Analisisa
Analisisa
Analisisa
Valentín Perezlindo
Valentín Perezlindo
Follow
Hace mucho que quiero escribir algo sobre BoJack Horseman, la serie animada de Netflix. Y
qué mejor momento para hacerlo que en vísperas del estreno de su quinta temporada, que
será el 14 de septiembre. Como no se me ocurría otra manera de redactar este artículo, decidí
escribir 10 razones por las cuales BoJack Horseman me parece una serie que vale la pena ver.
Quizás también atraigo a aquellos que no saben de qué o quién estoy hablando. Sin estirar el
prólogo, procedo a explicar las razones por las cuales introducirse en las aventuras de este
caballo antropomórfico me parece una buena idea:
BoJack Horseman es un caballo alcohólico, narcisista y depresivo. Fue actor y estrella de una
sítcom que brilló en los 90’s: Horsin’ Around. El cliché de serie de humor para toda la familia.
Después de eso, como le ocurrió, por ejemplo, a los actores de Friends, todo fue cuesta abajo.
Ya nada fue lo mismo. BoJack se pasó años y años desperdiciando su tiempo, rechazando
ofertas de trabajo y viendo los DVD’s de Horsin’ Around una y otra vez. La serie trata sobre
como, a través de la publicación de un libro con su biografía, la carrera de BoJack vuelve a
remontar. En temporadas siguientes tendrá la posibilidad de interpretar al personaje de su
vida, tocará el cielo y fracasará no una, sino varias veces. Todas sus amistades se romperán.
BoJack, en un momento, se quedará absolutamente solo. Saber qué rumbo le dará a su vida es
el eje central de la serie.
Por lo menos hay otros cuatro protagonistas relevantes en la serie. Hablamos de: Princess
Carolyn, una gata rosa, agente y ex amante de BoJack, quien se da cuenta que su obsesión por
el trabajo le está quitando tiempo para formar una familia, uno de sus máximos anhelos; Diane
Nguyen, escritora, feminista, de origen vietnamita, luchará durante toda la serie por encontrar
la felicidad, mientras su matrimonio se cae por un precipicio; Mr. Peanutbutter, un perro
labrador, esposo de Diane y el lado más optimista y alegre de todo el universo BoJack
Horseman; y por último Todd Chávez, de 24 años, mejor amigo de BoJack y algo holgazán, que
a pesar de tener alma de niño e ideas de negocio alocadas, su vida es mucho más interesante
de lo que parece. Con el correr de los episodios, todos los personajes desarrollan su
personalidad y conocemos más de ellos. Es inevitable sentir simpatía por todos.
3. Porque, aunque jamás mencionan la palabra, habla sobre “depresión”:
BoJack está sumido en la depresión. Cuando no encuentra la manera de olvidar sus problemas,
come una pizza con calmantes, se duerme a sí mismo con cloroformo o directamente se
embriaga/droga hasta perder la conciencia. Y si ninguna de esas cosas funciona, se sube al
auto y escapa de Los Ángeles. En un momento, llegamos a temer lo peor para BoJack. Uno de
los episodios de la 4° temporada es maravilloso porque escuchamos todo el tiempo sus
pensamientos auto destructivos: “Stupid Piece of Shit”. BoJack se culpabiliza todo el tiempo
por sus actos pasados y presentes, en un círculo vicioso que no lo deja en paz ni siquiera
cuando se sienta a comer galletas. Aunque el que peor la pasa es él, muchos de los
protagonistas de la serie pasan por etapas de angustia y tristeza.
5. Por su realismo:
La mayoría de las veces las ficciones tienen finales felices, incluso hasta forzosamente felices.
Las historias tienen que cerrar bien. Todavía no sabemos como acabarán las aventuras de
BoJack y sus amigos, pero hemos visto que muchas de las situaciones de la serie no se
resuelven de una manera “feliz”. Los personajes no perdonan fácilmente. Hay rencor,
desilusión, sueños rotos… Vidas destrozadas. Porque así es la vida, al fin y al cabo. No es
perfecta como en las ficciones. Y BoJack Horseman la muestra tal cual como es. No es como
Horsin’ Around (la sítcom de fantasía de BoJack), donde cada capítulo tenía un desenlace feliz.
Acá hay episodios muy oscuros.
A pesar de todo lo dicho, BoJack Horseman tiene una dosis alta de humor. Además de parodiar
al mundo de Hollywood y su farándula, o de hacer flashbacks con canciones genéricas de las
épocas, hay muchos chistes absurdos con carteles o con juegos de palabras.
También, al tratarse de una serie donde hay animales antropomórficos, hay muchísimos
chistes al respecto. Si no se presta la suficiente atención, pasan inadvertidos. Desde un gallo
corriendo por la calle al grito de “¡Despiértense!” hasta un ciego caminando por la vereda
junto a un perro guía.
La presentación cambia a medida que transcurren los capítulos. En la original, aparecen todos
los personajes. Como decíamos arriba, hay un momento donde BoJack huye de Los Ángeles. En
esos episodios, durante la presentación, su casa está vacía. Pero más allá de esto, la serie hace
muchas referencias a situaciones o detalles de capítulos anteriores. Por ejemplo, Mr.
Peanutbutter llena su casa con coladores de pasta sin recordar bien el motivo. Están presentes
durante una temporada completa, hasta que finalmente, en uno de los episodios finales, los
termina utilizando para un hecho puntual. Además, muchas historias del pasado son contadas
con varios flashbacks que, quienes escriben la serie, conectan con cosas del presente. Incluso
después de varios capítulos. Es admirable.
En la cuarta temporada empezamos a conocer mucho más acerca de los padres de BoJack.
Hasta ese momento sólo sabíamos que se odiaban entre sí y que eran muy malos con él. A
través de varios flashbacks, entendemos la dolorosa vida de su madre, Beatrice, quien perdió a
su hermano en la 2° Guerra Mundial. BoJack no fue un hijo deseado. Además, la serie acentúa
el machismo de su familia materna en los lejanos años cuarenta.
“Fish Out of Water” es el nombre del 4° episodio de la tercera temporada. En él, BoJack viaja
hacia una ciudad submarina porque tiene que hacer presencia en un festival de cine. Como no
puede hablar con los demás bajo el agua, es un capítulo casi mudo. Si bien el desarrollo del
capítulo es algo simplón (BoJack cuidando y tratando de alcanzar a un hipocampo bebé
bastante inquieto) es entretenido. También hay algo de contenido emocional. Todo esto sin
necesidad de usar palabras. El final del capítulo es un plot twist simplemente maravilloso.
En BoJack Horseman no sólo se dicen cosas divertidas, disparatadas o bizarras. Hay muchas
frases fuertes, duras y desgarradoras. Frases profundas que uno nunca pensaría escuchar en
un dibujo animado. BoJack dice, por ejemplo, que la vida es una serie de puertas que se
cierran, o le pregunta insistentemente a Diane si es tarde para dejar de ser la persona que es.
También son muy buenas las palabras que le dedica a una chica que no sabe si su futura
esposa “la completa”.