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Abdomen Agudo

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Universidad Tecnológica de Santiago

(UTESA)
Asignatura
Imagenología Diagnostica
Tema
Abdomen Agudo
Sustentantes
Dalia Silverio 1-14-5898
Facilitadora
Dra. Ana Sofia Batista
Fecha de entrega
21/03/2020
Abdomen agudo

Se define abdomen agudo


aquella situación «crítica» que
cursa con síntomas abdominales
graves y que requiere un
tratamiento médico o quirúrgico
urgente. Las manifestaciones más
frecuentes son:

Dolor abdominal agudo


Alteraciones gastrointestinales.

Repercusión sobre el estado general

Constituye un motivo frecuente de consulta en la práctica médica


habitual y su manejo exige mucha experiencia y capacidad de juicio, ya
que el más catastrófico de los fenómenos puede ir precedido de unos
síntomas y signos muy sutiles.

Situaciones de urgencia, dado que la sensibilidad del anciano no es


tan aguda como la del adulto, y las reacciones fisiopatológicas (p. ej.,
dolor, hipersensibilidad, respuesta a la inflamación) no son tan rápidas ni
eficaces. Los cambios anatómicos, la dificultad en la comunicación, otras
enfermedades coexistentes y el mayor deterioro físico y mental también
contribuyen a esa dificultad.

En los ancianos con abdomen agudo, la presentación clínica más


frecuente sigue siendo la forma clásica (aparición aguda, existencia de
dolor, náuseas, vómitos, alteraciones del ritmo intestinal, repercusión del
estado general, etc.), por lo que la sistemática que suele aplicarse en la
anamneis, exploración y diagnóstico resulta adecuada. Sin embargo, la
enfermedad se presenta de forma atípica con mayor frecuencia, que a
otras edades, mostrando una serie de características que no son comunes
en otros grupos de edad (cuadro confusional agudo, deterioro del estado
general). Todo esto conlleva una menor exactitud diagnóstica, un retraso
en el diagnóstico etiológico y, por consiguiente, una tórpida evolución
clínica en gran número de pacientes.

Su diagnóstico diferencial incluye gran variedad de procesos intra y


extraabdominales y puede corresponder tanto a procesos médico-
quirúrgicos graves, como a situaciones menos serias.

Causas
Los grupos etiológicos son los mismos que en el paciente adulto; sin
embargo, existen diferencias cuantitativas según frecuencia de aparición.
Mientras que en el paciente joven la causa más frecuente de dolor
abdominal es el dolor abdominal inespecífico y la apendicitis, en el
anciano, en la mayoría de las series, la patología biliar y la obstrucción
intestinal son las responsables de la consulta, además de otras patologías
infrecuentes en los jóvenes, como la patología tumoral o la vascular.
Podemos destacar cuatro grupos etiológicos:

A. Las enfermedades biliares causan el 25% de todos los casos


de dolor abdominal agudo en los pacientes ancianos que
requieren hospitalización.
B. La obstrucción intestinal y la hernia incarcerada son las
siguientes causas más comunes.
C. Apendicitis, malignidad, diverticulitis y ulcus péptico.
D. También en el anciano son más frecuentes las afecciones
vasculares.

Debemos tener en cuenta que en muchas ocasiones la causa del


dolor abdominal tiene un origen extraabdominal, pudiendo conducir, en
ocasiones, a errores diagnósticos. Entre las causas más frecuentes cabe
destacar: hematomas en pared abdominal, neumonía basal, TEP,
cardiopatía isquémica, aplastamientos vertebrales, cetoacidosis diabética,
hipercalcemia, insuficiencia suprarrenal aguda, mixedema,
hipertiroidismo, uso de laxantes y abstinencia a opiáceos.
Pronóstico
Como en cualquier grupo de edad, el pronóstico de abdomen
agudo dependerá en gran medida del tiempo que sea necesario para
identificarlo, descubrir la causa responsable y poder tratar al paciente de
la forma más adecuada y específica posible. Obviamente, la valoración del
abdomen agudo en los ancianos requiere más tiempo y probablemente
sean necesarias más pruebas complementarias que en otros sujetos más
jóvenes. En este grupo de edad, la intervención quirúrgica precoz puede
tener mayor trascendencia.

La mortalidad crece vertiginosamente con la edad, llegando a ser


unas 10 veces más elevada en los pacientes mayores de 80 años que en el
grupo de pacientes de 50 años. No se justifica sólo por la mayor fragilidad
de la población anciana, sino que existen otros factores, todavía más
decisivos, como son:

Un menor índice de exactitud diagnóstica.


Un tiempo más prolongado para la identificación del proceso
responsable del abdomen agudo.

La mortalidad puede predecirse por la escala ASA (riesgo


perioperatorio), el retraso en el tratamiento quirúrgico y por las
condiciones previas del paciente que tan sólo nos permitan una cirugía
paliativa. Se ha demostrado en varios estudios (7, 8) que la edad por sí
sola no aumenta la morbilidad, mortalidad ni estancia hospitalaria.

Evaluación inicial del paciente Siempre debemos realizar, de forma


sistemática, una serie de pasos:

 Establecer la gravedad del cuadro y detectar la existencia de


shock (hipovolémico o sépticotóxico) mediante una
valoración rápida del paciente: nivel de conciencia,
constantes vitales (PA, FC, FR, diuresis...).
 Iniciar, en aquellos pacientes que lo precisen, la estabilización
hemodinámica, simultáneamente con la valoración
diagnóstica.
 Asegurar al menos una vía venosa para la reposición
hidroelectrolítica.

— Administrar oxigenoterapia si precisa.

— Valorar la necesidad de sondaje vesical para controlar el ritmo


de diuresis (y/o m

 Obtener una historia clínica detallada, con las dificultades que


ello conlleva en el paciente anciano, mediante una anamnesis
cuidadosa y una exploración clínica completa, que, junto a los
estudios complementarios adecuadamente dirigidos y
valorados, nos ayudarán a emitir una aproximación
diagnóstica lo más correcta posible.
 La laparotomía o laparoscopia exploradora puede estar
indicada incluso en ausencia de un diagnóstico exacto.

Anamnesis
Aunque conlleva mayor dificultad que en los pacientes más
jóvenes, una historia clínica ordenada y minuciosa relatada por el paciente
o cuidador es un instrumento valioso para la correcta orientación
etiológica y poder así establecer un plan de cuidados correcto.

Antecedentes personales
— Alergias medicamentosas, hábitos tóxicos.

— Patologías conocidas: nos pueden orientar al diagnóstico de


sospecha.

• Colelitiasis: colecistitis, colangitis, pancreatitis.

• Diverticulosis: diverticulitis.

• Cirugía abdominal: obstrucción intestinal, vólvulo.

• Hernias: obstrucción intestinal.

• Inmovilidad: pseudoobstrucción intestinal.


• Estreñimiento: vólvulo colónico.

• Patología cardiovascular: IAM, TEP, isquemia mesentérica.

 Consumo de fármacos. Los AINEs y corticoides (acción lesiva sobre


la mucosa gástrica); los corticoides pueden enmascarar la fiebre y
los signos de irritación peritoneal, y los antibióticos pueden haber
enfriado procesos abdominales que seguirán un curso más larvado.

Exploración física
Es asombrosa la escasez de hallazgos físicos que algunas veces pueden
estar presentes incluso en presencia de peritonitis difusa. Este hecho
debería tenerse especialmente en cuenta cuando nos hallamos ante la
sospecha de una isquemia mesentérica o de una obstrucción de intestino
delgado (9, 10). En la exploración física deberemos tener en cuenta:

Examen sistémico.
Examen abdominal.
Examen genital, rectal y pélvico.
Electrocardiograma.
Pruebas de imagen.

Tratamiento
Hay que establecer el diagnóstico diferencial entre entidades que
requieran tratamiento médico y aquellos que constituyan una emergencia
quirúrgica. El enfermo debe ser valorado por el cirujano, ante la menor
duda de indicación quirúrgica.

— Criterios de tratamiento quirúrgico:

1. Peritonitis localizada o difusa (apendicitis aguda, hernia estrangulada...).

2. Perforación de víscera hueca (existencia de neumoperitoneo).

3. Obstrucción intestinal completa.

— Pueden requerir tratamiento quirúrgico:

1. Colecistitis aguda.
2. Diverticulitis aguda.

3. Pancreatitis aguda.

4. Megacolon tóxico

Apendicitis
Sigue siendo una entidad relativamente frecuente en el viejo y a menudo
mal y tardíamente diagnosticada, asociada a una alta morbimortalidad.
Una vez diagnosticada, la pronta indicación quirúrgica, y el correcto uso de
antibióticos perioperatorio son determinantes en el pronóstico. La
comorbilidad previa es el factor decisivo.
Bibliografía

file:///C:/Users/dalia/Downloads/S35-05%2055_III.pdf

Libro De Medicina Interna Harrison

Libro De Medicina Shuaware

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