Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Maldiciones Generacionales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

Maldiciones Generacionales ?

Maldiciones Generacionales?

    
Es inevitable guardar silencio a pesar, que los seres humanos en su humanidad
no toleran la corrección en su gran mayoría, y menos aun nosotros los
cristianos en nuestra propia verdad, en nuestra FE perfecta e inequívoca. Es
inevitable callar al escuchar como muchos hermanos toman la palabra (La
Biblia) tan literalmente o aceptan todo lo que escuchan, sin siquiera meditar,
analizar o escudriñar mas afondo las sagradas escrituras y el mundo que les
rodea.  Mientras disfrutaba de un delicioso café en mi hogar con unos
hermanos del templo y familiares, salió de la nada el tema de que a un
conocido lo atormentaban maldiciones generacionales de pobreza y
condiciones cardiacas. Guarde silencio y me dedique a escuchar
detenidamente, y al terminar la velada tome la Biblia, y he aquí el resultado.
Cada ser humano a través de los tiempos Fue, Es, y Será responsable de sus
propios actos. Bíblicamente aun no he encontrado evidencia alguna en donde
Dios maldiga generacionalmente al hombre por su conducta, por gusto o
diversión, aun menos En El Nuevo Pacto. Menos aun, cuando ha dado a su
hijo para morir por nosotros y cargar nuestros pecados y mas allá de lo
incomprensible. Esta situación lamentable en la  que vivimos creyendo en
maldiciones generacionales, es más bien el producto de la ignorancia y la
religiosidad, que invade nuestros templos y que lamentablemente hay que
señalar que muy pocos ascenderán al cielo, pues escrito esta “Mi pueblo
perece por falta de conocimiento”, no pretendo que compartas esta idea pero
no he dicho nada que no este escrito.  
Aunque muchos se sujetan de :

EXODO 34:5 al 7

34:5 Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él,


proclamando el nombre de Jehová.
34:6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová!
fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en
misericordia y verdad;
34:7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al
malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre
los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. 

Si ese es el caso, entonces por demás murió Cristo en la cruz


y el nuevo pacto debe ser abolido. Para aclarar este
interesante tema miremos más adelante y veran lo fasinate
que es.
Oseas 4:6.
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto
desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste
la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6.

Una traducción mas apegada al original dice:


“Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Porque
rechazaste el conocimiento”.

   Amado Hermano, Te pregunto antes de continuar. La bendicion y la


Maldicion tambien se escogen o no?   

Veamos que dice Deuteronomio 11:26-28


 “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la
maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová
vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no
oyereis los mandamientos  de Jehová vuestro Dios, y os
apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de
dioses ajenos que no habéis conocido”.  

"¡La bendición y la maldición también se escogen! Dios las ha


puesto delante de nosotros."

Digamos que un padre de familia es alcohólico y que su hijo recibe un sorbo


de cerveza por lo lindo que se ve  cuando se apretuja y hace reír la familia.
Más sencillo aun, ese niño ya es joven y su padre lo induce al alcohol; padre
que fue inducido por el abuelo; que beber caña era de hombres en la década de
los 40 y 50s, es obvio que será alcohólico si adopta ese patrón.  Es claro ver,
que Dios no los maldijo porque su abuelo ni su padre no le sirven, es
simplemente que el tomo la decisión de ingerir bebidas alcohólicas y perdió el
control. El producto de sus propios actos.  Ahora te pregunto,  Si rompemos
con el alcohol en nuestros hogares, y en cambio nos dedicamos a comer fast
food, (Comida chatarra) a caso Dios nos maldecirá con el colesterol?  Porque
te aseguro que he conocido abuelos hijos y nietos todos obesos y con alta
incidencia de diabetes y no por maldiciones generacionales más bien por
decisiones equivocadas, falta de ejercicio y mala alimentación, siendo
productos de problemas cardiacos por generaciones y una carga para la
salud gubernamental y sus contribuyentes. Resultado de aquel dicho de las
abuelas "Bendito que flaquito, engúllele comida pa' que engorde" porque
gordo es sinónimo de salud. Sin embargo no debe confundirse lo que son
conductas que se repiten por aprendizaje e influencia del ambiente en que se
desarrolla el individuo con la creencia de que existen maldiciones en el plano
espiritual que pasan de una generación a otra. En realidad esta es una creencia
totalmente ajena a la enseñanza bíblica. Es cierto que el pecado trae
consecuencias sobre la vida de una persona, y hasta cierto punto es una
maldición. Es cierto también que el pecado puede afectar a otras personas
cercanas. Pero no es correcto bíblicamente afirmar que por causa de los pactos
y ataduras espirituales de los padres, los hijos resultan herederos de los
mismos. Y esto es más cierto aún cuando se trata de personas que han nacido
de nuevo. La sangre de Jesucristo limpia por completo la vida de una persona,
le convierte en nueva criatura y templo del Dios viviente. El creyente además
es trasladado del reino de Satanás a la potestad de Dios. El afirmar que un
redimido puede heredar las maldiciones de sus antepasados, es negar el poder
y la efectividad del sacrificio de Jesucristo y las promesas que nos han sido
dadas
 Ahora bien estudiemos de donde sale esta creencia. Es sorprendente que la
evidencia bíblica que suelen utilizar maestros y pastores  para justificar esta
enseñanza provenga básicamente de un solo verso de la Biblia. Que ya de por
sí esto nos debe poner en alerta inmediata con respecto a esta enseñanza.
Construir una doctrina sobre un solo versículo de la Biblia va en contra de las
reglas básicas de la hermenéutica. Y más aún cuando este solo versículo
tomado como base fundamental, se utiliza sacándolo fuera de su contexto
como siempre para justificar un pretexto. El pasaje es el de Éxodo 20:5  dice:

Éxodo 20:5

“No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios,
fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”

Este pasaje, en primer lugar y para comenzar, no está hablando de maldiciones


heredadas o generacionales. Se refiere al castigo de Dios sobre quienes le
aborrecen y rechazan sus leyes y preceptos. Note usted con sumo cuidado que
la maldad hasta la tercera y cuarta generación es sobre quienes le aborrecen.
¿Podemos aplicar esto a los redimidos? ¿Somos nosotros los creyentes los que
aborrecemos a Dios? Sin duda el pecado acarrea consecuencias, y las mismas
pueden afectar la vida de una persona y la de sus descendientes. Pero en Cristo
Jesús toda maldición es cancelada y todo pecado borrado a través de su
sacrificio expiatorio. El creyente es nueva criatura; las cosas viejas pasaron y
todas son hechas nuevas (2 Co. 5:17).

Antes de terminar quiero llevar te a un interesante versículo que dice


así, en el libro de Gálatas  Capitulo 3: 13

 13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros


maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en
un madero),

Una vez expuesto este pequeño análisis, te invito a tomar la Biblia en :


Ezequiel 18:20

18:20 La persona que peca, esa morirá; el hijo no cargará


con las culpas del padre, ni el padre cargará con las culpas del
hijo. Sobre el justo recaerá su justicia, y sobre el malvado, su
maldad.

Deuteronomio 24:16

24:16 Los padres no morirán por culpa de los hijos ni los


hijos por culpa de los padres. Cada cual morirá por su propio
pecado.

2da de Reyes 14:6 

14:6 Pero no hizo matar a los hijos de los homicidas,


cumpliendo lo que está escrito en la Ley de Moisés, donde el
Señor prescribió lo siguiente: "No se hará morir a los padres
por las culpas de los hijos, ni a los hijos por las de los padres,
sino que se hará morir a cada uno por su propio pecado".

2da Crónicas 25:4

25:4 Pero no hizo morir a los hijos de ellos, cumpliendo lo


que está escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde el
Señor prescribió lo siguiente: "Los padres no morirán por las
culpas de los hijos, ni los hijos por las de los padres, sino que
cada uno morirá por su propio pecado".

 Una vez hemos estudiado estos versículos podemos entender claramente que
ante las creencias erróneas y torcidas de educadores y pastores confundidos o
imponentes en su propia verdad o concupiscencia. Podemos vencer los errores
y la religiosidad, que tanto destruye nuestra iglesia. Espero que hoy sea un
nuevo amanecer en tu vida libre de "maldiciones".  Mas aquellos que lo
necesiten declaro que desde hoy sean libres de toda creencia errónea
generacional.

                                                               *****   VIDEO   *****


Hoy 2 de febrero del 2013 he recibido un correo electrónico fantástico
en el que se que se podrán deleitar con tanto conocimiento y mas aun
aquellos que NO gustan de la lectura. Con gran destreza y
conocimiento de la palabra les quiero presentar al Pastor Chuy
Olivares en donde realiza un estudio Bíblico como nunca antes lo he
escuchado tan bien explicado y con tanta solidez, el cual da fuerza y al
el estudio Bíblico que les he presentado. Para aquellos que aun no
están convencidos, disfruten de la maravillosa palabra de DIOS.

¿Qué dice la Biblia sobre “maldiciones generacionales”?


BY SEMPERREFORMANDAPERU  ON 23 JULIO, 2017  • ( 9
COMENTARIOS  )
Una de las muchas novedades teológicas de nuestra época es la doctrina de
“maldiciones generacionales”, que enseña que una persona puede nacer bajo
una sentencia de castigo (“maldición”) por pecados que cometieron sus
antepasados. A menudo esa maldición se entiende en términos mágicos como
un maleficio, con una especie de hechicería santa. Así resulta que uno puede
nacer cargando la maldición de sus padres, abuelos o hasta bisabuelos. Y
como la humanidad es bastante pecadora, sería de suponer que muy pocas
personas hayan nacido sin alguna maldición a cuestas.
Entre los que más han predicado esta doctrina, en forma muy elaborada, son
los pastores Edwin y Ana Lucía Orozco del programa “DiosTV”. Afirman que
esa maldición queda en el esperma y el óvulo que forman el feto, por lo que
hay reemplazar el ADN del pecado con el ADN de Dios. Otro aspecto de esta
enseñanza es el concepto de la iniquidad como la corrupción interna que trae
maldición generacional. En palabras de ellos,
“La Iniquidad es transmitida al ser humano desde su concepción y se hacen
(sic) más fuertes en cada generación, se robustece de maldición, pero que los
padres tienen la potestad de establecer herencia de bendición para los hijos
cortando estas raíces de iniquidad. Debemos de entender que estamos
marcando una generación futura a partir de hoy al romper estos ciclos de
iniquidad, porque mientras estas raíces estén activadas en nosotros afectará
nuestra vida y la de nuestras generaciones futuras. Dios es un Dios de
Generaciones y las iniquidades de nuestros ancestros seguirán en nosotros
hasta que logremos cortarlas; estas raíces que constituyen el elemento oculto
en nuestro ser, en nuestras emociones más íntimas y del apego que podamos
tener con la realidad a la que estemos atado, cortando con estas iniquidades
les damos así a nuestros hijos un futuro libre, un camino allanado, un destino
profético que Dios nos ha heredado, le daremos las llaves que triunfen en
todo siempre cuando ellos no activen estas raíces.”
Es obvio que el aspecto “generacional” de toda esta enseñanza se basa en el
segundo mandamiento del decálogo y unos textos más en Éxodo y
Deuteronomio:
…yo soy Jehová tu Dios,[1] fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
y hago misericordia a millares [de generaciones],[2] a los que me aman y
guardan mis mandamientos. Éxodo 20:5 (cf. Deut 5:9)
…¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en
misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la
iniquidad, la rebelión y el pecado… que visita la iniquidad de los padres
sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y la cuarta
generación. (Ex 34:6-7)
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; y que da
el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo. (Deut 7:9)
Aunque el idioma hebreo tiene varias palabras para “maldición”, estos textos
no mencionan ninguna de ellas. Dicen más bien que Dios “visita” los pecados
sobre las sucesivas generaciones. El sentido principal de este verbo hebreo es
igual que “visitar” en castellano. Su sentido básico es “preocuparse por”; la
NVI lo traduce bien con “estar pendiente de” (Sal 8:4 “tomarlo en cuenta”; cf.
Job 7:17). Dios visita la tierra y la riega (Sal 65:9). Muchas veces este mismo
verbo hebreo significa visitar para salvar (Ex 3:16; 4:31; ¡el relato del éxodo!
Cf. Gén 50:24-25; Rut 1:6), pero en otros textos, como los que acabamos de
citar, significa visitar para castigar (Isa 13:11; Jer 5:9,29 hebreo).[3]
Además, los textos básicos, en Éx 5 y Deut 20, no hablan de “iniquidad” sino
de “maldad”, y Exod 34:7, que menciona la iniquidad, la rebelión y el pecado
(como sinónimos funcionales), no afirma que Dios los convierte en
maldiciones generacionales sino que en su misericordia los perdona. ¿Cómo
es, entonces, que Dios visita la iniquidad hasta la tercera y la cuarta
generación, si ya la perdonó? La respuesta está en el concepto bíblico de la
persona humana como ser social, en una solidaridad corporativa. La Biblia no
conoce el individualismo de nuestro pensamiento moderno, de personas como
entes en sí, independientes de la comunidad a que pertenecen. Entonces, la
maldad tiene consecuencias morales y sociales sobre la familia y la sociedad,
y en esas consecuencias Dios está “visitando” a su pueblo.
Es claro que estos pasajes no dicen absolutamente nada que podría significar
“maldiciones generacionales”. No habla de maldiciones en ninguna parte, sino
del amor y la justicia de Dios con que se preocupa por nosotros (“nos visita”).
Ni mucho menos indica algo de un ADN programado con maldiciones de
antepasados. Especulaciones de este tipo revelan una muy grave falta de
respeto hacia el texto inspirado.
Es obvio que estos pasajes no destacan la maldición de los malvados sino la
primacía de la misericordia de Dios. Si las consecuencias del pecado se
extienden hasta cuatro generaciones, el amor y la misericordia de Dios llegan
hasta mil generaciones. Es posible que “cuatro generaciones”, más que una
frase literal de una maldición matemática, sea un modismo para expresar las
consecuencias del pecado sobre la familia y la sociedad.[4] De cualquier
forma, “donde el pecado abundó [cuatro generaciones], la gracia sobreabundó
[mil generaciones]”. Si existieran “maldiciones generacionales”, tiene que
haber también “bendiciones generacionales”, y eso acumuladas sobre mil
generaciones. El teórico ADN de esta teoría tendría que codificar centenares
de pecados y muchos miles de bendiciones, y sin duda el saldo sería a favor de
la bendición y las misericordias de Dios.
Para concluir, debemos mencionar que otros textos bíblicos refutan la idea de
un castigo divino contra familiares inocentes. El mismo libro de
Deuteronomio aclara que “los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por
los padres; cada uno morirá por su pecado” (Dt 24:16; cf. 2R 14:6). El profeta
Ezequiel se opone enérgicamente a esta doctrina de castigos y méritos
heredados e insiste en la responsabilidad personal de cada uno:
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis
este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas
agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?… He aquí que todas las
almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma
que pecare, esa morirá. Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el
derecho y la justicia… éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor… El que
guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas, éste no morirá por la
maldad de su padre; de cierto vivirá… Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no
llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la
justicia… el alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del
padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre
él, y la impiedad del impío será sobre él. (Ezq 38:1-5,9,17-20).[5]
Conclusión.
Lejos de fundamentarse fielmente en la Palabra de Dios, la enseñanza de
“maldiciones generacionales” es un abuso del texto bíblico. Es otra
especulación fantasiosa de algunos predicadores que no se cansan de inventar
nuevas doctrinas para deslumbrar a su público y mantenerlos cautivos de sus
aberraciones. Lejos de ser un mensaje fiel a la Palabra, es otro intento de
manipularla, y manipular al público creyente.
Todas estas especulaciones contemporáneas plantean una pregunta muy seria:
¿en qué punto una simple enseñanza equivocada llega a ser una herejía? ¿No
será que tenemos que redescubrir el concepto y la realidad de la herejía?
Es hora de levantar la voz de protesta contra estas novedades anti-
bíblicas.
Por Juan Stam.
Publicado primero y originalmente en:
http://www.elblogdebernabe.com/2011/02/que-dice-la-biblia-sobre-
maldiciones.html
(Tanto el blog ‘Semper Reformanda’, como la Pagina de ‘Teología para
vivir’, los videos en Youtube, y la Editorial Teologia Para Vivir, son
producidos ad-honorem, por amor al Señor y Su pueblo. Sin fines lucro. Por lo
cual cualquier tipo de donación, por pequeña que sea, nos ayudara muchísimo
a mantener el sitio web y seguir publicando, por favor. Que Dios te bendiga.
Puedes donar a través de PayPal dando click aquí.)
Sobre el autor:
Juan Stam se nacionalizó costarricense
como parte de un proceso de identificación con América Latina .  Es Dr. en
Teología por la Universidad de Basilea.  Docente y escritor de libros, artículos
y del Comentario Bíblico Iberoamericano del Apocalipsis de Editorial Kairós.
Notas:
[1] Sobre el nombre “Jehová” ver nuestro artículo, “Yo soy el que soy”, 15 de
junio de 2010. En este ensayo citaremos la versión Reina Valera, por ser ésa
en la que se basa el concepto de maldiciones generacionales.
[2] Es claro, tanto por la lógica como por el paralelo en Deut 6:9, que la
palabra “millares” aquí significa “mil generaciones”.
[3] En todos estos textos el verbo hebreo es PaQaD, “visitar”, aunque a veces
la traducción no lo indique. En Jeremías 23:2 PaQaD se emplea primero de
pastores que no “visitaban” a las ovejas (no se preocupaban por ellas), y
después de Dios al “visitarlos” con castigo.
[4] Si hay un bisabuelo con bisnietos, las cuatro generaciones pueden estar
viviendo simultáneamente. “Cuatro generaciones” parece significar “toda la
familia”, los que están vivos en determinado momento.
[5] El capítulo 18 de Ezequiel nombra específicamente un gran número de
pecados sociales e insiste en la práctica de la justicia y el bien social.
¿Qué enseña la Biblia sobre “maldiciones generacionales”?
Artículos | Por Juan Stam
 
Una de las muchas novedades teológicas de nuestra época es la
doctrina de “maldiciones generacionales”, que enseña que una
persona puede nacer bajo una sentencia de castigo (”maldición”) por
pecados que cometieron sus antepasados. A menudo esa maldición
se entiende en términos mágicos como un maleficio, con una especie
de hechicería santa. Así resulta que uno puede nacer cargando la
maldición de sus padres, abuelos o hasta bisabuelos. Y como la
humanidad es bastante pecadora, sería de suponer que muy pocas
personas hayan nacido sin alguna maldición a cuestas.
Entre los que más han predicado esta doctrina, en forma muy
elaborada, son los pastores Edwin y Ana Lucía Orozco del programa
“DiosTV”. Afirman que esa maldición queda en el esperma y el óvulo
que forman el feto, por lo que hay reemplazar el ADN del pecado con
el ADN de Dios. Otro aspecto de esta enseñanza es el concepto de la
iniquidad como la corrupción interna que trae maldición generacional.
En palabras de ellos,
La Iniquidad es transmitida al ser humano desde su concepción y se
hacen (sic) más fuertes en cada generación, se robustece de
maldición, pero que los padres tienen la potestad de establecer
herencia de bendición para los hijos cortando estas raíces de
iniquidad.
Debemos de entender que estamos marcando una generación futura a
partir de hoy al romper estos ciclos de iniquidad, porque mientras
estas raíces estén activadas en nosotros afectará nuestra vida y la de
nuestras generaciones futuras.
Dios es un Dios de Generaciones y las iniquidades de nuestros
ancestros seguirán en nosotros hasta que logremos cortarlas; estas
raíces que constituyen el elemento oculto en nuestro ser, en nuestras
emociones más íntimas y del apego que podamos tener con la
realidad a la que estemos atado, cortando con estas iniquidades les
damos así a nuestros hijos un futuro libre, un camino allanado, un
destino profético que Dios nos ha heredado, le daremos las llaves que
triunfen en todo siempre cuando ellos no activen estas raíces.
Es obvio que el aspecto “generacional” de toda esta enseñanza se
basa en el segundo mandamiento del decálogo y unos textos más en
Éxodo y Deuteronomio:
…yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, (Sobre el nombre “Jehová” ver
nuestro artículo, “Yo soy el que soy”, 15 de junio de 2010. En este
ensayo citaremos la versión Reina Valera, por ser ésa en la que se
basa el concepto de maldiciones generacionales.)
que visito la maldad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
y hago misericordia a millares [de generaciones], (Es claro, tanto por
la lógica como por el paralelo en Deut 6:9 , que la palabra “millares”
aquí significa “mil generaciones”.)
a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Éxodo 20:5  (cf. Deut 5:9 )
…¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso;
tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad,
la rebelión y el pecado…
que visita la iniquidad de los padres
sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos
hasta la tercera y la cuarta generación. (Ex 34:6-7 )
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel,
que guarda el pacto y la misericordia
a los que le aman y guardan sus mandamientos,
hasta mil generaciones;
y que da el pago en persona al que le aborrece,
destruyéndolo. (Deut 7:9 )
Aunque el idioma hebreo tiene varias palabras para “maldición”, estos
textos no mencionan ninguna de ellas. Dicen más bien que Dios
“visita” los pecados sobre las sucesivas generaciones. El sentido
principal de este verbo hebreo es igual que “visitar” en castellano. Su
sentido básico es “preocuparse por”; la NVI lo traduce bien con “estar
pendiente de” (Sal 8:4  “tomarlo en cuenta”; cf. Job 7:17 ). Dios visita
la tierra y la riega (Sal 65:9 ). Muchas veces este mismo verbo hebreo
significa visitar para salvar (Ex 3:16 ; 4:31 ; ¡el relato del éxodo!
Cf. Gén 50:24-25 ; Rut 1:6 ), pero en otros textos, como los que
acabamos de citar, significa visitar para castigar (Isa 13:11 ; Jer 5:9
,29  hebreo) –En todos estos textos el verbo hebreo
es PaQaD, “visitar”, aunque a veces la traducción no lo indique.
En Jeremías 23:2  PaQaD se emplea primero de pastores que no
“visitaban” a las ovejas (no se preocupaban por ellas), y después de
Dios al “visitarlos” con castigo.
Además, los textos básicos, en Éx 5  y Deut 20 , no hablan de
“iniquidad” sino de “maldad”, y Ex 34:7 , que menciona la iniquidad, la
rebelión y el pecado (como sinónimos funcionales), no afirma que Dios
los convierte en maldiciones generacionales sino que en su
misericordia los perdona. ¿Cómo es, entonces, que Dios visita la
iniquidad hasta la tercera y la cuarta generación, si ya la perdonó? La
respuesta está en el concepto bíblico de la persona humana como ser
social, en una solidaridad corporativa. La Biblia no conoce el
individualismo de nuestro pensamiento moderno, de personas como
entes en sí, independientes de la comunidad a que pertenecen.
Entonces, la maldad tiene consecuencias morales y sociales sobre la
familia y la sociedad, y en esas consecuencias Dios está “visitando” a
su pueblo.
Es claro que estos pasajes no dicen absolutamente nada que podría
significar “maldiciones generacionales”. No habla de maldiciones en
ninguna parte, sino del amor y la justicia de Dios con que se preocupa
por nosotros (”nos visita”). Ni mucho menos indica algo de un ADN
programado con maldiciones de antepasados. Especulaciones de este
tipo revelan una muy grave falta de respeto hacia el texto inspirado.
Es obvio que estos pasajes no destacan la maldición de los malvados
sino la primacía de la misericordia de Dios. Si las consecuencias del
pecado se extienden hasta cuatro generaciones, el amor y la
misericordia de Dios llegan hasta mil generaciones. Es posible que
“cuatro generaciones”, más que una frase literal de una maldición
matemática, sea un modismo para expresar las consecuencias del
pecado sobre la familia y la sociedad –Si hay un bisabuelo con
bisnietos, las cuatro generaciones pueden estar viviendo
simultáneamente. “Cuatro generaciones” parece significar “toda la
familia”, los que están vivos en determinado momento. De cualquier
forma, “donde el pecado abundó [cuatro generaciones], la gracia
sobreabundó [mil generaciones]“. Si existieran “maldiciones
generacionales”, tiene que haber también “bendiciones
generacionales”, y eso acumuladas sobre mil generaciones. El teórico
ADN de esta teoría tendría que codificar centenares de pecados y
muchos miles de bendiciones, y sin duda el saldo sería a favor de la
bendición y las misericordias de Dios.
Para concluir, debemos mencionar que otros textos bíblicos refutan la
idea de un castigo divino contra familiares inocentes. El mismo libro de
Deuteronomio aclara que “los padres no morirán por los hijos, ni los
hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado” (Dt 24:16 ;
cf. 2R  14:6 ). El profeta Ezequiel se opone enérgicamente a esta
doctrina de castigos y méritos heredados e insiste en la
responsabilidad personal de cada uno:
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
¿Qué pensáis vosotros, los que usáias este refrán sobre la tierra de
Israel,
que dice: Los padres comieron las uvas agrias,
y los dientes de los hijos tienen la dentera?…
He aquí que todas las almas son mías;
como el alma del padre, así el alma del hijo es mía;
el alma que pecare, esa morirá.
Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia…
éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor…
El que guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas,
éste no morirá por la maldad de su padre;
de cierto vivirá…
Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre?
Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia…
el alma que pecare, esa morirá;
el hijo no llevará el pecado del padre,
ni el padre llevará el pecado del hijo;
la justicia del justo será sobre él,
y la impiedad del impío será sobre él. (Ezq 38:1-5 ,9 ,17-20 ) –El
capítulo 18 de Ezequiel nombra específicamente un gran número de
pecados sociales e insiste en la práctica de la justicia y el bien social.
En conclusión: lejos de fundamentarse fielmente en la Palabra de
Dios, la enseñanza de “maldiciones generacionales” es un abuso del
texto bíblico. Es otra especulación fantasiosa de algunos predicadores
que no se cansan de inventar nuevas doctrinas para deslumbrar a su
público y mantenerlos cautivos de sus aberraciones. Lejos de ser un
mensaje fiel a la Palabra, es otro intento de manipularla, y manipular al
público creyente.
Todas estas especulaciones contemporáneas plantean una pregunta
muy seria: ¿en qué punto una simple enseñanza equivocada llega a
ser una herejía? ¿No será que tenemos que redescubrir el concepto y
la realidad de la herejía?
Es hora de levantar la voz de protesta contra estas novedades anti-
bíblicas.

También podría gustarte