Ordensantiagoterritorios PDF
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COMITÉ DE REDACCIÓN:
La Orden de Santiago y la
organización social de la Transierra
castellano-leonesa
(ss.XII-XIV)
INDICE
INTRODUCCIÓN ...............................................................................................9
Introducción
E
ste trabajo se concibió desde el primer momento en el marco
más amplio de sendos proyectos de investigación que llevan
por título “Las Órdenes Militares en la Edad Media del Occi-
dente peninsular: feudalización de la sociedad y crecimiento econó-
mico (1150-1350)” y “El mapa señorial de las Ordenes Militares caste-
llanoleonesas en la Plena Edad Media: ensayo de reconstrucción eco-
nómica y espacial (1150-1350), ambos financiados por la DGICYT y
dirigidos por el profesor Carlos de Ayala en el seno del Área de His-
toria Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid.
Desde este doble enfoque nuestros objetivos han sido diver-
sos, de una parte definir la implantación y consolidación del feuda-
lismo en la Submeseta Sur, durante los siglos centrales de la Edad
Media (1170-1350) a partir del análisis de una institución, a nuestro
juicio, paradigmática de esta realidad: la Orden de Santiago. Y de otra
valorar, las modificaciones espaciales y socioeconómicas que la im-
plantación de este modelo comporta a partir de los antecedentes his-
panomusulmanes o cristianos que previamente se articularon en un
espacio físico muy concreto. Esta información nos permitirá estable-
cer la extensión del señorío santiaguista y su implicación en las trans-
formaciones del espacio articulado. Nuestro estudio no ha de consi-
derarse por tanto, como un trabajo aislado sino dentro de una línea
de investigación más amplia que pretender estudiar la totalidad de
los señoríos de las Ordenes Militares, en la Submeseta Sur, valorando
su contribución a la consolidación del feudalismo en esta plataforma
territorial1 .
1
Fruto de esta línea de investigación, existen un buen número de trabajos que han sido firma-
dos por miembros de este equipo como E. Rodríguez-Picavea, Carlos de Ayala, Carlos Bar-
quero y Feliciano Novoa entre otros, que han sido recogidos en aportaciones que este grupo
ha realizado sobre el estudio de las Ordenes en el contexto peninsular, Vid. “Las Órdenes Mi-
litares en la Edad Media Peninsular. Historiografía 1976-1992. I Reinos de Castilla y León”,
en Medievalismo, nº 2 (1992), págs. 119-169; y la segunda parte de este trabajo dedicada a la
corona de Aragón, Navarra y Portugal, que incluye las últimas obras aparecidas sobre Castilla
y León, en Medievalismo, nº 3 (1993), págs. 87-144. Esta línea de trabajo, ha dado como fruto
la lectura de cuatro tesis doctorales. Entre las que conviene destacar a E. Rodríguez-Picavea,
quien analizó la Orden de Calatrava, que fue publicada recientemente, Vid. La Formación del
feudalismo en la meseta meridional castellana. Los señoríos de la Orden de Calatrava en los
siglos XII-XIII, Madrid, 1994. Trabajo que hoy por hoy, resulta la mejor plasmación de esta
línea de investigación que pretendemos continuar y la tesis de Carlos Barquero, sobre los se-
ñoríos de la Orden de San Juan de Jerusalén que si bien supone una importante aportación al
estudio de la Orden Hospitalaria, no ha profundizado en la implantación del feudalismo en la
zona. En estudios recientes de este equipo se ha pretendido profundizar en los problemas es-
paciales con sendos trabajos presentados al reciente Congreso sobre el VII Centenario de la
Batalla de Alarcos, publicado Cuenca 1996 con estudios como el de Carlos de Ayala, sobre
“Las Órdenes Militares y la ocupación del territorio manchego (siglos XII-XIII)”, págs. 47-
104, y nuestra aportación sobre “La colonización santiaguista del Campo de Montiel”, págs.
389-414.
2
Para nosotros estos son los únicos sujetos de análisis que permiten una cierta objetivación de
la subjetividad inherente a las ciencias sociales. Para P. Vilar, debemos huir de las verdades
absolutas y reafirmar la relativización del conocimiento histórico, pero también hay que ten-
der a objetivar lo subjetivo que muchas veces sólo se encuentra en las pautas económicas que
llevan a la concreción del análisis de los procesos. Vid. “El método histórico”. en Althusser,
método e historicismo, Barcelona, 1972, pág. 10.
3
Compartimos la reflexión de J.Mª Linares Tirado “Conocimiento y teoría en Historia. Refle-
xión epistemológica”, Norba, Revista de Historia, nº 5 (1984), págs. 127-136. Este autor
plantea algo que suscribimos, “la historia es ante todo una ciencia en la que debemos y pode-
mos penetrar sin la esclavitud del dato. Resulta posible la conceptualización de lo que nos su-
gieren los datos, que no siempre aparece de forma explícita”.
4
En un trabajo reciente hemos defendido la relación estructural vinculante entre ideología y
renta, desde la perspectiva de que algunas interpretaciones desde el materialismo histórico han
infravalorado la ideología como elemento clave para entender nuestra historia medieval.
Nuestra idea básica era confirmar cómo en el caso concreto de la hospitalidad es imposible
establecer una separación clara entre la infraestructura económica y la superestructura ideoló-
gica, debiendo hablar con más acierto de una estructura donde los valores ideológicos y so-
cioeconómicos se interrelacionan dentro de la formación económico-social, fruto de la aplica-
ción del modelo feudal, de tal forma que son a la vez causa y efecto. vid. J.V. Matellanes “La
hospitalidad en la Orden de Santiago: un proyecto ideológico o económico (1170-1350), en
Studia historica-Historia Medieval, vol. XI, 1993, págs. 125-140.
5
En cierto modo la propia estructuración santiaguista, permite alguna de estas acotaciones
geográficas. En la visita realizada en 1494, y conservada en el A.H.N., Códices, Libro 1067-C,
se indica que ésta afecta a los partidos de la Mancha, Ribera del Tajo, Campo de Montiel y
Sierra de Segura. Lo que justifica esta división. No obstante sí resulta mucho más convencio-
nal nuestra acotación extremeña, que sin embargo, tiene pleno sentido en los estudios actuales
sobre el Medievo.
H
emos eludido a la hora de plantear este capítulo la tradicional
inclusión de una valoración de los cauces de adquisición del
patrimonio por parte de los santiaguistas por diversos motivos.
El primero por ser un trabajo realizado en nuestra memoria de licen-
ciatura como fórmula que nos permitiera situarnos frente a nuestra
futura tesis, ocupándonos de la globalidad de los señoríos de la Orden
en la Península y concluyendo con un estudio estadístico cuya impor-
tancia era meramente cuantitativa.
No nos ha parecido necesario reproducir éste por que en cierta
medida los mecanismos de apropiación de las diferentes posesiones en
los distintos ámbitos que analizamos ya se incluyen al describir cada
uno de ellos. En segundo lugar, los diferentes estudios previos sobre la
Orden de Santiago, ya han profundizado en estos aspectos y su reitera-
ción no nos parecía necesaria.
En definitiva creemos haber incluido convenientemente en las
páginas que siguen los mecanismos de adquisición y el ritmo de creci-
miento patrimonial, que hacían innecesario su tratamiento diferencial.
La encomienda, como tendremos ocasión de ver, se constituyó
en la célula administrativa básica y en la circunscripción señorial por
excelencia. La encomienda se haya constituida por una determinado
número de propiedades que generan unas rentas. Su dimensión para
nosotros tiene una traslación con un marcado carácter territorial sobre
la que se superponen unas entidades orgánicas de poder centralizado,
las encomiendas mayores, prioratos, mesa maestral, etc. Y sobre todo
tiene un carácter finalista, es la culminación de un proceso de articula-
ción, nunca el comienzo del mismo.
Las encomiendas funcionaron como auténticas tenencias feu-
dales, en las que el maestre adoptaba el papel de señor feudal y los
comendadores eran sus vasallos. Naturalmente esto implicaría una
contraprestación de vasallaje por parte de los comendadores hacia el
maestre, derivada de la naturaleza feudal de la encomienda-tenencia.
En general, podemos afirmar, que la Orden de Santiago a partir de su
organización desarrolló una microsociedad feudal en su seno, cuyo
estudio permitirá establecer conclusiones muy útiles para el conoci-
miento del feudalismo en la Submeseta Sur.
Los comendadores por tanto son los auténticos señores locales
en las encomiendas santiaguistas, pero con un poder delegado por el
maestre, que cede parte de su jurisdicción a los comendadores que son
ante todo los gestores de unos bienes encomendados.
1
Calatravos y santiaguistas disputaron durante tiempo el control del portazgo en la zona de
Alharilla y Almoguera, las noticias sobre los mismos son diversas. Cabe citar por ejemplo la
realizada por Pedro Fernández y Martín Pérez de Siones sobre el portazgo que los hombres de
Buitrago, Guadalajara y Talamanca debían pagar en Alharilla, Pub. J.L. Martín, Orígenes,
págs. 231, nº 57. Resulta muy ilustrativo el análisis que del problema hizo en su momento
D.W. Lomax, La Orden, págs. 145-146; y el más reciente y no menos interesante de E. Ro-
dríguez-Picavea, La formación del feudalismo, págs. 253-254.
Encomienda de Oreja
La futura encomienda de Oreja, tiene su epicentro en uno de los
emporios defensivos más significativos sobre el Tajo. Desde época is-
lámica, su posición estratégica es definida por los autores musulmanes;
Yacut, se refiere a Ariliya (Oreja), como un castillo (hisn), situado entre
Zorita y Toledo, ciudades de las que equidista diez parasangas. Co-
menta el autor que fue tomada por los cristianos en 533/11383. Desde
1113, constituyó para los musulmanes una cuña y base de operaciones
contra el Reino de Toledo y desde 1139, un enclave defensivo de pri-
mer orden junto con Aceca en la defensa del Tajo4.
Inicialmente Oreja contó con un impresionante término que
abarcó una parte significativa del curso medio del Tajo5. Su término se
extendió incluyendo Aranjuez y su barrio de Alpages, Colmenar de
2
Así lo demuestran el mapa de la zona M.T.N. 606 fechado en 1881, y que se conserva en la
B.N.
3
Vid. Gamal 'Abd Al-Karim, "La España musulmana en la obra de Yacut", ob. cit., pág. 67.
4
vid. G. Martínez, "Estructura administrativa", ob. cit., pág. 147.
5
Su término le fue otorgado por fuero concedido por Alfonso VII, en 1139, Pub. Hortensia
Larren Izquierdo, El castillo de Oreja y su encomienda, Toledo, 1984, págs. 121-124, nº 2.
Este trabajo constituye una interesante monografía sobre este enclave santiaguista.
6
Es muy posible que en época medieval el lugar de Aldehuela tuviera una gran importancia
en cuanto a la explotación hidráulica del Tajo, en 1883 M.T.N. 606, se conserva la Casa del
Molino y del Congosto, hoy convertida en una central eléctrica.
7
En 1240, Octubre, 4, aparece Jimeno Iñiguez como comendador de Salvanes y Valdepuerco,
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 377-378, nº 174.
8
Encomienda ya organizada en 1241, vid. 1241, Noviembre, 16, M. Rivera, La Encomienda,
págs. 383-386, nº 181.
9
Vid. J.L. Martín, Orígenes, págs. 299-300, nº 115, 116 y 117, todos ellos fechados hacia
1180.
10
Pub. Hortensia Larren, El castillo de Oreja, págs. 131-132, nº 21.
11
Rades, Chronica, fol. 16v, en principio no compartimos la cronología propuesta por P.A.
Porras, Señoríos, vol. II, pág. 681, para el control sobre la encomienda de D. Galindo.
muy articuladas, entre finales del siglo XII y los inicios del siglo XIII y
donde pequeñas explotaciones como la viña, vendida anteriormente, o
el majuelo que se adquiere en 1214, son un hecho que confirma esta
idea12.
Observamos por tanto una estructura productiva muy reparti-
da en pequeñas porciones de explotación campesina, organizadas en
torno a comunidades aldeas con fuertes vínculos de parentesco. Una
excepción puede ser la propiedad que Dña. Leocadia vende al comen-
dador de Uclés, Pedro Alvarez, en un lugar llamado la Rinconada en la
aldea de Torrique, término de Oreja y sobre todo su parte de herencia
en Noblejas, que incluye casas, tierras de aradas, viñas, huertos, así
como sistemas de riego y zonas de pastos. Esta significativa explota-
ción dispone de prados, eros (suponemos que zonas para trillar el ce-
real) y lugares labrados y por labrar13.
Pero sin duda, la mayor riqueza de esta encomienda, encontra-
ría su razón de ser en la explotación intensiva de la capacidad hidráuli-
ca del Tajo, y de forma más concreta, la explotación de azudas y presas
en Aranjuez, producción que se gestionó mediante una comunidad al-
dea, al frente de la cual se situó D. Martín, Abad de Castellanos y Ore-
ja14. Esta comunidad se feudalizó mediante un proceso de jerarquiza-
ción social, protagonizado por algunos miembros de una familia origi-
naria del lugar de la Horcajada (dentro del límite de Oreja), que proce-
de a la compra de partes significativas de estas aceñas sobre el Tajo15.
Pese a su debilidad, la encomienda de Oreja mantuvo unos ni-
veles de población aceptables hasta época moderna, reportando a la
Orden cantidades en concepto de pecho nada despreciables16. Igual-
12
1214, Septiembre, 8, M. Rivera, La Encomienda, págs. 287-288, nº 73. Es significativo a
nivel orgánico la intervención de la encomienda de Uclés, adquiriendo propiedades en Oreja.
13
1227, última decena de Junio, pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 350, nº 140. El poten-
cial ganadero en Oreja debió ser igualmente significativo, llevando a conflictos con el obispa-
do de Segovia, sobre todo en la zona de Colmenar de Oreja, vid. 1267, Diciembre, 10, Pub.
M. Rivera, La Encomienda, págs. 429-431, nº 221.
14
vid. 1226, Octubre, 22, Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 340, nº 124.
15
vid. documento fechado en 1226, citado anteriormente y 1221, Junio, 6, Pub. M. Rivera, La
Encomienda, págs. 293-294, nº 83. Sobre los inicios de esta explotación comunitaria sobre el
Tajo, vid. (1195-1202), Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 264-265, nº 48. El ascenso de
estos elementos de las comunidades aldeanas que ejecutan la feudalización de sus antiguos
iguales, se ve consolidado con posterioridad, un tal Domingo de la Horcajada, aparece corro-
borando en nombre del prior de Uclés una venta en Torrelengua (zona de molinos sobre el
Cigüela) en 1227, Enero, Uclés, vid. M. Rivera, La Encomienda, págs. 331-332, nº 113.
16
Sus aportaciones a las arcas santiaguistas, se comprueban con la cesión a los almojarifes en
1273, de los pechos de la ribera de Oreja, junto con otros, vid. D.W. Lomax, La Orden, págs.
Encomienda de Ocaña
Esta encomienda santiaguista resulta muy ejemplificadora de la
realidad comendataria de la Orden en el Tajo. Estamos ante un espacio
que fue desarrollado y organizado en el siglo XII, donde fue especial-
mente significativa la intervención real, que fue delegando su poder,
en primer lugar en una nobleza que fue incapaz de articular un modelo
de poblamiento, para luego pasar por el abadengo calatravo18 donde
no cuajó su concreción poblacional, y donde la finalista y decisiva in-
tervención santiaguista organizó de forma definitiva el territorio desde
pautas feudalizantes. Sin embargo, la superposición feudalizante ejer-
cida por la Orden en Ocaña, chocó con los intereses de un campesina-
do muy asentado y organizado, que no dudó en entablar un largo
contencioso con la Orden que no culminará hasta mediados del siglo
XIII19.
Los primeros intentos de organizar lo que luego será Ocaña se
remontan a finales del siglo XII. En 115620, Alfonso VIII, concede fuero
a los pobladores de Ocaña; se trata de un fuero muy semejante al de
Oreja, que incentiva la repoblación de la zona. Introduce sin embargo,
algún matiz interesante, la desvinculación de Ocaña de todo servicio a
271-273, nº 32. En lo referente a sus niveles poblaciones resultan ilustrativos los datos apor-
tados por P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 463.
17
En 1210, aparece como comendador de Oreja y trece, Gonzalo Yañez; en 1212, Fernan Pé-
rez, también detentando ambos cargos, Rades, Chronica, fol. 24r y 25r, respectivamente. En
1245 es su comendador Juan Pérez, pub. Torres Fontes, CODOM, II, pág.6 , nº VI. En 1294,
su comendador Diego Núñez de Castañeda, aparece como trece, Rades, Chronica, fol. 37r. Y
sus comendadores seguirán apareciendo en las diferentes elecciones maestrales a lo largo del
siglo XIV, vid. P.A. Porras, Los señoríos, pág. 681.
18
Sobre la pertenencia de Ocaña la abadengo calatravo y su importancia dentro de la comarca
de la Sisla vid. Enrique Rodríguez-Picavea, La formación del feudalismo, págs. 115-117 y
pág. 119.
19
La consolidación de este poblamiento en Ocaña, se debe en primer lugar a su ocupación en
época islámica como atestigua Yacut, que nos presenta a Ocaña (Awqaniya) como un yabal o
monte en territorio de Toledo del distrito agrícola de al-Qasin, en él existen alquerías y casti-
llos (husun). vid. Gamal 'Abd-Al-Karim, "La España musulmana en la obra de Yacut", Cua-
dernos de Historia del Islam, nº 6 (monográfico), 1974; pág. 104. y también a su vinculación
inicial con el reino toledano, hasta su incorporación a la Orden, vid. Gonzalo Martínez Diez,
"Estructura administrativa local en el naciente Reino de Toledo", en Actas del II Congreso
Internacional de Estudios Mozárabes, págs, 43-162, Toledo, 1988. vid. págs. 142-144.
20
Pub. J.L. Martín, en Espacios y fueros en Castilla-La Mancha (siglos XI-XV), una perspec-
tiva metodológica, Madrid, 1995, pág. 194.
21
Pub. J.L. Martín, Orígenes, pág. 235, nº 60. En lo referente a su incorporación a Calatrava,
es básica la consulta del trabajo de Rodríguez-Picavea, antes citado.
22
1182, Agosto, 8, Pub. J.L. Martín, Orígenes, pág. 332, nº 145. En este acuerdo la Orden de
Santiago recupera los diezmos de Uclés a cambio de Alcubillas, situada cerca de San Esteban
de Gormaz. Y Ocaña a cambio de 100 maravedíes anuales en las Salinas de Espartinas, situa-
das en el actual término de Ciempozuelos (Madrid).
23
Pub. J.L. Martín, Espacio y fueros, pág. 197.
24
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 203-204, nº 22 bis.
25
1223, Julio, 11, Cuellar; Pub. J. González, Fernando III, págs. 222-223, nº 183.
26
1226, Noviembre, 20; M. Rivera, La Encomienda, págs. 341-342, nº 127.
27
Diversos autores sitúan la fecha de estos documentos en un momento anterior a 1232, vid.
D.W. Lomax, La Orden, págs. 277-278, nº 35 y J.L. Martín, "Portazgos de Ocaña y Alhari-
lla", A.H.D.E., nº XXXII (1962), págs. 519-526; no pretendemos cuestionar esta fecha, pero
ciertamente la existencia de otros documentos alusivos a la zona y tratando el mismo tema en
torno a los años veinte de esta centuria, podrían situar este texto en un fecha contemporánea
con ellos.
28
En el M.T.N. 605 de fecha 1880, encontramos en torno a Ontígola una gran zona de culti-
vo, que posiblemente responda a ese nombre de gran prado donde se conservan molinos acei-
teros. Resulta paradójico la gran cantidad de olivar en Aranjuez. Sería posible plantear que la
importante concentración molinar alrededor de Aranjuez pueda responder no sólo a una acti-
vidad relacionada con la molienda del cereal sino con la producción aceitera.
29
1202, Noviembre, 17, Pub. J.L. González, Alfonso VIII, tomo III, nº 729, págs. 282-283.
30
1210, Mayo, 16, Cuenca, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 270-271, nº 59. El acuerdo
lo verifica el maestre Fernando González, aunque aparece el comendador de Ocaña, García
González y un freire del lugar García de Oriz. Aparecen como alcaldes de la curia real dos
personas que con el tiempo aparecen vinculadas a la orden Minaya y Pedro Vidas.
31
A esta constatación se llega si aplicamos a cada unidad un coeficiente de 2,5 por fuego.
Esta hipótesis es en esencia la planteada por J.L. González, Repoblación, vol. I, pág. 266, que
suscribimos.
Santa Marta, San Pedro, San Juan y San Martín, que actúan como nú-
cleos y aglutinantes de estas collaciones32.
Este marcado carácter urbano de Ocaña queda reflejado en al-
gunas ventas, que en cierto modo describen este ámbito. En 1312, Juan
Domínguez y su mujer venden al prior de Uclés, unas casas en la colla-
ción de San Martín33. Esta información nos acerca al urbanismo de
Ocaña, donde aparecen estas casas, colindantes con otras y en alguno
de sus límites se plantea la existencia de un patio interior al que dan
diversas casas, aparte de la existencia de unas bodegas de Juan García,
que están dentro de este contexto urbano34. Destacar también como
estas casas son propiedad de los vendedores y que éstos en casi todos
los casos, las han recibido en herencia, son constantes las alusiones a
los padres de los actuales propietarios. La Orden dispone de diferentes
casas dentro de Ocaña; que aparecen de forma reiterada en los limites
de aquellas que son enajenadas35.
La definición urbana de Ocaña puede estar presente en las
abundantes y ricas noticias sobre su aljama de judíos y su significativa
actividad como prestamistas, que podemos vincular con un ámbito ur-
bano por la propia idiosincrasia de la actividad. Esta presencia se pue-
de igualmente relacionar con la importancia comercial que Ocaña tiene
dentro de esta zona de marcado carácter mercantil que se desarrolla en
torno al Tajo, donde esta villa juega un papel centralizador, que obliga
a un desarrollo urbano que acoja nuevas actividades relacionas con el
comercio, como casas de cambio y préstamo, además de un desarrollo
del sector servicio que veíamos con anterioridad, que sin duda, se ex-
pande en un ámbito urbanizado..
Esta profusa documentación se inicia en 1296, cuando el rey
Fernando IV, tiene que intervenir para solventar las manifiestas injusti-
cias que la Orden ejercía sobre los judíos de Ocaña desde hacia al me-
nos treinta años36. Esta comunidad fue muy significativa y la Orden
32
Parroquias donde el arzobispo y por extensión el rey dispusieron de rentas nada desdeña-
bles, vid. F.J. Hernández, Las rentas del Rey, vol II, pág. 220.
33
1312, Diciembre, 21, Ocaña, A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. I, nº 20
34
Ocaña y Uclés son bastantes representativas del tipo urbano que prevaleció entre el Tajo y
Sierra Morena, a diferencia de Cuenca, en estos dos lugares el marco urbano hubo que crearlo
vid. Jean Gautier Dalché, Historia urbana de León y Castilla en la Edad Media (siglos IX-
XIII), Madrid, 1989, págs. 124-125. Esta creación urbana en Uclés y Ocaña fue desarrollada
por los santiaguistas.
35
1342, Febrero, 3, Ocaña, Pub. Bullarium, pág. 309.
36
1296, Octubre, 29, Paredes de Nava, Pub. A. Benavides, Fernando IV, págs. 105-106, nº
LXXV.
37
1313, Agosto, 4 Ávila, A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. I, nº 21, publica Baer, Die Juden, II,
133. Sin embargo parece que desde el 15 de agosto de 1292, el comendador de Ocaña Loren-
zo Pérez, disponía de las entregas de los judíos por donación real en el asedio a Tarifa, vid.
Francisco J. Hernández, Las rentas del Rey, vol. I. pág. 137
38
1325, Diciembre, 6, Valladolid, A.H.N, Sellos, carp. nº 5, nº 8. El rey entrega estas rentas al
maestre de Santiago García Fernández, que es su secretario, reconociendo una deuda con este.
39
Vid. Pilar León Tello, Judíos de Toledo, Madrid 1979, 2 vol., vol. II, pág. 104.
40
Gran parte de estas propiedades son adquiridas por la ejecución de un embargo por el judío
David Aben-Barzel, que se las vende al prior de Uclés, 1328, Julio, 15, A.H.N., Uclés, carp.
243, vol. II, nº 25.
41
Estos tres ámbitos quedan definidos en documentos como el fechado en 1250, donde se
alude a ellos, Pub. J. González, Fernando III, vol. III, págs. 385-387, nº 808.
42
1250, Noviembre, 18, Sevilla, Pub. J. González, Fernando III, vol. III, págs. 385-387, nº
808. Como consecuencia inmediata de este apoyo real la Orden otorgó fuero a la villa en
1251, Diciembre, aludiéndose en el mismo a esta sentencia favorable de Fernando III. A.H.N.,
Uclés, carp. 243, vol. I, nº 15.
43
1217, Abril, 9 Letran, Pub. Bullarium, pág 65, nº 7, la Orden pide la intervención papal por
tenerles los vecinos de Ocaña usurpados ciertos bienes. El papa insiste nombrando jueces en
1218, Marzo, 22, Letran, A.H.N, Uclés, carp. 243, vol I, nº 7 y 1218, Agosto, 5, Ferintini,
A.H.N., Uclés, carp. 243, vol I, nº 8.
44
1261, Febrero, 18, Letran; Bullarium, págs. 198-199.
45
1344, Agosto, 25, Tordesilla; A.H.N., Uclés, carp. 243, nº 30, Pub. parcialmente, Bullarium,
págs. 308-309.
46
1251, Diciembre; A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. I, nº 15 y nº 16 en traslado para su confir-
mación por Gonzalo Ruiz, en 1275, Mayo, 21, Martes, Ocaña. El primer texto es publicado
con alguna discrepancia en la data por De Manuel, Memorias, págs. 528-530.
47
Esta identificación es aceptada por Francisco J. Hernández, Las Rentas del Rey, 2 volúme-
nes, Madrid, 1993, vid. Mapa 39, donde identifica las posesiones del arciprestazgo de Ocaña.
Sin embargo Chaves, Apuntamiento, fol. 48v, identifica sin duda Chozas con la actual Villa-
mayor de Santiago. Esta afirmación nos parece errónea por situar el termino de Ocaña super-
puesto al de la encomienda de Corral de Almaguer, que está plenamente delimita en 1241,
Marzo, 3, Brihuega, A.H.N., Uclés, carp. 93, nº 2. Además esta extensión hacia el sur no se
corresponde con el resto de topónimos que definen el termino de Ocaña.
Sobre estos topónimos de las Chozas resulta especialmente interesante el M.T.N.
631 de fecha 1883 que se conserva en la B.N. En este mapa localizamos un camino que sale
de Ocaña que se llama el camino de las Chozas, que culmina en los topónimos citados. Este
camino baja hacia Dos Barrios pasando por Chozos de las Dos Bocas cerca del cual encon-
tramos otro topónimo de interés la vereda de las Chozas.
48
Esta zona salinera fue disputada por la Orden, quien en 1244, Febrero, 11, Toledo puso en
manos de Rodrigo Iñiguez, ex-miembro de la Orden y del Abad de Valdeiglesias y el arcedia-
no de Cuellar el litigio sobre límites que mantenían con los herederos de Martín Yañez,
A.H.N., Sellos, carp. 75, nº 3, los cuales resolvieron esta cuestión mediante documento fecha-
do en 1244, Marzo, 2 Ocaña; A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. I, nº 12. Los límites sobre las he-
redades en disputa situadas entre Peralejos (que nosotros identificamos con el Arroyo de las
Salinas, M.T.N. 605, situado al sudoeste de Aranjuez y que define un espacio frente a Honti-
gola) y Ocaña. Este acuerdo delimita la zona, donde aparecen diversos topónimos como los
Alcores, los Oteros y las dos Cabezas, todos ellos referencias a accidentes montañosos que sin
duda corresponden con la zona montañosa definida al sur de Ontígola (M.T.N. 630). Este do-
cumento identifica como mojón el mencionado topónimo del Salobral y nos define la existen-
cia de una carrera que unía Ocaña con este paso por el Tajo situado cerca de Aranjuez. Este
lugar de Peralejos, que se incluye en esta amplia zona de delimitación geográfica, será adqui-
rido por la encomienda calatrava de Otos, a partir de diversas compras que se inician en 1270,
vid. E. Rodríguez-Picavea, Formación del Feudalismo, pág. 117. La importancia de la zona,
no sólo se circunscribe a su potencial en un mineral tan importante como la sal, sino que se
trata de una importante zona de pastos como indica el acuerdo de límites establecido entre la
encomienda de Otos y la de Ocaña en 1317, Mayo, 28, A.H.N., Registro de escrituras de Ca-
latrava, tomo V, libro 1345-C, fol. 148-151. En esta avenencia se sitúa claramente la zona que
delimitamos, que sería un amplio territorio al sur del Tajo, cuyos vértices bien pudieran ser
Hontigola y Aranjuez al norte, un línea imaginaria entre Aranjuez y Ciruelos en occidente,
una línea que uniera Ciruelos con La Serna (M.T.N. 631 al sur de Ocaña) que correspondería
con el límite sur y por último de aquí de nuevo a Aranjuez. Los mojones son del sendero que
viene de Ciruelos y atraviesa la carrera que va de la Cañi (sin identificar) al Corralejo y atra-
viesa el prado. Desciende desde el Corralejo hasta el cabo del Salobral (El Salobral M.T.N.
630, es un pequeño cerro de 601 mts.). Del Salobral se entra en el valle (que está definido en
M.T.N. 630, 0º 04' de latitud y 39º 59' de longitud y M.T.N. 605, 3º 38' y 40º 01') que llega
hasta el Tajo, aquí se dice que comienza la dehesa Otos, se establece que la parte oriental sea
de Ocaña, y desde el Rostro que está sobre el Salobral (este rostro debe hacer referencia a un
conjunto rocoso sobre el Salobral M.T.N. 630) y como va por debajo hasta Peralejos (actual
arroyo de las Salinas) que sea zona privativa de la Encomienda de Otos (sería la zona de valle
que hemos determinado anteriormente).
49
Esta vinculación de Noblejas, al término queda patente en algunos documentos aunque tar-
díos en 1337, Febrero, 14, Ocaña, Miguel Domingo y su mujer, moradores de Ocaña, venden
unas viñas al prior de Uclés en Noblejas por 1150 mrvs; A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. II, mº
28.
50
Pub. Lomax, La Orden, págs. 275-277, nº 34.
51
En una acuerdo sobre puesta en explotación de unas viñas en Ocañuela, aldea de Ocaña,
aparece de forma meridiana una clasificación social en entegeros, medieros y quarteros, que
en función de su potencial económico van a plantar un determinado número de aranzadas, vid.
1335, Septiembre, 27, A.H.N., Uclés, carp. 243, vol. II, nº 27.
tre se dirige a los recaudadores de diezmos e impuestos por la fidelidad y de forma especial al
comendador del Bastimento, para que los recaude según el acuerdo con el arzobispo, A. Be-
navides, Fernando IV, vol I, págs. 444-445, nº CCXCVIII.
57
Al menos esto reflejan diversos documentos referidos a la zona la adquisición conjunta de
Villarubia y Biedma en 1204, Junio, 20, Uclés, Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 267, nº
52, o la entrega en prestimonio vitalicio de ambas durante el maestrazgo de García González
(1214/1217-1222/1224), Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 334, nº 117. y por último la
entrega en prestimonio vitalicio de Villarubia, Biedma y Villadin en 1242, Julio, 20, Uclés,
Pub. M. Rivera, La Encomienda, p. 393, nº 186. A estas debemos unir Valdojos, como muy
correctamente señala, Porras Arboleda, Los señoríos, vol. II pág. 505.
58
En 1210, aparecen entre los miembros de la Orden que eligen maestre, Iñigo de Rica, co-
mendador de Biedma y Pedro Ruiz de Hoyos, comendador de Villarubia. La existencia de
estas dos entidades comendatarias se alarga en el tiempo vid. Porras Arboleda, Los Señoríos,
vol. II, pág. 668, comendadores de Biedma y pág. 679 de Villarubia.
59
vid. documento citado de 1242, Julio, 20, Uclés.
60
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 403-405, nº 226.
61
En este sentido conviene ver el documento citado de 1204 y el magnífico análisis que de la
capacidad productiva de la zona realiza M. Rivera, La Encomienda, p. 135; donde se incluye
el gran potencial hidráulico de Villandin ya desde finales del siglo XII. La utilización de ma-
no de obra esclava de origen islámico en la zona debía ser habitual; en la cesión prestimonio a
doña Sancha, ésta se compromete a devolver tras su muerte entre otras cosas como ovejas y
vacas, los esclavos sarracenos. Es posible la vinculación entre esta pervivencia de mano de
obra esclava y el control sobre el potencial hidráulico, en cuyo desarrollo los musulmanes es-
taban muy especializados.
62
vid. M. Rivera, La Encomienda, pág. 334, nº 117.
63
El maestre retiene al otorgar el prestimonio la fonsadera de las tres villas, vid. M. Rivera,
La Encomienda, p. 373, nº 186.
64
Aunque la presencia de la Orden en la zona es anterior en un acuerdo con Doña Orabuena,
se cita la Cueva, despoblado de Villarubia, y se establecen los límites de ésta y Villafandin
(Villandin). Estos llegan hasta el punto por el que la vía Augusta cruza el Tajo, se cita una ca-
rrera que une Uclés con esta zona de importante explotación en molinos. Se delimitan ambas
con el citado como castillo de Biedma y se establecen mojones con el castillo de Alboer (Vi-
llamanrique) en un lugar denominado Posadas Viejas, situado suponemos cerca de la actual
casas de Villaverde (M.T.N. 606). En estos lugares sobre el Tajo, la Orden llega a un acuerdo
con Doña Orabuena y sus hijos, que disfrutarán de estos bienes, básicamente una presa con
sus molinos que incluye una explotación agraria de regadío, con carácter vitalicio, Pub. J.L.
Martín, Orígenes, págs. 362-365, nº 181.
65
1207, Abril, 29, Uclés (Jueves), Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 268-269, nº 55.
66
Así lo verifica un documento fechado en Villarubia el domingo 15 de Febrero de 1243, por
el que D. Simón, clérigo de Villarubia, se hace cofreire y familiar de la Orden de Santiago,
donando en este acto a la Orden seis aranzadas de viñas en Val de Arnaldo y unas casas. Pub.
R. Menendez Pidal, Documentos, págs. 430-431, nº 321.
67
vid. M. Rivera, La Encomienda, pág. 334, nº 117.
68
Guadalupe Beraza, Diezmos de la Sede Toledana, pág. 44
69
1243, Marzo, 15,, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 398-400, nº 192. Acuerdo que
confirma Inocencio IV, el 7 de Febrero de 1245, pub. A. Quintana, Inocencio IV, págs. 117-
119, nº 102.
70
Explotación agraria que sin duda se vio complementada con una explotación ganadera en el
M.T.N. 631 de fecha 1883, se concentran entorno a Villarrubia gran cantidad de corrrales para
el ganado.
71
El importante y significativo aprovechamiento fluvial en la zona queda patente en un do-
cumento fechado en 1529 por él que el concejo de Colmenar de Oreja y su comendador Gu-
tierre de Cárdenas se obliga a dar un censo anual con carácter perpetuo al comendador de
Biedma y a sus sucesores, de 10 ducados de oro, por haberles permitido sacar un cauce de
agua del Tajo, para las tierras baldías de su encomienda. Esta explotación fluvial se vió com-
plementada con otro tipo de explotaciones. El M.T.N. 606, fechado en 1881, delata la existen-
cia entre Biedma y Villadin del topónimo la Casa de la Mina que aun hoy se conserva. Esta
Casa de la Mina esta relacionada sin duda con una explotación de sosa que se localiza en la
zona. Además existe la explotación salinera entorno a la Ermita del Castellar y la posible ex-
plotación de minas de plata al sur de Biedma, donde se localizan los topónimos de Cerro de
las Platas y Corral de las platas. Existe también un paso con barca sobre el Tajo entre Biedma
y Villandin donde en 1883, se localizaba un molino harinero.
72
Sirva como ejemplo un documento fechado en 1514, donde el comendador de Biedma,
otorga a los vecinos de Villarubia que puedan plantar viñas y árboles frutales, a cambio de un
censo anual por aranzada de un maravedí, A.H.N., Uclés, carp. 72, nº 2.
73
En 1212, Fernan Estevanez, hijo del alcalde de la puerta de la Visagra de Toledo, aparece
como comendador de Villarubia y Trece, Rades, Chronica, fol. 25 r. y en 1294 el comendador
de Biezma Ruy López de Salas, aparece como alférez de la Orden y Trece, siendo comenda-
dor de Villarubia en este momento Fernan Pérez de Azebes; vid. fol. 37r.
Encomienda de Estremera
Este lugar pertenece a la Orden desde sus inicios75 y formará
parte de una red de lugares estratégicos, que andando el tiempo, se
consolidarán en una red comendataria que permitiera a los santia-
guistas un control exhaustivo del Tajo y sus pasos, no exento de con-
flictos iniciales por el potencial de rentas que suponía el dominio sobre
esta comercial vía fluvial76.
Inicialmente Estremera engloba las futuras encomiendas de
Salvanes y Fuentidueña (que a mediados del XII, estaba englobada en
Oreja77), Valdaracete y su despoblado de Fuente El Sauco. No obstante
la complejidad de la definición de encomiendas en la zona, afecta muy
especialmente a ésta y por tanto nuestra concreción debe entenderse
como una hipótesis y no como una afirmación categórica.
Existe una gran complejidad interna en esta área, sin embargo
algunos documentos son muy claros a la hora de definir esta vincula-
ción inicial de todo este territorio a Oreja, y más concretamente a Alha-
rilla que con posterioridad pasan a estar bajo la jurisdicción de Estre-
mera, concretamente desde 116778. A esta confusión de definición te-
74
1343, Diciembre, 12, El prior de Uclés compra a dos vecinos de Noblejas una saceda en el
término de Biedma.
75
En 1175, Julio, 5, Ferintini, aparece en la confirmación de propiedades efectuada por Ale-
jandro III, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 248-254, nº 73.
76
Desde los comienzos de la Orden santiaguista, el concejo de Almoguera, reclamaba para sí
la propiedad de Estremera, teniendo el rey que en dos ocasiones otorgar este lugar (Estremera)
al término inicial de Alharilla y por tanto a los santiaguistas, vid. J.L. Martín, Orígenes, pág.
268, nº 88.
77
Realmente toda la futura encomienda de Estremera y en definitiva todo el curso alto del
Tajo, hasta el actual embalse de Entrepeñas, quedan dentro del extensísimo término asignado
a Oreja en 1139 por Alfonso VII: del Jarama como desciende al Tajo hasta Hontigola hasta
Ocañuela, hasta Ocaña la Mayor y Noblejas y desde Alharilla hasta la Alcarria según vierte
sus aguas el Tajuña en el Jarama. Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 173-180, nº 8.
78
Este documento es muy clarificador de la vinculación jurisdiccional entre Alharilla y Es-
tremera, que a partir de este momento cambia de signo al integrar Estremera a ambas. Este
documento por el que se dona a los monjes de San Vicente Mártir de Valencia y a su monas-
terio toledano, de las entonces aldeas de Fuentidueña, la de Estremera con su alberguería, que
está cerca del vado de Alfarella (Alharilla, M.T.N. 607, al sur de Fuentidueña de Tajo, sobre
el propio río, hoy sólo se conserva una ermita y unas cuantas casas), donde se incluyen junto a
la alberguería los villares cercanos. Se explícita que esta aldea de Estremera pertenece en este
momento al término de Alharilla, e incluye entre otras cosas una azuda bajo el muro del casti-
llo de Alharilla. Además, este documento señala sus términos desde Valdepuerco hasta el
término de Almoguera (M.T.N. 606 y 584, se describe un impresionante territorio, que luego
se fue delimitando más precisamente), y desde el vado salinero (suponemos se refiere el do-
cumento al de Fuentidueña que conduce a las salinas de Belinchón, hasta Alboer (Villamanri-
que), este mojón pondría los límites entre Oreja y/o Estremera, Alharilla) y de aquí a Fuen-
tesauco. vid. 1167, Enero, 19, Toledo, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 203-205, nº 33.
79
1250, Octubre, 7, M. Rivera, La Encomienda, págs. 415-416, nº 207. Los límites que se es-
tablecen son los siguientes, el primero en el Horcajo, donde confluyen dos carreras, una que
va a Valdemena (actual Valdeolmeña M.T.N. 584) y otra a Carabaña (M.T.N. 583), este punto
tendría su localización en el Monte del Robledal (M.T.N. 584, 40º 15', 3º 09'). Otro mojón se
sitúa en la Cazuela del fondo de la Muela de Fuenvellida(si observamos la zona o en su de-
fecto en M.T.N. 584, comprobamos un gran cortado por el que discurre el arroyo de Valde-
brea, y donde se localiza el topónimo del actual despoblado de Fuenvellida; todo ello locali-
zado al noroeste de Brea de Tajo), muy cercano se encuentra otro mojón el collado de Valde-
sierpe (cota de 815 mts. M.T.N. 583), y desde allí se establece el siguiente mojón en Caraba-
ña. Este acuerdo fue analizado desde la perspectiva de la Orden de Calatrava por nuestro
compañero E. Rodríguez-Picavea, La formación del feudalismo, págs 138-139. Sin embargo,
confunde el tenor documental al vincular Brea con la Orden santiaguista, cuando ciertamente
forma parte del término de Almoguera y por tanto en ningún momento deja de pertenecer a
los calatravos, como el propone.
80
Además de la referida de Alejandro III, contamos con la de Lucio III de 1184, Noviembre,
17, Verona, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 350-351, nº 168. y la posterior de Urbano III, en
1187, Septiembre, 18, Verona, Pub. Idem, págs. 403-405, nº 226.
81
La fecha aunque no aparece en el documento, es la más aceptada por los investigadores de
la Orden, J.L. Martín, Orígenes, págs. 332-333 y M. Rivera, La Encomienda, págs. 241-243,
nº 11, ambos autores aceptan la fecha que propone Juan Antonio Fernández, en el índice de
documentos de Uclés.
82
Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 257, nº 37.
83
1220, Agosto, 18, Estremera, Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 293, nº 82 y 1223, Ene-
ro, Pub. Idem, págs. 300-301, nº 92.
84
1214, Agosto, 6, Burgos, acuerdo con el arzobispo sobre las iglesias del Tajo, Pub. M. Ri-
vera, La Encomienda, págs. 285-287, nº 72.
85
1224, Junio, Brihuega, M. Rivera, La Encomienda, págs. 326-328, nº 110 (versión latina) y
págs. 329-330, nº 111 (versión romanceada). En un documento anterior se cita otra iglesia que
está vinculada con la encomienda la de Cabeza Lebrera, donde el arzobispo recibe por procu-
ración cuatro mencales, vid. 1224, Enero, Convento de Uclés, M. Rivera, La Encomienda,
págs. 312-317, nº 104 (copia latina) y págs. 318-324, nº 105 (copia romance).
86
Sobre la conformación urbana de Uclés vid, M. Rivera, La Encomienda, págs. 39 y ss. en
especial pág. 40, nota 22. y las dos referencias documentales de 1227, Pub. Idem. nº 137 y
138.
87
Documento que se fecha entre 1240, Octubre y 1241, Septiembre, 13, Pub. M. Rivera, La
Encomienda, págs. 382-383, nº 180. No compartimos la idea de P.A. Porras, Los señoríos,
pág. 680. La discrepancia básicamente, se basa en la cita propuesta. En general no comparti-
mos las horquillas cronológicas que propone para los comendadores a partir de Rades, enten-
diendo que la única fecha fiable es la que corresponde a cada elección maestral y no el perío-
do entre ambas.
88
1312, Marzo, 15, Vienne, Clemente V, comisiona al arzobispo de Toledo para que resuelva
el pleito entre el maestre de Santiago y García Pérez, comendador del Hospital de Toledo y
Juan Ibáñez de Estremera, y Gonzalo Fernández de Mohernando y otros comendadores que se
niegan a abandonar sus encomiendas cuando lo manda el maestre, Pub. Bullarium, págs. 259-
260.
89
En este importante documento sobre reorganización interna de la Orden de Santiago, apare-
ce como comendador de Estremera y Trece, Juan Yañez, Pub. Bullarium, págs. 260-264.
90
vid. 1242, Marzo, 16 y 1242, Mayo, 27, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 387-390, nº
183 y págs. 390-391, nº 184, respectivamente. En 1240, Octubre, 4, aparece como comenda-
dor de Estremera, Juan Martínez, Pub. Idem, págs. 377-378, nº 174.
91
M. Rodríguez Llopis, La evolución del poblamiento, pág. 25.
92
A.H.N., Uclés, carp. 117, vol. I nº 4
93
En el siglo XVI la sal a Valdaracete se trae de la salinas de Belinchón que está a tres leguas
de la villa (se resalta claramente la proximidad geográfica que garantiza el suministro), vid. C.
Viñas y Mey y R. Paz, Relaciones histórico-geográfico-estadisticas de los pueblos de España
hechas por iniciativa de Felipe II. Provincia de Madrid, Madrid, 1949, pág. 629. Existe otro
dato que confirma este dominio al menos espacial de Estremera sobre las salinas, se delimita
una parcela en esta donación cuyo limite es el Atochar (en el mapa 607, realizado en 1919 y
que se conserva en la B.N. encontramos el topónimo los Atochares exactamente al lado de las
salinas. Esta información junto con la identificación de Cabeza Gorda, no haría sino confirmar
nuestra hipótesis.
94
Esta barca de Estremera se encuentra perfectamente comunicada de Fuentidueña sale un
camino de la Barca de Estremera (M.T.N. 607, de fecha 1919, B.N.). Este camino llega ha
Estremera, donde se localiza el camino de la Barca y otro camino el de Fuente Amarga que
nos sirve para identificar otro topónimo de referencia incluido en el documento de 1300, en el
que se da la mitad de la cañada de Fuente Amarga (vid. B.N., M.T.N. 584, de fecha 1915).
95
La Armuña es una aldea en el término de Estremera, sobre el Tajo, donde la Orden posee
por venta del monasterio de San Julián de Sierra Javalera -situado entre Barajas de Melo y
Vilillas-, un cuarto de esta aldea y la azuda que esta aldea posee sobre el Tajo. Además la Or-
den recibe por este acuerdo unas viñas en Vilillas (actual despoblado M.T.N. 584), vid. M.
Rivera, La Encomienda, págs. 310-311, nº 103.
96
Que muy bien podría identificarse con el Camino del monte que se localiza en el M.T.N.
584 de 1915, que sale de Estremera.
97
A.H.N., Uclés, carp. 117, nº 4
98
A.H.N., Uclés, carp. 117, nº 5. Este topónimo de la Cabezuela podría localizarse en el actual
de los Cabezos al sudoeste de Estremera (M.T.N. 584).
99
Su importancia en el control sobre el Tajo es evidente en una donación realizada por Alfon-
so Martínez, comendador de la Zarza, en una fecha imprecisa en torno a finales del siglo XIII
e inicios del XIV. En este documento se identifican como pertenecientes a Estremera los to-
pónimos de Valverde y la Tabernilla (actuales Valverdejo y la Tabernilla, M.T.N., 607, 3º 05')
ambos lugares muy cercanos al Tajo engloban un curioso topónimo Cuesta de la Barca, lo que
delata la presencia de un paso, quizás no comercial, sobre el Tajo. Este control en la zona sur
del Tajo, se completa con el actual despoblado de Santiago de Vilillas (M.T.N. 584, situado al
este de Estremera sobre el Tajo) que controla la zona norte del río. Por tanto potencialidad ga-
nadera, explotación molinar (concentrada en las aceñas de Andaver sobre el Tajo) y zona de
paso sobre el Tajo, A.H.N., Uclés, carp. 117, vol. I, nº 3. A ello debemos unir que Valdaracete
era un tierra buena para la labranza, no era despreciable su producción en vino y cereal y se
trata de una zona rica en minerales fundamentalmente azafrán, zumaque, vid. P.A. Porras, Los
señoríos, pág. 460. La población estimada en el siglo XV, esta entorno a 30 vecinos para Es-
tremera y un centenar en Valdaracete, p. 461.
Encomienda de Fuentidueña
Encomienda independiente al menos desde 1241, cuando apa-
rece la primera y única referencia a un comendador en este lugar100. Su
trayectoria se halla profundamente vinculada a Estremera, y cuyo va-
lor más importante es su posición como zona de paso101 que marcó su
carácter de plaza comercial que se vio condicionado por las necesida-
des comerciales impuestas desde la monarquía102. Sustituyo a Alharilla
como zona de paso, consolidándose Estremera como una mejor zona
de paso frente a este otro topónimo, pudo construirse sobre una anti-
gua iglesia dedicada a Santiago103. Los actuales restos delatan una im-
portante fortaleza, hoy en ruinas, donde se observan diversas recons-
trucciones, resulta interesante resaltar como actualmente desde Fuen-
tidueña y enlazando con el Tajo hacia el sur llega por una antigua vía
pecuaria a la actual ermita de Alharilla.
Su evolución poblacional es rastreable mediante las referencias
a su iglesia, que aparece en los acuerdos suscritos con el arzobispo to-
ledano en 1214 y 1243104.
Pero sin duda, la mayor importancia de este lugar comienza a
finales del primer tercio del siglo XIV. En 1328 se otorga al castillo de
Fuentidueña, una carta de población limitada de forma reiterada a se-
senta pobladores. Este documento transmite una fuerte vinculación de
este castillo y su arrabal con la mesa maestral, ya que una vez repara-
100
1241, Noviembre, 16, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 383-386, nº 181.
101
En opinión de M. Rivera, Fuentidueña fue una población de gran interés para los santia-
guistas, pues cerca de ella estaba ubicada una de las tres barcas autorizadas para el paso de
mercancías por el curso alto del Tajo, con el subsiguiente derecho arancelario, vid. "El fuero
de Uclés (siglos XII-XIV)", Anuario de historia del Derecho Español, t. LIII, 1982, págs.
243-349; vid. pág. 318.
102
En 1234, Septiembre, 22, San Esteban, Fernando III, cede a los intereses del arzobispo y
ordena a la Orden que no se realice la feria de Fuentidueña, pub. J. González, Fernando III,
vol. III, págs. 48-49, nº 534. El prof. Ladero Quesada, opina que hasta bien entrado el siglo
XIV, la monarquía protegió las ferias, procurando evitar cualquier competencia entre ambas,
esta de Fuentidueña lesionaba los interés del arzobispo, además de reportar al maestre una
renta anual de 3000 maravedíes y esto evidentemente mermaba las rentas del toledano. Ante
esto reaccionó también el Papa, aunque tarde, al autorizar a la Orden el establecimiento de fe-
rias en sus dominios en 1294, vid. Las ferias, pág. 46.
103
Pueden resultar de interés en este sentido dos trabajos que han estudiado este lugar vid.
Carrero Pérez, L.M., El castillo y la villa de Fuentidueña de Tajo, Madrid, 1990 y Saez Lara,
F., Castillos, fortificaciones y recintos amurallados de la Comunidad Autónoma de Madrid,
Madrid, 1993.
104
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 285-287, nº 72 y págs. 398-400, nº 192, respecti-
vamente.
do, servirá para dar cobijo a éste y sus sucesores cuando acudan al lu-
gar y al que deberán hacer homenaje.
Este lugar queda completamente liberado de pechos, aunque
no de los monopolios de la Orden que controla un bien comunal, como
es el monte donde autoriza a los vecinos a coger madera y cargas de
leña. Por último, se renueva un mercado semanal a celebrar los jueves
en el arrabal, donde se fomenta la no intervención en las actividades
comerciales105. En este documento y al menos hasta su emisión, se ad-
vierte la intrínseca vinculación con Estremera al aparecer entre los con-
firmantes representantes de Fuentidueña (se dan los nombres de gran
número de vecinos) y luego los que van en representación de Fuen-
tesauco, Valdaracete y Estremera.
Salinas de Belinchón
Estamos ante una de los lugares que más riqueza proporcionó a
la Orden en la zona y que como veíamos territorialmente se puede in-
cluir dentro de la jurisdicción de Estremera106, aunque ciertamente, el
control sobre las Salinas de Belinchón, fue ejercido por la mesa maes-
tral.
El proceso de apropiación de esta importante y rentable explo-
tación, cuyo producto era esencial en la Edad Media, para la conserva-
ción de alimentos y al igual que hoy como complemento esencial de la
dieta, fue progresivo. En 1178, Alfonso VIII, dona a Pedro Fernández,
maestre santiaguista, y a sus freires, el diezmo de todas las salinas de
Belinchón107. Es evidente que pronto esta donación despertó el recelo
del gran rival en la zona, el arzobispo Toledo, que no tardó en plantear
un pleito sobre este lugar108. Sin duda, en relación con estos problemas
iniciales el papa Alejandro III interviene en favor de la Orden confir-
mando su propiedad sobre las décimas de las Salinas ese mismo año109.
105
1328, Mayo, 19 Villarubio, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 464-466, nº 245.
106
Este control de Estremera es también y sobre todo espacial como hemos tenido ocasión de
comprobar al analizar esta encomienda. A lo dicho debemos añadir que en el M.T.N. 607 de
fecha 1919 conservado en la B.N. Existe un camino que une Estremera con las salinas, en es-
tos años iniciales del siglo XX, se conservaban algunos topónimos asociados muy interesantes
como las casas de las salinas de Belinchón y las casas de la Maaquina y la Bocamina. Igual-
mente debemos reseñar la existencia de un camino que unía Alharilla y Buenamesón con el
pueblo de Belinchón que recibía el significativo nombre de el Portazgo (vid. mapa citado 3º
04' 40º 03').
107
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 269-270, nº 90
108
Hacia 1180, se suscribe un acuerdo entre la Orden y el arzobispo sobre Alharilla y Belin-
chón, Pub. J.L. Martín, Orígenes, pág. 300, nº 117.
109
1180, Julio, 26 Signie, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 293-294, nº 110.
110
1231, Enero, 15, Salamanca, Pub. J.González, Fernando III, vol. II, pág. 337, nº 293.
111
Pub. J. González, Fernando III, vol. III, págs. 310-311, nº 745.
112
Conviene resaltar que además de los 3500 áureos que reporta Belinchón, la Orden también
poseía el control sobre las salinas de Espartinas que reportaban anualmente 100.000 marave-
díes.
113
Parece que se explotaron intensivamente estas salinas y que en el siglo XV, el lugar estaba
desierto, aunque se documenta para 1494, la existencia de una llamada alcaldía de las Salinas
de Belinchón, vid. P.A. Porras, Los señoríos, pág. 443 y 444.
114
Al menos esto se desprende de sendos documentos fechados entorno a 1209, sobre pro-
blemas en freires y clérigos de Uclés y Belinchón, vid. M. Rivera, La Encomienda, pág. 270,
nº 58 y págs. 274-276, nº 63.
115
1248-1258, Pub. Menéndez Pidal, Sellos, págs. 176-177, nº 239.
116
Pub. Menéndez Pidal, Sellos, pág. 176, nº 238.
Encomienda de Salvanes
Se trata de una encomienda estrechamente vinculada al Tajo y
concretamente a las encomiendas de Estremera y Santa Cruz. Su terri-
torio original Val de Salvanes, junto con Perales, Montroleas y Alboer
(Villamanrique), constituyen la base jurídica del que fue el señorío de
la mitra toledana en la Sisla Oriental118. Sus antecedentes poblacionales
se remontan casi a los inicios del reino toledano en 1099, el rey Alfonso
VI dona los lugares sobredichos a Bernardo, arzobispo toledano119. En
1156, el valle de Salvanes una entidad geográfica se ha concretado te-
rritorialmente, dando lugar a la aldea de Salvanes, que Alfonso VIII da
a la iglesia de San Ginés de Toledo120. Su consolidación es una realidad
hacia 1180, cuando don Cerebruno disputa su posesión a los santia-
guistas121; al menos desde este momento, este lugar pasa a poder de la
Orden conformándose el arzobispo con preservar sus derechos ecle-
siásticos, mediante sendos y diversos acuerdos122, donde aparece tam-
bién la iglesia de Valdepuerco, lugar que junto con Salvanes conforma
este núcleo.
Su conformación comendataria esta documentada para 1240,
cuando aparece un Comendador de Salvanes y Valdepuerco, llamado
117
El documento de Fernando III, se fecha en Castrogeriz el 9 de Julio de 1218 y la confirma-
ción de Alfonso XI que recoge este texto se fecha en Valladolid el 5 de Junio de 1335, vid.
A.H.N., Sellos, carp. 5 nº 10.
118
Vid. G. Martínez, "Estructura administrativa", ob. cit., pág. 138.
119
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 169-170.
120
Reg. J.L. Martín, Orígenes, pág. 195, nº 25; desgraciadamente este documento ha desapa-
recido.
121
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 299-230, nº 116.
122
Nos referimos a los ya citados de 1214, Agosto, 6 y 1243, Marzo, 15.
123
1240, Octubre, 4, M. Rivera, La Encomienda, págs. 377-378, nº 174; este mismo comen-
dador vuelve a aparecer en un capítulo general fechado entre 1240, Octubre y 1241, Septiem-
bre, 13, vid. Idem, págs. 382-383, nº 180.
124
Actualmente se trata de un pequeño conjunto de casas a orillas del arroyo de Valdepuerco,
que vierte sus aguas al Tajo, como topónimo asociado citar la actual cota de Valdepuerco cota
631, sobre el curso del río, vid. M.T.N. 606.
125
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 377-378, nº 174.
126
1267, Diciembre, 10, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 429-431, nº 221.
127
vid. A.H.N., Uclés, carp. 86, nº 9, provisión real de Juan Pérez, escribano público fechada
en 1513. También se conserva otra copia por testimonio de Rodrígo Alvaro, notario y escri-
bano de la Audiencia de Uclés fechado en 1515, vid. Idem, nº 10.
128
A.H.N, Uclés, carp. 6 al 9, y 12, 13 y 14, fechados en el siglo XIV, que vinculan Belmonte
a Uclés, apareciendo incluso en 1345, como aldea de Uclés, aunque como veremos este Bel-
monte, el perteneciente al obispo segoviano, no tuvo vinculación con Uclés y si otro Bel-
monte situado al sur de Santa Cruz. Señalar que en 1881, M.T.N. 606, se conserva al este del
las actuales salinas de Carcaballana, lo que implica que además de la importancia como apro-
vechamiento hidráulico de Alboer, éste contó con una vinculación a la explotación salinera.
Este lugar estuvo poblado y en manos privadas desde 1153, cuando Alfonso VII se lo entrega
al Conde Ponce, por la ayuda recibida en Almería, este documento lo sitúa entre Oreja y Al-
moguera, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 190, nº 19. Estuvo en manos del conde de Alme-
ría, hasta que éste lo donó a Sancho Cóchar en 1161, Pub. Idem, pág. 199, nº 29.
136
Topónimo localizado sobre el Tajo, entre Villandin y Villamanrique, en los actuales Casas
de Villaverde y Ermita de Villaverde M.T.N. 606.
137
Esta zona de Testillos y de Montealegre aparece en los mapas antiguos concretamente
M.T.N. 631, plagado de zonas de pastos y corrales de ganado, sin duda se trata de una zona de
importante actividad ganadera, incluso estante por la gran cantidad de agua y pastos en estos
lugares. Esta vinculación ganadera también la transmiten otros datos: en el M.T.N. de Horcajo
(1944), aparece la senda de Montealegre y la cañada del Testillo.
138
A.H.N., Uclés, carp. 348, vol. I, nº 1, documento que según el Índice, aportaba una relación
de escrituras y documentos relativos al lugar, pero hoy está perdido.
139
A.H.N., Uclés, carp. 348, vol. I, nº 2, con fecha 1320, Mayo, 9, Avignon, reproduce en
parte Bullarium, pág. 282.
140
Sobre su relación con Santa Cruz, resulta interesante un documento fechado en 1526, por
el que se reclaman ciertas alcabalas por trigo vendido en Buenamesón, vid. A.H.N., Uclés,
carp. 348, vol. I, nº 7 y sobre su importancia como zona de molienda 1515, Julio, 1, donde se
manda a los visitadores que encarguen a los arrendadores de las barcas de la Ribera del Tajo
no exijan derecho alguno a los que pasasen por el vado de Muntreque para venir a moler en
los molinos de Buenameson, vid. A.H.N., Uclés, carp. 348, vol. I, nº 5. La información topo-
nímica facilitada por los mapas antiguos es muy relevante, en el M.T.N. 607, fechado en
1919, aparece un Camino al este de la Zarza que une Santa Cruz con los molinos de Buena-
mesón y que recibe este nombre camino de Santa Cruz al molino de Buenameson. En el
M.T.N. 606 fechado en 1881, se conservan la Casa de Buenamesón, la barca de este mismo
lugar y otros como el molinillo y la casa del molinillo, que sin duda aluden a esta concentra-
ción hidráulica en este lugar del Tajo.
141
En 1241, Marzo, 3, Brihuega, se definen sus límites con la Guardia, estableciéndose estos
en la carrera de Pera y el corvejón que hemos identificado con un punto cercano al arroyo de
las Quebradas al norte del molino de la Pera todo ello situado al norte de la Guardia (M.T.N.
659, 39º 49' 3º 29'). vid. A.H.N., Uclés, carp. 93, nº 2.
142
En 1154, Noviembre, 19, Toledo, Alfonso VIII, da a Antolino Portaguerra y a Pelayo Pé-
rez, la villa de Dos Barrios, en el término de Toledo y cerca de Ocaña. Y en 1192 los herma-
nos Riquer dotan a Dos Barrios de un fuero, con la intención de proceder a su poblamiento,
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 455-456, nº 285.
143
vid. A.H.N., Uclés, carp. 113, nº 2, cita de forma muy resumida Bullarium, pág. 227, nº 16.
144
Cit. Chaves, Apuntamiento, fol. 15r.
145
Pub. M. Pidal, Documentos, págs. 363-364, nº 268.
146
1214, Agosto, 6, Burgos, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 285-287, nº 72.
147
vid. A.H.N., Uclés, carp. 113, nº 4. Por este instrumento Domingo Pérez y su mujer Marina
Sancho venden un horno al comendador del Castillo de Dos Barrios.
148
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 391-392, nº 185.
149
Muño Ibáñez, comendador de Dos Barrios, aparece entre los confirmantes del documento
foral, otorgado a Ocaña en 1251, vid. A.H.N., Uclés, carp. 243, nº 15.
150
1259, Febrero, 14, A.H.N., Sellos, carp. 63, nº 5, Pub. M. Echaniz, El monasterio femenino
de Sancti Spiritus. Colección diplomática (1268-1400), Salamanca, 1993, págs. 38-40, nº 17.
Por el tenor documental este lugar podría vincularse a la zona de Sevilla (que no hemos loca-
lizado), sin embargo esta autora conocedora sin duda de las posesiones vinculadas a Sancti
Spiritus, sitúa este lugar en una zona donde la Orden es la principal poseedora, evidentemente
no se refiere a Sevilla, vid. M. Echaniz, Las mujeres de la Orden, pág. 105.
151
1259, Febrero, 14, A.H.N., Uclés, carp. 113, nº 6.
152
A cambio de la confirmación de unos vienes heredados en la zona de Palencia, estos de-
vuelven Dos Barrios a la Orden, además de la confirmación de la cesión de Ossa. Vid. A.H.N.,
Uclés, carp. 214, vol. I, nº 18.
153
1329, Junio, 5 Avigñon, Pub. Bullarium, pág. 300.
154
Vi. P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 149.
155
Diferentes documentos los evidencian en 1330, el concejo de Dos Barrios decide adoptar
el acuerdo que sobre deudas con los judíos se adopto en Ocaña, vid. Pilar León, Judíos, vol.
Encomienda de Monreal
Es evidente la vinculación de este castillo con las posesiones
santiaguistas de Ocaña y Dos Barrios, y al igual que Dos Barrios, este
lugar supone un punto avanzado de penetración de la Orden en la fér-
til zona de Huerta de Valdecarabanos.
Su localización en la actual carretera que une Dos Barrios con
Villanueva de Bogas, a la altura de un cruce de caminos al noroeste de
la Guardia (M.T.N. 658 0º 08' 39º 50', castillo -ruinas-), evidencia su im-
portancia como controlador de un nudo de comunicaciones, función
que en nuestra opinión desarrolló para los intereses santiaguistas du-
rante al menos el siglo XIII.
Su incorporación a la Orden se produce en 1203, cuando el
conde Fernando Núñez de Lara y su mujer entregan el castillo de Ca-
rabanchel, situado entre Orta (Huerta de Valdecarabanos) y Dos Ba-
rrios, a los santiaguistas157. Esta donación es confirmada dos años des-
pués por Alfonso VIII158.
Muy pronto la Orden quiso dotar a este castillo de un pobla-
miento productivo, para ello concedió una carta de población en 1207,
eximiendo del pago de pecha y facendera por tres años a los poblado-
res, manifestándose claramente la producción directa de la Orden en el
lugar al reservarse en esta carta puebla sus sernas. Su definición como
un bastión estratégico es evidente, al frente de este castillo encontra-
mos un dominus, Martín Fortunones, lo que muestra que aún no se ha
constituido la encomienda, de cuya constitución esta carta puebla es un
primer paso159. Pero muy pronto estará constituida esta pequeña y pe-
culiar encomienda apareciendo su comendador como Trece en 1213160.
Esta encomienda se fue dotando de una población significativa,
lo que lleva a demandar sus derechos sobre la iglesia en 1224161, dere-
chos que serán discutidos por el comendador como manifiesta que el
II, págs. 106 y 107, documentos nº 363 y 367. En 1335, se documenta una querella de los ju-
díos de Ocaña, que ahora residían en Dos Barrios, vid. idem. pág. 109, nº 374.
156
Vid. mapa sobre zonas donde se hallaban establecidos judíos agricultores en la zona tole-
dana, Pilar León, Judíos, incluye mapa en tomo I, pág. 368.
157
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 266-267, nº 51.
158
Pub. J. González, Alfonso VIII, págs. vol. III 343-354, nº 773.
159
Pub. M. Pidal, Documentos, pág. 420, nº 311.
160
vid. Rades, Chronica, fol. 25r.
161
1224, Junio, Brihuega, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 326-328, nº 110.
maestre tenga que conminar a éste a cumplir los acuerdos con el arzo-
bispo, sobre diezmos y demás derechos en 1304162.
Esta encomienda fue entregada a Juan II en 1386, a cambio de
cuatro mil maravedíes situados en el pecho de los judíos de Ocaña, re-
tomando una gran importancia en la zona a partir del siglo XV163.
Encomienda de Mora
Los orígenes de esta estratégica posición santiaguista se en-
cuentran en un antiguo castillo (hisn) islámico dependiente de Tole-
do164. Tiene una posición privilegiada en una erección granítica en me-
dio del valle de Carabanos que controla el paso de la sierra por el sur.
Un prospección in situ, no permitió comprobar lo impresionante del
emplazamiento de su castillo, en una cota de 967 mts. (M.T.N. 658),
que domina todo el valle y desde el cual se controla con toda nitidez el
castillo de Almonacid de Toledo. Junto a él, en el cerro situado al sur y
que se denomina Casa de la Boveda, se hayan los restos del castillo de
Piedras Negras165, más inexpugnable si cabe, que el de Mora. Desde
éste último se divisa el castillo de Consuegra.
Su posición, por tanto, privilegiada y que le permite un control
de un amplio radio en torno a unos 20 km., hizo de él una fortaleza de
primera magnitud en la defensa del reino de Toledo166. La corona no
dudó en otorgar su custodia a los santiaguistas para garantizar la de-
fensa de este punto de indudable valor militar167.
162
1304, septiembre, 30 Ocaña, Pub. A. Benavides, Fernando IV, vol. II, págs. 444-445, nº
CCXCVIII.
163
1386, Diciembre, 21, Peñafiel, A.H.N., Uclés, carp. 205, nº 5. Sobre su significación a par-
tir del siglo XV, resultan ilustrativas las referencia de P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 486.
164
Gamal 'Abd Al-Karim, "La España musulmana en la obra de Yacut", ob. cit., pág. 293.
165
Se conservan restos de tapial, y el arranque de una bóveda en ladrillo de dudosa cronolo-
gía.
166
Su delimitación geográfica se produjo en 1237, Mayo, 6, dentro de un acuerdo global con
la Orden de San Juan, se establecen sus límites con Bogas y Manzanas amojonándose los lí-
mites suroccidental y oriental de Mora. Con Consuegra se dispone que por debajo de la sierra
(M.T.N. 658 y 686, actualmente las estribaciones orientales de la sierra de los Yebenes), que
fuera de Consuegra y contra Mora de esta encomienda. Su límite norte se establece en el Al-
godor, en una encrucijada de caminos al sur de un congosto que hace el Algodor (este lugar lo
hemos situado en el M.T.N. 630, donde actualmente se haya la confluencia de los límites de
Toledo, Almonacid y la Guardia, en un punto situado en el sudoeste de Villasequilla de Tole-
do, con las siguientes coordenadas 39º 51' y 0º 08'); donde además encontramos topónimos
vinculados como la Rinconada, los Frailes y Arroyo de los Frailes (M.T.N. 658, 39º 48' 0º
06').
167
Este castillo fue concedido en 1171 por Alfonso VIII, junto con la villa de Monzón, unas
casas en Toledo y otras en Maqueda, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 217-218, nº 45.
168
En esta significativa bula aparecen Mora y Mora vieja, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs.
248-254, nº 73.
169
El castillo de Piedras Negras (Mora vieja) se dona en 1180, su componente fronterizo es un
elemento articulador esencial, resulta muy significativo que se donará un castillo con sus tér-
minos, derechos y sus fronteras, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 297-298, nº 113(debemos
suponer que el rey legaliza una situación de hecho, si damos por valida la bula papal). A este
dato inicial debemos unir las sucesivas confirmaciones papales que incorporan ambos casti-
llos, en 1184, Lucio III, Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 350-351, nº 168 y en 1187, Urbano
III, Pub. Idem, págs. 403-405, nº 226. e Inocencio III, en 1210, Pub. Mansilla, Honorio III,
págs. 442-448, nº 423.
170
Pub. J. González, Fernando III, tomo II, pág. 233, nº 192.
171
1189, Julio, 15, pub. J.L. Martín, Orígenes, pág. 429, nº 255. La Orden recibe en limosna
la mitad del Castillo de Bogas (actual Villanueva de Bogas, M.T.N. 658).
172
vid. E. Rodríguez-Picavea, La formación del feudalismo, pág. 168.
173
En el acuerdo de límites entre la Orden de Santiago y la de San Juan, se dice que Mora
tenga su término como parte con Bogas, que sea de la orden santiaguista desde Cabeza de
Buey (M.T.N. 658) hasta Mora. Pub. D.W. Lomax, La Orden, págs. 257-262, nº 24. Una de-
finición más exacta de los límites entre Bogas y Mora, aparece en un acuerdo de límites entre
Lillo, aldea de la Guardia y Almaguer, en ella se delimita Bogas y Mora, estableciéndose el
primer mojón en Cabeza Falcon (topónimo no localizado pero sin duda relacionado con la
zona montañosa de Cabeza de Buey), a continuación se sitúa el mojón en un punto intermedio
de la carrera que une Bogas a Mora (posiblemente el actual camino de las Fraguas), este mo-
jón sin duda está alejado de Mora y cerca de Bogas, ya que el término de Bogas queda muy
reducido en el siguiente mojón situado en Cabeza de Gato (sin duda la actual Fuente del Gato,
M.T.N. 658, sobre el Algodor al noroeste de Bogas), esto implica que Mora por el este ex-
tiende su límite casi hasta el propio Bogas. Otro dato significativo de este documento es que
Bogas en 1241, aparece como aldea de la Guardia y vinculada al Arzobispo Toledano, vid.
A.H.N., Uclés, carp. 93, nº 2.
174
Pub. J. González, Fernando III, vol. II, págs. 96-97, nº 78, en el texto se recogen las suce-
sivas confirmaciones de Alfonso X en 1244, Sancho IV, en 1294 y Fernando IV en 1296. Este
lugar esta poblado desde 1150, cuando Alfonso VII lo dona junto con Yegrillos y ciertas po-
sesiones en el Algodor a los vecinos de la collación de San Vicente de Toledo, Pub. J.L. Mar-
tín, Orígenes, págs. 185-186, nº 15.
175
vid. 1224, Junio, Brihuega, pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 326-328, nº 110 (ver-
sión latina) y 329-330, nº 111 (versión romance).
176
En 1237, en el acuerdo de límites suscrito con los sanjuanistas se permite a los de Yegros y
Mora coger madera en Consuegra y en 1304, Septiembre, 30 Ocaña, el maestre reclama los
diezmos a las seis iglesias comprometidas en el acuerdo de 1224, entre las que se incluyen
Yegros y Mora, pub. A. Benavides, Fernando IV, págs. 444-445, nº CCXCVIII.
177
En 1236, aparece como comendador de Mora, Fernán Gómez Tabladillo y hasta 1275 no
aparece ninguna referencia, siendo en este momento el comendador Alvar Martínez de Ayvar,
vid. Rades, Chronica, fol. 30v. y 34 v. respectivamente. No podemos compartir la cronología
propuesta por P.A. Porras, Los señoríos, pág. 673, en primer lugar, por la discrepancia de
análisis expuesta con anterioridad partiendo de los datos de Rades, en segundo lugar no pare-
ce muy probable la continuidad al frente de una encomienda en un período de treinta y cuatro
años como él propone. Debemos añadir que además la "aldea de Mora" es donada por la Or-
den en 1259, a Martín Alfonso y a su mujer, vid. A.H.N., Sellos, carp. 63, nº 5, sobre esta do-
nación resulta interesante M. Echaniz, Las mujeres de la Orden militar de Santiago en la
Edad Media, Salamanca, 1992, pág. 104, quien publica el documento vid. El monasterio fe-
menino de Sancti Spiritus. Colección diplomática (1268-1400), Salamanca, 1993, págs. 38-
40, nº 17. Este dato pone de manifiesto el escaso interés que para la Orden tiene Mora en este
momento y la alusión a este lugar como una aldea.
178
Este lugar de Cambas, sin duda responde a una presura antigua de pobladores del norte,
posiblemente de lucense valle de Cambas, su localización es conflictiva aunque el documento
facilita algunas pistas no verificables, vid. A.H.N. Uclés, carp. 217, nº 7., sin embargo, y como
especulación, puede situarse este lugar al sur de Mora (M.T.N. 658), cerca del actual pueblo
de Manzaneque, que posiblemente tenga algo que ver con el amojonamiento de 1237 donde se
parten términos entre Mora y Manzanas (el río Manzanas, está relacionado con otro topónimo
norteño, en este caso de la zona de Puebla de Sanabria en Zamora). La posible concreción de
una presura norteña, al sur de Mora, pudiera estar relacionada con ambos topónimos.
179
Vid. Rades, Chronica, fol. 37r, 42v y 45r, respectivamente. Esta consolidación de la En-
comienda se dilató en el tiempo apareciendo en el siglo XV como una fortaleza bien guarne-
cida con armas de fuego, unas casas de la Encomienda, que cuentan con bodega, lagares, co-
cina, chimenea y una cercana huerta de hortaliza, donde existe una noria; existen en el lugar
una iglesia y cuatro ermitas y su nivel poblacional en torno a 2000 almas, vid. P.A. Porras,
Señoríos, pág. 488.
180
Julio González, apunta que el poblamiento de la Comarca pudo producirse ya a finales del
siglo XII, consolidándose una explotación agrícola entorno al Riánsares (destaca que Alma-
guer, significa canal de riego) y que la aldea se desarrolló cerca del castillo situado en Alto,
vid. Repoblación, vol. I., pág. 275.
181
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 273-274, nº 93.
182
1224, Septiembre, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 332-333, nº 114. La presencia de
comendador en Añador se extiende en el tiempo, en 1241, septiembre, 28, su comendador
Martín García aparece en un acuerdo entre el Rey y el obispo de Cuenca, Pub. Idem, págs.
381-382, nº 179. No disponemos de más noticias del comendador de la zona hasta 1312,
cuando aparece el comendador de Guzquez, del que tenemos una nueva noticia en 1329, P.A.
Porras, interpreta de forma aceptada la vinculación de estos comendadores los de Añador y
Guzquez con Villamayor de Santiago (Chozas), que hasta 1321 (se otorga fuero de Chozas)
permanecen bajo la jurisdicción de Almaguer, vid. Los señoríos, pág. 677.
183
En 1227, el maestre Pedro González, dispone la exención de montazgo a los ganados de
Uclés en los castillos fronterizos de Añador, Almuradiel, Criptana y Alcubillas, Pub. M. Rive-
ra, La Encomienda, págs. 348-349, nº 138.
184
Pub. A.H.N. Códices 1046 B, Tumbo Menor de Castilla, libro II, nº 23, págs. 171-172.
190
Se realiza un número muy significativo de compras en torno a la quincena, que ha sinteti-
zado perfectamente M. Rivera, La Encomienda, págs. 130 y 131, en un magnifico cuadro. La
Orden invirtió en este proceso 876,75 mrs. y dos potros y unas hazas en Membrilla.
191
Venta otorgada por Mingo Muñoz y su hermano en 1227, Febrero, Pub. M. Rivera, La En-
comienda, pág. 345, nº 133.
192
Venta otorgada por D. Berengel y su familia en 1221, Pub. M. Rivera, La Encomienda,
pág. 296, nº 87.
193
Estos molinos se encuentran en el lugar desde épocas anteriores como manifiestan algunos
datos, en 1227, se vende una tierra que esta junto al molinar, "que lo fue de antiguo", Pub. M.
Rivera, La Encomienda, págs. 344-345, nº 132.
194
Posible profiliación al prior vid. M. Rivera, La Encomienda, pág. 296, nº 87.
195
1227, Enero, Uclés, M. Rivera, La Encomienda, págs. 344-345, nº 132.
196
Este comendador llamado Domingo Ibáñez, aparece en los primeros documentos de venta,
1221, M. Rivera, La Encomienda, pág. 294, nº 84, 1222, idem. pág. 298, nº 90, 1223, idem,
pág. 302-303, nº 94 y nº 95 y no se le cita en los restantes a partir de 1224, vid. nº 112, 113,
132, 133, 135, 137.
197
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 418-419, nº 211, resume en un cuadro todas las
propiedades adquiridas vid. idem, págs. 109-110.
198
Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 310, nº 102.
199
Pub. M.Rivera, La Encomienda, pág. 343, nº 130. En cuanto estas casas de la Orden a las
que alude el documento bien pudieran corresponder con el actual topónimo de Casa del Co-
mendador al noroeste de Cabezamesada (M.T.N. 660).
200
Las iglesias de Magacela y Cabezamesada son reclamadas en este acuerdo y aparecen en
construcción otras dos vinculadas con Almaguer, Montealegre y Buena Val (que hemos iden-
tificado con el topónimo actual de Buenavista al oeste de Almaguer M.T.N. 659), vid. M. Ri-
vera, La Encomienda, págs. 318-324, nº 105.
201
vid. M. Rivera, La Encomienda, págs. 381-382, nº 179, este mismo comendador ya parti-
cipa en 1242 en la elección maestral de Pelay Pérez, vid. Rades, Chronica, fol. 31r. Este lugar
se pobló poco antes entorno a 1240, entorno a su castillo vid. J. González, Repoblación, vol. I,
pág. 369, nota 6.
202
1241, Marzo, 3 , Brihuega, A.H.N., Uclés, carp. 93, nº 2.
203
1237, Mayo, 6, Santa María de Rozalén, Pub. D. W. Lomax, La Orden, págs. 257-262, nº
24
204
Hemos identificado este Belmonte como un tal Belmontejo, al norte de Horcajo de Santia-
go, que tendría relación con Santa Cruz (recordemos los problemas sobre estas dos iglesias,
vid. Mansilla, Honorio III, pág. 344) y que se encuentra en la ribera del Riansares (M.T.N.
632). Este lugar sin duda resulta controvertido como hemos visto existe un Belmonte al norte
del Tajo que pertenecía al obispo segoviano y también existe otro Belmonte (como posible
topónimo vinculable a los santiaguistas) en la ribera del Záncara y concretamente al norte de
Alberca de Záncara. Sea como fuere, me parece que la identificación más plausible es la ex-
puesta aquí, y la documentación referida a Belmonte no aclara este extremo. Contamos con
tres documentos de mediados del siglo XIV. En 1334, Enero, 20, Santa Cruz, Alfonso Melen-
dez, hijo de Gonzalo Melendez de Belmonte, dona a D. Juan Fernández, canciller del Comen-
dador Mayor de Castilla, todos los bienes que por la legitima le corresponden por herencia en
Belmonte y sus términos. Cuatro años (1339, Mayo, 14) más tarde a instancias de D. Vasco
Pérez, comendador de la Enfermería de Uclés, se establece una ejecución, venta y remate de
los bienes que en Belmonte y en su término tenía el mencionado Juan Fernández y que este
había vendido a Fernando Rodríguez, prior del Convento de Santiago de Uclés por 1565 mrs.
Y por último en 1345, Noviembre, 28, Uclés, Vicente Pérez, vende a Juan, prior de Uclés, dos
piezas de tierra de pan llevar en los términos de Belmonte, aldea de Uclés, por 170 mrvs. vid.
A.H.N., Uclés, carp. 86, nº 12, 13 y 14 respectivamente. Quizás la única noticia más clarifica-
dora, sea la que se trata de una aldea de Uclés, pero el documento es tardío y es posible que la
situación jurisdiccional de este lugar se hubiera modificado con respecto a mediados del XIII.
No obstante esta localización de Belmonte como aldea de Uclés, responde más a nuestra
identificación, que a cualquiera de las otras dos posibilidades, donde la de Belmonte de Tajo,
debe descartarse casi por completo, siendo poco probable su cesión o pérdida por el obispo
segoviano.
205
Así lo identifica Chaves, Apuntamiento, fol. 48v. y nos parece acertado y perfectamente
coherente.
206
1331, Diciembre, 21, Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 466, nº 246. En este lugar la
presencia santiaguista es antigua, ya en 1227 aparece junto con Añador y Criptana como cas-
tillo fronterizo donde están exentos de montazgo los de Uclés, vid. Idem., págs. 348-349, nº
138. Y en 1243 es una de las aldeas junto a Miguel Esteban -también en la zona de Corral-
que quedan para los santiaguistas en su conflicto con el concejo de Alcaraz, vid. J. González,
Fernando III, vol. III, págs. 254-257, nº 705.
207
Junto con Añador y Guzquez (que P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 499, identifica con el
arroyo de Villaverde, muy próximo al actual Villanueva de Cardete, M.T.N. 660). Pub. M.
Rivera, La Encomienda, págs. 332-333, nº 114.
208
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 463-464, nº 244.
209
Desde 1314, Corral de Almaguer con dos ferias otorgadas por los tutores de Alfonso XI y
posteriormente confirmadas por él en 1342, vid. M. A. Ladero, Las Ferias de Castilla. Siglos
XII a XV, Madrid 1994, pág. 57 y J. González, Repoblación, vol. I, pág. 276.
210
Antes de 1237 la Orden obtuvo el control sobre el paradigmático lugar sanjuanista de Al-
cázar de San Juan, vid. C. Barquero, "Alcázar de San Juan (1150-1346). Orígenes y desarrollo
medieval de una villa de la Mancha", en Actas II Congreso de Jóvenes historiadores y geó-
grafos, Madrid, 1993, págs. 93-103, especialmente págs. 94-95.
211
Esta complejidad afectó incluso al propio Almaguer que también en los inicios del siglo
XIV, debió sufrir tensiones poblacionales, que provocarían la consolidación de Corral frente a
Almaguer, así parece haber sucedido si atendemos a algunos datos como es que en 1345,
Marzo, 19, aparece García González, no comendador de Almaguer, sino de Corral, vid. Bulla-
rium, págs. 309-310 y a la concesión de una carta de villazgo en 1315 dando como aldeas
Buenache (Buena Val), Aloyón y Puebla de Almuradiel, vid. J. González, Repoblación, vol. I,
pág. 276 y P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 481. Pese a la gran complejidad interna de esta zo-
na no podemos suscribir en ningún caso la parcelación comendataria que propone en este caso
P.A. Porras, Los Señoríos, 480-482, 487, 498-504. Esta separación será operativa para media-
dos del XIV y sobre todo el XV y en adelante, pero no creemos que sea posible transmitirla al
siglo XIII.
212
1223, Mayo, A.H.N., Uclés, carp. 81, nº 1. Paradójicamente la Orden santiaguista se
asienta inicialmente en la zona de Alcázar, lugar de gran transcendencia histórica para la Or-
den de San Juan quien lo recupera en 1237. Existe una donación sobre este lugar a la Orden
que algunos autores han fechado en 1241, Febrero, 20, por parte de Fernando III de treinta
yugadas en el cortijo de Alcázar al maestre y diez más a la casa de Montánchez de la Orden,
Pub. J. González, Fernando III, vol. III pág. 210, nº 668. Este documento sería contradictorio
con el traspaso cierto de Alcázar a la Orden mediante el acuerdo suscrito entre sanjuanistas y
santiaguistas en 1237, como correctamente señala C. Barquero, "Alcázar de San Juan (1150-
1346). Orígenes y desarrollo medieval de una villa de la Mancha", en Actas del II Congreso
de Jóvenes Historiadores y Geógrafos, Madrid, 1993, págs. 93-103; especialmente pág. 94 y
notas 13 y 14. Este autor cita a P.A. Porras, quien afirma que este documento se fecha en
1234, pero no hace referencia a Alcázar, sino a Pedro Muñoz; esta segunda hipótesis, la de las
yugadas en Pedro Muñoz, sería cronológicamente válida, admitiendo la fecha de 1241, que
por otra parte corresponde a un documento real que no parece interpolado.
213
Actual ermita de Villajos al norte de Campo de Criptana, M.T.N. 714.
214
Que al igual que Alcázar pasará los sanjuanistas, al menos comendadores de ambos lugares
aparecen en el acuerdo suscrito con los santiaguistas en 1237, Pub. D.W. Lomax, La Orden,
págs. 257-262, nº 24.
215
P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 477.
216
1243, Febrero, 18, Valladolid, Pub. J. González, Fernando III, vol. III, págs. 254-257, nº
705. Aquí aparecen como aldeas santiaguistas, Criptana, Posadas Viejas, Villajos, Miguel
Esteban, Villarejo Rubio y Manjavacas (estas dos últimas muy relacionadas con la posesión
santiaguista de Socúellamos).
217
Lugar que se pobló ya en época moderna, vid. P.A. Porras, Los señoríos, pág. 495.
218
1237, Mayo, 6, Santa María de Rozalén, D.W. Lomax, La Orden, págs. 257-262, nº 24.
219
1240, Octubre, Uclés, A.H.N., Uclés, carp. 81, nº 3; mediante este instrumento Rodrigo
Iñiguez, maestre santiaguista da a Sancho Sánchez y a D. Bernando, hijos de D. Gonzalo en
prestimonio vitalicio, Villarejo-Rubio, situado en el término de Criptana, con sus pertenencias
como parte término con Pedro Muñoz, Miguen Esteban y Criptana, teniendo que pagar el
diezmo a la Orden.
220
1224, Enero, M. Rivera, La Encomienda, págs. 318-324, nº 105.
221
El comendador de Criptana, aparece como uno de los freires designados como jueces en
los posibles pleitos que surgieran entre las Ordenes de Santiago y el Hospital, 1237, Mayo, 6,
Pub. D.W. Lomax, La Orden, págs. 257-262, nº 24.
222
1324, Marzo, 25, Mérida, Capítulo General, A.H.N., Uclés, carp. 81, nº 6.
223
Actual despoblado del que quedan las ruinas de su antigua torre, M.T.N., 714 (Becejate).
224
Vid. Apuntamiento, fol. 45 r, aparece un comendador de Bejozute, otorgando el fuero de
Aledo y Totana.
225
Vid. Apuntamiento, fol. 205r.
226
1237, Mayo, 6, Pub. D.W. Lomax, La Orden, pág. 257-262, nº 24.
227
En 1227, Pedro González, maestre santiaguista, exime del pago de montazgo a los de
Uclés, entre otros lugares en Criptana, Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 348-349, nº
138.
228
1253. Abril, 20 (día de la Iasava mayor), Concejo de Criptana. Por este documento Sancho
Alvarez, comendador de Criptana, hace manumisión de una esclava mora llamada Ayxa, mu-
jer de Alihuelo, para poder ir libremente a tierra de moros y cristianos, con la condición de
que si tenía un hijo de este Alihuelo, la Orden tuviera sobre su status de hombre libre, la mitad
de derecho sobre él.
229
Actualmente se conservan dos topónimos vinculados con Manjavacas, una pequeña ermita
al este de Pedro Muñoz y la Laguna de Manjavacas, ambas M.T.N. 714, al este de Pedro Mu-
ñoz.
230
vid. P.A. Porras, Los señoríos, págs. 495.
231
Pub. A. Madrid y Medina, "Alfonso X El Sabio y la Mancha santiaguista", en Espacio,
Tiempo y Forma, Serie III, Hª Medieval, t. 2, 1989, págs. 205-218; col. diplomática, nº 2.
232
1294, Octubre, 12, A.H.N., Uclés, carp. 315, nº 2.
233
Sobre la definición geográfica e histórica de Extremadura, vid. J.L. Martín Martín y Mª
Dolores García Oliva, Historia de Extremadura, los tiempos medievales, tomo II, Badajoz,
1985. Especialmente págs. 277-282.
234
Resultan en este sentido interesantes los trabajos de Pachecho Paniagua, J.A., Extremadura
en los geógrafos árabes, Badajoz, 1991 y Clemente Ramos, J. y Montaña Conchiña, de la,
J.L., “La Extremadura cristiana (1142-1230). Ocupación del espacio y transformaciones so-
cioeconómicos”, Historia, Instituciones y Documentos nº 21 (1994), págs. 83-124 y Montaña
Conchiña, de la, J.L., “La Extremadura cristiana (1142-1230): el poblamiento”, Norba, nº 11-
12 (1991-1992), págs. 199-200.
235
Sobre los orígenes de la Orden de Santiago es de obligada consulta la obra ya clásica de
J.L. Martín "Orígenes" vid. págs.11 a 19. Para su origen cacereño vid. p. 17. En este sentido
son interesantes los docs. 43 págs. 215-216 y 44 págs. 216-217 de este mismo trabajo donde
Pedro Fernández se titula maestre de los caballeros de Cáceres.
236
En el documento J.L. Martín y el Bullarium pág. 6 transcriben Cantinnanam es decir Can-
tiñana sin embargo E. Rodriguez Amaya, en su trabajo "La Orden de Santiago en Tierras de
Badajoz. Su política social y agraria" R.E.E., II (1946), págs. 251-276, concretamente en pág.
271 identifica este lugar como Cantillana, muy próxima a Badajoz, lugar que no hemos loca-
lizado.
237
Este lugar se encuentra al oeste de Badajoz y en la actualidad pertenecen a Portugal se trata
del lugar denominado Campomayor y del río Caia vid. Mapa Provincial 1:200.000.
238
Vid. J.L. Martín, Orígenes, nº 50 págs. 223-224 y nº 51, págs. 224-225, respectivamente.
En su lugar analizaremos la evolución de estas posesiones santiaguistas.
239
En 1196 los almohades tomaron Montánchez, Santa Cruz, Trujillo y Plasencia haciendo
una razzia por la cuenca del Tajo que le llevó a Toledo. Vid. Lomax, La Orden, pág. 10.
240
Nos describe este panorama Manuel Terrón Albarran, en el trabajo colectivo que el dirige
Historia de la Baja Extremadura, Badajoz, 1986, vid. vol. I. pág. 440.
241
Vid. RADES, Chronica de las Tres Ordenes, fol. 26r-v.
242
Sobre este particular vid. M. Rivera , La Encomienda, págs. 214-221.
243
A.H.N., Uclés, carp. 213, nº1, 1248 Abril 20 Sitio de Sevilla y nº 2 que es una copia sin
testificar del mismo documento. Es evidente que Julio González, equivoca la data del docu-
mento que recoge los límites de Montemolin, ya que, él lo fecha sin ningún motivo aparente
que lo justifique el día 28. En el que fecha el día 20 donde se incluyen la Alquería de Niebla y
Moguer y no la de Besnaget que es la que cita el documento original, Julio González sigue la
confirmación de Alfonso X y no el documento original.
244
Se convierte en señorío independiente a partir de su conquista en 1218 por Alfonso Téllez
de Meneses, vid. Historia de la Baja Extremadura, ob. cit. p. 443.
245
En 1240, Abril, 15 "Posadas de Abenfut" se establecen los límites entre Reina y Bequeren-
cia y entre Hornachos y Magacela lo cual supone el establecimiento de los limites entre las
posesiones de Alcántara y Santiago en Extremadura. Pub. Torres y Tapia, Crónica de la Orden
de Alcántara, tomo I, pág. 297, en 1246, Abril, 11, se establecen los límites de la Encomienda
de Reina que corroboran los mojones anteriores. Pub. Apuntamiento, fol. 9v-10r. Para D. Ma-
nuel Terrón Albarran, gran conocer de su Extremadura natal, el cauce del Guadalmez es la re-
ferencia obligada para establecer los límites entre la Orden de Santiago y la de Alcántara. El
Guadalmez nace en los repliegues serranos entre Campillo de Llerena y Valencia de la Torre
en la Laguna de Negre de la dehesa del Bercial, discurre por diferentes puntos geográficos de
la ruta de Córdoba hasta alcanzar la Cuenca del Zújar al nordeste de Azuaga.Vid. Historia de
la Baja Extremadura, ob. cit. pág. 457.
246
Vid. en este sentido el magnifico trabajo de J.M. Fernández Corrales, El trazado de las ví-
as romanas en Extremadura, Madrid, 1987, en especial págs. 39-91.
247
Es de obligada consulta para la valoración de estas nuevas encomiendas surgidas del des-
membramiento de los grandes términos plenomedievales el trabajo de Rodríguez Blanco, La
Orden de Santiago en Extremadura (siglos XIV y XV), Badajoz, 1985.
248
J.L. Martín y otra, Historia de Extremadura, pág. 344, estos datos se refieren a 1454.
Encomienda de Mérida
Los inicios de esta encomienda deben situarse en 1171, en esta
fecha Pedro, arzobispo de Santiago, llega a un acuerdo con la Orden de
Santiago y con su maestre Pedro Fernández por el que ambos persona-
jes se entregan como compañeros y clérigos en un caso y freires en otro
a las respectivas instituciones.
Este acuerdo incluye la donación de importantes bienes a la Or-
den de Santiago, entre otros: la Orden recibe la cuarta parte de la ciudad
de Mérida con la mitad de lo que el arzobispo tiene, por derecho real,
con excepción de los bienes derivados del derecho pontificio. Se entrega
el castillo para que los santiaguistas, lo defienda de los sarracenos249.
Desconocemos la suerte de esta plaza en las incursiones mu-
sulmanas que siguieron a la batalla de Alarcos. Lo cierto es que en 1203
aparece como comendador de Mérida Ramiro Frela250, hecho que nos
induce a pensar que permaneció en manos cristianas de forma ininte-
rrumpida.
En 1226 es elegido maestre en esta ciudad Pedro González
Mengo hecho que nos induce a pensar en la celebración de un capítulo
general que sin embargo no recoge Lomax251.
La importancia del término medieval de Mérida queda definida
en un documento datado en el Castillo de Atalaya, 1229, Mayo, 31 por
el que Alfonso IX confirma a la catedral compostelana la donación de
Mérida y establece sus límites252.
Estos límites son: con Cáceres limita por las crestas de la Sierra
de S. Pedro (M.T.N. 729) llegando al puerto de la Carmonita y Aljucen
(M.T.N. 752) donde tiene uno de los puntos de contacto con la enco-
mienda de Montánchez; sigue al oeste hasta el Puerto de Loraina
(M.T.N. 751) en las proximidades de Puebla de Obando y baja hacia Al-
guijuela (actual Torremayor M.T.N. 776 y 777) desde allí siguiendo el
margen derecho del Guadiana llega al río Entrín Verde (M.T.N. 776 al
este de Talavera la Real) para bajando el curso de este río (M.T.N. 802 y
828) llegar a la Atalaya límite sur (M.T.N. 854) desde allí sube en cuña
hasta Zafra y los Santos de Maimona (M.T.N. 854) donde limita con la
249
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs. 213-215 nº 42.
250
vid. RADES, Chronica, fol. 21 v.
251
Vid. Rades, supra, fol. 27v-28r. y Lomax, La Orden, ob. cit. pág. 288. Algunos autores de-
fienden la conquista de Mérida en 1230, vid. M. Garrido, Arquitectura, p. 15 citando diferen-
tes trabajos, entre ellos el Apuntamiento, fol 5 v, donde únicamente aparece la donación de
1229 al Arzobispo de Santiago y sin más evidencia documental.
252
Pub. J.L. González, Alfonso IX, págs. 698-700 y Corraliza, "Geografía Extremeña", R.E.E.,
t. III, pág. 95.
253
Un ejemplo de esta buena sintonía es el documento fechado en 1235, Julio, 20 donde Ber-
nardo, obispo de Santiago, recuerda que según los pactos establecidos con la Orden sobre la
Ciudad de Mérida, ningún obispo puede establecer entredicho sobre la Orden. Pub. Bullarium,
pág. 108.
254
Pub. Apuntamiento, fol. 7r-v. Este acuerdo además es ratificado por el cabildo compostela-
no en 1234, Abril, 14 solicitándose la confirmación a Gregorio IX y consiguiendo esta de
Inocencio IV (1245, Septiembre, 4, Lyon), Pub. Bullarium, pág. 141, nº 6.
255
1231, Mayo, 10, Burgos Pub. J. González, Fernando III, vol II, págs. 380-381, nº 330. Este
documento es confirmado por Inocencio IV 1235, septiembre, 5 Lyon Pub. A. Quintana, Ino-
cencio IV, págs. 210-211, nº 184 y por Alfonso X, 1254, Abril, 6, Toledo vid. A.H.N., Uclés,
carp. 211, nº 14.
256
Pub. J. González, Fernando III, vol. III, pág. 39, nº 528.
257
Pub. Bullarium, págs. 106-107, nº4
258
vid. D.W. Lomax, La Orden, pág. 125. Este conjunto de fueros da lugar a la llamada fami-
lia de los fueros de Coria, Cima-Coa, elenco foral que fue estudiado por Martínez Díez, G.,
“Los Fueros de la familia de Coria Cima-Coa”, en Revista Portuguesa de Historia, tomo XIII
(1971), págs. 343-373.
259
Pub. A. Floriano, Doc. historia del A. Municipal de Cáceres, págs. 7-9.
265
La vicaría de Mérida, dependía del priorato de San Marcos de León, tenía autoridad sobre
Montánchez y Fuente del Maestre y sus respectivas vicarías, vid. V. Navarro, Historia de Mé-
rida, pág. 97. Esta jurisdicción del vicario de Mérida, queda confirmada en el documento de
1327, de una donación en esta calle de Mérida, vid. 1327, Diciembre, 18, A.H.N, Uclés, carp.
199, nº 2.
266
1261, Julio, 6, Sábado, Sevilla, A.H.N., Uclés, carp. 198, vol. I 1ª, nº 14.
267
Este documento aparece en la carpeta consignada como Vicaría de Mérida, 1327, Diciem-
bre, 18, A.H.N., Uclés, carp. 199, nº 2; la viña donada incluye: tierra calva, dos cubas, tres ti-
najas, un almadras, cuatro cabezales y dos alfamares. Las casas de Santa Eulalia, son entrega-
das a Doña María en prestimonio vitalicio. Sobre esta vicaría encontramos otro documento en
1335, Octubre, 20, por el que se envía una comisión rogatoria de la penitenciaria de Roma pa-
ra absolver al vicario de Santa Eulalia por no haber auxiliado a un reo condenado a muerte,
A.H.N., Uclés, carp. 199, nº 3.
268
1348, Marzo, 23, Cabeza Mesada (aldea de Velez), A.H.N., Uclés, carp. 198, vol. I, 1ª nº
18.
272
Rades, Chronica, fol. 30v. En este mismo año se celebra otro en León con fecha 1 de No-
viembre vid. D.W. Lomax, La Orden, pág. 288.
273
Apuntamiento, fol. 35 r. Lomax vid. nota 35, sitúa otro en León este mismo año con fecha
7 de Noviembre.
274
Apuntamiento, fol. 35 v.
275
El día 18 esta documentado en A.H.N., Uclés, carp. 411, nº 17 , el nº 16 de esta carpeta
confirma que el capítulo se sigue celebrando el día 20 que es el que recoge Lomax vid. nota
35 y el día 22 debía seguir celebrándose por que ese día se dio fuero a Montiel vid Apunta-
miento, fol. 42 v.
276
Vid. Lomax, nota. 35.
277
El día 12 queda confirmado en el doc. A.H.N., Uclés, carp. 411, nº 23 y el día 26 Pub. E.
Saez, Los fueros, págs. 200-201, nº 14. El día 3 de Abril de 1274, el maestre y los doce co-
mendadores seguían reunidos en capítulo, cuando el concejo sevillano renuncia a sus derechos
sobre Montemolín y Reina y concluye ese mismo día por que el 4 el maestre está en Sevilla
(A.H.N., Uclés, carp. 70, nº 7 y A.H.N., Uclés, carp. 213, nº 5 y 6)
278
Pub. Bullarium, págs. 260-264.
279
Un privilegio a la encomienda de Museros se concede en este capítulo vid. A.H.N., Uclés,
carp. 221, nº 2.
280
M. Rivera, La Encomienda, págs. 462-463, nº 242.
281
A.H.N., Uclés, carp. 261, nº 10.
Feria:
Este lugar fue comprado por el maestre de la Orden Diego Mu-
ñiz, a don Juan Rodríguez de la Rocha, el 24 de Abril de 1312 por
100.000,- maravedies y algunas propiedades de la Orden que éste recibe
en prestimonio vitalicio por dos generaciones , en esta compra se esta-
blece que la compra conlleva la adquisición del castillo y puebla de Fe-
ria que se delimita287.
282
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 464-466, nº 245. El documento confirmado se fe-
cha 1328, Mayo, 19.
283
Aparece en el Capítulo General reunido en Zamora, por el que se da fuero a Montánchez.
Pub. D.W. Lomax, La Orden, págs. 254-255, nº 22.
284
Pub. Torres y Tapia, Crónica de la Orden de Alcántara. tomo I, pág. 297.
285
Rades, Chronica, fol. 40 r. En 1320 tenemos a Gonzalo Ruiz como comendador de Mérida
y de Alcuescar, lugar este último que originariamente pertenecía al término de Montánchez.
Vid. A. Floriano, Doc. Histórica del Archivo Municipal de Cáceres,págs. 66-68, nº 35.
286
Rades, Chronica, fol. 42 v.
287
Bullarium, págs. 266-267.
Zafra:
Este lugar fue entregado, junto con los Santos (Santos de Mai-
mona), Solana (Solana de los Barros), la aldea de los Caballeros, las ca-
sas que fueron de Pedro Miznal, la Pijotilla y las casas de Pedro Fer-
nández y Doña Gela la Aldea de Carazo, a Pedro Muñiz, maestre de la
Orden de Santiago, el 29 de Marzo de 1282. Resolviendo con ello un
pleito planteado entre la Orden y el Concejo de Badajoz291. Zafra tam-
bién perteneció al condado de Feria292.
En cuanto al resto de lugares citados en los documentos de 1282
y de fundación santiaguista , hemos localizado la Pijotilla que es un lu-
gar muy próximo a Solana de los Barros que es otro lugar al que alude
el documento (M.T.N. 802, actualmente arroyo de la Pijotilla).
Solana, este lugar fue recuperado en 1282, por la Orden. En 1284,
el concejo de Badajoz, se queja al cabildo catedralicio de que los caballe-
ros de Santiago, traspasando el término de Mérida, han levantado al-
deas en las orillas de los ríos Guadajira y Guadiana, siendo alguna de
288
Vid. Mazo Romero, F. El Condado de Feria (1394-1505), contribución al estudio del pro-
ceso señorializador en Extremadura durante la Edad Media, Badajoz, 1980, pág. 342. Sobre
la relación de los Suarez de Figueroa con el señorío de Feria, vid. F, Mazo Romero, "Los Suá-
rez de Figueroa y el señoría de Feria", Historia, Instituciones y Documentos, I (1974), págs.
111-184.
289
Lorenzo Suarez de Figueroa fue maestre de la Orden de Santiago (1387-1409), Juan Sola-
no, Historia eclesiástica de la ciudad de Badajoz, pág. 68, habla de él como el progenitor de
la casa de Feria, lo cierto es que su hijo Gómez Suarez de Figueroa, "sucedió en el mayora-
dgo" de Feria y Zafra a su padre, vid, Rades, Chronica, fol. 55 r.
290
Para los problemas vid. Daniel Rodríguez, La Orden en Extremadura, pág. 65 y para los
acuerdos de vecindad, M. Garrido, Arquitectura, págs. 18 y 19.
291
A.H.N., Uclés, carp. 372, nº 3. Con anterioridad a esta resolución y concretamente el 10 de
Junio de este mismo año, el concejo de Badajoz, se queja, ante el rey de que la Orden de San-
tiago había traspasado los límites de Mérida, fundado aldeas a las orillas del Guadajira y Gua-
diana, que son zonas del concejo y obispo de Badajoz, estas aldeas son Carazo (aldea de los
caballeros), Guadajira y Solana, vid. V. Navarro del Castillo, Historia de Mérida, pág. 41.
292
Vid. Bullarium, págs. 266-267.
Encomienda de Montánchez
Se trata sin ninguna duda de otra significativa e importante en-
comienda en Extremadura, es la única encomienda que tuvo su ubica-
ción histórica en la actual provincia de Cáceres. Su privilegiada situa-
293
Vicente Navarro del Castillo, Historia de Mérida y pueblos de su comarca, Cáceres, 1974,
pág. 41.
294
Juan de Solano, Historia Eclesiástica ...Badajoz, pág. 68.
295
Basten como ejemplo los datos aportados por M. Garrido Santiago, Arquitectura, pág. 28.
por ejemplo la encomienda contaba en 1498 con 650 vecinos más que en 1929 donde tenía
500, vid. Juan Solano, Historia eclesiástica ... de Badajoz, p.110. En 1752, según el catastro
del Marques de la Ensenada existían 996 vecinos y 66 miembros del clero secular.
296
Madoz, vol. XIII, pág. 853.
297
A.H.N., Uclés, carp. 310, nº 1.
298
vid. Manuel Garrido Santiago, Arquitectura Militar de la Orden de Santiago en Extrema-
dura, Badajoz, 1989, pág. 226.
299
J.L. Martín, Orígenes, pág. 402, nº 224.
300
D.W. Lomax, La Orden, pág. 10.
301
J. González, Alfonso IX, tomo II, págs. 693-695, nº 597.
302
J.González, Alfonso IX, tomo II, págs. 717-719, nº 620.
303
Vid. Publio Hurtado, Castillos, Torres.... en Cáceres, pág. 70. Este dato queda confirmado
mucho tiempo después en 1338 cuando se acusa a Vasco López, antimaestre, de robar los te-
soros y ganados que otros maestres y comendadores habían guardado en Montánchez. Vid.
Rades, Chronica, fol. 42v y 43r.
304
En 1230, el comendador de Montánchez ya aparece como comendador mayor de Castilla.
Es necesario recordar que la Orden esperó y estuvo pendiente entre 1223-1229 (Encomienda
Mayor en Atalaya) de la concesión de Cáceres, para instalar allí la encomienda mayor. Vid.
A.H.N., Códices, 314 B, fol. 89 v.
305
Apuntamiento, fol. 7r-v. y vid. D.W. Lomax, La Orden, pág. 288.
306
J. González, Fernando III, vol. III, págs. 41-42, nº 529.
ha de buscarse en su entorno más inmediato. Esta encomienda limita en primer lugar con Mé-
rida, luego con un potentísimo concejo de realengo como Cáceres y también con los realengos
de Medellin y Trujillo. Esto implicaría una posición que impidió el desarrollo de su término.
312
D.W. Lomax, La Orden, págs. 262-263.
313
J. González, Fernando III, vol. III, pág. 210, nº 668
314
Pub. M. Nieto, Corpus, vol. I. págs. 179-183, nº 363.
315
A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 7. La exención se realiza porque Juan López, había trabajado
para la Orden en la edificación del castillo de Benameji y en Lucena -lugares santiaguistas-.
Se establece que si vuelve de la expedición de Gibraltar tendría que trabajar en la torre de
Guadalcázar. Torre que puede implicar la existencia de una explotación agropecuaria en la
zona.
316
1334, Febrero, 10, Sevilla, A.H.N., Uclés, carp. 92, nº8. documento que es confirmado por
Juan I en 1381, Febrero,9 Medina del Campo. A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 9.
317
Pub. J.L. Novo, Vilar, págs. 218-219, nº 20/ Agurleta, Vida, ap. 165, pág. 78 (lo fecha en
1244).
318
Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, págs. 332-333.
319
A.H.N., Uclés, carp. 211, nº 11; comenta el acuerdo de forma muy parcial D.W. Lomax, La
Orden, pág. 126 y Apuntamiento, fol. 35.
320
Villavieja del Tamuja es identificado junto Botija, en la parte alta de esta en un sitio de-
nominado el Cerruco, por Publio Hurtado, Torres y casas fuertes... de Cáceres, pág. 103.
(M.T.N. 705).
321
Vid. A.H.N., Uclés, carp. 211, nº 13.
322
Pub. A. Floriano, Doc. Histórica del A.M. Cáceres, págs. 66-68, nº 35.
323
Montánchez incluye en su término el castillo de Albalá actual Albalá del Caudillo (M.T.N.
730) que según Madoz es un lugar con abundante agua (45 fuentes) donde se produce trigo y
cebada con abundante bellota de encina y donde existen gran número de piaras. Vid. Madoz,
tomo I, pág. 287.
324
J. González, Fernando III, tomo III, pág. 314, nº 750.
325
Vid. A. Quintana, Inocencio IV, págs. 201-202, nº 178/ A.H.N., Uclés, carp. 211, nº 14 que
incluye la confirmación de Alfonso X de los documentos de Alfonso IX, 1230, Agosto, 1 y
Fernando III, 1234, Julio, 25 sobre Montánchez.
326
vid. D.W. Lomax, La Orden, pág. 288 y A.H.N., Sellos, carp. 63, nº 5.
327
Rades, Chronica, fol. 34 v y 37 r. respectivamente.
328
Rades, Chonica, fol. 38 v, 40 r y 40 v. respectivamente. Esta encomienda debió alcanzar
gran importancia ya que en 1320, contaba con un subcomendador llamado Pedro Añes vid.
supra nota 71.
329
Rades, Chonica, fol. 36r.
Encomienda de Montemolín
Este lugar formó parte junto a Fuente de Cantos, Calzadilla,
Monesterio y Bienvenida de la comunidad conocida como "Cinco villas
hermanas" que explotaron en común, entre otras, las dehesas de Calilla,
Las Torres, Arroyo del Moro, Sange y Valdelagrulla. Su valor estratégi-
co radica en que defendía los accesos a Sierra Morena y con ello el paso
hacía Córdoba y Sevilla333.
El origen de la encomienda es la donación de Fernando III en
1248, dos años después de su conquista. Se le entregó a la Orden de
Santiago junto con la alquería de Besnaget y a cambio de la posesión
santiaguista de Cantillana334.El documento de donación incluye los
términos de Montemolín. Su límite occidental se sitúa sobre el arroyo
de los Hinojales (M.T.N. 917 y 918) al sur de Cumbres Mayores - este
primer mojón sitúa dentro del término de Montemolín a futuras e im-
portantes encomiendas santiaguistas Segura de León, Calera de León,
Monesterio, Santa María de Tentudia, Arroyomolinos de León y Fuen-
tes de León - sigue luego hacia el este para establecer su mojón sur el
nacimiento del río Cala (Huelva) en el repliegue de los actuales Cerro
Gallego y Valdelamadera muy cerca de Arroyomolinos de León
(M.T.N. 897). De aquí baja hasta el castillo de Cala, hoy en ruinas, para
seguir descendiendo buscando su vértice sur en la Madroñera junto a la
330
Vid. Rades, Chonica, fols. 42v y 43 r.
331
Rades, Chronica, fol. 45 r.
332
Rades, Chronica, fol. 53 v.
333
M. Garrido, Arquitectura, pág. 238-239.
334
Existe cierta confusión con el documento de donación ya que Julio González al datar la
donación la sitúa el 28 de Mayo, donde sí cita la alquería de Besnaget, pero cita un documento
anterior de 20 de Mayo donde junto con Montemolin se incluyen Moguer y la alquería de
Niebla; vid. Fernando III, vol. III, págs. 329 a 333, nº 762 y 763. El error está en que Julio
González cita el documento de 20 de Mayo siguiendo la confirmación de Alfonso X (A.H.N.,
Uclés, carp. 213, nº 3 de fecha 12 de Junio de 1253), donde sí se citan estos dos lugares onu-
benses. Ahora bien el documento de donación (A.H.N., Uclés, carp. 213, nº1 y un copia sin
testificar en nº 2) se datan el 20 de mayo de 1248, y solamente incluyen la alquería de Besna-
get.
actual Santa Olalla de Cala (Huelva, M.T.N. 919) para seguir por la zona
oriental hasta los límites de Reina, situados cerca del Benalija y Cazalla
de la Sierra sobre la actual sierra de la Grana (M.T.N. 919) -dejando fue-
ra de su término Puebla del Maestre que pertenece a Alange335.
En la zona más occidental de la encomienda de Montemolín esta
limita con la Orden del Temple donde el Bodión vierte sus aguas al Ar-
dilla336, este lugar situado al norte de Valencia de Ventoso, está en las
estribaciones orientales de la Sierra del Guijo que es donde se produce
esta unión (M.T.N. 875), este mojón supone que Valencia del Venton-
so337, queda dentro de los límites santiaguistas y por supuesto Calzadi-
lla de los Barros, Fuente de Cantos y Bienvenida338.
Uno de los límites norte es en la Atalaya del Naharro al sudoeste
de Zafra -límite sur de Mérida- luego sigue para buscar la Sierra de los
Santos (M.T.N. 854) -incluyendo en su término la Puebla de Sancho Pé-
335
La aldea de Villagonzalo, luego Puebla del Maestre se fundó en la dehesa de Santibánez,
vid. V. Navarro del Castillo, Historia de Mérida y Pueblos de su Comarca, tomo II, Cáceres,
1974, pág. 45.
336
Apuntamiento, fol. 37r.
337
Sobre este lugar es preciso realizar algunas matizaciones. El límite que cita el documento
es la unión del Bodión con el Ardila y esta se produce al norte de Valencia de Ventoso, sin
embargo, contamos con evidencias documentales que sitúan este lugar como propiedad tem-
plaria. El 23 de Junio de 1271 en la Baylia de Jérez, García Fernández, maestre del Temple,
amojona los términos de la villa de Valencia de Ventoso (A.H.N., Uclés, carp. 355, nº 1). Este
lugar permanece en manos de la Orden hasta 1312, cuando Fernando IV lo dona a Gonzalo
Gómez de Calzelas con excepción de los derechos sobre minas de oro y otros metales que si
poseían los templarios (nº 2, 1312, Mayo, 24, Real de Alba de Tórmes). Este se lo entrega a
su hijo Gómez González de Calzelas con determinas condiciones ( nº 3, 1327, Toledo y nº 4
1332, Julio, 5). En 1346 Gómez González lo dona a la Orden de Santiago, citándolo como el
lugar del Ventoso junto a Segura de León, Medina de las Torres ( que se dicen son de Santia-
go) y Fregenal (que es del término de Sevilla), con todos sus vasallos, rentas y demás bienes
por haber recibido el hábito de Santiago y el castillo y la Encomienda de Ricote y Peñas de
Ojos y 4500 maravedíes (nº 5 1346, Mayo, 6, Córdoba y una copia con fecha 17 de Enero de
1349 en nº 6).
338
Las encomiendas de Bienvenida y Fuente de Cantos (Fuente del Maestre) tienen su desa-
rrollo en el siglo XV con numerosos pleitos sobre dehesas entre ellas y con Usagre. vid.
A.H.N., Uclés, carp. 73 (Bienvenida), carp. 125 (Fuente del Maestre) y Daniel Rodríguez
Blanco, La Orden en Extremadura, págs. 60 y 61 y Apuntamiento, fol. 65 y 69. Sobre Calza-
dilla sabemos que en 1327 era una aldea que pertenecía a la encomienda que la Orden tenía en
Sevilla, ya que su comendador Pedro Rodríguez la dona a Vasco Rodríguez, maestre de San-
tiago, con sus mejoras y cinco yuntas de bueyes, cien ovejas y veinte puercos de "zahurda".
Esta heredad la había recibido en prestimonio vitalicio este comendador en remuneración de
sus servicios, A.H.N., Uclés, carp. 80, nº 1 (1327, Noviembre, 1, Sevilla).
339
El desarrollo histórico e individualizado de estos lugares tuvo lugar en el siglo XV, cuando
son constantes los pleitos por dehesas entre ellos, vid. Apuntamiento, fol. 69, límites entre
Usagre y la Puebla de Sancho Pérez.
340
A.H.N., Uclés, carp. 372, nº 1.
341
A.H.N., Uclés, carp. 70, nº 7.
342
A.H.N., Uclés, carp. 213, nº 5 y 6.
343
Rades, Chronica, fol. 35 v.
344
M. González, Diplomatario, págs. 528-529, nº 501.
345
En esta fecha comprobamos que la Encomienda Mayor esta situada en Montemolin, sin
duda respondiendo a necesidades de la actividad militar en la frontera. Montemolin aparece
como encomienda mayor hasta 1348; concretamente en 1294, aparece como comendador y
trece D. Garci Gómez de Manzanedo (Rades, Chronica, fol. 37r) aunque no se dice que sea
comendador mayor. En 1310, Fernan Rodríguez, es comendador mayor de Montemolin y de
León, siendo su subcomendador Pedro González (Bullarium, págs. 260-264), en 1314, Mayo,
28, Santiago de Cacen, aparece como comendador de mayor en León, Pedro González, co-
mendador de Montemolin (Bullarium, pág. 268) y en 1318 aparecen dos comendadores de
Montemolin Fernan Díaz de Vera y Martín Sánchez de Velasco, hecho que nos induce a pen-
sar que todavía Montemolín es encomienda Mayor (Rades, Chronica, fol. 40 r.). Continúa
siendo en 1319, estando como titular Alfonso Yañez, Alfonso de Saavedra lo es en 1320,
existe constancia en 1341 y es comendador mayor entre 1345 y 1348 Fernán Rodríguez,
A.H.N, Códices, 314 B, fol. 97v.
346
Horacio Mota, "La Orden de Santiago en tierras de Extremadura", R.E.E., 1962, págs. 5 -
76. vid. págs. 25-26.
347
Rades, Chronica, 42 v y 45r respectivamente.
348
Rades, Chronica, fol. 30 v.
349
Sirva como ejemplo que en 1494, contaba con 730 vecinos y con 800 en 1498, vid. Daniel
Rodríguez Blanco, La Orden en Extremadura, pág. 97.
Encomienda de Reina
Se encuentra muy próxima a Llerena, que será quien sustituye
en importancia a la Encomienda matriz del siglo XIII. Está situada en la
ladera de una montaña, a la que se adapta el actual municipio, y a una
altitud de 825 mts. se alza su impresionante alcazaba. Al igual que
Montemolín y Montánchez se trata de un lugar habitado desde época
romana y donde los musulmanes contaron con un gran baluarte defen-
sivo. Se trata además de un punto de control en la vía que conduce a
Sevilla353.
Se trata junto con las tres anteriores encomiendas, de las más
importantes y significativas de la Orden en Extremadura y llama la
atención la escasez documental sobre este lugar. Máxime cuando en-
globó en su término a lugares tan importantes como Llerena, Azuaga,
Usagre que fueron encomiendas fundamentales en el señorío santia-
guista en Extremadura.
Existen diferentes opiniones sobre su incorporación al abadengo
santiaguista. Lo cierto es que la Orden debía tener interés en este lugar
ya en 1240, cuando se produce el primer acuerdo de límites con la Or-
den de Alcántara354. En este acuerdo se limita los términos de Horna-
chos y Magacela por una parte y los de Reina y Benquerencia (actual
Benquerencia de la Serena).
Esta limitación, que en esencia es entre las posesiones de Santia-
go y la Orden de Alcántara, tiene una referencia clave en el curso del río
350
A.H.N., Uclés, carp. 180, nº 1 (Se data en Toledo) y el 19 de Mayo de este mismo año,
existe una confirmación notarial de los testigos que asisten a este pleito (A.H.N., Uclés, carp.
180, nº 1 (se encuentra en la parte inferior y en otra tinta).
El documento establece el procurador de la Orden en el pleito que será Alfonso Fernández,
comendador de Extremera (este documento que se incluye se fecha el 26 de Enero).
351
A.H.N., Uclés, carp. 180, nº 2. Se establece que se le restituye en la Encomienda, por ha-
bérsela quitado de forma ilegal y contra el mandato del capítulo y los trece.
352
Rades, Chronica, 53 v.
353
Vid. M. Garrido, Arquitectura, págs. 262-265.
354
Torres y Tapia, Crónica de la Orden de Alcántara, tomo I, p. 297.
355
M. Terrón, Historia de la Baja Extremadura, ob. cit. pág. 449 y 457.
356
Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, págs. 332-333.
357
Apuntamiento, fol. 9v-10r. En este documento se citan los límites y donación de Reina y
no la promesa de Fernando III de entregar Reina a la Orden que recoge este autor en una con-
firmación por otra parte de Alfonso X, vid. J. González, Fernando III, tomo III, págs. 305-
306, nº 739. Por otra parte parecen más fiables los datos de Chaves, ya que en su momento, el
pudo consultar el documento original, hoy la carpeta 291, del A.H.N., Uclés, correspondiente
a Reina no conserva ningún documento sobre la misma.
358
J.V. Corraliza, "La geografía extremeña", Revista del Centro de Estudios Extremeños,
1931, tomo V, 295-302. Este dato en principio no tiene apoyo sobre el archivo del que se ha
obtenido el documento y por tanto es dudosa su fiabilidad.
359
M. Terrón, Historia de la Baja Extremadura, pág. 460, cita crónicas musulmanas.
360
Vid. M. González, Diplomatario, pág. 572, nº 539.
Azuaga
Este lugar junto con la Granja de Torremocha, fueron significa-
tivas encomiendas en el siglo XIV365, pero sobre todo en el siglo XV366.
361
A. Muñoz Torrado, La iglesia de Sevilla en el siglo XIII, Sevilla, 1914, pág. 28.
362
Ibid. págs. 27-28.
363
Sobre la donación vid. con todas las salvedades comentadas en su momento, J. González,
Fernando III, págs. 329-330, nº 762. Sobre el arcedianato de Niebla, perteneciente a la sede
sevillana, A. Muñoz Tornado, ob. cit., págs. 38 y ss.
364
Barrero, Textos de derecho, pág. 288 y 373. El fuero a Reina fue concedió por Gonzalo
Ruiz (1275-1277) y ratificado por Pedro Núñez (1277-1286). Estas referencias aparecen cla-
ramente en el mss. 696, de la Biblioteca de Palacio, fols. 342-347v. En esta concesión a Lle-
rena se alude a las cartas que tienen en Reina concedidas por estos maestres.
365
Gonzalo Rodríguez de Cornado recibe este lugar en 1331, Mayo, 10, Pub. M. Garrido, Do-
cumentos, págs. 31 y 32. Debemos suponer que su mujer murió entre esta fecha y 1338, ya
que, en esa fecha aparece en la elección del maestre sucesor de su hermano y se dice que fue
comendador de Azuaga y comendador mayor de León, vid. Rades, Chronica, fol. 42r y 42v.
Desconocemos que lectura hace de la Chronica, Daniel Rodríguez Blanco para afirmar que la
encomienda mayor es en 1324, vid. La Orden en Extremadura, pág. 127 y sobre todo nota 86,
aunque ciertamente la consulta del documento citado no corrobora esta afirmación (A.H.N.
Códices, 314 B).
366
Vid. M. Garrido, Arquitectura, pág. 129.
367
M. Garrido, Arquitectura, pág. 128.
368
Rades, Chronica, fol. 30v.
369
Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, tomo I, pág. 297.
370
Para 1274, nos referimos al acuerdo de la Orden con el arzobispado de Sevilla sobre las
iglesias de Montemolin y Reina, A.H.N., Uclés, carp. 213, nº 5. La referencia de 1295, es la
donación vitalicia a Fernán Meléndez y a su mujer Sancha González, hija de Gonzalo Ibáñez
de Palma, del castillo de Azuaga, con todos sus términos y derechos, a excepción del montaz-
go y el diezmo. Esta donación de Azuaga reportaría a la Orden un significativa donación de
pequeñas parcelas de explotación en Palma, donde recibe unas casas y un molino y el diezmo
de otro, un heredamiento cerca de Ecija, unas casas en la colación de Santa Eleuteria de Cór-
doba y otras pequeñas explotaciones en Córdoba y su término, que bien pudieran ser la base
de la posterior Encomienda de las casas de Córdoba, A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 2.
371
A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 3. Sancho IV mediante este documento autoriza la importante
donación, de los tenentes de Azuaga.
Llerena
Este lugar fue fundado por la Orden de Santiago. Su población
surge en 1241 en torno a Fuente Pellejera. Se trata de una aldea de Reina
que tendrá su expansión al ir acumulando muchos términos de Mon-
temolín (1353) y de Fuente del Arco y Reina a partir de 1383. Fue quizás
la más influyente encomienda santiaguista en León, a lo largo del siglo
XV, gracias al decidido apoyo de D. Fadrique y de D. Alonso de Cárde-
nas que fomentaron el crecimiento de esta villa373.
Sin embargo la evidencia foral documentada en 1295374, condi-
ciona nuestra opinión sobre este lugar. Sin duda al menos desde esta fe-
cha de 1295, se conforma como una encomienda con un potente conce-
jo, mediatizado aún por la Orden de forma significativa, los alcaldes se-
rán puestos por el concejo y los confirmara el comendador del lugar.
Esta encomienda se constituye claramente se dice que nadie estará ex-
cusado de pagar al comendador mayor o al maestre el yantar.
Esta encomienda se organiza como un ámbito de explotación de
la ganadería extensiva relacionada íntimamente con una explotación
agraria muy significativa. Todos los que labrasen o arasen en la tierra
de Llerena deberán entregar el diezmo. El monte se explota de forma
comunal con el concejo, disponiéndose que la Orden y el concejo nom-
bres sendos montaraces para su protección. El labrar con bueyes dará el
derecho en Llerena a disponer de horno y en cuanto a los grupos más
desfavorecidos se añade la responsabilidad de los mancebos en los de-
litos que cometa de los que no tendrá que responder su amo.
Se trata de un fuero corto que remite al de Reina en muchos as-
pectos y que se haya en la órbita del fuero de Usagre, auténtica base fo-
372
Rades, Chronica, fol. 55r.
373
Vid. Daniel Rodríguez Blanco, La Orden en Extremadura, págs. 60 y 61.
374
Vid. Biblioteca de Palacio, mss. 696, fols. 342r-347v.
Guadalcanal
Este lugar actualmente en la provincia de Córdoba, nos permite
comprobar de forma clara las ramificaciones andaluzas de las enco-
miendas santiaguistas en Extremadura. A su vez al ser un punto extre-
mo de la presencia de la Orden en esta zona, nos permite valorar el in-
gente señorío de la Orden en el antiguo reino leonés.
Rades sitúa su conquista en 1241; en 1271 tenemos la primera re-
ferencia a Guadalcanal. El 9 de Marzo, Doña María Fernández, da
cuantos bienes tiene en Carmona, Jaén y Galicia, a cambio de los 30.000
maravedís que se le entregaron para pagar las deudas de su marido,
fundar dos capellanías y por haber recibido en usufructo lo que la Or-
den tenía en Guadalcanal377. En 1295, se recibe cerca de Guadalcanal la
mitad de una heredad y la mitad de una dehesa378.
Su constitución como encomienda debió producirse en el último
lustro del siglo, ya que, en 1307, su comendador Arias Gómez, aparece
como comendador Mayor379, quien en 1310, aparece como miembro de
los Trece en León380. Esto implica la plena confirmación de esta enco-
mienda en el contexto interno de la Orden, por lo que debemos situar
su creación y separación de Reina a finales del siglo XIII.
El 19 de Enero de 1313, D. Arias Gómez, comendador de Segura
-puede tratarse de Segura de León, pero no tenemos certeza- se com-
375
Vid. Ibid, fols. 345v-346v.
376
Vid. Ibid, fols. 347r-347v, 1339, Marzo, 6, Mérida confirmación de Alfonso Méndez y fol.
347v. confirmación de don Fadrique de la carta del anterior maestre. Todo esta documenta-
ción incluida el fuero se haya inserta en una copia del 30 de Octubre de 1787, dentro de los
autos seguidos por el escribano público de Llerena para el nombramiento de sacristanes en la
iglesia de Santa María.
377
A.H.N, Uclés, carp. 313, nº 16.
378
A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 2
379
A.H.N., Códices, 314 B, fol. 97v.
380
Bullarium, pág. 260-264.
Usagre
Estamos ante uno de los lugares más paradójicos de que la Or-
den dispuso en Extremadura, este lugar del que contamos con tan solo
dos referencias documentales. Su fuero recogido posteriormente en el
códice 915 B382 y la cesión de esta encomienda en 1338, Marzo, 3 Gua-
dalcanal, a Esteban Nuñez Currichao y Sancha Alfonso su mujer, veci-
nos de Sevilla. Estos reciben la encomienda de Vasco Rodríguez, maes-
tre de la Orden y Mayordomo mayor del infante D. Pedro, en presti-
monio vitalicio con todos sus derechos y pertenencias, obligándose Es-
teban Nuñez, a devolverla a su muerte libre y sin cargas a la Orden con
la condición de que ésta dé anualmente a Doña Sancha, si le sobrevive,
dos mil maravedíes para su mantenimiento383.
Estas noticias delatan la articulación de una encomienda en una
fecha imprecisa, pero hay mucho más. Su fuero constituye una auténti-
ca clave para entender los procesos de vertebración social y productiva
en la zona, con un organización concejil francamente muy compleja:
que incluye control espacial (el art. 201, dispone que el concejo controla
el ejido), dotación de alcaldes de hermandad (art. 251,252, 260) y con
una actividad productiva muy diversificada que incluye gran cantidad
de oficios artesanales. Por supuesto una gran presencia de la agricultura
y la ganadería (los artículos dedicados a los pastores son muchos y di-
versos, entre otros 434, 435, 472 y 510), y donde aparece la rafala (art.
486, 487, 491, 500, 503 y 509), acción militar consistente en expediciones
para obtener ganado. También es muy significativa la actividad relacio-
381
A.H.N., Uclés, carp. 132, nº 1.
382
Su fuero aparece referenciado en A.H.N., Uclés, carp. 353, nº 1, aunque ciertamente su
consulta ha de verificarse en el códice 915 B, sign. 1314.
383
Vid. A.H.N., Uclés, carp. 353, nº 2.
Encomienda de Alange
Su suelo es de gran intensidad productiva para la agricultura.
Por sus componentes geológicos y tipos de producción podría englo-
barse en la comarca de Tierra de Barros.
Su emplazamiento es el típico castillo roquero, sobre el río Ma-
tachel - que le da cobertura defensiva- en lo alto de un cerro con 485
metros, sobre el nivel del mar. Sus paredes abruptas de corte vertical,
son otro importante elemento de defensa. Es muy significativa su dis-
tancia a Mérida - 15 kilómetros- y desde esta fortaleza se divisan las de
Hornachos y Montemolín. Es evidente su importancia en la historia de
la Baja Extremadura y en los dominios santiaguistas384.
La antigüedad de su poblamiento debemos situarla en un anti-
guo poblado ibérico, y son famosas sus termas que aún se utilizan. Su
nombre deriva del árabe Hisn Alhanx -castillo de la culebra-, tuvo gran
relevancia durante la época islámica y su paso a manos cristianas se si-
túa entre 1234 y 1235, según los diferentes autores385.
384
Vid. M. Garrido, Arquitectura, pág. 115.
385
Un resumen de estas opiniones en M. Garrido, Arquitectura, pág. 116.
386
Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, tomo I, pág. 297.
387
Daniel Rodríguez, La Orden en Extremadura, pág. 127.
388
J. González, Fernando III, págs. 272-274, nº 715.
389
D.W. Lomax, La Orden, pág. 12.
390
Pub. J. González, Alfonso IX, págs. 698-700, nº 600.
391
Citó textualmente, a mi querido y estimado prof. Lomax, "En el sudoeste y en el Campo de
Montiel, los freires sostuvieron contra el Islam, una guerra privada que estableció a la Orden
en posiciones estratégicas y en señoríos importantes", La Orden, pág. 13.
392
A. Quintana, Inocencio IV, págs. 232-233, nº 201; A.H.N., Uclés, carp. 211, nº 14.
393
M. Rivera, La Encomienda, págs. 420-423, nº 213 y 214.
394
Rades, Chronica, fols. 40r y 41v, respectivamente. En principio es bastante curioso el dato
de que en 1318, Alange aparezca como encomienda mayor. Tenemos certeza de que lo fue
desde 1261 hasta al menos 1279, pero en 1307, aparece como encomienda mayor Guadalcanal
y de 1310 a 1348, Montemolin, A.H.N., Códices, 314 B, fol. 97r-v.
395
Vicente Navarro del Castillo, Historia de Mérida, págs. 40-45.
396
M. Garrido, Arquitectura, pág. 257.
Encomienda de Oliva
Esta aldea estuvo dentro del término inicial de la Encomienda
de Alange. Convirtiéndose en encomienda independiente a comienzos
del siglo XIV. Nuestra primera referencia documental, alude a esta en-
comienda como una entidad plenamente organizada, donde la Orden,
tiene rentas, derechos y cobra el diezmo. Su estructuración social es
evidente al excluir el maestre de la donación la fonsadera y los servicios
que allí tiene el maestre - es muy probable que perteneciera a la mesa
maestral de Mérida, en este momento-. Este documento se fecha en Ca-
beza Mesada (aldea de Velez) el 23 de Marzo de 1348, y por él, Gomez
Payez, recibe el hábito santiaguista y la encomienda de Oliva, con todas
sus rentas y derechos, a cambio de la donación efectuada por este a la
Orden de la casa de Annaya en Mérida397.
Encomienda de Hornachos
Este importante castillo y encomienda, se sitúan en la falda po-
niente de la Sierra de Hornachos o Sierra Grande, que separa la Serena
(Orden de Alcántara) de Tierra de Barros (Orden de Santiago). Su em-
plazamiento se encuentra en una cresta de Sierra desde la que se divi-
san Mérida, Zafra y Feria.
Históricamente sirvió de separación entre jurisdicciones, prime-
ro separó los reinos moros de Badajoz y Toledo, y más tarde sirvió de
separación entre la Orden de Santiago y la de Alcántara.
Está asentada en un cruce de caminos que secularmente han
atravesado la región de norte a sur y de este a oeste, siendo de especial
significación en la Edad Media, la ruta que unía Córdoba con Mérida
por Hornachos398.
El origen de la encomienda es la donación de Fernando III, fe-
chada en Toledo, el 22 de Abril de 1235. Esta donación incluía los anti-
guos términos musulmanes de Hornachos399.
En 1240, en la reiterada partición de términos con la Orden de
Alcántara, y muy concretamente con el priorato de Magacela, aparece el
comendador de Hornachos Pedro Pérez. Este acuerdo es reiterado en
1254, como hemos señalado anteriormente400.
397
A.H.N., Uclés, carp. 198, vol. I, nº 18.
398
M. Garrido, Arquitectura, pág. 150.
399
Apuntamiento, fol. 9r y 9v.
400
Pub. Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, tomo I, pág. 297 (1240) y págs. 332-333
(1254). Su comendador en este momento es Pedro Pérez.
401
Sobre la inclusión de diferentes pueblos en la Encomienda vid. Daniel Rodríguez, La Or-
den en Extremadura, pág. 60.
402
Ibid. ob. cit. pág. cit.
403
Pub. A. Quintana, Inocencio IV, págs. 240-241, nº 206. y A.H.N., Uclés, carp. 211, nº 14,
parcialmente C. de Ayala, Alfonso X y la Orden, pág. 18 y nota 29.
404
Rades, Chronica, fol. 40r.
405
Pub. Apuntamiento, 38r.
Encomienda de Trujillo
Trujillo, no es, en sentido estricto, una encomienda santiaguista,
sino que es conocido, su carácter de realengo. No obstante, la Orden
dispuso en el lugar de importantes rentas al menos hasta 1195. No de-
bemos olvidar que en este lugar, se desarrolló, una orden militar local,
que se integró en la Orden de Alcántara. La Orden de Santiago igual-
406
M. Garrido, Arquitectura, pág. 286.
407
Apuntamiento, fol. 38r-v.
408
Daniel Rodríguez, La Orden en Extremadura, pág. 127.
409
Bullarium, págs. 260-264.
410
J.L. Martín, Orígenes, pág. 384-385, nº 203.
411
Pub. J.L. Martín, Orígenes, págs.425 y 426, nº 250.
412
J. González, Alfonso VIII, págs. 139-141, nº 641.
413
Pub. J. González, Alfonso IX, tomo II, págs. 693-695, nº 597.
414
Pub. A. Floriano, Doc. Histórica del A.M. Cáceres, pág. 7-9.
415
Sobre la Comunidad de Trujillo, vid. G. Martínez Diez, Las comunidades de Villa y Tie-
rra, págs. 649-663.
416
Pub. J.L. Martín, Orígenes, pág. 402 nº 224.
Encomienda de Medellín
Esta encomienda tiene su origen en 1188, cuando la Orden, reci-
be de Alfonso VIII, el diezmo de las rentas de Medellín423. Inicialmente,
como en Trujillo, la presencia de Orden en Medellín debe vincularse a
la percepción de una parte de las rentas reales. Al igual que Trujillo es
prometida en Galisteo y aparece vinculada a la hermandad de realengo
con Cáceres en 1229. En esta villa, también se desarrolla a partir de su
conquista en 1234, una comunidad de villa y tierra, fruto de ese domi-
nio realengo424.
417
Pub. J. González, Alfonso VIII, págs. 139-141, nº 641.
418
Sobre esta encomienda vid. el trabajo de E. Rodríguez-Picavea, La formación del feuda-
lismo, págs. 155-156.
419
vid. J. González, Alfonso IX, tomo II págs. 693-695, nº 597 y Floriano, Doc. histórica del
A.M. de Cáceres, págs. 7-9.
420
Publio Hurtado, Castillos y casas fuertes, pág. 104.
421
A. J. Forey, "The Order of Montjoy", Speculum, núm. 46, (1971), págs. 250-266.
422
J. González, Fernando III, tomo II, págs. 160-161.
423
J.L. Martín, Orígenes, págs. 420-421, nº 245.
424
vid. G. Martínez Diez, Las Comunidades de Villa y Tierra, págs. 664-669.
Encomienda de Atalaya
Es un castillo situado entre Coria y Galisteo (M.T.N. 597), que en
opinión de Lomax, fue encomienda mayor entre 1209 y 1230429.
El 20 de Abril de 1209, fue donado a la Orden por Alfonso IX,
para erigir en él, la casa mayor de la Orden en León430. En 1229, el rey lo
tomó para reorganizar desde allí el ataque a Montánchez, en él se data
la confirmación a la catedral compostelana de Mérida431. En un pleito
sobre términos en Salamanca, aparece como comendador de Atalaya
Pedro Pérez en 1220432; en 1241, Agosto, 20 su comendador Juan Fer-
nández, reclama ciertos bienes a la encomienda de Loyo433.
En el capítulo de Montánchez celebrado el 14 de Febrero de
1259, aparece ya vinculado a los fundadores del monasterio de Sancti
Spiritus de Salamanca, Don Martín Alfonso, hijo de Alfonso IX, y su
mujer María Mendez434. En 1274, el maestre Pelay Pérez Correa dona la
425
J. González, Fernando III, tomo III, págs. 65-66, nº 550.
426
D.W. Lomax, La Orden, págs. 254-255, nº 22.
427
J. González, Fernando III, págs. 313-314, nº 749. Este documento fue ratificado en 1304,
Diciembre, por Fernando IV.
428
A.H.N., Uclés, carp. 198, vol. II, nº 4/ A.H.N, Uclés, carp. 211, nº 14.
429
D.W. Lomax, La Orden, pág. 57. Tenemos certeza de que la encomienda Mayor estuvo
situada en Atalaya de 1223 a 1229, siendo su comendador Pedro Pérez, A.H.N, Códices, 314
B, fol. 95r.
430
J. González, Alfonso IX, págs. 336-338, nº 248.
431
J. González, Alfonso IX, págs. 698-700, nº 600.
432
J. González, Alfonso IX, págs. 503-504, nº 389.
433
J. L. Novo, Vilar, págs. 218-219, nº 20.
434
A.H.N., Sellos, carp. 63, nº 5.
Lugares controvertidos
Nos referimos a un grupo de lugares, que si bien, pertenecieron
a la Orden, no estamos en condiciones de asegurar su pertenecía al do-
minio extremeño de la Orden. En unos casos por su situación territorial
y en otros por su vinculación jurisdiccional con otros centros de poder
santiaguistas.
Entre estos lugares están los sevillanos de Benameji, Lucena y
Villanueva del Aliscar; en los dos primeros casos estos castillos cons-
truidos por los santiaguistas, aparecen relacionados con Guadalcázar,
en 1333436. Son conocidos los bienes santiaguistas en la provincia sevi-
llana: Carmona, la propia Sevilla, el cortijo de Silvar de la Torre, pero
entendemos que no existe una relación jurisdiccional con Extremadura.
No obstante, Chaves, relaciona Benameji, Lucena y Villanueva del Alis-
car con las posesiones santiaguistas en Extremadura437.
a) El marco espacial
435
A.H.N., Sancti Spiritus de Salamanca, carp. 411, nº 23. Sobre este monasterio vid. María
Echaniz, Las mujeres de la Orden Militar de Santiago en la Edad Media, Salamanca 1992.
436
A.H.N., Uclés, carp. 92, nº 7 (1333, Junio, 24, El Real de Alcalá de los Gazules).
437
vid. Apuntamiento, fol. 11r-v.
438
Francisco Quirós y Gregorio Planchuelo, El paisaje geográfico, Valle de Alcudia, Campo
de Calatrava y Campo de Montiel, Ed. facsimil, Ciudad Real, 1992, pág. 247.
439
F. Quiros, ob. cit., págs. 248-249.
440
Esta afirmación sin embargo, no es óbice, para que exista una constatación, fruto de la
prospección conjunta con los geógrafos Juan Antonio González y Reyes Ávila, que existe una
identificación geológico-histórica que ellos sugieren, entre la formación de tobas por la preci-
pitación de carbonatos en la época terciaria y la utilización de los cerros donde estas se dan
para la ubicación de los castillos dentro del Campo de Montiel, con la excepción de Eznave-
xore (que analizaremos en su momento). La explicación sería la facilidad para la fragmenta-
ción de este material y su poco peso, que sería de gran utilidad para la construcción de esta
arquitectura militar. Encontramos por tanto una interesante y curiosa vinculación entre los ce-
rros donde aparecen las tobas y la ubicación de castillos. Un ejemplo muy significiativo es el
castillo de Alhambra, pero también la posible iglesia fortificada de Albadalejo, que utiliza este
material geológico como suelo y por supuesto en su construcción. Esta relación entre tobas y
castillos, podría permitir una identificación geográfica e histórica muy sugerente.
441
F. Quiros, El Paisaje geográfico, págs. 242-243.
442
Puede ser muy ilustrativo el mapa que incluye Corchado al final de su magnifico estudio.
Vid M. Corchado, Avance de un estudio Geográfico-Histórico del Campo de Montiel, Ma-
drid, 1971, págs. 201 y ss. Sin embargo debemos matizar la extensión orgánica de las enco-
miendas sur del Campo en relación con las situadas en torno a Segura de la Sierra. De hecho
en una descripción del Campo de Montiel efectuada el 22 de Septiembre de 1796, se incluyen
en este espacio Chiclana y Beas, posesiones que tienen una relación muy importante con las
encomiendas de la zona de Segura, vid, Biblioteca de Palacio, Papeles Varios, mss. 2416,
fols. 30r-36r, concretamente el 32 v.
443
Vid. J.V. Matellanes, “La encomienda Santiaguista de Segura de la Sierra (1235-1335)”,
en Actas del II Congreso de Historia de Andalucía, Córdoba, 1991, vol. II., págs. 70 y 77.
444
La desarticulación de la zona, tras la batalla de Alarcos es profunda y será a partir de la
victoria de las Navas cuando comience el proceso de colonización, eso sí basado en los ante-
cedentes musulmanes que son reorganizados sobre pautas cristiano feudales. Estos antece-
dentes islámicos resultan especialmente interesantes. En el Muyam de Yaqut, se alude a
Montiel (Munt Yil), como un balad, vid. La España musulmana en la obra de Yaqut (siglos
XII-XIII), Cuadernos de Historia del Islam, 1974, nº 6 (monografía), pág. 291 (IV, 657, cita de
Yacut); Esta identificación supone que desde época islámica Montiel, fue considerado como
una unidad geográfica y administrativa, asimilable a un Iqlim o distrito. En opinión del profe-
b) Acuerdos de límites
Cuatro son los acuerdos que sirven para establecer los límites
históricos de la presencia santiaguista en el Campo de Montiel. Estos
acuerdos, al menos los concertados con las Ordenes de San Juan y
Calatrava, se refieren a límites sobre zonas de pastos, con una concre-
ción de la forma de aprovechar los recursos para los ganados, defi-
niendo dehesas y sus acotaciones, las prohibiciones entorno a éstas.
Además del aprovechamiento de recursos naturales como madera y
sor Bosch Vilá, para Yaqut: “ El balad representa un territorio o región propiamente llano,
cultivado o no, y apurando más, habitado por una comunidad de gentes más o menos homo-
géneas, atendiendo a sus orígenes, procedencia o sistema de vida, predominantemente rural”,
vid. Gamal ‘Abd al Karim, Al-Andalus en el “Muyan Al Buldam” de Yaqut, Sevilla, 1972,
pág. 30. Esto supone que desde época hispanomusulmana el Campo de Montiel constituye
una unidad económica, sobre la que se superponen las jerarquías cristiano feudales. Su unidad
y organización previas, serían una de las explicaciones a la rápida implantación de la Orden
de Santiago en la zona. Este sería un ejemplo muy clarificador de la continuidad histórica con
respecto a las preexistentes estructuras islámicas, que pondría en cuestión, algunas ideas ana-
crónicas de ruptura poblacional.
445
Pub. D. W. Lomax, La Orden, págs. 257-262.
446
Vid. Corchado, Avance, pág. 145. Este autor no da por buena la cita de Aguirre y establece
cómo válida la referencia de este acuerdo según el cual la Moraleja fue para San Juan y Rui-
dera para Santiago. Esta opinión de Corchado parece clara si uno tiene en cuenta el docu-
mento donde se dice “La Roydera ayan los freires de Uclés”. Sin embargo este castillo, junto
con el de Santa María de Guadiana y el de Villacentenos eran sanjuanistas ya en 1215, cuando
Enrique I acota sus dehesas y establece las penas para quien no las respeten, vid. Carlos de
Ayala y otros, Libro de Privilegios de la Orden de San Juan de Jerusalén en Castilla y León
(siglos XII-XV), Madrid, 1995; págs. 399-400, nº 215. Con la publicación de este documento
creemos haber cerrado la polémica en torno al tenor de este texto. No obstante lo cierto es que
en 1237, el castillo de Ruidera esta en posesión de los santiaguistas. La prospección ha con-
firmado, que no existen restos del antiguo castillo de Santa María del Guadiana, solo queda
una explotación agrícola cerca del cauce del río (donde se conservan restos de tumbas antro-
pomorfas), emplazamiento que no parece adecuado para un castillo por las casi seguras creci-
das del río, que lo harían inaccesible. La ubicación por tanto de este castillo medieval es con-
trovertida y no hemos encontrado evidencias que permitan una localización precisa.
447
Este topónimo del Allozo esta relacionado con la vegetación de la zona, y podría corres-
ponder con la antigua aldea de Alhambra, vid. Juan Martínez Ruiz “Contribución al estudio
de la toponimia medieval de Castilla-La Mancha”, I Congreso de Historia de Castilla-La
Mancha, volumen V, Ciudad Real, págs. 117-125, vid. pág. 120.
las Animas al norte de los topónimos del Lobillo y el pozo del Allozo
(M.T.N. 762 y 787448). Por último otro mojón de esta encomienda, que
ya fue delimitada en 1217, estaría en otra vía de comunicación la que
uniría Alhambra con Santa María de Guadiana (se trata de un im-
portante cañada, ramal de la vía pecuaria que viene de Cuenca, y que
une Santa María con Castellar de Santiago: M.T.N., 762, 787, 812, 838).
Membrilla también aparece como topónimo de referencia, al
establecerse su medianeo con los lugares sanjuanistas de Villacente-
nos y Arenas de San Juan. El medianeo adquiere aquí un matiz geo-
gráfico y no un lugar para solucionar litigios (E partieron Villacentenos
e la Membrilla por soga e por medio.....lo mas derecho que puede e salle a este
medianedo dentro Villacenteno a la Membrilla).
El acuerdo establece una comunidad de pastos con excepción
de las dehesas para bueyes y caballos, animales claves en las fuentes
de ingreso en la frontera. Los caballos son básicos para la actividad
militar y los bueyes son claves dentro de la producción agraria de la
familia medieval, complemento sustancial de la ganadería en la épo-
ca.
Un complemento importante en la alimentación de los campe-
sinos del Campo de Montiel, fue la caza, al menos de conejos. Se dis-
pone que no se realicen dehesas para conejos ni en Alhambra, ni en
Peñarroya. Estableciéndose otros acuerdos sobre las trampas para la
caza de estos animales y la prohibición de realizar ésta de forma ile-
gal por parte de los pastores.
Un elemento clave, en esta zona evidentemente ganadera, es
el acceso al agua. Las dehesas nunca podrán cortar el paso a los cur-
sos de agua. Los de San Juan permitirán el acceso a los de Santiago al
Guadiana por Montearagón449, por ello el maestre santiaguista paga
448
Esta Fuessas, son identificadas por Corchado al este de la Moraleja en el mapa que propo-
ne, vid. M. Corchado, Avance, pág. 201. Juan Martínez, “Contribución”, pág. 123, reproduce
el acuerdo de 1237 citando a Corchado para referirse a este antropónimo de origen árabe (mu-
rabit=ermitaño, devoto).
449
Montearagón no tiene una identificación precisa. En este texto se puede asimilar al castillo
de San Felices u Ossa, pero lo cierto es que el documento alude a la Mancha de Montearagón.
En nuestra opinión Montearagón ocuparía una amplia zona que incluye toda la parte sur de
este acuerdo (lo que se considera la Mancha Baja) que incluye Consuegra, Argamasilla de Al-
ba y llegaría a las lagunas de Ruidera, que en este caso concreto sería le punto donde la Orden
cogería el agua. Este topónimo por tanto alude a una amplia zona y no a un lugar concreto.
Sobre su extensión hasta Consuegra, conviene consultar C. Ayala “Las OO. MM., y la ocupa-
ción” (se trata de un trabajo en prensa, al que hemos tenido acceso), que aporta documenta-
ción sobre el mismo. Sobre el topónimo, en sentido amplio, existe un interesante trabajo mo-
nográfico de A. Petrel, “En torno al concepto y límites de un topónimo olvidado: la Mancha
de Montearagón”, en Congreso de Historia de Albacete, 1983, I.E.A., 1984, vol. II, págs.
263-271. En general compartimos las conclusiones de este magnífico estudio, que incluiría
dentro de él, Quero, Socúellamos, Criptana, Alhambra, Ruidera y llegaría hasta Chinchilla,
Utiel y Requena por el este. Hasta Barrax y las Peñas por el sur y hasta Uclés y Huete al nor-
te, conformándose como “un espacio mesetario y manchego que se gesta en el siglo XIII y
supone un espacio intermedio entre la colonización castellana y aragonesa de la zona, dejando
entre ellas un espacio peculiarizado por su escaso poblamiento, sus extremas condiciones cli-
matológicas y su altura sobre el nivel del mar”, andando el tiempo y una vez consolidado el
señorío de Don Juan Manuel se conocerá más por le marquesado de Villena, produciéndose
en algún momento histórico una identificación entre ambos topónimos.
450
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 375-377, nº 172.
451
Nuestra prospección conjunta con los geógrafos citados, ha puesto de relieve un hecho que
señalábamos con anterioridad, la formación en la superficie edafológica de una capa de tobas
formada por la precipitación de carbonatos. Este elemento es extremadamente permeable y
permite que bajo el se forme una capa freática muy rica en agua que permite la perforación de
pozos abundantes en le Campo de Montiel, realidad que ha dejado muchas muestras en la to-
ponimia.
452
Debemos suponer que en este momento ambos topónimos Torre Alver y Navas de la Con-
desa se encuentran despoblados, ya que se dice que entre ambos villares, se encuentra el mo-
jón. Sobre la identificación precisa del topónimo de las Navas de la Condesa y su relación con
Torre Alver, puede resultar de gran utilidad el estudio que sobre el mismo realizamos, vid
Carlos Ayala y otros, “Delimitación de la frontera meridional del Campo de Calatrava en el
siglo XII”, Boletín de Arqueología Medieval, nº 5, Madrid, 1991, págs. 61-92, concretamente
págs. 63-64.
esta localización, el hecho de que este lugar se sitúa en línea recta con
el siguiente mojón, como establece el texto del acuerdo. De aquí el lí-
mite sube a Eznavexore (por el tenor del documento, el mojón ha de
situarse en Torrenueva). A continuación el documento precisa que el
medianeo entre ambas Órdenes esté en Salvatierra. Desde éste (Ezna-
vexore), en línea recta a Fuente de Puente de Perales. Esta última re-
ferencia tiene especial importancia ya que sitúa a Eznavexore, castillo
de controvertida localización453, en Torrenueva, topónimo justamente
enfrentado geográficamente con Salvatierra y en línea recta con Baños
de Peral (antigua Fuente de Puente de Perales).
Sin embargo Corchado propone una alternativa curiosa, aun-
que no falta de razones, para que no sean contradictorios los datos
aportados por este texto. Propone que el acuerdo, lógicamente es en-
tre los términos de ambos castillos. En consecuencia sugiere que To-
rrenueva pertenece al término de Eznavexore454. Esta hipótesis es
convincente: creo que el castillo cristiano de Eznavexore, al menos
hasta mediados del siglo XIII, controló un amplio espacio adyacente
que englobaría la parte suroccidental del Campo incluyendo Castellar
de Santiago, Torrenueva y llegaría hasta el Jabalón. El control sobre
este espacio es una posible herencia, según los comentarios del profe-
sor Guichard, del antiguo radio de influencia del anterior hisn islámi-
co, que reutilizará la Orden en un primer momento y cuya jurisdic-
ción pasará al castillo de Santiago de Montizón.
Del mojón anterior el deslinde sigue hasta Membrilla, siendo
los lugares situados hacia el este de la Orden de Santiago y al oeste de
Calatrava. El siguiente mojón se establece en los Pozos del Ciervo
(límite de la encomienda de Alhambra455. Desde aquí llegaría a Peña-
rroya donde se encuentra un mojón que delimita los bienes de las tres
Ordenes en la zona, Calatrava, Santiago y San Juan.
453
M. Corchado, Avance, págs. 78 y 79 lo sitúa entre Torre de Juan Abad y Villamanrique.
Mientras que Derek W. Lomax, La Orden, pág. 123, lo identifica con Castellar de Santiago.
Prospectada la zona no existe ninguna duda sobre su localización, es la establecida por Cor-
chado y es la que sostiene también A. Ruibal, “Eznavexore o ¿Torres de Xoray?: vestigios is-
lámicos en el primer enclave santiaguista en Ciudad Real”, Al-Qantara, V, 1984.
454
M. Corchado, Avance, págs. 176-177.
455
Según Corchado, Avance, págs. 139-140, este topónimo muy utilizado a lo largo de la
Edad Media en los acuerdos de límites, se encuentra en un punto situado en la confluencia de
los términos municipales de Manzanares, Membrilla y Solana. Y se trataría de un punto de
paso obligado en el camino real que unía Toledo con el Campo de Montiel. Una localización
mucho más precisa y acertada es la propuesta por García Noblejas, A., “Estudio crítico sobre
el origen y el nombre de Manzanares en el Campo de Calatrava”, Cuadernos de Estudios
Manchegos, núm. 4 (1973), págs. 5-81; concretamente págs. 59 y 60.
Alhambra
Esta fortaleza de origen musulmán -éstos la llamaban Alma-
rach, que quiere decir roja, por el color rojizo de las arcillas y areniscas
del terreno- fue durante la época islámica un importante foco de cen-
tralización del poder en la comarca. Su asentamiento, muy común en
la zona sobre un cerro testigo le dio un gran valor militar y su es-
tructuración como una alcazaba, dan idea de su importancia estraté-
gica461. Esta relevancia bélica queda perfectamente definida con una
visita al lugar, enclavado en un cerro próximo a la actual población,
donde se conservan restos de estructuras murales. Los restos conser-
vados nos hablan de una fortaleza de unos cien metros cuadros de
perímetro y que debió contar con un significativo papel en el control
militar de su entorno. Su radio de visualización del territorio es muy
significativo462.
Las primeras noticias documentadas las obtenemos a partir de
la batalla de las Navas. El castillo de Alhambra es donado a la Orden
el 3 de Junio de 1214 por Alfonso VIII. Se incluyen en la donación sus
términos que llegan hasta el Saladillo (muy posible este topónimo ha-
ga referencia a el Sotillo del acuerdo de 1237), que sería su mojón no-
reste, el límite noroeste sería Argamasilla que está sobre Moratalaz463
y el sur en Alcubillas; Por tanto se define un amplio término464, que
460
Pub. J. González, Alfonso VIII, vol. III, págs. 592-594, nº 910.
461
Sobre algunos aspectos relacionados con este castillo, vid. G. Planchuelo. El paisaje geo-
gráfico, págs. 378-380.
462
Los restos que actualmente se conservan del castillo de Alhambra corresponden a una for-
tificación cristiana, cuya tipología podríamos vincular en opinión del prof. Martínez Lillo, con
la arquitectura realizada en el reinado de Alfonso VIII. Sin embargo los restos cerámicos
atestiguan una presencia de origen islámico, que bien pudiera corresponder con los pobladores
que encontró la Orden al ocupar el lugar. Resulta paradójico sin embargo el emplazamiento
del castillo, en principio desvinculado, al menos de la actual población. Solamente la futura
excavación del mismo permitirá localizar el antiguo poblamiento de esta significativa villa
medieval. Algunos datos arqueológicos sobre este castillo pueden consultarse en A. Ruibal,
“El castillo de Alhambra”, Cuadernos de Estudios Manchegos, 16, 1985, págs. 153-166.
463
Punto cercano al Azuer por encima del castillo de Moratalaz (M.T.N. 761), en este mo-
mento Manzanares pertenecía a la Orden de Santiago perdiendo su posesión en el acuerdo de
1239.
464
A.H.N., Uclés, carp. 51, nº 1, cit. Chaves, Apuntamiento, fol. 16 v.
465
Pub. J. González, Alfonso VIII, vol. III, págs. 736-739, nº 1009.
466
Vid. Corchado, Avance, pág. 201 (mapa).
467
Camino calzado, que se dirigía a Montiel aún en poder de los moros y que se cruzaba con
la Cañada de Berbián y la de Ruidera. El autor la identifica con la Vereda de los Serranos o de
Cuenca (que unía Ruidera y Alhambra, de posible origen romano), vid. Corchado, Avance,
pág. 63. Sobre la Vereda de los Serranos y su desarrollo en la zona vid. pág. 185 y sobre vías
romanas págs. 185 y ss.
468
Este topónimo puede venir del árabe Al-zwal “La cizaña” o de Al-sawyr “El murillo”,
aunque Corchado lo relaciona con el antropónimo de Zubayr B. Ùmar, muerte en el Campo de
Montiel en 1143, vid. Juan Martínez, “Contribución”, pág. 121.
469
Argamasilla de Pilas Buenas (topónimo en principio relacionado con la aparición de restos
romanos), aparece vinculado claramente a Membrilla en distinta documentación como recoge
Corchado, Avance, págs. 54-55.
470
La Solana formó encomienda con Alhambra, ya en época moderna y así a perdurado en el
A.H.N., carp. 51, vol. II, se recoge la documentación de la Solana, a partir del siglo XVI.
471
Pub. J. González, Alfonso VIII, vol. III, págs. 607-609, nº 983.
472
Vid. Rades, Chronica, fol. 31r.
473
1246, Febrero, 12, Pelay Pérez, otorga el fuero de Cuenca a Segura de la Sierra, Pub. M.
Rodríguez Llopis, “ La evolución del poblamiento “, pág. 25. En 1254, Enero, 1, Castelrubio,
aparece como comendador de Alhambra, Alonso Moran, en un acuerdo de límites con la Or-
den de Alcántara, Pub. Torres y Tapia, Crónica de Alcántara, págs. 332-333.
474
Rades, Chronica, fol. 35v. Otras referencias a comendadores de Alhambra aparecen en
1306, Alfonso Día de Quesada (Rades, fol. 38r.); en 1318, Pedro Díaz Palomeque (Rades, fol.
40r); en 1338 D. Gonzalo Díaz de Vera; 1342, Ferran Alonso (Rades, fol. 45r.).
475
La Orden recibe el castillo de Monteagudo para garantizar la Sentencia Arbitral de Torre-
llas, Pub. Torres Fontes, CODOM, vol. II, pág. 164.
476
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 348-349, nº 138.
Montiel
Se trata de la encomienda más significativa de la Orden de
Santiago en esta zona, aunque su conquista fue más tardía que los
otros dos núcleos importantes, Alhambra y Eznavexore. En opinión
de J. González, todo el proceso de poblamiento del Campo se con-
centró en torno a Montiel y Alhambra480. Lo cierto es que las aldeas e
iglesias que se fundaron en torno a este lugar, marcaron la configura-
ción poblacional de esta comarca. Su extenso término ocupó desde
Ossa de Montiel al norte, Villamanrique por el Sur, los mojones occi-
477
1242, Marzo, 16, Pub. Ibid, págs. 387-390, nº 183.
478
Ibid, págs. 390-391, nº 181.
479
Este documento incide en la importancia de Alhambra como nudo de comunicaciones ya
que al situarse el molino se indica que se encuentra cerca del camino que va de Alhambra a
Ubeda. Vid. A.H.N., Uclés, carp. 51, nº 4.
480
J. González, Alfonso VIII, pág. 356.
481
A.H.N., Uclés, carp. 365, nº 1. En 1239, Noviembre, 29, Juan, obispo de Osma da a la Or-
den unas casas, un huerto, un molino y una viña en Alcaraz.
482
La prospección de esta fortaleza ha revelado la existencia de tres momentos constructivos.
El grueso de los actuales restos muestran un castillo datable en el siglo XIII, con una serie de
reformas en su cara norte que pudieran corresponder con la época de Pedro I, mediados del
siglo XIV. En esta zona se conserva un lienzo de muralla flanqueado por dos torres circulares
cuyas esquinas se hayan decoradas con sillares de diferente color. En su cara nororiental con-
serva los restos de lo que fue el hisn almohade, con resto de una torre (donde se conservan in-
cluso restos de las ciñas que reforzarían el encofrado típico de la arquitectura almohade, ade-
más de restos de enlucidos en el muro). Estos restos se desarrollan según se rodea el castillo
hacia el norte, situándose la reforma bajomedieval citada sobre restos de muro almohade. El
emplazamiento almohade central sobre una hoz del río Segurilla, en opinión de los arqueólo-
gos, responde a una tipología que se repite en Jorquera (actual provincia de Albacete), y que
responde a las construcciones almohades del Levante. Los restos cerámicos combinan la lla-
mada cerámica de repoblación, con otras claramente de influencia islámica. Se trata sin duda
de una potente fortificación que controla la actual población de Montiel.
483
Este castillo, cuyo emplazamiento pudiera corresponder con culturas anteriores relaciona-
das con el período calcolítico se asienta sobre un imponente cerro en la carretera que une
Montiel con Almedina, no se conservan restos reseñables de esta fortaleza que , sin duda una
vez cumplida su función en la conquista del castillo de la Estrella, sería abandonado.
484
En relación con estos castillos puede resultar de interés la consulta del trabajo de A. Rui-
bal, “El enlace de Montiel: vestigios de los antiguos castillos de la Estrella y San Polo y del
lugar de Torres”, en A.E.M., 14, 1984, págs. 143-185.
485
Ruinas de este castillo a tres kilómetros de Villanueva de los Infantes, por la carretera que
une esta localidad con Montiel, en el actual Cerro del Castillón (M.T.N., 813).
486
Un acercamiento a este castillo ha sido realizado por A. Ruibal , “Estudio de una fortaleza
de la Orden de Santiago: Terrinches”, Castillos de España, 98, 1989, págs. 46-51.
487
Estos tres lugares tienen gran interés, en ellos una vez conquistada Montiel (concretamente
el castillo de la Estrella, antiguo hisn islámico) fueron construidas tres torres. En el caso de
Terrinches y Albadalejo estas incorporan una pequeña muralla que las circunda. En Terrin-
ches se conservan dos torres circulares. Se trata de construcciones cristianas que incorporan
unos esquinazos de sillar regular en arenisca. En Puebla del Príncipe y Albadalejo, la iglesia y
la torre se encuentran juntos, lo que representa una unidad geográfica de los dos símbolos de
poder en la época. En todos los casos las torres se encuentran en los puntos más altos de las
poblaciones, extendiéndose éstas en las laderas del cerro sobre el que se asientan las fortifica-
ciones. Existe una perfecta visualización entre ellas, lo que evidencia su carácter defensivo del
flanco oriental de Montiel. Sobre Albadalejo y su relación con Terrinches y Puebla del Prínci-
pe, ha insistido el trabajo de A. Ruibal. El describe para esta torre unos antecedentes romanos,
suponemos que a partir de determinados hallazgos arqueológicos aparecidos en esta localidad
que sin embargo, no justifican este origen, debido al lugar de su localización a unos tres kiló-
metros del actual Albadalejo, en una zona claramente identificable con una vila romana y sin
relación con la torre medieval. Vid. “El castillo de Albadalejo. ¿Villar de Casa Paterna?, un
enclave medieval de origen romano. en I Congreso de Historia de Castilla la Mancha, tomo
V, Musulmanes y cristianos, la implantación del feudalismo, págs. 287-296.
488
Es una constante en la zona la simbiosis de fortaleza templo, como demuestra en su magní-
fico estudio sobre las iglesias del Campo de Montiel, Pilar Molían Chamizo, Iglesias parro-
quiales del Campo de Montiel (1243-1515), Ciudad Real, 1994, págs. 42-48. En 1243, los
castillos con parroquia propia, que pertenecían al Campo de Montiel y a la Orden son: Al-
hambra, Villanueva, Cañamares, Salidiello, Fuenllana, Alcubillas, Montiel, Odes, Santiago,
La Torre de Juan Abad, Santa Marina, Terrinches, Catena (provincia de Jaén), Torre de la
Frontera, La Membrilla y Almedina. Vid. Chaves, Apuntamiento, fol. 41v.
489
Vid. J. González, Alfonso VIII, págs. 354-355. Otros autores también han terciado en la
polémica D.W. Lomax, La Reconquista, Barcelona, 1984, págs. 170 y ss. y también J. Gon-
zález en Repoblación, vol. I, págs. 354-355.
cilidad). Este castillo, el de San Polo, tuvo que ser construido como
consecuencia del largo asedio unos tres años (1224-1227)490.
Es curioso que este sistema se utilizará en otros lugares. Tras
la victoria de las Navas, Montiel, al igual que el castillo de Salvatierra,
quedaron como dos islotes islámicos en medio del territorio recupe-
rado y para ambos se utilizó un castillo cercano que permitiría tan
largo asedio491.
La presencia santiaguista en Montiel es una incógnita; Sabe-
mos que en 1223 la Orden ya poseía Santiago (Montizón), Paterna,
Gorgogi, Alcubillas y Alhambra492. En 1232 Villanueva es donada pa-
ra poblar y se cita en el documento aquella que “pobló la Orden en el
término de Montiel”. Estos datos nos inducen a pensar que la fecha
de incorporación de los castillos de Montiel a la Orden en 1227493 no
supone la incorporación del término de esta encomienda. Es poco
probable que en cuatro años hasta 1231, la Orden hubiera construido
más de cincuenta y cinco iglesias, cercanas a Montiel y parece tam-
bién, poco probable que hubiera poblado lugares como Villanueva y
otros que aparecen perfectamente definidos poblacionalmente en
1231, cuando el arzobispo reclama las rentas sobre ellos.
En consecuencia, nos parece válida la propuesta de D.W. Lo-
max de una ocupación del término de Montiel en torno a 1218, apo-
yando esta fecha, en que en 1217 -delimitación de Alhambra-, se ha-
bla de Montiel como “castillo de moros”. Es posible que la ocupación
militar del castillo se produjera en las fechas propuestas por J. Gon-
zález -1224-1227-, pero no la organización económico-social de su
término, donde debemos incluir la fundación de iglesias propias. No
obstante debemos destacar, que el proceso de ocupación y reorgani-
zación de esta comarca fue muy acelerado; en nueve años se constru-
yeron y poblaron más de sesenta iglesias, en veinte años quedó per-
fectamente delimitado el esquema productivo y organizativo -
acuerdos de límites de 1237 y 1239-. De todo esto debemos inferir el
gran potencial de la Orden en este momento y su capacidad para or-
ganizar un espacio, prácticamente desarticulado hasta 1212, no cabe
490
Durante este largo asedio también muy posiblemente se construyera cerca de Eznavexore,
otro castillo para cerrar el cerco sobre Montiel, nos referimos al castillo de Santiago (Monti-
zón), que ya pertenecía a la Orden en 1223.
491
Este sistema se utiliza mucho, Molina 1127, Oreja 1139, etc., vid. J. González, Repobla-
ción, pág. 354.
492
D.W. Lomax, “El Arzobispo Don Rodrigo Jiménez de Rada y la Orden de Santiago”, His-
pania, 1959, nº LXXIV, págs. 323-365, vid. pág. 328.
493
Pub. J. González, Fernando III, vol. II, págs. 267-268, nº 223.
499
En esta fecha 1309, Abril, 10, se otorga una carta de venta en Montiel, por la que Gómez
Yáñez y su mujer Teresa Arias venden a Juan Yáñez Malaver unas casas en Montiel por tres-
cientos maravedíes de la moneda nueva del rey Fernando, vid. A.H.N., Uclés, carp. 214, nº 20.
500
Vid. A.H.N., Uclés, carp. 214, nº 21.
501
1252, Agosto, 8, Sevilla, Alfonso X realiza esta concesión por el apoyo santiaguista en la
toma de Murcia. Vid. A.H.N., Uclés, carp. 214, nº 11. Publ. A. Molina Madrid, “Alfonso X El
Sabio y la Mancha Santiaguista”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, Hª Medieval, tomo 2,
1989, págs. 205-218, apend. documental, nº 1.
502
D.W. Lomax, La Orden, págs. 270, nº 31.
503
Pub. Ibid, págs. 271-273, nº 32.
504
Pub. Ibid, págs. 273-275, nº 33.
505
Francisco J. Hernández, Las rentas del Rey. Sociedad y Fisco en el reino castellano del si-
glo XIII, Madrid 1993(2 vols) , tomo I, pág. 139.
506
Ibid, pág. 113.
507
Mª Luisa Guadalupe Beraza, Diezmos de la Sede Toledana y rentas de la mesa arzobispal
siglo XV, Universidad de Salamanca, 1972, pág. 98.
508
Pub. J. González, Alfonso VIII, vol. III, págs. 726-727.
509
Corchado, Avance, págs. 38-39. Este lugar debió de consolidarse en las décadas centrales
del siglo XIV, quizás por su vinculación con los acuíferos de la zona, ya que en 1347 aparece
un comendador de las Casas de Algecira.
510
Pub. J. González, Alfonso VIII, vol. III, págs. 721-723, nº 1000.
511
Este documento fue confirmado por los sucesivos monarcas, Fernando III, confirma el do-
cumento el 2 de Marzo de 1222, A.H.N., Uclés, carp. 214, nº 5 y Alfonso X confirma el 1 de
Septiembre de 1255, A.H.N., Uclés, carp. 214, vol. I, nº 14 (confirma el documento de Enri-
que I) y el 3 de Septiembre de 1244, Ibid, nº 15 (confirma el documento de Fernando III). La
visita al lugar plantea serías dudas en torno a que la población medieval, correspondiera con
la actual Ossa de Montiel. De un lado su posición actual en una hondanada sin lugar promi-
nente donde pudiera encontrase su emplazamiento y la escasa frondosidad de la ubicación
actual, nos lleva a plantearnos la hipótesis, de que la localización del castillo medieval de
Ossa de Montiel, corresponde con la ubicación de la actual central eléctrica del Ossero, muy
próxima al actual Ossa de Montiel, pero sobre las lagunas y en una paraje que destaca por su
frondosidad, aunque actualmente un tanto mermada por la escasez de agua generalizada en la
zona.
512
A.H.N., Uclés, carp. 214, vol. I, nº 16.
Villanueva de la Fuente
Villanueva de la Fuente es sin duda la posesión, más conflicti-
va de Montiel y mereció el calificativo de encomienda atípica al ser
estudiada por Aurelio Pretel514. Se trata de una posesión muy discuti-
da entre Alcaraz y la Orden, quizás la clave de esta disputa sea su
abundancia de cursos de agua y manantiales515, un bien básico en el
Campo, y por tratarse de un cruce de caminos desde época romana516.
No sabemos con exactitud el momento en que la Orden pro-
cede a la ocupación y poblamiento de Villanueva, lo cierto es que
muy posiblemente esté vinculada a la ocupación de Alcaraz (1213) y a
la posible ocupación del término de Montiel que establecíamos en
1218.
Lo cierto es que en 1232, aparece cedida por la Orden a Ordo-
ño Alvarez. Este documento es tremendamente ilustrativo para situar
la significación económica de Villanueva, y la posibilidad de situar en
ella una encomienda. La Orden le había otorgado fuero y cobraba
caloñas y homicidios en ella. Posee la mitad de la bodega de la villa, y
la mitad de los molinos y la mitad del quinto. Todo esto se le entrega
a Ordoño reteniendo la iglesia y obligando a que se le entregue el
diezmo517. En los motivos para entregar la villa en prestimonio vitali-
cio se señalan los grandes servicios de este Ordoño en poblar Villa-
nueva. La vinculación con Montiel parece clara, apareciendo entre los
testigos el comendador de Montiel, García Lorenzo.
Esta villa sería muy codiciada y las reclamaciones de Alcaraz
permanente. En 1243, el monarca Fernando III sentencia en favor de
Alcaraz y le concede Villanueva de la Fuente y Gorgogi518.
En esta sentencia se establece por parte de la Orden y los de
Alcaraz, los límites de Villanueva. En la parte en línea con Montiel,
513
A.H.N., Uclés, carp. 214, vol. I, nº 18 (1270, Agosto, 23, Burgos).
514
Las obras de Aurelio Petrel son la referencia en todo trabajo que se quiera afrontar sobre la
provincia de Albacete en general y muy en particular sobre Alcaraz, lugar que ha estudiado en
profundidad. Sobre Villanueva vid. A. Petrel y M. Rodríguez Llopis, “Villanueva de la Fuente
un concejo rural en tierra de Alcaraz y una encomienda atípica de la Orden de Santiago”, Se-
parata de Anales del Centro de la UNED de Albacete, año 1981, nº 3, págs. 95-142.
515
Corchado, Avance, págs. 195-196.
516
M. Corchado, “Estudio sobre vías romanas entre el Tajo y el Guadalquivir”, Archivo Es-
pañol de Arqueología, nº 119 y 120 (1969), págs. 124-158; pág. 157, n. 154.
517
A.H.N., Códice 1046 B (T.M.C.), libro III, título 31, págs. 273-274.
518
Pub. J. González, Fernando III, vol. III, págs. 254-257, nº 705.
una cuarta parte para Villanueva y tres cuartas partes para Montiel.
Albadalejo forma parte del término de Villanueva, según delimita-
ción efectuada por los freires y los de Villanueva, reciben este lugar
para poder labrar. Otro mojón se sitúa en línea recta desde Villanue-
va a Turra (actual Arroyo del Derramadero del Turra, M.T.N. 814)
que pertenece a la jurisdicción de Alcaraz, de aquí el mojón llega
hasta la Laguna Blanca, mojón norte, del término de Villanueva. La
sentencia también incluye la donación de Gorgogi.
A la Orden en este acuerdo se le confirman un gran número
de aldeas donde se comprueba que existe una identificación entre las
propiedades del Campo de Montiel (geográfico) y las posesiones de
la Orden en el Campo de Criptana que se señalan en esta confirma-
ción519. Muchas de estas aldeas y castillos formarán la hermandad
santiaguista del Campo de Montiel que, en 1286 llegan a un acuerdo
con el concejo de Alcaraz sobre límites520. Este tipo de agrupaciones
de pueblos, son habituales en la zona. También es conocido el común
de la Mancha.
El acuerdo de 1243, también establecía la existencia de dos
dehesas que se delimitan ocupando un espacio que va de Alcaraz al
río Mundo, disponiéndose que la Orden establezca dehesas en el
monte por una cantidad de terreno similar. Que estas dehesas las ha-
gan o en el término de Montiel o en el de Segura, ambos limítrofes
con el concejo de Alcaraz. Se establece en este acuerdo que exista co-
munidad de pastos entre Alcaraz y todas las encomiendas del Campo
de Montiel (Alhambra, Santiago, Montiel y Eznavexore).
519
Se confirman a la Orden: Villanueva y Gorgogi (que la Orden da a Alcaraz), Villafranca,
Albadalejo, Borialista (despoblado), Terrinches, El Hinojo, Santa Marina (próxima a Cañama-
res), La Fuente del Mayuelo (despoblado, antiguo arroyo entre Albadalejo y Montiel vid.
Corchado, Avance, págs. 82-83), Odes (despoblado), Almedina, Fuente de la Higuera, la To-
rre de Juan Abad, Cernina (despoblado), Jamila (despoblado), Peñaflor (la mitad de este cas-
tillo se dona a García Pérez en 1232, vid. A. Petrel, Conquista y primeros intentos de repo-
blación del territorio albacetense (del período islámico a la crisis del siglo XIII), Albacete,
1986. pág. 106), Alcubilla, Monteagudo, Las Navas de la Condesa, Torres, Fuenllana, La Zar-
za, Cañamares, Cañamarejo, Turra (que también se cede a Alcaraz), El Salidillo, Carrizosa, El
Allozo, La Ruidera, El Tocón, Membrilla, El Carrizal, Criptana, Posadas Viejas, Villajos, Mi-
guel Esteban, Almuradiel, La Higuera, El Ciervo, Villarubia, Manjavacas (provincia de Alba-
cete, vid. A. Petrel, Conquista, pág. 141.
520
Este acuerdo se recoge en un inventario de documentos conservados en el archivo munici-
pal de Alcaraz, y del que solo se especifica fecha y breve resumen del mismo, Pub. A. Petrel,
Una ciudad castellana en los siglos XIV y XV (Alcaraz 1300-1475), Albacete, 1978, docu-
mento LXIX, págs. 320-328. El documento que citamos 1286, Marzo, 6, Miércoles Previllejo
de entre la çibdad de Alcaraz e los términos e mojones de la Horden de Santiago e de la fer-
mandad de Montiel.
Almedina
521
A.H.N., Uclés, carp. 365, nº 4.
522
Pub. A. Petrel, Alcaraz , un enclave castellano en la frontera del siglo XIII, Albacete,
1974, págs. 135-136. Se relaciona en el inventario de 1496. vid del mismo autor, Una Ciudad,
pág. 325 y que el mismo regesta en Fondos medievales del archivo municipal de Alcaraz, Al-
caraz, 1976, pág. 5.
523
A.H.N., Uclés, carp. 365, nº 5.
524
Para 1275, Petrel cita un amojonamiento de Alcaraz, donde Villanueva aparece como en el
reparto de 1243, vid “Villanueva de la Fuente”, pág. 90. En el inventario de documentos de
Alcaraz, se cita que en 1281, Febrero, 18, se habla de un privilegio de Fernando IV, en fun-
ción del cual se amojonan los términos de Villanueva, Pub. Pretel, Una ciudad, pág. 326.
525
1307, Septiembre, 22, Viernes, Alcaraz. Los límites del cortijo son el Puente de la Celexa
hasta el camino que va de Alcaraz a Montiel hasta el río de Peñahorada y desde aquí hasta el
Gudalmena y Alcaraz, A.H.N., Uclés, carp. 365, nº 9.
526
Es muy posible que a lo largo del siglo XIV, la Orden consolidara su posición sobre Villa-
nueva y que quizás esto hiciera posible la consolidación de una encomienda, lo cierto es que
en 1338, aparece Gómez Arias, como comendador de la Casa de Villanueva, precisamente en
un conflicto entre la encomienda de Segura y el concejo de Alcaraz, vid. 1338, Marzo, 1, Río
Bayonas, Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos del siglos XIV y XV, págs. 10-12, nº 6.
Eznavexore
Se trata de un despoblado530, que tuvo un interés militar con-
creto en la toma del estratégico castillo de Montiel. Una vez conquis-
527
Almedina sería una de las pocas aldeas que no pobló Montiel y que posiblemente tendría
una continuidad histórica desde época islámica. Su raíz viene del árabe al-madina=ciudad.
Vid. J. Martínez, “Contribución”, pág. 121.
528
Pub. Chaves, Apuntamiento, fol. 42 v.
529
La prospección en la zona ha revelado datos de interés. En primer lugar actualmente existe
una calle cerca de la iglesia que recibe el nombre de encomienda. La población se extiende a
lo largo de un cerro que pudiera ser el antecedente de una ciudad medieval en forma de basti-
da. Además en el actual lugar que los habitantes denominan Cuesta de la Fuente, encontramos
restos de una antigua muralla. Estos datos podrían verificar la existencia de una antigua ciu-
dad islámica y de una posterior encomienda.
530
De esta importante fortaleza hoy sólo se conservan algunas ruinas, Corchado, Avance,
págs. 78-79. Una visita a la zona y la ascensión a la ubicación del castillo, revela la existencia
de una gran planta de la que ciertamente se conservan pequeños retos de mural, pero que de-
latan una fortaleza claramente almohade, que fue sistemáticamente destruida (este dato, claro
para los arqueólogos, pone una vez más de manifiesto que no fue posible el mero cambio to-
ponímico entre este castillo y el de Santiago, que nosotros hemos situado en el actual Santiago
de Montizón). Los restos cerámicos son todos de origen islámico, básicamente almohades,
aunque ha resultado interesante encontrar restos cerámicos de época califal. La tipología
constructiva y los materiales encontrados suponen una vinculación entre esta construcción
almohade y la arquitectura que este pueblo africano desarrollo en la zona levantina (esta in-
formación unida a la que veíamos en Montiel permite hablar de una vinculación entre las
construcciones islámicas del Campo de Montiel y las desarrollas en la zona levantina, muy
sugerente de cara a futuros estudios sobre poblamiento islámico en la zona). El emplaza-
miento del castillo de Eznavexore es además de gran interés geológico. Se asienta sobre un
cerro constituido por materiales paleozoicos en la cartografía geológica 1:200.000, aparece
como esquistosa y edad devónica. La prospección ha revelado a nuestros colegas geólogos
una edad más antigua ordovizica o silúrica y con materiales cuarcíticos que, se disponen en
capas que adoptan una estructura monoclinal que genera una serie de pequeñas alineaciones
de orientación este-oeste y su buzamiento es de 68 70º al norte (este hecho implica una gran
verticalidad, que permite una defensa natural del castillo). Por último el Guadalén corta estas
alineaciones norte sur con una dirección hidrográfica contraria al buzamiento en un trazado
anaclinal. Estos materiales geológicos son únicos en el Campo de Montiel.
531
La despoblación de este castillo esta relacionada con su sustitución como núcleo articula-
dor en el sur por Montizón, castillo construido al píe de la sierra y con un mayor control sobre
ésta. En opinión de Corchado fue sustituido por Torres, aunque no disponemos de constata-
ción documental, vid. Avance, pág. 78.
532
Este castillo de origen romano, tuvo una importancia significativa en época musulmana y
fue reconstruido por los cristianos en el primer tercio del siglo XIII, vid. F. Quiros, El paisaje
geográfico, pág. 381.
533
En 1239, Noviembre, 29, Burgos, Juan obispo de Osma, dona Chiclana con sus términos y
pertenencia a Rodrigo Iñiguez maestre de Santiago, A.H.N., Uclés, carp. 216, nº 3. En esta
misma carpeta aparece un curioso documento de 1484, Abril, 20 (nº 5), referente a un pleito
entre el comendador de Montizón Luis Manrique y el maestre de la Orden sobre a quien per-
tenecen los diezmos del lugar despoblado de Santiago de Montizón -ya se ha producido el
traslado al sur- y de Torre de Juan Abad. Además el documento nº 11 de esta carp. 216, reco-
ge una descripción de la encomienda en 1609, sus bienes se sitúan en Chiclana, Castellar de
San Esteban, Torre de Juan Abad y Villamanrique.
534
No es nuestra intención estudiar aquí, un largo conflicto, que superaría con mucho la
apuesta de este trabajo y que merecería un trabajo específico. Por otra parte, este tema ha sido
estudiado en profundidad por dos autoridades del medievalismo español y por dos grandes
conocedores de la Orden de Santiago. J.L. Martín en “Derechos eclesiásticos de la Orden de
Santiago y distribución de los beneficios económicos (1170-1224)”, A.E.M., nº 11, 1981,
págs. 247-275. En el cual se sintetizan perfectamente la primeras etapas de los conflictos ana-
lizando en profundidad las bulas papales y constatando la “victoria” inicial de la Orden sobre
el arzobispado. D. W. Lomax, nuestro admirado y tristemente desaparecido compañero y
amigo, ilustró de forma magistral la gran capacidad del arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Ra-
da, que en 1204, comenzó una batalla legal en la que consiguió rectificar bulas papales y con-
seguir un gran éxito frente a la Orden, además de impedir con las bulas de Urbano II la restau-
ración de las antiguas sedes, que hubieran supuesto como en otros lugares -Extremadura, An-
dalucía, Cuenca-, la posibilidad de un fortalecimiento de la Orden. Su obra, “El arzobispo
Don Rodrigo Jiménez de Rada y la Orden de Santiago”, Hispania, nº LXXIV, año 1959, págs.
323-365. Es un trabajo clásico y no superado sobre el conflicto estructural entre la Orden y el
arzobispo en el Campo de Montiel.
535
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 398-400, nº 192. Sobre algunas claves para inter-
pretar este acuerdo págs. 188 y ss. y págs. 194 y ss.
536
En 1239, Julio, 5, Brihuega, el arzobispo autoriza el establecimiento de un hospital de
cautivos en Alcaraz, donde el presentará el clérigo y obtendrá una décima parte de las rentas
que produzca esta actividad. Pub. D.W. Lomax, Apostillas, pág. 29, nº 3. Es evidente que el
concejo de Alcaraz y el arzobispo pretendían frenar la posibilidad de una concesión real de
este tipo a favor de la Orden, como había sucedido en Alarcón y Moya, donde los concejos
habían tenido grandes problemas con la Orden, vid. P. Iradiel, “Bases económicas del hospital
de Santiago en Cuenca: tendencia del desarrollo económico y estructura de la propiedad agra-
ria”, A.E.M., nº 11, 1981, págs. 181-246. Sobre la importancia de las actividades relacionadas
con la liberación de cautivos y sus magnitudes en renta para la Orden, vid. J.V. Matellanes,
“La hospitalidad en la Orden de Santiago, un proyecto económico o ideológico”, Studia His-
tórica, vol. XI, 1993, págs. 125-140.
537
Ya hemos aludido a lo largo del estudio, a las diferentes donaciones de la monarquía en
favor de la Orden, por no aludir a los permanentes conflictos sobre Villanueva. A esta docu-
mentación debemos unir, instrumentos donde el rey aparece como un señor feudal que debe
proteger los intereses de sus vasallos y dice Et maguer yo entiendo que todo esto debo vedar
por mi debdo e por mio derecho como sennor, así se expresa Fernando III cuando en 1245,
Noviembre, 25, Sevilla, devuelve a Alcaraz las aldeas ocupadas ilegalmente por la Orden en
el Campo de Montiel, Pub. A. Petrel, Conquista, págs. 264-265, nº 4.
538
1254, Agosto, 10, Murcia, Alfonso X confirma dos privilegios de Fernando III, consoli-
dando esta exención a los pobladores de Alcaraz, Pub. D.W. Lomax, Apostillas, pág. 28, nº1.
Los privilegios reales pretendieron proteger también a los comerciantes y ganaderos de la vi-
lla contra los ataques permanentes. En 1292, Noviembre, 21, Sevilla, Sancho IV defiende a
los mercaderes y ganaderos de Alcaraz en su derecho a no ser prendados salvo por deudas,
Pub. A. Petrel, Don Juan Manuel, un señor de la Llanura (repoblación y gobierno de la Man-
cha albacetense en la primera mitad del siglo XIV), Albacete 1982, apéndice documental nº 2.
Este monarca confirma a Alcaraz la exención de montazgo y portazgo en 1294, vid. inventa-
rio documental, A. Petrel, Una ciudad, pág. 322.
539
A.H.N., Uclés, carp. 214, vol. I, nº 17, Pub. A. Madrid “Alfonso X”, apéndice nº 3.
540
Es necesario consultar la importante documentación que sobre el tema regesta A. Petrel,
Fondos medievales del Archivo... de Alcaraz, págs. 7-8 nº 19 y 22, principalmente.
541 Todas esta posesiones gienenses darán lugar a la conformación en el siglo XV, de la po-
tente encomienda de Bedmar y Albánchez, con propiedades en estas villas, en el despoblado
de Cuadros, con la mitad de Canena y propiedades en Jaén, Ubeda, Andújar, Linares, San-
tiesteban y Mengibar, vid. J.A. Porras, Los Señoríos, pág. 530. Esta encomienda fundamen-
talmente en tierras de Jaén sirvió para el control sobre el Guadalquivir (se cobraba un portaz-
go en Bedmar, vid. Idem, pág. 532), mediante las posesiones en Ubeda, Baeza e incluso la
propia Canena (vid. M.T.N. 906, 927 y 948).
542
La futura encomienda de Socovos, centralizó las posesiones santiaguistas en Letur, Abejuela,
Ferez, Villares, Vicorto (M.T.N. 867) y el trío de fortalezas de Lietor, Hijar y Ayna (M.T.N.
842).
543
Se incorporan al señorío santiaguista en 1257, Abril, 14, Cartagena, por donación de Alfonso
X quien las permuta por Elda, Callosa y Castral, Pub. Torres Fontes, CODOM, vol. III, págs. 47-
50, nº 32.
544
Su incorporación real se produce tras la disolución de los templaríos en la península, pero el
reconocimiento real de esta situación se alarga en el tiempo y hasta 1344 no se produce la dona-
ción por parte de Alfonso XI.
545
Se incorporó al señorío santiguista mediante donación de Alfonso X, fechada en Toledo, el
24 de Abril de 1281, A.H.N., Uclés, carp. 90, nº 2.
546
El infante Don Sancho prometió el Val de Ricote, que incluía entre otros lugares Calasparra,
Librilla y Alhama en 1281, Marzo, 25, Agreda, Pub. Torres Fontes, Sancho IV, págs. 1-2, nº I,
aunque su incorporación definitiva no se produce hasta 1285, Noviembre, 19, Sevilla, Pub.
Idem, pág. 44, nº LIV. Al igual que en Cieza la consolidación comendataria no se produce hasta
el siglo XIV, en 1304 documentamos un comendador en Ricote Alfonso Ibáñez y otro en Cieza
Miguel González, Pub. Torres Fontes, CODOM, vol. II, pág. 162, nº CLVIII.
547
Archivo de la Catedral de Toledo, sign. X.9.E.1.4, perg. original.
548
1253, Marzo, 14, Talamanca, A.H.N., Uclés, carp. 311(1), nº 13.
551
Un ejemplo claro es la propia donación de los castillos de Segura en 1243, Julio, 5, donde se
incluyen los molinos y pesquerías de todos ellos.
552
Se trata de unos hornos donde se quema leña de pino para sacar alquitrán y pez. Esta pez en
un sustancia resinosa, sólida, lustrosa y quebradiza, que a veces se utiliza para marcar el ganado.
553
1331, Marzo, 13, Mérida, Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos de Moratalla, págs. 70-71.
554
1342, Mayo, 24, Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos del siglo XIV y XV, págs. 13-14, nº
17.
a) Definición geográfica
En este epígrafe se intenta dar una aproximación a la realidad
de las posesiones que tuvo Segura de la Sierra bajo su jurisdicción y
que por diversas razones, fueron desintegrándose en distintas enco-
miendas menores 556. Este enclave fronterizo llegaría a ser la base de un
vasto conjunto de encomiendas en Andalucía y en Murcia, como seña-
lábamos.
555
J. Vallvé Bermejo - "La división territorial de la España Musulmana la Cora de Jaén" - Al-
Andalus XXXIV; fasc. 1 (1969) pág. 58 y 76. En este sentido cabría destacar igualmente las opi-
niones que sobre el poblamiento musulmán de Segura hace M. Rodríguez Llopis en Documentos
para la historia medieval de Moratalla, Murcia, 1988, planteando la existencia de una medina
en esta localidad que controlaría un amplio espacio dentro de las sierras que jalonan esta zona. J.
González en Reinado y Diplomas de Fernando III, Córdoba 1980, tomo I, pág. 184 afirma que
en época musulmana Segura había sido cabeza de una importante corriente comercial dirigida a
Toledo. En las puertas del poder almohade, últimos años de la dinastía de los almorávides, la
ciudad (madina) de Saqura fue residencia del gobierno del emir Hamsak, rebelde contra los al-
morávides, vid. Gamal, 'Abd al-Karim, "La España musulmana en ... Yaqut", ob. cit. págs. 199-
200.
556
Hay varias opiniones sobre la progresiva división de los términos de Segura en encomiendas
independientes. Peinado Santaella nos plantea que el traslado en 1245 a Segura de la Encomien-
da Mayor de Castilla conllevó una reestructuración en sus señoríos en la Comarca del Alto Segu-
ra con la finalidad de mejorar el control y defensa del territorio. Fue entonces en su opinión,
cuando se formaron las encomiendas autónomas de Moratalla, Yeste, Taibilla y Socovos. "Un
señorío en la frontera del reino de Granada: la Encomienda Socovos a finales de la Edad Media
(1468-1526). Congreso de Historia de Albacete vol. II, IEA 1984.
También relacionado con el traslado de la Encomienda Mayor en 1245, M. Rodríguez Llopis
plantea que la extensa encomienda era imposible de controlar y defender y esto provocó su sub-
división en núcleos más pequeños y defendibles. Esta sería la base de las Encomiendas antes
mencionadas que una vez consiguieran sus respectivos privilegios de villazgo se articularían
como encomiendas independientes. Conflictos fronterizos y dependencia señorial, la Encomien-
da de Yeste y Taibilla (s. XIII-XV). I.E.A. Albacete, 1982, pág. 37.
Por último nos ofrece otra explicación a este proceso de división al afirmar que la Orden favore-
ce la creación de poderes concejiles para reforzar su poder señorial, ya que un único concejo
fuerte como el de Segura podía poner en entredicho su poder señorial, de ahí que vayan tomando
importancia concejos como el de Moratalla, que se erigen en Encomiendas autónomas. “Repo-
blación y Organización del espacio en los señoríos santiaguistas del reino de Murcia (1235-
1350)" Murgetana, LXX Murcia 1986
la sitúa a una legua de Segura y Aznar es identificado con la dehesa de Itnar (nota 53). Este autor
en la pág. 28 de esta obra, asimila Volteruela con la futura Puebla de D. Fadrique.
570
A.H.N., Uclés, carp. 311, nº 10 y A.H.N., Uclés, carp. 2 vol. I, nº 10 (en confirmación de Al-
fonso X del 7 de Abril de 1254). Pub. M. Rivera Garretas, La encomienda, pág. 396-397 nº 110
y CODOM, vol. III, pág. 2-3 nº 2. Existe una posibilidad de identificar estos dos últimos topó-
nimos M.T.N. 950, las cuevas de Almizra, podrían ser las de la Luna situadas cerca del actual
embalse de Negratín al sudoeste de Benamaurel y Color podría ser el actual Cullar, es un identi-
ficación por aproximación y para nada definitiva.
571
Pub. M. Rivera, La encomienda., pág. 401 nº 193
572
AHN, sellos carp. 63, nº 2 Pub.. CODOM, vol III, pág. 6 nº 6. Sobre este documento Torres
Fontes nos informa que enterados el rey y el maestre de la Orden de la muerte de Guillen El
Alemán dieron a su hijo 4 caballos, 5 acémilas y dinero para regresar a su tierra a cambio de la
renuncia de derechos (CODOM, vol III, pág. 52 nota 46).
573
1253, Agosto, 28, Pub. Bullarium, pág. 189 y CODOM vol. III, pág. 15-16 nº 17, ya que Sán-
chez Mazuelos dejará a la Orden Las Peñas de San Pedro, los dos Caudetes y Torre de Regim
que será la base de un potente señorío santiaguista en Albacete, que se conformará andando el
tiempo como un potente señorío laico en la zona conocido como el marquesado de Villena. San-
cho Sánchez de Mazuelos, a cambio de Elda, da a la orden Caudete (noroeste de Villena M.T.N.
819) con su castillo y términos, Torre de Pechin con su cortijo (este lugar es identificable con el
actual Montealegre del Castillo, M.T.N. 818), y la torres de Ontur (M.T.N. 844) con su cortijo y
Albatana (M.T.N. 843) con su cortijo, además dona Quejóla, lugar situado entre Peñas y Alcaraz
con sus casas y lo que tiene en Alcáraz con casas. Las Peñas de San Pedro, pudieron estar tam-
bién bajo la jurisdicción de Santiago. Algunas de estas propiedades cómo Caudete y Torre de
Pechin fueron vendidas en 1256 a Don Gregorio, que formará un señorío en esta zona nororien-
tal de Albacete. Lo cierto es que a finales del siglo XIII, el señorío de Don Juan Manuel domi-
naba el norte de Albacete y la Orden solamente conserva las posesiones sur vinculadas a la En-
comienda de Segura. Estas posesiones bien pudieron ser un cerco sobre el concejo de Alcaraz en
sus disputas territoriales.
574
Pub. M. Rodríguez Llopis, La evolución del poblamiento, pág. 25
575
Villegas Díaz, Luis Rafael. ob. cit. pág. 427
576
No obstante esta delimitación permite calibrar lo impresionante del término que analizamos.
Con Montiel, limita cerca del actual límite provincial entre Ciudad Real y Jaén, en el Guadalme-
na. En la parte suroccidental los límites están en como parten términos Chinclana, Santiago y
San Esteban con Iznatoraf y cómo Beas parte su término con este mismo. Al sur como parte
Castril con Quesada, Baeza y Huescar. En el sureste como parte Miravete y Volteruela (Puebla
de D. Fadrique) con Huescar y como parte Burguesa con Huercar y Orce (es evidente que aun
no se habían incorporado estos territorios a la encomienda, me refiero a Huescar y Orce). En te-
rritorio murciano se dispone que los límites están según parte Moratalla con Caravaca y Calaspa-
rra. Al noreste como parte Lietor con Hellin y Tobarra y como parte Yso (posiblemente Hijar)
con las Peñas de San Pedro y con Alcaraz, además de la partición en Vicorto y Elche de la Sierra
e Hijar con Ayna. Al este los límites entre Yeste y Torres con Riopar y los de Albanchez con
Riopar, Alcaraz y Villanueva de la Fuente forman los mojones este y noreste. En esta delimita-
ción aparece con claridad la extensión del Campo de Montiel hacia Segura con tres puntos de
contacto claros el Guadalmena, Villanueva y Chinclana.
577
Afirma que en 1245 se creaban las encomiendas de Moratalla y con ella la de Yeste y Taibilla
en Conflictos y dependencia señorial, . pág. 53. Aunque cabría añadir que el primer comendador
de Yeste que documenta es Suer Flores en 1331 (pág. 107).
578
Segura Graiño, C, "La formación del patrimonio territorial de las Ordenes Militares en el
Alto Valle del Guadalquivir en el s. XIII". A.E.M. n º 11. Barcelona 1981, pág. 110.
579
Pub. J. González, Fernando III, pág. 301-303 nº 735.
580
1236, Octubre, 17, Toledo, donación de Fernando III, Pub. J. González, Fernando III, tomo
III, págs. 96-98, nº 576.
581
1243, Septiembre, 13, Burgos, Pub. J. González, Fernando III, tomo III, págs. 276-277, nº
717.
582
En 1236, el concejo de Baeza otorga al comendador de esta villa una heredad en el vado de
Higuera y otros bienes como dos molinos invernizos (molinos de invierno), A.H.N., Uclés, carp.
69, nº 4, Pub. parcialmente Bullarium, pág. 108, script. I. Este comendador de Baeza, lo sería de
las propiedades de la Orden en su término, ya que, se trata de un concejo de realengo, cuya po-
der jurisdiccional detenta la corona. La encomienda de Baeza, tuvo alguna relevancia interna en
1273, Agosto, 1, Lorca, su comendador Esteban Fernández, aparece junto con el prior de Uclés,
otorgando los arrendamientos del maestre a los prestamistas judíos de Montiel, almojarifes del
maestre Pelay Pérez Correa, Pub. D.W. Lomax, La Orden, págs. 270-271, nº 31.
583
La Orden compró diversas propiedades en este lugar vid. A.H.N., Uclés, carp. 69, nº 5 y nº 9.
584
Vid. M. A. Ladero Quesada, “La Orden de Santiago en Andalucía”., págs. 343-344. Compro-
bamos como la base territorial de la Encomienda de Segura sirvió para consolidar una red de en-
comiendas en Andalucía, donde sin embargo, la Orden de Santiago, tuvo menos peso específico
en su articulación poblacional y económica. Un análisis más pormenorizado nos lo ofrece P.A.
Porras, Los señoríos, vol. II, pág. 530.
585
Pub. J. González, Fernando III, vol. III, pág. 310-311, d. 745
586
1178, Abril , 10 - Alfonso VIII dona los diezmos de las Salinas de Belinchón - Pub. J. Gon-
zález - Alfonso VIII y su época. Vol. II pág. 497-492
587
Pub. CODOM, vol. III, pág. 36-38 nº 26 y C. Ayala Martínez "La Orden de Santiago en la
evolución política de Alfonso X", Cuadernos de Historia Medieval, 4 - U.A.M. Madrid 1983.
Este lugar que es identificado con Socuéllanos ( Apuntamiento fol. 194 y A. Madrid y Medina
"Alfonso X El Sabio y la Mancha Santiaguista" - Espacio, tiempo y forma, serie III, Historia
Medieval - tomo II 1989, pág. 205-218, tiene una importancia grande para la repoblación de lo
que hoy son los términos de Socuéllanos, Tomelloso y parte del Campo de Criptana, como de
forma tan excelente ha demostrado M. Corchado Soriano, El priorato de Uclés, iniciación al
estudio geográfico-histórico del Priorato de Uclés en la Mancha - Madrid 1965, pág. 19.
588
A.H.N., Uclés carp. 311 nº 14, aparece también confirmada el 20 de Noviembre de 1285
cuando Sancho IV accede al trono. A.H.N, Uclés carp. 311 nº 15 y confirmada posteriormente
por Alfonso XI el 8 de Abril de 1329 en Alcalá de Henales, A.H.N, Uclés carp. 311 nº 16. El do-
cumento de Sancho IV lo publica J. Torres Fontes, Documentos de Sancho IV, Murcia, 1977, p.
2 nº II documento 1282, Abril, 29 y en pp, 47-50, nº LV, la confirmación de 1285 Noviembre,
20.
589
Ladero Quesada, “La Orden de Santiago”, pág. 333
590
A.H.N., Sellos, caja 13, nº 1, antes en Uclés, carp. 311, nº17. Esta localidad aparece junto con
la Puerta, Benatave, Torres de Albanchez, Genave, Villa Rodrigo, Siles, Santiago y Hornos co-
mo posesiones de la Encomienda de Segura a finales del s. XV (Apuntamiento, fol. 195). Orcera
se consolida como un arrabal de Segura de la Sierra, en el siglo XV; cuenta con un cortijo con
dos torres, rodeado de un circuito, su tierra es poco fértil, sus vecinos se habían especializado en
la fabricación de muebles y enseres de pino. vid. J.A. Porras, Los señoríos, pág. 544, este autor
informa ampliamente sobre la conformación de la encomienda en el siglo XV, vid. sobre Siles,
pág. 543, Torres de Albánchez (pág. 544) y la aldea de la Puerta (pág. 548).
591
Pub. Torres Fontes "Los mudéjares murcianos en el siglo XIII " Separata de Mugertana nº
XVII, pág. 57-90 Acad. Alfonso X el Sabio Murcia 1961 pág. 34-36.
592
Torres Fontes, Los Mudéjares ob. cit. pág. 25 afirma que la donación a la Orden de Santiago,
es una prueba concluyente de la desaparición del poder formal que hasta entonces había tenido el
rey moro de la Arrixaca y de su intitulación. No obstante, esta donación fue duramente protesta-
da por el concejo murciano que no veía con buenos ojos de cara a sus intereses la intitulación en
la ciudad de la Orden y consiguió que se revocara esta donación el 4 de Junio de 1308 (Torres
Fontes , Privilegios de Fernando IV a Murcia pág. 13, nº 4) volviendo la propiedad a su antiguo
dueño Pedro Gueralt al que se le encarga repoblarla (Vid, Los mudéjares ob. cit. pág.36-37 do-
cumento nº IV.
593
De hecho el pleito seguido por la iglesia de Toledo contra la Orden de Santiago por la juris-
dicción de ciertas iglesias del Campo de Montiel y de las sierras de Segura, se retrotrae a la
construcción de algunas de ellas, Salfaraz, Albanchez y la Puerta en los años siguientes a 1217
(M. Rodríguez Llopis, La evolución del poblamiento en las sierras de Segura, ob. cit. pág. 7
nota (5).
594
A.H.N., Uclés, carp. 311 nº 51.
595
La Encomienda Mayor de Castilla contó con un lugar privativo dentro de la Encomienda, se
trata de la Villa de Benatae al norte de Segura de la Sierra (M.T.N. 865) que contaba en el siglo
XV, con un buen cortijo que encerraba la torre del lugar, posiblemente la situada junto a este to-
pónimo cerca del pico de Bucentaina (1430 mts. M.T.N. 865), vid. J.A. Porras, Los Señoríos,
pág. 549.
596
1273, Agosto, 1, Lorca, Pub. D.W. Lomax, La Orden, págs. 270-271, nº 31.
597
1273, Enero, 1, Lorca, Pub. Ibid., págs. 271-273, nº 32.
598
1274, Mayo, 4, Pinto, Pub., Ibid., págs. 273-275, nº 33.
599
Sobre esta encomienda en su etapa bajomedieval es necesaria la consulta de la obra de P.A.
Porras, Los señoríos, vol. II, págs. 539-549.
600
Así lo confirman numerosos autores que han dedicado parte de su estudio a esta encomienda,
por citar algunos Ladero Quesada, ob. cit. pág. 348; Segura Graiño, , ob. cit. pág. 107; Lomax,
La Orden, pág. 57, 59, 122, 128; Rivera Garretas, La encomienda, pág. 59; Bullarium, fol. 117;
J. González, Fernando III, pág. 184; Peinado Santaella, Socovos, pág. 239.
601
Vid. Lomax, La Orden, . pág. 79.
602
Pub. J. González, Fernando III, vol. III, pp. 310-311 nº 745
603
Para ver las funciones de comendador mayor y la política administrativa general de la Orden
Vid. D. Rodríguez Blanco, "La organización institucional de la Orden de Santiago en la Edad
Media", Historia Instituciones y Documentos nº 12 1985 págs. 167-192.
604
Pub. M. Rivera, La Encomienda, pág. 421 doc. 213
los musulmanes vencidos en nombre del rey y del maestre 605. En 1307
y 1309 respectivamente, volvemos a tener noticias de comendadores
mayores en Segura 606. Quizá el dato más significativo sobre el comen-
dador mayor es una noticia fechada en 1310 y que alude al Capítulo
General celebrado en Mérida, donde se acordó la reforma de la Orden,
aquí aparecen tres comendadores de Segura: Diego Muñiz como co-
mendador mayor de Segura y de lo que la Orden tiene en Castilla,
García Fernández Fernández comendador de Segura, que a su vez
forma parte de los trece y por último D. Rodrigo Yañez comendador de
Segura. De las cláusulas de este capítulo se desprende que existen en
las encomiendas mayores al menos dos comendadores, uno que podría
estar encargado de la administración de la provincia y otro posible-
mente encargado de la gestión económica de la encomienda propia-
mente dicha607. Sobre este particular nos extenderemos en el apartado
correspondiente a la organización interna de la Orden.
Además de estas noticias que confirman la continuidad de la
Encomienda Mayor hasta al menos 1346, nos gustaría reseñar los co-
mendadores que tuvo de la cronología analizada:
1245 a 1246 - Pedro Pérez 608
1253 a 1256 - Pedro Fernández 609
1261 - Pedro Ponce 610
1266 a 1268 - Pedro Núñez 611
1280 - Juan González Morante612.
1305 a 1310 - Diego Muñiz 613
1310 - García Fernández Fernández y Rodrigo
Yañez614
605
C. Ayala , “La Orden”, pág. 27
606
El 21 de Abril de 1309, tenemos una carta a los lugares de la Encomienda de Segura para
que el comendador mayor o quien el pusiese hiciera las entregas de las deudas que esos lugares
tuvieran a judíos y a moros. A.H.N, sellos, carp. 14, nº 16.
607
Bullarium, fol. 260, Script XII
608
vid. Bullarium, pág. 189 y J. González, Fernando III, vol. III, págs. 310-311, nº 745.
609
Aparece en la confirmación del Fuero de Segura en 1246 y vid. M. Rivera, La Encomienda,.
pág. 417 nº 210, aparece este comendador en la mejora del fuero de Uclés; Torres y Tapia, A. -
Crónica de la Orden de Alcántara, Madrid 1763 tomo I, fol. 348
610
M. Rivera, La Encomienda, pág. 421 y 422 doc. 213 y 214
611
Vid nota 38 y un documento fechado el 1 de Mayo de 1268 donde satisface una deuda del
maestre. Pub. E. Benito Ruano, Estudios Santiaguistas, León 1978.
612
Rades, Chronica, fol. 35 v. Este comendador que además aparece con la dignidad de trece
muere en la toma de Alcalá de Benzayde.
613
Bullarium, pág. 215. y referencias a los comendadores mayores en este momento.
614
Bullarium, pág. 215.
615
Rades, Chronica, fol. 40 r. aparece como comendador mayor de Castilla y Trece.
616
Aparece en un documento de 1320, Mayo, 9 Aviñon, Vid. Bullarium, p. 283.
617
vid. Porras Arboleda, Los Señoríos, pág. 693.
618
Aparece en un litigio sobre términos de fecha 1338, Marzo, 1 Río Bayonas, Pub. M. Rodrí-
guez Llopis, Documentos siglo XIV y XV, , Murcia, 1991, pp. 10-12, nº 6.
619
Rades, Chronica, fol. 45r.
620
Aparece en un capítulo general celebrado en 1345, Marzo, 19, Alcalá de Henares, Pub. Bu-
llarium, pp. 309-310.
621
Vid. A.H.N., Uclés, carp. 17, vol. I, nº 8, lo cita M. Rodríguez Llopis, Documentos de los si-
glos XIV y XV, p. XXII, nº 4.
622
Rades, Chronica, fol. 49v.
623
Vid. M. Rodríguez Llopis, La evolución del poblamiento, pág. 6
624
Segura Graiño, ob. cit., pág. 110
625
Sobre la permisibilidad hacia los mudéjares, vid. Antonio Yelo Templado "Los vasallos mu-
déjares de la Orden de Santiago en el reino de Murcia (s. XIV-XV)", AEM, Barcelona 1981 pág.
445-458
626
Esta comunidad de musulmanes y la comunidad judía, se vio muy presionada. Ya aludíamos
a los problemas que tenían los judíos para cobrar deudas en Ocaña y Dos Barrios. En la zona de
Segura se produce un proceso muy similar que incluye aquí a los musulmanes en 1309, Abril,
21, Fernando IV ordena al comendador de Segura que se hagan las entregas pactadas con los ju-
díos y moros en las deudas contraídas con ellos, que evidentemente los cristianos no cumplían,
vid. A.H.N., Sellos, carp. 14, nº 6.
627
M. RODRÍGUEZ LLOPIS, "Repoblación y organización" , ob. cit. pág. 5
y por la Orden 628; este pleito fue fallado a favor de la iglesia toledana
que consigue consolidar su autoridad sobre lo reclamado 629.
Este proceso se ve respaldado por una política clara de la Or-
den de consolidar su señorío en el sureste a costa de perder propieda-
des al norte, así por ejemplo en 1239 cambia con el canciller de Castilla,
Juan Pérez, obispo de Osma, Beas de Segura por Aza, Ayllón, Alma-
zán, la Heredad de Ciruelos en el término de Medina y la heredad de
Quintana-Amaya además de la casa del río Lucía 630 y en 1243 la Orden
da a Gil Gómez la villa y el castillo de Paracuellos y lo que tienen en
Segovia, a cambio de Hijar y tres castillos que ganó en la sierra de Se-
gura: Vicorto, Villares y Abejuela 631.
La expansión territorial no se detuvo al finalizar la década de
1230. En 1241 conquistaron: Huéscar, Volteruela, Miravetes y Galera,
éstas fueron repobladas con pobladores cristianos. Hacia el este, la ex-
pansión castellana sobre Yeste, Taibilla, Socovos, Letur, Liétor, Férez y
otras poblaciones no fue seguida de ningún proyecto repoblador. La
población musulmana continuó en ellas, pasando a depender de Segu-
ra. Su territorio aparece en 1242 como el núcleo de población cristiana
más potente y aglutinador de la zona.
En lugares como Segura, Chinclana y Junquera, se mantienen
antiguas estructuras tributarias al calor del pacto de Alcaraz, por lo que
las bases de la sociedad musulmana perduran durante decenios, al
igual que la tipología y modalidades de poblamientos, hechos que han
puesto de manifiesto autores tan importantes como Guichard y Bazza-
na632. Resultan especialmente interesantes las coincidencias de articula-
ción poblacional entre esta zona y el Campo de Montiel.
El elemento básico de articulación de la repoblación santia-
guista es el fuero de Cuenca, utilizado en toda esta zona como se ve
por la confirmación del maestre en 1246 que afecta a Segura, Yeste,
Taibilla , Moratalla, Socovos y Caravaca.
El fuero de Cuenca, se convirtió en un fuero santiaguista utili-
zado por la Orden para poblar esta cuña de frontera entre el reino de
628
1238, Junio, 20, Letran. Pub. Derek W. Lomax, "El arzobispo Jiménez de Rada y la Orden de
Santiago" Hispanía, 19 (1959), núm. 74, pág. 321-365; pág. 348-360.
629
Documento fechado el 20 de Noviembre 1241 en Valladolid por el que los jueces designados
por Gregorio IX fallan a favor del arzobispo Arch. Catedral de Toledo, sign. X.5.A.1.
630
A.H.N., Uclés, carp. 357, nº 1. En 1242 Juan obispo de Burgos, reconoce haber recibido de la
orden de Santiago Tobilla y Tordemoronta en cambio por la villa de Beas. A.H.N., Uclés, carp.
357, nº 3.
631
A.H.N.,Uclés, carp. 260 nº 9; Pub. M. Rivera , La encomienda, pág. 401 nº 193
632
En estudios sobre Valencia, P. Guichard y A. Bazzana "Les Tours de dèfense de la huerta de
Valence au XIIIº siècle" Melanges de la casa de Velázquez, núm. (1978) pág. 73-106
633
Existen algunos trabajos que estudian de forma monográfica el fuero de Cuenca por un lado
Mariano Pesset Reig, "Los fueros de la frontera de Albacete: una interpretación histórica" Con-
greso de Historia de Albacete, col II, pág. 31-48 Albacete 1983 y el trabajo de Luis Rafael Vi-
llegas Díaz, donde se plantean problemas sobre la fecha de su concesión y el monarca que lo
otorga, llegando a la conclusión de que es una extensión del fuero de Alcaraz, "Sobre el fuero de
Segura y otros documentos medievales gienenses" ob. cit. pág. 427.
634
Vid. confirmación del fuero de Segura otorgado por Pelay Pérez el 12 de Febrero de 1246,
Pub. M. Rodríguez Llopis "La evolución del poblamiento". pág. 25.
635
Vid. M. Rodríguez Llopis, "Repoblación y Organización" , pág. 9-11 donde constata gran
número de población mudéjar en el amplio alfoz de Segura.
636
Torres Fontes, "Los mudéjares", pág. 9 y nº 10
637
Pub. Bullarium pág. 211-212 y CODOM vol. II pág. 39-41 doc. 45.
638
Vid. Bullarium pág. 249-250.
639
Vid. M. Rodríguez Llopis "La evolución del poblamiento", pág. 15
640
A.H.N., Uclés, carp. 311 nº 51
641
No obstante M. Rodríguez Llopis mantiene que se trata de un caso aislado y que gran núme-
ro de aldeas mudéjares se abandonan como es el caso de La Grella, Nerpio, Itnar, Villares (Gu-
tta), Abejuela, ob.cit. nota 64, pág.,. 12-14
642
A.H.N. Uclés, carp. 92 nº 1
643
A.H.N., Uclés, carp. 69 nº 8 , J. González, Fernando III, tomo III pág. 301-303 nº 735
644
A.H.N. Sellos, carp. 9 nº 1 y A.H.N., Uclés, carp. 213 nº 1
645
Pub. M. Rivera, La encomienda, ob. cit. pág. 396-397 nº 190 sobre la importancia de esta
donación en la frontera vid. Carlos Ayala, “Alfonso X y la Orden”, pág. 13 y Torres Fontes,
CODOM, tomo III, pág. 25
646
Donada a cambio de Amusco por Sancho IV el 25 de Noviembre de 1285, A.H.N., sellos,
carp. 13 nº 1 y confirmada por Alfonso XI el 8 de Abril de 1329 A.H.N., Uclés, carp. 311 nº 16
647
Vid. Juan Torres Fontes, La reconquista de Murcia en 1266 por Jaime I de Aragón, págs. 28-
29 y La repoblación murciana en el siglo XIII, Murcia 1963 pág. 48 y ss.
648
Son diversas las entregas y tenencia, una de ellas la otorgada en 1304, Noviembre 16, Pub.
Torres Fontes, CODOM, vol. II, nº CLVIII.
649
Vid. Carlos Ayala , “Alfonso X y la Orden”, págs. 26-27
650
Vid. M. Rodríguez Llopis, Conflictos fronterizos ob. cit., pág. 67 y 68, así con el documento
nº IV págs. 118-119 donde los concejos de Yeste y Segura llegan a un acuerdo sobre los pastos y
la regulación del cobro de los montazgos; esta preocupación por la explotación ganadera y su
control queda suficientemente clara en la regulación de las dehesas de Moratalla (Vid. supra nota
57).
651
Bullarium fol. 354
Encomienda de Beas
Se trata junto con Segura y con la futura encomienda de Bed-
mar y Albanchez de las propiedades gienenses de los santiaguistas. La
primera referencia documental a Beas aparece en la delimitación del
término redondo del castillo de Torres uno de cuyos mojones es
Beas653. Su incorporación definitiva por la Orden se produce en 1239,
Noviembre 29, Burgos, cuando Juan Pérez, obispo de Osma, permuta
Beas a cambio de numerosos lugares santiaguistas en el norte como
Aza, Ayllón, Almazan, la heredad de Ciruelos, en el término de Medi-
na, la heredad de Quintana-Amaya y la casa del río Lucia654.
Las primeras noticias sobre un comendador en Beas se remon-
tan a 1242 cuando su titular es excomulgado, como consecuencia del
conflicto con el arzobispo toledano655. Sin embargo la constatación de
un comendador en una fecha tan temprana, incluso anterior a la incor-
poración de Segura, pone de manifiesto que se trata de responsables de
estos lugares que progresivamente se incorporaban a la Orden y cuyo
control se pone en manos de unos tenentes, que una vez donada Segu-
ra pasan a su control postergándose su organización comendataria de
forma independiente a la primera mitad del siglo XIV. Será en este
momento cuando aparece claramente diferenciada la encomienda de
Beas, aunque con una fuerte dependencia aún de Segura. Se establece
que los de este lugar cobraran montazgo fuera de las cortas (límites de
Segura). Se establece las zonas de caza y tala entre las encomiendas de
652
Bullarium fol. 249-250
653
1235, Mayo, 1, Malagón, Pub. J. González, Fernando III, págs. 71-73, nº 554.
654
A.H.N., Uclés, carp. 357, nº 1, este documento es confirmado el día 30 por Fernando III
quien autoriza el cambio, Pub. J. González, Fernando III, vol. III, pág. 199, nº 658.
655
En 1242, Marzo, 16, su comendador aparece entre los excomulgados, Pub. M. Rivera, La
Encomienda, págs. 387-390, nº 183 y en la sentencia firme dictada el 27 de Mayo de ese mismo
año vid. Idem, págs. 390-391, nº 184.
656
Este documento por el que Alfonso Méndez, maestre santiaguista, ratifica en 1342, Mayo,
24, otros de sus antecesores en el cargo como Vasco Rodríguez (1312, Enero, 24) e incluso ante-
riores de Pelay Pérez Correa, confirmando términos y fueros de Segura de la Sierra, Pub. M.
Rodríguez Llopis, Documentos siglos XIV y XV, págs. 13 y 14, nº 7. En este texto se habla cla-
ramente de la encomienda de Beas y de su comendador.
657
Hasta 1329, no aparece un nuevo comendador de Beas en este caso Ruy Pérez, vid. P.A. Po-
rras, Los Señoríos, pág. 690, siendo su comendador en 1342 Martín Fernández Delgadillo vid.
Rades, Chronica, fol. 45r.
658
Una vez más es necesaria la consulta del magnífico estudio de P.A. Porras, Los señoríos,
pág. 528, para comprobar la evolución comendataria en los siglos bajomedievales.
659
Pub. M. Rivera, La Encomienda, págs. 381-382, nº 179.
660
Esta zona aun hoy de difícil acceso ha conservado importantes tradiciones históricas que han
merecido el estudio de las mismas, mediante una interesante monografía vid. Juan Fco. Jordán
Montés y Aurora de la Peña Asencio, Mentalidad y Tradición en la Serranía de Yeste y de Ner-
pio, Albacete 1992.
661
Sobre sus propiedades bajomedievales, resulta de gran interés lo aportado por P.A. Porras,
Los Señoríos, págs. 567-568. Sin embargo contamos con un trabajo monográfico sobre las pose-
siones santiaguistas en Murcia que analiza esta encomienda, vid. Miguel Rodríguez LLopis, Se-
ñoríos y Feudalismo en el Reino de Murcia, Murcia, 1984. págs. 53 y ss.
662
vid. M. Rodríguez LLopis, Conflictos fronterizos, pág. 53.
663
No compartimos en absoluto la afirmación de Miguel Rodríguez Llopis, según la cual
el proceso de disgregación comendatario de estos lugares se produce a partir de 1245. En primer
lugar parece absurdo que antes de otorgar el fuero de Segura se produzca una separación y que el
fuero de Segura afecte claramente a Yeste y Taibilla. El apoyo de la afirmación del prof. Rodrí-
guez Llopis, se sustenta en un comendador Suer Flores, documentado en 1331, con lo que su so-
lidez parece endeble. Además la confirmación de los fueros y franquezas al concejo de Yeste en
1338, Noviembre, 16, Orcera, ayuda poco a mantener una independencia desde mediados del si-
glo XIII, Pub. M. Rodríguez LLopis, Conflictos fronterizos, pág. 117, nº III.
664
1352, Febrero, 22, Pub. M. Rodríguez LLopis, Conflictos fronterizos, pág. 118-119, nº IV.
Sobre otros límites de la encomienda todos ellos de época muy tardía pueden comprobarse en
esta misma obra pág. 37 y 38. No existe ninguna información del siglo XIII que avale una inde-
pendencia orgánica de Yeste con respecto a Segura.
665
Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos, pág. 6-8, nº 3. Aquí el comendador de Yeste, Suer
Flores, no aparece como comendador también de Taibilla.
666
Posiblemente esta diferenciación se deba al carácter fronterizo del castillo de Taibilla, posi-
ción que perdura en el tiempo y lleva a que Fernando IV, en 1303, Julio, 1, autorice al maestre
Juan Osorez, a publicar y recaudar la cruzada, para obtener fondos para defender diversos casti-
llos fronterizos, entre otros el de Taibilla. Pub. A. Benavides, Fernando IV, págs. 353-354, nº
CCXXXV.
667
En 1387, aparece un comendador unitario, vid. P.A. Porras, Los Señoríos, pág. 698. Sin em-
bargo M. Rodríguez Llopis, Conflictos fronterizos, pág. 39, aun reconociendo la vinculación or-
gánica de ambas encomiendas manifiesta que la individualización perdura hasta 1409.
Encomienda de Socovos
Se trata de otra importante encomienda santiaguista desarro-
llada en la provincia de Albacete y que incorporó los lugares de Fe-
rez669, Hijar, Letur670, Lietor, Villares, Vicorto, Abejuela e Iznar entre
otros671. La información de que disponemos es bastante tardía y se
centra casi en exclusividad en referencias documentales a sus comen-
dadores. En 1329 aparece el primero Alfonso Pérez672. Con posteriori-
dad su comendador Gonzalo Yañez, aparece vinculado al de Yeste
Suer Flores, en la reclamación por robo contra el almotacén de Ori-
huela, ante el monarca aragonés. No obstante, la consolidación de la
encomienda es un hecho en el primer tercio del siglo XIV. En 1335, su
comendador Gonzalo Yañez, concede un reparto de heredamientos a
los pobladores de Letur, que es sancionado por el maestre santiaguista
Vasco González673.
Encomienda de Moratalla
Esta encomienda situada en la actual provincia de Murcia, su-
puso para los santiaguistas su penetración en el reino de murciano y
fue la primera de un significativo grupo de encomiendas que tuvieron
668
Vid. Porras Arboleda, Los señoríos, pág. 567. La importancia de su castillo ha merecido la
producción de una interesante monografía Lillo Carpío, P. y Molina Molina, A.L. "El Castillo de
Taibilla", en Miscelania Medieval Murciana, vol. 7, (1981), págs. 73-74.
669
Las rentas de este lugar pertenecen a la mesa maestral, esta situación documentada en épocas
anteriores posiblemente responda a una situación anterior. vid. Porras Arboleda, Los señoríos,
págs. 569-570.
670
Este lugar de gran interés geológico, conserva en torno a la actual localidad una muralla na-
tural que la protege que además se utiliza para la canalización de agua. Cuenta entre sus vecinos
con una persona de gran talla humana y científica que se ha preocupado por la conservación de
restos históricos, se trata de Jesús Tomás Tomás, quien ha dedicado una interesante monografía
a su pueblo natal Historia de Letur, notas y conjeturas, Albacete 1988.
671
La documentación relativa a esta encomienda básicamente se centra en época bajomedieval
y ha merecido la atención de diversos estudios. P.A. Porras, Los señoríos, analiza esta enco-
mienda pág. 562. M.Rodríguez LLopis la incluye en su trabajo de conjunto, Señoríos y Feuda-
lismo, pág. 53 y ss. Y contamos con un trabajo monográfico que arranca su análisis en 1468, vid.
Peinado Santaella, "Un señorío en la frontera", ob. cit., donde da un pincelada muy tenue sobre
todo lo anterior, vid. pág. 239.
672
P.A. Porras, Los señoríos, pág. 562.
673
1335, Noviembre, 13, Pub. M. Rodríguez Llopis, "La evolución del poblamiento", ob. cit.,
pág. 26, nº II.
674
En 1293, Agosto, 18, Almendros, los pobladores de Aledo reciben el fuero de Lorca, del
maestre Juan Osorez. Existe en estos momentos una población musulmana en Aledo, se reserva
la orden diversas monopolios como hornos, montazgos, portazgos y las almazaras (molinos de
aceite) y demás molinos. Pub. CODOM, vol.II, págs. 100-103, nº CV.
675
Al igual que en Beas y Albánchez cuyos comendadores no se citan por su nombre aparece en
1242, Marzo, 16, como comendador de Moratalla Martín López el Portugués, Pub. M. Rivera,
La Encomienda, págs. 387-390, nº 183. En la concesión del fuero de Segura el 12 de Febrero de
1246, aparece como comendador de Moratalla Lopé Hernández, Pub. M. Rodríguez Llopis, "La
evolución del poblamiento", ob. cit., págs. 25 nº 1. Esta situación que implica la permanencia de
una encomienda independiente en Moratalla, una vez dotada la encomienda de Segura, podría
suponer una cierta autonomía en todo momento de este importante enclave en el reino de Mur-
cia.
676
Esta hipótesis se podría apoyar con dos referencias documentales, tremendamente contro-
vertidas. En la actual carpeta del archivo histórico (carp. 219, correspondiente a Moratalla) se
conservan dos documentos el nº 1 fechado en 1223 y el nº 2 fechado en 1227 que trasladan sen-
dos acuerdos con el concejo de Moratalla. En el primero la Orden monopoliza los hornos a cam-
bio de suprimir el mercado semanal (Pub. Menéndez Pidal, Documentos, I pp. 421-422, nº 313)
y en el segundo que se dota un fuero con un pecho y un calendario de pagos; estableciéndose
además el embrión concejil. Estos interesantes documentos son de época muy temprana y nos
informan de una población plenamente cristiana, lo que nos hace dudar de que se refieran a Mo-
ratalla que estaba poblada por musulmanes en 1271, cuando se establece el acuerdo con el obis-
po de Cartagena. Por otra parte existe división de opiniones entre los investigadores Menéndez
Pidal y Torres Fontes, mantienen que se trata de Moratalla, mientras M. Rivera, D.W. Lomax y
M. Rodríguez Llopis, atribuyen estos documentos a Moratilla, lugar en la ribera del Tajo. Mi
opinión se inclina por pensar que se trata de Moratalla, aunque ciertamente existen evidencias
contrarías, que no dan una gran fiabilidad a esta opción.
677
1293, Septiembre, 10, Pub. M. Rodríguez LLopis, Documentos para la Historia Medieval de
Moratalla, Murcia, 1988. págs. 67-68, nº 1.
678
1293, Septiembre, 10, Montiel, El maestre Juan Osorez, se dirige a los almojarifes y comen-
dadores de la sierra para que no cobren portazgo a los de Moratalla.
679
Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos de Moratalla, págs. 69-70, nº 3.
680
Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos de Moratalla, págs. 70-71, nº 4.
681
Estas pegueras son hornos donde se quema madera de pino para obtener alquitrán y pez. Esta
pez es una sustancia resinosa que se utiliza para impermeabilizar. Pero también para marcar el
ganado.
682
1347, Diciembre, 28, Caravaca, Pub. M. Rodríguez Llopis, Documentos del siglo XIV y XV,
págs. 14-15, nº 8. Este lugar de Caravaca se había incorporado a los territorios santiaguistas el
tres de Agosto de 1344, por donación de Alfonso XI, quien otorga a su hijo el infante D. Fadri-
que, a la sazón maestre de Santiago, las villas y castillos de Caravaca, Cehegin y Bullas con to-
dos sus derechos, incluidos diezmos como los tenían cuando eran bailía del Temple, no pudien-
do la Orden enajenar estas. Pub. Torres Fontes, Documentos para la historia medieval de
Cehegin, Murcia 1982. págs. 117-124, nº 8. Esta consolidación de Moratalla y Caravaca en la fi-
gura de Ruy Chacón su comendador dotó de entidad unitaria a los señoríos murcianos más occi-
dentales de la Orden, comprometiéndose este Ruy Chacón a la fortificación de Bullas, Pub. To-
rres Fontes, Documentos de Cehegin, págs. 133-135, nº 12. Esto consolidó unos señoríos en el
reino de Murcia que alcanzaron su máximo desarrollo en la Baja Edad Media.