Huiracocha (Dios) Wiki
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Índice
1 Etimología
1.1 Teonimia
2 Visiones sobre Huiracocha
2.1 Según los cronistas
2.1.1 Pedro Sarmiento de Gamboa
2.1.2 Juan de Betanzos
2.1.3 Más información
2.2 Según la visión andina
2.2.1 Manuscrito de Huarochirí
2.2.2 Guamán Poma
2.2.3 Más información
3 La llegada de los españoles
3.1 Conversión al cristianismo
4 Doctrina
5 Al respecto
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Etimología
Cuando los primeros cronistas llegaron a América, el español estaba en plena
evolución y su alfabeto aún carecía de normativa. En tales casos, era común el uso
tanto de la "v" como de la "u" para representar indistintamente la vocal [u] y a la
semiconsonante [w], hoy representadas como u o hu. Por tal motivo fue transcrito
por los españoles como Viracocha, aunque también algunos escribieron, Huiracocha y
Wiracocha. Otras versiones fueron Ticci, Tiqsi o Tiksi.
Juan de Betanzos
La historia de Juan de Betanzos es muy similar del mito de Pedro Sarmiento de
Gamboa. Huiracocha emerge del lago Titicaca y crea una raza de hombre. Pero sus
criaturas lo enfurecen y entonces los transforma en piedra. Después crea el sol,
las estrellas, y la luna. Otra vez, hace hombres y crea las varias provincias del
Perú. Forma diferentes linajes de la humanidad y da a cada grupo una diferente
ropa, lenguaje, canción, sistema agrícola y religión. Envía algunos hombres a las
montañas, los ríos, y las cuevas. Manda que dos de los hombres tomen una ruta
específica para poblar la tierra. Ellos toman el mismo camino que los criados en el
relato de Pedro Sarmiento de Gamboa.9 Huiracocha toma el Camino Real que va a la
sierra, hacia una región que se llama Caxamalca. Encuentra un grupo de gente que no
lo reconoce y entonces tratan de matarlo. Huiracocha causa que se caiga fuego del
cielo y por lo tanto la gente tiene miedo de morir. Él les dice que es su Dios, el
creador, y ellos empiezan a adorarlo. Continúa su viaje, al llegar a Cusco y unirse
a los dos hombres que envió antes. Juntos desaparecen sobre el mar.10
Más información
Los cronistas señalan que Tiqsi Wiracocha vino de Tiahuanaco y creó unos seres a su
semejanza. Algunas versiones mencionan que él hizo el mundo; que en su peregrinaje
llegó a Cacha donde sus habitantes trataron de matarlo: él se arrodilló, levantó
las manos al cielo e hizo bajar de lo alto un fuego que abrasó la comarca. Luego
siguió su camino y llegó al mar, donde se encontró con sus servidores y se embarcó
con ellos.
Según la visión andina
Manuscrito de Huarochirí
La identidad de Huiracocha está combinada con la del dios Cuniraya en el primer
capítulo del Manuscrito de Huarochirí. La adición del nombre de Huiracocha para
adorar ese ídolo muestra que fue invocado y respetado.
El mito que sigue explica las hazañas de Cuniraya Viracocha y la manera en que él
engaña a la huaca Cavillaca: Todos los huacos la deseaban pero ella nunca se había
acostado con ninguno. Un día, Cuniraya Huiracocha se transformó en un pájaro y
plantó su germen masculino en una fruta. Cavillaca comió la fruta y se quedó
embarazada sin haber tenido relaciones sexuales. Cuando ella intentó de identificar
al padre de su hijo, Cuniraya Wiracocha apareció como un pobre mendigo y trató de
recuperar a su hijo. Cavillaca no le creyó y salió corriendo hacia el mar, donde
ella y su hijo se transformaron en islas. Cuniraya Wiracocha intentó encontrarla y
le pidió ayuda a varios animales, pero llegó demasiado tarde. Al llegar al mar,
violó a la hija más joven de Pachacamac, otra deidad. Cuando la madre trató de
castigarlo, él se escapó. Vagando por la tierra, Wiracocha es conocido por engañar
a los hombres.11
Guamán Poma
En la obra Nueva Corónica de Guamán Poma de Ayala, el nombre de Huiracocha aparece
como Uari Uircocha runa para referirse a la primera generación de los indios. El
texto declara que “estos dichos indios se llamaron Uari Uiracocha runa porque
descendieron de los dichos españoles.”12 El cuento conecta el linaje de los indos
con el linaje de los españoles porque todos descendieron de Adán, Eva y Noé. Ellos
adoraban al Dios, el creador, y no a los ídolos, demonios o huacas. A través del
tiempo, la gente perdió “la fe y esperanza de Dios y la letra y mandamiento de todo
perdieron”12 pero el cuento afirma que ellos tenían “una sombrilla y luz de
conocimiento del creador y hacedor del mundo.”12 Las personas que siguieron no
tuvieron una variación de “Huiracocha” como una parte de su nombre.12
Más información
En el Cusco antiguo, se le dio gran importancia al ser "el que envió a Manco Cápac
y Mama Ocllo a fundar una ciudad". Con el paso de los años se fue olvidando el
culto a este dios, y se le dio más importancia al dios Sol (Inti), hasta el reinado
de Yahuar Huaca ('[el que] llora sangre'), que mandó a construir el templo de
Wiracocha en la ciudad del Cusco, ya que Sinchi Roca en su reinado bautizó a
akamama como qusqu (Cusco).
Los españoles tenían una apariencia similar a Huiracocha según las descripciones de
varias fuentes.9
Pedro Sarmiento de Gamboa relata que Huiracocha “fue un hombre de mediana estatura,
blanco y vestido de una ropa blanca a manera de alba ceñida por el cuerpo, y traía
un báculo y libro en las manos.”5
Juan de Betanzos lo describe como “un hombre alto de cuerpo y que tenía una
vestidura blanca que le daba hasta los pies que traía ceñida; y que traía el
cabello corto y una corona hecha en la cabeza a manera de sacerdote...traía en las
manos cierta cosa que a ellos les parece el día de hoy como estos breviarios que
los sacerdotes traían en las manos”10
Pedro Cieza de León describe a Huiracocha como “un hombre blanco de crecido
cuerpo”13
Titu Cusi Yupanqui Inca describe las barbas coloradas de los españoles, los
animales con herraduras de plata, la lengua escrita, y el ruido de sus arcabuces
que los conecta con el dios del Trueno, Illapa. Entonces supone que eran enviados
por Ticsi Wiracocha. Con el descubrimiento que los españoles eran mortales, Titu
Cusi revela que ellos eran mandados por el demonio.914
Los españoles llegaron del mar, de la manera que Huiracocha y sus criados partieron
según ejemplos en la mitología. Huiracocha tiene un origen marítimo.9
Según Fioravanti, la dirección del camino de los españoles, que comienza en el mar
y va de norte a sur, es la inversa de la dirección que Huiracocha y sus criados (o
hijos en algunos versiones) tomaron.9
Según Garcilaso de la Vega, Inca Huiracocha, el líder del pueblo incaico que tenía
este título de Huiracocha como un símbolo de su poder y relación con el dios
altísimo, entregó una profecía en la que se declaró que un día los Incas perdería
su “idolatría y su imperio”15 a las manos de una gente de una tierra lejana.
Conversión al cristianismo
Los crónicas revelan que el proceso de evangelización hizo que los relatos sobre la
identidad de Huiracocha variase:
Bartolomé de las Casas dice que Viracocha significa “creador de todas las cosas”6
Juan de Betanzos confirma este cuando dice que “Wiracocha quiere decir y podremos
tener que dice dios”10
Polo, Sarmiento, Blas Valera y José de Acosta también ven a Huiracocha como un
creador6
Guamán Poma, el cronista indígena, considera que “Wiracocha” significa “creador”12
Algunos autores como Garcilaso de la Vega, Juan de Betanzos, y Pedro de Quiroga
revelan que Huiracocha no fue el nombre original de “dios” y demuestran una
perplejidad antes el significado.6 Según Garcilaso el nombre de Dios en el lenguaje
general de Perú fue “Pachacamac” y no Wiracocha.15 Pero los intérpretes españoles
atribuyeron la identidad del creador supremo a Wiracocha durante las primeras
décadas de la colonización.6
Según César Itier, la decisión de usar “Dios” por “Huiracocha” representa el primer
paso en la evangelización de los inca.6 Hay varios argumentos en favor de esta
estrategia:
Doctrina
En el Tahuantinsuyo, el culto a Huiracocha fue muy restringido, pues aparte del
templo de Quisuar Cancha eran pocos los santuarios dedicados en su honor y todos
estaban localizados en la zona del Cusco. Su imagen se encontraba también en el
Coricancha, y según los cronistas existía cierta rivalidad entre el culto a
Huiracocha y el culto a Inti, el dios sol.
Huiracocha al igual que otras deidades, fue nómada16 y tenía un compañero alado, el
pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor de la actualidad y del futuro,
representado en mitos orales como un picaflor de alas de oro (Quri qinqi).
Este mundo de aquí o Kay Pacha, todavía está en tinieblas porque Huiracocha
posterga todo su labor de erección de un mundo completo, al nacimiento de los seres
humanos que van a disfrutar de él.
Después, Huiracocha se dirige al norte para, desde allí, llamar a su lado a las
criaturas que él acaba de dotar con vida propia.
Al respecto
Wiraqocha. Mit. Rel. Dios supremo de la mitología tawantinsuyana, representado por
un personaje de raza blanca, de luengas barbas.17
Wiracocha |wiraqucha|. Dios que adoraban los indios; y de ahí, por cosa divina,
llamaban a los españoles hijos de aquel Dios18
Wiraqucha el dios creador y civilizador del mundo andino. Españoles que vinieron al
Perú, quienes recibieron este nombre, por creerlos emisarios de la divinidad
principal.19
Huiracocha /wiraqucha/, término aculturado que designaba a los españoles.
Huiracocha, la deidad sureña asimilada por los incas y/o españoles a los demás
héroes culturales andinos, probablemente con propósitos de subyugación espiritual
(cf. con Cuniraya Huiracocha).20
Véase también
Religión incaica
Historia de Bolivia
Historia del Ecuador
Historia del Perú
Referencias
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estudio andinos) Lima (2011) ISBN 978-9972-623-70-7
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edición y nota preliminar de Angel Rosenblat. ed. Buenos Aires : Emecé, 1947,
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Huarochirí : Libro Sagrado De Los Andes Peruanos.Web.
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Ritos y tradiciones de Huarochirí. Gerald Taylor ( editor, revisor) 820011)
Bibliografía
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Tahuantinsuyo (1987) Amaru editores. Lima primera edición.
Armas Asín, Fernando: Wiracocha, pastoral católica y mitología del Titicaca
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Iglesia, 11 (2002), pp. 191-213.
Enlaces externos
Wiracocha (Dios), pacha (mundo) y runa (hombre) en la cultura prehispánica
(incaica). María Luisa Rivara de Tuesta, Profesora Emérita UNMSM
Huiracocha o Wiracocha Historiaperuana.pe
HISTORIA DE WIRACOCHA Biografia.org
Wiracocha Dios andino Detiahuanaco.com
El dios más antiguo de América BBC Mundo.com (2003)
El Regreso de Viracocha Antoinette Molinié (1987)
Los dioses en la mitología andina Francisco Aliaga (1987)
El felino, el mundo subterráneo y el rito de fertilidad: tres elementos principales
de la ideología andina (1993)
Tres usos de la mitlogía andina: Wiracocha-Tunupa, la no explotación del cerro rico
en potosí y tata santiago (2007)
El icono religioso más antiguo del continente americanoPachacútec
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Para otros usos de este término, véase Pachacútec (desambiguación).
Pachacútec
Pacha Kutiy Inqa Yupanki
Inca del Tahuantinsuyo
PachacutecIXinca.jpg
9° Cápac Inca
1438 - 1471
Predecesor Huiracocha Inca
Sucesor Túpac Inca Yupanqui
Índice
1 Biografía
1.1 Origen
1.2 Conflicto con los chancas
1.3 Ceñimiento de la mascaipacha
1.4 Gobierno (1438-1471)
1.4.1 Inicio de la expansión imperial
1.4.2 Primera expedición conquistadora
1.4.3 Expedición hacia el Collasuyo
1.4.4 Expediciones encargadas por Pachacútec
1.4.4.1 Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo
1.4.4.2 Expediciones al mando de Túpac Yupanqui
1.4.5 Consolidación imperial y renovación del Cuzco
1.5 Muerte y sucesión
2 Obras
2.1 Transformación del Reino a Imperio
2.2 Sistema de mitimaes y quechuización
2.3 Arquitectura y urbanismo
3 Legado
4 Véase también
5 Notas
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Biografía
Origen
Fue hijo del inca Huiracocha Inca y de Mama Runto, siendo su nombre original Cusi
Yupanqui. Nació en el Cuzco, en el palacio de Cusicancha, fronterizo al templo del
Coricancha. Su ayo Micuymana fue quien le enseñó historia, leyes y lengua, así como
el manejo de los quipus. Desde muy joven fue admirado por los nobles incas, pues
tenía la valentía, inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano
Inca Urco (quien había sido nombrado como sucesor de Huiracocha Inca), del mismo
modo mostraba aptitudes para el gobierno y las conquistas, que de igual modo
carecía su hermano.12
Se dice que los nobles incas aconsejaron a Huiracocha que nombrara como su heredero
a Pachacútec, pero Huiracocha se había encariñado tanto con Inca Urco que siempre
lo prefería ante cualquiera otra persona. Cuando Huiracocha decidió retirarse al
valle de Yucay, envió la borla o mascapaicha (símbolo del poder real inca) a Urco,
que asumió así como correinante de la Confederación Cuzqueña. Sin embargo, Urco, en
vez de cumplir su función política, cayó en la holganza y pasó el tiempo en
diversiones y vicios.3
La guerra de los incas contra los chancas ha sido considerada como el episodio
fundamental de la organización del Tahuantinsuyo. Su recuerdo inspiró muchas formas
de representación artística. La ilustración muestra un soldado chanca atacando a
soldado inca (detalle de la pintura de Juan Bravo).
Artículo principal: Guerra Inca-Chanca
Hacia 1430 se produjo la invasión de los chancas. Se hallaban estos ya en
Vilcaconga, cuando enviaron sus emisarios a Cuzco para exigir la rendición a
Huiracocha Inca. Éste, ya anciano y temeroso del poderío de los invasores,
respondió que estaba de acuerdo con someterse y que deseaba entrevistarse con el
jefe chanca. Acto seguido, Huiracocha y su hijo Inca Urco huyeron del Cuzco y se
refugiaron en el fuerte de Caquia Xaquixahuana, 4n 3 ante la sorpresa de la etnia
inca, que depositó entonces su esperanza en el joven príncipe Cusi Yupanqui, que
recibió el apoyo de los generales Vicaquirao y Apo Mayta para organizar la defensa
de Cuzco.5n 4
Cusi Yupanqui pidió a su padre que regresara a encabezar la defensa de Cuzco, pero
al recibir su negativa, hizo un llamado general a las etnias vecinas para resistir
juntos a la amenaza Chanca. Los Canas fueron los únicos que se aliaron a los incas,
mientras que por otro lado, los Ayamarcas fueron los únicos que apoyaron a los
Chancas; las demás etnias esperaron a ver el bando sobre el que se inclinaría la
victoria para unírseles a el.6
La primera batalla fue en Cuzco, donde los soldados del ejército inca vencieron
favorecidos por las etnias espectadoras, que se les unieron en cuanto empezaron a
ganar. Luego, en Ichubamba, la victoria Inca se acentuó, dando origen a la leyenda
de los soldados de piedra.7
Una vez derrotados los Chancas, los incas alistaron las celebraciones en Cuzco a
las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec; sin embargo, Huiracocha se negó
a recoger el fruto de la victoria, pues consideraba que ello debía hacerlo Urco,
por ser el correinante al momento de la invasión chanca. Obviamente, ni Pachacútec
ni nadie quiso recibir a Urco. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño
ejército y marchó a Cuzco para derrocar a Pachacútec pero este, hábilmente
preparado, lo derrotó.8 Inca Urco fue herido de una pedrada en la garganta, siendo
capturado y descuartizado. Sus restos fueron arrojados al río Tambo.9 Mientras que
Huiracocha regresó a su refugio campestre de Calca y no quiso volver a vivir en el
Cuzco.
Ceñimiento de la mascaipacha
Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato para asumir el gobierno de
la confederación cuzqueña. Se iniciaron los preparativos para la ceremonia en la
que el príncipe se ceñiría la mascapaicha. A solicitud de Cusi, una comitiva de
orejones se dirigió a Calca en busca de Huiracocha Inca para solicitar y rogar que
fuera al Cuzco a entregar la mascapaicha al nuevo líder; de ese modo enmendaría la
deshonra de haber abandonado la capital en pleno conflicto contra los Chancas.10
"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde Huiracocha Inca
estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a que viesen en qué era
servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca Inca los viese delante de sí y
tan gran multitud de señores y de tanto poder, holgose mucho de ello (...). Después
de repartirles vasos de chicha y porciones de coca, levantose en pie Huiracocha
Inca y considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto le
amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello les animase.
Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les agradecía lo que por él y
por su hijo habían hecho, y que ya sabían (...) que él hasta allí había sido señor
del Cuzco, y que se había salido de él por causas que para ello le movieron; y que
de allí en adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del
Cuzco".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.
Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados por el willac
umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de cien
niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha, el propio Inca Huiracocha
procedió a colocar la borla real en la cabeza del joven Cusi Yupanqui, nombrándolo
de allí en adelante, como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, «hijo del
Sol que transforma el mundo».12
Una vez investido como Inca, Pachacútec determinó que fuera su padre Huiracocha el
primero en rendirle homenaje. Para ello el viejo Inca debió beber una olla llena de
chicha hasta dejarla vacía. Sin ninguna objeción, Huiracocha cumplió lo ordenado y,
al terminar, se inclinó pidiendo perdón por haber abandonado el Cuzco en plena
guerra. Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano, y a la vez como hijo,
lo ayudó a incorporarse inmediatamente.13
Gobierno (1438-1471)
Durante los primeros meses de su gobierno, Pachacútec tuvo que someter a varios
sinchis vecinos del Cuzco: Páucar Ancho y Tocari Topa de Ollantaytambo; Ascaguana y
Urcocona de Huacara; y Alcapariguana de Toguaro. A diferencia de las guerras
realizadas en los reinados anteriores, estas campañas militares representaban un
verdadero esfuerzo por consolidar una unidad territorial, un predominio de los
cusqueños sobre sus comarcanos. Las numerosas guerras que sostendría en el futuro
le permitirían adquirir una enorme extensión territorial.16
Una vez dominada toda la región de los chancas y sus confederados, se emprendió el
regreso a tierras cusqueñas. Antes de llegar a la capital, el Inca debió someter a
los sinchis Ocacique y Otaguasi, señores del pueblo de Acos, localizado a diez
leguas del Cuzco. Como represalia por haber sido herido en la cabeza durante el
enfrentamiento, Pachacútec desterró a los sobrevivientes y los reubicó en los
términos de Huamanga, donde está hoy el pueblo de Acos.21
Enterado el Colla Cápac de la incursión inca en sus territorios, se dirigió con sus
ejércitos al pueblo de Ayaviri para esperar a los cuzqueños. Al llegar a esta
localidad, Pachacútec pudo comprobar que no se produciría un sometimiento pacífico,
por lo que se entabló una larga batalla. A medida que la lucha se prolongaba
temiendo ser derrotados, los collas se replegaron hacia Pucará, hasta donde fueron
perseguidos por los incas. En Pucará se libró un segundo enfrentamiento del que no
solamente salieron victoriosos los cusqueños, sino que lograron tomar prisionero al
poderoso Colla Cápac. Una vez asegurado el triunfo, Pachacútec se dirigió a Hatun
Colla, morada del curaca derrotado, donde permaneció hasta que todos los pueblos
subordinados se acercaron a rendirle obediencia.24
Tras pequeñas luchas con los pobladores de Juli y los pacasas, Pachacútec consiguió
dominar todo el Collao,25 dejando allí guarniciones y un gobernador general. Su
siguiente destino fue el territorio de Condesuyos: sus conquistas le llevaron por
Arequipa y Camaná. Terminado esto, regresó al Cuzco por Chumbivilcas.26
El siguiente rival del ejército inca fue la nación huanca, del valle del Mantaro
(Jauja). Cápac Yupanqui les ofreció la paz a cambio de someterse, pero los huancas
se negaron y resistieron con valor. Finalmente fueron derrotados, aunque el general
inca se mostró magnánimo y liberó a los prisioneros, así como prohibió a sus tropas
dedicarse al pillaje.32
Los pueblos costeros de Manta eran expertos navegantes, que se adentraban en el mar
en balsas de madera. Túpac Yupanqui se enteró a través de ellos de la existencia de
unas misteriosas islas llamadas Auachumbi y Ninachumbi, rebosantes de riquezas.
Entusiasmado por esta noticia, el joven inca organizó una nutrida flota de balsas,
que partió desde Manta a descubrir dichas islas.43 Las crónicas de Pedro Sarmiento
de Gamboa y Miguel Cabello Balboa relatan el éxito de esta expedición. A las
misteriosas islas a las que arribó Túpac Yupanqui se las ha querido identificar con
las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso la lejana Polinesia.44
Victorioso y con abundante botín, Túpac Yupanqui emprendió el retornó al Cuzco, del
cual había estado ausente durante seis años. Su padre, el ya anciano inca
Pachacútec, salió a recibirle en Vilcaconga. Ambos entraron triunfantes en la
capital imperial, en medio de gritos de júbilo de la gente.45
"Y visto por él (Pachacútec) el sitio donde a él mejor le pareció que la casa debía
se edificada, mandó que allí fuese traído un cordel, y siéndole traído,
levantáronse del lugar donde estaban él y los suyos, y siendo ya en el sitio donde
había de ser la casa edificada, él mismo por sus manos con el cordel midió y trazó
la Casa del Sol; y habiéndola trazado, partió de allí con los suyos y fue a un
pueblo que dicen Sallo, que es casi cinco leguas de esta ciudad, que es donde se
sacan las canteras, y midió las piedras para el edificio de esta casa, y así
medidas, de los pueblos comarcamos pusieron las piedras que les fue señaladas y las
que fueron bastantes para el edificio de esta casa (...) así como el Inca Yanqui la
había trazado e imaginado".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.
Otro de los cambios más importantes realizados por Pachacuti fue la división del
creciente imperio en cuatro suyos, teniendo como centro la ciudad del Cuzco
(ombligo del mundo); al este el Antisuyo, al oeste el Contisuyo, al norte el
Chinchaysuyo y al sur el Collasuyo.
Muerte y sucesión
Pachacútec no tuvo ninguna duda de que el joven Túpac Yupanqui era el más
capacitado de sus hijos para sucederlo en el poder (dibujo de Martín de Murúa).
Murió naturalmente en pleno apogeo del imperio, fue reconocido y valorado como el
más grande Sapa Inca por sus contribuciones a la expansión y consolidación del
naciente Imperio inca. Su momia fue llevada en su tiana o asiento, cargada por los
grandes señores hasta la plaza Aucaypata, donde se le rindió homenaje. Las exequias
reales se iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútec y Huiracocha
Inca, su padre. El fallecido soberano fue vestido con suntuosas mantas y adornos de
oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de armas. Finalmente, su
momia fue colocada en el centro de Tococache (actual barrio de San Blas, en Cuzco)
en un templo dedicado al trueno que él mismo mandó a edificar.
La sucesión en el mando del Imperio inca, fue asumida por su hijo, Túpac Inca
Yupanqui, con quien había co-gobernado durante los últimos años y quien había
demostrado una gran destreza guerrera y conquistadora en las expediciones que
Pachacútec le había encargado tanto hacia el norte como hacia el sur del territorio
imperial. De este modo, sin ninguna objeción, Túpac Yupanqui se ceñiría la
mascaipacha y asumiría por completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y
exequias reales de su padre.
Obras
Transformación del Reino a Imperio
Gracias a Pachacútec, los dominios del incario dejaron de constituir un simple
reino para conformar el Tahuantinsuyo, un Estado que logró dominar y controlar
política, militar y económicamente a otros estados y cacicazgos ubicados en las
proximidades de los Andes. Esta transformación devino de las victorias obtenidas
ante varios estados que rodeaban inicialmente el reino inca: principalmente la
confederación chanca y el señorío de los Ayamarca.
Arquitectura y urbanismo
Legado
La figura de Pachacútec, dada la implicancia y connotación de su título en quechua:
el que transforma el mundo, ha sido objeto de innumerables discusiones de acuerdo a
la visión mítica e idealista que se tiene sobre él y la consolidación del Imperio
inca, para la visión andina.49
«Con sus medidas dio unidad geográfica e idiomática, iniciando la uniformidad que
permitió más tarde la formación del Perú actual.»
Tomado de "Historia del Tahuantinsuyo", historiadora María Rostworowski.
Detalle central del mural de la "historia del Qosqo" por Juan Bravo, para la
municipalidad del Cuzco; el mural tiene como eje y figura central a Pachacútec,
como reconocimiento de ser el iniciador de la expansión inca, la organización del
Tahuantinsuyo y el legado dado que perdura hasta la actualidad.
El compositor peruano José María Valle Riestra (1858) compuso el poema sinfónico
Pachacutec: fantasía incaica, en honor al inmortal inca.
Véase también
Inca
Imperio incaico
Leyenda de los soldados Pururauca
Inca Urco
Chanca
Predecesor:
Huiracocha Inca 9°
Cápac Inca
Dinastía Hanan Cuzco
Pachacutec.jpg
1438 - 1471 Sucesor:
Túpac Yupanqui
Predecesor:
(Creación del Tahuantinsuyo) 1°
Inca del Tahuantinsuyo