Taller 2
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ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA
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GRADO: ______
Cuentan que una vez en la carpintería hubo una extraña asamblea: fue una reunión de
herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la
asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y,
además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que
había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó
también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato
y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la
pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
En eso, entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija,
el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un fino mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue
entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:
—¡Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con
nuestras cualidades! ¡Eso es lo que nos hace valiosos! ¡Así que no pensemos ya en
nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos!
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la
lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y
exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron
orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
Autor desconocido
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