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FISÍCA MODERNA Y APLICACIONES

Universidad Tecnológica Nacional – República Argentina

Rector: Ing. Héctor C. Brotto

Vicerrector: Ing. Carlos E. Fantini

edUTecNe – Editorial de la Universidad Tecnológica Nacional

Coordinador General: Ing. Ulises J. P. Cejas

Director de Ediciones: Ing. Eduardo Cosso

Coordinador del Comité Editorial: Ing. Juan Carlos Barberis

Área Comercialización: Ing. Héctor H. Dabbadie

Areas Pre-prensa y Producción: Tec. Bernardo H. Banega, Ing. Carlos Busqued

Prohibida la reproducción total o parcial de este material sin el permiso expreso de edUTecNe
FISÍCA MODERNA Y APLICACIONES

Luis Alberto Clementi

edUTecNe
Buenos Aires, 2012
Física Moderna y Aplicaciones
Luis Alberto Clementi

Diseño de tapa: Carlos Busqued


Diseño interior: Bernardo H. Banega

Impreso en Argentina – Printed in Argentina


ISBN XXX-XXX-XXXXX-X-X
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
© edUTecNe, 2012
Sarmiento 440, Piso 6
(C 1041AAJ) Buenos Aires, República Argentina
A mi esposa Victoria, y a mis padres Alicia y Luis
CONTENIDO

PREFACIO

CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN A LA FISÍCA CUÁNTICA

CAPÍTULO 2. NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN


RADIOACTIVA

CAPÍTULO 3. INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA


MATERIA

CAPÍTULO 4. APLICACIONES DE LA FISÍCA NUCLEAR

APÉNDICE A. OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN DE


CORRIMIENTO DE COMPTON

APÉNDICE B. LINEAMIENTOS PARA LA RESOLUCIÓN DE LA


ECUACIÓN DE SCHRODINGER EN
COORDENADAS ESFÉRICAS

ÍNDICE

BIBLIOGRAFÍA
PREFACIO

En este libro se presentan y describen algunas de las principales temáticas


incluidas en el campo de la física moderna. Se encuentra dedicado a
estudiantes de ingeniería con conocimientos previos de cinematica, electricidad
y magnetismo. El objetivo principal de esta obra es el de servir de guía de
estudios en el abordaje de las temáticas incluidas en los cursos de física
moderna de carreras de ingeniería.
En el Capítulo 1 se cubren algunos conceptos de la física cuántica y la
física atómica. Se presentan en primer lugar los principales fenómenos físicos
que derivaron en la teoría cuántica. Se analiza en particular el fenómeno de
emisión de radiación por un cuerpo negro y algunas de las diferentes teorías
propuestas para intentar explicarlo. Se describen los experimentos en gases
enrarecidos, los que permitieron caracterizar al electrón y a partir de los cuales
se determinó la cuantización de la carga eléctrica. Posteriormente, se
presentan el efecto fotoeléctrico y el efecto Compton, fenómenos cuyas teorías
derivaron en los conceptos de cuantización de la luz. Finalmente, se describe el
fenómeno de emisión de espectro discreto en gases y los modelos atómicos
propuestos para intentar explicarlos en forma teórica. Se culmina el capítulo
con un ejemplo de aplicación práctica: el láser.
El contenido del Capítulo 2 se enmarca en el campo de la física nuclear.
En la primera mitad del capítulo se aborda en detalle al núcleo atómico. Se
describen las fuerzas nucleares, la energía de amarre por nucleón y se brindan
las directivas principales para determinar la estabilidad de los núcleos
atómicos. Adicionalmente, se describen brevemente algunos modelos
nucleares propuestos para explicar en forma teórica las energías de amarre
nuclear. Posteriormente, se presentan los diversos mecanismos de
decaimiento de los núcleos inestables: decaimientos alfa, beta, gamma,
captura electrónica, transición isomérica y conversión interna. La segunda
mitad del capítulo se dedica a la descripción de las leyes matemáticas que
rigen el decaimiento o la desintegración de los núcleos radioactivos. Se
presenta también una aplicación práctica de gran interés: el fechado por
Carbono-14.
En la primera mitad del Capítulo 3 se describen en detalle los
mecanismos de interacción de los diferentes tipos de radiaciones ionizantes
con la materia. Se analiza principalmente el alcance o penetración en el medio
de los diferentes tipos de radiaciones (alfa, beta, gamma y neutrones). Se
definen también, los coeficientes de atenuación para partículas beta y fotones
gamma o X, y la sección eficaz que caracteriza a la interacción de los
neutrones con la materia. En la segunda mitad del capítulo se aborda la
metrología de las radiaciones. Se describen los detectores de radiación
gaseosos, semiconductores y centelladores. Finalmente, se estudia en detalle
la espectrometría de radiación gamma mediante detector de centelleo.
El Capítulo 4 cubre enteramente algunas de las diversas aplicaciones de
la física nuclear. En particular se aborda en detalle la generación
nucleoeléctrica de energía, principalmente a partir de la fisión controlada del
Uranio. Se describen los diferentes elementos constitutivos de una central
nuclear y se analizan las configuraciones de los principales tipos de reactores
nucleares. Además, se presenta una descripción breve de las diversas plantas

9
nucleares para generación nucleoeléctrica de la República Argentina.
Posteriormente se presentan algunas de las aplicaciones de la física nuclear en
el campo de la medicina. Se describen los principios físicos de funcionamiento
de los equipos de radiografía, tomografía computada, tomografía por emisión
de positrones y por emisión de fotón único. Finalmente, se presentan los
fundamentos físicos de la resonancia magnética nuclear y se describe el
mecanismo de generación de imágenes en los equipos resonadores
magnéticos.
Finalmente, el apéndice A presenta el desarrollo matemático completo a
partir del cual se obtiene la ecuación de corrimiento de Compton y el apéndice
B describe los lineamientos generales para la resolución de la ecuación de
Schrödinger en coordenadas esféricas aplicada a átomos de un solo electrón.
Deseo expresar mi más profundo agradecimiento a los revisores de este
libro, la Mgter. Maria Virginia Walz, el Dr. Jorge Ruben Vega, el Sr. Ruben
Ignacio Plotnic y el Sr. Julian Aldecoba, quienes desinteresadamente invirtieron
su tiempo en la lectura de esta obra y compartieron sus comentarios, críticas y
sugerencias. Además, deseo agradecer al Prof. Rafael Pérez del Viso, cuyos
escritos fueron de gran ayuda para el desarrollo de algunos de los parrafos de
este libro.
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

1.1. INTRODUCCIÓN
En el siglo XIX la gran mayoría de la comunidad científica pensaba que las
leyes físicas que gobernaban los principales fenómenos de interés ya estaban
completamente desarrolladas. Por ejemplo, las leyes de movimiento y de
gravitación de Newton, la teoría de Maxwell de unificación de la electricidad y el
magnetismo, las leyes termodinámicas, los conocimientos de óptica y de
cinética, eran suficientes en ese entonces para explicar la mayoría de los
fenómenos físicos de interés.
Sin embargo, hacia finales del siglo XIX y principios del XX, una gran
variedad de nuevos fenómenos físicos fueron observados durante la realización
de experimentos, los cuales no pudieron explicarse a partir de conceptos
newtonianos, maxwellianos o de la epoca. Es así que fueron apareciendo
nuevas significaciones y conceptos, los cuales inspiraron nuevas teorías
principalmente en los campos de la física atómica y nuclear. En particular, en
1900, Max Planck en un intento por explicar el fenómeno de la radiación
térmica de un cuerpo negro establece una de las ideas básicas que llevaron al
desarrollo de la teoría cuántica. Los posteriores aportes de Einstein, Compton,
Bohr, Schrödinger, y otros, jugaron un papel crucial en el desarrollo de la teoría
cuántica y de los modelos atómicos.
En este Capítulo, se presentan y describen algunos de los principales
fenómenos físicos que derivaron en el desarrollo de la teoría cuántica y los
modelos atómicos. En primer lugar se analizan los fenómenos de radiación
térmica de un cuerpo negro, la conducción en gases enrarecidos, el efecto
fotoeléctrico y el efecto Compton. Posteriormente, se estudia el fenómeno de
emisión en gases y los correspondientes modelos atómicos propuestos para
explicar este fenomeno. Finalmente, se cierra el Capítulo con una aplicación
práctica: el láser.

1.2. RADIACIÓN TÉRMICA


Es bien conocido el fenómeno por el cual todos los cuerpos a temperaturas por
encima del cero absoluto (T = 0 [K] = -273.15 [ºC]) emiten radiación
electromagnética. Las características de dicha radiación se encuentran en
íntima relación con la temperatura del cuerpo, y las propiedades y
características de su superficie. Si la temperatura del cuerpo es lo
suficientemente alta éste se vuelve incandescente, es decir, la radiación
emitida se produce principalmente en el espectro visible (longitud de onda, λ ,
comprendida entre 400 [nm] y 700 [nm]) como el conocido caso del filamento
incandescente de Tungsteno en un foco encendido. A temperaturas bajas, los
cuerpos continúan irradiando pero a una potencia menor y en longitudes de
onda pertenecientes al espectro infrarrojo ( λ > 700 [nm]) y por lo tanto, dicha
radiación no es detectada por el ojo humano.

11
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

La potencia irradiada por un objeto y su composición espectral (rango de


longitudes de onda emitidas) dependerá principalmente de las propiedades y el
estado de la superficie del objeto, y fundamentalmente de la temperatura del
mismo. El estudio del proceso de emisión térmica de un objeto puede ser muy
complicado, debido a que a la energía térmica emitida se suma la radiación
emitida por los objetos circundantes y la reflejada por el objeto en estudio. Por
esta razón, para simplificar el estudio de las leyes de radiación térmica, puede
considerarse un cuerpo ideal, el cual absorbe toda la radiación incidente sin
reflejar nada. Este cuerpo ideal se denomina cuerpo negro por el aspecto negro
opaco que presenta al ser iluminado con luz visible. De esta manera, al
considerar la radiación que sale desde la superficie de un cuerpo negro no
existe el problema de distinguir entre la radiación emitida o reflejada.
Una buena aproximación a un cuerpo negro puede obtenerse en forma
práctica cubriendo la superficie de un objeto con negro de humo (carbón
pulverizado). Alternativamente, otra manera de realizar en forma práctica un
cuerpo negro es mediante el llamado radiador de cavidad. La Figura 1.1
muestra un esquema de un radiador de cavidad, el cual consta de una cavidad
emplazada en el interior de un bloque de cualquier material que se mantiene a
temperatura uniforme T. Un orificio o ventana de pequeño tamaño comparada
con las dimensiones de la cavidad permite intercambiar energía con el exterior
en la forma de ondas electromagnéticas. Toda la radiación electromagnética
proveniente desde el exterior que ingrese a la cavidad a través del orificio
sufrirá múltiples reflexiones dentro de la cavidad hasta ser totalmente
absorbida, dado que la probabilidad que la radiación incidente pueda retornar al
exterior resulta extremadamente baja debido al pequeño tamaño del orificio. El
orificio se comporta entonces como un absorbente ideal y a su vez, como un
emisor perfecto, pues mirando la cavidad desde afuera, el orificio se verá como
un punto brillante. Bajo las condiciones detalladas anteriormente, la radiación
emitida desde el interior de la cavidad a través del orificio tendrá la potencia y
la composición espectral del cuerpo negro ideal. Por lo tanto el orifico se
comportara como un cuerpo negro independientemente de la forma de la
cavidad.

Figura 1.1: radiador de cavidad

Para estudiar el fenómeno de radiación térmica, deben definirse algunas


de las magnitudes utilizadas en la descripción de este fenómeno. A tal fin, se
define la radiancia espectral, R ( λ ) , de la superficie de un objeto a la energía

12
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

emitida por unidad de tiempo y de área en todo el semiespacio delante del


plano emisor y por unidad de ancho espectral. De esta forma, la potencia, P,
emitida por unidad de área dentro del intervalo de longitudes de onda
comprendido entre λ0 y λ 0 + dλ viene dada por:

P = R ( λ 0 ) dλ (1.1)

Las unidades de la radiancia espectral, en el sistema internacional, son


[J / s m2 m] = [W / m3]. La radiancia espectral de un cuerpo (y por lo tanto la
potencia irradiada por éste) depende directamente de la composición del
cuerpo, de λ y de T. Por otro lado, para un cuerpo negro o un radiador de
cavidad la radiancia espectral es solo función de λ y T. Para diferenciar ambos
casos se designará a partir de ahora a la radiancia como R λ y a la radiancia
del cuerpo negro como R λ ,T .
Existe una relación de importancia entre R λ y R λ ,T , la cual se deriva de
consideraciones netamente termodinámicas. Para determinar tal relación
considérese el esquema de la Figura 1.2. Se observa un cuerpo negro (A) y un
cuerpo no-negro (B) situados en el vacío, en el interior de una cavidad de
paredes perfectamente reflectoras para las ondas electromagnéticas. Ambos
cuerpos se encuentran a la misma temperatura T (mayor al cero absoluto) sin
contacto entre ellos. Bajo esta ultima hipótesis, el interior de la cavidad se halla
atravesado continuamente, en todas direcciones, por las radiaciones
electromagnéticas de origen puramente térmico producidas por los cuerpos A y
B. Debido a que ambos cuerpos se hallan a la misma temperatura, la cavidad
se encuentra en equilibrio termodinámico y debe cumplirse que:

a) La densidad de energía electromagnética (energía electromagnética


por unidad de volumen) en el espacio atravesado por las ondas es la
misma en todos los puntos dentro de la cavidad.
b) La composición espectral de la radiación electromagnética es la misma
en todos los puntos dentro de la cavidad.
c) El campo de radiación es isotrópico, es decir, la intensidad de las
ondas para cada frecuencia es la misma en cualquier dirección.

Teniendo en cuenta a), b), y c), si se considera una superficie de prueba


hipotética, de área ds, ubicada en cualquier lugar dentro de la cavidad, la
energía que atraviesa dicha superficie por unidad de tiempo en un sentido debe
ser igual a la energía que atraviesa la superficie en el sentido contrario. Más
aun, si se mueve la superficie a otro punto de la cavidad, la energía que
atraviesa la superficie será la misma. Si la superficie de prueba se ubica sobre
la superficie del cuerpo no-negro B la energía total por unidad de ancho
espectral y por unidad de tiempo, ET,B, que atraviesa la superficie en el sentido
saliente del cuerpo B será igual a:

E T,B = ds R λ + E r (1.2a)

13
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

donde E r es la energía reflejada por el cuerpo B. Si se repite el análisis


ubicando la superficie de prueba sobre la superficie del cuerpo negro A, se
obtiene:

E T,A = ds R λ ,T + E r = ds R λ ,T (1.2b)

donde se ha considerado E r = 0 para el cuerpo negro debido a que la energía


reflejada es nula para el mismo. Comparando las Ecs. (1.2a) y (1.2b), y
considerando que E T,A = E T,B debido al equilibrio termodinámico, se concluye
que:

R λ ,T > R λ (1.2c)

Es decir, independientemente de su forma o composición, el cuerpo no-negro


emite menos energía por unidad de tiempo y por unidad de área que un cuerpo
negro a la misma temperatura. En conclusión, de todos los cuerpos con igual
temperatura, el cuerpo negro es el que irradia con mayor potencia.

Figura 1.2: cuerpo negro y no-negro en una cavidad de paredes perfectamente


reflectoras

Se define la emisividad espectral, e λ , como:


eλ = ≤1 (1.3)
R λ ,T

Es sencillo ver que para un objeto cualquiera, e λ también resulta


dependiente de la composición del cuerpo, de λ y de T; y e λ = 1 para el
cuerpo negro o la cavidad radiante.
Integrando la radiancia espectral sobre la totalidad del espectro, es decir,
desde λ = 0 hasta λ = ∞ , se obtiene la radiancia integral R o simplemente
radiancia.


R = ∫ R λ dλ (1.4)
0

14
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

R representa la potencia total emitida por unidad de área por un objeto a la


temperatura T, y tiene unidades de [W /m2]. Para el cuerpo negro o la cavidad
radiante, la radiancia integral RT sólo es función de la temperatura T.
A partir de la Ec. (1.3) puede definirse la emisividad integral, e , o
simplemente emisividad, mediante:

e=
R
=
∫0 R λ dλ ≤1

(1.5)
RT
∫0 R λ ,T dλ

A partir de la Ec. (1.5) es sencillo razonar que la radiancia integral del


cuerpo negro resulta mayor que la radiancia de cualquier otro cuerpo.
Lummer y Pringsheim, en 1899, fueron los primeros en realizar
mediciones de la radiancia espectral del cuerpo negro. Sus mediciones se
presentan cualitativamente en la Figura 1.3 para diferentes temperaturas y en
unidades arbitrarias. Puede verse fácilmente que a medida que la temperatura
aumenta, la potencia emitida (área bajo la curva RT equivalente a la radiancia
integral) también aumenta. Además, a mayor temperatura el pico de la
radiancia espectral se mueve a longitudes de onda menores. Este hecho
explica por qué los cuerpos a mayor temperatura emiten principalmente en la
zona del espectro visible, mientras que a menores temperaturas la radiación se
encuentra en el infrarrojo.

Figura 1.3: radiancia espectral de cuerpo negro

15
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

1.2.1. Ley de Stefan-Boltzmann


Años antes que Lummer y Pringsheim realizaran sus mediciones, Josef Stefan,
en 1879, obtuvo una expresión empírica para la radiancia integral, dada por:

R = σ eT 4 (1.6a)

donde e es la emisividad y σ es una constante conocida como la constante de


Stefan-Boltzmann cuyo valor es σ = 5.670×10-8 [W / m2 K4]. La Ec. (1.6a)
puede reescribirse para el cuerpo negro, recordando que e = 1, como sigue:

RT = σ T 4 (1.6b)

Pocos años después del establecimiento de las Ecs. (1.6a) y (1.6b),


Ludwid Boltzmann demostró mediante razonamientos termodinámicos que RT
debía ser proporcional a T4 y por ello la ley se conoce como ley de Stefan-
Boltzmann.

1.2.2. Ley de Wien


Al igual que Boltzmann, mediante consideraciones termodinámicas, en 1893
Wien demostró que la radiancia espectral del cuerpo negro, R λ ,T , debía ser de
la forma:

f (λT )
R λ ,T = (1.7)
λ5

donde f ( λ T ) es una función del producto λ T .


La ley de Wien para la radiancia espectral del cuerpo negro estaba de
acuerdo con la ley de Stefan-Boltzmann para la radiancia integral del cuerpo
negro. Para ver esto, se integra la Ec. (1.7) sobre todo el espectro (desde
λ = 0 hasta ∞ ):

∞ ∞ f (λT )
R T = ∫ R λ ,T dλ = ∫ dλ (1.8)
0 0
λ5

Teniendo en cuenta que para T = cte se tiene d ( λ T ) = T dλ , puede


reescribirse la Ec. (1.8) mediante:

∞ f (λT ) 1 ∞ f (λT )
RT = ∫ 5
d(λT ) =T 4 ∫ d(λT )
0 0
⎛ T ⎞ T ( λ T )5 (1.9)
⎜⎜ λ ⎟⎟
⎝ T ⎠


∫0 f ( λ T ) /( λ T )
5
Notando que d ( λ T ) = cte , resulta la ley de Stefan-Boltzmann.

16
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Adicionalmente, la ley de Wien logró explicar un hecho conocido


experimentalmente, el cual puede observarse en la Figura 1.3, a saber: al
aumentar la temperatura del cuerpo el pico de emisión se corre a longitudes de
onda mas bajas. Para obtener el valor de λ donde la emisión es máxima, λ m ,
a una temperatura T dada, se procede aplicando cálculo diferencial. La longitud
de onda correpondiente al máximo de la radiancia R λ ,T se obtiene derivando la
Ec. (1.7) e igualando a cero. Es decir:

dR λ ,T d [ f ( λ T ) /( λ T ) 5 ] 1 1
= = f ′( λ T ) − 5 f ( λ T ) (1.10)
dλ dλ T 4 λ5 T 5 λ6

Si se multiplica por T5 y por λ6 , se reemplaza por λ m , y se iguala a cero


(condición de máximo), se obtiene:

λ m T f ′( λ m T ) − 5 f ( λ m T ) = 0 (1.11)

La Ec. (1.11) es una ecuación para la variable ( λm T ) , cuya solución es:

λ m T = b = cte (1.12)

donde b tiene el valor 2.898×10-3 [m K]. La ecuación (1.12) explica por qué al
aumentar la temperatura de un objeto, el máximo de la radiancia se “corre”
hacia longitudes de onda mas cortas (ver Figura 1.3). Se conoce normalmente
a esta como la ley de corrimiento de Wien.
Finalmente, fue el mismo Wien quien propuso en 1896 una expresión
para f ( λ T ) , la cual concordaba bastante bien con los resultados
experimentales en la región del espectro correspondientes a longitudes de
onda cortas. Sin embargo, su ecuación presentaba serios desacuerdos a
longitudes de onda largas. La expresión propuesta por Wien viene dada por:

c
− 2
(1.13a)
f ( λ T ) = c1 e λT

donde c1 y c2 son constantes, y por lo tanto:

c
c1 − 2
R λ ,T = e λT (1.13b)
λ5

1.2.3. Ley de Rayleigh-Jeans y la catástrofe del ultravioleta


A finales del siglo XIX y principio del XX, cualquier intento por explicar la
radiación térmica emitida por un cuerpo negro debía poder describir la forma de
las curvas observadas experimentalmente por Lummer y Pringsheim (Figura
1.3), y debía ser consistente con las ideas plasmadas en las leyes de Stefan-
Boltzmann y la ley de corrimiento de Wien.

17
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

En el año 1900, Lord Rayleigh y Sir James Jeans, en un intento por


explicar el fenómeno de radiación térmica en un cuerpo negro consideraron
una cavidad radiante cúbica como la esquematizada en la Figura 1.4, de
paredes metálicas conductoras y a temperatura uniforme. Dentro de la cavidad
se emiten ondas electromagnéticas en todas las direcciones debido a la
radiación térmica emitida por las paredes de la cavidad. Sin embargo, solo las
ondas o modos estacionarios, es decir aquellas ondas que exhiban nodos
sobre las paredes de la cavidad, perduraran en el tiempo.

Figura 1.4: cavidad radiante y modos estacionarios

Bajo estas hipótesis, Rayleigh y Jeans obtuvieron una expresión para el


número de modos estacionarios dentro de la cavidad comprendidos en el
intervalo [ λ , λ + dλ ], N ( λ ) . La expresión obtenida por Rayleigh y Jeans viene
dada por:


N ( λ) = V dλ (1.14)
λ4

donde V es el volumen de la cavidad. Dividiendo la Ec. (1.14) por el volumen


de la cavidad y por dλ , y multiplicando por la energía promedio, ε , de los
osciladores en las paredes de la misma, se obtiene una expresión para la
densidad espectral de energía μ λ ,T dentro de la cavidad, es decir:


μ λ ,T = ε (1.15)
λ4

Considerando que la densidad espectral de energía se relaciona con la


radiancia espectral mediante R λ ,T = ( c / 4 ) μ λ ,T , siendo c la velocidad de la luz
en el vacío, Rayleigh y Jeans llegaron finalmente a una expresión para la
radiancia espectral del cuerpo negro:

18
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

2π c
R λ ,T = ε (1.16)
λ4

Según la mecánica probabilística clásica los osciladores armónicos en las


paredes de la cavidad emiten continuamente radiación electromagnética con
una energía promedio dada por ε = k B T , siendo kB la constante de Boltzmann
(1.380×10-23 [J / K]). Por lo tanto, la expresión final obtenida por Rayleigh y
Jeans resultó de la forma:

2π c
R λ ,T = k BT (1.17)
λ4

La ecuación (1.17) concuerda con la forma predicha por Wien, es decir:

2π c 2π c k B f ( λT )
R λ ,T = k BT = λT = (1.18)
λ4 λ5 λ5

La expresión (1.17) concuerda también con los datos experimentales a largas


longitudes de onda, pero desafortunadamente no presenta ningún máximo, y la
radiancia integral del cuerpo negro obtenida a partir de la Ec. (1.17) tiende a
infinito, es decir:

∞ 2π c
RT = ∫ k BT d λ → ∞ (1.19)
0
λ4

Figura 1.5: radiancia espectral de cuerpo negro. Datos experimentales vs. ley
de Rayleigh-Jeans para T=1,646 [K]

La Ec. (1.19) se encuentra en total desacuerdo con los datos experimentales


(Figura 1.3). Este fracaso de la física clásica en explicar el fenómeno de
radiación de cuerpo negro se conoció como “la catástrofe del ultravioleta”. La

19
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 1.5 muestra una comparación entre datos experimentales y las


predicciones obtenidas mediante la ley de Rayleigh-Jeans [Ec. (1.17)] a una
temperatura dada. Puede verse que a longitudes de onda largas, ambas curvas
tienden a coincidir.

1.2.4. Ley de Planck. Cuantización de la energía


La discrepancia entre los datos experimentales y las predicciones teóricas (ya
sea a altas longitudes de onda en la ley de Wien o a bajas en la ley de
Rayleigh-Jeans) fue resuelta en 1901, cuando Max Planck presentó su teoría
cuántica, la cual predecía exitosamente la radiancia espectral para el cuerpo
negro. Sin embargo, la teoría desarrollada por Planck se basaba en dos
postulados en abierta oposición con la física clásica, los cuales son:

- Un oscilador armónico no puede tener cualquier energía, sino solamente


valores múltiplos de una cantidad ε 0 .
- Un oscilador no gana o pierde energía en forma continua, sino
bruscamente en saltos de amplitud ε 0 .

A partir de estos postulados, puede obtenerse una expresión para la


energía de los osciladores en función de la cantidad ε 0 , de la forma:

ε = n ε0 (1.20)

donde n es un número entero. Bajo estas hipótesis, el análisis de Planck


diferirá del propuesto por Rayleigh-Jeans en la energía promedio de los
osciladores, ε . Mientras que el cálculo de la física clásica estipula ε = k B T , a
partir del nuevo planteo de Planck se obtiene:

ε0
ε=
ε0 (1.21)
k BT
e −1

Si se utiliza ahora la nueva expresión para la energía promedio ε [Ec. (1.21)] y


se la reemplaza en la Ec. (1.16), se obtiene:

2π c ε0
R λ ,T =
λ4
ε0 (1.22)
k BT
e −1

Adicionalmente, para compatibilizar sus resultados con la ley de Wien


[Ec. (1.7)], Planck debió introducir un último postulado:

c
ε0 = h ν = h (1.23)
λ

20
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

donde ν es la frecuencia de la radiación electromagnetica y h es una constante


universal conocida como constante de Planck, cuyo valor es:
h = 6.6256×10-34 [J seg.]. Notese que se ha utilizado la relación ν = c / λ en la
Ec. (1.23). Por lo tanto, la ley de Planck para la radiancia espectral de cuerpo
negro finalmente queda como:

2π h c 2 1
R λ ,T =
λ5
hc (1.24)
kB λ T
e −1

La Ec. (1.24) puede reescribirse como:

c1 1
R λ ,T =
λ5
c2 (1.25)
λT
e −1

con c1= 3.7405×10-16 [W m2] ; y c2= 1.4388×10-2 [m K]. Nótese la semejanza


entre la expresión obtenida por Planck [Ec. (1.25)] y la correspondiente a la ley
de Wien [Ec. (1.13)]. Se muestra en la Figura 1.6 la comparación entre datos
experimentales y las predicciones obtenidas mediante la ecuación de Planck
[Ec. (1.25)] para una temperatura dada, observándose gran concordancia en
todo el rango de longitudes de onda considerado.

Figura 1.6: radiancia espectral de cuerpo negro. Datos experimentales vs. ley
de Planck para T=1,646 [K]

Analizando en detalle la expresión obtenida por Planck, puede verse que


para valores pequeños del producto λ T (longitudes de onda cortas), el valor de
la exponencial en la Ec. (1.24) resulta muy superior a la unidad, por lo que esta
última puede despreciarse, es decir, e c 2 / λ T − 1 ≈ e c 2 / λ T , resultando la
expresión correspondiente a la ley de Wien [Ec. (1.13b)]. Por otro lado, para

21
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

altos valores del producto λ T (longitudes de onda largas), el valor de la


exponencial es pequeño y puede aproximarse aceptablemente por los dos
primeros términos del desarrollo en serie de Taylor, es decir,
e c 2 / λ T ≈ 1 + c 2 / λ T . Se obtiene así la expresión correspondiente a la ley de
Rayleigh-Jeans [Ec. (1.17)].
El nuevo enfoque propuesto por Planck, que logró predecir
satisfactoriamente los datos experimentales de la radiancia espectral del
cuerpo negro sobre la base del postulado de cuantización de la energía de los
osciladores dio lugar al nacimiento de la física cuántica.

1.3. RAYOS CATÓDICOS


La conducción de electricidad a través de gases enrarecidos (gases sometidos
a baja presión) también fue un fenómeno ampliamente estudiado en la segunda
mitad del siglo XIX. Los estudios realizados sobre este tipo de fenómenos
dieron lugar a descubrimientos notables en el campo de la física, como por
ejemplo, el descubrimiento del electrón por parte de Thomson. En la Figura 1.7
se muestra un esquema típico de un clásico tubo de rayos catódicos utilizado
comúnmente para el estudio del fenómeno de conducción en gases.

Figura 1.7: tubo de rayos catódicos

En el tubo de rayos catódicos de la Figura 1.7, una alta tensión aplicada


entre el ánodo (positivo) y el cátodo (negativo) produce la circulación de una
corriente eléctrica a través del tubo lleno de algún gas enrarecido. Esta
corriente eléctrica produce un extraño patrón de capas luminosas y obscuras
en el gas (no es intención de este texto explicar este fenómeno). Si la presión
del gas dentro del tubo se disminuye a un valor muy bajo (cercano a
0.01 [mmHg]), el brillo del gas desaparece (debido a que la cantidad de gas en
el tubo resulta extremadamente baja). Sin embargo, el amperímetro continúa
indicando la existencia de una corriente eléctrica. Adicionalmente, otra
indicación de que algo continúa sucediendo en el interior del tubo es la
existencia de un punto luminoso (S) sobre la superficie interior del tubo en el
extremo opuesto al cátodo. El tamaño y la posición del punto S sobre el
extremo del tubo se ven influenciados por el tamaño y la localización de los
orificios en los diafragmas D y D’, sugiriendo que el punto luminoso S es

22
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

ocasionado por partículas provenientes del cátodo viajando en línea recta a


través del tubo. Adicionalmente, la posición del punto S se ve influenciada
también por la presencia de campos eléctricos o campos magnéticos cercanos
al tubo, indicando que las partículas emitidas desde el cátodo están
eléctricamente cargadas. El movimiento del punto S en presencia de campos
magnéticos o eléctricos sugiere que los rayos están constituidos por partículas
de carga negativa y se los denominó como rayos catódicos (por el simple
hecho de ser emitidos por el cátodo). Actualmente, es de conocimiento que
tales rayos catódicos son emitidos por el cátodo como resultado del bombardeo
de éste por los átomos de gas dentro del tubo y están constituidos por
electrones.

1.3.1. Relación carga / masa para el electrón


En 1897, Thomson, con el fin de caracterizar los rayos catódicos, realizó
mediciones precisas de la relación carga / masa (q / m) de las partículas en los
rayos catódicos. La Figura 1.8 muestra un esquema del dispositivo utilizado
por Thomson.

Figura 1.8: tubo de rayos utilizado por Thomson para medir q/m

En el esquema de la Figura 1.8, las partículas de carga negativa q y


masa m son emitidas en el cátodo, pasan por el ánodo, el cual actúa como el
primer diafragma (D), y por el segundo diafragma (D’). Ambos diafragmas
limitan a las partículas a un haz puntual. Luego, las partículas atraviesan la
zona entre dos placas metálicas paralelas de longitud l y separación d.
Finalmente, inciden sobre la superficie final del tubo produciendo un punto de
luz (S1). Si se aplica un voltaje V sobre las placas paralelas, las partículas
experimentaran una fuerza F de amplitud:

qV
F= (1.26)
d

Esta fuerza actúa en la dirección perpendicular a la velocidad ve de las


partículas y producirá una aceleración en dirección perpendicular a las placas,
la cual puede obtenerse aplicando la segunda ley de Newton:

23
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

⎛ q ⎞⎛ V ⎞
a = ⎜⎜ ⎟⎟ ⎜⎜ ⎟⎟ (1.27)
⎝ m ⎠⎝ d ⎠

Esta aceleración actúa durante el tiempo t que la partícula se encuentre


atravesando las placas paralelas de longitud l. Este tiempo puede calcularse
mediante un simple análisis cinemático:

l
t= (1.28)
ve

donde ve es la velocidad de las partículas. Inmediatamente luego de emerger


de la zona de las placas, las partículas exhibiran una deflexión δ como
consecuencia de la fuerza F aplicada [Ec. (1.26)]. Dicha deflexión puede
calcularse mediante:

2
1 1 ⎛ q ⎞⎛ V ⎞⎛ l ⎞
δ = a t 2 = ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜⎜ ⎟⎟ (1.29a)
2 2 ⎝ m ⎠⎝ d ⎠⎝ v e ⎠

Si la deflexión de las partículas es pequeña, el valor δ se verá amplificado


sobre el final del tubo en una magnitud 2 L / l, donde L es la distancia desde el
centro de las placas a la zona de impacto. Por lo tanto, la distancia entre los
puntos S1 y S2 ( S 1S 2 ) vendrá dada por:

2
⎛ L ⎞⎛ q ⎞⎛ V ⎞⎛ l ⎞
S1S2 = ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ ⎟⎜⎜ ⎟⎟ (1.29b)
⎝ l ⎠⎝ m ⎠⎝ d ⎠⎝ v e ⎠

Finalmente, el valor q / m puede ser despejado de la Ec. (1.29b), obteniéndose:

2
q ⎛ l ⎞⎛ d ⎞⎛ v ⎞
= S1S2 ⎜ ⎟⎜ ⎟⎜ e ⎟ (1.30)
m ⎝ L ⎠⎝ V ⎠⎝ l ⎠

En la Ec. (1.30), todavía resta conocer la velocidad ve de las partículas.


Para obtenerla, Thomson añadió al dispositivo de la Figura 1.8 un campo
magnético con dirección perpendicular al campo eléctrico aplicado y al eje
mayor del tubo de rayos. Con esta orientación de los campos eléctrico y
magnético, las fuerzas electrostática y magnética ejercida sobre las partículas
serán opuestas; de hecho, para cierto valor (H) del campo magnético, ambas
fuerzas pueden cancelarse (lo cual puede evidenciarse observando una
deflexión nula del haz). Esta situación de equilibrio puede escribirse como:

qV
= H q ve (1.31)
d

24
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

El miembro izquierdo en la Ec. (1.31) corresponde a la fuerza eléctrica y el


miembro derecho a la fuerza magnética. Despejando puede obtenerse una
expresión para la velocidad ve, mediante:

V
ve = (1.32)
Hd

Utilizando las Ecs. (1.30) y (1.32) Thomson pudo obtener un valor cercano al
actualmente aceptado: q / m = 1.76×10-8 [coulombs / gramos].
El valor obtenido por Thomson para la relación q / m resultó mas de mil
veces mayor al obtenido en esa época para átomos ionizados. Este último valor
podía ser calculado mediante mediciones en experimentos de electrólisis de
soluciones conteniendo átomos ionizados; a tal fin, se opera una celda
electrolítica por un periodo de tiempo y se mide la carga total depositada por
los átomos, así como también la masa total de los átomos depositada.
Posteriormente, una simple cuenta permite obtener la relación carga / masa. El
mayor valor q / m para un ión había sido obtenido para el átomo ionizado de
Hidrógeno. Pero, el valor obtenido por Thomson para los rayos catódicos
excedía en 1,836 veces el correspondiente al ión de Hidrógeno. Por lo tanto, a
partir de las mediciones de Thomson se concluía que la carga de las partículas
en los rayos catódicos era mucho mayor a la carga de un átomo de Hidrógeno
ionizado o que la masa de las mismas debía ser mucho menor a la del ión
Hidrógeno. En experimentos posteriores realizados por Millikan y Fletcher se
determinaría que la segunda opción era la correcta. Además, Thomson
determinó que la relación q / m resultaba independiente del gas utilizado y del
metal del cátodo. Por otro lado, determinó también que las partículas cargadas
emitidas resultaban iguales a las emitidas a consecuencia del efecto
fotoeléctrico (descrito en la sección siguiente) descubierto por Hertz años
antes. Estos resultados llevaron a Thomson a concluir que estas partículas
cargadas (hoy conocidas como electrones) debían ser partes constitutiva de
toda la materia.
En 1906 Millikan y Fletcher realizaron una serie de experimentos y
determinaron la cuantización de la carga, es decir, que todas las partículas
cargadas exhiben una magnitud de carga eléctrica que resulta un múltiplo
entero de cierta unidad de carga básica. A partir de sus mediciones Millikan y
Fletcher estimaron el valor de esta magnitud de carga eléctrica básica como:
e = 1.59×10-19 [coulombios] (muy cercano al 1.602×10-19 aceptado actualmente
como la carga del electrón). Se asumió además, que esta unidad básica de
carga correspondía también a la carga eléctrica de las partículas en los rayos
catódicos. Posteriormente, utilizando la relación q / m obtenida por Thomson,
se logró calcular la masa de las mismas en un valor cercano al actualmente
aceptado de me = 9.11×10-28 [gramos].
Como consecuencia de los experimentos de Millikan y Fletcher,
nuevamente surgió el concepto de cuantización planteada por Planck años
antes para los osciladores en una cavidad radiante, pero en este caso aplicado
a la carga eléctrica.

25
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

1.3.2. Efecto fotoeléctrico


En el año 1887, Hertz descubrió un fenómeno producido durante la conducción
en gases enrarecidos que tardaría muchos años en ser explicado. El dispositivo
empleado por Hertz para llevar a cabo sus experimentos se muestra en la
Figura 1.9 y consiste básicamente en un tubo de rayos catódicos.

Figura 1.9: tubo de rayos utilizado por Hertz

El dispositivo de Hertz consta de una ampolla de vidrio en la que se


genera vacío. Dos electrodos metálicos se encuentran en su interior; el cátodo
(denominado comúnmente fotocátodo) constituido por un metal altamente
pulido y el ánodo en forma de plato perforado. Ambos electrodos se mantienen
a una diferencia de potencial de unos cuantos volts (con el ánodo positivo
respecto del cátodo). Cuando luz ultravioleta pasa a través del ánodo perforado
e incide sobre la superficie pulida del fotocátodo, una corriente eléctrica
comienza a observarse a través del tubo, la cual se evidencia en el
amperímetro. A este efecto se le conoce como efecto fotoeléctrico. El efecto
persiste aun en condiciones de alto vacío, lo cual implica que la corriente no
puede ser debida a iones de átomos gaseosos. Lenard, en 1900, comprobó
que la corriente eléctrica se debía a las mismas partículas constitutivas de los
rayos catódicos (electrones), al obtener para ellas el mismo valor q / m medido
por Thomson.
Los experimentos realizados por Lenard sirvieron para aclarar la identidad
de las partículas emitidas, pero demostraron algunas propiedades del
fenómeno fotoeléctrico que no pudieron ser explicadas mediante la física
clásica. En la Figura 1.10 se observan algunas de las mediciones obtenidas
por Lenard. De estas mediciones pueden concluirse algunas propiedades
importantes del fenómeno fotoeléctrico: i) a valores suficientemente altos de V,
todos los electrones emitidos desde el fotocátodo llegan al ánodo (evidenciado
por la saturación de la corriente I); ii) aun a voltajes V negativos existen
electrones que llegan al ánodo (a pesar de la fuerza de repulsión que
experimentan), con lo cual algunos electrones son emitidos del fotocátodo con
energía cinética suficiente para vencer esta repulsión; y iii) independientemente
de la intensidad de luz, por debajo de cierto valor negativo de V, la corriente
cesa, indicando que la energía cinética máxima de los electrones emitidos por
el fotocátodo es Emax = e Vmax.

26
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Figura 1.10: corriente I en el tubo en función de la tensión aplicada, V, entre


ánodo y fotocátodo, para dos intensidades de luz incidente

Las mediciones de Lenard contradecían las predicciones obtenidas


mediante la física clásica, las cuales se basaban en el modelo ondulatorio de la
luz. Se comentan a continuación las predicciones clásicas comparándolas con
las observaciones experimentales:

Dependencia de la energía cinética del fotoelectrón en relación a la


intensidad de luz: según la teoría clásica los electrones deben absorber
energía continuamente de las ondas electromagnéticas. Así, a medida
que la intensidad de la luz incidente aumenta, la energía máxima de los
electrones debería aumentar dado que la tasa de transferencia de energía
resulta mayor. Sin embargo, las mediciones experimentales contradicen
este hecho. La energía máxima de los fotoelectrones es independiente de
la intensidad de la luz incidente. Esto es fácilmente observable en la
Figura 1.10 dado que las curvas correspondientes a intensidades de luz
diferentes se cortan en el mismo valor negativo de voltaje aplicado.

Intervalo entre la incidencia de la luz y la emisión de fotoelectrones: según


la teoría clásica, debido a que los electrones ganan energía en forma
continua, a bajas intensidades de luz incidente es necesario un cierto
intervalo de tiempo entre la aplicación de luz y el momento en que los
electrones son emitidos del fotocátodo. Sin embargo, experimentalmente
se observa que independientemente de la intensidad de la luz los
electrones son emitidos casi instantáneamente (10-9 [seg.]).

Dependencia de la emisión de electrones con la frecuencia de la luz:


según la teoría clásica los electrones deben ser emitidos por el fotocátodo
a cualquier valor de frecuencia de la luz incidente, siempre y cuando la
intensidad de luz sea suficientemente alta. Sin embargo, los experimentos
demuestran que por debajo de cierto valor de frecuencia, denominada
frecuencia de corte, no existe emisión de electrones. Además, esta
frecuencia de corte resulta dependiente del material del fotocátodo.

Dependencia de la energía máxima de los fotoelectrones con la


frecuencia de la luz: la teoría clásica no da relación alguna entre la
frecuencia de la luz incidente y la energía máxima de los fotoelectrones.
Sin embargo, los experimentos muestran que a medida que la frecuencia
de la luz incidente aumenta, la energía máxima de los fotoelectrones
aumenta también. En efecto, al aumentar la frecuencia de la luz incidente,

27
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

la tensión negativa necesaria para frenar los fotoelectrones debe ser


mayor.

No fue hasta 1905 que el científico alemán Albert Einstein aportó una
explicación exitosa del fenómeno fotoeléctrico. En su teoría, Einstein amplió los
conceptos de Planck de cuantización de la energía a las ondas
electromagnéticas. Años antes, Planck había propuesto su concepto de
cuantización de la energía de los osciladores, y en la emisión y absorción de
energía radiante, pero siempre manteniendo el concepto clásico de la radiación
electromagnética como una onda distribuida en el espacio. Einstein extendió el
concepto cuántico postulando que la energía de las ondas electromagnéticas
se encuentra en la forma de paquetes concentrados o cuantos de luz, los
cuales se conocen en la actualidad como fotones. La energía asociada a cada
fotón esta dada por:

E =hν (1.33)

donde h es la constante de Planck y ν es la frecuencia de la radiación


electromagnética.
En el modelo de Einstein del efecto fotoeléctrico, un fotón de luz incidente
transfiere toda su energía (h ν) a un único electrón en el fotocátodo. Entonces,
la absorción de la energía no es un proceso continuo como lo describe la física
clásica, sino un proceso en el cual la energía es entregada a los electrones en
paquetes discretos. Aquellos electrones liberados, y que no transfieren ninguna
porción de su energía a los átomos del fotocátodo mediante “choques”,
poseerán una energía cinética máxima dada por:

E max = h ν − φ (1.34)

donde φ se denomina función de trabajo del material del fotocátodo y


representa la energía mínima con la cual el electrón se encuentra unido al
metal. Algunos otros electrones interactúan con el material del fotocátodo luego
de ser arrancados, perdiendo energía, y por lo tanto exhibirán energías
cinéticas menores a Emax.
Con el nuevo planteo de Einstein es posible explicar los fenómenos
experimentales observados por Lenard (Figura 1.10).

Dependencia de la energía cinética del fotoelectrón en relación a la


intensidad de luz: la energía cinética máxima resulta independiente de la
intensidad de luz (la cual es proporcional a la cantidad de fotones en el
haz de luz incidente). Para un material dado del fotocátodo la energía
máxima de los fotoelectrones dependerá solo de la frecuencia y de la
función de trabajo del material como puede verse en la Ec. (1.34). Si se
duplica la intensidad de luz se duplica la cantidad de fotones en el haz de
luz incidente lo cual producirá un incremento en la cantidad de
fotoelectrones arrancados y por lo tanto un aumento en la corriente
medida (ver Figura 1.10).

28
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Intervalo entre la incidencia de la luz y la emisión de fotoelectrones: la


emisión instantánea de fotoelectrones es consistente con el nuevo modelo
fotónico de la luz. Debido a que un solo fotón interactúa con un electrón
en el fotocátodo, en el instante que los primeros fotones arriben al cátodo
se producirá la emisión de electrones, siempre y cuando su frecuencia
sea lo suficientemente alta.

Dependencia de la emisión de electrones con la frecuencia de la luz: a


partir de la Ec. (1.34) puede verse que existirá una frecuencia a la cual no
existirá arranque de electrones del fotocátodo (frecuencia de corte). Si la
frecuencia de los fotones es tal que su energía no supera la función de
trabajo del material, entonces, sin importar la intensidad de luz, no habrá
emisión de fotoelectrones. Este valor de frecuencia resulta función solo
del material del fotocátodo y vendrá dado por:

φ
ν = (1.35)
h

Dependencia de la energía máxima de los fotoelectrones con la


frecuencia de la luz: fácilmente puede verse de la Ec. (1.34) que la
energía máxima de los fotoelectrones depende de la frecuencia de la luz
incidente.

Según la teoría propuesta por Einstein, la energía cinética máxima de los


fotoelectrones debe ser una función lineal de la frecuencia de la luz incidente,
tal como lo indica la Ec. (1.34). Esta predicción fue experimentalmente
demostrada por Millikan en 1916, quien midió Emax para numerosas frecuencias
de radiación incidente, comprendidas en el rango de 6 [seg.-1] hasta
12×14 [seg.-1]. La Figura 1.11 presenta algunas mediciones similares a las
obtenidas por Millikan y a partir de las cuales puede observarse la dependencia
lineal entre Emax y la frecuencia ν de la luz incidente, en dos materiales
diferentes del fotocátodo.

Figura 1.11: dependencia lineal entre la energía máxima de los fotoelectrones,


Emax, y la frecuencia de la radiación, ν, para dos materiales de fotocátodo

29
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Se muestran en la figura que a partir de mediciones utilizando diferentes


materiales del fotocátodo se obtienen rectas paralelas. De acuerdo con la Ec.
(1.34), la pendiente de dichas rectas debe ser igual a la constante de Planck h.
A partir de sus mediciones, Millikan calculó la constante de Planck con un error
menor al 0.5%. Este resultado obtenido no solo sirvió para validar el desarrollo
propuesto por Einstein para explicar el efecto fotoeléctrico, sino también para
reforzar el concepto de cuantización propuesto por Planck años antes.

1.3.3. Efecto Compton


Para el año 1919, Einstein había llegado a la conclusión de que un fotón de
energía E = h ν posee un momento de valor:

E hν h
p= = = (1.36)
c c λ

En 1923 Arthur Holly Compton desarrolló extensamente la idea del


momento del fotón. Antes de 1922 se había acumulado evidencia de que la
teoría ondulatoria clásica no podía explicar el fenómeno de dispersión de los
rayos X producido en láminas metálicas. Compton descubrió que cuando un
haz de rayos X de longitud de onda bien definida λ0 es dispersado a un ángulo
θ por una lámina metálica, la radiación dispersada posee componentes de
longitud de onda λ1 > λ 0 . Posteriormente, se denominó a este fenómeno efecto
Compton. El estudio de este efecto brindó evidencia extremadamente
convincente de la existencia de los cuantos (fotones) electromagnéticos
propuestos por Einstein años antes.

Figura 1.12: diagrama esquemático del dispositivo utilizado por Compton

30
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Figura 1.13: intensidad de rayos X dispersados en función de la longitud de


onda

Compton, utilizando radiación X incidente de longitud de onda


λ0 = 0.708×10-8 [cm], observó que la longitud de onda de la radiación
dispersada λ1 resultaba dependiente del ángulo de dispersión θ , y no del
material de la lámina irradiada. Se muestra en la Figura 1.12 un esquema del
dispositivo empleado por Compton para llevar a cabo sus mediciones y en la
Figura 1.13 un conjunto de mediciones obtenidas.
Para explicar las mediciones observadas Compton consideró a los
fotones como partículas, las cuales poseen energía E = h ν = h c / λ y momento
p = h ν / c = h / λ , y analizó la interacción entre los fotones incidentes y los
electrones del material blanco como una colisión elástica entre dos partículas.
Para comprender el desarrollo propuesto, considérese el esquema de la
Figura 1.14, el cual representa un choque elástico fotón-electrón.

Figura 1.14: colisión elástica entre un fotón y un electrón libre

La cantidad de movimiento asociada al electrón en movimiento (posterior


al choque) con velocidad ve esta dada por:

31
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

me
pe = m v e = ve
2
⎛v ⎞ (1.37)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

donde se utiliza la masa relativista, m, para el electrón debido a que las


velocidades implicadas pueden resultar cercanas a la velocidad de la luz. Para
este mismo electrón la energía cinética viene dada por:

me
E e = m c 2 − me c 2 = c 2 − me c 2
2
⎛v ⎞ (1.38)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Aplicando ahora la ley de conservación de la energía al choque fotón-


electrón, se obtiene:

hc hc me
= + c 2 − me c 2
λ0 λ1 ⎛v ⎞
2
(1.39)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Alternativamente, aplicando la conservación de la cantidad de movimiento


en la dirección paralela y perpendicular respecto a la dirección de la velocidad
del fotón incidente, se obtiene:

h h me
= cos(θ ) + v e cos(φ )
λ0 λ1 ⎛v ⎞
2
(1.40)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

h me
0= sin(θ ) − v e sin(φ )
λ1 ⎛v ⎞
2
(1.41)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Eliminando las variables ν e y φ de las Ec. (1.39), (1.40), y (1.41) se llega


luego de algunos cálculos algebraicos (los cuales se detallan en el Apéndice A)
a la expresión obtenida por Compton, la cual predice correctamente las
mediciones experimentales observadas:

h
λ1 − λ 0 = [1 − cos (θ )] (1.42)
me c

donde la constante h / m e c = 0.0243 × 10 −10 [ m ] se denomina longitud de onda


Compton. La Ec. (1.42) es comúnmente conocida como la ecuación de

32
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

corrimiento de Compton y permite predecir el corrimiento observado en la


longitud de onda de la radiación dispersada por un blanco a un ángulo θ
respecto de la longitud de onda incidente.
La ecuación de Compton puede utilizarse también para explicar la
presencia a todos los ángulos de medición del pico no desplazado de longitud
de onda λ 0 (ver Figura 1.13). Este pico se debe a la interacción o choque de
los fotones incidentes con electrones fuertemente ligados a los átomos del
material blanco. Considérese por ejemplo el caso particular de un blanco de
grafito, compuesto básicamente por átomos de Carbono. La interacción entre
un fotón y un electrón fuertemente ligado puede tratarse como si en efecto el
choque del fotón se produjera contra un átomo de Carbono, cuya masa es
aproximadamente 23,000 veces la masa del electrón. Reemplazando el valor
me en la Ec. (1.42) por el valor correspondiente para el átomo de Carbono
(aproximadamente 23,000me) se obtendrá λ1 − λ 0 ≈ 0 y por lo tanto λ 0 ≅ λ1 .
El éxito en la explicación teórica del efecto Compton brindó evidencia
adicional a la proporcionada por el efecto fotoeléctrico, de la existencia de la
cuantización de la radiación electromagnética.

1.4. MODELOS ATÓMICOS


1.4.1. Espectros atómicos de los gases
Cuando se estudió la radiación térmica, se vio que todos los objetos emiten
radiación electromagnetica caracterizada por una distribución continua de
longitudes de onda. En contraste con este espectro continuo se encuentra el
espectro de líneas discreto observado cuando un gas a baja presión se somete
a descarga eléctrica. Esta descarga se produce cuando el gas se somete a una
diferencia de potencial mayor que su resistencia dieléctrica produciéndose
descargas eléctricas a través del gas.
En la Figura 1.15 se observa un esquema simplificado de un dispositivo
dedicado al estudio de los espectros de emisión de gases.

Figura 1.15: esquema de un dispositivo de medición de espectros de emisión


en gases

La fuente de emisión proviene de una descarga eléctrica la cual pasa a


través de un gas monoatómico. Debido a colisiones con electrones o entre los
mismos átomos del gas, algunos de estos átomos son puestos en estados
excitados. Estos átomos, al volver a su estado de energía fundamental, emiten

33
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

radiación electromagnética. La radiación emitida desde el gas es colimada en


un diafragma, dispersada por un prisma (o una red de difracción), y separada
en su espectro constitutivo. Finalmente, la radiación incide sobre una placa
fotográfica revelando un patrón de líneas sobre una escala graduada. La
Figura 1.16 muestra la porción visible del espectro atómico para el gas
monoatómico de Hidrógeno.

Figura 1.16: espectro de emisión visible para el átomo de Hidrógeno

La gran regularidad del espectro atómico del Hidrógeno motivó a


numerosos científicos a buscar una fórmula empírica para representar las
longitudes de onda las líneas espectrales. En 1885, Johan Balmer obtuvo una
expresión que reprodujo con éxito las primeras nueve líneas espectrales (las
cuales eran las únicas conocidas en ese momento). La ecuación de Balmer
tiene la siguiente forma:

⎛ n2 ⎞
λ ( Å ) = 3,646 ⎜⎜ 2 ⎟ ; n = 3, 4, 5, …
⎟ (1.43)
⎝ n − 4 ⎠

Para n = 3 se obtiene la línea H α , n = 4 produce la línea H β , etc. Se le dio el


nombre de serie de Balmer a este conjunto de líneas espectrales. Este
descubrimiento motivó a otros investigadores a encontrar expresiones similares
para las líneas observadas en otras porciones del espectro o en espectros de
otros elementos. Gran parte de este trabajo de investigación fue llevado a cabo
por Rydberg, quien determinó que trabajar con el número de onda k = 1/ λ
resultaba más conveniente para caracterizar las líneas que la misma longitud
de onda λ . En términos de esta cantidad, la Ec. (1.43) se reescribe como:

1 ⎛ 1 1 ⎞
= RH ⎜ 2 − 2 ⎟ ; n = 3, 4, ….. (1.44)
λ ⎝2 n ⎠

donde RH es conocida como la constante de Rydberg para el Hidrógeno y su


valor es 1.096776×107 [m-1]. Una expresión más general permite obtener las
líneas espectrales del Hidrógeno y de algunos otros elementos, como por
ejemplo los metales alcalinos (correspondientes a la primera columna de la
tabla periódica). Esta expresión resulta muy similar a la Ec. (1.44) y viene dada
por:

34
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

1 ⎛ 1 1 ⎞
= R ⎜⎜ − ⎟⎟ ; m > n enteros (1.45)
2
λ ⎝m n2 ⎠

donde R es conocida como la constante de Rydberg y posee un valor particular


para cada elemento. Para el Hidrógeno, la Ec. (1.45) puede utilizarse para
obtener las líneas espectrales utilizando R = RH = 1.096776×107 [m-1] y m = 1
para las líneas del espectro ultravioleta (UV), m = 2 para las líneas del espectro
UV cercano y visible, y m = 3, 4 y 5 para las líneas del espectro infrarrojo.
Algunas de las ecuaciones para las líneas espectrales del Hidrógeno quedan
expresadas como se indica a continuación:

1 ⎛ 1 1 ⎞
UV: = R H ⎜⎜ − ⎟⎟ ; n = 2, 3, 4, …
λ ⎝ 12 n 2 ⎠

1 ⎛ 1 1 ⎞
UV cercano y visible: = R H ⎜⎜ − ⎟⎟ ; n = 3, 4, 5, …
λ ⎝ 22 n 2 ⎠

1 ⎛ 1 1 ⎞
Infrarrojo: = R H ⎜⎜ − ⎟⎟ ; n = 4, 5, 6, …
λ ⎝ 32 n2 ⎠

1.4.2. Modelo atómico de Thomson


En la época de Newton el átomo estaba modelado como una diminuta esfera,
indivisible. Este simple modelo proporcionó una buena base para el desarrollo
de algunas teorías, como la teoría cinética de los gases. Sin embargo, cuando
los experimentos revelaron la naturaleza eléctrica de los gases, fue necesario
desarrollar modelos más complejos que permitieran explicar tales fenómenos.
Para finales del siglo XIX, se conocían ciertos aspectos del átomo en
relación a su estructura: i) la relación carga / masa para algunos átomos
ionizados, incluido el átomo de Hidrógeno, se había podido medir mediante
electrólisis; ii) Thomson había descubierto el electrón, en 1897, mediante
experiencias en gases enrarecidos y había determinado la relación
carga / masa para el electrón resultando cerca de 1,800 veces mayor a la del
átomo de Hidrógeno; iii) Millikan y Fletcher habían podido determinar la carga
eléctrica y la masa del electrón; iv) Barkla y colaboradores, mediante dispersión
de rayos X obtuvieron una estimación para el número Z de electrones en un
átomo, como Z = A / 2, donde A es el peso atómico en escala química del
átomo en cuestión; v) la neutralidad eléctrica de los átomos era también un
hecho conocido en esa época; y vi) para finales del siglo XIX las dimensiones
aproximadas del átomo eran conocidas, resultando del orden del Å. Todas
estas consideraciones llevaban a una pregunta: ¿De qué forma se distribuyen
las cargas positivas y negativas en un átomo?
Thomson propuso uno de los primeros modelos de la composición del
átomo, tomando en consideración los hechos detallados en el párrafo anterior.
El modelo atómico de Thomson consideraba una masa de carga eléctrica
positiva distribuida en todo el volumen asignado al átomo, con electrones (de
carga eléctrica negativa) incrustados. Debido a la repulsión electrostática, los

35
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

electrones se encontraban uniformemente distribuidos en la masa de carga


positiva. Se conoció a este modelo como el modelo del “budín con pasas”. Se
presenta un esquema del modelo de Thomson en la Figura 1.17.

Figura 1.17: modelo de Thomson para el átomo

En su modelo, los electrones se encontraban ligados al átomo por fuerzas


de atracción electrostática y la ionización del átomo se produciría por arranque
de electrones, quedando un ión positivo. Desafortunadamente, a pesar de los
intentos de Thomson, este modelo no pudo explicar los espectros de emisión
observados experimentalmente.

1.4.3. Modelo atómico de Rutherford


A comienzos del siglo XX, Rutherford había logrado establecer la naturaleza de
las radiaciones emitidas por sales de Radio y sus derivados. Así, había
demostrado que las partículas emitidas, denominadas partículas alfa, poseen
una relación carga / masa igual a la mitad de la del protón (ión de Hidrógeno) y
posteriormente las identificó como átomos de Helio ionizado.
En el año 1911, Ernest Rutherford, junto a sus estudiantes Hans Geiger y
Ernest Mardsden, realizó una serie de experimentos que demostraron que el
modelo de Thomson resultaba incorrecto, y que en realidad el átomo era un
sistema prácticamente vacío. El experimento se encuentra esquematizado en
la Figura 1.18.

Figura 1.18: experimento de Rutherford

En su experimento Rutherford bombardeó, con haces de partículas alfa,


láminas delgadas de diferentes elementos y observó mediante cristales de Zinc

36
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

(los cuales producen un centello luminoso al ser impactado por una partícula
alfa de alta energía) las dispersiones producidas por la interacción entre el
material de la lámina y las partículas alfa. Los resultados obtenidos mostraron
que, debido a lo extremadamente delgado de la lámina irradiada, la mayoría de
las partículas alfa atravesaban la lámina sufriendo muy pequeños cambios en
su velocidad y dispersiones a ángulos muy pequeños. Sin embargo algunas
pocas partículas se desviaban a ángulos enormes, inclusive a 180º.
Utilizando las leyes de la mecánica clásica y la ley de Coulomb, se
pueden predecir las trayectorias de las partículas alfa, siempre y cuando la
distribución de cargas en los átomos de la lámina sea conocida. De esta forma,
para la distribución de cargas propuesta por Thomson en su modelo atómico,
es posible calcular los resultados esperados del experimento. Luego de sus
experiencias, Rutherford observó con asombro que el modelo de Thomson no
podía explicar las enormes dispersiones observadas en las partículas alfa. En
un intento por explicar sus observaciones, Rutherford propuso un nuevo
modelo atómico.
Este nuevo modelo supuso a toda la carga positiva del átomo (y por lo
tanto a la mayoría de su masa) concentrada en un volumen muy pequeño en
comparación al volumen total del átomo, volumen al cual denominó núcleo
atómico. Todos los electrones se encuentran distribuidos por fuera del núcleo, y
para explicar porque los electrones no son atraídos por su carga positiva los
supuso en órbitas alrededor del mismo. Se conoció a este modelo como el
modelo planetario del átomo por su similitud con el sistema solar.
Si bien el modelo de Rutherford constituyó un gran avance, existían dos
dificultades básicas: i) no pudo explicar los espectros de emisión discretos
observados experimentalmente; y ii) debido a que en este nuevo modelo el
electrón se encuentra sujeto a aceleración centrípeta, según la física clásica
(leyes de electromagnetismo de Maxwell), el átomo debía emitir radiación
electromagnética continuamente con frecuencia ν igual a la frecuencia de
revolución del electrón. Según este hecho, cuando el electrón irradia, se emite
energía del átomo, el electrón pierde energía y el radio de la órbita disminuye
gradualmente aumentando su frecuencia de revolución. Esto provocaría un
aumento constante de la frecuencia de la radiación emitida y el colapso final del
átomo cuando electrón se precipitase sobre el núcleo.

1.4.4. Modelo atómico de Bohr para átomos con un electrón


Los inconvenientes sin resolver del modelo atómico de Rutherford dejaban el
escenario preparado para que Niels Bohr propusiera en 1913 un nuevo modelo
atómico aplicable al átomo de Hidrógeno y luego generalizado a átomos de un
electrón (es decir, al átomo de H, el ión de He, etc.). En su modelo, Bohr
combinaba las ideas cuánticas de Planck, el concepto del fotón de Einstein, y la
idea del núcleo atómico de Rutherford. Las ideas básicas del modelo propuesto
por Bohr para el átomo de Hidrógeno son:

- El electrón se mueve en órbitas circulares alrededor del núcleo bajo la


influencia de la fuerza electrostática de atracción entre la carga positiva
del núcleo y la negativa del electrón.

37
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

- Solo ciertas órbitas del electrón son estables. Cuando el electrón se


encuentra en alguna de estas órbitas, a las que Bohr denominó estados
estacionarios, no emite radiación electromagnética. En consecuencia, la
energía total del átomo permanece constante y puede utilizarse la
mecánica clásica para describir el movimiento del electrón. Nótese que
este postulado se encuentra en clara oposición con la física clásica, pues
supone que una carga eléctrica acelerada no emite radiación
electromagnética.

- La radiación electromagnética es emitida por el átomo solo cuando el


electrón hace una transición de un estado estacionario de mayor energía
hacia uno de menor energía. Esta transición no puede tratarse de manera
clásica. Bohr postuló que como consecuencia de la transición, se emite un
fotón cuya frecuencia ν se relaciona con el cambio de energía involucrado
en la transición:

Ei − Ef = h ν (1.46)

donde Ei y Ef son la energía del estado inicial y final del átomo; y Ei > Ef.
Adicionalmente, Bohr postuló que la energía de un fotón incidente puede
ser absorbida por el átomo produciendo una transición de un estado de
baja energía a uno de mayor energía. Esto solo puede suceder si la
energía del fotón incidente iguala a la diferencia de energía entre los
estados estacionarios involucrados en la transición.

- Por ultimo, Bohr postuló las órbitas permitidas son aquellas para las
cuales la magnitud de la cantidad de movimiento angular órbital del
electrón en relación con el núcleo se encuentra cuantizada y es igual a un
múltiplo entero de h = h / 2π :

L = me v e r = n h ; n = 1, 2, … (1.47)

donde L es la magnitud de la cantidad de movimiento angular del electrón,


m e es su masa, ve su velocidad y r es el radio de la órbita. En realidad,
ésta condición de cuantización del momento angular no es un postulado,
sino que se determinó a partir del principio de correspondencia (también
atribuido a Bohr), según el cual al considerar órbitas muy grandes las
predicciones clásicas y las cuánticas deben coincidir. Bajo esta hipótesis,
se llega a demostrar que las órbitas permitidas son aquellas que cumplen
la Ec. (1.47).

Se considera a continuación el análisis de un átomo con un núcleo de


carga atómica q = Z e y masa M, y un solo electrón de carga –e y masa m e .
Ejemplos particulares de este caso son el átomo neutro de Hidrógeno donde
Z = 1, el Helio simplemente ionizado donde Z = 2, y el Litio doblemente
ionizado donde Z = 3. Según el postulado de Bohr, el electrón rota en órbitas
circulares alrededor del núcleo. Se supone como primera aproximación que el
electrón posee una masa despreciable en comparación con el núcleo atómico

38
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

(M >> me) con lo que puede considerarse que el núcleo permanece fijo.
Aplicando la segunda ley de Newton, considerando la fuerza electrostática de
atracción entre el electrón y el núcleo, se tiene:

1 Z e2 v e2
F= = m e = me a (1.48)
4πε 0 r 2 r

donde ε 0 es la permitividad del vacío (8.8542×10-12 [C2 / N m2]). El miembro


izquierdo de la Ec. (1.48) corresponde a la fuerza coulombiana y el miembro
derecho al producto de la masa del electrón y la aceleración centrípeta. De la
Ec. (1.48) puede obtenerse una expresión para la velocidad con la que el
electrón órbita alrededor del núcleo, la cual resulta:

Z e2
ve = (1.49)
4π ε 0 me r

La energía cinética correspondiente puede calcularse a partir de la Ec. (1.49),


mediante la ecuación de energía cinética clásica:

1 Z e2
K= me v e2 = (1.50)
2 8π ε 0 r

Por otro lado, la energía potencial electrostática responde a:

1 Z e2
U=− (1.51)
4π ε 0 r

Por lo tanto la energía total del átomo será:

Z e2 Z e2 Z e2
E = K +U = − =− (1.52)
8π ε 0 r 4π ε 0 r 8π ε 0 r

Obsérvese que la energía total es negativa, lo cual indica que se debe aportar
energía al átomo para remover o arrancar un electrón.
Para obtener una expresión para el radio r al cual orbita el electrón se
utiliza la condición de cuantización del momento angular [Ec. (1.47)].
Combinando las Ecs. (1.47) y (1.49) puede razonarse que:

n2 h2 Z e2
v e2 = 2
= ; n = 1, 2, … (1.53)
me r 2 4π ε 0 me r

De donde puede despejarse una expresión para r recordando que h = h / 2π :

39
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

ε0 h2
r = n 2 ; n = 1, 2, … (1.54)
2
π me Z e

A partir de la Ec. (1.54), considerando Z = 1 y n = 1 se obtiene el llamado radio


de Bohr, correspondiente a la primer órbita del átomo de Hidrógeno, cuyo valor
es r0 = 0.53 [Å], lo cual concuerda aceptablemente con las estimaciones del
tamaño del átomo. Reemplazando la Ec. (1.54) en la Ec. (1.52) se obtiene una
expresión para la energía total del átomo:

me Z 2 e 4 1
E=− ; n = 1, 2, … (1.55)
8 ε 02 h 2 n2

Si se reemplazan los valores de las constantes y se considera al átomo de


Hidrógeno (Z = 1) se llega a la expresión:

13.6
E=− [ eV ] ; n = 1, 2, … (1.56)
n2

De la Ec. (1.56) se obtiene E1 = -13.6 [eV] para el primer nivel de energía,


correspondiente a la órbita mas pequeña en el átomo de Hidrógeno; E2 = -3.4
[eV] para el segundo nivel; E3 = -1.51 [eV] para el tercero; etc. Estos valores
corresponden a la cantidad de energía que se necesita aportar al átomo de
Hidrógeno para ionizarlo, según el estado energético en el que se encuentre.
Cuando n tiende a infinito la Ec. (1.56) predice que la energía tiende a cero, lo
cual se corresponde con órbitas tan grandes que se puede considerar al
electrón como desligado del átomo.
Utilizando la Ec. (1.55) puede obtenerse la energía del fotón emitido
cuando el átomo de Hidrógeno realiza una transición desde un nivel con
energía En al otro nivel con energía Em:

me e 4 ⎛ 1 1 ⎞ e2 ⎛ 1 1 ⎞
E= ⎜⎜ − ⎟⎟ = ⎜⎜ − ⎟⎟ (1.57)
8 ε 02 h 2 ⎝ m 2 n 2 ⎠ 8 π ε 0 r0 ⎝ m2 n2 ⎠

Este valor de energía para el fotón emitido puede escribirse en términos del
número de onda k = 1/ λ sabiendo que E = h ν :

1 e2 ⎛ 1 1 ⎞
= ⎜⎜ − ⎟⎟ (1.58)
λ 8 π ε 0 h c r0 ⎝ m 2 n 2 ⎠

Un hecho notable es que la Ec. (1.58), obtenida mediante consideraciones


puramente teóricas, resulta idéntica a las expresiones empiricas de Balmer y
Rydberg para predecir los espectros de emisión del Hidrógeno. De hecho, la
Ec. (1.58) permite calcular en forma teórica la constante de Rydberg para el
Hidrógeno, mediante:

40
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

e2
RH = = 1.0973732 × 10 7 [ m −1 ] (1.59)
8 π ε 0 h c r0

La Ec. (1.58) permite interpretar la serie de Balmer como producida por


aquellas transiciones del átomo de Hidrógeno que culminan en el nivel
correspondiente a m = 2. Cuando Bohr presentó su teoría, también se conocía
la serie correspondiente a transiciones que culminan en el nivel m = 3 (serie de
Paschen, en honor a su descubridor). Además, la teoría predijo con éxito otras
líneas espectrales del átomo de Hidrógeno que luego fueron halladas. Así, en
1916 Lyman halló las líneas correspondientes a transiciones a m = 1; en 1922
Brackett descubrió la serie de líneas correspondientes a transiciones que
terminan en el nivel m = 4; y en 1923 Pfund halló las líneas que terminan en
m = 5. La Figura 1.19 representa un esquema de alguna de las transiciones
del átomo de Hidrógeno junto a sus series correspondientes.

Figura 1.19: diagrama de los niveles de energía para el átomo de Hidrógeno

Influencia del movimiento del núcleo


Las expresiones obtenidas en el apartado anterior se hicieron bajo la
suposición de que la masa del núcleo (M) es mucho mayor a la masa del
electrón ( m e ), es decir, suponiendo al núcleo permaneciendo fijo. Sin embargo,
para el átomo de Hidrógeno M es sólo 1,836 veces mayor a m e , y por lo tanto
la hipótesis de un núcleo fijo se encuentra algo alejada de la realidad. Tanto el
núcleo como el electrón describen órbitas alrededor del centro de masa. Un
estudio detallado permite obtener una expresión más exacta para la energía en
los niveles estacionarios de un átomo con un solo electrón, como:

me Z 2 e 4 1
E=−
⎛ m ⎞ n2 (1.60)
8 ε 02 h 2 ⎜⎜ 1 + e ⎟⎟
⎝ M ⎠

41
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Esta nueva expresión sirvió para explicar las diferencias en las líneas
espectrales de los isótopos de algunos elementos; por ejemplo en las líneas
espectrales del Deuterio, el cual es un isótopo del Hidrógeno con una masa en
su núcleo que duplica a la del núcleo de Hidrógeno.
Si bien la teoría de Bohr resultó exitosa en cuanto a que coincidía con
algunos resultados experimentales en átomos con un solo electrón, también
sufría de algunas inconsistencias. El primer indicio se presentó cuando se
utilizaron técnicas espectroscópicas complejas para analizar las líneas
espectrales del Hidrógeno, descubriendose que en su mayoria estaban
constituidas por grupos de líneas muy cercanas entre si. Otra inconsistencia
surgió al observarse que muchas de las líneas en el espectro se desdoblaban
en numerosas líneas al someter a los átomos a campos magnéticos poderosos.
El modelo de Bohr no logro explicar estos fenómenos.

1.4.5. Modelo cuántico del átomo


En su modelo atómico, Bohr consideró al electrón como una partícula en órbita
alrededor del núcleo en niveles de energía cuantizados no radiantes, a los que
llamo estados estacionarios. Este modelo llevo a un análisis que combinaba
conceptos de física clásica y física cuántica. Además, permitió explicar con
éxito ciertas observaciones experimentales, pero no fue capaz de explicar otros
fenómenos observados experimentalmente, como por ejemplo, el
desdoblamiento de líneas espectrales en átomos sujetos a campos magnéticos
fuertes. Estas dificultades se eliminan cuando se utiliza un modelo puramente
cuántico que incluya la resolución de la ecuación de Schrödinger para la
función de onda. Este nuevo planteo, el cual se engloba en la rama de la física
denominada mecánica cuántica, no considera al electrón moviéndose en
órbitas perfectamente definidas (como plantea Bohr), sino más bien plantea el
movimiento del electrón en una región difusa alrededor del núcleo denominada
nube electrónica. A continuación, se describen en más detalle los principales
conceptos del modelo atómico propuesto por la mecánica cuántica.

La función de onda
Según la mecánica cuántica, con cada partícula se encuentra asociada una
función de onda, Ψ ( x, y , z, t ) . La interpretación de la función de onda es tal que
la probabilidad por unidad de volumen de hallar a la partícula en una región del
espacio es proporcional al cuadrado de su función de onda. Más precisamente,
siendo la función de onda una función de variable compleja se cumple que
dicha probabilidad, denotada por P, se obtiene mediante:

∫ Ψ ( x , y , z, t )
2
P= dR (1.61)
R

donde R es la región del espacio cuya probabilidad de encontrar a la partícula


en su interior es P.
Para cualquier sistema en que la energía potencial sea independiente del
tiempo y dependa solo de la posición de las partículas dentro del sistema, la

42
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

función de onda será también independiente del tiempo, es decir,


Ψ = Ψ ( x, y ,z ) .
En el año 1926, Erwin Schrödinger propuso una ecuación de onda la cual
describe la manera en que la función de onda varía en el espacio. Al analizar el
comportamiento de un sistema cuántico (como por ejemplo el átomo) es
necesario determinar la solución de esta ecuación y aplicarle las condiciones
de contorno apropiadas. Así, la solución proporciona las funciones de onda
para las partículas en el sistema (como por ejemplo, los electrones) y los
niveles de energía permitidos.
La ecuación de Schrödinger en coordenadas cartesianas, aplicada a una
partícula de masa m que interactúa con su entorno por medio de una función
de energía potencial U ( x , y , z ) , es:

h 2 ⎛⎜ ∂ 2Ψ ∂ 2Ψ ∂ 2Ψ ⎞
⎟ +U Ψ = E Ψ
− + + (1.62a)
2 m ⎜⎝ ∂x 2 ∂y 2 ∂z 2 ⎟

donde E es la energía total del sistema. En el estudio del átomo de Hidrógeno,


la función energía potencial es solo una función del radio r dada por:

1 e2
U (r ) = − (1.62b)
4 π ε0 r

Debido a la simetría esférica del problema, es conveniente tratar con la


ecuación de Schrödinger en coordenadas esféricas. Se muestra una
representación del sistema de coordenadas esféricas en la Figura 1.20.

Figura 1.20: sistema de coordenadas esféricas

La transformación de coordenadas necesaria es extremadamente


compleja y escapa al interés de este texto. Se presenta directamente la
ecuación de Schrödinger independiente del tiempo en coordenadas esféricas:

43
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

h 2 ⎡ 1 ∂ ⎛ 2 ∂Ψ ⎞ 1 ∂ 2Ψ 1 ∂ ⎛ ∂Ψ ⎞ ⎤
− ⎢ ⎜⎜ r ⎟⎟ + + ⎜⎜ senθ ⎟⎟ ⎥ +
2 m ⎢⎣ r 2 ∂r ⎝ ∂r ⎠ r 2 sen 2 θ ∂φ 2 r 2 senθ ∂θ ⎝ ∂θ ⎠ ⎥⎦ (1.63)
+U Ψ = E Ψ

La resolución de la ecuación de Schrödinger no será llevada a cabo debido a


su complejidad, aunque se brindan los lineamientos generales de su resolución
en el Apéndice B. En cambio se procederá a explicar las soluciones ya
conocidas. Así, la solución a la ecuación de Schrödinger en coordenadas
esféricas resulta separable en variables y por lo tanto la función de onda
Ψ = Ψ ( r , θ , φ ) puede representarse mediante la forma:

Ψ ( r ,θ ,φ ) = R ( r ) Θ ( θ ) Φ ( φ ) (1.64)

donde R, Θ y Φ son funciones de una sola variable, r, θ y φ ,


respectivamente. Reemplazando la Ec. (1.64) en la ecuación (1.63) se obtienen
tres ecuaciones diferenciales para las funciones R, Θ y Φ . Resolviendo estas
tres ecuaciones diferenciales y aplicando las condiciones de contorno
adecuadas, se obtienen las soluciones para las funciones R, Θ y Φ . Estas
soluciones se encuentran caracterizadas por tres números cuánticos n, l, y ml,
diferentes para cada estado energético del átomo.

Interpretación de los números cuánticos


Como se comentó anteriormente, a diferencia del modelo de Bohr, la mecánica
cuántica no considera al electrón moviéndose en órbitas definidas. En cambio,
lo considera moviéndose en una zona difusa del espacio, denominada
comúnmente nube electrónica. La forma y distribución de la nube electrónica se
encuentra determinada enteramente por la función de onda Ψ ( r , θ , φ ) y por lo
tanto por los números cuánticos (n, l, y ml). Sólo a manera de ejemplo, se
muestran en la Figura 1.21 dos configuraciones particulares de la nube
electrónica obtenidas a partir de diferentes combinaciones de (n, l y ml).

Figura 1.21: distribuciones de la nube electrónica para diferentes


configuraciones de los números cuánticos (n, l y ml)

44
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Número cuántico principal (n)


Se encuentra asociado con la ecuación radial R ( r ) . Esta ecuación lleva a
funciones radiales que permiten calcular la probabilidad de encontrar el
electrón a una cierta distancia radial del núcleo. A partir de la ecuación radial,
las energías de los estados permitidos en el átomo de Hidrógeno pueden ser
obtenidas en función del número cuántico principal n:

e2 1 13.6
En = − 2
[eV ] = − 2 [eV ] ; n = 1, 2, 3, … (1.65)
8 π ε 0 r0 n n

Nótese que los estados energéticos permitidos obtenidos a partir de la


mecánica cuántica coinciden con los estados obtenidos por el modelo de Bohr
[ver Ecs. (1.55) y (1.56)].

Número cuántico órbital (l)


De acuerdo con la mecánica cuántica un átomo cuyo número cuántico principal
es n no puede tomar cualquier valor de magnitud de momento angular, sino
solamente cantidades discretas determinadas por el número cuántico órbital l,
según:

L = l (l + 1) h ; l = 0, 1, 2, …, n - 1 (1.66)

Nótese que l solo puede tomar valores enteros desde 0 hasta n – 1. Dados
estos valores permitidos de l, puede verse que L = 0 (correspondiente a l = 0)
es un valor factible de momento angular órbital. Este estado puede
interpretarse como un movimiento con simetría esférica del electrón pero sin un
eje de rotación fundamental, sino mas bien con un movimiento caótico
alrededor del núcleo atómico.

Número cuántico magnético órbital (ml)


La cantidad de movimiento angular (cuantizada en magnitud por el número
cuántico órbital l) es una cantidad vectorial. Dado que el electrón es una carga
en movimiento alrededor del núcleo genera un momento magnetico, el cual se
denota como μ . Para entender el rol que juega el número cuántico ml debe
recordarse que ciertas líneas espectrales de algunos elementos se desdoblan
en varias líneas al someter a los átomos a campos magnéticos. Ahora,
supóngase que se somete a los átomos a un campo magnético externo. Según
la mecánica cuántica, existirán direcciones permitidas para el vector de
momento magnético, μ , con respecto a la dirección del campo magnético
aplicado, B. Se denota a la dirección del campo B como z. Dado que el vector
de momento magnético y el de momento angular se relacionan mediante
μ = ( e / 2 m e ) L , puede razonarse que las direcciones del vector de momento
angular se encuentran también cuantizadas. El número cuántico magnético
órbital determina la cuantización de la proyección del vector de momento
magnético L sobre la dirección z, que denotamos Lz y responde a:

45
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

L z = m l h ; ml = -l, …, 0, 1, 2, …, l (1.67)

En la Figura 1.22 se esquematiza el vector de momento angular para el caso


l = 2. Se observa que, la proyección en la dirección z (dirección del campo
magnético aplicado) del vector L toma valores cuantizados por el número
cuántico m l .

Figura 1.22: esquema del vector de momento angular, L, para l = 2

El desdoblamiento de las líneas espectrales en presencia de campos


magnéticos puede explicarse a partir del modelo atómico obtenido según la
mecánica cuántica. Al colocar el átomo en un campo magnético de amplitud B
y dirección z, la energía total del átomo aumenta. El aumento de energía
corresponde a la energía adicional derivada de la interacción del campo
magnético B y el momento magnético μ , la cual viene dada por:

e e
E ml = μ ⋅ B = L ⋅B = ml h B (1.68)
2 me 2 me

Por lo tanto, la energía total del átomo en presencia de un campo magnético


esta dada por la suma de la Ec. (1.65) y la Ec. (1.68).

e2 1 e
E n ,m l = − + ml h B (1.69)
8 π ε 0 r0 n 2 2m

Entonces, en presencia de un campo magnético, para un mismo estado


energético base determinado por n se tendrán en realidad 2 l + 1 estados
energéticos diferentes, lo que dará lugar a 2 l + 1 líneas espectrales.

Reglas de selección para transiciones entre estados


La mecánica cuántica también especifica la forma en que las transiciones entre
estados energéticos diferentes tienen lugar. Aunque no se darán mayores
detalles, se dirá que no todas las transiciones entre estados energéticos están
permitidas. Solo aquellas transiciones que cumplan las condiciones Δl = ± 1 y
Δml = 0 , ± 1 son posibles.

46
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

Número cuántico de espin


Los tres números cuánticos que se analizaron hasta ahora surgen directamente
de la solución de la ecuación de Schrödinger aplicada al átomo. Sin embargo,
experimentos subsecuentes demostraron que estos tres números no son
suficientes para caracterizar el estado energético total de un átomo.
Entre 1921 y 1924, Stern y Gerlach, realizaron una serie de experimentos
con la finalidad de comprobar la cuantización espacial (cuantización del
momento magnético, ml). Sus resultados presentaron ciertas diferencias
cuantitativas respecto de los resultados teóricos esperados. En sus
experimentos, un haz de átomos de Plata dirigidos a través de un campo
magnético no uniforme se dividía en dos componentes discretas. Se muestra
en la Figura 1.23 un esquema del dispositivo utilizado por Stern y Gerlach.

Figura 1.23: dispositivo utilizado por Stern y Gerlach

El haz de átomos neutros de Plata es generado evaporando Plata en un


horno. El haz es colimado en el diafragma y enviado a través del campo
magnético no uniforme para impactar finalmente en una placa fotográfica.
Debido a que los átomos son neutros, la única fuerza actuando sobre ellos es
la debida a la interacción entre el momento magnético μ y el campo magnético
aplicado.
El haz dentro del campo magnético no uniforme experimenta una fuerza
debido a la interacción del momento magnético μ y el campo aplicado, cuya
magnitud depende de la orientación de μ . En consecuencia, el haz debía
desdoblarse en una cantidad igual al número de orientaciones posibles del
momento magnético, al atravesar la región de campo magnético.
Según la mecánica cuántica, el número de líneas que debían visualizarse
sobre la placa fotográfica correspondería a la cantidad (2 l + 1), la cual coincide
con el número de cuantizaciones del momento magnético μ . Dado que l es un
entero, el valor (2 l + 1) siempre es impar. Sin embargo, Stern y Gerlach
observaron un número par de líneas. Además, cualquiera sea el valor de l, el
caso ml = 0 debería estar siempre presente. A partir de esto, era de esperarse
una línea sobre la placa fotográfica correspondiente a átomos que no sufrieran
deflexión. Sin embargo, esto no se observó en el experimento. Los
experimentos fueron repetidos por Phipps y Taylor en el año 1927 pero con
átomos de Hidrógeno. Los resultados fueron nuevamente coincidentes con los
de Stern y Gerlach.

47
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Para intentar explicar estas observaciones Goudsmit y Uhlenbeck


propusieron que el electrón posee una cantidad de movimiento angular propio,
un espin intrínseco, además de su momento angular órbital. En otras palabras,
el electrón en un estado energético dado por el número cuántico n contiene
tanto una contribución órbital L como una contribución de espin S.
De las experiencias y consideraciones teóricas, se concluyó que el
momento magnético de espin puede tomar dos valores para la dirección z
(correspondiente a la dirección del campo magnético aplicado):

1
Sz = ± h (1.70)
2

Esto da lugar al cuarto número cuántico denominado número cuántico de


espin, ms, que puede tomar los valores ms = ± 1/2.

Notación espectroscópica y principio de exclusión


Por razones históricas, se dice que todos los estados que poseen el mismo
número cuántico principal forman una capa. Las capas se identifican con las
letras K, L, M, …., que designan los estados para los cuales n = 1, 2, 3, … De
igual manera, se dice que todos los estados que poseen los mismos valores de
n y l forman una subcapa. Las letras s, p, d, f, g, h, … se utilizan para designar
las subcapas para las cuales l = 0, 1, 2, 3, 4, … Por ejemplo el estado 3p
corresponde a n = 3 y l = 1, y el 2s corresponde a n = 2 y l = 0. La
especificación de los valores n y l para un electrón atómico se denomina
configuración electronica.
La configuración electrónica de los electrones en un átomo se caracteriza
a partir del llamado principio de exclusión propuesto por Wolfgang Pauli y de la
regla de Hund propuesta por Friedrich Hund. El principio de exclusión postula
que: no puede haber dos electrones en el mismo estado cuántico; por lo tanto,
dos electrones del mismo átomo no pueden tener el mismo conjunto de
números cuánticos (n, l, ml, ms). Por otro lado, la regla de Hund establece la
forma en que los electrones se distribuyen alrededor del átomo. A partir de esta
regla puede considerarse la estructura electrónica de los átomos como una
sucesión de niveles energéticos. Los electrones se ubican en la capa de menor
energía. A medida que las capas inferiores se llenan, los electrones ocupan las
capas subsiguientes. Cuando una capa se llena, el siguiente electrón se coloca
en la subcapa de menor energía desocupada.

1.5. RADIACIÓN LÁSER


1.5.1. Emisión espontánea y estimulada
Se ha estudiado en las secciones precedentes que un electrón en cierto estado
energético absorbe y emite radiación electromagnética solo dentro de las
frecuencias que corresponden a la diferencia de energía entre los estados
permitidos. Para ver esto con más detalle, considérese un átomo con los
niveles de energía permitidos E1 y E2, con E1 < E2. En condiciones normales la
mayoría de los átomos en un material se encuentran en el estado base (E1).
Cuando incide radiación sobre el átomo, solo aquellos fotones cuya energía

48
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

( h ν ) sea exactamente igual a la diferencia de energía entre los dos niveles del
átomo podrán ser absorbidos por el mismo. Este proceso es conocido como
absorción estimulada y se representa esquemáticamente en la Figura 1.24.
Nótese que, las líneas horizontales representan estados energéticos.

Figura 1.24: absorción estimulada de un fotón y excitación del átomo

Una vez que el átomo se encuentra en estado excitado (E2), queda


inestable y puede realizar una transición a un estado mas estable de menor
energía emitiendo un fotón en el proceso, tal y como se esquematiza en la
Figura 1.25. Este proceso es conocido como emisión espontánea, ya que se
produce de forma espontánea sin requerir de una estimulación externa que
produzca dicha transición.

Figura 1.25: emisión espontánea de un fotón y desexcitación del átomo

Alternativamente a la emisión espontánea, también puede darse el


fenómeno de emisión estimulada. Para entender este proceso de des-
excitación, considérese la Figura 1.26. En este esquema se observa un átomo
inicialmente en estado excitado. Imagínese que durante el intervalo de tiempo
en el que el átomo se encuentra en este estado un fotón de energía
h ν = ΔE = E 2 − E 1 incide sobre el átomo. Pueden darse dos situaciones
posibles: i) si la energía del fotón incidente es suficiente puede arrancar el
electrón, ionizando el átomo; o ii) la interacción entre el fotón y el átomo
provoca que este último vuelva al estado base, emitiendo en el proceso un
nuevo fotón de energía h ν = ΔE = E 2 − E 1 . En este ultimo proceso, el fotón
incidente no es absorbido; por lo tanto luego de la emisión estimulada, existirán
dos fotones, el emitido a raíz de la desexcitación y el incidente, ambos de igual

49
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

energía. La particularidad del proceso de emisión estimulada, radica en que


ambos fotones (el incidente y el emitido) no solo poseen igual energía
( ΔE = E 2 − E 1 ), sino que además ambos fotones viajan en fase, en la misma
dirección y se encuentran idénticamente polarizados.

Figura 1.26: emisión estimulada y desexcitación del átomo

1.5.2. Equilibrio térmico e inversión de población


La distribución de estados energéticos en un sistema compuesto por un
conjunto de átomos en ausencia de una fuente de energía externa se
encuentra gobernada enteramente por la temperatura del sistema de acuerdo a
la distribución de Boltzmann. Según Boltzmann, en un sistema atómico, el
número N1 de átomos en el estado energético E1 se relaciona con el número N2
de átomos en estados E2, según:

( E 1 −E 2 )

N1 kB T
=e (1.71)
N2

donde kB es la constante de Boltzmann. La distribución de Boltzmann [Ec.


(1.71)] predice que a una temperatura dada, el número de átomos en un estado
energético decae exponencialmente con el valor de energía del estado. Un
sistema que cumple la ecuación de Boltzmann se denomina sistema en
equilibrio térmico. En un sistema de este tipo, el número de átomos en estados
energéticos base es siempre mayor al número de átomos en estados
excitados.
Considérese ahora, la situación en donde se inyecta energía a un sistema
en equilibrio térmico para causar un exceso de átomos en estados excitados.
Esta situación donde el número de átomos en estados excitados excede el
número de átomos en estados base se denomina condición de inversión de
población. Normalmente, para lograr la condición de inversión de población, el
estado excitado debe ser un estado metaestable, es decir, debe poseer un
tiempo de vida mucho mayor al tiempo de un estado excitado de vida corta
(aproximadamente 10-8 [seg.]) de modo de permitir cierta acumulación de
átomos en estados excitados. El proceso de aporte de energía para lograr la
inversión de población se denomina bombeo. Existen numerosas formas de
bombeo, por ejemplo eléctrico, óptico, térmico, químico, etc., en función de la
forma de aportar energía al sistema atómico.

50
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

1.5.3. Láser
La luz láser [por sus siglas en inglés: Light Amplification by Stimulated
Emissión of Radiation (amplificación de luz por emisión estimulada de
radiación)] posee ciertas características especiales que la hacen útil para
diversas aplicaciones. Estas características son:

- Coherencia: los ondas individuales de luz en un láser conservan una


relación de fase fija entre si, con lo cual no existe interferencia destructiva
entre las distintas ondas electromagnéticas.
- Monocromaticidad: tiene un rango muy limitado de longitudes de onda.
- Pequeño ángulo de divergencia: aun a grandes distancias, el haz láser se
dispersa muy poco.
- Polarización.

El proceso por el cual se genera la luz láser subyace en el mecanismo de


emisión estimulada. Supóngase que un átomo se encuentra en un estado
excitado E2 (como se esquematiza en la Figura 1.26) y que sobre el incide un
fotón de energía h ν = ΔE = E 2 − E 1 . Como se describió en las secciones
anteriores, el fotón incidente puede estimular al átomo para que vuelva al
estado base, emitiendo un fotón de igual energía, fase, dirección y polarización
que el fotón incidente. El fotón incidente no es absorbido, por lo que al terminar
la emisión estimulada se tienen dos fotones. A su vez, estos fotones pueden
estimular a otros átomos a emitir, produciendo un proceso en cadena que
genere una amplificación en el número de fotones de igual longitud de onda,
fase, frecuencia y polarización. Se muestra un esquema basico de producción
de luz láser en la Figura 1.27.

Figura 1.27: amplificación de luz por emisión estimulada de radiación (Láser)

Básicamente, un láser consta de un tubo o una cavidad dentro de la cual


se sitúan los átomos constituyentes del medio activo. Para estudiar las
condiciones en las que se lleva a cabo el fenómeno de amplificación de
fotones, deben definirse las siguientes cantidades:

51
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

r abs = B12 N 1 ρ (1.72a)

r em = B 21 N 2 ρ (1.72b)

r esp = A 21 N 2 (1.72c)

donde rabs [fotones / seg.] es la tasa de absorción estimulada de fotones; rem


[fotones / seg.] es la tasa de emisión estimulada; resp [fotones / seg.] es la tasa
de emisión espontánea; B12 y B21 son las constantes de proporcionalidad para
la absorción y emisión estimulada respectivamente; N1 y N2 son el número de
átomos en estado base y en el estado excitado; ρ es el número de fotones
dentro de la cavidad con energía h ν = ΔE = E 2 − E 1 ; y A21 es la constante de
proporcionalidad para la emisión espontánea. Normalmente, se cumple
B12 = B21 = B, es decir, los fenómenos de absorción y emisión estimulada son
equiprobables.
El fenómeno de amplificación de fotones ocurre si se cumplen las
siguientes dos condiciones:

r em B N2 ρ N2
= = >1 (1.73a)
r abs B N1 ρ N1

r em B N2 ρ Bρ
= = >1 (1.73b)
r esp A 21 N 2 A 21

La Ec. (1.73a) resulta una condición necesaria que se logra a partir de la


condición de inversión de población. La restricción en la Ec. (1.73b) se
relaciona con el tiempo de vida del estado excitado. Para estados metaestables
la relación B / A21 aumenta respecto a estados de vida corta. Adicionalmente,
para lograr grandes valores de la relación rem / resp se utilizan espejos de modo
de hacer pasar numerosas veces el flujo de fotones por dentro de la cavidad,
generando grandes valores de ρ. Debe cumplirse una condición adicional de
sintonización con el objetivo de generar ondas estacionarias dentro de la
cavidad con nodos en los extremos de la misma. Se evita así la interferencia
destructiva de las ondas que viajan longitudinalmente dentro de la cavidad.
Esto se logra mediante la restricción:

λ
L=α (1.74)
2

donde λ es la longitud de onda del láser y α es un número entero.


La descripción anterior permite razonar el modo de operación de un láser.
En primera instancia, se logra la condición de inversión de población mediante
el bombeo producido por una fuente de energía externa. Las primeras
emisiones espontáneas en los átomos del medio activo generan fotones, los

52
INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA

que producen la emisión estimulada en otros átomos excitados. Los fotones


que se mueven en la dirección longitudinal se encuentran sintonizados con la
cavidad por lo que se reflejan sucesivamente en los espejos de los extremos,
generando cada vez mayor cantidad de emisión estimulada. Por el contrario,
los fotones que se mueven en direcciones diferentes a la longitudinal, se
extinguen con el tiempo. En conclusión, se genera amplificación de fotones
solo en la dirección longitudinal de la cavidad. Si bien parte de los fotones
pueden ser absorbidos por los átomos en el estado energético base, la relación
rem / rabs resulta mayor a la unidad por lo que existe siempre una mayor
cantidad de fotones que se generan por emisión estimulada respecto de los
que se absorben. De igual forma, y debido a que la relación rem / resp es mayor
a la unidad, existe también una mayor cantidad de fotones que se generan por
emisión estimulada respecto de los generados mediante la emisión
espontánea. Por lo tanto, el efecto neto es el de amplificación de los fotones de
igual dirección, energía, polarización y fase. Finalmente, el espejo de reflexión
parcial permite la transmisión de cierta cantidad de fotones hacia el exterior de
la cavidad, los cuales constituyen el haz láser propiamentedicho.

1.5.4. Láser gaseoso de Helio-Neón


El láser de He-Ne consiste básicamente de un tubo de vidrio dentro del cual se
sitúa una mezcla de Helio y Neón a baja presión (aproximadamente
0.001 [atm.]). El bombeo se realiza mediante un sistema de descarga eléctrica.
Se aplica una diferencia de potencial de alrededor de 1,500 [V] al tubo
generando una descarga eléctrica al sobrepasarse la resistencia dieléctrica del
gas. La descarga eléctrica excita los átomos de Helio y de Neón a diferentes
estados excitados.

Figura 1.28: transiciones energéticas involucradas en la amplificación de


fotones en el láser de He-Ne

Algunos átomos de Helio excitados (aquellos con energía especifica de


20.61 [eV], configuración 2s) no pueden volver al estado base emitiendo un
fotón, debido simplemente a que tal transición no cumple la regla de selección
(Δl = ± 1). Por lo tanto, estos átomos solo pueden volver al estado base
colisionando con los átomos de Neón y transfiriendo su energía a estos últimos.
Este proceso excita los átomos de Neón hacia un nivel de energía superior (el

53
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

objetivo es excitar los electrones en el estado 2p y alcanzar el nivel 5s del Neón


de energía 20.66 [eV]). Se muestra en la Figura 1.28 un esquema de los
niveles energéticos involucrados.
Se observa en la figura que el efecto de amplificación se logra con la
emisión estimulada desde el nivel 5s hasta el nivel 3p (transición permitida,
Δl = 1). La energía del fotón emitido es ΔE = (20.66 – 18.69) [eV]
= 3.1562×10-19 [J] y su longitud de onda λ = 632.8 [nm].

54
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

CAPÍTULO 2

NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

2.1. INTRODUCCIÓN
En el año 1896, el físico francés Henri Becquerel descubrió accidentalmente
que ciertos compuestos de Uranio son capaces de emitir radiaciones de un tipo
desconocido hasta ese momento. Este descubrimiento impulsó a muchos otros
científicos a intentar explicar este fenómeno y a estudiar las características de
tal radicación. Entre los aportes mas significativos se destacan los trabajos
realizados por Pierre y Marie Curie, quienes determinaron que las radiaciones
emitidas por los elementos radioactivos no resultan una consecuencia de una
reacción química, sino que es una propiedad propia del átomo en cuestión.
En 1911, Rutherford y sus colaboradores Marsden y Geiger, realizaron
experimentos que demostraron que la radiación emitida por las sustancias
radiactivas corresponde básicamente a tres tipos: rayos alfa, beta y gamma; los
cuales se clasificaron en función de la naturaleza de su carga eléctrica, y de su
capacidad de penetrar la materia y de ionizar aire. Experimentos posteriores
demostraron que los rayos alfa están constituidos por átomos de Helio
doblemente ionizados (núcleos de Helio), los rayos beta por electrones, y los
rayos gamma por fotones de alta energía. El mismo Rutherford realizó los
experimentos de dispersión de partículas alfa detallados en el Capítulo 1. Estos
experimentos pusieron de manifiesto que la mayor parte de la masa de un
átomo se encuentra concentrada en una pequeña porción, a la cual denominó
núcleo atómico.
En este Capítulo se estudia la estructura nuclear y el fenómeno de
desintegración radiactiva. En primer lugar se describe el núcleo atómico y se
definen las principales variables utilizadas para caracterizarlo, como por
ejemplo, el número atómico y el número de masa. Se presentan y describen las
fuerzas nucleares responsables de mantener unidas a las partículas sub-
atómicas constituyentes del núcleo. Se define también el concepto de
decremento de masa y se estudian los criterios de estabilidad de los núcleos
atómicos. Finalmente, se presentan los distintos tipos de decaimiento radiactivo
que pueden sufrir los núcleos inestables, y se describen las distintas leyes
utilizadas para caracterizarlos.

2.2. EL NÚCLEO ATÓMICO


El comportamiento químico de los diversos elementos esta condicionado
enteramente por el número de electrones que tienen los átomos y el modo en
que tales electrones se encuentran distribuidos en los diferentes niveles
energéticos (lo cual se estudio en el Capítulo 1). Los fenómenos estudiados por
la física clásica, física atómica, física cuántica, la química, y la fisicoquímica,
tienen lugar generalmente en el espacio que rodea al núcleo, ocupado por la
nube electrónica, y se refieren al comportamiento y propiedades de los átomos,
derivados de los electrones órbitales y su distribución.

55
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Por el contrario, los fenómenos que interesan a la física nuclear tienen


lugar en el núcleo atómico o se originan en el.
Como se describió en el Capítulo 1, el núcleo es la parte central del átomo
y es donde se encuentra concentrada casi toda su masa. Su carga eléctrica es
positiva y múltiplo entero de la unidad de carga fundamental,
1e = 1.6021×10-19 [c]. El radio del núcleo atómico varia desde el orden de
10-15 [m] para el Hidrógeno, hasta 10-14 [m] para los átomos mas pesados.
Empíricamente, el radio nuclear puede obtenerse aproximadamente mediante
la expresión:

R n = 1.5 A 1 / 3 × 10 −15 [ m ] (2.1)

donde A es el llamado número de masa del elemento en cuestión (el cual se


describe en los párrafos sucesivos). Dado que el volumen del núcleo es
proporcional a R n3 , es decir a A, y que la masa del núcleo resulta también
proporcional a A, puede razonarse fácilmente que la densidad del núcleo es
aproximadamente constante para todos los elementos.
Todos los núcleos atómicos se encuentran constituidos por protones y
neutrones, excepto el núcleo del Hidrógeno, que esta constituido solo por un
protón (no posee neutrones). La masa de un protón es de 1.6724×10-27 [Kg], la
cual resulta 1,836 veces la masa del electrón. Su carga eléctrica es positiva e
igual en magnitud a la carga del electrón. Los protones responden por el total
de la carga positiva del núcleo atómico. Los neutrones por su parte son
partículas nucleares eléctricamente neutras y poseen una masa de
1.6747×10-27 [Kg].
El núcleo atómico se describe mediante el número de protones y
neutrones que posee, utilizando las cantidades siguientes:

i) Número atómico, Z: igual al número de protones en el núcleo


(conocido también como el número de carga).
ii) Numero de neutrones, N.
iii) Numero de masa, A: igual al numero de nucleones (neutrones mas
protones, Z + N) en el núcleo.

Al representar un núcleo atómico, resulta conveniente utilizar el símbolo


A
Z X para indicar cuantos neutrones y protones tiene, siendo X el símbolo
56
químico del elemento en cuestión. Por ejemplo, el 26 Fe tiene un número de
masa de 56 y un numero atómico de 26, por lo tanto posee 26 protones y 30
neutrones. En general puede omitirse el subíndice Z ya que siempre puede
determinarse a partir del símbolo químico del elemento. Entonces, para el
56 56
26 Fe suele utilizarse la notación Fe y frecuentemente se lo identifica como
“Hierro-56”.

56
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

2.2.1. Generalidades
Nomenclatura y terminología
Al igual que en cualquier otro campo de la ciencia, la física nuclear utiliza una
serie de términos y símbolos, necesarios para definir en forma clara algunos
entes de participación muy frecuente en los fenómenos nucleares.
En el apartado anterior ya se presentaron los números Z y N, los cuales
representan respectivamente el número de protones y de neutrones del núcleo.
De igual forma se definió al número de masa A, como el número total de
nucleones en el núcleo. Adicionalmente, se define el llamado número isotópico
(frecuentemente conocido como exceso de neutrones) a la cantidad obtenida
mediante (N – Z) = (A – 2 Z).
Una especie atómica definida por su número de masa (A), su carga
nuclear (Z) y el estado energético de su núcleo, se denomina Nucleido. En el
apartado anterior pudo verse que anotando el símbolo químico de un elemento
se determina su número atómico (Z). Por ejemplo, al anotar C (Carbono), que
ocupa el 6º lugar en la tabla periódica, se define a cualquiera de los nucleidos
naturales o artificiales que contengan 6 protones en su núcleo. Todos ellos
tienen las mismas propiedades químicas debido a que estas están
determinadas básicamente por el número y la distribución de electrones en el
átomo. Se distingue entre los distintos nucleidos agregando el símbolo
indicador del número de neutrones del núcleo. De este modo, anotamos el
número de masa como superíndice a la izquierda del símbolo químico.
Siguiendo con el ejemplo del Carbono, los nucleidos de 6 protones serán: 10C,
11
C, 12C, 13C, 14C, y 15C. Por ultimo, para distinguir entre átomos que difieren
solo en el estado energético del núcleo, se suele agregar a continuación del
número de masa la letra m. Si los estados de excitación para el elemento en
cuestión son dos, se distinguen según m1 y m2. Por ejemplo, para el Cobalto de
número de masa A = 60, pueden existir dos variantes: 60mCo y 60Co.
Aquellos nucleidos capaces de emitir radiaciones originadas en su núcleo,
ya sean corpusculares o electromagnéticas, se denominan nucleidos
inestables, radioactivos o radionucleidos. Se conocen en la actualidad 1,500
nucleidos diferentes, de los cuales 265 son formas estables de los elementos
naturales; los restantes son inestables y emiten radiaciones hasta decaer en
nucleidos estables. De los nucleidos inestables, alrededor de 65 se encuentran
presente en la naturaleza y constituyen principalmente los elementos mas
pesados. Un ejemplo muy popular es el Uranio-235, 235U.
Dos nucleidos pueden tener la misma carga nuclear (igual número de
protones) pero poseer diferente número de neutrones y por lo tanto distinto
número de masa; a estos nucleidos se los denomina isótopos del elemento en
cuestión. Por ejemplo, 10C, 11C, 12C, 13C, 14C, y 15C, son isótopos de Carbono.
Debido a que los isótopos de un elemento poseen la misma cantidad de
protones (y por lo tanto poseen igual número de electrones) responden a un
mismo comportamiento químico, y de allí el nombre que se les da; isótopos,
que significa igual lugar (en la tabla periódica).
De forma similar, se denominan isómeros, a los nucleidos que poseen
igual número de masa y número atómico; y solo se diferencian por su estado
energético. Un ejemplo ya visto es el de los isómeros del Cobalto-60: 60Co y
60m
Co.

57
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Composición isotópica de los elementos


Existen elementos que en estado natural se encuentran constituidos por un
solo isótopo, como es el caso del Al (aluminio), el Co (cobalto), y el P (fósforo).
Sin embargo, la mayoría de los elementos se componen de varios isótopos. Se
denomina abundancia al porcentaje en número con el que un isótopo
determinado interviene en el elemento en cuestión en la naturaleza. Salvo
algunas excepciones, la abundancia relativa de los isótopos que constituyen un
elemento es la misma independientemente de su origen. Por ejemplo, en la
naturaleza, el Hierro (Fe) posee cuatro isótopos estables mezclados en la
siguiente proporción: 5.82% 54Fe; 91.66% 56Fe; 2.19% 57Fe; y 0.33% 58Fe. Es
decir que, de cada 10,000 átomos de Hierro existentes en la naturaleza, 582
son de 54Fe; 9,166 son de 56Fe; 219 de 57Fe; y 33 son de 58Fe.
La composición isotópica del Oxígeno resulta de gran importancia ya que
se utiliza para establecer relaciones entre diferentes escalas de peso atómico.
Para el Oxígeno, se tienen las siguientes proporciones para sus isótopos:
99.759% 16O; 0.037% 17O; y 0.204% 18O.
La abundancia relativa de los isótopos de un elemento puede variarse en
cierta medida. Por ejemplo, para algunos elementos, se ha logrado separar un
isótopo casi totalmente. Aumentar la proporción de un isótopo determinado se
denomina comúnmente como enriquecimiento. Esta separación o
enriquecimiento se logra mediante el aprovechamiento de las ínfimas
diferencias en el comportamiento físico o fisicoquímico de los distintos isótopos
derivado de la diferencia de masa de sus núcleos. Algunos métodos de
separación utilizados son: deflexión electromagnética (similar al principio
utilizado en los espectrómetros de masa), centrifugación, difusión gaseosa,
difusión térmica, destilación, electrólisis, e intercambio iónico.
La diferencia en las propiedades físicas o fisicoquímicas de dos isótopos
puede caracterizarse mediante la diferencia entre las relaciones carga / masa
de los diferentes isótopos. Por ejemplo, la diferencia entre la relación
carga / masa para el Hidrógeno (carga / masa = 1) y su isótopo Deuterio
(carga / masa = 0.5) resulta de 0.5. Por otro lado, dicha diferencia calculada
para el Uranio-235 (carga / masa = 92 / 235) y el Uranio-238
(carga / masa = 92 / 238) resulta en 0.005. De aquí que aumentar la
abundancia del Uranio-235 resulte muy dificultoso, debido a que las diferencias
en las propiedades físicas de sus isótopos resultan realmente muy pequeñas.

Peso y masa atómica


La masa de un átomo resulta una cantidad extremadamente pequeña, en
comparación con las unidades utilizadas usualmente, y por lo tanto deben
definirse unidades alternativas que resulten adecuadas para caracterizarla. Con
tal fin, se define a la antigua unidad de masa atómica (o simplemente [uma])
como la 1 / 16 parte de la masa de un átomo de Oxígeno-16. Esta magnitud es
utilizada para establecer la denominada escala de pesos atómicos físico o la
llamada masa atómica precisa.
Sin embargo, actualmente se utiliza la escala de pesos atómicos
moderna, la cual considera como unidad de masa atómica (o simplemente [u])

58
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

a la 1 / 12 parte de la masa del isótopo de Carbono-12. Por lo tanto a este


nucleido en la nueva escala física se le asigna el peso atómico 12.
La tabla periódica presenta la denominada masa atómica química,
obtenida a partir de la escala moderna de pesos en escala física, teniendo en
cuenta la abundancia relativa de cada isótopo. Por ejemplo, para el Oxígeno se
tienen las siguientes abundancias y masas en escala física moderna:

99.759% 16O de masa 15.994915 [u]


00.037% 17O de masa 16.999132 [u]
00.204% 18O de masa 17.999160 [u]

Por lo tanto la masa atómica química para el Oxígeno será:

0.99759 15.994915 [ u ] + 0.00037 16.999132 [ u ] +


(2.2)
+ 0.00204 17.99916 [ u ] = 15.9994 [ u ]

Un método directo y preciso para determinar las masas atómicas de un


elemento es mediante la espectrometría de masa. En esta técnica se genera
vapor del elemento a analizar (mediante un arco voltaico producido mediante
alto voltaje) y se lo introduce en una región de campo eléctrico. Los iones en el
gas, de carga q (positiva) y masa m, son acelerados por el campo eléctrico. Si
los iones atraviesan una diferencia de potencial ΔV , habrán adquirido una
energía cinética dada por:

1
E = ΔV q = m v i2 (2.3)
2

donde vi es la velocidad del ión. A partir de la Ec. (2.3) se obtiene la velocidad


final del ión mediante:

2 ΔV q
vi = (2.4)
m

Si el mismo ión se introduce con esa velocidad a una región de campo


magnético homogéneo de magnitud B y dirección perpendicular a su velocidad,
éste experimentará una fuerza en la dirección perpendicular tanto a su
velocidad como a la dirección del campo magnético aplicado (la dirección de la
fuerza viene dada por la conocida regla de la mano derecha).
Puede verse en la Figura 2.1 un esquema del proceso de interacción ión -
campo magnético, donde las cruces indican que el campo magnético se
encuentra aplicado en la dirección perpendicular a la hoja y en sentido entrante
a la misma.

59
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 2.1: esquema de interacción ión-campo magnético en una


espectrografía de masa

Como consecuencia de la fuerza ejercida por el campo magnético, el ión


experimentara una trayectoria circular de radio R bajo la acción de una
aceleración centrípeta, la cual responde a la segunda ley de Newton:

v i2
F =ma=m = q B v i2 (2.5)
R

Despejando el radio y teniendo en cuenta la Ec. (2.4), se obtiene:

m 2 m 2 ΔV q 1 2 ΔV
R= vi = = (2.6)
qB qB m B q/m

Finalmente, de la Ec. (2.6) se despeja la relación q / m, obteniéndose:

2 ΔV
q/m = (2.7)
R2 B2

Los iones acelerados se detectan al impactar sobre una placa fotográfica,


de donde se obtiene su deflexión. Mediante un análisis sencillo se calcula el
radio y a partir de la Ec. (2.7) se obtiene q / m. Conociendo la carga q pueden
obtenerse las masas atómicas de los distintos isótopos del elemento analizado.

2.2.2. Fuerzas nucleares


Como se comentó en los apartados anteriores, el núcleo se encuentra
básicamente compuesto de protones y neutrones, los cuales pueden
considerarse como estados de una misma especie, el nucleón. El núcleo se
considera una colección de protones y neutrones empacados muy
apretadamente. En vista de que las cargas de un mismo signo (los protones)
en proximidad sufren enormes fuerzas de repulsión de tipo coulombiana,
resulta sorprendente que el núcleo permanezca “unido”. Esto ocurre debido a la
existencia de otro tipo de fuerza, la fuerza de atracción nuclear. La fuerza
nuclear (también conocida como fuerza del campo mesónico) es una fuerza
atractiva que exhibe una alta magnitud cuando se ejerce entre nucleones a
corta distancia. De esta forma, si bien los protones se encuentran sometidos a
la repulsión coulombiana, también se encuentran atraídos por acción de la
fuerza nuclear. La fuerza nuclear resulta independiente de la carga, es decir

60
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

que las fuerzas nucleares asociadas a la interacción protón-protón, protón-


neutrón y neutrón- neutrón resultan iguales e independientes de las fuerzas
repulsivas de tipo coulombianas.
En la Figura 2.2 se muestra la energía potencial de interacción, U, entre
nucleones en unidades arbitrarias y en función de la distancia de separación
entre los nucleones. La Figura 2.2a) muestra las interacciones neutrón-protón
y neutrón-neutrón, mientras que la Figura 2.2b) presenta la interacción protón-
protón.

Figura 2.2: energía potencial de interacción en función de la distancia de


separación en un sistema neutrón-protón o neutrón-neutrón) (a) y
protón-protón (b)

El pequeñísimo rango de acción de las fuerzas nucleares puede


observarse en la Figura 2.2a), donde se evidencia que la energía potencial de
interacción toma valor cero por encima de unos pocos fm. Además, si la
separación cae por debajo de un valor cercano a los 0.5 [fm] se observa una
fuerte componente de repulsión. En el caso de la interacción protón-protón el
análisis resulta distinto ya que a la interacción debido a las fuerzas nucleares
se suma la interacción por repulsión coulombiana. De la Figura 2.2b) se
observa que a grandes distancias de separación, el efecto neto es de repulsión,
como concecuencia a la interacción coulombiana. Por otro lado, si la
separación es en exceso pequeña el resultado neto también es de repulsión.
Solo a distancias comprendidas entre aproximadamente 0.5 y 3 [fm] el efecto
neto resulta de atracción. Adicionalmente, al balance de fuerzas en el núcleo
debe sumarse la fuerza atractiva de tipo gravitacional entre nucleones, pero
esta resulta de muy bajo valor debido a las pequeñísimas masas implicadas y
por lo tanto puede despreciarse. Solo para tener una idea, para una distancia
de separación entre protones de aproximadamente 2 [fm], la energía de
repulsión coulombiana resulta de 0.72 [MeV], la energía de atracción nuclear
resulta de -8 [MeV], mientras que la energía de atracción gravitacional es de
aproximadamente -5.8×10-37 [MeV] (despreciable en comparación con las
otras dos fuerzas).

2.2.3. Decremento de masa y energía de amarre nuclear


Para cualquier elemento se demuestra que la masa total del núcleo atómico es
inferior a la suma de las masas de los nucleones que lo componen. Por lo tanto
existe un decremento en la masa del sistema atómico al pasar de los

61
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

nucleones constitutivos al núcleo atómico. Sabiendo esto y considerando por


un momento la equivalencia entre masa y energía descrita por la famosa
ecuación obtenida por Albert Einstein:

E =m c2 (2.8)

puede razonarse entonces que la energía total del conjunto de nucleones


unidos (formando el núcleo atómico) es inferior a la energía combinada de los
nucleones disgregados debido simplemente a que posee menor masa. Este
cambio o déficit de energía puede ser calculado utilizando la Ec. (2.8). A esta
diferencia de energía se la conoce como energía de amarre o de ligadura del
núcleo, Eb, y representa la cantidad de energía que se debe aportar al núcleo
para separarlo en sus nucleones constitutivos.
Realizando un sencillo balance de masa y considerando la equivalencia
entre masa y energía expresada en la Ec. (2.8) puede obtenerse el valor de la
energía de amarre nuclear, mediante:

E b = ( Z m p + N m n + Z m e - M A ) 931, 494 MeV / u (2.9)

donde mp es la masa del protón; mn es la masa del neutrón; me es la masa del


electrón; MA es la masa atómica del núcleo; y 931,494 [MeV] es la energía
[obtenida mediante la Ec. (2.8)] asociada a una unidad de masa atómica [u].

Figura 2.3: energía de amarre por nucleón, E b / A

62
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

En la Figura 2.3 puede verse una gráfica de la energía de amarre nuclear


por nucleón, E b / A , en función del número de masa A para núcleos con
A < 238. Es importante notar que aunque aquí se considere a la energía de
amarre E b como un valor positivo en realidad se trata de una cantidad
negativa, ya que es necesario entregar energía al núcleo para disgregarlo en
sus nucleones constitutivos.
Se observa en la Figura 2.3 que la energía de amarre por nucleón posee
56
un máximo cercano a A = 56, correspondiente al 26 Fe . A partir del analisis de
la figura se concluye que aquellos núcleos con números de masa mucho
mayores o mucho menores a A = 56 no están unidos con tanta fuerza respecto
de aquellos en la cercanías de A = 56. Esta gráfica permite explicar la
liberación de energía que se produce durante los procesos de fusión (unión)
y / o fisión (disgregación) nuclear. Si dos núcleos livianos se fusionan para dar
un núcleo más pesado se producirá una liberación de energía debido a la
diferencia entre las energías de amarre por nucleón del producto de fusión
(más pesado) respecto de los núcleos livianos. De igual modo, durante la fisión
de un núcleo pesado se producirán dos fragmentos mas livianos y una
liberación de energía debido a la diferencia entre las energías de amarre por
nucleón para los productos de fisión respecto del elemento pesado.
La cantidad E b / A se utiliza frecuentemente como un indicativo de la
estabilidad nuclear. De la Figura 2.3, para A > 50 la energía de amarre por
nucleón posee una variación muy pequeña (para un incremento en A de casi
200, E b / A varia aproximadamente en 1 [MeV]). En esta zona se dice que las
fuerzas nucleares se encuentran saturadas. Esto se justifica considerando que
las fuerzas nucleares actúan a pequeñas distancias, y por lo tanto cada
nucleón puede formar uniones atractivas solo con un número limitado de otros
nucleones. De esta forma, el aumento en el número de nucleones no producirá
un aumento considerable en la energía de amarre por nucleón.
Aquellos nucleidos con números de masa apreciablemente mayor que
A = 238 exhiben energías de amarre por nucleón menores a la exhibida por el
núcleo de Helio (7.07 [MeV / nucleón]). Estos núcleos son energéticamente
inestables y tienden a emitir partículas alfa (núcleos de He) aumentando así su
energía de amarre por nucleón y estabilizándose.

2.2.4. Modelos nucleares


Se han propuestos diferentes modelos del núcleo atómico, los cuales se han
utilizado para comprender y explicar los fenómenos observados
experimentalmente y los mecanismos responsables de las energías de amarre.
El modelo de la gota de líquido proporciona una buena concordancia con las
energías de amarre observadas experimentalmente, sin embargo no puede
explicar ciertas observaciones respecto de otros aspectos del núcleo. Un
modelo más complejo basado en la mecánica cuántica, el modelo de capas,
fue capaz de explicar las principales características del núcleo atómico.

63
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Modelo de la gota de líquido


Este modelo, atribuido a Bohr, propone tratar a los nucleones como moléculas
en una gota de líquido incompresible y de densidad elevada (1014 [g / cm3]).
Así, los nucleones interactúan con fuerza entre sí, sufriendo frecuentes
colisiones conforme “zigzaguean” de un lugar a otro dentro del núcleo. Este
movimiento de zigzagueo es similar al movimiento de agitación térmica de las
moléculas en una gota de líquido. Este modelo estipula la existencia de cinco
efectos principales, los cuales determinan la energía de amarre del núcleo.

El efecto de volumen: de la Figura 2.3 puede verse que para A > 50, la
energía de amarre por nucleón es aproximadamente constante. Esto
indica que la fuerza nuclear de un nucleón dado se debe únicamente a
unos cuantos vecinos cercanos y no a todos los nucleones presentes en
el núcleo. Entonces, en promedio, la energía de amarre asociada con la
fuerza nuclear para cada nucleón es la misma en todos los núcleos: la
asociada a la interacción con unos cuantos vecinos. Esto puede traducirse
como si la energía de amarre total del núcleo resultara proporcional a A y,
por lo tanto, al volumen nuclear. Según estas consideraciones, la
contribución del efecto del volumen sobre la energía de amarre viene
dada por la expresión:

E = C1 A (2.10)

donde C1 es una constante ajustable que puede obtenerse a partir del


ajuste de las predicciones del modelo a los datos experimentales.

El efecto superficie: dado que los nucleones de la superficie del núcleo


poseen menor cantidad de vecinos que los del interior, los nucleones
superficiales reducen la energía de amarre en una magnitud proporcional
a su número. El número de nucleones superficiales resulta proporcional al
área de superficie del núcleo, que considerado esférico, viene dada por
S = 4 π r 2 . Dado que r 2 ∝ A 2 / 3 [ver Ec. (2.1)] se obtiene la contribución
del efecto de superficie como:

E = −C 2 A 2 / 3 (2.11)

donde C2 es una segunda constante ajustable y el signo negativo indica


que este efecto tiene una contribución negativa sobre la energía de
amarre.

El efecto de repulsión de Coulomb: cada protón repele a los otros


protones en el núcleo y en concecuencia reduce la energía de amarre
total del núcleo. La energía potencial correspondiente a cualquier par de
protones en interacción es igual a k e e 2 / r siendo k e = 1 / (4 π ε 0 ) la
constante de Coulomb. La energía potencial eléctrica total es equivalente
al trabajo requerido para ensamblar Z protones, inicialmente separados
por una distancia infinita, en una esfera de volumen V, igual al volumen

64
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

nuclear. Esta energía es proporcional al número de pares de protones


Z ( Z - 1) / 2 y es inversamente proporcional al radio nuclear. Por lo tanto, la
reducción en la energía de amarre como consecuencia del efecto de
repulsión de Coulomb vendrá dado por:

Z ( Z - 1)
E = −C 3 (2.12)
A 1/ 3

donde C3 es una constante ajustable.

El efecto de simetría: otro efecto que reduce la energía de amarre esta


relacionado con la simetría del núcleo en función de los valores N y Z.
Para pequeños valores de A, los núcleos estables tienen tendencia a
poseer N ≈ Z . Cualquier asimetría de importancia entre N y Z para
núcleos ligeros reduce notablemente la energía de amarre. Para A más
grandes, el valor de N para núcleos estables es naturalmente mayor que
Z. Este efecto puede ser traducido en términos de la energía de amarre
mediante:

(N - Z ) 2
E = −C 4 (2.13)
A

Para A pequeño, cualquier asimetría entre N y Z hace que el segundo


término en la Ec. (2.13) sea relativamente grande y reduzca fuertemente
la energía de amarre. Para valores grandes de A, se necesitan asimetrías
mayores para lograr reducciones apreciables de la energía de amarre.

El efecto de apareamiento: finalmente, se tiene en cuenta que las


configuraciones mas estables se obtienen para N y Z pares. Puede
demostrarse que el efecto de apareamiento de protones y neutrones
puede representarse por un quinto término de la forma:

1
E = C5 (2.14)
A2

donde C5 cumple con:

Z N A
par par par C5>0
impar par impar 0
par impar impar 0
impar impar par C5<0

Sumando las contribuciones de los cinco efectos se llega a la expresión


para la energía de amarre nuclear:

65
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

2/3
Z ( Z - 1) (N - Z ) 2 1
E b = C1 A - C 2 A -C3 -C4 +C5 (2.15)
A 1/ 3 A A2

Esta ecuación se denomina comúnmente como la fórmula semiempirica para la


energía de amarre. Ajustando los datos experimentales de la Figura (2.3) se
obtienen las constantes Ci (i = 1, …, 5). Se han propuesto diferentes métodos
para determinar las constantes en la Ec. (2.15). Se detalla a continuación un
conjunto particular de parámetros: C1 = 15.835 [MeV]; C2 = 18.33 [MeV];
C3 = 0.714 [MeV]; C4 = 23.2 [MeV]; y C5 = 11.2 [MeV]. A modo de ejemplo,
56
considérese el 26 Fe (A = 56, Z = 26 y N = 30). Para este nucleido la energía
de amarre por nucleón obtenida experimentalmente es de aproximadamente
8.8 [MeV]. El valor calculado a partir de la Ec. (2.15) es de 8.76 [MeV], el cual
resulta una muy buena aproximación. Repitiendo para el 125 B cuya energía de
amarre por nucleón es de aproximadamente 6.63 [MeV], se obtiene mediante la
Ec. (2.15) el valor 6.66 [MeV].

Modelo de capas
El modelo de la gota de líquido describe aceptablemente el comportamiento
general de las energías de amarre nuclear. Sin embargo, al estudiar las
energías de amarre con mayor detalle se encuentran ciertas características que
no pueden ser explicadas por el modelo de la gota de líquido. Por ejemplo:

• La Figura 2.4 muestra la diferencia entre la energía de amarre por


nucleón obtenida mediante la Ec. (2.15) y la obtenida
experimentalmente, en función del número de neutrones N. Se observa
en la figura la existencia de picos de gran estabilidad a valores de
N = 28, 50, 82, 126. Extendiendo la gráfica a valores menores de N, se
observarían estos picos a valores N = 2, 8, 20, 28, 50, 82, 126. Se
conocen a estos valores de N como números mágicos.

Figura 2.4: diferencia entre la energía de amarre por nucleón medida y


calculada según la Ec. (2.15)

66
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

• Estudios de alta precisión de los radios nucleares muestran diferencias


con la expresión simple de la Ec. (2.1).
• Algunas otras propiedades de los núcleos atómicos muestran ciertas
anomalías en aquellas configuraciones correspondientes a los números
mágicos.

El modelo de capas logro explicar estas observaciones. En este modelo


se supone que cada nucleón se mueve en una capa, similar a la capa atómica
para el electrón descrita en el modelo atómico de la mecánica cuántica. Los
nucleones existen solo en estados de energía cuantizados, existiendo pocas
colisiones entre ellos. Los estados cuantizados se obtienen mediante la
resolución de la ecuación de Schrödinger.
A partir de este modelo, los niveles energéticos del núcleo se caracterizan
por un juego de números cuánticos y la forma en que estos niveles energéticos
son completados por los nucleones responde al principio de exclusión de Pauli,
de la misma forma que los niveles electrónicos en el modelo atómico de la
mecánica cuántica.
Este modelo permite justificar cualitativamente la razón por la cual los
núcleos estables en los nucleidos de bajo A exhiben igual cantidad de
neutrones y de protones. Para ello, debe saberse que los neutrones y protones,
al igual que los electrones, exhiben un momento angular intrínseco, el cual
puede interpretarse como producido por la rotación de los nucleones sobre su
propio eje. Se caracteriza a este momento angular intrínseco mediante un
número cuántico de espin cuyo valor puede ser ± 1/2. A partir de esto y
considerando el principio de exclusión puede razonarse que cada estado órbital
dentro del núcleo solo puede contener dos neutrones o dos protones de
espines opuestos. Cuando se tiene un estado completo, con dos protones o
dos neutrones, el agregado de un protón o neutrón adicional resulta en un
aumento de la energía del núcleo debido a que este nuevo nucleón debe
ocupar el estado energético contiguo superior. Por ejemplo, si se compara al
12 12
5 B con el 6 C puede razonarse que el séptimo neutrón en el Boro debe
ocupar un estado energético superior, ya que los estados inferiores fueron
completados por los 6 neutrones restantes. En consecuencia, el 125 B exhibe
12
mayor energía que el 6C y por lo tanto resulta mas inestable.

2.2.5. Carta de nucleidos y estabilidad nuclear


Frecuentemente se representa en una sola figura los valores de las principales
propiedades de los nucleidos, ordenándolos según su número atómico Z y su
número de masa A o el número de neutrones N. La representación más
frecuente se lleva a cabo en un sistema de coordenadas N vs. Z; es decir,
número de neutrones en el eje de abscisas y número de protones en el eje de
ordenadas, representándose a cada nucleido en una posición mediante una
casilla o recuadro. En cada recuadro se indican brevemente las propiedades
más relevantes de los nucleidos (por ej., abundancia, periodo de
semidesintegración, energía de las radiaciones emitidas, etc.), señalándose en

67
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

colores los tipos de desintegración que presentan. Se conoce a esta figura


como la Carta de Nucleidos.
En la carta de nucleidos con coordenadas N vs. Z, todos los isótopos de
un elemento (nucleidos con igual Z) quedan posicionados en una fila horizontal.
Para los nucleidos que se encuentran al comienzo de la tabla periódica, los
núcleos estables son aquellos que poseen igual o similar número de protones
que de neutrones (4He, 12C, 14N, 16O, 20Ne, 24Mg, 28Si) y por lo tanto poseen
una relación N / Z próxima a la unidad. Estos nucleidos se encuentran cercanos
a la línea posicionada a los 45º en la carta de nucleidos. Por encima del Ca
(Z = 20, N = 20) no existe ningún núcleo estable que posea igual número de
neutrones que de protones, y esto se explica considerando que si Z aumenta,
las fuerzas repulsivas coulombianas aumentan mas rápidamente que las
fuerzas atractivas nucleares. En esta situación, el número de neutrones debe
aumentar en relación al número de protones con la finalidad de aumentar la
distancia promedio entre los protones dentro del núcleo, reduciendo la fuerza
de repulsión coulombiana según la ley inversa del cuadrado de la distancia. Por
esta razón, la zona donde se encuentran los núcleos estables en la carta de
nucleidos se encuentra cercana a la bisectriz Z = N para los núcleos livianos y
se va alejando gradualmente para los núcleos pesados (dado que N > Z en
núcleos pesados estables).
Según la descripción anterior la relación N / Z puede utilizarse para
determinar la estabilidad de un núcleo, pues en general hay solo un pequeño
rango de valores para N / Z sobre los cuales pueden existir nucleidos estables.
Por ejemplo, el Estaño posee Z = 50 (número mágico), y tiene isótopos
estables desde A = 112 a A = 124. El valor de la relación N / Z para este caso
tiene un rango desde 1.24 a 1.48.
Si la relación N / Z es pequeña, es decir, si el núcleo es pobre en
neutrones, resulta inestable y tenderá en este caso a disminuir Z y aumentar N.
Esto se lleva a cabo ya sea mediante conversión de un protón en un neutrón
con emisión de un positrón (partícula similar a un electrón pero de carga
positiva), o mediante captura de un electrón órbital y la posterior conversión de
un protón en un neutrón.
Si un núcleo posee una relación N / Z elevada, es decir, es rico en
neutrones, también será inestable y decaerá para llevar dicha relación a un
valor cercano a la zona de estabilidad. Deberá por lo tanto disminuir N y
aumentar Z, pudiendo realizarse esta acción mediante la conversión de un
neutrón a un protón dentro del núcleo y emitiendo un electrón. En las secciones
subsiguientes se darán mayores detalles sobre los procesos de emisión o
captación de electrones y positrones por parte del núcleo.
La estabilidad diagonal, indicada en la mayoría de las cartas de nucleidos,
es una línea que une los núcleos más estables. A causa de que muchos
elementos poseen varios isótopos estables, la posición de la línea a menudo
resulta un compromiso, pero sin duda resulta una guía muy útil encontrándose
a ambos lados de ella los nucleidos inestables. Razonando lo mencionado en
los párrafos anteriores, la línea de estabilidad diagonal se ubica cercana a la
bisectriz (N / Z = 1) para los elementos livianos y en la zona correspondiente a
N / Z > 1 para los núcleos mas pesados.
En la Figura 2.5 se presenta un esquema de una carta de nucleidos
restringida a los valores de Z y N comprendidos entre [1 - 11] y [1 - 9],

68
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

respectivamente. No es intención de este texto describir en detalle todas las


reacciones de desintegración indicadas en la carta de nucleidos. En su lugar se
indicaran solo aquellas reacciones de desintegración que serán abordadas en
las secciones subsiguientes.
La carta de nucleidos representa en recuadros negros los nucleidos
estables, en azul los nucleidos emisores de partículas β − (electrones), en rojo
los emisores β + (positrones) y los que experimentan captura electrónica
(proceso representado por el símbolo ε ). Aunque no se incluyen en la Figura
2.5, en las porciones correspondientes a mayores N y Z, se representan en
amarillo los emisores de partículas α , en verde los que sufren fisión
espontánea, y en naranja los emisores de protones.

Figura 2.5: carta de nucleidos para Z y N comprendidos entre [1 - 11] y [1 - 9],


respectivamente

69
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Para los nucleidos estables (recuadros negros) se indica en la porción


superior del recuadro el símbolo del elemento junto con su número de
nucleones (A). Inmediatamente por debajo se indica su abundancia isotópica
en el elemento natural. En la porción inferior se indica la sección eficaz para los
neutrones térmicos. Este último parámetro y la definición de neutrones térmicos
serán abordados en Capítulos posteriores al estudiar las interacciones de los
neutrones con la materia y las reacciones de fisión nuclear.
Para los nucleidos emisores β − (recuadros azules) y β + (recuadros
rojos) se indica en la porción superior del recuadro el símbolo del elemento
junto con su número de nucleones. Inmediatamente por debajo se indica el
periodo de semidesintegración del nucleido (el cual se describe en secciones
posteriores). En la porción inferior se detalla la energía (en MeV) de las
partículas β- o β+ emitidas, y cuando corresponde, se indica también la energía
de los fotones γ emitidos (en KeV).
Los recuadros en blanco principalmente especifican los elementos tal cual
se detallan en la tabla periódica. Se indica en la porción superior el símbolo del
elemento y el peso atómico en la porción inmediata inferior. En la parte inferior
del recuadro se detalla la sección eficaz para los neutrones térmicos.
Los recuadros donde no se indica el periodo de semidesintegración
representan nucleidos inestables emisores de nucleones (por ejemplo,
recuadros blancos donde se indica el nucleón emitido en la parte inferior) o
nucleidos con propiedades de desintegración desconocidas.

2.3. DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA


En el año 1896, Henri Becquerel descubrió por accidente que los cristales de
sulfato de Potasio de uranilo emitían una radiación invisible que podía velar una
placa fotográfica, aun cuando ésta se encontraba protegida de la luz. Luego de
una serie de experimentos, determinó que esta radiación emitida se trataba de
una radiación desconocida hasta el momento, que no requería de estimulación
externa y que se trataba de una radiación tan ionizante que podía velar placas
fotográficas protegidas e ionizar gases. Posteriormente Pierre y Marie Curie
descubrieron otros elementos capaces de emitir este tipo de radiaciones.
Llamaron a estos elementos Polonio y Radio, y al proceso de emisión de esta
radiación se le dio el nombre de radioactividad.
Posteriormente, Rutherford determinó que en los elementos y sustancias
radioactivas se presentan básicamente tres tipos de emisiones: i) rayos alfa
( α ), consituidos por núcleos de He totalmente ionizado; ii) rayos beta ( β ), en
el cual las partículas emitidas son electrones o positrones; y iii) rayos gamma
( γ ), consituidos por fotones de alta energía. Cabe aclarar que un positrón es
una partícula similar al electrón en casi todos los aspectos, excepto que el
positrón posee una carga eléctrica positiva de igual magnitud a la carga
negativa del electrón. Se designará, cuando sea necesario, al electrón emitido
por núcleos inestables como β − y al positrón como β + .
Mediante el dispositivo esquematizado en la Figura 2.6 resulta sencillo
distinguir los tres tipos de radiación descritos en el párrafo anterior. Con la
disposición esquematizada (es decir, con un campo magnético en dirección
entrante) se observa que la radiación se dividirá en tres: la componente de

70
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

radiación gamma no sufrirá desvío al atravesar el campo magnético, ya que se


trata de radiación fotónica sin carga eléctrica asociada; la componente de
radiación alfa será desviada hacia arriba debido a su carga positiva (según la
regla de la mano derecha); y por último la radiación beta será desviada hacia
abajo si se trata emisión de electrones y hacia arriba si se trata de emisión de
positrones.
Cabe aclarar que la deflexión de las partículas alfa será mucho menor que
la deflexión sufrida por las partículas beta, ya que la masa de las partículas alfa
resulta muy superior. Para comprender más en detalle esta última observación,
considérese la Ec. (2.6). El radio de la trayectoria circular experimentada por
partículas cargadas dentro de un campo magnético es proporcional a la masa
m y a la velocidad vi de la partícula. Para una partícula beta, la masa m resulta
aproximadamente 8,000 veces mas pequeña que la de una partícula alfa. En
consecuencia, el radio de la trayectoria para las partículas beta resulta menor
que el correspondiente a las partículas alfa, lo cual deriva en mayores
desviaciones sobre la placa fotográfica del dispositivo esquematizado en la
Figura 2.6. Adicionalmente, cabe aclarar que aunque la mayor velocidad
normalmente exhibida por las partículas beta tiende a aumentar el radio de la
trayectoria respecto de las alfa [ver Ec. (2.6)], la misma resulta proporcional a la
raíz cuadrada de la energía de la partícula. Por lo tanto, si las partículas alfa y
beta exhiben energías similares, la mayor velocidad de estas últimas no es
suficiente para compensar el efecto de su pequeña masa.

Figura 2.6: dispositivo para caracterizar los diferentes tipos de radiación

2.3.1. Esquemas de desintegración


Es conveniente representar los mecanismos de desintegración mediante
gráficos sencillos que indiquen los elementos radiactivos involucrados, las
partículas emitidas, las energías de los estados inicial y final, las variaciones de
los números atómico y de masa, y las sustancias o elementos obtenidos luego
de la desintegración. Esta clase de gráfico se denomina esquema de
desintegración. A manera de ejemplo, la Figura 2.7 muestra un esquema de
desintegración correspondiente al isótopo 64 Cu .
En un esquema de desintegración como el de la Figura 2.7 el símbolo del
nucleido madre se posiciona sobre un segmento de recta, indicándose entre
paréntesis el periodo de semidesintegración (el significado del periodo de

71
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

semidesintegración se detallará en secciones posteriores). Las


desintegraciones o transiciones se indican mediante flechas dirigidas hacia
otros segmentos de rectaque representan diferentes niveles energéticos.
Cuando, como consecuencia de la desintegración, el número Z aumenta
(emisión β − ) la flecha se inclina hacia la derecha; mientras que si el número Z
disminuye (emisión alfa, emisión β + , captura electrónica C.E., etc.) la flecha se
inclina hacia la izquierda; y por último, cuando Z no varía (emisión γ ) la flecha
será vertical.
Si el nucleido presenta más de un tipo de desintegración, se indica junto a
las flechas el porcentaje correspondiente al tipo de desintegración. También se
indica junto a cada flecha el tipo de desintegración ( α , β+, β-, etc.).
Sobre los segmentos de recta de los estados resultantes de una
desintegración, también se indica el símbolo del nucleido con su periodo de
desintegración. Cuando los estados de energía son muy efímeros (tiempos de
vida menor a 10-8 [seg.]) puede no indicarse la denominación ya que se
considera un estado excitado del estado base o fundamental. Cuando varios
núcleos del esquema poseen los mismos números Z y A, es decir, cuando hay
estados excitados, se suele indicar con un valor al costado del segmento la
energía correspondiente en MeV medida con respecto al estado fundamental
(es decir, se asigna energía 0 [MeV] al estado fundamental).
Por último, el esquema puede ir acompañado de los valores de energía
liberada durante las distintas desintegraciones.

Figura 2.7: esquema de desintegración del Cobre-64

2.3.2. Desintegración alfa


Durante el decaimiento alfa, el núcleo pierde dos protones y dos neutrones
(núcleo de He). En concecuencia, el nucleido resultante tendrá números
atómicos (Z) y de masa (A) disminuidos en 2 y 4 unidades respectivamente.
Designando a X como el símbolo del nucleido madre y como Y el del nucleido
hijo, la desintegración puede esquematizarse mediante:

A-4
A
Z X→ 4
2 He + Z - 2Y + Qα

72
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

Obviamente, las sumas de los subíndices y supraíndices en ambos miembros


muestran un balance correcto.
La emisión alfa es causada principalmente por repulsión coulombiana
entre los protones del núcleo. Se manifiesta principalmente en núcleos pesados
dado que la energía de repulsión coulombiana crece proporcionalmente al
cuadrado de Z [ver Ec. (2.12)], mientras que la energía potencial de unión
debido a fuerzas nucleares crece proporcional a A [ver Ec. (2.10)].
El hecho de que la repulsión coulombiana produzca la emisión de núcleos
de 4He (partículas alfa) y no de otra agrupación de nucleones (como ser 5He o
6
Li) se debe básicamente a la enorme estabilidad de las partículas alfa
respecto del resto de los núcleos livianos, y por lo tanto su emisión produce
una gran liberación de energía y la estabilización del núcleo madre. Esto puede
verse claramente en la Figura 2.3, donde se observa una energía de amarre
por nucleón de 7.07 MeV para el núcleo de He, muy por encima de las
energías de amarre observadas para los núcleos de similar Z y A.
La energía liberada durante un decaimiento alfa, Q α , se manifiesta
principalmente como energía cinética de la partícula alfa emitida, aunque una
muy pequeña fracción de energía se manifiesta también como energía cinética
de retroceso del núcleo hijo. Llamando p α y pY a la cantidad de movimiento
de la partícula alfa y del núcleo hijo, respectivamente, y E α y E Y a sus
energías cinéticas correspondientes, puede razonarse que:

1
pα = mα v α ; E α = m α v α2 (2.16a)
2

1
pY = mY v Y ; E Y = mY v Y2 (2.16b)
2

donde m α y mY son las masas de la partícula alfa y el núcleo hijo


respectivamente, y v α y v Y son sus respectivas velocidades.
La ley de conservación de la cantidad de movimiento exige que:

p α = m α v α = m Y v Y = pY (2.17)

de donde:


vY = vα (2.18)
mY

Además se tiene que:

1 1
Qα = m α v α2 + mY v Y2 (2.19a)
2 2

Utilizando la Ec. (2.18) y reemplazándola en la (2.19a) se llega a:

73
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

2
1 1 ⎛ m α ⎞⎟
Qα = m α v α2 + mY ⎜ v α =
2 2 ⎜ m ⎟
⎝ Y ⎠
(2.19b)
⎛ ⎞ ⎛ ⎞
=
1
m α v α2 ⎜ 1+ m α ⎟=E ⎜ 1+ m α ⎟
2 ⎜ mY ⎟ α
⎜ mY ⎟
⎝ ⎠ ⎝ ⎠

En la Ec. (19b), debido a que m α es aproximadamente 4 [u] y mY es mayor a


200 [u] (ya que la emisión alfa se da principalmente en núcleos pesados), el
factor ( 1+ m α / mY ) será de aproximadamente 1.02 (tomando como ejemplo un
núcleo de 200 [u]); es decir que la energía cinética de la partícula alfa es menor
que la energía total liberada en aproximadamente 2%. Ese 2% de energía es
precisamente la energía cinética de retroceso del núcleo hijo.
Una de las características principales del proceso de emisión alfa radica
en el espectro discreto de las energías de las partículas alfa emitidas. Es decir,
las partículas alfa emitidas por un nucleido dado, poseen energías discretas.
En otras palabras, en una masa conteniendo por ejemplo átomos de 238U, se
observa que todas las partículas alfa emitidas exhiben la misma energía.
A manera de ejemplo, en la Figura 2.8 se observa el proceso de emisión
alfa del Uranio-238.

Figura 2.8: esquema de desintegración del Uranio-238

Del esquema de desintegración puede verse que el 77% de los átomos de


Uranio-238 decaen emitiendo partículas alfa de energía E α = 4.19 [MeV], pues
Q α = 4.27 MeV [ver Ec. (2.19b)]. El restante 23% decae emitiendo partículas de
energía E α = (4.19 - 0.048) [MeV] = 4.072 [MeV], quedando por momentos un
núcleo hijo en estado excitado hasta que éste decae al estado fundamental
emitiendo un fotón de radiación gamma de energía 0.048 [MeV].

2.3.3. Desintegración beta


Algunos núcleos radiactivos emiten espontáneamente electrones y positrones.
Entre los radionucleidos naturales sólo se ha observado la emisión de

74
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

electrones, aunque se ha observado la emisión de positrones en algunos


radionucleidos producidos artificialmente. Los electrones y positrones no se
encuentran en el núcleo, sino que son creados en su interior en el instante en
que son emitidos, mediante alguno de los dos procesos esquematizados a
continuación:

n → p + β− ; p → n + β+

Análisis teóricos de conservación de la energía y cantidad de movimiento


concluyen que al esquema anterior debe agregársele la emisión de una
partícula denominada antineutrino o neutrino según se trate de la emisión de un
electrón o un positrón, respectivamente.
Durante un decaimiento beta, el número de nucleones no se modifica. Sin
embargo el número de protones y neutrones varía en una unidad. En el caso
de emisión β − el número Z aumenta en una unidad, según el proceso nuclear
esquematizado arriba; mientras que en la emisión β + el número Z disminuye
en una unidad. En forma más detallada, ambos tipos de emisión beta pueden
describirse mediante:


A
Z X ⎯⎯
β
⎯→ β − + A
Z +1Y + ν + Qβ

+
A
Z X ⎯⎯
β
→ β+ + A
Z −1 Y + ν + Qβ +

Simultáneamente con la emisión de la partícula β − se emite otra partícula


denominada antineutrino (simbolizada por ν ). En el caso de la emisión de
partículas β+ se emite un neutrino ( ν ). Tanto el neutrino como el antineutrino
poseen masas despreciables y no poseen carga eléctrica, sin embargo se
llevan parte de la energía liberada durante el proceso de emisión beta en la
forma de energía cinética.
En el caso particular de la emisión de positrones, la partícula β + pierde
su energía mediante interacciones con los átomos del entorno, produciéndose
su desaceleración. En el momento en que el positrón detiene su marcha,
interactúa con algún electrón del medio y se produce el fenómeno de
aniquilación positrón - electrón. Durante esta aniquilación, se produce una
conversión de las masas del positrón y el electrón a energía, en la forma de
fotones gamma. Ambas partículas desaparecen, y se emiten dos fotones de
energía 0.511 [MeV], en la misma dirección pero en sentido opuesto. Se
muestra en la Figura 2.9 un esquema representativo de la emisión de una
partícula β + y su posterior aniquilación.

75
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 2.9: esquema de emisión de un positrón y posterior aniquilación con un


electrón del medio

La emisión β − se presenta en nucleidos con una relación N / Z elevada.


Durante la emisión de electrones, la relación N / Z disminuye, y el nucleido se
acerca a un estado de mayor estabilidad (estado donde N ≈ Z). Por el contrario,
en nucleidos con relación N / Z baja la emisión será de partículas β + de modo
de aumentar la relación N / Z y acercarse a la zona de estabilidad.
La Figura 2.10 muestra dos esquemas de desintegración correspondiente
al decaimiento β − del Carbono-14 y β + del Sodio-22. El Carbono-14 es
emisor de partículas β − decayendo al isótopo Nitrógeno-14 (estable). El
número Z aumenta en una unidad, por lo que el diagrama se inclina hacia la
derecha. El Sodio-22 emite partículas β + decayendo al isótopo Neón-22
(estable), aunque en un porcentaje muy bajo también decae mediante captura
electrónica (C.E., se detalla en la sección siguiente). Z disminuye por lo que el
diagrama se inclina hacia la izquierda. Puede verse que la gran mayoría de los
átomos de Sodio decaen a un estado excitado del Neón-22, pasando en un
periodo muy corto al estado base mediante emisión de un fotón gamma de
1.276 [MeV].

Figura 2.10: esquema de desintegración beta del Carbono-14 y del Sodio-22

Debido a que la masa de las partículas emitidas (electrón y antineutrino, o


positrón y neutrino) son extremadamente pequeñas, la energía de retroceso del

76
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

núcleo hijo es despreciable, por lo que casi la totalidad de la energía de la


emisión beta se observará como energía cinética de las partículas emitidas.
A diferencia de la emisión alfa, las energías de las partículas beta
emitidas no poseen valores discretos, sino que se distribuyen en forma
continua desde cero hasta un valor Emax característico de cada nucleido.
Considérese una masa conteniendo numerosos emisores de partículas
beta. Denotando como dNβ al número de partículas β emitidas con energías
entre E y E+dE, puede observarse la distribución de energías en un gráfico que
represente dNβ / dE en función de E. La Figura 2.11 muestra un diagrama
cualitativo de esta distribución.

Figura 2.11: espectro energético continuo de partículas beta

El aspecto de la curva es aproximadamente el mismo para todos los


emisores beta, habiendo pequeñas diferencias según se trate de emisión β − o
β + . El hecho que el espectro de las partículas beta sea continuo, es decir, que
las energías de los electrones emitidos no sean iguales aunque los núcleos
emisores y núcleos hijos sean análogos, se encuentra en aparente
contradicción con la ley de conservación de la energía. Fue por esta razón que
Pauli, en 1927, postuló la existencia de otra partícula emitida durante el
decaimiento beta, la cual se lleva parte de la energía emitida. Llamó a esta
partícula neutrino en el caso de emisión β + y antineutrino en el caso de
emisión β − . La energía total liberada durante un proceso de decaimiento beta
es discreta y esta dada por Emax. Esta energía se distribuye entre la partícula
beta y el antineutrino (o el neutrino) de modo que sus espectros se encuentran
relacionados. Debido a que los neutrinos y antineutrinos poseen masa muy
pequeña y no poseen carga eléctrica, casi no interactúan con la materia, de
modo que la energía transportada por ellos escapa al sistema observado,
siendo en consecuencia extremadamente dificultosa su medición.
Cuando el nucleido presenta más de un modo de desintegración, como el
caso del Sodio-22 de la Figura 2.10, cada grupo de partículas beta de cada
modo de desintegración tendrá asociado un espectro continuo de energías con
un valor de Emax diferente.

77
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

2.3.4. Captura electrónica


Durante un proceso de C.E. el núcleo captura un electrón de las capas
órbitales mas internas de su sistema atómico. También suele denominarse a
este proceso como captura K, aunque no siempre se captura un electrón de
esta capa electrónica (pueden captarse también electrones de la capa L).
El electrón capturado neutraliza la carga positiva de un protón,
convirtiéndolo en un neutrón. Por lo tanto, el número de masa A no varía,
mientras que el número Z disminuye en una unidad de forma análoga al caso
del decaimiento β + . En forma más detallada, el proceso de decaimiento por
captura electrónica puede representarse mediante:

X + e − ⎯⎯⎯→
A C .E . A
Z Z −1
Y + ν + Q C.E .

Durante el proceso también se genera y emite un neutrino. Adicionalmente,


debido a que queda un lugar vacante en la capa K (o en la capa L), un electrón
de las capas superiores puede ocupar el lugar vacante mediante emisión de un
fotón de radiación X característico (el término característico se debe a que la
energía del fotón emitido resulta una característica del nucleido en cuestión).
La energía total QC.E. es llevada casi en su totalidad por el neutrino emitido,
siendo el resto correspondiente a la energía de retroceso del núcleo hijo y a la
del fotón X emitido. En los casos en que el núcleo hijo resultante se encuentra
en estado excitado, puede acompañar a la captura electrónica la emisión de un
fotón gamma, como medio para desexcitar el núcleo hijo. La energía del fotón
gamma también se computa en la energía total QC.E..
El espectro energético de los neutrinos emitidos durante la C.E. resulta
monoenergético, al igual que el de las partículas alfa en un decaimiento alfa.
Se muestra en la Figura 2.12 el esquema de desintegración por captura
electrónica para el Arsénico-73.
Se observa en el diagrama que como consecuencia de la captura
electrónica se obtiene un isómero del Germanio-73, el cual mediante emisión
de dos fotones gamma (de 0.054 y 0.013 [MeV]) decae al estado fundamental.
Para el Arsénico-73, se obtiene emisión no solo del fotón X producido por la
transición del electrón órbital luego de la captura, sino también de dos fotones
gamma emitidos durante la desexcitación del núcleo de Germanio-73 excitado.
Estos tres fotones pueden utilizarse como medio para evidenciar del proceso
de captura electrónica, en el caso que quisiera detectarse o cuantificarse el
fenómeno. Por el contrario, el Hierro-55 decae por captura electrónica a
Manganeso-55 pero mediante la simple emisión del fotón X (es decir, no se
obtienen estados excitados del núcleo hijo Manganeso). En este caso, la única
evidencia del proceso de C.E. es el fotón X.

78
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

Figura 2.12: desintegración por captura electrónica del Arsénico-73

El proceso de captura electrónica conduce al mismo resultado que la


emisión β + y suelen presentarse simultáneamente en forma competitiva
(véase por ejemplo el esquema de desintegración del Sodio-22 de la Figura
2.10).
Desde el punto de vista energético, para que la captura electrónica sea
equivalente a la emisión β + debe considerarse que al final del proceso de
emisión beta el positrón emitido se desintegra, aniquilándose con un electrón y
emitiendo dos fotones de 0.511 [MeV]. En la captura electrónica este proceso
se lleva a cabo en el interior del núcleo. Por esta razón, cuando la emisión β +
y la captura electrónica se presentan simultáneamente debe tenerse en cuenta
que la energía QC.E. liberada excede a la energía Emax en el valor 1.022 [MeV].
Para no generar confusiones, se indicará siempre en los esquemas de
desintegración donde coexistan los decaimientos β + o C.E. el valor QC.E.
(como en el esquema de la Figura 2.10). Debe recordarse que en el caso de
decaimiento β + y por C.E. simultaneo QC.E. resulta la suma de 1.022 [MeV], la
energía Emax de la emisión β + , y las energías gamma de desexcitación de los
núcleos hijos. Una conclusión que puede extraerse es que cuando
QC.E. < 1.022 [MeV] no puede haber simultáneamente emisión β + .
El ejemplo particular del Sodio-22 en la Figura 2.10 permite aclarar aun
más estas cuestiones. En este esquema se presentan dos tipos de
decaimiento, uno al estado base del 22Ne (constituido por el 0.06 % del total de
los decaimientos) y otro a un estado excitado (el 99.94%). En la fracción del
0.06%, se presentan en forma competitiva los dos procesos: 11% de las
desintegraciones por captura electrónica y 89% por emisión β + . La energía
total liberada es QC.E. = 2.84 [MeV], de modo que las partículas β + mas
energéticas (aquellas emitidas por el 89% del 0.06% de los núcleos) tendrán un
Emax = (2.84 - 1.022) [MeV] = 1.82 [MeV]. Por otro lado, las partículas β +
menos energéticas (emitidas por el 99.94% de los núcleos) tendrán un
Emax = (2.84 - 1.022 - 1.276) [MeV] = 0.53 [MeV].
Una consideración adicional respecto a la captura electrónica. Se ha
mencionado que luego del proceso de captura electrónica, se produce un

79
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

acomodamiento de los electrones órbitales emitiéndose un fotón X. A veces sin


embargo, no se emite ningún fotón X. En cambio, el equivalente en energía es
transferido a un electrón órbital, el cual sale expulsado con un espectro
monoenergético. Se denomina a estos electrones monoenergéticos como
electrones Auger.

2.3.5. Emisión gamma


Ya se ha comentado en las secciones anteriores que las desintegraciones por
emisión alfa, beta, y C.E., frecuentemente dan lugar a núcleos en estados
excitados. La forma en que estos núcleos inestables alcanzan el estado
fundamental (más estable) es emitiendo fotones gamma, con una o varias
energías características. Los fotones gamma emitidos presentan pues un
espectro discreto. La constante de Planck permite obtener la relación entre la
energía del fotón gamma y la frecuencia de vibración o también con su longitud
de onda: E γ = h ν = h c / λ .
Los fotones γ pueden tener energías similares a los fotones X emitidos
como consecuencia de transiciones de electrones órbitales. La diferencia de
designaciones no se debe a su naturaleza o características de la radiación sino
a su origen. Mientras que los rayos o fotones γ se originan en el núcleo
atómico, los fotones X lo hacen en las capas electrónicas órbitales.
La Figura 2.13 muestra el esquema de desintegración del Cobalto-60.

Figura 2.13: esquema de desintegración del Cobalto-60

Como puede observarse en la figura, el Cobalto-60 decae mediante


emisión β − a Níquel-60. Casi inmediatamente después de la emisión de las
partículas beta de Emax = 0.31 [MeV] se produce la emisión de dos fotones γ
en cascada, de energías 1.17 [MeV] y 1.33 [MeV]. La energía total emitida
resulta 2.81 [MeV]. Algunas pocas partículas β − (aproximadamente el 0.01%)
se emiten con Emax = 2.81 [MeV].

2.3.6. Transición isomérica


Como ya se comentó en secciones anteriores, se denomina isómeros a
aquellos nucleidos que poseen iguales números Z y A, diferenciándose solo por

80
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

su estado energético. Por lo general, el isómero de mayor energía decae al


estado fundamental emitiendo uno o varios fotones gamma de energías
características. Cuando el periodo de emisión gamma (tiempo de vida del
isómero inestable) es muy corto (< 10-8 [seg.]), el fenómeno se considera como
un proceso de desexcitación. Cuando el periodo es mayor a 10-8 [seg.] se
denomina a la transición del estado excitado al fundamental como transición
isomérica y ambos nucleidos, el metaestable y el fundamental, son designados
como par isomérico.
Dado que en este tipo de proceso, el tiempo de vida en el que el isómero
metaestable se encuentra excitado es apreciable, puede darse la competencia
entre el proceso de transición isomérica y otros procesos de decaimiento, como
por ejemplo el decaimiento beta. En la Figura 2.14 se muestra el esquema de
desintegración del Antimonio-124. En dicha representación se observa que el
Antimonio posee tres isómeros inestables, de los cuales dos corresponden a
estados excitados.

Figura 2.14: esquema de desintegración del Antimonio-124

2.3.7. Conversión interna


Los núcleos excitados pueden emitir fotones gamma para alcanzar el estado
fundamental. Sin embargo, a veces la desexcitación se logra entregando la
energía a un electrón órbital, generalmente de la capa K (pero también de las
capas L o M). A este proceso se lo denomina conversión interna y los
electrones expulsados suelen denominarse electrones de conversión.
El proceso de conversión interna no es un proceso fotoeléctrico, es decir,
el electrón expulsado no interactúa con un fotón. La expulsión del electrón de
conversión se produce como resultado de la interacción directa entre el
electrón y el campo nuclear, sin que medie radiación alguna. Los procesos de
emisión gamma y conversión interna, son competitivos existiendo cierta
probabilidad de ocurrencia para cada uno. La probabilidad total de
desexcitación, PT, resulta la suma de la probabilidad de emisión gamma, Pγ , y
de la probabilidad de conversión interna, PC.I..

PT = Pγ + PC.I. (2.20)

81
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Se denominan coeficientes de conversión interna, α , a los coeficientes


obtenidos mediante:

PC.I.,K PC.I.,L
αK = ; αL = ; L (2.21)
Pγ Pγ

donde PC.I.,K es la probabilidad de conversión interna con la capa K, PC.I.,L con


la capa L, y así sucesivamente. El coeficiente de conversión total se obtiene
mediante la siguiente suma:

α = αK + αL + αM + L (2.22)

Considérese como ejemplo el caso del Cesio-137 cuyo esquema de


desintegración se presenta en la Figura 2.15.

Figura 2.15: esquema de desintegración del Cesio-137

El Cesio-137 decae a Bario-137 mediante emisión beta. El Bario-137


posee dos isómeros. La desexcitación del isómero excitado se produce
principalmente mediante emisión de un fotón gamma de energía 0.662 [MeV].
Pero, adicionalmente también se produce desexcitación mediante conversión
interna con las capas K, L, M, y N, según los siguientes coeficientes de
conversión: α = 0.14; α K = 0.114; α L = 0.021; y α M+ N = 0.005. Posteriormente
al proceso de conversión interna, se produce la emisión de fotones X como
consecuencia del reordenamiento de los restantes electrones órbitales.
Los electrones de conversión no llevan toda la energía de desexcitación
del núcleo, debido a que debe emplearse una cierta cantidad de energía para
remover el electrón del átomo. Llamando Elig a la energía de ligadura del
electrón con el átomo, la energía total del electrón de conversión, Ee, será:

E e = E γ − E lig (2.23)

En aquellos casos donde la energía del estado excitado no es suficiente para


desligar al electrón en la capa K (es decir, E γ < E lig ), la conversión interna
suele darse con electrones de las capas más externas con energías de ligadura

82
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

menores. Por ejemplo, la transición isomérica del Iridio-192m al Iridio-192


implica energías de 0.058 [MeV]. Tal energía es insuficiente para arrancar un
electrón de la capa K; entonces la conversión interna se da con los electrones
de la capa L.

2.4. LEYES DE DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA


2.4.1. Constantes de desintegración
La velocidad de desintegración o rapidez con que se produce el decaimiento de
los núcleos inestables varía enormemente según el nucleido en cuestión.
Independientemente del tipo de decaimiento nuclear el proceso de
desintegración no puede acelerarse ni retardarse por ningún procedimiento
químico o físico conocido.
El decaimiento radiactivo es de naturaleza probabilística. En el caso de
muestras de tamaño macroscópico (es decir, muestras que involucran gran
cantidad de núcleos) es posible obtener expresiones analíticas para describir el
número de núcleos que experimentan decaimiento en función del tiempo. Sin
embargo, para muestras de tamaño microscópico (pocos núcleos) tales
expresiones pueden no funcionar satisfactoriamente.
Para grandes cantidades de núcleos radioactivos, la rapidez a la cual
ocurre un proceso particular de decaimiento en una muestra es proporcional al
número de núcleos presentes (es decir, el número de núcleos que todavía no
han sufrido decaimiento). Llamando N(t) al número de núcleos radioactivos sin
decaer presentes en la muestra al tiempo t, la tasa de cambio de N(t) vendrá
dada por:

dN ( t )
= − λ N (t ) (2.24)
dt

donde λ [1/seg.] es conocida como la constante de decaimiento y puede


interpretarse como la probabilidad de decaimiento de un núcleo en la unidad de
tiempo. El signo negativo en la Ec. (2.24) se debe a que N(t) disminuye con el
transcurso del tiempo (es decir, para un dt positivo se observan dN negativos).
La Ec. (2.24) puede reescribirse separando variables, como:

dN
= − λ dt (2.25)
N

Integrando ambos miembros en la Ec. (2.25), se obtiene:

ln N = − λ t + K (2.26)

donde K es una constante de integración que puede obtenerse conociendo las


condiciones iniciales de la población de núcleos. Despejando N(t) de la Ec.
(2.26) se llega a la expresión:

N ( t ) = e − λ t +K = e − λ t e K = C e − λ t (2.27)

83
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

donde C = e K es una constante, la cual puede determinarse mediante las


condiciones iniciales. Para ello, suponiendo que al tiempo t = 0 existen N0
núcleos sin decaer, se obtiene finalmente:

N (t ) = N0 e − λ t (2.28)

La Ec. (2.28) muestra que la cantidad de núcleos inestables sin decaer


disminuye exponencialmente con el tiempo t. En la Figura 2.16 se representa
cualitativamente el número de núcleos en función del tiempo, en escala lineal y
en escala semilogarítmica para el eje de ordenadas. Al ser la Ec. (2.25) una
expresión puramente exponencial, se obtiene una recta cuando se representa a
N(t) en escala semilogarítmica.

Figura 2.16: ley de decaimiento exponencial para núcleos radioactivos. a)


escala lineal; b) escala semilogarítmica

Un parámetro de suma importancia y frecuentemente utilizado para


caracterizar el decaimiento nuclear es el periodo de semidesintegración, T1/2,
definido como el tiempo en el cual decaen la mitad de los núcleos presentes en
la muestra. Utilizando la Ec. (2.28) puede obtenerse una expresión para T1/2,
como sigue:

1/ 2 N 0 = N 0 e − λ T1/ 2 (2.29a)

de donde se obtiene:

ln 2 0.693
T 1/ 2 = = (2.29b)
λ λ

Se observa que T1/2 sólo depende de la constante de decaimiento λ y resulta


independiente del número inicial de núcleos, N0. Transcurrido un tiempo igual a
T1/2 permanecerán en la muestra ½ N0 núcleos sin decaer; luego de 2 T1/2
quedarán ¼ N0 núcleos; etc. De la Ec. (2.28) y de la Figura 2.15 puede verse
que debería transcurrir un tiempo infinito para que decayera la totalidad de los

84
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

núcleos radioactivos; es decir, sin importar el tiempo transcurrido, la cantidad


de núcleos radioactivos será diferente de cero.
Otro parámetro de importancia y frecuentemente utilizado es la vida
media τ , la cual resulta el tiempo de vida promedio de los nucleidos que se
desintegran. τ puede obtenerse mediante:

∞ ∞ ∞
∫ t dN = ∫t =0 λ N t dt = ∫t =0 e
−λ t
t dt 1
τ = t =0
∞ ∞ ∞
= (2.30)
∫t =0 dN ∫t =0 λ N dt ∫t =0 e
−λ t λ
dt

donde se ha utilizado la relación dN = λ N dt de la Ec. (2.25).


Normalmente, interesa la radiación emitida por los núcleos y no el número
de núcleos sin decaer presentes en una muestra. Por esta razón suele
considerarse la velocidad de desintegración, también llamada actividad A(t), al
número de núcleos que se desintegran en la unidad de tiempo. Se obtiene
mediante:

dN ( t )
A( t ) = − = λ N 0 e − λ t = A0 e − λ t (2.31)
dt

donde se ha definido la actividad inicial (a t = 0) como A 0 = λ N 0 .


La actividad A puede medirse en desintegraciones por segundo (dps) o
por minuto (dpm), pero generalmente la actividad medida en estas unidades
resulta en valores extremadamente grandes. Por esta razón se han definido
unidades alternativas: el Curie (Ci) es la unidad de actividad mas antigua, la
cual resulta como: 1 Ci = 3.7×1010 [des./seg.]. Alternativamente, la unidad SI
para la actividad es el Becquerel (Bq) dado por: 1 [Bq] = 1 [des./seg]. Por lo
tanto 1 [Ci] = 3.7×1010 [Bq]. Debido a que el Ci es una unidad relativamente
grande, se utiliza con frecuencia el miliCurie (mCi) o el microCurie (μCi).

Fechado por Carbono-14


Una aplicación muy conocida de la Ec. (2.31) se utiliza para establecer la
antigüedad de muestras orgánicas. Para entender esta aplicación, debe
saberse que los rayos cósmicos generan reacciones nucleares en la parte
superior de la atmósfera produciendo continuamente el isótopo 14C. El 14C
decae radiactivamente a 14N emitiendo partículas β − , con un período de
semidesintegración de aproximadamente 5,730 años.
La relación entre 14C y 12C en las moléculas de Dióxido de Carbono en
nuestra atmósfera tiene un valor constante dado por: 14C / 12C=1.3×10-12. Los
átomos de Carbono presentes en los tejidos de cualquier organismo viviente
tienen esta misma relación ya que intercambian Dióxido de Carbono
continuamente con el ambiente. Sin embargo, al morir, el organismo deja de
absorber 14C de la atmósfera y por lo tanto, la relación 14C / 12C comienza a
disminuir conforme el 14C decae. Por esto, es posible conocer la antigüedad de
un material al medir la actividad del 14C restante en la muestra analizada.

85
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

A manera de ejemplo, considérese que un pedazo de 50 [g] de carbón


mineral es encontrado entre las cenizas de una fogata en un templo antiguo.
Se mide la actividad de la muestra y se obtiene A = 500 [des. / min.]. Con esta
información, la pregunta que surge es: ¿Cuánto tiempo hace que esta muerto
el árbol del que provino el carbón? Para responder este interrogante, puede
utilizarse la Ec. (2.31). Conociendo la actividad inicial (al momento de la muerte
del arbol) y actual de la muestra, puede despejarse el tiempo que ha
trascurrido.
Para llevar a cabo nuestro fechado por 14C, primero se debe calcular la
constante de decaimiento del 14C. Dado que el periodo de semidesintegración
es de 5,730 [años], puede obtenerse la constante de decaimiento a partir de la
Ec. (2.29b), mediante:

0.693
λ= = 3.83 × 10 -12 [1 / seg.]
5,730 [años] 3.16 × 10 [seg. / año]
7

Posteriormente, debe obtenerse el número de núcleos de 14C inicialmente


presentes en la muestra, N0. Para ello se procede en primer lugar a calcular el
número de núcleos de 12C, N C 12 , en 50 [g] de Carbono, mediante:

6.023 × 10 23 [ núcleos / mol ]


N C 12 = 50 [ g ] = 2.50 × 10 24 [ núcleos ]
12 [ g / mol ]

Además, se sabe que antes de su muerte, el árbol poseía una relación 14C / 12C
de 1.3×10-12 (como todos los organismos vivientes). De aquí, se obtiene el
número inicial de núcleos de 14C en 50 [g] de carbón (N0), mediante:

N 0 = 1.3 × 10 −12 2.50 × 10 24 [ núcleos ] = 3.26 × 10 12

Por lo tanto, la actividad inicial de la muestra puede obtenerse de la Ec. (2.31)


reemplazando t = 0, lo cual da:

A0 = λ N 0 = 12.49 [des. / seg. ] = 749 [ des. / min .]

Finalmente, despejando de la Ec. (2.31) el tiempo, se obtiene:

1 ⎡ A ⎤
t = − ln ⎢ ⎥
λ ⎢⎣ A 0 ⎥⎦

Reemplazando los valores de λ , de A0, y de A, se obtiene


t = 1.05×1011 [seg.]=3.353×103 [años]. Es decir, el árbol murió hace 3,353 años.

2.4.2. Velocidad de conteo


Como se verá en el Capítulo 3, algunos detectores de radiación realizan el
conteo en forma individual, de la radiación emitida. La cantidad medida se

86
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

denomina actividad medida o actividad aparente, I, y tiene unidades de


[cuentas / tiempo]. Este valor medido resulta proporcional a la velocidad de
desintegración real de la muestra A(t), denominándose eficiencia ε a la
constante de proporcionalidad dada por:

I (t )
ε= (2.32)
A( t )

La eficiencia ε es básicamente la fracción de radiaciones emitidas por la


muestra que efectivamente se miden en el detector. Lógicamente, ε dependerá
de las características del detector, del tipo de radiación emitida, de la fuente
emisora, y de la geometría del conjunto fuente-detector-medio. Puesto que la
actividad aparente resulta proporcional a la actividad real de la fuente emisora,
se cumple que:

I ( t ) = I 0 e − λ t = ε A0 e − λ t = ε λ N 0 e − λ t (2.33)

La Ec. (2.33) permite resolver dos de los problemas mas frecuentes: i) calcular
la actividad (absoluta o aparente) de una fuente emisora en cualquier instante t,
conociendo la actividad en el tiempo inicial t0 y el periodo o la constante de
desintegración; y ii) calcular la actividad inicial conociendo la actividad al tiempo
t (como por ejemplo, en el procedimiento de fechado por Carbono-14 detallado
en la sección anterior). Por supuesto, para llevar a cabo la resolución de alguno
de estos dos problemas, la eficiencia ε del detector debe ser conocida.

2.4.3. Mezcla de actividades simples


Cuando se tiene un solo nucleido en la muestra en estudio, la medida de la
actividad aparente I en varios instantes de tiempo sucesivos permite determinar
el tiempo de vida media del nucleido en cuestión. En efecto, representando
ln (I) en función del tiempo se obtiene una gráfica lineal como la indicada en la
Figura 2.17a). Considerando que ln (I) decrece en una cantidad ln (2)
transcurrido el tiempo de semidesintegración T1/2, se puede obtener en forma
gráfica el valor de T1/2.
El problema se complica si en la muestra a analizar se tiene una mezcla
de dos nucleidos diferentes [Figura 2.17b)]. Suponiendo que los tiempos de
semidesintegración para cada nucleido, T1/2,1 y T1/2,2, presentan cierta
diferencia apreciable, la grafica semilogarítmica ya no será una recta. Para esta
situación se cumple que la actividad aparente vendrá dada por:

I ( t ) = I 0 ,1 e − λ1 t + I 0 , 2 e − λ2 t
= ε 1 A 0 ,1 e − λ1 t + ε 2 A 0 , 2 e − λ2 t
(2.34)

donde λ1 y λ 2 son las constantes de decaimiento correspondientes a cada


nucleido; A0,1 y A0,2 son las actividades de ambos nucleidos al tiempo t = 0; y
las eficiencias ε 1 y ε 2 resultan distintas en el caso que se trate de radiaciones
de diferentes naturaleza o energía.

87
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 2.17: determinación grafica del T1/2 para muestras con: a) un solo
nucleido; y b) una mezcla de dos nucleidos

Para el caso particular en que los tiempos de semidesintegración de


ambos nucleidos difieran apreciablemente, por ejemplo T1/2,1 << T1/2,2,
transcurrido un tiempo considerable, la actividad del núcleo correspondiente a
T1/2,2 exhibirá una magnitud mucho mayor a la del núcleo con T1/2,1. Bajo esta
hipótesis, transcurrido un tiempo elevado, la gráfica de ln (I) vs. t se aproximará
a la recta correspondiente a la actividad del segundo nucleido, de donde puede
obtenerse una estimación para T1/2,2 repitiendo el análisis gráfico de la
Figura 2.17a). Posteriormente, extrapolando al origen la última parte recta
(correspondiente al nucleido 2) puede obtenerse por simple diferencia las
actividades para ambos nucleidos. Se muestra en la Figura 2.17b) un análisis
gráfico del tipo expuesto.

2.4.4. Desintegración ramificada


Cuando un nucleido presenta dos o más posibilidades de desintegración,
pueden admitirse diferentes constantes de decaimiento λ . Designando con los
subíndices 1, 2, 3, etc. a las magnitudes referentes a los distintos procesos de
decaimiento, los cuales se presentan en porcentajes p1, p2, p3, etc. para cada
uno, entonces pueden definirse las constantes λ i , mediante:

⎛ dN ⎞ 1
λ1 = − ⎜⎜ ⎟⎟ (2.35a)
⎝ dt ⎠1 N

⎛ dN ⎞ 1
λ 2 = − ⎜⎜ ⎟⎟ , etc (2.35b)
⎝ dt ⎠2 N

La velocidad con que disminuye el número de núcleos sin decaer en la


muestra debido a todos los procesos, viene dada por:

dN ⎛ dN ⎞ ⎛ dN ⎞
= ⎜⎜ ⎟⎟ + ⎜⎜ ⎟⎟ + L = − λ1 N − λ 2 N − L (2.35c)
dt ⎝ dt ⎠ 1 ⎝ dt ⎠2

88
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

de donde:

dN
= − N ( λ1 + λ 2 + L ) = − N λ (2.35d)
dt

Por lo cual:

N = N0 e − λ t (2.36)

donde λ = λ1 + λ 2 + L . Los porcentajes pi para cada tipo particular de


decaimiento están dados por:

⎛ dN ⎞
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ dt ⎠i λi
pi = 100 = 100 (2.37)
⎛ dN ⎞ λ
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ dt ⎠

donde debe cumplirse por supuesto que p 1 + p 2 + L = 100% .


Vale aclarar que la actividad aparente obtenida con un detector de
radiación de cualquier naturaleza responde a la forma:

I = (ε 1 λ1 + ε 2 λ 2 + L ) N 0 e − λ t (2.38)

donde ε 1 , ε 2 , … son las eficiencias de detección para cada tipo particular de


radiación.

2.4.5. Desintegración en cadena


Considérese un caso muy frecuente en numerosos nucleidos inestables en que
el nucleido resultante de una desintegración es a su vez radioactivo y por lo
tanto sufre una nueva desintegración. En forma esquemática:

T T
Nucleido madre ⎯⎯ ⎯→ Nucleido hijo ⎯⎯
1/ 2,1
⎯→ Nucleido estable
1/ 2,2

Según el esquema, los nucleidos madre e hijo decaen con tiempos de


semidesintegración T1/2,1 y T1/2,2, respectivamente.
La variación en el número de átomos de la especie madre, N1, puede
obtenerse simplemente mediante:

dN 1
= − λ1 N 1 (2.39)
dt

Por otro lado, la variación en el número de átomos de la especie hija se debe al


aporte positivo de la madre y a su propio decaimiento:

89
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

dN 2 dN 1
= − λ 2 N 2 = λ1 N 1 − λ 2 N 2 (2.40)
dt dt

Por ultimo, la variación en el número de átomos de la especie estable, N3, se


debe a la acumulación por decaimiento de la especie hija:

dN 3
= λ2 N 2 (2.41)
dt

Las Ecs. (2.39) a (2.41) constituyen un sistema de ecuaciones diferenciales


donde intervienen las funciones N1(t), N2(t), y N3(t). Resolviendo el sistema,
considerando condiciones iniciales nulas para las poblaciones N2 y N3, se
obtiene:

N 1 ( t ) = N 0 ,1 e − λ1 t (2.42a)

N 2 (t ) =
λ1
[
N 0 ,1 e − λ1 t − e − λ 2 t
] (2.42b)
λ 2 − λ1

N 3 (t ) =
λ2
[
N 0 ,1 1 − e − λ1 t − ] λ1
[
N 0 ,1 1 − e − λ 2 t
] (2.42c)
λ 2 − λ1 λ 2 − λ1

Lógicamente, si se suman las poblaciones N1, N2 y N3, a cualquier instante de


tiempo se obtiene N0,1, pues el número total de núcleos no se modifica.
Además, puede verse claramente de la Ec. (2.42c) que para t → ∞ , N3 toma el
valor N0,1, es decir, todos los núcleos de la especie madre han decaído en la
especie estable.
El fenómeno de decaimiento en cadena presenta algunos aspectos
particulares que valen la pena ser estudiados en más detalle.

Equilibrio transitorio
El equilibrio transitorio se da en poblaciones donde el periodo de
semidesintegración de la especie madre es mayor que el de la hija, es decir, se
da en decaimientos en cadena donde T1/2,1 > T1/2,2, y por lo tanto λ1 < λ 2 .
Utilizando las Ecs. (2.42a) y (2.42b) puede obtenerse una expresión para
N2 / N1, como sigue:

N2
=
λ1
[1− e ( − λ 2 − λ1 ) t
] (2.43a)
N1 λ 2 − λ1

Luego de transcurrido un tiempo suficientemente grande, considerando que


λ 2 − λ1 > 0 , el término exponencial resulta despreciable en comparación con la
unidad, de modo que la Ec. (2.43a) se reduce a:

90
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

N2 λ1
= (2.43b)
N1 t →∞
λ 2 − λ1

Es decir, la relación entre el número de núcleos de la especie madre y de la


especie hija permanece constante. Se presenta en la Figura 2.18 un gráfico
cualitativo de las poblaciones N1(t), N2(t), y N3(t), considerando las poblaciones
iniciales nulas para las especies N2 y N3. Nótese que para t grandes las
poblaciones N1 y N2 siguen líneas rectas de igual pendiente en escala
semilogarítmica, indicando una relación N2 / N1 constante.

Figura 2.18: poblaciones de los nucleidos madre, hija, y estable durante el


decaimiento en cadena con equilibrio transitorio

Usualmente lo que se mide experimentalmente son las actividades, las


cuales resultan proporcionales a los núcleos presentes. Pueden reemplazarse
las actividades de la especie madre e hija, A1 y A2, respectivamente, dadas por:

A1 = λ1 N 1 ; A2 = λ2 N 2 (2.44)

en la Ec. (2.43b) obteniendo finalmente:

A2 N2 λ2 λ1 λ2 λ2
= = = (2.45)
A1 t →∞
N1 t →∞
λ1 λ 2 − λ1 λ1 λ 2 − λ1

A partir de la Ec. (2.45) puede verse que para tiempos suficientemente


grandes, la relación de actividades entre las especies madre e hija resultan
constantes, es decir, ambas especies se desintegran con la misma constante
de decaimiento.

Equilibrio secular
Un caso particular del equilibrio transitorio lo constituye el equilibrio secular.
Esta condición se produce cuando el tiempo de vida media de la especie madre

91
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

es muy grande, de modo que el número de núcleos de esta especie


prácticamente no cambia con el correr del tiempo. En tal situación, la constante
de decaimiento para la especie madre cumple con λ1 ≈ 0 y por lo tanto, de la
Ec. (2.42) se obtiene:

N 1 ( t ) = N 0 ,1 (2.46a)

N 2 (t ) =
λ1
[
N 0 ,1 1 − e − λ 2 t
] (2.46b)
λ 2 − λ1

Una gráfica cualitativa del número de núcleos para las especies madre e hija se
observa en la Figura 2.19.

Figura 2.19: esquema de poblaciones y actividad de las especies madre e hija


bajo equilibrio secular

De las Ecs. (2.46a) y (2.46b), se obtiene:

N2
=
λ1
[1− e − λ2 t
] (2.47a)
N1 λ 2 − λ1

Transcurrido un tiempo suficientemente grande, la exponencial resulta


despreciable respecto de la unidad, con lo cual la Ec. (2.47a) puede
reescribirse como:

N2 λ1
= (2.47b)
N1 t →∞
λ 2 − λ1

Considerando A1 = λ1 N 1 y A 2 = λ 2 N 2 , se reescribe la Ec. (2.47) en términos


de las actividades A1 y A2, como:

92
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

A2 λ2 λ2
= ≈ =1 (2.48)
A1 t →∞
λ 2 − λ1 λ2

donde se ha despreciado la constante de desintegración de la especie madre,


λ1, ya que resulta despreciable en comparación con la constante de la especie
hija. A partir de la Ec. (2.48) puede concluirse que al cabo de un tiempo
considerable, las actividades de la especie madre e hija se igualan.
El equilibrio secular tiene lugar siempre que una sustancia radiactiva se
genera con velocidad constante, como sucede con la especie hija en el ejemplo
descrito en los parrafos precedentes. Esto se da normalmente en especies que
provienen de un antepasado con un periodo de semidesintegración muy
grande, como el caso analizado anteriormente. Sin embargo, el equilibrio
secular se da también en los aceleradores de partículas o reactores nucleares
funcionando para producción de radioisótopos. En estos casos, la especie hija
crece con velocidad constante, pero el efecto del decaimiento de dicha especie
crece conforme aumenta el número de núcleos, llegándose con el tiempo a un
equilibrio en que el número de núcleos hijos generados iguala al número que
se desintegran. Se muestra este caso en la Figura 2.20 a partir de la cual se
puede concluir que una vez alcanzado el equilibrio secular, no tiene sentido
continuar operando el reactor ya que la producción de la especie hija no
continuará aumentando. En el momento que el reactor cesa su funcionamiento,
la especie hija decaerá en función de su constante característica.

Figura 2.20: equilibrio secular por bombardeo en acelerador de partículas o en


reactor nuclear

Por supuesto que el caso analizado en esta sección, en el que se


presenta una desintegración en cadena donde la especie hija también decae,
no es el caso más complejo. En la naturaleza existen reacciones en cadena en
el que el tercer nucleido también se desintegra, a su vez en otro también
radioactivo, formándose una cadena de desintegraciones como la
esquematizada mediante:

T T T T
X 1 ⎯⎯ ⎯→ X 2 ⎯⎯
1/ 2,1
⎯→ X 3 ⎯⎯
1/ 2,2
⎯→ X 4 ⎯⎯
1/ 2,3
⎯→ L
1/ 2, 4

93
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Para este caso mas complejo, puede demostrarse que si el periodo de la


especie madre, T1/ 2 ,1 , resulta mucho mayor al de las especies descendientes,
se llega a un equilibrio secular en donde las actividades de todas las especies
se igualan. Es decir, transcurrido un tiempo suficientemente grande, se tiene:

A1 = A 2 = A 3 = A 4 = L

Caso en que no existe equilibrio


Considérese finalmente el caso en que la especie hija decae con un periodo
mayor que el de la especie madre. Cuando esto sucede, el equilibrio no se
alcanza en ningún momento. Si en el tiempo inicial, hay solo átomos de la
especie madre, la actividad de la hija crecerá rápidamente hasta alcanzar un
máximo y luego de un tiempo bastante mayor que el periodo de la madre,
decae bajo su propia constante de decaimiento. Esto se deduce de la Ec.
(2.42b). Luego de un tiempo t >> T1/2,1, se cumple:

N 2 (t ) =
λ1
[
N 0 ,1 e − λ1 t − e − λ 2 t
]= λ1
N 0 ,1 e − λ 2 t
(2.49)
λ 2 − λ1 λ1 − λ 2

donde se ha despreciado la exponencial e − λ1 t debido a que e − λ 2 t >> e − λ1 t .


Para este caso, las actividades se comportan como se muestra en la Figura
2.21.

Figura 2.21: actividad para el caso en que no existe equilibrio

2.5. SERIES RADIOACTIVAS


Un razonamiento lógico que podría surgir a estas alturas es el siguiente.
Considérese por ejemplo el isótopo radioactivo, 228Ra, el cual experimenta
decaimiento por emisión de partículas β − con un periodo de
semidesintegración de 5.75 años. Considerando la edad del planeta Tierra,
aproximadamente 5×109 años, un cálculo sencillo indicaría que el 226Ra debería
estar extinto en nuestros días. La razón por la cual esto no ha sucedido puede
explicarse mediante la existencia de las denominadas series radioactivas.

94
NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA

En la naturaleza, existen tres series radioactivas. Cada una de estas


series comienza con un isótopo inestable, de mayor periodo de
semidesintegración que sus descendientes. Estas series naturales comienzan
con los isótopos 238U (serie del Uranio), 235U (serie del Actinio) y 232Th (serie del
Torio), finalizando en los isótopos estables 206Pb, 207Pb y 208Pb,
respectivamente. Adicionalmente, existe la denominada serie artificial del
Neptunio la cual comienza con el isótopo artificial 237Np y culmina en el isótopo
estable 209Bi.
En la Tabla 2.1 se muestran los isótopos involucrados en la serie del
Torio, el tipo de desintegración que sufre cada isótopo, sus periodos de
semidesintegración y los productos de cada proceso de desintegración.
Nótese que la desintegración del 212Bi da lugar a una bifurcación en la
serie, debido a que se producen dos nucleidos inestables, 212Po y 208Ti. Ambas
bifurcaciones convergen finalmente al isótopo estable 208Pb.

Tabla 2.1: serie radioactiva del Torio (los periodos de semidesintegración se


indican en a: años; h: horas; d: dias; m: minutos; y s: segundos)
Tipo de Periodo de Producto de
Nucleido
desintegración semidesintegración desintegración
232
Th α 1.405×1010 a 228
Ra
228
Ra β- 5.75 a 228
Ac
228
Ac β- 6.13 h 228
Th
228 224
Th α 1.913 a Ra
224 220
Ra α 3.66 d Rn
220 216
Rn α 55.6 s Po
216 212
Po α 0.15 s Pb
212
Pb β- 10.64 h 212
Bi

212
β- (64.06 %) 212
Po
Bi 60.55 m 208
α (35.94 %) Ti
212 208
Po α 0.3 μs Pb
208
Ti β- 3.053 m 208
Pb
208
Pb
- - -
(estable)

95
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

En respuesta al interrogante planteado al comienzo de esta sección,


puede verse que existe una generación continua de 226Ra a partir de la
desintegración del 232Th. Por lo tanto, aunque el tiempo de semidesintegración
del 226Ra es relativamente pequeño (5.75 años), existe todavía en forma natural
ya que se produce a partir de un antecesor (232Th) de vida media muy grande.
Por ultimo, cabe mencionar que existen numerosos nucleidos inestables,
los cuales no forman parte de ninguna de las series radioactivas mencionadas.
Un ejemplo es el 14C.

96
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

CAPÍTULO 3

INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

3.1. INTRODUCCIÓN
Los mecanismos según los cuales la radiación emitida por los núcleos
inestables interactúa con la materia y la cantidad de energía que dichas
radiaciones depositan en el medio dependen enteramente del tipo de radiación.
Mientras las partículas cargadas, es decir, los rayos alfa y beta, interactúan
principalmente mediante interacción coulombiana con los electrones y los
núcleos del material, los fotones interactúan, entre otros mecanismos, mediante
algunos de los fenómenos descritos en el Capítulo 1, es decir, efecto
fotoeléctrico y efecto Compton. Los principales mecanismos de transferencia
de energía entre las radiaciones y la materia son la ionización y la excitación de
átomos y moléculas, lo cual se traduce principalmente en un aumento de la
temperatura del material irradiado. Adicionalmente, el efecto de ionización en si
mismo puede resultar de gran importancia, sobre todo en el caso de tejidos
biológicos donde puede producir daño celular importante como consecuencia
de la ruptura de moléculas como proteínas y cadenas de ADN. La metrología y
dosimetría de las radiaciones resulta entonces de suma importancia para poder
cuantificar la cantidad de energía depositada y la magnitud de la ionización
producida en el material irradiado.
En la primera mitad de este Capítulo se presentan los mecanismos por los
cuales las radiaciones interactúan con la materia. Se analiza principalmente la
penetración de los diferentes tipos de radiaciones en la materia. En la segunda
mitad del Capítulo se aborda la metrología de las radiaciones ionizantes. Se
describen los principales tipos de dispositivos utilizados para detectar y
cuantificar las radiaciones, como por ejemplo, los detectores gaseosos en sus
diferentes variantes (cámara de ionización, contador proporcional y contador
Geiger), los semiconductores y los centelladores.

3.2. MECANISMOS DE INTERACCIÓN DE LAS RADIACIONES


Las radiaciones emitidas durante los procesos de decaimiento radiactivo de los
núcleos inestables (partículas alfa, partículas beta y fotones gamma), así como
también aquellas producidas durante ciertas reacciones nucleares, como por
ejemplo la fisión nuclear (de la cual se producen neutrones y productos de
fisión), pueden clasificarse según la forma en que interactúan con la materia.
Se esquematiza esta clasificación en la Figura 3.1.
Se observa en la figura que las radiaciones ionizantes se clasifican
básicamente en tres grandes categorías: i) partículas cargadas, ii) radiación
fotónica y iii) neutrones. Mientras que las partículas cargadas interactúan con la
materia a través del campo electrostático producido por el núcleo atómico o los
electrones órbitales, los fotones y neutrones no exhiben carga y por lo tanto no
interactúan según los mismos mecanismos. En el caso de los fotones, ya se
estudió en el Capítulo 1 el modo en el que interactúan con los electrones del
material mediante el efecto fotoeléctrico y el efecto Compton. Adicionalmente,

97
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

los fotones pueden depositar su energía en la materia mediante el mecanismo


de creación de pares que se discutirá en las secciones posteriores. Finalmente,
debido a su pequeño tamaño y a que no poseen carga, los neutrones pueden
acercarse a los núcleos de los átomos del material, a distancias donde se
producen interacciones debido a las fuerzas nucleares.
Se detallará a continuación el modo en que los diferentes tipos de
radiaciones interactúan con la materia.

Figura 3.1:.clasificación de la radiación según su interacción con la materia

3.2.1. Interacción de partículas alfa


La gran masa de las partículas alfa les permite atravesar la materia sin sufrir
desviaciones apreciables. En la gran mayoría de los casos, las partículas alfa
sufren numerosas “colisiones” con los electrones del material hasta detenerse
totalmente. Durante estas colisiones, si la energía transferida al electrón es
suficiente para vencer la energía de unión con el núcleo, el electrón es liberado
del átomo, produciéndose la ionización de este último. El término “colisión”
resulta un poco desafortunado para utilizarlo aquí, ya que en realidad la
interacción entre la partícula alfa y los electrones del material es de tipo
electrostática y no de contacto mecánico. Por ejemplo, una partícula alfa
cargada positivamente, acercándose lo suficiente a un átomo, ejercerá una
fuerza electrostática sobre los electrones órbitales del átomo de la forma
esquematizada en la Figura 3.2a).
Durante un encuentro cercano, la fuerza de repulsión electrostática puede
ser lo suficientemente elevada como para arrancar el electrón del átomo y
producir ionización. La energía perdida por la partícula alfa durante la
interacción se reparte en la utilizada para arrancar al electrón del núcleo
(energía de amarre electrón-núcleo) y la utilizada para impartir energía cinética
al electrón. A su vez, el electrón emitido, si posee energía suficiente, puede
producir nuevas ionizaciones hasta detener su movimiento.

98
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Figura 3.2:.esquema de interacción entre las partículas alfa y los átomos del
material. a) interacción con un electrón órbital; b) interacción con un núcleo

Un acercamiento menor entre la partícula alfa y el átomo, puede producir


la excitación de un electrón órbital en vez de su arranque, generando un átomo
en estado excitado. La energía perdida por la partícula alfa y transferida al
átomo se disipa finalmente como vibración molecular o como emisión de
radiación de baja energía (infrarroja, ultravioleta, etc) durante la desexcitación
del átomo.
Por último, la partícula alfa puede penetrar la nube electrónica e
interactuar en forma directa con el núcleo atómico como se esquematiza en la
Figura 3.2b). Si la partícula alfa tiene suficiente energía, esto puede derivar en
una reacción nuclear del tipo de la utilizada para la producción de
radionucleidos. Sin embargo, la situación más probable se produce cuando el
campo electrostático del núcleo atómico produce la deflexión de la partícula
alfa, con la consecuente pérdida de energía. La energía perdida por la partícula
alfa es emitida como radiación electromagnética denominada comúnmente
Bremsstrahlung (o radiación de frenado).
La energía media que pierde una partícula alfa por cada par de iones (par
positivo y negativo) producido, es bastante mayor que la energía de ionización
de los átomos del medio. Esto resulta razonable, ya que la energía de la
partícula alfa se disipa no solo formando pares de iones, sino también
excitando átomos y como radiación de frenado. Para partículas alfa en aire, la
energía media perdida por par de iones formado se encuentra cercana a
35.5 [eV / par de iones].
Se denomina ionización específica al número de pares de iones
producidos por unidad de recorrido. Para una partícula alfa, la ionización
específica resulta muy alta y aumenta a medida que su velocidad disminuye,
debido a que la probabilidad de interacción con los átomos del medio aumenta
a bajas velocidades. En consecuencia, durante los instantes finales de su
recorrido se produce un aumento considerablemente de la ionización
específica. Se denomina rango a la distancia recorrida por una partícula α . La
Figura 3.3 presenta la ionización específica vs. el rango residual (distancia
hasta el fin del rango) en aire a 15 [ºC] y a 760 [mmHg]. Se observa claramente
como la ionización específica aumenta notablemente antes de la detención de

99
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

la partícula α . Se denomina a este aumento marcado en la ionización


específica como pico de ionización de Bragg.

Figura 3.3:.ionización específica vs. distancia recorrida por una partícula α en


aire a 15 [ºC] y 760 [mmHg]

Se define a la transferencia (o pérdida) lineal de energía (Linear Energy


Transfer: LET) como la cantidad de energía depositada en el medio por unidad
de penetración de la partícula alfa. Matemáticamente se designa a la LET
como:

dE
LET = (3.1)
dx

donde E es la energía de la partícula. La LET se expresa en unidades de


keV / μm. Para las partículas α la LET resulta muy elevada, lo cual deriva en la
producción de una alta cantidad de ionización en una longitud de penetración
muy corta. Por este motivo, las partículas alfa detienen su recorrido en
distancias muy cortas, por ejemplo algunos centímetros en aire o algunos
micrones en sólidos.

Figura 3.4: experimento con partículas alfa

Considérese el esquema que se muestra en la Figura 3.4. En el, puede


observarse una fuente emisora de partículas α , un diafragma, y un detector. Si
se grafica el número de partículas detectadas en función de la distancia entre la

100
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

fuente y el detector, la curva obtenida se vería como la que se presenta en la


Figura 3.5.

Figura 3.5: número relativo de partículas detectadas vs. distancia al detector

A partir de la Figura 3.5, puede definirse el alcance medio R de las


partículas α como la distancia d a la cual el número de partículas detectadas
decae al 50%. Es sencillo razonar que el alcance en cualquier medio será
función de la energía de las partículas. La Figura 3.6 presenta la curva de
alcance medio R en [cm], en aire a 15 [ºC] y 760 [mmHg], en función de la
energía de las partículas α .

Figura 3.6: alcance medio de partículas α en aire en función de su energía

Una expresión aproximada para el alcance medio de las partículas alfa en


aire en el rango de energías comprendido entre [4 - 8] MeV es:

R ≈ 0.325 E 3 / 2 (3.2)

donde E se expresa en MeV. Comparando el alcance medio de partículas alfa


de diferentes energías, en medios de diferente densidad y distinto número de
masa, se encontró experimentalmente la siguiente relación:

101
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES


≈ cte (3.3)
A

donde R es el alcance medio en el material cuya densidad y número de masa


están dados por δ y A, respectivamente. Por lo tanto, a partir de a Ec. (3.3)
puede obtenerse, para dos medios diferentes:

R2 δ1 A2
≈ (3.4)
R1 δ2 A1

Para el aire suele utilizarse A = 14.6, el cual se obtiene ponderando los


números de masa del N y el O según sus concentraciones relativas. A partir de
la Ec. (3.4) puede estimarse el alcance medio de las partículas alfa en
cualquier material a partir de su alcance medio en aire.

3.2.2. Interacción de partículas beta


Los procesos mediante los cuales las partículas β interactúan con el medio
son los mismos que los evidenciados para electrones monoenergéticos
acelerados por campos eléctricos (como los rayos catódicos), o de los
electrones que se producen en la desintegración por conversión interna, o los
electrones Auger que se emiten en competencia con los rayos X
característicos, o de los electrones arrancados por los fotones γ o X (como se
verá mas adelante). Es decir, desde el punto de vista de la interacción con la
materia, los electrones (o positrones) emitidos desde el núcleo (partículas β )
se comportan como electrones ordinarios.
Las partículas β , se diferencian de las α , principalmente en que poseen
una masa marcadamente menor, y por lo tanto atraviesan la materia en
trayectorias tortuosas como consecuencia de las múltiples interacciones
sufridas con los átomos del material. Es decir, debido a su pequeña masa, las
partículas β sufren numerosos desvíos como consecuencia de las “colisiones”
sufridas contra los electrones órbitales y los núcleos del medio.
Al igual que las partículas α , las β pierden energía con el medio
básicamente mediante los procesos de: i) ionización (arranque de electrones
órbitales), ii) excitación de electrones órbitales, y iii) emisión de radiación de
frenado. Adicionalmente, en el caso particular de los positrones, el fenómeno
de aniquilación descrito en el Capítulo 2 (ver Figura 2.9) resulta un mecanismo
adicional a partir del cual se deposita energía en el material. Debido a que las
partículas β cambian numerosas veces de dirección, el proceso de emisión de
radiación de frenado cobra gran importancia. Recuérdese que, según la teoría
electromagnética clásica, toda carga eléctrica que sufre aceleración (como en
el frenado o en un cambio de dirección) emite radiación electromagnética. Para
una partícula β de energía E (en MeV), moviéndose en un medio de número
atómico Z, el porcentaje de energía perdida debido a la producción de radiación
de frenado puede aproximarse aceptablemente mediante:

102
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

EZ
% de radiación de frenado ≈ 100 (3.5a)
3,000

A partir de la Ec. (3.5a) puede razonarse que a medida que la energía de las
partículas β o el número atómico del material irradiado aumenta, la pérdida de
energía debido a producción de radiación de frenado aumenta. Esta es una de
las razones por las cuales los radioisótopos emisores de radiación β , por
ejemplo, los utilizados en medicina en estudios de tomografía por emisión de
positrones, deben ser almacenados en contenedores de bajo Z, como por
ejemplo plásticos, más que en contenedores de plomo o de materiales de alto
Z. Se evita así la producción de radiación X de frenado que resulta muy
penetrante. Si el material irradiado resulta una mezcla de elementos, el número
Z a utilizar en la Ec. (3.5a) puede aproximarse mediante:

Z ef = ∑ f i Z i2 / ∑ f i Z i (3.5b)
i i

donde f1, f2, …. son las fracciones en peso de los elementos de número
atómico Z1, Z2, … constituyentes del material irradiado.
El proceso de absorción o atenuación de partículas β en los materiales
suele estudiarse interponiendo láminas de absorbente, de espesores
crecientes, entre una fuente de emisión y un detector, de forma similar al
esquema de la Figura 3.4 utilizado para estudiar el alcance de las partículas
α . Si se representa el número de partículas detectadas por unidad de tiempo
en función del espesor de absorbente se obtiene una curva como la
esquematizada en la Figura 3.7.

Figura 3.7: actividad detectada vs. espesor de absorbente, para partículas


β (escala semilogarítmica)

Nótese que se ha representado en la figura el número de partículas detectadas


relativas al número de partículas detectadas sin absorbente interpuesto. Se
observa que incluso con pequeños espesores de absorbente se remueven
algunos electrones del haz incidente mediante los mecanismos de interacción
detallados anteriormente. En la primera porción de la curva de la Figura 3.7 la
disminución en el número de partículas detectadas sigue una forma casi

103
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

exponencial (por eso la gráfica resulta en una línea casi recta en el gráfico
semilogarítmico). Se observa también, que para espesores mayores de
absorbente la curva se aproxima gradualmente a una “cola” plana (denominada
comúnmente Background) o a un valor constante. Esta “cola” no se debe a la
detección de partículas β , sino mas bien a la detección de fotones de alta
energía producidos como radiación de frenado (generado por interacción de las
partículas β ), o fotones X característicos emitidos por los átomos del material
absorbente al desexcitarse. El denominado alcance o rango extrapolado de las
partículas β , Re, se determina por extrapolación de la porción
aproximadamente exponencial, hasta cortar la línea de “Background”, como se
esquematiza en la Figura 3.7.
El valor de Re obtenido para un haz de partículas β monoenergéticas de
energía E coincide con el obtenido para un haz de partículas polienergéticas
con energía máxima dada por E. Sin embargo, las curvas de atenuación para
ambos casos resultan algo diferentes.
Una característica particular de Re radica en que resulta inversamente
proporcional a la densidad δ del absorbente. Si se multiplica Re [cm] por la
densidad del material absorbente δ [g / cm3] se obtiene el rango extrapolado
en unidades de masa superficial, es decir, Re [g / cm2]. Se ha encontrado que
los rangos extrapolados expresados en unidades de masa superficial obtenidos
para diferentes materiales de absorbente resultan prácticamente iguales. Esta
particularidad puede utilizarse para calcular el valor de Re en cualquier
absorbente en función de la densidad del material y del correspondiente valor
en un material de referencia.
A partir de la Figura 3.7 puede derivarse una ecuación que caracterice la
atenuación de las partículas beta en función del espesor de absorbente. Para la
porción aproximadamente exponencial de la curva puede expresarse la
actividad medida como:

− μβ x
I = I0 e (3.6)

donde I es la actividad medida interponiendo un absorbente de espesor x, I0 es


la actividad sin absorbente, y μ β es el coeficiente de atenuación lineal del
material absorbente. El subíndice en μ β se ha utilizado para diferenciarlo del
coeficiente de atenuación para fotones que se presentará en secciones
posteriores.
Frecuentemente, los espesores de absorbente se expresan también en
unidades de masa superficial, es decir:

d [ g / cm 2 ] = x [ cm ] δ [ g / cm 3 ] (3.7)

donde δ es la densidad del absorbente. Utilizando esta nueva nomenclatura,


puede reescribirse la Ec. (3.6) como:

δ μβ
− μβ x − δ x
− μ β ,m d (3.8)
I = I0 e δ = I0 e δ = I0 e

104
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

donde μ β ,m = μ β / δ [ cm 2 / g ] es el coeficiente de atenuación másico.


Calculando el espesor de absorbente que reduce a la mitad la actividad
medida, se obtiene el espesor de semiabsorción o hemiespesor x1/2.
Considerando las Ecs. (3.6) y (3.8), y teniendo en cuenta que para x = x1/2 (o
d1/2) se tiene I = I0 / 2, puede obtenerse:

ln 2 ln 2
x 1/ 2 = ; d 1/ 2 = (3.9)
μβ μ β ,m

Se han encontrado fórmulas empíricas para el coeficiente de atenuación en


función de la energía máxima del espectro de las partículas β . Por ejemplo:

μ β, m = 22 / E 1.33 ; para 0.5 < E < 6 [MeV]


(3.10)
1.14
μ β, m = 17 / E ; para 0.1 < E < 4 [MeV]

donde μ β ,m debe expresarse en [cm2/g] y E en [MeV].

3.2.3. Interacción de fotones de alta energía


Independientemente del proceso por el cual son emitidos, los fotones de alta
energía interactúan de igual manera con la materia. Principalmente, los
mecanismos de interacción fotón-materia se basan en tres efectos:

1- Efecto fotoeléctrico: el cual predomina a bajas energías.


2- Efecto Compton: predomina a energías medias.
3- Creación de pares: predomina a altas energías.

Efecto fotoeléctrico
Como se describió en detalle en el Capítulo 1, el efecto fotoeléctrico es una
interacción entre el fotón incidente y un electrón órbital de un átomo del
material. El electrón es arrancado con una energía cinética Ecin dada por:

E cin = E f − E e (3.11)

donde Ef es la energía del fotón incidente y Ee es la energía de amarre (o


energía de enlace electrón-núcleo). Parte de la energía del fotón incidente es
también impartida como energía cinética de retroceso del átomo, pero ésta
fracción de energía resulta despreciable. La vacante producida por el electrón
emitido es prontamente cubierta por electrones en las capas superiores,
produciendo la emisión de uno o mas fotones X característicos.

105
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

En el caso de fotones de baja energía y absorbentes de alto Z, la energía


Ef no alcanza para arrancar electrones de las capas internas (K o L), y por lo
tanto la interacción se produce sólo con los electrones de las capas superiores.
Nótese que, debido a la emisión del fotoelectrón, se ha producido un par
de cargas: la carga negativa del electrón secundario y la positiva del átomo
donde queda una vacancia electrónica. La radiación secundaria generada
(fotón X y electrones emitidos) puede a su vez desencadenar posteriormente
nuevos procesos de ionización. El electrón emitido actúa como radiación
secundaria pudiendo desencadenar los procesos de ionización, excitación,
radiación de frenado, etc., que se describieron en la sección anterior.

Efecto Compton
El efecto Compton se abordó también en detalle durante el Capítulo 1. Puede
interpretarse como un choque elástico entre un fotón y un electrón libre o un
electrón de las capas superiores, débilmente ligado, cuya energía de enlace
resulta despreciable respecto a la energía del fotón. Durante el choque, el fotón
es desviado un ángulo θ, perdiendo energía, la cual es transferida al electrón
eyectado. Debido a que el fotón pierde energía, su longitud de onda posterior al
choque resulta mayor a la longitud de onda previa al choque. La longitud de
onda del fotón incidente y el dispersado se relacionan mediante la ecuación de
corrimiento de Compton:

h
λ1 − λ 0 = [1 − cos (θ )] (3.12)
m0 c

donde λ 0 y λ1 son las long. de onda del fotón incidente y dispersado, y la


constante h / m 0 c = 0.0243 × 10 −10 [ m ] se denomina longitud de onda
Compton. Considerando que la energía de los fotones incidente y dispersado
vienen dadas respectivamente por: E 0 = h c / λ0 y E1 = h c / λ1 , puede
obtenerse fácilmente una expresión que relacione E0 y E1, la cual resulta:

E0
E1 =
E0 (3.13)
1+
2
[1 − cos (θ )]
m0 c

donde m0 c2=0.511 [MeV] es el equivalente energético de la masa del electrón


en reposo. Utilizando la Ec. (3.13) se obtiene una expresión para la pérdida de
energía experimentada por el fotón incidente:

E0
ΔE = E 0 − E 1 =
m0 c 2 (3.14a)
1+
E 0 [1 − cos( θ )]

y la fracción de energía perdida será:

106
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

ΔE 1
=
E0 m0 c 2 (3.14b)
1+
E 0 [1 − cos( θ )]

Claramente puede verse de la Ec. (3.14b) que a medida que E0 aumenta la


fracción de energía perdida también aumenta.
En una interacción Compton, la radiación primaria (fotón incidente) no
desaparece, sino que pierde energía y es desviado de su dirección original. El
electrón Compton arrancado actúa como radiación secundaria pudiendo
desencadenar los procesos de ionización, excitación, radiación de frenado,
etc., que se describieron anteriormente.

Producción de pares
Durante el proceso de producción o creación de pares, el fotón entra en
interacción con el campo coulombiano de un núcleo atómico cercano. Como
consecuencia de tal interacción, el fotón desaparece, apareciendo en su lugar
un par electrón-positrón. El proceso se esquematiza en la Figura 3.8, donde se
muestran el fotón incidente, el núcleo con el cual interactúa y el par electrón-
positrón generado. La energía del fotón incidente se pierde según el siguiente
detalle: i) 1.022 [MeV] son requeridos para generar el par electrón-positrón
cuyo equivalente energético a la masa en reposo es de 0.511 [MeV] cada uno,
y ii) la energía excedente sobre la requerida para generar el par electrón-
positrón es impartida como energía cinética al electrón y al positrón generados.
Ambas partículas son expulsadas con energías muy similares; aunque en
realidad el positrón posee una pequeña fracción mayor de energía cinética
debido a la repulsión coulombiana ejercida por el núcleo cercano.

Figura 3.8: esquema del proceso de producción de pares

El electrón y el positrón constituyen la radiación secundaria y pueden


desencadenar los procesos antes descritos (ionización, excitación, radiación de
frenado, etc.). Además, al detenerse luego de sufrir “colisiones” con los átomos

107
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

del medio, el positrón rápidamente encuentra un electrón propio del material


produciendose la aniquilación de pares (descrita en el Capítulo 2). Durante la
aniquilación, el par electrón-positrón desaparece apareciendo en su lugar un
par de fotones de energía 0.511 [MeV] cada uno, emitidos en direcciones
opuestas entre sí. Este proceso también genera radiación secundaria en forma
de fotones de energía 0.511 [MeV]. En la Figura 3.8 también se esquematiza el
proceso de aniquilación.

3.2.4. Atenuación de fotones de alta energía


Considere el esquema de la Figura 3.9. Este tipo de dispositivos se utiliza
frecuentemente para estudiar la penetración y atenuación de rayos gamma y
rayos X. Si se miden, mediante un detector, los fotones que permanecen en el
haz emitido, luego de atravesar una placa de absorbente de espesor x, puede
estudiarse el fenómeno de absorción, es decir la atenuación del haz de fotones.

Figura 3.9: esquema del dispositivo utilizado para estudiar la atenuación de


fotones de alta energía

Nótese que el dispositivo de la Figura 3.9 posee dos diafragmas,


generalmente de Plomo, los cuales evitan que cualquier fotón generado en el
absorbente por efecto Compton alcance el detector. Adicionalmente, se
interpone una placa de Aluminio de un espesor adecuado, para absorber
aquellas partículas β emitidas desde la fuente, o electrones secundarios
generados en el absorbente. Debido al bajo número atómico del Aluminio y al
pequeño espesor de la placa, el haz de fotones exhibe una atenuación
despreciable en esta placa.
Se designa como Φ al flujo de fotones que llega al detector (expresado
en fotones / seg. cm2) y llamando I a la señal registrada en el detector
(pulsos / min. o cuentas / min), es evidente que las magnitudes Φ e I
resultaran proporcionales [como puede razonarse a partir de la Ec. (2.32) del
Capítulo 2].
Al incrementarse en dx el espesor x de la placa absorbente, el flujo que
llega al detector varía en dΦ . La variación relativa resulta proporcional al
espesor diferencial dx, es decir:

dI dΦ
= = − μ f dx (3.15)
I Φ

108
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

El signo negativo en la Ec. (3.15) se debe a que un incremento en dx producirá


una disminución del flujo ( dΦ < 0). La constante de proporcionalidad μ f se
denomina coeficiente de atenuación lineal e que indica la fracción de fotones
absorbidos (eliminados del haz) por unidad de recorrido del haz dentro del
absorbente. Es decir:

dΦ 1
μf = (3.16)
Φ dx

μ f depende de las características físicas del medio absorbente (básicamente


la densidad y número atómico) y de la energía de los fotones, y suele medirse
en cm-1. El subíndice en μ f se utiliza para diferenciar este coeficiente de
atenuación del correspondiente a la atenuación de partículas beta presentado
anteriormente.
Considerando un haz de fotones monoenergéticos, μ f tiene un valor
constante en todo el espesor de absorbente pues los fotones que llegan a cada
“lámina” de espesor dx son los que permanecen en la dirección original del haz,
y dado que no han interaccionado con el material aun mantienen su energía.
Por lo tanto, para un haz en estas condiciones se cumple:

dI
= − μ f dx (3.17)
I

Integrando y aplicando las condiciones iniciales se obtiene:

I = I 0 e − μf x
(3.18)

donde I 0 es la velocidad de conteo obtenida en el detector (actividad aparente)


sin interponer ningún absorbente. La representación gráfica de la Ec. (3.18) se
observa en la Figura 3.10, en escalas lineal [Figura 3.10a)] y semilogarítmica
[Figura 3.10b)].
El espesor de semiabsorción x1/2 representa el espesor de absorbente
necesario para eliminar del haz original a la mitad de los fotones. Puede
obtenerse en forma gráfica como se indica en la Figura 3.10a), o mediante la
Ec. (3.18) sabiendo que para x = x1/2 se cumple que I = I0 / 2, a partir de lo cual
se obtiene:

ln 2
x 1/ 2 = (3.19)
μf

109
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 3.10: actividad aparente I vs. espesor x del absorbente. a) escala lineal;
b) escala semilogarítmica

En la atenuación de fotones, no existe un espesor de absorbente que detenga


la totalidad de los mismos, lo cual se interpreta fácilmente de la Ec. (3.18). Por
lo tanto, el concepto de alcance o rango carece de sentido en este caso. Por lo
tanto, se define el alcance medio R , el cual puede interpretarse como el
alcance promedio de los fotones en el haz, como:

∞ ∞ ∞
∫ x dI = ∫x =0 μ f ∫ e
−μf x
I x dx x dx 1
R = x =0∞ ∞
= x =0 ∞
= (3.20)
∫x =0 dI ∫x =0 μ f ∫x =0 e
−μ f x μf
I dx dx

Nótese la similitud matemática entre la Ec. (3.20) y la correspondiente a la vida


media de un radionucleido [Ec. (2.30) del Capítulo 2].

Coeficientes de atenuación
Ya se mencionó anteriormente que los espesores de absorbente x suelen
expresarse en unidades de masa superficial, d [g / cm2]. A partir de la Ec. (3.7),
puede reescribirse la Ec. (3.18) de la forma:

δ
− μf x
I = I0 e δ = I0e
− μ f ,m d (3.21)

donde μ f ,m = μ f / δ es el coeficiente de atenuación másico (equivalente al


presentado en el caso de atenuación de partículas β ). El espesor de
semiabsorción puede ser reescrito en unidades de masa superficial, quedando:

ln 2
d 1/ 2 = = δ x 1/ 2 (3.22)
μ f ,m

110
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Considerando los tres procesos por los que interactúan los fotones con la
materia (ef. fotoeléctrico; ef. Compton; y creación de pares), el coeficiente de
atenuación μ f , puede desdoblarse mediante:

μf = τ + σ + κ (3.23)

donde τ es el coeficiente de atenuación debido al ef. fotoeléctrico; σ es el


coeficiente de atenuación debido al ef. Compton; y κ es el coeficiente de
atenuación debido a la creación de pares. Estos tres coeficientes de atenuación
varían con el número atómico del absorbente y principalmente con la energía
de los fotones. La Figura 3.11 presenta los coeficientes de atenuación lineales
τ , σ , y κ , en agua, en función de la energía de los fotones incidentes. Se
muestra también la curva correspondiente al coeficiente de atenuación lineal
total μ f .

Figura 3.11: coeficientes de atenuación lineal τ , σ , κ y μ f , en agua vs.


energía de los fotones incidentes

Puede verse en la figura que los diferentes mecanismos de interacción


resultan predominantes en función de la energía de los fotones. Así, el efecto
fotoeléctrico resulta preponderante a energías por debajo de aproximadamente
0.05 [MeV] (dado que para este rango de energías τ es mayor que σ y κ ); la
interacción por efecto Compton resulta mayor a energías comprendidas entre
0.05 [MeV] y 12 [MeV], y la creación de pares es el principal mecanismo de
interacción por encima de los 12 o 13 [MeV].

111
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

En la Figura 3.12 se presentan en forma cualitativa los coeficientes de


atenuación másicos, τ m , σ m , κ m y μ f ,m , en plomo, en función de la energía
de los fotones incidentes. Nótese los saltos abruptos del coeficiente τ m
(correspondiente al ef. fotoeléctrico) alrededor de los 0.02 y 0.09 [MeV]. La
discontinuidad observada alrededor de los 0.09 [MeV] se produce debido a que
cuando los fotones incidentes exhiben energías por debajo de 0.09 [MeV], no
poseen suficiente energía para arrancar electrones de la capa K, produciendo
una disminución abrupta en el coeficiente de atenuación. De igual forma, las
discontinuidades observadas a menores energías se deben a la energía
insuficiente de los fotones para arrancar los electrones de las capas L, M, etc.
Puede razonarse también a partir de la Figura 3.12, que en plomo, para
energías por debajo de 0.6 [MeV], el efecto fotoeléctrico es el mecanismo de
interacción más probable. Para energías comprendidas entre aproximadamente
0.6 [MeV] y 4.7 [MeV], la interacción predominante es el ef. Compton.
Finalmente, para energías por encima de 4.7 [MeV], el efecto más probable es
el de creación de pares.

Figura 3.12: coeficientes de atenuación másico τ m , σ m , κ m y μ f ,m , en plomo


vs. energía de los fotones incidentes

3.2.5. Interacción de neutrones


El comportamiento de los neutrones al atravesar un medio material es muy
diferente del comportamiento que se ha descrito para los fotones o las
partículas cargadas (alfa o beta). Los neutrones en estado libre no son
partículas estables y decaen con un periodo de semidesintegración de
10.6 [min.] mediante la reacción:

n → p + + e − + ν + 0.8 [ MeV ]

112
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Esta reacción de desintegración de los neutrones puede observarse en la carta


de nucleidos presentada en la Figura 2.5 del Capítulo 2.
Una vida media del orden de los minutos es un tiempo extremadamente
largo para una partícula subatómica. En la mayoría de los casos, antes de que
el neutrón se desintegre se producirá alguna interacción con el medio que
terminará con la existencia del neutrón libre como tal.
Debido a que el neutrón no posee carga eléctrica, no se produce
interacción electrostática con los electrones y núcleos del medio. Pero, cuando
se produce un acercamiento entre el neutrón y un núcleo del medio, entran en
juego las fuerzas nucleares, muy fuertes y de corto alcance, las mismas que
mantienen a los nucleones unidos.
Los tres fenómenos por los cuales un neutrón pierde energía en un medio
absorbente son:

1- Dispersión elástica.
2- Dispersión inelástica.
3- Reacción nuclear.

La probabilidad de ocurrencia de cada uno de los fenómenos antes


enumerados depende de la naturaleza de los núcleos del absorbente y de la
energía cinética del neutrón en cuestión. Teniendo en cuenta su energía,
suelen clasificarse a los neutrones en diversas categorías:

• Neutrones térmicos: E < 0.05 [eV]


• Neutrones epitérmicos: 0.05 eV < E < 10 [eV]
• Neutrones intermedios: 10 eV < E < 100 [KeV]
• Neutrones rápidos: E > 100 [KeV]

Los neutrones térmicos son aquellos que se encuentran en equilibrio


térmico con el medio. Estrictamente, la energía promedio de un neutrón térmico
se obtiene a partir de la termodinámica estadística clásica mediante:

3
E = kB T (3.24)
2

donde kB es la constante de Boltzmann y T es la temperatura (en Kelvin). Por


ejemplo, para una temperatura de 20 [ºC], se tiene: E = 0.025 [eV]. Cuando la
energía cinética de los neutrones posee valores por debajo de 0.025 [eV], suele
llamárselos neutrones fríos.
La dispersión elástica de un neutrón en un núcleo se interpreta como un
choque elástico de una partícula de masa m (el neutrón) y energía inicial E
contra un blanco de masa M (el núcleo) que puede ser considerado
inicialmente en reposo. La fracción de energía perdida por el neutrón, ΔE / E ,
depende de la relación m / M y del ángulo de dispersión, θ , del neutrón. Como

113
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

puede demostrarse mediante un análisis de conservación de energía y


cantidad de movimiento, la mayor pérdida de energía por parte del neutrón se
producirá cuando θ = 180º, en cuyo caso se tiene:

m
4
ΔE M
= 2 (3.25)
E ⎛ m⎞
⎜⎜ 1 + ⎟⎟
⎝ M⎠

De la Ec. (3.25) se deriva que si se desea disminuir la energía de los neutrones


para aumentar la probabilidad de alguna reacción nuclear (como sucede en los
reactores de fisión de Uranio-235) deben elegirse medios con núcleos livianos
y que tengan muy pocas probabilidades de absorción de neutrones. Algunos
núcleos con estas características son: 1H, 2H, 4He, 9Be, 12C, y 16O. Al proceso
de disminuir la energía de los neutrones, convirtiéndolos a neutrones térmicos,
se lo denomina “moderación de neutrones”.
La dispersión inelástica de neutrones es un fenómeno similar a la
dispersión elástica, excepto por el hecho que una parte de la energía cinética
del neutrón es transferida al núcleo como energía de excitación. El núcleo
excitado podrá reemitir esta energía en forma de radiación gamma.

Figura 3.13: flujo Φ de neutrones incidiendo sobre una placa de absorbente


de área A y espesor dx

Cada tipo de interacción entre un neutrón y un núcleo (disp. elástica, disp.


inelástica, o reacción nuclear) posee una cierta probabilidad de ocurrencia. La
eficacia de cada proceso de interacción se mide mediante la llamada sección
eficaz microscópica, σ , que puede interpretarse como la sección (o área)
transversal que ofrece cada núcleo al flujo de neutrones. Aquellos neutrones
que inciden sobre dicha área interaccionan con el núcleo, mientras que los
neutrones que no inciden dentro de esta área no interaccionan. La sección

114
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

eficaz usualmente se mide en unidades de barns: 1 [barn] = 10-24 [cm2]. Debe


quedar claro que la sección eficaz no guarda relación directa con la sección
transversal real atribuida al núcleo, sino que puede ser mucho mayor o mucho
menor, dependiendo del absorbente en cuestión.
Considérese un haz colimado de neutrones monoenergéticos que incide
sobre una placa de absorbente de área A y espesor dx, como se esquematiza
en la Figura 3.13. La placa posee n núcleos por unidad de volumen, cada uno
de los cuales reacciona mediante una sección eficaz microscópica σ . A partir
del esquema de la Figura 3.13 puede razonarse que el volumen V de la placa
está dado por:

V = A dx (3.26a)

Y por lo tanto, el número de núcleos, Np, existente en la placa será de:

N p = n A dx (3.26b)

Además, si cada núcleo interacciona según una sección eficaz σ , entonces, la


sección eficaz ofrecida por la placa, σ p , será de:

σ p = σ n A dx (3.26c)

A partir de la Ec. (2.26c), la probabilidad P de que un neutrón interaccione con


la placa vendrá dada por el cociente entre la sección eficaz ofrecida por la
placa y el área total de la misma. Es decir:

σ n A dx
P= = σ n dx (3.26d)
A

Llamando Φ al flujo de neutrones [neutrones / seg. cm2] se cumple que si P es


la probabilidad de interacción de los neutrones en la placa, entonces:

dΦ = −Φ P = −Φ σ n dx (3.27)

donde el signo negativo indica que el flujo Φ disminuye con el aumento del
espesor dx. Separando variables en la Ec. (3.27) y considerando condiciones
iniciales adecuadas, puede obtenerse:

Φ = Φ0 e −σ n x (3.28)

donde Φ 0 es el flujo de neutrones incidentes para x = 0 y Φ es el flujo de


neutrones a la profundidad x. El número total de neutrones incidentes N0 sobre
la placa en la unidad de tiempo viene dada por:

N 0 = Φ0 A (3.29)

115
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Por lo tanto, el número de interacciones ocurridas en la placa para una


profundidad x puede calcularse mediante:

R = N 0 − N = A ( Φ 0 − Φ ) = A Φ 0 (1 − e − σ n x ) (3.30)

Frecuentemente, se designa al producto ( σ n ) como la sección eficaz


macroscópica, la cual resulta la suma de las secciones eficaces de todos los
núcleos en la unidad de volumen.
La sección eficaz varía en función del material absorbente y también con
la energía de los neutrones. Se muestra en la Figura 3.14 la sección eficaz
para el Boro natural, el cual, como se verá en el Capítulo 4, se utiliza
frecuentemente para la fabricación de barras de control en reactores de fisión
nuclear debido a que posee gran sección eficaz para los neutrones térmicos.

Figura 3.14: sección eficaz microscópica para neutrones en Boro en función de


su energía

Todo el análisis anterior se llevó a cabo considerando que el haz de


neutrones posee una distribución monoenergética, es decir, todos los
neutrones en el haz exhiben la misma energía. Cuando el haz de neutrones no
es monoenergético, es preciso conocer la composición espectral de neutrones
para poder determinar la atenuación sufrida por el haz en un espesor de
absorbente. Aunque el análisis resulta similar al caso monoenergético, debe
discriminarse la energía de los neutrones debido a que el flujo de neutrones es
función de la energía así como también de lo es la sección eficaz del
absorbente.
Considérese un haz de neutrones, con un flujo por unidad de intervalo de
energía dE dado por Φ (E ) . Los neutrones en el haz exhiben energías que van
desde E0 hasta Emax. El flujo de neutrones comprendido en el intervalo
infinitesimal de energías, dE, viene dado por:

116
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

dΦ = Φ ( E ) dE (3.31)

El flujo total de neutrones puede calcularse mediante:

E max
ΦT = ∫E = 0 Φ ( E ) dE (3.32)

Considerando que la composición espectral de neutrones en el haz en


ausencia de absorbente es Φ 0 ( E ) , la Ec. (3.28) puede utilizarse para
determinar la composición espectral del haz, Φ (E ) , luego de atravesar un
absorbente de espesor x, mediante:

Φ(E ) = Φ0 (E ) e −σ ( E ) n x (3.33)

donde σ (E ) es la sección eficaz del absorbente en función de la energía de


los neutrones. Por lo tanto, la distribución espectral del número de neutrones
en el haz luego de atravesar una placa de absorbente de área A y espesor x,
puede calcularse como:

N (E ) = A Φ(E ) = A N 0 (E ) e −σ ( E ) n x (3.34)

En consecuencia, el número de neutrones de energía E que interaccionan con


la placa para una profundidad x, puede calcularse mediante:

N 0 ( E ) − N ( E ) = A [Φ 0 ( E ) − Φ ( E )] = A Φ 0 ( E )[1 − e − σ ( E ) n x ] (3.35)

Y finalmente, el número total de neutrones, NT, que interaccionan con la placa


de espesor x y área A, puede calcularse mediante:

E max
R = N0 − N = ∫E = 0 A Φ 0 ( E )[1 − e − σ ( E ) n x ] dE (3.36)

3.3. METROLOGÍA DE LAS RADIACIONES


En la seccion 1.2 se analizaron los diferentes modos de transferencia de
energía cuando la radiacion ionizante interactua con la materia. Esta
transferencia de energía tiene fundamentalmente dos efectos: la ionización y la
excitación. La ionización se produce cuando la energía transferida por la
radiación es suficiente para arrancar electrones de los átomos o moléculas,
produciendo entonces un par de cargas (es decir, un átomo o molécula
cargado positivamente y un electrón cargado negativamente). La excitación
ocurre cuando la energía depositada por la radiación no alcanza para vencer la
energía de amarre de los electrones, pero resulta suficiente para perturbar a los
electrones órbitales y llevar átomos a un estado excitado.
Estos dos procesos (ionización y excitación) pueden ser utilizados para
aplicaciones de detección de radiación. Durante esta sección se abordarán tres

117
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

clases de detectores, los cuales utilizan los mecanismos de ionización o


excitación para detectar las radiaciones ionizantes: i) los detectores de
ionización gaseosa, ii) los detectores de centelleo, y iii) los detectores
semiconductores.

3.3.1. Detectores gaseosos


En la Figura 3.15 se describe la arquitectura de un detector de radiación de
tipo gaseoso. En este, un volumen de gas se sitúa entre dos electrodos
sometidos a una diferencia de potencial V0 [volts]. El electrodo negativo (el
cátodo) esta constituido por una carcasa cilíndrica y conductora, mientras que
el electrodo positivo (el ánodo) esta constituido por un alambre conductor
concéntrico respecto del cátodo. Bajo condiciones normales, el gas dentro del
cilindro resulta un aislante, y por lo tanto no existe corriente eléctrica circulando
entre el ánodo y el cátodo (siempre y cuando la tensión aplicada V0 no supere
la tensión de ruptura del gas).

Figura 3.15: esquema representativo de un detector de radiación gaseoso

Cuando la radiación ionizante interactue con el gas contenido entre


ambos electrodos se producirá (entre otros fenómenos) ionización, con la
consecuente generación de pares de cargas negativas y positivas. Las cargas
negativas producidas por la ionización serán atraídas hacia el ánodo mientras
que las positivas viajarán hacia el cátodo, produciéndose momentáneamente
una circulación de corriente que producirá una caída de potencial V, fácilmente
detectable sobre la resistencia R. A partir del esquema de la Figura 3.15 puede
razonarse que cuando no existe circulación de corriente por la resistencia R el
punto “p1” se encuentra al mismo potencial que la fuente de tensión V0 y el
punto “p2” se encuentra a un potencial nulo debido al efecto del capacitor C. Al
producirse la ionización del gas en el tubo se produce una circulación de
corriente por la resistencia R detectándose una disminución del potencial en los
puntos “p1” y “p2”. Por lo tanto, el pulso de tensión V producido durante un
evento de detección resulta de magnitud negativa.
Durante la detección de un fotón, una partícula alfa o una partícula beta,
las cargas generadas durante la interacción con el gas se ven sujetos a la
acción del campo eléctrico dentro del detector. Este campo eléctrico actúa
acelerando las cargas. Si la energía adquirida por las mismas durante su
trayecto es suficiente, se generan dentro del detector ionizaciones secundarias
debido al choque de las cargas eléctricas aceleradas contra los átomos del
gas. Este efecto produce un aumento en el número de cargas dentro del

118
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

detector, amplificando la corriente sobre la resistencia R y aumentando en


consecuencia la respuesta del detector.
Considérese por un momento la Figura 3.16, la cual representa el número
de cargas recolectadas por el ánodo, q, en función del voltaje aplicado V0. En la
curva se distinguen básicamente seis secciones, con características y
comportamiento físico diferentes por parte del detector. Es decir, los detectores
de radiación gaseosos responderán en forma diferente a la radiación incidente
en función de la zona en la que se encuentre polarizado mediante la tensión V0.
Se detallan una por una cada sección.

Figura 3.16: cargas colectadas (q) en función de la tensión aplicada al


detector gaseoso (V0)

Zona de recombinación (I)


Cuando el voltaje aplicado al detector es pequeño, la velocidad con que se
desplazan las cargas hacia los electrodos resulta muy baja. En tal situación,
algunas cargas tendrán probabilidad alta de recombinarse con cargas del signo
opuesto durante el trayecto dentro del detector. En consecuencia, el número de
cargas colectadas q será menor al número inicialmente generado por la
radiación ionizante incidente, q0. Definiendo el factor de multiplicación como la
relación m = q / q0, puede concluirse que en la zona de recombinación se
cumple m < 1. Si el voltaje aplicado aumenta, las cargas incrementan su
velocidad y la probabilidad de recombinación disminuye. El punto donde m
alcanza la unidad marca el fin de la zona de recombinación y el comienzo de la
zona de la cámara de ionización.

Zona de la cámara de ionización (II)


Cuando el voltaje aplicado es tal que m = q / q0 = 1 el detector se encuentra en
una situación donde las cargas generadas inicialmente por la radiación
incidente tienen suficiente energía (y por lo tanto suficiente velocidad) como
para evitar recombinarse con cargas del signo opuesto. Sin embargo, dicha

119
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

energía no es lo suficientemente elevada como para producir nuevas cargas


por colisión con átomos del gas. Por lo tanto, la carga colectada por los
electrodos del detector será igual a la inicialmente generada por la radiación
ionizante (m = 1). La característica importante de esta zona radica en que la
respuesta del detector (pulso de amplitud negativa V en la resistencia R de la
Figura 3.16) resulta proporcional a la energía depositada en el gas por la
radiación ionizante, y por lo tanto, proporcional a la energía de la radiación.
Esta característica tiene gran importancia ya que permite la utilización de los
detectores gaseosos polarizados en la zona de cámara de ionización para su
utilización en dosimetría y espectrometría.

Zona del contador proporcional (III)


En la cámara de ionización el voltaje aplicado es suficiente para colectar
aquellas cargas generadas directamente por acción de la radiación ionizante.
Si se aumenta aun más el voltaje aplicado al detector puede recolectarse una
carga q mayor que la carga inicial q0, es decir, en esta zona se tiene m > 1.
Este efecto de amplificación resulta particularmente notable si se utiliza en el
detector algún gas que libere fácilmente electrones al interactuar con la
radiación. Debido a su baja masa, los electrones son fuertemente acelerados
hacia el ánodo central entre colisión y colisión con los átomos del gas
produciendo más ionización, en un proceso que resulta acumulativo. El
fenómeno de amplificación se realiza principalmente en la zona próxima al
ánodo central, debido a que en esta zona el campo eléctrico resulta de mayor
amplitud como concecuencia del pequeño diámetro del ánodo. El factor de
multiplicación puede alcanzar valores muy grandes, pero mientras no se supere
un valor del orden de m = 102 se logra una amplificación constante. Es decir,
todos los eventos de detección son amplificados en la misma proporción,
independientemente de la carga inicial q0 generada. La zona del contador
proporcional, al igual que la de la cámara de ionización, posee la ventaja de
suministrar pulsos de amplitud proporcional a la energía de la radiación
incidente. De allí, que los detectores polarizados en la zona del contador
proporcional puedan ser utilizados en aplicaciones de dosimetría y
espectrometría.

Zona de proporcionalidad limitada (IV)


Si se aumenta aun mas el voltaje aplicado se llega a una situación donde el
factor de multiplicación m puede alcanzar valores tan altos como 106,
generando pulsos de salida de mayor amplitud. Debido a que los pulsos
generados poseen una amplitud elevada la electrónica asociada a este tipo de
detectores se simplifica en gran medida ya que no se precisan amplificadores
de grandes prestaciones. Sin embargo, como concecuencia de la nube de
cargas de gran tamaño dentro del detector se produce una deformación de las
líneas de campo eléctrico y el factor de multiplicación deja de ser constante. Es
decir que los pulsos obtenidos no resultan proporcionales a la energía de la
radiación incidente.

120
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Zona del contador Geiger-Müller (V)


A mayores tensiones aplicadas se alcanza una zona donde la amplificación es
tan alta como 108 a 1010, generándose una descarga generalizada que se
extiende a lo largo de una amplia porción del detector. Se denomina a esta
descarga generalizada como proceso de avalancha. Aun un solo par de cargas
generadas inicialmente por la radiación ionizante puede iniciar la descarga
completa del detector. La carga colectada resulta independiente de la carga
inicial q0. En consecuencia, este tipo de detectores responde con una amplitud
constante independientemente del tipo y la energía de la radiación incidente.
De hecho, las amplitudes de los pulsos de salida resultan constantes
independientemente de la magnitud de la carga inicialmente generada q0.
Debido a la gran amplitud de los pulsos de salida (del orden de los volts), la
electrónica asociada a este tipo de detectores resulta muy sencilla,
prescindiéndose de la utilización de amplificadores. Adicionalmente, a
diferencia de las cámaras de ionización y los detectores proporcionales, los
requerimientos de estabilidad de la fuente de alta tensión para los detectores
polarizados en la zona de contador Geiger-Müller resultan mucho menores.

Zona de descarga continua (VI)


La región del Geiger-Müller esta limitada a altos voltajes aplicados por la
producción de descargas múltiples o porque se presenta descarga continua en
el detector. Esto se debe, por ejemplo, a los fotones ultravioletas producidos
por desexcitación de los átomos del gas. Estos fotones pueden arrancar
electrones del cátodo y producir una nueva avalancha luego de extinguida la
primera. De esta forma, el proceso de descarga puede continuar
indefinidamente.

Nótese que en la Figura 3.16 las curvas para la radicación α , β y γ


resultan topograficamente similares pero de amplitudes diferentes. Esto se
debe a que, mientras las partículas α depositan toda su energía dentro del
detector debido a su baja penetración, las partículas β y los fotones γ (o X)
sólo depositan una fracción de su energía, debido a su mayor penetración y
alcance. De esta forma la carga inicial q0 de las partículas α suele ser mayor.
Sin embargo, nótese que por encima de la zona V, la carga colectada resulta
única independientemente del tipo de radiación incidente.

3.3.2. Detectores Geiger-Müller


Cada detector Geiger-Müller tiene asociado un rango de voltaje para su
funcionamiento adecuado, el cual es reportado normalmente por el fabricante,
pero que también puede determinarse fácilmente de forma experimental. Para
ello, debe trazarse una curva de la actividad medida por el detector en función
de la tensión aplicada al mismo, para una fuente de radiación constante y
espacialmente fija. La curva obtenida toma la forma presentada
cualitativamente en la Figura 3.17.
Se observan en la Figura 3.17 algunas características particulares de la
curva de trabajo de un contador Geiger-Müller. La tensión de umbral, Vu,
constituye la tensión mínima a aplicar al detector para que se detecte algún

121
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

conteo. Normalmente, este valor de umbral no depende del detector, sino de la


electrónica asociada al mismo. Generalmente, los detectores Geiger-Müller
permiten al operador fijar el valor de umbral de modo de contabilizar sólo
aquellos pulsos con amplitudes sustanciales, evitando así perturbaciones
debidas a ruidos de característica eléctrica. Se denomina comúnmente a esta
tensión de umbral como nivel de discriminación.
A medida que la tensión aplicada excede el umbral, la actividad detectada
aumenta rápidamente, hasta la tensión Ve, denominada tensión de entrada. Ve
marca la entrada a una zona donde se observa que el aumento de la tensión
aplicada resulta en un aumento mínimo de la actividad medida. Se ha
alcanzado una zona denominada planicie o “plateau” donde se detectan
prácticamente todos los pulsos producidos en el detector. El final del plateau se
evidencia por un aumento marcado del conteo al aumentar la tensión aplicada
como consecuencia de descargas múltiples o de un proceso de descarga
continua.

Figura 3.17: actividad medida por un detector Geiger-Müller en función de la


tensión aplicada, para una fuente de radiación constante y fija

Normalmente, la recta del plateau presenta una ligera pendiente positiva,


la cual se calcula generalmente como:

ΔI / I m ( I s − I e ) /( I e + I s ) / 2
p= = (3.37)
ΔV Vs − Ve

donde Im es la actividad medida a la mitad del plateau. Frecuentemente se


expresa la pendiente del plateau como el incremento porcentual de I para un
aumento de 100 Volts, es decir:

ΔI / I m
p [%] = ⋅ 100 ⋅ 100 (3.38)
ΔV

122
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Frecuentemente, la tensión de trabajo, Vt, para el detector trabajando


como contador Geiger-Müller, se escoge dentro de la zona del plateau,
aproximadamente a la mitad si la extensión del plateau es baja (< 200 Volts), o
mas cercana a la tensión de entrada Ve si la extensión del plateau es alta (>
200 Volts), siendo un buen criterio fijarla a 100 voltios de la tensión de entrada.
Un plateau largo implica que es poco probable que las variaciones de la
tensión en el detector y las inestabilidades del equipo lleven al detector fuera
del plateau. Además, una pendiente baja en la zona del plateau evita que las
variaciones de la tensión de trabajo (debido a inestabilidades de la fuente de
tensión) repercutan considerablemente en el conteo del detector.

Tiempo de resolución en los detectores Geiger-Müller


Durante el proceso de avalancha, la nube de cargas negativas es rápidamente
colectada por el ánodo debido al pequeño tamaño de dichas cargas. Por el
contrario, las cargas positivas, de mayor tamaño, se mueven hacia el cátodo a
velocidades mucho menores y son colectadas mas lentamente que las
negativas. La presencia de la nube de carga positiva cercana del cátodo reduce
la magnitud del campo eléctrico efectivo dentro del detector por debajo del nivel
necesario para que se efectúe la multiplicación de cargas en el gas,
culminando el proceso de avalancha. Obviamente, hasta que las cargas
positivas no sean colectadas completamente, el detector se encontrará
imposibilitado de responder en forma plena ante la llegada de nuevas
radiaciones.
La Figura 3.18 presenta un esquema del pulso de voltaje de salida en un
detector Geiger-Müller. Al producirse un evento de detección, se produce un
pulso de tensión negativo en la resistencia R (Figura 3.15) que tendrá la forma
aproximada que se presenta en la Figura 3.18, similar a la curva de tensión de
carga de un capacitor.

Figura 3.18: pulso de tensión de salida en un detector Geiger-Müller

123
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

La baja movilidad de las cargas positivas determina un cierto tiempo en


que el proceso de avalancha no puede llevarse a cabo nuevamente. A este
tiempo se lo denomina tiempo muerto, Tm. Durante el transcurso del tiempo
muerto, la nube de cargas positivas cercanas al cátodo a disminuido el campo
eléctrico efectivo dentro del detector por debajo del necesario para que se lleve
a cabo el fenómeno de multiplicación de cargas, por lo que si se produce
durante este periodo un evento de ionización dentro del tubo, este no será
amplificado y por lo tanto no será detectado.
Transcurrido el tiempo Tm, y aunque no se han colectado todas las cargas
positivas, el campo eléctrico dentro del detector es suficiente para producir
cierta amplificación de los procesos de ionización. Sin embargo, debido a que
la nube electrónica positiva no ha sido totalmente colectada por el cátodo, la
amplificación resulta menor y la amplitud del pulso de salida se verá
disminuida. El tiempo necesario para que la amplitud del pulso de salida supere
el nivel de umbral del detector y sea contabilizado se denomina tiempo de
resolución τ . Nótese que cualquier evento de ionización que se produzca
previo al periodo τ tendrá una amplitud menor que el nivel de discriminación
del detector y no será contabilizado.
Finalmente, de la gráfica puede definirse el tiempo de parálisis, Tp, como
el tiempo necesario para que el detector vuelva a su estado inicial. Transcurrido
un tiempo Tp todas las cargas positivas y negativas han sido colectadas por el
cátodo y el ánodo. En consecuencia, cualquier nuevo evento de ionización
producido en el detector desencadenará un proceso de avalancha de máxima
amplitud.

Gas Quenching en los detectores Geiger-Müller


Una vez finalizado el proceso de avalancha, se produce un inconveniente de
gran importancia. La nube electrónica de carga positiva se mueve a baja
velocidad en dirección al cátodo. Cuando esta nube se encuentra a distancias
muy cortas del cátodo, algunos electrones del mismo son arrancados como una
forma de neutralizar la carga positiva de la nube de cargas. Algunos de estos
electrones se ubican en órbitas correspondientes a energías elevadas en los
iones positivos y al decaer a órbitas de menor energía emiten fotones con
energías correspondientes al espectro ultravioleta. Estos fotones pueden
producir liberación de más electrones en el cátodo y el desarrollo de una nueva
avalancha. Por lo tanto, si no se evita este efecto, una simple ionización inicial
puede llevar al detector a producir una serie de pulsos de descarga o una
descarga continua.
Este problema se soluciona introduciendo en el detector un gas
denominado gas Quenching. El gas Quenching tiene básicamente tres
objetivos. Primero, tiende a ceder electrones fácilmente. Cuando la nube
positiva se forma, las moléculas del gas Quenching neutralizan los iones
positivos cediendo electrones. En concecuenacia, la nube positiva es
reemplazada en gran medida por moléculas de gas Quenching ionizadas.
Segundo, cuando las moléculas ionizadas del gas Quenching son neutralizadas
por electrones (emitidos por el cátodo) en órbitas de alta energía, tienden a
perder energía mediante disociación en fragmentos moleculares en vez de
emitir radiación ultravioleta. Tercero, las moléculas del gas Quenching son

124
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

fuertes absorbedores de radiación ultravioleta. Por lo tanto, los pocos fotones


ultravioleta que se emiten durante la neutralización de los iones positivos del
gas en el detector serán rápidamente absorbidos antes de desencadenar un
nuevo proceso de avalancha.
Los Quenching frecuentemente utilizados incluyen los gases de vapores
orgánicos pesados (por ejemplo, alcohol) y los gases halógenos (por ejemplo,
Cl2). Los vapores orgánicos resultan Quenching mas efectivos que los gases
halógenos, pero desafortunadamente los fragmentos moleculares de este tipo
de gases no se recombinan una vez disociados. Por esta razón los detectores
basados en este tipo de gases poseen una vida útil limitada, típicamente 1010
cuentas. Por el contrario, los Quenching halógenos pueden recombinarse
posterior a su disociación, y por lo tanto, los detectores Geiger basados en este
tipo de gases poseen en principio una vida útil indefinida.

3.3.3. Detectores centelladores


Ya se explicó al comienzo de este Capítulo que la radiación ionizante
interacciona principalmente de dos maneras con la materia, mediante
ionización y excitación de los átomos y moléculas del medio. Cuando los
átomos o moléculas del medio, en estado excitado, vuelven a su estado base o
estado fundamental, se produce una liberación de energía. La mayor parte de
esta energía liberada se disipa, por ejemplo, en la forma de energía térmica
(mediante vibración de las moléculas del medio). Sin embargo, en algunos
materiales una porción de esta energía es liberada en la forma de radiación
visible. Este tipo de materiales es conocido como centelladores, y los
detectores basados en este tipo particular de materiales se denominan
detectores centelladores.
Los centelladores más frecuentemente utilizados se engloban dentro de
una de las dos categorías siguientes: i) materiales inorgánicos en la forma de
cristales sólidos; y ii) sustancias orgánicas disueltas en soluciones líquidas. El
mecanismo de centelleo para estos dos tipos de materiales es diferente, y será
comentado para cada uno por separado en secciones subsiguientes.
Una característica común a todos los centelladores es que la intensidad
de luz producida luego de la interacción con un fotón γ o X, o una partícula α
o β , es proporcional a la energía depositada por la radiación en el centellador.
Por lo tanto, los detectores basados en materiales centelladores tienen la
particularidad de permitir discriminar en energías y en consecuencia pueden
utilizarse en aplicaciones de espectrometría o dosimetría.
La intensidad de luz obtenida a partir de la interacción simple resulta muy
pequeña. Por ejemplo, la interacción de un fotón de 0.511 [MeV] producirá la
emisión de algunos cientos (o unos pocos miles) de fotones visibles. La
amplificación de las señales lumínicas de baja magnitud se lleva a cabo
mediante detectores electrónicos ultrasensibles denominados comúnmente
tubos fotomultiplicadores.

Tubo fotomultiplicador
Un tubo fotomultiplicador es un dispositivo electrónico capaz de producir un
pulso de corriente eléctrica de gran magnitud cuando es estimulado por una
señal lumínica de muy baja amplitud, como por ejemplo la señal de luz

125
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

producida por la interacción de la radiación en un detector centellador. El


funcionamiento básico de un tubo fotomultiplicador se describe en la
Figura 3.19. La ventana de entrada del tubo se encuentra recubierta por un
material fotoemisivo, el cual emite fácilmente electrones al interactuar con
fotones visibles. Un ejemplo de material fotoemisivo es el Cesio-Antimonio
(CsSb). La superficie fotoemisiva actúa como fotocátodo y los electrones
emitidos se denominan fotoelectrones. La eficiencia para la conversión de
fotones a fotoelectrones, frecuentemente denominada eficiencia cuántica,
ronda aproximadamente de 1 a 3 fotoelectrones por cada 10 fotones visibles
incidentes. Por supuesto que la eficiencia cuántica dependerá de la energía de
los fotones visibles y del material fotoemisivo del fotocátodo.
A corta distancia del fotocátodo se encuentra una placa metálica
denominada dinodo, la cual es mantenida a un potencial positivo (típicamente
de 200 a 400 [V]) relativo al fotocátodo y en concecuencia, actúa atrayendo
fuertemente a los fotoelectrones emitidos desde este. El dinodo se encuentra
también cubierto por un material con características de emisión de electrones,
tal como el CsSb del fotocátodo. Un electrón de alta velocidad que impacte
sobre el dinodo producirá el arranque de varios electrones secundarios. El
factor de multiplicación (es decir, el número de electrones arrancados por un
fotoelectrón incidente) dependerá de la energía del fotoelectrón, que resulta
directamente de la diferencia de potencial aplicada entre el fotocátodo y el
dinodo. Los electrones secundarios emitidos desde el primer dinodo serán
acelerados en dirección de un segundo dinodo mantenido entre 50 a 150 [V]
respecto del primero. Bajo este esquema, el proceso de multiplicación de
electrones se repite de dinodo en dinodo. En general un tubo fotomultiplicador
posee alrededor de 9 a 12 dinodos. El factor de multiplicación para cada uno
ronda de 3 a 6, por lo que el factor de multiplicación total del tubo
fotomultiplicador resulta muy elevado, por ejemplo, alrededor de 610 para un
tubo de 10 dinodos con un factor de multiplicación por dinodo de 6. Por lo tanto,
a la salida del tubo fotomultiplicador se obtiene un pulso de corriente
relativamente alto, aun cuando la señal lumínica inicial sea extremadamente
pequeña.

Figura 3.19: esquema de un tubo fotomultiplicador

126
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Nótese que el pulso de corriente a la salida del tubo (o el pulso de tensión en la


resistencia R de la Figura 3.19) resulta proporcional a la cantidad de
fotoelectrones emitidos por el fotocátodo, y por lo tanto, resulta también
proporcional a la energía depositada por los fotones visibles incidentes.
Los tubos fotomultiplicadores precisan de una alta tensión de
alimentación. Por ejemplo, considere un tubo de 10 dinodos con una tensión de
300 [V] sobre el primer dinodo, y de 100 [V] sobre los restantes 9 dinodos. Para
este esquema de tubo se necesita una fuente de alta tensión de 1,300 [V].
Además, los requerimientos de estabilidad de esta fuente son muy altos. Una
variación de 1% en la tensión de la fuente de alta tensión puede desencadenar
variaciones en la corriente de salida de aproximadamente 10%.

Centelladores inorgánicos
Los centelladores inorgánicos son materiales cristalinos que centellean debido
a su estructura cristalina. Los átomos individuales de este tipo de materiales no
producen centelleo. Algunos materiales cristalinos son centelladores en estado
puro. Por ejemplo, el Yoduro de Sodio (NaI) es centellador a temperaturas
extremadamente bajas (alrededor de -200 [ºC]). El mecanismo por el cual se
produce la emisión de radiación en un centellador cristalino sólido inorgánico se
encuentra relacionado a su estructura de bandas.
En un gas los átomos se encuentran lo suficientemente distanciados
como para suponer que no existe interacción entre los diferentes átomos. Bajo
esta hipótesis, el análisis de los niveles de energía resulta como el que se ha
abordado durante el Capítulo 1, observándose los niveles energéticos
relacionados con los distintos órbitales electrónicos, los cuales se caracterizan
mediante los números cuánticos. Sin embargo, en un cristal sólido, los átomos
se encuentran a distancias muy cercanas, por lo que no pueden analizarse los
niveles energéticos de los átomos individuales, sino que debe analizarse el
cristal en su conjunto. En los materiales cristalinos utilizados como
centelladores, se distinguen las llamadas bandas, las cuales se representan
cualitativamente en la Figura 3.20 para un cristal puro [Figura 3.20a)] y para
un cristal con impurezas [Figura 3.20b)]. Para el cristal en estado puro se
distinguen en el esquema básicamente tres bandas: i) la banda de valencia, la
cual representa a aquellos electrones fuertemente ligados al núcleo y que por
lo tanto no poseen libertad para moverse a través del cristal; ii) la banda de
conducción, constituida por electrones débilmente ligados al núcleo, y por lo
tanto con relativa libertad para migrar a través del cristal; y iii) la banda
prohibida, la cual representa aquellos estados energéticos prohibidos para los
electrones en el cristal, similar a los estados energéticos prohibidos en un
electrón órbitando alrededor del núcleo. La radiación incidente sobre el cristal
excita algunos átomos llevando electrones desde estados energéticos en la
banda de valencia hasta la banda de conducción. Al desexcitarse estos
átomos, es decir, al retornar los electrones a la banda de valencia, se emiten
fotones con energías iguales a la diferencia de energía entre las bandas de
conducción y valencia. En la mayoria de los cristales dichas bandas exhiben
diferencias energéticas muy grandes y por lo tanto los fotones emitidos no
resultan visibles. Por ejemplo, en el caso particular del cristal de Yoduro de
Sodio (NaI) se obtienen fotones X. Si se disminuye la temperatura (por ejemplo
a -196 [ºC] para el NaI) el salto de energía disminuye considerablemente y los

127
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

fotones emitidos corresponderán al espectro visible. En la Figura 3.20a) se


observa un esquema de las bandas de conducción en un cristal puro.

Figura 3.20: estructura de bandas en un cristal sólido a temperatura ambiente.


a) cristal puro, b) cristal con impurezas

Sin embargo, la mayoría de los cristales centelladores son los


denominados cristales activados por impurezas. En estos últimos, el agregado
de pequeñas cantidades de impurezas (átomos de otro elemento) a la red
cristalina tiene por objetivo introducir niveles energéticos permitidos dentro de
la banda prohibida del cristal [Figura 3.20b)]. De esta forma, las transiciones
desde la banda de conducción a la banda de valencia se realizan a través de
estos niveles intermedios. Como consecuencia, durante la desexcitación de los
átomos del cristal y a temperatura ambiente se emiten fotones
correspondientes al espectro visible.
Algunos de los centelladores activados por impurezas mas utilizados para
la detección de radiación son el Yoduro de Sodio con Talio como impureza
[NaI(Tl)] y el Yoduro de Cesio con Talio [CsI(Tl)]. Los cristales de NaI(Tl)
poseen grandes ventajas para la detección de radiación de tipo X o γ . Por
ejemplo:

i) Poseen una densidad bastante elevada y están compuestos por


elementos de elevado número atómico (Z = 53 para el Yodo) lo cual
vuelve al NaI(Tl) un excelente absorbedor de radiación penetrante
como los fotones X o γ .

ii) Es un centellador relativamente eficiente, siendo capaz de producir


un fotón visible por cada 30 [eV] de radiación absorbida.

iii) Resultan transparentes a la propia radiación emitida durante el


centelleo (radiación visible), evitando la absorción de la radiación
visible aun en cristales de tamaño elevado.

iv) Pueden obtenerse a bajo costo cristales de tamaño considerable.

v) Para fotones γ o X de baja energía (< 250 [KeV]) el mecanismo


preponderante de interacción de la radiación con el cristal es el
efecto fotoeléctrico. Por lo tanto, no es necesario un gran volúmen de

128
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

cristal, debido básicamente a que los fotones (X o γ ) depositan toda


su energía en una simple interacción.

No obstante, los cristales de NaI(Tl) también poseen algunas desventajas:

i) Resultan muy frágiles, produciéndose fácilmente fracturas debido a


esfuerzos mecánicos o térmicos. Si bien la fractura del cristal no
determina el fin de su vida útil, produce zonas de opacidad dentro del
cristal, que reduce la cantidad de luz visible que finalmente alcanza el
fotocátodo del tubo fotomultiplicador.
ii) El NaI(Tl) es altamente higroscópico. Si se somete a estos cristales a
un ambiente húmedo se produce una decoloración del cristal, lo que
se traduce en una menor transmisión de los fotones visibles al
fotocátodo del tubo fotomultiplicador.
iii) Para fotones γ o X de alta energía (> 250 [KeV]) el mecanismo
preponderante de interacción de la radiación con el cristal es el
efecto Compton. Por lo tanto se precisa un cristal de gran volúmen
para aumentar la eficiencia de detección.

La Figura 3.21 muestra un típico arreglo de un cristal de NaI(Tl) con un


tubo fotomultiplicador. El cristal, de geometría cilíndrica, se encuentra sellado
en una cápsula de Aluminio, en cuyo extremo interno se encuentra una ventana
transparente de vidrio o plástico en comunicación con el fotocátodo del tubo
fotomultiplicador. La cápsula contenedora del cristal debe estar sellada
herméticamente para evitar el ingreso de humedad del medio ambiente. Este
último es un requisito fundamental, ya que como se explicó anteriormente, los
cristales de NaI(Tl) son fuertemente higroscópicos por lo que tienden a
absorber agua. Las paredes internas laterales y anterior de la cápsula son
recubiertas por un material fuertemente reflector para evitar el escape de los
fotones visibles generados en el cristal. El espesor de Aluminio en la cara
anterior de la cápsula del cristal debe ser suficientemente pequeño si se
desean detectar fotones de muy baja energía o partículas beta.

Figura 3.21: detector centellador. Acople de un cristal de NaI(Tl) con un tubo


fotomultiplicador

129
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Centelladores orgánicos
Contrariamente a los centelladores inorgánicos, el proceso de centelleo en los
centelladores orgánicos se debe a una propiedad molecular. El mecanismo de
centelleo se debe básicamente a la excitación (mediante la absorción de un
fotón X o γ , o por interacción con una partícula α o β ) y posterior
desexcitación, en la cual se emite un fotón visible. Los centelladores orgánicos
pueden encontrarse en estado sólido, líquido, o gaseoso. Por ejemplo, algunos
plásticos poseen propiedades de centelleo. Sin embargo, la mayoría de las
aplicaciones utilizan centelladores orgánicos en estado líquido. En esta clase
de sistemas, el centellador es disuelto en un material solvente, situado en un
recipiente plástico o de vidrio y la muestra radioactiva a estudiar es añadida a
la mezcla. El recipiente conteniendo el solvente, el centellador, y la muestra
radioactiva es luego situado entre un par de tubos fotomultiplicadores para
detectar los eventos de centelleo. Un esquema de este tipo de aplicación se
detalla en la Figura 3.22.

Figura 3.22: disposición de muestra y detectores para la detección de


centelleos en un centellador orgánico líquido

Debido a que en esta clase de centelladores la muestra radioactiva se


encuentra en íntima relación con el centellador, se suele utilizar para medición
de radiación de baja penetración, por ejemplo radiación de tipo corpuscular ( α
o β ), o fotones de muy baja energía. Sin embargo, como desventaja, los
centelladores líquidos poseen una baja eficiencia de detección de radiación de
alta energía debido a que están compuestos por elementos de bajo Z. Además,
generalmente, los centelladores líquidos poseen una intensidad de luz de
centelleo muy baja [menor a un tercio de la obtenida con NaI(Tl)]. Estos
factores limitan notablemente su aplicación como detectores de propósitos
generales.

3.3.4. Detectores semiconductores


Este tipo de detectores resultan en esencia dispositivos de estado sólido y su
funcionamiento puede interpretarse de forma similar al funcionamiento de los
detectores gaseosos tipo cámara de ionización. Sin embargo, debido a que los
materiales sólidos utilizados en los detectores semiconductores son de 2,000 a
5,000 veces mas densos que los gases, esta clase de detectores poseen una

130
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

eficiencia mucho mayor para la detección de radiación penetrante en


comparación con los detectores gaseosos.
En condiciones normales, los detectores semiconductores resultan pobres
conductores de la electricidad. Sin embargo, en presencia de radiación
ionizante, al producirse un evento de ionización en el material del detector, la
carga eléctrica producida (constituida por los electrones y los huecos) es
colectada por un voltaje aplicado, de igual forma que en los detectores
gaseosos. Este mecanismo no puede ser aplicado utilizando materiales
conductores como detectores, por ejemplo materiales metálicos, debido a que
la corriente eléctrica producida resulta elevada aun en ausencia de radiación
ionizante y por lo tanto la corriente generada por la radiación resulta
completamente enmascarada por la corriente de conducción. Los aislantes,
como el vidrio, tampoco se utilizan para propósitos de detección, debido a que
resultan no conductores aun en presencia de radiación. Por lo tanto, sólo los
materiales semiconductores pueden utilizarse para detección de radiación
como detectores de estado sólido.
Los materiales semiconductores mas utilizados en aplicaciones de
detección son el Silicio (Si) y el Germanio (Ge). En este tipo de materiales se
producen alrededor de un par de iones por cada 3 a 5 [eV] de radiación
absorbida. Recuérdese que para los gases se produce un par de iones a partir
de aproximadamente 34 [eV] absorbidos. Por lo tanto, los semiconductores no
solo resultan detectores más eficientes, sino que también producen señales
eléctricas cerca de 10 veces mayores que en los detectores gaseosos. La
señal eléctrica es suficientemente grande como para contar eventos de
radiación individuales y la amplitud de salida del detector resulta proporcional a
la energía depositada en el semiconductor.
Las ventajas de los detectores semiconductores quedan opacadas por
ciertas desventajas que han limitado su aplicación en algunos campos, como
por ejemplo el de la medicina. En primer lugar, tanto el Si como el Ge conducen
una cierta corriente (aun en ausencia de radiación) debido a inducciones
térmicas. Esta corriente genera un ruido de fondo en la señal eléctrica que
interfiere con las señales eléctricas provenientes de eventos de detección de
radiación. Es por esta razón, que en la mayoría de las aplicaciones, los
detectores semiconductores deben operarse a temperaturas muy por debajo de
la temperatura ambiente. Esta restricción aumenta la complejidad de los
detectores debido a que deben incluirse en los mismos los sistemas de
refrigeración.
En segundo lugar, aun en los cristales mas puros de Si y Ge existen
impurezas. Las impurezas distorsionan el arreglo regular de átomos en los
cristales de Ge o Si. Estas distorsiones “actúan” como trampas electrónicas
capturando los electrones generados en los procesos de ionización. Este
mecanismo de distorsión resulta en una disminución substancial de la corriente
eléctrica generada por los detectores. Para contrarrestar el efecto de las
impurezas, se agregan al cristal átomos compensadores, los cuales no son
mas que átomos susceptibles de donar electrones. En detectores de Si y Ge, el
Litio (Li) es el elemento compensador utilizado frecuentemente.
Desafortunadamente, la fabricación de cristales Ge(Li) y Si(Li) es costosa y
demanda mucho tiempo.

131
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Un problema adicional se produce debido a que el Li tiende a condensar a


temperatura ambiente dentro del cristal semiconductor, especialmente en los
cristales Ge(Li). Por ejemplo, los cristales de Ge(Li) pueden arruinarse con
exposiciones de tan solo una hora a temperatura ambiente. Los detectores de
Si(Li) pueden tolerar almacenaje a temperatura ambiente, pero su óptimo
funcionamiento se obtiene si se almacenan a bajas temperaturas. Por lo tanto,
estos detectores no sólo deben utilizarse a temperaturas muy por debajo de la
temperatura ambiente, sino que deben almacenarse también a bajas
temperaturas.

Figura 3.23: esquema representativo de un detector semiconductor acoplado a


su sistema de refrigeración

Generalmente, se utiliza Nitrógeno líquido (-196 [ºC]) para refrigerar los


detectores semiconductores. La Figura 3.23 presenta un esquema del arreglo
de un detector semiconductor acoplado con un sistema de enfriamiento por
Nitrógeno líquido.

3.4. ESPECTROMETRÍA DE RADIACIÓN GAMMA


La determinación del espectro energético de una fuente de radiación es lo que
frecuentemente se conoce como espectrometría. En esta sección se
caracterizará en detalle el espectro de energías que se obtiene al medir un
emisor gamma mediante un cristal de centelleo acoplado a un tubo
fotomultiplicador, acople comúnmente denominado sonda de centelleo.
La Figura 3.24 presenta en forma esquemática los pulsos de tensión
negativos de salida de la sonda de centelleo en respuesta a la interacción del
cristal con numerosos fotones gamma de diferentes energías. Debido a que la
amplitud de la salida de la sonda resulta proporcional a la energía de la
radiación incidente, las diferencias en altura en los pulsos de tensión indican
que la radiación gamma que interactúa con el cristal es polienergética. Sin

132
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

embargo, este hecho no necesariamente implica, como se verá a continuación,


que la fuente emita radiación gamma polienergética. Observese que si los
pulsos no superan el nivel de discriminación o umbral no son contabilizados.
Para determinar la curva espectral del emisor gamma deben contarse los
pulsos de salida, I, con amplitudes comprendidas en un intervalo de tensión [V,
V + ΔV ], obteniéndose la curva espectral I (V ) . Siendo la tensión de los pulsos
proporcional a la energía depositada en el cristal por los fotones, la curva
obtenida resulta proporcional a la curva espectral I (E ) . Para determinar la
relación entre la amplitud de tensión de los pulsos y la energía de los fotones
incidentes debe realizarse una calibración de la sonda mediante algún emisor
de radiación gamma de energía perfectamente conocida.

Figura 3.24: pulsos de tensión negativos de salida en una sonda de centelleo

Para determinar la curva espectral I (E ) o equivalentemente la curva I (V )


puede trabajarse de diversas formas en función de las características de la
sonda de centelleo. Se detallan a continuación algunos casos típicos.

Con discriminador variable


En este modo de trabajo se escoge un valor inicial muy bajo de la tensión Vd de
discriminación. Bajo esta condición, todos los pulsos de salida son
contabilizados debido a que todos superan el valor de discriminación
independientemente de su altura. Si se aumenta gradualmente la tensión del
discriminador cada vez menos pulsos superan este valor y el conteo disminuye
gradualmente. Finalmente, cuando el nivel de discriminación es muy alto,
ningún pulso supera su valor y el conteo cae a cero.
La curva I (V d ) obtenida no es mas que la curva integral de I (V ) , es
decir:


I (V d ) = ∫ I (V ) dV (3.39)
Vd

Por lo tanto, la curva espectral I (V ) [y por lo tanto I (E ) ] puede obtenerse


directamente diferenciando la curva I (V d ) medida.

133
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Con espectrómetro monocanal


En este modo de trabajo se utilizan dos discriminadores a valores muy
próximos V1 y V2. El equipo electrónico cuenta sólo los pulsos que superan el
primer discriminador y no alcanzan el segundo. Es decir, sólo se produce el
conteo de los pulsos cuya altura se encuentra comprendida en la ventana, o
canal, igual al intervalo [V1 , V 2 ] .
La curva espectral I (V ) se obtiene realizando numerosas mediciones
manteniendo constante el ancho de la ventana ΔV = V 2 − V1 . Se comienza con
un valor pequeño de V1 el cual se aumenta gradualmente hasta el final de la
escala. Finalmente, se obtiene la curva espectral, I (V ) , que indica la
frecuencia de los pulsos en función de la altura de los mismos.

Con espectrómetro multicanal


En los equipos más modernos se cuenta con múltiples canales capaces de
discriminar y contabilizar simultáneamente pulsos de diferentes amplitudes.
Con este tipo de equipos se obtiene la curva espectral en una simple medición.

3.4.1. Curva espectral de un emisor gamma monoenergético


La curva espectral teórica de un emisor de radiación gamma monoenergético
se vería como la esquematizada en la Figura 3.25a). El espectro esta
compuesto básicamente por un pico bien definido correspondiente a los fotones
gamma que depositan toda su energía en el cristal produciendo un pico de
tensión de salida de máxima amplitud cuyo valor se corresponde con la energía
Ef de dichos fotones. Se observa también un espectro continuo constituido por
energías comprendidas entre 0 y Ec. Este espectro continuo se debe a aquellos
fotones gamma que interactúan mediante efecto Compton con el cristal y cuyo
fotón dispersado logra escapar del mismo. La energía depositada por el fotón
(y por lo tanto la amplitud del pulso de tensión de salida) debido a la interacción
Compton dependerá del ángulo de dispersión. A partir de la Ec. (3.13) puede
razonarse que la energía que se deposita en el cristal como consecuencia de la
interacción esta dada por:

Ef Ef
Ef − E'= Ef − =
Ef m0 c 2
1+ [1 − cos (θ )] 1+
(3.40)
E f [1 − cos (θ )]
2
m0 c

donde E ' es la energía del fotón dispersado.


Puede verse a partir de la Ec. (3.40) que la energía depositada en el
cristal (y por lo tanto la altura del pulso de salida) varia entre cero (para θ = 0 º )
y Ec (para θ = 180 º ), donde Ec se obtiene a partir de la Ec. (3.40), es decir:

134
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

Ef
Ec =
m0 c 2 (3.41)
1+
2E f

Se denomina comúnmente a la energía Ec como borde Compton.


Factores de naturaleza estadística determinan que la curva experimental
que se observa en el espectro de un emisor monoenergético resulte como la de
la Figura 3.25b) en lugar de la 3.25a). Observese que el pico producido por los
fotones gamma que depositan toda su energía en el cristal se encuentra
ensanchado y presenta una distribución aproximadamente Gaussiana de media
Ef. Adicionalmente, el borde Compton no resulta bien definido. Generalmente
se estima la energía en el borde Compton Ec como el punto de inflexión de la
porción descendiente de la curva.
Para comprender el ensanchamiento que sufre el espectro real, debe
considerarse, por ejemplo, que dos fotones gamma de idéntica energía no
siempre producen igual cantidad de fotones visibles al interactuar con el cristal
centellador. Además, dos fotones visibles de igual energía no siempre
producen igual cantidad de fotoelectrones en el fotocátodo del tubo
multiplicador. En forma similar, los electrones en el tubo fotomultiplicador no
necesariamente arrancan igual cantidad de electrones en los diferentes
dinodos. En conclusión, la amplitud del pulso de salida en la sonda de centelleo
puede variar significativamente para dos fotones gamma de idéntica energía.

Figura 3.25: curva espectral de un emisor gamma monoenergético. a) curva


teórica, b) curva experimental

Adicionalmente al fotopico y al borde Compton, se observan algunos


picos adicionales en el espectro, como por ejemplo, el pico de retrodispersión y
el correspondiente a rayos X. Se detallarán a continuación todos los
“accidentes” de la curva espectral y las causas por las cuales se producen.

135
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Fotopico
Se debe a aquellos fotones gamma que depositan toda su energía en el cristal
centellador, produciendo en consecuencia un pulso de salida de máxima
amplitud y de magnitud proporcional a la energía del fotón. La probabilidad de
interacción total entre un fotón y el cristal aumenta a medida que el cristal se
incrementa en tamaño o para energías bajas de los fotones (lo cual se traduce
en un mayor coeficiente de absorción en el cristal).
El fotopico es consecuencia principalmente de la interacción por efecto
fotoeléctrico (de allí la denominación de fotopico) del fotón con el cristal. Sin
embargo, también se debe a aquellos fotones que interactúan por otros
mecanismos (por ejemplo, Compton o creación de pares) pero que finalmente
depositan toda la energía en el cristal. Por ejemplo, en el caso de una
interacción Compton, el electrón y el fotón dispersados interactúan
posteriormente con el cristal depositando toda su energía en éste.

Pico de retrodispersión
Considérese aquellos fotones gamma emitidos desde la fuente radioactiva en
dirección opuesta a la del cristal de centelleo. Estos fotones pueden retornar al
cristal luego de interactuar por efecto Compton en algún objeto del medio,
exhibiendo un ángulo de dispersión de θ = 180 º o cercano a este. La energía
del fotón retrodispersado desde el objeto externo vendrá dada por la Ec. (3.13),
es decir:

Ef Ef
Er = =
Ef 2E f
1+
2
[1 − cos (θ )] 1+ (3.42)
m0 c m0 c 2

Si el fotón retrodispersado deposita toda su energía en el cristal produce el pico


de retrodispersión que se observa en la Figura 2.35b).
Aun en el caso que no se produzca retrodispersión por interacción
Compton con objetos externos, suele observarse un pequeño pico de
retrodispersión en el espectro. Este pequeño pico se debe a los rayos gamma
que atraviesan el cristal de centelleo sin interaccionar y producen efecto
Compton con retrodispersión en los elementos de la sonda de centelleo,
principalmente en la ventana transparente que hay entre el cristal de centelleo
y el tubo fotomultiplicador.
La relación entre la energía del pico de retrodispersión, la del borde
Compton y la del fotopico, es la siguiente:

Er + Ec = Ef (3.43)

Esto puede demostrarse fácilmente sumando las Ecs. (3.41) y (3.42).

Pico de rayos X
Se describió en el Capítulo 2 que aquellas fuentes que exhiben decaimiento por
captura electrónica o conversión interna pueden emitir rayos X como

136
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

consecuencia del reacomodamiento de electrones en las capas electrónicas.


Esta emisión de rayos X puede detectarse en el espectro como un pico bien
definido a bajas energías. Generalmente, estos picos aparecen muy
pronunciados debido a que por su baja energía estos fotones son fácilmente
absorbidos en el cristal de centelleo.
A manera de ejemplo, el Ba-137m (descendiente del Cs-137 por emisión
beta) emite radiación gamma de energía 0.662 [MeV]. Este proceso de emisión
gamma se encuentra en competencia con la conversión interna con la capa K.
Al emitirse el electrón y posteriormente llenarse la vacante en la capa K se
emite un fotón X de 0.032 [MeV]. En consecuencia, el espectro del Ba-137
presentará un fotopico en 0.662 [MeV] y un pico de rayos X en 0.032 [MeV].

Pico de aniquilación
Suele observarse en los emisores β + . Cada positrón emitido, luego de perder
energía dentro de la misma fuente, en el material de encapsulado, o en los
soportes de la misma, se aniquila con un electrón y produce dos fotones de
0.511 [MeV] en direcciones opuestas (radiación de aniquilamiento).
Si uno de los dos fotones se dirige hacia el cristal, puede ser absorbido
por el mismo, produciendo un pico correspondiente a 0.511 [MeV] (pico de
aniquilación).

Pico de escape simple y doble


Cuando los fotones gamma exhiben grandes energías (Ef > 1.022 [MeV]) se
produce el fenómeno de creación de pares como consecuencia de la
interacción de los fotones con el campo coulombiano de los núcleos de los
átomos del cristal. En este fenómeno se producirá un par electrón-positrón a
partir del fotón incidente.
La energía cinética impartida al par electrón-positrón se disipa en el cristal
mediante sucesivas interacciones. Al detenerse, el positrón se aniquila con un
electrón del cristal emitiéndose dos fotones de energías 0.511 [MeV] cada uno.
Si ambos fotones son absorbidos por el cristal el total de energía depositada
será de Ef y la amplitud de salida se corresponde con el fotopico.
Sin embargo si uno de los fotones escapa del cristal la energía depositada
en el mismo será Ef – 0.511 [MeV]. Se produce entonces un pico a este valor
de energía, denominado pico de escape simple.
Si en lugar de uno, escapan ambos fotones, se producirá un pico
correspondiente a energías de Ef – 1.022 [MeV], denominado pico de escape
doble.

Pico de coincidencia
Puede suceder que dos fotones gamma interactúen simultáneamente con el
cristal. En tal situación la respuesta de la sonda será proporcional a la suma de
las energías de ambos fotones.
Este fenómeno se da con frecuencia en emisores de radiación
polienergética. Por ejemplo, como se vio en el Capítulo 2, el Co-60 emite
radiación gamma con energías de 1.17 y 1.33 [MeV]. Como consecuencia del
fenómeno de coincidencia se observa en el espectro del Co-60 un pico
correspondiente a energías de (1.17 + 1.33) [MeV] = 2.50 [MeV].

137
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

3.4.2. Curva espectral de un emisor gamma polienergético


El análisis de la curva espectral de un emisor gamma monoenergético puede
generalizarse al caso de emisores polienergéticos. A manera de ejemplo, se
describe brevemente a continuación la curva espectral para el Co-60.
El Co-60 presenta dos fotopicos correspondientes a las energías de los
fotones gamma emitidos, 1.17 y 1.33 [MeV]. Se presentan dos bordes Compton
a energías cercanas a 0.96 y 1.11 [MeV] [ver Ec. (3.41)]. Los picos de
retrodispersión aparecen solapados debido a que sus energías resultan muy
cercanas, 0.20 y 0.21 [MeV] aproximadamente [ver Ec. (3.42)].
Debido a que los fotones poseen energías mayores a 1.022 [MeV] se
producen los picos de escape simple y doble. Para los fotones de 1.17 [MeV]
ambos picos se corresponden con energías de aproximadamente
0.66 y 0.15 [MeV], respectivamente. Para los fotones de 1.33 [MeV] estos picos
se sitúan aproximadamente a 0.82 y 0.30 [MeV], respectivamente.
Adicionalmente pueden observarse los picos de aniquilación y de
coincidencia.

3.4.3. Resolución en espectrometría


Se ha considerado en esta sección la espectrometría realizada sólo a partir de
detectores de tipo cristal centellador. Sin embargo, una curva espectral puede
llevarse a cabo mediante cualquier detector cuya magnitud de respuesta
resulte proporcional a la energía depositada por la radiación. Así, podría
plantearse en principio la espectrometría mediante contadores proporcionales o
detectores semiconductores.
Quizás el caso de mayor interés sea el de los detectores
semiconductores, debido a que exhiben una muy buena resolución. Una
medida de resolución frecuentemente utilizada es el denominado ancho a la
mitad del máximo (FWHM, por sus siglas en inglés, Full Width at Half
Maximum), el cual se calcula como:

ΔE
FWHM (%) = 100 (3.44)
Ef

donde ΔE es el ancho del fotopico a una altura igual a la mitad de su amplitud


máxima.
Para entender la implicancia de la resolución en los detectores de
radiación, considérese por ejemplo una fuente emisora de fotones gamma de
dos energías diferentes, E1 y E2, muy cercanas entre sí. Según lo que se
describió en las secciones anteriores puede razonarse que la utilización de un
detector centellador posee una desventaja sustancial para el estudio de este
caso debido al gran ensanchamiento que se produce en el espectro. Por lo
tanto, difícilmente puedan diferenciarse fotopicos que se encuentren muy
cercanos (es decir, fotopicos asociados a energías muy cercanas). En otras
palabras, los detectores centelladores carecen de buena resolución.
Por el contrario, los detectores semiconductores poseen resoluciones
marcadamente superiores a los centelladores. Esta mejor resolución se debe
principalmente a que los detectores semiconductores exhiben mayor eficiencia

138
INTERACCIÓN DE LA RADIACIÓN CON LA MATERIA

en la detección de los fotones gamma. En un detector semiconductor Si(Li) o


Ge(Li) se genera una carga eléctrica (electrón) por cada 3 [eV] de radiación
gamma absorbida. Por el contrario, en los detectores centelladores de NaI(Tl)
se generan cerca de 10 fotones visibles por cada 1 [keV] de energía absorbida.
La gran capacidad de generación de carga eléctrica por unidad de energía
absorbida contribuye a una menor variación estadística de la amplitud de los
pulsos de salida del detector y por lo tanto resulta en una mejor resolución.
A manera de ejemplo, para una fuente de Cesio-137 (emisor de fotones
gamma de 0.662 [MeV]) se obtienen resoluciones cercanas al 13% con
detectores centelladores de NaI(Tl). Por el contrario, para la misma fuente
emisora puede obtenerse una resolución tan pequeña como 0.5 % con un
detector de Ge(Li).
En el caso particular de la espectrometría mediante contadores
proporcionales, debe notarse que los mismos exhiben una mejora sustancial de
la resolución respecto de los centelladores (pero menor que los
semiconductores). Sin embargo, este tipo de detectores posee como gran
desventaja su baja eficiencia de detección de fotones gamma.

139
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

CAPÍTULO 4

APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

4.1. INTRODUCCIÓN
Los fenómenos estudiados por la física nuclear pueden utilizarse en diversas
aplicaciones. Por ejemplo, las radiaciones ionizantes y el decaimiento de
núcleos radioactivos poseen una amplia gama de aplicaciones en diversos
campos, por ejemplo, en la conservación de alimentos, el control de plagas, la
generación de energía eléctrica, el tratamiento y diagnóstico de enfermedades,
entre otras.
En el caso particular de las radiaciones fotónicas ( γ y X), quizás su
aplicación mas popularmente conocida sea su utilización para el diagnóstico y
tratamiento de enfermedades (por ejemplo, radiografía y tomografía). La gran
capacidad de penetración de este tipo de radiaciones puede utilizarse para
“explorar” las estructuras internas del cuerpo humano y detectar anomalías,
como por ejemplo, la existencia de tumores en órganos internos o fracturas en
huesos. Pero, las aplicaciones de este tipo de radiaciones no se limitan al caso
del diagnóstico en medicina, sino que también puede utilizarse para detectar
fracturas en materiales o para el control de espesores de piezas en lineas de
producción.
Otra aplicación muy conocida de la física nuclear es la generación de
energía eléctrica a partir de la fisión del Uranio. En este caso, la energía
liberada durante la fisión de los núcleos de Uranio se utiliza para generar vapor,
para su posterior utilización en los generadores eléctricos.
En este Capítulo se presentan numerosas aplicaciones de las radiaciones
ionizantes, los decaimientos radioactivos y las propiedades del núcleo atómico.
Sin embargo, se dará mayor detalle a dos de las aplicaciones que el autor
considera más importantes en función del perfil del libro: las aplicaciones en
medicina y en la generación nucleoeléctrica de energía. Adicionalmente, se
describirá una aplicación ampliamente utilizada en medicina que utiliza el espin
exhibido por el núcleo atomico, la resonancia magnética nuclear.

4.2. APLICACIONES DE LAS RADIACIONES IONIZANTES


4.2.1. Conservación de alimentos
Las radiaciones ionizantes pueden utilizarse para aumentar el “tiempo de vida”
de algunos alimentos. En general, las aplicaciones particulares de las
radiaciones a la conservación de alimentos dependen de la dosis de radiación
utilizada y se clasifican segun:

- Dosis bajas: demora los procesos de maduración de las frutas y los


vegetales. Se utiliza también para eliminar y controlar algunos insectos
y parásitos presentes en los alimentos.

140
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

- Dosis intermedia: reduce la cantidad de microorganismos patógenos y


organismos descomponedores de los alimentos. Se utiliza para
extender el “tiempo de vida” de algunos alimentos.
- Dosis alta: Se utiliza para esterilizar todo tipo de carnes. Se combina
generalmente la radiación con cierto grado de calentamiento para
desactivar enzimas y para desinfectar ingredientes, como por ejemplo,
las especias.

A manera de ejemplo puede comentarse el tratamiento de papas y


cebollas con pequeñas dosis de radiación γ (generalmente de una fuente de
60
Co) cuyo objetivo es el de inhibir el crecimiento de protuberancias y raíces.
Por otro lado, la irradiación de granos, como el trigo o el arroz, con radiación γ
permite eliminar insectos de los mismos.

4.2.2. Control de plagas


Ciertas especies de plagas, como por ejemplo algunas clases de moscas,
tienen la particularidad de procrearse solo una vez durante su ciclo de vida. El
control de este tipo de plagas puede llevarse a cabo mediante el denominado
método de la “suelta de machos estériles”. En este método se crían en
laboratorio enormes cantidades de machos de la especie a controlar. Utilizando
dosis suficientemente altas de radiación puede lograrse la esterilización de la
población del laboratorio. Posterior a la esterilización, se liberan los machos al
ambiente, donde el apareamiento con las hembras resulta improductivo. De
esta forma, se logra reducir significativamente el número de procreaciones de
la especie. Si el procedimiento se repite numerosas veces, puede llegar a
eliminarse por completo la plaga de una región determinada.
Esta técnica se ha aplicado con éxito para combatir cierto tipo de larvas
que infectan las heridas de los animales de corral y el ganado. También, se
utiliza esta técnica para combatir a la mosca del mediterráneo y a la polilla de la
manzana.

4.2.3. Aplicaciones industriales


La gran penetración de la radiación gamma o X puede utilizarse para detectar
imperfecciones internas en piezas metálicas. La utilización de fuentes de
radiación γ , a diferencia de la de rayos X, posee la ventaja de ser portátiles y
no requerir de fuentes de alimentación eléctricas.
Entre las aplicaciones a nivel industrial puede comentarse la utilización de
radiación γ para monitorear el espesor de piezas en una línea de producción.
Para ello, se sitúa la fuente de radiación por encima de las piezas y se
monitorea la radiación que atraviesa las mismas con un detector situado por
debajo. De esta forma cualquier anomalía en el espesor de la pieza es
evidenciada por un aumento o disminución en el conteo del detector.
Una aplicación específica de la radiación es la utilización en el estudio de
lubricación y desgaste, por ejemplo, de los pistones y cilindros en motores.
Para ello, suelen construirse piezas con un contenido aumentado del isótopo
59
Fe, emisor de radiación β − y γ . Al producirse desgaste, pequeñas partículas

141
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

metalicas se depositan en el lubricante, las cuales pueden monitorearse


mediante la medición de la actividad de la radiación.

4.2.4. Investigación en biología, arqueología y paleontología


En relación a la arqueología y a la paleontología, en el Capítulo 2 se presentó
un ejemplo de la forma en que el decaimiento del 14C puede utilizarse para
determinar la antigüedad de ciertas muestras biológicas. Mediante este método
se ha logrado determinar correctamente la edad de muestras de hasta 50,000
años.
Por otro lado, en aplicaciones biológicas, se han utilizado isótopos
radioactivos para investigar la velocidad de absorción de alimentos en plantas y
la forma en que se distribuyen los mismos. Por ejemplo, en 1948, se utilizó
Dióxido de Carbono marcado con 14C, para estudiar el mecanismo de la
fotosíntesis en las plantas.
También, la utilización de radioisótopos permite estudiar los ciclos vitales
de migración y los hábitos alimenticios de insectos y peces.

4.3. GENERACIÓN NUCLEOELÉCTRICA


Ya se comentó durante el desarrollo del Capítulo 2, que para cualquier
elemento se demuestra que la masa total del núcleo atómico es inferior a la
suma de las masas de los nucleones que lo componen y que por lo tanto existe
un decremento en la masa del sistema atómico al pasar de los nucleones
constitutivos al núcleo atómico. Si se considera la equivalencia masa-energía
expresada por:

E = m c2 (4.1)

puede entonces razonarse que se pierde energía al pasar de los nucleones


constitutivos a los núcleos atómicos. Más aun, el valor de dicha energía
liberada puede calcularse mediante:

E b = (Z m p + N mn + Z me − M A ) 931,494 [MeV / u] (4.2)

donde mp es la masa del protón; mn es la masa del neutrón; me es la masa del


electrón; MA es la masa atómica; y 931,494 [MeV] es la energía [obtenida
mediante la Ec. (4.1)] asociada a una unidad de masa atómica u. A la energía
E b se la denomina energía de amarre debido a que es la energía liberada al
“formarse” el núcleo atómico y por lo tanto resulta igual a la energía que
debería aportarse para separar un núcleo en sus nucleones constitutivos. Ya
que E b es energía que debe aportarse al núcleo para disgregarlo, por
convención se considera una cantidad negativa, es decir, debería ser E b < 0.
Si se calcula para cada elemento la cantidad E b y se la divide por la
cantidad de nucleones en el núcleo (A) se obtiene la llamada energía de
amarre por nucleón. En el Capítulo 2 se graficó el valor de la energía de amarre
por nucleón (Figura 2.3) como una cantidad positiva. Sin embargo, para

142
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

facilitar la comprensión del fenómeno de fisión nuclear resulta más conveniente


graficar la cantidad E b / A según la convención, es decir, como una cantidad
negativa.
Puede verse en Figura 4.1 que la energía de amarre por nucleón posee
un mínimo en alrededor de A = 56, correspondiente al 56 Fe . Aquellos núcleos
con números de masa mayores o menores a A = 56 poseen sus nucleones
unidos con fuerzas menores a las evidenciadas en el 56 Fe . Además, los
elementos con números de masa elevados muestran una variación muy leve de
la energía de amarre por nucleón para grandes variaciones del número A,
debido básicamente a que las fuerzas nucleares se encuentran saturadas en
esta zona, como se explicó en detalle en el Capítulo 2.
A partir de la Figura 4.1 pueden razonarse dos hechos: i) si un núcleo
pesado, por ejemplo el 235U, se divide o fisiona en dos núcleos mas livianos se
produce una liberación de energía, debido a que los fragmentos de fisión (mas
livianos) exhiben una energía de amarre por nucleón de menor magnitud (más
negativa). En forma similar, si dos núcleos livianos, por ejemplo dos núcleos de
Deuterio (2H), se unen o fusionan se libera energía debido a la disminución de
la energía de amarre por nucleón. En las secciones siguientes se brindarán
mayores detalles de estas ideas.

Figura 4.1: energía de amarre por nucleón vs. el número de masa

143
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

4.3.1. Fisión nuclear


El término fisión posee un significado conocido para la mayoría de los
estudiantes de ingeniería. Sin embargo es útil repasar su definición y
reescribirla en términos de la nomenclatura utilizada a lo largo de los Capítulos
precedentes. Entonces, se entiende por fisión nuclear a la reacción nuclear por
la cual un núcleo pesado se divide para dar lugar a dos o más núcleos más
livianos y a algunos subproductos, como por ejemplo neutrones, partículas alfa,
fotones, etc.
Para facilitar el estudio de la fisión nuclear, se considera el caso particular
de la fisión del Uranio-235 (235U), la cual se esquematiza mediante la siguiente
expresión:

1 235 236 * 1
0 n + 92 U → 92 U → X +Y + m 0n (4.3)

donde m es un número entero.


La reacción de fisión descrita en la Ec. (4.3) comienza cuando el 235U
captura un neutrón térmico, formándose un núcleo inestable de Uranio-236
(236U). El 236U inestable es susceptible de cambiar a una configuración más
estable dividiéndose en dos núcleos mas livianos y emitiendo algunos
neutrones en el proceso. De la Figura 4.1, se observa que la energía de
amarre por nucleón Eb / A para el sistema disgregado resulta menor que la
correspondiente al 236U, indicando que se libera energía durante la reacción de
fisión. Esta energía se evidencia como energía cinética de los productos de la
fisión y frecuentemente también como radiación γ de desexcitación de los
núcleos generados.
Un cálculo rápido permite estimar la energía liberada durante la reacción
de fisión de un solo núcleo de 235U, como la descrita por la Ec. (4.3). Con ayuda
de la Figura 4.1 puede verse que para los núcleos pesados (A ≈ 240) resulta
Eb / A ≈ -7.2 [MeV], mientras que para núcleos de masa intermedia (como los
fragmentos de fisión X e Y) se tiene Eb / A ≈ -8.2 [MeV]. Por lo tanto, la
diferencia en la energía de amarre por nucleón resulta en
Eb / A = 8.2 [MeV] – 7.2 [MeV]= 1 [MeV]. Pero, si se considera que existen 235
nucleones por cada núcleo de Uranio-235, la energía liberada será de
Q = 235 [MeV]. Esta cantidad de energía equivale a cerca de siete millones de
veces la energía desprendida durante la combustión de una molécula de
trinitrotolueno (TNT). Adicionalmente, si se considera que durante las
reacciones de fisión controlada en los reactores nucleares se fisionan millones
de núcleos por segundo puede imaginarse la enorme cantidad de energía
liberada.
Para tener una idea concreta de lo que significan 235 [MeV] por cada
núcleo de 235U fisionado, considere dos plantas generadoras de energía
eléctrica de 1,000 [MW], una basada en fisión de 235U y otra de combustión de
carbón. Si se considera la eficiencia térmica y demás factores, la planta de
carbón precisa aproximadamente 10,000 toneladas de combustible al día para
generar 1,000 [MW]. Por el contrario, el Uranio consumido por la planta de
fisión resulta en aproximadamente 20 toneladas al año. Esta gran diferencia en
la cantidad de combustible tiene un impacto directo en el funcionamiento de las
plantas generadoras de energía eléctrica. Por ejemplo, la planta de carbón

144
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

precisa de una logística monumental para la realimentación diaria de


combustible. De igual forma, un gran porcentaje del combustible se transforma
en cenizas, las cuales deben ser removidas periódicamente, transportadas y
almacenadas. Además, debe considerarse el impacto ambiental derivado de la
emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Por el contrario, los
reactores de fisión no requieren de un arribo continuo de combustible, sino que
una vez puesto el reactor en funcionamiento, un bajo porcentaje de las barras
combustibles son reemplazadas en periodos de 12 a 24 meses.
Adicionalmente, el porcentaje de desecho resulta muy bajo. Si se utilizan
procedimientos de recuperación del Uranio no fisionado de las barras de
combustible utilizadas (las cuales se describen en secciones posteriores) el
total de desechos resulta en aproximadamente 10 toneladas anuales. Como
desventaja debe comentarse que los desechos obtenidos en los reactores
nucleares resultan radioactivos, con lo cual las plantas de generación
nucleoeléctrica deben contar con los medios necesarios para almacenar dichos
desechos.

Materiales fisibles y fértiles


Durante la discusión de las reacciones nucleares de fisión, debe diferenciarse
entre dos tipos diferentes de materiales, los fisibles y los fértiles. Se denomina
material fisible a aquel elemento que sufrirá fisión (o tendrá alta probabilidad de
sufrir fisión) al ser bombardeado con neutrones de cualquier energía. Ejemplo
de material fisible es por supuesto el Uranio-235. Por otro lado, un material fértil
es aquel que captura neutrones y decae radiactivamente a un material fisible.
Por ejemplo, el Uranio-238 es un material fértil, ya que, al ser irradiado por
neutrones térmicos decae en Plutonio-239 el cual resulta un material fisible.
Cabe aclarar que los elementos fértiles pueden sufrir fisión pero generalmente
lo hacen al ser bombardeados por neutrones muy energéticos, generalmente
en el rango de los MeV. Claramente, tanto los materiales fisibles como los
fértiles derivan en una reacción de fisión al ser bombardeados por neutrones
(los materiales fértiles lo hacen luego de transmutar a otro elemento).
El Uranio-235 es el único material fisible presente en la naturaleza.
Constituye solo el 0.7% del total del Uranio natural. Excepto por la existencia
de pequeñas porciones de otros isótopos, el Uranio-238 constituye el 99.3% del
total de Uranio natural existente. Al ser un material fértil, el 238U decae en
Plutonio-239 (239Pu) según la siguiente reacción:

1 238 239 β 239 β 239


0 n + 92 U → 92 U ⎯⎯→ 93 Np ⎯⎯→ 94 Pu (4.4)

El 239Pu posee una gran probabilidad de fisionarse si captura un neutrón y por


lo tanto es un material fisible. Sin embargo, existe cierta probabilidad de que al
captar un neutrón, el 239Pu se convierta en 240Pu, el cual es un material fértil. Si
el 240Pu capta un neutrón decaerá en el material fisible 241Pu.

Multiplicación de neutrones
De la Ec. (4.3) puede verse que de una reacción de fisión del 235U son emitidos,
adicionalmente a los fragmentos de fisión X e Y, algunos neutrones de alta
energía (del orden de los MeV). No todas las reacciones de fisión del 235U

145
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

producen los mismos productos de fisión ni la misma cantidad de neutrones. La


Figura 4.2 muestra la distribución de probabilidades para los productos de
fisión del 235U.

Figura 4.2: distribución de probabilidad para los productos de fisión del 235U

A modo de ejemplo, se muestran a continuación dos reacciones de fisión


para el 235U:

1 235 141 92 1
0 n + 92 U → 56 Ba + 36 Kr +3 0n

1 235 140 94 1
0 n + 92 U → 54 Xe + 38 Sr +2 0n

Si se considera una muestra macroscópica que involucre una gran


cantidad de núcleos de 235U, el número promedio de neutrones emitidos
durante las numerosas fisiones de los núcleos de 235U es de 2.5 neutrones por
cada reacción de fisión. Por lo tanto, estos neutrones pueden desencadenar
nuevos procesos de fisión produciendo una reacción en cadena. Para
cuantificar este proceso de amplificación, se define el factor de multiplicación k
como la relación entre el número de neutrones emitidos en una generación y el
número de neutrones emitidos en la generación anterior. Para facilitar la

146
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

comprensión del factor de multiplicación k, considérese que en algún instante


de tiempo arbitrario t = 0 son emitidos n0 neutrones productos de fisión del 235U.
Se denomina a esta última la generación cero, la cual contiene n0 neutrones.
Estos n0 neutrones de la generación cero producirán nuevos eventos de fisión,
los cuales a su vez resultarán en nuevos neutrones emitidos. A estos nuevos
neutrones emitidos se los denomina primera generación, la cual contiene n1
neutrones. El análisis detallado, puede continuarse para las generaciones 2, 3,
…, etc. De la definición del factor k, puede verse que n 1 = k n 0 ;
n 2 = k n 1 = k 2 n 0 ; y así continuando con la generación 3, 4, etc. Por lo tanto,
la población de neutrones se incrementara, decrementará, o permanecerá
constante en función del factor de multiplicación k. Para k > 1 se dice que el
sistema es supercrítico; para k = 1 el sistema es crítico; y para k < 1 se dice
que el sistema es subcrítico. La Figura 4.3 presenta la evolución en el número
de neutrones para los sistemas subcrítico, crítico, y supercrítico.

Figura 5.3: evolución del número de neutrones durante una reacción de fisión
para un sistema subcrítico (k<1), crítico (k=1) y supercrítico (k>1)

Masa crítica
No cualquier cantidad o volumen de Uranio puede derivar en una reacción
crítica o supercrítica. Si se iniciase una reacción de fisión en un trozo de 235U
puro de gran tamaño, las reacciones de fisión crecerían rápidamente
generando una reacción en cadena de tipo supercrítica. Sin embargo, si la
reacción se iniciase en un trozo muy pequeño de 235U la misma se extinguiría
rápidamente. Esto se debe a que la relación área / volumen de la masa de
Uranio aumenta a medida que los volúmenes son cada vez mas pequeños. Por
lo tanto, para volúmenes muy pequeños existe un gran área (en comparación
con el volumen) por donde los neutrones emitidos pueden escapar antes de
producir una nueva reacción de fisión.
A la mínima masa necesaria para generar una reacción en cadena
autosostenida se la denomina masa crítica. Si la masa de Uranio es menor a la
masa crítica, se dice que es una masa subcrítica.

147
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

4.3.2. Reactores de fisión nuclear


Un reactor de fisión es una instalación capaz de iniciar, mantener y controlar
las reacciones de fisión en cadena, con los medios adecuados para extraer el
calor generado. Para ayudar a nuestra comprensión sobre estas instalaciones,
es necesario analizar algunas características particulares de la reacción de
fisión controlada del 235U, antes de presentar el esquema de un reactor nuclear
de fisión.
Primero, como se muestra en la Ec. (4.3), la etapa inicial de la reacción de
fisión de un núcleo de 235U consiste en la captura de un neutrón térmico. Como
se vio en el Capítulo 3, un neutrón térmico es aquel que se encuentra en
equilibrio térmico con el medio. Para el caso de interés, basta decir que los
neutrones térmicos son aquellos con energías E < 0.05 [eV]. A esta baja
energía, se tiene: i) alta probabilidad de que el neutrón sea captado por el 235U
(material fisible); y ii) baja probabilidad de que el neutrón sea captado por el
238
U (material fértil) mucho mas abundante.
Segundo, esta claro que, dado que en promedio se emiten 2.5 neutrones
por cada reacción de fisión del 235U, deben proveerse los medios necesarios
para evitar que el sistema resulte supercrítico (k > 1) y por lo tanto inestable. Es
decir, deben brindarse los medios necesarios para captar algunos de los
neutrones emitidos durante la fisión del 235U. Si el factor k resulta mayor a uno
se producirá una reacción en cadena realimentada positivamente que tendería
a ser incontrolable ya que con el avance del tiempo más y más núcleos de 235U
fisionan produciendo cada vez más neutrones. Este es el tipo de mecanismo
por el cual se produce la enorme liberación de energía en una bomba atómica,
pero no es un comportamiento adecuado para un reactor de fisión.
Tercero, los neutrones emitidos en cada reacción de fisión poseen
energías muy altas, del orden de los MeV. En consecuencia, estos neutrones
deben moderarse (disminuir su energía) con el objetivo de “convertirlos” en
neutrones térmicos.
Cuarto y último, debe considerarse que la energía liberada en cada
evento de fisión se imparte como energía cinetica a los productos de fisión, los
cuales depositan dicha energía en el reactor generando calor. Este calor debe
ser extraído del reactor para evitar un sobrecalentamiento del mismo.
Con todo lo señalado en los párrafos anteriores pueden ahora
enumerarse los componentes de un reactor de fisión nuclear. Básicamente, un
reactor se encuentra compuesto por:

El combustible nuclear: es el material fisible y se encuentra dentro de las


barras combustibles, cada una de las cuales puede alcanzar hasta
algunos metros de longitud. Las mismas poseen una forma cilíndrica y
están compuestas generalmente por un soporte mecánico, como por
ejemplo Zirconio, dentro del cual se ubican pellets de Óxidos o
Carbonatos de Uranio. El Uranio en las barras combustible esta
compuesto básicamente por una gran cantidad de Uranio-238 y una
pequeña fracción de Uranio-235. La abundancia de cada fracción
depende principalmente de si el reactor funciona con Uranio enriquecido o
con Uranio natural. Para facilitar la inserción y extracción de las barras
combustibles en el reactor se configuran formando arreglos, comúnmente

148
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

denominados elementos combustibles, los cuales pueden tener asociados


decenas de barras combustibles cada uno.

El moderador: es el encargado de disminuir la velocidad de los neutrones


rápidos emitidos durante los procesos de fisión, llevándolos a neutrones
lentos o térmicos, mediante colisiones con las moléculas del moderador.
El objetivo principal de la moderación de los neutrones es la de aumentar
la probabilidad de captación por parte del 235U y disminuir la captación de
los neutrones por los núcleos de 238U. Las dos principales características
que debe cumplir un buen moderador son: i) poseer un elevado poder de
frenado de los neutrones rápidos; y ii) exhibir una baja avidez para la
absorción de neutrones térmicos. Solo para mencionar un ejemplo, el
agua ligera (H2O) posee un gran poder de frenado de los neutrones
rápidos, pero desafortunadamente también posee una gran avidez para la
absorción de neutrones térmicos. Por esta razón, generalmente en los
reactores moderados por agua ligera se utiliza Uranio enriquecido como
combustible nuclear, para asegurar que una buena cantidad de núcleos
de 235U capten neutrones térmicos y fisionen.

El refrigerante: es el encargado de extraer el calor generado en las barras


combustibles como consecuencia de las reacciones de fisión.
Generalmente suele utilizarse como refrigerante el mismo material
moderador (agua liviana o agua pesada). Sin embargo, también se
utilizan refrigerantes alternativos al agua, por ejemplo, los reactores
moderados por grafito pueden refrigerarse con CO2 o Na.

Los elementos de control: son elementos con gran avidez por los
neutrones. En general se utilizan en forma de barras que se introducen y
extraen fácilmente del reactor, actuando como absorbentes de neutrones.
Se las conoce generalmente como barras de control. Permiten controlar
en todo momento la población de neutrones, y por tanto, la potencia del
reactor, haciendo que el funcionamiento del mismo sea levemente
supercrítico durante la puesta en marcha del reactor, crítico durante su
funcionamiento estacionario y subcrítico durante las paradas.
Normalmente se utiliza el Cadmio o el Boro debido a su gran sección
eficaz para la absorción de neutrones térmicos. Nótese en la Figura 2.5
del Capítulo 2 que la sección eficaz para el Boro indicada en la carta de
nucleidos es de 759, muy por encima del resto de los elementos indicados
en la carta.

Otros: el correcto desempeño de un reactor nuclear requiere de


componentes adicionales a los detallados en los puntos anteriores. Por
ejemplo, la vasija del reactor que contiene a todos los componentes del
núcleo; el sistema de enfriamiento del moderador; los blindajes para
proteger de la radiación ionizante a todo el personal de la planta; los
sistemas de medición y control encargados de controlar la temperatura,
presión y demás variables de importancia dentro del núcleo; etc.

149
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Se presentarán a continuación diferentes tipos de reactores de fisión


nuclear, indicándose los principales componentes de los mismos.
Posteriormente se brindará una descripción resumida de los reactores
nucleares utilizados en la República Argentina para generación nucleoeléctrica.

Reactores de agua ligera


En los reactores de agua ligera (LWR, por sus siglas en ingles: Light Water
Reactor) se utiliza agua ligera (H2O) como moderador y refrigerante, y Uranio
ligeramente enriquecido con valores de entre 2% y 4% para el 235U como
combustible. Los LWR más comúnmente utilizados son los reactores de agua
ligera a presión (PWR, por sus siglas Pressurized Water Reactor) o de agua
ligera en ebullición (BWR, por sus siglas Boiling Water Reactor). Las
Figuras 4.4 y 4.5 presentan esquemas de los reactores PWR y BWR,
respectivamente.
El agua ligera posee un muy buen poder de frenado de los neutrones
rápidos, sin embargo tiene también gran avidez para absorber neutrones
térmicos. Si bien el agua actúa frenando efectivamente los neutrones rápidos,
absorbe a la mayoría de los mismos. Por esta razón, en los reactores de agua
ligera se utiliza una relación baja entre el volumen de moderador y el volumen
de combustible, relación que se encuentra en aproximadamente 2:1. Es decir
que por cada dos unidades volumétricas de moderador se utiliza una de
combustible. Adicionalmente, debido a esta gran avidez del agua ligera por los
neutrones térmicos, el combustible utilizado debe estar levemente enriquecido
para poder lograr un funcionamiento crítico (k = 1). La baja relación
moderador / combustible, sumado al hecho que el mismo moderador se utiliza
como refrigerante, determina que los reactores de agua ligera posean
volúmenes muy pequeños en comparación con, por ejemplo, los reactores de
agua pesada.
En los reactores PWR, se somete al reactor a una presión elevada para
evitar que se produzca la ebullición y evaporación del moderador / refrigerante
(agua) a las altas temperaturas a las que se encuentra el reactor durante su
régimen de funcionamiento, que resultan cercanas a los 360 [ºC]. El agua
dentro del reactor es recirculada hacia los intercambiadores de calor, los cuales
se utilizan para generar vapor en un circuito secundario. Es el vapor en este
circuito secundario el encargado de imponer el torque necesario para hacer
girar las turbinas de los generadores.
En los reactores BWR la temperatura es también del orden de los
360 [ºC], pero la presión en el reactor es marcadamente menor que en los
PWR. Esto permite que el moderador / refrigerante entre en ebullición y se
evapore. Este vapor es el que se utiliza para enviar a las turbinas. En este tipo
de reactores se elimina la necesidad de utilizar generadores de vapor, ya que
el mismo se genera directamente dentro de la vasija del reactor.
Los reactores moderados por agua ligera generalmente funcionan en
ciclos en modo “batch”. En este modo de operación se apaga el reactor en
periodos regulares que van desde 1 a 2 años y se reemplaza del 20 al 30 % de
las barras combustibles por barras nuevas. Las barras de control se utilizan
para un doble propósito. En primer lugar, al insertarlas completamente dentro
del reactor tienen la función de interrumpir la reacción de fisión en cadena,
durante las paradas del reactor. En segundo lugar, se utilizan para compensar

150
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

el agotamiento del combustible nuclear en las barras de combustible durante el


funcionamiento del reactor. Se observa en las Figuras 4.4 y 4.5 que las barras
de control se insertan por encima en los reactores PWR y por debajo en los
BWR.

Figura 4.4: reactores de agua ligera a presión

Figura 4.5: reactores de agua ligera en ebullición

Reactores de agua pesada


Como su nombre lo indica, este tipo de reactores utiliza agua pesada (D2O)
como moderador y refrigerante. El agua pesada a diferencia de el agua ligera
esta constituida por dos atómos de Deuterio (isótopo del Hidrógeno cuyo
núcleo esta formado por un protón y un neutrón) y uno de Oxígeno. Si bien el
agua pesada posee una capacidad de frenado de los neutrones rápidos algo
menor que el agua ligera, no posee una gran avidez por la absorción de
neutrones térmicos y por lo tanto resulta un moderador eficiente. Como
consecuencia del menor poder de frenado del agua pesada, este tipo de

151
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

reactores suelen utilizar relaciones de volumen moderador / volumen de


combustible mayores a los reactores de agua ligera. Adicionalmente, se logran
reacciones de fisión críticas con Uranio natural como combustible.
Los reactores de agua pesada presurizados del tipo CANDU (por sus
siglas, Canadian Deuterium Uranium) son los reactores moderados a agua
pesada más utilizados. Se presenta en la Figura 4.6 un esquema simplificado
de un reactor CANDU.

Figura 4.6: esquema de un reactor de agua pesada tipo CANDU

Básicamente, el reactor consta de un tanque cilíndrico, la calandria, lleno


de agua pesada actuando como moderador. La calandria es atravesada por
una serie de tubos, denominados tubos de presión, dentro de los cuales se
sitúan los elementos combustibles. Dentro de estos tubos, circula el
refrigerante encargado de transferir el calor generado en los elementos
combustibles al generador de vapor. El agua dentro de los tubos es mantenida
a una presión alta, impidiendo la ebullición de la misma. La calandria esta
térmicamente aislada de los tubos, de modo que la misma se encuentra a
presión atmosférica y temperatura casi ambiental. Se observa en la Figura 4.6
las barras de control, las cuales se insertan transversalmente dentro de la
calandria en el volumen ocupado por el moderador. Este tipo de reactor tiene
una particularidad importante desde el punto de vista funcional ya que su
diseño permite que se retiren y recarguen los elementos combustibles durante
el funcionamiento del reactor, sin la necesidad de interrumpir la reacción en
cadena.

Reactores moderados a grafito


El grafito posee una capacidad de frenado de neutrones rápidos menor que la
correspondiente al agua pesada o ligera. Sin embargo, también posee una
menor avidez por los neutrones térmicos. En consecuencia, resulta un
moderador de “calidad” intermedia entre el agua pesada y el agua ligera.
Debido a esta baja capacidad para frenar los neutrones rápidos, en este tipo de

152
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

reactores se utilizan grandes relaciones de volumen de moderador respecto del


volumen de combustible.
Los primeros diseños utilizaban Uranio natural como combustible, grafito
como moderador y Dióxido de Carbono como refrigerante. Debido a las
limitaciones del grafito como moderador, este tipo de reactores resulta de
menor potencia respecto de los moderados por agua pesada. Diseños
posteriores utilizaron Uranio enriquecido y Helio como refrigerante, permitiendo
operar a mayores temperaturas.
Un tipo particular de reactor moderado por grafito y refrigerado por agua
ligera es el RBMK (por sus siglas, Reactor Bolshoy Moshchnosti Kanalniy),
construido por la Unión Soviética. Utiliza como combustible Uranio levemente
enriquecido. Aunque su principal función era la de producir Plutonio para
armamento también se lo utilizaba simultáneamente para la generación de
energía eléctrica como subproducto.

Figura 4.7: esquema simplificado de un reactor RBMK

Se muestra en la Figura 4.7 un esquema simplificado de un RBMK. Se


observa que en este tipo de reactores se utilizan tubos de presión, similares a
los del reactor CANDU, pero en una disposición vertical. Dentro de estos tubos
los elementos combustibles calientan el agua refrigerante la cual entra en
ebullición. El vapor generado se envía a las turbinas para accionar los
generadores.

Reactores rápidos
En los reactores rápidos no se requiere de moderador dado que la reacción de
fisión se sostiene a partir de neutrones rápidos. Como se explicó anteriormente,
la sección eficaz para la absorción de neutrones del 235U resulta fuertemente

153
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

disminuida cuando los neutrones exhiben altas energías, es decir, la avidez del
235
U por los neutrones disminuye notablemente cuando los neutrones tienen
energías elevadas. Por esta razón, los reactores rápidos utilizan normalmente
como combustible Uranio enriquecido para poder lograr una reacción de fisión
autosostenida. La refrigeración del núcleo no puede llevarse a cabo con agua,
debido a que actúa como moderador de neutrones. Se utilizan en consecuencia
refrigerantes metálicos líquidos, como por ejemplo, Sodio líquido.
Una clase particular de reactores son los reactores reproductores rápidos,
los cuales utilizan Uranio natural para su funcionamiento. Están diseñados para
producir mayor cantidad de material fisible del que se consume. En este tipo de
reactores gran parte de los neutrones rápidos emitidos durante la fisión de los
núcleos son captados por los materiales fértiles, por ejemplo, 238U o 232Th, los
cuales decaen en materiales fisibles como el 239Pu y el 233U, respectivamente.
De esta forma, la reacción de fisión autosostenida se produce no sólo en los
núcleos de 235U sino también a partir del Uranio-238, el cual no se utiliza
normalmente en los reactores descritos en las secciones anteriores.
Los reactores rápidos poseen algunas ventajas importantes respecto de
los reactores presentados anteriormente. En primer lugar, optimizan el
combustible nuclear, debido a que la fisión no se basa sólo en el 235U sino
también en otros elementos fértiles como el 238U. En segundo lugar, se
disminuye la radioactividad del desecho nuclear, debido a que se convierte el
Plutonio y otros metales pesados de larga vida media, en productos de fisión
de vida media corta cuya radiactividad se atenúa mas rápidamente.

4.3.3. Centrales nucleares


El funcionamiento general de una central nuclear se esquematiza en la
Figura 4.8. El esquema simplificado considera, a modo de ejemplo, una central
correspondiente a un reactor de agua ligera a presión. Se observan en el
esquema las tres partes constitutivas básicas de la central nuclear: i) El circuito
primario; ii) El circuito secundario; y iii) El circuito de refrigeración. Se describen
brevemente a continuación los tres circuitos.

Circuito primario
El circuito primario se encuentra contenido dentro del edificio del reactor y está
formado básicamente por la vasija del reactor que contiene el núcleo del
reactor (material combustible), el elevador de presión, y las bombas principales
de circulación. El agua que circula por su interior toma el calor producido en el
reactor por la fisión nuclear y lo transporta hasta el generador que produce el
vapor que se utilizará para girar los alabes de las turbinas en el circuito
secundario. Finalmente, el fluido del circuito primario retorna a la vasija del
reactor tras ser impulsado por las bombas principales. Nótese que, el elevador
de presión mantiene el agua a alta presión evitando que la misma entre en
ebullición y se gasifique.

Circuito secundario
Es el circuito encargado de generar efectivamente la energía eléctrica. En el
circuito secundario, el vapor producido en los generadores de vapor (o en el
reactor en el caso de los BWR) se conduce al condensador, pasando a través

154
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

de la turbina que transforma la energía térmica (calor) en energía mecánica. La


rotación de los alabes de la turbina produce la energía eléctrica en los
generadores. El vapor de agua que sale de la turbina pasa a estado líquido en
el condensador (refrigerado mediante el circuito de refrigeración), retornando
mediante la acción de las bombas de condensado al generador de vapor para
reiniciar el ciclo.

Circuito de refrigeración
En este circuito, mediante un gran caudal de agua (aproximadamente 50,000
[kg / s]), se realiza la refrigeración del condensador del circuito secundario.
Este sistema consta de algunas torres de enfriamiento, un canal de
alimentación de agua, y las correspondientes bombas de impulsión para la
refrigeración del condensador y elevación del agua a las torres de enfriamiento.
Las torres de enfriamiento, características de algunas plantas nucleares, tienen
como objetivo enfriar el agua del circuito luego de que ésta se calentara en el
condensador. El caudal de agua que pudiera evaporarse en las torres es
restituido a partir de la toma de agua de un río o lago próximo.

Figura 4.8: esquema simplificado de una central nuclear con reactor de agua
ligera a presión

Si el caudal de agua del río resulta considerablemente mayor al caudal


del circuito de refrigeración, puede prescindirse de la torre de enfriamiento. En
tal caso, el agua del circuito de refrigeración no se recircula, sino que se
desecha directamente al río. Debido a que el caudal del circuito es pequeño
respecto al del río, no se producirá un aumento sustancial de la temperatura del
río y por lo tanto no resulta en un impacto ambiental negativo.
Es pertinente comentar que el esquema correspondiente a una central
nuclear con reactor de agua en ebullición es muy similar, excepto que los
circuitos primario y secundario están implementados en un mismo circuito.

155
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

4.3.4. Generación nucleoeléctrica en la República Argentina


Actualmente la República Argentina cuenta con dos centrales nucleares en
funcionamiento, ATUCHA I y EMBALSE. Una tercera central nuclear se
encuentra en su etapa final de construcción, ATUCHA II. Adicionalmente, se
esta llevando a cabo la implementación del proyecto para la construcción del
reactor CAREM (por sus siglas, Central Argentina de Elementos Modulares), un
reactor nuclear de diseño enteramente Argentino. Se comentarán a
continuación las principales características de las centrales nucleares
Argentinas y del reactor CAREM.

Centrales ATUCHA I y II
Ambas centrales, ATUCHA I y II, utilizan un reactor de agua pesada a presión
desarrollado por Siemens, similar al reactor de agua ligera esquematizado en la
Figura 4.4. Se utiliza agua pesada como moderador y refrigerante. En
consecuencia, como combustible se utiliza Uranio natural o ligeramente
enriquecido a un porcentaje de aproximadamente 0.85 % de 235U. Los
reactores en ATUCHA I y II cuentan con cerca de 250 y 450 elementos
combustibles, respectivamente, constituidos por 37 barras combustibles cada
uno. Ambos reactores funcionan a presiones cercanas a los 120 [bar] y
temperaturas cercanas a los 310 [ºC].
No se observan en estas dos centrales las características torres de
refrigeración debido a que surten sus circuitos de refrigeración a partir del gran
caudal del Río Paraná y en consecuencia no se requiere recirculación del agua
utilizada.
La potencia térmica y eléctrica de la central ATUCHA I es de 1,179 [MW] y
357 [MW], respectivamente. Para la central ATUCHA II, estas potencias son de
2,175 [MW] y 692 [MW]. Nótese que la potencia de ATUCHA II resulta casi el
doble de la correspondiente a ATUCHA I.

Central EMBALSE
Esta central posee un reactor tipo CANDU (Figura 4.6) moderado y refrigerado
por agua pesada y con Uranio natural como combustible. Este reactor consta
con cerca de 380 tubos de presión dentro de los cuales se ubican 12 elementos
combustibles. El funcionamiento del reactor se realiza a cerca de 110 [bar] y
290 [ºC]. Su potencia térmica y eléctrica es de 2,109 [MW] y 648 [MW],
respectivamente. Surte su circuito de refrigeración del embalse del Río Tercero.
Adicionalmente a la generación nucleoeléctrica, la central de Embalse
produce el isótopo radioactivo 60Co de aplicación en medicina, abasteciendo al
mercado local y también mundial mediante exportación de este producto.

Proyecto CAREM
El reactor CAREM fue diseñado enteramente en la República Argentina. Según
su diseño y concepción puede utilizarse para abastecer zonas alejadas de los
grandes centros urbanos o polos industriales con alto consumo eléctrico. En
principio, generará una potencia eléctrica aproximada de 25 [MW], suficiente
para abastecer una población de aproximadamente 100,000 habitantes.

156
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

El diseño del reactor CAREM se basa principalmente en dos aspectos


fundamentales: i) la implementación de sistemas pasivos, es decir, que para su
accionamiento dependen de las leyes de la física, como la gravedad, y no de
un accionamiento activo que requieren alimentación eléctrica y mantenimiento;
y ii) la integración de todo el circuito primario, parte del circuito secundario, los
generadores de vapor y los mecanismos de control, en un solo recipiente de
presión.

Figura 4.9: esquema simplificado de un reactor CAREM

Se muestra en la Figura 4.9 un esquema simplificado de un reactor


CAREM. A grandes rasgos, el reactor esta compuesto por el recipiente de
presión de gran tamaño (11 metros de altura, 3.4 metros de diámetro y
espesores de pared de entre 13 y 20 [cm] en sus distintas secciones) el cual
contiene agua ligera como refrigerante y moderador. Dentro del recipiente se
encuentra el núcleo del reactor constituido básicamente por 61 elementos
combustibles, cada uno de los cuales contiene decenas de barras combustibles
de Uranio levemente enriquecido (entre el 1.8% a 3.1% de 235U). Se
encuentran también dentro del recipiente de presión, la chimenea y los
generadores de vapor, entre otros componentes.
El funcionamiento del reactor es realmente novedoso. El calor generado
en el núcleo calienta el agua en las porciones inferiores del recipiente. La
misma asciende por la chimenea hasta la parte superior debido a la diferencia
de temperatura entre las porciones inferior y superior del recipiente. Se genera

157
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

así circulación por un proceso de convección natural en la que el agua


calentada en el núcleo asciende por la chimenea para posteriormente
descender por las paredes del recipiente dejando parte del calor en los
generadores de vapor, enfriándose y retornando al núcleo donde se calentará
nuevamente. Según el funcionamiento descrito, no se requiere en el reactor
CAREM las bombas de circulación y las cañerías necesarias para implementar
el circuito primario de los reactores convencionales, por ejemplo, en los BWR o
los PWR (Figuras 4.4 y 4.5). Para evitar la ebullición, el agua dentro del reactor
se mantiene a una presión elevada.

4.4. RADIACIONES IONIZANTES EN MEDICINA


Además de la utilización de las radiaciones ionizantes en la generación
núcleoeléctrica, su uso en medicina se encuentra ampliamente divulgado en
aplicaciones de tratamiento y diagnóstico de numerosas enfermedades. La
utilización de radiación ionizante en medicina abarca un amplio rango de
equipos, que van desde los populares equipos de rayos X para mamografía,
odontología y radiografía, hasta los complejos tomógrafos. En esta sección se
intentará brindar un panorama general de las aplicaciones de las radiaciones
ionizantes en el campo de la medicina, describiendo brevemente los equipos
mas frecuentemente utilizados.

4.4.1. Tubo de rayos X


Los equipos de diagnóstico basados en radiación ionizante mas utilizados en la
actualidad son aquellos que utilizan la radiación X, por ejemplo, mamógrafos,
equipos de radiografía, tomógrafos, angiógrafos, etc. Estos equipos poseen
una característica en común: precisan para funcionar de la generación de
radiación X a partir de una fuente de alimentación externa. Para ello, cuentan
con un dispositivo de generación de radiación X denominado comúnmente tubo
de rayos X, el cual constituye el elemento central en esta clase de equipos.
En la Figura 4.10 se muestra un esquema simplificado de un tubo de
rayos X. El mismo consiste básicamente de una ampolla de vidrio dentro de la
cual se produce alto vacío (del orden de 10-4 [atm.]) y en cuyo interior se
encuentran dos electrodos: i) el cátodo (negativo) en el cual se emplazan uno o
más filamentos (normalmente de Tungsteno); y ii) el ánodo, constituido por un
disco tipo cono truncado que en la mayoría de los casos posee la capacidad de
girar. Ánodo y cátodo se mantienen a una diferencia de potencial que
generalmente puede variarse desde unas pocas decenas hasta varios cientos
de kilovolts según la aplicación particular.
Cuando una corriente eléctrica circula por alguno de los filamentos del
cátodo, en respuesta a una tensión V aplicada, se genera una nube de
electrones en las proximidades del filamento. Estos electrones son fuertemente
acelerados en dirección al ánodo por la gran diferencia de potencial existente
entre ánodo y cátodo. La cantidad de electrones emitidos por el filamento
dependerá de la temperatura del mismo y puede ser regulada mediante la
tensión V aplicada al circuito del cátodo que determina la corriente eléctrica que
circula por el filamento.

158
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

En el ánodo se deposita una zona o “pista” (región de producción de


rayos X) de un material especialmente escogido (por ejemplo Tungsteno en
aplicaciones de tomografía y radiografía, o Molibdeno en mamografía) que
actúa como blanco de impacto de los electrones emitidos y acelerados desde el
filamento del cátodo. Como se detalló en el Capítulo 3, la fuerte desaceleración
de los electrones en el blanco de Tungsteno o Molibdeno es acompañada por
la emisión de radiación de frenado constituida principalmente por radiación X.

Figura 4.10: esquema simplificado de un tubo de rayos X

Aunque no se muestra en la Figura 4.10, el tubo de rayos se sumerge en


aceite dentro de la denominada calota. Dicho aceite es utilizado para disipar el
calor generado por el tubo. La calota se encuentra plomada por su superficie
interna excepto en una pequeña porción que se deja libre para permitir escapar
a los rayos X. De esta forma, los mismos pueden ser direccionados hacia el
objetivo evitando la irradiación en todas direcciones y focalizando el haz.
Si bien todos los electrones emitidos por el filamento son acelerados
dentro del tubo con la misma energía (la cual dependerá enteramente del
potencial de alta tensión aplicado), no todos interactúan de igual forma con el
material blanco del ánodo. En forma general, para la totalidad de electrones,
puede considerarse que en promedio el 99% de la energía de los mismos es
transformada en calor en el ánodo. Por esta razón, el ánodo se diseña con
capacidad giratoria para que el haz de electrones no impacte siempre en la

159
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

misma región del ánodo, sobrecalentandola. El 1% restante de la energía se


emite en forma de radiación X.
El espectro de energía de los fotones X emitidos varía según el material
blanco. Ya sea Tungsteno o Molibdeno el espectro es continuo y de energía
máxima aproximadamente igual a la energía cinética de los electrones
(correspondiente al potencial de alta tensión aplicado). El mínimo de energía
del espectro de emisión esta determinado casi enteramente por el espesor de
la ampolla de vidrio por donde escapan los fotones X, debido a que la mayoría
de los fotones de baja energía serán atenuados por esta ventana de vidrio.
En la Figura 4.11 se presentan en forma cualitativa las curvas espectrales
de intensidad de rayos X para diferentes valores de alta tensión aplicada, en un
tubo con blanco de Tungsteno.

Figura 4.11: intensidad de los rayos X producidos en un blanco de Tungsteno,


para diferentes valores de alta tensión aplicada

Nótese que para altos voltajes aplicados (> 60 [KV]), se superpone al espectro
continuo un espectro discreto constituido por picos en longitudes de onda
cercanas a los 0.19 y 0.21 [Å] (correspondientes a fotones X con energías
cercanas a 65 y 60 [KeV], respectivamente). Estos picos se deben a electrones
que durante su frenado en el ánodo arrancan los electrones orbitales de la
capa n = 1 de los átomos del Tungsteno, la cual se completa
subsiguientemente con electrones de las capas superiores con la consecuente
emisión de radiación X. En el espectro de la Figura 4.11, las transiciones
desde n = 3 a n = 1 producen el pico cercano a 0.19 [Å], mientras que la
transiciones n = 2 a n = 1 son las que producen el pico discreto cercano a
0.21 [Å]. Si el voltaje aplicado es bajo, los electrones acelerados no tendrán la
suficiente energía para arrancar los electrones de la capa n = 1 y no se
observarán estos picos discretos en el espectro de energías, como sucede en
la curva correspondiente a los 60 [KV]. Los picos discretos dependen
totalmente del material blanco en el ánodo. Por ejemplo, los blancos de
Molibdeno poseen picos discretos en longitudes de ondas comprendidas entre
aproximadamente 0.6 [Å] y 0.8 [Å] (correspondientes a fotones X con energías
cercanas a 20 y 15 [KeV], respectivamente).

160
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

4.4.2. Equipos de diagnóstico basados en rayos X


La radiacion X generada en el tubo de rayos de un equipo de diagnóstico es
direccionada hacia el paciente, detectándose aquellos fotones que atraviesan
al mismo (fotones transmitidos) mediante algún detector. En la Figura 4.12 se
representa esquemáticamente un haz de rayos X monoenergético viajando a
través de espesores de tejidos biológicos de diferentes características; en
particular, tejidos de distintos coeficientes de atenuación μ.

Figura 4.12: atenuación de rayos X

El principio fundamental para la aplicación de los rayos X en medicina se


basa en las características de la atenuación que sufren los fotones X en los
tejidos. Se muestra en la Figura 4.12 como la intensidad de los rayos X
transmitidos depende del espesor de tejido (x) y de la/s característica/s del/los
tejido/s. A medida que el espesor de tejido y/o el coeficiente de atenuación del
mismo aumentan los fotones X sufrirán mayores atenuaciones. Para un haz de
fotones X monoenergético viajando a través de diferentes espesores de tejidos,
la intensidad transmitida I puede expresarse mediante:

I = I 0 e − μ1 x1 e − μ 2 x 2 Le − μ n x n (4.5a)

donde I 0 es la intensidad de fotones X incidente; μ 1 , μ 2 ,.. y μ n son los


coeficientes de atenuación de los distintos tejidos que el haz X atraviesa; y x 1 ,
x 2 , … y x 3 son sus espesores. La Ec. (4.5a) puede reescribirse como una
ecuación lineal, mediante:

ln ( I 0 / I ) = μ 1 x 1 + μ 2 x 2 + L + μ n x n (4.5b)

En el cuerpo humano, el coeficiente de atenuación se encuentra


determinado prácticamente por la densidad de los tejidos. A mayor densidad
mayor el poder de atenuación del tejido. En consecuencia, el coeficiente de
atenuación del tejido óseo compacto resulta marcadamente mayor que el de
los tejidos blandos (piel, grasa, etc.) y por lo tanto el haz de fotones que
atraviesa el tejido óseo emerge con menor intensidad que los haces que viajan
a través de los tejidos blandos. Este es el principio explotado en la radiografía

161
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

convencional, el cual permite obtener imágenes de las estructuras óseas


internas simplemente detectando la atenuación que han sufrido los fotones al
atravesar las estructuras del cuerpo humano.
Independientemente del equipo de rayos X considerado (equipos de
radiografía, mamógrafos, tomógrafos, etc) todos poseen un esquema
constitutivo similar al que se detalla en la Figura 4.13.

Figura 4.13: esquema de un equipo de diagnóstico basado en rayos X

El colimador o grilla esta constituido básicamente por canales paralelos en una


matriz absorbente de Plomo y se utiliza para evitar que la radiación secundaria
(por ejemplo, la radiación producida por desexcitación de los átomos del tejido)
alcance el detector. La radiación secundaria es emitida en todas direcciones y
tiende a degradar la imagen obtenida, es decir, disminuye el contraste de la
misma.
Puede interpretarse que desde el punto de vista de su funcionamiento, la
diferencia primordial entre los diferentes equipos basados en radiación X radica
en la etapa de detección y en el posterior tratamiento de los datos obtenidos
por el detector. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los distintos equipos
poseen grandes diferencias desde el punto de vista de su arquitectura. Se
presenta a continuación una breve descripción del mecanismo por el cual se
obtienen imágenes en los dos principales equipos de diagnóstico basados en
rayos X, el equipo de radiografía y el tomógrafo computado.

Obtención de imágenes en radiografía y mamografía


En radiografía y mamografía convencional la detección de los fotones
transmitidos, y por lo tanto la obtención de la imagen, se realiza a partir de una
placa sensible a la radiación, denominada comúnmente placa radiográfica. La
misma esta compuesta por los estratos que se detallan en la Figura 4.14.

Figura 4.14: representación esquemática de una placa radiográfica

162
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

El soporte mecánico es una placa generalmente de poliéster, rígida y


transparente. Por ambas caras de este soporte se encuentra depositado el
estrado sensible, constituido básicamente por cristales de Bromuro de Plata en
un gel de soporte. Finalmente, se sitúa una capa protectora a ambos lados de
la placa radiográfica.
Al interactuar con un fotón X el Bromuro de Plata se oxida perdiendo un
electrón mediante efecto fotoeléctrico o Compton, depositándose plata en el gel
de soporte. La cantidad de Plata depositada resulta proporcional a la cantidad
de radiación incidente y en consecuencia queda una “imagen latente”
impregnada en la placa que describe la magnitud de radiación que incide en
cada punto de la misma. Esta Plata depositada no resulta visible a simple vista
debido a que se encuentra en una pequeña cantidad. Para obtener una imagen
visible, se debe revelar la placa. El revelado consiste básicamente en: i) la
amplificación de la cantidad de Plata depositada, para permitir su visualización;
y ii) la disolución del Bromuro de Plata que no interaccionó con la radiación.
La placa radiográfica no solo es sensible a los fotones X sino también a la
radiación visible. Por lo tanto, las placas deben encontrarse protegidas de la
acción de la luz. Para ello, durante la realización de un estudio radiográfico se
coloca a las mismas en un chasis de Aluminio. El mismo exhibe una muy baja
atenuación de los rayos X. Además, el proceso de revelado debe llevarse a
cabo en un cuarto oscuro para evitar el velado de la placa.
La radiación X es muy penetrante por lo que la cantidad de fotones que
efectivamente interactúa con la placa radiográfica resulta relativamente
pequeña. Con el propósito de amplificar la respuesta de la placa, suelen
incluirse dentro del chasis las llamadas placas intensificadoras. Las mismas
están compuestas por una hoja de cartón resistente recubierta por un material
centellador. Cuando los fotones X interactúan con el material centellador de la
placa intensificadora se emiten fotones visibles los cuales interactúan con la
placa radiográfica aumentando la cantidad de Plata que se deposita en esta e
incrementando la respuesta de la misma.
Aunque la gran mayoría de los equipos de radiografía o mamografía aun
utilizan placas radiográficas, en los equipos modernos se ha prescindido de las
mismas y en su lugar se utilizan arreglos bidimensionales de detectores de
estado sólido. En este tipo de equipos la imagen puede obtenerse en forma
digital.

Equipos de tomografía
Un equipo de tomografía, conocido más comúnmente como tomógrafo axial
computado (TAC), es un dispositivo muy complejo diseñado para obtener
imágenes del interior del cuerpo humano, utilizando radiación X, mediante la
realización de cortes transversales al eje longitudinal del mismo. En los TAC
existen básicamente 4 técnicas diferentes de adquisición y procesamiento de
datos las cuales guardan relación directa con la generación tecnológica a la
cual pertenecen. En consecuencia, se clasifican frecuentemente a los TAC
como equipos de generación 1 a 4. Los equipos de generación 3 son los más
utilizados y por lo tanto se presenta a continuación los principios básicos de su
funcionamiento.
La Figura 4.15 presenta un esquema simplificado de un TAC de 3º
generación. Se utiliza un haz de rayos X divergente, comprendiendo un ángulo

163
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

de entre 25º a 35º, que abarca la totalidad del área de exploración. Un arreglo
de entre 300 a 500 detectores cuantifica la magnitud de los fotones
transmitidos luego de atravesar al paciente. Los detectores están constituidos
por un acople entre un cristal centellador y un fotodiodo. Al interactuar un fotón
X con el cristal centellador se emiten fotones visibles, los cuales son
transformados en señales eléctricas por el fotodiodo. Tanto el arreglo de
detectores como el tubo de rayos X tienen la posibilidad de rotar 360º durante
la realización de un estudio, como se esquematiza en la Figura 4.15.

Figura 4.15: esquema simplificado de un TAC para dos posiciones diferentes


del tubo de rayos X y el arreglo de detectores

Según el esquema de la Figura 4.15, por cada ángulo al cual se


posicione el tubo de rayos X y los detectores, se realizan entre 300 a 500
mediciones de atenuación (una por cada detector). Es decir que, si se utiliza un
arreglo de 300 detectores y se mide a 180 diferentes ángulos se obtiene un
total de 54,000 mediciones de atenuación. Cada corte (es decir cada plano
transversal del cuerpo humano) se representa como un arreglo cuadrado de
celdas (como en el caso de la Figura 4.12), por ejemplo, un arreglo de
100 × 100 de 10,000 celdas. Cada celda se caracteriza por el valor de
densidad (o equivalentemente de coeficiente de atenuación) del tejido
contenido en la misma. Para cada una de las 54,000 mediciones puede
plantearse la Ec. (4.5b) donde los coeficientes de atenuación μ resultan las
incógnitas. De esta manera se tiene un total de 54,000 ecuaciones (una por
cada medición) con 10,000 incógnitas (el coeficiente μ de cada celda). La
resolución de este sistema de ecuaciones permite determinar el coeficiente de
atenuación de cada celda (y por lo tanto su densidad), a partir de los cuales se

164
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

obtiene una gráfica que describe la distribución de densidades del corte


transversal.
Si el procedimiento se realiza para numerosos cortes pueden obtenerse
imágenes tridimensionales de las estructuras internas del cuerpo humano.

4.4.3. Tomografía por emisión de positrones (PET)


Este equipo basa su funcionamiento en el mecanismo de aniquilación de pares
que se produce en los materiales, el cual fue presentado y detallado en el
Capítulo 3. Considere un emisor de radiación β + , rodeado de tejido biológico.
Los positrones emitidos serán rápidamente detenidos mediante interacción con
el medio y sufrirán aniquilación con algunos electrones del tejido circundante.
Cuando un positrón sufre aniquilación con un electrón se produce la emisión de
un par de fotones de 511 [KeV] de energía en direcciones de 180º uno respecto
del otro. Usualmente, el proceso de aniquilación se produce a distancias de
una décima a unos pocos milímetros del lugar donde se emite el positrón.
La detección del par de fotones de aniquilación en detectores en
posiciones opuestas y en una ventana de tiempo pequeña, permite determinar
el volumen en donde el positrón fue emitido. Para entender esto considérese el
esquema presentado en la Figura 4.16.

Figura 4.16: esquema de un equipo de diagnóstico por imágenes PET

Se observan en la Figura 4.16 dos eventos de aniquilación, “a” y “b”. En


estos eventos, ambos fotones son detectados, lo cual permite determinar
(mediante un procesamiento relativamente simple) las rectas “A” y “B” a lo largo
de las cuales los procesos de aniquilación tuvieron lugar. De esta forma,
detectando un número considerable de eventos, puede reconstruirse una
imagen planar, en la cual se muestra la distribución espacial de los eventos de
aniquilación. Realizando imágenes para diferentes ángulos de los detectores,
es decir, rotando los detectores, y procesando cada una de las imágenes
obtenidas a los diferentes ángulos, puede realizarse una reconstrucción
tridimensional de la distribución espacial de los eventos de aniquilación.
Debido a que sólo interesa detectar fotones de aniquilación, ambos
detectores deben ser capaces de discriminar la energía de los fotones y
considerar solo aquellos de energía igual a 511 [KeV]. Además, se supone que

165
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

aquellos fotones detectados en una ventana de tiempo suficientemente corta


(de entre 1 a 2 [nSeg.]) son considerados como fotones de un mismo evento de
aniquilación y se utilizan para reconstruir la imagen final, mientras que los que
arriban con mayores tiempos de retardo son descartados debido a que se
supone que no provienen de un mismo evento de aniquilación.
La Figura 4.17 presenta un esquema en el cual los eventos de
aniquilación no son correctamente detectados y que tienden a degradar la
imagen obtenida. Se observa que en el evento “a” uno de los fotones interactúa
con el tejido y no logra alcanzar el detector. Por otro lado, uno de los fotones
del evento “b” no alcanza el detector debido a que diverge hacia otra dirección.
No obstante, en ambos eventos se detecta uno de los fotones. Si ambos
fotones son detectados en una ventana de tiempo grande, serán descartados.
Sin embargo, si los fotones se detectan en una ventana temporal pequeña,
serán considerados como fotones de un mismo evento de aniquilación y se
determinará a la recta “C” (errónea) como la recta donde el evento tuvo lugar.

Figura 4.17: detección errónea en PET

Algunas aplicaciones de la Tomografía por emisión de positrones


La tomografía PET permite realizar estudios complejos con radionucleidos
emisores de radiación β + , como por ejemplo el Fluor-18, Oxígeno-15, Iodo-
124, Carbono-11, etc. La gran ventaja de PET radica en que algunos de estos
radionucleidos tienden a acumularse en órganos específicos. Por ejemplo, el
Iodo-124 se acumula selectivamente en la glándula tiroides. Así, inyectando al
paciente con una solución rica en Iodo-124 pueden obtenerse por PET
imágenes tridimensionales de la glándula tiroides determinando la distribución
espacial del Iodo-124. De forma similar, si se le inyecta al paciente glucosa
marcada con Carbono-11, pueden determinarse puntos de alto metabolismo
(por ejemplo tumores) donde la glucosa tiende a aumentar su concentración.

4.4.4. Tomografía por emisión de fotón único (SPECT)


Este tipo de equipos utiliza un principio de funcionamiento similar al de PET.
Sin embargo, en SPECT se utilizan isótopos emisores de fotones gamma y las
imagenes se obtienen detectando dicha radiación. Debido a que no se deben
detectar fotones en forma simultánea (algo que si es necesario en PET) los
tomógrafos SPECT solo precisan de un detector, el cual posee la capacidad de

166
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

rotar en torno al paciente para obtener imágenes a diferentes ángulos. El


detector también debe ser capaz de discriminar en energías, de modo de
detectar solo los fotones emitidos por la fuente de radiación gamma y no la
radiación secundaria producida en el paciente o en las paredes de la
habitación. La Figura 4.18 presenta en forma simplificada el principio de
funcionamiento de un SPECT.

Figura 4.18: esquema del principio de funcionamiento de un equipo de


diagnóstico por imágenes SPECT

Al igual que en PET, en SPECT se inyecta al paciente con soluciones


conteniendo radioisótopos y se obtienen imágenes planares mediante la
detección de la radiación emitida desde el paciente. Antepuesto al detector se
situa un colimador compuesto básicamente por canales paralelos situados en
una matriz de Plomo cuya función es la de atenuar toda la radiación que
alcanza el detector de forma no perpendicular. De esta forma, la imagen se
forma solo por aquellos fotones con dirección perpendicular al detector. La
reconstrucción tridimensional se lleva a cabo mediante la medición a múltiples
ángulos y una posterior etapa de procesamiento de las imágenes planares.

4.4.5. Detectores en PET y SPECT


En PET y SPECT se detecta radiación constituida por fotones con energías
caracteristicas. Por lo tanto, debe contarse con detectores de alta eficiencia de
detección de fotones y capaces de discriminar en energías, como son los
detectores centelladores sólidos. El detector ampliamente utilizado en
aplicaciones PET y SPECT es el cristal de NaI(Tl) acoplado con un arreglo de
fotomultiplicadores, como se ilustra en la Figura 4.19.

167
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 4.19: vista frontal (a) y lateral (b) de un arreglo de detectores en PET y
SPECT

Cuando se detecta un fotón gamma se produce el centelleo del cristal y la


emisión de fotones visibles que serán detectados y amplificados por los tubos
fotomultiplicadores. Dichos fotones visibles se propagan isotrópicamente en
todas direcciones a través del cristal y por lo tanto son detectados por más de
un tubo fotomultiplicador. Sin embargo, debido a que se cumple para estos
fotones la ley inversa del cuadrado de la distancia, las amplitudes de la señal
de salida para los diferentes fotomultiplicadores serán en efecto diferentes.

Figura 4.20: determinación de la posición del evento de detección

168
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

Las diferencias en las intensidades de salida de cada fotomultiplicador


pueden utilizarse para determinar en forma precisa la ubicación del punto de
detección del fotón sobre el cristal. Para ilustrar este punto, considere la
Figura 4.20 que esquematiza el proceso de detección considerando sólo dos
fotomultiplicadores. A partir de las magnitudes especificadas en la Figura 4.20
pueden obtenerse las coordenadas d1 y d2 mediante:

(s2 d )
d1 = (4.6a)
( s1 + s 2 )

(s1 d )
d2 = (4.6b)
(s1 + s 2 )

La generalización de la Figura 4.20 y las Ecs. (4.6a) y (4.6b) al caso de mayor


cantidad de tubos fotomultiplicadores resulta directa y se deja como ejercicio
para el estudiante.

4.5. RESONADOR MAGNÉTICO NUCLEAR


4.5.1. Momento magnético nuclear
Para comprender los principios básicos en que basa su funcionamiento un
resonador magnético nuclear (RMN) es conveniente repasar brevemente
algunos de los conceptos desarrollados durante el Capítulo 2.
Según se describió en el desarrollo del modelo nuclear de capas, los
nucleones en el núcleo atómico se encuentran en constante movimiento. En
particular, los neutrones y protones, al igual que los electrones, exhiben un
espin, el cual puede interpretarse como un giro sobre su propio eje. Cada
nucleón puede exhibir un espin de ± 1/2 correspondientes a dos orientaciones
diferentes de la rotación, de manera similar a como se describió para los
electrones. Según esto, en núcleos con un número par de nucleones (A par) el
momento angular neto del núcleo resulta cero debido a que existirá igual
cantidad de nucleones girando con un valor de espin 1/2 que con espin -1/2.
Por el contrario, si el número de nucleones es impar (A impar) el núcleo
exhibirá un momento angular neto diferente de cero.
Debido a que los protones en el núcleo poseen masa y carga positiva, el
movimiento de espin se traduce en un momento magnético, cuya dirección
coincide con la dirección del momento angular (recordar que los momentos
magnético y angular son magnitudes vectoriales). Adicionalmente, el neutrón
también exhibe un momento magnético intrínseco. Este hecho sugiere que,
aunque eléctricamente neutro, el neutrón exhibe una distribución interna de
cargas.
Según lo detallado, el momento magnético intrínseco de los nucleones se
traduce en un momento magnético neto del núcleo, el cual resultará diferente
de cero si:

- El número de protones es impar y el de neutrones es par o nulo (por


ejemplo, 1H, 15N, 19F, 23Na y 31P).

169
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

- El número de protones es par y el de neutrones impar (por ejemplo, 13C)

La relación entre el momento angular y el momento magnético se


denomina comúnmente factor giromagnético y resulta una magnitud
característica de cada tipo de núcleo.
El 1H tiene la particularidad de encontrarse en grandes concentraciones
en el tejido biológico. Por esta razón, de aquí en adelante se centrará el
análisis en el 1H.
De acuerdo a la descripción de los párrafos precedentes, el único protón
en el 1H presenta un momento magnético. En consecuencia, a los efectos
prácticos, puede considerarse al núcleo de 1H como un pequeño imán
orientado en la dirección del vector de momento magnético, como se
esquematiza en la Figura 4.21.

Figura 4.21: esquema de un protón y un imán equivalente

4.5.2. Interacción Hidrógeno - campo magnético


Los núcleos de 1H en el tejido biológico se encuentran orientados en
direcciones aleatorias, de modo que el campo magnético neto resulta nulo ya
que los momentos magnéticos de los numerosos átomos de 1H se cancelan.
Sin embargo, al situar el tejido en un campo magnético B0, el 1H exhibirá un
movimiento de precesión (es decir, un movimiento de rotación que describe un
cono), según dos direcciones posibles, denominadas paralela y antiparalela
con respecto al campo magnético aplicado. Se esquematiza este fenómeno en
la Figura 4.22.
La frecuencia de precesión del vector de momento magnético alrededor
de la dirección del campo magnético externo, viene dada por la ecuación de
Larmor:

γ B0
ω= (4.7)

donde ω [Hz] es la denominada frecuencia de Larmor, B0 [T] es la magnitud


del campo magnético externo y γ = 2.675×108 [rad /s T] es el factor
giromagnético para el protón.

170
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

Figura 4.22: dirección paralela y antiparalela de un protón en precesión en


presencia de un campo magnético

En un tejido biológico sometido a un campo magnético, existe un


desbalance entre el número de núcleos de 1H en posición paralela y
antiparalela. Debido a que la posición paralela exhibe una menor energía de
interacción entre el campo magnético y el momento magnético del núcleo,
existe un exceso de núcleos de 1H en la posición paralela. Este desbalance
responde a la distribución de Boltzmann, según la cual:

γ B0 h
NA -
2π kB T
=e (4.8)
NP

donde h es la constante de Planck; kB es la constante de Boltzmann; T es la


temperatura; y N A y N P son el número de núcleos en precesión en dirección
antiparalela y paralela, respectivamente. Típicamente, a temperatura ambiente
y con un campo magnético aplicado de magnitud B0 = 1.5 [T], se tendrá un
exceso de aproximadamente 10 1H precesionando en posición paralela por
cada millón de núcleos de Hidrógeno. Como concecuencia de este pequeño
desbalance, existirá en el tejido un campo magnético neto resultante del
alineamiento de los momentos magnéticos de los núcleos de 1H. Se denomina
M0 a este campo magnético resultante o magnetización neta.
Debido a que los momentos magnéticos μ de los átomos de Hidrógeno
no realizan su precesión en fase, las componentes perpendiculares al campo
B0 se cancelan, resultando una magnetización neta nula en esta dirección. En
consecuencia la magnetización neta resulta de la misma dirección y sentido
que el campo magnético B0. En la Figura 4.23 se representa
esquemáticamente una población de núcleos de 1H en precesión alrededor de
la dirección del campo magnético aplicado. Se indican en la figura los núcleos
en posición paralela (P) y antiparalela (A), y el vector de campo magnético
resultante M0.

171
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 4.23: esquema de magnetización del tejido biológico

4.5.3. Resonancia nuclear


Considérese un campo electromagnético de radiofrecuencia, B1, aplicado
perpendicularmente al campo magnético B0. Si la frecuencia de los fotones de
radiofrecuencia es distinta de la frecuencia de precesión de Larmor ω ningún
fenómeno particular se observa. Sin embargo, cuando existe resonancia, es
decir, cuando los fotones de radiofrecuencia exhiben la frecuencia de Larmor,
la interacción entre los núcleos de 1H con las ondas de radiofrecuencia produce
que los movimientos de precesión de los núcleos se realicen en fase. Como
consecuencia, el vector de magnetización neta, también comenzará a realizar
una precesión a la frecuencia de Larmor (debido a que las componentes
perpendiculares ya no se cancelan, por estar en fase) [Figura 4.24a)].
Si el pulso de radiofrecuencia continúa en el tiempo, algunos de los
núcleos en dirección paralela absorberán energía y realizarán una transición
hacia la dirección antiparalela. Esta transición se produce porque algunos
fotones de radiofrecuencia interactúan con los núcleos de 1H y son absorbidos.
En consecuencia, se produce una transición del 1H de la dirección paralela de
menor energía a la antiparalela de mayor energía. Esto se evidencia
macroscopicamente por una inclinación del vector de magnetización neta hacia
el plano transversal como consecuencia de la disminución de la magnitud del
mismo en la dirección paralela al campo B0 [Figura 4.24b)].
Si la intensidad de radiofrecuencia es suficiente se alcanza un equilibrio
donde el número de núcleos en precesión en posición paralela iguala a los de
dirección antiparalela. Bajo tal condición el vector de magnetización neta
realiza el movimiento de precesión sobre el plano transversal [Figura 4.24c)]
debido a que la componente paralela se cancela. Se denomina pulso de 90º al
pulso de radiofrecuencia capaz de rotar el vector de magnetización neta M0 en
un ángulo de 90º. En forma similar, se denomina pulso de 180º al pulso capaz
de rotar a M0 un ángulo de 180º (es decir, una inversión total).

172
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

Figura 4.24: precesión del vector de magnetización neta M0 mediante un pulso


de 90º

Al cesar el campo de radiofrecuencia B1, algunos de los núcleos en


posición antiparalela (de mayor energía) se desexcitan mediante interacción
con el medio (generando calor) o emitiendo un fotón de frecuencia igual a la
frecuencia de Larmor y realizando una transición a la dirección paralela de
menor energía. En consecuencia, el vector de magnetización neta M0 retorna a
la posición de equilibrio (alineado con el campo aplicado B0). Se conoce a este
proceso por el cual M0 retorna a su posición de equilibrio como proceso de
relajación.

4.5.4. Tiempos de relajación T1 y T2


El proceso de relajación del vector de magnetización neta M0 tiene asociada
dos componentes diferentes: i) la relajación longitudinal que se relaciona con la
rapidez con que los momentos magnéticos de los núcleos de 1H retornan a su
situación de equilibrio; y ii) la relajación transversal, relacionada con la pérdida
de coherencia de fase, según la cual al cesar el campo de radiofrecuencia los
momentos magnéticos de los núcleos de 1H pierden su movimiento en fase.
Considérense una bobina receptora (o antena) orientada en forma
perpendicular al campo aplicado B0, como se muestra en la Figura 4.25, y la
aplicación de un pulso de 90º de radiofrecuencia. Inmediatamente después de
suprimido el pulso, el vector M0 se encuentra en precesión sobre el plano
transversal [Figura 4.24c)]. Debido a que el vector de magnetización neta se
encuentra describiendo un movimiento de precesión, se inducirá en la bobina
receptora una corriente eléctrica alterna de frecuencia igual a la frecuencia de
precesión del vector M0, es decir, de frecuencia igual a la frecuencia de Larmor
ω.
Con el vector M0 en precesión sobre el plano transversal, la corriente
inducida en la bobina receptora resulta máxima. A medida que se produce la
relajación del vector M0 [como se esquematiza en la Figura 4.25a)] la corriente
en la bobina describirá la curva de la Figura 4.25b). Se denomina
frecuentemente a esta señal como decaimiento de inducción libre (FID, por sus
siglas en inglés: Free Induction Decay).

173
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

Figura 4.25: relajación del vector de magnetización M0 posterior a un pulso de


radiofrecuencia de 90º

Idealmente, es decir, si no se consideran inhomogeneidades de los


campos magnéticos o interacciones entre los núcleos de 1H, la relajación
transversal podría caracterizarse por la envolvente de la FID. Esta envolvente
puede describirse matemáticamente mediante:

t

T2 (4.8)
M xy = M 0 e

donde M xy es la componente transversal de la magnetización neta y T2 se


denomina tiempo de relajación espin-espin y representa el tiempo necesario
para que la magnitud de la magnetización en la dirección transversal disminuya
en un 63.2 %. En situaciones reales donde los campos magnéticos presentan
pequeñas inhomogeneidades o donde existen interacciones entre los núcleos
de 1H, el tiempo de relajación T 2* obtenido mediante la curva envolvente de la
señal FID resulta mucho mayor al verdadero T 2 . En tal situación, suelen
utilizarse metodologías más complejas que involucran la aplicación de trenes
de pulsos de radiofrecuencia para determinar T 2 a partir de las señales FID
obtenidas.
Por otro lado, la relajación longitudinal responde a la siguiente ecuación:

⎛ −
t ⎞
⎜ ⎟
M z = M 0 ⎜ 1 − e T1 ⎟ (4.9)
⎜ ⎟
⎝ ⎠

Donde T1 es la constante de relajación espin-red y representa el tiempo


necesario para que la magnetización longitudinal se recupere en un 63.2 %
luego de suprimido el pulso de radiofrecuencia. La determinación de la
constante de tiempo T1 no resulta directa, sino que se obtiene a partir de
métodos complejos que involucran la aplicación de trenes de pulsos de 180º y
90º y la determinación de las señales FID correspondientes.
En medicina, la importancia de las constantes de tiempo de relajación T1 y
T2 radica en que cada tipo de tejido biológico exhibe diferentes valores de estas
constantes de tiempo. La determinación de los mismos permite generar
imágenes de tejidos internos del cuerpo humano.
El proceso de relajación del vector de magnetización puede interpretarse
como una consecuencia del intercambio de energía entre los núcleos de 1H y el

174
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

medio, mediante movimientos de vibración molecular. Este intercambio de


energía esta cuantizado y solo puede realizarse en saltos discretos. Aquellas
estructuras moleculares con frecuencia de vibración naturales cercanas a las
frecuencias de Larmor resultan más eficientes para ceder energía al medio y
así desexcitarse. Por ejemplo, la molécula de agua es relativamente pequeña y
por lo tanto exhibe una frecuencia natural elevada, mucho mayor a las
frecuencias de Larmor. En consecuencia el intercambio de energía no resulta
eficaz en los núcleos de Hidrógeno de las moléculas de agua y por lo tanto el
agua exhibe una constante de tiempo T1 elevada. Contrariamente, el tejido
graso rico en moléculas de ácidos grasos de gran tamaño exhibe un tiempo de
relajación T1 pequeño, debido a que la frecuencia natural de estas moléculas
resulta pequeña, más cercanas a la frecuencia de Larmor.

4.5.5. Equipo de resonancia magnética


En el área médica, el objetivo de un equipo de resonancia nuclear es el de
obtener imágenes correspondientes a cortes transversales del cuerpo humano.
Para ello, básicamente se deben medir los tiempos de relajación T1 (imagen T1)
o T2 (imagen T2) de los tejidos incluidos dentro de una rodaja o corte de
espesor pequeño.
Considérese el esquema de la Figura 4.26. Se observa un paciente
ubicado dentro de un campo magnético B0 homogéneo de magnitud, por
ejemplo, B0 = 1.4565 [T], en la dirección z. Según la ecuación de Larmor [Ec.
(4.7)], todos los núcleos de 1H dentro del campo homogéneo realizarán
movimientos de precesión a 62 [MHz] y por lo tanto la resonancia nuclear
puede alcanzarse mediante un campo de radiofrecuencia B1 en la dirección x
de frecuencia 62 [MHz].

Figura 4.26: resonancia nuclear en un paciente dentro de un campo magnético


uniforme

Considérese una situación algo más compleja, en la cual la magnitud del


campo aplicado en la dirección z esta dada por:

B 0 = 1.4565 [T ] + 0.0235 [T / m ] z [ m ] (4.10)

Es decir, se considera un campo magnético no-homogéneo en la dirección z.


Bajo esta hipótesis, las frecuencias de precesión de los núcleos de 1H serán de
62 [MHz] para z = 0 y se incrementarán en 1 [MHz] por cada metro de
incremento en la dirección de z. Si el campo de radiofrecuencia B1 exhibe
frecuencias de 62.5 [MHz] ± 0.001 [MHz], solo se excitarán (es decir, exhibirán
resonancia magnética) aquellos núcleos de 1H ubicados en la rodaja
comprendida entre z = 0.500 [m] y z = 0.501 [m], es decir una rodaja de 1 [mm]

175
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

de espesor, por lo que la señal de relajacion FID medida en la bobina receptora


solamente corresponderá a los núcleos comprendidos en dicha rodaja.
A partir del razonamiento anterior, es posible ahora entender la manera
en que un equipo de RMN obtiene las imágenes. El paciente es ubicado dentro
de un campo magnético no-homogéneo (exhibe no-homogeneidad en las tres
direcciones, x, y, z) de modo que las frecuencias de Larmor son función de las
coordenadas x, y, z, resultando diferentes en todo el volumen del paciente. La
bobina emisora de radiofrecuencia (campo B1) puede estimular una porción
determinada de tejido seleccionando la frecuencia y el ancho de banda de las
ondas de radiofrecuencia. Así, se emiten los pulsos a una frecuencia
determinada y con una ancho de banda preciso, se mide la señal de FID para
esas frecuencias, se calculan las constantes de tiempos de relajación T1 y T2, y
finalmente se codifican los valores de T1 y T2 en una escala de grises y se
grafica el punto correspondiente a la coordenada x, y, z asociada a la
frecuencia de estimulación utilizada. Si se realiza este procedimiento para
diferentes frecuencias de pulso de estimulación, puede “barrerse” todo el
volumen correspondiente a la zona de interés a estudiar y obtenerse una
imagen tridimensional.
Para llevar a cabo su función, un equipo de RMN posee básicamente un
conjunto de cinco bobinas, las cuales se detallan brevemente a continuación.

Figura 4.27: bobina principal en un resonador magnético nuclear

Bobina principal: crea el campo magnético homogéneo B0. Su


arquitectura depende principalmente del tipo de RMN. En los equipos más
frecuentes esta constituida por una gran bobina superconductora
refrigerada, dentro de la cual se sitúa al paciente. Se esquematiza esta
bobina en la Figura 4.27.

Bobinas de gradiente: constituidas por tres juegos de bobinas, se


encargan de imponer gradientes en las direcciones x, y, z, de modo de
introducir una no-homogeneidad en el campo principal B0. La Figura 4.28
presenta en forma esquemática la bobinas de gradiente en las direcciones
y [Figura 4.28a)] y z [Figura 4.28b)]. El gradiente en la dirección x se
obtiene con una bobina equivalente a la correspondiente a la
Figura 4.28a) pero orientada en forma perpendicular a esta última.

Bobina transmisora y receptora: se utiliza para emitir los pulsos de


radiofrecuencia (campo B1) así como también para detectar las señales

176
APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR

FID finalizada la estimulación. Esta bobina tiene la posibilidad de emitir en


un rango preciso de frecuencias, de modo de permitir la selección del
volumen a estimular.

En un RMN pueden obtenerse básicamente dos imágenes, basadas en T1


o en T2. La utilización de una u otra imagen depende principalmente de la
aplicación en particular o de la estructura interna a visualizar.
Por último y para finalizar, cabe aclarar que en la realidad, el modo en que
un resonador magnético obtiene imágenes resulta mucho mas complejo a
como se describió en los párrafos anteriores. Es decir, si se “barriera” el
volumen del paciente mediante la variación de la frecuencia de estimulación
(como se describió en los párrafos anteriores), la obtención de la imagen
llevaría mucho tiempo. Por esta razón, la antena emite en un amplio rango de
frecuencias estimulando un volumen extenso del paciente. Tras la estimulación,
la señal FID obtenida por la antena receptora resulta la superposición de
señales FID correspondientes a todas las frecuencias de Larmor estimuladas.
A partir de un análisis frecuencial, por ejemplo mediante transformada de
Fourier, pueden discriminarse las señales a las distintas frecuencias y
procesarlas por separado.

Figura 4.28: orientación de las bobinas de gradiente en dirección y (a) y z (b)

177
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

APÉNDICE A
Obtención de la Ecuación de corrimiento Compton
Considérese el esquema de la Figura 1.14. A partir de la conservación de la
energía y de la cantidad de movimiento se obtuvieron en el Capítulo 1 las
ecuaciones que se detallan a continuación:

hc hc me
= + c 2 − me c 2
λ0 λ1 ⎛v ⎞
2
(A1)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

h h me
= cos(θ ) + v e cos(φ )
λ0 λ1 ⎛v ⎞
2
(A2)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

h me
0= sin(θ ) − v e sin(φ )
λ1 ⎛v ⎞
2
(A3)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Para eliminar la variable φ de las Ecs. (A2) y (A3) se reescriben dichas


ecuaciones como:

h h me
− cos(θ ) = v e cos(φ )
λ0 λ1 ⎛v ⎞
2
(A4)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

h me
sin(θ ) = v e sin(φ )
λ1 ⎛v ⎞
2
(A5)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Elevando ambas ecuaciones al cuadrado y sumándolas, se llega a:

2 2
⎡ h h ⎤ ⎡h ⎤
⎢ − cos (θ )⎥ + ⎢ sin (θ )⎥ =
⎢⎣ λ 0 λ1 ⎥⎦ ⎢⎣ λ1 ⎥⎦
2 2
⎡ ⎤ ⎡ ⎤
⎢ ⎥ ⎢ ⎥ (A6)
⎢ me ⎥ ⎢ me ⎥
=⎢ v e cos(φ )⎥ + ⎢ v e sin(φ )⎥
2 2
⎢ ⎛ ve ⎞ ⎥ ⎢ ⎛ ve ⎞ ⎥
⎢ 1− ⎜ ⎟ ⎥ ⎢ 1− ⎜ ⎟ ⎥
⎣ ⎝ c ⎠ ⎦ ⎣ ⎝ c ⎠ ⎦

178
APENDICE A

Operando puede reescribirse la Ec. (A6) como:

h2
−2
h2
cos (θ ) +
h2
[cos (θ ) 2
+ sin (θ )
2
]=
λ20 λ 0 λ1 λ12

=
me2 v e2
2
[cos(φ )
2
+ sin(φ )
2
] (A7)
⎛v ⎞
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Y finalmente, notando que cos (θ ) + sin (θ ) = 1 y cos(φ ) + sin(φ ) = 1 , se


2 2 2 2

llega a:

h2 h2 h2 me2 v e2
−2 cos(θ ) + 2 =
λ20 λ0 λ1 λ1 ⎛ ve ⎞
2
(A8)
1− ⎜ ⎟
⎝ c ⎠

Nótese que ahora se tienen dos ecuaciones, Ecs. (A1) y (A8), de donde debe
eliminarse la variable v e . Para ello se procede a reescribir la Ec. (A1) como:

h h me
− + me c = c
λ0 λ1 2
(A9)
⎛v ⎞
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Elevando la Ec. (A9) al cuadrado se obtiene:

2
⎡h h ⎤ me2 c 2
⎢ − + me c⎥ = 2
⎣ λ0 λ1 ⎦ ⎛v ⎞ (A10)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Desarrollando el miembro izquierdo se llega a:

h2 h2 2 2 h2 h me c h me c me2 c 2
2
+ 2 + me c − 2 +2 −2 = 2
λ0 λ1 λ0 λ1 λ0 λ1 ⎛v ⎞ (A11)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

Restando la Ec. (A8) de la (A11) y operando algebraicamente, se llega a:

179
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

⎛ 1 1⎞ h2 h2
me2 c 2 + 2 h me c ⎜⎜ − ⎟⎟ − 2 +2 cos(θ ) =
⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1 λ0 λ1

me2 c 2 me2 v 2 (A12)


= 2
− 2
⎛ ve ⎞ ⎛ ve ⎞
1− ⎜ ⎟ 1− ⎜ ⎟
⎝ c ⎠ ⎝ c ⎠

⎛ 1 1⎞ h2 me2
me2 c 2 + 2h me c ⎜⎜ − ⎟⎟ − 2 [1 − cos(θ )] = 2
(c 2 − v e2 )
⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1 ⎛v ⎞ (A13)
1− ⎜ e ⎟
⎝ c ⎠

⎛ 1 1⎞ h2 me2 c 2 ⎡ ⎛ ve ⎞⎤
2 h me c ⎜⎜ − ⎟⎟ − 2 [1 − cos(θ )] = ⎢1 − ⎜
2
⎟⎥ − me2 c 2
⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1 ⎛ ve ⎞ ⎣ ⎝ c ⎠⎦ (A14)
1− ⎜ ⎟
⎝ c ⎠

⎛ 1 1⎞ h2
2 h me c ⎜⎜ − ⎟⎟ − 2 [1 − cos(θ )] = 0 (A15)
⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1

Dividiendo por 2h 2 y operando se obtiene:

me c ⎛ 1 1⎞ 1
⎜⎜ − ⎟⎟ − [1 − cos(θ )] = 0 (A16)
h ⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1

me c ⎛ λ1 − λ0 ⎞ 1
⎜⎜ ⎟⎟ = [1 − cos(θ )] (A17)
h ⎝ λ0 λ1 ⎠ λ0 λ1

Finalmente se obtiene la ecuación de corrimiento de Compton:

h
λ1 − λ0 = [1 − cos(θ )] (A18)
me c

180
APENDICE B

APÉNDICE B
Lineamientos para la resolución de la ecuación de Schrödinger en
coordenadas esféricas
Considérese la ecuación de Schrödinger independiente del tiempo y en
coordenadas esféricas [Ec. (1.63)] para una partícula de masa m y energía E
sometida a un potencial U:

h 2 ⎡ 1 ∂ ⎛ 2 ∂Ψ ⎞ 1 ∂ 2Ψ 1 ∂ ⎛ ∂Ψ ⎞ ⎤
− ⎢ ⎜⎜ r ⎟⎟ + + ⎜⎜ senθ ⎟⎟ ⎥ +
2 m ⎢⎣ r 2 ∂r ⎝ ∂r ⎠ r 2 sen 2 θ ∂φ 2 r 2 senθ ∂θ ⎝ ∂θ ⎠ ⎥⎦ (B1)
+U Ψ = E Ψ

La Ecuación (B1) puede utilizarse para describir un sistema atómico. Al


igual que en el análisis del modelo atómico de Bohr, en particular se abordará
en este apéndice el análisis de átomos de un solo electrón (por ejemplo, H,
He+, Li++).
Considérese un electrón de carga negativa e moviéndose alrededor de un
núcleo atómico de carga positiva Z e. La energía potencial coulombiana del
sistema atómico puede expresarse como:

1 Z e2
U (r ) = − (B2)
4 π ε0 r

Para el caso particular de una función potencial dependiente sólo de la


coordenada radial, las soluciones de la Ec. (B1) pueden expresarse como:

Ψ ( r ,θ ,φ ) = R ( r ) Θ ( θ ) Φ ( φ ) = R Θ Φ (B3)

Si se reemplaza la Ec. (B3) en la (B1) y se divide ambos miembros por


− R Θ Φ h 2 / 2 m , se obtiene:

1 d ⎛ 2 dR ⎞ 1 d 2Φ 1 d ⎛ dΘ ⎞
⎜⎜ r ⎟⎟ + + ⎜⎜ senθ ⎟⎟ +
r 2 R dr ⎝ dr ⎠ r 2 sen 2 θ Φ dφ 2 r 2 senθ Θ dθ ⎝ dθ ⎠
(B4)
2m
+ [ E − U ( r )] = 0
h2

Nótese que se han reemplazado los símbolos de derivada parcial, ∂( ) / ∂( ) , por


los de derivada total, d ( ) / d ( ) , debido a que R, Θ y Φ son funciones de una
sola variable.
Multiplicando la Ec. (B4) por r 2 sen 2 θ y despejando, se obtiene:

181
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

1 d 2Φ sen 2 θ d ⎛ 2 dR ⎞ senθ d ⎛ dΘ ⎞
=− ⎜⎜ r ⎟⎟ − ⎜⎜ senθ ⎟⎟ −
Φ dφ 2 R dr ⎝ dr ⎠ Θ dθ ⎝ dθ ⎠
(B5)
2m 2
− r sen 2 θ [ E − U ( r )]
2
h

En la Ec. (B5), puede observarse que el miembro izquierdo es una función sólo
de la variable φ , mientras que el miembro derecho es función de r y θ . Esto
último solo puede ser posible si ambos miembros en la Ec. (B5) son
constantes. En otras palabras, la única forma para que dos funciones de
variables distintas sean iguales, es que ambas sean igual a la misma
constante. Es decir:

1 d 2Φ
= − m l2 (B6a)
2
Φ dφ

sen 2 θ d ⎛ 2 dR ⎞ senθ d ⎛ dΘ ⎞ 2 m 2
− ⎜⎜ r ⎟⎟ − ⎜⎜ senθ ⎟⎟ − r sen 2 θ [ E − U ( r )] =
2
R dr ⎝ dr ⎠ Θ dθ ⎝ dθ ⎠ h (B6b)
= − m l2

donde se ha escogido la constante − m l2 . Dividiendo la Ec. (B6b) por sen 2 θ y


despejando, se llega a:

1 d ⎛ 2 dR ⎞ 2 m 2 m l2 1 d ⎛ dΘ ⎞
⎜⎜ r ⎟⎟ + r [ E − U ( r )] = − ⎜⎜ senθ ⎟⎟ (B7)
2 2
R dr ⎝ dr ⎠ h sen θ senθ Θ dθ ⎝ dθ ⎠

Nuevamente, mientras el miembro izquierdo es una función sólo de r el


miembro derecho depende sólo de θ . En consecuencia, ambos miembros
deben ser iguales a una constante. Para simplificar el análisis posterior, se
igualan ambos miembros a una constante de la forma l ( l + 1) , de donde se
obtiene:

1 d ⎛ 2 dR ⎞ 2 m 2
⎜⎜ r ⎟⎟ + r [ E − U ( r )] = l ( l + 1) (B8a)
R dr ⎝ dr ⎠ h 2

m l2 1 d ⎛ dΘ ⎞
− ⎜⎜ senθ ⎟⎟ = l ( l + 1) (B8b)
sen 2 θ senθ Θ dθ ⎝ dθ ⎠

A partir del análisis detallado, se han obtenido tres ecuaciones


diferenciales ordinarias, Ecs. (B6a), (B8a) y (B8b). Se esbozarán a
continuación las soluciones de estas ecuaciones diferenciales.

182
APENDICE B

Ecuación para Φ (φ )
La Ecuación (B6a) puede reescribirse como:

d 2Φ
= − m l2 Φ (B10)
dφ 2

Las soluciones a la Ec. (B10) resultan de la forma:

Φ ( φ ) = e i m l φ = cos( m l φ ) + i sen ( m l φ ) (B11)

Nótese que el ángulo φ resulta igual al ángulo φ + 2π , por lo tanto, la función


Φ (φ ) debe cumplir la siguiente condición:

Φ ( φ ) = e i m l φ = e i m l ( φ +2 π ) = Φ ( φ + 2π ) (B12)

Esta última igualdad sólo es posible para m l = 0, ± 1, ± 2, L . Se denotan a las


soluciones Φ (φ ) como Φ m l (φ ) para indicar su dependencia con m l .

Ecuación para Θ (θ )
Realizando el cambio de variables, ξ = cos θ , la Ec. (B8b) puede reescribirse
como:

d ⎛⎜ dΘ ( ξ ) ⎞⎟ ⎛⎜ m l2 ⎞
⎟Θ ( ξ ) = 0
(1 − ξ 2 ) + l ( l + 1) − (B13)
dξ ⎜⎝ dξ ⎟⎠ ⎜⎝ 1− ξ 2 ⎟

No se abordará la resolución de la Ec. (B13) debido a su complejidad. Las


soluciones de la Ec. (B13) exhiben la forma dada por:

ml / 2
Θ l ,m l ( ξ ) = (1 − ξ 2 ) F (ξ ) (B14)

donde F (ξ ) es un polinomio y donde l puede tomar cualquier valor entero dado


por: l = m l ; m l + 1; m l + 2; L .

Ecuación para R (r )
Realizando el cambio de variables, ρ = 2 β r , la Ec. (B8a) puede reescribirse
como:

1 d ⎛⎜ 2 dR ( ρ ) ⎞⎟ ⎛⎜ 1 l ( l + 1) γ ⎞⎟
ρ + − − + R( ρ) = 0 (B15)
ρ 2 dρ ⎜⎝ dρ ⎟⎠ ⎜⎝ 4 ρ2 ρ ⎟⎠

183
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

donde β = −2 m E / h 2 y λ = m Z e 2 / h 2 β . Las soluciones de la Ec. (B15)


tienen la forma:

R n ,l ( ρ ) = e − ρ / 2 ρ l G n ( ρ ) (B16)

donde G n ( ρ ) es un polinomio dependiente del número n, el cual puede tomar


cualquier valor dado por: n = l + 1; l + 2; L .
De acuerdo con las Ecs. (B11), B(14) y (B16), las soluciones a la
ecuación de Schrödinger para átomos de un solo electrón, tendrán la forma
dada por:

Ψn ,l ,m l ( r , θ , φ ) = R n ,l ( r ) Θ l ,m l ( θ ) Φ m l ( φ ) (B17)

donde los números n, l y ml, deben cumplir:

n = l + 1; l + 2; L

l = ml ; m l + 1; m l + 2; L (B18a)

m l = 0, ± 1, ± 2, L

Estas últimas condiciones para n, l y ml, pueden reescribirse en una forma mas
adecuada:

n = 1, 2, 3, L

l = 0, 1, 2, L, n − 1 (B18b)

− l , − l + 1, − l + 2, L, 0, 1, L, l

184
ÍNDICE

ÍNDICE

PREFACIO………………………………………………………………………….. 9
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN A LA FÍSICA CUÁNTICA…………………… 11
1.1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………….. 11
1.2. RADIACIÓN TÉRMICA………………………………………………… 11
1.2.1. Ley de Stefan-Boltzmann……………………………………... 16
1.2.2. Ley de Wien…………………………………………………….. 16
1.2.3. Ley de Rayleigh-Jeans y la catástrofe del ultravioleta……... 17
1.2.4. Ley de Planck. Cuantización de la energía………………….. 20
1.3. RAYOS CATÓDICOS…………………………………………………… 22
1.3.1. Relación carga / masa para el electrón……………………….. 23
1.3.2. Efecto fotoeléctrico……………………………………………… 26
1.3.3. Efecto Compton…………………………………………………. 30
1.4. MODELOS ATÓMICOS………………………………………………… 33
1.4.1. Espectros atómicos de los gases……………………………... 33
1.4.2. Modelo atómico de Thomson………………………………….. 35
1.4.3. Modelo atómico de Rutherford………………………………… 36
1.4.4. Modelo atómico de Bohr para átomos con un electrón……… 37
1.4.5. Modelo cuántico del átomo……………………………………. 42
1.5. RADIACIÓN LÁSER……………………………………………………. 48
1.5.1. Emisión espontánea y estimulada……………………………. 48
1.5.2. Equilibrio térmico e inversión de población………………….. 50
1.5.3. Láser……………………………………………………………... 51
1.5.4. Láser gaseoso de Helio-Neón………………………………… 53

CAPÍTULO 2: NÚCLEO ATÓMICO Y DESINTEGRACION RADIOACTIVA… 55


2.1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………… 55
2.2. EL NÚCLEO ATÓMICO…………………………………………………. 55
2.2.1. Generalidades…………………………………………………… 57
2.2.2. Fuerzas nucleares………………………………………………. 60
2.2.3. Decremento de masa y energía de amarre nuclear………… 61
2.2.4. Modelos nucleares……………………………………………… 63
2.2.5. Carta de nucleidos y estabilidad nuclear……………………... 67

185
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

2.3. DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA………………………………….. 70


2.3.1. Esquemas de desintegración………………………………….. 71
2.3.2. Desintegración alfa……………………………………………… 72
2.3.3. Desintegración beta…………………………………………….. 74
2.3.4. Captura electrónica……………………………………………... 78
2.3.5. Emisión gamma…………………………………………………. 80
2.3.6. Transición isomérica……………………………………………. 80
2.3.7. Conversión interna……………………………………………… 81
2.4. LEYES DE DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA……………………. 83
2.4.1. Constantes de desintegración………………………………… 83
2.4.2. Velocidad de conteo……………………………………………. 86
2.4.3. Mezcla de actividades simples………………………………… 87
2.4.4. Desintegración ramificada……………………………………… 88
2.4.5. Desintegración en cadena……………………………………… 89
2.5. SERIES RADIOACTIVAS………………………………………………. 94

CAPÍTULO 3: INTERACCIÓN LA RADIACIÓN CON LA MATERIA………….. 97


3.1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………… 97
3.2. MECANISMOS DE INTERACCIÓN DE LAS RADIACIONES……… 97
3.2.1. Interacción de partículas alfa………………………………….. 98
3.2.2. Interacción de partículas beta………………………………... 102
3.2.3. Interacción de fotones de alta energía……………………… 105
3.2.4. Atenuación de fotones de alta energía……………………… 108
3.2.5. Interacción de neutrones……………………………………… 112
3.3. METROLOGÍA DE LAS RADIACIONES…………………………….. 117
3.3.1. Detectores gaseosos………………………………………….. 118
3.3.2. Detectores Geiger-Müller……………………………………… 121
3.3.3. Detectores centelladores……………………………………… 125
3.3.4. Detectores semiconductores………………………………….. 130
3.4. ESPECTROMETRÍA DE RADIACIÓN GAMMA…………………….. 132
3.4.1. Curva espectral de un emisor gamma monoenergético…… 134
3.4.2. Curva espectral de un emisor gamma polienergético……… 138
3.4.3. Resolución en espectrometría…………………………………138

186
ÍNDICE

CAPÍTULO 4: APLICACIONES DE LA FÍSICA NUCLEAR………………….. 140


4.1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………. 140
4.2. APLICACIONES DE LAS RADIACIONES IONIZANTES…………. 140
4.2.1. Conservación de alimentos…………………………………... 140
4.2.2. Control de plagas……………………………………………… 141
4.2.3. Aplicaciones industriales……………………………………… 141
4.2.4. Investigación en biología, arqueología y paleontología…… 142
4.3. GENERACIÓN NUCLEOELÉCTRICA………………………………. 142
4.3.1. Fisión nuclear………………………………………………….. 144
4.3.2. Reactores de fisión nuclear…………………………………... 148
4.3.3. Centrales nucleares…………………………………………… 154
4.3.4. Generación nucleoeléctrica en la República Argentina…… 156
4.4. RADIACIONES IONIZANTES EN MEDICINA……………………… 158
4.4.1. Tubo de rayos X……………………………………………….. 158
4.4.2. Equipos de diagnóstico basados en rayos X……………….. 161
4.4.3. Tomografía por emisión de positrones (PET)………………. 165
4.4.4. Tomografía por emisión de fotón único (SPECT)………….. 166
4.4.5. Detectores en PET y SPECT………………………………… 167
4.5. RESONADOR MAGNETICO NUCLEAR……………………………. 169
4.5.1. Momento magnético nuclear…………………………………. 169
4.5.2. Interacción Hidrógeno – campo magnético…………………. 170
4.5.3. Resonancia nuclear…………………………………………… 172
4.5.4. Tiempos de relajación T1 y T2………………………………… 173
4.5.5. Equipo de resonancia magnética……………………………. 175
APÉNDICE A……………………………………………………………………….. 178
APÉNDICE B……………………………………………………………………….. 181
ÍNDICE............................................................................................................. 185
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..188

187
FÍSICA MODERNA Y APLICACIONES

BIBLIOGRAFÍA
LIBROS

- Cherry, S.R., Sorenson, J.A., Phelps, M.E., Physics in Nuclear Medicine,


Saunders, 2003.

- Csele, M., Fundamentals of Light Sources and Lasers, John Wiley and
Sons, 2004.

- Eisberg, R.M., Fundamentals of Modern Physics, John Wiley and Sons,


1961.

- Kuperman, V., Magnetic Resonante Imaging. Physical Principles and


Applications, Academic Press, 2000.

- Lewis, E.E., Fundamentals of Nuclear Reactor Physics, Academic Press,


2008.

- Saha, G.B., Physics and Radiobiology of Nuclear Medicine, Springer,


2006.

- Sears, F.W., Zemansky, M.W., Young, H.D., Freedman, R.A., Física


Universitaria, Volumen 2, Adison Wesley, 2005.

- Serway, R.A., Jewett, J.W., Física para Ciencias e Ingenierías, Thomson,


2005.

- Serway, R.A., Moses C.J., Moyer, C.A., Física Moderna, Thomson, 2006.

- Singh J., Modern Physics for Engineers, Wiley-VCH, 2004.

- Wernick, M.N., Aarsvold J.N., Emission Tomography: The Fundamentals


of PET and SPECT, Academic Press, 2004.

PUBLICACIONES EN REVISTAS INDEXADAS

- Ishida Fukami, M.V., Santecchia, A., CAREM Project: Innovatove Small


PWR, Progress in Nuclear Energy, 34, pp. 265 – 270, 2000.

SITIOS WEB

- www.cnea.gov.ar (Sitio de la comisión nacional de energia atómica)

- www.na-sa.com.ar (Sitio de nucleoeléctrica argentina S.A.)

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