M12 U2 S6
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Unidad 3
Bases del nuevo sistema de justicia penal.
Sesión 6
Proceso penal acusatorio y oral
Docente
Rosa Elia Sigala García
Alumna
Karla Beatriz Dominguez Uc
ES172004480
Introducción
Ante ello, se da paso al sistema de justicia penal acusatoria y oral, cuyos objetivos se
centran en el esclarecimiento de los hechos delictivos, así como en la reparación del daño
y el debido proceso, partiendo del principio de oralidad.
Los juicios orales son la última parte del proceso. El proceso penal tiene distintas etapas:
una etapa de investigación, donde las partes investigan para ir armando su caso; una
etapa intermedia en donde las partes se preparan y ofrecen pruebas para ir al juicio; y una
etapa final, que es lo que conocemos como juicio oral. En esta etapa final hay un tribunal
y un juez distinto al que llevo el proceso en las etapas previas (este es otro de los
cambios al sistema). En esa última audiencia, que es la más importante del proceso, se
desahogan las pruebas, es decir, se interrogan los testigos, se presentan las pruebas
materiales, y se da la sentencia.
Actividad 1. Proceso penal acusatorio y oral.
Proceso penal
acusatorio y oral
Desarrollo:
En junio de 2008 se realizó una reforma constitucional que implicaba una profunda
renovación del sistema de justicia penal en México, que buscaba revertir los problemas de
dicho sistema tradicional en dos segmentos: los cualitativos o de injusticia y los
cuantitativos o de ineficiencia.
El nuevo sistema de justicia penal debía (por mandato constitucional) estar vigente en las
32 entidades federativas y en el ámbito de competencia federal para junio de 2016. En la
actualidad diez estados trabajan en instrumentar la reforma.
El nuevo sistema penal comenzó a funcionar en México en junio de 2016, esto porque era
el plazo que la ley marcaba, a pesar de ello, aún falta reforzar su funcionamiento para que
cumpla con los objetivos que se tienen previstos.
El nuevo modelo procesal implica un servicio de justicia de mayor calidad, con mejor
capacidad de investigación técnica del Ministerio Público. Los recursos, capacidad y
desempeño de los defensores públicos representan una de las áreas donde mayores
mejoras se pudieron apreciar. Las víctimas tienen nuevos derechos, como los de ser
notificados, y la posibilidad de ejercer acciones legales para defenderlos (como su
garantía de recibir la reparación del daño) e impugnar las acciones o la pasividad del
Ministerio Público.
Se considera que modificar el sistema acusatorio sin una previa evaluación es una salida
errónea de sales y de los gobernadores.
Dicho esto, es un hecho que el sistema penal acusatorio no está funcionando como se
prometió en la reforma penal de 2008. Sin embargo las razones por las cuales la
operación del modelo no es la óptima no son aquellas que con insistencia señalan sus
detractores y no pueden ser corregidas con la mera modificación de la ley. Las fallas del
sistema acusatorio no se resuelven cambian las reglas procesales para disminuir los
estándares y las expectativas, pues se requiere revisar y corregir todo lo que los
gobernadores dejan de hacer durante 8 años que se prolongó el proceso de
implementación.
Más allá de los puntos críticos y estratégicos tocados con anterioridad la principal
ausencia del proceso es la falta de coordinación interinstitucional.
Ahora bien, ¿que tanto han influido los medios alternos de solución de conflictos como un
cambio de impartición de justicia?
El acceso a la justicia constituye un derecho inherente del individuo, razón por la cual es
trascendente que el Estado mexicano construya los mecanismos mínimos para
materializar el multicitado derecho, así como políticas públicas de diversa índole que
intrínsecamente refieran al derecho aquí sustentado, y un sistema de planeación y
evaluación de las instituciones judiciales para hacer medible esta prerrogativa ciudadana.
Cabe mencionar que en una suerte de paralelismo, el ciudadano podrá demandarle al
Estado su obligación de promover y accionar políticas de acceso a la justicia, ya que se
encuentran claramente consagradas en el sistema jurídico.
El término justicia alternativa se puede entender como “una estructura procesal distinta de
la jurisdiccional para la solución de controversias entre particulares” a través de los
llamados mecanismos alternativos de solución de conflictos, como son la negociación, la
mediación, la conciliación y el arbitraje.
En otras palabras, se puede decir que los medios alternativos de solución de conflictos
constituyen mecanismos convencionales, expeditos y económicos de solución de
controversias; incluyen: los sistemas de negociación que buscan crear un ambiente que
permitan a las partes alcanzar una solución razonable por sí mismos; se extienden a los
sistemas que cuentan con la intervención de un tercero ajeno a la disputa, que auxiliando
(mediación) o proponiendo ( conciliación) coopera para que éstas lleguen a un acuerdo
por ellas mismas; y alcanza a las modalidades adversariales a través de las cuales el
tercero decide o resuelve (arbitraje).
A pesar de que estos mecanismos son muy diversos presentan características similares,
pues son métodos menos formales (lo cual no significa que no sean estructurados) que
los judiciales; ofrecen mayores posibilidades a las partes de participar activamente y de
controlar de forma más cercana el proceso de solución de sus conflictos que los métodos
tradicionales; la mayoría de estos mecanismos se han desarrollado en el sector privado,
aunque los órganos administrativos y los tribunales empiezan a introducirlos a nivel
intraprocesal.
Cabe destacar que las particularidades básicas de estos sistemas alternos radican en que
a las partes involucradas proveen en un litigio la oportunidad de resolverlo de una manera
rápida, económica, flexible y efectiva, encontrando el procedimiento que mejor se adapta
a sus necesidades y circunstancias particulares. Además, estos sistemas se rigen por
principios como: la confidencialidad, neutralidad, imparcialidad, independencia,
colaboración y voluntariedad, por destacar los más importantes.
En conclusión puedo opinar que si han significado un cambio hasta el día de hoy para la
impartición de justicia pues permite ver desde distintas perspectivas y da diversas
opciones de solución a los casos que no son de total gravedad y que de manera remota
no son necesariamente motivo de prisión, ofreciéndole un método inmediato de solución
mediante una negociación, una mediación, conciliación o bien arbitraje. Esto de manera
más rápida que un juicio oral en el cual el proceso en ocasiones podría ser inmediato y
con más dificultados debido a las deficiencias que comentamos en un principio que sin
duda alguna necesitan y requieren ser pulidas para que su funcionamiento se mucha más
satisfactorio tanto para la ciudadanía como para nuestros representantes de justicia.
Bibliografía
UnADM. (s.f.). SESION 6. Sistema penal acusatorio y oral. Obtenido de MODULO 12.
UNIDAD 3.