Cosmeticos Proteccion Solar Contenidos PDF
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1.- Introducción
Nadie pone en duda que el sol es imprescindible para que haya vida en la Tierra, al mismo tiempo
que todo el mundo asegura que un exceso de sol sin protección puede tener efectos muy nocivos para las
personas.
La sociedad actual asimila bronceado con salud, y no siempre están relacionados.
La luz solar nos proporciona efectos fisiológicos positivos:
Estimula la síntesis de vitamina D (la cual previene el raquitismo y la osteoporosis).
Favorece la circulación sanguínea.
Actúa en el tratamiento de algunas dermatosis.
Incluso en algunos casos estimula la síntesis de los neurotransmisores cerebrales responsables del
estado anímico (quizás por eso se relaciona a los países cálidos con la alegría y la juerga y a los países
fríos con la seriedad y la depresión). Pero lo que resulta claro es que actualmente hay que sopesar las
ventajas y los inconvenientes que tiene una exposición excesiva al sol sin protección.
Ultravioleta (efecto biológico): según su longitud de onda, podemos distinguir tres grandes zonas
de radiaciones ultravioletas:
UVC: entre 200 y 280 nm. No llegan a la superficie de la Tierra. Son muy peligrosas para el
hombre y las absorbe la capa de ozono de la atmósfera.
UVB: entre 280 y 320 nm. Son muy energéticas y responsables del eritema. Penetran a nivel
epidérmico y provocan el bronceado de la piel.
UVA: entre 320 y 400 nm. Entre el 30 y el 50% de estos rayos llegan a niveles profundos de
la dermis y son más perjudiciales que los UVB porque tienen menor energía. Son los
responsables del envejecimiento de la piel y del melanoma.
Visible (efecto luminoso): penetran hasta la hipodermis.
Infrarroja (efecto calorífico): penetran hasta la hipodermis y también provocan vasodilatación.
Si hemos dicho que cuanto más corta es
la onda más intensa es la energía, los
rayos UVC son los más energéticos, pero
los detiene la capa de ozono, situada a
unos 30 km de distancia de la Tierra. Si
bien es cierto que los UVC no llegan a la
superficie terrestre, todos sabemos que
la capa de ozono está seriamente
amenazada por las emisiones de CFC y
que la tendencia general observada es
de una disminución del 0,5% anual. Una
razón más para ir con mucho cuidado con
el sol.
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3.- Factores que influyen en la acción de la exposición solar
Altitud: la intensidad es más elevada cuanto más grande es la altitud.
Oblicuidad: se recibe diferente intensidad según el ángulo de incidencia sobre la superficie
terrestre.
Latitud: en una misma estación hay diferente oblicuidad de los rayos solares.
Clima: las nubes y la humedad absorben las radiaciones.
Superficie: la reflexión de los rayos solares varía según la superficie:
Factor 8 40 minutos
Factor 11 40 minutos
Factor 15 5 horas
Extremo Más de 6 horas
Cada persona tiene que saber su especial sensibilidad a la exposición solar y saber el tiempo que
se puede exponer al sol sin riesgo de quemaduras.
Hay cuatro métodos de determinación del FPS:
• FDA (estadounidense).
• DIN (alemán), en el que los valores resultantes son la mitad de los de la FDA.
• SAA (australiano), en el que los valores resultantes son intermedios entre los dos
anteriores.
• COLIPA (europeo).
En 1994 se creó el Sun Proteccion Factor Test Method (método de verificación del factor de
protección solar), fruto del estudio de los distintos métodos de evaluación del FPS, con el objetivo de
obtener un método validado para todos los países de la Unión Europea, realizado por la Agrupación
Europea de Fabricantes de Productos de Cosmética y Perfumería (COLIPA). Por ello es conocido como
método COLIPA.
El factor de protección frente a UVB de un fotoprotector se determina desde 1997 de acuerdo
con el estándar de COLIPA. Esto permite una clasificación según el nivel de fotoprotección:
• Bajo: 2, 4, 6.
• Medio: 8, 10, 12.
• Alto: 15, 20, 25.
• Muy alto: 30, 40, 50.
• Ultra: superior a 50.
Como ya se sabe, el valor numérico que se indica en el envase de un fotoprotector solar se
refiere al efecto protector frente a la radiación UVB.
6.- Efectos secundarios del sol.
Aunque el color de la piel bronceada se asimila a la buena salud, el sol puede provocar trastornos,
dos tipos de trastornos: los visibles y los invisibles.
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6.1. Consecuencias visibles
Después de una exposición solar, las quemaduras son los efectos más evidentes, pero hay otros.
Los rayos infrarrojos dan sensación de calor pero no queman.
Los rayos UVA ocasionan el fenómeno de la pigmentación inmediata. Horas más tarde, los rayos
UVB causan un eritema actínico. Días más tarde, la capa córnea se agranda y la pigmentación
melanítica se intensifica.
Personas que han abusado del sol pueden experimentar, con el tiempo:
o manchas en la piel
o arrugas
o cataratas
o a la larga cáncer cutáneo o tumoraciones superficiales.
6.2. Consecuencias invisibles
A largo plazo, los rayos UVB son absorbidos por el ADN y causan alteraciones en el genoma.
Los rayos UVA también se absorben y se transforman en radicales libres, que alteran el
material genético y saturan los sistemas defensivos de la piel.
Por tanto, cuando las exposiciones solares son excesivas y los protectores están desbordados,
las células anormales proliferan y acostumbran a formar carcinomas o melanoma.
Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada
año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel distintos del melanoma y
200.000 melanomas malignos.
Las personas de piel clara tienen más riesgo de sufrir cáncer de piel por la ausencia relativa de
pigmentación de la piel. Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector 15 durante los
primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo.
7. Fototipo.
Desde que nacemos, todos tenemos una capacidad de adaptación al sol. Éste es nuestro fototipo.
Cuanto más pequeña sea esta capacidad (tienen menos las personas de piel clara, o las personas
pelirrojas), más reducida será la capacidad de resistir el sol.
Por tanto, la respuesta a una misma radiación será diferente según el individuo que la reciba.
Fototipo 1 Piel muy clara. Ojos azules. Pecas. Casi albinos. Eritema intenso. Gran descamación.
No se pigmentan.
Fototipo 2 Piel clara. Ojos azules o claros. Pelo rubio o Reacción eritematosa.
pelirrojo. Descamación. Ligera pigmentación.
Fototipo 3 Piel blanca (caucasiana). Ojos y pelo castaño. Eritema moderado. Pigmentación
suave.
Fototipo 4 Piel mediterránea. Pelo y ojos oscuros. Ligero eritema. Pigmentación fácil.
Las largas exposiciones solares con protección insuficiente durante los primeros 20 años, aumentan el
riesgo de melanoma maligno.
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8.- Cosméticos solares.
8.1. Bronceadores
8.1.1. Autobronceadores
Los autobronceadores contienen preparados capaces de reaccionar con la queratina y otras proteínas
epidérmicas dándoles color (atención, este color no es melanina, por tanto, no protege). Al no intervenir
los rayos UV, no contienen protectores. Aun así hay que aplicarlos con cuidado si se quieren evitar
irregularidades en la pigmentación.
8.3.2 Excipientes.
La composición del excipiente es muy importante a la hora de determinar el FPS de un
preparado. Así la presencia de agua en una fórmula aumenta el factor de protección solar que hay que
utilizar. Hay que tener en cuenta la naturaleza de la sustancia filtrante. El nivel progresivo de
protección se consigue con los siguientes excipientes:
• Lociones hidroalcohólicas: Desaparecen rápidamente de la superficie cutánea, dando por ello una
protección poco prolongada y escasa. Estas preparaciones, provocan además una excesiva deshidratación
cutánea.
• Emulsiones O/W: Protegen algo más. Las cremas evanescentes con poca cantidad de grasa están
indicadas para personas con piel normal o grasa que no necesitan excesiva protección.
Presentan el inconveniente que al evaporarse con rapidez el agua es necesario aplicar frecuentemente el
preparado debido a que la fina capa lipídica que entonces se origina, es insuficiente para una protección
adecuada. Si son algo alcalinas favorecen la formación e implantación de melanina.
• Aceites: Presentan la ventaja de mayor permanencia cutánea, evitan el resecamiento por el efecto
calórico solar y de por sí, sus componentes tienen propiedades antiactinicas. No se eliminan fácilmente
tras el baño por lo que las aplicaciones no tienen por qué ser tan frecuentes. Tienen el inconveniente de
su fácil vertido, manchan la ropa y la arena se les adhiere con facilidad.
• Emulsiones W/O: Al aplicarse en capas más gruesas que las anteriores presentan una mayor
protección. Son recomendables para personas de pieles secas y sensibles. No se vierten tan fácilmente
pero sí se les adhiere la arena.
9. Medidas de protección
Siempre tenemos que protegernos de las radiaciones, y hay diferentes maneras de hacerlo. Las
radiaciones ultravioleta del sol se pueden combatir utilizando prendas de vestir adecuadas, con
sombreros, y sobre todo, aplicando adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel.
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Para proteger los ojos cuando nos exponemos al sol, es necesario utilizar gafas con cristales que
absorban la radiación ultravioleta.
Cuando no se disponga de otros medios de protección, es aconsejable utilizar cremas de
protección solar de amplio espectro (UVB y UVA), y reducir el tiempo de exposición al sol, en lugar de
alargarlo. La aplicación tópica de las cremas de protección solar es la más utilizada para absorber los
rayos UVB, pero algunos productos no absorben eficazmente las radiaciones UVA, de longitud de onda
más larga. Si se utiliza una crema de protección solar, conviene escoger un factor de protección elevado,
y ser consciente de que se utiliza para protegerse del sol, y no para broncearse.
Las propiedades reflectoras de la superficie del suelo inciden en la exposición UV. La hierba, la
tierra y el agua reflejan menos de un 10% de la radiación UV incidente. No obstante, la nieve fresca
refleja casi un 80%, y la arena entre un 10% y un 25%, lo que indica que la exposición de los bañistas y
los esquiadores a los rayos UV es más intensa.
Respetadas estas normas, también será necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Evitar las pulverizaciones de agua durante las exposiciones.
2. Evitar los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias vegetales, porque son
fotosensibilizantes.
3. Elegir el fotoprotector más indicado atendiendo al fototipo.
4. Utilizarlo, aunque esté nublado.
5. No exponerse al sol entre las 11 y las 15 horas.
6. Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas adecuadas, y los labios
con protector labial.
7. Estar en movimiento. No es nada aconsejable tumbarse al sol y mantenerse inmóvil durante horas.
8. Beber agua o líquidos para evitar la deshidratación.
9. Determinados medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición solar.
Recuerda: hay que empezar por un FPS alto, sobre todo la primera semana de exposición solar, e ir
rebajándolo en los días posteriores.
12. MELANOMA
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que aparece cuando las células llamadas melanocitos se
convierten en malignas. Estas células elaboran un pigmento llamado melanina, responsable del color de la
piel, del pelo y del iris de los ojos. La melanina, por su parte, funciona como un fotoprotector evitando
que la radiación solar dañe las estructuras o los tejidos del cuerpo.
Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos producen más melanina como defensa contra la
acción de los rayos ultravioleta (UV). Los lunares o pecas aparecen cuando los melanocitos crecen en
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grupo. Una persona suele tener entre 10 y 40 y, científicamente, se llaman nevus. Estos se clasifican en
dos grupos: nevus congénitos, que pueden ser de nacimiento o aparecer con los años; y nevus adquiridos,
que se desarrollan a partir del año de nacimiento y pueden ser típicos o atípicos.
Los melanocitos se multiplican y en ocasiones se extienden a otras partes del organismo. Las
metástasis se inician cuando un grupo pequeño de células del tumor primitivo es transportado a otra
zona y se detiene en un órgano donde crece y produce un tumor semejante al original.
Para despejar las posibles dudas sobre la naturaleza maligna del tumor se utiliza la biopsia, que
consiste en la extracción de una muestra del tejido tumoral para analizarlo. De esta manera se puede
confirmar el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado.
12.3. Diagnóstico
El sistema ABCD es una guía útil para identificar manchas en la piel que
deberían ser consultadas por el médico:
A. Asimetría: Las lesiones de melanoma suelen ser de forma irregular
(asimétrica); los lunares benignos -no cancerosos- suelen ser
redondeados (simétricos).
B. Borde: Estas afecciones tienen a menudo bordes desiguales o
irregulares (mellados o con muescas); los lunares benignos tienen bordes
lisos.
C. Color: Las lesiones presentan muchas sombras de marrón o negro; en
los lunares benignos se aprecia una única mancha marrón.
D. Diámetro: Normalmente tienen más de 6 milímetros de diámetro.
Los lunares que no son peligrosos suelen medir menos.
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12.4. Tratamiento
El tratamiento del melanoma depende del tipo y del estadio del tumor, así como de otros factores como
el estado de salud y la edad del paciente. Existen cuatro tipos de tratamiento que pueden utilizarse de
forma combinada:
- Cirugía: Es el tratamiento más común y consiste en la total extirpación del tumor junto a una parte del
tejido sano que hay a su alrededor. De esta manera se evita que el cáncer se reproduzca en el caso de
que haya invadido otras zonas cercanas. La cantidad de tejido extirpado depende de la profundidad y el
grosor del melanoma.
- Quimioterapia: Consiste en la administración de fármacos anticancerígenos. Pueden combinarse varios
fármacos para incrementar su eficacia, e incluso aplicarse localmente. Este tratamiento es de gran
utilidad cuando el melanoma se ha extendido desde el lugar de origen a otras partes del cuerpo.
- Inmunoterapia: También llamada bioterapia o terapia biológica, consiste en aumentar las defensas
naturales del cuerpo ante la enfermedad. De esta manera el sistema inmunitario de las personas
afectadas se fortalece. Las sustancias más utilizadas son los interferones, sustancias naturales
derivadas de los leucocitos que el propio cuerpo produce en pequeñas cantidades como reacción a ciertos
estímulos (virus, toxinas, etc.). La más empleada es el interferón-alfa, que ha demostrado ser muy eficaz
en los melanomas con alto riesgo de recaída.
- Radioterapia: Se trata del uso de radiación de alta intensidad para destruir las células cancerígenas y
detener su crecimiento. El tratamiento es local, lo cual significa que sólo afecta a las células de una zona
determinada. En el caso del melanoma, únicamente se utiliza para tratar metástasis en los huesos o en el
cerebro.