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Rol Psicologo Posconflicto

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Ana María Blanco Forero

Karen Lisseth Sáenz Pérez


Universidad del Rosario
2019

¿Cuál es el rol del psicólogo jurídico y/o forense en el post conflicto?

El objetivo principal de este ensayo es exponer el rol del psicólogo jurídico o forense en
la salud mental de los excombatientes del conflicto armado en Colombia. Se comenzará con
una breve contextualización del conflicto en Colombia, continuando con el proceso de paz y
como se entiende el posconflicto en Colombia. Seguidamente, se expondrán las afectaciones
en la salud mental que presentan los excombatientes y se revisarán los diferentes aportes que
ha hecho la psicología jurídica o forense al posconflicto. Para concluir con la respuesta a la
pregunta ¿Cuál es el rol del psicólogo jurídico o forense en la salud mental de los
excombatientes en el post conflicto colombiano?

El conflicto en Colombia no es una situación novedosa, sin embargo, el conflicto armado


a raíz del surgimiento de grupos al margen de ley, emergió en 1960 caracterizado por un
enfrentamiento continuo de intensidad variante entre el Estado y las guerrillas de extrema
izquierda, al que se le sumó grupos de extrema derecha como paramilitares, además, de bandas
criminales y cárteles de droga. Situación que se agravó en los años 80, cuando los grupos
subversivos centraron sus ataques a la población civil, debido al patrocinio del narcotráfico
(Verdad Abierta, 2008).

A lo largo del tiempo en Colombia, se han realizado negociaciones de paz con distintos
grupos armados al margen de la ley, el primer acuerdo que se realizó fue en el gobierno del
Expresidente Belisario Betancur, es decir de 1982 a 1986 a este acuerdo se acogieron tres
grupos principalmente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, el
Movimiento 19 de Abril M-19 y El Ejército Popular de Liberación EPL, el acuerdo de cese al
fuego y tregua fracasó gracias a la polarización política del país, aun así la mayoría de los
desmovilizados se mantuvo en el proceso de reinserción aunque este no les diera garantías de
seguridad. Bouzas, (citado en Villarraga, 2013)

De acuerdo con lo expuesto por Villarraga (2013), el primer acuerdo dio paso a otros que
se llevaron a cabo en años posteriores, por ejemplo el acuerdo ejecutado en los años 90, este
fue muy importante ya que contribuyo a la realización de La Asamblea Nacional Constituyente
que llevó a cambiar la Constitución Política del país, pero nuevamente los desmovilizados
fueron víctimas de persecuciones y asesinatos, algunos de los grupos consideraron que no se
estaba dando cumplimiento a los acuerdos, por ello, muchos volvieron a las armas y hubo una
multiplicación masiva de grupos insurgentes. Años más tarde, se implementó una norma que
permitió a los integrantes de diferentes grupos desmovilizarse de manera individual y no bajo
un acuerdo colectivo, esta norma también contempló beneficios económicos para aquellos que
tomaron la decisión de dejar las armas, entre los años 2003 y 2006 en el gobierno de Álvaro
Uribe se llevó a cabo la desmovilización de las Autodefensas unidas de Colombia (AUC), este
proceso se caracterizó por una mayor cantidad de personas desmovilizadas y porque en él, se
exige la atención a los derechos de las víctimas que dejó el conflicto.

Los acuerdos anteriormente descritos son el reflejo de una búsqueda de paz al interior del
país y el más reciente, es el acuerdo firmado en la Habana, este tardó al menos cuatro años en
las mesas de negociación y se tuvieron en cuenta seis puntos esenciales: Política de desarrollo
agrario integral, Participación política, fin del conflicto, solución al problema de las drogas
ilícitas, Víctimas y por último implementación verificación y refrendación. Es importante
resaltar que se realizaron modificaciones en algunas instituciones del gobierno nacional, por
ejemplo, lo que antes se denominaba la Agencia Colombiana para la Reintegración paso a
llamarse Agencia para la Reincorporación y Normalización, esto dado que modificó sus
funciones para ajustarse a los nuevos retos y demandas, que implicaba la firma del acuerdo.
Oficina Alto Comisionado para la Paz (S.F)

Ahora bien, “superadas” parcialmente las etapas de conflicto y acuerdo, el siguiente paso
es el postconflicto. Para ello, necesariamente se debe hacer mención de las instituciones que
intervienen en estos procesos, por ello se abordará el tema de salud mental, en dos muestras
poblacionales los excombatientes pertenecientes a las fuerzas militares y los miembros de
grupos armados al margen de la ley.

Teniendo en cuenta lo anterior y de acuerdo con la Agencia para la Reincorporación y


Normalización (S.F) un excombatiente es aquella persona que hizo parte del GOAML (Grupo
Armado Organizado al Margen de la Ley) de las FARC-EP y que ha realizado su proceso de
desmovilización / movilización a la vida civil. Sin embargo, Jiménez (2009), en su trabajo
Salud mental en el posconflicto colombiano, considera únicamente excombatientes a los
miembros de las fuerzas militares, y hace énfasis en que la salud mental es un vector de buena
calidad de vida en las personas y que hace alusión a la integralidad, el equilibrio y la capacidad
para ser una persona productiva a corto, mediano y largo plazo.
En Colombia existen pocos estudios sobre salud mental en excombatientes dado que
generalmente se ha prestado más atención en salud y bienestar a las víctimas y no a los
victimarios, sin embargo en un estudio realizado por Espriella & Falla (2009), se encontró que
los excombatientes desmovilizados presentan estrés postraumático, pero no son diagnosticados
o tratados y algunas de las razones para que esto ocurriera son el sistema de creencias de los
mismos y de los investigadores en su momento, ocultamiento de los síntomas, el hecho de ser
hombres y factores contextuales específicos de esta población, también se evidenció que
muchos de los participantes presentaban dependencias por consumo de sustancias y otra serie
de trastornos que se les pudo diagnosticar de acuerdo con el DSM IV.

Se debe tener en cuenta también el momento del ciclo vital en el que se encuentra el
excombatiente y su género, dado que esto permitiría detectar otros problemas de salud mental
más allá del estrés postraumático. Como se encontró en diferentes estudios realizados, por
ejemplo, en el estudio realizado por Tobón, Aguirre, Velilla, Duque, Ramos & Pineda (2016),
se encontró que los excombatientes (hombres y mujeres) en una edad promedio de 32 años
presentan con mayor frecuencia trastorno de personalidad antisocial y trastorno disocial de la
conducta, al igual que distrés personal y bajo rendimiento en función ejecutiva. Así mismo, en
el artículo ¿Qué pasa con la salud mental de los excombatientes? (Pineda, 2016), en el análisis
de un grupo de 240 desmovilizados de las FARC y las AUC (14% mujeres), se encontró que
el 18% presentaban alteraciones en la empatía emocional y presentaban criterios de diagnóstico
del trastorno de personalidad antisocial. El 73% de los ex combatientes de las FARC
manifestaron depresión, ansiedad generalizada y crisis de pánico, además, gran parte de ellos
presentaban adicciones al alcohol y otras sustancias.

En cuanto a los excombatientes de las fuerzas militares, Jiménez (2009) señala que en
algún momento las fuerzas militares colombianas fueron reformadas a nivel comportamental,
se les adoctrino para tener más hombres en la ofensiva militar y esto generó que se
multiplicaran las operaciones ofensivas destacándose entre ellas las operaciones Jaque y
Aniquilador. Para este autor es importante determinar si existen secuelas psicológicas que
puedan resultar en estrés postraumático, pues hay bastante investigación en excombatientes
militares en Estados Unidos pero no en Colombia, por el contrario hay casos reales de
excombatientes que acabaron con su vida y la de muchas otras personas, pero no se puede
determinar si lo hicieron bajo una condición de Estrés Postraumático, un claro ejemplo de ello
es el caso de Campo Elías Delgado, en el restaurante Pozzeto en 1986.
Por otra parte, a lo largo de los años, los psicólogos jurídicos y/o forenses han trabajado
con la compresión y resolución de conflictos humanos, las secuelas producto de la
victimización, el testimonio, el estado mental del acusado, agresión sexual apoyo en la toma
de decisiones y brindar asesorías (Méndez, 2019). Además, han reconocido la afectación
psicosocial producto del conflicto armado, fortalecimiento de los encuentros humanizantes,
también han hecho parte de acompañamientos interdisciplinares en la ruta de reintegración y
reparación (Méndez, 2019), esto último con el fin de cumplir con la Ley 975 de 2005 donde se
plantea, que las víctimas tienen derecho a la verdad, justicia y reparación.

Teniendo en cuenta todo lo que se mencionó anteriormente, es claro que el psicólogo


jurídico y/o forense juegan un papel importante en el posconflicto colombiano especialmente
en la salud mental de los excombatientes, pues estas personas presentan diferentes afectaciones,
como lo son trastorno de estrés post traumático, trastorno de personalidad antisocial, trastorno
disocial de la conducta, distrés personal, rendimiento en función ejecutiva, ansiedad
generalizada, abuso de sustancias, además de haber sido víctimas de abuso sexual, tanto
mujeres como hombres. En el boletín 12 de Corporación Sisma Mujer (2017), se muestran las
cifras de exámenes médicos legales por violencia sexual, en el cual, 218 mujeres y 38 hombres
fueron víctimas de violencia sexual.

Consideramos que el rol del psicólogo jurídico y/o forense en la salud mental de
excombatientes consiste en la orientación y acompañamiento a estas personas, realizar
programas para la rehabilitación e integración a la comunidad, al sistema social y legal, además,
de psico educar a la comunidad en general para que se disponga a acoger a este tipo de
población.
Referencias

Agencia para la reincorporación y normalización (S.F) Reincorporación. Recuperado de


http://www.reincorporacion.gov.co/es/reincorporacion/Paginas/Glosario-de-
reincorporacion.aspx

Corporación Sisma Mujer. (2017), Del fin de la guerra a la erradicación de la violencia sexual
contra las mujeres: un reto para la paz. Boletín No. 12. Retomado de
https://www.sismamujer.org/wp-content/uploads/2017/12/2017-Bolet%C3%ADn-25-
de-mayo-de-2017-Del-fin-de-la-guerra-a-la-erradicaci%C3%B3n-de-la-violencia-
sexual-contra-las-mujeres-un-reto-para-la-paz.pdf

Espriella de la, R., & Falla, J. (2009). Reflexiones sobre la atención en salud mental de
desmovilizados de grupos armados en Colombia. Revista Colombiana de Psiquiatría,
38(2), 230-247.

Jiménez, W. A. (2009). Salud mental en el posconflicto colombiano. Revista criminalidad,


51(1), 179-192.

Ley N° 975. Diario Oficial de la República de Colombia, Bogotá, Colombia, 25 de julio de


2005.

Méndez, O. E. (2019). Psicología jurídica y forense. Presentación en PowerPoint. Bogotá:


Universidad del Rosario.

Oficina Alto Comisionado para la Paz (S.F) Todo sobre el acuerdo de paz. Recuperado de
http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co

Pineda, D. (2016). ¿Qué pasa con la salud mental de los excombatientes? Retomado de
http://www.revistacredencial.com/credencial/noticia/actualidad/que-pasa-con-la-salud-
mental-de-los-excombatientes

Tobón, C., Aguirre, D. C., Velilla, L., Duque, J., Ramos, C. P., & Pineda, D. (2016). Perfil
psiquiátrico, cognitivo y de reconocimiento de características emocionales de un grupo
de excombatientes de los grupos armados ilegales en Colombia. Revista Colombiana de
Psiquiatría, 45(1), 28-36.

Verdad Abierta (2008). El comienzo: los años del MAS y las Autodefensas del Magdalena
Medio (1981-1991). Retomado de.
https://web.archive.org/web/20110902054712/http://www.verdadabierta.com/articulo-1-
periodo-

Villarraga Sarmiento, Á. (2013). Experiencias históricas recientes de reintegración de


excombatientes en Colombia. Colombia Internacional, (77), 107-140.

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