Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Quistes de Los Maxilares

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 19

Un quiste es una cavidad patológica neoformada, con una estructura

particular: está constituida por una pared de tejido epitelial respaldada por
tejido conjuntivo. Tiene contenido líquido o semisólido. Dadas sus
características, un quiste intraóseo verdadero se encontrará solamente en los
maxilares, ya que estos son los únicos huesos que contienen epitelio. El
epitelio de los maxilares proviene de: restos de las uniones de los mamelones
embrionarios, restos de la lámina dental, restos de la vaina de Hertwig (restos
de Malassez) ó del epitelio reducido del esmalte. Estos epitelios tienen
capacidad de proliferar. Los que provienen de la vaina de Hertwig lo hacen
solamente estimulados por un proceso inflamatorio. Según la OMS los quistes
maxilares pueden ser odontogénicos (del desarrollo o inflamatorios) y no
odontogénicos (todos del desarrollo) (WHO, 2007).

QUISTES INFLAMATORIOS

El quiste radicular:
Es el más común de los quistes odontogénicos presentes en los maxilares, cuya incidencia
varía entre 52 y 75%; constituyen del 6 al 55% de las lesiones pulpo periapicales.

Un quiste radicular es una cavidad anormal circunscrita, con contenido líquido, gaseoso o
semisólido, recubierta en su interior por epitelio escamoso estratificado queratinizado o no,
según su antigüedad; puede ser hiperplásico y su exterior se encuentra recubierto por tejido
conectivo
Generalmente, presenta infiltrado inflamatorio importante, con gran cantidad de
granulocitos polimorfonucleares, células plasmáticas, mucosas, ciliadas, linfocitos,
histiocitos cargados de lípidos y neutrófilos, cuerpos hialinos, hemorragia y hemosiderina.
También, se pueden localizar en su interior cristales de colesterol asociados con células
gigantes multinucleadas
FORMACION:
El quiste radicular inflamatorio se forma a partir de la estimulación de los restos epiteliales
de Malassez, originados de la vaina epitelial de Hertwig asociada a la propagación de la
inflamación de un diente necrótico, donde se forma un granuloma como reacción defensiva
hiperplásica frente a un estímulo inflamatorio.
Clínicamente, son asintomáticos y la mayoría no produce expansión ósea; no obstante,
cuando la produce, se suele presentar en la zona vestibular [1-17, 22, 23, 27, 36-44].
Tampoco generan cambios en los tejidos blandos, aunque pueden deteriorarse y provocar
dolor y fistulización

El diagnóstico del quiste radicular inflamatorio se confirma Mediante el análisis de la


sintomatología del paciente, con radiografía panorámica y el estudio histopatológico.
Para explicar el crecimiento del quiste, existen varias teorías:
reabsorción ósea por la presión quística, producción de colagenasas, presencia de
prostaglandinas sintetizadas o poder fibrinolítico de la pared, entre otras [1, 5, 7-17]. El
diagnóstico del quiste radicular inflamatorio se confirma mediante el análisis de la
sintomatología del paciente, con radiografía panorámica y el estudio histopatológico

Radiográficamente:
los quistes radiculares se observan como una imagen radiolúcida, redonda uovalada y
unilocular, que se presenta en la región periapical y puede estar rodeada por hueso cortical
[5, 7-16, 30, 34, 35, 46-49]. Delimitada por una línea radiopaca continua, indica presencia
de hueso esclerótico; además, se observa la existencia de una membrana quística y pérdida
de la lámina dura
Cuando la imagen radiolúcida alcanza un diámetro de 1,6 cm o superior, que abarque más
de un ápice de los dientes, lo más probable es que corresponda a un quiste radicular
inflamatorio

El diagnóstico diferencial se realiza con granuloma periapical, cicatriz periapical en zonas


tratadas previamente mediante cirugía, quiste óseo simple, quiste óseo traumático o tumor
odontogénico queratinizante [1-17]. El tratamiento del quiste radicular inflamatorio se
puede abordar desde varias perspectivas:

se puede abordar desde varias perspectivas:


• Endodoncia y posterior observación radiográfica de la lesión.
• Endodoncia y apicectomía o curetaje de la lesión en la zona apical.
• Extracción de la unidad dentaria y posterior curetaje de la zona para eliminar restos
celulares.
• En caso de lesiones extensas, la descompresión de la lesión permite disminuir el tamaño
del quiste, y posteriormente se realiza la enucleación

Caso clínico:
Paciente de 48 años de edad Acude por rehabilitación de espacios edéntulos parciales se
observó en el cuerpo mandibular derecho una imagen radiolúcida unilocular, ovalada, de
bordes bien definidos, corticalizados en su parte superior, con una dimensión de cerca de
3,2 cm de largo x 1,7 cm de alto, que abarcaba desde el ápice radicular del 43 hasta el ápice
radicular mesial del 46 en una dimensión, y desde el tercio apical del 43 al 46 que se
extendía hasta 3 mm por debajo del borde inferior del canal del nervio dentario inferior. No
se observó continuidad del canal dentario inferior

Este diente se trató inicialmente con desbridamiento pulpar y se dejó medicamento


(hidróxido de calcio) intraconducto. Bajo anestesia troncular mandibular derecha (lidocaína
con epinefrina 2% 1:80.000), se bloqueó el nervio dentario inferior derecho, se realizó
incisión horizontal debajo de la unión mucogingival a nivel de 44 y 45, se levantó colgajo
mucoperióstico, osteotomía, y con una aguja calibre 18 se realizó aspiración y se extrajo
material de consistencia cremosa e inolora. Se irrigó el sitio quirúrgico con solución salina
y se afrontaron los tejidos con puntos de sutura simple. El espécimen se remitió al
laboratorio histopatológico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia
para el análisis de esta biopsia por aspiración. Se prescribieron antiinflamatorios no
esteroideos (aines) por 3 días.
En el estudio histopatológico se realizaron tres (3) extendidos del material en portaobjetos;
microscópicamente, se evidenció abundante material hemorrágico, Polimorfos Nucleares
Neutrófilos (pmn) y contenido de aspecto mucinoso.
Se recomendó biopsia incisional en el área para lograr un diagnóstico más acertado. Bajo
anestesia troncular mandibular derecha (lidocaína con epinefrina 2% 1:80.000), se realizó
colgajo envolvente intrasurcular desde distal del 46 hasta el 43, con relajante posterior y
anterior. Se levantó colgajo mucoperióstico conservando integridad de nervio mentoniano
derecho y osteotomía para biopsia incisional ósea, extrayendo espécimen a nivel apical del
43. Se afrontaron tejidos con puntos de sutura simple. Se le advirtió a la paciente de la
posible parestesia a nivel de tejidos blandos en zona anterior derecha y se le dieron
instrucciones de cuidado.

A nivel microscópico, en secciones se observó pared fibroconectiva con abundante


infiltrado inflamatorio de tipo mixto. Focalmente, se evidenció pared quística representada
por células cúbicas dispuestas en capas de 4 a 6 células. Se observó, además, un fragmento
de hueso laminar de aspecto normal, hallazgos consistentes con quiste radicular
inflamatorio en cuerpo mandibular derecho. Luego de hacer referencia y contrarreferencia a
estomatología, cirugía oral y endodoncia, se discutieron con la paciente tres alternativas de
tratamiento y se le explicaron los posibles riesgos de cada una de las técnicas:

Tratar con endodoncia el diente con diagnóstico pulpar necrótico y esperar posible
reducción de la lesión por cicatrización; evitar enucleación y posible pérdida de la vitalidad
de los dientes involucrados en la lesión. 2. Realizar tratamiento endodóntico al diente
necrótico y realizar marsupialización de la lesión, para disminución de tamaño y para que, a
la hora de realizar enucleación, no se comprometiera la vitalidad pulpar de los dientes
involucrados 3. Realizar tratamiento endodóntico a todos los dientes involucrados en la
lesión y realizar enucleación de la lesión.

Quiste apical y lateral:


Se desarrollan cuando se produce inflamación pulpar en la región periapical o lateral
radiculares, o bien tras la formación de un granuloma apical o lateral. Cuando en un
granuloma existen restos epiteliales de Malassez y estos son estimulados por un proceso
inflamatorio, se inicia su proliferación hasta lograr delimitar una cavidad quística epitelial.
Es el quiste más frecuente de los maxilares, representan más del 50%. Se desarrollan sobre
todo en la dentición permanente, en los dientes temporales son muy infrecuentes

Clásicamente se describen tres periodos clínicos: — Periodo de latencia. En este periodo si


hay sintomatología clínica, ésta es anodina. En general son oligosintomáticos, originando
una ligera molestia o algia difusa y que cede fácilmente con un tratamiento a base de
analgésicos y/o antiinflamatorios. Cuando se localizan en la región anterior del maxilar
superior la clínica es más acentuada. Con la exploración manual se puede ocasionar dolor a
la percusión vertical del diente afectado y notar la denominada “sensación de rebote o de
resorte” al pasar el dedo sobre el ápice. — Periodo de exteriorización. A la inspección se
objetiva un abombamiento de la cortical, borramiento del vestíbulo o deformación facial. A
la palpación se percibe la “crepitación apergaminada”. — Periodo de fistulización. El
crecimiento del quiste abomba la mucosa hasta que la rompe.

Histologiacmente
Éste suele ser mixto y estar constituido por linfocitos, células plasmáticas, células
espumosas y cuerpos de Russell. La intensidad inflamatoria es considerada entre moderada
y severa en los procesos agudos, mientras que en los crónicos es más ligera

Quiste residual:
Los quistes residuales son quistes radiculares que permanecen
o forma después de que el diente responsable ha sido extraído, esta patología puede haber
sido previamente un quiste lateral o un quiste apical y
Después de extraer el diente, el quiste permanece en el tejido óseo sin haber sido extirpado
Este tipo de quiste generalmente no presenta síntomas y pasa desapercibido hasta que se
descubre en una rutina radiográfica examen o indicado para evaluar otro situación clínica
sin embargo, muchas veces, cuando los quistes alcanzan un tamaño mayor, causan faciales
asimetría acompañada de algún grado de dolor se presentan principalmente en dientes no
vitales, en ancianos individuos y en la región mandibular

Proceden de los Restos Epiteliales de Malassez. Pared quística Semipermeable que


permite al paso de líquidos al interior de la cavidad. Quiste radicular o granuloma que
PERMANECE después de la Exodoncia del diente causal o Quistectomía incompleta.
Presentan Crecimiento

CLINICAMENTE
La mayoría de las veces, este tipo de quiste no presenta sintomatología y pasa inadvertido
hasta que es descubierto es un examen radiográfico indicado para evaluar otra situación
clínica; desde luego que, cuando los quistes alcanzan gran tamaño causan abombamiento y
deformidad ósea con algún dolor, lo que, relacionado con dientes cuyas coronas presentan
caries en estadios avanzados, son datos que obligan a la consideración clínica de su
diagnóstico.

HISTOLOGICAMANTE
La mayoría de los quistes están tapizados total o parcialmente por epitelio escamoso
estratificado. El revestimiento puede ser discontinuo en algunas partes y el grosor variable.
El infiltrado inflamatorio está constituído principalmente por leucocitos y neutrófilos en los
revestimientos, mientras que en la cápsula fibrosa predominan las células plasmáticas y
algunos macrófagos. La enucleación debe ser el tratamiento correcto para los quistes
residuales y radiculares. La cavidad residual suele curar espontáneamente mediante
regeneración ósea gracias a un mecanismo de organización del primitivo coágulo hemático
que se forma en el postoperatorio.

tratamiento:
En vista que en este caso se presentan piezas dentarias comprometidas tenemos las
siguientes opciones de tratamiento: A) Tratamiento de
conductos a las piezas comprometidas y marsupialización. B) Tratamiento de conductos a
las piezas comprometidas y enucleación. C) Exodoncia de las piezas comprometidas y
marsupialización. D) Exodoncia de las piezas comprometidas y enucleación.
Marsupialización (Partsch I o Quistotomía): Es un procedimiento quirúrgico que nos
permite drenar los quistes minimizando el tamaño de estos y de una manera más
conservadora.9 Esta cirugía consiste en crear una ventana quirúrgica tanto en la mucosa
como en la pared del quiste. Posteriormente se suturan los bordes de la lesión a la mucosa y
se deja una comunicación entre el lecho quirúrgico con la cavidad oral, la cual será
taponada para que el quiste pueda drenar e ir cicatrizando. 10 Una de las desventajas de
esta técnica es que el tiempo que demora la descompresión del quiste puede ser prolongado
y requiere que el paciente acuda a controles;11 por este motivo muchas veces el paciente
pierde interés y deja de acudir a sus citas, lo que conlleva al posible fracaso del tratamiento.
- Enucleación: Este procedimiento quirúrgico es el más realizado para el tratamiento de
quistes y consiste en la extirpación completa de la lesión, esté o no adherido al hueso. Esta
técnica puede presentar recidivas si la eliminación del quiste no ha sido completa; esto
puede suceder si existe mucha adherencia al hueso, compromiso de las corticales o de
piezas dentales. Una ventaja de la enucleación es que luego del procedimiento nos permite
realizar el examen histopatológico de la lesión en su totalidad.

Quiste paradental
El origen de los quistes paradentales está relacionado con procesos inflamatorios,
principalmente pericoronitis asociada a terceros molares mandibulares impactados o
semierupcionados. Se reportan las características clínicas, radiográficas e histopatológicas
de dos casos de quistes paradentales.

La primera descripción clínica e histopatológica del quiste paradental fue realizada por
Main,1 en 1970, como quiste colateral inflamatorio. En 1976, Craig2 sugirió la actual
nomenclatura. Se cree que el epitelio reducido del esmalte y los restos epiteliales de
Malassez tienen el potencial para proliferar como respuesta a estímulos inflamatorios, lo
cual da origen a diversos quistes odontogénicos, tales como el quiste paradental.3 De
acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como “un quiste que se
desarrolla cerca del margen cervical de la porción lateral de una raíz como consecuencia de
un proceso inflamatorio en una bolsa periodontal. Una forma distinta del quiste paradental
aparece en la porción vestibular y distal de molares mandibulares erupcionados, más
frecuentemente terceros molares, donde existe una historia previa de pericoronitis”.
Por otra parte, la mayor característica clínica del quiste paradental es la presencia de
procesos inflamatorios recurrentes, principalmente pericoronitis. Algunos casos son
asintomáticos y diagnosticados incidentalmente de forma radiográfica. Comúnmente
aparece en la porción vestibular o distovestibular de dientes vitales total o parcialmente
erupcionados. La mayor parte de los casos reportados han descrito al quiste paradental
asociado al tercer molar mandibular, aunque puede manifestarse en segundos y primeros
molares.5
El quiste paradental representa aproximadamente de 3 a 5% de todos los quistes
odontogénicos. Radiográficamente es una lesión unilocular radiolúcida bien definida,
parecida a una lesión periapical e involucra una o ambas raíces del órgano dentario o una
resorción ósea de forma semilunar en la porción distal.3-6 El quiste paradental presenta una
cápsula de tejido conjuntivo fibroso con infiltrado inflamatorio severo y se encuentra
revestida por un epitelio escamoso estratificado no queratinizado con zonas de acantosis. Se
pueden observar focos de hemosiderina y espacios de cristales de colesterol, hallazgos
compatibles con quistes inflamatorios.2, 4-5 A continuación se describen dos casos de
quiste paradental, sus aspectosclínicos, radiográficos e histopatológicos

Diagnostico diferencial:

Quiste periodontal lateral


Quiste dentígero
Quiste paradental.

El quiste bucal mandibular infectado (QBMI),

conocido también como quiste mandibular bucal de bifurcación (1) o quiste paradental
juvenil (2), fue descrito clínica y radiográficamente por primera vez en 1983 por Stoneman
y Worth (3-5). Posteriormente, en 1990, Wolf y Hietanen describieron las características
histológicas de esta lesión (6). En 1992, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
incluyó al QBMI en la categoría de quiste paradental, describiéndola como “lesiones que
ocurren en la superficie vestibular o bucal de primeros y segundos molares permanentes
vitales”

El QBMI corresponde a una lesión poco frecuente, de etiología desconocida, aunque


existen teorías que relacionan su origen a factores infecciosos (7,8). Se presenta en niños
entre 6 y 13 años (1,2,4,5), generalmente de forma unilateral y asociado a la corona del
primer molar mandibular parcialmente erupcionado (8). Con menor frecuencia también
puede observarse a nivel del se- gundo molar mandibular (9). Clínicamente, el diente
involucrado se encuentra en evolución extraósea, con un patrón alterado de erupción con
inclinación de su corona hacia vestibular. Además, puede presentarse dolor, aumento de
volumen e infección en relación a la zona afectada (1,4,7). Radiográficamente se observa
una imagen radiolúcida sobreproyectada con la corona del diente comprometido,
contorneada inferiormente por una línea radiopaca de concavidad superior, de 1 a 2 cm de
diámetro, sobreproyectada parcialmente sobre sus raíces (4,6,8). Su histología es poco
específica, por lo tanto el diagnóstico de esta lesión debe hacerse en base a las
características clínicas, imagenológicas e histopatológicas

no es universalmente aceptado como una patología independiente debido a su similitud


clínica, radiológica e histopatológica con quiste paradental Sin embargo, la edad de
incidencia y el sitio específico en que se presenta son aspectos característicos del QBMI
(1,5), lo que permite diferenciarlo de otras patologías similares como el quiste paradental y
el quiste folicular inflamatorio

etiología

Se cree que durante la erupción de los molares mandibulares podría formarse una lesión
quística debido a estímulos inflamatorios de restos epiteliales de Malassez y de Serres, de la
lámina dental o del epitelio reducido del órgano del esmalte
Características clínicas
Puede presentarse sintomatología, sensibilidad, incremento en la profundidad del saco
periodontal, aumento de volumen en fondo de vestíbulo y supuración. Además, puede
observarse un retraso en la erupción del molar involucrado, con inclinación de la corona
hacia vestibular (1,2). El hecho de que la cúspide mesiovestibular de los primeros molares
sea la primera en erupcionar, explicaría el desarrollo del QBMI en la superficie vestibular
al momento de la erupción (1,

QUISTES DEL DESARROLLO


ODONTOGENICOS

1. QUISTE GINGIVAL DEL RECIEN NACIDO


ETIOLOGÍA

 Perlas de Epstein: derivan de microquistes de los restos de la lámina dental.


 Nódulos de Bohn: se originan a partir de los restos epiteliales atrapados en la
zona de fusión de las apófisis palatinas.

CARACTERISTICAS CLINICAS

 Perlas de Epstein: aparecen en la mucosa alveolar del recién nacido como


múltiples elevaciones blanquecinas de 2-3 mm de diámetro.
 Nódulos de Bohn: son similares y aparecen en la línea media del paladar.

CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS

Se observan múltiples nódulos quísticos llenos de queratina.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS

TRATAMIENTO
Ambos desaparecen antes del tercer mes de vida extrauterina. Las perlas de Epstein,
llamadas también dentición predecidua, tienden a desaparecer, sobre todo cuando van
a erupcionar los dientes
2. QUISTE GINGIVAL DEL ADULTO
Es muy rara su aparición, y hay quienes consideran que es la forma extraósea del
quiste periodontal lateral.

Se trata de un quiste infrecuente, localizado típicamente en mandíbula (60-80%), en la zona


vestibular de caninos y premolares y aparece como una única y pequeña hinchazón gingival, de
forma oval y con aspecto de contenido líquido. Suele aparecer entre la 5ª-6ª década de vida. Los
dientes asociados son vitales. Raramente aparece de forma múltiple, ni unilateral ni
bilateralmente, y tampoco suele aparecer en el vientre lingual. Al contrario que el Quiste
Periodontal Lateral, el QGA es una lesión originada en la encía o la mucosa alveolar, no en el hueso
alveolar. La afectación ósea es infrecuente, pero en ocasiones erosiona el hueso. La exposición
radicular en el momento de la remoción del quiste es un hallazgo extremadamente raro (5-7). La
incidencia relativa del QGA en amplias series de casos se ha cifrado en ≤ 0,5% y tiene una ligera
predilección por el sexo femenino (2-8). Entre los posibles diagnósticos diferenciales (DD) pueden
incluirse: quiste periodontal lateral, fibroma, granuloma de células escamosas, granuloma
piogénico, mucocele, quiste periapical de origen endodóntico y queratoquiste (5). El tratamiento
clásico del QGA es la biopsia excisional (5,7).

ETIOLOGÍA
Se origina a partir de la lámina dental, lo cual hace que se asemeje al quiste
periodontal lateral. También se puede originar por tejido glandular heterotópico,
cambios degenerativos en las prolongaciones del epitelio y por implantación traumática
del epitelio.

CARACTERISTICAS CLINICAS
Se observa como un abultamiento indoloro circunscrito, que semeja a un superficial,
de igual color que la mucosa gingival y no alcanza más de 1cm. Suele aparecer sobre
todo en mandíbula en zona de caninos y premolares, en la sexta década de vida.

CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS
Se corresponde con las de un quiste verdadero, revestido por epitelio escamoso muy
fino. El tejido conectivo puede o no presentar infiltrado inflamatorio.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS
No suele reflejar imagen radiográfica por aparecer en tejidos blandos. Puede producir
erosión del hueso cortical.

3. QUISTE DENTIGERO
Es también llamado quiste folicular.
PREVALENCIA

ETIOLOGÍA
Se origina por alteración del epitelio adamantino después de la formación completa de
la corona con acumulación de líquido entre las capas del epitelio adamantino o entre
este y la corona dental. Si esta degeneración ocurriera antes de la formación
coronaria, el resultado sería un quiste primordial.

CARACTERISTICAS CLINICAS
Está siempre asociado con la corona de un diente retenido, por lo que las ubicaciones
más frecuentes son zona del tercer molar inferior y zona canina superior. Cuando
abarca el tercer molar, puede llegar a comprometer la rama ascendente hasta cóndilo
y coronoide. Es de crecimiento lento, aunque se plantea que en niños es más rápido su
avance. Pueden originar expansión del hueso, asimetría facial, gran desplazamiento de
los dientes y gran reabsorción radicular de los dientes adyacentes. Pueden circular a
un odontoma compuesto o complejo y tienen potencialidad para ser el más agresivo de
los quistes odontógenos.

CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS
No presenta rasgos característicos que lo distingan de otros quistes, pared delgada de
tejido conectivo, con capa de epitelio pavimentoso estratificado que tapiza el quiste.
Con frecuencia presenta infiltrado inflamatorio en el tejido conectivo. Contenido líquido
amarillo a veces manchado de sangre. La disposición del epitelio puede propiciar
proliferación neoplásica bajo la forma de un ameloblastoma. También existe posibilidad
de transformación disqueratósica y aparición de un carcinoma epidermoide.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS
Zona radiolúcida redondeada y bien circunscrita asociada con la corona del diente sin
erupcionar.

TRATAMIENTO
Quirúrgico radical con eliminación total de la cápsula quística. Cuando alcanzan gran
volumen se pueden intervenir por técnicas descompresivas para reducir su volumen
paulatinamente hasta un segundo tiempo quirúrgico en que se elimine la cápsula.

Las opciones terapéuticas del QD son la descompresión, marsupialización o la enucleación según


las características de las lesiones (11,14). Los criterios que dictarán la modalidad de tratamiento
son el tamaño y la localización de la lesión, la edad del paciente, la dentición que presenta y la
posible afectación de estructuras anatómicas importantes (11). La exéresis simple estará indicada
cuando no haya riesgo de lesionar estructuras anatómicas, tales como, ápices de dientes vitales
vecinos, seno maxilar o el nervio dentario inferior. En cambio, la marsupialización estará indicada
cuando el quiste haya desplazado dientes, o si queremos que el diente impactado asociado al
quiste erupcione (12).
NOTA: Hay autores que plantean que es difícil diferenciar entre un saco
pericoronario dilatado y un quiste dentígero, y proponen que si en el examen
radiográfico el espacio pericoronario es menor que 2,5 mm, se trata de un saco
normal, y que por encima de esta cifra, es un quiste dentígero.
Otros autores afirman que es un enfoque simplista del problema, ya que estas imágenes
radiográficas se corresponden muchas veces con formaciones microscópicas de un
quiste dentígero, por lo que al diagnosticar no se puede perder la perspectiva de que
estos sacos dilatados pueden ser quistes dentígenos y se debe tener presente la
posibilidad de derivación hacia la formación de neoplasias odontogénicas.

4. QUISTE DE ERUPCIÓN
También llamado hematoma folicular.

El QE aparece clínicamente como una lesión de tejido blando, fluctuante, azulada e indolora. Se
produce dentro de la mucosa que recubre un diente que está a punto de erupcionar, provocando
una alteración en la erupción. En el pasado, se consideraba un tipo de quiste dentígero que ocurría
en tejidos blandos. Raramente aparece en adultos. Su origen deriva del epitelio reducido del
esmalte, aunque hay autores que sugieren que proviene de restos de la lámina dental (15). La
incidencia relativa del QE en amplias series de casos es ≤ 0,8% (3,6,8,13). Tiene ligera predilección
por el sexo masculino, y se localiza con mayor frecuencia en la mandíbula. A diferencia de otros
quistes, los exámenes radiográficos no son de utilidad en estos casos, ya que no suele haber
afectación ósea (a diferencia del quiste dentígero). Las opciones terapéuticas dependen de cada
caso. Podemos no realizar ningún tratamiento y controlar, ayudar a erupcionar el diente mediante
una incisión liberadora, realizar la exéresis o bien realizar una marsupialización. Por ejemplo, en
casos de QE asociado a dientes natales, la exéresis estaría indicada cuando el diente natal tiene
movilidad o escaso desarrollo (dado su mal pronóstico) o cuando interfiere en la alimentación del
bebe. Aun así, la marsupialización es el tratamiento más habitualmente utilizado (15)

ETIOLOGÍA
Es un quiste dentígero de los tejidos blandos gingivales, externos al hueso

CUADRO CLINICO
Son raros, aparecen en los niños en relación con un diente próximo a erupcionar, ya
sea primario o permanente. Se caracteriza por un aumento de volumen en los
rebordes alveolares donde debe erupcionar el diente. Se presenta como una
tumoración azulada, renitente y llena de líquido sobre la cresta ósea.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS
No da imagen, porque abarca tejidos blandos de dientes que ya van a brotar

TRATAMIENTO
Carecen de trascendencia, ya que el diente al hacer erupción rompe la cápsula
quística. Puede que se requiera de una incisión que facilite la erupción del diente.
QUERATOQUISTE
Es un quiste de los maxilares que se presenta con mayor frecuencia entre la
segunda y tercera década de la vida, aunque un segundo pico de aparición
puede ocurrir en la quinta década, con mayor incidencia en hombres que en
mujeres, con predilección por el ángulo y la rama mandibular (65-80%). Se
originan en restos de la lámina dental: de origen primordial (60% de los casos)
o del epitelio del esmalte (origen dentígero) y se asocian a piezas incluidas
mas no presentan algún diente incluido en su interior.
PRESENTACIÓN CLÍNICA Generalmente son asintomáticos, salvo que
aparezcan complicaciones como parestesia del nervio dentario inferior,
fracturas patológicas o infección intercurrente. Puede provocar
desplazamiento o movilidad dental y, excepcionalmente, reabsorción de las
raíces. Presentan un crecimiento típico, haciéndose largos y estrechos sin
deformar apenas la cortical. Tras su extirpación quirúrgica recidiva en un
porcentaje comprendido entre el 10 y el 60%
RADIOLOGÍA Radiográficamente, muestra una imagen bien definida, uni o
multilocular. El crecimiento expansivo sin apenas deformidad cortical es
bastante característico. Por lo general se trata de una lesión única, salvo en el
Sd. de Gorlin-Goltz (Carcinomas basocelulares múltiples, costillas bífidas y
queratoquistes múltiples). Normalmente superan los 3 cm. de diámetro. La
pared del queratoquiste es sumamente delgada y se adhiere firmemente al
hueso. Cuando se desarrolla un proceso inflamatorio, la limitante sufre un
engrosamiento importante.
ANATOMÍA PATOLÓGICA Al corte, muestra una superficie interna lisa,
blanquecina o con brotes que prolapsan hacia la cavidad quística. El contenido
está representado por un material espeso, cremoso, blanco-amarillento (con
alto contenido en queratina). Histológicamente el epitelio es de tipo escamoso
estratificado queratinizado de reducido espesor, sin formar papilas, con una
basal hipercromática, estando rodeado de un tejido conectivo delgado.
Estructura paraqueratina del 85 al 90% de los casos u ortoqueratina. Los
microquistes satélites son un hallazgo frecuente. No existe evidencia de que
pueda asociarse con signos de displasia epitelial, transformación ameloblástica
o degeneración maligna con mayor frecuencia que el resto de quistes
maxilares.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL El diagnóstico diferencial se debe hacer con
entidades como el ameloblastoma, mixoma odontogénico y el quiste folicular.
Los signos que nos hacen sospechar que nos hallemos ante un queratoquiste
son: – Imagen quística en región de ángulo y rama ascendente mandibular. –
Escasa expansión de la cortical. – Tamaño mayor de 3 cm. – Contenido
quístico característico. – No incluye piezas dentarias ni suele afectar a los
dientes adyacentes
TRATAMIENTO El problema del queratoquiste radica en su gran porcentaje
de recidiva por: tratamiento insuficiente, su cubierta fina y adherida o la
presencia de microquistes o islotes epiteliales que perforan el hueso. Por ello
el enfoque debe ser más agresivo que el del resto de quistes odontogénicos,
comprendiendo la enucleación de la lesión con raspado óseo periférico y
escisión de la mucosa que lo recubre. Además se puede realizar cauterización
química posterior con solución de Carnoy o nitrógeno líquido. En casos
excepcionales puede ser necesaria la resección parcial ósea con reconstrucción
del defecto, preferiblemente de forma inmediata.
La resección radical es una técnica más amplia en la que se incluye en la
extirpación del quiste un área ósea alrededor del mismo como margen
quirúrgico, tratando de eliminar todo tejido epitelial que existiera de forma
satélite al quiste con el fin de prevenir la recidiva. Dependiendo del tamaño y
localización del queratoquiste, la resección puede ser marginal preservando la
basal ósea o segmentaria, en caso de grandes quistes en que el margen óseo
sano sea escaso y no permita preservar la continuidad ósea maxilar o
mandibular. La resección segmentaria debe seguirse de la reconstrucción del
defecto de acuerdo con los métodos habituales. Aunque se ha descrito menor
tasa de recidiva en caso de resección quirúrgica frente a los otros métodos
discutidos (marsupialización, enucleación o enucleación asociada a solución de
Carnoy), la resección segmentaria puede seguirse también de recurrencia,
habiéndose descrito incluso la misma en el injerto óseo usado para la
reparación del defecto.4 La resección radical es por lo tanto asimismo
controvertida. Algunos autores consideran que la presencia de restos
epiteliales o microquistes es clara en las zonas mucosas suprayacentes al
quiste pero discutible en los márgenes óseos, especialmente en los profundos,
por lo que no habría razón clara para realizar la resección ósea radical, siendo
mas importante el eliminar la mucosa ósea suprayacente a la que se une el
quiste, aunque en casos muy avanzados puede ser necesaria dicha resección
ósea.2 Este concepto sería asimismo válido para el tratamiento de
queratoquistes recidivantes, en los que deben manejarse los mismos conceptos
expresados para los primarios.

QUISTE PERIODONTAL LATERAL


El Quiste Periodontal Lateral (QPL) Es una lesión del adulto Poco frecuente y
asintomático, de mayor incidencia entre la quinta y sexta décadas, con
predilección por el sexo masculino, se encuentra entre raíces de piezas vitales
en la región premolar-canina mandibular y área de incisivos maxilares. Deriva
de Restos de la Lámina Dental (Restos de Serres) Se considera que el QPL es
la expresión intraósea del quiste gingival del adulto, dado que su histogénesis
es la misma y su distribución en los maxilares es similar
CARACTERÍSTICAS CLÍNICO-RADIOGRÁFICAS Asintomático, suele
producir un pequeño aumento de volumen, con ligera deformación de tabla
ósea. En ocasiones se exterioriza, apreciándose una coloración rojo violácea
en la mucosa de cubierta y renitencia. En muchas oportunidades estas
manifestaciones son poco evidentes, siendo su diagnóstico un hallazgo
radiográfico
IMAGEN RADIOGRÁFICA: área radiolúcida unilocular de forma
redondeada, límite neto corticalizado opaco y bien delimitado con un tamaño
que no excede uno o dos centímetros en su eje mayor se encuentra adyacente a
las raíces de piezas dentarias vitales erupcionadas, produciendo su divergencia
o superponerse a ellas, generalmente a nivel del tercio medio.La pared está
formada por un epitelio delgado, no queratinizado. Presenta una variedad
multilocular: Quiste Botroídeo (racimo de uvas) con mayor agresividad local y
posibilidad de recurrencia, debido a su característica poliquística.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con: Queratoquiste, Quiste Residual y
Quiste Para-Radicular
TRATAMIENTO: siempre es quirúrgico, con conservación de la pieza dental.
Es necesario realizar la enucleación completa de la membrana. Se debe
realizar seguimiento durante un tiempo de por lo menos dos años, porque
aunque muy pocas, se han informado recidivas.
ODONTOGENICO GLANDULAR
PRESENTACIÓN CLÍNICA Generalmente se presenta en adultos, siendo tres
veces más frecuente en la mandíbula que en el maxilar superior, con
localización preferentemente anterior. Su comportamiento suele ser
localmente invasivo, provocando adelgazamiento, erosión e incluso
perforación del hueso adyacente en no pocas ocasiones. Se ha observado un
porcentaje de recurrencia mucho mayor que para el resto de quistes de origen
inflamatorio, siendo el riesgo mayor en lesiones multiloculares o que
comprometen la cortical del hueso adyacente. Clínicamente se suele
manifestar con inflamación, dolor o parestesia.
RADIOLOGÍA Imagen radiolúcida uni o multilocular de bordes bien
definidos.
ANATOMÍA PATOLÓGICA En el revestimiento epitelial en superficie, se
objetivan células mucosecretoras formando estructuras de tipo glandular. La
cápsula se estructura en base a tejido fibroso.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Debe hacerse diagnóstico diferencial con
los quistes periapicales, residuales, queratoquistes, mixomas, ameloblastomas
TRATAMIENTO Deberá individualizarse en función de las características de
la lesión. Para lesiones de pequeño tamaño uniloculares, la enucleación
completa de la lesión suele ser suficiente. En caso de lesiones de gran tamaño
uniloculares, se procederá a enucleación seguida de escisión marginal hasta el
hueso sano. Si el quiste se encuentra próximo a estructuras vitales se puede
optar por la marsupialización, seguida de curetaje y escisión marginal en un
segundo tiempo quirúrgico. Para lesiones con alto riesgo de re c u rrencia
(grandes y multiloculares), se recomienda cirugía más agresiva, con resección
en bloque, resección marginal o resección parcial de la mandíbula. Se
considera localmente agresivo por lo que precisa de seguimiento a largo plazo
(al menos 3 años, debiendo aumentarse a 7 años en aquellas lesiones con
mayor riesgo de re c u rre n c i a ) .

QUISTES NO ODONTOGENICOS:
QUISTE NASOPALATINO:

El quiste del canal del conducto nasopalatino también se conoce como quiste del
canal incisivo o quiste palatino mediano cuando se encuentra más posterior en
el paladar, generalmente se encuentran en el canal nasopalatino o en los tejidos
blandos palatinos donde se encuentra el canal. se abre Este quiste es el quiste
no odontogénico más común en la cavidad oral

Etiología: restos epiteliales del conducto nasopalatino

Epidemiologia: vari entre 2,2% y 11%.

Cuadro clínico: generalmente son asintomáticos, tumoración simétrica en la


parte anterior del paladar, su tamaño puede variar de varios milímetros hasta
centímetros, el tamaño promedio es de 1,5mm, puede ser sintomático debido a
infección secundaria.

Radiología: imagen radiolucida redondeada circunscrita de bordes definidos,


puede causar divergencia de las raíces de los incisivos centrales.
Tratamiento: enucleación quirúrgica con diseccion cuidadosa por su fijación a
la mucosa palatina y su asociación con vasos sanguíneos.

QUISTE NASOLABIAL:

Quiste del tejido blando del labio superior suslen ser muy raros (0.7%), se
ubica en el labio superior lateral a la línea media o en la región de laterales y
caninos

Etiología: Una teoría sugiere que este quiste surge del epitelio ectópico del
conducto nasolagrimal, Otra teoría sugiere que este quiste surge de los restos
epiteliales en la línea de fusión de los procesos nasales medial y lateral durante
la embriogénesis

Cuadro clínico: suele ser asintomático, a menos que exista infección


secundaria Esta lesión se presenta como hinchazón del labio superior, elevación
del ala de la nariz, obliteración del vestíbulo y elevación de la mucosa del
vestíbulo nasal, los Pacientes comúnmente se quejan de deformidad facial

Radiología: debido que es un quiste de tejidos blandos no se observa en


radiografía

histopatología: el revestimiento epitelial del quiste es un epitelio columnar


seudoestratificado, el contenido es mucoso

tratamiento: el enfoque tradicional para el tratamiento es la escisión


quirúrgica por vía intraoral

QUISTE GLOBULOMAXILAR:
Etiología: se forma a partir de restos epiteliales en la región de la sutura
incisiva

Epidemiologia: varía entre el 1% y el 3%

Cuadro clínico: suele ser asintomático, pasa inadvertido si no se infecta o


adquiere gran tamaño, al aumentar de tamaño puede causar divergencia en las
raíces de los dientes adyacentes y palparse por vestibular los dientes vecinos
conservan su vitalidad

Radiología: área radiolúcida unilocular en forma de pera invertida entre las


raíces del incisivo lateral y canino, con divergencia en las raíces de estos
dientes y cuya lámina dura es continua y raras veces interrumpida

Histopatología:  la cavidad quística está revestida por un epitelio escamoso


estratificado o cilíndrico ciliado, la pared del quiste muestra infiltración de
plasmocitos y linfocitos

Tratamiento: quistectomia enucleación quirúrgica

QUISTES NO EPITELIALES
PSEUDOQUISTES
1. QUISTE ÓSEO SOLITARIO
ETIOLOGÍA Poco frecuente y de discutida etiopatogenia. Se le invoca causa
traumática o hemorrágica.

CARACTERISTICAS CLINICAS
Más frecuente en la segunda década de la vida, localizados preferentemente en el
cuerpo y región sinfisaria de la mandíbula. Son asintomáticos y se diagnostican en
exámenes radiográficos de rutinas. Pueden provocar expansión de hueso.

CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS
La cavidad se caracteriza por la ausencia de recubrimiento epitelial y por la presencia
de una delgada capa de tejido conectivo que puede incluir células gigantes y gránulos
de hemosiderina.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS
Aparece como un área radiolúcida unilocular bien definida involucrada con las raíces de
los dientes suprayacentes o alejadas de ellos, como ocurre en la zona sinfisaria

TRATAMIENTO
Curan espontáneamente o tras la apertura quirúrgica.

2. QUISTE ÓSEO ANEURISMATICO


ETIOLOGÍA

Origen desconocido, hay quien lo asocia con traumatismos previos.

CARACTERISTICAS CLINICAS
Se presenta en niños, adolescentes o adultos menores de 30 años, generalmente en la
mandíbula. Tiene crecimiento progresivo que provoca expansión de las corticales.

CARACTERISTICAS HISTOLOGICAS
Se caracteriza por presencia de espacios de sangre de tamaño variado, asociado con
tejidos fibroblásticos con abundantes células gigantes multinucleadas.

HALLAZGOS RADIOGRAFICOS
Aparece como un área radiolúcida unilocular o multilocular.

TRATAMIENTO
Quirúrgico

3. CAVIDAD IDIOPATICA DE STAFNE


No es un quiste óseo,pero requiere diagnóstico diferencial con los quistes maxilares. Es
de origen desconocido relacionado con ácinos atrapados de la glándula submaxilar en
el cuerpo mandibular. Aparece en la mandíbula, entre el ángulo y el primer molar,
debajo del conducto dentario inferior, como una imagen radiolúcida ovalada y limitada
por una línea de osteoesclerosis. Puede ser bilateral, es totalmente asintomático y se
diagnostica tras una exploración radiográfica de rutina

También podría gustarte