Energia Eolica
Energia Eolica
Energia Eolica
Introducción:
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inversiones en proyectos de reducción de emisiones o sumideros, recibiendo de esta forma
(Secretaria de Energía, 2008).
Al finalizar 2004 la potencia eólica instalada en el conjunto del planeta se situaba aproximadamente
en 47.200 MW. Esto suponía un nuevo récord de crecimiento anual, con 7.700 MW nuevos instalados
durante el año 2004. Pero, sobre todo, confirmaba un cambio significativo en el desarrollo de esta
industria: la globalización de la energía eólica. Si bien la Unión Europea (UE) representa aún el 72%
de toda la potencia instalada en el mundo, lo cierto es que el aprovechamiento energético del viento
ha dejado de ser cuestión de un único continente. Solo unos datos1: mientras que en 2003 fueron
diez los países que construyeron parques eólicos por encima de los 100 MW, en 2004 esta lista
aumentaba a 19, de los cuales 9 eran no europeos. Del mismo modo, el continente asiático poseía ya
el 10% de la potencia eólica instalada. (Álvarez, 2006).
. En Dinamarca, Alemania, Suecia, el Reino Unido y los EE.UU., las compañías de energía dirigieron
su atención a la construcción de grandes aerogeneradores. En 1979 se construyeron dos
aerogeneradores Nibe de 630 kW, uno con regulación por cambio de paso de pala y el otro de
regulación por pérdida aerodinámica. Las turbinas resultaron extremadamente caras y, en
consecuencia, el alto precio de la energía devino un argumento clave en contra de la energía eólica.
(Curso de Física ambiental, 2011).
La energía eólica constituye uno de los sectores energéticos que más rápido ha crecido durante los
últimos años. En algunos países ya cubre una fracción notable del suministro. Según algunos
estudios, este recurso podría llegar a satisfacer la demanda energética global. Su principal problema
reside en la inestabilidad de la producción (Samulat,2012).
El proceso de conversión de la energía cinética del viento en energía eléctrica debe sufrir tres
procesos de transformación: aerodinámica, mecánica y eléctrica. En cada paso, una parte de la
energía se pierde y como consecuencia, la energía eléctrica que puede desarrollar un aerogenerador
es menor que la energía del viento que incide sobre él (Mártil,2018).
En México se cuenta con una diversidad de sitios para generar energía eólica, los lugares con mayor
potencial eólico los posee Oaxaca, existiendo también otras regiones identificadas como: Zacatecas,
Tabasco, la cadena montañosa de la Rumorosa y el litoral de la península de Baja California, así
como también extensiones de litorales del Pacífico y Golfo de México.
(Zamora y colaboradores, 2010)
La electricidad generada por un parque eólico o granja eólica se inyecta típicamente a la red de
transmisión de energía eléctrica. Sin embargo, proyectos relativamente pequeños (por ejemplo,
menores de 10 mega watts) se pueden conectar a la red de distribución. Los aerogeneradores
individualmente están interconectados a media tensión (por lo general 345 kilo volts). En una
subestación los transformadores incrementan el voltaje para su conexión a la red de transmisión a
alta tensión. (Jaramillo y colaboradores, 2010)
La energía por unidad de tiempo, o potencia extraída, se puede expresar mediante la ecuación:
Potencia= Energía entre tiempo Luego la potencia es función del cuadrado de la velocidad de entrada
en la máquina y del diámetro de los álabes la masa por unidad de tiempo y del factor Cp., que tiene
en cuenta que el área de captación es menor que el de la Aero turbina y tiene un valor máximo
posible, denominado límite de Betz, para el que Cp. = 16/27. (Moratilla, 2006)
Es abundante y fiable. Junto con otras energías renovables, como la solar, podría satisfacer todas
nuestras necesidades de electricidad. El desarrollo de la tecnología del hidrogeno para almacenar
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energía eólica, permitir· que sea utilizada para la producción de electricidad en horarios de máxima
demanda o para la automoción. (Greenpeace, 2005)
3. Marco teórico.
3.1. ¿QUE HISTORIA HAY DE LA ENERGIA EOLICA?
Desde los tiempos más remotos se utilizaba la energía eólica para la navegación, molinos de vientos,
entre otras aplicaciones. Hoy en la actualidad se utiliza para la generación de electricidad en grandes
parques eólicos o a menor escala, para zonas rurales. (Zamora y colaboradores, 2010)
La energía eólica no es algo nuevo, es una de las energías más antiguas junto a la energía térmica.
El viento como fuerza motriz existe desde la antigüedad y en todos los tiempos ha sido utilizado como
tal. Así, ha movido a barcos impulsados por velas o ha hecho funcionar la maquinaria de los molinos
al mover sus aspas. Pero, fue a partir de 1980, cuando este tipo de energía limpia sufrió un verdadero
impulso (Linderman,2019).
En 1854 Halladay introduce un molino de viento ligero, barato, que se erige como uno de los símbolos
de las granjas americanas. en 1888 Brush construye la que se cree es la primera turbina eólica para
generación eléctrica, mejorada en los años siguientes por Poul La Cour. El primer molino de viento de
grandes dimensiones para generación de electricidad, la turbina Smith-Putnam, fue construida en
Vermont en 1945 (Hernández,2010).
La energía eólica crece de forma imparable a partir del siglo XXI, en algunos países más que en
otros, pero sin duda alguna existe un gran crecimiento en México y en el mundo. El auge de parques
eólicos es debido a las condiciones tan favorables y excepcionales que existe de viento
(Linderman,2019).
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El viento contiene mayores o menores índices de energía cinética, que mediante un sistema de aspas
y turbinas puede convertirse en energía eléctrica, para así alimentar ciudades, complejos industriales
o viviendas rurales. Sobre todo, en regiones geográficas de vientos constantes e intensos, este
recurso natural renovable ofrece un rendimiento relativamente importante, seguro y ecológico
(Refino, 2019).
La energía eólica, al igual que la solar, forma parte del conjunto de energías “verdes” o ecológicas
que resultan más amigables con el medio ambiente, al menos en comparación con otras muy
contaminantes como la quema de combustibles fósiles. Es por ello que la instalación de parques
eólicos a lo largo del mundo se ha masificado en las últimas décadas, de cara a la alarma ambiental
del cambio climático (Refino, 2019).
Sin embargo, es también energía eólica la que se transforma en energía mecánica para moler el trigo
y otros granos en los molinos tradicionales, o incluso para bombear agua. Recordemos que el viento
es una de las formas de energía más antiguamente aprovechadas (Refino, 2019).
La energía eólica es la que utiliza la fuerza del viento para generar energía eléctrica. Para ello se
hace uso de los aerogeneradores, los cuales mueven una turbina y consiguen transformar la energía
cinética del viento por energía mecánica. La cantidad de energía que se puede obtener está en
función del tamaño del «molino». A mayor longitud de las aspas, se obtiene más potencia y por lo
tanto más energía. El tamaño de estos modernos molinos de viento suele variar, ya que existen
unidades que van desde los 400 W y un diámetro de 3 metros. Utilizados para el uso doméstico de
las casas, hasta los aerogeneradores comerciales instalados por empresas de electricidad que llegan
a tener una potencia de 2,5 MW y 80 m. de diámetro de aspas (Orosco, 2015).
La energía eólica es consecuencia de la energía que irradia el Sol hacia la Tierra: alrededor de 174
billones 423 mil millones de kilowatts-hora por día. Es decir, en una hora la Tierra recibe (en notación
científica) 1.74×1017 watts de potencia, que equivalen aproximadamente en promedio a 680 watts
por metro cuadrado en la región iluminada. (Jaramillo y colaboradores, 2010).
La producción de energía aprovechando la energía cinética del viento es lo que denominamos como
energía eólica. Con una máquina eólica aprovechamos la diferencia de velocidades del viento entre la
entrada y salida mediante una Aero turbina. (Moratilla, 2006).
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Las energías renovables siguen bajando de precio y lo hacen a velocidad desmesurada. El coste de
la energía eólica ha ido reduciéndose a medida que las empresas han ido aumentando el tamaño de
los aerogeneradores, haciendo máquinas más y más grandes, capaces de generar energía a menor
precio. (Romero, 2019).
Las energías limpias y renovables, como la eólica, son esenciales para mitigar el cambio climático, y
son imprescindibles para desterrar la energía nuclear, que supone una amenaza real para la salud y
para el medio ambiente ahora y durante cientos de miles de años. (Greenpeace, 2005).
La energía eólica hace referencia a aquellas tecnologías y aplicaciones en que se aprovecha la
energía cinética del viento, convirtiéndola a energía eléctrica o mecánica. Se pueden distinguir dos
tipos de aplicaciones: las instalaciones para la producción de electricidad y las instalaciones de
bombeo de agua. Entre las instalaciones de producción de electricidad se pueden distinguir
instalaciones aisladas, no conectadas a la red eléctrica e instalaciones conectadas, normalmente,
denominadas parques eólicos. Las instalaciones no conectadas a la red, normalmente cubren
aplicaciones de pequeña potencia, principalmente de electrificación rural. Las aplicaciones
conectadas a la red eléctrica, por otra parte, son las que permiten obtener un aprovechamiento
energético mayor, son además las que presentan las mejores expectativas de crecimiento de
mercado. (Secretaria de Energía, 2008)
Hoy la energía eólica no solo crece de forma imparable en España y bate todos los récords, sino que
además se ha convertido en la mejor demostración de que las energías renovables pueden contribuir
a transformar el modelo energético tradicional. Y esto en un momento en el que el precio del petróleo
supera los 60 dólares el barril. (Álvarez, 2006)
Es energía renovable: habrá viento hasta que el sol se extinga o la atmósfera desaparezca. Es
energía limpia, sin emisión de gases de efecto invernadero. El impacto ambiental de las instalaciones
eólicas es muy pequeño. Proporciona diversificación rural y empleo local, es fácil de integrar en redes
de potencia eléctrica ya existentes. El diseño de aerogeneradores es flexible y con flexible y con
aplicaciones diversas. El coste de producción ha bajado más de un 80% en dos décadas. (Curso de
Física ambiental, 2011)
No contamina
La energía eólica es una fuente de energía más limpia después de la energía solar. Esto es así
porque durante su proceso de generación no lleva implícito un proceso de combustión. Así, no
produce gases tóxicos, ni residuos sólidos alguno. Para hacernos una idea. Un aerogenerador
alcanza una capacidad de energía similar a la de 1.000 Kg de petróleo. Además, las propias turbinas
tienen un ciclo de vida muy largo antes de ser retiradas para su eliminación (Factor energía, 2018).
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3.4. Desventajas de la energía eólica.
El viento no está garantizado
El viento es relativamente impredecible por lo que no siempre se cumplen las previsiones de
producción, especialmente en unidades temporales pequeñas. Para minimizar los riesgos las
inversiones en este tipo de instalaciones son siempre a largo plazo, con lo que el cálculo del retorno
de éstas es más seguro (Factor energía, 2018).
Energía no almacenable
Se trata de energía que no se puede almacenar, sino que debe ser consumida de manera inmediata
cuando se produce. Eso hace que no pueda ofrecer una alternativa completa al uso de otros tipos de
energía (Factor energía, 2018).
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3.7. Eficiencia mecánica y eléctrica.
El eje de la turbina impulsa una caja de cambios que cambia la velocidad de rotación provocada por
el viento a una velocidad que se adapte mejor al generador de energía eléctrica al que está
conectado. Este mecanismo es similar a la caja de cambios de un automóvil y en su giro, los diversos
engranajes del mecanismo presentan fricción, por lo que una pequeña fracción de energía trasmitida
por el rotor del aerogenerador se pierde aquí (Mártil,2018).
el rotor de alta velocidad se acopla al rotor de un alternador, que convierte la energía mecánica de
rotación en energía eléctrica, que puede ser continua o alterna, dependiendo de si es un generador
de corriente continua o un alternador. En este último caso, ocurre que, por la variabilidad inherente al
viento, la velocidad de giro, lógicamente, no es estable, de manera que la frecuencia de la corriente
generada no coincide con los 50 Hz exactos de la red eléctrica (Hernández,2010).
4. Metodología.
Para un buen rendimiento de los aerogeneradores es necesario hacer un estudio previo del
emplazamiento donde estará ubicado, así como cumplir una serie de requisitos. Lo primero que se
tiene que hacer es una medición del viento a diferentes alturas y comprobar su dirección y su
velocidad (Orosco,2015).
El calentamiento dispar de la superficie terrestre por la luz solar genera cambios en la presión y la
temperatura de las masas de aire que produce naturalmente los vientos. Dichas masas de aire, al
desplazarse, pueden movilizar las aspas de los generadores eólicos, que son básicamente molinos,
sólo que, en vez de transformar la energía cinética del viento en energía mecánica para moler el trigo,
lo hacen en energía eléctrica que sirve para múltiples usos (refino, 2019).
Para hacer funcionar se deben moverse las aspas de la hélice, impulsadas por el viento, hacen girar
el rotor de un generador, que, junto a un alternador, producen una carga eléctrica constante. Estos
aparatos se denominan generadores de turbina de viento, y suelen necesitarse múltiples
instalaciones semejantes, dado que su producción es relativamente baja (Estévez, 2011).
Según los datos de la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA), una organización encargada
de promover el desarrollo de esta fuente de energía, los aerogeneradores conectados hoy a la red
suman una potencia instalada de 215 gigavatios y cubren en torno al 2 por ciento del consumo
energético mundial (Samulat,2012).
La capacidad instalada de energía eólica para junio de 2009 creció un 25% en el mercado en
comparación con el año pasado. La Asociación Mundial de Energía Eólica publicó para este año la
última versión actualizada para las instalaciones eólicas instaladas en todo el mundo; con una
capacidad instalada total de 152 000 MW. (Zamora y colaboradores, 2010)
En la práctica, la energía producida por un aerogenerador se estima sobre un año típico de
funcionamiento. La estimación implica la reducción estadística de los datos de viento a través de la
función de densidad de probabilidad de Weibull. (Jaramillo y colaboradores, 2010)
El cambio climático pone en riesgo el mantenimiento de la biodiversidad y la viabilidad de las
especies y ecosistemas terrestres y marinos, por lo que la estrategia de conservación de la
biodiversidad debe también apoyar la lucha contra las fuentes de emisión de gases invernadero,
promoviendo las fuentes de energías renovables. Pero las ubicaciones de las instalaciones de
energías renovables no deben poner en peligro la viabilidad de poblaciones amenazadas o
ecosistemas frágiles y/o sensibles. (Greenpeace, 2005)
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5. Resultados y conclusiones.
existe un apoyo significativo a los proyectos eólicos. La energía eólica es percibida como una fuente
de energía limpia, los resultados de la encuesta indican que los proyectos eólicos tienen un beneficio
colectivo y que en general no perjudica a las localidades (García, 2016).
Actualmente muchos países cuentan con la energía eólica como una fuente de energía primaria en
pleno desarrollo. China, India, Sudamérica y EE. UU, son los países que destacan como futuros
grandes generadores de energía eólica (Orosco,2015).
El consumo de energía de una vivienda tiene un gran impacto en nuestra calidad de vida y en el
presupuesto familiar. Por ello, a la hora de la compra es muy importante pedir información sobre la
calidad energética de la vivienda, tanto de sus componentes estructurales como de los sistemas de
climatización y producción de agua caliente, y tener en cuenta la calidad de las instalaciones en
nuestra decisión de compra (Estévez, 2011).
En la actualidad se utiliza, sobre todo, para mover aerogeneradores. En estos la energía eólica
mueve una hélice y mediante un sistema mecánico se hace girar el rotor de un generador,
normalmente un alternador, que produce energía eléctrica. Para que su instalación resulte rentable,
suelen agruparse en concentraciones denominadas parques eólicos (Linderman 2019).
El Consejo Global de Energía Eólica, que agrupa a la industria del ramo, pronostica que, para 2030,
esta técnica de producción renovable podría cubrir entre el 25 y el 30 por ciento del consumo
mundial, una conclusión similar a la que ha llegado el Departamento de Energía estadounidense
(Samulat,2012).
Es importante continuar con el estudio del recurso eólico, ya que es una de las fuentes de energía
renovable con mayor crecimiento a nivel mundial, por lo que merece profundizar el análisis para su
desarrollo y explotación (Zamora y colaboradores, 2010).
El desarrollo comercial de la generación eoeléctrica en México está iniciando con varias desventajas
importantes que impiden, en gran medida, que los mayores beneficios de dicha actividad se queden
en el país (Jaramillo y colaboradores, 2010).
Los siguientes autores no contaban con resultados y conclusiones:
Álvarez clemente.
Moratilla soria Beatriz.
Concurso de física ambiental.
Refino maría estela.
Factor energía.
Huerga Ignacio y colaboradores.
Hernández Emilia.
Martil Ignacio.
Greenpeace.
Romero Sandra.
Secretaria de energía.
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6. Bibliografía
Álvarez Clemente. Energía eólica. España, 2006.
http://biblioteca.climantica.org/resources/28/guiaseerrenergiaeolica-03.pdf
huerga Ignacio Ing. Ambiental. e Leonardo venturelli ing. Agrícola., Argentina 2017
energías renovables.
instituto nacional de tecnologías agropecuarias (INTA)
Jaramillo Salgado Óscar A y Marco A. Borjas Díaz. Energía del viento. Revista digital (2010)
https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/61_2/PDF/EnergiaViento.pdf
9
Samulat Gerhard t, 1 de junio de 2012 El futuro de la energía eólica. España Barcelona
https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/el-antepasado-del-homo-
551/el-futuro-de-la-energa-elica-8652
Secretaria de Energía. Energías Renovables 2008 - Energía Eólica. Argentina, 2008.
http://www.energia.gov.ar/contenidos/archivos/publicaciones/libro_energia_eolica.pdf
Zamora Machado, Marlene; Leyva Sánchez, Elvia y Lambert Arista, Alejandro
"Recurso Eólico en Baja California". Revista Digital Universitaria. 1 de febrero 2010, Vol. 11,
No.2 [Consultada: 2 de febrero de 2010]. Disponible en Internet:
http://www.revista.unam.mx/vol.11/num2/art24/int24.htm
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