Pablo Ruiz Picasso
Pablo Ruiz Picasso
Pablo Ruiz Picasso
PICASSO
COMENTARIO DE IMÁGENES PARA EL EXAMEN, JUNIO 2013
Asimismo, hay que notar la pincelada gruesa y energética, influencia de Van Gogh y el
movimiento artístico francés.
El cromatismo vivo permite ver como aquí Picasso se siente cautivo por el juego de luces y se
divierte con el uso del color. La utilización profusa del rojo le sirve para colorear el traje y el
sombrero además de algunos rasgos del rostro como los labios o el maquillaje, también salpica la
pared del fondo.
Contexto: El contexto de esta obra se sitúa a principios del siglo XX. Tras la etapa académica
de Picasso, este se marcha a Barcelona donde se integro perfectamente en la vida artística. Su
lenguaje plástico adquirió madurez. Desarrolla una poderosa vida social además de tener tiempo
para seguir pintando. En 1897 se inauguró “Els quatre cats”, lugar donde celebró algunas
exposiciones. También publico en los números de una revista con el mismo nombre.
Picasso se encontró con personajes como Regoyas, Nonell, Ramón Pichot, etc… nombre
reconocidos en la Barcelona finisecular. Es posible que a través de este grupo tomara contacto
con la obra de Touluse-Lautrec, Munch, Van Gogh… no se sabe con certeza pero se supone que
por las ilustraciones de las revistas que se leían y comentaban en ese momento, asi como por la
propia evolución del artista.
Cuando Picasso marcha a Paris en 1901, es capaz de captar el interés de los poetas
simbolistas más jóvenes. Picasso en Barcelona desarrolla un ‘modus propio’ y se desarrolla con el
modernisme catalá, causada por la relación que mantenía con su padre y su ciudad de origen:
Málaga.
La llegada de Gaudí a Barcelona supone un autentico cambio, ya que en Cataluña no existía el
movimiento de la ‘Generación del 98’, movimiento propio vasco-madrileño. Pero aun asi Picasso
conoce muy bien lo que sucede en este movimiento. Las pinturas de Picasso en esta etapa toma
tintes simbolistas y decadentistas. Los escritores Rubén Darío y Salvador Rueda escribieron una
poesía titulada “Modernismo” que supone el simbolismo en la cultura española.
El modernismo catalán está vinculado con la burguesía y la demanda de una nueva situación
en el arte. En cada situación geográfica se desarrolla de una manera distinta al servicio tanto de la
burguesía acomodada como la media. También se da en ambientes populares pero ocurre en una
relación sociológica.
Hasta finales del siglo XVIII comienza la idea del ‘Libre-comercio’ proveniente de Alemania a
manos del teorico Winckelmman, su teoría promovió la
subjetividad. Los artistas que optaban con esta actitud era
completamente desafiante ante la burguesía y el primero en
hacerlo fue David.
El joven Picasso toma conciencia de todo lo que está
sucediendo a su alrededor u se apunta al movimiento no-
convencial: La Bohemia. El liberalismo se impregna en la bohemia
y P’ asume este marco.
A modo de conclusión, Picasso no sigue el precedente de Fin
de Siglo.
Las dos hermanas, 1902
Picasso ejecutó este gran lienzo en el verano de 1902 en Barcelona. Representa uno de los
momentos culminantes de su pintura en aquellos años, en el cual la monocromía azul
determinaba la estructura entera de la obra. Ésta, aunque inacabada, es una de las pinturas en las
que el tema de la prostitución y el de la madre con su hijo es narrado con refinada sencillez,
dosificando los sentimientos patéticos. La obra, cuyas protagonistas son dos hermanas, plasma
con dramática simplicidad la petición de ayuda de una de ellas, que, enferma y con la cabeza
inclinada, se dirige a la otra. Según Max Jacob, los personajes mostrarían, por el contrario, el
encuentro entre una prostituta y su joven madre. La primera, a la izquierda, lleva el pañuelo
blanco que era obligatorio para las mujeres enfermas de sífilis que se recuperaban en el
hospital de Saint-Lazare. La hipotética madre, a la derecha, tiene en sus brazos a su hijo y
consuela, abrazándola, a la prostituta enferma. Tanto en la composición como en los paños,
Picasso cita la iconografía mariana de la Visitación. Las dos hermanas recuerda a los frescos
catalanes del siglo XIII que Picasso tuvo ocasión de ver en el museo de arte catalán de Barcelona.
En la ejecución de los pliegues de la capa que lleva la prostituta se perciben líneas rígidas y
geométricas del arte gótico, que contrastan con las redondeadas que marcan las pantorrillas y las
rodillas.
Max Jacob criticó con aspereza la obra, diciendo que se centraba demasiado en los sentimientos
y en el alma y no lo bastante en la forma. En realidad, el patetismo, gracias a la severidad de la
composición y de la actitud de las dos mujeres, es mucho más contenido que en la serie de ciegos
y mendigos de obras anteriores.
Contexto: Este cuadro coincide con su primera estancia definitiva en París. El término Azul
hace referencia explícita a la gama cromática dominante en los cuadros de esta época (1901-04)
pero también por el componente emocional que se desprende de todas ellas.
Las figuras son alargadas, carentes de movimiento, muchas veces en poses retoricos y no
pocas mirando al espectador como si desearan entablar una conversación o dialogo privado. De
todos los periodos picassianos es el mas próximo al simbolismo de fin de siglo.
Los siguientes 3 años fueron vertiginosos, nuestro artista acuso la influencia momentáneas del
luminismo post-impresionista. No parece que esta orientación estética dejara en el una huella
permanente, más bien se diría que adopto una orientación expresionista. Representa a seres
tristes y desgarros ensombrecidos por una fría gama monocromática.
Los personajes de sus cuadros suelen ser: prostitutas solitarias, mendigos, seres con alguna
deformidad física, mujeres pobres con niños pequeños, pareja de amantes con aspecto triste y
desconsolado…
Parece que había una cierta clientela para estas obras que tantos “buenos sentimientos” han
inspirado en las elites burguesas bienpensantes.
El deseo de reforzar un sentimiento mediante la eliminación consciente y sistemática de los
tonos que podían distraerlo y eso tiene su importancia. Picasso fue uno de los artistas por no decir
el único que se sirvió siempre de este recurso tan anti naturalista pero eficaz desde el punto de
vista psicológico: Azul-Rosa-Negra-Gris pardo (cubismo)- Blanco y negro (Guernica).
Parece que no supo o no quiso prescindir que un acento intelectual-emocional predominante
anduviera asociado a una cierta unidad cromática.
En 1903, pinta lo que podríamos considerar la obra central de este
periodo: *La vida” que puede concebirse como un resumen de sus
intereses y posibilidades.
La concepción simbólica, según la cual una pintura es un motivo de
reflexión persistirá en Picasso en los siguientes años: Periodo Rosa.
Contexto: Cubismo.
El cubismo es el fenómeno más importante del arte contemporáneo,
marco en el que cobran sentido sus transformaciones y su evolución. El
cubismo de Picasso, Braque, Juan Gris, Fernand Leger, liberó al arte contemporáneo del punto de
vista tradicional y puso en cuestión los sistemas consagrados de representación. El cuadro dejó
de ser una “ventana abierta” al mundo y pasó a ser lo que real, material y físicamente era, una
superficie en la que pintar, la bidimensionalidad de la pintura.
Lo que Braque y Picasso hicieron entre 1908-14 constituye una de las hazañas mas
prodigiosas de toda la historia del arte: casi sin proponérselo destruyeron la concepción del
espacio visual que había estado vigente en el mundos desde el Renacimiento. Se trataba de
digerir de manera artística Las Señoritas de Avignon, esto le hizo a Picasso atravesar un “periodo
negro” durante el cual pintó muchas figuras geometrizadas, claramente deudoras de la estatuaria
africana, con una gama cromática muy oscura. En un principio Braque comenzó con paisajes y el
paulatino abandono de los colores fovistas. Picasso en su estancia en España con Fernande
también dibujo numerosos paisajes. La ausencia en estas obras de figuras humanas permitió al
artista abandonar momentáneamente las complejas implicaciones emotivas e ideológicas
presentes en otros trabajos anteriores para concentrar sus esfuerzos en los aspectos técnicos y
visuales de la representación.
Se podría decir que Picasso “racionalizaba” las vistas de Cezanne. Los límites entre masas de
color eran ahora líneas rectas y los volúmenes producían la
sensación de poseer una tridimensionalidad engañosa que parecía
ligada a una extraña transparencia.
El juego cromático era apagado reduciéndose a una gama de
ocres, grises y verdes oscuros.
El cuadro aparece como un bajo relieve imaginario.
El cubismo analítico es una metáfora óptica: se podría decir de él
que provoca una refracción de la realidad.
El guitarrista, 1910
La obra pertenece al movimiento cubista hermético. El cuadro
roza la abstracción sin reconocimiento en la figura sino la
composición de formas geométricas dando lugar a que haya la
presencia de una figura sin línea.
Contexto: Contexto de la imagen de arriba + cubismo sintético:
Las obras pintadas desde 1909-11 ilustran interesantes conflictos de naturaleza visual: la
superficie de los lienzos es muchas veces vibrante, con pinceladas muy cortas al estilo puntillista,
pero el color gris-verdoso niega tajantemente la tradición colorista del neoimpresionismo. Los
planos o manchas cromáticas no siempre se adaptan a las líneas del dibujo. Las cosas aparecen
fragmentadas en una multitud de pequeñas facetas de apariencia cristalina. El cubismo analítico
es una metáfora óptica: se podría decir de él que provoca una
refracción de la realidad.
Los temas cultivados pueden parecer banales: guitarristas y músicos
+ instrumentos, figuras humanas aisladas, algún retrato y un número
creciente de bodegones. Es obvio que la neutralización del color y la
del asunto discurrían en paralelo, como si Picasso quisiera alcanzar
una especie de “Grado Cero” de la pintura. Este ascético camino
condujo al cubismo sintético donde podemos apreciar los collage.
Guitarra, partitura y Vaso, 1912-13
Madre e hijo, 19
Contexto: retorno a lo clásico.
La Primera Guerra Mundial acabó con el universo
decimonónico e inauguró el dramático siglo XX. Nunca
antes el patrioterismo nacionalista había alcanzado unas
cotas tan altas de irracionalidad y se estaba insinuando asi
otro clima cultural. Nada más acabar la guerra, la
vanguardia artística radical se desplazo a otros escenarios
de Europa. París retrocedió hacia posiciones más conservadoras. Se produce un “regreso al
orden” que suponía que la efervescencia renovadora de 1907-14 había sido una especie de
enfermedad juvenil. Lo más curioso de todo esto es que se le atribuyera a Picasso el liderazgo de
esta nueva moda “neoclásica”.
Picasso reorientó el sentido de sus investigaciones cubistas y volvió a desplegar su sempiterna
capacidad para simultanear varios lenguajes expresivos. Uno de ellos, magnificado por los
criterios neoconservadores del momento, hizo creer a mucho que el antiguo creado del cubismo
había renegado de su invención.
Es posible que este regreso al clasicismo tuviera influencia su viaje realizado a Italia donde
conoció a la bailarina Olga, quien se convertirá en su esposa.
El clasicismo puede tener diferentes explicaciones y pretextos. La “vuelta al orden” también
puede ser una evocación a su origen.
Picasso en este momento estaba trabajando con grabados y en líneas generales, cabe decir
que es en las estampas donde el mundo clásico se dibuja con mayor nitidez. Es una Grecia
inventada por el artista pero que pronto se hará común, poblada de escultores y pintores, musas y
modelos, sátiros, minotauros. Una Grecia muy particular, en la que se funden la relación libre con
la naturaleza, la creación artística y la sexualidad.
La linealidad de las figuras recrea un mundo de plenitud, sin prejuicios. Se trata de una nueva
Edad de Oro que poco tenía que ver con el contexto histórico- social.
Picasso participa de la imagen tradicional de la mujer según el cual es objeto del deseo y
medio para la realización del hombre, un concepto que forma parte de la ideología establecida.
Cabe distinguir al menos dos sentidos en el término “clasicismo”:
- El primero designa un clasicismo estilístico que se mueve en la tradición de las formas
cerradas y compactas, masivas, simples y monumentales, a él corresponden las grandes
creaciones de los años 20. Se resuelve en la precisión de lo definido formalmente, la
precisión de la línea y del volumen, la referencia a una serenidad monumental que alimentó
el pensamiento clásico.
- El otro sentido del término, sin contradecir la primera razón explicada, recorre un camino
diferente. Es clásico lo no escindido, clásico es el hombre que forma unidad en la
naturaleza, aquel cuyo lenguaje nombra originariamente las cosas.
Quizás sea una de las esculturas más atípicas del artista, aquel en
la que más de cerca rozó la abstracción. Tal vez por ello es una de las
menos conocidas, siendo difícil encontrarla en catálogos.
La maqueta definitiva fue elaborada en el estudio de Julio Gonzalez
durante el mes de Octubre de 1928, algo que se explica el nuevo material
empleado: las varillas de hierro.
Este modelo de escultura fue el resultado de intensas reflexiones
plásticas y se ha dicho que con él habría inventado nuestro artista el
“Dibujo en el espacio”. Es, en efecto, una especie de jaula intrincada
construidas con alambres formando figuras geométricas elementales, las
cuales se enlazan entre si con otras varillas mas finas. He aquí una
escultura sin masa.
Es toda una revolución la eliminación de los planos, su disolución en el aire donde se dibujan
las líneas de la estructura. He aquí, una escultura sin masa.
Y sin embargo, esto no fue comprendido por los promotores del momento.
Para entenderla nos deberíamos situar a finales de la década de los 20. Para ese momento
Picasso había abandonado temporalmente el cubismo y, en una de sus sorprendentes
metamorfosis, había vuelto a la figuración.
Quizás intervino en este cambio el viaje que realizó a Italia durante la Primera Guerra Mundial
o, como dicen algunos críticos, un cierto aburguesamiento, al casarse con Olga (bailarina de los
ballets rusos) que llegó a verse en la propia imagen de Picasso, con traje y corbata que nunca
más volverá a llevar.
En esta categoría de dibujos en el espacio deberíamos incluir el Monumento a Apollinaire,
mucho más abstracto aún que el resto, pura geometría que se quedó en boceto y nunca se llegó a
construir en tamaño real como quería Picasso, una escultura transitable, un vacío hecho por las
líneas en donde se pudiera pasear, siguen así las propias palabras de Apollinaire: Quiero erigirle
una estatua hecha de nada, como la poesía y la fama.
Pero aún hay un detalle más. Quizás sea un absurdo o una pura casualidad, pero resulta
curioso que Picasso se dejara llevar tan cerca de la abstracción (cuando siempre intentó huir de
ella) justamente para celebrar al creador de los caligramas, aquellas poesías con formas naturales
o geométricas que inventara Apollinaire
Contexto: La experiencia en la escultura era limitada, y poco original. Había hecho algunas
piezas que aludían al cubismo, pero no había adelantado mucho.
Y ahora, a finales de los años 20 su relación con la escultura cambia, en buena parte gracias a
la relación con Julio Gonzalez que le permitió conocer nuevas técnicas de soldadura y el papel
que juega en el espacio la pieza escultórica.
Picasso realiza una excepcional “Proyecto sobre un monumento a G. Apollinaire”, proyecto
nunca realizado y diversas piezas en metal, entre las que destacan unas muy expresivas:
‘Cabeza’, en latón y hierro pintado, y ‘Cabeza de mujer’. Cabe pensar que Julio Gonzalez fue
quien se encargo de los aspectos técnicos-materiales, pero a la vista de la evolución posterior de
su escultura, no sería desacertado suponer una intervención mayor.
El beso, 1925
Influencia surrealista: Expresión del dolor y el sufrimiento; la pintura se vuelve intranquila y
violenta. Las figuras humanas están deformadas e inquietudes. Se
incorpora la influencia del surrealismo y del expresionismo sobre el
cubismo sintético. Por tanto, Picasso no es un autor surrealista sino
que usa las características del surrealismo cuando lo cree necesario.
Emplea constantemente las curvas y metamorfosis o
transformaciones de la realidad.
He aquí ya plenamente desarrollado el principio de la imagen
múltiple, típico del surrealismo que culminará con el ‘método
paranoico-crítico’ de Salvador Dalí.
Contexto: La consigna reaccionaria de la ‘vuelta al orden’ fue un
episodio pasajero. Picasso nunca abandono completamente los
lenguajes de vanguardia. Su duplicidad artista hizo que lo surrealistas
pudieran tomar como patrono tutelar al mismo campeón del
neoclasicismo Mediterráneo.
Los surrealistas buscaban un universo completamente diferente: buceando en lo insondable del
inconsciente pretendían encontrar las perlas secretas y puras de la creación poética. Hubo
escritores que probaron la técnica de la ‘escritura automática’, una técnica que pretendía abolir el
discurso racional para buscar asociaciones de palabras y de ideas brotadas directamente del
inconsciente.
Picasso fue para ellos, desde el primer momento, el modelo a seguir, como si dieran a
entender que este magnifico artista había creado ya, antes de que apareciese públicamente el
movimiento, una autentica pintura surrealista: ‘Las señoritas de Avignon’. 1907.
Los surrealistas adoptaron en bloque al cubismo como algo propio, pero el hecho de que ellos
constituyeran un ‘movimiento’ y no un estilo, ayudó a fomentar la práctica de diversos lenguajes y
modos expresivos.
Busto de mujer y autorretrato, 1929
El sueño
Siguiendo la estela de El sueño, Picasso, en plena irrupción
de los años 30, nos sorprende con una nueva concepción formal
y colorista debido, en parte, a la llegada de su nueva modelo,
Marie -Thérèse Walter, que le inspira una nueva perspectiva en
cuanto al retrato femenino se refiere. La deleitación erótica en la
pintura de Picasso en estos años es, como ya sabemos, de las
mejores dentro de su corpus de obra. En esta obra vemos a la
modelo entregada al pincel del artista en toda su magnificencia.
El cambio de esta mujer-modelo supone, para el propio Picasso, una mutación en cuanto a la
forma y colorido en sus lienzos como bien citábamos anteriormente. El artista en estos años, y
sobre todo en esta pintura, asocia la sexualidad femenina con numerosos conceptos, como bien
puede ser la fecundación orgánica. Esta última idea lo evocan piezas frutales que expresan la idea
de fertilidad, como bien pueden ser los senos de forma de manzana, una cabeza que parece una
habichuela y un brazo que se erige en forma de huevo; tambien se observan hojas y peras que
subrayan el entorno orgánico-naturalista de la escena. La historiadora Jean Leymarie nos dice que
el desnudo en sí, y como también nos recuerda la mítica pintura de El sueño, corresponde a una
serie de retratos donde la modelo (la citada Marie -Thérèse Walter) encarna la figura de la mujer
durmiente entregada de forma ingenua a la delectación erótica, con la convivencia vegetal.
Nuevamente vemos las formas curvilíneas de la modelo que llenan de elegancia sinuosa a la
figura erótica de la modelo francesa y que el espectador, encantado, se deleita de esta silueta de
gran carga erótica.
Contexto:
En 1926 trabajó un estilo que se ha identificado como cubismo curvilíneo, en el que se
combinaban las superficies sinuosas del cubismo decorativo, la superposición de cabezas en las
figuras y las deformaciones curvas exploradas en los dibujos de constelaciones, aplicadas a una
red cubista. Puede verse en Las modistas (El taller de la modista) (Musée National d'Art Moderne,
Centro Georges Pompidou, París) y El pintor y su modelo (Museo Picasso, París), obras
monocromas pintadas en gris, negro, blanco y ocre canela. Realizó también varios retratos con
cierto parecido a Marie-Thérèse Walter, una joven adolescente que según algunos autores
presumiblemente conoció por vez primera a principios de 1925 en la Estación de París Saint-
Lazare. Asimismo continuó trabajando el motivo de las cabezas superpuestas.