defensor del Pueblo, una huelga de hambre masiva en la que participaba la ex
Defensora del Pueblo Ana María Romero, miembros de la Asamblea Permanente
de Derechos Humanos, intelectuales y personalidades de la sociedad civil y una
multitudinaria marcha en la ciudad de La Paz.
A pesar que, en octubre de 2003, la institución defensorial sufrió “uno de sus
más grandes reveses debido a la desconfianza y oposición de la ciudadanía a su titular,
Iván Zegada, que se hizo cargo de la institución dos días antes del paro general en El
Alto y que renunció después de que lo hiciera Sánchez de Lozada”, los equipos de
trabajo del Defensor del Pueblo, en la medida en que la situación lo permitía,
realizaron tareas humanitarias en favor de los heridos hospitalizados y de las
personas que cumplían huelga de hambre, además de pedir la renuncia del
recientemente Defensor designado, por responder a cuoteo político que dañó
la institucionalidad.23
22 Defensor del Pueblo, VI Informe Anual al Congreso Nacional, gestión 2003 (Bolivia, 2003),
22-23.
23 “Funcionarios del Defensor exigen renuncia de Iván Zegada a su cargo”, Agencia de Noticias
FIDES, 20 de octubre de 2003, sección POLÍTICA.
392 la trayectoria de la democracia en bolivia
6. Conclusiones
24 Bidart Campos, German, El Derecho Constitucional del poder (Buenos Aires, 1196), 129-130.
rol de defensa de derechos humanos y preservación de la democracia 395
25 Molina, Ezequiel y Cruz Vieyra, Juan, “La transparencia como herramienta de política pública”,
en” Gobierno abierto y transparencia focalizada. Tendencias y desafíos para América Latina y
el Caribe””, Editores Nicolás Dassen y Juan Cruz Vieyra (Washington DC, BID, 2012), 3-40.
396 la trayectoria de la democracia en bolivia
6.2. Conclusión
Bibliografía
Resumen
1982-2000
[403]
404 la trayectoria de la democracia en bolivia
tan preciados que nadie quería volver a perderlos. El desafío urgente de recons-
truir la economía y la cultura de convivencia no dejaba de lado a los medios y
periodistas que debían recuperarse del acallamiento y el exilio, a los que se vieron
obligados en tiempos de dictadura.
Los medios de comunicación se encaminaron a la madurez y diversidad de
contenidos alcanzando audiencias masivas y cautivas. Pero la efervescencia no
duró mucho tiempo, varios se quedaron en el camino por diferentes factores,
mientras la tecnología empezaba a reconfigurar nuevos espacios informativos,
marcando el fin del siglo.
Hernán Siles Suazo y Jaime Paz Zamora tomados de la mano apuntando hacia
arriba como símbolo de victoria, ante una multitud reunida frente al Palacio
Quemado en La Paz, es la imagen que se congeló para las generaciones de hoy.
Un 10 de octubre de 1982, Bolivia recuperó la democracia a través de la posesión
de un gobierno constitucional, luego de 12 años de administraciones militares.
Siles Suazo con la Unidad Democrática Popular (UDP) había resultado ga-
nador de las elecciones en julio de 1980, pero el golpe de Estado presidido por
Luis García Meza, violentó el curso normal de la historia. Dos años después, el
Congreso Nacional recién pudo entregarle los poderes.
El nuevo presidente llegó con respaldo popular y sus primeras palabras dieron
esperanza: “No temo la responsabilidad que asumo porque estoy seguro de que el pueblo
vencerá”.2
1 Juan Carlos Salazar del Barrio, Presencia, una escuela de ética y buen periodismo (Bolivia:
Fundación para el Periodismo y Plural Editores, (2019), 174.
2 Ministerio de Comunicación de Bolivia, “Golpe de Estado 17 de julio de 1980” https://www.
comunicacion.gob.bo/sites/default/files/media/publicaciones/GOLPE%20DE%20ESTA-
DO%20EDIT%20EDU.pdf (consultada el 10 de julio de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 405
Ese momento no era otro titular más, otra foto más, ni otra portada más,
era un hecho sin precedentes muy añorado por los bolivianos y del que por fin
la prensa fue testigo.
Cobra relevancia la frase popularizada y atribuida a Philip Graham, editor
de The Washington Post, sobre las noticias y el periodismo como: “…first rough-
draft of history” o “…el primer borrador de la historia”.
En este nuevo tiempo, la ciudadanía estaba ávida de las noticias y, como res-
puesta, se empezó a consolidar una pluralidad de ofertas informativas en busca de
fortalecer la libertad de expresión, un derecho humano irrenunciable en democracia.
La prensa no se manifestó como un contrapoder en estos primeros años, por-
que prevaleció el esfuerzo por consolidar la institucionalidad política. La profunda
crisis económica, el incipiente sistema democrático y las secuelas de la violencia
militar pesaron en el gobierno establecido y más aún cuando el presidente Siles
Suazo fue secuestrado en 1984, por un grupo de militares en lo que se consideró,
posteriormente, como un intento de golpe de Estado.
A estos factores, que precipitaron la salida de Siles Suazo, se suma su descrédito
por sus promesas incumplidas en un país que, en ese momento era prácticamente
inviable. Su popular frase “En 100 días la economía empezará a ser aliviada”, quedó
solo en palabras para la historia.
A pesar de la inestabilidad, los medios se dieron modos de crecer y encontrar
espacios para llegar a más sectores de la población que hasta ese tiempo, sobre todo
en televisión, habían estado expuestos al monopolio estatal o del gobierno. Pero
la oferta privada no era nueva, anteriormente los diarios y las radios marcaron su
línea en una compleja lucha político-ideológica.
“Durante la Presidencia de Hernán Siles Zuazo se conformaron dos sistemas privados:
el Telesistema Boliviano de la Illimani Comunicaciones con el Canal 13 (actualmente en
Red Uno) que fue el primer canal privado de televisión que emitió programas experimen-
tales desde fines de 1983; y el Canal 5, Red Universal y actual ATB, que se jacta de ser el
primero que tuvo regularidad en sus emisiones”.3 (Giavedoni, 2013).
La empresa privada asumió desafíos en este escenario de alta incertidum-
bre, pero no necesariamente por un afán de servicio o bien social. Las pautas y
contenidos, a veces lejanas de las demandas informativas de las audiencias, más
bien fortalecían un escenario que las empresas entendían muy bien como actores
de negocios. Amparados en ese compromiso con la democratización y en pleno
proceso de modernización, se erigieron con fuerza los intereses comerciales, esos
que hasta hoy rigen la industria informativa.
3 Darío Giavedoni, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, “Los medios en Bolivia:
mapa y legislación de los medios de comunicación”, https://www.centrocultural.coop/revis-
ta/910/los-medios-en-bolivia-mapa-y-legislacion-de-los-medios-de-comunicacion (consultada
el 2 de agosto de 2021).
406 la trayectoria de la democracia en bolivia
Decreto 21060, que daba paso al libre mercado, la libre contratación y la posterior
capitalización de empresas públicas.
Pero esta medida que, desde el gobierno se defendió como la única salida,
provocó una de las mayores movilizaciones en la historia del país que los medios
destacaron en grandes titulares: “Marcha por la vida y por la paz” liderada por la
Central Obrera Boliviana (COB).
La “relocalización” de unos 23.000 mineros de 30.000 de la Corporación
Minera de Bolivia (Comibol), enfrentó a la COB con el Poder Ejecutivo y tuvo
como resultado la derrota del entonces poderoso ente sindical, ya que las medidas
gubernamentales siguieron su curso.
La ilusión de estabilidad en un país democrático y próspero se fue desmo-
ronando rápidamente cuando la realidad del desempleo, la pobreza extrema y
las afecciones de salud golpearon los hogares bolivianos. Bolivia era rehén de la
crisis. “La economía estaba totalmente fuera de control y en proceso de decrecimiento, la
hiperinflación amenazaba llegar al 25.000 por ciento a fin de año, el aparato productivo
estaba desmoronado y el poder adquisitivo de los salarios en su punto más bajo (7 dólares
mensuales era el salario mínimo nacional)”7 (Mesa, Mesa y Gisbert 2019, 663).
La reconfiguración de este nuevo escenario político-social, también incidió en
los medios de comunicación especialmente en las radios mineras. “En este tiempo
lejos de consolidar las radios mineras en el sur de Potosí, norte de Potosí y parte de La
Paz, el Decreto 21060 derivó en el cese de muchas emisoras, prácticamente desaparecieron
y eso ha significado también un atentado contra los principios de libertad de prensa y de
expresión que son tan urgentes en un tiempo en que los medios estaban muy comprometidos
con la democracia”8 (Rojas, entrevista).
Desde sus orígenes, las radios mineras se concibieron desde lo alternativo
como espacios de participación directa, no solo con información sino también
promoviendo actividades culturales, deportivas y comunitarias; además su carácter
contestatario durante los golpes militares fue clave para la defensa de la democracia.
“Nadie sabe lo que pasó con las frecuencias y los equipos de las radios que desapare-
cieron, los periodistas mineros que aún están vigentes lamentan el destino de estos medios
populares luego del auge y trascendencia que tuvieron para el país. Es un total retroceso”,
recuerda Constantino Rojas.
Sin embargo, se canalizó un nuevo surgimiento de emisoras que buscaban
establecer una agenda competitiva gracias a su capacidad de inmediatez. Aunque
era contundente la predominancia de la televisión ante la cual los diarios se mo-
vían con desventaja.
7 Carlos D. Mesa, José de Mesa y Teresa Gisbert, Historia de Bolivia, (Editorial Gisbert y Cia.
S.A. 2019), 663.
8 Constantino Rojas (comunicador, radialista y docente universitario), en entrevista
con la autora, julio 2022.
prensa y poder, una relación (in) tensa 409
Pero las prácticas contra la libertad de expresión y el libre ejercicio del oficio
se evidenciaron nuevamente, cuando en 1988 el gobierno de Paz Estenssoro, de-
cidió clausurar el sistema de radio y televisión (RTP) bajo la acusación de apología
del narcotráfico.
Esta red era dirigida por el conocido cantante folklórico y comunicador social
Carlos Palenque; el líder también del partido Conciencia de Patria (Condepa) y
su esposa Mónica Medina fueron protagonistas de “La tribuna libre del pueblo”,
uno de los programas más exitosos del país y con fuerte incidencia en El Alto.
La comunicación popular fue la puerta para que sectores de la población
antes invisibilizados puedan ser parte activa de un proceso de democratización
de la comunicación, que con altibajos se empezó a construir.
Así los espacios mediáticos dieron cabida a figuras emblemáticas de la televi-
sión. “Llegaron los tiempos de hombres y mujeres de medios en cargos públicos. Cristina
Corrales, Rodolfo Gálvez y Lupe Andrade, en una primera etapa; Carlos Mesa y María
Renée Duchen más tarde y recientemente Iván Canelas, Ninoska Lazarte y José Antonio
Aruquipa, entre muchos otros”9 (Mercado 2007).
Debido a que los medios se manejaron como escalera política en muchos casos,
los periodistas supieron mostrarse como referentes informativos consolidando su
credibilidad y popularidad.
2. La obligación de fiscalizar
9 Isabel Mercado, “Los medios de comunicación en democracia: ni tan santos ni tan diablos”
en 25 Años de democracia en Bolivia (Editorial Garza Azul 2007), 42.
10 Rafael Archondo, Incestos y blindajes: radiografía del campo político-periodístico, (Bolivia:
Plural Editores 2003), 17.
410 la trayectoria de la democracia en bolivia
exhibiendo una serie imparable de episodios de corrupción, que dejaron la sensación de que
el partido del Presidente había enriquecido desmesuradamente a sus militantes, situados
en diferentes cargos gubernamentales”.
El gobierno de Jaime Paz Zamora, que llegó al poder en 1989, estuvo man-
chado por escándalos de corrupción que luego derivaron en una acusación directa
por “narcovínculos”.
Estas denuncias y el desgaste mediático de Paz Zamora repercutieron en las
elecciones de 1993, cuando Gonzalo Sánchez de Lozada ganó los comicios gene-
rales. Así, en la consolidación del modelo neoliberal se registraron importantes
hechos como la promulgación de la Ley de Participación Popular, la reforma
constitucional y el punto más alto de la capitalización de las empresas públicas.
En este tiempo la publicidad se convirtió en un pilar importante de sosteni-
bilidad de los medios masivos. Sin embargo también se registró la caída de diarios
emblemáticos como Hoy, Última Hora y Presencia, por factores relacionados a
la mala administración, resistencia a los cambios o afinidad política, entre otros.
Con Hugo Banzer en el gobierno por segunda vez, –un hecho desde ya llama-
tivo por el pasado del General–, la presión de los medios ante el poder establecido
fue más clara, sobre todo en el caso del entonces ministro de la Presidencia, Wálter
Guiteras, y el empresario Raúl Garafulic, presidente del grupo multimedia más
importante del país, cuando uno se hizo pública una denuncia por malos tratos
que la esposa de Guiteras presentó en La Paz. Posteriormente se conoció que la
exautoridad presuntamente sobornó a efectivos policiales para acallar el escándalo.
Guiteras ejerció una presión radical contra los medios y los acusó de deses-
tabilizar al gobierno. Pero, finalmente y ante las evidencias, dejó el cargo.
La gestión de Banzer también estuvo marcada por la tensión con diferentes
sectores en el marco de su política “coca cero”, para erradicar los cultivos y luchar
contra el narcotráfico. En esta etapa, surgió como dirigente de los productores
del trópico de Cochabamba, Evo Morales que ganó un curul en la Cámara de
Diputados.
En un país envuelto en reformas y aún sin superar la crisis económica, el papel
de los medios fue más necesario, así como los quiebre con el poder.
2000-2022
Los inicios del siglo XXI tienen factores claves que determinaron el desarrollo
de la humanidad como la conocemos hoy. La irrupción de la tecnología abrió las
puertas a un sistema de información global que quitó el protagonismo pleno a los
medios de comunicación tradicionales para dar valor a las audiencias, en medio
de una batalla cada vez más lacerante por la sobrevivencia de la industria de la
información: transformarse o perecer.
prensa y poder, una relación (in) tensa 411
11 Entrevista de Marco Quispe para el portal web Urgente.bo, “Cajías: El periodismo está cercado
por el poder central” https://urgente.bo/noticia/caj%C3%ADas-el-periodismo-est%C3%A1-
cercado-por-el-poder-central realizada el 10 de diciembre de 2018 (consultada el 1 de agosto
de 2009).
412 la trayectoria de la democracia en bolivia
Esta escueta narración de los gobiernos “exprés” –que marcaron los primeros
cinco años del nuevo siglo– tuvieron como contexto dos sucesos trascendentales: la
“Guerra del agua (2000) y la “Guerra del gas” (2003), sin los cuales sería imposible
entender la transcendencia de la protesta popular boliviana, así como la labor de
los periodistas que desde cada rincón, contaron la historia de un país “en llamas”.
“Yo diría que la guerra supuso algo más que la recuperación del agua
como un bien común. Rompe con un esquema económico de despojo y cambia
también el modelo político: renuncia el gobernador, el alcalde se escapa...
Y la gente se erige como un poder soberano”12
Óscar Olivera
Portavoz de la Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida
12 El País, “La guerra interminable: 15 años de lucha por el agua en Bolivia”, https://elpais.com/
elpais/2015/07/13/planeta_futuro/1436796771_984802.html (consultada el 1 de agosto de
2022).
13 Campanini Oscar, Cochabamba sin agua: aspectos irresueltos de la Guerra del agua en Bolivia.
Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), (2017).
14 Neso Nicola, De la guerra del agua hasta la guerra del gas. Los movimientos sociales de Bolivia
y la elección de Evo Morales. Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana,
junio 2013, 217.
prensa y poder, una relación (in) tensa 413
tenía agua, la mayoría de las zonas rurales, porque este recurso vital siempre fue
centro de promesas políticas, pero nunca de deberes cumplidos.
Las protestas comenzaron en el sur, pero con el “tarifazo” quienes vivían en
el norte de la ciudad también se levantaron y en un determinado momento, esa
división se convirtió en una solo voz, siendo el centro de concentración la plaza
14 de Septiembre.
En esta resistencia sin precedentes, que luego se convertiría en un referente
de lucha ambiental en Latinoamérica, tuvieron un papel clave los medios de co-
municación porque se erigieron como defensores de los intereses de la ciudadanía
desde las mismas calles y “en medio de las balas” como recuerda el reportero
gráfico, Fernando Cartagena.
“Nuestra vida corrió riesgo en ese conflicto, pero los periodistas no podíamos estar al
margen, teníamos que identificarnos con el pueblo. Nos tocó reflejar los momentos duros
de la pelea uniéndonos en un trabajo nunca antes visto, colaborándonos entre todos los
colegas sin importar a qué medio pertenecíamos, estuvimos al pie de lucha por un derecho
fundamental que sentó un precedente para un cambio total en Bolivia”15 (Cartagena,
entrevista).
En su relato Cartagena recuerda no solo la represión en las calles, sino tam-
bién las presiones que llegaban muchas veces desde los propios jefes de prensa en
sus redacciones, porque “si bien la lucha era social, se jugaban intereses políticos que
buscaban impedir el trabajo de la prensa”.
A pesar de la lucha, 22 años después, el agua sigue siendo un problema no
resuelto y un privilegio al que muchos no pueden acceder en el día a día.
Las secuelas de este conflicto ahondaron la inestabilidad del país. La crisis de
un sistema de partidos y el surgimiento de nuevas fuerzas políticas acentuaron las
presiones a la prensa. El Informe Anual16 de 2001 de la Relatoría para la Liber-
tad de Expresión, da cuenta que en Bolivia el 2001 el periodista Carlos Encinas
del informativo Enlace de Canal 21 de La Paz fue asesinado mientras cubría un
conflicto minero.
También periodistas de El Diario y Los Tiempos denunciaron que fueron
perseguidos por agentes policiales y que, además fueron amedrentados y recibieron
amenazas de muerte contra ellos y sus familias por personas no identificadas. Esto
surgió a raíz de una cobertura que destapó corrupción en la institución policial.
Por otro lado, el 17 de julio de 2001, la radio Ondas del Titicaca, de la
localidad de Huarina en La Paz, fue obligada a suspender su transmisión luego
de recibir –según denunciaron– hostigamiento y amedrentamiento por parte de
autoridades militares de la zona.
Fueron días aciagos para la prensa que, en medio de las turbulentas protestas
o la respuesta policial y militar, tuvo que asumir el riesgo de ejercer un periodismo
con libertades condicionadas o sin libertad.
Con la “Guerra del Agua” aún fresca en la memoria, en el 2003 se gestó un nuevo
estallido social, esta vez en contra de un proyecto de exportación del gas boliviano
hacia EEUU y México a través de puertos chilenos. El rechazo que unificó a sindicatos,
productores de hoja de coca, obreros, pequeños comerciantes y el principal partido
de la oposición, el Movimiento al Socialismo (MAS) con su líder, Evo Morales, ter-
minó en el clamor popular exacerbado que pedía la renuncia del presidente, Gonzalo
Sánchez de Lozada. Había llegado a las calles, la “Guerra del Gas”.
La plaza Murillo en La Paz era considerada un espacio prohibido para las
protestas y las fuerzas del orden actuaron con golpes y gases, cuando trabajadores
de la prensa llegaron al lugar, el 22 de enero, para manifestarse en contra de la
agresión policial ejercida sobre el periodista gráfico del diario Los Tiempos, Jorge
Landaeta y el periodista Javier Alanoca de Radio Fides, cuando estos cumplían
su labor periodística.
Este hecho lejos de intimidar a la prensa boliviana, logró unir más voces en
una movilización que confluyó en el kilómetro cero en contra de “intromisiones
y presiones políticas a los medios”.
En el informe de ese año de la Relatoría para la Libertad de Expresión se
menciona que en El Alto y La Paz, civiles organizados también arremetieron
contra la prensa cuando se buscaba la cobertura de las protestas. Entre septiembre
y octubre varios periodistas “fueron objeto de agresiones por parte de manifestantes lo
que llevó al periódico La Razón a tomar la decisión de no cubrir más las movilizaciones
alteñas (…) el 15 de octubre, la planta de transmisión de Radio Pío XII y el Canal 13
Universitaria de Televisión, ubicada en Oruro, al sur de La Paz, fue objeto de un atentado
con explosivos que impidió a ambos medios continuar con sus transmisiones”.18
19 Carlos D. Mesa, José de Mesa y Teresa Gisbert, Historia de Bolivia, (Editorial Gisbert y Cia.
S.A. 2019), 712.
20 Discurso del expresidente Evo Morales durante su posesión ante el Congreso el 22 de enero
de 2006 difundido por la Presidencia de la República de Bolivia.
416 la trayectoria de la democracia en bolivia
21 José Luis Exeni, Democracia (im) Pactada. Coaliciones políticas en Bolivia 1985- 2003 (Bolivia:
Plural Editores 2016) 83.
22 Ronald Grebe, Evo Morales y los medios, Revista Chasqui (2007).
prensa y poder, una relación (in) tensa 417
23 Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión, Informe Anual de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 2006.
24 Adriana Amado, Política Pop. De líderes populistas a telepresidentes. (Argentina: Editorial
Paidós SAICF 2016) 29-30.
418 la trayectoria de la democracia en bolivia
25 Reporteros Sin Fronteras, “Los medios de comunicación víctimas de violencia tras la aproba-
ción de la nueva Constitución: “El diálogo iniciado con el gobierno tiene que continuar”. Alerta
emitida el 25 de noviembre de 2007, disponible en: http://www.rsf.org/article.php3?id_arti-
cle=24571// (consultada el 1 de julio de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 419
26 Reporteros Sin Fronteras, “Más agresiones a la prensa: Reporteros Sin Fronteras lamenta
la declaraciones del presidente Evo Morales” https://rsf.org/es/m%C3%A1s-agresiones-la-
prensa-reporteros-sin-fronteras-lamenta-las-declaraciones-del-presidente-evo (consultada el
1 de julio de 2022).
420 la trayectoria de la democracia en bolivia
27 Correo del Sur, “El Gobierno cambia el nombre del periódico estatal ‘Bolivia’ a ‘Ahora el
Pueblo’” https://correodelsur.com/politica/20210430_el-gobierno-cambia-el-nombre-del-
periodico-estatal-bolivia-a-ahora-el-pueblo.html (consultada el 20 de julio de 2022).
28 Cancillería de Bolivia, “Ley contra el Racismo y toda forma de Discriminación” https://
www.cancilleria.gob.bo/webmre/sites/default/files/LEY%20%20045CONTRA%20EL%20
RACISMOY%20TODA%20%20FORMA%20DE%20DISCRIMINACION.pdf (consultada el 29
de junio de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 421
32 CNN en Español, “El día de la mentira, la campaña que promueve la reelección de Evo Morales
como presidente” https://cnnespanol.cnn.com/2017/02/16/21f-dia-de-la-mentira-la-campana-
que-promueve-la-reeleccion-de-evo-morales-como-presidente/ (consultada el 20 de julio de
2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 423
34 Unitel Bolivia, “Carlos Valverde abandonó el país y está ‘a buen resguardo’ en Argentina”
https://www.youtube.com/watch?v=yK9gBLAH1h4 (consultada el 21 de julio de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 425
del exgobierno de Morales, como también por el excesivo uso de la fuerza en las tareas
conjuntas de la Policía Nacional y las FFAA”.37
Con la violencia en su máximo nivel, el 12 de noviembre de 2019 la entonces
senadora Jeanine Áñez asumió la Presidencia de Bolivia, respaldada por el Tri-
bunal Constitucional que justificó la sucesión debido a la “grave situación social
y política” que atravesaba el país.
Para el Movimiento Al Socialismo (MAS), las presiones de líderes opositores y
la supuesta “autoproclamación” de Áñez, con respaldo del alto mando militar, son
prueba suficiente de que se gestó un golpe de Estado. Mientras que el argumento
que respalda a la exmandataria dice que se respetó una sucesión constitucional
ante las renuncias previas; además gobernó junto a una Asamblea Legislativa de
mayoría opositora y llamó a elecciones.
Durante la gestión de la expresidenta interina Áñez, también se registraron
vulneraciones al ejercicio de la libertad de expresión y al derecho al acceso a la
información pública. Pero uno de los casos más preocupantes fue el presunto
asesinato del periodista argentino, Sebastián Moro ocurrida el 16 de noviembre
de 2019 en La Paz, debido según el diagnóstico médico, a un ACV y que hasta la
fecha aún se sigue investigando.
La Relatoría Especial también reportó “agresiones tales como insultos y golpes,
además del uso de dinamita, incautación de instrumentos de trabajo, declaraciones estig-
matizantes, censura, obstaculización de coberturas y campañas de ‘doxing’, desinformación
deliberada y el uso del marco jurídico a través de tipos penales como ‘sedición’ y ‘terro-
rismo’ utilizados no solamente para perseguir, sino también para silenciar a periodistas
y comunicadores populares que denunciaban vulneraciones al ejercicio de sus derechos
fundamentales”.
Diferentes medios de comunicación denunciaron que dejaron de hacer cober-
turas a ciertas manifestaciones y temáticas alegando falta de protección, seguridad
y garantías para el desarrollo de su actividad periodística por parte del Estado.
Las presiones también estuvieron presentes en el gobierno de Jeanine Áñez
quien, en el Decreto Supremo 4200 para aplicar medidas que ayuden a combatir
el COVID-19, incluyó en uno de los artículos que “las personas que inciten al incum-
plimiento del presente Decreto Supremo, desinformen o generen incertidumbre entre la
población serán sujeto de denuncia penal por la comisión de delitos contra la salud pública”.
Las personas condenadas podrían enfrentarse a penas de hasta diez años de prisión.
Al respecto Human Rights Watch dijo que la disposición era amplia y vaga, y
que habilita a las autoridades a procesar a quienes critiquen las políticas públicas.
A pesar de un manejo muy cuestionado de la pandemia, que evidenció casos
de corrupción en su gobierno, Jeanine Áñez decidió postular en las elecciones
37 Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión, Informe Anual de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 2019.
428 la trayectoria de la democracia en bolivia
de octubre de 2020, pero perdió ante el ahora presidente Luis Arce que volvió a
traer al poder al Movimiento Al Socialismo.
En su gobierno también se reportaron restricciones al oficio, pero uno de
los hechos que más generó preocupación fue debido al proyecto de ley contra la
Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo, y sobre el
que los gremios alertaron sobre una posible violación al secreto profesional y a
la reserva de fuentes periodísticas. La normativa no fue aprobada.
Durante la crisis electoral de Bolivia en 2019, las redes sociales asumieron un pro-
tagonismo no contemplado antes, ya fuera para amplificar discursos polarizantes o
como canales de coordinación de movilizaciones. Aunque WhatsApp haya priori-
zado la difusión de estos contenidos, Twitter tuvo un rol político mucho más activo.
En una investigación publicada por el Laboratorio de Investigación Forense
Digital y la plataforma periodística de las Américas Connectas,38 en octubre de
2020, días previos a las elecciones, se concluye que “tal como ha ocurrido en otros
países del vecindario, a las redes no solo se traslada el ambiente polarizado (pro-MAS
versus anti-MAS), sino el papel de otros interesados que las aprovechan para desviar
o mantener conversaciones y tendencias según su conveniencia”. El análisis apunta a
que Venezuela tuvo una participación importante para instaurar el discurso con
tendencia al gobierno actual.
La crisis de 2019 catapultó las participaciones en Twitter, pero fue en 2020
donde alcanzaron un máximo nivel de conversación. Según este estudio, aumen-
taron 500 por ciento respecto a la etapa preelectoral de 2019, en la que alrededor
de 30.000 usuarios generaron tuits referentes a las elecciones y en 2020 más de
60.000 intercambiaron mensajes sobre el proceso electoral.
Otro estudio, esta vez abordado desde la inteligencia artificial –elaborado
por el proyecto Check Lab, identificó que el 18 de octubre de 2020 los hashtags
empleados por los usuarios estuvieron marcados por sentimientos negativos en un
53,31 por ciento de las 150 cuentas analizadas que arrojaron más de 188.000 tuits.
Esta carga de emociones, que escondía ira, frustración, preocupación, tristeza,
también se extendió en los días posteriores a los comicios.
Las redes sociales se constituyeron como escenarios de polarización en los
que se acentuaron las diferencias ideológicas y el clima de tensión. Y en 2020
estos espacios fueron atravesados también por la pandemia con la llegada de los
primeros casos de COVID-19 registrados en marzo. Incluso cuando el pico de
contagios se elevó en agosto y septiembre, la política arrinconó a la salud.
“Los buenos medios como los buenos periodistas, encontrarán en la tecnología una
aliada para alcanzar a miles o millones de usuarios. Esta oportunidad incluye tanto
a los que pretenden adoptar un muro de suscripción como a los que mantengan una
postura de seguir viviendo a través de la publicidad”.39
Mauricio Cabrera
Periodista y Creator Economy
41 Alex Gómez, Granjas de trolls en Bolivia, los conocen como guerreros digitales. https://anthon-
code.com/granjas-de-trolls-en-bolivia-los-conocen-como-guerreros-digitales/ (consultada el
7 de julio de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 431
47 Página Siete, “El Ejecutivo pagó Bs 1,8 MM a la radio cocalera y otras siete emisoras de secto-
res”, https://www.paginasiete.bo/nacional/el-ejecutivo-pago-bs-18-mm-a-la-radio-cocalera-
y-otras-7-emisoras-de-sectores-CG3686127 (consultada el 22 de agosto de 2022).
prensa y poder, una relación (in) tensa 435
“Es una gran oportunidad para entender que su sitio no está tanto en las redacciones
como en la calle, hablando con la gente, viendo cuáles son los intereses, demandas y preo-
cupaciones de los ciudadanos y de eso hay mucho”48 (Salaverría, entrevista).
Esa reconexión con las audiencias, a la que hace referencia Salaverría, se va-
lida por la necesidad de la ciudadanía de consumir información de calidad desde
fuentes creíbles que hagan frente a la avalancha de desinformación.
Pero inevitablemente la alta polarización se fue agudizando mientras más
letal se hacía la enfermedad. Los debates sobre el aislamiento, el uso de las
mascarillas, el dióxido de cloro, las vacunas, por mencionar algunos, tomaron
las redes sociales, obligando a los medios a actuar rápidamente con contenido
oportuno y de calidad. Muchos empezaron a especializarse en temáticas de salud
y ciencia, y otros, cayeron en errores atrapados por la vorágine de la inmediatez
y las primicias.
En tiempos de algoritmos, clickbait y desinformación, la pandemia solo llegó a
recordar que los medios se juegan su credibilidad cada día, estén preparados o no.
7. Conclusiones
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2014 Tras las huellas del DIC en Bolivia 2009-2013. Bolivia: UNIR.
438 la trayectoria de la democracia en bolivia
Resumen
Más allá de los diversos enfoques sobre la democracia, existe consenso con respecto
a la necesidad de profundizar, o tal ves precisar, su definición y conceptualiza-
ción. Ello implica redefinir ciertos estándares para avanzar desde democracias
procedimentales y electorales hacia lo que se ha denominado democracias de
ciudadanos o democracias sustantivas. En este sentido y en un contexto globali-
zado de crecientes demandas ciudadanas por mayor participación, el debate por
una democracia de mayor calidad y las investigaciones sobre democratización
resultan de gran importancia. La presente investigación intenta una construcción
descriptivo-analítica sobre la democracia, para lo cual, en primer lugar, indaga
de forma breve sobre ideas relevantes respecto aquello que vino a denominarse
como la calidad de la democracia en cuanto construcción conceptual, para luego
identificar algunos rasgos clave de la democracia boliviana. Finalmente, se explora
la relación de largo plazo entre instituciones democracia y gobernabilidad, para
ello se hace uso de micro datos que analiza diferentes dimensiones de goberna-
bilidad y libertades, que dan cuenta de la presencia de un alto nivel de deterioro
en varios ámbitos de la calidad democrática, acompañado de una baja calidad
institucional que se refleja en problemas de gobernanza y gobernabilidad; lo que
afecta negativamente al ciclo político y económico en Bolivia.
Palabras Clave: Democracia, conceptos y definiciones, calidad, Bolivia.
[441]
442 la trayectoria de la democracia en bolivia
1. Introducción
Touraine, Alain (1992)2 menciona que hoy en día es más frecuente definir la
democracia en función de aquello de lo cual libera la arbitrariedad, el culto de
la personalidad o el reinado de la nomenclatura; que teniendo en cuenta lo que
construye, o las fuerzas sociales en las que se apoya. En términos de avance de-
mocrático; ¿Qué se evalúa actualmente? ¿La caída de los regímenes autoritarios
o la victoria de la democracia? ¿El papel que los movimientos populares tuvieron,
tras derribar a antiguos regímenes no democráticos? ¿O la capacidad de esos mo-
vimientos, que dieron origen a sistemas totalitarios que practicaban el terrorismo
de Estado? Pero, lo que es central es analizar la calidad del proceso democrático
a la luz de su ciclo político.
Para Tourain, Alain (1992), lo que en primer lugar atrae es un concepto
modesto, puramente liberal, de democracia, definido “negativamente” como el
régimen en que nadie puede tomar el poder y mantenerse en él contra la voluntad
de la mayoría.
¿No es un triunfo suficiente liberar a la Tierra, de los regímenes que no descansan,
en la libre elección de los dirigentes, por los dirigidos?
¿No es, esta noción prudente también la más válida puesto que se opone a la vez
a los poderes absolutos, basados en la tradición o el derecho divino?, y ¿a los regímenes
voluntaristas, que invocan los intereses y los derechos del pueblo y le imponen, en nombre
de su liberación y su independencia, una movilización militar e ideológica que conduce a
la represión de todas las formas de oposición? (Touraine, Alain. 1992).
Este concepto negativo de libertad y de democracia, tal como Isaiah Berlin y
Karl Popper en particular lo han desarrollado, es convincente pues lo más impor-
tante hoy día es liberar a los individuos y a los grupos del control agobiante que
les impone una elite dirigente, que habla en nombre del pueblo y de la nación.
Nadie puede actualmente defender un concepto antiliberal de democracia y
no cabe duda de que los regímenes calificados de “democracias populares” fueron
dictaduras impuestas a ciertos pueblos por dirigentes políticos. La democracia se
define en realidad por la libre elección de los dirigentes y no por el carácter „popular“ de
la política realizada (Touraine, Alain. 1992).
Pero tras recordar estas verdades, que los acontecimientos de los últimos años
han transformado en evidencias, se impone una pregunta: ¿la libertad de elección
política, requisito indispensable de la democracia, es sin embargo suficiente para considerar
que está consolidada? ¿La democracia se reduce entonces sólo a procedimientos? Dicho de
otro modo, ¿es posible definir la democracia prescindiendo de sus fines y, por ende, de las
relaciones que instaura entre los individuos y las categorías sociales? En el momento en
2 Touraine, Alain. (1992). ¿Qué es la democracia? Correo de la UNESCO. e-ISSN 2220 2315.
444 la trayectoria de la democracia en bolivia
que caen tantos regímenes autoritarios, debemos interrogarnos también acerca del
contenido y la calidad de la democracia, aunque lo más urgente sea no olvidar nunca
que la democracia no puede existir cuando se carece de libertad política de elección.
Isidoro Cheresky (2015) señala que “Democracia alude al poder del pueblo, no
de un monarca ni de una elite u oligarquía. Designa un ideal, el del ejercicio del poder
político por el demos, que tiene un antecedente en el gobierno asambleario, la ekklesía de
la ciudad Estado griega de la Antigüedad, cuya ilustración paradigmática se instaló en
Atenas en los siglos V y IV a.C.”.
Así, esta construcción conceptual devino en aquello que en la actualidad de-
nominamos como una democracia representativa, en la cual uno de los elementos
centrales es el voto popular que permite a la población determinar la continuidad
o no de los representantes electos; sin embargo, esta forma de manifestación
democrática, con el paso del tiempo, requirió una ampliación generada por la
necesidad de participación directa de la población en el desarrollo de sus respec-
tivos Estados, lo que trajo consigo la proliferación de mecanismos democráticos.
En este contexto, una de las interrogantes frecuentes ante este panorama es
¿qué entendemos por calidad de la democracia?, al respecto, Leonardo Morlino3
señala que “una democracia de calidad es “una estructura institucional estable que
permite que los ciudadanos alcancen la libertad e igualdad mediante el legítimo y correcto
funcionamiento de sus instituciones y mecanismos” (Ver: Zovatto, 2014).4
Por lo tanto, Morlino añade que una buena democracia es: “[…] un régimen
ampliamente legitimado que satisface por completo a los ciudadanos (calidad en términos
de resultado); donde los ciudadanos, las asociaciones y las comunidades que la integran
gozan de libertad e igualdad, incluso en formas y grados distintos (calidad en términos de
contenido), y donde los ciudadanos tienen el poder de verificar y evaluar en qué medida el
gobierno se atiene a los objetivos de libertad e igualdad de acuerdo con el Estado (calidad
en términos de procedimientos).
Leonardo Morlino (2009) expresa con respecto a la medición de la calidad de
la democracia: “Un análisis de la calidad de una democracia, es decir, una comprobación
empírica de cuán ‘buena’ es una democracia, no sólo exige una cierta definición de esta
forma de gobierno, sino también una clara noción de calidad. La definición mínima de
democracia sugiere que este régimen tiene por lo menos: el sufragio universal para adul-
tos; elecciones periódicas libres, competitivas y justas, más de un partido político, y más de
una fuente de información. Entre los países que cumplen estos criterios de procedimiento
mínimo, un mayor análisis empírico es necesario para detectar el grado en que han logrado
los dos objetivos principales de una democracia ideal: la libertad y la igualdad”.
3 Morlino, Leonardo. (2009). Qualities of Democracy: How to Analyse Them; Edit. Instituto
Italiano di Scienze Umane, Florence (Italy); septiembre de 2009; (p. 3).
4 Zovatto, Daniel. (2014). El estado de las democracias en América Latina. A 35 años del inicio
de la Tercera Ola Democrática. Lima: Junta Nacional de Elecciones / Escuela Electoral y de
Gobernabilidad.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 445
i. Estado de derecho.
ii. Rendición de cuentas electoral.
5 Morlino, Leonardo. (2007). Explicar la Calidad Democrática: ¿Qué tan Relevante son las
Tradiciones ¿Autoritarias?; en Revista de Ciencia Política, Vol. 27, Nº 2; 2007; (pp. 2-22)
6 Morlino, Leonardo. (2009). Ob. Cit.; (p. 4).
7 Morlino, Leonardo. (2009). Ob. Cit.; (p. 4).
446 la trayectoria de la democracia en bolivia
8 Munck, Gerardo. 2004. “La política democrática en América Latina: contribuciones de una
perspectiva institucional”, Política y Gobierno, vol. 11, nº 2: 315-346.
9 Hagopian, Frances. 2005. “Derechos, representación y la creciente calidad de la democracia
en Brasil y Chile”, Política y gobierno, vol. 12, nº 1: 41-90.
10 Alcántara, Manuel. 2007. “Luces y sombras de la calidad de la democracia de América Latina”.
Universidad de Salamanca, mimeo.
11 Altman, David; Pérez-Liñán, Aníbal. 2002. “Assessing the Quality of Democracy: Freedom,
Competitiveness and Participation in Eighteen Latin American Countries”, Democratization,
vol. 9, nº 2: 85-100.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 447
12 Ieraci, Giuseppe; Paulon, Angelo. 2008. “The quality of democracy and the quality of research.
A sceptic vision on freedom in the world index”. Ponencia en el XXII Congreso de la Società
Italiana di Scienza Politica, Pavia, disponible en: http://www.sisp.it/files/papers/2008/paulon.
pdf
13 Mazzuca (2003) destaca los problemas que se presentan cuando se intenta analizar y evaluar
las democracias reales con un instrumental prescriptivo, apto para la investigación filosófica
de calidad la democrática pero no para la investigación empírica.
14 Dahl, Robert. 2002. La poliarquía: participación y oposición. Madrid: Tecnos.
15 Dahl (2002) según su noción de poliarquía establece que, ésta debe satisfacer ocho garantías
institucionales: libertad de asociación, libertad de expresión, libertad de voto, elegibilidad para
el servicio público, derecho de los líderes a competir en busca de apoyo, diversidad de fuentes
de información, elecciones libres e imparciales e instituciones que garanticen que la política
del gobierno dependa de los votos y demás formas de expresar las preferencias.
16 Manin, Bernard. 1987. “On legitimacy and political deliberation”, Political Theory, vol. 15,
nº 3: 338-368.
17 Velasco, Juan C. 2006. “Deliberación y calidad de la democracia”, Claves de razón práctica,
nº 167: 36-43.
18 Vargas-Machuca (2006) desarrolla una conceptualización amplia de calidad democrática en la
que incluye el “componente deliberativo”, junto con otros contenidos normativos (“horizonte
cosmopolita”, “democracia inclusiva”, etc.).
448 la trayectoria de la democracia en bolivia
III. Colección Teórica 3. Incluye los estudios situados en una posición interme-
dia respecto a la colección teórica 1 y 2. Coinciden con el primero en resaltar
la importancia de los aspectos institucionales básicos de una poliarquía. Pero
subrayan que la democracia es “algo más” que un régimen político, lo que les
lleva a incorporar algunos componentes normativos destacados en el grupo
“2”, como, por ejemplo, el Estado de Derecho (O’Donnell, 2004;19 Diamond
y Morlino, 2004).20 Ello sin renunciar a un análisis empírico de la calidad
democrática (Hagopian, 2005; Levine y Molina, 2007).21
Recuadro 1
Calidad de la democracia y sus dimensiones a la luz de la Revisión de la Literatura
I. Garantía de la discusión pública como criterio de calidad de una democracia (Terreno Reflexivo)
8. Responsiveness
Elaboración: En base a Barreda, 2012.23
i. Derechos políticos
ii. y libertades civiles,
iii. responsiveness y participación.
iv. Las otras dos hacen referencia a la idea de control del poder político:
Estado de Derecho y rendición de cuentas.
25 Véase Levine y Molina (2007), y Altman y Pérez-Liñán (2002). Estos últimos resaltan que la
salud democrática es particularmente débil cuando el nivel bajo de participación está asociado
a escasez de recursos económicos y educativos.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 451
En algunas ocasiones resulta difícil delimitar con precisión las fronteras entre
unas dimensiones y otras. Por ejemplo, uno de los tipos de mecanismos de ren-
dición de cuentas, el horizontal, trata de materializar el principio de separación
de poderes propio del Estado de Derecho y, por tanto, podría considerarse como
parte de este último.
En realidad, todas estas dimensiones, tal como la literatura ha señalado, se
encuentran interrelacionadas teórica y empíricamente (Levine y Molina: 2007). Y
esta relación no siempre opera en un mismo sentido. Así, un gobierno altamente
receptivo a las preferencias mayoritarias de los ciudadanos –con un nivel elevado
de responsiveness– podría estar tentado de descuidar a las minorías o incluso
restringir sus derechos –lo que supone un bajo nivel de garantía de derechos
políticos y libertades civiles– (Diamond y Morlino, 2004).
a) El proceso por el cual el actual gobierno fue elegido, como este es moni-
toreado y cual el mecanismo de su remplazo.
2) Datos del International Country Risk Guide (ICRG), generado por el PRS
Group para una revisión de todos los países del mundo, construyendo un
ranking, el cual asigna una cuantía por componente de riesgo, tales como: i.
estabilidad gubernamental, ii. corrupción, iii. manejo de la ley y el orden, iv.
rendición de cuentas sociales, en democracia, y v. calidad burocrática.27
3) Datos desarrollados por el Freedom House28 sobre libertades civiles y dere-
chos políticos, generando un reporte anual para cada país, con una asigna-
ción de 1 a 7, donde cuantificaciones más bajas corresponden a niveles más
elevados de libertades. Para el contraste empírico, se re escaló los rangos
en las variables entre 0 y 1, donde niveles más elevados implican mayores
libertades; en complementación se calcula el índice Gastil,29 definido como
el promedio simple de las cuantificaciones de libertades y derechos civiles.
Cabe referir que este conjunto de indicadores se los viene calculando desde
1970, teniendo el último reporte generado en 2018, de los datos de 2017, así
también se utilizan datos del Magazine Institucional Investor,30 que proveen
data sobre ambiente favorable para la inversión, por país; igualmente los datos
requieren una escala de 0 a 1, donde cuantificaciones más elevadas representan
un mejor ambiente institucional.
Grafico 1
La gobernabilidad en Bolivia (1995-2021)
.5
Periodo Ex-post
a la Bonanza
Datos de gobernabilidad
0
-.5
Periodo Ex-Ante
-1
a la Bonanza Periodo
de Bonanza
-1.5
31 Ver: https://www.bancomundial.org/es/topic/governance/overview
32 Renuncia en el 2003 del presidente en ejercicio Gonzalo Sánchez de Lozada, alta conflictividad,
bloqueos, alzamiento armado e inestabilidad política y social.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 455
transparencia y rendición de cuentas, son, entre otros motivos, los factores que
se consideran para explicar la baja tendencia de este indicador.
Grafico 2
Primera Dimensión: Voz y Rendición de cuentas (1996-2019)
.4
Periodo
de Bonanza
Voz y rendición social de cuentas
.2
Periodo Ex-post
a la Bonanza
0
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
-.2
Carlos Mesa
Gob. de G.
de Lozada
Sánchez
Gob. de
Gob. de Hernán Gob. de Víctor Gob. de Jaime Gob. de Gonzalo Gob. de H. Banzer Suárez y
Siles Zuazo Paz Estenssoro Paz Zamora Sánchez de Lozada Gob. de Jorge Quiroga Ramirez
8.000
7.114
7.000
Número de conflictos sociales
6.000
5.439 5.158
5.000
4.241 4.180
4.000 4.088 4.446 3.337
2.627 3.045
3.000 3.059 5.794
2.622 2.491 2.439
2.000 2.328 2.368 2.062 2.139 1.899 2.086
1.643 1.415
1.000 1.252
0
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
8.000
7.000
Número de conflictos sociales
6.000
5.000
4.000
6.957 6.310
3.000 5.666
3.252 4.414 4.564 4.258 5.018
2.000 3.326 3.132
1.000
0
2014p
2015p
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
Fuente: INE.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 457
Grafico 3
Estabilidad Política (1996-2021)
-.2
Periodo
Periodo Ex-Ante de Bonanza
a la Bonanza
-.4
Estabilidad política
-.6
Periodo Ex-post
-.8
a la Bonanza
-1
cierta manera castiga al sector formal, ya que no existe controles efectivos para
incorporar a aquellos grandes agentes económicos, que se ocultan detrás de la
informalidad33 para no pagar impuestos; así también la rígida normativa laboral
desincentiva la contratación bajo la ley debido a su alto costo relativo para la
mayoría de las empresas formales del país, que son pequeñas y medianas.
Grafico 4
Calidad Regulatoria (1995-2021)
.5
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza Periodo
de Bonanza
0
Calidad regulatoria
Periodo Ex-post
a la Bonanza
-.5
-1
4. Efectividad del gobierno; este indicador refleja la calidad del servicio público,
el nivel de compromiso del gobierno con la implementación de políticas pú-
blicas adecuadas y la provisión efectiva de bienes públicos, así como el grado
de independencia del gobierno con respecto a presiones políticas.
Grafico 5
Efectividad del gobierno (1995-2021)
0
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
-.8
Sin duda, la bonanza en la última década trajo una mejora de los indicadores
sociales y una importante cantidad de inversión pública para infraestructura, junto
con transferencias condicionadas a las poblaciones vulnerables; sin embargo, en el
agregado, continúa siendo complicado la problemática calidad de la infraestructura
en general, las deficiencias y mala calidad educativa y una complicada cobertura
en salud que se vio en su real dimensión en el periodo de corona virus y mostró
la precariedad en la que se encontraba.
Asimismo, existe la percepción que el sistema judicial es carente de indepen-
dencia, lo que genera costos de transacción elevados; obstaculizando las soluciones
eficientes del mercado. De igual manera, y no es una novedad, la insuficiente
inversión y la corrupción en infraestructura, las políticas públicas erróneas en
contra del sector productivo y exportador dificultan la comercialización de mer-
caderías, generando efectos no deseados para los productores y la interconexión
de los mercados; y, finalmente, la mala calidad de la educación y la salud generan
un capital humano poco capacitado y de baja productividad.
5. Estado de Derecho, este indicador refleja en qué medida las relaciones so-
ciales y económicas de un país están regidas por reglas justas y predecibles.
Ello incluye el nivel de confianza de la ciudadanía en las reglas existentes (y
su disposición a respetarlas), así como su percepción acerca de la eficiencia
del sistema judicial y de la existencia de ambientes violentos, entre otros.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 461
Grafico 6
Estado de Derecho – Cumplimiento de la Ley (1995-2021)
-.2
Periodo
de Bonanza Periodo Ex-post
a la Bonanza
-.4
Manejo de la ley
-.6
-.8
-1
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
-1.2
Grafico 7
Control de la Corrupción (1995-2021)
-.4
Periodo Ex-post
-.5
a la Bonanza
Periodo Ex-Ante
Control de la corrupción
a la Bonanza
-.6
-.7
-.8
Periodo
de Bonanza
-.9
Las razones de esta relativa baja ubicación se deben a que existe una genera-
lizada percepción que las actividades de la administración pública (central y sub
nacional) están asociadas a actos de corrupción, los cuales son ilustrados a diario por
denuncias y mostrados por la prensa nacional. La corrupción frena el crecimiento
económico, despilfarra recursos y desincentiva la inversión. Los costos para el
país acerca de la falta de control a la corrupción ya han sido de esquematizados
de alguna manera en el primer punto de este acápite, solo añadir que, si bien es
necesario que existan las leyes que penalicen actos de corrupción, es quizás tanto
o más necesario que existan los mecanismos de control para frenarla, es decir, que
las disposiciones legales sean efectivamente ejecutadas. De hecho, según Transpa-
rencia Internacional en su ranking de países más transparentes en el 2018 Bolivia
obtuvo 29 puntos en el Índice de percepción de la Corrupción. Su puntuación ha
descendido en el último informe, lo que significa que los bolivianos perciben un
incremento de la corrupción en el sector público del país.
La disminución de su puntuación ha provocado que Bolivia empeore su posición
respecto al resto de los países hasta la posición 132, de los 180, luego la percepción
de corrupción de sus habitantes es muy alta, lo que ha venido acompañado de un
descenso de su posición en el ranking internacional de corrupción, lo que significa
que es uno de los países en donde la corrupción es un problema latente y preocupante.
Finalmente, en el gráfico 8 se presenta el indicador agregado que refleja la
influencia de las seis dimensiones explicadas y en general se presenta para Bolivia
por debajo de cero en el periodo de estudio. Los movimientos sociales, la alta
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 463
Grafico 8
Índice de gobernabilidad (1995-2021)
0
Periodo
de Bonanza Periodo Ex-post
a la Bonanza
-.2
Índice de gobernabilidad
-.4
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
-.6
Tabla 1
Resumen de estadísticas básicas
5. Consideraciones finales
Los resultados dan cuenta de una causalidad bidireccional, donde primero a medida
que caen las dimensiones de la calidad de la democracia, la calidad institucional se
vuelve precaria. Los resultados encontrados son poco alentadores en las dimensio-
nes de gobernanza y gobernabilidad estudiadas, de manera general sugieren que
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 465
Finalmente, como una reflexión que vale la pena ser abordada por los to-
madores de decisiones y por investigadores del ejercicio democrático es que la
medición de la calidad de la democracia no puede ser realizada desde construcción
de indicadores homogéneos con un fin de comparación únicamente, sino que los
mismos deben ser construidos y analizados desde las realidades específicas de los
países, aquello que comúnmente es conocido como los lugares de enunciación de
los estudios. Ello es notablemente importante si se toma en cuenta que la mejora
en el ejercicio democrático trae consigo una mejora permanente en la garantía
de cumplimiento de los derechos humanos.
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2014 El estado de las democracias en América Latina. A 35 años del inicio de la
Tercera Ola Democrática. Lima: Junta Nacional de Elecciones / Escuela
Electoral y de Gobernabilidad.
Anexo
Tabla 1
Matriz de correlaciones simples
Gráfico 1
Funciones impulso respuesta de mejoras en redistribución de ingresos
sobre los indicadores de gobernabilidad
-1.000e-13
myirf. gini. cce myirf. gini. cce myirf. gini. cce
1.000e-13
-1.000e-13
0 2 4 6 8 0 2 4 6 8 0 2 4 6 8
Gráfico 2
Funciones impulso respuesta de mejoras en redistribución de ingresos
sobre los indicadores de libertad
-.00005
-.0001
-.00005
-.0001
0 2 4 6 8 0 2 4 6 8 0 2 4 6 8
Gráfico 3
Funciones impulso respuesta de mejoras en redistribución de ingresos
sobre los indicadores de ICRG
.4
0
-.2
Voz y rendición social de cuentas
Efectividad de gobierno
-.2
Estabilidad política
-.4
.2
-.4
-.6
0
-.6
-.8
-.2
-1
-.8
1995 2000 2005 2010 2015 1995 2000 2005 2010 2015 1995 2000 2005 2010 2015
Año Año Año
-.2
.4
-.5 -.4
-.4
Control de la corrupción
Calidad regulatoria
Manejo de la ley
.2
-.6
-.6
-.8
-.8 -.7
0
-1
-1.2
-.2
-.9
1995 2000 2005 2010 2015 1995 2000 2005 2010 2015 1995 2000 2005 2010 2015
Año Año Año
Grafico 4
Indicadores del Fredom House
.5
Periodo
de Bonanza
Indicadores del Freedom House
Periodo Ex-post
.4
a la Bonanza
.3
.2
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
.1
Grafico 5
Indicadores ICGR
Periodo
.8
de Bonanza
Periodo Ex-post
a la Bonanza
.6
Indicadores ICRG
.4
Periodo Ex-Ante
a la Bonanza
.2
Protestas de activistas en puertas de la Fiscalía general del Estado pidiendo la renuncia del fiscal general.
Fuente: erbol.com.bo, 6 de octubre de 2020. Tomado de la página web del periódico.
democracia en el estado y su calidad (1995-2021) 475
Transición 1978-1982
1977 Inicia la huelga de hambre de cuatro mujeres mineras exigiendo al gobierno del general Hugo Banzer
la amnistía para los perseguidos políticos y líderes sindicales.
El gobierno anuncia elecciones para el año siguiente. Al mismo tiempo dicta amnistía parcial que no
logra aplacar la huelga.
1978 El gobierno decreta amnistía total. Retorno de exiliados y liberación de presos políticos. La Central
Obrera Boliviana, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia y otros organismos salen
de la clandestinidad.
Creación del Frente de Unidad Democrática Popular (UDP), alianza conformada por los partidos Movi-
miento Nacionalista Rrevolucionario de Izquierda (MNRI), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR) y el Partido Comunista de Bolivia (PCB) con sus líderes en el exilio.
Elecciones presidenciales en las que resultó ganador Juan Pereda Asbún, candidato del gobierno.
Ante las denuncias de fraude, las elecciones son anuladas y Pereda derroca al general Banzer. Pereda
promete elecciones para el año de 1980. Sin embargo, tres meses después es derrocado por el general
David Padilla con el fin de llamar a nuevas elecciones el año siguiente.
1979 Conmemoración del Centenario de la Guerra del Pacífico en que Bolivia perdió su acceso soberano
al océano Pacífico.
Fundación de Acción Democrática Nacionalista (ADN), partido liderado por el ex dictador Hugo Bánzer.
Elecciones generales: Triple empate entre las candidaturas de Hernán Siles Suazo, Víctor Paz y Hugo
Bánzer. Se produce el llamado “Empantanamiento” ante la falta de acuerdos en el Congreso para elegir
presidente. Finalmente, el Congreso designa al presidente del Senado, Walter Guevara como presidente
interino para llamar a nuevos comicios para 1980.
En medio de la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) llevada adelante en La
Paz, en que el gobierno boliviano reivindicó su derecho a una salida al mar, se produce el Golpe de
Estado liderado por el Tcnl. Alberto Natush Bush y disidentes del MNR y de la UDP. El nuevo gobierno
sólo duró 16 días y fue altamente represivo a la población civil. A este suceso se lo conoció como la
“Masacre de Todos Santos’’.
El Congreso designó a Lidia Gueiler Tejada, presidenta de la Cámara de Diputados, como presidenta
interina para llamar a elecciones. Es la primera mujer en llegar a la alta magistratura del país.
Creación de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).
[477]
478 la trayectoria de la democracia en bolivia
1982 El Congreso elegido en 1980 elige a Hernán Siles como presidente y a Jaime Paz Zamora como
vicepresidente. Retorno a la democracia luego de un caótico proceso de transición iniciado en 1978.
Creación de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB).
Flotación del peso con relación al dólar.
1983 La Asociación de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional (ASOFAMD) consiguió
su personería jurídica para representar a familiares de heridos, desaparecidos y fallecidos durante el
periodo de dictaduras.
Deportación del criminal de guerra y colaborador de gobiernos militares, Klaus Altmann (en Bolivia,
su nombre era Klaus Barbie) a Francia dónde cumpliría cadena perpetua por crímenes de guerra.
Desdolarización e inicio del proceso hiperinflacionario.
1984 Proceso hiperinflacionario: los precios aumentan unas 625 veces a lo largo de 17 meses. El proceso
genera descontento popular y deteriora la imagen del gobierno.
Secuestro del presidente Hernán Siles que genera indignación en la ciudadanía y en las organizaciones
obreras y sindicales. Surge una tregua momentánea entre el gobierno y la COB.
El vicepresidente Jaime Paz renuncia a su cargo. Se evidencia una grave crisis de la coalición de
gobierno en medio del contexto de convulsión social y la hiperinflación.
1985 Jornadas de Marzo: 12.000 mineros tomaron el control de la ciudad de La Paz pidiendo la renuncia
del presidente durante más de dos semanas.
Ley 728 de creación de la ciudad de El Alto.
El presidente Hernán Siles entra en huelga de hambre. Posteriormente, luego de un acuerdo entre
los partidos políticos con intermediación de la Iglesia Católica, decide acortar su mandato y llamar a
elecciones anticipadas.
línea del tiempo respecto a los 40 años de democracia en bolivia 479
Elecciones Generales: Hugo Banzer es ganador por sufragio al tener la primera mayoría. Sin embargo,
el Congreso elige a Vìctor Paz Estenssoro como presidente y a Julio Garret Ayllón como vicepresidente.
Elecciones municipales. Autoridades elegidas de forma indirecta en la lista de candidatos a la presidencia
y vicepresidencia de la República y miembros del Congreso. En ellas, el MNR y ADN dominaron las
votaciones, consiguiendo la mayoría de escaños en los Concejos Municipales.
Promulgación y puesta en vigencia del Decreto Supremo 21060 que aplica la denominada “Nueva
Política Económica” con el fin de revertir la crisis económica. Entre las principales medidas figuran la
liberación de la regularización, la apertura a la inversión extranjera, la reducción de personal dependiente
del Estado, la creación del Impuesto al Valor Agregado, entre otros.
Firma del “Pacto por la democracia” entre el presidente Paz Estenssoro y Hugo Banzer que garantiza
la gobernabilidad desde el Congreso y el apoyo a las acciones gubernamentales.
Proceso de relocalización de trabajadores de las minas.
Ley Orgánica de Municipalidades.
1986 La baja de los precios del estaño acentúa el proceso de relocalización. En respuesta, los trabajadores
mineros de COMIBOL llevan adelante la denominada “Marcha por la vida”, en defensa de sus fuentes
laborales desde Oruro a la sede de gobierno. Sin embargo, la marcha es detenida en la población de
Calamarca por las fuerzas de seguridad del Estado siendo obligados a retornar a los centros mineros.
El gobierno llega a una serie de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional en la óptica de apertura
a la inversión extranjera.
Nuevas leyes y reformas económicas para la modernización del Estado. Se elimina el Peso boliviano
($b.) y se crea el Boliviano (Bs.) como nueva divisa nacional, estableciendo el tipo de cambio de
1.000.000 $b. por 1 Bs., llegando a frenar el proceso hiperinflacionario.
Inicio del Juicio de Responsabilidades contra el ex presidente Luis García Meza y sus colaboradores.
1987 Primeras elecciones exclusivamente municipales en época de democracia. El resultado devino en em-
pates entre las distintas fuerzas políticas para la conformación de los Concejos Municipales provocando
dificultades en la designación de burgomaestres y en la gobernabilidad.
Fundación del partido Movimiento al Socialismo Unzaguista (MAS-U) que posteriormente llevaría las
siglas MAS y MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo -Instrumento por la Soberanía de los Pueblos).
Creación de la Asamblea del Pueblo Guaraní.
1988 Una entrevista del comunicador Carlos Palenque con un capo del narcotráfico llevó al gobierno a dispo-
ner la clausura temporal de sus medios de comunicación. La medida derivó en una serie de protestas
de varias organizaciones populares que llevaron a la fundación del partido político Conciencia de Patria
(CONDEPA) liderado por el propio Palenque.
Fundación de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), partido liderado por el empresario Max Fernández Rojas.
Visita del Papa Juan Pablo II a territorio boliviano.
Promulgación de la Ley 1008 para encarar el narcotráfico.
1989 Elecciones Generales. Ganador por sufragio: Gonzalo Sánchez de Lozada del MNR. No obstante, el
sorpresivo apoyo de Hugo Bánzer y su partido al candidato del MIR en el Congreso eligió de forma
inédita a Jaime Paz Zamora (MIR) como presidente y a Luis Ossio Sanjinés (ADN-PDC) como vicepresi-
dente. Así mismo, las elecciones fueron controversiales en la forma en que algunos vocales de la Corte
Nacional Electoral llevaron a cabo el proceso llegando a ser conocidos como “La banda de los cuatro”.
Elecciones Municipales: Predominancia del oficialismo a través del Acuerdo Patriótico (alianza MIR-
ADN). CONDEPA logra construir su bastión en el departamento de La Paz.
Fundación de la Central de Pueblos Indígenas del Beni.
1990 Marcha por la dignidad y territorio de grupos indígenas de tierras bajas del norte y este del país hacia
La Paz. Entre las principales exigencias se encuentra la redacción de una nueva constitución.
1991 Código de Minería.
Ley Electoral.
480 la trayectoria de la democracia en bolivia
Acuerdos “Mariscal Andrés de Santa Cruz” entre los partidos políticos que permitieron el nombramiento
de miembros de la Corte Nacional Electoral, de la Corte Suprema de Justicia y del Contralor General
de la República.
Ley 1178 de Administración y Control Gubernamental.
Nombramiento de vocales de la Corte Nacional Electoral, de los jueces de la Corte Suprema de Justicia
y del Contralor General de la República en base a acuerdos políticos y méritos profesionales.
Elecciones Municipales: El oficialismo consigue la mayoría de votos en tres departamentos, mientras que
la oposición (MNR) y los partidos populistas (CONDEPA y UCS) logran la mayoría en seis departamentos
1992 Acuerdo de acceso comercial al puerto de Ilo mediante un comodato entre las Repúblicas de Perú y
Bolivia.
Censo de Población y Vivienda. Bolivia registra 6.420.792 millones de habitantes.
1993 El ex dictador Luis Garcia Meza es condenado a 30 años de prisión sin derecho a indulto. La condena
no llega a efectivizarse ante la fuga del ex mandatario.
Elecciones Generales: Ganador por sufragio y electo por el Congreso. Gonzalo Sánchez de Lozada como
presidente y Victor Hugo Cárdenas como vicepresidente, siendo el primer aymara en ocupar este puesto.
Elecciones Municipales: Victoria del oficialismo en siete departamentos, mientras que CONDEPA
mantiene su plaza en La Paz y el Movimiento Bolivia Libre (MBL) es mayoría en Cochabamba.
Acuerdo de exportación de Gas a Brasil.
1994 Ley 1551 de Participación Popular. Se inicia el proceso de descentralización territorial y administrativa
y se amplía el mandato de los Concejos Municipales de dos a cinco años.
Ley de Reformas a la Constitución. Bolivia se define como un Estado pluricultural.
Ley de Capitalización.
Ley 1565 de Reforma Educativa.
1995 Muerte del empresario y líder de UCS Max Fernández en un accidente de tránsito.
Ley del Banco Central de Bolivia.
Ley de Descentralización Administrativa.
Ley de Telecomunicaciones.
Ley contra la violencia doméstica.
Luis García Meza es extraditado desde Brasil para cumplir la condena dictada por la Corte Suprema
de Justicia en 1993.
Capitalización de Entel.
Elecciones Municipales. Son las primeras bajo la Ley de Participación Popular. El oficialismo consigue
el primer lugar en la mayoría de los nuevos municipios. Se incrementa el número de partidos políticos
participantes.
Crisis bancaria. Quiebra de los bancos Sur, Cochabamba y Boliviano Americano donde varios banqueros
terminaron apresados por malversación de fondos.
1996 Creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
Bolivia ingresa al Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Ley de Pensiones.
Ley INRA.
Ley Forestal.
Capitalización de YPFB.
Capitalización de ENFE.
Un conflicto laboral en los centros mineros de Amayapampa y Capasirca provoca un enfrentamiento
entre mineros y efectivos del ejército dejando un saldo de 11 fallecidos.
El ex presidente Hernan Siles Suazo fallece en Montevideo (Uruguay).
línea del tiempo respecto a los 40 años de democracia en bolivia 481
2000 Estalla la “Guerra del Agua” en la ciudad de Cochabamba contra la concesión de la provisión de agua
potable a la empresa transnacional “Aguas del Tunari”. El gobierno decreta Estado de Sitio y surgen
bloqueos en todo el país y un motín policial. Ante la presión social y los excesos de las fuerzas del
orden contra los manifestantes, el gobierno revocó la concesión.
Fundación del Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) liderado por el dirigente campesino Felipe Quispe
Huanca.
Bloqueos de caminos de campesinos en el Altiplano y en el Trópico de Cochabamba derivaron en una
serie de enfrentamientos entre bloqueadores y el ejército dejando varias personas fallecidas.
2001 Censo de Población y Vivienda. Bolivia cuenta con 8.274.325 habitantes.
Muerte del ex presidente Víctor Paz Estenssoro en Tarija.
Cambio de mando presidencial: Hugo Bánzer renuncia a la presidencia por motivos de salud. Jorge
Quiroga asume como presidente de la República.
2002 Muerte del ex dictador y presidente Hugo Bánzer en Santa Cruz de la Sierra.
Elecciones Generales: Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos de Mesa logran ganar la elección por
sufragio y conforman una coalición de partidos en el Congreso para ser elegidos como presidente y
vicepresidente de la República.
482 la trayectoria de la democracia en bolivia
2003 El gobierno anuncia un impuesto al salario. Se produce un motín policial, estudiantes del colegio
Ayacucho apedrean el Palacio de Gobierno y se desencadenan enfrentamientos entre efectivos de la
policía y de las fuerzas armadas dando paso a saqueos de negocios, edificios públicos y sedes de
partidos políticos. Las jornadas conocidas como “febrero negro” dejaron un saldo de 36 personas
fallecidas entre polícias, militares y civiles. El gobierno anuncia acuerdos salariales con la policía y da
marcha atrás con el proyecto de impuesto.
El gobierno tomó la decisión de exportar gas a los Estados Unidos a través de puertos chilenos. Se
llaman a protestas populares y bloqueos de caminos. Estalla la denominada “Guerra del gas” que
desemboca en una serie de enfrentamientos entre manifestantes y efectivos policiales y militares, cuyo
epicentro fue la ciudad de El Alto dejando más de 70 fallecidos.
Cambio de mando presidencial: Gonzalo Sánchez de Lozada renuncia a la presidencia debido a la presión
popular y el repudio a la represión estatal. Carlos de Mesa jura como presidente de la República.
2004 Leyes de 2631 y 2650 de Reforma a la Constitución Política del Estado. Se incorporan el mecanismo
del referéndum, la Asamblea Constiuyente y se desmonopolizan el poder de representación de los
partidos políticos.
Ley 2771 de Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indígenas.
Referéndum para definir la política hidrocarburífera de Bolivia. Todas las propuestas presentadas por
el gobierno fueron aprobadas por la mayoría de la población.
Elecciones Municipales: El MAS consigue la primera mayoría de los municipios ante la mala imagen
de los partidos políticos tradicionales. Debutan las Agrupaciones Ciudadanas y los Pueblos Indígenas
como puentes de representación. Serán las últimas elecciones bajo la Constitución de 1967.
2005 Decreto Supremo 28077 de 8 de abril de 2005, que convoca a la elección de Prefectos de Departamento.
Crisis política. Choques entre el Poder Ejecutivo y el Congreso. El presidente renuncia, pero ante el
repudio popular y la falta de apoyo a los eventuales sucesores presidenciales el Congreso no acepta
la misma. Protestas en el departamento de Santa Cruz pidiendo la incorporación de Autonomías
Departamentales en la Constitución.
Crisis por la Nueva Ley de Hidrocarburos. El presidente se niega a promulgar la ley y esta es pro-
mulgada por el presidente del Congreso. Organizaciones sociales protestan y realizan bloqueos
de caminos exigiendo la nacionalización de los hidrocarburos y la retirada de empresas transna-
cionales. Carlos Mesa renuncia a la presidencia y el Congreso aprueba la sucesión constitucional
ante la falta de apoyo de los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados como sucesores.
Asume el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez con el fin de llamar a
elecciones anticipadas.
Elecciones generales: Evo Morales del Movimiento al Socialismo (MAS) obtiene el 53% de la votación
y es elegido sin la necesidad del voto congresal convirtiéndose en el primer presidente identificado
como indígena de Bolivia.
Elección de Prefectos. Se llevaron a cabo en simultáneo a las elecciones generales. En ellas el MAS
obtuvo la victoria en cuatro prefecturas mientras que la futura oposición política ganó en cinco depar-
tamentos. Esta será la primera y la única vez en que se llevará a cabo este tipo de elección.
2006 Ley 3364 de Convocatoria a la Asamblea Constiuyente.
Elección de Constituyentes: El MAS logra la mayoría de los curules disponibles, mientras que la
minoría de escaños se repartieron entre la oposición y otras agrupaciones pequeñas departamen-
tales y locales.
Referéndum sobre Autonomías Departamentales. Se llevaron a cabo en simultáneo a la elección
de constituyentes. En ella, los departamentos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca
rechazaron el régimen de autonomías, mientras que los Departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y
Tarija votaron mayoritariamente a favor de ella.
Decreto Supremo 28701 “Héroes del Chaco” de nacionalización de los hidrocarburos.
Inicio de sesiones de la Asamblea Constiuyente, que debe entregar un proyecto de Carta Magna en
el plazo de un año.
línea del tiempo respecto a los 40 años de democracia en bolivia 483
2007 Bloqueos y enfrentamientos en contra del Prefecto de Cochabamba Manfred Reyes Villa.
Nacionalización de la Empresa Metalúrgica Vinto.
Creación de Empresa Boliviana de Aviación.
La Asamblea Constituyente cumple un año y no logra redactar la nueva carta magna, al verse empantanada
en los debates sobre la votación de artículos (dos tercios o mayoría absoluta) y sobre la incorporación
de debates en torno al sistema de autonomías y la capitalidad. Se amplía su vigencia por seis meses.
Se realizan cabildos en varios departamentos reclamando Autonomías (sobre todo en el departamento
de Santa Cruz) y en reclamo por la capitalía (Sucre y La Paz).
Crisis en torno a la aprobación de la nueva Constitución. La Asamblea Constituyente se repliega al cuartel de
la Glorieta en Sucre y se producen enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Fallecieron 3 personas.
2008 D.S. 29318. Nacionalización de Entel.
El 24 de mayo, una muchedumbre de personas humillaron a campesinos en la plaza principal de
Sucre. Este día será recordado como el “Día en contra del Racismo y toda forma de discriminación”.
Referendums autonómicos departamentales. Los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija
llevaron adelante, por iniciativa de sus prefectos y organizaciones cívicas, plebiscitos a sus proyectos
de Carta Orgánica Departamental siendo aprobados con amplio apoyo popular. La realización de las
consultas y sus resultados fueron desconocidos por el gobierno.
Se produce la denominada “Masacre del Porvenir” y producto de ello se detiene al prefecto del depar-
tamento de Pando Leopoldo Fernández como sospechoso del hecho.
Creación de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).
Decreto Supremo 29644, Nacionalización de Empresa Nacional de Electricidad y del sector eléctrico
en Bolivia.
Referéndum revocatorio. El presidente y el vicepresidente son ratificados en sus cargos junto a seis
prefectos, mientras que tres autoridades departamentales fueron revocadas de su mandato. Los pre-
fectos revocados fueron sustituidos por interinos designados por el presidente.
La Asamblea Constituyente se repliega a la ciudad de Oruro donde aprueba un proyecto de Constitución.
Esta es remitida al Congreso y genera jornadas de convulsión entre organizaciones afines y opositoras
al gobierno en distintas ciudades.
El Congreso Nacional realiza modificaciones al proyecto de Carta Magna entregado por la Asamblea
Constituyente. A través de un acuerdo entre el oficialismo y la oposición, se presenta un proyecto
constitucional y se viabiliza el referéndum para consulta popular. Se llaman a elecciones generales
anticipadas y se amplía el periodo de mandato de alcaldes y prefectos por un año.
2009 Referéndum Constitucional. El proyecto de Constitución es aprobado por más del 60% de los votos.
Referéndum dirimidor. Al mismo tiempo en que se llevó a cabo el referéndum constitucional, se puso en
consulta el texto del artículo 398 del proyecto de Constitución Política del Estado sobre la tenencia máxima
de tierras. Más del 80% de los votantes votó a favor de limitar la tenencia de tierras hasta las 5000 hectáreas.
Entra en vigencia la nueva Constitución Política del Estado. Fundación Del Estado Plurinacional de Bolivia.
Elecciones Generales: Evo Morales y Álvaro García Linera son reelectos con el 64% de los votos como
presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional.
Referéndum sobre autonomías. En simultáneo a las elecciones generales, se realizó la consulta a los
departamentos en los que ganó el rechazo a las Autonomías Departamentales en el año 2006. Todos
los departamentos votaron a favor de incorporarse a ese tipo de organización.
2010 Ley Marco De Autonomías y Descentralización.
Ley del Órgano Judicial.
Ley del Órgano Electoral.
Ley de Régimen Electoral.
Ley del Tribunal Constitucional.
Ley de Educación “Avelino Siñani- Elizardo Pérez”
484 la trayectoria de la democracia en bolivia
Ley de Pensiones.
Ley Contra el Racismo y toda forma de discriminación.
Elecciones Departamentales y Municipales. Por primera vez se eligen gobernadores, alcaldes, asam-
bleístas departamentales y regionales, concejales y otros cargos departamentales, locales y regionales.
El MAS es la primera mayoría nacional.
El gobierno pone fin a la subvención de combustibles. La medida conocida como el “Gasolinazo de
Navidad”, produjo una serie de protestas en tanto los precios subían hasta 4 veces durante una semana.
Finalmente, el gobierno dio un paso atrás en la medida.
2011 VIII Marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure TIPNIS contra la
construcción de la Carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos , cuyo trayecto atravesaría el parque.
La marcha es intervenida en la localidad de Chaparina. El rechazo público a la intervención policial,
provocó que el gobierno diera marcha atrás en el proyecto de forma temporal.
Primeras elecciones por sufragio de magistrados del Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional.
Conflictos sectoriales por el incremento de salarios con los trabajadores de salud y magisterio.
2012 Censo de Población y Vivienda. Bolivia cuenta con 10.059 856 millones de habitantes.
Ley 222 que convirtió al TIPNIS en sujeto de consulta pública. Se llevó adelante un proceso de consulta
a los pueblos indígenas llevada a cabo por el Ministerio de Obras Públicas que afectó en gran medida
los alcances de la Ley 180 que declara al territorio patrimonio sociocultural y natural.
IX Marcha indígena en defensa del Territorio Indìgena Parque Nacional Isiboro Sécure.
Decreto Supremo 1126 que restablece las 8 horas de trabajo para los médicos que derivó en un paro
médico de 52 días que obligó al gobierno a derogar el decreto.
2013 Nacionalización de SABSA, entidad que administra los tres principales aeropuertos del país y que estaba
en consesiòn a las empresas españolas Abertis y Aena.
Presentación de la demanda marítima ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya el caso se
denomina “Obligación de negociar acceso al Océano Pacífico (Bolivia v. Chile)”.
Ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia.
Aprobación de la ley de aplicación normativa 381 que viabiliza la postulación de Evo Morales
y Álvaro García Linera a un tercer mandato.
Lanzamiento del satélite de telecomunicaciones boliviano Túpac Katari (TKSAT 1).
2014 Elecciones generales: Evo Morales y Àlvaro Garcìa Linera son reelectos para un tercer mandato como
presidente y vicepresidente de Bolivia con el 61% de la votación.
Ley 535 de minería y metalurgia.
Creación de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia para la publicación de 200 obras fundamentales
a lo largo de la historia del país.
2015 Evo Morales se convierte en el presidente con el mandato continuo más largo en la historia de Bolivia.
Visita del Papa Francisco a Bolivia.
La Asamblea Legislativa Plurinacional aprueba la convocatoria a un referéndum de reforma constitu-
cional del artículo 168 de la Carta Magna.
Bloqueos de áreas de explotación de yacimientos petroleros por parte de comunidades guaraníes
habitantes de la Tierra Comunitaria de Origen Takovo Mora, en el departamento de Santa Cruz
Elecciones Subnacionales. Se eligen gobernadores, alcaldes, asambleístas departamentales, conce-
jales municipales y demás cargos regionales, departamentales y locales al igual que cargos de los
pueblos originarios. El MAS es la primera mayoría. Las decisiones tomadas por los miembros del
Tribunal Supremo Electoral con respecto a la habilitación de candidaturas de la oposición y la forma
en que administraron los comicios generaron polémica en la ciudadanía y los partidos políticos,
incluyendo al oficialismo. Esto provocó la renuncia de todos los miembros del Órgano Electoral. La
Asamblea Legislativa Plurinacional abrió un nuevo proceso de elección para la renovación de este
órgano del Estado.
línea del tiempo respecto a los 40 años de democracia en bolivia 485
2016 Referéndum Constitucional. El 51% del electorado rechazó el proyecto de modificación del artículo 168
de la Carta Magna lo que inhabilita al presidente y al vicepresidente para optar a una nueva reelección.
La justicia condena a seis y tres años de prisión a 133 ex funcionarios y dirigentes cívicos por la
humillación a campesinos en el año 2008.
Personas con discapacidad exigen un bono de 500 bs. al gobierno a través de una caravana desde la
ciudad de Cochabamba a La Paz y acampando en cercanías de Plaza Murillo. Pese a ello, no lograron
su objetivo.
2017 IX Congreso del MAS en Montero Santa Cruz en que debate las posibilidades para lograr la postula-
ción del presidente y el vicepresidente por otros mecanismos, dados los resultados del referéndum..
El Tribunal Constitucional Plurinacional emitió la sentencia 084/2017 anunciando la habilitación de
todas las autoridades nacionales a postularse indefinidamente, sobre todo Evo Morales y Álvaro García
Linera, que estarían habilitados para postular a un cuarto mandato.
Segundas elecciones para elegir a miembros del órgano judicial y el Tribunal Constitucional. Destaca
el alto porcentaje de votos blancos y nulos que llega a superar el 50 % de votos emitidos.
Se llama a la Comisión de la Verdad para el esclarecimiento de delitos de lesa humanidad durante el
periodo de gobiernos militares y dictaduras (1964-1982).
2018 Nuevo Código del Sistema Penal. Varios artículos son cuestionados por varias organizaciones, sobre
todo médicos, que genera una serie de movilizaciones durante semanas que llevó al gobierno a solicitar
al órgano legislativo la abrogación de la norma.
El Órgano Electoral acepta la candidatura de Evo Morales y Alvaro Garcia Linera para las elecciones
de 2019.
La Corte Internacional de Justicia falla en contra la demanda marítima boliviana por 12 votos a 3
rechazando cualquier obligación de Chile a negociar una salida al Océano Pacífico.
Ley de Organizaciones Políticas, que incorpora la figura de “Elecciones Primarias” en los partidos
políticos para las elecciones de 2019.
2019 Elecciones primarias en cumplimiento a la Ley de Organizaciones Políticas donde destacan las “can-
didaturas únicas” en todas las agrupaciones contendientes.
Incendios forestales en la Chiquitania del departamento de Santa Cruz. Se generan movimientos de
rechazo público ante las acciones que lleva adelante el gobierno para afrontar el problema ambiental.
Elecciones generales del 20 de octubre. Se produce un apagón en el sistema de Transmisión de Re-
sultados Preliminares (TREP) al 85% del conteo que indicaba una segunda vuelta entre Evo Morales y
Carlos Mesa. 23 horas después, el sistema se restableció dando a Morales la victoria en primera vuelta.
Al darse los resultados electorales, estalló una crisis política en todo el país entre simpatizantes del
gobierno y detractores, organizaciones y colectivos en contra de la reelección argumentando fraude
electoral. El gobierno llama a una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para verificar
los resultados de los comicios.
Sale a la luz el informe preliminar de la misión de la OEA que identifica irregularidades en las elecciones.
En medio de un motín policial y luego del pedido de las Fuerzas Armadas, Evo Morales y Álvaro García
Linera renuncian públicamente a sus cargos y salen del país con rumbo a México. También renuncian
los presidentes de las cámaras de diputados y senadores que se encontraban en la línea de sucesión
constitucional. Estallan protestas, bloqueos y saqueos en contra de la renuncia del presidente.
Jeanine Añez, segunda vicepresidenta del Senado se proclama como presidenta del Estado Plurinacional.
El nuevo gobierno trata de contener las protestas y los bloqueos en su contra. Se desatan enfrenta-
mientos en las ciudades de Sacaba y El Alto (zona de Senkata), generando más de una decena de
fallecidos. El gobierno transitorio logra acuerdos con las organizaciones de la Coordinadora Nacional
del Cambio y la Central Obrera Boliviana que suspenden las protestas.
Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de elecciones generales. Se anulan los
resultados de las elecciones de ese año y se reestructura el Órgano Electoral.
El gobierno llega a un acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para la inves-
tigación de los hechos sucedidos entre septiembre y diciembre de 2019.
486 la trayectoria de la democracia en bolivia
2020 Ley Excepcional de prórroga de mandato constitucional de autoridades electas. Se amplía el mandato
de todas las autoridades electas hasta la realización de nuevos comicios.
Jeanine Añez anuncia su candidatura presidencial apoyada por una alianza de partidos de oposición
al Movimiento al Socialismo. Unos meses después, renunciaría a la misma.
Surgimiento de la pandemia por Coronavirus (Covid-19). Decreto Supremo 4196 de emergencia sanitaria
que determina cuarentenas rígidas y suspensión de actividades consideradas como no esenciales. Se
suspende el cronograma electoral y se anuncia la postergación de elecciones.
Ante la postergación de las elecciones organizaciones afines al MAS llaman al bloqueo de caminos
exigiendo una fecha definitiva para los comicios. Se llega a un acuerdo con el Órgano Electoral y la
Asamblea Legislativa Plurinacional para que las elecciones sean el 18 de octubre.
Elecciones generales. Luis Arce y David Choquehuanca del MAS son electos en primera vuelta con el
55% de los votos como presidente y vicepresidente del Estado Plurinacional .
El ex presidente Evo Morales retorna de la Argentina una vez instalado el nuevo gobierno.
2021 Elecciones Subnacionales. El MAS logra imponerse como primera fuerza nacional, pero sólo gana
en tres departamentos y pierde en las ciudades más pobladas que son ganadas por organizaciones
opositoras y detractores del partido de gobierno.
La Comisión de la Verdad entrega su informe respecto a los delitos cometidos durante 18 años de
dictadura en Bolivia.
La ex presidente Jeanine Añez es detenida acusada de sedición.
Ley 1386 contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas. Varios artículos son observados por la oposición
y organizaciones cívicas originando protestas y contra-protestas entre afines y contrarios al gobierno,
llevando a este a solicitar la abrogación de la norma.
Inicio del proceso de vacunación contra el Covid-19.
El Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos entrega su informe sobre los causas, descripción de la violación de derechos humanos y
consecuencias de la crisis post-electoral de 2019.
2022 El gobierno anuncia la postergación del Censo de Población y Vivienda para el año 2024.
Bibliografía