María en Clave Antropológica
María en Clave Antropológica
María en Clave Antropológica
Facultad de teología
Mariología
Martha Liliana Piña Velásquez
TRABAJO FINAL
TEOLOGÍA
3. Objetivo
Diagnosticar la razón por la cual, en este ambiente académico, hoy la figura de María
está fuertemente disociada del varón y la masculinidad.
4. Tema
De cien búsquedas realizadas, sólo cuatro tienen un título amplio al género y ninguno de
ellos relaciona a María con lo masculino, sólo con lo femenino y la ponen en la mayoría
de los casos como modelo de la mujer, prototipo de la mujer, proyecto para la mujer,
figura de la maternidad, modelo de ser madre, entre otros.
De cien búsquedas realizadas, sólo un título se refiere a Dios padre, Dios madre,
ninguno utiliza la palabra masculino, y el 99% de los títulos se refiere a María la Madre
de Dios, en sus diferentes expresiones, devociones y lecturas. Algunos títulos hablan de
María madre de los hombres o madre de los cristianos.
b. Sustento magisterial
- Constitución dogmática Lumen Gentium
Esta exhortación apostólica del Papa Pablo VI, habla especialmente del lugar que ocupa
María en el culto de la Iglesia y lo importante que es ella como maestra espiritual y
modelo de virtudes para los cristianos. En toda la exhortación, el Papa en ninguna de
sus afirmaciones se refiere a maría como modelo para las mujeres, sino para la
humanidad y no la relaciona o le da importancia por ser mujer sino por ser la Madre de
Dios. “Ejemplo para toda la Iglesia en el ejercicio del culto divino, María es también,
evidentemente, maestra de vida espiritual para cada uno de los cristianos.”2
En el parágrafo 14 de forma bella el Papa Juan Pablo II, se refiere a la fe de María como
la renovación de la fe que un día profesó Abraham. Es uno de los textos que hace una
lectura de María no como la nueva Eva, desde el punto de vista del pecado y la gracia,
sino como el nuevo modelo de fe para los cristianos, “por lo consiguiente, la Iglesia, a
lo largo de toda su vida, mantiene con la Madre de Dios un vínculo que comprende, en
el misterio salvífico, el pasado, el presente y el futuro, y la venera como madre
espiritual de la humanidad y abogada de gracia.”3
- Documento de Puebla
1
Constitución Dogmática Lumen Gentium Nº 64
2
Papa Pablo VI. Marialis Cultus Nº 21
3
Papa Juan Pablo II. Redemptoris Mater. Nº 47
4
Puebla, numeral 290.
lo femenino. En este sentido, la conclusión es que la lectura mediocre de estos
documentos o la supremacía de la cultura sobre la fe arrastra a los cristianos a realizar
lecturas sesgadas y convenientes de la figura de María.
c. Sustento bíblico
Los Evangelios Sinópticos, así como el Evangelio de Juan y los Hechos de los
Apóstoles, están plagados de la figura de María no sólo por los relatos del nacimiento de
Jesús, sino por su presencia silenciosa y profunda a su lado a lo largo de su vida. La
riqueza evangélica es pues un tesoro inimaginable abierto a la humanidad, en el cual no
hay distinción de sexo, raza o clases, es evangelio por eso es universal.
Tal vez es posible rastrear una lectura sesgada de María asociada a lo femenino de
forma negativa, a partir de algunos textos de las cartas de San Pablo y San Pedro, los
que, al descontextualizarlos pueden prestarse para interpretaciones erróneas:
Son fragmentos que sugieren asociar a la mujer con las labores del hogar, el respeto al
esposo y la maternidad, asunto que encaja en el Virgen Madre. Pero más parece una
lectura popular conveniente y manipulada para ejercer un cierto control social.
6. Propuesta de trabajo
Para poder decodificar esta postura de los varones frente a la figura de María como un
asunto que corresponde a las mujeres, especialmente a aquellas que se ocupan de las
tareas del hogar y participan en las actividades parroquiales se puede realizar un trabajo
de concientización por medio de los siguientes pasos:
I. Tomar conciencia de la imagen de María que cada uno tiene y cómo está
proyectada sobre lo femenino.
II. Hacer un rastreo histórico y familiar de las categorías populares que no se
han depurado y que aún siguen orientando la experiencia de fe frente a
María.
III. Revisar los documentos de la iglesia y sacar de ellos lo provechoso para la
vida cristiana en general y no para la vida de las mujeres que se acompañan
o las mujeres de edad avanzada de las parroquias en particular.
IV. Finalmente, hacer un esfuerzo por desestructurar las categorías marianas
aprendidas en la familia, ya que este es un ambiente académico en el que se
debe disponer una cierta apertura para razonar la fe.
Bibliografía