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La Ley de La Cadena PDF

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Caso

La ley de la cadena
Todo equipo es tan fuerte como lo es su eslabón más débil

Tomado del libro 17 leyes de liderazgo de John C. Maxwell

El 24 de marzo de 1989, se divulga la noticia de que en el estrecho Príncipe William


de Alaska había ocurrido un accidente con desastrosas consecuencias para el medio
ambiente.
El barco petrolero Exxon Valdez había encallado en un arrecife Bligh provocando
una rotura en el casco que afectó a ocho de los once tanques de la nave. El resultado
fue que se derramaron en el mar 10.8 millones de galones de petróleo que
transportaba el barco.
El impacto negativo en el área fue inmenso. La pesca y el turismo se vieron
interrumpidos, dañando la economía de la región. Los efectos en el medio ambiente
fueron incalculables. Los expertos estimaron que habrían muerto 250 orcas y miles
de millones de huevos de peces comestibles como salmones y arenques. Aunque el
de Exxon Valdez no fue el peor accidente de este tipo, los expertos consideran que
en términos de daños al medio ambiente ha sido el peor.
Por supuesto, la Exxon, propietaria del barco, también pagó su precio. Sus
representantes estiman que el accidente les costó 3,500 millones de dólares:

• 2,200 millones de limpieza


• 300 millones en pago por demandas
• 1000 millones en costos estatales y federales
Pero eso no es todo. Además de lo que la compañía Exxon ya ha pagado, es
probable que tengan que pagar 5000 millones adicionales por concepto de daños
punitivos, un juicio que después de más de una década de ocurrido el accidente
todavía están tratando de revertir a través del proceso de apelación. ¿Cuál fue la
causa de este accidente que ha tenido costos tan altos? La respuesta se puede
encontrar en la ley de la cadena.
La Cadena se rompe
Cuando el 23 de marzo se desconectó de la terminal de Alyeska, el Exxon Valdez
inició lo que pareciera ser una travesía rutinaria. Un experto guió a la nave a través
del estrecho Príncipe William y luego entregó el mando a su capitán, Joe Hazelwood.
Él ordenó que se pusiera a la nave en un curso determinado, entregó los controles
a Gregory Cousins, tercer oficial y abandonó el puente. Treinta y cinco minutos más
tarde, el Exxon Valdez encallaba en un arrecife y derramaba en el mar toneladas de
petróleo.
Las investigaciones que siguieron al accidente pintaron un cuadro muy feo: descuido
en las medidas de seguridad, desatención a las políticas de la compañía y falta de
idoneidad en la toma de decisiones. El capitán había estado bebiendo en las horas
previas a que tomara el control del barco. Mientras el tanquero navegaba a través
del estrecho, en la sala del timonel permanecía solo un oficial, en lugar de los dos
que se requería. Y esto se mantuvo así después que el experto entregó el mando.
(Además, ese oficial, Cousins, había venido cumpliendo un horario excesivo de
trabajo, lo que hace suponer que la fatiga de que era víctima contribuyó al error en
la navegación que desembocó en el accidente.) Tampoco había un vigía permanente
en el puente mientras la nave avanzaba.
Hubo también discrepancias entre lo que el capitán Hazelwood informó al Centro
de Tráfico que hizo y las órdenes que en realidad dio. A las once y media de la
noche el capitán avisó por radio que tomaría un curso de 200 grados y reduciría la
velocidad a causa de los témpanos de hielo con los que se encontraban de vez en
cuando en la ruta que llevaban.
Pero la lectura de los motores demostró que la velocidad se mantuvo en aumento.
Nueve minutos después, el capitán ordenó que el barco tomara un curso de 180
grados y se conectara el piloto automático, pero nunca informó al Centro de Tráfico
del cambio. Y a las 11:53 horas, abandonó el puente de mando.
Cuatro minutos después de medianoche, el barco estaba en el arrecife. Por casi dos
horas, primero Cousins y luego Hazelwood trataron de sacarlo de allí, mientras el
petróleo se vertía en el mar. Se estima que durante las primeras tres horas el barco
perdió 5.8 millones de galones de petróleo. Para entonces, el daño ya estaba hecho
y el eslabón débil había roto la cadena. La costa de Alaska era un desastre y la
carrera de Hazelwood como capitán del barco había llegado a su fin, mientras que
la Exxon empezaba a sufrir los efectos de una pesadilla en materia de relaciones
públicas y tenía que enfrentar crecientes obligaciones financieras.
Aunque a cualquier equipo le gusta medirse por sus mejores hombres, la verdad es
que todo equipo es tan fuerte como lo es su eslabón más débil. No importa cuánto
traten de racionalizarlo, compensando u ocultarlo, finalmente un eslabón débil
quedará en evidencia. Esa es la ley de la cadena.

En este caso se explica con mucha claridad el principio de Unidad y Unión, ya que
todos los trabajadores, desde el capitán hasta el último de sus marineros
permanecían unidos dentro de barco, pero lamentablemente no hubo unidad entre
ellos como equipo en el momento de la toma de decisiones para lograr el objetivo
propuesto, que era trasportar el petróleo a través del estrecho Príncipe William.
Es de suma importancia en los diferentes ámbitos de la vida, ya sea en la familia,
en el trabajo y en la comunidad en donde se desenvuelve.
Haciendo una reflexión personal sobre el cumplimiento del principio de Unidad y
Unión cuando se trabaja en equipo, responda Sí o No a los siguientes enunciados.

Enunciados Si No
Me cuesta mantenerme a nivel de los demás miembros del
equipo
Tengo dificultad en asumir responsabilidad ante situaciones
adversas
Se me hace difícil ver mis propias debilidades
Me cuesta trabajar con el resto del equipo
Fallo vez tras vez en llenar las expectativas en áreas de
responsabilidad

Si usted marca más de un cuadro con la respuesta Sí, escriba una acción a tomar
para hacer una mejora en su trabajo en equipo y en el cumplimiento del principio
estudiado.
Si todas sus respuestas fueran No, ¡Felicitaciones!, usted es un experto en la
aplicación del Principio de Unidad y Unión y de trabajar en equipo, por lo que le
solicitamos un consejo práctico que aplique en su vida diaria.

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