Biblio U 3 Bracchi
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Resumen
La presente ponencia presenta avances de una investigación en curso en el
marco de mi tesis doctoral1. La misma tiene como tema central la exploración y
análisis de experiencias institucionales, distritales y regionales llevadas a cabo
en escuelas secundarias de la Provincia de Buenos Aires. Dichas experiencias
implementan propuestas organizativas y curriculares que avanzan en el
acompañamiento de las trayectorias educativas de los estudiantes. Se trata de
una investigación de carácter exploratorio sobre las propuestas y experiencias
implementadas en diversas escuelas que son generadas por los propios
actores de la comunidad educativa (Inspectores y directores de nivel
secundario). Otras, son producto de la implementación de lineamientos de
política educativa emanados por la DGCyE. En ambos casos se tiene como
objetivo garantizar la obligatoriedad del nivel secundario para los estudiantes a
partir de la sanción de la Ley provincial de Educación (13688) en el año 2007.
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En el marco del Programa de Doctorado en Ciencias de la Educación (Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación-UNLP). Titulo del proyecto: “La obligatoriedad de la
educación secundaria como política de ampliación de derechos en la provincia de Buenos
Aires. Un estudio socioeducativo sobre la construcción institucional de las trayectorias
educativas de los estudiantes”, bajo la dirección de la Dra. Carina Kaplan.
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Nos referimos a la llamada Reforma Educativa que conformo un conjunto de leyes que
transformaron profundamente la estructura y los sentidos de la educación argentina: la Ley de
Transferencia de Servicios Educativos a las Provincias en 1992, en 1993 la Ley Federal de
Educación, y en 1995 la Ley de Educación Superior.
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Los datos difundidos por el Ministerio de Educación de la Nación ( www.me.gov.ar)
sostienen que durante la década del 90 se registró un incremento nacional de la matrícula del
nivel secundario(denominado medio o polimodal en aquel entonces) del 20%. Sin embargo,
“resulta pertinente aclarar que si bien los datos permiten observar este aumento de matrícula,
también advierten el crecimiento de los índices de repitencia y abandono, a partir de lo cual,
es posible afirmar que si bien la escuela secundaria de este período recibió a más
adolescentes y jóvenes, las acciones tendientes a acompañar y sostener las trayectorias
educativas de los estudiantes no fueron suficientes” (Gabbai, 2012)
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En Desafío para la Educación de los adolescentes. UNICEF.
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Creado el proyecto en el año 2008 con la Resol. 5099- Expedientes 3515620/08 aprobados
por la Dirección General de Cultura y Educación.
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Creado el proyecto en el año 2008 con la Resol. 5170- Expediente 5811-3489521 aprobado
por la Dirección General de Cultura y Educación.
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fracaso” por un lado y, por el otro, desplazar la mirada de la cuestión de “la forma”
(más o menos rígida, más o menos tradicional, más o menos resistente) hacia un
abordaje sociocultural de la inclusión. Esto significa no sólo reconocer que el desafío
de la inclusión está emplazado en una dimensión mucho más amplia que en el
problema de la “forma”, sino ante todo hacer hincapié en los puntos de inflexión donde,
entre tensiones, resistencias y luchas, la escuela está trabajando en lograr
adecuar/interpelar/modificar sus formas tradicionales y construir un diálogo con otras
prácticas culturales y un colectivo de estudiantes que dejó de ser ese grupo reducido,
homogéneo y predecible para conformar un grupo más amplio que tienen historias
familiares, sociales, culturales y por tanto escolares diversas y contingentes. Este
diálogo –esta mediación- constituye una de las condiciones de posibilidad sustanciales
para la lucha contra la segregación y con ella, el efectivo cumplimiento del mandato
político de la inclusión/garantía de derecho, en tanto ésta “no es natural, ni universal,
ni estable”, sino que se constituye como determinada cristalización y significación del
itinerario escolar que recorren los estudiantes (Sendón, 2011:175). Esta concepción
de la inclusión plantea la necesidad de pensar una organización escolar adecuada a
las necesidades de los jóvenes que ha atravesado biografías educativas de lo más
diversas, a la vez que generadora de condiciones apropiadas para el aprendizaje: “no
sólo como el acceso a las escuelas de los adolescentes que no han asistido nunca o
que por algún motivo abandonaron sus estudios, sino además como la permanencia y
la continuidad en el sistema educativo de estos sujetos que son el eje de estas
políticas, recuperando la centralidad de lo pedagógico” (Bracchi, C. 2010).
Concebir a la escuela como el lugar donde tienen que estar los jóvenes, afecta
directamente a la concepción y producción pedagógico-didáctica. La escuela
secundaria incluyente rompe con su sello de origen selectivo y se moviliza a partir de
un mandato democratizador, desplegando más y mejores estrategias con el propósito
fundamental de garantizar el derecho social a la educación, en el marco de la escuela
secundaria obligatoria. A contrapelo de los discursos y actores que les incomoda la
llegada de nuevo contingentes de jóvenes, que en muchos casos representan ñla
primera generación familiar de acceder al nivel secundario, no se trata de plantear la
inclusión en términos lineales de “retención de matrícula” sino de generar las
condiciones institucionales, pedagógicas y didácticas que aseguren la continuidad de
los estudiantes en la escuela secundaria.
Esto último implica revisar y tensar el par dicotómico “inclusión/exclusión”. Se puede
estar dentro de la escuela sosteniendo la “asistencia” pero se puede estar excluido de
las relaciones pedagógicas, de las propuestas formativas o de los proyectos
institucionales. Se puede no ir a la escuela todos los días, tener un régimen de
asistencia especial y se puede estar aprendiendo con otros tiempos, con propuestas
que se adapten a las circunstancias que hacen que un estudiante no pueda concurrir
diariamente. Con esto se quiere señalar que, según esta definición político-
pedagógica, se puede estar excluido aun estando incluido en la presencia y asistencia
cotidiana, por ello tal permanencia no es sinónimo de inclusión. El análisis a partir del
par inclusión-exclusión posibilita observar los mecanismos internos de exclusión. Esto
lo retomaremos más adelante cuando especifiquemos sobre el componente
institucional de las trayectorias y cómo este puede posibilitar o condicionar los
recorridos por el nivel secundario. Por ahora se señala que las situaciones como el
embarazo, la maternidad y la paternidad en la edad escolar, por ejemplo, no son en sí
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Ese modelo clásico del canon escolar que fijaba la asistencia como condición
obligatoria y básica para pensar la escolarización ha quedado impregnado en las
culturas de las instituciones escolares como así también en el imaginario colectivo
sobre lo que se supone significa ir a la escuela y por tanto la delimitación de aquello
que reconocemos como lo propiamente escolar. Si bien no será tema en este trabajo
se debe mencionar que la reformulación en el Régimen Académico para el nivel
secundario de la provincia de Buenos Aires en el año 2011 (Resolución 587) ha sido
un paso fundamental en esto sentido de pensar la inclusión de otra manera. No solo
se trata de una normativa administrativa o burocrática, sino y fundamentalmente,
resulta una herramienta pedagógica que ahora hace posible y permite otros modos de
organización institucional con la creación de proyectos de la escuela que posibiliten las
trayectorias educativas de los estudiantes según las historias y recorridos de cada uno
de ellos. Tensa también, por tanto la experiencia tradicional de los tiempos y los
espacios fijos. Se destaca que, al leer el Anexo 6 de dicho régimen Académico: “Marco
específico para la Educación secundaria orientada”, es donde se posibilita avanzar en
propuestas organizativas y curriculares para garantizar la continuidad. 9 Un régimen
académico constituye la regulación oficial que le da formatos posibles a las escuelas
secundarias para que acompañen las trayectorias educativas de todos sus
estudiantes.
posibilite al estudiante que, por diferentes razones, cambia de institución por ejemplo
se le garantice el trayecto realizado.
De esta primera etapa del trabajo se han relevado 103 proyectos con propuestas
pedagógicas para acompañar las trayectorias educativas de los estudiantes, dichas
propuestas pertenecen a distintas escuelas secundarias de las 25 regiones educativas
en los que se encuentra organizada la provincia.
Bibliografía
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juveniles, educación secundaria e inclusión social. Entrevista a Claudia Bracchi y
Viviana Seoane”. En: Revista Archivos de Ciencias de la Educación, Año
2010,pp. 67-86, 4ta Epoca, La Plata.
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