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Sala Nezahuacoyotl

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Fonseca Lazard Cristian

Segunda Temporada 2018 Programa 4

Sala Nezahualcóyotl

Introducción:

 Sala Nezahualcóyotl:

Entre las muchas contribuciones de Eduardo Mata a la vida cultural de


México, probablemente la que más perdure en el tiempo sea la Sala
Nezahualcóyotl. Por supuesto, se trata de una obra monumental en la que
confluyeron muchas voluntades y talentos, pero fue gracias al impulso de
Mata que la Filarmónica de la UNAM se convirtió en la primera orquesta
mexicana a la que se le construyó una sede especialmente diseñada para
música sinfónica. Con ello se coronaban los esfuerzos realizados por el
conjunto y su insigne director, en los que tras varios años de arduo trabajo,
la calidad en las interpretaciones fue elevándose consistentemente. Del
mismo modo, el número creciente de espectadores, muchos de ellos
estudiantes y maestros universitarios, había hecho insuficiente el Teatro de
Arquitectura primero y luego el Auditorio Justo Sierra de la Facultad de
Filosofía y Letras.

Inspirado en el Concertgebouw de Ámsterdam, construido en 1888, pero


sobre todo en la Philharmonie de Berlín, sede de la orquesta más importante
de la capital alemana, de 1967, Eduardo Mata tenía una idea muy clara de la
nueva sala. Tendría que ser acogedora, con el público rodeando al escenario
de manera que hubiera una relación más íntima entre los músicos y los
asistentes, y acaso lo más importante, que tuviera un excelente sonido. El
proyecto fue confiado al arquitecto Arcadio Artis y a Christopher Jaffe, quien
se encargó del diseño acústico.

El 27 de febrero, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional


Autónoma de México (UNAM) inicia su primera temporada de 1976,
consistente en siete pares de conciertos que se realizan de febrero a abril. El
lunes 26 de abril, Diego Valadés, director general de Difusión Cultural, da
posesión a Héctor Quintanar como nuevo director titular de la Orquesta
Filarmónica de la UNAM (Ofunam), en sustitución de Eduardo Mata.
 OFUNAM:

La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), el conjunto sinfónico más


antiguo en el panorama cultural de la Ciudad de México, constituye uno de
los factores preponderantes del proyecto cultural de mayor trascendencia del
país: el de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En 1929, a raíz de la recién lograda autonomía universitaria, estudiantes y


maestros de música constituyeron una orquesta de la entonces Facultad de
Música de la UNAM.

Posteriormente, con un proyecto aprobado por el gobierno de Lázaro


Cárdenas, se transformó en un conjunto profesional en 1936. Originalmente
denominada Orquesta Sinfónica de la Universidad, su dirección fue
compartida por José Rocabruna y José Francisco Vásquez, y su sede se fijó
en el Anfiteatro Simón Bolívar, de la Escuela Nacional Preparatoria.

De 1962 a 1966, Icilio Bredo tuvo a su cargo la dirección artística de la


orquesta, cuya sede se cambió al Auditorio Justo Sierra, de la Facultad de
Filosofía y Letras. En 1966, la designación de Eduardo Mata como director
artístico marcó el inicio de una nueva y brillante etapa de desarrollo del
conjunto que duró nueve años. Fue durante este período que la Orquesta
Sinfónica de la Universidad se convirtió en Orquesta Filarmónica de la
UNAM, y comenzó la construcción de un nuevo y moderno recinto para
albergar al conjunto universitario, la Sala Nezahualcóyotl. Héctor Quintanar
fue nombrado director artístico en 1975.

Al año siguiente, la orquesta se mudó a su actual sede. Desde entonces, la


orquesta universitaria ha trabajado bajo la guía de Enrique Diemecke y
Eduardo Diazmuñoz (1981 a 1984, directores asociados), Jorge Velazco
(1985 a 1989), Jesús Medina (1989 a 1993), Ronald Zollman (1994 a 2002),
Zuohuang Chen (2002 a 2006), Alun Francis (2007 a 2010) y Jan Latham-
Koenig (2012 a 2015). Desde enero de 2017, Massimo Quarta es el director
artístico de la OFUNAM.
 Ana Emilia Castañeda (Flauta):

Originaria de la Ciudad de México, Ana Emilia Castañeda actualmente


estudia flauta en la Facultad de Música de la UNAM con Miguel Ángel
Villanueva. En dos ocasiones, ganó el concurso Nacional de Flauta
Transversa Gildardo Mojica y Rubén Islas. En 2017, ganó el Concurso de
Jóvenes artistas del Festival Latinoamericano de Flauta de Toronto en
Canadá. Fue flautista principal de la Orquesta Sinfónica Estanislao Mejía de
la Facultad de Música en el festival Young Euro Classic en Alemania. Se ha
presentado en el Palacio de Bellas Artes, la Sala Nezahualcóyotl, la Casa del
Lago, el Teatro Juárez, la Sala Blas Galindo y otros escenarios de México

Programa:

 Jean Sibelius (1865-1957) – Vals triste


 Carl Nielsen (1865-1931) – Concierto para flauta y orquesta
I. Allegro moderato
II. Allegretto un poco – Adagio ma non troppo

 Camille Saint-Saëns (1835-1921) – Danza Macabra


 Alexander Borodin (1833-1887) – Danzas Polovetsianas, de El príncipe Igor

Pieza escogida: Danza Macabra

 Camille Saints-Saëns (1835-1921)

Perdió a su padre cuando contaba solamente cuatro meses, y recibió


la primera formación musical de su madre y de una tía; se mostró tan
precoz en tal aspecto que a los cinco años pudo ya componer para el
piano. Fue confiado entonces a la guía del pianista Stamaty, el cual lo
presentó como pequeño virtuoso del piano en 1845.

Estudió órgano con Benoit y composición con Halévy. En 1852 ganó


un concurso con una Ode à Sainte Cécile; en 1853 fue nombrado
organista de St. Merry, y en el año 1857 alcanzó el mismo cargo en la
Madeleine; en 1861 obtuvo la cátedra de piano de la escuela
Niedermeyer. Su primera obra teatral, Le timbre d'argent(1864-1865),
no pudo llegar a la escena.

Temperamento batallador y enérgico, fundó en 1871 la Société


Nationale de Musique, orientada concretamente al fomento de la
ejecución y la difusión de la nueva música francesa.

A esta misma época pertenecen también algunas de las producciones


sinfónicas más importantes de Camille Saint-Saëns: los poemas La
rueca de Onfalia (1871), Phaéton (1873), Danza macabra (1874) y La
jeunesse d'Hercule (1877), en el que puede percibirse una intensa
influencia de las obras análogas de Franz Liszt; y
los Conciertos segundo, tercero y cuarto para piano, en sol
menor (1868), mi bemol mayor (1869) y do menor (1875), cuyo
virtuosismo pianístico alcanza un alto nivel de perfección en cuanto a
la forma y a la estructura, y de acuerdo con esquemas imponentes y
grandiosos, pero generalmente poco profundos.

Durante los últimos años de su vida Saint-Saëns fue interesándose


cada vez más por la música popular árabe; pero su producción no
anduvo, en este ámbito, más allá de un genérico orientalismo
amanerado. Acariciado por el honor y la fama, terminó casi
repentinamente sus días en Argel, donde pasaba el invierno desde
hacía ya algunos años, poco después de la Primera Guerra Mundial,
época en que figuraba entre los nacionalistas más ardientes. Notables
son también los artículos que publicó durante su vida en diversos
periódicos y revistas, reunidos en los volúmenes Harmonie et
mélodie, Portraits et souvenirs y, singularmente, École buissonnière.

 Danza Macabra

Desde que el ser humano existe siempre la muerte ha sido una de las
angustias existenciales más perturbadoras para el ser humano, fue a
partir de finales de la Baja Edad Media cuando comenzó a alcanzar un
nivel de presencia nunca antes visto en las expresiones artísticas
europeas, como consecuencia de las pestes, las hambrunas y la gran
cantidad de enfermedades que azolaban a la población, todo ello
sumado a las guerras, a la pobreza y al vacío espiritual prevaleciente
en buena parte del Viejo Continente. Reflejo de ello son, en la pintura,
la gran cantidad de imágenes que abordan el tema de la danza de la
muerte, desde las Xilografías (técnica de impresión con plancha de
madera) de Michael Wolgemut hasta los grabados de Hans Holbein el
Joven y los cuadros de Peter Brueghel el Viejo, de los cuales el más
representativo es El triunfo de la Muerte. Asimismo, en la literatura se
desarrolló el género conocido como Danza macabra, en la que
frecuentemente aparecían figuras del Papa, el obispo, el Emperador,
el Sacristán, el Labrador, entre otras tantas representativas de los
diferentes estamentos de la sociedad de la época, las cuales eran
convocadas por la figura de la Muerte en forma de esqueleto para
bailar alrededor de una tumba y recordarles a todos el efímero de los
goces mundanos y que la única certeza en la vida es la muerte.

Como un eco de estas danzas macabras, en 1873 el poeta francés


Jean Lahor escribió su poema Danza Macabra, en el que recrea la
antigua tradición de la Danza de la Muerte
Sobre la base de este texto, Camille Saint-Saëns compuso en 1874 su
Danza macabra, poema sinfónico en el que se pueden reconocer las
distintas partes del poema, desde las 12 campanadas que anuncian la
media noche, hasta en el canto del gallo representado por el clarinete
casi al final de la obra, pasando por la ejecución que la Muerte hace
de su violín y la frenética danza en la que el xilófono evoca el chocar
de los huesos de los bailarines. La obra fue estrenada en París el 24
de enero de 1875.

El triunfo de la Muerte. Pieter Brueghel el


viejo. 1562

Experiencia

Nunca había ido a la sala Nezahualcóyotl, al momento de que entré para


poder ver el concierto se me hizo un lugar hermoso, no importaba donde
estabas, todos los instrumentos de la orquesta se escuchaban excelente, se
me hizo impresionante lo diferente que es escuchar la música en un
concierto, donde puedes ver lo complicado que es tocar un instrumento o en
caso del director dirigir una orquesta, que escuchar la pieza musical en un
video, por ejemplo a mi la pieza que más me gustó fue la danza macabra y
cuando la trate de escucharla en mi casa no se sintió lo mismo que cuando
la escuche en el concierto

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