Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cuidados de Enfermeria en El Post Quirurgico PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

ESCUELA VIRTUAL DE APRENDIZAJE EVA

MEDELLÍN
2016

1
SEMANA 4

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN EL POST QUIRÚRGICO

Introducción

La atención al paciente en la etapa posquirúrgica se lleva a efecto, una vez que ha


sido concluida su intervención quirúrgica, para ser trasladado de la sala de
operaciones a la sala de recuperación, el inicio de esta etapa se considera al ser
ingresado a la sala de recuperación cuya ubicación es dentro de las instalaciones
del quirófano, o bien con acceso directo a la misma.
En la etapa posquirúrgica la atención del personal de enfermería se centra, en
torno a la valoración integral del paciente y su vigilancia continua, con el propósito
de proporcionar una asistencia de alta calidad profesional, iniciando por la
identificación de complicaciones potenciales y su tratamiento oportuno, incluyendo
la atención a sus familiares, sin olvidar otorgar la atención al paciente con
capacidad, seguridad y calidez.
Es indispensable que el personal del área de recuperación tenga contacto
(comunicación) con el paciente y sus familiares antes de que el paciente ingrese a
la sala de operaciones.

2
1. Recepción del paciente en sala de recuperación

Para el traslado a la sala de recuperación, el paciente debe ir acompañado por


personal de anestesia y por la enfermera (o) circulante, la enfermera (o) del
servicio recibe al paciente del cual se entrega información de los aspectos más
importantes como serían:

Estado pre-operatorio del paciente, antecedentes que pudiesen ocasionar una


complicación post-operatoria como: Diabetes, insuficiencia renal, cardiopatía,
alergia a medicamentos, etc.
Valoración de las condiciones del paciente, nivel de conciencia, datos sobre la
función respiratoria y hemodinámicos, coloración de la piel, temperatura, etc.
Observar si existe reflejo nauseoso.
Verificar la identificación del paciente, el procedimiento quirúrgico y el cirujano que
practicó la cirugía.
Información sobre el periodo trans-operatorio, hallazgos operatorios, si existieron
complicaciones o acontecimientos no habituales.
Técnica anestésica utilizada y duración de la misma.
Fármacos administrados en el quirófano (incluyendo los anestésicos).
Líquidos y sangre perdidos y administrados durante la cirugía.
Localización de catéteres, drenajes y apósitos.
Aplicación de vendaje como protección de la herida quirúrgica.
Revisión del expediente clínico.

2. Atención del paciente en sala de recuperación

En esta etapa los cuidados de enfermería tienen como propósito identificar la


importancia de los signos que manifiesta el paciente, anticiparse y prevenir
complicaciones post-operatorias.
Además de cubrir sus necesidades y/o problemas hasta lograr su recuperación por
completo de la anestesia
Objetivos
Asegurar la conservación de la función respiratoria adecuada.
Vigilar y prevenir la depresión respiratoria.
Mantener el estado hemodinámico del paciente.
Vigilar el estado de conciencia y condiciones generales del paciente.
Conservar la seguridad del paciente y promover su comodidad.

Material y equipo
Equipo para aspiración de secreciones.
Equipo para administración de oxígeno.
Monitor de signos vitales.
Esfigmomanómetro, estetoscopio y termómetro.
Riñón y pañuelos desechables.
Sondas de aspiración.
Cánulas de Guedel.
Jeringas.

3
Gasas y guantes desechables.

Procedimiento

Una vez realizada la identificación del paciente y la recepción del mismo de la sala
de cirugía, se procede a su instalación de la siguiente manera:
a. Examinar la permeabilidad de las vías respiratorias. Dejar conectada la
cánula de Guedel, hasta que el paciente recupere el estado de conciencia o
manifieste reflejo nauseoso; dejarla por más tiempo provoca náuseas y
vómito.
Fundamento: Con esta medida se favorece a la función respiratoria y se
evita que la lengua caiga hacia atrás, ocluyendo las vías respiratorias.
b. Aspirar el exceso de secreciones, al ser audibles en orofaringe o
nasofaringe.
c. Conectar al paciente al sistema para administración de oxígeno e iniciar la
administración de oxígeno húmedo nasal o por mascarilla, a 6 l/min. o
según esté indicado.
Fundamento: Al administrar el oxígeno húmedo se favorece la fluidificación
de secreciones y facilita su aspiración
d. Conectar al paciente al monitor de signos vitales. Mantener la observación
de los mismos.
e. Colocar al paciente en decúbito lateral con extensión del cuello, si no está
contraindicado.
Fundamento: Con esta posición se favorece a una adecuada ventilación
pulmonar.
f. Vigilar los signos vitales cada 5 a 15 minutos según lo requiera el estado
del paciente.
g. Valoración de las cifras y sus características (hipertensión, hipotensión,
arritmias cardiacas, taquicardia o bradicardia, taquipnea o bradipnea,
hipertermia o hipotermia
 Los datos nos darán la pauta para el tratamiento.
 Recordar que las salas de operaciones son frías y favorecen a la
vasoconstricción, para lo cual se debe colocar un cobertor al
paciente o regular la temperatura ambiental, si es que existe el
sistema de clima artificial.
h. Llevar el control de líquidos (ingresos de líquidos parenterales, excreción de
orina, drenes, sondas, etc.)
i. Mantener en ayuno al paciente.
j. Vigilar la administración de líquidos parenterales: Cantidad, velocidad del
flujo ya sea a través de bomba de infusión o controlador manual. Observar
el sitio de la venopunción para detectar datos de infiltración o flebitis.
k. Vigilar la diuresis horaria.
l. Llevar el registro de fármacos administrados y las observaciones de sus
efectos.

4
m. Vigilar la infusión de sangre y derivados (si se está administrando al
paciente) verificar la identificación correcta del paquete y corroborar con los
datos del paciente, asimismo la tipificación, exámenes clínicos
reglamentarios para su administración (si existe duda se debe revisar el
banco de sangre), prescripción, hora de inicio y terminación de la infusión.
Estar alerta ante la aparición de signos adversos a la transfusión
sanguínea.
n. Observar posibles signos adversos de la anestesia general o raquídea:
Hipertermia maligna, vigilar estado de conciencia, movilidad de las
extremidades inferiores y su sensibilidad.
o. Vigilar signos y síntomas tempranos de hemorragia y choque como son:
Extremidades frías, oliguria (menos de 30 ml/hora) retraso en el llenado
capilar (más de 3 segundos), hipotensión, taquicardia, pulso débil,
diaforesis fría.
p. Observar los apósitos y drenes quirúrgicos cada media hora o cada hora
según las condiciones del paciente.
 Realizar anotaciones sobre la cantidad, color del material que está
drenando en apósitos, sondas y drenes.
 Comunicar al médico si existe una cantidad excesiva.
 Verificar que los apósitos estén bien colocados y seguros.

q. Conservar la seguridad del paciente y promover su comodidad.


 Colocar los barandales laterales de la camilla.
 Proteger las extremidades de la venopunción de manera que el
catéter no se desconecte accidentalmente.
 Practicar cambios de posición del paciente y conservar la alineación
correcta de su cuerpo.
 Colocar almohadas en las zonas de presión para prevenir el daño a
los nervios y articulaciones musculares.

r. Valorar la presencia de dolor.


 Observar manifestaciones fisiológicas y de conducta.
 Administrar analgésico según indicaciones médicas y observar la
respuesta del paciente.

s. Vigilar el vendaje de protección de la herida quirúrgica (si está bien


colocado) que no presente demasiada presión o poca que no cumpla su
efectividad.

t. Orientar al paciente una vez que recupere el estado de conciencia con


respecto a su entorno.
 Ubicar al paciente, informarle repetidamente que la cirugía terminó y
que se encuentra en la sala de recuperación, esto puede disminuir
su ansiedad.
 Disipar dudas con respecto a sus condiciones y tratamiento para
disminuir su ansiedad o temor.

5
u. Evitar comentarios en presencia del paciente, pretendiendo pensar que el
paciente se encuentra dormido, dichos comentarios pueden ser
comprometedores para el hospital o bien pueden faltar a la ética profesional
o crear una imagen negativa de la institución o de la profesión de
enfermería

v. Preparar el alta del paciente.


En resumen, para ser dado de alta el paciente de la sala de recuperación
post anestésica, se deben considerar los siguientes criterios:
 Que respire con facilidad y que en la auscultación los ruidos
pulmonares sean claros, además de que las vías respiratorias se
mantengan sin medios artificiales, a menos que el paciente, así lo
amerite.
 Que alcance la estabilidad de los signos vitales.
 Que alcance el nivel de consciencia satisfactorio, que se mantenga
despierto y alerta.
 Que el dolor haya sido controlado de manera adecuada.
 Que conserve los niveles adecuados de diuresis horaria.
 Que el vómito haya sido controlado o exista ausencia del mismo.
 Que alcance la sensación de las extremidades en caso de que se le
hubiese administrado anestesia regional.

Informar al médico para iniciar tratamiento o tomar medidas inmediatas como:


a. Iniciar la oxigenoterapia o aumentar la concentración de oxígeno.
b. Colocar al paciente en posición Trendelenburg si es que no existe
contraindicación.
c. Aumentar el flujo de líquidos parenterales si no existe contraindicación o
buscar alternativas.

Uno de los sistemas de valoración post-anestésica más utilizada, es la establecida


por Aldrete, donde se valora la actividad de movimiento de las extremidades, la
respiración, la circulación, el nivel de conciencia y la coloración de la piel y en la
cual para ser dado de alta se requiere una puntuación igual o superior a 9. Ver
tabla 1.

6
Tabla1. Test de Aldrete

Egreso del paciente de la sala de recuperación


Una vez aprobada el alta del paciente de la sala de recuperación, la enfermera (o)
que estuvo encargada (o) de su vigilancia, debe comunicar al área de
hospitalización a dónde va a ser trasladado el paciente y sobre el equipo especial
que va a necesitar el mismo.
Además, deberá acompañar al paciente durante su traslado, presentarlo a la
unidad donde va a ser hospitalizado y relatar y presentar el expediente clínico en
el que se hará referencia a:

 Tipo de intervención quirúrgica realizada.


 Estado general del paciente.
 Medicamentos y analgésicos administrados, soluciones parenterales,
sangre y derivados.
 Evolución post-operatoria, si existieron complicaciones o tratamientos
administrados en la sala de recuperación post-anestésica.
 Existencia y situación de apósitos, drenajes y catéteres.
 Registro de las últimas cifras de signos vitales.

7
Molestias post-operatorias
Las molestias post-operatorias experimentadas por el paciente más
frecuentemente, están relacionadas con la administración de la anestesia general
y el procedimiento quirúrgico, entre las que podemos mencionar: Náuseas,
vómitos, inquietud, sed, estreñimiento, flatulencia y dolor.

Náuseas y vómito
Están relacionados con:
a. La administración de anestésicos inhalados, los cuales pueden irritar el
recubrimiento del estómago y estimular el centro del vómito en el cerebro.
b. Debido a la distensión abdominal consecutiva a la manipulación de órganos
en el abdomen.
c. Puede ser un efecto secundario a la administración de narcóticos.
d. Puede presentarse por la acumulación de líquidos o alimentos en el
estómago antes de que se reanude el peristaltismo.
e. Debido a una inducción psicológica del paciente (el pensar que vomitará).

Medidas preventivas
a. Investigar si el paciente es sensible a algún narcótico.
b. Aplicar una sonda nasogástrica para evitar la distensión abdominal.
c. Detectar si existe tendencia a la inducción psicológica al vómito por parte
del paciente y así revisar la posibilidad de que se le administre un
antiemético.

Intervenciones de enfermería

a. Estimular al paciente a que respire profundamente para facilitar la


eliminación del anestésico.
b. Proteger la herida durante la emisión de vómito.
c. Mantener la cabeza del paciente en forma lateral para evitar la
broncoaspiración.
d. Desechar el vómito, ayudar al paciente a enjuagarse la boca; si es
necesario cambiar las sábanas, etc. Registrar cantidad y características.
e. Administrar antieméticos por prescripción médica.

Estreñimiento y flatulencia

Están relacionados con:


a. Traumatismo y manipulación del intestino durante la intervención quirúrgica
o método invasivo.
b. La administración de narcóticos retrasa el peristaltismo.
c. Inflamación local, peritonitis o absceso.
d. Problema intestinal prolongado puede causar Impactación fecal.

8
Intervenciones de enfermería y medidas preventivas

a. Propiciar a la deambulación temprana.


b. Proporcionar la ingestión de líquidos para favorecer la hidratación y
reblandecimiento de las heces fecales.
c. Proporcionar dieta adecuada para estimular el peristaltismo.
d. Fomentar el uso temprano de analgésicos no narcóticos, los narcóticos
aumentan las posibilidades de estreñimiento.
e. Valorar los ruidos intestinales con frecuencia.
f. Realizar tacto rectal para tratar de des impactar al paciente manualmente.
g. Administrar un enema que actúe en el extremo inferior del intestino grueso,
sin causar trastornos del tracto intestinal, como espasmos o diarrea,
además que no cause molestias al paciente al insertarlo. El enema se
reconoce por cumplir los requisitos mencionados, además de ser fácil de
administrar y su efecto es rápido y eficaz, en un término de 2 a 5 minutos se
obtienen resultados.

Hipo
El hipo es un espasmo intermitente del diafragma, que debido a la vibración de las
cuerdas vocales cerradas produce el “hic”. Se produce por la irritación del nervio
frénico entre la médula espinal y las ramificaciones terminales por debajo de la
superficie del diafragma.
En forma directa es causado por la distensión abdominal, pleuresía, tumores que
presionan los nervios o la cirugía cerca del diafragma. En forma indirecta por
obstrucción intestinal, toxemia, uremia, exposición al frío, ingestión de líquidos
muy calientes o demasiado fríos.

Tratamiento
Eliminar la causa si es posible.

Hay que tener mucha precaución con la utilización de remedios caseros, pues
estos pueden generar náuseas y vómitos en el paciente.

Dolor
El dolor post-operatorio es un síntoma subjetivo, una sensación de sufrimiento
causada por lesión de los tejidos, en el que existe traumatismo o estimulación de
algunas terminaciones nerviosas como resultado de la intervención quirúrgica. Es
uno de los temores más frecuentes que el paciente manifiesta al recuperar el
estado de conciencia. El dolor post-operatorio máximo se presenta durante las
primeras 12 a 32 horas posteriores a la cirugía, y suele disminuir después de 48
horas.

Las manifestaciones clínicas


Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, elevación de la tensión arterial,
aumento de la transpiración, irritabilidad, aprensión, ansiedad, el paciente se queja
de dolor.

9
Tratamiento y acciones de enfermería

a. Administrar analgésico por prescripción médica. Entre los analgésicos que


comúnmente se utilizan están los del grupo de las pirazolonas, la dipirona
(metamizol) el cual es efectivo como analgésico, antipirético, además de
tener efecto relajante sobre la fibra muscular.
b. Cuando el dolor post-operatorio es valorado de mayor intensidad, el médico
suele prescribir la administración de morfina, es necesario valorar la función
respiratoria, ya que puede ocasionar depresión pulmonar. Si el dolor aún no
es controlado suele indicarse la administración de nalbufina.
c. Cuando el dolor se mantiene en forma constante, se valora la situación de
prescribir el analgésico por horario y no por “ciclo de demanda”, que suele a
la larga crear dependencia, por situaciones psicológicas del paciente para
manejar el dolor.
d. Mantener la vigilancia ante la presencia de posibles efectos secundarios
como: Depresión respiratoria, hipotensión, náuseas, exantema cutáneo y
otros.
e. Proporcionar al paciente apoyo emocional, quien debido al dolor, puede
sentirse ansioso y frustrado. Tales sentimientos agravan la sensación de
dolor.
f. Promover el bienestar del paciente, practicar los cambios de posición para
reducir los espasmos y tensiones musculares.
g. Ayudar al paciente a complementar los efectos de los analgésicos,
mediante el empleo de la distracción, ejercicios de respiración profunda
(terapia cognoscitiva).
h. Ofrecerle diversión como: El escuchar música ver su programa de televisión
favorito, leer, etc.
i. Ayudarlo a practicar las técnicas de relajación, etc.

Consideraciones farmacológicas

a. Por lo general se indica al paciente la administración de un analgésico por


vía parenteral los primeros 2 a 4 días posteriores a la cirugía, o bien hasta
que disminuye el dolor de la herida quirúrgica o en pacientes a los que se
les ha extirpado alguna tumoración, y posteriormente por vía oral.

b. En algunos casos se prescribe la analgesia controlada por el paciente, la


cual se administra por vía intravenosa a través de un dispositivo portátil,
con control de dosis y de tiempo que se activa por medio de un botón. Está
contraindicado su uso en pacientes pediátricos y con alteraciones
cognoscitivas, hemodinámicas o respiratorias.

10
c. En algunos casos que se requiere de una analgesia por periodos más
prolongados, se deja instalado el catéter epidural, el cual requiere de una
asepsia estricta y generalmente es manejado por el anestesiólogo. Es
necesario que el personal de enfermería esté documentado sobre la técnica
de aplicación correcta, en caso de que la enfermera (o) realice la aplicación,
deberá estar registrada como indicación por escrito en el expediente clínico.
El personal de enfermería debe estar alerta ante los efectos secundarios de
la administración analgésica por catéter epidural como son: Prurito
generalizado, náuseas, retención urinaria, depresión respiratoria,
hipotensión, bloqueo motor, bloqueo sensitivo/simpático. Estos efectos
están relacionados con el uso de narcóticos y la posición del catéter.

d. El médico es responsable de prescribir la analgesia adecuada al paciente.


La enfermera (o) se debe asegurar de que el fármaco se administre con
seguridad en forma oportuna y con eficiencia, además de valorar su
eficacia.

11

También podría gustarte