Emmanuel Mounier y Su Personalismo Comunitario PDF
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HOMENAJE PERENNE
Santiago Borda-Malo Echeverri1
RESUMEN
Este artículo pretendió ser un sentido homenaje al filósofo francés Emmanuel Mounier
(1905-1950), pionero del Personalismo Comunitario del Siglo XX, con motivo del
Centenario de su nacimiento (2005), recordado discretamente en varios escenarios
intelectuales. Se torna ahora –más allá de una convencional efemérides- en perenne
homenaje. Se exalta en él la Vida y Obra de este connotado pensador y las repercusiones de
su constructo filosófico, Pensamiento centrado en el hombre en tanto Persona: las siete
estructuras del Universo Personal, y su adaptación al ámbito latinoamericano y colombiano.
De ahí su insospechada vigencia en medio de un mundo globalizado caracterizado por la
homogenización y hegemonía estandarizante que masifica y cosifica al ser humano, es
decir, lo des-personaliza de modo inmisericorde...
PALABRAS-CLAVE:
Persona, Personalismo, Comunitariedad, despersonalización, impersonalización,
masificación, cosificación...
+ A MODO DE INDUCCIÓN
1
Licenciado en Filosofía, Especialista en Ética, Magister y Doctor en Filosofía por USTA-Bogotá. Docente
investigador del Departamento de Humanidades y Formación integral durante 19 años, hasta hoy en USTA,
Seccional Tunja, Colombia. Autor de cuatro libros: Filosofía de la Noviolencia y Crítica de la razón violenta
(USTA, 2011, Tesis meritoria de Maestría en Filosofía Latinoamericana), Ética: Un arte de vivir con plenitud
(USTA, 2012), Gabriela Universal: Palabra, Vida y Testimonio; Poesía y Profecía (Tunja: USTA-CIUSTA
(2015, galardonado en Chile, 1989, Año Centenario de Gabriela Mistral), y El coraje de la verdad en Michel
Foucault (USTA, 2019, Tesis doctoral). Contacto: santiago.bordamalo@usantoto.edu.co
1
persona humana, pues considero que sólo el ser humano merece tal sustantivo)... En efecto,
su Personalismo Comunitario constituye, a todas luces, un aporte en algunos aspectos sin
precedentes en la historia de las Ideas y Mentalidades filosóficas en tanto marca un hito
reconstructivo del hombre... Para tal cometido, me circunscribiré a tres momentos: su Vida,
su Obra en conjunto y la Vigencia insospechada de su Pensamiento praxiológico...
2
Carlos Díaz Hernández. Emmanuel Mounier: Un testimonio luminoso. Madrid: Palabra, 2000, p. 27. Se trata
de la mejor biografía, escrita por el Fundador y Director del Instituto Emmanuel Mounier con sede en España
y con prolongaciones en México y Paraguay. He tenido la fortuna de contactarlo a través de correo
electrónico; me edificó con su testimonio y compromiso coherentes y fue un estímulo decisivo en mi tesis de
Maestría en Filosofía. Además, me envió una remesa de sus mejores libros, uno de los cuales es Emmanuel
Mounier; Salamanca: Kadmos, 2000, opúsculo sintético del anterior. Ha sido un don muy grande conocerlo
personalmente -junto con su esposa Julia- en Tunja (Colombia) en el SEMINARIO INTERNACIONAL DE
HUMANIDADES Y DESARROLLO HUMANO: "LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA". Nos ha
edificado sobremanera al exigir sólo el transporte y la manutención, pues no cobra ningún honorario... ¡Qué
ejemplo de coherencia nos dio! Valga citar esta anécdota tan relevante.
3
Ídem.
2
Después de estudiar durante un par de años medicina, Emmanuel da un brusco
viraje hacia la Filosofía y las Humanidades, en virtud de una íntima vocación metafísica.
Empieza sus estudios de licenciatura (que él designa “la inútil filosofía académica”) en su
ciudad natal con el gran pensador Jacques Chevalier, autor de una significativa aunque
ortodoxa “Historia del Pensamiento”, con quien no sin gran dolor deberá entrar en radicales
discrepancias... Descartes todavía era el broche de oro filosófico en los ámbitos
universitarios. Luego, continúa en La Sorbona de París (“la horrible Sorbona” la denomina
él) hasta culminar con una tesis sobre el pensamiento de Charles Péguy, aquel gran y
sincero revolucionario francés socialista de comienzos del siglo XX que murió en la batalla
de Marne. Entra, pues, en la misma línea de auténticos pensadores y escritores galos como
León Bloy, Ernesto Psichari –nieto de Renán-, Jacques Maritain y Georges Bernanos...
Contrae matrimonio en ese mismo año con Paulette Leclerq y fijan residencia en
Bruselas. Es alistado en las filas del ejército francés en 1939 y cae prisionero en manos de
los alemanes. “Radicalmente disponible: a mayor adversidad, mayor disponibilidad”, acota
Carlos Díaz. La calumnia y la censura no se hacen esperar... Con muchas dificultades
persiste en la publicación de “Esprit” entre 1941-42, durante la II Guerra Mundial. Se
3
opone frontalmente al régimen del Mariscal Petain y es encarcelado durante diez meses
(Clermont Ferrand y Vals-les-Bains). Queda vetada su revista, acusado de ser uno de los
cabecillas del conocido movimiento revolucionario “Combat”... La prisión lo aquilata en su
resistencia, hasta emprender una huelga de hambre, al estilo no-violento de Mahatma
Gandhi, a quien ya admiraba mucho y exalta en sus Obras. Debe vivir en la clandestinidad
hasta el fin de la guerra (1945). “Esprit” se había tornado ya una Comunidad comprometida
y testimonial... Su opción por los más desfavorecidos –en cabeza heroica de su fundador, E.
Mounier- era su distintivo.
He aquí la talla y los quilates espirituales de una suerte de santo del siglo XX, y el
trasfondo heroico de una Obra que conoció cruentamente estrecheces, penurias y dolores
indecibles en el cuerpo y en el espíritu... ¡Y con qué entereza y temple los asume! Es el
tiempo en que comparte existencialmente con Albert Camus, aunque a veces por caminos
dispares... De hecho, escribe en esos días: “Mi propuesta y opción es el evangelio de los
pobres. Esta es mi noción previa a toda postura política”... Actitud que disuena con muchas
posturas cómodas de intelectuales de escritorio de su cruda época. Sus demás Obras son
paradigmáticas: “El Afrontamiento cristiano”, y dos póstumas: “La Esperanza de
desesperados” y “Cartas de Ruta”. Opuesto a toda despersonalización y cosificación
4
Ibíd., p. 157.
4
moderna, se vuelve un acérrimo enemigo del conservadurismo reaccionario y falsamente
tradicionalista, así como del pseudorrevolucionarismo fascista, cual auténtico pensador
cristiano de vanguardia con tinte socialista.
5
Carlos Díaz, Op. Cit., pp. 229 ss.
6
Emmanuel Mounier. Que sais-je? Le Personnalisme. Paris: Presses universitaires de France, 2005, 17e.
Edition. Traducido al castellano: El Personalismo. Bogotá: El Búho, 2000, pp. 87-88. Al hablar del
Afrontamiento, dice textualmente en el texto original francés: “Il y a dans la Personne une passion
indomptable que brule en elle comme un feu divin. Elle se dresse et claque au vent chaque fois qu’elle flaire
la menace de la servitude et préfere defender, plutot que sa vie, la Dignité de sa vie!”, p. 63. Los subrayados
enfáticos son míos...
7
Cf. Candide Moix. El Pensamiento de Emmanuel Mounier. Barcelona: Estela, 1970, 359 p., exhaustivo
estudio sobre su visión del “desorden establecido”, “la revolución necesaria” y “los aspectos de la Revolución
Personalista y Comunitaria”, en especial las siete dimensiones en cuestión... El autor se detiene en los
vínculos Existencialismo-Personalismo-Marxismo y la crítica del fascismo anti-personalista, y en el diálogo
del Personalismo con los comunistas... Véase además, de Giovanni Reale y Dario Antiseri: Historia del
Pensamiento filosófico y científico; Barcelona: Herder, 1990, Tomo III.
8
Le Personnalisme, Op. Cit., pp 17 ss. “Les structures de l’univers personnel”…
5
- ‘Libertad condicionada’
- Trascendencia (‘eminente Dignidad’)
- Acción transformadora o Compromiso histórico
9
Cf. E. Mounier, Op. Cit., pp. 39-52. “L’existence incorporée; la personne immerge dans la Nature
(transcende); l’existence incarnée... Nótese la proximidad al sentido de Encarnación cristiano...
10
Cf. Ibíd.., pp. 53-67. “Communication: personnalisme contre individualisme; revolution personnaliste et
communitaire: sortir de soi, comprendre, prendre sur soi, assumer, donner et étre fidéle”... pp. 31 ss.
11
Cf. Ibíd.., pp. 69-88. “La conversión intime (intériorité); vie intérieure; le recueillement, le ‘no
inventariable’ (Gabriel Marcel: ‘Étre et Avoir’), le secret, le vertige des profondeurs, apropiation et
desapropiation; vocation, dialectique intériorité-objectivité”... pp. 46 ss. Lo ‘no inventariable’ –opino yo- en
nuestra actual Globalización estandarizante sería una conveniente re-lectura hoy.
6
Conciencia, “Valores, ideales y consagraciones”, dentro de una dimensión clave de la Vida
Personalizada, sin la cual nos agitamos superficialmente y decaemos en activismo
atolondrado y estéril. Este es el genuino ejercicio de la Inteligencia (¿‘intus-legere’= lectura
interior?, acaso la mejor traducción) desde el silencio personal, en medio de un mundo
locuaz y verborreico. Se trata quizás –pienso yo- del mismo ‘entendiendo’, la Presencia y la
Egoencia que en nuestro medio colombiano desarrolla Fernando González Ochoa, el
pensador antioqueño, maestro de Estanislao Zuleta... Esto en modo alguno implica el
desprecio de la vida exterior, puesto que sin ella –al decir del mismo E. Mounier- la vida
interior corre el riesgo de enloquecer y ensimismarse, así como también la exterior, sin el
fermento reflexivo de aquélla, desvaría y se trivializa.
4. AFRONTAMIENTO Y AVENTURA12
Es la virtud propia de E. Mounier, quien la encarnó y tradujo como hacer frente, arrostrar,
enrostrar o encarar con férrea voluntad todas las circunstancias adversas de la vida
personal, única forma de crecer aun en medio de las contrariedades y sufrimientos. Su
‘afrontamiento cristiano’ no es fácil y falaz optimismo, sino lucidez de quien puede
extractar bienes de los males aparentes, tornando extraordinario “el corazón mismo de la
vida cotidiana”. No es de extrañar que E. Mounier evoque en este contexto a M. Gandhi
como paradigma de esta dimensión humana. Con mucha razón, el autor cita también a su
coterráneo Georges Bernanos, hombre de su misma fibra y calibre de reciedumbre interior.
Asimismo, el Afrontamiento y espíritu de riesgo y/o Aventura conlleva una actitud de
Responsabilidad Personal ante todas las consecuencias de los actos humanos.
5. LIBERTAD CONDICIONADA13
“La Libertad no es una cosa o un puro manar; su absolutización hoy es un mito; sólo se la
capta desde dentro y de raíz. ¡Siempre reclama nuevos combates y no conoce su fin!” Para
E. Mounier se trata de una Libertad condicionada de elección y de adhesión, que se
concatena obviamente con la Responsabilidad más exigente. Aún más concretada, supone
Liberación ‘de’ y ‘para’, en medio de muchos espejismos y oropeles, quimeras y
12
Cf. Ibíd.., pp. 81-88. “L’Affrontement: la personne comme protestation (acte et choix) irréductible”, pp. 57
ss.
13
Cf. Ibíd.., pp. 89-99. “La Liberté de choix et d’adhésion, responsabilité, sous conditions”, pp. 65 ss.
7
equívocos. “La Verdad os hará libres” -oceánica aseveración de Cristo (Jn 8:32)- no es, en
modo alguno, una ‘frase de cajón’ impactante... Ahora bien, también es válido pensar que
la Libertad va desde el comienzo del proceso y no tiene caminos prefabricados, de cara a la
Verdad (incluso podría aseverarse con J. Krishnamurti, el gran pensador hindú, que está ya
subyacente desde el comienzo mismo de toda opción humana y no simplemente al final).
Sin embargo, es una libertad limitada por condicionamientos mas no ahogada por
determinismos y destinos; está, en últimas, concienciada por la Vocación. Yo me atrevo que
mediante esta estructura del universo personal, E. Mounier intentó dar una respuesta a su
amigo J. P. Sartre existencialista que consideraba al hombre “condenado a la Libertad” y,
por ende, a la responsabilidad...
6. TRASCENDENCIA14
En clave mouneriana es la “eminente Dignidad” que rebasa, eleva y transfigura al hombre,
de cara a un Ser Trans-personal. Se trata de Ética y Estética sumas que proyectan a la
Persona hacia el Absoluto, de cara a una honda Espiritualidad. Porque –anota E. Mounier-,
“sólo la Fe desborda toda experiencia, incluso a través de vivencias-límite como las de los
místicos, que saborean paradójicamente a modo de aporía la Nada y el Absoluto”. Esboza
entonces el pensador francés una teoría personalista del conocimiento (Cf. “Tratado del
Carácter”)...
7. ACCIÓN TRANSFORMADORA Y/O COMPROMISO
15
HISTÓRICO
En este contexto, se alude a la Acción eficaz y praxiológica (término nuevo con el cual yo
simpatizo y que hoy apenas se abre paso en la Filosofía académica), desinteresada al estilo
oriental. Porque el ‘LOGOS’ es -si lo ahondamos más-, al mismo tiempo Pensamiento,
Palabra y Acción, esto es, plenitud de Sentido... Más que hacer y quehacer, se remite a Ser
en Acción Contemplativa (otra suerte de aporía mouneriana), incluso conjugando dos polos:
político y profético. Puesto que –con expresión del pensador galo- “quien no hace política,
¡de hecho hace pasivamente la que infiltra el Poder establecido!” Y añade él con lucidez
diamantina: “Lamentablemente, la Educación que se imparte hoy prepara del peor modo
14
Cf. Ibíd.., pp. 101-118. “L’éminente Dignité, trascendence… Personnalisation des valeurs (…) Valeurs
morales et religieuses, éthique et esthétique personnaliste, pp. 75 ss.
15
Cf. Ibíd.., pp. 119-130. “L’engagement: le faire et l’agir; l’objection de Conscience (Gandhi)”, pp. 93 y 99.
“Pole politique et prophétique (…) Le Personnalisme et la Révolution du XXe siécle, pseudovaleurs”, p. 105.
8
posible para este cultivo decisivo de la acción. Y su escaso afán formativo ético apunta más
hacia el escrúpulo de conciencia, que hacia el supremo culto de la toma de decisión”. Esta
concepción prof-ética del pensador es muy afín a “la belleza del Compromiso” a que aludía
Mahatma Gandhi, como asunción del ‘aquí’ y del ‘ahora’ con ánimo transformante y acento
fáctico... Pasar “del dicho al hecho” –diríamos en nuestro argot popular-, y así acortar el
trecho en lo pequeño de cada día... En este orden de ideas, E. Mounier bosqueja además
una teoría personalista del Poder y de la Educación de la Persona...
Ahora bien y sin lugar a dudas, el mencionado filósofo personalista Carlos Díaz
Hernández, connotado profesor de la Universidad Complutense de Madrid, es quien más ha
profundizado en Emmanuel Mounier, en tres estelares Obras, simplistamente calificadas de
publicistas, decantando la ACTUALIDAD DE LA ESCUELA PERSONALISTA: Treinta
nombres propios: Las figuras del Personalismo (2001),16 ¿Qué es el Personalismo
Comunitario? (2002)17 y Mi experiencia con el Personalismo (2003).18 En el primero de
estos libros mencionados nos presenta seis raíces filosóficas del Personalismo: Charles
Péguy, Max Scheler representan la fenomenológico-tomista, Xavier Zubiri, la bíblico-
dialógica, y Paul Ricoeur la raíz hermenéutica, fallecido el año pasado en París. En la raíz
peguyiana tenemos a Jacques Maritain (neotomista innovador), el mismo Emmanuel
Mounier, Jean Marie Domenach (militante de la No-violencia), Jean Lacroix, Nikolái
Berdiaev y el español José Manzana... En la raíz scheleriana encontramos a Dietrich von
Hildebrand, Paul-Louis Landsberg y Joaquín Xirau... En la raíz fenomenológico-tomista
sobresalen Karol Wojtyla (Juan Pablo II), Edith Stein (secretaria de Edmund Husserl y
mártir declarada santa católica, al parecer la próxima quinta Doctora de la Iglesia) y
Maurice Nédoncelle... En la raíz zubiriana destacan Ignacio Ellacuría (brillante jesuita,
teólogo de la Liberación y mártir en El Salvador, 1989), José Luis L. Aranguren y el
médico español Pedro Laín Entralgo... En la raíz bíblico-dialógica se realzan a Franz
16
Cf. Carlos Díaz Hernández. Treinta nombres propios: Las figuras del Personalismo. Madrid: Mounier,
2001, 157 p.
17
Cf. ___________. ¿Qué es el Personalismo? Madrid: Mounier, 2002, 136 p.
18
Cf. ___________. Mi experiencia con el Personalismo. Madrid: Mounier, 2003, 180 p. El autor desarrolla
en esta Obra el tópico mouneriano del acontecimiento como maestro interior, y seis tareas del Personalismo
Comunitario: re-descubrir la Persona como voluntad que quiere y es querida; orientar la voluntad personal
en el sentido de una mística activa; encaminar ésta hacia la formación de un ‘nosotros esencial’; ayudar a
ser mejor Persona; elaborar una mejor metafísica para la mejor voluntad y ser capaces de reinterpretar los
propios mitos...
9
Rosenzweig, Martín Buber, Emmanuel Lévinas, Soren Kierkegaard, Ferdinand Ebner,
Gabriel Marcel, el jesuita Romano Guardini, Juan Luis Ruiz de la Peña, Andrés Manjón y
Julián Marías... En la raíz hermenéutica descuella ante todo Paul Ricoeur... Queda hoy
mucho por hacer para destacar estas vertientes personalistas y desenterrar esta pléyade de
filósofos (incluso Edgar Morin, el tan citado pensador adalid del Pensamiento Complejo,
escribió en ‘Esprit’).
Asimismo, Carlos Díaz Hernández –en la segunda Obra citada- empieza por
describir los IMPERSONALISMOS actuales: actualismo, egocentrismo, colectivismo,
escepticismo-pesimismo, transpersonalismo y dialectismo... Considera que el Personalismo
Comunitario rectifica y plenifica al Existencialismo en tanto filosofía teorético-práctica de
compromiso con la acción, sistema abierto y acogedor cual árbol frondoso en la historia...
A todas luces, la Persona es asumida como ‘sustantividad’ (X. Zubiri) más que
sustancialidad abstracta (la definición tradicional que Boecio sistematizó de Persona:
”sustancia individual de naturaleza racional”). En efecto, en este contexto se asume el ‘yo’
como autorreferencia sustantiva, cual término fluctuante entre ‘personeidad’ y
personalidad... Se trata de la necesidad de una identidad personal permanente y activa. La
Persona es subsistencia relacional que desencadena relaciones interpersonales; amorosa
relación subsistente, vocación vocativa (“soy amado, luego existo”, afirma Carlos Díaz
como punto de llegada)... Y vale la redundancia. La Persona, en tanto “amorosa relación
subsistente” termina “abierta a Quien es su Fundamento último”...
10
El Manifiesto del Personalismo (‘de voluntades’ del Instituto Emmanuel Mounier)
puntualizado por Carlos Díaz Hernández es muy significativo y pertinente hoy, y yo
adhiero cordial y plenamente a él:19
19
Cf. Ibíd., pp. 120-131.
11
Según Emmanuel Mounier, ardoroso pensador –para mí el prototipo del ‘intelectual
orgánico’ soñado por Antonio Gramsci-, sólo la Revolución Personalista y Comunitaria
solucionará la aguda crisis del Siglo XX, por cuanto “el Personalismo es un esfuerzo
integral por comprender y superar la crisis del hombre contemporáneo en su totalidad”.
Esto lo veía viable con la condición imprescindible de que la PERSONA fuese colocada de
nuevo en el centro de la discusión teórica y de la acción práctica. Según su constructo
filosófico, la Persona es el filosofema óntico por antonomasia en tanto rebasa el concepto
psicologista de personalidad,
más allá del tiempo, como unidad dada y presencia inobjetivable, volumen total del hombre,
tensión entre las tres dimensiones espirituales del hombre: la que sube de abajo y se encarna en
su cuerpo; la que se dirige hacia lo alto y la eleva hasta lo universal; y la que se orienta hacia lo
ancho y la conduce hacia la Comunión. Por tanto, Vocación, Encarnación y Comunión son las
tres dimensiones de la Persona.20
20
E. Mounier, Op. Cit., pp. 133 ss. Cf. Obras Completas de Emmanuel Mounier; Salamanca: Sígueme, 1988-
1993, 4 tomos. Gran logro editorial del tenaz personalista mouneriano Carlos Díaz Hernández...
12
toda la amplitud de la humanidad concreta, partiendo desde la condición material más
humilde hasta la más elevada posibilidad espiritual”. Al mismo tiempo, se opone tanto al
espiritualismo como al materialismo por igual. “Cambiad al hombre y las sociedades
cambiarán (...) Pero cambiad también la economía y el hombre será salvo”, firmaba sin
miramientos E. Mounier. Suena, pues, paradójico su mensaje integral, pero es muy realista
en nuestro mundo individualista y pseudocristiano:
Sociedad burguesa de un hombre sin vínculos con la Naturaleza y con una libertad carente de
dirección y medida, en connivencia promiscua de egoísmos, y cuyo objetivo es la utilidad y el
lucro; tal es el tipo de civilización que está agonizando ante nuestros ojos impávidos, una de las
más miserables que se hayan dado a lo largo de la historia. Tal es la antítesis del Personalismo,
¡su más directo adversario! (...) El ‘alter’ se convierte en ‘alienus’ y a mi vez yo me transformo
en extraño para mí mismo, quedando alienado. Porque yo existo únicamente en la medida en
que vivo para los otros, de modo que en el fondo Ser significa Amar.21
21
Ibíd.., p. 86.
13
del Personalismo trascendente de E. Mounier... El distintivo de éste es la Noviolencia, al
optar concretamente por el seguimiento del ejemplo paradigmático de Mahatma Gandhi,
ayunando durante dos semanas para lograr su liberación del cautiverio injusto...
Efectivamente, como lo hará al año siguiente uno de sus seguidores, Paul Ricoeur, aún en
vida de E. Mounier: “L’homme non-violent et sa présence a l’histoire” (“Esprit”, 1949).22
22
Cf. Versión francesa: Le soi et la sagesse pratique: la conviction et l’herméneutique du sujet, p. 279. Véase
además de Paul Ricoeur: Soi-méme comme un autre; Paris: Seuil, 2005. Homenaje al gran filósofo
hermeneuta y personalista con motivo de su muerte en 2005.
23
Cf. Emmanuel Mounier: L’Engagement de la Foi. Paris: Parole et Silence, 2005. Me ha conmovido
sobremanera esta antología póstuma que pone de relieve la talla espiritual e incluso mística del pensador
francés. Me gustará escribir algo al respecto -como monje que fui- más adelante…
14
“Apertura a todo lo real” (“Ouvert á tout le réel”)24 que caracteriza el Personalismo
mouneriano, su Alteridad y Humanidad, su Compromiso ante las provocaciones del
acontecimiento (“engagé et actif devant les provocations de l’événement”).25 Compromiso
encarnado en la Historia, en tanto totalidad de los acontecimientos (“incarné dans
l’Histoire, totalité des événements”)26, entre la acción política y el testimonio profético
(“entre l’action politique et le temoignage prophétique”)27, exigencia revolucionaria
(“l’exigence révolutionnaire”).28 En resumidas cuentas, persisten “claves para entender el
Personalismo mouneriano”:
La Persona, realidad interrelacional y relacionada, que siempre es más digna de admiración que
de desprecio... Es preciso aprender la Comunitariedad: aprender a intercambiar fragilidades y
singularidades; la Política como arte de convivir: ni hipermoralismo ni amoralismo, problema
de medios y fines; contra el fariseísmo; la necesaria prudencia; discernir las luces y sombras en
la difícil historia de la Humanidad (ley de la ambivalencia)... Ni ‘yo pienso’, ni ‘yo conquisto’,
sino ‘soy amado, luego existo’... Conocimiento y Misterio.29
24
Cf. Ibíd.., pp. 27 ss.
25
Cf. Ibíd.., pp. 79 ss.
26
Cf. Ibíd.., pp. 99 ss.
27
Cf. Ibíd.., pp. 149ss.
28
Cf. Ibíd.., pp. 221 ss.
29
Carlos Díaz. Emmanuel Mounier: Un Testimonio luminoso, Op. Cit., pp. 241 ss.
30
Cf. Germán Marquínez Argote y Otros. El Hombre latinoamericano y su Mundo. Bogotá: Nueva América,
1986, 7ª ed., pp. 159-211. Aquí se desarrollan las mencionadas 7 Estructuras del Universo Personal...
Nuestro ‘ser como’ y ‘poder ser’ desde América Latina...
15
desarrollaron “la Alteridad como concreción de la opción por la Persona” (...) Valores
socio-políticos y Personalización...31
Concretamente, es muy significativo un pronunciamiento explícito de E. Mounier
sobre Latinoamérica: “América Latina: de vuestro suelo debe surgir algo nuevo, madurado
con la lentitud de las cosas naturales. Así el fruto tendrá que ser más sabroso.”32
Valga recordar que nuestra cultura ‘muisca’ traduce ‘hombre’ o ‘persona’, dato muy
revelador que permite vislumbrar un germen personalista en nuestras raíces antropológicas,
donde el ‘ser’ queda rebasado por el ‘estar’.33
Esta somera aproximación balbuciente a la Vida y Obra de Emmanuel Mounier, padre del
Personalismo Comunitario del Siglo XX ha puesto de relieve la insospechada vigencia de
su Pensamiento praxeológico, esto es, abierto a todas las esferas de la vida humana. Sin
lugar a dudas, marca un hito de incuestionable novedad y originalidad en tanto llena un
vacío de la Filosofía contemporánea, al poner en diálogo el existencialismo, el socialismo y
el cristianismo, desde una clara opción noviolenta, testimonial y comprometida, coherente,
holística y sinérgica –con palabras actuales en boga-. Ahora bien, su Antropovisión
centrada en la Persona es digna de ser justipreciada –es decir, apreciada con justicia-, por
cuanto intuye una visión sistémica de la vida humana, que hoy es re-leída desde el contexto
31
Cf. __________. El Hombre latinoamericano y sus Valores. Bogotá: Nueva América, 1991, 6ª ed., pp. 148-
157 y pp. 291-295.
32
Entrevista a Emmanuel Mounier (1949), un año antes de morir, citada por Luis José González Álvarez, en:
El Personalismo, Op. Cit., p. 4. El prólogo-presentación de este pensador hispano-colombiano es magistral,
pp. 9-19. Véase además mis cuadernillos intitulados “CONCIENCIA”, # 11 (dedicado a Emmanuel Mounier),
Tunja, 2000. El subrayado intencional es mío.
33
Cf. AA.VV. El Hombre latinoamericano y su Mundo, Op. Cit., p. 106. Véase Además, de Francisco Beltrán
Peña: “La cosmovisión de los muiscas”; en: Revista Análisis, No. 24, 1976, pp. 1-40.
34
Cf. Carlos Díaz. Mi Experiencia con el Personalismo, Op. Cit.
16
latinoamericano, en tiempos de Globalización y Multiculturalismo, y de Capitalismo
neoliberal desbocado con su secuela de calamidades: alineación, opresión y represión,
masificación y ‘reificación’ (cosificación)... En fin, un creciente y a veces incontenible
proceso de des-personalización... La Persona siempre es un fin en sí misma, jamás un
medio instrumentalizable maquiavélicamente, queda claro con criterios de un E. Kant re-
encantado en E. Mounier.
35
E. Mounier: Manifiesto al servicio del Personalismo, citado por L.J. González Álvarez en: El
Personalismo, Op. Cit., pp. 12-18.
17
cual hoguera vigente en su verticalidad,
llama viva de Amor y llamamiento personificado,
consumando tu holocausto profético,
¡siemprevivo!
Mounier: munificente mina...
REFERENCIAS BIO-BIBLIOGRÁFICAS
18