Defensa de Mi Criterio Histórico
Defensa de Mi Criterio Histórico
Defensa de Mi Criterio Histórico
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CRITERIO fiiSTORICO
:f~,{wcico:J ~J'te1tt"=
Jóvenes compab·iotas:
Vuestro compatriota,
JI
III
IV
VI
Nobler.a del fin que Re pru¡wue l:t Hi ~t.oria. - Del recto criterio histórico. -
Nue.,Lm ]Jropó~itn al escribir la Historia Gonentl dA! Ecuador. - llpo.
eas en que osLa Historia se halla naturalmente dividida.- Enlace
necesario de estas épocas. -Nuestros est.udius preparatorios para es-
cribir la Histor·ia General de la Repú\Jliea dB; Ecuador. - Una pro.
testa uecesaria.
II
lfT
lV
II
III
IV
Un niño, muy mno, estaba aprendiendo las primeras
letras en la escnela primaria, que la Municipalidad de Quito
costeaba, ahom muchos aiios, en el convento máximo de
Santo. Domingo de Quito: uno de los maestros era un reli-
gioso, grave y autorizado, de la misina Orden. Pues bien:
un día, ese niño, recorriendo con curiosidad, los cuadros
de los diez mandamiento;;, qtHl decoraban los clau~tros altos
del convento, llegó al cuadro en que estaba representado
el sexto precepto del Decálogo : como en todos los demás
cuadros, también en ése el mandamiento estaba figurado por
un suceso del Antiguo Testamento: llamóle al niño la aten-
ción una escena y quiso saber su significado.
VI
VII
VIII
¿, Qniéues sou los libern\es ·t_ t Por qnfi se los teme tan-
to 7. . . . . . . Los liberales eu el siglo déeimo nono, (que
pronto terminará), son lor; e11emigos de la Religión cristia-
na, los ad vcrsarios de la Iglúsia católioa romana : t no es
así ~ ¡ Eh ! ....
II
gían para los pobre~ por orden del Divino Mncs(,ro ?-- Eu
secreto hurtaba para ~í ol Apó:;iol traidor lo llllfl se daba
p.ura los pobres. Err, qnae mittehantm·, portabat (2) •¡, Qúé
acusación más formidnble que éRta ~
III
religiosos'!
IV
VI
V IT
Discusiones y réplicas
I I
III
esa obm fué impt•esa en Roma con tOl]aq lns licencias así
pontificias como regulare~ tle In On1r.n.
"'hi~torÍtt'
cclosi:Í.8tica e,; ¡)eligro~o referit· ciertos extravío~o<,
" porque con ellos (le,;¡neroccn ltiS iglesias particulareR. ¡ Otro
"absurdo! ¡Qné ct1lpa tiene una igle~Sia, de los extl'ilrÍos
"de sus hijo~, cuando ella mbma lo reprueba. . . . . . Las De-
" cretales misma:;, i no están uaduB eontra ciertos vicios y
"personas, ct1yos extravíos narnui cireunstanciadamente y con
" toda severidad?"- MoralicemoH.
IV
li
lll
consecueucia~! . . . . .
. . ¡,N u las queréis continuar deducien-
do vosotro~ ?- • • • • • •
¡ Pues, las sacaré yo ! . . . . . . . . Luego,
en una historia IJO HC pueden narrar los hechos públicos y
escandalo~os cometidos por inJividuos perteuocientes a las
Ordenes regulareR; lnego, una historia en qne se refieran
esos uochos, no os cutólica; luego, ta11to más católica será
una historia, cuanto sea menos imparcial. He aquí las con-
secuencias qne fluyen lógicamente ele los principios sentados
por uuestros adversarios.
La. más grave do las anusacioues.- Una al1vtwtenr.ia lltH.~fl.'lrn·ia.- Una a.llto_
rid::tll jnenmm.ble.- Exa.wen prnlijo t1o la a0usanión.- Def~:~usa y pnw-
baH tle ella. en el Tomo CnarLu <le la Hist.oria ltr.ueml dG la Heflúblíca
del Eeuadm·.- Jucxactilll<lr.R.- Ulla .caluwllia.- l1Ant;u:ióu obvht de
nlla.- Los docurnootos ntlueitlos eu contra dn la ua.rracióu histtíricn..-
Vítlm· de esos ducumt1ut.us.- Epílop;o·.- rt·oL(1:-)bL y eonelu~ilm.
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Ill
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Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
CITAS
ll
El Padre Fray J nan rle Ava los corrió 1111 gran peli-
gro hasta de pcrdBr la vida, por defender o! expediente
co11lm los que, ecb::wdo manu de la violencia y ,]e la fuer-
za; se lo querÍfl.n quitar, para ~le,;pclla7.11rlo .. ¡,Se conservará
e~e expediente'! l!:se expodíente ha de guat·darHe on ·Ronm,
R. Distin,r¡uenrlum est.
·~ .
1
l_
SOLU'I'IO
etiatll filio tempori narrnri po;;Ri sine grave culpa. rl. Al-
phonR. Thidem approbam> notat ex doctrina Lessi, Lugonis,
J;acrm'a.:, etc.
r~Rent, rnaxime cnm il\h; _res prava~, quae nnl·rant., non eXa··
ggerent. neque eo modo ennrrmtt, qni nd 111ajnrem invidiam
exeitmHlnm sit C011tpnratus, 11eqne et.iam emendationem et
paenitentiam, qni1e acta si t, reticem1t.
los hombros, para el bien púhlico, para que lo;; IYmlos ÜJtuau
y se ewarmient.en, y los bneno" s~ animen a hacer obras
!!;BIIerosa~. Según Molina, la historia tié'ne como fin el bien
g!'neral, el bien del púhliro.
a una elase social ( eo1no \11 tle \oR sacerduteR, Obi~pos, Ro-
mnJJOB Pm1tíijees ), qno el r~c:'iwblo n·~il1l.:nltf1 ;.:u¡wre al bie11
qn(J oe intenta eon~q~nir.
SOTO.
R. RE DEBI!l DIS'l'INGUm.
recan mortalmente:
chíti~ el consejo rle Llll Prelnrlo 'l MLH;ho temo qne lo~
Obispos reunido;; !lo os priven de la Co:nnni0n. Esto mis-
mo, en verdad, se expreoa en una carta DHeríb por uue~tros
predecesores a la bienaventurada ltarleguwln, cuaudo estr~
bleció sn ermtunitln.d, carta de la euul trm~;;cribo la copia.
COPIA DE LA CA ItTA
A la bien:wrmtmarlrt dama R.:vle,gnnda, l.tiju de la Tg-le-
sia por Cristo, los Obispw; Eufrouio, Prctextuto, Germán,
Félix, Domicuno, Víetor y Doumolo:- JJa Di vi na PI'Ovi-
dencia, en su mismir.:ordio~a solieitnrl, vPia ~;in cesar wbre
el géueru l.tunwn0, en orden a 811 salv,aeióu; todo~ ios tiem-
pos y todo~ !oH lng·¡n·es son .GOIIHiautcmente ohjoto de SIJS
beneficios, desde que el Dispemador próvirlo de todas las
cosa~, coloca en lodo lngar y principtdJneiJte en la heredad
entregada fll culii vo de la Ig·lesiu, [JuJ·sonas que e tu pcfití n-
dose en lahrarla con In. raHtra de la fé, le hacen prorltieir
el ciento por nuu de los frutos de Cristo, a favor dtl la
temperatura ce]e,t,fl que les abriga. Y de tal manera ~e
comunica eHla accióu divina por todas pa.rt.es, que jamií.~
~e niega a lo que cede en ventaja del nmyor IIÍlllle.ro, a
fin de rpte el ejemplo ~auto rle cRtn~ [ll\rsouaf', dé por re-
sultado en el día del .Inicio, qne haya mncho:; predestina-
dos dignos de recompen~a. Pot· esto, cnamlo en el exordio
de la religión calólicn, lo~ habitantes t!e la~ Galia~, comen-
zaron a vivir en la inleligenc:ia de e~ta fó venerable, y
cnando los misterio,; inefables de la f:hntÍHiJua 'frinidad 110
eran conocidos sino por poco~, la Providcneia Di vi na, en
su misericordia, 110 qu()riendo granjear aquí Jli('.IJos de lo
que lucraba en el resto del muiHio por la predicación apos-
tólica, se dignó enviar pn.ra que alumbri1.rn nuestra tierrh al
bienaveutmadu Martín, nacido de extranjera e~tirpe. Por
mucho que no llilbi<cse Fcnido e!l t.iempo de los A pó~toles,
110 le faltó la gracia npnHt61ien, wpliendo el favor divino
a lo qne le faltó en primacía, puesto que quien Hubresale
eu merecimiento, narla pierde 1:'11 venir en pos de ótros.
Y mucho nos felicitamos, reve.rcndí~ima hija, al ver reHur-
gir eu tí, por la gracia del Selior, h1s mue~tras de esta
COPIA DE LA CARTA
L I H. X
San Bernardo
CAPITULO IX
CAPI'I'ULO X
Melchor Cano
'l'H.ADIJCC!ON
Quito, 1911.
El Padre Víllada
Su Ol'INION
Defensa· N ccesaría
ese hogar eRtará enlutado, eHa esposa ostnrú. viuda, eRos Hi-
ño~, huél'fímos: i qué será de ella '1 ¡, qné ~eriÍ de ellos '1 .....
fi~l hambre, lu desnudez, el ahandono, acaso la deshomn;
tal vez, la vergiienza '!.. . . . . Todo e~ posible! .... Y, ¡, In.
educación 1 ¡ Lll edncnción crist.ia.nn ! . . . . ¡,Re la darún '1
¡, La recibirán 1
·Quito.
{ 1 } Los mauusc-.rito~ originales dc~o este duemnnnto 110M 111111 ~¡/do propol'·
cionado~ por P.l ;)eüor l>on Alberto Mena y Cn.nmrlfío
Quito.
Quito.
Presente.
Muy <JUCrido amigo:
Suyo,
:FIWERICO GüNZALEZ SUARE>'..
Sabía advertencia
del Ilustrisimci Gonzále:z; Suárez, sobre
nuestra cuestión limítrofe
A d vertcucia.
+ Fgmmwo,
Arzobispo de (Juito (1).
PÁ.us..
APENDICE