Linea Jurisprudencial Eutanasia
Linea Jurisprudencial Eutanasia
Linea Jurisprudencial Eutanasia
DOCENTE
DR. FERNANDO ANDRES GONZALEZ TRUJILLO
RELACION DE SENTENCIAS:
1993
1997
Se considera esta sentencia fundadora en lo que atañe al homicidio por piedad, homicidio
piestistico o eutanasia. En esta sentencia un ciudadano presenta demanda contra el
artículo 326 del Código Penal1, por considerar que mencionado artículo viola los artículos
1
Artículo 326 del Código Penal. Homicidio por piedad. El que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos
sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave o incurable, incurrirá en prisión de seis meses a
tres años. http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1997/c-239-97.htm
1, 2, 4, 6, 11, 12, 13, 14, 16, 18, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 83, 94, 95 numerales 1,2 y 4,
96, 97, 98, 99, 100, 277 numerales 1, 2, 3 y 7, 282 numerales 1 y 2, 365 y 366 de la
Constitución. Dentro del cuerpo argumentativo se analiza lo siguiente: a) ¿Desconoce o
no la Carta Magna, la sanción que contempla el artículo 326 del Código Penal para el
homicidio piadoso?; b) ¿Qué relevancia jurídica tiene el consentimiento del sujeto pasivo
en el hecho jurídico?
En esta sentencia, la Corte Constitucional declaro exequible el artículo 326 del código
penal y abrió la posibilidad para que la muerte digna se hiciera realidad sin caer en una
consecuencia jurídica sancionatoria por parte de la legislación penal, pero siempre
cuando se cumplan unas pautas enumeradas en la presente decisión. En la sentencia,
la Alta Corte conceptualizo sobre el derecho a morir dignamente argumentando que el
derecho fundamental a vivir en forma digna debe ser concordante con el derecho a morir
dignamente, pues no se puede condenar a una persona a prolongar su vida o existencia,
cuando este mismo no lo desea y padece unas irreversibles consecuencias físicas
producto de enfermedades catastróficas, terminales o incurables, lo cual su prolongación
de tiempo lo equipararía con un trato cruel e inhumano, atentando contra su dignidad y
autonomía.
Por otro lado, la Corte se pronuncio acerca de la eutanasia como mecanismo para causar
la muerte a un ser humano a fin de evitarle sufrimientos, de acuerdo al concepto anterior,
se hace análoga en su objetivo con el homicidio piadoso o por piedad, ya que la muerte
se convierte en un mecanismo para terminar dolores insoportables, deformaciones o
cualquier otra circunstancia que estén deteriorando la vivencia de una persona y
atentando a su dignidad humana. Por otro lado la eutanasia siempre estará enmarcada
dentro de un tipo de homicidio, por cuanto su objetivo final es acabar con la vida de otra
persona, sin embargo, dentro de la presente decisión, puede ser consentida por quien la
padece y debe ser apoyada, vista y entendida como un procedimiento médico. Para lo
anterior, la Corte ha concluido una seria de puntos esenciales para regular esta práctica
como lo es la verificación rigurosa por parte de personas competentes y sus respectivos
conceptos médicos y científicos, la indicación de las personas que deben intervenir en el
procedimiento, la circunstancias, el consentimiento, la expresión de quien la padece y
otras pautas regidas en la presente decisión y que buscan regular esta práctica.
Por último, es importante concluir que la Corte Constitucional reconoce que el homicidio
por piedad es Constitucional, además no se opone a la decisión del individuo de seguir
o no con su vida y de pedir ayuda a morir cuando su existencia se convierte en una
situación insoportable debido a dolores fuertes, tratamientos inviables o cualquier otra
circunstancia que atente contra su dignidad humana. Por lo anterior, una persona en
estado terminal y que considere que su vida y existencia es incompatible a su dignidad
humana, puede proceder a que un tercero (medico acreditado) le ayude a asistir en su
opción de muerte digna, cumpliendo los puntos de regulación y sin limitaciones estatales
más allá de las mencionadas en la presente sentencia.
1.1.3 Objeción de Conciencia
2006
1.1.4 Sentencia C-355/06 Ms.Ps Dr. Jaime Araujo Rentería y Dra Clara Inés Vargas
Hernández
2008
2
Artículo 74. DELITOS QUE REQUIEREN QUERELLA. Para iniciar la acción penal será necesario querella en los
siguientes delitos, excepto cuando el sujeto pasivo sea un menos de edad: 1 (…)2. Inducción o ayuda al suicidio (C.P.
Artículo 107). Tomado de la página del senado de la república,
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_09060_204a.html
casos concretos como que el sujeto pasivo sufra de una enfermedad terminal, incurable
y degenerativa, que el sujeto activo que realiza la actividad de la eutanasia sea un
médico, que exista una voluntad expresa, anticipada e informada por parte del paciente.
También se hizo énfasis en la diferencia de tratamiento paliativo y la de eutanasia y
suicidio asistido, ya que la primera su objetivo es mejorar la calidad de vida, suministrarle
las condiciones necesarias para que los pacientes vivan en lo posible hasta el momento
de su deceso; para el suicidio asistido es el paciente quien da inicio a una conducta
punible, después de recibir las recomendaciones y asistencia necesaria del médico
tratante para que el paciente pueda terminar con su vida.
2016
En el caso concreto, la Alta Corte en su resuelve, revoca la decisión proferida por la Sala
de Casación Civil dela Corte Suprema de Justicia, en su lugar ampara los derechos
fundamentales de la persona accionantes, por otro lado niega al accionante al derecho
de la muerte asistida por cuanto no cumple los preceptos que demanda la sentencia C-
239 de 1997 al no reposar documento de especialistas que califiquen como terminales
las enfermedades que padece el accionante, en este punto hace énfasis la Corte, al decir
que no basta con el señalamiento por parte del accionante de querer acceder a una
muerte digna, sino por el contrario debe cumplir con los ítems señalados en la
mencionada sentencia, de ahí depende el estudio jurídico si de verdad la prolongación
de la vida para el accionantes se convierte en un trato inhumano y cruel que deriva en
una lesión a su dignidad humana.
Se presenta por parte de dos ciudadanos una demanda para que la Alta Corte declare la
inexequibilidad del parágrafo del artículo 9 de la Ley 911 de 2004, ya que los
demandantes consideran que vulneran los artículos 1, 11 y 12 de la Constitución Política
de Colombia.3
De acuerdo a lo anterior, la Alta Corte entra a determinar el alcance y la posibilidad que
puede tener el profesional de enfermería de hacer uso de la objeción de conciencia y si
esta, lesiona derechos fundamentales como son la dignidad humana, el derecho a una
vida digna y la prohibición de tratos inhumanos y degradantes. Por otro lado, surge otro
problema jurídico como es, si el ejercicio de la objeción de conciencia por parte de los
profesionales de enfermería es compatible con el derecho a un servicio de salud
oportuno, de calidad y continuo.
Un aspecto importante que resalta la Corte Constitucional en referencia a las decisiones
de los profesionales de enfermería en lo que respecta a la atención integral de los
pacientes para la protección de sus derechos fundamentales y también por supuesto a
los profesionales de enfermería; es que los valores deben ser recíprocos, velando por
los intereses de las partes, afirma que la deontología debe servir como puente entre lo
ético y lo jurídico, consignando unos deberes mínimos de todo profesional. Por otro lado,
la Corte ya se ha pronunciado sobre la objeción de conciencia en diferentes ámbitos
como el religioso, militar y educación, es un precepto que no debe ser sometido a juicio
acerca de su justa o injusta causa; sin embargo, cuando la objeción de conciencia se
exterioriza y se llega a un punto de incumplimiento de un deber jurídico se puede estar
presentando un conflicto en relación con los derechos de otra persona, una colisión entre
los derechos a objetar y los valores protegidos incumplidos hacia otra persona.
De acuerdo a lo anterior, la Corte Constitucional declara la inconstitucionalidad parcial
de la expresión “En los casos en que la ley o las normas de las instituciones permitan
procedimientos que vulneren el respeto a la vida, dignidad, y los derechos de los seres
humanos”, y el contenido de este pauta será la siguiente, “el profesional de enfermería
podrá hacer uso de la objeción de conciencia, sin que por esto se le pueda menoscabar
sus derechos o imponérseles sanciones” (Corte Constitucional, 2016)
2017
La Corte Constitucional escogió para revisión, la presente tutela donde suprimió los
nombres de los accionantes por cuanto el caso de estudio interviene un menor de edad.
Los padres de un menor interpusieron acción de tutela contra una EPS por su silencio
en la valoración en referencia a la resolución 1216 de 2015 y por su falta de respuesta
3
Ley 911 de 2004. Artículo 9. Es deber del profesional de enfermería respetar y proteger el derecho a la vida de los
seres humanos, desde la concepción hasta la muerte. Así mismo respetar su dignidad, integridad genética, física,
espiritual y psíquica. La violación de este artículo constituye falta grave. PARAGRAFO. En los casos en que la ley o las
normas de las instituciones permitan procedimientos que vulneren el respeto a la vida, la dignidad, y derechos de
los seres humanos, el profesional de enfermería podrá hacer uso de la objeción de conciencia, sin que por esto se le
pueda menoscabar sus derechos o imponérsele sanciones. Tomado de ámbito jurídico.
https://www.ambitojuridico.com/BancoMedios/Documentos%20PDF/sent-c-274-16.pdf
ante la pregunta si a su hijo se le podía practicar la muerte asistida. En la parte resolutiva
aparte de confirmar la sentencia proferida por el Juzgado de conocimiento amparando
los derechos del menor, en otras consideraciones en su resuelve determinar conductas
irregulares por parte de la EPS, también ordeno al Ministerio de Salud y Protección Social
para que expida la reglamentación necesaria y se haga seguimiento para que todas las
Instituciones Prestadoras de Salud conformen el comité interdisciplinario de acuerdo a lo
establecido en la Resolución 1216 de 2015 con el fin de garantizar una muerte digna no
solamente de adultos, sino también de niños, niñas y adolescentes. Por otro lado ordeno
al Congreso de la Republica que en un plazo no menor de dos años establezca los
criterios, presupuestos y parámetros necesarios para tener acceso a una muerte digna
de adultos, niños, niñas y adolescentes.
Para el análisis general del tema de la eutanasia y la muerte digna, nos hemos planteado
la siguiente pregunta: ¿los pacientes que deciden de manera voluntaria terminar con su
vida por causa de una enfermedad incurable o catastrófica, son respetados en su
decisión o si por el contrario se niega bajo el amparo de la objeción de conciencia? Para
responder a la pregunta anterior, es importante realizar un análisis general sobre las
decisiones trascendentales que ha tomado la Corte Constitucional en lo que respecta a
la muerte digna, protección a la vida, a la objeción de conciencia y el papel que deben
cumplir las entidades de salud, y en general todas aquellas que intervienen en la
protección fundamental de derechos constitucionales. Inicialmente la sentencia T-493
de1993, concluye que el individuo es libre de decidir en caso de enfermedad grave, si
enfrenta la muerte o quiere prolongar su vida por medio de tratamientos médicos, esto
por cuanto la persona es libre de decidir en lo que respecta a su esfera propia de
intimidad, vida privada y libre desarrollo de la personalidad; posteriormente llegamos a
la sentencia C-239 de 1997 que se considera la sentencia fundadora, en lo que respecta
a los parámetros a cumplir en lo que atañe al homicidio por piedad, piestistico o
eutanasia, su estudio y decisión radica en el acceso a una muerte digna sin caer en una
consecuencia jurídica sancionatoria, de igual forma se busca establecer la balanza entre
una vida digna y una muerte digna. La Corte reconoce que la muerte por piedad es
constitucional, siempre y cuando se cumpla los preceptos de la presente sentencia para
el acceso a la eutanasia.
La sentencia C-355 de 2006 no habla explícitamente de la eutanasia por cuanto su
contenido en mayoría, están ligados a los derechos de la mujer y la protección de la vida
del no nato; sin embargo, se refiere de manera conceptual a la eutanasia en lo que
respecta a la objeción de conciencia, ya que considera que la misma no es un derecho
de las personas jurídicas, sino que es un derecho reconocido a la persona natural. En la
sentencia C-224 de 2008 se declara inhibida por cuanto la norma demandado se
encuentra excluida del ordenamiento jurídico, sin embargo, dentro de su análisis
jurisprudencial se afirma lo conceptuado en la sentencia C-239/97, razón por la cual se
encuentra dentro de la misma línea decisional. Por otro lado, la sentencia C-233/14
establece los parámetros para la valoración de la muerte digna en casos concretos, así
mismo la diferencia entre tratamiento paliativo, la eutanasia y el suicidio asistido, se
confirma los conceptos de la sentencia fundadora.
La sentencia T-970 de 2014 de revisión de tutela, confirma el amparo de los derechos
constitucionales, además emana otros mandatos dirigidos a las prestadoras de salud
para que conformen comités interdisciplinarios que estudien y realicen las labores
tendientes a estudiar y dar agilidad a procesos que protejan derechos fundamentales de
los pacientes y además el estudio científico para la viabilidad de la eutanasia, esta
sentencia se encuentra en la misma línea decisional de las sentencias C-239/97 y C-
233/14. La sentencia C-132/16 establece la importancia de proteger los derechos
fundamentales cuando se pueda presentar un hecho superado o daño consumado, por
otro lado confirma lo plasmado en anteriores sentencias en lo que respecta a la
protección de la dignidad humana y los parámetros a cumplir para el acceso a la
eutanasia, si bien es cierto que ampara los derechos del demandante, por otro lado,
niega el acceso a la eutanasia por cuanto en el estudio jurídico se determinó que no
cumple con los requisitos establecidos en la sentencia C-239/97.
En la sentencia C-327/16, se demanda el artículo 90 del Código Civil el cual el
accionantes considera que va en contravía del bloque de constitucionalidad y que no
cumple con la protección del derecho a la vida desde su misma concepción; en este
sentido la Corte ya se ha pronunciado sobre los principios de proporcionalidad y
razonabilidad, teniendo en cuenta que la protección a la vida es un bien
constitucionalmente importante, pero no absoluto, es gradual según su desarrollo. La
sentencia C-274/16 estudia dos problemas jurídicos: primero la objeción de conciencia
de los profesionales de la salud, específicamente de los de enfermería y segundo, si la
objeción de conciencia es compatible con el servicio de salud oportuno, de calidad y
continuo, en este caso la Corte hace énfasis en la reciprocidad de respeto de valores
tanto de pacientes como de profesionales de enfermería, por otro lado, hace el análisis
en cuanto la objeción de conciencia se exterioriza no debe ser causante de
incumplimiento un mandato jurídico, se debe velar por un equilibrio entre lo ético y lo
jurídico, siempre pensando en la protección de la dignidad humana.
Por último, en las sentencias T-544/17 y T-423/17 se confirma la línea decisional de la
sentencia C-239/97 y los parámetros para acceder a la eutanasia, se ampara los
derechos fundamentales de los accionantes y se ordena a las entidades prestadoras de
salud para que en primer lugar establezcan comités interdisciplinarios médicos y
científicos que estudien los casos de solicitudes de eutanasia, se abstengan de poner
barreras administrativas y burocráticas que menoscaben la voluntad del paciente y otros
mandatos que buscan la integralidad y universalidad en materia de protección de
derechos fundamentales constitucionales.
CONCLUSION
GLOSARIO¨
EUTANASIA DIRECTA: cuando existe una provocación intencional del médico que
busca la terminación de la vida del paciente. Esta a su vez posee dos formas:
Activa o positiva: se le considera activa o positiva (acción) cuando existe un
despliegue médico para producir la muerte de una persona como suministrar
directamente algún tipo de fármaco o realizando intervenciones cuyo objetivo es
causar la muerte.
Pasiva o negativa: es pasiva o negativa (omisión) cuando la muerte es producida
por la omisión de tratamientos, medicamentos, terapias o alimentos. En este tipo de
eutanasia, la actuación del médico es negativa pues su conducta es de «no hacer».
En otras palabras se culmina todo tipo de actividad terapéutica para prolongar la
vida de una persona que se encuentre en fase terminal, pues se ha concluido que
el tratamiento es inútil para el mejoramiento del paciente.
SUFRIMIENTO: Tener o padecer un daño o dolor físico o moral. Padecer habitualmente una
enfermedad o un trastorno físico o mental.
BIBLIOGRAFIA