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Figuras relevantes de la Psicología Juridica

siglo XIX se produjo, lo que probablemente haya sido la génesis de la moderna psicología
forense (Bartol y Bartol, 1999),
Cattell trabajos sobre testimonio. creó los laboratorios de psicología de la Universidad de
Pensilvania, en 1887, y el de la Universidad de Columbia, en 1891 1893, es donde lleva a
cabo un experimento sobre testimonio, que se considera uno de los primeros trabajos en
Psicología Jurídica
Carl Stumpf (1848-1936), Sigmund Freud (1856-1939), Alfred Binet (1857-1911), Hugo
Munsterberg (1863- 1915), John Broadus Watson (1878-1958) y A. R. Luria (1902-1977),
Alfred Binet se interesó por los trabajos de Cattell, y crea la ciencia denominada
“Psicojurídica”.
Freud explicó, en 1906, a los jueces de Viena las aportaciones de la Psicología a la Ley;
entrándose, especialmente, en que la técnica de asociación de palabras podría establecer un
nuevo método de investigación
Edmundo legal. Igualmente, planteó una analogía entre la labor del terapeuta y lo que la
justicia
Jung (1875-1961), es citado como pionero de la disciplina por su obra “Die psychologische
diagnose des tabestands”
Stumpf, éste se suele significar por haber fundado en 1889 el laboratorio de Munich, y que
posteriormente transformó en el Instituto de Psicología General y Aplicada
Watson (1913) defendió la incorporación de trabajos psicológicos relevantes al mundo
legal.
Luria a la psicología jurídica viene representada por un estudio que llevó a cabo en 1932,
con el objeto de determinar si podía diferenciarse objetivamente la culpabilidad y la
inocencia en personas acusadas de cometer un delito.
Willian Stern (1871-1938) dirigido por Herman Ebbinghaus, y altamente interesado por los
trabajos de Cattell y Binet, inicia su tan fructífera labor investigadora.
Stern. creación de la primera revista de Psicología del Testimonio, que él mismo editó y
publicó en Leipzig. Además, se le atribuye el origen del denominado experimento real,
Stern (1910) ya se preocupaba por la protección a las víctimas; concretamente, en los casos
penales en los que hubiese menores testigos.
Stern acuñó, en 1903, el término Psicotecnia, que sería, durante mucho tiempo, sinónimo de
Psicología Aplicada. que fue Hugo Münsterberg (1863-1916) quien lo popularizó en el
sentido de una psicología aplicada comprensiva
Münstenberg, discípulo de Wundt, pasó de ser un psicólogo experimental a ser un tenaz
defensor de la psicología aplicada, hasta el punto de ser considerado el padre de la
Psicología Aplicada. De este modo, en 1892, al llegar a Estados Unidos fundó en Harvard un
laboratorio de Psicología Aplicada y marca el inicio de la moderna Psicología Jurídica,
considerándolo por ello uno de los fundadores de la Psicología jurídica (
Wigmore (1937) admite que la ley positiva tiene que fundamentarse en los descubrimientos de las
ciencias sociales, así como que los test son instrumentos científicos
Bersoff , Goodman-Delahunty, Grisso, Hans, Poythress y Roesch (1997) calificaban de un fracaso
lamentable el esfuerzo de Münsterberg. “Psicología Amarilla”

Fiore (1904) “Manual de psicología jurídica”,


Sommer (1904) “Psicología criminal y psicopatología jurídico penal”,
Lombroso (1906) “La Psicología del testimonio en los procesos penales”,
Lombroso (1911) “Crímenes causas y sus remedios” y, en Latinoamérica, el libro de
“Criminología” de José Ingenieros.
fue Argentina el primer país donde se produce la publicación de un libro de Criminología Clínica y
el primero que cuenta con la publicación de una revista especializada en lengua castellana en esta
área de conocimiento” (Lupiáñez, 2002).
1 de Enero de 1873 se crea la Revista Criminal; 20 años más tarde, la revista Criminología
Moderna; y, en 1902, Archivos Criminológicos.
Otro hecho considerado histórico dentro de la Psicología Jurídica, y de nuevo en Estados Unidos,
viene representado por el alegato del Fiscal del Tribunal Supremo de Oregon, y más tarde del
Tribunal Supremo de Estados Unidos, Louis Brandeis, en el caso Muller v. Oregon (1908).
1922, en Alemania, tiene lugar el primer testimonio en el ámbito civil, a cargo del profesor de
Psicología Karl Marbe (1869-1953) de la Universidad de Wurzburg. Marbe participó, como testigo
experto.
Slesinger y Pilpel (1929) quienes, tras revisar los 48 artículos escritos por psicólogos, sobre
cuestiones relacionadas con la Psicología Forense, publicados hasta la fecha en revistas
profesionales, encontraron que la mayoría eran escritos por psicólogos alemanes.
la Psicología Jurídica es la materia con la que arrancó la Psicología en Alemania” (Fabian, 2000).
En América, la Psicología Jurídica, surgió más tarde que en Europa, de esta forma, las primeras
comparecencias de psicólogos en los tribunales se fechan en los años 20, aunque no será hasta la
década de los 40 y 50 cuando el testimonio experto sea una práctica habitual (Bartol y Bartol,
1987).
Lindner (1955) afirma que existe constancia que, en 1913, en ese país los psicólogos habían
colaborado dentro del sistema correccional.
1924, en Wisconsin, cuando se presenta un informe psicológico completo de un acusado, como
prueba para su ingreso en prisión (Bodemar, 1956).
Terman, en 1917, utiliza por primera vez los tests mentales en la selección de policías,
Thursthone, en 1922, aplica test psicológicos para seleccionar policías, iniciándose, de esta forma,
lo que hoy se conoce como psicología de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
siglo XX. Hutchins y Slesinger, en 1928, escribieron varios artículos que versaban sobre la
aplicación de los hallazgos psicológicos a la ley, centrándose en la prueba
Brown (1926) publicó el libro “Legal Psychology: Psychology Applied to the Trial of Cases, to
Crime and its Treatment, and to Mental States and Proceses”; en ese mismo año, Stern edita
“Jugendliche Zeugen in Sittlichkeitsprozessen”
Münstenberg (1914) que sostenían que las mujeres eran menos precisas en sus decisiones que los
varones. Marston desempeñó un papel importante como asesor en el sistema penal americano. Sus
ideas y propuestas fueron más aceptadas por la comunidad científica que las de Münstenberg,
Burtt (1931) publicó “Legal Psychology”, que es considerado el primer libro de texto en el área;
Cairns (1935) editó “Law and the Social Sciences” en donde plantea un debate teórico de
inesperada vigencia en la actualidad (Ogloff, 2000).
Garzón (1990) considera que el descenso de las contribuciones psicológicas pudo estar motivado
por la diversificación de la psicología en nuevos campos de trabajo,
Robinson (1935) defiende la conveniencia de la psicología conductista para la práctica jurídica. Por
su parte,
Frank (1930, 1948) indicaba la trascendencia de que los decisores judiciales se psicoanalizaran, ya
que consideraba que factores inconscientes pueden afectar a la toma de decisiones.
Entre los años 40 y 50 se prolonga el mutismo psicológico, en este sentido, Ogloff (2000) afirma, de
forma categórica, que no se han escrito por psicólogos ni artículos ni libros sobre tópicos generales
de psicología y ley entre esas décadas,
Fabian (2001) haciendo referencia a la subárea que ha servido de motor a la Psicología Jurídica
europea (la psicología del testimonio en Alemania) aseveraba “...desde aproximadamente 1930
hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. En este período de tiempo, dentro de la Psicología se
había perdido repentinamente el interés por la investigación de la psicología de las declaraciones
Boring (1950) señalaba que mientras ciertas áreas de la Psicología, como la Psicología Clínica, se
recuperaban tras el retraimiento provocado por la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, la
Psicología Jurídica seguía siendo olvidada.
Loh (1984) destaca la importancia de la década de los cincuenta por considerar que se produce en
ella la consolidación de la psicología forense, al incluir al psicólogo entre los expertos que testifican
en los tribunales, tanto en casos penales como civiles.
En los años 60 tiene lugar un cambio de rumbo, la Psicología Jurídica en Estados Unidos y Europa
se consolida.
Kalven y Zeisel (1966) “American Jury” como el punto de partida de una etapa de desarrollo y
expansión de la investigación y literatura psicojurídica.
Toch (1969) “Violent men: An inquiry into the psychology of violence”. La expansión se ve
también reflejada en la celebración de diversas reuniones y congresos entre profesionales y
académicos interesados por la Psicología Jurídica (Horowitz y Willging, 1984).
1962, en el caso Jenkins versus U.S. Los psicólogos y psiquiatras no coincidían en el diagnóstico de
la enfermedad mental de Yenkins, y el juez Bazelon admite la cualificación del psicólogo para
realizar un dictamen de enfermedad mental
Garzón (1990), en esta época se produce un distanciamiento de la Psicología Forense de la
Psiquiatría Forense, al centrarse más en el estudio psicológico (imputabilidad, personalidad,
alteraciones emocionales, etc.
Toch (1961, 1969) publicó uno de los primeros libros de Psicología Criminal, mencionados
previamente.
septiembre de 1968, en San Francisco, durante la celebración de la reunión anual de la American
Psychological Association. A este evento acudieron dos psicólogos, Eric Dreikurs y Jay Ziskin, sin
saber el uno del otro, con el objetivo de encontrar otras personas interesadas en crear algún tipo de
asociación de Psicología y Ley (Staff, 1968).
Junio de 1969, se constituyó formalmente la American Psychology-Law Society (AP-LS). Desde el
inicio de la germinación y durante unos años tuvo un crecimiento, que ni los más optimistas podrían
imaginar
Septiembre de 1969 en la reunión anual de la APA, en la que se nombra a Ziskin como el primer
presidente de la AP-LS, se contabilizan 101 persona, en su mayoría hombres (92), procedentes de la
Psicología Clínica, y tan sólo dos estaban licenciadas en Derecho. Un año más tarde, el número de
miembros ya alcanzaba los 197; el crecimiento se debió más a la incorporación de profesionales del
Derecho que de la Psicología, así, en 1971 la AP-LS contaba con 253 miembros de las cuales el 40
% eran abogados (Grisso, 1991).
Castell (1966) llevó a cabo un estudio, desde la English Division of Professional Psychologists con
el objeto de estudiar la práctica profesional del psicólogo en los tribunales.
Gudjonsson y Haward (1998) subrayan alguno de los obstáculos informados por estos psicólogos
especializados en otras áreas de la Psicología, pero que en la práctica desempeñaban su función
como psicólogos jurídicos,
En los años 70 se abre una etapa de la Psicología Jurídica especialmente significativa, supuso su
aceptación por parte del mundo del Derecho. Como indica Kapardis (1997) hubo que esperar hasta
esta década para que los hombres de leyes dieran luz verde a las aportaciones de los psicólogos.
Pese a que a inicios de la década,
Ziskin, el primer presidente de la AP-LS, en la primera página de su libro “Coping with Psychiatric
and Psichological Testimony” abrió la caja de los truenos, al señalar “las pruebas psicológicas y
psiquiátricas no reúnen criterios razonables admisibles y no deberían ser admitidas en los tribunales
de justicia
Robert Kaplan, recién nombrado presidente de la AP-LS, escribió en el boletín de la Sociedad “la
primera frase del libro de Ziskin es un cuento de miedo
Dicha década también señala el comienzo de un período de expansión y crecimiento paulatino de la
investigación en este campo (Lösel, 1992).
Bartol y Bartol (1999) si en 1965 se habían publicado ya más de 100 artículos en inglés y libros
relacionados con la Psicología Jurídica, en los años 70 llegaron a ser miles, lo que convierte en
imposible la labor de comentar cada uno de ellos. De igual forma, en esta época se produjeron
sucesos importantes para el desarrollo y consolidación de la disciplina.
En Europa, recién entrada la década, en 1981, tuvo lugar, en Estocolmo, un encuentro muy
importante para el futuro desarrollo de la Psicología Jurídica en el viejo continente.
1992 se fundaría la European Association of Psychology and Law (EAPL) (Vanderhallen,
Vervaeke, van Koppen y Goethals, 2003). El congreso de Estocolmo supuso el inicio de una serie
de reuniones internacionales, que asentaron las bases para la pujante Psicología Jurídica Europea de
nuestros días.
Por otra parte, la investigación en los años ochenta se dirigió esencialmente a tres áreas: testimonio
de expertos, testigos, y jurado.
La década de los 90 se estrena en Europa con la celebración, en Septiembre, de la Segunda
Conferencia Europes de Psicología y Ley, en la ciudad de Nuremberg, organizada por Lösel,
Bender y Bliesener.
De igual forma, a principios de la década, en Julio de 1993, se constituye la Asociación
Iberoamericana de Psicología Jurídica (AIPJ), esto ocurre en la ciudad de Buenos Aires, Argentina,
durante la celebración del III Encuentro Nacional de Psicología Forense y el I Curso Internacional
de Psicología Forense
Si la última década del siglo XX se inició con la creación de The European Associatión of
Psychology and Law, en 1991, el siglo XXI lo hace con la International Association of Forensic
Mental Health Service. Ésta se constituye en Vancouver, en Abril del 2001, durante la celebración
de la I Annual International Association of Forensic Mental Health Service Conference, coordinada
por Derek Eaves del Institute Against Family Violence. Las metas de esta asociación, así como de
la Conferencia, eran: mejorar los servicios forenses en salud mental en la comunidad internacional;
fomentar un diálogo internacional sobre salud mental forense

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