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Tema 5 y 6

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


“Ciencia y Tecnología”
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales
“Rómulo Gallegos”
Programa de Formación en Derecho
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Unidad Curricular: Obligaciones I
San Juan de los Morros; Edo. Guárico
3er Año- Sección 1

Temas 5 y
6:
Las
Obligacion
es
Solidarias
y las
Obligacion
Profesor: Integrante:
es
Emilio Donaire Rojas Pérez, Loreana V.- 27.049.399

Indivisible
s
Abril, 2020
Es de conocimiento que la obligación es una relación jurídica entre un
sujeto activo denominado acreedor y un sujeto pasivo llamado deudor,
además de un vínculo jurídico que se manifiesta en el poder o en el deber,
dependiendo si se trata del sujeto activo o sujeto pasivo.
Dentro de las clases de obligaciones en relación a los sujetos se
encuentran entre otras, las obligaciones solidarias y las obligaciones
indivisibles.
En lo que se refiere a las obligaciones solidarias, haciendo referencia
al artículo 1221 del Código Civil venezolano, que son aquéllas en que cada
uno de los acreedores puede reclamar por sí la totalidad del crédito, o cada
uno de los deudores está obligado a satisfacer la deuda entera, sin perjuicio
del posterior abono o resarcimiento que el cobro o pago determinen entre el
que lo realiza y sus cointeresados. Lo que caracteriza a la obligación
solidaria es que cada acreedor podrá pedir el todo o cada deudor deberá
prestar el todo, es decir, la obligación solidaria es una relación obligatoria
unitaria comprensiva del acreedor y de todos los deudores solidarios, que
encierra en sí una pluralidad de créditos.
Las obligaciones solidarias se clasifican según los sujetos de la
obligación y según su origen. En primera instancia tenemos según los
sujetos de la obligación a la solidaridad activa, que se da bajo el supuesto de
que el crédito corresponde íntegramente a todos y a cada uno de los
acreedores, y cualquiera de ellos puede reclamar y recibir la prestación total;
y si el deudor paga a uno de ellos, queda liberado respecto de los demás. La
solidaridad activa se da bajo el supuesto de que el crédito corresponde
íntegramente a todos y a cada uno de los acreedores, y cualquiera de ellos
puede reclamar y recibir la prestación total; y si el deudor paga a uno de
ellos, queda liberado respecto de los demás La solidaridad pasiva se
constituye cuando cada deudor se obliga por sí a cumplir la prestación, de
modo que el acreedor puede exigir la prestación íntegra (solidum) de
cualquiera de ellos; y cumplida por uno de los deudores, los demás quedan
liberados frente al acreedor. Bajo la existencia de la solidaridad pasiva, el
objeto debido por todos codeudores es el mismo, por lo que puede ser
exigido por el acreedor a cualquiera de los deudores. El pago de uno de los
deudores al acreedor sana la obligación sin embargo los demás deudores
permanecen obligados por la parte proporcional de la deuda con aquel que
haya pagado. En lo concerniente a las obligaciones según su origen, se
nombran las convencionales que resulta de la voluntad de las partes
establecidas en un contrato, y las legales emanadas de la ley.
Se indica que tres son las características de las relaciones obligatorias
solidarias: La pluralidad de sujetos, la unidad de objeto (todos los deudores
deben en principio el mismo objeto) lo cual depende de la voluntad de las
partes o de la ley e identidad o afinidad de causa (La relación obligatoria
tiene su origen en una misma causa o al menos en negocios jurídicos
dependientes o conexos).
Respecto a los efectos de las Obligaciones Solidarias Pasivas, se
puede nombrar los efectos derivados de la unidad de objeto, en donde el
acreedor puede demandar a cualquiera de los deudores por la totalidad de la
deuda, el pago de la deuda efectuada por uno de los codeudores libera a los
demás frente al acreedor. En este mismo orden de ideas están los efectos
derivados de la pluralidad de vínculos, en los cuales cada uno de los
deudores puede oponerle al deudor las excepciones que le sean personales,
el deudor solidario puede oponerle a su acreedor las excepciones que le
sean comunes a todos los acreedores, la sentencia dictada en el juicio
seguido por el acreedor contra uno de los deudores solidarios no produce los
efectos de cosa juzgada contra los otros codeudores, pero dicha sentencia
es favorable al acreedor. Todo esto está contemplado en los artículos 1224 y
1236 del C.C.
Dentro de este mismo contexto, la doctrina legal señala algunos
efectos secundarios provenientes de la pluralidad de vínculos, en donde la
conducta culposa del deudor en el cumplimiento de la obligación no puede
perjudicar a los demás codeudores, trayendo como consecuencia por
ejemplo, la mora en que incurra uno de los deudores no tiene efecto sobre
los otros, el reconocimiento de la deuda efectuado por uno de los deudores
o produce efecto contra los otros deudores, por ser un acto individual que no
menoscaba en los demás.
Acerca los diferentes modos de extinción de la obligación, son todos
aquellos actos o hechos mediante los cuales las obligaciones desaparecen
de la vida jurídica. La forma normal de extinción de las obligaciones es el
pago, pero pueden existir otra serie de elementos como la novación, la
remisión de deuda, la compensación, la confusión y la pérdida de la cosa
debida; aunque éstas son aplicables a todas las obligaciones, los que no
logran la satisfacción, extinguen la obligación sin procurar al acreedor la
prestación o un reemplazado de ésta. Por otro lado, existen modos de
extinción de la obligación involuntarios, que son ajenos a la voluntad de las
partes (confusión, prescripción, causa extraña no imputable, muerte, entre
otros.).
Otro aspecto a señalar en las obligaciones solidarias es lo referente a
la extinción de la solidaridad. La solidaridad se extingue y se convierte en
mancomunidad por los siguientes motivos: Por fallecimiento de uno de los
deudores solidarios, el hecho de tratarse de una situación netamente
personal al fallecer un deudor solidario dicha deuda pasa a sus herederos
quienes solamente responden por la parte alícuota del débito y hasta donde
alcance el monto de la herencia recibida; por renuncia de la solidaridad,
como consecuencia de la acción voluntaria del acreedor, quien libre y
voluntariamente, decide que su crédito lo puede cobrar por partes a cada uno
de los deudores solidarios, en la parte proporcional que corresponde.
Por otro lado existen varias formas de renuncia a la solidaridad: la
renuncia expresa: el acreedor manifiesta de forma directa y cierta su
voluntad de renunciar sin cumplir ninguna fórmula especifica. Conserva su
acción solidaria contra los demás deudores; la renuncia tacita: respecto a los
deudores cuando el acreedor recibe separadamente de uno de los deudores
su parte en la deuda, cuando ha demandado a uno de los codeudores por su
parte y esta ha sido convenido en la demanda, cuando el acreedor recibe
separadamente sin reserva de uno de los codeudores intereses en la deuda
perdiendo la solidaridad frente al deudor.
Atendiendo a estas consideraciones los efectos de la renuncia, la
solidaridad se extingue respecto al deudor en cuyo favor se ha efectuado la
renuncia, pero queda vigente por el crédito integro, respecto a los demás
codeudores. El deudor liberado queda obligado por su parte interna,
transformándose de solidaridad a mancomunada. Si otros deudores pagan al
acreedor estos conservan su acción de regreso contra el deudor beneficiado
por la renuncia a la solidaridad.
Ahora bien para resumir los efectos de la obligación en la solidaridad
activa, se puede decir que cualquiera de los acreedores puede demandar del
deudor la totalidad de prestación. El acreedor puede demandar únicamente
la parte que por derecho a él le corresponde. El deudor puede hacer el pago
a cualquiera de los acreedores. En caso de que el deudor sea demandado
por uno de los acreedores ante el órgano jurisdiccional correspondiente el
pago se deberá hacer a aquel que haya demandado. El pago realizado por el
deudor a cualquiera de los acreedores lo libera completamente de la
obligación. Cualquiera de los acreedores tiene la facultad de extinguir la
obligación por cualquier forma salvo pacto en contrario. Cualquier acto
constituido a petición de uno de los acreedores beneficia a los demás
acreedores.
Otro aspecto a señalar son las obligaciones solidarias indivisibles.
Esto se refiere a aquella relación jurídica que no es de carácter simple, sino
donde hay varios sujetos activos y pasivos. Es el resultado de lo que se
conoce como la identidad del pago, donde el acreedor tiene el derecho de
recibir el pago en forma íntegra idéntica y en la oportunidad en que fue
acordada.
En las obligaciones indivisibles no son susceptibles de cumplimiento
parcial, puesto que un fraccionamiento en la prestación no satisfaría
enteramente el interés del acreedor, ya que el incumplimiento de una
obligación indivisible, como el de cualquier otro vínculo obligacional, genera
la indemnización al acreedor por los daños y perjuicios. Pero cuando existen
varios obligados pasivamente, la responsabilidad personal de cada uno
depende del tipo de relación de que se trate. Si existe mancomunidad, y uno
de los obligados falta a su compromiso, los demás codeudores responderán
en la medida a la proporción correspondiente del precio de la cosa o del
servicio en que consistiere la obligación. Sin embargo, si se tratase de
solidaridad, la responsabilidad personal de cada uno es total.
Los efectos más resaltantes de los efectos de la indivisibilidad se
refieren a que pueden provenir de la naturaleza del objeto, por disposición
legal y por la voluntad de las partes. La obligación indivisible en razón de su
objeto no es susceptible de ser cumplida por las partes, lo que indica que
éste no puede fraccionarse en atención a su propia naturaleza. La
indivisibilidad por la voluntad de las parte se refiere a que no reviste cuidado
la prestación se constituye entre un acreedor y un deudor, por cuanto la
prestación debe cumplirse en su totalidad sin obligar al acreedor a recibirla
por partes. Cuando son varias partes, cada acreedor o deudor lo es
únicamente de su cuota parte más no de su totalidad.
Se debe agregar que referente a las fuentes de Indivisibilidad la
Doctrina estudia la indivisibilidad desde el punto de los deudores o sujetos
pasivos, cuando la obligación contraída en forma indivisible existe por parte
de los deudores; y desde el punto de vista de los acreedores o sujetos
activos cuando el derecho de crédito indivisible pertenece a varios
acreedores. La fuente de Indivisibilidad desde el punto de vista de los
deudores: Cada uno de los deudores está obligado por la totalidad, de modo
pago efectuado por uno de los deudores libera también a los otros
codeudores (Art.1254, párrafo primero C.C). Los herederos de un deudor que
contrajo una obligación indivisible, también la asumen de modo indivisible; de
allí también están obligados por la totalidad. El heredero de un deudor que
contrajo una obligación indivisible y a quien le reclame el pago de la totalidad
de la obligación, puede citar a sus coherederos para que se apersonen en el
juicio, a no ser la obligación sea tal que solo el caso podrá ser condenado
solo, salvo sus derechos contra los demás coherederos.
Los Indivisibilidad desde el punto de vista de los acreedores dice que
cada uno de los acreedores puede exigir la totalidad de la deuda, o el total
cumplimiento de la obligación indivisible. Cada uno de los herederos del
acreedor puede exigir el cumplimiento total siempre que otorgue caución a
los demás coherederos, pero no puede el solo remitir la deuda integra ni
recibir el precio en lugar de la cosa. En tales casos el coheredero no puede
pedir la cosa indivisible sino en abandonando la parte del coheredero que ha
hecho la remisión o recibido el precio (art 1255 C.C). La remisión, novación,
transacción, juramento, compensación y confusión no afectan a los demás
coacreedores, quienes solo deben tener en cuenta en favor del deudor la
cuota de aquel acreedor con respecto al cual se ha liberado dicho deudor.
De lo anteriormente expuesto, se señala el régimen legal de las
Obligaciones Indivisibles expresados en el Código Civil Venezolano:
Artículo 1250. La obligación es indivisible cuando tiene por objeto un
hecho indivisible, la constitución o la trasmisión de un derecho no susceptible
de división.
Artículo 1251. La obligación estipulada solidariamente no adquiere
carácter de indivisibilidad.
Artículo 1.254. Quienes hubieran contraído conjuntamente una
obligación indivisible, están obligados cada uno por la totalidad. Esta
disposición es aplicable a los herederos de quien contrajo una obligación
indivisible, ni recibir el precio en lugar de la cosa.
Artículo 1.255. Cada uno de los herederos del acreedor puede exigir el
total cumplimiento de la obligación indivisible, con el cargo de dar caución
conveniente para la seguridad de los demás coherederos, pero no puede
remitir él solo la deuda íntegra ni recibir el precio en lugar de la cosa. Si uno
solo de los herederos ha remitido la deuda o recibido el precio de la cosa, el
coheredero no puede pedir la cosa indivisible sino abandonando la parte del
coheredero que ha hecho remisión o recibido el precio.
Artículo 1.256. El heredero del deudor de una obligación indivisible, a
quien se haya reclamado el pago de la totalidad de la obligación, puede
hacer citar a sus coherederos para que vengan al juicio, a no ser que la
obligación sea tal que sólo pueda cumplirse por el heredero demandado, el
cual en este caso podrá ser condenado solo, salvo sus derechos contra sus
coherederos.
Se debe agregar que en los efectos de las obligaciones indivisibles, la
prestación debe cumplirse y obtenerse por entero; cualquiera de los
codeudores deberá pagar el todo a cualquiera de los coacreedores y
cualquiera de los acreedores puede exigir el todo a cualquiera de los
deudores. Cada uno de los que contrae una obligación indivisible se obliga
por el todo, aunque no se hubiera pactado la solidaridad. La indivisibilidad se
trasmite a los herederos. Cualquier acreedor puede demandar al deudor
(concurrencia mixta, varios acreedores frente a varios deudores) el íntegro
de la prestación. Cuando la obligación proviene de la naturaleza del objeto, el
mismo es indivisible, ya que de hacerlo perdería su valor.
Por otra parte, se establecen las diferencias y semejanzas que existen
entre la solidaridad y la indivisibilidad. Acerca de las semejanzas se destaca
que en ambos casos, el coacreedor tiene derecho al pago total, pero se
diferencian en que la solidaridad tiene su fuente en la voluntad de las partes
en la ley, en tanto que la obligación indivisible se genera por la naturaleza del
objeto, aunque también puede ser convenida.
Ahora bien, con respecto a las diferencias se mencionan que en la
solidaridad activa, cada uno de los acreedores puede recibir el pago en su
totalidad, sin necesidad de otorgar caución a los demás coacreedores. En la
indivisibilidad entre los herederos de un acreedor, el coheredero, para exigir
el cumplimiento total, debe prestar caución a los demás coherederos. En la
obligación solidaria se divide entre los herederos del deudor y acreedor,
quienes no quedan obligados ni pueden reclamar sino por sus partes. En
cambio la obligación indivisible pasa con la misma característica a los
herederos del acreedor y del deudor. Ello constituye una de las diferencias
más tajantes de los dos tipos de obligaciones y explica por qué el legislador
en el artículo 1251 dispone que la obligación estipulada solidariamente no
adquiere el carácter de indivisible, lo que confirma en el artículo 1254,
cuando después de afirmar que la obligación indivisible obliga a cada deudor
por la totalidad, añade: “esta disposición es aplicable a los herederos de
quien contrajo una obligación indivisible”.

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