Uso y Manejo de La Fauna Silvestre en La Orinoquia Colombiana PDF
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USO Y MANEJO
DE LA FAUNA SILVESTRE EN LA
ORINOQUIA COLOMBIANA: CACERIA Y
TRÁFICO DE ESPECIES
E. Payán
Se presenta información sobre el aprovechamiento de mundo, especialmente de aquellos que aún dependen en
fauna silvestre en la Orinoquia colombiana. Primero, una gran medida de este recurso. Colombia no es la excepción
evaluación de la cacería por parte de comunidades indí- a esta regla, ya que la mayoría de la población rural del país
genas donde se reporta una gran dependencia hacia mu- obtiene un importante porcentaje de proteína animal con
chas especies de mamíferos, aves y reptiles para acceder a base en la cacería. Esta actividad parece soportar una bue-
proteína. Igualmente se realiza un análisis del uso de fauna na parte de la seguridad alimentaria de muchos pueblos,
silvestre y conflictos en el caso de llaneros, específicamente basados en prácticas ancestrales que de una u otra forma
con felinos. De manera ilustrativa, se presenta una evalua- han guiado a estos grupos humanos a usar de manera sos-
ción de los patrones de uso de tres especies amenazadas: las tenible los recursos. Este tipo de relacionamiento entre los
tortugas Arrau y Terecay; y los manatíes, cuyas poblacio- humanos y su entorno ha cambiado dramáticamente en las
nes se han reducido dramáticamente. Además, se analiza últimas décadas, fundamentalmente por el factor demográ-
el aprovechamiento de las poblaciones de chigüiros y sus fico y la incorporación de prácticas inadecuadas de aprove-
implicaciones ecológicas. Por último, se analiza el impacto chamiento, degradación del hábitat y cambio de un uso de
del tráfico ilegal de especies en la región. Se concluye que el consumo local a otro con carácter más comercial.
aprovechamiento de fauna está generando impactos nega-
tivos y que se requieren medidas apropiadas de manejo de Nuestro país, al igual que otros de la región ha sido sacudi-
especies y ecosistemas, además de evaluaciones estandari- do por bonanzas temporales basadas en procesos de extrac-
zadas que cuantifiquen estos impactos. tivismo exagerado como el de la época de las pieles (años
cuarenta a cincuenta), donde miles de nutrias, caimanes y
felinos fueron sacrificados para satisfacer un mercado en
Palabras clave: Cacería. Conflictos con fauna silvestre.
Europa y Estados Unidos (Medem 1968, Smith 1974, Do-
Tráfico de especies. Tortugas, Manatíes. Chigüiros
nadio 1978, Trujillo et al. 2010a).
Foto: F. Trujillo
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ORINOQUIA COLOMBIANA: CACERIA Y IDENTIFICACIÓN DE PRIORIDADES, AMENAZAS Y
TRÁFICO DE ESPECIES OPORTUNIDADES PARA LA CONSERVACIÓN
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cia de las especies. De manera interesante, por citar un Convenio de Diversidad Biológica, y ajustando el uso de mundo muchos pueblos dependen aún de esta actividad Rodríguez (2006), por ejemplo reportó que en la selva de
ejemplo, en los años ochenta en la Amazonia colombiana estas especies en los principios generales de Addis Abeba para acceder a su principal fuente de alimento (Redford y Matavén los indígenas cazan especies de acuerdo al tipo
algunos estudios concluían que en diciembre y enero había (Trujillo et al. 2010b). Estos principios fundamentalmente Robinson 1991, Steartman y Redford 1995). de ecosistema. Los parches de selva por ejemplo, ofrecen
más disponibilidad de fauna y que por eso los datos de ca- buscan generar unas condiciones de uso sostenible como hábitats para aves y mamíferos tanto arbóreos como terres-
cería y pesca eran los mayores. Sin embargo, al cruzar esta instrumento para combatir la pobreza y lograr un desarro- Moure y Etter (2001) identifican modalidades de cacería de tres, como la pavas (Penelope jacquacu), tucán (Ramphastos
información con estudios biológicos no se veía un patrón llo adecuado, garantizando que todos los actores que ad- subsistencia en Colombia, afirmando que cuatro están pre- sp.), paujil (Crax sp.) picure, (Dasyprocta fuliginosa), cachi-
que respaldara esto; por otro lado, al hacer una evaluación ministran y usan los recursos tomen parte activa de este sentes en el Orinoco. Las modalidades varían entre sí por camo (Dasypus kappleri), lapa (Agouti paca), oso palmero
socio-económica se encontró que el esfuerzo de cazadores proceso. la dependencia que hay hacia la fuente de carne que provee (Tamandua tetradactyla), venado (Mazama americana) y
y pescadores aumentaba en respuesta a las festividades de la cacería. De esta manera, si para los indígenas cazadores- mico de noche (Aotus sp.), entre otros. El cachicamo (Das-
diciembre y la necesidad de útiles escolares y uniformes El presente caso de estudio no pretende ser un análisis ex- recolectores es la principal fuente, para los colonos y cam- ypus novemcintus), el picure (Dasyprocta sp.) y el báquiro
para sus hijos. Esto ponía de manifiesto que el relaciona- haustivo del estado del arte sobre cacería y uso de fauna en pesinos ésta solo complementa su dieta. En el caso cultural (Pecari tajacu) son especies que se adaptan en cierto grado
miento tradicional con la fauna se iba modelando por las Colombia, pero si presenta la situación general en la Ori- también existe una diferenciación en cuanto a la importan- a las modificaciones antrópicas del paisaje por lo cual se
economías de la región. De manera similar, se ha identifi- noquia, por lo que se ilustran diversos procesos a través de cia de la cacería; para los indígenas define roles de género pueden encontrar en la transición entre conucos y bosques.
cado la importancia de hábitats estratégicos para garantizar casos de estudio en los que existe información disponible. (el papel masculino) y muestra su presencia en el territorio, Algunos otros animales que también son objeto de caza en
la permanencia de fauna como son los salados, pero hasta en contraste para las comunidades no indígenas, la cacería esta región, corresponden a la tortuga arrau (Podocnemis
la fecha los esfuerzos de conservación han sido muy inci- tiene una baja valoración cultural y es una actividad de tipo expansa), la terecay (Podocnemis unifilis), venado sabanero
pientes. METODOLOGÍA transitorio determinada básicamente por la accesibilidad y (Odocoileus virginuanus), oso perezoso (Bradypus variega-
disponibilidad de la fauna culturalmente aceptada para el tus) y pato aguja (Anhinga anhinga). Este estudio, concluyó
Para el manejo de la fauna existen diversas variables que El análisis del uso de fauna para la Orinoquia colombiana, consumo. que los mamíferos corresponden al grupo que más aporta
deben ser tenidas en cuenta, y una de ellas es el compo- se basó en la revisión de literatura científica, reportes, te- biomasa a la actividad de cacería.
nente legal. En Colombia, la fauna terrestre está conside- sis de grado, capítulos de libros, entre otros, enfocados a la Indígenas
rada como un recurso protegido con legislación específica, cacería, el aprovechamiento de fauna por comunidades lo- Los espacios donde los indígenas capturan las especies que Usos de la fauna
pero en el caso de la fauna acuática, desafortunadamente cales y el tráfico de especies para presentar una evaluación Es de resaltar que los indígenas han dejado de lado muchos
aprovechan pueden estar asociados a cuerpos de agua o a
ha sido definida más como un recurso hidrobiológico, cuyo preliminar. Esto último se abordó a través de una revisión de los usos que le daban a ciertas especies en el pasado ya
zonas de tierra firme y dependen de la estacionalidad de
manejo depende más de instancias del orden pesquero que de información de incautaciones de fauna por parte de la que las creencias han variado con el pasar del tiempo. La
las lluvias. En los bosques inundables es posible encontrar
del propio Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Policía Nacional, además de datos de las Corporaciones abstinencia a ciertas carnes que no eran aceptadas social-
reptiles como el morrocoy (Chelonoidis denticulata), el ca-
Territorial. Este divorcio conceptual ha generado inconsis- Autónomas. mente, en la actualidad son consumidas por adultos y jóve-
chire (Paleosuchus palpebrosus), monos como Cebus ape-
tencias en el manejo de los recursos faunísticos del país a lo nes. También se tejen una serie de creencias alrededor de lo
lla y Alouata seniculus, fauna acuática y también aves que
largo del tiempo. Igualmente, vinculado al tema legal, está El capítulo se divide en tres secciones: la primera, sobre que una mujer embarazada y su pareja no deben comer. Por
sirven para la consecución de proteína (Ayres et al. 1997,
el tráfico de especies, que en Colombia presenta cifras muy cacería de fauna por comunidades indígenas y llaneras; la otro lado, hay especies que no se capturaban en el pasado
Rodríguez 2006). La zona de tierra firme es la que habitan
preocupantes, en término de animales sacados ilegalmente segunda, enfocada a casos de estudio de especies con alta pero debido a factores de tipo económico hoy en día son
las comunidades y donde poseen conucos (sistemas de pro-
del país, decomisos e inversión económica del Estado por presión de caza como el chigüiro, las tortugas del género utilizadas (Vanegas 2006). Rodríguez (2006) identificó que
ducción de mínima utilización de insumos implementados
frenar este flagelo (Gómez 1997, Trujillo 2009, Cruz-Antía Podocnemis y los manatíes (Trichechus manatus); y la últi- la evangelización tuvo una fuerte influencia en los usos que
y Gómez 2010). por indígenas y campesinos), en éstas zonas se produce los indígenas le dan a la fauna silvestre en cuanto a la me-
ma, que analiza el tráfico de especies en la región. Las espe- una mayor extracción de medianos y pequeños mamíferos
cies seleccionadas en la segunda parte se abordaron por su dicina, el simbolismo y las propiedades mágicas de ciertos
Ante esta situación, el Gobierno colombiano ha promovido como danta (Tapirus terrestris), lapa (Agouti paca), venado subproductos de los animales, suprimiendo muchas de sus
nivel de amenaza y por la disponibilidad de información. (Mazama americana), venado sabanero (Odocoileus virgi-
vedas, ha generado normativas, e incluso ha apoyado pro- manifestaciones culturales. Actualmente, los usos predo-
cesos locales basados en acuerdos de conservación. Entre nianus), picure (Dasyprocta fuliginosa) y báquiro (Tayassu minantes corresponden a la alimentación, la comercializa-
estos últimos sobresalen las iniciativas de ONGs, Parques pecari). Dentro de ésta zona de tierra firme están los ras- ción, el intercambio y regalo, el control y la tenencia como
Nacionales y Resguardos Indígenas alrededor del manejo RESULTADOS trojos (lugar donde hubo conuco y se está dando sucesión mascota (Robinson y Bodmer 1999, Ojasti 2000).
de la tortuga charapa en el medio Caquetá (Hildebrand vegetal) que son muy importantes en la dinámica de los
y Peñuela 1994, Monje y Martínez 2008). Desde enton- Cacería de fauna por comunidades locales ecosistemas por ser espacios en regeneración que ofrecen Alimentación
ces existe un número interesante de esfuerzos dirigidos a (indígenas y llaneros) alimento para la fauna silvestre. Se prefieren animales que tengan un buen tamaño que pue-
diversos grupos de fauna, muchos de ellos acompañados La cacería es una de las actividades más antiguas del ser hu- dan ser consumidos por varias personas, entre los cuales
igualmente por las Corporaciones Regionales, pero que mano y que junto con la agricultura contribuyeron a con- No son muy numerosos los estudios que hay sobre cace- están la lapa (Agouti paca) y el báquiro (Pecari tajacu) (Ro-
de alguna manera siguen sin consolidarse de manera de- solidar asentamientos humanos en muchos lugares del pla- ría en el Orinoco colombiano, e igualmente no existe una dríguez 2006). Los reptiles también tienen un papel impor-
finitiva. Esto genera una disyuntiva seria, ya que es preci- neta. En muchos países, la transformación y deterioro de aproximación metodológica equivalente entre ellos. Algu- tante, especialmente las tortugas del género Podocnemis.
so realizar un ejercicio serio que permita reflexionar sobre los ecosistemas sumados a un aumento poblacional severo, nos miden la importancia de una especie en términos de Rodríguez (2006) reporta que algunas otras especies que
el uso de fauna en el país, evaluar los vacíos normativos y hicieron que esta actividad fuera desapareciendo y dando porcentaje de captura y otros de manera cualitativa por la son cazadas para consumo por los indígenas Curripaco de
recoger lecciones aprendidas tanto buenas como malas de paso a la domesticación de animales como fuente de pro- percepción de los cazadores sobre si una especie es abun- la Selva del Matavén son: Tapirus terrestris, Mazama goua-
los procesos adelantados, todo esto dentro del marco del teína. Sin embargo, se sabe que al menos en 62 países del dante o no. zoubira, Odocoileus virginianus, Hydrochaeris hydrochaeris,
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Lagothrix lagothricha, Priodontes maximus, Panthera onca Las jornadas de cacería son llevadas a cabo casi exclusiva- Tabla 1. Descripción de algunas prácticas de cacería llevadas a cabo por comunidades indígenas del Orinoco en Colombia.
y Saimiri sciureus, entre otras. mente por hombres, las mujeres por su parte son las encar-
gadas de “arreglar” las presas cuando los hombres las llevan
Comercialización a la casa. Si el cazador no captura la presa de su preferencia GRUPO INDÍGENA ALGUNAS CARACTERÍSTICAS ACTIVIDAD DE CACERÍA
Es una de las pocas actividades donde los indígenas pue- opta por otras o por ir a pescar en el caso que fracase en la Achagua La cacería se ve limitada por las restricciones de los hatos ganaderos, sin embargo en las épocas
den involucrarse en mercados locales para obtener ingresos jornada, ya que en lo más posible no se debe volver con las de cacería se pueden obtener chigüiros (Hydrochaeris hydrochaeris), cachirres (Paleosuchus
monetarios que sirven para suplir algunas de las necesida- manos vacías a la casa. palpebrosus y P. trigonatus), armadillos (Dasypus sabanicola), lapas (Agouti paca) y pavas
des básicas, por ejemplo de los productos de la pesca or- (Mothocrax urumutum).
namental y de la captura de algunos reptiles dentro de los Como técnicas de cacería se hacen caminatas para buscar Betoye En la actualidad cazan ratones de agua (Chironectes minumus), picures (Dasyprocta fuliginosa y
cuales está el cabezón (Peltocephalus dumerilianus). animales por medio de seguimiento de huellas, rastros que D. punctata), micos araguatos (Alouatta seniculus) y ardillas (Sciurus igniventris).
han dejado al alimentarse, dormideros, ruidos, entre otros. Kuiba Utilizan perros para llevar a cabo las faenas de cacería. Algunas de las especies consumidas
Intercambio y regalo También se usan linternas para alumbrar a los ojos de las corresponden a tortugas (Podocnemis expanda), armadillos (Dasypus sabanicola), picures
Se da cuando hay celebraciones religiosas, si se quiere con- presas, se espera pacientemente a que las presas lleguen a (Dasyprocta punctata y D. fuliginosa), chigüiros (Hydrochaeris hyrdochaeris) e iguanas (Iguana
vidar de los productos de la cacería, en el caso que se haya sitios comunes para ellas, se imitan sonidos, se usa la asfixia iguana).
colaborado en alguna manera en la faena de caza y al tran- (con humo o agua) y se utilizan trampas para mamíferos y Guayabero De manera diaria se cazan tortugas (Podocnemis expansa), monos (Lagothrix lagothricha),
sarse por otros bienes o servicios (Ojasti 1993, 2000). reptiles. Los perros juegan un rol importante en las faenas cachirres (Paleosuchus trigonatus y P. palpebrosus) e iguanas (Iguana iguana).
de cacería debido a que son una gran ayuda para acechar las
Control Hitnu Usualmente cazan chácharo (Tayassu pecari), picure (Dasyprocta punctata y D. fuliginosa) y
presas, acorralarlas y en algunos casos darles muerte, que danta (Tapirus terrestris).
Se procura eliminar a los individuos que representan una en su mayoría son de porte mediano. En cuanto a las ar-
amenaza para los intereses de los indígenas, para que no tes de cacería que usan los indígenas, la escopeta es una de Kurripaco Los mamíferos más consumidos son el chigüiro (Hydrochaeris hyrdochaeris), el cafuche (Tayassu
causen daño a animales domésticos ni atenten en contra de pecari), la danta (Tapirus terrestris), el venado (Odocoileus virginianus y Mazama americana) y
las predilectas ya que permite que la jornada de cacería sea
su seguridad como en el caso de los felinos. monos (Cebus albifrons, Aoluatta seniculus, Lagothrix lagothrica, Saimiri sciureus).
más exitosa, reduciendo también el esfuerzo que invierte el
cazador, desplazando el uso de armas tradicionales como Sáliva Con frecuencia se cazan cafuches (Tayassu pecari), venados (Odocoileus virginianus y Mazama
Tenencia como mascota las flechas y la cerbatana. También se usan arpón y anzuelos americana) y saíno (Tayassu tajacu) y algunas tortugas como (Podocnemis expanda y P. unifilis).
Es una práctica que se da entre las comunidades indíge- para captura de reptiles, así como machete, arco, flechas y La escopeta es la principal herramienta para cazar, pero aún se usan el arco y la flecha.
nas del Orinoco especialmente de crías o juveniles; entre palos (Jiménez 2004, Plata 2006, Rodríguez 2006, Vanegas Sikuani Se sabe que usan los animales cazados con fines alimenticios y mágico-religiosos, de acuerdo con
las especies predilectas están los monos araguato (Aloutta 2006). un calendario estacional. Entre los animales que cazan se encuentran cafuches (Tayassu pecari),
seniculus) y mico de noche (Aotus sp.), el oso perezoso dantas (Tapirus terrestris), lapas (Agouti paca) y armadillos (Dasypus sabanicola).
(Bradypus variegatus), las tortugas morrocoy (Chelonoidis A continuación se describen algunas características de la U’wa Con la presión de los recursos y del territorio, y la colonización, la caza disminuyó. Esta se llevaba
denticulata) e incluso nutrias gigantes (Pteronura brasi- actividad cacería llevada a cabo por algunos grupos indí- a cabo con trampas de cabuya, escopeta y flechas. Aún es común que se capturen el armadillo
liensis) (Baptiste et al. 2002, Nassar-Montoya 2000, Trujillo genas de la Orinoquia colombiana, con base en la informa- (Dasypus sabanicola), el paujil (Pauxi pauxi) y la gallineta de monte (Crytarellus ondulatus).
2009, Cruz-Antia y Gómez 2010). ción suministrada por Sánchez (2007).
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E. Iraba F. Trujillo
Figura 1. Cazador de jaguares en la época de las pieles. Ruperto Herrera. Retoque color Julio García Robles Figura 2. Aprovechamiento de tortugas por comunidades indígenas. Foto: F. Trujillo.
ANÁLISIS DE USO SOBRE FAUNA sobre el estado del conocimiento y distribución de los Tes- Desde entonces, las poblaciones se han reducido dramáti- lar de amenaza. Las tallas reportadas de captura en ambas
tudinata en Colombia, el establecimiento de varias vedas camente hasta el punto de sólo ser viables en determinados especies sugieren que se está cazando principalmente in-
ACUÁTICA Y TERRESTRE EN LA para las tortugas y recomendaciones en cuanto a la pro- ríos de la Amazonia y la Orinoquia. dividuos juveniles, y que no se está logrando un “stock” de
ORINOQUIA tección y estudio de las áreas de anidamiento importantes animales adultos y sexualmente maduros (Hernández y
(Bermúdez-Romero et al. 2010, García-Mora et al. 2008; Las artes de caza incluyen trampas, anzuelos, arpones, fle- Espín 2006).
Basados en la disposición de información, se presenta una Hildebrand et al. 1997, Trujillo et al. 2008). chas y más recientemente mallas (Trujillo et al. 2008). El
evaluación sobre el impacto de la cacería en tres grupos de tamaño y el número de huevos de la tortuga Arrau (70-140) Una situación similar se reporta en la Orinoquia venezo-
fauna de la Orinoquia: tortugas, manatíes y chigüiros. Uso han hecho que esta especie sea particularmente aprove- lana, en donde en 1989, el Ministerio de Ambiente y de
Las tortuga Arrau (Podocnemis expansa) y la terecay (P. chada (Alderton 1988), y que se reporten más de 18 usos: los Recursos Naturales (MARN) y Profauna, lideraron la
Tortugas del género Podocnemis unifilis) son las especies más apetecidas de tortugas en la alimenticio (carne, huevos), medicinal (grasa), combusti- creación de un refugio de fauna silvestre y una zona pro-
La información relacionada con el uso y aprovechamiento región, debido a su tamaño y muchos años atrás por su ble (grasa), ornamental (huesos y caparazón), entre otros tectora para la tortuga Arrau, que incluyó un programa de
de quelonios se remonta a los siglos XVIII y XIX, a tra- abundancia (Matheus 1879). Constituyen una de las fuen- (Castaño-Mora 2002, Moll y Moll, 2004, Pritchard y Tre- manejo de nidos de tortugas del género Podocnemis, y que
vés de relatos de misioneros y escritores de la época, donde tes de proteína más importantes para los habitantes ribe- bbau 1984). ha contribuido con la liberación de unos 45.000 neonatos al
se daban a conocer aspectos relacionados con la historia reños, asentados en ríos como el Meta, Guaviare, Arauca, año en el medio Orinoco (Hernández y Espín 2003, 2006).
natural de las especies y el estado poblacional de éstas, al Casanare y Orinoco (Figura 2). La eliminación de huevos por crecientes del río hacen que (Figura 3)
tiempo que narraban cómo este grupo de animales eran se estime que tan sólo el 5% de los neonatos sobreviven
usados como recurso alimenticio en las comunidades que Desde la época de los cronistas se hacen referencias a la (Ojasti 1993). A esto se suma la predación por parte de co- En Colombia se han reportado iniciativas similares en me-
habitaban los lugares en los que se distribuían. abundancia de estas especies, que en su momento susten- munidades humanas, que generalmente extraen todos los nor escala tanto en los ríos Meta y Bita como en Casanare,
taron una industria extractivista de millones de huevos co- huevos del nido, argumentando que una vez que se destapa lideradas por Corporinoquia y algunas ONGs (Fernández
Ya en el siglo XX, la adquisición de conocimientos acer- lectados en las playas del Orinoco y el Meta, y que eran los huevos se vuelven infértiles, creencia que no tiene nin- y Martínez 2005, Trujillo et al. 2008).
ca de las tortugas colombianas empezó a tener un enfoque utilizados para producir aceite que se enviaba en grandes guna validez (Martínez-Sánchez et al. 2004).
científico. Como fruto de dichos procesos investigativos, cantidades a Europa. Smith (1974) estimó que en los siglos El valor comercial de un individuo de charapa en merca-
se sentaron las bases de una política de manejo de recur- XVIII y XIX se exportaron cerca de 8.000 potes de aceite Debido a la presión de caza sobre la tortuga Arrau, y su dos locales oscila entre $15.000 y $50.000 según su tamaño,
sos naturales renovables y de protección para las tortugas de huevos de tortuga por año en Brasil, equivalentes a la drástica disminución poblacional, se reorientó el esfuerzo sin embargo su precio en el exterior como mascota puede
fluviales, además de la elaboración del primer diagnóstico eliminación del esfuerzo reproductivo de 400.000 hembras. de captura hacia la terecay generando una situación simi- ser hasta de US$150 dólares por individuo. El precio de una
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Figura 5. Manatíes reportados muertos en el área de confluencia de los ríos Meta y Orinoco 1980-2004, basado en entrevistas. Mo-
dificado de Castelblanco y Bermúdez (2004).
animales maduros sexualmente después de 5 años de edad década, en el país se han realizado una gran cantidad de
Figura 4. Manatí cazado en el río Meta. Foto: F. Trujillo.
para las hembras y 7 para los machos, y en un período de estudios sobre el chigüiro debido a la creciente preocupa-
gestación de 13 meses con cuidado parental de mínimo dos ción por la disminución de las poblaciones silvestres y a la
años (Trujillo et al. 2006). necesidad de proponer soluciones viables al tráfico ilegal
entonces, sólo se ha mantenido un aprovechamiento basa- vez existieran menos cazadores de esta especie. No obs- (Aldana-Domínguez et al. 2003, 2004, Caro et al. 2005, Ló-
do en caza de subsistencia, que no ha sido documentado tante, la introducción de redes y trasmallos, provocó que Desde el punto de vista legal, la especie se encuentra prote- pez et al. 2002, 2006, Montenegro et al. 2006, Rodríguez et
adecuadamente. muchos animales comenzarán a ser capturados de manera gida por la Resolución 574 de 1969 que establece una veda al. 2003). (Figura 6)
accidental, especialmente crías y juveniles (Castelblanco y completa de caza. El desacato de esta norma está penaliza-
En la Orinoquia, varios autores señalan que además del Bermúdez 2004). Actualmente, los sitios donde se reporta do con 2 a 5 años de prisión y una multa de hasta 10.000 Uso
consumo de carne, la especie es usada con fines medicina- más cacería de esta especie corresponden a la parte baja del salarios mínimos (Ley 599 del Código Penal 2000). Los chigüiros han sido criados en cautiverio y cazados di-
les (Trujillo et al. 2010b). Mondolfi y Müller (1979) repor- río Meta y el Orinoco, donde Castelblanco y colaboradores rectamente en el medio natural. La cría en cautiverio no ha
tan el uso de partes del animal en el Delta Amacuro para (2009) realizaron una evaluación en la que se obtuvieron Propuestas de manejo mostrado buenos resultados, debido a la elevada mortali-
curar asma, artritis, heridas y úlceras. Igualmente reportan 870 observaciones de manatíes a lo largo de más de mil ho- Se requiere identificar de manera robusta donde se encuen- dad de los animales producto del incremento en el com-
el empleo de polvo de huesos de las costillas para el control ras de esfuerzo entre el 2001 y el 2005. Estos autores, basa- tran aún relictos poblacionales de esta especie y promover portamiento agresivo, y a los deficientes resultados costo-
del flujo menstrual (Correa-Viana et al. 1990, Correa-Via- dos en entrevistas, consolidaron 90 registros de manatíes iniciativas para investigación y conservación. Entre las pri- beneficio, relacionados con la gran inversión económica
na y O’Shea 1992). En la cultura Wuarauno, Wilbert, (1970) muertos entre 1980 y el 2004 (Figura 5) meras se sugiere evaluación de disponibilidad de alimento, que se requiere para el inicio de un proyecto de zoocría
sostiene que esta especie era de importancia religiosa, y que y seguimiento por telemetría para establecer áreas claves (Ramírez-Perilla 1992). Sin embargo, existen algunas expe-
muchas casas conservan el esternón de este animal como A lo largo del río Meta esta especie se ha reducido de mane- de conservación. Dentro de los esfuerzos de protección, riencias exitosas de esta actividad “en el patio de la casa”,
un símbolo de buena suerte y salud. En la Orinoquia co- ra importante, con registros ocasionales para el río Mana- se deben realizar procesos educativos que desestimulen donde los campesinos mantienen unos pocos animales en
lombiana no se han encontrado simbologías similares, y el cacías, Casanare y Cravo Norte. La cacería de esta especie la caza de esta especie, y en las áreas donde hayan grupos encierros para el autoconsumo (Coral 2004).
uso de los animales se restringe principalmente al consumo se reporta de manera muy ocasional desde La Primavera importantes de manatíes, generar mecanismos para evitar
de carne y uso de partes de su cuerpo con carácter medici- aguas abajo hasta el río Orinoco. incedentalidad por redes de pesca. La caza directa en el medio natural se ha realizado en las sa-
nal (Bermúdez 2003). banas inundables de la Orinoquia para la comercialización
Dado que la cacería por arpón desapareció casi por com- Chigüiros (Hydrochoerus hydrochaeris) legal e ilegal de carne seca y salada hacia Venezuela. La caza
La forma de captura de estos animales fue tradicionalmen- pleto, el uso de mallas se convierte en la principal amena- El chigüiro es el roedor más grande del mundo y es caza- furtiva de las poblaciones silvestres ha causado su dismi-
te el arpón, y es de esta forma que existieron pescadores za para esta especie, especialmente durante el período de do por la calidad de su carne y cuero. En la Orinoquía co- nución y en algunos casos, extinciones locales (Hernández
dedicados exclusivamente a esta técnica. Sin embargo, el aguas altas, que es cuando se incrementa su uso. La cacería lombiana, el chigüiro alcanza densidades elevadas en zonas et al. 1983). La cacería de chigüiro en esta zona del país se
bajo número de animales fue generando que esta práctica de esta especie no es sostenible debido a su bajo número donde se encuentra el hábitat apto y donde las poblacio- ha favorecido debido a la demanda de carne en Venezuela
se abandonara en la década de los años ochenta, y que cada poblacional, y a su estrategia reproductiva que se basa en nes han sido protegidas de la caza ilegal. Durante la última principalmente durante la Semana Santa, a la abundancia
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derena permitieron la caza de especímenes de fauna silves- la sostenibilidad del aprovechamiento, y que justificaran la
tre con fines de fomento en zoocriaderos. El programa de cantidad de animales que eran permitidos cazar. Adicional-
zoocría de chigüiro se estableció bajo las modalidades de mente los zoocriaderos legales sirvieron de “fachada” para
zoocría intensiva y semiextensiva. El sistema intensivo per- legalizar la cacería realizada en forma ilegal.
mitía capturar máximo 1.000 individuos silvestres como
pie de cría que debían ser mantenidos en altas densidades En el año 2000 se promulgó la Ley 611 donde se estableció
en encierros o jaulas. Por su parte, el sistema semiextensivo que el aprovechamiento de la fauna y de sus productos se
establecía el aprovechamiento de la producción obtenida a puede efectuar a través de la cosecha directa del medio y
partir de máximo 15.000 ejemplares capturados del medio de zoocría en ciclo cerrado y/o abierto. Los zoocriaderos
natural. En el segundo caso, la población debía permane- abiertos se establecen a partir de la captura periódica en
cer en un determinado predio gracias al mejoramiento el medio silvestre de individuos en cualquier fase del ci-
ambiental y a la protección que el propietario de las tie- clo biológico. Estos se incorporan en el zoocriadero hasta
rras ejercía. Esta segunda modalidad solo fue permitida en llevarlos a una fase de desarrollo que permita su aprove-
la Orinoquia. Bajo el sistema de zoocría semiextensiva se chamiento final. Por su parte, los zoocriaderos cerrados se
permitió el aprovechamiento de chigüiro del medio natural inician con un pie parental obtenido del medio silvestre o
con fines comerciales. Durante 1990 y 2001 se comercia- de cualquier otro sistema de manejo de fauna. A partir del
lizaron legalmente 135.642 individuos provenientes de la pie parental se desarrollan todas las fases del ciclo biológico
región de la Orinoquia, específicamente de los hatos de El para obtener los especímenes a aprovechar” (Texto extraído
Canadá (Arauca), La Aurora y La Prevención (Casanare). de Aldana-Domínguez et al. en prensa).
La carne fue comercializada principalmente en Venezuela
(Figura 7). En el 2003 Corporinoquia autorizó la caza de 6.800 chi-
Figura 6. Ejemplar de chigüiro en las sabanas inundables de Casanare. Foto: F. Trujillo. güiros en el municipio de Paz de Ariporo bajo la figura de
Los permisos de “zoocría” de chigüiro solo estaban dispo- aprovechamiento en zoocriaderos abiertos, con el propó-
nibles para la especie H. hydrochaeris en la región de la Ori- sito de exportar la carne a Venezuela. Sin embargo, en ese
noquia. La cuota de aprovechamiento se calculaba como momento las normas para permitir este tipo de exporta-
de chigüiros y a los limitados controles de las autoridades animales cazados sean hembras, lo cual puede afectar ne- un porcentaje (entre el 30-20%), de la población estimada a ción estaban aún en proceso de formulación y la carne no
en Colombia y Venezuela. gativamente las tasas de natalidad y hacer insostenible el partir de un conteo directo de los animales realizado por la pudo ser comercializada. Los usuarios se vieron afectados
aprovechamiento (Payan 2007). autoridad ambiental. Sin embargo no se tenía una metodo- económicamente pues tuvieron que vender la carne en Yo-
A pesar de que la mayoría de la demanda de carne de chi- logía estandarizada que permitiera hacer un seguimiento a pal y los pueblos cercanos a un valor de $4.000/kg en lugar
güiro se encuentra en Venezuela, en el interior del país En la actualidad la caza ilegal constituye la principal ame-
también existe un comercio ilegal. Tan solo en Bogotá hay naza para los chigüiros. Sin embargo, la transformación del
al menos 15 restaurantes típicos del Llano que anuncian la hábitat del chigüiro para el desarrollo de cultivos de arroz
venta de carne de chigüiro. La carne que se vende en estos y especies forestales también constituye una amenaza, así
sitios proviene de poblaciones silvestres que son cazadas como las dificultades para la legalización de la caza comer-
ilegalmente. cial. A pesar de esto, en los últimos años se han dado gran-
des avances en la legislación y normatividad y se espera que
En algunas zonas de los llanos de Colombia, la gran abun- el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territo-
dancia de chigüiros hizo que los dueños de los hatos los rial pueda implementar en los próximos años las normas
consideran como una plaga que compite con el ganado por que se encuentran en proceso de desarrollo.
agua y pastos, en la época seca. Esto estimuló el aprovecha-
miento irracional y sin ningún control del chigüiro, como En el Casanare los dueños de los hatos ganaderos donde
una estrategia para disminuir la competencia (Aldana-Do- se encuentran poblaciones silvestres de chigüiros, se han
mínguez y Ladino 2006). organizado en cinco asociaciones de “criadores” de chigüi-
ro, quienes han querido legalizar las actividades de explota-
Las actividades de caza para el comercio ilegal de carne se ción de chigüiro bajo la modalidad de caza comercial. Las
conocen localmente como “chigüiranzas” y ocurren du- asociaciones han participado en el proceso de formulación
rante la época seca (enero, febrero y marzo). El método de la normatividad y han ejercido una presión constante
de caza empleado es selectivo en cuanto al tamaño de los para que ésta sea implementada.
individuos, pues se prefieren los animales adultos a los ju-
veniles. Sin embargo no permite diferenciar entre hembras El uso legal del chigüiro se ha dado mediante diversas figu- Figura 7. Número de animales cazados legalmente en los “zoocriaderos” La Prevención, La Aurora y El Canadá entre 1990 y 2001.
y machos; esto ocasiona que alrededor de la mitad de los ras jurídicas. En 1985 el Ministerio de Agricultura y el In- Fuente: López et al. (2002), que reportan los expedientes AO1, AO-05 y A63 del Ministerio del Medio Ambiente.
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USO Y MANEJO DE LA FAUNA SILVESTRE EN LA BIODIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL ORINOCO:
ORINOQUIA COLOMBIANA: CACERIA Y IDENTIFICACIÓN DE PRIORIDADES, AMENAZAS Y
TRÁFICO DE ESPECIES OPORTUNIDADES PARA LA CONSERVACIÓN
E. Iraba F. Trujillo
de ganar $16.000/kg en el mercado venezolano (El Tiempo do en la formulación de la normatividad específica para los estimativos poblacionales muy altos al extrapolar los dología estandarizada, que permitirá tomar las decisiones
2003). garantizar que la carne proveniente de chigüiros sea apta resultados de poblaciones altamente agregadas en hábitats de aprovechamiento. También está prevista la verificación y
para el consumo humano y por tanto pueda ser exportada. específicos a áreas más grandes. análisis de ésta información por parte de la autoridad am-
Con el fin de regular el aprovechamiento de chigüiro con En este sentido, el Ministro de la Protección Social (MPS) biental para aprobar los cupos de aprovechamiento. Esta es
mayor claridad, y dado que se estaba permitiendo la caza formuló una resolución sobre los requisitos sanitarios y de Los estudios realizados en Arauca muestran altas densida- la base para realizar un manejo adaptativo basado en in-
comercial bajo el rótulo de “zoocriadero abierto”, se re- inocuidad de la carne de chigüiros destinada para el consu- des de chigüiros, pero esto no representa la situación típica formación.
glamentó la Ley 611 de 2000 por medio del decreto 4688 mo humano y las disposiciones para su beneficio, desposte, de la región. La situación de los chigüiros en Arauca es
de 2005. Se definió caza comercial como “la que se realiza almacenamiento, comercialización, expendio, transporte, muy preocupante pues la caza furtiva ha diezmado las po- No obstante, los estudios requeridos para hacer la evalua-
por personas naturales o jurídicas para obtener beneficio importación o exportación. blaciones y solo es posible encontrar grupos remanentes en ción de impacto ambiental son extensos y complejos y po-
económico”. Dentro de la caza comercial se incluyen las ac- áreas privadas donde no se permite la caza. drían desanimar a los usuarios a hacer el trámite legal para
tividades de captura de especímenes de la fauna silvestre, Los estudios sobre poblaciones de chigüiro se han desarro- acceder al permiso de caza. O tal y como ocurrió en el pa-
la recolección de los mismos o de sus productos, y su co- llado principalmente en la región de la Orinoquia en los En el Casanare se presentan dos situaciones. La primera sado, los usuarios sólo hacen un estudio que es copiado por
mercialización. En este decreto se dan las especificaciones departamentos de Arauca y Casanare. Estos estudios sur- ocurre en el norte de este departamento donde se ubica el los demás, desvirtuando la base del manejo adaptativo que
requieras para elaborar el estudio de impacto ambiental, gieron para evaluar el impacto de la caza ilegal y establecer municipio de Hato Corozal. Allí, debido a su cercanía con es la información. En este sentido, sería aconsejable revisar
requerido para acceder a la autorización de caza. los lineamientos para el aprovechamiento sostenible. Arauca, se presenta una alta incidencia de la caza ilegal de los requerimientos para el trámite de licencia ambiental y
chigüiros para su comercialización en Venezuela. Esto se definir cuáles son los indispensables para realizar el apro-
Los usuarios deben solicitar a la Corporación Autónoma En términos generales, para el chigüiro, se reportan densi- ve reflejado en las bajas densidades reportadas y en el com- vechamiento.
Regional una licencia ambiental en la cual detallan en el dades entre 0,1 individuos por hectárea (ind/ha) hasta 10 portamiento esquivo de los animales. La segunda situación
estudio de impacto ambiental la evaluación poblacional ind/ha (Tabla 2). se presenta en el municipio de Paz de Ariporo, donde las Es preciso recalcar que con base en los estudios poblacio-
para determinar la dinámica y estructura de ésta. Con base poblaciones de chigüiros son abundantes en la mayoría de nales realizados, no es posible extrapolar la información
de densidades poblacionales de un lugar a otro, pues éstas
en esta información y, luego de la corroboración en cam- Esta variación puede deberse a los diferentes métodos las zonas que han sido evaluadas. En esta región los due-
varían significativamente (Aldana-Domínguez y Ángel-
po por parte de Corporinoquia, se sugieren los cupos de empleados, a la extensión y calidad del hábitat apto para ños de las fincas ganaderas están interesados en aprovechar
Escobar 2007). Por esta razón, cada predio que vaya a reali-
aprovechamiento.. Los cupos de aprovechamiento se van la especie en cada zona y a la presión de cacería que his- legalmente el chigüiro y han favorecido a las poblaciones
zar actividades de caza comercial debe levantar sus propios
calculando con base en la información poblacional que se tóricamente ha soportado. La mayor densidad reportada mediante el control efectivo de la caza y el aumento de la
datos de campo sobre densidades y estructura poblacional.
levantará anualmente, haciendo el manejo adaptativo. fue establecida a partir del conteo de chigüiros utilizando disponibilidad de agua mediante la construcción de pozos
aerofotografía digital (Mulligan et al. 2007). Con esta meto- (Caro et al. 2005, Aldana-Domínguez y Ángel-Escobar
En este momento es necesario implementar las normas
De forma paralela a la formulación de la normatividad que dología se capturan imágenes donde aparecen los chigüiros 2007). formuladas para el aprovechamiento de chigüiros como
permite realizar la caza comercial, se ha venido trabajan- concentrados alrededor de los cuerpos de agua haciendo primer paso para dar inicio al proceso de manejo adapta-
En síntesis, el estatus poblacional del chigüiro es altamente tivo. Se tenía previsto que en el 2010 se autorizara la caza
variable pues depende de las condiciones del hábitat y de la comercial de chigüiro, pero esto aún no ha sido establecido.
Tabla 2. Datos de densidades de chigüiros en la Orinoquía. historia de cacería, haciendo que el manejo de cada pobla-
ción sea particular según su estatus. Así, en las áreas que Para el caso del chigüiro en el Casanare y Arauca el uso
Datos densidades cuentan con poblaciones grandes de chigüiros, es posible sostenible bajo la modalidad de caza comercial es la me-
Departamento Lugar Año Cita realizar un aprovechamiento legal y sostenible. Mientras jor opción de manejo de las poblaciones silvestres pues los
ind/ha
que en las zonas donde las poblaciones se encuentran muy incentivos para realizar un aprovechamiento insostenible
Arauca Caño Limón 0,3 – 1,7 1998-1999 Aldana-Domínguez . (2002)
diezmadas, se requiere propiciar su recuperación mediante e ilegal son muy altos, como lo demuestran los decomisos
Arauca Laguna Venero 4,06 – 7,1 1976-1978 Jorgenson (1986) la prohibición de caza y la conservación y el mejoramiento que todos los años se llevan a cabo en esta región del país.
Casanare Hato Corozal 1,06 2002-2003 Rodríguez . (2003) del hábitat a través de la construcción de pozos que man- El aprovechamiento ilegal ha causado la disminución de
tengan el agua durante la época seca (Aldana-Domínguez y varias poblaciones silvestres y extinciones locales, así que la
Casanare Hato Corozal 0,38 – 0,39 2004 Caro . (2005)
Ángel-Escobar 2007). legalización de la actividad, siguiendo la normatividad que
Casanare Hato Corozal 0,11 – 0,14 2003 Aldana-Domínguez y Ángel-Escobar (2007) acoge los lineamientos para el uso sostenible, constituye
Hato Corozal - Paz Propuestas de manejo una estrategia para la conservación de la especie en los ha-
Casanare 10 – 4,1 2003 Mulligan . (2007)
de Ariporo Los lineamientos para el uso del chigüiro se han venido tos ganaderos. Adicionalmente, la generación de beneficios
Casanare Orocué 1,38 2002-2003 Rodríguez (2003) desarrollando a lo largo de ocho años por medio de diver- económicos a partir de la caza del chigüiro permitirá darle
sos estudios sobre la especie, el ecosistema, el mercado y la un valor adicional a los ecosistemas de sabanas inundables
Casanare Paz de Ariporo 1,18 2002-2003 Rodríguez (2003) situación social, logrando la formulación de una normati- que podría ser superior a las ganancias obtenidas por me-
Casanare Paz de Ariporo 2,64 – 2,86 2004 López (2006) vidad específica que permite realizar la caza comercial de dio de otras actividades agropecuarias, como el cultivo de
Casanare Paz de Ariporo 6,21 – 6,44 2005 López (2006) chigüiros silvestres y la comercialización de la carne. arroz, que implican la transformación del hábitat.
Casanare Paz de Ariporo 4,80 – 5,93 2006 López (2006) Se ha previsto la generación de información poblacional de El proceso de obtención y monitoreo de la licencia ambien-
Casanare Paz de Ariporo 4,11 – 2,22 2003 Aldana-Domínguez y Ángel-Escobar (2007) la especie por parte de los usuarios siguiendo una meto- tal requiere de capacitación continua a los usuarios de chi-
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USO Y MANEJO DE LA FAUNA SILVESTRE EN LA BIODIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL ORINOCO:
ORINOQUIA COLOMBIANA: CACERIA Y IDENTIFICACIÓN DE PRIORIDADES, AMENAZAS Y
TRÁFICO DE ESPECIES OPORTUNIDADES PARA LA CONSERVACIÓN
E. Iraba F. Trujillo
güiro y a los funcionarios de las autoridades ambientales del país, representando tan sólo un 2,4% del total. A pesar de pesos colombianos en el mercado negro, incentivo sufi- valores muy altos en el 2009 cuando se decomisaron 1.803
involucradas en las metodologías para hacer las evaluacio- de la baja representación porcentual, estas cifras dan un es- ciente para cualquiera que desee traficar este animal desde animales sólo en este Departamento (Figura 9). De igual
nes poblacionales y analizar la información para la toma de timado de la problemática en la región, y permite asimismo los Llanos Orientales (Figura 8). forma, se puede ver que el Casanare ha tenido un número
decisiones. Finalmente es necesario avanzar, en la medida llegar a algunas conclusiones sobre las clases de animales más o menos considerable de incautaciones a lo largo de
de lo posible, en el trabajo conjunto con las autoridades ve- terrestres que más se están traficando recientemente (Tabla A lo largo de los seis años evaluados, el departamento que los años, con una tendencia al ascenso desde 2006, al igual
nezolanas para el control del tráfico ilegal de chigüiro, ya 3). más decomisos ha presentado es el Meta, con 3.906 indi- que Arauca, pero distinto al Vichada, que ha presentado en
que la especie se distribuye en las sabanas inundables de viduos, correspondientes al 46,45% de las incautaciones general pocas incautaciones, y una tendencia al descenso
los dos países. La distribución de las incautaciones muestra que los que totales de la región, cifra que parece estar influenciada por desde 2008.
sufren más el tráfico ilegal son los reptiles, de los que la Po-
licía Nacional ha decomisado 3.680 individuos, correspon-
dientes al 43,76% del total de incautaciones de la región. Le Tabla 3. Número de individuos decomisados por clase y departamento entre 2005 y 2010.
TRÁFICO DE FAUNA siguen las aves, con 3.293 individuos –el 39,16% del total-,
y los mamíferos, con 1.436 -17,08% del total-. Estos núme- Departamento Aves Mamíferos Reptiles Total por departamento
Otra modalidad de uso de la fauna es el comercio ilegal
ros indican que se estaría movilizando una cantidad más o
de la misma, ya sea a través de especímenes vivos o par- Arauca 557 340 444 1.341
menos equivalente entre aves y reptiles, mientras que los
tes de ellos. La Orinoquia colombiana es una región clave Casanare 860 543 820 2.223
mamíferos aparentemente no se verían tan afectados. El re-
para el tráfico ilegal de fauna silvestre, no sólo por la gran
sultado podría indicar que la preferencia principal de los Meta 1.589 458 1.859 3.906
biodiversidad que posee, sino también por las oportunida-
traficantes en la zona es la de comerciar reptiles y aves, tal Vichada 287 95 557 939
des con las que cuentan los traficantes a raíz de la falta de
vez debido a las facilidades de transporte de los mismos, o
control de las autoridades. En cifras del Área de Protección Totales por clase 3.293 1.436 3.680 8.409
a los precios a los que se venden en mercados nacionales e
Ambiental y Ecológica, de la Policía Nacional de Colombia,
internacionales. Al respecto, el periódico El Tiempo repor-
se han decomisado 8.409 animales entre 2005 y 2010, en
taba en el año 2007, luego de una entrevista con un policía
los departamentos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada.
ambiental de la región, que un ejemplar de guacamaya ban-
Este número, sin duda bastante alto, contrasta con los de-
dera (Ara macao) podía valer entre $900.000 y $1.000.000
comisos realizados para el mismo período en otras zonas
Figura 9. Incautaciones totales entre los años 2005 al 2010 de individuos pertenecientes a los grupos de aves, mamíferos y reptiles,
provenientes de la Orinoquia colombiana.
La importancia del Meta y Casanare se confirma en los mientras que las de Meta permanecieron casi estables, y las
casos de incautaciones de reptiles, mamíferos y aves. Los de Arauca aumentaron considerablemente de 2006 a 2009
datos de aves muestran un drástico descenso en estos de- (Figura 11). Las incautaciones de reptiles, por su parte,
partamentos entre 2005 a 2006, junto a un nuevo ascenso muestran un decomiso importante en Vichada, que tuvo
en 2009 (Figura 10). Esto parece indicar que en el 2005 y lugar en 2005 –de 456 reptiles-, y uno aún más grande en
2009 hubo un mayor esfuerzo de los traficantes para sacar Meta en 2009 -de 1370 reptiles-, lo que contrasta con un
animales de la región. El patrón para mamíferos es un poco comportamiento general más o menos estable de Casanare
diferente, ya que para 2005 Arauca tuvo incautaciones im- y Arauca, que no muestran puntajes tan significativos ni
Figura 8. Comunidades indígenas con fauna silvestre para la venta. Foto: F. Trujillo. portantes, que han venido disminuyendo desde entonces, variantes (Figura 12).
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E. Iraba F. Trujillo
Figura 10. Incautaciones de aves entre los años 2005 al 2010, provenientes de la Orinoquia Colombiana. Figura 12. Incautaciones de reptiles entre los años 2005 al 2010, provenientes de la Orinoquia Colombiana los datos se muestran en
escala logarítmica.
Tabla 4. Número de policías ambientales por departamento, área departamental, y área que cubre cada efectivo policial en el depar-
tamento, según datos de 2010-2011 de la Policía Nacional.
Estas cifras parecen indicar que lo que se ha decomisado es la lejanía a la que se encuentra de gran parte del territorio
tan sólo una mínima proporción del total que se esté tra- orinoquense, es de esperar que los resultados de liberación,
Figura 11. Incautaciones de mamíferos entre los años 2005 al 2010, provenientes de la Orinoquia Colombiana. ficando, pues los policías existentes no pueden dar abasto o de envío a terceros como zoológicos o tenedores privados
para cubrir toda el área que les corresponde y hacer los co- de fauna, de este CAV sean poco representativos del total
rrespondientes decomisos. de animales incautados.
Es importante resaltar que los datos de decomisos depen- un área de 259.890 km2, lo que en teoría significa 11.299,56 A esta difícil situación de control policial, hay que agregar Otra problemática concierne al destino de los animales que
den en gran medida de la efectividad policial, y sobre todo, km2 para cubrir por policía. La cifra es irrisoria, si se la que los pocos animales que son incautados tienen un desti- son incautados en el Meta, territorio bajo la supervisión
de la cantidad de policías ambientales por territorio. Según compara con ciudades como Medellín o Bucaramanga, que no incierto en la mayoría de ocasiones. Para toda la región de Cormacarena. A la fecha, esta corporación no cuenta
información suministrada por el Área de Protección Am- cuentan cada una con 23 y 21 policías ambientales, para de la Orinoquía, existe un sólo Centro de Atención y Valo- aún con CAV, por lo que se infiere que algunos son libe-
biental y Ecológica, de la Policía Nacional de Colombia, los un área muchísimo menor, o departamentos como Santan- ración de Fauna Silvestre (CAV), ubicado en Yopal, a cargo rados sin protocolos adecuados y otros dados en custodia
cuatro departamentos de la Orinoquía cuentan con apenas der, que disponen de un cuerpo policial ambiental de 43 de Corporinoquía. En teoría, este centro es el encargado de al Parque los Ocarros (problemática que suele ser frecuen-
23 policías ambientales, cuerpo policial especializado en efectivos, en un área también mucho menor a la de toda la disponer de todos los animales incautados en la jurisdic- te a nivel nacional (Baptiste-Ballera et al. 2002)). Algunos
hacer decomisos de fauna y otras tareas policivas medio- Orinoquía colombiana. ción de esta corporación, pero dada la cantidad de anima- de estos animales pueden terminar en el CAV de la CDA
ambientales (Tabla 4). Estos 23 policías tienen que cubrir les, la baja cantidad de policías ambientales, y sobre todo (si son incautados en el sur del Vichada), o incluso en el
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TRÁFICO DE ESPECIES OPORTUNIDADES PARA LA CONSERVACIÓN
E. Iraba F. Trujillo
CAV de la Secretaria de Ambiente de Bogotá. A pesar de grupos, podemos decir que son tanto extractores como coger sus presas. El aumento demográfico de las poblacio- delito por meses o años y mueren en cautiverio o las libera-
que alguno de estos dos centros pueda presentar buenos usufructuarios directos de la fauna silvestre, usándola con nes humanas hace inferir que la cacería no sea sostenible ciones ya no son viables.
resultados de liberación (por ejemplo, el CAV de la Secre- fines medicinales, y aún como mascotas. Incluso, durante la en la región, siguiendo el mismo proceso descrito para el
taria de Ambiente liberó 270 animales de la Orinoquía en década de los cuarentas y cincuentas y sesentas, los colonos neotropico (Robinson y Benett 2000). En pocos años más habrá que evaluar si Colombia sigue
2009 (Caracol Radio, 2009; http://www.caracol.com.co/ fueron los protagonistas del “tigrilleo” o caza de tigrillos, y siendo un país megadiverso con suficientes especies y bio-
nota.aspx?id=905454), no pueden dar abasto a la cantidad del tráfico masivo de pieles (Sánchez-Silva 2007). Así pues, Algunas especies son más vulnerables que otras, ya sea por masa para sustentar el uso y aprovechamiento de su fauna.
de animales que llegan de la región, y al mismo tiempo a este uso histórico se ha convertido en un incentivo para aprovechamiento masivo como en el caso de las tortugas,
los de su propia zona. Con base en esto, y lo anteriormente los traficantes, quienes aparte de aprovechar la situación chigüiros o venados, o por que tienen requerimientos de
mencionado sobre la limitada capacidad de la policía en la socioeconómica de estos grupos, han sabido expandir los hábitats exigentes y períodos largos de reproducción como BIBLIOGRAFÍA
región, se puede afirmar que tal y como lo señala la Con- usos de fauna –por ejemplo los del consumo de tortugas- en el caso de los manatíes.
traloría General de la República (2010), en la Orinoquía entre campesinos e indígenas. t Aldana-Domínguez, J., J. Forero-M, J. Betancur y J. Cavelier.
colombiana, al igual que en el resto del país, el tráfico ilegal Los ecosistemas naturales van desapareciendo a grandes 2002. Dinámica y estructura de la población de chigüiros (Hy-
de especies desborda las capacidades del Estado. Entre los grupos sociales que extraen fauna silvestre en pasos para ser sustituidos por monocultivos donde no hay drochaeris hydrochaeris: Rodentia, Hydrochaeridae) de Caño
la Orinoquía, hay que mencionar también a los militares, cabida para la presencia de fauna silvestre, especialmente Limón, Arauca, Colombia. Caldasia 24: 445-458.
t Aldana- Domínguez, J. y E. Ladino. 2006. El caso del chigüiro
Ahora bien, al igual que en otras regiones del país, las redes de los que se sabe compran o intercambian animales, es- de grandes y medianos mamíferos. A esto se suman los
(Hydrochoerus hydrochaeris). Pp 95-97. En: Plan de Acción
de tráfico ilegal dependen siempre de varios grupos huma- pecialmente felinos y serpientes. Allí, la fauna se convierte conflictos entre felinos y ganadería, que se basan más en en Biodiversidad de la cuenca del Orinoco-Colombia/2005-
nos locales, que tienen amplio conocimiento sobre los ani- no sólo en mascota, sino también en símbolo de poder, ya percepciones erradas que en datos concretos de pérdidas 2015-Propuesta técnica (Correa, H. D., S. L. Ruiz, y L. M. Aré-
males con los que conviven, y terminan por extraerlos para que al intentar tener un animal poderoso, están queriendo económicas, que requieren con urgencia un análisis deta- valo, eds). Corporinoquia, Cormacarena, IAvH, Unitrópico,
el mercado ilegal. Debido a la preocupante situación de mostrar también una idea de virilidad y de “amansamiento” llado. Fundación Omacha, Fundación Horizonte Verde, Universidad
Javeriana, Unillanos, WWF-Colombia, GTZ-Colombia, Bogotá,
pobreza rural, muchos de esto grupos humanos acuden a de las bestias salvajes, que se complementa perfectamente
Colombia.
este tipo de actividades como solución temporal a sus pro- con su estatus social de militares. Es importante aclarar que Con base en todo lo anterior es fundamental mantener t Aldana- Domínguez, J., D. C. Ángel-Escobar, M. I. Vieira-Mu-
blemáticas económicas, no obstante que no reciben sino un este tipo de prácticas está prohibida dentro de las Fuerzas la integridad ecológica de grandes áreas geográficas en la ñoz, C. E. Payán., P. A. Lozada, G. Ramírez y G. Castro. 2004.
mínimo margen de ganancia sobre cada animal traficado Armadas, pero la falta de control o interés hace que sea una Orinoquia, y el funcionamiento de corredores biológicos Conservación y uso sostenible del chigüiro (Hydrochaeris hy-
(Baptiste-Ballera et al. 2002). actividad relativamente frecuente. para que pueda existir flujo de especies entre zonas. Esto es drochaeris) en el departamento del Casanare. Fase II. Informe
urgente y debe basarse en la ampliación de áreas protegidas final Convenio 043-2002. Instituto Alexander von Humboldt-
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Bo-
La región de la Orinoquía cuenta con una población de de orden nacional y regional, y fortalecer figuras como las gotá. Colombia. 295 p.
36.829 indígenas, dispersa en su mayoría en los 31.615 km2 CONCLUSIONES Y Reservas Privadas y Reservas Municipales. Es igualmente t Aldana- Domínguez, J., D. C. Ángel-Escobar, y M. I. Vieira-
de territorios indígenas, pertenecientes a 18 etnias distin- importante apoyar las Corporaciones Regionales en la im- Muñoz.. 2003. Evaluación del estado actual de las poblaciones
tas (Sánchez 2006). En términos generales, los indígenas RECOMENDACIONES plementación de Planes de acción con especies amenazadas silvestres de chigüiros (Hydrochaeris hydrochaeris) y los hábitat
tienen un uso adecuado de la fauna silvestre, de tal suerte con visiones de mediano y largo plazo, apoyadas por go- asociados en los municipios de Paz de Ariporo y Hato Coro-
El aprovechamiento de fauna en la Orinoquia es una prác- zal-departamento del Casanare. Fase I. Informe final. Instituto
que no la ven como un objeto que sólo sirve para el consu- biernos regionales y sectores productivos.
tica importante para muchas comunidades indígenas y lla- Alexander von Humboldt- Ministerio de Ambiente, Vivienda y
mo humano, sino dentro de redes simbólicas complejas, en Desarrollo Territorial Bogotá. Colombia. 168 p.
las que no existe distinción alguna entre persona y animal neras en la región. Los primeros dependen en gran medida Con las comunidades locales se debe trabajar la generación t Aldana- Domínguez, J., y D. C. Ángel-Escobar. 2007. Evaluación
(Sánchez-Silva 2007). No obstante, en algunos casos, han de la cacería y la pesca para obtener fuentes proteicas para de alternativas para la obtención de alimento, y la promo- del tamaño y densidad de poblaciones silvestres de chigüiros en
ido perdiendo y sustituyendo sus prácticas tradicionales su subsistencia, de lo que se deriva que requieran que las ción de acuerdos de conservación y manejo de fauna que el departamento del Casanare. Pp 33-48. En: Estudios sobre la
con el tiempo, básicamente debido al largo y complejo pro- poblaciones se mantengan en condiciones adecuadas para permita la recuperación de especies en su territorio. De la ecología del chigüiro (Hydrochoerus hydrochaeris), enfocados
que esta práctica sea sostenible en el tiempo. Como señala a su manejo y uso sostenible en Colombia (Aldana-Domínguez,
ceso de colonización y al cambio de valores que han experi- misma forma se debe propender por medidas de manejo J., M. I. Vieira-Muñoz, y D.C. Ángel-Escobar, eds.) Instituto
mentado a lo largo de muchas décadas. Este proceso ha he- Robinson y Bodmer (1999), muchas comunidades nativas basadas en modelos simples de sostenibilidad, tratando de Alexander von Humboldt. Bogotá D.C., Colombia.
cho posible que, entre otras cosas, empiecen a ver la fauna no pueden acceder a comprar carne de animales domés- estandarizar las variables empleadas. t Aldana-Domínguez J., Vieira-Muñoz M. I. y P. Bejarano (En
silvestre como un objeto comercial, el cual pueden vender ticos por limitaciones económicas. Desafortunadamente, prensa). Estado del conocimiento, conservación y uso del chi-
e intercambiar por víveres básicos, o incluso por servicios los pocos estudios y valoraciones existentes muestran un El análisis preliminar de tráfico de especies muestra que la güiro y el ponche en Colombia. En: José Roberto Moreira J. R.,
patrón de declinación poblacional de la fauna en la mayoría Ferraz K. M., Herrera E. A. y Macdonald D.W. Capybara: biolo-
como agua o electricidad. Las redes de traficantes aprove- región es importante para los traficantes y que el esfuerzo gy, use and conservation. Brasil.
chan también su gran conocimiento de la biodiversidad, de áreas pobladas de la región ocasionado en gran medida que hacen la Policía Nacional y las Corporaciones no es su- t Alderton, D. 1988. Turtles and tortoises of the World. Blandford
que usan para extraer todo tipo de especies en los diversos por un aumento demográfico y de demanda de carne de ficiente. Las leyes que castigan este tipo de delito son muy Press, Australia. 191 pp.
ecosistemas de los Llanos Orientales. monte, como también por la pérdida dramática de hábitats laxas y la mayoría de jueces de la nación no saben como fa- t Ayres, J., R. Barthem, D. Lima, A. Albernaz, R. Da Silveira, P.
poco intervenidos y de corredores biológicos. llar ante este tipo de delitos. La mayoría de las veces las es- Santo & H. Queiroz. 1997. Mamiraua: Un proyecto de preserva-
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Los campesinos y colonos presentan por su lado unos usos pecies incautadas mueren en penosas condiciones por falta
La cacería es cada vez más difícil para las comunidades in- São Paulo, v. 20, n. 118, p. 23-33.
bastante diferentes de la fauna silvestre, siendo un poco de recursos económicos para fortalecer los CAVs, limitada t Baptiste-Ballera, L. G., S. Hernández-Pérez, R. Polanco-Ochoa y
más lejanos de la idea cultural indígena del animal como dígenas, quienes deben desplazarse grandes distancias para capacidad técnica y la muy baja respuesta a liberar anima- M. P. Quiceno-Mesa. 2002. La Fauna Silvestre colombiana: una
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