AUTISMO
AUTISMO
AUTISMO
Se podría decir que en una segunda etapa y, tras ese período, comenzaron a
predominar teorías basadas en la psicología experimental, más concretamente,
en el conductismo. Se desarrollaron estudios de campo que demostraron la
falta de base de las hipótesis psico-dinámicas, especialmente aquellas que
culpabilizaban a la familia de un trastorno tan severo en uno de sus miembros.
Aunque inicialmente en esta etapa también se consideraba al autismo como
una psicosis, fruto de una serie de errores en el uso de premios y castigos en la
educación de los niños, a mediados de la década de los 70, comienza a
desarrollarse la idea del autismo como algo diferente a las psicosis, como un
trastorno en el desarrollo normal del niño.
La palabra autismo proviene del griego auto-de autos, “propio, uno mismo”. Se
define a nivel global, como una perturbación del desarrollo, constante y
profunda que afecta a la comunicación, imaginación, programación y
reciprocidad emocional. Sus manifestaciones clínicas estables y duraderas que
clásicamente se reagrupan en la llamada “triada de Wing” son las dificultades
en la interacción social, en la comunicación verbal y no verbal y un patrón
restringido de intereses o comportamientos.
Una vez más, según la literatura, cabe recalcar que los trastornos del espectro
autista (TEA), también denominados trastornos generalizados del desarrollo
(TGD), son un conjunto de problemas vinculados al neurodesarrollo, con
manifestaciones preferentemente cognitivas y comportamentales, que
ocasionan notables limitaciones en la autonomía personal y son una importante
causa de estrés en la familia. En los años setenta, el autismo junto a otras
categorías diagnósticas como Trastorno de Rett, Trastorno Desintegrativo de la
infancia, Trastorno de Asperger y Trastorno Generalizado No Especificado,
formaron parte del llamado Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD),
término y clasificación que sigue vigente en los manuales diagnósticos. Su
clasificación se da de la siguiente manera (según el CIE-10):
CDI-1O
d) Falta de interés en compartir las alegrías, los intereses o los logros con otros
individuos (p. ej., falta de interés en mostrar, traer hacia sí o señalar a otras
personas objetos de interés para el niño).
2. Alteraciones cualitativas en la comunicación que se manifiestan en al menos
una de las siguientes áreas:
CDI-1O
CDI-1O
CDI-1O
A. Existe, aparentemente, normalidad en los períodos prenatal y perinatal, en el
desarrollo en los cinco primeros meses de vida y en el perímetro cefálico en el
momento del parto.
B. Disminución del crecimiento cefálico entre los cinco meses y los cuatro años,
así como pérdida de las habilidades manuales adquiridas entre los cinco y
treinta meses de edad, lo cual va asociado a alteraciones en la comunicación y
en las relaciones sociales, y aparición de marcha inestable y pobremente
coordinada y/o movimientos del tronco.
2. Juego.
4. Control de esfínteres.
5. Capacidades motoras.
CDI-1O
A. Ausencia de retrasos clínicamente significativos del lenguaje o del desarrollo
cognitivo. Para el diagnóstico se requiere que a los dos años haya sido posible
la pronunciación de palabras sueltas y que al menos a los tres años el niño use
frases aptas para la comunicación. Las capacidades que permiten una
autonomía, el comportamiento adaptativo y la curiosidad por el entorno deben
estar al nivel adecuado para un desarrollo intelectual normal. Sin embargo, los
aspectos motores pueden estar de alguna forma retrasados y es frecuente una
torpeza de movimientos (aunque no es necesaria para el diagnóstico). Es
frecuente la presencia de capacidades especiales aisladas, a menudo en
relación con preocupaciones anormales, aunque no se requieren para el
diagnóstico.
Dentro de las características del autismo existen algunas comunes a todos los
autistas y otras variables. Para tratar de ordenar la gravedad de este trastorno
dependiendo de las características que se presenten tenemos el concepto de
“espectro autista” desarrollado por Lorna Wing (1995). Según Lorna, las
personas situadas en el espectro autista son aquellas que presentan trastorno
en las capacidades de reconocimiento social y de comunicación social,
patrones repetitivos de actividad, tendencia a la rutina y dificultades en
imaginación social y esto lo representa en la triada de Wing. Por otro lado y
según Ángel Rivière, con relación a este espectro, se señalan doce
dimensiones diferentes que se encuentran alteradas en personas que
presentan autismo. Cada dimensión tiene cuatro niveles en los que el nivel uno
representa a personas con el trastorno más severo y el nivel cuatro a personas
con trastornos menos severos. Las doce dimensiones se dividen en cuatro
grupos dependiendo de si se refieren al mundo social, a la comunicación y
lenguaje, a la anticipación y flexibilidad o a la simbolización. A continuación se
exponen a modo de resumen los principales síntomas en las personas con
TEA:
Alrededor de los 4 años, los niños empiezan a entender que las otras personas
tienen pensamientos, creencias, intereses y deseos diferentes a los propios,
que pueden influir en sus conductas. Esta teoría sugiere que las personas con
autismo tienen dificultades para comprender que las otras personas tienen
intereses, pensamientos y sentimientos diferentes a los propios. Para poder
interactuar y empatizar con los demás, es preciso “ponerse en el lugar del otro”.
Esto nos permite comprender las razones que lo han llevado a actuar de
determinada manera.
Según estos investigadores los niños con autismo presentarían una especie de
“ceguera mental” o falta de Teoría de la Mente, que les produce alteraciones
graves en la interacción social, imaginación y simbolización. Tanto la evitación
del contacto social, como el carácter inadecuado de muchas aproximaciones
sociales, pueden explicarse por la carencia de una teoría de la mente; ambas
características se deben a que no comprenden lo que piensan, sienten o
desean las otras personas. La comunicación falla como consecuencia
inevitable de esa deficiencia. Por ello, para las personas con autismo, a causa
de un déficit en la teoría de la mente, el mundo social les parece confuso,
caótico e incluso puede darles miedo. En el extremo de los casos, puede
llevarlos a apartarse del mundo social y a realizar escasos intentos de
interacción con otros, tratándolos como si no tuvieran “mentes”, por tanto,
comportándose con ellas de forma similar a como lo hacen con los objetos
inanimados.
-Falta de empatía.
C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de
desarrollo (pero pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda
social supera las capacidades limitadas, o pueden estar enmascarados por
estrategias aprendidas en fases posteriores de la vida).
Especificar si: