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Caracterización Física de Aguas Residuales

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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

CAMPUS TUXTLA GUTIÉRREZ

INGENIERÍA Y GESTIÓN AMBIENTAL

INGENIERÍA BIOQUÍMICA
B8A

DR. JOSÉ HUMBERTO CASTAÑÓN


GONZÁLEZ

CARACTERIZACIÓN FÍSICAS DE LAS AGUAS


RESIDUALES

PRESENTA:
LUIS BELTRÁN BRIONES DOMINGUEZ
TORRES TRINIDAD VICTORIA ANAHÍ

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS


A 05 DE MARZO DE 2020.
INTRODUCCIÓN
Para el hombre como para los demás seres vivos que habitan este planeta el agua es una
sustancia esencial tanto para sus funciones vitales como para prácticamente todas las
actividades que rigen su vida, ahí yace la importancia de este tan preciado y vital líquido,
puesto que el agua cubre aproximadamente el 72% de la superficie del planeta Tierra y
representa entre el 50% y 90% de la masa de los seres vivos. Es una sustancia abundante,
sin embargo, de toda la masa existente en el planeta una cantidad no mayor al 0.7% de
ésta se encuentra en forma de ríos y lagos que es donde cuenta regularmente con las
condiciones tanto físicas como químicas más convenientes para su consumo ya sea para
alimentación, higiene y las diversas actividades que el ser humano realiza como la
agricultura y la industria principalmente.
Por lo cual desde el momento en que aparecieron las primeras poblaciones estables, la
eliminación de los residuos ha constituido un problema primordial para las sociedades
humanas, ya que surgió la necesidad de deshacerse tanto de las excretas como de los
restos de alimentación. Durante las últimas décadas de este siglo, el mundo ha venido
observando con inquietud, analizando y tratando de resolver una serie de problemas
relacionados con la disposición de los residuos líquidos procedentes del uso doméstico,
agrícola e industrial.
Las masas receptoras, es decir, ríos y corrientes subterráneas, lagos, estuarios y el mar, en
la mayoría de las ocasiones, especialmente en las zonas más densamente pobladas y
desarrolladas, han sido incapaces, por sí mismas, para absorber y neutralizar la carga
polucional que tales residuos imponen. De esta forma, han venido perdiendo sus
condiciones naturales de apariencia física y su capacidad para sustentar una vida acuática
adecuada, que responde al equilibrio ecológico que de ellas se espera para preservar
nuestras masas hídricas. Como consecuencia de esto, en numerosas ocasiones pierden
aquellas condiciones mínimas que les son exigidas para su racional y adecuado
aprovechamiento como fuentes de abastecimiento de agua, como vías de transporte o
aún como fuentes de energía.
Es evidente que la polución está disminuyendo la calidad del agua en muchas partes del
mundo. Con este progresivo deterioro, el uso de técnicas y modelos para predecir la
conducta de los organismos indicadores de la calidad del agua, ha llegado a ser cada vez
más importante.
A pesar del éxito conseguido en el control de la contaminación del agua en los países más
industrializados, muchos efluentes continúan deteriorando los sistemas acuáticos e
interfiriendo en los usos potenciales del agua. Los vertidos de aguas residuales pueden
contener desde algunos centenares a varios miles de productos diferentes, muchos de
ellos subproductos que ni siquiera han podido ser identificados.
La constante necesidad del hombre por el uso de este recurso natural ha traído como
consecuencia que grandes masas de agua se contaminen día a día, disminuyendo tanto la
calidad como la cantidad de agua disponible para el consumo humano; esto aunado a la
creciente población mundial convierte a este fenómeno en un gran problema que se va
agravando cada vez más.
Este problema traerá consigo un sinfín de consecuencias de dimensiones inimaginables
para la humanidad y para los ecosistemas existentes por la excesiva contaminación del
agua y de otros muchos factores de similar importancia, en nuestras manos está el hacer
algo para tratar de salvar poco o mucho de lo ya perdido.
El Tratamiento de las Aguas Residuales, es decir, las aguas que desecha el hombre una vez
que éstas han surgido un cambio en su composición por la incorporación de materias
extrañas como microorganismos, productos químicos, residuos industriales y muchos
otros; es tan sólo una de la respuesta a la pregunta que tal vez en algún momento nos
hicimos: ¿qué podemos hacer para enfrentar este problema?
Los gobiernos de algunos países se han dado a la tarea de investigar y llevar a cabo
distintos tipos de tratamientos de agua para reducir los dañinos efectos que la
contaminación ha ocasionado a este recurso.
La eliminación de las aguas residuales no es el único problema a considerar, ya que, al ser
el agua un bien escaso, que cada día se necesita en mayores cantidades, es cada Vez más
imprescindible la reutilización de los recursos hídricos disponibles para poder satisfacer las
necesidades humanas.
Por tal motivo en la presente monografía se pretende describir las principales
características físicas de las aguas residuales, así como los distintos tipos de tratamientos
de éstas, de una manera sintetizada y fácil de comprender.
LAS AGUAS RESIDUALES

Se entiende por aguas residuales aquellas que han sido utilizadas con un fin consuntivo,
incorporando a ellas sustancias que deterioran su calidad original (contaminación),
disminuyendo su potencialidad de uso. Según la FAO las aguas residuales son agua que no
tiene valor inmediato para el fin para el que se utilizó ni para el propósito para el que se
produjo debido a su calidad, cantidad o al momento en que se dispone de ella. No
obstante, las aguas residuales de un usuario pueden servir de suministro para otro usuario
en otro lugar. Las aguas de refrigeración no se consideran aguas residuales.
Las aguas residuales (AR) están compuestas por las aguas usadas y los sólidos que por uno
u otro medio se introducen en las tuberías y son trasportadas mediante los sistemas de
alcantarillado.
En general, se consideran aguas residuales domésticas (ARD) los líquidos provenientes de
las viviendas o residencias, edificios comerciales e institucionales. Se denominan aguas
residuales municipales (ARM) los residuos líquidos transportados por el alcantarillado de
una ciudad o población y tratados en una planta de tratamiento municipal; y se llaman
aguas residuales industriales (ARI) las aguas residuales provenientes de las descargas de
industrias de manufactura. También se acostumbra denominar aguas negras a las AR
provenientes de inodoros, es decir, aquellas que transportan excrementos humanos y
orina, ricas en sólidos suspendidos, nitrógeno y coliformes fecales. Y aguas grises a las AR
provenientes de tinas, duchas, lavamanos y lavadoras, a portantes de Demanda
Bioquímica de Oxígeno (DBQ), Sólidos Suspendidos (SS), fósforo, grasas y coliformes
fecales.

Las aguas residuales se pueden clasificar en:

AGUAS RESIDUALES DOMÉSTICAS (AGUAS SERVIDAS).


Son las aguas de origen principalmente residencial (desechos humanos, baños, cocina) y
otros usos similares que en general son recolectadas por sistemas de alcantarillado en
conjunto con otras actividades (comercial, servicios, industria). Esta agua tiene un
contenido de sólidos inferior al 1%. Si bien su caudal y composición es variable, pueden
tipificarse ciertos rangos para los parámetros más característicos.
Proceden de las heces y orina humanas, del aseo personal y de la cocina y de la limpieza de la
casa. Suelen contener gran cantidad de materia orgánica y microorganismos, así como restos
de jabones, detergentes, lejía y grasas.
AGUAS RESIDUALES INDUSTRIALES (RESIDUOS INDUSTRIALES LÍQUIDOS).
Son aguas provenientes de los procesos industriales y la cantidad y composición de ellas
es bastante variable, dependiente de la actividad productiva y de muchos otros factores
(tecnología empleada, calidad de la materia prima, etc.). Así estas aguas pueden variar
desde aquellas con alto contenido de materia orgánica biodegradable (mataderos,
industria de alimentos), otras con materia orgánica y compuestos químicos (curtiembre,
industria de celulosa) y finalmente industrias cuyas aguas residuales contienen sustancias
inorgánicas u orgánicas no degradables (metalúrgicas, textiles, químicas, mineras).

Proceden de los procesamientos realizados en fábricas y establecimientos industriales y


contienen aceites, detergentes, antibióticos, ácidos y grasas y otros productos y
subproductos de origen mineral, químico, vegetal o animal. Su composición es muy
variable, dependiendo de las diferentes actividades industriales.

AGUAS DE LLUVIAS.
La escorrentía generada por aguas de lluvias es menos contaminada que las aguas
residuales domésticas e industriales, y su caudal mayor. La contaminación mayor se
produce en las primeras aguas que lavan las áreas por donde escurre.

AGUAS BLANCAS
Pueden ser de procedencia atmosférica (lluvia, nieve o hielo) o del riego y limpieza de
calles, parques y lugares públicos. En aquellos lugares en que las precipitaciones
atmosféricas son muy abundantes, éstas pueden de evacuarse por separado para que no
saturen los sistemas de depuración.
LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LAS AGUAS RESIDUALES.
Estas características de las aguas residuales son parámetros importantes para el tipo de
tratamiento, así como para la gestión técnica de la calidad ambiental.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS.

TEMPERATURA.
La temperatura de las aguas residuales es mayor que la de las aguas no contaminadas,
debido a la energía liberada en las reacciones bioquímicas, que se presentan en la
degradación de la materia orgánica. Las descargas calientes son otra causa de este
aumento de temperatura.

Suele ser superior a la del agua de consumo, por


el aporte de agua caliente procedente del aseo
y las tareas domésticas. Oscila entre 10 ºC y 21
ºC, con un valor medio de 15 ºC,
aproximadamente. Esta mayor temperatura
ejerce una acción perjudicial sobre las aguas
receptoras, pudiendo modificar la flora y fauna
de éstas, y dando lugar al crecimiento
indeseable de algas, hongos, etc.
También, el aumento de temperatura puede contribuir al agotamiento del oxígeno
disuelto, ya que la solubilidad del oxígeno disminuye con la temperatura.
El valor límite de vertido establecido para la temperatura en el Decreto 109/2015, de 17
de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de Vertidos al Dominio Público Hidráulico
y al Dominio Público Marítimo-Terrestre de Andalucía es de un incremento inferior a 3ºC,
respecto de la temperatura del medio receptor. Medida es a 100 metros del punto de
vertido y a 1 metro de profundidad
Los valores de temperatura en el agua residual dependerán de la zona y época del año en
la que se realice la medición. Pudiendo movernos en un rango de entre 15 y 30 ºC en
casos ambientales extremos. Los valores de temperatura afectan al proceso biológico de
depuración.
Los vertidos urbanos nunca van a llegar a temperaturas que puedan llegar a afectar al
proceso de depuración. Incluso teniendo aportes de vertidos industriales es
extremadamente complicado que el agua llegue a la EDAR a una temperatura tan elevada.
TURBIDEZ.
La turbidez, medida de la propiedad de transmisión de la luz del agua, es otro ensayo
utilizado para indicar la calidad de los vertidos de aguas residuales con respecto a la
materia suspendida. Se debe a la cantidad de materias en suspensión que hay en las aguas
residuales (limo, materia orgánica y microorganismos. Esta turbidez, en las masas de
aguas receptoras, afecta a la penetración de la luz, lo que redundaría en una menor
productividad primaría.
La turbidez es una característica óptica que en
términos generales describe la claridad u opacidad
del agua. No tiene que ver con el color, sino que se
relaciona más con la pérdida de transparencia
debida al efecto de partículas en suspensión y
material coloidal.
La turbidez impacta en los ecosistemas acuáticos por
dispersar la luz solar y reducir la concentración de
oxígeno. Afecta a la fotosíntesis, así como a la
respiración y reproducción de los peces. Las partículas suspendidas también ayudan a la
adhesión de metales pesados y muchos otros compuestos tóxicos. La turbidez es
considerada una buena medida de la calidad del agua, cuanto más turbia menor será su
calidad.

La turbidez se mide en Unidades de Turbidez


Nefelométrica (UTN) o Nephelometric Turbidity Unit
(NTU) en inglés. El instrumento usado para su
medida es el nefelómetro o turbidímetro que,
empleando una fotocélula colocada en un ángulo de
90° con respecto a una fuente luminosa, mide la
intensidad de la luz dispersada cuando la luz pasa a
través de la muestra de agua.

La densidad de partículas es entonces una función de la luz reflejada por las partículas a la
fotocélula.

Según la OMS (Organización Mundial para la Salud), la turbidez del agua para consumo
humano no debe superar en ningún caso las 5 NTU, y estará idealmente por debajo de 1
NTU.
Íntimamente ligada a la medición de la turbidez, está la de la cantidad de materia sólida
presente en el agua. Es un valor utilizado como indicador de la calidad del agua y también
se le denomina Materia En Suspensión (MES) o Sólidos en Suspensión (SS). Para su
determinación, se evapora y/o filtra un volumen de agua y se pesan los sólidos
resultantes. La cantidad se expresa normalmente en mg/l.
Los sistemas de tratamiento de aguas residuales NIH permiten eliminar en la mayoría de
los casos hasta un 99,9% de partículas NIHON KASETSU  en suspensión.
COLOR.
El color es un indicativo de la edad de las aguas residuales. El agua residual reciente suele
ser gris; sin embargo, a medida que los compuestos orgánicos son descompuestos por las
bacterias, el oxígeno disuelto en el agua residual se reduce y el color cambia a negro. En
esta condición, se dice que el agua residual es séptica.
Suele ser gris o pardo, pero debido a los procesos biológicos anóxicos el color puede pasar
a ser negro.
La industria textil se caracteriza porque su
actividad requiere un elevado consumo de agua,
energía y productos químicos auxiliares. Esto se
traduce en la generación de una gran cantidad
de agua residual, con elevadas concentraciones
de colorantes, contaminantes orgánicos
biodegradables y refractarios, materias en
suspensión, tensoactivos, sales y compuestos
clorados.
Además, puesto que en la gran mayoría de los casos, la producción es discontinua, existe
una gran variabilidad en la cantidad y la naturaleza de la contaminación de las aguas
residuales generadas.
Estas características hacen que sea un efluente industrial de difícil tratamiento.
Los requerimientos normativos, así como la necesidad de ahorrar energía y reutilizar el
agua en la industria, hacen necesario que se desarrollen nuevos procesos que permitan
eliminar la contaminación del agua a la vez que posibiliten la reincorporación del efluente
en el proceso productivo.
Uno de los parámetros que requiere mayor esfuerzo para su eliminación –con unos costes
razonables– es el color. Los colorantes no suelen ser tóxicos, pero sí muy poco
biodegradables. En una EDAR urbana se estima que sólo se elimina el 20%-30% del color
del afluente. Además, los colorantes se manifiestan en el agua a muy pequeñas
concentraciones, por lo que el rendimiento de eliminación deberá ser muy elevado.

Tradicionalmente se han aplicado diversas tecnologías basadas en tratamientos físico-


químicos para la eliminación del color de los efluentes textiles. No obstante, existen otras
posibilidades que se van abriendo paso en función del tipo de colorante a eliminar. A
continuación se repasan las técnicas que, según el caso concreto, pueden ser utilizadas
para tratar el color en el agua residual, indicando sus ventajas e inconvenientes:
Coagulación-floculación: se basa en la adición de polielectrolitos o floculantes inorgánicos
(sales de hierro o aluminio), que forman flóculos con las moléculas de colorante
facilitando su eliminación por decantación. Los mejores rendimientos se logran al aplicar
un exceso de coagulante, aunque esto puede aumentar la concentración de contaminante
en el efluente.
Proceso Fenton: se oxida el colorante con una combinación de peróxido de hidrógeno y
sulfato ferroso (reactivo Fenton), en condiciones ácidas. El agente responsable de la
oxidación es el radical hidroxilo, el cual es muy reactivo; se forma por la descomposición
catalítica del peróxido de hidrógeno en un medio ácido.
OLOR.
El olor es debido a los gases producidos en la descomposición de la materia orgánica,
sobre todo, a la presencia de ácido sulfhídrico y otras sustancias volátiles. El agua residual
reciente tiene un olor peculiar algo desagradable, pero más tolerable que el del agua
residual séptica.
El tratamiento de las aguas residuales municipales
o industriales genera olores que pueden ser muy
intensos, persistentes o molestos para los
empleados, los vecinos y los negocios ubicados
cerca de la planta.
Los olores son producidos en distintas cantidades
durante todo el proceso de tratamiento de aguas
residuales y los principales causantes son las
estaciones de bombeo, los cabezales,
clarificadores, digestores, estanques de aireación,
las lagunas y zonas de trabajo con aguas cloacales.
Los olores generalmente asociados con este
proceso incluyen sulfuro de hidrógeno, amoníaco, dióxido de azufre, escatol,
mercaptanos, aminas e indoles.
Cada planta tiene zonas con problemas, pero estos pueden solucionarse con la
atomización de los productos Ecosorbi para controlar el olor en los puntos estratégicos
para evitar estos olores industriales.
El sulfuro de hidrógeno causa problemas graves en las plantas de tratamiento de aguas
residuales. Los sistemas de rocío o nebulización instalados en los tamices de barras
verticales y en los digestores resuelven el problema. En algunos casos los productos
Ecosorb para controlar el olor pueden ser diluidos con agua de la planta para que sea más
económico el uso.
 Los camiones transportadores de agua cloacal necesitan llevar su carga a algún lugar y
por lo general es a la planta local de aguas residuales.  El lodo cloacal no tratado tiene
olores sumamente fuertes y puede presentar problemas en las plantas que tienen otras
emisiones de olores bajo control.  Los sistemas sencillos de boquillas y ventiladores
atomizadores colocados cerca de la zona de descarga y lugares ventilados o abiertos aguas
abajo brindarán un efecto simple y eficaz de control del olor temporario según sea
necesario.
 Como los estanques para el lodo activado pueden ser tanto grandes como descubiertos,
los olores emanados resultan en un problema grave. OMI puede asesorarlo para
determinar los sistemas de suministro de productos Ecosorb para controlar el olor que
sean adecuados para neutralizar los olores según sus necesidades.
Algunas plantas procesadoras de alimentos tienen sus propios sitios de tratamiento de
aguas residuales. El problema del control de olores presenta dos problemas: hay que
eliminar los olores generados al procesar los alimentos así como los olores de los
estanques o lagunas de aguas residuales. Los productos Ecosorb para neutralizar olores
son aprobados para el uso en plantas procesadoras de alimentos y considerados como
productos seguros que no perjudican el medio ambiente.
SÓLIDOS TOTALES.
Los sólidos totales presentes en el agua residual se clasifican según su tamaño o
presentación en sólidos suspendidos y sólidos filtrables.
Sólidos suspendidos: son las partículas flotantes, como trozos de vegetales, animales,
basuras, etc., y aquellas otras que también son perceptibles a simple vista y tienen
posibilidades de ser separadas del líquido por medios físicos sencillos.
Dentro de los sólidos suspendidos se pueden distinguir los sólidos sedimentables, que se
depositarán por gravedad en el fondo de los receptores. Estos sólidos sedimentables, son
una medida aproximada de la cantidad de fango que se eliminará mediante
sedimentación.

Sólidos filtrables: esta fracción se compone de


sólidos coloidales y disueltos. La fracción
coloidal consiste en partículas con un diámetro
aproximado que oscila entre 10-3 y 1 micra. Esta
fracción no puede eliminarse por
sedimentación. Los sólidos disueltos se
componen de moléculas orgánicas, moléculas
inorgánicas e iones que se encuentran disueltos
en el agua. Por lo general, se requiere una
coagulación seguida de sedimentación para
eliminar estas partículas de la suspensión.

La característica física más importante de las aguas residuales son los sólidos totales. Los
sólidos se determinan por métodos gravimétricos y dependiendo del tratamiento previo a
la pesada se clasifican los distintos tipos de sólidos.

Analíticamente se define como la materia que se obtiene como residuo después de


someter al agua a un proceso de evaporación a una temperatura entre 103 y 105ºC. Nos
permite conocer cuál es la cantidad total de sólidos que nos entra en la EDAR o en uno de
los procesos, independientemente de la naturaleza del mismo.

En el proceso de evaporación se pierden los sólidos que tengan una baja presión de vapor
Determinación de sólidos totales, en suspensión y disueltos en agua En el agua que se
encuentra en la naturaleza se pueden encontrar varias impurezas de forma suspendida o
disuelta. En la cuantificación de los niveles de impurezas, el término sólido en suspensión
describe las partículas en suspensión presentes en una muestra de agua. Prácticamente,
estas partículas se definen por su imposibilidad de ser separadas de la muestra de aguas
usando un filtro. Las partículas más pequeñas, incluyendo especies conteniendo cargas
iónicas, se refieren como sólidos disueltos. En el agua potable es importante tomar en
cuenta ambas concentraciones de sólidos disueltos y en suspensión. El contaminante más
común del mundo es la tierra en forma de TSS (siglas en inglés de total suspended solidos,
sólidos en suspensión totales).
CONCLUSIÓN

Los problemas causados en las fuentes de agua en el mundo no son sólo afecta física o
estética mente, sino que trascienden al campo de la sanidad, ya que las comunidades
humanas necesitan recurrir a diversos recursos de agua superficiales para su
abastecimiento de agua de bebida, y si éstos están contaminados con los productos de
desecho humanos o industriales, pueden dar lugar a problemas epidemiológicos graves,
puesto que en la mayoría de las naciones, los programas de control de la contaminación,
se han iniciado restringiendo las descargas, estableciendo limitaciones para determinados
compuestos químicos y parámetros, y se han identificado algunos productos químicos
tóxicos en las aguas residuales, para los que se han fijado límites de vertido, en dichos
parámetros se encuentran las características físicas como los sólidos totales, que el agua
residual contiene, pues estos compuestos influyen en la turbidez, olor, color y la
temperatura del agua residual, es por esto que las aguas residuales, antes de ser vertidas
en las masas receptoras, deben recibir un tratamiento adecuado según su composición,
capaz de modificar sus condiciones físicas, con el fin de evitar que se provoquen los
problemas enunciados de polución y de contaminación de las aguas receptoras.
BIBLIOGRAFÍAS
1.- APHA, AWWA, WPCF: MÉTODOS NORMALIZADOS PARA EL ANÁLISIS DE AGUAS POTABLES Y
RESIDUALES. ED. DÍAZ DE SANTOS, S.A. MADRID, 1992.

2.- ESPIGARES GARCÍA, M. Y PÉREZ LÓPEZ, JA. ASPECTOS SANITARIOS DEL ESTUDIO DE LAS AGUAS.
UNIVERSIDAD DE GRANADA. SERVICIO DE PUBLICACIONES. GRANADA. 1985.

3.- RIVAS MIJARES, G.: TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES. 2ª ED. EDICIONES VEGA. CARACAS.
1978.

4.- METCALF & EDDY: INGENIERÍA DE AGUAS RESIDUALES: TRATAMIENTO, VERTIDO Y


REUTILIZACIÓN. ED. MCGRAW-HILL. MADRID. 1998

5. - HTTP://WWW.REITEC.ES/WEB/DESCARGAS/AGUA05.PDF

6.- HTTPS://NIHONKASETSU.COM/ES/LA-TURBIDEZ-EN-LAS-AGUAS-RESIDUALES/

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