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Lagrimitas PDF

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LAGRIMITAS

Luis Enrique Moreno, de 30 años, vivía con su


mujer Magali Moreno en una pieza del barrio
Santander.

Era payaso y trabajaba en los almacenes de


Armero y también animaba fiestas infantiles. El 13
de noviembre de 1985 llegó a las 10 de la noche
de animar una fiesta y se quitó el maquillaje, se
acostó cansado, y en las dos camas de la pieza
del payaso vivían el payaso y la mujer y los dos
hijos.

Vino la avalancha. Las aguas derribaron las paredes y "Sonrisal", el payaso ñaco y
desgarbado, alcanzó a tomar a los niños en los brazos y sólo volvió a tener
conciencia de lo que pasaba cuando se sintió sobre un lodazal con grandes rocas,
más abajo del Cerro de la cruz. Luis Enrique Moreno, "Sonrisal", permaneció hasta
el viernes por la tarde, cuando fue rescatado.

Pero en el anochecer del jueves, cuando el lodo que fue caliente al principio, se
convirtió en una masa helada, murió en sus brazos su hijo Luis Alfonso, de seis
años, y al día siguiente, el viernes al medio día, bajo un sol abrasante, murió de sed
la niña, Adriana, de tres años.

Entonces sólo entre una caja que fue el empaque de un calendario elécuico, Luis
Enrique Moreno trajo hasta Lérida el cadáver de su mujer y allí logró que el Alcalde
le regalara un ataúd. El 24 de diciembre fue el entierro. Entonces, los habitantes de
Lérida vieron un extraño cortejo. Luis Enrique Moreno había decidido ser payaso de
nuevo. Con pintura ordinaria se embadurnó la cara y con un camisón viejo elaboró
su traje de payaso.

Marchó adelante el cortejo. En aquellos días de tantos entierros uno más no hubiera
llamado la atención sino hubiera sido porque lo encabezaba un payaso triste y
desharrapado.

Como la vida no se detiene, cuando pasó el entierro decidió que tenía que seguir
siendo payaso. Pero en los pueblos y campos del norte del Tolima era tanto la
sombra y el peso de la muerte que nadie quería un payaso. Mucho menos uno que
se llamará "Sonrisal".

Por ello lo primero que hizo fue cambiarse de nombre. Se puso "Lagrimitas". Y
empezó el trabajo que ni siquiera soñó Garrik, el payaso del famoso poema. Como
si fuera en el Tolima el Charlot de Charles Chaplin, intentó la aventura humana de
hacer suscitar ciertas sonrisas con historias de tristeza.
Al principio viajaba hasta los campeonatos y albergues. Cuando llegaba, los
sobrevivientes lo recibían con odio, pues no entendían cómo alguien podía vestirse
de payaso y atreverse a llegar allí donde casi todos estaban vestidos de luto por
fuera y destrozados por dentro, pues cada familia había perdido un promedio de
cinco familiares en Armero.

Pero "Lagrimitas" se paraba junto a las carpas o en la entrada de las sórdidas


habitaciones donde se hacinaban los refugiados y comenzaba a hacer mimos,
lentos, profundos, y a decir ciertas bromas que apuntaban a lo que en el fondo era
lo que todos deseaban: haber muerto en la tragedia.

Después el payaso empezó a organizar los cumpleaños de los niños en los


campamentos. Para convencer a los padres que era necesario seguir adelante y
sonreírle a la vida, porque ya la muerte de los otros era un hecho irreversible,
organizó un álbum macabro pero de patética expresión de la tragedia.

Arriba estaban las fotos de su esposa Magali y sus dos hijos, y abajo la foto del
cadáver tal como lo había encontrado. Al ver los sobrevivientes que él estaba peor
que ellos, pues tenía que vestirse de payaso, no obstante haber perdido tanto en
Armero, entonces aceptaban que intentara hacerlos reír a ellos y a sus hijos.

De esta forma, comenzó a trasegar por el desolado norte del Tolima "Lagrímitas",
el que antes fue "Sonrisal" en Armero. Vivía también en los campamentos, en las
carpas.

Y en uno de estos campamentos conoció a Carmen Elisa Sierra. Ella había sido la
mujer de un albañil muerto en la avalancha, pero Carmen Elisa había logrado
sobrevivir con sus cuatro hijos, cuando por esos golpes de la suerte se logró trepar
con los cuatro niños sobre un armario que permaneció flotando dos días sobre una
laguna de aceite, proveniente del oleoducto destrozado por la avalancha.

No unidos por el amor sino por el espanto y la solidaridad en la tragedia,


simplemente decidieron juntarse. Los seis ahora viven en un salón de la escuela La
Francia, en Ibagué, junto a tres familias más.

El payaso sale a animar fiestas infantiles y sigue siendo un Charlot del Tolima que
no en cine, sino en la realidad, aguanta hambre con una mujer y cuatro niños y que
es capaz de hacer reír hablando de la muerte ¿no hubiera triunfado en Armero?.

Dice que fue la vida la que les quedó a él y los sobrevivientes. lo que los obliga a no
morir de tristeza. Sólo le falta un megáfono que no ha podido comprar porque cuesta
50 mil pesos para ser tal vez el único payaso del mundo que ha hecho de la muerte
una forma de vida.

Germán Santamaría El Tiempo, domingo 9 de noviembre de 1986


TALLER

1. Señalo la introducción, la complicación y el desenlace.


2. Escribo los personajes y sus cualidades.
3. Identifico el lugar y el tiempo de la acción.
4. Enumero los principales hechos que se narran.
5. Modifico la narración cambiando la situación relacionada con la búsqueda de su
esposa.

TAREA

1. Redacto una narración de una anécdota personal.

FORO

1. Redacto un desenlace diferente para la crónica “Lagrimitas”

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