El documento discute cómo la nutrición desde el útero hasta la adolescencia afecta el desarrollo óseo. Se requieren cantidades adecuadas de energía, minerales como calcio y fósforo, y vitaminas como la C, D y K para una formación ósea saludable. La desnutrición o deficiencias de estos nutrientes pueden retrasar el crecimiento óseo y conducir a trastornos como la osteomalacia y el raquitismo. La dieta, actividad física y estilo de vida influyen en el riesgo
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El documento discute cómo la nutrición desde el útero hasta la adolescencia afecta el desarrollo óseo. Se requieren cantidades adecuadas de energía, minerales como calcio y fósforo, y vitaminas como la C, D y K para una formación ósea saludable. La desnutrición o deficiencias de estos nutrientes pueden retrasar el crecimiento óseo y conducir a trastornos como la osteomalacia y el raquitismo. La dieta, actividad física y estilo de vida influyen en el riesgo
El documento discute cómo la nutrición desde el útero hasta la adolescencia afecta el desarrollo óseo. Se requieren cantidades adecuadas de energía, minerales como calcio y fósforo, y vitaminas como la C, D y K para una formación ósea saludable. La desnutrición o deficiencias de estos nutrientes pueden retrasar el crecimiento óseo y conducir a trastornos como la osteomalacia y el raquitismo. La dieta, actividad física y estilo de vida influyen en el riesgo
El documento discute cómo la nutrición desde el útero hasta la adolescencia afecta el desarrollo óseo. Se requieren cantidades adecuadas de energía, minerales como calcio y fósforo, y vitaminas como la C, D y K para una formación ósea saludable. La desnutrición o deficiencias de estos nutrientes pueden retrasar el crecimiento óseo y conducir a trastornos como la osteomalacia y el raquitismo. La dieta, actividad física y estilo de vida influyen en el riesgo
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•El crecimiento y el desarrollo óseo requieren de una
fuente adecuada de factores nutricionales ya que el
desarrollo óseo, el crecimiento en la niñez y el posible riesgo de una fractura van determinados por exposiciones a algunos alimentos en el útero, durante la infancia y la adolescencia.
•Es importante saber que la formación del hueso requiere
cantidades adecuadas de energía, aminoácidos y de los principales minerales en la formación ósea (Ca, P, Mg, Zn), otros iones (Cu, Mn) y vitaminas (C, D, K) que están implicados en la formación de cristales de hidroxiapatita, del colágeno, del metabolismo del cartílago y en la homeostasis del Ca y el fosfato. • Generalmente la velocidad del crecimiento esquelético es alta inmediatamente después del nacimiento y luego se retarda y vuelve más adelante en la infancia; En la adolescencia, el desarrollo óseo aumenta con la secreción de hormonas sexuales; Además, el desarrollo óseo en la infancia se da en mayor medida sobre el esqueleto apendicular y en la pubertad se da sobre el esqueleto axial.
La desnutrición proteica lleva al retraso del
crecimiento óseo; Productos inadecuados y la pobre absorción de los minerales formadores de hueso especialmente el calcio retardan el crecimiento. Las deficiencias de Ca, Cu, vitaminas C y D afectan la producción de cartílago y del hueso directamente. La SALUD ÓSEA hace referencia al bajo riesgo de tener 3 desórdenes óseo comunes: Osteomalacia. Raquitismo. Osteoporosis.
Para evitar estos desórdenes, la buena nutrición tiene
que empezar desde que el niño esta en el feto, la nutrición maternal puede tener efectos duraderos sobre el crecimiento del niño ya que es un periodo clave en el desarrollo del sistema metabólico incluyendo el esqueleto. Tanto la nutrición como el ambiente programan el desarrollo óseo interactuando con el genotipo. Igualmente la vitamina D materna y el hecho de ingerir nutrientes como Ca, P, Mg y K durante el embarazo pueden predecir la altura, el contenido mineral óseo y la densidad mineral ósea al igual que el riesgo de fracturas en niños. Los componentes dietéticos que reciben mayor atención están directamente envueltos en el crecimiento óseo ya que tienen acciones en la absorción y excreción del Ca. Algunos componentes de la dieta aumentan la absorción de Ca (Ca, vitamina D y azúcares) o disminuyen su excreción (vitamina B) y tienen el potencial de promover el aumento del mineral óseo. Otros inhiben la absorción de Ca (grasas, fitatos, oxalatos) y promueven la excreción urinaria ( Na, cafeína, productores de ácido).
Aunque estos productos tengan esas propiedades, el
riesgo de una fractura a largo plazo es incierto. Los efectos de unos componentes pueden ser compensados con otros.
De igual manera el medio ambiente y los factores en
el estilo de vida como la actividad física, el consumo de alcohol, fumar y usar anticonceptivos orales actúan con el equilibrio nutricional para actuar en el desarrollo óseo. Por esto la obesidad se relaciona con el riesgo de osteoporosis. En diferentes experimentos se ha demostrado que utilizando suplementos o comida con Ca se da un aumento en el contenido óseo mineral y en la densidad mineral de un 1-5 % en niños y en adolescentes en países como Gambia, Irlanda, USA, en el que también se evidencia un aumento de la IGF-1.
Alimentos como la leche (Ca) y la carne (P) están
asociados con una absorción más alta de Ca, la excreción urinaria reducida de Ca y a un buen equilibrio ácido-base. Los alimentos que contribuyen a una carga ácida son los alimentos ricos en aminoácidos, en P o en cloruro (carnes, granos, nueces y productos lácteos)
Los alimentos que contribuyen con una carga básica
o alcalina son alimentos con K y Mg (frutas y verduras).
En algunos experimentos se observo a personas con
una baja producción de ácido al ingerir alimentos como frutas, verduras y poca carne pero también en personas que consumían papas fritas, chocolates y cerveza. En general siempre se trata de prevenir una acidosis ya que esta puede llevar a una perdida creciente de hueso para generar un equilibrio y producir osteoporosis aunque una producción baja de ácido como producto del metabolismo no tiene relación con llevar una dieta sana.
No se puede determinar una dieta adecuada para niños
y jóvenes utilizando a la salud ósea como patrón. Las sugerencias más generales para no padecer esta enfermedad son: consumir productos a base de Ca y exponerse en forma adecuada al sol de verano para aumentar los niveles de vitamina D, tener actividad física, llevar un peso adecuado, no consumir demasiada sal e ingerir muchas frutas y verduras Bibliografía:
Symposium on ‘Nutrition and health in children
and adolescents’ Session 1: Nutrition in growth and development. Nutrition and bone growth and development http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcg