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La Inteligencia Emocional

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La inteligencia emocional.

Daniel Goleman.
Citas.

Primera parte.
¿Para qué sirven las emociones?

El desafío de Aristóteles.
Cualquiera puede ponerse furioso… eso es fácil. Pero estar furioso con la persona
correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y
de la forma correcta… eso no es fácil.
Aristóteles, ética a Nicómaco.

¿Para qué son las emociones?


Todas las emociones son impulsos para actuar. Nuestras emociones, dicen, nos guían
cuando se trata de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado importantes para
dejarlas solo en manos del intelecto.

… Títulos seguidos: explicación de la estructura cerebral su funcionamiento para la


generación de las emociones…

Segunda parte.
La naturaleza de la inteligencia emocional.

Conócete a ti mismo (autoconocimiento)


Gran parte de la vida emocional es inconsciente; los sentimientos que se agitan en
nuestro interior no siempre atraviesan el umbral de entrada a la conciencia… En este
sentido, la conciencia de las propias emociones es el eslabón que une el fundamento
siguiente de la inteligencia emocional: “no tener palabras para los sentimientos
significa no apropiarse de ellos”.

Esclavos de la pasión. (Autocontrol)


Sophrosyne “Cuidado e inteligencia para conducir la propia vida: un equilibrio y una
sabiduría templados”

La ira se combate con compasión.


La Angustia se combate con racionalización.
La melancolía se combate con dispersión.

La aptitud magistral. (Automotivación)


En la medida en que nuestras emociones entorpecen o favorecen nuestra capacidad
para pensar y planificar, para llevar a cabo el entrenamiento con respecto a una meta
distante, para resolver problemas y conflictos, definen el limite de nuestra capacidad
para utilizar nuestras habilidades mentales innatas, y así determinar nuestro
desempeño en la vida. Y en la medida en que estamos motivados por sentimientos de
entusiasmo y placer con respecto a lo que hacemos -o incluso por un grado optimo de
ansiedad-, esos sentimientos nos conducen a los logros. Es en este sentido que la
inteligencia emocional es una aptitud superior, una capacidad que afecta
profundamente a todas las otras habilidades, facilitándolas o interfiriéndolas.

La esperanza y el optimismo a ultranza como los dos automotivadores

Uno mismo se encuentra en un estado extático hasta el punto de que


siente que casi no existe. He experimentado esto una y otra vez. Mi mano
parece desprovista de mi propio ser, y yo no tengo nada que ver con lo que está
sucediendo. Simplemente me quedo sentado, en un estado de admiración y
desconciertos. Y todo fluye por si mismo. Definición del estado de flujo.

Esto habla del sentido más general en que canalizar las emociones hacia un fin
productivo es una aptitud magistral. Controlar el impulso y postergar la gratificación,
regular nuestros estados de animo para que faciliten el pensamiento en lugar de
impedirlo, motivarnos para persistir y seguir intentándolo a pesar de los
contratiempos, o encontrar maneras de alcanzar el estado de flujo y así
desempeñarnos mas eficazmente, todo esto demuestra el poder la emoción para guiar
el esfuerzo efectivo.
Las raíces de la empatía (La empatía)

La empatía se construye sobre la conciencia de uno mismo; cuanto más abierto


estamos a nuestras propias emociones, más hábiles seremos para interpretar los
sentimientos. La clave para intuir los sentimientos de otro esta en la habilidad para
interpretar los canales no verbales: el tono de la voz, los ademanes, la expresión facial
y cosas por el estilo. La verdad emocional está en la forma en que la persona dice algo
en lugar de aquello que dice.
Desarrollo de la empatía:
Al año de edad el niño siente aflicción cuando ve que otro cae y empieza
a llorar; su compenetración es tan fuerte e inmediatamente que se lleva el
pulgar a la boca y hunde la cabeza en el regazo de su madre, como si fuera él el
que se ha hecho daño. Después del primer año, cuando los niños tienen mas
conciencia de que son distintos de los demás, intentan activamente consolar a
otro niño que llora, por ejemplo, ofreciéndoles su osito de peluche. Ya a los dos
años los niños empiezan a darse cuenta de que los sentimientos de otra persona
son distintos de los de ellos, y así se vuelven más sensibles a los indicios que
revelan lo que en realidad siente otra persona; en este punto pueden, por
ejemplo, reconocer que el orgullo de otro chico podría significar que la mejor
manera de ayudarlo cuando llora es no llamar indebidamente la atención sobre
él.
En la etapa final de la infancia aparece el nivel más avanzado de
empatía, a medida que los chicos son capaces de comprender la aflicción más
allá de la situación inmediata, y de ver que la condición de alguien en la vida
puede ser una fuente de aflicción crónica. En este punto, pueden compadecerse
del aprieto que sufre todo un grupo, como los pobres, los oprimidos o los
marginados. En la adolescencia, esa comprensión puede reforzar convicciones
morales centradas en el deseo de aliviar los infortunios y la injusticia.
Como hemos visto las raíces de la empatía pueden rastrearse hasta la infancia. El
mimetismo motriz (reacción corporal del niño frente a las emociones que percibe)
desaparece del repertorio de los niños aproximadamente a partir de los dos años y
medio, momento en que se dan cuenta que el dolor de los demás es diferente del de
ellos, en este momento de su desarrollo, los niños empiezan a diferenciarse en su
sensibilidad general ante las aflicciones emocionales de otras personas.
Las lecciones básicas de la vida emocional se asientan en los momentos de intimidad
del niño con sus figuras paternas. De todos los momentos, los más críticos son aquellos
que hacen que el niño sepa que sus emociones son recibidas con empatía, aceptadas y
correspondidas, en un proceso denominado sintonía. Los momentos de sintonía o falta
de sintonía que se repiten interminablemente entre padres e hijos modelan las
expectativas emocionales que los adultos ponen en sus relaciones íntimas, tal vez
mucho más que los más dramáticos acontecimientos de la infancia.
La sintonía es muy distinta de la simple imitación. “si uno se limita a imitar al bebe”, es
solo muestra de que uno sabe lo que hizo, y no lo que sintió. Para hacerle saber que
uno percibe lo que él siente, tiene que representar los sentimientos más íntimos de él
de otra forma. Entonces él bebe sabe que lo comprenden. A partir de repetidas
sintonías, el niño empieza a desarrollar la noción de que otras personas pueden
compartir y compartirán sus sentimientos.
Mientras la negligencia emocional parece entorpecer la empatía, se
produce un resultado paradójico a partir del abuso emocional intenso y
sostenido, incluidas las humillaciones y las amenazas crueles y sádicas y la
simple mezquindad. Los chicos que soportan estos abusos se vuelven
hiperalertas a las emociones de quienes los rodean, lo que equivale a una
vigilancia postraumática ante indicios que señalan una amenaza.
Sin embargo, diversas teorías del psicoanálisis consideran la relación
terapéutica como una relación que proporciona un correctivo emocional, como
una experiencia reparadora de la sintonía. “Reflejo” es el término utilizado por
algunos teóricos del psicoanálisis para la respuesta comprensiva que el
terapeuta ofrece al paciente con respecto a su estado interior.

Las artes sociales (Las habilidades sociales)

Cuando dos personas interactúan, la dirección en que se transmite el estado de animo


es del que es más enérgico para expresar sus sentimientos al que es más pasivo. El
grado de compenetración emocional que las personas sienten en un encuentro queda
reflejado por la exactitud con que se combinan sus movimientos físicos mientras
hablan, un indicador de cercanía del que típicamente no se tiene conciencia,
inconscientemente imitamos las emociones que vemos en otras personas, a través de
una mímica motriz de su expresión facial, sus gestos, su tono de cos y otras marcas no
verbales de emoción.
“La comodidad o incomodidad que uno siente con alguien es en cierto
modo física. Es necesario tener un ritmo compatible, coordinar los movimientos,
sentirse cómodo. La sincronía refleja la profundidad del compromiso entro los
miembros de una pareja; si uno está muy comprometido, los estados de ánimo
empiezan a confundirse, ya sean los positivos o los negativos… Del mismo
modo, las personas que no logran percibir o transmitir emociones son
propensas a tener problemas en sus relaciones, dado que los demás suelen
sentirse incómodos con ellas, aunque no pueden expresar por qué”
Queda claro entonces que las emociones son contagiosas, la mayor parte del contagio
emocional es mucho más sutil, parte de un intercambio tácito que se produce en cada
encuentro. Las demostraciones emocionales, por supuesto, tienen consecuencias
inmediatas en el impacto que producen en las personas que las reciben, es por esta
razón que la sintonía con otros exige un mínimo de serenidad de uno mismo; a este
punto, estamos hablando de manejar las emociones del otro: ser capaz de manejar las
emociones de otro es la esencia del arte de mantener relaciones, para manejar las
emociones de otro se exige la madurez de otras dos habilidades emocionales:
autogobierno y empatía.
Existen varias clases básicas de reglas de demostración:
Minimizar las emociones: esta es la norma japonesa para los sentimientos de
aflicción en presencia de alguien con autoridad. Consiste simplemente en
disminuir el tono de la emoción hasta un nivel aceptable o anularlo
completamente.
Exagerar las emociones: lo que uno siente magnificando la expresión
emocional. Consiste simplemente en elevar el tono de la emoción hasta un
punto contundente.
Reemplazar las emociones: reemplazar un sentimiento por otro. Consiste en
reemplazar sentimientos por otros convenientes.
Componentes de la inteligencia interpersonal:
Organización de grupos: Habilidad que incluye esfuerzos iniciadores y
coordinadores de una red de personas.
Negociación de soluciones: es el talento mediador, que previene o resuelve
conflictos.
Conexión personal: es el talento de la empatía y la conexión emocional.
Análisis social: supone ser capaz de detectar y mostrar compresión con
respecto a los sentimientos, los motivos y las preocupaciones de la gente.
Finalmente, utilizar las habilidades sociales en consonancia con sus verdaderos
sentimientos. Esa es la capacidad de ser fiel, como dice la frase, “a uno mismo”, lo que
permite actuar de acuerdo a los valores y los sentimientos más profundos de uno, al
margen de cuales sean las consecuencias sociales. Esta integridad emocional podría
conducir, digamos, a la provocación deliberada de una confrontación con el fin de
aclarar una duplicidad o una negatividad.
Los dos pecados capitales que casi siempre provocan rechazo son el intento de
dominar demasiado rápidamente y no coincidir con el marco de referencia.
Los datos sobre autorregulación de la ira y contagio emocional sugieren que
una estrategia eficaz podría ser distraer a la persona iracunda, mostrar empatía
con sus sentimientos y su perspectiva y luego atraer su atención a un foco
alternativo, algo que le permita armonizar con una gama de sentimientos mas
positiva.

Tercera parte
Inteligencia emocional aplicada.

Enemigos íntimos.
Amar y trabajar, le dijo en una ocasión Sigmund Freud a su discípulo Erik Erikson, son
las capacidades gemelas que marcan la plena madurez. En efecto en toda relación
existen dos o mas realidades emocionales, analizando esto con un caso aplicado
revisemos las realidades emocionales de hombres y mujeres que influyen en las
diferencias del día a día.

El contraste en el aprendizaje de las emociones favorece habilidades muy distintas: las


chicas se vuelven “expertas en interpretar las señales verbales y no verbales y en
expresar y comunicar sus sentimientos”, y los chicos en “minimizar las emociones que
tienen que ver con vulnerabilidad, la culpabilidad, el temor y el daño” esta
perspectivas diferentes significa que hombres y mujeres desean y esperan cosas muy
distintas, ejemplo de ello: es una conversación: los hombres se contentan con hablar
de “cosas”, mientras las mujeres buscan la conexión emocional.
Los varones se enorgullecen de su autonomía y su independencia inflexible,
mientras las nenas se consideran parte de una red de relaciones.
Las raíces de estas diferencias emocionales, aunque pueden ser en parte biológicas
también pueden remontarse a la infancia, y a los mundos emocionales separados en
los que viven varones y nenas mientras crecen. A los varones y las nenas se les
enseñan lecciones muy distintas acerca de como manejar las emociones. En general,
los padres hablan de estas -Con la única excepción de la ira- más con las nenas que con
los varones. Las nenas están mas expuestas que los varones a la información sobre las
emociones: cuando los padres inventan historias para contarles a sus hijos en edad
preescolar utilizan mas palabras que expresan emociones cuando hablan con sus hijas
que cuando lo hacen con sus hijos. Cuando las madres juegan con los pequeños,
muestran una gama de emociones más amplia con las nenas que con los varones;
cuando hablan con las hijas de sentimientos, discuten detalladamente el estado
emocional mismo que cuando los hacen con los hijos, aunque con estos entran en mas
detalles acerca de las causas y las consecuencias de emociones como la ira.
“Los varones, para los que la verbalización de los efectos queda menos
enfatizada, pueden ser absolutamente inconscientes de los estados emocionales, tanto
los propios como los de los demás”
Los errores que ocurren en las realidades emocionales de las personas en relación a
sus vida social e íntima están sucedidos de varias situaciones progresivas que
ocasionan el desgaste del vínculo emocional:
Pensamientos tóxicos: son pensamientos automáticos, arraigados como creencias
irracionables en el inconsciente y formados durante la infancia o a partir de
experiencias traumáticas. Suposiciones fugaces y en segundo plano acerca de uno
mismo y de la gente relacionada con uno que reflejan nuestras actitudes emocionales
más profundas y se caracterizan por ser precursores de sentimientos negativos como
la ira, la ansiedad y la tristeza.
La desintoxicante charla con uno mismo: combatir los pensamientos tóxicos supone
un ejercicio de autoconomiento y autocontrol significativo, el cual, representa desafiar
al pensamiento a través de diferentes estratégicas como la compasión, la
racionalización y la dispersión social a la vez que se modifica en términos razonables la
creencia irracional arraigada en la personalidad.
La diferencia entre queja y la crítica: Las diferencias entre quejas y criticas personales
son sencillas. En una queja, la persona afirma específicamente que es lo que la
perturba y critica la acción de la otra persona (esta dirigida hacia el hecho y no a la
persona), en una critica se ataca a la persona específicamente y esta va acompañada
de actitudes (el tono, el desdén, los bloqueos) y/o lenguaje verbal hiriente.
Expresar los sentimientos negativos asertivamente: la mejor formula para formular
una queja es “XYZ”: “Cuando tu hiciste X me sentí Y, y habría preferido que en lugar de
eso hubieras hecho Z”. Por supuesto el expresar los sentimientos negativos
asertivamente involucra el ejercicio previo de autoconomiento y autocontrol para
identificar y manejar los pensamientos tóxicos y generar la respuesta adecuada en el
momento preciso
El desbordamiento: el desbordamiento es un estado de descontrol emocional tales
como: la depresión y angustia excesiva, ataques de ira u otros asaltos emocionales que
han pasado del plano mental a manifestarse fisiológicamente a través de síntomas
crónicos o momentáneos pero que en desestabilizan la vitalidad propia. Las personas
que están desbordadas no pueden o ir sin distorsión ni responder con lucidez, les
resulta difícil organizar el pensamiento y caen en reacciones primitivas. Simplemente
quieren que las cosas se detengan, o quieren salir corriendo o, a veces, devolver los
golpes. El desbordamiento es un asalto emocional que se perpetua a si mismo.
El desbordamiento solo es combatible a través de las anteriores practicas: el cambio
del lenguaje y pensamiento toxico y la manifestación asertiva de los sentimientos y
emociones, es importante desarrollarlas como practica consciente del día a día para
fortalecer la inteligencia emocional.
Manejarse con el corazón
Mientras que el capítulo “enemigos íntimos” establece un caso aplicado a la realidad
emocional en vínculos afectivos, el capítulo “manejarse con el corazón” expone un
ejercicio practico orientado al relacionamiento social en colaboración como el trabajo
y el estudio.
Algunas de las razones menos evidentes por las que las aptitudes emocionales están
poniéndose a la vanguardia de las habilidades empresariales reflejan los cambios
radicales que se están produciendo en los lugares de trabajo. Permítaseme aclarar mi
punto de vista describiendo las diferencias que existen en las tres aplicaciones de la
inteligencia emocional: ser capaz de ventilar las quejas como críticas útiles, crear una
atmosfera done la diversidad resulta valiosa en lugar de ser motivo de fricción y
trabajar eficazmente en equipo.
La critica es el trabajo principal.
En cierto sentido, la critica es una de las tareas mas importantes de un gerente. Sin
embargo, es también una de las mas temidas y postergadas. La peor manera de
motivar a alguien es a través de la crítica, igual como sucede en los vínculos afectivos,
la crítica mal manejada en los grupos de trabajos es un elemento disociativo. La critica
de la peor manera, con un tono de amargo sarcasmo, recordando una lista de quejas
que se habían callado, o profiriendo amenazas. Estos ataques obtienen repuesta. Son
recibidos como una afrenta, de modo que el receptor también se enfurece. Y en
términos de motivación, cuando la gente cree que los fracasos se deben a algún déficit
inalterable que hay en ellos -he aquí el elemento disociativo- pierden la esperanza y
dejan de intentarlo.
Como propuesta útil a las criticas Harry Levinson, un psicoanalista que se convirtió en
asesor de una empresa, da el siguiente consejo sobre el arte de la crítica, que esta
intrínsicamente vinculado con el arte del elogio:

 Ser especifico: centrase en los detalles, diciendo qué es lo que la persona hizo
bien, que es lo que hizo mal, y como podría modificarse. No hablar con rodeos
ni ser indirecto ni evasivo; eso empañaría el mensaje real.
 Ofrecer una solución: la crítica, como toda retroalimentación útil, debería
señalar una forma de corregir el problema.
 Estar presente: las críticas, al igual que los elogios, resultan más eficaces si se
expresan cara a cara y en privado.
 Mostrarse sensible: esta es una apelación a la empatía, a estar sintonizado con
el impacto que provoca en el receptor lo que uno dice y la forma en que lo dice.
El termino retroalimentación se refería al intercambio de datos acerca de como está
funcionando una parte de un sistema, teniendo en cuenta que una parte afecta a
todas las demás que pertenecen al sistema, de modo que cualquier parte que se
desvié del curso puede ser modificada en un sentido positivo.
Enfrentarse a la diversidad.
Los grupos de trabajo están conformados por personas cada una con su realidad
emocional propia. Los prejuicios son una especie de aprendizaje emocional que tiene
lugar en las primeras etapas de la vida, “las emociones del prejuicio se forman en la
infancia, mientras las convicciones que se utilizan para justificarlos surgen después”
Volkan señala aquellos recuerdos de la infancia que muestran como los odios entre los
grupos se mantienen vivos a lo largo de los años, a medida que cada nueva generación
está inmersa en tendencias hostiles como estas.
Por otra parte, el poder de los estereotipos que refuerzan el prejuicio surge en
parte de una dinámica más dinámica más neutral de la mente que hace que todos los
estereotipos sean autoconfirmadores. La gente recuerda con mas facilidad ejemplos
que apoyan estereotipo y suele descartar aquellos que lo desafían.
Sin embargo, dado que los prejuicios son una variedad del aprendizaje emocional, el
reaprendizaje es posible, aunque lleva tiempo. También aquí las habilidades de la
inteligencia emocional suponen una ventaja, sobre todo porque proveen el don social
de saber no solo cuando sino también como expresarse productivamente contra el
prejuicio. Esta retroalimentación debería ser disimulada con toda elegancia de una
critica eficaz, para que pueda ser escuchada sin adoptarse una actitud defensiva.
Comprensión organizativa y CI grupal
El único elemento mas importante en la inteligencia grupal, como se ha visto, no es el
CI en el sentido académico sino más bien en términos de la inteligencia emocional. La
clave para un elevado CI grupal es la armonía social. El único factor más importante
para aumentar la excelencia del producto de un grupo es el grado en que los miembros
eran capaces de crear un estado de armonía interna, lo que permite aprovechar al
máximo el talento de sus miembros.

Redes
de
Confian
za

Redes
Expertas

Redes de
Comunicación
Redes de trabajo.
Mente y Medicina.
- ¿Quién le enseño todo esto, Doctor?
La respuesta fue instantánea:
- El sufrimiento. (Albert Camus, La peste)
Cuarta Parte

Oportunidades

El crisol Familiar
La vida en familia es nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional; en esta
caldera aprendemos como sentirnos con respecto a nosotros mismos y como los
demás reaccionaran a nuestros sentimientos; a pensar sobre estos sentimientos y que
alternativas tenemos, a interpretar y expresar esperanzas y temores.
Hay tres estilos más comunes de paternidad emocionalmente inepta: 1. Ignorar los
sentimientos en general. 2. Mostrarse demasiado liberal. 3.Mostrarse desdeñoso, y no
sentir respeto por lo que su hijo siente. Estas actitudes si se repiten una y otra vez,
inculcan sentimientos muy diferentes en un niño con respecto a si mismo y a sus
relaciones más íntimas.
Este fracaso con respecto a la empatía se repite a veces, si no con frecuencia, de una
generación a otra, con padres brutales que han sido maltratados por sus propios
padres en la infancia. (Se forma un bucle cuya única forma de romper es mediante la
conciencia)
Por otra parte, hay padres que aprovechan la oportunidad de un trastorno del hijo
para actuar como el equivalente de un mentor o entrenador emocional.
“Entrenándolos emocionalmente: hablando con los niños de sus sentimientos y
como comprenderlos, no mostrándose críticos, resolviendo problemas
relacionados con las emociones, entrenándolos en lo que deben hacer, como
alternativas a los golpes, o al aislamiento cuando están tristes”
El hecho de ver como el cerebro mismo queda moldeado por la brutalidad – o por el
amor- indica que la infancia representa una oportunidad especial para las lecciones
emocionales.
El temperamento no es el destino.
¿Pero que decir de aquellas respuestas que pertenecen a nuestra herencia genética?
Hay al menos cuatro tipos de temperamentos: tímido, audaz, optimista y melancólico.
Para entender un poco la incidencia de la herencia genética hay que entender que la
diferencia entre temperamentos, es decir entre una persona cautelosa y una atrevida,
reside en la excitabilidad del circuito nervioso centrado en la amígdala. Por poner un
ejemplo, las personas cautelosas, tímidas o temerosas nacen con una neuroquímica
que hace que este circuito quede fácilmente excitado, y por eso evitan lo desconocido,
se alejan de la incertidumbre y padecen ansiedad.
La novedad es que el temperamento no es el destino. Con las experiencias adecuadas,
la amígdala demasiado excitable puede ser domada. Lo que marca la diferencia son las
lecciones emocionales y las respuestas que los niños aprenden a medida que crecen.
Así lo señalan los genetistas del comportamiento, los genes por si solos no determinan
la conducta; nuestro entorno, sobre todo lo que experimentamos y aprendemos a
medida que crecemos, determina la forma en que una predisposición temperamental
se expresa por si misma a medida que la vida se desarrolla. Nuestras capacidades
emocionales no son fijas; con el aprendizaje correcto pueden mejorar. Las razones de
esto radican en cómo madura el cerebro humano.
No obstante, hay que resaltar que el cerebro tiene cierta plasticidad a lo largo de la
vida, no tan espectacular como la medida que tiene durante la infancia.
Trauma y reaprendizaje emocional.
Las crueldades humanas graban en la memoria de sus víctimas un patrón que las hace
mirar con miedo cualquier cosa vagamente similar al asalto mismo.
Cualquier acontecimiento traumatizante puede implantar recuerdo en la amígdala: un
incendio, o un accidente automovilístico, o vivir una catástrofe natural como un
terremoto o un huracán, ser violado o asaltado.
Esos recuerdos traumáticos se convierten en gatillos mentales preparados para
disparar la alarma al menor indicio de que el espantoso momento está a punto de
producirse nuevamente. Este fenómeno del gatillo es el sello de todo trauma
emocional, incluido el sufrimiento del repetido maltrato físico en la infancia.
Los actos violentos son mas dañados que las catástrofes naturales como los huracanes
porque, a diferencia de las victimas de un desastre natural, las victimas de la violencia
sienten que han sido intencionadamente seleccionadas como blancos de maldad.
“Las victimas de un trauma devastador pueden no ser nunca más las mimas
biológicamente… no importa el calibre del acontecimiento traumatizante. Cualquier
estrés incontrolable puede tener el mismo impacto biológico” … la palabra clave es
incontrolable. Si la gente siente que hay algo que puede hacer en una situación
catastrófica, si puede ejercer algún control, por pequeño que sea, se desempeña
mucho mejor emocionalmente que aquellos que se sienten profundamente
impotentes.
Pero dadas las experiencias adecuadas, los intensos recuerdos emocionales y las
pautas de pensamiento y reacción que ponen en marcha pueden cambiar con el
tiempo y superarse.
Los pasos para la recuperación del trauma se dividen en tres etapas: (1) adquirir una
sensación de seguridad, (2) recordar los detalles del trauma y lamentar la perdida que
ha provocado, (3) finalmente volver a hacer una vida normal.
Una vez que el sistema emocional aprende algo, parece que nunca se olvidara. Lo que
hace la terapia es enseñar a controlarlo; enseña a la neocorteza a inhibir la amígdala.
La tendencia a actuar queda suprimida, mientras que la emoción básica con respecto
ella queda contenida.
Dada la arquitectura cerebral que subyace al reaprendizaje emocional, lo que parece
permanecer, incluso después de una psicoterapia positiva, es una reacción
rudimentaria, un residuo de la sensibilidad o el miedo originales que se encuentran en
la raíz de una pauta emocional conflictiva. La corteza prefrontal puede perfeccionar o
poner frenos al impulso de la amígdala a reaccionar violentamente, pero no puede
evitar la primera reacción. Así, mientras no podemos decidir cuando tenemos nuestros
estallidos emocionales, tenemos mas control sobre el tiempo que duran. Una
recuperación más rápida de estos estallidos pueden muy bien ser una señal de
madurez emocional.

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