Lupita Martinez
Lupita Martinez
Lupita Martinez
En los niños más pequeños, este es un comportamiento normal. A esta edad es importante
que los deseos de los niños se satisfagan de inmediato, porque esto les proporciona una
sensación de seguridad y estabilidad que es muy importante para su desarrollo emocional.
A medida que crecen se van dando cuenta de que no siempre pueden tener sus deseos
satisfechos de inmediato y van aprendiendo a tolerar y aceptar cierta molestia o demora en
la realización de sus deseos como algo inevitable. Es decir, aprenden, en mayor o menor
medida, a tolerar la frustración al mismo tiempo que van adquiriendo mayor autonomía y
mayor capacidad para manejar el entorno que les rodea y contribuir por sí mismos a la
satisfacción de sus deseos en vez de esperar pasivamente a que otros lo hagan por ellos.
Con frecuencia se sienten de mal humor, agitados, ansiosos, tristes, resentidos, humillados
o enfadados con el mundo que debería estar ahí para satisfacer todos sus deseos. Esos
sentimientos horribles e insoportables han de ser evitados a toda costa. Se centran más en el
ahora, en eliminar ese malestar en el momento en que aparece en vez de centrarse en el
bienestar que conseguirían a largo plazo si lograran tolerar la frustración.
Hoy, más que nunca, nuestra sociedad requiere personas con carácter y que posean valores.
Los maestros y padres de familia no pueden evitar los distractores, pero si pueden
jerarquizarlos y controlarlos de una mejor manera. Los jóvenes estudiantes están
acostumbrados a obtener placer en forma inmediata. Sin embargo, el sacrificio y el esfuerzo
son fundamentales para el éxito en la vida.
Las experiencias nos demuestran que los estudiantes más brillantes en lo académico no
necesariamente son personas exitosas en su vida personal, familiar y profesional. Muchos
estudiantes que han sido brillantes en su desempeño académico, en su vida adulta son
mediocres en su desempeño emocional y profesional en su vida adulta. La clave no es ser
inteligente sino usar la inteligencia inteligentemente para enfrentar y resolver con éxito los
desafíos de la vida diaria en todos los campos: personal, social, emocional, profesional y
familiar.
En los últimos años, los adultos hemos perdido la autoridad sobre los niños y hemos
olvidado educarlos con carácter, voluntad, disciplina y con una inteligencia inteligente. Es
tiempo de formar una generación de niños y jóvenes con mayor fortaleza, que enfrenten
con éxito un mundo en donde los distractores y los comportamientos destructivos son lo
común.
Las consecuencias de estos problemas van más allá del yo como individuo. El fracaso del
desarrollo de una inteligencia frontal es causa de muchos de los problemas en la vida social.
Hoy más que nunca los padres vivimos ausentes en la vida de nuestros hijos. Los niños
crecen sin la autoridad de los adultos y sin asumir responsabilidades, lo cual dificulta
enormemente su vida futura.
El autocontrol es una capacidad esencial que debemos enseñar los padres a sus hijos.
Algunas habilidades de autocontrol que se aprenden son: pensar antes de actuar, controlar
impulsos, medir las consecuencias y tomar decisiones sanas y aceptadas. La paciencia y la
tolerancia son habilidades fundamentales para estimular el autocontrol y la autodisciplina.
Ahora nos enfrentamos a una generación de niños más inteligentes y con más posibilidades
de ser estimulados, libres, felices, confiados y llenos de tecnología y privilegios. Pero
también, de niños más desafiantes con los adultos, a quienes les exigen satisfacer sus
necesidades en forma inmediata. los niños de hoy suelen ser poco tolerantes a las
frustraciones, tienen mucha libertad y son expuestos, a edades muy tempranas, a riesgos
que pueden implicar su autodestrucción.
Estamos creando una nueva generación, que es una especie de homo sapiens-brutus. El ser
humano se define como racional, pensante y con inteligencia, capaz de discernir lo mejor.
Sin embargo, aunque tenemos inteligencia, parece que no la usamos inteligentemente; cada
día mueren más adolescentes en accidentes automovilísticos causados por imprudencia,
exceso en el consumo de alcohol y falta de descanso; cada vez hay más adolescentes
embarazadas o con enfermedades de transmisión sexual, a pesar de tener a la mano tanta
información acerca de la sexualidad; hoy existe mayor dependencia económica de los hijos
adultos, a pesar de su independencia profesional.
Necesitamos la inhibición para superar la frustración que nos provoca el fracaso; esta
habilidad nos ayuda a no rendirnos a pesar de las dificultades o del aburrimiento. por
ejemplo:
• Poner atención, a pesar de tener muchos distractores.
Las personas que poseen una mentalidad de crecimiento son personas que perseveran en la
búsqueda de sus objetivos y que al final los consiguen obteniendo el éxito en aquello que se
proponen.