Lineamientos de Los Dones Espirituales
Lineamientos de Los Dones Espirituales
Lineamientos de Los Dones Espirituales
DE LOS
DONES
ESPIRITUALES
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Agradecimientos
A mi amada esposa por su gran entrega, paciencia y amor que han sido claves en el
crecimiento de este ministerio…
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Dedicatoria
Dedico este libro a la memoria de mi padre, un gran hombre de Dios, con el sello
de un apostolado genuino, aunque sin reconocimiento, cuya vida fue un ejemplo de
servicio y amor por la obra de Dios y de quien he recibido un legado espiritual
maravilloso y quien ya disfruta de la presencia permanente del Príncipe de los
Pastores.
Gracias papá…
3
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………….5
CAPITULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
4
INTRODUCCIÓN
Todo miembro del cuerpo de Cristo es un ministro. Todos hemos sido llamados a
servir. Todos somos útiles; sin embargo, tenemos que entender y aceptar que
Dios ha determinado que ciertas personas desempeñen ministerios de mayor
autoridad y responsabilidad que otras y nuestro compromiso de servir en el
cuerpo de Cristo involucra la honra y el respeto a la gracia y la unción que Dios ha
depositado en cada uno de nuestros hermanos y la aceptación del lugar que Dios
nos ha asignado a nosotros mismos como miembros del cuerpo de Cristo.
Cada uno de nosotros ha sido dotado con una gracia que nos capacita para poder
hacer la obra de Dios de una manera única y especial. Dios ha dado carismas
(dones) para equipar a los santos en su obra titánica de establecer su reino en
todos los rincones de la tierra. Estos dones pueden potencializar nuestras
habilidades o dotarnos de nuevas capacidades sobrenaturales que nos llevarán a
ser más efectivos en nuestra gloriosa labor.
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privándose de herramientas poderosas que los llevarían a dimensiones
sobrenaturales.
Podemos concluir entonces que los dones espirituales son un regalo de Dios que
nos facilitan el trabajo que nos ha sido encomendado de establecer su reino en
esta tierra, y que es responsabilidad de nosotros ejercer esos dones dentro de
los lineamientos de la palabra de Dios para que realmente cumplan su cometido de
edificar el cuerpo de Cristo.
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CAPÍTULO 1
LOS DONES
DEL
ESPÍRITU
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La palabra que se utiliza en griego para referirse a “dones” es carisma, que se
traduce como gracias o regalos. Estas gracias o regalos son una acción netamente
del Espíritu, repartiendo como Él quiere, son dados de manera gratuita, sin
méritos del receptor, aunque el uso y desarrollo de ellos si involucra acciones,
disciplina y responsabilidad por parte del portador del don.
Existen personas que son creyentes sinceros, que tienen un buen deseo de servir
al Señor y que al intentar ejercer su llamado y fluir en los dones que el Espíritu
Santo les ha asignado, por ignorancia, han cometido errores que han provocado
fuertes conflictos y por ende una oposición muy marcada, tanto de sus pastores,
como de la iglesia en general, invalidando una obra genuina del Espíritu Santo.
Por otro lado, personas sin escrúpulos y con motivaciones incorrectas, en su afán
de reconocimiento y autoexaltación, se adueñan de una gracia que les fue
conferida por la gracia de Dios y sin responsabilidad alguna ejercen el don para
beneficio personal, confundiendo y lastimando el cuerpo de Cristo y
convirtiéndose en piedras de tropiezo para que otros alcancen la salvación.
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Dios por lo que ve o lo que sabe de la persona que lo ejerce, de esa manera se
invalida y se hace infructuoso el don de Dios.
Tenemos que entender que una cosa es el don de Dios y otra cosa es el carácter
del cristiano; una cosa es el don del Espíritu y otra el fruto del Espíritu. El don
del Espíritu es una acción netamente del Espíritu Santo en la vida del creyente,
mientras que el fruto del Espíritu es un trabajo del gobierno del Espíritu y del
ejercicio del dominio propio que van formando y forjando nuestro carácter.
Lo que Dios da ya no lo quita. Romanos 11:29 dice que "irrevocables son los
dones y el llamamiento". La persona que ha recibido un don o un ministerio lo
tendrá hasta la muerte 2 Reyes 13:20,21, la unción sella a la persona
independientemente de si la persona vive de acuerdo a su llamado o no. 1 Samuel
26:9. Aunque Saúl había desobedecido a Dios y por causa de eso el Espíritu de
Dios se había apartado de él, David reconoce que él seguía siendo “el ungido de
Jehová”. Aún a pesar de haber sido desechado por Dios y que el Espíritu de Dios
se había apartado de él todavía profetizó una vez más. 1 Samuel 19:21-24.
Dios nos libre de levantar nuestra mano o nuestra voz contra los ungidos de
Jehová, aunque estos den motivos por su estilo de vida. Hay un juez ante quien
han de dar cuentas un día de lo que ellos hagan, a nosotros solo nos compete orar
por ellos para que Dios tenga misericordia tanto de ellos como de las personas que
han sido escandalizadas por ellos.
Es de vital importancia entender que tanto el don del Espíritu, como el fruto del
Espíritu tienen que crecer y desarrollarse a la par, de manera congruente, de
manera que la obra de Dios no sea blasfemada por nuestra causa, siendo motivo
de escándalo y tropiezo para otros; sabiendo también que todo servicio que se
haga fuera de la base del carácter y del amor quedará sin recompensa. 1Cor 13:
10-17.
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Conviene señalar que lo que le da a la persona el título de “espiritual”, no es que
tanto hable en lenguas o que tan usado sea por Dios, sino que tanto del fruto del
Espíritu manifiesta en su carácter. A fin de cuentas seremos juzgados sobre la
base del carácter y no sobre la base del don. 1 Corintios 13:1-8; Mateo 7:15-23
La inconformidad con el don o el ministerio que Dios nos ha dado tiene por lo
regular dos orígenes: puede ser la falta de identidad o las implicaciones o
responsabilidades que demanda dicho don.
El no estar conformes con el lugar en el que Dios nos ha puesto, nos va a llevar a
hacer nuestro trabajo de mala gana, de una manera mediocre y siempre vamos a
están anhelando el lugar de otros. Todos somos importantes y todo servicio que
se haga es importante para Dios, aún el que nosotros consideremos más sencillo
como el orar o limpiar el lugar de reunión.
La Biblia nos promete que si somos fieles en lo poco, Dios nos promoverá a lo
mayor. No podemos saber a qué Dios nos ha llamado, sino a través del servicio.
Por otro lado, la demanda que exigen determinados dones o ministerios lleva a las
personas a tratar de evadir o “esconder” lo que Dios les ha dado. Cuantos
ministerios han confesado haber intentado huir del llamado que Dios les hacía,
cuantos pastores batallaron para obedecer el llamado al ministerio pastoral que
es uno de los que exige mayor compromiso y disposición.
Cuantos casos de personas hemos visto que están usurpando un lugar para el que
no fueron llamados porque según ellos ese ministerio exige menos compromiso y
responsabilidad, llevando una vida infructuosa y frustrante.
Dios no nos exige más de lo que podamos hacer, Él nos ha dado sus dones en base
a nuestra capacidad. Mateo 25:14-30. Dios solo nos pide que seamos buenos
administradores del don que ha depositado en nosotros. 1 Pedro 4:10, es decir que
trabajemos con excelencia en base a nuestra capacidad.
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3.- La falta de sabiduría
El tercer problema al que nos enfrentamos tiene que ver no con el don sino con
la manera en cómo ejercemos el don. Alguien dijo en una ocasión que no es lo que
dices, sino la manera en como lo dices lo que te acredita o te desacredita. El
carácter es el vehículo de la unción. Los dones o ministerios fluyen a través del
carácter de la persona y muchas personas muestran un corazón incorrecto a la
hora de ejercer los dones. Algunos muestran actitudes incorrectas como ira,
arrogancia, celos, avaricia, etc. o actúan de manera imprudente: con dureza, sin
respeto, con el propósito de exhibir, etc. Debemos pedir a Dios sabiduría y un
corazón libre de contaminación para poder ejercer los dones de una manera
correcta. Lucas 9:51-56, y que realmente seamos colaboradores de Dios en el
trabajo de la edificación de la iglesia.
Está llegando el tiempo en el cual Dios nos está llevando a mirar hacia la casa,
nos está llevando a mirar que nuestros miembros, consiervos y amigos de nuestra
ciudad, denominación, etc. son tan ungidos como cualquier ministerio de
reconocimiento internacional.
La honra consiste en ver más allá de la persona, ver la investidura, la unción, ser
humildes para permitir que la unción de mi hermano, una unción diferente a la
nuestra pueda ministrarnos, creer que Dios usa a personas comunes para mostrar
su extraordinario poder.
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Tú te admiras de que Dios use a otros; otros se admiran de que Dios te
pueda usar a ti
5.- El orgullo
Una de las cosas que debemos entender es que el don nos otorga una posición
especial delante de la gente. La unción te hace atractivo, admirable y si no tienes
los pies bien puestos sobre la tierra vas a terminar atrayendo la atención de la
gente hacia tu persona, aprovechándote de esta posición para tu beneficio
personal.
El orgullo nos lleva a creer que por el don que poseemos somos superiores a los
demás, nos volvemos arrogantes, altivos, vanagloriosos, buscando la auto
promoción, rebajando nuestro divino llamamiento a una mercadería barata
ausente de la esencia vital de todo ministerio, el amor de Jesús, quien por amor
no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos…
Marcos 10:45; 9:35; Romanos 12:3
Tu identidad no está determinada por los dones que posees, sino por lo que eres
en Cristo.
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Tienes que entender que Dios es el que promueve, Dios tiene el tiempo, la manera
y el lugar de tu promoción, sigue a Jesús, no busques las posiciones. Mateo
20:20-28
Los dones deben ejercerse con y por amor. 1 Corintios 13:1-8 hace una lista de
por lo menos cinco dones que se pueden ejercer pero con una motivación
incorrecta, el resultado de esto es “nada soy”, “de nada me sirve”. Todo lo que se
hace fuera de la motivación del amor es basura, no sirve. El amor es lo que nos
lleva a edificar el reino de nuestro Señor Jesucristo, se requiere amor para
poder ayudar a la gente con lo que Dios nos ha dado y para ello necesitamos un
corazón libre de egoísmo y libre de maldad para así convertirnos en instrumentos
fieles del amor, la misericordia y el poder de Dios. Mateo 14:14
Los problemas que surgen en el ejercicio de lo que Dios nos ha dado no son nada
nuevo, Jesús lo enfrentó con sus discípulos, algunos de ellos querían una posición
privilegiada con Él. Marcos 10:35-37; otros creían que la unción era para castigar
a los pecadores. Marcos 9:52-56. El apóstol Pablo experimentó la carnalidad de la
iglesia de Corinto que hacía distinciones entre las unciones de él, de Apolos y de
Cefas. 1 Corintios 1:11-15.
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CAPÍTULO 2
CLASIFICACIÓN
DE LOS DONES
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No pretendemos en este libro hacer una descripción exhaustiva de cada don, creo
que hay suficientes buenos libros que nos ayudarán a tener un mejor conocimiento
de ellos, lo que queremos es hacer una clasificación general a fin de tener una
idea que nos ayude a diferenciar lo que es un don ministerial, un don espiritual o
un don operativo. Al referirnos a la palabra don estamos enmarcando de manera
general las diferentes gracias que Dios imparte a la iglesia, cuando se requiera
mencionar de manera específica alguno de ellos entonces se hará la descripción
particular del don en mención.
Para una mejor comprensión vamos a clasificar los dones Espirituales en tres
categorías de acuerdo a lo que menciona Pablo en 1 Corintios 12:4-6
APÓSTOLES
PROFETAS
MAESTROS
SABIDURÍA, CIENCIA, FE
INTERPRETACIÓN DE LENGUAS
DONES Y
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De acuerdo a 1 Corintios 12:4-6 los dones del Espíritu se clasifican en: dones,
ministerios y operaciones, de acuerdo a esta clasificación entendemos la
importancia de la diversidad, Pablo menciona en Romanos 12 que…de la manera
que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la
misma función… Lo primero que tenemos que entender es que cada uno de
nosotros tiene un lugar asignado en el cuerpo de Cristo, con una función
específica y con una gran responsabilidad, con esto debemos estar conscientes
que si no estamos ocupando el lugar que nos ha sido asignado, no estamos
funcionando al 100 % de nuestra capacidad.
Lo otro que menciona el apóstol Pablo es que, como en un cuerpo, los miembros
son dependientes, es decir fuimos diseñados para funcionar en dependencia los
unos de los otros. Necesitamos la unción y el trabajo de los demás para poder
funcionar como un cuerpo, a esto se le llama trabajo corporativo pero para
lograrlo requerimos un corazón humilde, aceptar las diferencias, ser pacientes
con las debilidades y los errores de los demás, y sobre todo estar saturados del
amor de Dios, porque el amor cubre multitud de faltas. Cuando estés tentado a
ver solo las debilidades y los errores de los demás, recuerda que los demás
también ven los tuyos, que tú también eres un ser imperfecto que está en camino
a producto terminado, que así como te molestan ciertas actitudes de otros,
también las tuyas son molestas para los demás, por lo tanto debemos practicar los
principios de la unidad que son: la aceptación de las diferencias, el respeto de los
derechos de los demás, la tolerancia a los errores y debilidades y el amor
incondicional.
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CAPÍTULO 3
LOS DONES
MINISTERIALES
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Dentro de los dones que Dios ha dado a los creyentes hay algunos que están
relacionados con el gobierno y la dirección de la iglesia. Dios ha colocado líderes o
dirigentes que han recibido un llamado y una investidura de autoridad, con el
propósito de gobernar, dirigir y pastorear al pueblo de Dios.
A diferencia de los otros dones, los ministerios son personas que han sido
llamadas por Dios y comisionadas para cumplir una encomienda especial.
La palabra “apóstol” viene del griego “apóstolos” y significa uno que es enviado,
delegado, embajador, mensajero.
Lo mismo que Jesús hacía lo estableció en sus discípulos, a los que llamó
apóstoles, los cuales iban a ser embajadores para representarlo a Él aquí en la
tierra. Ellos establecerían una nueva colonia que es la iglesia, respaldada por la
autoridad del reino de Dios, para que a través de esta, la voluntad y el gobierno
del cielo se establecieran en la tierra. Mateo 10:40; 16:18; Juan 20:21.
C. Niveles de Apostolado
Jesucristo fue y seguirá siendo el apóstol principal. Hebreos 3:1, fue enviado
desde el cielo para hacer la voluntad de su Padre en la tierra. Vino a representar
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a su Padre, habló y actuó en su lugar, fue un embajador verdadero y fiel para
todo el mundo. Juan 4:34; 5:19, 30; 6:38.
Los doce apóstoles fueron elegidos por Jesús después de una noche de oración.
Sirvieron a Jesús y fueron enseñados por Él durante su ministerio terrenal. Lucas
6:12,13
Estos doce hombres marcaron una nueva etapa en los tratos de Dios con el
hombre. En el antiguo testamento fueron los profetas y patriarcas los que
escribieron las Escrituras. En el nuevo testamento fueron los apóstoles los que
escribieron la revelación de Dios.
Entre estos figuran el apóstol Pablo Romanos 1:1, Andrónico y Junias 16:7,
Matías, Hechos 1:26, entre otros.
En Efesios 4:11-13 vemos que Jesús estableció otra clase de apóstoles, este
grupo funcionaría a través de la edad de la iglesia, hasta que todos lleguemos a la
unidad de la fe y al mismo conocimiento del hijo de Dios.
Hoy en día existen hombres que han sido llamados por Dios para desempeñar
una función apostólica, ya no en el sentido de escribir una nueva revelación
doctrinal, sino en el sentido de gobierno y dirección de la iglesia, que manifiestan
un corazón paternal hacia otros ministerios y que las huellas de su apostolado son
claramente visibles y reconocidas por la iglesia en general.
La obra de edificar la iglesia es muy importante para Dios. Él requiere que sus
ministros estén enteramente preparados para toda buena obra. Algunos
creyentes tienen tanto deseo de servir a Dios o con una motivación equivocada se
lanzan al ruedo sin la preparación adecuada que terminan siendo motivo de
tropiezo y escándalo para el reino de Dios.
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de su Espíritu. La preparación para el ministerio apostólico requiere mucho
tiempo, entrenamiento y desarrollo del carácter. La formación del apóstol exige
madurez y experiencia, esto conlleva tanto los éxitos como los fracasos.
El apóstol Pablo de igual manera, era un fariseo educado a los pies del mejor
maestro de su época, estaba orgulloso de su posición y defendía celosamente sus
creencias. Dios tuvo que derribar su orgullo tirándolo del caballo y confrontándolo
con sus convicciones erróneas, hasta llevarlo al punto de humildad necesaria para
comenzar su preparación, que llevó varios años, para el ministerio apostólico a los
gentiles.
En base a todo lo anterior podemos concluir que un apóstol debe tener una
formación completa que incluye:
3) Una preparación que involucra varios años, durante los cuales se probará a
sí mismo y a su ministerio en la iglesia local.
Dentro de los requisitos que figuran primeramente para los apóstoles están los
mencionados en 1 Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9.
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2) Debe tener una experiencia profunda con la presencia de Dios.
10) Figura como un padre para las iglesias y los ministerios que ha formado. 1
Corintios 4:15.
G. El llamado de un apóstol
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1) Él mismo debe estar seguro de su propio llamado. Romanos 1:1
2) Por los líderes de su iglesia, a través de su vida personal y el trabajo para con
Dios. 1 Corintios 9:2
Esto no significa que será aceptado como apóstol por la iglesia universal. En 1
Corintios 9:1-3 Pablo reconoce que no todos lo aceptaban como apóstol; sin
embargo había mucha gente que si lo reconocía, principalmente los que habían
conocido el fruto de su ministerio. Además no es necesario ostentar un título de
apóstol para funcionar como tal, lo importante es que la obra de Dios sea hecha,
con o sin el reconocimiento de la unción apostólica.
A. Niveles de Profecía
Existen cuatro niveles en como fluye la unción profética, y cada nivel tiene su
propósito.
1. El ambiente profético
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cualquier creyente, sin la necesidad de tener un don profético, puede ser
impulsado por el Espíritu Santo para declarar una palabra profética. 1 Samuel
10:10-13; 19:22-24.
Uno de los errores que se cometen es que una persona que ha profetizado en el
ambiente profético crea que hay un don de profecía o un ministerio profético y se
lanza a declarar palabra profética en nombre de Dios, provocando confusión y
destrucción al cuerpo de Cristo.
Otro de los errores que también se cometen es que hay creyentes que hablan
del buen deseo de su corazón una palabra a alguien y lo hacen con la frase “dice el
Señor”. Hay que ser humildes para reconocer cuando el Señor no nos ha dicho
nada y sincerarnos diciendo yo deseo decirte esto de mi corazón, pero no
atribuirle a Dios algo que no ha dicho.
2. El don de Profecía
3. El ministerio Profético
El ministerio de profeta tiene que ver con un llamado directo de parte de Dios.
Dios de manera específica da la encomienda al profeta de lo que tiene que hacer.
Entre algunos casos tenemos a los profetas del antiguo testamento, como Elías,
Eliseo, Isaías, Jeremías, etc. En el nuevo testamento se menciona a Juan el
bautista como el mayor de los profetas nacidos de mujer, Lucas 7:28. Agabo
entre algunos más, Hechos 11:27-29; 21:10. En la iglesia de Antioquía se
mencionan otros, Hechos 13:1; 15:32.
4. La profecía escrita
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revelación completa del plan de Dios para la humanidad desde la eternidad
pasada, hasta la eternidad futura.
Dios comenzó a hablar incluso desde antes que el ministerio profético fuera
establecido. Lo hizo a través de hombres como Abel, Lucas 11:50,51; Enoc, Judas
15; Noé, Hebreos 11:7; Abraham, Génesis 20:7, etc.
Se reconoce a Cristo como el gran profeta. Juan 7:40; hechos 3:22,23; Juan 4:19;
6:14; 9:17, enviado al mundo para traer un mensaje de salvación y anunciando que
el reino de los cielos se había acercado.
Hay algunas cosas que debemos entender acerca del ministerio profético:
1. La diversidad
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Algunos dieron su mensaje con su propia vida como Oseas y Joel, otros
dramatizaron; otros usaron símbolos y elementos de la naturaleza, etc.
2. La unción
Hay que tener la humildad suficiente para fluir en los niveles adecuados a
nuestro crecimiento espiritual.
3. La revelación
4. La exhortación
Cabe mencionar que cuando Dios tiene que llamar la atención a uno de sus
ministros por lo regular lo va a hacer a través de una persona que tiene la
suficiente madurez espiritual para hacerlo con el espíritu correcto.
Difícilmente Dios va a usar a una persona que está muy pendiente de los
errores de su líder y que está esperando la oportunidad para “sacarle sus
trapitos al sol”. Dios siempre va a dar la cara por la autoridad y aunque
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tenga que confrontar a la autoridad con sus errores, tendrá el cuidado de
enviar a la persona correcta, que con un temor reverente y después de una
larga batalla convencerá al profeta de hacer lo que le está indicando. 2
Samuel 12:1
5. La advertencia
A menudo Dios revelará a sus profetas para que adviertan al pueblo de los
peligros que se avecinan, esto con el propósito de que el pueblo esté
preparado y los sucesos predichos no los tomen por sorpresa. 2 Reyes
8:1,2; Hechos 11:27-30.
6. La visión
1. La preparación
Los procesos más largos y profundos los tiene Dios con las personas que
llama a un ministerio. Dios tiene que procesar a los que Él llama para
desarrollar los rasgos del carácter que se requieren para cumplir con la
misión del llamado. También los procesos son usados por Dios para quitar
de nosotros lo que no le sirve en el ejercicio de nuestro llamado. El trato
de Dios con los llamados a desempeñar un ministerio profético es muy duro.
Por lo regular las personas que Dios llama a un ministerio profético son
procesadas en largos períodos de aislamiento y ayuno. Existe una relación
muy marcada entre profeta y desierto, esto con el fin de purificar sus
corazones y desarrollar el carácter necesario para cumplir tal encomienda.
Es en el silencio donde Dios hace acallar las voces extrañas y enseña a sus
profetas a reconocer el timbre de su voz, es en el silencio donde el espíritu
del hombre es adiestrado para dar paso al Espíritu de Dios, para tener la
firme convicción de decir…así dice el Señor… con la certeza de que el Dios
de los cielos ha hablado.
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receptora, pero en el trayecto de la emisión a la recepción puede haber
interferencia de otras ondas de radiofrecuencia. La profecía es un canal
abierto que puede ser interferido por sentimientos personales, por deseos
personales y por el mismo enemigo de nuestras almas que busca confundir y
obstaculizar la obra profética.
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f. Mantén tu corazón libre de sentimientos negativos.
2. La sumisión
Uno de los errores en que mas incurren los que tienen un ministerio
profético es en sentirse superiores a otros ministerios, dado que Dios les
habla directamente consideran innecesario rendirle cuentas a un ser
humano imperfecto, teniendo en poco la necesidad de un pastoreo por algún
ministerio terrenal. Una persona que cree que ya no necesita de ninguna
autoridad humana por ser portador de una unción profética, va a terminar
con el ego inflado y en confusión doctrinal.
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Esta palabra tiene dos significados: el primero es que toda palabra que los
profetas hablen debe estar de acuerdo con la Palabra que Dios ya dio a
través de sus profetas, es decir, toda palabra que sea contraria a la
Palabra escrita debe ser considerada como falsa profecía, y tal profeta
debe ser corregido de manera severa, ya que los falsos profetas acarrean
muerte, muerte para sí mismos y para la obra de Dios. 2 Pedro 2:1
3. La prueba
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convicción para arrepentimiento, si es que el corazón no se ha endurecido
aún y tercero, su propósito será de edificación, jamás de destrucción.
_ ¿Vive una vida piadosa quien la da? Mateo 7:15-23; 1 Juan 3:10
30
obra de Dios y si es necesario ubicar a las personas que no están operando bajo
los principios correctos.
A. Definición de términos
Felipe fue la única persona, en el libro de los hechos y las epístolas, que se le
dio el título de evangelista. Hechos 21:8. A través de la vida y el ejemplo de
Felipe podemos aprender cuatro cosas importantes referentes al ministerio
evangelístico.
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_Pertenecía a una iglesia local
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sencilla y el respaldo del Espíritu Santo es manifestado, trayendo convicción al
corazón del perdido para llevarlo a la salvación.
La palabra pastor proviene del griego “poimén”, pastor o el que cuida el rebaño.
En la biblia se relaciona al pueblo de Dios como un rebaño de ovejas. Isaías
40:11; Mateo 26:31. Y Jesús mismo se autodenomina como el pastor de las
ovejas. Cuando Jesús está por ascender, deja a Pedro la encomienda de
apacentar las ovejas. Juan 21:15.
a. Para su alimentación. Las ovejas tienen que ser llevadas a los pastos y
a las aguas. Es el pastor quien decide que pastos y que aguas son
mejores para el rebaño.
a. Que los cristianos tienen que tener una dependencia total del
alimento espiritual que es la Palabra de Dios; y que Dios ha provisto de
ministerios pastorales para alimentar a su pueblo.
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b. Los cristianos ahora han sido renovados y no tienen por qué ser presa
del temor, porque Él tiene cuidado de nosotros; ni tampoco andar en
pleitos y discordias, sino confiar en Dios que dice, mía es la venganza…
también nos enseña que de la misma manera que un rebaño se mantiene
unido, sin discordias y sin pleitos, así debemos mantenernos unidos, en
amor, siendo pacientes con las debilidades de los demás.
El ministerio pastoral tiene que ver con dos funciones principales que son:
Jesús dio tal importancia al ministerio pastoral, que antes de ascender al cielo
dejó establecido el trabajo pastoral, para que cuidaran su obra en este mundo,
Juan 21:15-17; Efesios 4:11-13. Es interesante notar que en la dinámica de la
petición que Jesús le hace a Pedro, siempre le pregunta Pedro ¿me amas? Ya que
el ministerio pastoral es el que requiere mayor compromiso y responsabilidad, es
requisito fundamental tener un amor genuino por Dios y por su obra. Este amor es
el que ayudará al pastor a mantener su compromiso en los momentos de crisis que
conlleva el ejercicio del ministerio.
Uno puede ser capaz de guiar eficazmente a otros solo en las sendas en las
que se ha andado, de allí que el proceso de formación pastoral es intenso,
solitario y desértico, muy cercano al corazón del príncipe de los pastores, solo de
esa manera encontrará dirección sabia y eficaz para el rebaño. Éxodo 3:1
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Para poder alimentar el rebaño de Dios se necesita primeramente alimentarse uno
mismo. El pastor solo da lo que tiene. Para poder alimentar a otros se requiere
salir del nivel de las ovejas, es decir, oración intencional, estudio serio y profundo
de la Palabra de Dios, meditación y obediencia.
El pastor también debe estar capacitado para predicar y enseñar las verdades
de la Palabra de una manera sencilla y clara. Debe tener la capacidad de enseñar
en el nivel de madurez de cada una de sus ovejas.
3. El pastor tienen que tener una relación cercana con sus ovejas. Juan
10:27
4. El pastor debe estar dispuesto a dar su vida por las ovejas. Juan 10:15
Tanto el pastor como las ovejas tienen que entender que su ministerio no es solo
un trabajo, sino un llamado Divino, está consagrado al rebaño de Dios en amor y
lealtad, lo cual implica vivir y morir por ellos.
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Hay muchas ovejas que pierden el camino, ya sea por las pruebas o por el
pecado. El pastor busca la oveja perdida con sus oraciones, exhortando y
animando a que retome el camino.
Esto implica mantener alejados a los lobos rapaces, que son los falsos profetas y
maestros que vienen con una apariencia de piedad. Juan 10:12; Hechos 20:29
Muy a menudo la agenda y los compromisos del ministerio desplazan al Señor que
dio el ministerio. Los pastores necesitan pasar tiempo con el Gran Pastor para ser
fortalecidos, alimentados, guiados y protegidos de los ataques del diablo.
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3. Trabajar con visión. Éxodo 18:13-27
Dos errores se pueden cometer cuando no hay visión, la sobrecarga del líder o la
sobrecarga del pueblo vr. 18. Cuando no se trabaja organizadamente en lugar de
ser efectivos seremos lo contrario. El buen pastor organiza el rebaño para que
pueda ser más eficaz en su trabajo, sin sobrecargarse él ni el pueblo.
A veces las bendiciones de Dios nos ciegan a tal grado que dejamos de ver el
verdadero propósito por el cual servimos a Dios. Otras veces en medio de la
escasez somos tentados a generar recursos de manera ilícita. Ambas cosas son
desagradables a Dios. Debemos tener siempre un corazón generoso para no caer
en la avaricia y confiar en Dios en los momentos de crisis ya que Él tiene cuidado
de los suyos.
El mandato que Jesús dejó a sus discípulos conocido como la gran comisión
(Mateo 28:19,29), gira en torno a dos acciones importantes, la primera es
ganar a los perdidos, esto a través de diferentes estrategias y métodos, la
segunda es convertir esas almas en discípulos de Cristo a través de un proceso
de formación y enseñanza, tanto teórica como práctica, y para ello se
requiere del trabajo de los cinco ministerios.
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La enseñanza es el proceso pedagógico mediante el cual se transmite o se
imparte conocimiento o doctrina.
Los maestros siempre han estado presentes entre el pueblo de Dios de manera
implícita. Los padres tenían la encomienda de enseñar a sus hijos los principios de
la ley de Dios; Moisés enseñó los estatutos y ordenanzas de Dios al pueblo; Pablo
fue instruido a los pies de uno de los maestros más importantes de su época, un
fariseo llamado Gamaliel. Vemos entonces que el trabajo de los maestros ha sido
de vital importancia en los planes de Dios a lo largo de la historia.
Al parecer Pablo fungió como maestro antes de ser reconocido como apóstol.
Hechos 11:25,26; 18:11; 2 Timoteo 1:11. También la biblia registra otros maestros
en la iglesia de Antioquía. Hechos 13:1. En Santiago 3:1 vemos que el ministerio
del maestro involucraba una gran responsabilidad.
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La palabra de Dios es la herramienta fundamental de su ministerio y
tiene que volverse diestro en el manejo de ella.
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CAPÍTULO 4
LOS DONES
ESPIRITUALES
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Ya analizamos en el capítulo anterior que los dones ministeriales son personas.
Estas personas ostentan un llamamiento directo de parte de Dios para ejercer el
gobierno de divino en la vida de la iglesia.
De acuerdo a 1 Corintios 12: 7-10 existen nueve dones que Dios ha dado a la
iglesia, que son: palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, sanidades, milagros,
profecía, discernimiento de espíritus, géneros de lenguas, interpretación de
lenguas.
Los dones, a diferencia de los ministerios que son una investidura, son
capacidades sobrenaturales que Dios imparte a sus hijos de acuerdo a su
voluntad.
La palabra don se deriva del griego “karisma”, que significa dádiva, concesión
espiritual, facultad milagrosa.
Los dones tienen como propósito principal equipar a los ministerios, es decir los
dones que Dios imparte van en relación al ministerio que tenga la persona.
También los dones pueden operar de manera independiente, es decir, una persona
puede tener algún don y no necesariamente tener un ministerio.
Otra de las cosas que puede suceder es que una persona posea más de un don,
pero difícilmente una persona puede poseer los nueve dones juntos.
1. Palabra de Sabiduría.
2. Palabra de ciencia.
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Este conocimiento puede ser a través de impresiones, visiones o revelación.
Juan 1:47-50.
Este don opera en situaciones donde conocer las cosas es difícil o imposible.
La persona que posee el don de ciencia puede conocer cosas o pensamientos
ocultos de una persona para confrontación o confirmación del propósito de
Dios. Mateo 9:4
3. Fe
Todos tenemos una medida de fe que nos ha sido dada, una persona que fluye
en al don de fe es aquella que se mantiene creyendo en circunstancias
extremas. Cuando la fe de otros ha desfallecido, el que tiene el don de fe se
mantiene en una convicción firme. También el don de fe opera en una
convicción profunda acerca de cosas que quien lo posee cree que van a
suceder. El don de fe ayuda a otros a creer en situaciones donde es imposible
que suceda algo. Lucas 8:49-56
4. Sanidades
Por lo regular el don de sanidades opera juntamente con el don de fe. Quien
tiene el don de sanidades ora por los enfermos y estos son sanados de
cualquier enfermedad que tengan, sea física, emocional o espiritual. El don de
sanidades opera también en la liberación de espíritus inmundos, ya que no se
registra algo como “don o ministerio de liberación” en la biblia. La liberación de
espíritus inmundos tiene que ver con la autoridad de todos los que son hijos de
Dios, es decir, cualquiera que haya creído en Jesús y lógicamente quien tiene
el don de sanidades lo hace de una manera más efectiva.
5. Milagros
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El don de milagros operó cuando Jesús calmó la tempestad. Mateo 8:25-27;
cuando resucitó a Lázaro. Lucas 11:17, 43,44; en la provisión del dinero para el
pago de los impuestos. Mateo 17:27. En la conversión del agua en vino en las
bodas de Caná, la multiplicación de los panes y los peces. En el antiguo
testamento hay casos en los que los profetas hicieron flotar un hacha,
multiplicaron el alimento, pusieron enfermedades, abrieron el mar o el río,
sacaron agua de las piedras, mandaron plagas, etc. En todo esto operó el don
de milagros.
6. Profecía
Otra manera en como fluye la profecía es a través del don de lenguas, cuando
se tiene el don de interpretación. 1 Corintios 14:5
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El profeta debe tratar de ser lo menos vistoso posible, pues el propósito no es
atraer la atención de la gente hacia su persona, sino que el nombre de Dios sea
glorificado.
7. Discernimiento de espíritus
8. Géneros de lenguas
El apóstol Pablo recomienda ordenar el uso de las lenguas; en el caso del que
habla lenguas personales, Pablo recomienda usarlas solo en la vida de comunión
personal. 1 Corintios 14:2,4, 23. En el caso de la persona que posee el don se
recomienda que hablen dos o tres, por turno y que alguien interprete, de lo
contrario, si no hay intérprete, baje la voz y hable para sí mismo y para Dios. 1
Corintios 14:27,28.
Las lenguas también se clasifican en dos tipos; las lenguas humanas y las
lenguas angelicales. 1 Corintios 13:1. Las lenguas humanas son lenguajes que se
hablan en algún lugar de este mundo, pero que son dadas de manera
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sobrenatural al creyente, es decir, sin que este haya tenido que aprenderlas.
Las lenguas angelicales son lenguajes que se hablan en los cielos y que también
pueden ser impartidas al creyente de manera sobrenatural.
9. Interpretación de lenguas
Pablo recomienda que quien posea el don de géneros de lenguas pida también el
don de interpretación de lenguas. Aunque también puede darse el caso que
quien tenga el don de interpretación de lenguas no posea ningún otro don.
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CAPÍTULO 5
LOS DONES
OPERATIVOS
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Los dones operativos tienen que ver con habilidades o capacidades naturales
potencializadas, es decir personas que nacen con ciertas habilidades o aptitudes
especiales y que en la dinámica del Espíritu son potencializadas y explotadas a su
máximo nivel.
1. Servicio
2. Enseñanza
A diferencia del ministerio del maestro, el que tiene este don se mueve
en un nivel mucho menor. Este don se relaciona más con la parte
pedagógica, es decir, no tanto con la revelación de la palabra, sino con la
transmisión de los conocimientos adquiridos.
3. Exhortación
La persona que tiene este don, se siente movida a motivar a las personas
que necesitan consuelo y consejo, haciendo uso de la Palabra de Dios y
las experiencias personales. Tiene una sensibilidad especial para
discernir el estado de ánimo de la gente y no duda en “poner el hombro”
para que la gente sea escuchada y animada.
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4. Repartir
5. Presidir
6. Misericordia
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La palabra de Dios hace énfasis en la recompensa que recibirán los que
hacen misericordia. Mateo 5:7
7. Ayuda
8. Administración
9. Salmo
10. Revelación
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1 Reyes 14:6-16 se manifestó descubriendo un asunto y declarando el
juicio venidero.
Hemos analizado la clasificación y definición de cada uno de los dones que operan
en la iglesia, esto con el propósito de conocer su función y también poder ubicar
cual es nuestro lugar en el cuerpo de Cristo. El deseo del corazón de Dios es que
funcionemos en el lugar que Él nos ha asignado y también que el fuego del don de
Dios que hay en nosotros sea avivado cada día, a fin de que la unción y la
efectividad sea cada vez mayor.
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Hay dos cosas que podemos hacer para que nuestro don sea más
efectivo, la primera es ejercitarnos cada vez más en las disciplinas
espirituales, esto es la oración, el ayuno, la adoración y la obediencia; y
la otra es a través de nuestro servicio, con el ejercicio del servicio
nuestros dones y talentos se van perfeccionando.
CAPÍTULO 6
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APRENDIENDO
A CONOCER
TU DON
Una de las cosas más difíciles en la vida cristiana es saber a qué hemos sido
llamados, por lo regular tienen que pasar algunos años antes de tener la certeza
de que es lo que Dios nos ha encomendado que hagamos en esta vida.
Hemos aprendido como ejercer los dones de la manera correcta, como están
clasificados, por qué se caracterizan, etc. en todo esto surge una pregunta ¿cómo
sé que don me ha dado Dios?
Hay algunas cosas que necesitamos entender para tener una directriz de lo que
Dios nos ha llamado a hacer en su reino.
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ministeriales, a diferencia de los demás dones tienen el sello distintivo de un
llamado directo de parte de Dios; este llamado puede ser a través de un sueño,
una palabra profética o un encuentro con la persona de Dios. Este llamado tendrá
que ser confirmado por lo menos en dos ocasiones a través de otros ministerios
avalados por la iglesia en general.
Como Moisés había sido diseñado para ser el libertador del pueblo de
Dios, aunque él no lo sabía aún; un día que vio como eran maltratados sus
hermanos por los egipcios, siendo considerado el cómo egipcio también,
no pudo soportarlo y mató al egipcio y lo escondió en la arena. Éxodo
2:11,12. En esta acción se muestra el diseño de Dios, Moisés sin saberlo
estaba mostrando un elemento importante, la indignación ante las
injusticias cometidas contra sus hermanos.
2. El proceso
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3. El llamado
4. Las evidencias
Las evidencias que el pueblo y que Faraón necesitaban para creer que
realmente Dios le había dado la encomienda a Moisés de sacar al pueblo
de Israel de Egipto se manifestaron en los milagros y señales que Dios
hizo por mano de Moisés. Cuando alguien vea el respaldo de Dios en tu
vida entonces sabrá que es Dios quien está levantando tu vida para
servirle.
2. Los resultados
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que prestar atención y pedir confirmación y dirección a Dios para
comenzar a fluir en lo que Dios ha depositado en nosotros. 1 Samuel 3:8
Todos hemos sido llamados para servir al Dios de nuestra salvación, todos hemos
recibido una gracia de que nos capacita para servirle a Él. Nadie falta, nadie
sobra, todos somos piezas importantes de un engranaje que hace que la empresa
del reino funcione en armonía, algunos con más responsabilidad que otros, pero
todos llamados a servir a la misma causa, al mismo Dios, en el mismo Espíritu, en
el mismo equipo, el equipo ganador por excelencia, el equipo del Rey de Reyes y
Señor de Señores. Que gran privilegio, que gran responsabilidad.
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