Caracteriología 2
Caracteriología 2
Caracteriología 2
Ludwig Klages
Es conocido por sus estudios sobre la expresión. Fundó el Seminario para el
estudio de la expresión, adentrándose en el estudio de la psicología, iniciando la
caracteriología y la expresión en el arte, sobre todo de la expresión a través de la
escritura, la grafología.
En filosofía mantiene una concepción metafísica en la que sostiene la
"primacía del alma" sobre la Primacía del espíritu, considerando que los valores de
la vida anímica (sentimientos y afectos; mitos y expresiones religiosas y artísticas)
están por encima de los valores elaborados por el "espíritu" (conceptos, ideas, teorías
científicas y valores objetivos).
Considera que existe una oposición irreconciliable entre lo anímico (El alma) y
lo espiritual (Espíritu); existe un antagonismo entre el alma y el espíritu, Klages se
inclina por la supremacía de lo anímico. Conforme al pensamiento de Nietzsche, y la
influencia de las aportaciones antropológicas de Johann Jakob Bachofen considera
como expresión del espíritu lo racional, la lógica, lo objetivo, caracterizado como lo
"impersonal", lo "trascendente" que, en definitiva, condiciona, limita, incluso destruye
la capacidad creadora del alma.
El alma es la dimensión que se encuentra ligada directamente con la fuerza
creadora de la Vida y la Naturaleza en donde se generan los símbolos, los mitos en
donde se expresan los enigmas que el espíritu pretende deshacer y conjurar. la
expresión es el reflejo más inmediato de la vida anímica contenida en todos los seres.
El estudio de las expresiones a través de los gestos, los signos y las
manifestaciones culturales, revela el mundo anímico tanto de los individuos como de
los grupos y su evolución a lo largo de la historia.
Siguiendo el pensamiento de Nietzsche, el alma representa lo dionisíaco, lo
vital, lo dinámico. El espíritu por el contrario mediante lo racional y lo objetivo
conduce a la rigidez de lo cadavérico y mecánico. Mediante los conceptos se
destruye el mundo de los mitos y de las imágenes de la expresión que es algo fluido y
vital. “El espíritu juzga; la vida vive. El espíritu aprehende el ser; la vida vive el
acontecer. El ser es pensable, pero no puede ser vivido; el acontecer es vivible, pero
no puede ser concebido.”
El carácter.
Polaridad Alma-Mente
El alma de cualquier fenómeno tiene dos polos, un polo receptivo
(Contemplativo) y otro activo (Sensación física). Según Klages, el polo receptivo es el
más característico del alma. Las características principales del alma en estado natural
son: la pasividad, la inconsciencia, la noche, el sueño, la inmensidad, la distancia y el
ritmo.
En la función de Contemplación es la criatura pasiva y soñadora cuya función
predominante es la contemplación. Está en contacto directo con la vida del Cosmos y
los símbolos de la realidad.
En la función de las sensaciones físicas el cuerpo conoce por sensaciones
que perciben lo cercano y son siempre pasivas.
En el siguiente rango de desarrollo el alma no es más libre, sino que está
prisionera en el cuerpo que ahora asume el rol dirigente. Las funciones de las
criaturas vivas son sensaciones físicas (polo del cuerpo) y contemplación (polo
del alma).
También en este estado prehistórico la función de la Mente empezó su
destructivo trabajo de descomponer el "acto receptivo" de la "impresión" y la
"apercepción". Cuando esto se completó, fue cuando tuvo lugar la creación del
hombre histórico. Ello significa la transición de la pasividad en actividad, de la
abstracción al pensamiento, del principio femenino al masculino, de la inconsciencia a
la conciencia, de la liberación a la esclavitud, del ritmo a la medida, del sueño a la
vigilia, etc.
Esto se origina en la concepción de la mente y sus funciones. La mente tiene la
destructiva función del pensamiento lógico (Polo de la mente) y la voluntad de la
regulación (Polo del cuerpo). Las cualidades específicas de la mente se
ejemplifican mejor por su oposición a las de la vida: "La vida y la mente son dos
poderes diametralmente opuestos que están constantemente en guerra".
La vida experimenta pasivamente las cosas que ocurren: es la base de la
experiencia. La mente delimita, especifica, etiqueta y enumera los fenómenos de la
naturaleza. El pensamiento lógico, una función de la mente, es la base de toda
ciencia. Sus características son: objetividad, lógica y explicación monástica. El
pensamiento lógico interrumpe el rítmico curso de la vida; es la tendencia
destructiva de la mente.
La voluntad, la segunda función de la mente, regula e inhibe la vida; supera
obstáculos y es la causa de la acción que consigue el objetivo decidido por el
pensamiento. Cuando los sentimientos se convierten en "motivos", cambian en una
tendencia activa a través de una volición exactamente adaptada a su propósito. El
deseo pasivamente aspira a algo; la voluntad, activamente, tiene la meta en su
propósito. Potencialmente, los deseos incluyen cualquier cosa imaginable, pero el
objetivo real de la volición es únicamente aquella parte de la aspiración de posible
realización. La voluntad es también la experiencia de resistencia física; es la negación
de la realidad y, en lugar de referirse al pasado, se relaciona con el "fantasma" del
futuro.
Las funciones de la mente tienen polos receptivos y activos que se
corresponden con los del alma: el pensamiento lógico corresponde a la
contemplación; el poder de la voluntad ("el motivo central de la vida-represión")
a la sensación física. El diagrama A ilustra esta polaridad:
DIAGRAMA A: POLARIDAD DE ALMA Y CUERPO
Polaridad Alma Mente
Polo receptivo Contemplación Pensamiento Lógico
(Flemático) (Melancólico)
Polo activo Sensación Física Voluntad
(Sanguíneo) (Colérico)
Rudolf Allers
Fue un psiquiatra y filósofo católico. Discípulo de Alfred Adler y maestro
de Víctor Frankl, es conocido por su crítica al psicoanálisis de Sigmund Freud, al
que acusa de tener serios defectos lógicos y filosóficos. Allers propone desarrollar
una psicología fundamentada en la antropología filosófica y que atienda a la
responsabilidad personal como característica esencial del ser humano. Detrás
del carácter neurótico se encontraría la voluntad de poder, tal como sostiene
Alfred Adler, que no sería otra cosa que una rebelión no plenamente consciente,
pero tampoco inconsciente en el sentido freudiano, contra la limitación y la finitud
propia de las criaturas.
Allers establece unas diferencias que, aunque básicas, son obviadas con
frecuencia en la psicología contemporánea. Así, la que existe entre persona,
personalidad y carácter: (1) la persona es (se es persona), (2) la personalidad es
el hecho de ser persona, y (3) el carácter se tiene. No es lo mismo ser persona
que tener un carácter. Por tanto, la persona no es reducible al carácter, lo mismo
que el ser no es reducible al tener. Y, mientras que el ser no se puede eliminar ni
transformar esencialmente (no puedo dejar de ser persona), el carácter sí es
modificable (puedo tener otro, adquirir otro carácter a través de las
decisiones que tomo, que me lo van forjando).
El carácter es el conjunto de características propias de un individuo,
tomadas como una unidad y como un todo, no como un mero agregado, y que le
distinguen como tal individuo, como el que es; no sólo como que es, sino como
quién es. Esto es, el tener un carácter determinado implica que se tiene un modo
personal de obrar, como un todo unitario, como la marca personal, podríamos
decir, que uno imprime a sus actos. El carácter es modificable y, en ocasiones, la
modificación se debe a un proceso neuropatológico, el cual, no obstante, no afecta
al núcleo de la persona. Enferma, puede enfermar, el carácter, lo que la
persona tiene o posee, no lo que la persona es, esto es, ella misma en su esencia.
El ser no enferma, sino que la persona adquiere un modo patológico de
expresarse u obrar (el carácter).
El carácter no es una parte de la persona, y sólo puede ser comprendido
mediante un análisis de sus acciones, siendo el signo común a toda acción la
relación entre yo y no-yo, persona y mundo, sujeto y objeto. Toda acción supone
una situación actual y una situación posible hacia la cual se tiende, lo cual implica
consciencia, intencionalidad y esfuerzo, además de un juicio comparativo en virtud
del cual lo que está por venir es mejor y preferible. Por tanto, toda acción es
precedida por una comparación de valor, por una comparación axiológica.
Presupuestos: Valores Objetivos y orientación del carácter:
Parte de una concepción de la naturaleza humana que tiene como eje la
combinación de dos fuentes:
a) La línea antropológica-filosófica de raigambre católica, sobretodo en
su vertiente escolástica con Santo Tomás a la cabeza (llegó a ser un experto en
este teólogo), aunque también conecta con otros importantes filósofos como Max
Scheler y su concepción de los valores.
b) La concepción psicológica del carácter de herencia adleriana, pero
sin limitarse a la misma, realizando aportaciones creativas propias.
Hay un cosmos objetivo de valores al que sólo se puede acceder por la
intuición emocional. La razón es ciega para el valor. Scheler se opone firmemente a
la pretensión nietzscheana de crear valores. Los valores son siempre los mismos,
no cambian. Lo que cambia es nuestra percepción de ellos. Cada época, cada
cultura, descubre distintos valores e ignora otros.
Los valores se encuentran ordenados jerárquicamente. Primero están los
valores religiosos (sagrado/profano), luego los espirituales (bello/feo, justo/injusto,
verdadero/erróneo), luego los valores de la afectividad vital (bienestar/malestar,
noble/innoble) y por último los valores de la afectividad sensible
(agradable/desagradable, útil/dañino). De lo que se trata es de vivir en armonía. No
hay que optar por unos valores y renunciar a otros. Para ello hay que vivir los
valores inferiores de un modo tal que se encuentren ordenados a los superiores.
La conducta humana está motivada principalmente no por impulsos, ni por
las condiciones hereditarias o ambientales sino sobre todo por las decisiones
finalistas de la persona, por los fines que se propone alcanzar. Lo importante para
entender el comportamiento humano son las metas que persiguen las personas
en sus vidas, que hacen que estas adopten un sentido y orientación
particular.
Concepto de carácter. Diferencia entre persona y carácter.
-Persona: Equivalente al ser en potencia aristotélico-tomista. Es imposible
conocerla totalmente mediante el pensamiento analítico-racional pues entraña la
misma esencia del ser y todas sus posibilidades potenciales (la persona no es el
yo, ni la conciencia, ni el inconsciente, ni ninguna entidad parcial, y tan solo, según
Allers aparece vislumbrada parcialmente en la relación yo-no yo; es decir entre lo
que hacemos y el camino que tomamos en la vida y los caminos u orientaciones
potenciales que podríamos tomar, por decirlo de alguna manera más comprensible
(a riesgo de error filosófico).
-Carácter: Supone el ser en acto, a través de sus acciones y conductas
intencionales y finalistas. El carácter es la postura, la elección y a la orientación del
individuo ante el valor.
Dicho, en otros términos, en la vida de una persona aparecen
circunstancias ante las que tiene que elegir entre diversos valores (valores que
existen objetivamente, el bien y el mal, lo bueno y lo malo, etc). Algunas de esas
elecciones cuando se repiten se consolidan en el carácter. De esto derivaría
que existe una relación entre la ética y el carácter de la persona, entre los
problemas psicológicos-relacionales y las elecciones de valor de una persona, de
los valores que pone en marcha en sus acciones.
La educación del carácter.
Fritz Künkel
Fue un conocido psiquiatra alemán y psicólogo estadounidense. Buscó
integrar la psicología (especialmente la obra de Freud, Adler y Jung), la sociología
y la religión en una teoría unificada del ser humano. Consolidó estas ideas en una
teoría del desarrollo del carácter y finalmente en su "Psicología del nosotros".
Presupuestos: Concepción dialéctica del carácter.
Para Kunkel la persona (que él define como carácter) tiene una "Dimensión
Dialéctica" como sujeto y objeto al mismo tiempo, sin que ambos aspectos se
puedan separar totalmente, y donde cada uno de ellos afecta y es afectado por el
otro. La persona como "Sujeto" es libre y creadora, determina su voluntad, sus
fines y objetivos, y transforma el mundo que es su objeto de acción. Como "Objeto"
es improductiva, carece de libertad y está sometida a fuerzas ajenas a su voluntad,
a relaciones causa-efecto de tipo físico-material. La persona para su desarrollo
adecuado debe buscar un equilibrio armónico entre ambos aspectos, entre lo
subjetivo y lo objetivo. Eso es posible a través del "nosotros" donde la persona
tiene la obligación de ser sujeto de su propia conducta y es objeto de todas las
consecuencias que han originado su conducta en el contexto de su vida socio-
relacional.
Durante las tres primeras décadas del siglo XX de la psicoterapia occidental
predominaron las teorías de Freud, Adler y Jung. Kunkel llegó a tener un
conocimiento amplio de estos tres autores, y aunque formado originariamente
como adleriano, integró a los otros dos en sus planteamientos de la psicoterapia
de manera creativa. Incluso actualmente se le tiene como el psicólogo mas
psicodinámico en su forma de proceder desde la psicoterapia adleriana.
Parte de entender a la psicoterapia como conjunto relacional de tres
componentes: (1) El cliente,(2) el proceso o trabajo de tratamiento ("la cura") y (3)
el terapeuta.
A) El Cliente:
A.6-La lección que debe aprender todo cliente: Cada cliente debe pasar por una
crisis ( a veces el terapeuta la favorece) que conlleva un intenso malestar por sus
"círculos viciosos" de funcionamiento y el efecto que tiene el mismo sobre su vida
relacional. Por ejemplo el tipo "Estrella" busca que le admiren usando su
grandilocuencia, los otros se percatan y retiran, y entonces se cree objeto de
envidias y recelos, aumentando en parte su esfuerzo por ser admirado o cayendo
en síntomas depresivos fuertes por no conseguir los objetivos ocultos de
admiración, etc. El terapeuta señala los elementos de esa crisis; meta oculta-->uso
de medios para conseguirla-->reacción de los otros negativa-->sobreesfuerzo de
recuperación-->crisis/malestar-->alternativas (hacia el nosotros)
B.3-La resistencia: Es habitual que el cliente por un lado solicite ayuda de manera
voluntaria y consciente ante la crisis vital que enfrenta y por otro (a nivel
inconsciente) no desee verse curado y sabotee el tratamiento. Incluso si no parece
esta resistencia, la cura será sospechosa, al no haber aparecido el yoismo a
superar del cliente. Suelen haber 4 motivos habituales de resistencia: (1) "Derivada
de la defensa egocéntrica del paciente" (el cliente no desea renunciar a su meta
compensadora) (2)"Aversión hacia todo proceso rápido y peligroso" (el cliente
necesita un tiempo para asimilar el cambio), (3) "Resistencia legítima del cliente"
(Por que el terapeuta no maneja bien la cura) y (4) "El miedo a la fuerza creadora o
potencial de milagro del paciente y terapeuta" (el terapeuta debe aceptar, incluso
más que el mismo cliente, cualquier proceso curativo aunque no lo comprenda o
sea ajeno a su teoría). La resistencia debe señalarse en el momento adecuado,
interpretarse y ser confrontadas, cuando el terapeuta tenga una idea hipotética del
carácter rígido o estilo de vida del cliente.
C.2) Saber escuchar: Con clientes inundadores del relato y del tiempo de terapia
(que no dejan de hablar y dejan nulo espacio al terapeuta) es deseable señalar e
interpretar esta actitud. Con clientes excesivamente cautos, callados y
controladores de la interacción es preferible usar estrategias más cercanas a la
asociación libre con pocas interpretaciones por parte del terapeuta.
C.5. Trabajo con las asociaciones del cliente: La forma más complicada de tratar
con el cliente es cuando este manifiesta de alguna manera que "no tengo nada que
decir, no se me ocurre nada"; es decir expresa una ausencia de asociaciones. El
terapeuta puede manejar esto bien diciéndole al cliente: (1) Que ello quizás se
deba a una idea que le parece inadecuada o vergonzosa expresar al terapeuta o a
algún recuerdo desagradable que no desea recordar; y entonces le anima a
expresarlas; (2) Hacer algo (p.e ojear una revista) y observar la reacción del
cliente y preguntarle por la misma o (3) Interpretar su silencio como una maniobra
evasiva o dirigida a otra meta.
C.6. Notas en la sesión: Evitar en lo posible tomar notas del relato del cliente
durante la sesión y centrarse más en la escucha y observación del lenguaje no
verbal del cliente. Tomar nota de lo más importante al final, cuando el cliente ya se
marchó.
Más tarde, durante los primeros años del siglo XX, otros autores alemanes
como William Stern, Eduard Spranger y Ernst Kretschmer revelarían sus trabajos
sobre el carácter y la personalidad basándose en el método fenomenológico.
William Stern
Eduard Spranger
Ernst Kretschmer
Esta teoría fue retomada por el filósofo espiritualista francés René Le Senne,
que le da una fundamentación teórica y crea la escuela francesa de caracterología,
que existe hasta nuestros días a pesar de que ha tenido poco contacto con los
desarrollos más recientes de la psicología de la personalidad y de la psicología
diferencial. Han continuado su obra los filósofos Gaston Berger, uno de los
introductores de la fenomenología en Francia, y Louis Millet, filósofo de orientación
tomista.