Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Entesopatia Pubiana

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

ISSN 1515-1786 Rev. Asoc. Arg. Ortop. y Traumatol. Vol. 67, № 3, págs.

212-221

Entesopatía pubiana
OMAR LENCINA
Clínica del Pilar. Buenos Aires

Generalidades de la entesis sivamente llevan prolongaciones al hueso (Fig. 1).


Las dos zonas de fibrocartílago están separadas por una
Historia y etimología pequeña zona de calcificación conocida como "zona de
marea" o zona de transición (tide mark).
La palabra entesis designa la zona de inserción de los La zona de fibrocartílago es la parte más importante de
tendones, ligamentos, cápsulas y fascias al hueso. Dicha la entesis que sirve de anclaje a los ligamentos y a los ten-
palabra es un neologismo tomado del griego: enthesis, dones. La región no calcificada crea una barrera vascular y
que significa introducir. En el siglo XIX13 el término fue celular y es biomecánicamente la zona de movimiento y
aplicado a las enfermedades inoculadas por un germen torsión, que ayuda a reducir y disipar el estrés mecánico,
exterior34 y a partir del siglo XX, es utilizado para las pato- similar a lo que ocurre con el cartílago articular.
logías de inserción.28 Los trabajos de La Cava22 y Niepel26 La entesis posee una actividad metabólica particular-
usan el término de entesitis con el sentido traumático o mente desarrollada durante la juventud. Al principio no
microtraumático de la enfermedad de inserción. Y más está calcificada, pero con posterioridad, aparentemente
recientemente, la liga europea contra el reumatismo reco- por procesos degenerativos, sufre una maduración de los
mendó el término entesopatías para cualquier cambio condrocitos de la zona cartilaginosa, espesamiento de la
patológico de una entesis.1 zona calcificada y resorción osteoclástica de la zona ad-
yacente al hueso.7 Las regiones de los tendones y liga-
Anatomía - Histología normal mentos que forman la entesis son estructuras dinámicas
con una alta capacidad de recambio tisular, para poder
Los tendones están constituidos por fibras colágenas responder a las permanentes modificaciones mecánicas a
que se agrupan en haces secundarios para insertarse en el las que están sometidas.
hueso. Existe una zona de inserción no recubierta por Benjamín y cols.4 aplicaron diferentes técnicas inmu-
periostio que pertenece al hueso donde penetran dichas nohistoquímicas para estudiar la bioquímica de la entesis
fibras tendinosas; esta zona recibe el nombre de fibras de y encontraron fibras de colágeno de tipo II en la zona de
Sharpey.5 Cooper y Misol7 definen cuatro zonas sucesivas fibrocartílago, que confieren a la entesis una gran resis-
identificables histológicamente que constituyen la ente- tencia a la compresión.
sis. La primera de esas estructuras es tendinosa y presen-
ta una región avascular, inervada, formada por fascículos
paralelos de fibras de colágeno muy resistente. La segun-
da zona es un fibrocartílago no mineralizado de disposi-
ción variable en el cual se encuentran los con-drocitos
organizados en forma paralela y fibras de colágeno dentro
de esta zona, que tienen una orientación divergente. La
tercera zona es fibrocartílago mineralizado con una celu-
laridad idéntica a la sustancia fundamental y está formada
por minerales, con cristales de hidro-xiapatita dispuestos
entre las fibras de colágeno. La última es la zona de co-
lumnas de fibrocartílago que progre-

Recibido el 18-6-2002.
Correspondencia:
Dr. OMAR LENCINA Victorino de la Figura 1: Características histológicas de la
Plaza 919 (1428) Buenos Aires, Ar- entesis.
gentina Fax: 4787-9228 E-mail: olen-
cina@fibertel.com.ar
Clasificación anatómico-estructural de las entesis aplicación biomecánica podemos ejemplificar con un
enchufe, como se observa en la figura en la cual el cable
Existen tres tipos de entesis de acuerdo con las representa el tendón; la zona semirrígida, el fibrocartílago
características histológicas de su estructura anatómica: no mineralizado; la zona rígida, el fibrocartílago minera-
lizado; y la última parte del enchufe (el peine) es la ente-
1. Entesis condroapofisaria
sis. Esto nos permite comprender que cuando el área de
2. Entesis periosteodiafísaria estiramiento crítico de la entesis es superada por una fuer-
3. Entesis osteomuscular za traumática o microtraumática, se rompe el módulo de
elasticidad y se posibilita la aparición de una entesopatía
(Fig. 3 A y B).
La importancia del conocimiento anatómico de las
entesis es útil para definir, en una enfermedad insercio-
nal, cómo se comportan éstas de acuerdo con sus carac-
terísticas estructurales.'7 Por ejemplo, en la pubalgia, el
músculo más frecuentemente involucrado es el aductor
largo que tiene una inserción proximal a nivel de la sín-
fisis del pubis de características condroapofisarias y una
inserción distal a nivel del fémur periosteodiafísaria.
Esto explica que los componentes anatómicos involucra-
dos en la pubalgia definan el patrón cicatrizal de dicha
inserción. Es decir, una lesión proximal produce una
entesopatía y una lesión distal, una periostitis o miositis
osificante por lesión del periostio (Fig. 2).36

Figura 3A

Figura 2: Comportamiento biomecánico


de la entesis en relación con sus caracterís-
ticas histológicas y anatómicas.

¿Por qué se produce una entesopatía en un deportista? Figura 3B

El conocimiento de la clasificación anatómica de las


entesis nos permite abarcar un concepto biomecánico
completo, como la adaptación de los diferentes módulos
de elasticidad que deben soportar el hueso y los tejidos Sinonimias de la entesopatía pubiana
blandos ante un gesto deportivo traumático o micro-
traumático. La entesis representa el área de estiramiento Pubalgia es un término genérico que involucra un
crítico y ésta es su función principal. Como modelo de conglomerado de patologías asociadas. Es interesante
ver las terminologías utilizadas para definir la enteso- Schneider,33 y Rosenklint, Bach y Andersen,32 estos tendo-
patía pubiana (EP): pubalgia, pubialgia, pubitis, sinfisi- nes tienen un área de inserción pequeña libre de periostio
tis, síndrome pélvico artrósico, osteopatía dinámica del que sería la causa de la entesopatía. Las fibras del tendón
pubis, inguinocruralgia traumática, enfermedad de los se conectan directamente con las fibras colágenas del
aductores, osteopatía pubiana, osteopatía púbica, hernia hueso a través de una zona de cartílago descalcificado
deportiva, pubalgia deportiva, pubalgia atlética, lumbo- (véase Fig. 1). Esta área de transición se caracteriza por
abdomino-pubalgia, lumbopubalgia y creemos que el una irrigación deficiente y una rica inervación que, según
nombre que mejor define el síndrome pubiano en depor- Adams y Chandler,1 constituyen la causa del dolor. El
tistas es el de entesopatía mecánica del pubis o enteso- recto interno y el aductor mediano están particularmente
patía pubiana. expuestos a traumatismos deportivos que se producen
con máxima extensión de rodilla combinados con flexión,
Incidencia de acuerdo con la práctica deportiva abducción y rotación externa de cadera, situación típica
en el fútbol y en el rugby (Fig. 4).
El dolor a nivel de la sínfisis del pubis se asocia a me- La osteítis del pubis, entidad que afecta a la sínfisis,
nudo con la práctica deportiva. Los deportes que con se caracteriza por dolor, alteración radiográfica de la
frecuencia diagnostican EP son: fútbol, rugby, tenis, bas- articulación y evolución crónica. Se observa en los
quetbol, hockey y pedestrismo.21,31 La literatura médica pacientes con trastornos obstétricos urológicos y en de-
escandinava, por medio de un detallado estudio sobre portistas. En estos últimos es una entidad clínico-
jugadores de fútbol, mostró una incidencia entre el 10% al radiográfica, que se produce por un trauma repetitivo,
18% de EP durante un año de calendario deportivo.11,12 sobre la sínfisis del pubis, por tracción de los músculos
rectos abdominales y aductores. Se presenta en deportis-
Entidades de la entesopatía pubiana tas que practican carreras, saltos, giros con rotación en
una sola pierna y golpes de balón con movimientos mul-
Existen estudios clínicos de imágenes y de investiga- tidireccionales de aceleración y desaceleración.16 Según
ción, en deportistas, que demuestran que la EP deportiva Walheim41 la estabilidad de la sínfisis del pubis permite
involucra tres entidades nosológicas bien diferenciadas. un movimiento normal de ésta que no puede superar los
Son ellas: la entesopatía aductora, la osteítis del pubis y la 2 mm. Esto puede observarse en una radiografía de pie
patología abdominal del canal inguinal posterior. Des- con apoyo monopodálico (posición de flamenco). Si el
conocer la existencia de tales etiologías muchas veces nivel entre ambas ramas fuera mayor de 2 mm se estaría
torna impreciso el diagnóstico de esa patología. Estas tres en presencia de una inestabilidad pubiana que puede
formas de presentación se plantean como un continuo estar asociada con la osteítis púbica.
cuando coexisten o se reflejan en una sola presentación. La osteítis del pubis suele aparecer entre la tercera y
Los síntomas pueden ser difusos y difíciles de inter- cuarta décadas de la vida y es más común en los varones.
pretar. Habitualmente el deportista es visto por varios El dolor puede localizarse a nivel del área púbica en una
especialistas y realiza varias terapias, con la consi- o ambas facetas y toma casi siempre la parte baja del recto
guiente pérdida de tiempo y abandono de la práctica abdominal. Los síntomas son de tipo quemante: al subir
deportiva.
En la entesopatía aductora, el músculo comprometido
más a menudo es el aductor mediano o medio, en su unión
musculotendinosa y según estudios recientes de O'Brien
se debe a una inserción predominantemente anterior de
sus fibras sobre el pubis, mientras que sus fibras posterio-
res mantienen las características normales.
Los músculos aductores actúan como importantes es-
tabilizadores de la articulación de la cadera. El acorta-
miento muscular y el déficit de fuerza de los aductores,
sumados a la debilidad y elongación de los rectos abdo-
minales, conducen a un desequilibrio pelviano que sería
una de las causas de presentación de la entesopatía aduc-
tora.2 La falta de fortalecimiento muscular, la hiperlor-
dosis lumbar, la discrepancia de longitud de miembros,
el pie plano valgo, el sobreentrenamiento, la fatiga mus-
cular, pueden ser también causantes del dolor relacionado
con la EP. Figura 4
El dolor se localiza en la inserción del aductor media- Inserciones óseas de los músculos de la pier-
no y del recto interno. De acuerdo con los trabajos de na involucrados en la pubalgia baja.
escaleras, toser, hacer esfuerzo con el abdomen. También difícil diagnóstico. El 88% de los pacientes tienen dolor,
se exacerba al realizar ejercicios que tienen movimientos contra resistencia de los aductores y el 25%, dolor supra-
específicos como: correr, patear o hacer pivote en una púbico.14
pierna. El dolor se irradia a las regiones perineal, testicular
y suprapúbica. En los varones puede aparecer un dolor ¿Por qué lapubalgia es más frecuente en los jugadores
poseyaculatorio en el escroto y en el periné. de fútbol?
En el examen físico se puede poner de manifiesto
con la contracción isométrica de los aductores, puede El fútbol es jugado por casi 40 millones de personas
estar disminuido el movimiento de la cadera de uno o en todo el mundo. La mayoría de las lesiones provocadas
ambos lados y puede existir un espasmo de los aductores por su práctica afectan el miembro inferior, en el 85%
que limite la abducción y produzca dolor en la prueba de de los casos25 El dolor en la sínfisis del pubis es un pro-
compresión trocantérica, en decúbito lateral o dolor en blema que se produce por lo general en los jugadores por
la prueba de pierna en posición de cuatro. La radiología un mecanismo de aducción, rotación externa de fémur
es negativa en los estadios iniciales. Sólo puede obser- (Fig. 5).
varse una ligera separación de la sínfisis del pubis mayor El deportista experimenta un dolor agudo a nivel de
de 7 mm, lo que demuestra una inestabilidad de tipo la inserción del aductor, algunas veces sobre el canal
horizontal. Más tarde se agregan los signos radiográficos inguinal. El gesto deportivo de trabar o patear el balón
de irregularidad, los márgenes corticales y la esclerosis involucra a la pierna dominante en la patología, a dife-
del hueso púbico. El centellograma óseo es útil en los rencia de otros deportes como el hockey, que afecta la
primeros estadios al demostrar una captación unilateral región abdominal no dominante, y el tenis, que compro-
anormal. mete la región abdominal superior. Los futbolistas ma-
El síndrome de debilidad de la pared inguinal poste- yormente expuestos son los marcadores de punta y los
rior sin una hernia clínicamente demostrable, que causa volantes, donde el juego se desarrolla con los mecanismos
dolor crónico, cada vez es más reconocido. El dolor de giros, rotaciones bruscas, sobre una sola pierna. Los
suene centrarse en la región inguinal y se irradia lateral- deportistas pícnicos poseen un morfotipo determinado
mente hacia el ligamento inguinal proximal al recto y que favorece la aparición de la patología pubiana, por
tener músculos fuertes con escasa flexibilidad. En el
hacia el lado opuesto. Algunos autores lo definen como
futbolista, el dolor pubiano aparece con la entrada en
hernia deportiva. Puede observarse sobre todo en atletas
calor; mejora los primeros minutos del juego y en la mitad
expuestos a giros repetitivos y cambios bruscos de velo-
del primer tiempo aparece nuevamente una ligera moles-
cidad, como ocurre en el hockey, fútbol, tenis y rugby.10,35
tia. Cede con el correr de los minutos y en el descanso, al
Los movimientos bruscos de abducción, aducción y
terminar el primer tiempo, se hace mucho más fuerte. La
flexión de cadera producen una fuerza de impacto sobre
molestia leve se transforma en dolor y se hace particular-
la sínfisis del pubis y un estrés sobre la musculatura de mente intenso durante los 20 minutos del segundo tiem-
la pared inguinal perpendicular a sus fibras. Se han in- po, que lo obliga a salir de la cancha. La EP es una patolo-
formado anormalidades a nivel de la inserción anatómica gía que tiene un alto período de convalecencia y, por lo
de los músculos rectos abdominales o avulsiones de la tanto, una ausencia prolongada en los campos de juego,
parte interna de los oblicuos a nivel del pubis. Lacroix23 con períodos de dolor y otros de remisión. El dolor se
refiere que la anormalidad existe en la parte externa del agudiza con ejercicios especiales y
músculo oblicuo y su aponeurosis. El 30% de los casos
puede presentarse con dolor radicular asociado (Hacke-
ny).15 El dolor suele ser de presentación unilateral, con
antecedentes de una lesión traumática aguda con sensa-
ción de desgarro y ocurre durante la práctica del deporte:
al correr, trabar, patear el balón con extensión de cadera
y rotación externa. En el examen físico se aprecia dolor
a nivel del anillo inguinal externo con inflamación de la
pared del canal inguinal posterior; "el signo del pulgar"
puede ser útil en el diagnóstico de hernia abdominal o de
hernia deportiva. Para realizar esta prueba el pulgar debe
colocarse cerca del ombligo, el meñique sobre la espina
ilíaca anterosuperior y el mayor sobre el borde late-
ral del recto abdominal. Cuando el paciente trata de
pararse la presión del pulgar produce dolor en el punto de
debilidad del canal inguinal. El dolor resistido al sentarse
y pararse es un hallazgo común. La maniobra de Valsalva Figura 5: Gesto deportivo involucrado en
es positiva y la herniografía puede ser útil en casos de la pubalgia.
movimientos específicos, como correr en zig-zag, patear En la osteítis del pubis el dolor comienza sobre la
el balón y trabar. Posteriormente el dolor se produce al sínfisis del pubis, progresa gradualmente para instalarse
caminar y puede tener una o varias irradiaciones: peri- entre 4 y 8 semanas. El dolor tiene características noc-
neal, testicular, suprapúbica, inguinal y poseyaculatoria turnas. Se exacerba con giros o rotaciones pelvianas
en el escroto y el perineo. El futbolista describe el dolor durante el sueño. Puede irradiarse hacia la región supra-
como quemante, que aumenta al subir y bajar escaleras, púbica, hacia los aductores y en los varones, hacia el
toser o estornudar. En los deportistas jóvenes se dan con testículo. Esta última irradiación es típica de la osteítis
mayor frecuencia los cuadros de entesopatía aductora y púbica pero no es patognomónica. En las mujeres no hay
abdominal; en los deportistas mayores, entre 30 y 40 dolor perineal. El dolor palpatorio sobre la sínfisis del
años, aparece la patología de la osteítis del pubis con pubis es positivo y puede asociarse con dolor sacroi-
inestabilidad o no, en los cuales se pueden apreciar signos líaco o lumbar.
radiográficos precoces de artrosis a nivel de la cadera y de Las maniobras específicas para la osteítis del pubis
la columna lumbosacra y se asocian además, con un pa- son la compresión pélvica lateral y la prueba de pierna
trón de centellograma hipercaptante a nivel de la sínfisis cruzada en decúbito lateral, dolorosas en los casos posi-
del pubis. tivos. Los movimientos de la cadera pueden estar limita-
dos y la prueba de Trendelenburg puede dar positiva por
Clasificación de la pubalgia el acortamiento del psoas. En casos avanzados el paciente
presenta una marcha antálgica, con cadera y rodilla par-
Pubalgia alta: compromete los músculos rectos cialmente flexionadas.
abdominales. En la presentación abdominal37 existe dolor suprapú-
Pubalgia baja: compromete los músculos aductores bico con maniobras de Valsalva de contracción abdomi-
(aductor mediano el más frecuente). nal, al toser o al estornudar. El atleta puede correr en
Pubalgia mixta: compromete ambos grupos musculares. línea recta y a velocidad moderada sin dolor pero si
Pubalgia aguda traumática: aparece como consecuen- aumenta la velocidad o corre en zig-zag, el dolor aparece.
cia de una agresión traumática sobre las sínfisis del Los gestos deportivos de patear, trabar el balón y saltar
pubis. exacerban el dolor irradiado al área suprapúbica. En el
Pubalgia crónica: surge como una lesión asociada con examen físico hay dolor palpatorio a nivel de anillo in-
desequilibrios musculares, coxa-valga, hiperlordosis, etc. guinal externo que demuestra la inflamación de la
pared inguinal posterior, lo cual se puede exacerbar con
Manifestaciones clínicas una maniobra de Valsalva. El "signo del pulgar" puede
ser de utilidad en el examen físico, lo que demuestra una
La pubalgia deportiva, como entesopatía de los ruptura o una hernia de la pared abdominal. Se realiza
aductores, puede presentarse en forma aguda o crónica. colocando el pulgar cerca del ombligo y el dedo meñique
En forma aguda ocurre un desgarro de la unión muscu- en la espina ilíaca anterosuperior y el dedo mayor exten-
lotendinosa del aductor. El deportista presenta dificultad dido sobre el ángulo formado por el borde lateral del
al caminar. Puede observarse un hematoma localizado, músculo recto abdominal y en la parte interna la cresta
con signos de inflamación y cambios en la coloración de pubiana inferior. Durante la maniobra de sentarse y parar-
la piel de la cara interna del muslo. La afectación puede se el signo del pulgar está representado por la presión
ser una lesión muscular leve, de grado I (distensión); digital del dedo mayor que reproduce el dolor sobre la
moderada, de grado II (desgarro fibrilar o fascicular) y pared abdominal debilitada.
grave, de grado III (arrancamiento muscular). Las ma-
niobras de elongación forzada de los aductores suelen Diagnóstico por imágenes
despertar dolor y la contracción isométrica contra re-
sistencia aductora es el signo típico de la entesopatía En la pubalgia atlética solicitamos:
aductora. En las formas crónicas, el deportista presenta 1. Radiografía de pelvis41 de frente con apoyo mono-
dolor matinal o al comenzar la práctica deportiva. El
podálico (posición de flamenco) para estudiar la
dolor decrece o desaparece después de la entrada en
inestabilidad de la sínfisis pubiana.
calor y reaparece al finalizar o luego de la actividad
2. Radiografía focalizada de la sínfisis del pubis para
deportiva. Se localiza sobre la inserción del aductor
ver los estadios radiológicos.
mediano y se irradia hacia la rodilla siguiendo el terri-
3. Radiografía de ambas caderas (frente y perfil).
torio del recto interno. Algunas veces, el atleta puede
correr hacia adelante con una velocidad moderada sin 4. Radiografía de columna lumbosacra de pie (frente y
sentir dolor. Pero cuando aumenta la velocidad y se perfil) y Fergusson para los diagnósticos diferen-
producen cambios de dirección brusca aparece dolor a ciales de pinzamiento del quinto espacio, espondi-
nivel de la sínfisis del pubis.12,24 lolisis o listesis, espina bífida, etc.
5. Radiografía para descartar discrepancia de longitud
de los miembros.
Se definen cuatro estadios radiográficos que tienen trar la dinámica funcional del canal inguinal, en tiempo
características evolutivas: real, con el inconveniente de que depende de la habili-
dad del operador (Figs. 6 A y B).
Estadio 1: Se observa a nivel de la sínfisis del pubis La resonancia magnética (RM)39 es un excelente estudio
en la radiografía de frente, disminución de la densidad para demostrar la patología de las partes blandas y del hueso
ósea, pequeñas geodas y contornos irregulares de los en deportistas profesionales. Existe un patrón típico de
bordes de la sínfisis. edema a nivel de la médula ósea del pubis en deportistas
Estadio 2: Heterogeneidad de la densidad ósea con que presentan osteítis asociada con dolor púbico. Otras
zonas densas y otras claras, contornos netos y regulares: anormalidades que pueden observarse con la RM son:
entesopatía osteoperióstica. formación de quistes, irregularidades óseas y asi-
Estadio 3: Contornos irregulares, netos. Aumenta la metrías a nivel de la sínfisis del pubis. Además, se pue-
trama ósea. den apreciar las estructuras musculoendinosas. En la RM
Estadio 4: Etapa final, cicatrizal. Alteraciones dege-
nerativas con fenómenos artrósicos, lisis pubiana, escle-
rosis subcondral y fenómenos osteofiticos.

En los adolescentes es frecuente observar avulsiones


óseas24 en las zonas de inserción muscular. Existen ante-
cedentes típicos de dolor agudo luego de un movimiento
explosivo al shotear,43 que aparece después de un cambio
brusco de velocidad. El deportista sale del campo de jue-
go, presenta claudicación en la marcha y el diagnóstico se
basa en una tríada formada por el cuadro clínico, el ante-
cedente traumático y la radiografía.
En las deportistas que consultan por dolor púbico la
radiología es útil para descartar una fractura por estrés,
debiendo descartarse la presencia de osteoporosis secun-
Figura 6A
daria, amenorrea o anorexia nerviosa. En la mujer el
diagnóstico de EP es poco frecuente debido a las carac-
terísticas anatómicas de la pelvis femenina. En presencia
de pubalgia debe plantearse los diagnósticos diferenciales
de las causas no púbicas.
Kalebo y cols.20 realizaron ecografías en 33 pacientes
con lesiones tendinosas crónicas, 16 de ellos presentaron
pubalgias. Refieren que 9 de cada 10 pacientes, que reci-
bieron tratamiento quirúrgico, tuvieron rupturas parcia-
les a nivel de la inserción muscular.
La ecografía puede estar indicada en las formas agu-
das. Permite localizar y tipificar la lesión muscular. Las
anormalidades ecográficas que se observan en el área del
músculo lesionado son áreas hipoecogénicas con discon-
tinuidad de las fibras.
Figura 6B
La ecografía estática27 es útil también para el dia-
gnóstico de la hernia inguinal indirecta (no atletas) y en
la hernia deportiva (hernia directa incipiente). La eco-
grafía dinámica con maniobras de Valsalva permite ver
la dinámica de la pared inguinal posterior y demuestra
cómo la imagen habitual de concavidad de la fascia
transversal cambia a una imagen ecográfica de convexi-
dad, cuando no existe debilidad de la pared inguinal pos-
terior. Las imágenes de abalonamiento y pérdida de esta
convexidad demuestran la debilidad de la pared inguinal
posterior y son elementos diagnósticos importantes para
la presentación suprapúbica de la EP. A diferencia de la
herniografía,9 que es un estudio invasivo y no exento de
riesgos, la ecografía es una modalidad capaz de demos-
Figura 7
se ve cómo los aductores, los oblicuos y los rectos ante- estudios de laboratorio, metabólicos, reumáticos, por
riores del abdomen incluyen atrofia muscular, cambios imágenes, electrográficos, son valiosos para el diagnós-
en la señal a nivel de la inserción, asimetrías y, en algu- tico de estos cuadros (Tabla 1).
nos casos, una hernia inguinal (Fig. 7). Las lesiones por Los diagnósticos diferenciales se realizan cuando se
estrés también pueden ser demostradas por este método. presentan las siguientes patologías:
Los inconvenientes que presenta son su elevado costo y Fracturas por estrés: ocurren en corredores y en
la escasa resolución para la identificación de calcificacio- mujeres deportistas. La mayoría de las veces se deben a
nes y de hernias inguinales incipientes. trastornos metabólicos, hormonales y por errores de en-
El centellograma óseo con tecnecio 99 debe estar pre- trenamiento. El atleta presenta dolor al estar parado so-
sente, como estudio de rutina, en casos de osteítis púbica8 bre una sola pierna, claudicación en la marcha, impo-
asociado con la evaluación radiológica simple. En los sibilidad de correr. La radiografía simple y el centello-
estadios tempranos o leves de la enfermedad los cambios grama óseo pueden mostrar la ubicación de la lesión.36
radiológicos están ausentes y sólo se constata por cente- Artrosis de cadera: los deportistas jóvenes, de alto
llografía. La fase vascular temprana detecta anomalías o rendimiento, están expuestos a sufrir artrosis de cadera
presencia de áreas de hiperemia, mientras que el tiempo debido a los frecuentes traumatismos y al sobreentrena-
tardío corresponde a la fase ósea que es la afectada con miento. El dolor localizado a nivel de la cadera, en las
mayor frecuencia. La interpretación de la imagen puede maniobras semiológicas, y los cambios radiográficos son
cuantificarse en cuatro grados en todas las fases. Indican elementos de diagnóstico certero.40
captación normal, hipercaptación leve, moderada e intensa. Bursitis: generalmente ocurre a nivel del trocánter
La hipercaptación puede ser unilateral o bilateral pudien- mayor y en el lado interno a nivel de la bursa del psoas,
do obliterarse el área lineal carente de actividad que en el trocánter menor. Se observa en las mujeres con
representa la situación normal de la sínfisis pubiana (Fig. caderas anchas y prominentes, corredoras, que aducen el
8). La centellografia ósea es un método de alta sen- miembro inferior en el gesto deportivo. En estos pacientes
sibilidad diagnóstica pero con baja especificidad. la maniobra de Thomas es positiva y demuestra un acor-
Los diagnósticos diferenciales deben realizarse con tamiento muscular del psoas."
la hernia inguinal, las enfermedades reumáticas, las in- Atrapamiento nervioso: en los ciclistas puede apare-
fecciones, las lesiones tendinosas musculares de los aduc- cer dolor pubiano y perineal como causa de una compre-
tores, la enfermedad de Reiter, la fractura por estrés, la sión de la rama dorsal del nervio pudendo, entre las sín-
prostatitis, la orquitis, el hiperparatiroidismo y las lesio- fisis del pubis y el asiento de la bicicleta.42 Los atrapa-
nes tumorales. Los estudios de laboratorio metabólicos mientos del nervio obturador se han visto en patinadores
reumáticos y del metabolismo fosfocálcico son útiles para por una hipertrofia del músculo aductor. La meralgia pa-
el diagnóstico de estos cuadros. restésica del femorocutáneo se da en los corredores de
La pubalgia atlética29,30,31 surge cuando el dolor sobre autos por compresión del cinturón de seguridad sobre la
la sínfisis del pubis puede estar asociado con patología cresta ilíaca. Todos estos pacientes presentan un signo de
de la pared abdominal, musculatura aductora, patología Tinnel positivo y el uso de estudios de electromiografía
ósea (osteítis del pubis) y diferentes neuropatías. Los puede ser útil para el diagnóstico de esta neuropatía.

Figura 8
Tabla 1

Región anatómica Púbico No público


Entesopatía: músculo Tendinopatía aductora Tendinopatía psoas
tendinoso
Patología del canal inguinal Tendinopatía del recto
femoral
Patología del tendón Patología muscular: sartorio,
conjunto TFL, glúteo, etc.
Tendiopatía de los rectos
abdominales
Oseas Osteítis del pubis Fractura por estrés pélvica
Articular Inestabilidad púbica Patología de la articulación
coxofemoral
Patología de la columna
lumbar
Patología de la articulación
sacroilíaca
Atrapamiento nervioso Nervio ilioinguinal
Nervio obturador
Genitourinaria Prostatitis
Epididimitis
Salpingitis

Tumores malignos: la sínfisis del pubis puede ser oca- Tratamiento conservador
sionalmente sitio de localización tumoral de osteosarco-
mas, condrosarcomas, swannomas y otros tumores. Típi- El tratamiento conservador es la modalidad de elec-
camente el dolor se presenta luego de la actividad ción en los pacientes que presentan una EP. El trabajo
deportiva y se explica como un desgarro o un trauma de rehabilitación quinésica comienza con una detallada
inespecífico. La persistencia del dolor debe investigarse evaluación clínica, para realizar un tratamiento especí-
con cuidado. Las radiografías y la RM pueden poner en fico de corrección muscular de las áreas involucradas.
evidencia esa patología. Debe indicarse el examen rectal De esta evaluación surge casi siempre que los músculos
ante un dolor pubiano de difícil diagnóstico y de dudosa abdominales, isquiotibiales y glúteos se encuentran débi-
etiología.18 les y alargados; los músculos aductores, débiles y acor-
tados; los músculos espinales, recto anterior y psoas,
Prevención fuertes y acortados.2 Para restablecer el equilibrio mus-
cular hay que elongar los espinales recto anterior y psoas,
Los trabajos de fortalecimiento y elongación sobre fortalecer y elongar los aductores, y fortalecer y acortar
los grupos musculares involucrados estabilizan la pelvis, los abdominales y los isquiotibiales.
la columna lumbar y las articulaciones coxofemorales y Se debe indicar a los pacientes ejercicios de control
pélvico y corrección postura!, en casos de hiperlordosis
constituyen uno de los pilares de la prevención en la EP.
lumbar. Si existe discrepancia de longitud de los miem-
Las calzas de neoprene a menudo son utilizadas como
bros debe ser compensada con la utilización de crioterapia
elemento de prevención, sobre todo en climas muy fríos. y medicación antiiflamatoria no esteroide. La rehabi-
Sin embargo, estos datos no han podido ser avalados cien- litación tiene como objetivo el retorno a la actividad de-
tíficamente. Se piensa, en forma empírica, que el riesgo de portiva en el mismo deporte. El 90% de los pacientes
sufrir lesiones musculares aumenta a medida que decrece vuelven, con el tratamiento conservador, al mismo nivel
la temperatura del músculo, por lo que es importante que de la actividad deportiva previo a la lesión.'1 En algunos
no se produzcan estas lesiones por un gesto deportivo casos seleccionados pueden ser útiles las infiltraciones
inadecuado. El mejor momento del calendario deportivo anestésicas como test diagnóstico, en las neuropatías de
para realizar los trabajos de prevención es la pretempora- la rama del nervio obturador. Las infiltraciones cortico-
da, y el equilibrio entre los trabajos de fortalecimiento y de anestésicas están totalmente contraindicadas pues pueden
elongación disminuirá notablemente las ausencias de los contribuir a la degeneración muscular y a las rupturas por
deportistas de los campos de juego por sufrir la enferme- el efecto perjudicial del corticoide sobre la inserción
dad.38 tendinosa.18
Tratamiento quirúrgico pararse con rodillas flexionadas a 45 y 90°. Se agregan
ejercicios de aductores y en escalera (step).
Está rara vez indicado en los casos agudos y debe ser
considerado en los pacientes con pubalgia crónica re- Tercera semana: Aumenta la velocidad del trote, au-
fractaria a los tratamientos conservadores.3 Las indica- mentan los ejercicios de cadena cinemática cerrada, se
ciones quirúrgicas de la pubalgia deportiva son tres: agregan ejercicios de bicicleta y natación.

1. Pubalgia crónica, refractaria al tratamiento con- Cuarta semana: Ejercicios de velocidad, rotación,
servador con persistencia de la sintomatología, cambio de ritmo, trabajo con pelota, gesto deportivo.
después de 3 meses de tratamiento de rehabili-
tación protocolizado. El retorno a la actividad deportiva se efectúa entre la
2. Pubalgia crónica baja con dolor a nivel de la octava y la duodécima semanas, en las cuales la recupe-
inserción de los aductores. ración quirúrgica es completa. Algunos pacientes pueden
3. Dolor con maniobra de Valsalva positiva o sin presentar molestias o sensación de pequeños desgarros
ella a nivel del anillo inguinal externo. en la zona de la inserción del aductor operado y a veces
una súbita sensación de ruptura de adherencias que tiene
El tratamiento quirúrgico debe realizarse en equipo que ser explicada previamente. Por tal motivo, en las pri-
con un cirujano general para la exploración del canal meras semanas deben evitarse los movimientos bruscos
inguinal y la reparación de la pared posterior y el cirujano a fin de disminuir esa complicación.
ortopedista para el tratamiento quirúrgico de la pubalgia El programa de ejercicios debe realizarse 7 días a la
baja. semana, siempre en forma progresiva, respetando los
En este último caso se hace el tratamiento quirúrgico tiempos de cicatrización. Los pacientes que no son depor-
por una incisión percutánea, a nivel de pliegue inguinal, tistas pueden reintegrarse a la actividad laboral a partir de
centrada sobre el aductor medio, en su inserción proxi- la segunda semana si se trata de una ocupación sedentaria y
mal. Se practica una tenotomía bilateral en posición de a partir de la cuarta, si efectúan trabajos pesados.
abducción y flexión. Si existe osteítis del pubis, algunos
profesionales realizan unas pequeñas perforaciones Conclusión
sobre la sínfísis. En caso de una pubalgia alta se realiza
una aponeurectomía selectiva de la fascia del oblicuo La EP se ha reconocido como una de las patologías
mayor hasta el recto abdominal. más dificultosas de diagnosticar y tratar en los deportis-
Si se trata de una hernia inguinal se efectúa una mio- tas. No es fácil diferenciar los síntomas primarios de los
rrafia con técnica de Bassini o Nesovic.12 secundarios y debe haber un grupo de trabajo multidis-
ciplinario para examinar y establecer el diagnóstico ade-
Programa de rehabilitación posoperatoria cuado. Cuando un deportista consulta por una EP crónica,
el tema no es sólo médico sino que tiene también impli-
El programa de rehabilitación posoperatoria consiste caciones psicológicas y muchas veces laborales, debido a
en un protocolo de trabajo físioquinésico que dura 4 las ausencias prolongadas de los entrenamientos y a la
semanas. Tiene como finalidad una rehabilitación acele- disminución de la performance deportiva, que en algunos
rada que permite una pronta rehabilitación deportiva.14 casos pueden significar la culminación de su carrera. El
tratamiento de elección debe centrarse en una estrategia
Primera semana: El primer día después de la ope- conservadora, con una progresiva vuelta a la actividad
ración, el paciente es colocado en posición de rana con deportiva, corrigiendo todos los factores intrínsecos y
extrínsecos de esta patología.
almohadas para mantener la elongación de los múscu-
En los casos de fracaso de este tratamiento, se debe
los aductores operados. Es esencial en esta etapa que
pensar en una intervención quirúrgica que debe actuar
el deportista se pare y camine 20 minutos con muletas,
sobre las áreas involucradas. A pesar de que no existe un
con apoyo completo, 4 veces por día y que el quinesió- consenso acerca de cuál es el abordaje quirúrgico ideal,
logo comience (en la internación) con ejercicios sua- deberían realizarse estudios aleatorizados para la vuelta
ves de elongación. al campo de juego en forma progresiva y trabajos mul-
ticéntricos no aleatorizados para llegar al tratamiento
Segunda semana: El deportista comienza a trotar en quirúrgico ideal. Las ligas de fútbol y las federaciones
forma suave en línea recta durante 20 minutos. Realiza deportivas, mediante un control estadístico, podrían aportar
ejercicios en cadena cinemática cerrada de sentarse y datos relevantes para el éxito de estos tratamientos.
Referencias bibliográficas

1. Adams RJ, ChandlerFA. Osteitis pubis of traumatic etiology. J Bone Jt Surg (Am) 1953;35(3):685-696.
2. Albero A. Pubialgias en el deporte. Rev Asoc Argent Traumatol Deporte 1995;2(l):95-99.
3. Benazzo F, Moscón M, Viola E. Groin pain in athletes. Sports Med Arthrosc Rev 2000;8:80-85.
4. Benjamín M, Palphs JR. Fibrocartilage in tendons and ligaments an adaptation to compressive load. J Anat 1998;193:481-494.
5. Brigde M, Francois RJ, Dory MA. Radiological study of the sacroiliac joints in vertebral ankylosing hyperostosis. Ann Rheum Dis
1982;41:225-231.
6. Cibulka MT. Rehabilitation of the pelvis, hip and thigh. Clin Sports Med 1989;8:777-803.
7. Cooper RR, Misol S. Tendon and ligament insertion. A light and electron microscopic study. J Bone Jt Surg (Am) 1970;52:1-20.
8. Coventry et al. Osteitis pubis: observations based on a study of 45 patients. JAMA 1961;178:898-905.
9. Eames NW, Deans GT, Lawson JT, et al. Herniography for occult hernia and groin pain. Br J Surg 1994;81(10): 1529-1530.
10. Emery CA, Meeuwisse WH, Powell JW. Groin and abdominal strain injuries in the National Hockey League. Clin J Sport Med
1999;9:151-156.
11. Engstrom B, Foresbland M, Johnson C, et al. Does a major knee injury definitely sideline an elite soccer player? Am J Sports
Med 1990;18:101-105.
12. Fournier JY, Richon CA. Revue critique de 25 patients pour pubalgie par miorraphie (operation de Nesovic). Helv Chir Acta
1993;59:775-778.
13. Francois R, Braun J, Khan Muhammad A. Entheses and enthesitis: a histopathologic review and relevance to spondy-
loarthritides. Curr Opin Rheumatol 2000;13:255-264.
14. Gilmore J. Groin pain in the soccer athlete: fact, fiction and treatment. Clin Sports Med 1998;17(4):787-794.
15. Hackney RG. The Sports Hernia. Sports Med Arthrosc Rev 1997;5:320-325.
16. Harris NH, Murray RO. Lesions of the symphysis in athletes. BMJ 1974;(4):211-214.
17. Hems T, Tillmannn B. Tendon entheses of the human masticatory muscles. Anat Embryol (Berl.) 2000;202(3):201-208.
18. Holt M A, Keene JS, Gral BK, et al. Treatment of osteitis pubis in athletes. Results of corticosteroid injections. Am J Sports Med
1995;23:601-606.
19. Janzen DL, Partridge E, Logen PM, et at. The snapping hip: clinical and imaging findings in subluxation psoas tendon. Can
Assoc Radial J 1996;(47):202-208.
20. Kalebo P, Karlsson J, Sward L, et al. Ultrasonography of chronic tendon injuries in the groin. Am J Sports Med 1992;20(6):634-638.
21. Koch RA, Jackson DW. Pubic symphysitis in runners: a report of two cases. Am J Sports Med 1981;62-63.
22. La Cava G. Enthesitis. Traumatic disease of insertions. JAMA 1959; 169:254-255.
23. Lacroix VJ, Kinnear DG, Mulder DS, et al. Lower abdominal pain syndrome in National Hockey League players: a report of 11
cases. Clin J Sport Med 1998;8:5-9.
24. Metzmaker JN, Pappas AM. Avulsion fractures of the pelvis. Am J Sports Med 1985;13:349-358.
25. Nielsen AB, Yde J. Epidemiology and traumatology of injures in soccer. Am J Sports Med 1989;17:803-807.
26. Niepel GA, Kostka D, Kopeck S, et al. Enthesopathy. Acta Rheumatol 1966;! :7-64.
27. Orchard JW, Read JW, Neophyton J, et al. Groin pain associated with ultrasound finding of inguinal canal posterior wall deficiency
in Australian Rules footballers. Br J Sports Med 1998;32:134-139.
28. PeréP, Jan C, Gillet P. Malady de l'enthese. Encyclopedie Medico-Cihirurgicale (París) 1995;15-151-E-10.
29. Renstrom PA. Groin and hip injuries. In: Renstrom PA. Clinical Practice in Sports Injury Prevention and Care. Oxford:
Blackwell;1994.pp.97-114.
30. Renstrom P. Groin injuries: a true challenge in orthopaedic sports medicine. Sport Med Arthrosc Rev 1997;5:247-251.
31. Renstrom P. Tendon and muscle injuries in the groin área. Clin Sports Med 1992; 11:815-831.
32. Rosenklint A, Bach R, Andersen R. Osteochondrosis of the pubis. Acta Rheum Scand 1969;15:262-270.
33. Schneider R, Kaye JJ, Ghelman B. Adductor avulsive injuries near the symphysis pubis. Radiology 1976; 120:567-569.
34. Simkin PA. The musculoskeletal system. In: Klippel JH. Rheumatology. London: Mosby;1998.
35. Simonet WT, Saylor HL III, Sim L. Abdominal wall muscle tears in hockey players. Int J Sports Med 1995;16:126-128.
36. Swain R, Snodgrass S. Managing groin pain: even when the cause is not obvious. Phys Sports Med 1995;23(11):55-66.
37. Taylor DC, Meyers WC, Moylan JA, et al. Abdominal musculature abnormalities as a cause of groin pain in athletes. Inguinal
hernias and pubalgia. Am J Sports Med 1991;19(3):239-242.
38. Verrall GM. Osteitis pubis in Australian rules footballers: a stress injury to the pubic bone. En: Aust Conf Sci Med Sport. Adelaide,
Australia: Sports Medicine Australia;1998.
39. Verrall GM, Slavotinek JP, Fon GT, et al. Incidence of pubic bone marrow oedema in Australian rules football players: relation to
groin pain. Br J Sports Med 2001;35(l):28-33.
40. Vingard E, Alfredsson L, Doldie I, et at. Sports and osteoarthritis of the hip. An epidemiologic study. Am J Sports Med
1993;21:195-200.
41. Walheim G, Olerud S, Ribbe T. Mobility of the pubic symphysis. Measurements by an electromechanical method. Acta Orthop
Scand 1984;55:203-208.
42. Weiss BD. Clinical syndromes associated with bicycle seats. Clin Sports Med 1994;13:175-186.
43. Zimmerman G. Groin pain in athletes. Austr Fam Phys 1988;17:1046-1052.

También podría gustarte