Repaso Parcial 2 - Bienes I
Repaso Parcial 2 - Bienes I
Repaso Parcial 2 - Bienes I
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Los bienes del Estado son de dos tipos: Bienes de uso público y Bienes fiscales o patrimoniales.
Son los bienes que pertenecen a la Nación u otros entes estatales y cuyo uso se confiere a todos los habitantes del
territorio.
Estos son: calles, plazas, puentes, caminos, parques, playas marítimas, terrenos de bajamar, aguas marítimas, fuentes y aguas
públicas, obras públicas de servicio general, murallas, mataderos, plazas de mercado, hospitales, museos, cementerios,
elementos de transporte, piscinas, campos de deporte destinados a la prestación del servicio público. Según la Constitución:
parques naturales, tierras comunales de grupos étnicos y demás bienes que determine la ley.
Cuando un particular le alquila un bien al Estado, éste no se convierte en un bien de uso público: el hecho de que el
Estado destine para los ciudadanos el bien que alquiló no lo convierte en bien de uso público, pues el particular
sigue siendo el propietario, y esto se confirma con el pago del arrendamiento: reconoce al propietario.
Cuando no hay contrato con el Estado, pero un propietario particular permite el uso público de una parte de su
propiedad, ese bien tampoco se convierte en bien de uso público. Ej.: si un particular construye dentro de su
propiedad un puente y permite la circulación por allí, ese puente no se convierte en bien de uso público.
La titularidad de los bienes de uso público es del Estado y se rigen por las normas del derecho público
(son competencia de la jurisdicción contenciosa administrativa) destinados al uso común o general de la
población, declarados constitucionalmente como incomerciables, inenajenables, inembargables e
imprescriptibles; porque no se puede ejercitar posesión por los particulares, pudiendo el Estado
conceder permisos o licencias temporales o darlos en tenencia, siendo susceptibles de convertirse en
bienes fiscales o patrimoniales cuando dejan de estar destinados al uso o servicio público.
Características:
Su uso corresponde a todos los habitantes: existen para satisfacer necesidades económicas o sociales de las
regiones o ciudades.
El Estado puede reglamentar su uso legalmente, permitir en ellos ciertas actividades o excluir su uso temporal.
Por medio del contrato de concesión o licencia se le puede permitir a un particular el ejercicio o explotación de
un bien de uso público. Ej. Peajes.
Son inalienables: no pueden ser materia de actos jurídicos que conlleven tradición o pérdida de la finalidad del
bien. No se pueden enajenar porque por principio están destinados a satisfacer las necesidades de los
ciudadanos.
Están fuera del comercio, por lo tanto sobre ellos no puede adelantarse acción reivindicatoria (la concedida por
la ley al propietario frente al poseedor). Sobre ellos tampoco puede existir posesión particular por no ser objeto
de prescripción adquisitiva de dominio: la posesión sobre estos bienes es ineficaz.
El Estado tiene la posibilidad de regular y permitir su utilización a los particulares, por cuanto existen usos
especiales o diferenciales, bajo la modalidad de concesión o permiso, sin que se desvirtúe el carácter público del
bien.
Por excepción, el Estado puede liberarlos de esa afectación cuando el bien ya no preste un servicio público y
enajenarlo como bien fiscal. Esto se hace mediante la figura llamada desafectación.
Desafectación: fenómeno jurídico por el cual un bien que ostenta la calidad de uso público deja de serlo, por
cuanto cambia su calidad de bien de dominio público a la de un bien fiscal o patrimonial ya sea del Estado o de los
particulares. No es una extinción del dominio, sino una modificación del régimen jurídico que se le aplica.
Son inembargables: por disposición constitucional y según el C.P.C. art. 684, no pueden ser objeto de medidas
cautelares (embargo). Los particulares no pueden embargar al Estado para pagarse las obligaciones o deudas
que éste tiene con los particulares.
Los acreedores del Estado pueden perseguir sus bienes, pero nunca podrán perseguir los bienes de uso público.
Son imprescriptibles: el uso de los bienes públicos pertenece a todos los habitantes, por consiguiente sobre ellos
no se admite la posesión exclusiva y excluyente de un particular, ya que con ello se paraliza o interfiere un servicio
público, por lo cual no procede sobre ellos el proceso de declaración de pertenencia. Si de hecho un particular toma
posesión sobre un bien de uso público, esos presuntos actos posesorios carecen de eficacia y no tendrán ningún
efecto en el tiempo y el bien seguirá siendo propiedad estatal y de uso público.
Cuando un particular destina su propiedad al uso público, ese bien no pasa a ser propiedad del Estado, ni su mera
utilización se erige en actos posesorios. Así sean de dominio privado, son imprescriptibles mientras se
encuentren afectados al uso común al cual los destinó el dueño: la sola destinación o afectación de un inmueble
de propiedad particular a un servicio público, no es ni puede ser título suficiente a favor de la Nación y menos aún
de los particulares.
terrestre: calles, plazas, puentes caminos públicos… Su administración y conservación corresponde al Municipio
cuando son vías públicas, al Departamento las de su jurisdicción, y a la Nación las troncales.
fluvial y lacustre: ríos y todas las aguas que corren por el territorio nacional en cauces naturales o no.
Los bienes que pertenecen al Estado son: Bienes de uso público (1) Bienes fiscales o patrimoniales (2)
El Estado puede ser titular de otros bienes que no están afectados por el uso público, que son los llamados bienes
fiscales propiamente.
Su régimen es igual al de los particulares: el Estado maneja estos bienes como si fueran bienes particulares, por eso
aplica para ellos el C.C. y excepcionalmente la legislación fiscal o contencioso-administrativa.
Pueden tener restricciones frente a los particulares impuestas por el Estado (Ej. restricción en horario de
circulación).
Procedencia de los bienes fiscales: disposición de la Constitución y la adquisición por la Nación, los departamentos,
los municipios y, en general, las entidades de derecho público.
Se dividen en…
Perteneciendo a la Nación, son aquellos por los cuales el Estado asume su titularidad en la medida que se traslade su
uso y explotación a los particulares, en principio, a cambio de una contraprestación económica para el Estado.
Bienes que pertenecen al Estado, sobre los cuales ejerce el dominio como lo hacen los particulares con los suyos.
Ej.: Hospitales o clínicas, cárceles, escuelas o colegios, vehículos, maquinarias, dineros de tesorerías, reintegros,
lo percibido por concepto de multas, granjas, oficinas, edificios policiales.
No están adscritos a la prestación de un servicio público, pero forman parte del patrimonio estatal, para destinarlos
a la organización de los fines que le son propios, siendo su uso común restringido o reprimido.
Características:
Son enajenables: como el Estado ejerce su dominio sobre los bienes fiscales en forma similar a los particulares,
puede enajenarlos o gravarlos con prenda o hipoteca.
Para enajenarlos debe cumplir con dos requisitos: previo avalúo y subasta pública o remate.
Son embargables: pueden formar parte de la prenda general de los acreedores, no obstante estar destinados a
un servicio público. En ocasiones en forma restringida y en otras, como si fueran bienes de particulares.
Forma restringida: será embargable una tercera parte de la renta bruta de los municipios, distritos especiales y
departamentos; las otras dos terceras partes son inembargables.
Forma no restringida: si el servicio es prestado por particulares, podrán embargarse los bienes destinados a dicho
servicio, así como la renta líquida que produzcan, y el secuestro se practicará como el de las empresas
industriales. En este caso se le pueden embargar los bienes pero no se puede paralizar la prestación del servicio.
Cuando se dicta una sentencia en su contra, las entidades públicas tienen un plazo de 18 meses para dar
cumplimiento; a menos que lo que deba implique una amenaza para el mínimo vital de una persona, caso en el
cual debe dar cumplimiento inmediato.
Son imprescriptibles: al igual que los bienes de uso público, no prescriben, no son objeto de declaración de
pertenencia.
El C.P.C. art. 413, dice que los bienes de entidades públicas no son prescriptibles, de manera que los bienes
fiscales no son prescriptibles, así en el C.C. no esté especificado de esta manera. La Corte Suprema de Justicia
también ratificó el carácter imprescriptible de los bienes fiscales.
El carácter imprescriptible de los bienes fiscales es bueno ya que no permite su apropiación por parte de
particulares, pero lo malo es que propicia el hecho de que el Estado los abandone sin ningún problema.
Junto con los de uso público, los bienes fiscales conforman el dominio público del Estado.
La distinción entre bienes fiscales y bienes de uso público, ambos pertenecientes al patrimonio del
Estado, esto es, a la hacienda pública, hecha por las leyes, no se funda pues en una distinta naturaleza
sino en cuanto a su destinación y régimen. Los bienes de uso público están al servicio de los habitantes
del país, de modo general, de acuerdo con la utilización que corresponda a sus cualidades.
BIENES BALDÍOS (bien fiscal adjudicable)
C.C. art. 675; Const. art. 150 Nº 18; Ley 160 de 1994
Son bienes baldíos los bienes inmuebles RURALES sin cultivar o edificar situados en el sector rural que considerados
bienes fiscales adjudicables pertenecen al Estado, estando destinados a ser adjudicados por el modo de adquirir de
la ocupación, o que habiendo sido adjudicados regresan al dominio del Estado en virtud de la reversión.
Son bienes del Estado porque: el dominio eminente es el poder que ejerce el Estado sobre los bienes que no le
pertenecen a los particulares, en razón del principio de soberanía del Estado, es decir, el poder de derecho originario
y supremo porque en su ejercicio el Estado no aparece subordinado a nadie. Entonces, todas las tierras que no sean
de los particulares son del Estado.
Eliminar y prevenir la concentración de la propiedad rural que no cumple con su función social.
El Estado no tiene respecto de los baldíos todos los atributos de la propiedad privada, ya que están sujetos a una
destinación específica: ser ocupados por los particulares y adjudicados a ellos en cuanto cumplan con los requisitos
legales. Entonces su destinación es: la ocupación mediante la explotación con miras a la adjudicación.
El Estado puede también reservarlos, cambiando su destinación, para un uso público, para un servicio público, para
conservar recursos naturales…
El INCODER es la entidad que desde el 2003 reemplazó al INCORA. El INCODER adquiere baldíos por:
Negociación directa.
Expropiación.
El ocupante debe acreditar ante el INCODER que cumple con todos los requisitos para la adjudicación.
Características de los baldíos:
Son intransferibles por actos entre vivos. La única forma de adquirirlos es por título traslaticio de dominio
expedido por el INCODER.
No pueden adquirirse por usucapión, pues el Estado no es sujeto pasivo de la acción de pertenencia.
Son bienes fiscales adjudicables: son transferibles del Estado a los particulares. = POR OCUPCION
Su adjudicación correspondía antes al INCORA y ahora al INCODER: mediante un acto administrativo, que se
concreta en una resolución.
Quien ocupa un bien baldío no ejerce posesión, no tiene la calidad de poseedor y frente a la adjudicación por el
INCODER sólo tiene mera expectativa.
Baldíos inadjudicables:
Los ubicados dentro de los 5 km alrededor de la zonas de explotación de recursos naturales no renovables, como
el petróleo.
Los predios seleccionados por entidades públicas para adelantar planes viales o similares para el desarrollo
económico y social del país o de la región.
Los considerados propiamente inadjudicables por la ley o que constituyan reserva territorial del Estado, como los
territorios indígenas.
Requisitos para la adjudicación de los baldíos, que deben ser cumplidos en su totalidad:
No ser propietario o poseedor de otros predios rurales (si la persona tiene una propiedad urbana, tiene derecho a
la adjudicación).
Explotación económica mínimo de las 2/3 partes del predio por el mismo tiempo anterior.
La explotación económica debe corresponder con la aptitud del suelo establecida por el INCODER en la
inspección ocular (como ganadería, agricultura…). En caso contrario, el colono puede hacer la reconversión de
conformidad con el Sistema Nacional Ambiental.
Cumplir con las normas sobre protección y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y el medio
ambiente.
Manifestar, bajo la gravedad de juramento, que no está obligado a presentar declaración de renta y patrimonio .
En caso de presentar declaración de renta y patrimonio, la exigencia de la explotación debe demostrarse con la
declaración de renta correspondiente a los 3 años anteriores.
A quiénes se les puede adjudicar un baldío:
Siempre que cumplan con la totalidad de los requisitos, se les puede adjudicar baldíos a:
Las cooperativas campesinas, constituidas con el fin de adelantar la explotación de tierras baldías.
Las Fundaciones y Asociaciones sin ánimo de lucro que presten un servicio público, o tengan funciones de
beneficio social con autorización de la ley.
Las entidades de derecho público, para construir obras de infraestructura para la instalación o dotación de
servicios públicos, o aquellas cuyas actividades hayan sido declaradas por la ley como de utilidad pública e interés
social.
Las sociedades de cualquier índole reconocidas como empresas especializadas del sector agropecuario, por el
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, o las que se dediquen a la explotación de cultivos agrícolas o la
ganadería.
Superficie adjudicable:
Rango de superficie que puede adjudicarse: entre 450 y 1500 Has. (1 ha. = 10.000 m²): Unidad Agrícola Familiar.
En las zonas limítrofes y en las costas nacionales, el INCODER sólo puede adjudicar bienes baldíos a los nacionales
por nacimiento, con la prohibición de que luego sean transferidos a extranjeros.
Esta medida fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia, y responde a razones de seguridad. En zonas no
limítrofes sí se puede adjudicar a extranjeros.
Si antes del 2003 (creación del INCODER) se hubiera adjudicado un baldío en zona limítrofe a un extranjero, el
Estado puede ahora recuperarlo.
Personas naturales o jurídicas colectivas con un patrimonio superior a 1.000 salarios mínimos legales mensuales.
Personas naturales o jurídicas colectivas que sean propietarias o poseedoras a cualquier título, de otros predios
rurales en el territorio nacional.
Quienes hubieren sido funcionarios, contratistas o miembros de las juntas o consejos directivos de las entidades
públicas que integran los diferentes subsistemas del Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural
Campesino dentro de los 5 años anteriores a la fecha de la solicitud de la adjudicación. Igualmente, a los socios de
las personas jurídicas que hayan tenido vínculos con los organismos públicos que integran dichos subsistemas.
A quien se le adjudicó antes un baldío y lo enajenó antes de los 15 años desde la fecha de su titulación (un baldío
puede ser enajenado, pero quien lo enajenó antes de cumplidos 15 años desde la adjudicación, no puede volver a
solicitar al adjudicación de otro baldío).
A quien no reúna todos los requisitos que se hallen afectados por las limitaciones señaladas en la ley 160/1994.
Se tramita ante el INCODER (órgano administrativo), pues los jueces no adjudican baldíos. Se trata de un trámite
administrativo.
Solicitud:
Las personas que requieran la adjudicación de un terreno baldío deben presentar una solicitud escrita ante el
INCODER, la cual debe comprender:
Manifestación bajo gravedad de juramento que no son propietarios o poseedores de otros predios rurales.
Trámite:
Ordena publicar la solicitud en 2 ocasiones, con intervalos no menores de 5 días hábiles en radio y prensa (de
cobertura regional).
Ordena fijar el aviso de la solicitud durante 5 días hábiles en un lugar visible y público de la alcaldía municipal, en
la inspección de policía de la vereda o corregimiento, y en la respectiva oficina del INCODER.
El INCODER realiza inspección ocular al predio (equivale a la inspección judicial en procesos judiciales).
Resolución de Adjudicación:
Cumplido todo el trámite, el INCODER expide la Resolución de Adjudicación, que constituye título traslaticio del
dominio y prueba de la propiedad contra la cual sólo procede el recurso de reposición dentro de los 5 días
siguientes a su notificación y una vez ejecutoriada su inscripción en la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos del círculo correspondiente.
Cuando la adjudicación sea mayor de 50 Has., la resolución debe publicarse en el Diario Oficial.
Oposición a la adjudicación:
Cualquier persona que se crea con derecho puede oponerse a la adjudicación, presentando las pruebas respectivas.
Cuando ya se ha adjudicado un bien baldío mediante la resolución, hay 2 formas de atacar éste acto administrativo:
La puede realizar: El Procurador Agrario Ante: Tribunal Durante los 2 años siguientes a la
Contencioso adjudicación o su publicación en el
Cualquier persona Administrativo Diario Oficial
Lo anterior sin perjuicio de que el INCODER revoque directamente y en cualquier tiempo, la resolución de
adjudicación dictada vulnerando las normas legales, y sin el consentimiento expreso y escrito del adjudicatario.
La puede realizar: El Procurador Agrario Ante: Tribunal Durante los 2 años siguientes a la
Contencioso adjudicación o su publicación en el
Persona afectada Administrativo Diario Oficial
Si no se realizan antes de los 2 años, caduca la posibilidad de impetrar cualquiera de estas dos acciones.
El propietario, dentro de los 5 años siguientes de la adjudicación, no puede constituir gravamen hipotecario sino
para garantizar las obligaciones derivadas de créditos agropecuarios otorgados por entidades financieras.
Hipotecas no pueden ser presentadas con entidades particulares que no tengan créditos agropecuarios.
Sólo con entidades que tengan créditos agropecuarios. Ej. Findeter, Banco Agrario.
Servidumbre:
En toda resolución de adjudicación de un bien baldío el predio queda sujeto a la servidumbre pasiva para la
construcción de vías, acueductos, canales de irrigación y drenaje, necesarios para la adecuada explotación del
terreno: Por el predio pueden pasar todas las servidumbres que sean necesarias.
Reversión del dominio de los baldíos:
Consiste en la CLÁUSULA CON CONDICIÓN RESOLUTORIA inserta en cada resolución de adjudicación para que en el
evento de que se incumplan las obligaciones, la propiedad regrese a la Nación y por ende vuelve a recobrar la calidad
de bien baldío.
Esta cláusula debe estar contenida en cada resolución de adjudicación, donde se le impone al adjudicatario la
obligación de cumplir con las normas sobre conservación y aprovechamiento racional de los recursos naturales
renovables y del medio ambiente.
También procede cuando el adjudicatario incumple con las obligaciones y condiciones bajo las cuales se produjo la
adjudicación o cuando se dedica el bien inmueble a la explotación de cultivos ilícitos; y en los adjudicados a las
entidades de derecho público, cuando se cambia la destinación para el cual fue adjudicado, es decir, para el servicio
público, la utilidad pública o el interés social.
Ley 160 de 1994: prevé la extinción del derecho de dominio sobre predios rurales cuando el propietario ha dejado de
ejercer el dominio durante 3 años continuos, salvo que se trate por fuerza mayor o caso fortuito. No se opone a la
declaratoria de extinción del dominio cuando para la fecha de la vigencia de la ley, el predio se encuentre sin
explotar durante los 3 años o esté próximo a cumplir este tiempo.
También son causales para la extinción de dominio: el incumplimiento en la conservación, mejoramiento y utilización
racional de los recursos naturales renovables y de preservación de restauración del medio ambiente, o en los eventos
en que se vulneren las normas sobre zonas de reserva agrícola o forestal, o cuando el predio se explota con cultivos
ilícitos.
Comentario:
Los bienes baldíos únicamente pueden adquirirse mediante título traslaticio del dominio expedido por el INCORA o
quien haga sus veces, preceptuando que la simple ocupación no constituye título ni modo para obtener el dominio y
por lo tanto el ocupante no tiene la categoría de poseedor. Frente a la adjudicación por Instituto sólo existe una mera
expectativa.
Título: lo constituye el acto administrativo de resolución expedido por el INCODER. No se adquiere por
prescripción.
Modo: Ocupación.
Pero la ley sigue desprotegiendo al ocupante de un bien baldío desde la perspectiva de las acciones para favorecer
el tiempo y los actos de ocupación.
Poseedor regular o irregular de un bien: goza de la acción real posesoria para ampararle la ocupación perturbada o
recuperar la posesión perdida porque va en el sendero de la usucapión.
Ocupante de un bien baldío: ejerce los mismos “actos posesorios” exigidos por la ley para obtener la adjudicación y
no tiene ninguna acción protectora, que podría denominarse “acción ocupativa” bajo similares lineamientos de la
acción posesoria.
Son una institución del Derecho Español, no es de origen francés como el Derecho Civil Colombiano. En algunos
aspectos se salen de nuestro ordenamiento jurídico.
El fin de la norma es que si una persona se encuentra un bien vacante o mostrenco debe devolverlo a su dueño.
BIENES VACANTES
Inmuebles que no tienen un dueño aparente o conocido, esto es, que tratándose de predios de dominio particular,
el dueño ha desaparecido, y por ende no se tiene certeza si los ha abandonado.
El dueño debe estar inscrito en el registro inmobiliario y por este aspecto debe considerarse como un dueño
aparente y conocido.
BIENES MOSTRENCOS
Muebles que se hallen en la misma situación de los vacantes, esto es sin dueño aparente o conocido, o sea cuando
cuyo dueño no aparece ni se sabe quién es.
QUE SE TRATE DE UNA COSA CORPORAL: materialidad física, para que se pueda mostrar o colocar a la vista.
Sobre ellos se ejerce un derecho real (excluye los derechos personales, que se ejercen sobre bienes
incorporales).
QUE HAYA TENIDO DUEÑO: por lo cual actualmente no se conoce o no aparece. Los bienes del Estado, sean de
uso público o fiscales, no son vacantes, pues el Estado tiene existencia, es su propietario y es conocido.
QUE NO SE TRATE DE UN BIEN VOLUNTARIAMENTE ABANDONADO POR SU DUEÑO: el abandono debe ser
involuntario, porque se supone que el dueño está buscando el bien. En cambio, cuando se abandona
voluntariamente se renuncia al dominio.
TRÁMITE PREVIO:
La persona que lo encuentre debe buscar a su dueño por cualquier medio dentro de los 30 días siguientes al
hallazgo para restituírselo.
Si en ese tiempo no aparece o no fuere conocido, debe colocarlo a disposición del I.C.B.F. si es un bien mostrenco
o del Fondo Nacional Agrario si en un bien vacante, en el lugar de la ubicación del bien.
Se dispone de un plazo de 30 días para que presente los documentos necesarios para comprobar la veracidad de
la denuncia y la naturaleza, descripción, ubicación, etc., del bien. Si vencidos los 30 días no allega los documentos
no tiene derecho a la participación económica.
Verificadas las condiciones previas, la entidad decide si hay lugar o no al reconocimiento del denunciante.
Estas entidades estatales están obligadas a buscar a su dueño , colocando avisos en diferentes medios.
Cuando los bienes ingresen jurídica y materialmente al patrimonio de cualquiera de las entidades estatales, el
denunciante tiene derecho al pago de la contraprestación económica pactada, sobre el valor real por el cual fue
enajenado. La persona que lo encontró puede recibir máximo el 50% del valor comercial del bien.
PROCESO JUDICIAL:
El I.C.B.F. o el F.N.A. no se vuelven, por sí mismos, dueños del bien, pues este es de propiedad particular. El único
que puede quitar el dominio de un bien es un juez.
Agotado el trámite interno en las entidades sin que se encuentre al propietario, deben acudir al procedimiento
judicial para la declaratoria del bien vacante o mostrenco: pues se trata de la pérdida del dominio (que sólo es
posible mediante declaración judicial). Las únicas legitimadas para iniciar la acción son cualquiera de estas dos
entidades.
El procedimiento es el abreviado: la competencia es del Juez Civil Municipal o del Juez Civil del Circuito, de la
ubicación del bien, dependiendo de la cuantía.
El juez, tras admitir la demanda, emplaza a determinados (dueño del bien) e indeterminados (posibles herederos
o quienes tengan relación con él).
El bien se entrega durante el proceso a un secuestre (auxiliar de la justicia encargado de administrar y cuidar el
bien).
Cuando no aparece el demandado se le nombra un curador ad litem para que lo defienda (a los determinados o
indeterminados).
Si no aparece el dueño, el juez emite una sentencia a favor del I.C.B.F. o del F.N.A., según el bien,
adjudicándoselo. Estas entidades se convierten así en propietarias de esos bienes.
Si aparece el dueño después de la adjudicación…
El dueño del bien vacante o mostrenco, una vez adjudicado por el juez al I.C.B.F. o al F.N.A., tiene la oportunidad de
obtener la restitución del bien siempre que se presenten las siguientes condiciones:
Que hayan sido declarados judicialmente como bienes vacantes o mostrencos y adjudicados a alguna de las
entidades estatales.
Que el verdadero dueño acredite la propiedad por cualquier medio idóneo sobre el bien vacante o mostrenco.
Que los bienes no hayan sido enajenados por el I.C.B.F. o el F.N.A.: mientras no se haya hecho la enajenación,
subsiste el derecho del verdadero dueño a ser restituido. Si alguna de estas entidades lo ha enajenado, el dueño ya
no tiene oportunidad de recuperar el bien: enajenado el bien se mirará como irrevocablemente perdido para el
dueño.
Que el dueño pague las expensas señaladas en la ley, una vez restituido el bien. Estas comprenden: gastos de
aprehensión, conservación y demás que tuvieren incidencia. Debe pagar lo que gastó quien encontró el bien en
buscarlo, igual con las entidades estatales. Si el dueño hubiere ofrecido un recompensa por el hallazgo, el
denunciante tendrá la opción de escoger, entre el valor del contrato celebrado con alguna de las entidades
estatales y la recompensa ofrecida.
Vacantes Baldíos
Han tenido un dueño particular, pero en el momento Son bienes fiscales adjudicables que no han salido de
no se conoce o no es aparente. la esfera del Estado y por eso pertenecen al mismo
(Excepto a los que se les ha aplicado la cláusula
irreversible).
Son adjudicados mediante sentencia judicial. Se adjudican por resolución dictada por el INCODER.
COMENTARIO:
Se deberían reducir las 3 posibilidades que tiene el propietario del bien para obtener su restitución ante la
negligencia para conservar y vigilar el bien (cuando lo busca el descubridor del bien, cuando lo buscan las entidades
estatales, cuando lo emplaza el juez).
Y aún si el propietario acude y acredita la propiedad, después de la Sentencia ejecutoriada, se le restituye el bien,
evento en el cual termina el proceso. Tras la sentencia no se debería revertir el bien.
El dueño no debería tener más de 2 oportunidades: cuando lo buscan las entidades y cuando lo emplaza el juez.