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ANHÍDRIDOS

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ANHÍDRIDOS

Los anhídridos son compuestos formados por un elemento no metálico


más oxígeno. Este grupo de compuestos son también llamados óxidos
ácidos u óxidos no metálicos.

¿Cómo se forman?
los óxidos ácidos se forman tras la unión de un catión no metálico con
un dianión de oxígeno (O2-).

Este tipo de compuesto se observa en los elementos ubicados hacia la


derecha de la tabla periódica (los metaloides suelen generar óxidos
anfóteros), y en metales de transición en estados de alta oxidación.

Una forma muy común de formar un óxido no metálico es a través de la


descomposición de los compuestos ternarios llamados oxácidos, los
cuales están formados por un óxido no metálico y agua.

Es por esta razón por la que los óxidos no metálicos también se


denominan anhídridos, ya que son compuestos que se caracterizan por
haber perdido una molécula de agua durante su formación.

Por ejemplo en la reacción de descomposición del ácido sulfúrico a


temperaturas altas (400 ºC), el H2SO4 se descompone hasta el punto de
convertirse totalmente en vapor de SO3 y H2O, según la
reacción: H2SO4 + Calor → SO3 + H2O

Otra forma de formar óxidos no metálicos es a través de la oxidación


directa de los elementos, como en el caso del dióxido de sulfuro: S +
O2 → SO2

También sucede en la oxidación del carbono con ácido nítrico para


formar dióxido de carbono: C + 4HNO3 → CO2 + 4NO2 + 2H2O
Propiedades
– Se pueden encontrar en diversos estados de agregación.

– Los no metales que forman estos compuestos poseen altos números


de oxidación.

– Los óxidos no metálicos en fase sólida generalmente son de estructura


quebradiza.

– En su mayoría son compuestos moleculares, de naturaleza covalente.

– Son de naturaleza ácida y forman compuestos oxácidos.

– Su carácter ácido se incrementa de izquierda a derecha en la tabla


periódica.

– No presentan buena conductividad eléctrica o térmica.

– Estos óxidos presentan puntos de fusión y ebullición relativamente


más bajos que sus homólogos básicos.

– Tienen reacciones con el agua para dar origen a compuestos ácidos o


con especies alcalinas para originar sales.

– Cuando reaccionan con óxidos de tipo básico originan sales de


oxoaniones.

– Algunos de estos compuestos, como los óxidos de azufre o nitrógeno,


son considerados agentes contaminantes del medio ambiente.

Reglas resumidas para nombrar a los óxidos no metálicos

Independientemente de la nomenclatura que se emplee, siempre deben


observarse los estados de oxidación (o valencia) de cada elemento
presente en el óxido. A continuación se resumen las reglas para
nombrarlos:

Primera regla

Si el no metal presenta un único estado de oxidación, como es el caso


del boro (B2O3), este compuesto se nombra así:

Nomenclatura tradicional

Anhídrido de boro.

Sistemática con prefijos

De acuerdo con el número de átomos de cada elemento; en este caso,


trióxido de diboro.

Sistemática con números romanos

Óxido de boro (como posee un único estado de oxidación, este se


omite).

Segunda regla

Si el no metal presenta dos estados de oxidación, como es el caso del


carbono (+2 y +4, que originan los óxidos CO y CO 2, respectivamente),
se procede a nombrarlos así:

Nomenclatura tradicional

Terminaciones “oso” e “ico” para indicar menor y mayor valencia,


respectivamente (anhídrido carbonoso para el CO y anhídrido carbónico
para el CO2).

Nomenclatura sistemática con prefijos

Monóxido de carbono y dióxido de carbono.


Nomenclatura sistemática con números romanos

Óxido de carbono (II) y óxido de carbono (IV).

Tercera regla

Si el no metal presenta tres o cuatro estados de oxidación, se nombra


así:

Nomenclatura tradicional

Si el no metal posee tres valencias, se procede como se explicó


previamente. En el caso del azufre serían anhídrido hiposulfuroso,
anhídrido sulfuroso y anhídrido sulfúrico, respectivamente.

Si el no metal presenta tres estados de oxidación, se nombra de igual


forma: anhídrido hipocloroso, anhídrido cloroso, anhídrido clórico y
anhídrido perclórico, respectivamente.

Nomenclatura sistemática con prefijos o números romanos

Se aplican las mismas reglas utilizadas para los compuestos en los que
su no metal posee dos estados de oxidación, obteniéndose nombres muy
similares a aquellos.

Aplicación
Los óxidos no metálicos poseen una amplia gama de usos, tanto en el
ámbito industrial como en los laboratorios y en diferentes campos de las
ciencias.

Sus usos incluyen la creación de productos cosméticos, como rubores o


esmaltes para uñas, y la fabricación de cerámica.
También se utilizan en el mejoramiento de pinturas, en la producción de
catalizadores, en la formulación del líquido en los extintores o del gas
propelente en productos alimenticios en aerosol, e incluso se usan como
anestésico en operaciones menores.

Ejemplos

Óxido de cloro

Se dan dos tipos de óxido de cloro. El óxido de cloro (III) es una


sustancia sólida marrón de apariencia oscura, que posee propiedades
altamente explosivas, aun a temperaturas menores que el punto de
fusión del agua (0 °K).

Por otro lado, el óxido de cloro (VII) es un compuesto gaseoso con


propiedades corrosivas e inflamables que se obtiene al combinar ácido
sulfúrico con alguno de los percloratos.

Óxido de silicio

Es un sólido que también se conoce como sílice y es usado en la


fabricación de cemento, cerámicas y vidrio.

Además, puede formar distintas sustancias dependiendo de su


ordenamiento molecular, originando cuarzo cuando constituye cristales
ordenados y ópalo cuando su arreglo es amorfo.

Óxido de azufre

El dióxido de azufre es un gas incoloro precursor del trióxido de azufre,


mientras el trióxido de azufre es un compuesto primordial cuando se
lleva a cabo una sulfonación, lo cual conduce a la fabricación de
productos farmacéuticos, colorantes y detergentes.
Además, es un agente contaminante de gran importancia, pues está
presente en la lluvia ácida.

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