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Vectores

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Vectores

Enviado por OMAR RACERO


1. Definición de vectores
2. Magnitudes Escalares
3. Magnitudes vectoriales
4. Descomponiendo en un sistema de ejes cartesianos
5. Vectores unitarios y componentes de un vector
6. Suma y resta de vectores
7. Método Algebraico para la Suma de vectores
8. Producto de un vector por un escalar
9. Producto escalar de dos vectores
10. Módulo de un vector
11. Ecuación de la Recta.
12. Historia del Cálculo
13. Definición del cálculo vectorial
14. Biografías
15. Bibliografía
Definición de vectores

Un vector es todo segmento de recta dirigido en el espacio. Cada vector posee


unas características que son:

Origen

O también denominado Punto de aplicación. Es el punto exacto sobre el que


actúa el vector.

Módulo

Es la longitud o tamaño del vector. Para hallarla es preciso conocer el origen y


el extremo del vector, pues para saber cuál es el módulo del vector, debemos
medir desde su origen hasta su extremo.

Dirección

Viene dada por la orientación en el espacio de la recta que lo contiene.

Sentido

Se indica mediante una punta de flecha situada en el extremo del vector,


indicando hacia qué lado de la línea de acción se dirige el vector.
Hay que tener muy en cuenta el sistema de referencia de los vectores, que
estará formado por un origen y tres ejes perpendiculares. Este sistema de
referencia permite fijar la posición de un punto cualquiera con exactitud.

El sistema de referencia que usaremos, como norma general, es el Sistema de


Coordenadas Cartesianas.

Para poder representar cada vector en este sistema de coordenadas


cartesianas, haremos uso de tres vectores unitarios. Estos vectores unitarios,
son unidimensionales, esto es, tienen módulo 1, son perpendiculares entre sí y
corresponderán a cada uno de los ejes del sistema de referencia.

Magnitudes Escalares

Denominamos Magnitudes Escalares a aquellas en las que las medidas quedan


correctamente expresadas por medio de un número y la correspondiente
unidad. Ejemplo de ello son las siguientes magnitudes, entre otras:
Masa

Temperatura

Presión

Densidad

Magnitudes vectoriales

Las magnitudes vectoriales son magnitudes que para estar determinadas


precisan de un valor numérico, una dirección, un sentido y un punto de
aplicación.

Vector

Un vector es la expresión que proporciona la medida de cualquier magnitud


vectorial. Podemos considerarlo como un segmento orientado, en el que cabe
distinguir:

 Un origen o punto de aplicación: A.


 Un extremo: B.
 Una dirección: la de la recta que lo contiene.
 Un sentido: indicado por la punta de flecha en B.
 Un módulo, indicativo de la longitud del segmento AB.

Vectores iguales

Dos vectores son iguales cuando tienen el mismo módulo y la misma dirección.

Vector libre

Un vector libre queda caracterizado por su módulo, dirección y sentido. El


vector libre es independiente del lugar en el que se encuentra.

Descomponiendo en un sistema de ejes cartesianos

a+b=(axi+ayj+ azk)+(bxi+byj+ bzk)=(ax+bx)i+(ay +by)j+(az+bz)k


Propiedades

Conmutativa: a+b=b+a

Asociativa: (a+b)+c=a+(b+c)

Elemento Neutro: a+0=a

Elemento Simétrico: a+(-a)=a-a=0

Vectores unitarios y componentes de un vector

Cualquier vector puede ser considerado como resultado de la suma de tres


vectores, cada uno de ellos en la dirección de uno de los ejes coordenados.
Suma y resta de vectores

La suma de dos vectores libres es otro vector libre que se determina de la


siguiente forma:

Se sitúa el punto de aplicación de uno de ellos sobre el extremo del otro; el


vector suma es el vector que tiene su origen en el origen del primero y su
extremo en el extremo del segundo.

Por tanto, el vector suma de dos vectores coincide con una de las diagonales, la
"saliente", del paralelogramo que puede formarse con los vectores que se
suman; la otra diagonal representa la resta de dichos vectores.

Para efectuar sumas o restas de tres o más vectores, el proceso es idéntico.


Basta con aplicar la propiedad asociativa.

Al vector que se obtiene al sumar o restar varios vectores se le denomina


resultante.

Suma de Vectores

La suma de los vectores podemos realizarla de dos maneras diferentes,


analítica y gráficamente.

Procedimiento Gráfico

Para sumar dos vectores de manera gráfica utilizaremos la denominada Regla


del paralelogramo, consistente en trasladar paralelamente los vectores hasta
unirlos por el origen, y luego trazar un paralelogramo, del que obtendremos el
resultado de la suma, como consecuencia de dibujar la diagonal de ese
paralelogramo, como podemos ver en el siguiente dibujo:
Otra manera de expresar la suma de manera gráfica es trasladar el segundo
vector a sumar de tal manera que el origen de éste, coincida con el extremo del
primer vector, y la suma la obtendremos dibujando un vector que vaya desde el
origen del primer vector hasta el extremo del segundo, de la siguiente manera:

Hay que tener muy presente lo siguiente: vectores en la misma dirección se


suman (tal y como ya hemos visto en la sección de la suma de vectores), pero
vectores con sentidos opuestos se restan (tal y como se puede ver en el
apartado correspondiente a la resta de vectores). A continuación tenemos un
ejemplo de suma y resta de vectores.

Método Algebraico para la Suma de vectores


Dados tres vectores

La expresión correspondiente al vector suma es:

o bien
siendo, por tanto,

La suma de vectores goza de las siguientes propiedades:

Conmutativa

a+b=b+a

Asociativa

(a + b) + c = a + (b + c)

Elemento neutro o vector 0

a+0=0+a=a

Elemento simétrico u opuesto a'

a + a' = a' + a = 0

a' = -a

Producto de un vector por un escalar

El resultado de multiplicar un escalar k por un vector v, expresado


analíticamente por kv, es otro vector con las siguientes características :

1.- Tiene la misma dirección que v.


2.- Su sentido coincide con el de v, si k es un número positivo, y es el opuesto,
si k es un número negativo.
3.- El módulo es k veces la longitud que representa el módulo de v. ( Si k es 0
el resultado es el vector nulo).

Analíticamente, tenemos que multiplicar el escalar por cada una de las


coordenadas del vector.
Ejemplo : Dado el vector v de componentes : vxi + vyj + vzk, el producto 3 · v
= 3 · vxi + 3 · vyj + 3 · vzk.

La representación gráfica del producto es igual a sumar el vector tantas veces


como indica el escalar.

Ejemplo :

Propiedades

El producto de un vector por un escalar cumple las siguientes propiedades:

Producto escalar de dos vectores

El producto escalar de dos vectores, expresado analíticamente como r · v, se


obtiene de la suma de los productos formados por las componentes de uno y
otro vector. Es decir, dados dos vectores r y v, expresados en un mismo
sistema de coordenadas:

r = rxi + ryj + rzk


v = vxi + vyj + vzk

teniendo en cuenta que el producto escalar de los vectores :

i·i=j·j=k·k=1
i·j=i·k=j·k=0

el resultado de multiplicar escalarmente r por v es:

r · v = rx· vx + ry · vy+ rz · vz

Esta operación no solo nos permite el cálculo de la longitud de los segmentos


orientados que representan ( sus módulos ), sino también calcular el ángulo
que hay entre ellos. Esto es posible, ya que el producto escalar también se
puede hallar en función de sus módulos y del coseno del ángulo que forman
mediante la fórmula :

r · v = |r| · |v| · cos (r, v)

Propiedades

Conmutativa : r · v = v · r
Distributiva : r · ( v + u ) = r · v + r · u
Asociativa : ( k · r ) · v = k · ( r · v ) = r · ( k · v ) siendo k escalar.

Además :

1.- r · r = 0 si, y sólo sí r = 0.


2.- Si r y v <> 0 y r · v = 0, esto implica que los vectores son perpendiculares,
(cos 90º = 0).
3.- El producto escalar de dos vectores es equivalente a multiplicar
escalarmente uno de ellos por el vector proyección del otro sobre él.

Ejemplo :

Proyección ortogonal (rv) de r sobre v

rv= |r| cos (r, v) -> r · v = |v| · rv

Producto vectorial

El producto vectorial de los vectores a y b, se define como un vector, donde su


dirección es perpendicular al plano de a y b, en el sentido del movimiento de
un tornillo que gira hacia la derecha por el camino más corto de a a b,
donde n es un vector unitario perpendicular al plano de a y b en el sentido del
movimiento de un tornillo que gira hacia la derecha de a a b.

Propiedades:

Módulo de un vector

Un vector no solo nos da una dirección y un sentido, sino también una


magnitud, a esa magnitud se le denomina módulo.

Gráficamente: es la distancia que existe entre su origen y su extremo, y se


representa por:

Coordenadas cartesianas: En muchas ocasiones es conveniente tomar las


componentes sobre tres direcciones mutuamente perpendiculares OX, OY y OZ
que forman un sistema cartesiano tridimensional.

Si tomamos tres vectores unitarios, i sobre OX, j sobre OY y k sobre OZ,


entonces podemos encontrar puntos ax, ay, az sobre OX, OY, OZ,
respectivamente, tales que:

y aplicando el teorema de Pitágoras nos encontramos con que el módulo de a


es:
III. Ecuación De La Recta.

Ecuación de la Recta Que Pasa Por El Origen

Considere la recta l que pasa por el origen 0 y forma un ángulo de


inclinación con el eje x

Tómese sobre la recta los puntos P1(x1, y1),P2 (x2, y2) y P3 (x3, y3). Al proyectar
los puntos P1, P2 y P3 sobre el eje x, se obtienen los puntos P’1, P’2, P’3.

Como los triángulos OP1P’1, OP2P’2 y OP3P’3 son semejantes; se tiene que: 

Esto es, cualquiera que sea el punto P(x, y) sobre l, ó y = mx (1)


La ecuación (1) es la ecuación de la recta que pasa por el origen y tiene
pendiente conocida m. 

Ecuación De La Recta Conocida Su Pendiente m Y Su Intercepto b Con


El Eje y

Considere una recta l de la que se conocen m (m = tan ) y b


Trácese por el origen la recta l’ paralela a l. Sea P(x, y) un punto de l. Al  llamar
P’ la proyección de P sobre el eje x; PP’ corta a la recta l’ en un punto P’’ de
coordenadas 

La ecuación y = mx + b es la ecuación de la recta en términos de su pendiente


m y su intercepto b con el eje y.

Ecuación De La Recta Que Pasa Por Un Punto Y De Pendiente


Conocida

Considere la recta l que pasa por un punto dado P1(x1, y1) y cuya
pendiente m también es conocida

..

Al llamar b al intercepto de la recta l con el eje y, entonces la ecuación de l,


viene dada por:

                y = mx + b             (1)

Como P1(x1, y1)  , entonces satisface (1) y en consecuencia se tiene:


                 y1 = mx1 + b          (2)

Al restar de la ecuación (2) la ecuación (1) se elimina el parámetro b que se


desconoce y se obtiene:

y – y1 = m(x – x1) (3)

La ecuación (3) es conocida como la forma: PUNTO-PENDIENTE de la ecuación


de la recta.

Nótese que la ecuación (3) también puede escribirse en la forma: 

y = mx + (y1 – mx1).

Lo que indica que él intercepto b con el eje y viene dado por:

b = y1 – mx1

Ecuación de la recta que pasa por dos puntos dados P1(x1, y1) y P2(x2,
y2)

Sea l la recta que pasa por los puntos P1(x1, y1) y P2(x2, y2) y llámese
..
m1 su pendiente

Como l pasa por el punto P1(x1, y1) y tiene pendiente m1, se tiene de acuerdo a
4.4.3, que 

                           y – y1 = m1 (x – x1)    (1)

representa la ecuación de dicha recta.

Ahora, como el punto P2(x2, y2)  , entonces satisface su ecuación


La ecuación (3) se conoce como la forma: DOS-PUNTOS de la ecuación de la
recta.

Ecuación segmentaría de la línea recta

Considere la recta l de la cual conocemos los interceptó a y b con los


ejes x e y respectivamente

Como l pasa por los puntos A(a, 0) y B(0, b), entonces de acuerdo a la sección
la ecuación de l viene dada por: 

Dividiendo esta última ecuación por b, se obtiene:

La ecuación (1) se conoce como la ecuación SEGMENTARIA, CANÓNICA O


FORMA DE LOS INTERCEPTOS de la línea recta. Los números a y b son las
medidas de los segmentos que la recta intercepta con cada eje, con su signo
correspondiente, pues haciendo en (1)
y = 0, resulta x = a (Intercepto con el eje x)
x = 0, resulta x = b (Intercepto con el eje y)

Ecuación general de la línea recta

La ecuación Ax + By +C = 0 donde A, B, C son números reales y A,


....
B no son simultáneamente nulos, se conoce como la ECUACIÓN
GENERAL de primer grado en las variables x e y. 

..La ecuación explícita de la recta cuando se conocen dos puntos excluye las
rectas paralelas al eje y, cuyas ecuaciones son de la forma x = constante, pero
todas las rectas del plano, sin excepción, quedan incluidas en la ecuación Ax +
By + C = 0 que se conoce como: la ecuación general de la línea recta, como
lo afirma el siguiente teorema

TEOREMA

La ecuación general de primer grado Ax + By + C = 0 (1) , R; A y B


no son simultáneamente nulos, representan una línea recta.
 

Demostración

 i.   Se puede Considerar varios casos:

A = 0, B diferente de 0.

       En este caso, la ecuación (1) se transforma en By + C = 0,0de donde


 

 
La ecuación (2) representa una línea recta paralela al eje x y cuyo intercepto

con el eje y es 

ii. En este caso, la ecuación (1) se transforma en Ax + C = 0, de


donde 

La ecuación (3) representa una línea recta paralela al eje y y cuyo intercepto

con el eje x es 

iii. En este caso, la ecuación (1) puede escribirse en la siguiente


forma:

 
La ecuación (4) representa una línea recta, cuya pendiente es  y cuyo

intercepto con el eje y viene dado por    

observaciones

    i.   Es posible escribir la ecuación general de la línea recta en varias formas,
de tal 
         manera que solo involucre dos constantes. Es decir, si A, B y C son todos
distintos 
         de cero, podemos escribir la ecuación (1), en las siguientes formas
equivalentes:

      

En cada una de las ecuaciones (1A), (1B) y (1C) existe esencialmente solo dos 

        constantes independientes, por ejemplo  en (1A)


 

Esto indica que para determinar la ecuación de una recta en


particular, necesitamos conocer dos condiciones, como por
ejemplo, dos puntos, un punto y la pendiente, en concordancia
con lo establecido en los numerales anteriores.

iii.   Cuando la ecuación de una recta esta expresada en la forma general 


          Ax + By + C = 0, su pendiente ó coeficiente angular con respecto
al eje x, m 

         viene dado por  y su coeficiente angular n, con respecto al


eje y  

         viene dado por   .


      

   Los coeficientes A y B se denominan coeficientes directores de la recta.

IV. Historia del Cálculo

           DE CÓMO SE GESTÓ Y VINO AL MUNDO EL CÁLCULO


INFINITESIMAL

N e w t o n               L e i b n i z

( 1 642 - 1 727 )           ( 1 646 - 1 716)

     Del legado de las matemáticas, el cálculo infinitesimal es, sin duda, la


herramienta más potente y eficaz para el estudio de la naturaleza. El cálculo
infinitesimal tiene dos caras: diferencial e integral; y un oscuro interior donde,
como demonios, moran los infinitos: grandes y pequeños. Los orígenes del
cálculo integral se remontan, como no, al mundo griego; concretamente a los
cálculos de áreas y volúmenes que Arquímedes realizó en el siglo III a.C.
Aunque hubo que esperar mucho tiempo, hasta el siglo XVII, ¡2000 años!, para
que apareciera -o mejor, como Platón afirmaría, para que se descubriera- el
cálculo. Varias son las causas de semejante retraso.

Entre ellas debemos destacar la inexistencia de un sistema de numeración


adecuado -en este caso el decimal- así como del desarrollo del álgebra
simbólica y la geometría analítica que permitieron el tratamiento algebraico -y
no geométrico- de las curvas posibilitando enormemente los cálculos de
tangentes, cuadraturas, máximos y mínimos, entre otros. Todo ello ocurrió
principalmente en el siglo XVII.

Ya los griegos se habían preocupado de como tratar ese ente tan curioso -como
difícil- que es el infinito. Para los griegos el infinito aparece de dos maneras
distintas: lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande. Ya se vislumbra
de algún modo en la inconmensurabilidad de la diagonal del cuadrado;
también, claro está, lo tenemos en la famosa paradoja de Zenón sobre Aquiles
y la tortuga, por ello no es de extrañar que alguien intentara regularlos.
Ese alguien fue Aristóteles. Lo que hizo fue prohibir el infinito en acto "no es
posible que el infinito exista como ser en acto o como una substancia y un
principio", escribió, pero añadió "es claro que la negación absoluta del infinito
es una hipótesis que conduce a consecuencias imposibles" de manera que el
infinito "existe potencialmente [...] es por adición o división". Así, la regulación
aristotélica del infinito no permite considerar un segmento como una colección
de puntos alineados pero sí permite dividir este segmento por la mitad tantas
veces como queramos. Fue Eudoxio, discípulo de Platón y contemporáneo  de
Aristóteles quien hizo el primer uso "racional" del infinito en las matemáticas.
Eudoxio postuló que "toda magnitud finita puede ser agotada mediante la
substracción de una cantidad determinada". Es el famoso principio de
Arquímedes que éste toma prestado a Eudoxio y que sirvió a aquél para
superar la primera crisis de las Matemáticas -debida al descubrimiento de los
irracionales-.

No obstante, fue Arquímedes el precursor del cálculo integral aunque


desgraciadamente su método se perdió y por tanto no tuvo ninguna
repercusión en el descubrimiento del cálculo -recordemos que su original
método "mecánico" donde además se saltaba la prohibición aristotélica de usar
el infinito in acto se perdió y solo fue recuperado en 1906 ... La genial idea del
siracusano fue considerar las áreas como una colección -necesariamente
infinita- de segmentos. Habrá que esperar 2000 años hasta que otro
matemático -en este caso Cavalieri- volviera a usar de esa manera los infinitos.
De hecho Leibniz descubrió la clave de su cálculo al ver un trabajo de Pascal
donde éste usaba un método semejante.  

      La necesidad de entender obras griegas difíciles como las de Arquímedes


tuvo gran influencia en el nacimiento del cálculo. -ya en el siglo XVII se habían
recuperado y se dominaban la mayoría de las obras griegas.

También ayudó al surgimiento del cálculo el cambio de actitud en la


matemática del siglo XVII quizá influenciada por los grandes descubrimientos
de todo tipo -geográficos, científicos, médicos y tecnológicos- que fue el interés
de los matemáticos por descubrir más que por dar pruebas rigurosas. Ello
potenció sin duda el uso del infinito sin las limitaciones aristotélicas. Y
finalmente, el descubrimiento de la Geometría analítica de Descartes y Fermat.

La primera parte del siglo XVII vio el nacimiento de la geometría analítica de


Fermat y Descartes. La importancia de este descubrimiento consiste en que la
geometría analítica permite el tratamiento algebraico de problemas
geométricos, al asignar a las curvas, superficies, etc. fórmulas algebraicas que
las describen y permiten su manipulación analítica. De esta forma encontrar
tangentes, por ejemplo, se hacía extremadamente sencillo -basta saber calcular
las derivadas como ahora sabemos- frente a los engorrosos, y específicos para
cada curva,  procedimientos geométricos.
      Como ya mencionamos, en el siglo XVII los matemáticos perdieron el
miedo  a los infinitos que los griegos les habían tenido: Kepler y Cavalieri fueron
los primeros en usarlos, empezaron a andar un camino que llevaría en medio
siglo al descubrimiento del cálculo infinitesimal. El primer paso importante se
debe a Cavalieri -discípulo de Galileo-. Cavalieri considera áreas formadas por
segmentos y volúmenes formados por trozos de áreas planas redescubriendo
las bases metodológicas del método mecánico -y desconocido en aquella época-
de Arquímedes. Cavalieri incluso fue más allá intentando construir una teoría de
indivisibles que le permitiera, evitando los infinitos, demostrar rigurosamente
sus resultados -cosa que no consiguió ya que el infinito en acto siempre
acababa apareciendo en alguna parte-.  Las desventajas de su método de
indivisibles -poca generalidad, debilidad lógica, excesivos razonamientos y
procedimientos geométricos- fueron rápidamente superados por Torricelli,
Fermat, Pascal, Wallis y Roberval.

Otro de los protagonistas de nuestra historia es, sin duda, Grégoire de Saint-
Vicent, jesuita discípulo de Clavius. Sus principales aportaciones las publicó en
su Opus geometricum. En ella desarrolla un método de integración
geométrico, estudia las series geométricas incluyendo diversas aplicaciones de
las mismas discutiendo, como no, la conocida aporía de Zenón sobre Aquiles y
la tortuga que además resolvía magistralmente argumentando que Zenón no
consideró en la persecución de Aquiles que el tiempo formaba una progresión
geométrica de razón 1/2 y por tanto tardaba un tiempo finito en alcanzar a la
tortuga. Una de las aportaciones más valiosas de Saint-Vicent consistió en su
hallazgo de que el área encerrada bajo una hipérbola se expresaba mediante
los logaritmos.

Nuestro próximo personaje es John Wallis, miembro fundador de la Royal


Society de Londres y editor de obras de Arquímedes que además escribió una
Gramática inglesa. Wallis aritmetizó los indivisibles de Cavalieri asignándoles
valores numéricos convirtiendo de esta forma el cálculo de áreas -hasta el
momento algo meramente geométrico- en cálculos aritméticos más un primitivo
proceso de límite haciendo además un uso "descarado" del infinito -a él
debemos también el símbolo que usamos actualmente, ese 8 acostado-.

Es curiosa la opinión que él mismo profesaba de sus métodos: "Este


procedimiento es altamente heterodoxo, pero puede verificarse mediante el
bien conocido método de figuras inscritas y circunscritas, lo que es superfluo,
porque la frecuente iteración produce náuseas al lector. Cualquier ducho en la
materia puede realizar la prueba", escribió en su Arithmetica infinitorum.
Usando su método aritmético, la inducción incompleta,  y su intuición llegó a
calcular el área de todas las parábolas generalizadas x ^ r con r racional 1,
además de una bellísima fórmula para calcular Pi.excluyendo al

El trabajo de Wallis influyó enormemente en Newton quien aseguró que el


desarrollo del binomio y otras ideas iniciales sobre el cálculo se originaron en su
estudio del libro de Wallis en la época de estudiante en Cambridge.
El mismo Wallis propone una genealogía del cálculo:

Método de exhausión (Arquímedes)

Método de los indivisibles (Cavalieri)

Aritmética de los infinitos (Wallis)

Métodos de las series infinitas (Newton)

     Dediquemos algún tiempo a comentar los métodos infinitesimales


relacionados con el cálculo de tangentes, que junto al de áreas constituyeron la
base del cálculo. En la parte central del siglo XVII, las cantidades
infinitesimales, los fantasmas de cantidades desaparecidas, como alguien las
llamó en el siglo XVIII, fueron cada vez más usadas para resolver problemas de
cálculos de tangentes, áreas, volúmenes, etc.; los primeros darían origen al
cálculo diferencial, los otros al integral.  Como hemos mencionado Saint
Vincent, Pascal, Wallis, ... siguieron los pasos de Kepler y Cavalieri; además de
los infinitésimos cada vez se usaban más fórmulas y menos dibujos: la
geometría analítica cumplía su función de puente entre la geometría y el
análisis. Si Isaac Barrow, el maestro de Newton en Cambridge la hubiera
estudiado bien, podría haber arrebatado a su discípulo el descubrimiento del
cálculo. En efecto, la geometría analítica amplió considerablemente el horizonte
de las curvas geométricas. Este incremento de nuevas curvas hizo
imprescindible el desarrollar nuevos métodos para calcular tangentes.  Uno de
ellos fue el método de adigualdades de Pierre Fermat que servía además para
calcular máximos y mínimos. Esto unido a sus trabajos sobre cuadraturas le
hacen merecedor a un puesto de honor como precursor del cálculo. Newton, en
una carta descubierta en 1934, escribió en relación con sus ideas para el
desarrollo del cálculo: "La indicación me la dio el método de Fermat para las
tangentes. Aplicándolo a las ecuaciones abstractas directa e inversamente, yo
lo hice general".

Relacionado con los problemas de tangentes surgió a mediados del S.XVII el


llamado problema inverso de tangentes, es decir, deducir una curva a partir de
las propiedades de sus tangentes. El primero en plantear un problema de este
tipo fue Florimond de Beaune, discípulo de Descartes, quien planteó, entre
otros, el problema de encontrar la curva con subtangente constante. El propio
Descartes lo intentó sin éxito siendo Leibniz el primero en resolverlo en la
primera publicación de la "historia sobre el cálculo infinitesimal". De hecho un
elemento esencial para el descubrimiento del cálculo fue el reconocimiento de
que el problema de las tangentes y las cuadraturas eran problemas inversos; es
por eso que la relación inversa entre la derivación y la integración es lo que hoy
llamamos Teorema fundamental del cálculo.

     Newton en su célebre frase "Si he llegado a ver más lejos que otros es por
que me subí en hombros de gigantes" se refiere entre otros a su maestro y
mentor Isaac Barrow. Barrow fue probablemente el científico que estuvo más
cerca de descubrir el cálculo. Llegó a las matemáticas en su afán de
comprender la teología -de hecho se marchó de su cátedra en Cambridge,
cediéndosela a Newton para continuar sus estudios teológicos-. En la lección X
de su obra Letiones opticae & geometricae Barrow demuestra su versión
geométrica del Teorema fundamental del cálculo.

       En el último cuarto del siglo XVII, Newton  y Leibniz, de manera


independiente, sintetizaron de la maraña de métodos infinitesimales usados por
sus predecesores dos conceptos, los que hoy llamamos la derivada y la integral,
desarrollaron unas reglas para manipular la derivada -reglas de derivación- y
mostraron que ambos conceptos eran inversos- Teorema fundamental del
cálculo-: acababa de nacer el cálculo infinitesimal. Para resolver todos los
problemas de cuadraturas, máximos y mínimos, tangentes, centros de
gravedad, etc. que habían ocupado a sus predecesores bastaba echar a andar
estos dos conceptos mediante sus correspondientes reglas de cálculo.

El primero en descubrirlo fue Newton, pero su fobia por publicar le hizo guardar
casi en secreto su descubrimiento. Newton gestó el cálculo en sus anni mirabilis
(1665-1666) cuando se refugiaba en su casa materna de la epidemia de peste
que asolaba Inglaterra. De hecho su primera obra  sobre el cálculo, De analyse
per aequationes numero terminorum infinitas -que le valió la cátedra lucasiana
que dejó su maestro Barrow- fue finalizada en 1669 aunque sólo la publicó en
1711. La segunda obra de Newton sobre el cálculo fue escrita dos años más
tarde en 1671 pero esperaría hasta 1737 para ver la luz !diez años después de
su muerte y 66 después de escrita!. Se trata de De methodis serierum et
fluxionum.  

En ella Newton describe sus conceptos de fluente -es una variable en función
del tiempo- y fluxión de la fluente -la derivada respecto al tiempo de la fluente-
como entidades propias, con unas reglas algorítmicas de fácil uso que luego
usará para resolver distintos problemas de máximos y mínimos, tangentes,
cuadraturas -en relación a este último, estableció el ya mencionado Teorema
fundamental del cálculo-. Para demostrar la potencia de su cálculo Newton se
dedica en unas "pocas" páginas a resolver todos los problemas de cálculo de
tangentes, áreas, etc. que habían ocupado a sus predecesores.  

Una pregunta que casi inmediatamente aflora en la mente es ¿por qué Newton
tardó tanto en publicar sus resultados? A parte de su peculiar personalidad y las
distintas disputas que tuvo con muchos de sus contemporáneos, Newton era
consciente de la débil fundamentación lógica de su método de cálculo de
fluxiones -no obstante siempre hubo copias de sus trabajos circulando entre sus
amigos-.

Este temor también está patente en su obra cumbre: Los Principia, donde optó
por un lenguaje geométrico más riguroso -y oscuro- eliminando todo indicio de
su cálculo que probablemente usó -se puede encontrar una única mención del
mismo en el lema II de la sección II del libro II: la regla para derivar
productos-.

     Leibniz, más conocido como filósofo, fue el otro inventor del cálculo. Su
descubrimiento fue posterior al de Newton, aunque Leibniz fue el primero en
publicar el invento. Lo hizo además usando una vía ciertamente novedosa en
aquella época: para facilitar la difusión de sus resultados los publicó en una de
las recién creadas revistas científico filosóficas, el Acta Eroditorum, que el
mismo había ayudado a fundar -eran ciertamente momentos importantes para
la ciencia donde empezaron a aparecer las revistas científicas que permitirían
luego y hasta nuestro días la difusión del conocimiento y los descubrimientos
científicos-. Durante una estancia en París -ya que era un afamado diplomático-
Leibniz conoce a Huygens quien le induce a estudiar matemáticas.

En 1673, luego de estudiar los tratados de Pascal, Leibniz se convence que los
problemas inversos de tangentes y los de cuadraturas eran equivalentes.
Alejándose de estos problemas, a partir de sumas y diferencias de sucesiones
comienza a desarrollar toda una teoría de sumas y diferencias infinitesimales
que acabarían en la gestación de su cálculo por el año 1680 y a diferencia de
Newton si lo publica en las mencionadas Actas con el título "Un nuevo método
para los máximos y los mínimos, así como para las tangentes, que no se
detiene ante cantidades fraccionarias o irracionales, y es un singular género de
cálculo para estos problemas". En este artículo de 6 páginas -e incomprensible
como él mismo luego reconoce- Leibniz recoge de manera esquemática sin
demostraciones y sin ejemplos su cálculo diferencial -"un enigma más que una
explicación" dijeron de él los hermanos Bernoulli.

También Leibniz resuelve el ya mencionado problema de De Beaune


encontrando que la solución era el logaritmo. El siguiente artículo de Leibniz se
llamó "Sobre una geometría altamente oculta y el análisis de los indivisibles e
infinitos", también publicado en las Actas Eroditorum en 1686. En él aparece
por primera vez la notación para la integral que todavía hoy usamos -en el
primero introduce la notación "dx" para la diferencial-.

     Como colofón a estas páginas dedicaremos unas líneas a tratar la mayor de


todas las disputas que ha conocido la ciencia: la prioridad de la invención del
cálculo. Las suspicacias entre Newton y Leibniz y sus respectivos seguidores,
primero sobre quién había descubierto antes el cálculo y, después, sobre si uno
lo había copiado del otro, acabaron estallando en un conflicto de prioridad que
amargó los últimos años de ambos genios. Para comenzar diremos que la
disputa fue evitable pues los métodos de ambos genios tienen importantes
diferencias conceptuales que indican claramente la génesis independiente de
los mismos. Newton consideraba las curvas generadas por el movimiento
continuo de un punto basándose su cálculo diferencial en la medida de la
variación de la misma -de su fluir- mientras que Leibniz consideraba una curva
como formada por segmentos de longitud infinitesimal cuya prolongación
generaba la tangente en cada punto y de cuya geometría se obtiene la
correspondiente relación entre las diferenciales. Incluso la fundamentación de
ambos métodos es totalmente distinta. Si el de Newton fue resuelto totalmente
mediante el concepto de límite, el de Leibniz tuvo que esperar hasta la década
1960-70 hasta la aparición del Análisis no-estándard de Abrahan Robinson.

La polémica en cuestión se fraguó a finales del siglo XVII: por un lado Leibniz
no había hecho ninguna alusión al cálculo infinitesimal de Newton -que el
mismo Newton le había indicado que existía en sus Epistolae : Expistola prior  y
posterior, sendas cartas dirigidas a Leibniz. En ambas Newton explica muy
someramente -básicamente se centra en el teorema del binomio- su método de
cálculo.- Además en Holanda -como le aseguró Wallis a Newton- se atribuía el
cálculo a Leibniz, eso sin contar que los discípulos de Leibniz habían publicado
el primer libro sobre el cálculo: el Analyse des infiniment petits que redactó el
Marquéz de L'Hospital a partir de las clases particulares que le dio Juan
Bernoulli.

La respuesta de los seguidores de Newton no se hace esperar. Primero el


propio Newton hace publicar en el tercer volumen de las obras matemáticas de
Wallis la correspondencia cursada con Leibniz, las Epistolas prior y posterior
donde éste pedía a Newton le enviase resultados sobre series, luego Fatio de
Duillier, amigo de Newton, acusa a Leibniz de haber plagiado a Newton y como
no, en su ya mencionada De quadratura curvarum, Newton alega "En una carta
escrita al Sr. Leibniz en 1676 y publicada por Wallis, mencionaba un método
por el cual había encontrado algunos teoremas generales acerca de la
cuadratura de figuras curvilíneas [...] Hace años presté un manuscrito
conteniendo tales teoremas; y habiéndome encontrado desde entonces con
varias cosas copiadas de él, lo hago público en esta ocasión". La respuesta de
Leibniz no se hizo esperar.

En una reseña del De quadratura curvarum, publicada anónimamente -aunque


era fácil reconocer a su autor: Leibniz - en 1705 en las Actas se dice "Para
entender mejor este libro los siguientes hechos deben ser conocidos. Cuando
una cantidad varía continuamente como, por ejemplo, una línea varía por el
fluir de un punto que la describe, aquellos incrementos momentáneos son
llamados diferencias [...] Y por tanto ha aparecido el cálculo diferencial y su
converso, el cálculo sumatorio. Los elementos de este cálculo han sido
publicados por su inventor el Dr. Gottfried Wilhelm Leibniz en estas Actas, y sus
varios usos han sido mostrados por él y por los Drs. y hermanos Bernoulli y por
el Dr. Marquéz de L'Hospital. En vez de las diferencias leibnizianas, el Dr.
Newton empleó, y ha empleado siempre, fluxiones". Esta reseña fue el
detonante del mayor ataque contra Leibniz desde las Philosophical Transactions
firmado por John Keill quien acusa abiertamente a Leibniz de plagio. Tras la
protesta de Leibniz la Royal Society nombra una comisión -que resultó estar
plagada de amigos de Newton - que luego de varias deliberaciones dictaminó
que Newton fue el primero y no acusó a Leibniz - aunque tampoco rectificó las
duras palabras de Keill-. Esta absurda guerra duró hasta principios del siglo XIX
cuando finalmente los matemáticos ingleses deciden adoptar la notación
leibniziana, que hasta el momento habían ignorado.

     Como apéndice a nuestra exposición vamos a relatar, a modo de realzar la


gran potencia del cálculo, uno de los problemas que se resolvió gracias a la
nueva herramienta descubierta por Newton y Leibniz: el problema de la
braquistocrona. El problema consistía en determinar la curva por la que un
cuerpo desciende en el menor tiempo posible entre dos puntos que no estén en
posición vertical u horizontal. Este problema ya interesó en su día a Galileo
aunque éste fue incapaz de resolverlo -lo cual no es raro pues para ello se
precisaba del cálculo-. La historia es como sigue.

En el número de junio de 1696 de las Actas Eroditorum, Juan Bernoulli lanzó un


reto a los mejores matemáticos del mundo. En realidad era un reto encubierto
a Newton. Al cabo del año -el plazo original fue de seis meses pero a petición
de Leibniz se amplió para que tuvieran tiempo los matemáticos franceses e
italianos que se habían enterado tarde- aparecieron cinco soluciones: una de
Leibniz,  una del mismo Juan Bernoulli, otra de su hermano Jacobo Bernoulli,
una del Marquéz de L'Hospital y una anónima. Todas, excepto la de L'Hospital
daban con la solución: la cicloide. ¿Quién era ese autor anónimo que escogió
las Philosophical Transactions para publicar su genial solución que sólo contenía
67 palabras?. Un vistazo a la solución fue suficiente para que Juan Bernoulli
exclamara "tanquam ex ungue leonen", algo así como "¡reconozco al león por
sus garras!" pues claro está que era Newton. Años más tarde se aclaró toda la
historia. Como ya dijimos el reto estaba dirigido a los matemáticos ingleses y a
Newton en particular justo en el momento en que comenzaba la polémica sobre
la prioridad para ver si el cálculo de Newton era tan bueno y poderoso para
resolverlo. Además, en una carta de Leibniz a Juan Bernoulli éste conjetura que
sólo quien conozca el cálculo podrá resolverlo -Newton entre ellos claro está-.
Como no podía ser de otra forma el reto llegó a Newton aunque por aquel
entonces ya no "hacía ciencia" sino que trabajaba en la Casa de la Moneda
inglesa. Según cuenta la sobrina de Newton, este recibió el problema a las 4 de
la tarde cuando regresó cansado de la Casa de la Moneda y tenía lista su
solución 12 horas después -aunque lo que probablemente no sabía la sobrina
era que Newton ya había pensado en ese problema unos años antes y que casi
seguro lo había resuelto por lo que sólo tuvo que refrescar la memoria ese día-.
Nuevamente aparece la misma pregunta: Si Newton ya había resuelto el
problema ¿por qué no lo publicó? Como respuesta final a esta pregunta
tomaremos la que dió Augusto de Morgan "Cada descubrimiento de Newton
tenía dos aspectos. Newton tuvo que hacerlo y, luego, los demás teníamos que
descubrir que él lo había hecho"

V. Definición del calculo vectorial

El cálculo vectorial es un campo de las matemáticas referidas al análisis real


multivariable de vectores en 2 o más dimensiones. Consiste en una serie de
fórmulas y técnicas para solucionar problemas muy útiles para la ingeniería y la
física.

Consideramos los campos vectoriales, que asocian un vector a cada punto en el


espacio, y campos escalares, que asocian un escalar a cada punto en el
espacio. Por ejemplo, la temperatura de una piscina es un campo escalar: a
cada punto asociamos un valor escalar de temperatura. El flujo del agua en la
misma piscina es un campo vectorial: a cada punto asociamos un vector de
velocidad.

Cuatro operaciones son importantes en el cálculo vectorial:

 Gradiente: mide la tasa y la dirección del cambio en un campo escalar; el


gradiente de un campo escalar es un campo vectorial.
 Rotor o rotacional: mide la tendencia de un campo vectorial a rotar
alrededor de un punto; el rotor de un campo vectorial es otro campo
(seudo)vectorial.
 Divergencia: mide la tendencia de un campo vectorial a originarse en o a
converger hacia ciertos puntos; la divergencia de un campo vectorial es un
campo escalar.
 Laplaciano
La mayoría de los resultados analíticos se entienden más fácilmente usando la
maquinaria de la geometría diferencial, de la cual el cálculo vectorial forma un
subconjunto.

VI. BIOGRAFIAS

SIR ISAAC NEWTON

Isaac Newton nació el día de Navidad del antiguo calendario en 1642


(correspondiente al 4 de Enero de 1643 del nuevo calendario), año en que
moría Galileo, en el pueblecito de Woolsthorpe, unos 13 Km. al sur de
Grantham, en el Lincolnshire. Fue un niño prematuro y su padre murió antes de
su nacimiento, a los treinta y siete años. Isaac fue educado por su abuela,
preocupada por la delicada salud de su nieto. Su madre, mujer ahorrativa y
diligente, se casó de nuevo cuando su hijo no tenía más que tres años. Newton
frecuentó la escuela del lugar y, siendo muy niño, manifestó un
comportamiento completamente normal, con un interés marcado por los
juguetes mecánicos.

El reverendo William Ayscough, tío de Newton y diplomado por el Trinity


College de Cambridge, convenció a su madre de que lo enviara a Cambridge en
lugar de dejarlo en la granja familiar para ayudarla. En junio de 1661, a los
dieciocho años, era pues alumno del Trinity College, y nada en sus estudios
anteriores permitía entrever o incluso esperar la deslumbrante carrera científica
del fundador de la mecánica y la óptica. Por otra parte, el Trinity College tenía
fama de ser una institución sumamente recomendable para aquellos que se
destinaban a las órdenes. Afortunadamente, esta institución le brindó
hospitalidad, libertad y una atmósfera amistosa que le permitieron tomar
contacto verdadero con el campo de la ciencia.

Al comienzo de su estancia en Cambridge, se interesó en primer lugar por la


química, y este interés, según se dice, se manifestó a lo largo de toda su vida.
Durante su primer año de estudios, y probablemente por primera vez, leyó una
obra de matemáticas sobre la geometría de Euclides, lo que despertó en él el
deseo de leer otras obras. Parece también que su primer tutor fue Benjamin
Pulleyn, posteriormente profesor de griego en la Universidad. En 1663, Newton
leyó la Clavis mathematicae de Oughtred, la Geometria a Renato Des Cartes de
Van Schooten, la Optica de Kepler, la Opera mathematica de Vieta, editadas por
Van Schooten y, en 1644, la Aritmética de Wallis que le serviría como
introducción a sus investigaciones sobre las series infinitas, el teorema del
binomio, ciertas cuadraturas. También a partir de 1663 Newton conoció a
Barrow, quien le dio clase como primer profesor lucasiano de matemáticas. En
la misma época, Newton entró en contacto con los trabajos de Galileo, Fermat,
Huygens y otros, a partir probablemente de la edición de 1659 de la Geometria
de Descartes por Van Schooten.

Desde finales de 1664, Newton parece dispuesto a contribuir personalmente al


desarrollo de las matemáticas. Aborda entonces el teorema del binomio, a partir
de los trabajos de Wallis, y el cálculo de fluxiones. Después, al acabar sus
estudios de bachiller, debe volver a la granja familiar a causa de una epidemia
de peste bubónica. Retirado con su familia durante los años 1665-1666, conoce
un período muy intenso de descubrimientos: descubre la ley del inverso del
cuadrado, de la gravitación, desarrolla su cálculo de fluxiones, generaliza el
teorema del binomio y pone de manifiesto la naturaleza física de los colores. Sin
embargo, Newton guarda silencio sobre sus descubrimientos y reanuda sus
estudios en Cambridge en 1667.

De 1667 a 1669, emprende activamente investigaciones sobre óptica y es


elegido fellow del Trinity College. En 1669, Barrow renuncia a su cátedra
lucasiana de matemáticas y Newton le sucede y ocupa este puesto hasta 1696.
El mismo año envía a Collins, por medio de Barrow, su Analysis per aequationes
numero terminorum infinitos. Para Newton, este manuscrito representa la
introducción a un potente método general, que desarrollará más tarde: su
cálculo diferencial e integral. En 1672 publicó una obra sobre la luz con una
exposición de su filosofía de las ciencias, libro que fue severamente criticado
por la mayor parte de sus contemporáneos, entre ellos Robert Hooke (1638-
1703) y Huygens, quienes sostenían ideas diferentes sobre la naturaleza de la
luz. Como Newton no quería publicar sus descubrimientos, no le faltaba más
que eso para reafirmarle en sus convicciones, y mantuvo su palabra hasta
1687, año de la publicación de sus Principia, salvo quizá otra obra sobre la luz
que apareció en 1675.
Desde 1673 hasta 1683, Newton enseñó álgebra y teoría de ecuaciones, pero
parece que asistían pocos estudiantes a sus cursos. Mientras tanto, Barrow y el
astrónomo Edmond Halley (1656-1742) reconocían sus méritos y le estimulaban
en sus trabajos. Hacia 1679, verificó su ley de la gravitación universal y
estableció la compatibilidad entre su ley y las tres de Kepler sobre los
movimientos planetarios.

Newton descubrió los principios de su cálculo diferencial e integral hacia 1665-


1666, y durante el decenio siguiente elaboró al menos tres enfoques diferentes
de su nuevo análisis. Desde 1684, su amigo Halley le incita a publicar sus
trabajos de mecánica, y finalmente, gracias al sostén moral y económico de
este último y de la Royal Society, publica en 1687 sus célebres Philosophiae
naturalis principia mathematíca. Los tres libros de esta obra contienen los
fundamentos de la física y la astronomía escritos en el lenguaje de la geometría
pura. El libro I contiene el método de las "primeras y últimas razones" y, bajo la
forma de notas o de escolios, se encuentra como anexo del libro III la teoría de
las fluxiones. Aunque esta obra monumental le aportó un gran renombre,
resulta un estudio difícil de comprender, y parece que Newton quiso que fuera
así con el fin «de evitar ser rebajado por pequeños semisabios en
matemáticas». Quiso escapar así a las críticas suscitadas por sus textos sobre la
luz.

En 1687, Newton defendió los derechos de la Universidad de Cambridge contra


el impopular rey Jacobo II y, como resultado tangible de la eficacia que
demostró en esa ocasión, fue elegido miembro del Parlamento en 1689, en el
momento en que el rey era destronado y obligado a exiliarse. Mantuvo su
escaño en el Parlamento durante varios años sin mostrarse, no obstante, muy
activo durante los debates. Durante este tiempo prosiguió sus trabajos de
química, en los que se reveló muy competente, aunque no publicara grandes
descubrimientos sobre el tema. Se dedicó también al estudio de la hidrostática
y de la hidrodinámica además de construir telescopios.

Después de haber sido profesor durante cerca de treinta años, Newton


abandonó su puesto para aceptar la responsabilidad de Director de la Moneda
en 1696. Durante los últimos treinta años de su vida, abandonó prácticamente
sus investigaciones y se consagró progresivamente a los estudios religiosos.
Fue elegido presidente de la Royal Society en 1703 y reelegido cada año hasta
su muerte. En 1705 fue hecho caballero por la reina Ana, como recompensa a
los servicios prestados a Inglaterra.

Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por la desgraciada


controversia, de envergadura internacional, con Leibniz a propósito de la
prioridad de la invención del nuevo análisis, Acusaciones mutuas de plagio,
secretos disimulados en criptogramas, cartas anónimas, tratados inéditos,
afirmaciones a menudo subjetivas de amigos y partidarios de los dos gigantes
enfrentados, celos manifiestos y esfuerzos desplegados por los conciliadores
para aproximar a los clanes adversos, he aquí en pocas palabras los detalles de
esta célebre controversia, que se terminó con la muerte de Leibniz en 1716,
pero cuyas malhadadas secuelas se harán sentir hasta fines del siglo XVIII.

Después de una larga y atroz enfermedad, Newton murió durante la noche del
20 de marzo de 1727, y fue enterrado en la abadía de Westminster en medio
de los grandes hombres de Inglaterra.

"No sé cómo puedo ser visto por el mundo, pero en mi opinión, me he


comportado como un niño que juega al borde del mar, y que se divierte
buscando de vez en cuando una piedra más pulida y una concha más bonita de
lo normal, mientras que el gran océano de la verdad se exponía ante mí
completamente desconocido."

Esta era la opinión que Newton tenía de sí mismo al fin de su vida. Fue muy
respetado, y ningún hombre ha recibido tantos honores y respeto, salvo quizá
Einstein. Heredó de sus predecesores, como él bien dice "si he visto más lejos
que los otros hombres es porque me he aupado a hombros de gigantes"- los
ladrillos necesarios, que supo disponer para erigir la arquitectura de la dinámica
y la mecánica celeste, al tiempo que aportaba al cálculo diferencial el impulso
vital que le faltaba.

Leibniz, Gottfried Wilhelm

Nacionalidad: Alemania
Leipzig 1-7-1646 - Hannover 14-11-1716

Nacido en Leipzig en 1646, hijo de un profesor de universidad, se formó en su


localidad natal en Filosofía y en Derecho en Jena y Altdorf, doctorándose a los
veinte años. Erudito, sus contribuciones tocan los campos de la historia, las
leyes, la lengua, la teología, la física y la filosofía. Al mismo tiempo que Newton
descubre el cálculo infinitesimal. Continuador de la filosofía de Descartes, para
quien existían dos clases de sustancias -corporal y espiritual-, para Leibniz sólo
existe la segunda, que además será simple, indivisible y actuante, es decir,
motor de la acción. Establece que el mundo está compuesto de "mónadas",
unidades mínimas cargadas de atributos, con capacidad para percibir y actuar.
Cada una de ellas es única y refleja en sí el universo, configurando a su vez un
universo en pequeño. Las mónadas no se influyen o interactúan entre sí, sino
que actúan de manera independiente y sin comunicación.

Por otro lado, Leibniz postula la teoría de la armonía preestablecida, según la


cual Dios es el creador de las cosas que hay en el universo, pero son las cosas
las que, dotadas de movimiento, se mueven por sí mismas. Defensor de Dios
en su "Teodicea", critica los argumentos de Bayle según los cuales un mundo
imperfecto, en el que existe el mal, no puede haber sido realizado por un Dios
perfecto y bien supremo. Leibniz argumenta que, si bien el mundo no es
absolutamente perfecto, sí es el más perfecto de los posibles, como expresa un
famoso personaje del "Cándido" de Voltaire. El "optimismo metafísico
leibniziano" se formula también preguntas acerca del origen del mal y de la
relación entre predestinación y libre albedrío, concluyendo que Dios permite la
existencia del mal, si bien no la quiere, y que el destino y la libertad del
individuo funcionan conjuntamente. En el campo de la matemática, realizó
contribuciones a la teoría de los números, al cálculo mecánico, álgebra, etc. Es
el iniciador de la lógica matemática y de la topología. Enuncia el principio según
el cual la masa por el cuadrado de la velocidad se mantiene constante. Falleció
en Hannover el 14 de noviembre de 1716, siendo el primer filósofo alemán de
repercusión universal.

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