Psicosocial#3
Psicosocial#3
Psicosocial#3
http://dx.doi.org/10.17060/ijodaep.2014.n1.v3.511
ABSTRACT
Both psychosocial needs and risk factors that affect academic performance in a sample of 2014
participants in higher education are described. The results may be generalised to students from
Spanish universities and can provide guidelines for preventive actions and psychological services in
the context of comprehensive providing services to graduate and undergraduate students.
Keywords: psychosocial needs, counseling service, higher education
RESUMEN
Se describen las necesidades psicosociales y los factores de riesgo que afectan al rendimiento
académico en una muestra de estudiantes de educación superior. Los resultados obtenidos pueden
ser generalizables al alumnado que cursa sus estudios en las universidades españolas y puede ofre-
cer pautas de acción para desarrollar actividades preventivas a los servicios universitarios de aten-
ción psicológica y psicopedagógica en el marco de la atención integral al alumnado universitario.
Palabras claves: necesidades psicosociales, servicio de atención psicológica, educación supe-
rior.
1. ANTECEDENTES
Este trabajo se encuadra dentro de un proyecto más amplio como propuesta de acción integral
de los Servicios de Atención Psicológica (SAP) de varias Universidades (UCO, UM, UAL, UPV y
UCA). Su finalidad trata de identificar las características psicológicas de una muestra representativa
de estudiantes de educación superior y analizar de qué forma la incidencia de ciertas variables de
personalidad y/o patrones de conducta interfieren o afectan en el rendimiento académico y cómo,
del mismo modo, los patrones de consumo de sustancias psicoactivas así como otras adicciones
sin sustancia vendrían a ser claves para describir los factores psicosociales que se relacionan con
la manera de sentir y vivir la universidad por parte de los estudiantes.
Los ámbitos de actuación de los servicios universitarios de atención psicológica o psicopeda-
gógica, se han centrado en tres niveles diferenciales: prevención primaria (acciones dirigidas a la
comunidad en su conjunto para evitar o reducir problemas de tipo psicológico), secundaria (activi-
dades encaminadas a reducir la duración de un problema específico, realizando su evaluación y ase-
soramiento efectivo) y terciaria (volcada en recuperar al máximo el potencial o las capacidades del
estudiante, mejorando su calidad de vida universitaria). Así, por ejemplo, entre las diferentes activi-
dades desarrolladas en el SAP de Cádiz, se ha informado y orientado a más de 8434 estudiantes, y
se ha realizado asesoramiento psicológico por curso a más de 100 alumnos en más de 600 sesio-
nes individualizadas. Se coordinan proyectos con un gran alcance y difusión, como es el caso de las
actividades de “prevención en drogodependencias” y el “programa de apoyo al aprendizaje”. En el
marco del programa de prevención de drogodependencia se han llevado a cabo propuestas de con-
sejo on-line, así como de asesoramiento a estudiantes con consumo problemático de alcohol, ase-
sorando sobre pautas básicas para reducir o eliminar el consumo (intervenciones breves o muy bre-
ves) y promoviendo los recursos específicos para orientar a los universitarios al lugar adecuado de
atención individualizada.
2. OBJETIVOS
Evaluar a un grupo representativo de estudiantes de la Universidad de Cádiz mediante dos ins-
trumentos tipo screenig para detectar las necesidades psicológicas y, a la vez, implementar un plan
de intervención adaptado al contexto universitario.
3. MÉTODO
El procedimiento de recogida de datos fue a través de correo electrónico a todo el alumnado uni-
versitario indicando una dirección web en la que podrían entrar y contestar el cuestionario. Se trata
de un cuestionario on-line. Dicho cuestionario se colgó en una plataforma ad hoc a la que se aso-
ció una URL (www.proyectoanpau.org) para que los alumnos y alumnas que desearan participar en
el estudio tuvieran un acceso al cuestionario.
Posterior a la recogida de datos, se inició la fase de regida de datos se realizaron los análisis e
interpretación estadística de la matriz de datos global y por ramas de conocimiento.
Instrumentos
Para realizar este estudio se diseñó un cuestionario on-line ad hoc para que el alumnado res-
pondiera a diferentes cuestiones relacionadas con la universidad, el curso, su núcleo de conviven-
cia, su rendimiento académico, su uso de las nuevas tecnologías, su consumo de sustancias, y un
cuestionario estandarizado que mide bienestar psicológico. En concreto, el cuestionario on-line se
dividía en cinco subapartados. 1. Datos sociodemográficos, 2. Cuestionario de Evaluación de
Resultados CORE-OM (Clinical Outcomes in Routine Evaluation - Outcome Measure) de Chris Evans
(1998), 3. Hábitos de consumo relativo a sustancias, 4. Afectación de sus actividades universitarias
(tiempo que dedican al estudio, asistir a clase, tiempo para trabajos, etc.) y el rendimiento acadé-
mico (nº de asignaturas aprobadas, calificaciones obtenidas, etc.) como consecuencia de su con-
sumo de sustancias y 5. Cuestiones complementarias, una relativa a si en el último año habían teni-
do algún problema que necesitara atención psicológica y la segunda, referente a si utilizarían el
Servicio de Atención Psicológica de su universidad en caso de necesidad.
Participantes
El número de estudiantes que responde al cuestionario on-line es de 2104. Según la rama de
conocimiento, 237 son de Ciencias, 454 de Ingeniería/Arquitectura, 272 de Ciencias de la Salud, 981
de Ciencias Sociales y Jurídicas y 160 de Arte y Humanidades.
4. RESULTADOS
Los resultados obtenidos en el CORE-OM señalan que todo el alumnado puntúa más alto que la
población no clínica en todas las subdimensiones (Bienestar subjetivo, Problemas, Funcionamiento
y Riesgo). Sólo un 20,5% de estudiantes se situaría en el nivel “Saludables” que establece el ins-
trumento, mientras que un 21,6% se sitúa en los niveles de gravedad más altos: moderado (14,7%),
moderado a severo (5,6%) y severo (1,3%). Estos resultados nos llevan a pensar que, por un lado,
quizás la población con la que se ha estandarizado esta prueba no se ajusta del todo a la nuestra y
por otro, que la población joven, que está cursando estudios universitarios, está sometida a una
serie de presiones (académicas, personales, familiares, etc.) que influyen en el nivel de satisfacción
que tiene con su vida universitaria.
La subescala Bienestar del CORE-OM, se define como una medida global del nivel de satisfac-
ción de una persona, medida por distintos factores como la cantidad de recursos de los que dispo-
ne, el tipo de experiencias vitales afrontadas y la gestión de las emociones derivadas de tales expe-
riencias. Entre nuestros participantes, los que han mostrado un mayor bienestar son las mujeres,
los estudiantes de mayor edad, los que viven solos, los que tienen buena relación en la vivienda, han
aprobado más créditos, no consumen psicofármacos, no han recibido atención psicológica en el
último año pero utilizarían el SAP en caso de necesitarlo. La subescala de Funcionamiento, está
relacionada con el funcionamiento general de la persona, sus relaciones personales y sus relacio-
nes sociales; en este sentido, los estudiantes que han mostrado un mejor funcionamiento general
son los que viven solos o que muestran buena relación con las personas con las que conviven, los
que estudian y trabajan a tiempo parcial o estudian y están en paro, han empezado la titulación
recientemente y perciben su rendimiento académico como bueno, consumen alcohol y utilizarían el
SAP en caso de necesitarlo. Para la subescala Problemas relacionadas con la ansiedad, depresión,
síntomas físicos y síntomas traumáticos, encontramos que constituyen un factor de riesgo, el con-
sumo de pastilla para dormir y tranquilizantes en el último mes, consumir tabaco, estar tomando
psicofármacos prescritos, señalar que el consumo de sustancias afecta a las actividades universita-
rias, y haber tenido un problema psicológico en el último año que requiriera atención. Por su parte
la subescala Riesgo, está relacionada con indicadores clínicos del riesgo de intento de suicidio,
autolesiones o actos de agresión a terceros; en este sentido constituyen un factor de riesgo en nues-
tra población, aquellos que consumen pastillas para dormir y tranquilizantes sin prescripción médi-
ca, perciben que su consumo afecta negativamente a sus actividades universitarias y su uso de las
nuevas tecnologías para el ocio afecta negativamente tanto a sus actividades universitarias como a
su rendimiento académico.
Podemos concluir, por tanto, que una parte importante de nuestro alumnado (79,5%) no se
siente satisfecho de sí mismo, tiene problemas en las relaciones interpersonales y presenta sinto-
matología de ansiedad, depresión y psicosomática. Y que este tipo de necesidades no presentan
diferencias significativas destacables entre las universidades participantes. Es en este contexto
donde se sitúa la necesidad de prevenir toda esta sintomatología y donde cobran sentido los
Servicios psicológicos de las universidades.
2. En cuanto al consumo de sustancias a lo largo de la vida, destacan, tanto en la muestra gene-
ral como por rama de conocimiento, el consumo de alcohol (87%), tabaco (39,7%) y cannabis
(35,6%). En concreto, se aprecia que el tabaco es consumido todos los días por un 31,4%, frente
a un 38,7% que no ha consumido este último mes. En cuanto al comportamiento con respecto al
consumo de alcohol, se observa que el consumo se concentra en la opción de esporádico (38,4%)
y fines de semana o festivos (29,8%). Estos datos son similares a los consumos de la población
general coetánea, pero no por ello hay que dejar de prestarles atención. El cannabis es la sustancia
ilegal más consumida, y un 68,3% ha declarado no haberla consumido en este último mes, aunque
un 4.6% reconoce que consume cannabis todos los días. Estos datos también coinciden con los
recogidos en encuestas de población general. Con respecto al consumo de pastillas para dormir,
un 53% de los que las consumen refiere no haberlas tomado en el último mes, y un 3,9% las toma
todos los días. Entre los que reconocen haber consumido en algún momento de su vida, tranquili-
zantes, un 53,8% responde no haberlo hecho el último mes y un 34,4% tomarlos de forma esporá-
dica y un 4,2% los consumen a diario. De las personas que reconocen haber consumido anfetami-
nas a lo largo de la vida, la mayoría dice no haberlas consumido es este último mes (77,2%). El con-
sumo de alucinógenos no es habitual entre los estudiantes universitarios, y entre quienes declaran
haberlos consumido a lo largo de la vida, un 92% no los ha consumido en el último mes. Algo simi-
lar ocurre con la cocaína, sustancia que un 84% señala que no ha consumido el último mes, aun-
que un 12,4% reconoce que la consume esporádicamente. El consumo de heroína, MDMA y keta-
mina es inapreciable en la población universitaria y entre los que declaran haberlas consumido a lo
largo de la vida, la mayoría reconoce no haberlas consumido en el último mes. Por último, la mayo-
ría del alumnado responde que no está tomando ningún fármaco prescrito. Vemos por tanto que el
consumo de alcohol y otras drogas que hace el alumnado universitario es el mismo que hacen los
jóvenes de su edad, circunscrito a espacios de ocio y fines de semana y más esporádicamente y aso-
ciado de nuevo al ocio, las anfetaminas y la cocaína. El tabaco y el cannabis son sustancias de con-
sumo diario aunque en el caso del cannabis también encontramos personas que consumen en con-
textos de ocio y fin de semana.
En cuanto a la percepción subjetiva de la afectación negativa del consumo de sustancias en
las actividades universitarias, se puede concluir que el consumo que se realiza no afecta al alum-
nado en sus actividades universitarias, ya que la mayoría no han consumido este último mes o no
lo han hecho nunca. Entre los que reconocen haber consumido en el último mes, un 76,8% dice que
el consumo no le afecta nada, pero un 6,3% parece que les afecta bastante o mucho. Al analizar dife-
rencias entre los grupos se ha encontrado que el alumnado de Ciencias es el que más señala que el
consumo que realiza afecta a sus actividades universitarias.
Un patrón muy similar de afectación es el que se ha encontrado en torno a la percepción sub-
jetiva de la afectación negativa del consumo de sustancias en el rendimiento académico.
Por tanto, podemos concluir que el consumo de sustancias en la población universitaria sigue
el patrón de la población general coetánea. Pero este hecho no debe llevarnos a bajar la guardia en
la atención y prevención de los consumos de sustancias. Sería conveniente que desde la universi-
dad se realizaran programas de prevención selectiva del abuso de alcohol, del tabaquismo y de otras
sustancias con objeto de concienciar a nuestro alumnado de los riesgos que conlleva su consumo
y dotarles de estrategias y herramientas personales para reducirlos.
Con respecto a la utilización diaria de las nuevas tecnologías para los estudios y el ocio en
la muestra general y por ramas de conocimiento, el 34,4% del alumnado reconoce usarlas entre 1
y 2 horas, y el 28,5% entre 2 y 4 horas. Con respecto a la uso de las TIC para el ocio, los datos son
similares, entre 1 y 2 horas diarias está el 31,3% del alumnado y entre 2 y 4 horas diarias el 30%.
Además, hay diferencias significativas entre las distintas ramas de conocimiento. Se puede concluir
que los jóvenes universitarios utilizan las nuevas tecnologías durante muchas horas, tanto para los
estudios como para el ocio. En este sentido, deberíamos reflexionar o profundizar dónde se encuen-
tran los límites de la utilización de dichas tecnologías.
Estos últimos años ha cambiado la forma de relacionarse, la forma de estudiar, incluso la forma
de jugar. Por esta razón, la conceptuación del abuso también es resbaladiza, en el sentido de deli-
mitar si se trata de abusos de las TIC o de abusos a través de las TIC en áreas concretas, o senci-
llamente, si el estudiante está tanto tiempo en actividades de este tipo que aparecen dificultades en
otras áreas como las relaciones sociales directas o el rendimiento académico.
En cuanto a la afectación negativa de las nuevas tecnologías para el ocio en las actividades
universitarias y en su rendimiento académico, la mayoría consideran que les afectan algo (43,6%
a las actividades universitarias y 40,2% al rendimiento académico) y se aprecia un porcentaje bas-
tante importante de sujetos que considera que les afecta bastante. Por esta razón, se considera
necesario realizar programas grupales de intervención para el alumnado que considera que sus acti-
vidades universitarias y su rendimiento académico están afectados por el uso de las TIC. Así mismo,
sería interesante plantear programas de prevención del uso de las TIC en los primeros cursos para
educar al alumnado en un uso razonable de las mismas.
3. Finalmente, llama la atención que la mitad del alumnado que ha realizado el cuestionario reco-
noce que acudiría al Servicio de Psicología en caso de necesidad, principalmente las alumnas.
En función de los resultados obtenidos queda constancia de la necesidad de generar e imple-
mentar programas específicos sobre la población universitaria, que actúen tanto a nivel preventivo
como en un plano de intervención directa sobre la sintomatología presentada.
En función de los resultados obtenidos queda constancia de la necesidad de generar e imple-
mentar programas específicos sobre la población universitaria, que actúen tanto a nivel preventivo
como en un plano de intervención directa sobre la sintomatología presentada.
Con la entrada del Espacio Europeo de Educación Superior, han sido numerosos los tratados en
los que se han intentado perfilar tanto las necesidades del alumnado universitario como los meca-
nismos y recursos que desde la Universidad es necesario ofrecer para minimizar sus efectos.
Consecuencias que, como se ha podido demostrar en este estudio, no afectan exclusivamente al
plano académico, sino que traspasan la frontera de lo personal incrementando aún más la gravedad
de sus síntomas.
En la Declaración de Bergen (2005) se establece el “compromiso de hacer la educación supe-
rior de calidad igualmente accesible para todos, y la necesidad de establecer las condiciones apro-
piadas para que los estudiantes puedan completar sus estudios sin obstáculos relacionados con su
origen social y económico”. En España, La Ley Orgánica de Universidades (Ley 4/2007 de 12 de
Abril / B.O.E. 13/04/2007) incluye en el Artículo 46 de los derechos y deberes de los estudiantes la
necesidad de promover la “igualdad de oportunidades y no discriminación por razones de sexo,
raza, religión o discapacidad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social en el acce-
so a la universidad, ingreso en los centros, permanencia en la universidad y ejercicio de sus dere-
chos académicos”, así como el “asesoramiento y asistencia por parte de profesores y tutores en el
modo en que se determine”.
El Real Decreto 861/2010, de 2 de julio, enfatiza este aspecto, instando a la creación de “proce-
dimientos accesibles de acogida y orientación de los estudiantes de nuevo ingreso para facilitar su
incorporación a la Universidad y a las enseñanzas”, así como “sistemas accesibles de apoyo y orien-
tación de los estudiantes una vez matriculados”.
El Estatuto del Estudiante Universitario (Real Decreto 1791/2010, de 30 de Diciembre) específi-
ca aún más el alcance de la atención a prestar a la comunidad universitaria, incluyendo en el artícu-
lo 65, de los Servicios de Atención al Estudiante, un apartado donde se exponen las materias en
las que se hace necesario actuar, entre las que se encuentra el asesoramiento psicológico y en
materia de salud.
La European University Association (EUA), en un documento publicado en 2010 denominado
“Trends 2010: A decade of change in European Higher Education” destaca la importancia dada por
la comunidad universitaria hacia los Servicios Psicológicos. Apoyar el desarrollo y el trabajo de
estos servicios garantizará medidas correctoras o de soporte psicosocial al alumnado universitario
que peores resultados obtienen o para los que tienen más problemas y menos recursos para resol-
verlos. En esta línea, expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE, http://www.oecd.org/dataoecd/17/24/49227189.pdf) señalan que la prevención y la inter-
vención temprana son estrategias fundamentales para combatir la incidencia de estos problemas en
las empresas y las organizaciones.
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