Curso Vinculos Saludables
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Condenar la discriminación contra la mujer en todas sus formas; conviene en seguir, por todos los medios apropiados y
sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer
Adoptar medidas adecuadas, legislativas y de otro carácter, con las sanciones correspondientes, que prohíban toda
discriminación contra la mujer.
Establecer la protección jurídica de los derechos de la mujer sobre una base de igualdad con los del hombre y garantizar,
por conducto de los tribunales nacionales competentes y de otras instituciones públicas, la protección efectiva de la mujer
contra todo acto de discriminación.
La CEDAW establece que la violencia contra las mujeres es una forma de la discriminación. Proporciona la cobertura para que los
estados modifiquen su legislación para adecuarse a este instrumento.
En noviembre de 2006 el Congreso Nacional sancionó la ley que ratifica el Protocolo Facultativo de esta Convención.
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem do Pará), 1994.
La importancia de esta Convención, firmada en 1994, radica en el hecho de que es la única en el mundo que enuncia y denuncia de
manera directa y completa la violencia contra las mujeres.
Por un lado define lo que es la violencia contra las mujeres, por otro, reconoce el derecho de las mujeres a una vida sin violencia, y
establece que la violencia contra ellas es una violación a los derechos humanos.
Obliga a los estados adherentes a reformular sus legislaciones, y se convierte en un marco de referencia para que los estados
establezcan políticas públicas para erradicarla.
En el año 2009 se sancionó en nuestro país la “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” (Nº 26.485), adecuando la normativa de
nuestro país a los preceptos de la Convención de Belém do Pará.
Esta ley reconoce cinco tipos de violencia (física, psicológica, sexual, patrimonial, simbólica), añade y define distintas modalidades
que van desde el plano intrafamiliar al institucional. Incluye la violencia en distintos ámbitos, como violencia laboral, obstétrica,
mediática.
Entre sus objetivos se mencionan: eliminar la discriminación; garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida sin
violencia; la remoción de los patrones socioculturales patriarcales y la erradicación de la violencia.
A su vez, especifica y detalla medidas preventivas y establece sanciones para el agresor.
Es una ley imperativa e irrenunciable; no puede ser dejada sin efecto por acuerdo de partes. Es aplicable en todo el territorio de la
Nación y establece que los tres poderes del Estado, sean del ámbito nacional o provincial, deben adoptar las medidas necesarias
para garantizar el derecho constitucional a la igualdad entre mujeres y varones.
Algo que queremos destacar es que esta norma introduce el tema del poder, de la desigualdad de poder, y pone en primer
plano cómo interviene el poder en las relaciones entre varones y mujeres. Cuando menciona la asimetría de poder, lo
califica como el factor esencial de la violencia contra las mujeres.
En la provincia de Buenos Aires rige la Ley 12.569 de Violencia Familiar, publicada el 2 de enero de 2001, modificada en
noviembre del 2012 (Ley 14.509). Esta ley protege a cualquier miembro de la familia de la violencia en el ámbito familiar. Protege a
las mujeres en el ámbito de la familia. Es una herramienta para hacer cesar la situación de violencia en forma inmediata.
La modificatoria del 2012 amplía los derechos de las personas que sufren violencia y establece mayores resguardos y acceso a la
justicia.
ARTICULO 1.- (Texto según Ley 14509) A los efectos de la aplicación de la presente Ley se entenderá por violencia familiar,
toda acción, omisión, abuso, que afecte la vida, libertad, seguridad personal, dignidad, integridad física, psicológica,
sexual, económica o patrimonial, de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque no configure delito.
Establece protocolos de actuación para Salud y Seguridad. A su vez, establece obligaciones para los operadores del Estado, por
ejemplo la obligación de denunciar.
Con referencia a la legislación que protege a niños, niñas y adolescentes, nuestro país adhiere a la Convención sobre los
Derechos del Niño (CDN) establecidos por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En la provincia de Buenos Aires, las Leyes 13.298 de Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños y la 13.688
de Educación de la Provincia de Buenos Aires, constituyen un campo de acción normativo destinado a abarcar a la totalidad de
la población de niños, jóvenes y adolescentes bonaerenses, con sus respectivas especificidades.
Ambas leyes encuentran su fundamentación doctrinaria en los principios de derechos humanos y reconocen en la Convención sobre
los Derechos del Niño, un campo de referencia que se encuentra incluido en la Constitución Nacional de la República Argentina,
sobre la base de los cuatro principios de la Convención que se transcriben a continuación:
No Discriminación: Todos los derechos se aplican a todos los niños sin excepción. Se reconoce que algunos de ellos la
sufren en mayor medida debido al contexto particular en que se desarrollan. Se hace hincapié en la necesidad de escuchar a
los niños para empoderarlos y de reclamar al Estado la toma de medidas para evitarla.
Interés Superior: Todas las acciones que conciernen al niño deben ser en aras de su interés superior
independientemente de cualquier otro interés de los adultos, teniendo en cuenta su vulnerabilidad y su necesidad de apoyo y
protección.
Supervivencia y Desarrollo: Todo niño tiene derecho a la vida. En este sentido, por un lado es función del Estado
garantizarlo y por otro se le debe permitir el desarrollo de todas sus capacidades, tanto físicas como emocionales, sociales,
culturales, cognitivas y espirituales.
Participación: Las niñas y niños tienen derecho de involucrarse en las decisiones que los afectan, esto es, deben tener
garantizado el derecho a expresarse libremente y en este sentido se debe promover su participación a partir de contar con la
información relevante para ello.
Ley 13.688-Ley de Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Esta ley expresa que la educación es una prioridad provincial y constituye una política de Estado para construir una sociedad justa,
reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática y republicana, respetar los
derechos humanos y las libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social sustentable de la Provincia en la
Nación.
Para ello, la educación debe brindar las oportunidades a todas las niñas, niños, adolescentes y jóvenes para el desarrollo y
fortalecimiento de su formación integral a lo largo de toda la vida y la promoción de la capacidad para definir su proyecto de vida,
basado en los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, respeto a la diversidad natural y cultural, justicia, responsabilidad y
bien común.
Ley 14.744- Ley de Educación Sexual Integral de la Provincia de Buenos Aires.
Esta Ley promulgada en el año 2015 determina la educación sexual integral obligatoria en todas las escuelas de la provincia de
Buenos Aires. En consonancia con la Ley Nacional 26.150 la Educación Sexual Integral es considerada un derecho humano y, por
lo tanto, garantizarlo es una obligación del Estado.
No es posible garantizar una educación integral sin contemplar la educación sexual integral, entendida como la articulación de las
dimensiones biológica, psicológica, social, afectiva y ética, reconociendo a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes como sujetos de
derecho; dotándolos de herramientas para tomar decisiones informadas, para que diseñen su propio proyecto de vida y lo lleven a
cabo.
Esta mirada integral de las personas trasciende lo exclusivamente biológico y corporal para incluir aspectos que tienen que ver con
lo social, con lo normativo, con lo afectivo, con las relaciones interpersonales, con el respeto a la diversidad y la equidad entre
hombres y mujeres.
Esta norma, asentada en la perspectiva de género y derechos humanos, marca el recorrido para la promoción de políticas
destinadas a instalar en los establecimientos educativos el respeto por las diversidades sexuales y el respeto por las identidades de
género tomando en cuenta las características socio culturales de nuestra provincia.
Para las instituciones educativas, tanto la ley nacional como la provincial de Educación sexual Integral, constituyen excelentes
oportunidades para mejorar la articulación con otros actores, con el objetivo de fortalecer la búsqueda de respuestas eficaces a
situaciones de vulneración de derechos como lo son la violencia, el abuso y el maltrato.
Las relaciones entre los géneros en la Modernidad en relación a la mujer se construyen sobre tres premisas:
La identificación Mujer = Madre. Actúa a distintos niveles. Uno de ellos como mandato que lleva a que las jóvenes opten por la
maternidad como proyecto de vida.
La identidad es un sistema de representaciones de sí, elaborado a lo largo de la vida a través de las cuales una persona se
reconoce a sí misma y es reconocida por los demás como sujeto particular y como miembro de una comunidad.
De este modo, el concepto de identidad encierra una idea integradora, totalizadora de la persona; ya que supone al ser humano en
permanente relación no sólo consigo mismo sino en la relación con las personas y con todo lo que lo rodea. En este proceso de
construcción, los niños y niñas van incorporando un modo de ser varón y de ser mujer, a partir de la interacción entre ellos y con las
personas adultas, que les ofrecen normas, modelos y referencias para moverse en el mundo. Si bien los niños y las niñas pueden
accionar y crear distintas situaciones en el contexto familiar, no dejan de estar “atravesados/as”, “mirados/as “y “narrados/as” a
partir de lo que es socialmente aceptado para cada uno de los géneros. Es entonces, desde los primeros meses de vida y aun
antes, durante el embarazo que se van estableciendo los estereotipos con los correspondientes hábitos, aprendizajes y pautas de
comportamiento totalmente diferenciados para niños y para niñas; y es en la familia donde se inicia el proceso de asimilación y
constitución de una identidad de género que se espera “debe” ajustarse a uno u otro género que como vimos viene determinada por
el “sexo” biológico.
El proceso de socialización. Agentes socializadores
Vamos a introducir una categoría específica dado el tema que estamos trabajando. La socialización de Género, que es el proceso
mediante el que se aprende qué tipo de comportamientos, valores, intereses, emociones y cualidades psicológicas son
consideradas socialmente adecuadas para hombres y cuáles para mujeres. Estos procesos dependen de normas que se aplican
desde cada contexto social. Una socialización diferencial en función del sexo explica, como hemos indicado, diferencias de género
en intereses o expresión de emociones.
Los estereotipos de Género se adquieren a través de procesos de aprendizaje en los que intervienen además de factores
culturales comunes a la sociedad donde vive el individuo (medios de comunicación) otros relacionados con el contexto más
inmediato: la familia, escuela y los/as propios/as compañeros/as.
Williams y colaboradores (1975) señalan 6 aspectos importantes relacionados con el aprendizaje de las categorías sexuales:
Estos aspectos ligados a las categorías hombre- mujer, van a influir en la percepción que la persona tiene de los otros, y también en
la imagen que tiene de sí misma, es decir en su identidad de género. Por tanto, la pertenencia a una u otra categoría sexual va a
determinar distintas realidades sociales (en la interacción con otras personas) así como diferencias en la identidad de los individuos.
Como ya hemos anticipado consecuencias de esta diferenciación la podemos encontrar en las diversas elecciones que el individuo
va a realizar a lo largo de su vida: estudios, trabajo, actividades de ocio etc.
El proceso de socialización de género se produce a través de diferentes refuerzos y modelos. El refuerzo diferencial de Género
ocurre cuando los varones y las mujeres son valorados, premiados o castigados por distintos comportamientos, intereses o
expresión de emociones.
Gran parte del aprendizaje de nuestra vida, y más en los primeros años, se produce a través del modelado (aprendizaje de
conductas a través de la observación de las conductas de otras personas y de las consecuencias que la conducta tiene para el
modelo), pero hemos de tener en cuenta que los subgrupos de hombres y mujeres dentro de una cultura producen modelos muy
variados.
Principales agentes socializadores
La influencia informativa y normativa en los niños y niñas procede de diversas fuentes que sirven de agentes socializadores: la
familia, escuela, otros adultos, compañeros, medios de comunicación etc... No obstante, aunque estos agentes contribuyen muchas
veces al mantenimiento de los estereotipos, también pueden ser agentes de cambio de las desigualdades
A. La Familia: se ha hablado mucho del papel socializador de la familia e indudablemente posee un importante papel en la primera
etapa de la vida, porque
esa transmisión de conductas, valores etc., tiene lugar por vía emocional (los afectos) y el modelado. Los primeros modelos que el
niño/ a va a tener son los miembros de la familia y ya se ha destacado el papel del aprendizaje vicario.
Según Jackliin y Baker (1993) la revisión de los trabajos sobre socialización diferencial de género de los padres, no ha encontrado
demasiado apoyo empírico, a pesar de la creencia popular de su importancia. Esto se explica porque estereotipamos más a quien
conocemos poco, por lo que lo lógico es que la postura de los padres se centre más en las características peculiares de sus hijos/
as. Parece que el papel más importante de la familia radique en la regulación de actividades (algunas sexo- tipificadas, como el
deporte, las matemáticas etc.) y ya hemos podido observar la influencia posterior en el desarrollo de aptitudes e intereses.
B. Sistema educativo: es la estructura social que mejor refleja los valores y creencias dominantes en una determinada cultura,
aunque también puede ser un importante instrumento de cambio.
C. Currículo oculto: el mantenimiento de las diferencias se produce a través del currículo oculto y los procesos de interacción
social que se dan en el sistema educativo (Burr, 1996).
Esta autora señala 4 aspectos de la socialización diferencial que contribuyen al Currículo Oculto. Recordemos que éste constituye
un conjunto de construcciones, pensamientos, significados y creencias que estructuran las relaciones sociales entre varones y
mujeres y reproducen conductas que de manera encubierta favorece el trato desigual entre ellos y ellas en el ámbito institucional de
la escuela.
Jesús Herranz Bellido. 2014 Guía para profesionales de la educación.
1. Distribución en el sistema educativo de varones y mujeres, que actúa como modelo de roles para los/as estudiantes.
2. Libros de texto y material educativo que tienden a reproducir los estereotipos de género.
3. Organización y prácticas escolares que reproducen las elecciones de actividades tradicionales de Género.
4. Actitudes y expectativas del profesorado que afectan a las expectativas que los alumnos tienen de sí mismos.
D. Medios de comunicación: Responden a los requerimientos de la audiencia por lo que reproducen los valores culturales e
ideales existentes sobre el género, luego presentan los modelos culturales (influencia informativa). De ahí que, mediante una
regulación selectiva, los medios influyen en la percepción que tenemos de los aspectos de género sobre nosotros/ as mismas y de
las mujeres y hombres en general. De acuerdo con ello diversas investigaciones reflejan que estos medios presentan unos ideales
de hombres y mujeres que no se corresponden con la realidad (modelos de belleza, mujer como objeto de deseo, sutiles mensajes
de violencia hacia la mujer, preocupación por los demás y gran dependencia afectiva).
E. En la adolescencia y juventud, la educación y el trabajo se constituyen en los organizadores clave de la construcción de la
identidad. Cuando la educación no cumple su papel y no hay inserción laboral accesible, no se está trabajando para formar
ciudadanos, sino consumidores y no consumidores.
La necesidad de pertenencia de adolescentes y jóvenes les lleva a integrarse a grupos que responden a la estructura social vigente
o a los que les permiten desarrollar otro tipo de conductas.
Actualmente, a través de la tecnología, hay una enorme cantidad de información disponible a la que los/las jóvenes pueden
acceder, que no siempre están en condiciones de procesar y manejar.
La sexualidad se constituye en uno de los principales ejes conformadores de la personalidad. (Susana Checa, 2005). La experiencia
sexual se orienta por los mandatos culturales de género.
Para los/as jóvenes la seducción y la conquista son prerrogativas del varón, y la mujer está para ser seducida y pasa a
pertenecerle.
A las chicas se las programa para la maternidad y para satisfacer los deseos sexuales y requerimientos masculinos. Se las orienta a
ser sumisas, que esperen a ser encaradas por los varones. Al mismo tiempo deben demostrar que son activas sexualmente para
estar dentro de los estándares de su grupo de pares.
Las condiciones que se exige a los varones para lograr el objetivo de “ser hombres”, ejercen una tremenda presión a lo largo de su
vida: desde pequeños se les enseña a competir para ganar, a destacar, a querer tener siempre la razón, a no pasar desapercibido,
a estar siempre alerta para no fracasar en la vida. No lograrlo origina frustración permanente.
Es a través de los prejuicios de género como se transmiten los modelos de Masculinidad hegémonica y Feminidad estereotipada a
través de historia penetrando en los mínimos resquicios de la vida cotidiana.
Por último y vinculándolo con todo lo anterior vamos a referirnos al concepto de Patriarcado. “Es una forma de organización política,
económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en el que el predominio de los hombres sobre las
mujeres, los hijos sobre las hijas, los viejos sobre los jóvenes y la línea de descendencia paterna por sobre la materna. El
patriarcado ha surgido de una toma de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de la sexualidad y
reproducción de las mujeres y de su producto, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de mitos y la religión
que lo perpetúan como única estructura posible.” Dolors Reguant en “La Mujer no existe”, Maite Canal, Bilbao, 1996, pág 20, citado
en Varela Nuria, “Feminismo para principiantes”, Barcelona, 2005, Martínez Cáceres, Antonio: (2009) Prevenir la violencia
cambiando la forma de ser hombre entre los jóvenes. Revista de Estudios de Juventud)
Violencia de género, tipos de violencia, el ciclo de la violencia, características de la violencia en las relaciones
afectivas entre adolescentes y jóvenes. Violencia en las redes sociales.
La violencia es una forma de ejercicio de poder a través de la fuerza (física, psicológica, emocional, económica, política,
social), que tiene por finalidad producir un daño e imponer la propia voluntad, anulando la del otro.
La violencia implica:
Existencia de una situación de inequidad, de desigualdad de poder entre la persona que la ejerce y la que la padece
Un ejercicio de poder de uno de ellos hacia el/a otro/a, significa que ejerce control sobre el otro/a
Habilitación de la sociedad para ese ejercicio de poder
Según la ONU:
La violencia contra las mujeres es cualquier acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que resulte en un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto en la vida pública como en la privada.
La violencia de género es cualquier modalidad de violencia ejercida contra una persona en función de su identidad o condición de
género, en el ámbito público o privado.
Las mujeres son las víctimas principales de la violencia de género, hasta el punto de que la ONU considera la violencia contra las
mujeres un problema de salud pública en todo el mundo. Entre dos y tres mujeres de cada cinco en todo el mundo sufren violencia
de género en algún momento de su vida. La violencia de género es la primera causa de muerte de mujeres en el mundo a partir
de los 15 años, según la OMS. Un 38% de los asesinatos de mujeres, femicidios o feminicidios que se producen en el mundo son
cometidos por sus parejas o ex parejas.
En Argentina la proporción es semejante. La provincia de Buenos Aires lidera la violencia contra las mujeres en números absolutos
(el mayor porcentaje en relación con la población corresponde a la provincia de Salta).
Las causas estructurales de la violencia de género están vinculadas con la situación de desigualdad y dominación en que se
encuentran las mujeres en nuestra sociedad, en que los varones suelen considerarlas bienes propios sobre los que ejercer la
propiedad y el control exclusivo. La educación sexista y la cultura androcéntrica, construye a la mujer como objeto de deseo.
Jóvenes y adolescentes continúan expuestos/as a factores de riesgo que facilitan y perpetúan relaciones violentas, siguen
reproduciendo roles estereotipados e imitan modelos basados en la inequidad y en los prejuicios de género, con el peligro que esto
supone de que la violencia iniciada y no frenada a estas edades, se extienda y perpetúe en sus relaciones afectivas como adultos.
Una de cada cinco víctimas que consultaron al Programa Atención a la Violencia contra la mujer (AVM), en el primer semestre de
2016 es menor de veintiún años*.
***Martínez Cáceres, Antonio: (2009) Prevenir la violencia cambiando la forma de ser hombre entre los
jóvenes. Revista de Estudios de Juventud.
Tipos de violencia:
Física: Cachetadas, empujones, tirones de pelo, pellizcones, patadas, golpes con objetos, con el puño, ataque con armas.
Sexual: Forzar el contacto sexual.
Psicológica: Degradación y subestimación. Prohibición de trabajar fuera de la casa, de estudiar, de arreglarse, de tener contacto
con otras personas. Insultos al aspecto físico, a la inteligencia, a la capacidad laboral, a la calidad como madre, esposa o ama de
casa. Amenazas.Silencio o indiferencia.
Económica o patrimonial: Toda aquella que afecte el patrimonio de la mujer o limite el uso del dinero y disposición de los bienes
propios o comunes de la pareja: control exagerado de los gastos de la casa, negación del dinero o entrega a cuentagotas, manejo
de los recursos de la pareja como si fueran propios.
Simbólica: Se trata de mensajes, valores, representaciones, signos que transmiten y reproducen relaciones de dominación,
desigualdad y discriminación de las mujeres en las relaciones sociales y naturalizan la subordinación: por ejemplo juegos, chistes,
canciones sexistas.
Ciclo de la violencia. Cómo funcionan los procesos de victimización
En las relaciones con vínculos violentos las maniobras interpersonales para ejercer el control sobre la pareja establecen un patrón
vincular que se reitera e instala con el correr del tiempo. Los malos tratos, como modo de relación, no surgen en forma abrupta, sino
que se van instalando progresivamente desde las primeras actitudes cotidianas de desconsideración y desvalorización, las que, una
vez toleradas o pasadas por alto, habilitan otras conductas de mayor gravedad.
Las víctimas no son agredidas todo el tiempo ni de la misma manera: existen fases, de variada duración y diferentes
manifestaciones. Constituyen el ciclo de la violencia. Éste puede repetirse muchas veces y la duración de sus fases es variable,
acortándose el tiempo entre cada fase del ciclo, que puede ser corto o extenderse por años.
Las fases del maltrato:
1. Fase de Calma
En una primera fase, la situación está calmada porque todo funciona según las normas del agresor, que es el motor del ciclo.
Cuando el ciclo se repite, la víctima empieza a registrar esta situación.
2. Fase de acumulación de Tensión
En esta fase comienza un maltrato psicológico basado en el control. El agresor se siente cuestionado de manera creciente. La
víctima, al intentar hacer todo lo que el agresor quiere, comete errores. La mujer intenta calmar, complacer y no hacer lo molesta al
agresor, creyendo que ella puede controlar la agresión. Las tensiones se manifiestan como determinadas conductas de agresión
verbal o física de carácter leve y aislado: menosprecios, insinuaciones, sarcasmo, largos silencios, demandas irracionales. La
víctima adopta medidas para actuar en ese clima, y adquiere mecanismos de autodefensa, de anticipación para evitar la agresión.
Las acciones del agresor van dirigidas a un objetivo: desestabilizar a la víctima, que en esta fase tiende a minimizar o negar el
problema, justificar la conducta violenta del agresor y rescatar los aspectos positivos de la pareja.
3. Fase de Explosión
Se caracteriza por una fuerte descarga de las tensiones provocadas en la anterior fase por el agresor. Se producen las agresiones
físicas, psicológicas y/o sexuales más importantes. Esta es la fase más corta y la vivida con mayor intensidad, ocurriendo las
consecuencias más importantes para la víctima, tanto en el plano físico como en el psíquico, donde continúan instaurándose una
serie de alteraciones psicológicas por la situación vivida. Aparecen sentimientos de culpa, por haberlo provocado, por haberlo
elegido, porque no haberse anticipado, por merecer la violencia.
4. Fase de Luna de Miel
El agresor inicia una serie de conductas compensatorias para demostrar a la víctima que lo siente y que la violencia no volverá. Esto
hace que la víctima vea también la parte positiva del agresor y quede atrapada, buscando cómo conseguir que esta parte aparezca
más frecuentemente.
Esta fase se caracteriza por una extrema amabilidad y conductas “cariñosas” (atenciones, regalos, promesas) por parte del agresor,
quien trata de influir sobre familiares y amistades para que convenzan a la víctima de que le perdone. Suele hacer ver a ésta que él
necesita su apoyo y que no puede abandonarlo; por esto algunas víctimas vuelven con el maltratador (si hubiera cesado la
convivencia) y/o retiran la denuncia que habían presentado.
Gradualmente esta fase desparece y el ciclo queda reducido a tres fases: calma, acumulación de tensión y explosión.
La desaparición de la fase de luna de miel coincide con lo que dicen muchas víctimas: “mientras no me grite y no me maltrate me
basta”.
Las agresiones van siendo cada vez más fuertes y frecuentes, lo que disminuye los recursos psicológicos de las mujeres para salir
de la espiral de la violencia.
Es tan seria como la violencia en la relación entre adultos, y puede llegar también a ser fatal.
Hay un patrón de conducta controladora, abusiva y agresiva que el agresor utiliza para obtener el control físico y psicológico
en la relación amorosa.
La relación se basa en el control y el ejercicio de poder de quien ejerce violencia hacia su pareja, con uso de la tecnología,
de las redes sociales virtuales
Las agresiones físicas suelen pasar desapercibidas por la pareja y el entorno o se las interpreta como juegos o
demostraciones de afecto.
Es muy frecuente el maltrato emocional
La víctima no percibe que está en una relación violenta: identifica las actitudes de control como demostraciones de apego y
cariño
Identificación de la víctima con el agresor
La víctima no habla. Se aísla
Transmisión intergeneracional: Se suele repetir el modelo incorporado en la familia.
Cómo las mujeres enfrentan la violencia y el control: estrategias para resistir y liberarse
Según Diana Valle Ferrer*, en el proceso de entrampamiento y liberación de la relación de violencia, las mujeres pasan por tres
etapas: 1) inicio y enganche; 2) consolidación y 3) desapego y desenganche; y hay dos eventos cruciales: 1) la lección y 2) la gota
que colma el vaso.
En la etapa de inicio de la relación y enganche, generalmente las personas agredidas minimizan o racionalizan la violencia, y
caen en la trampa de la seducción, la apelación a sus “sentimientos maternales” o la deuda (el agresor le ha sacado de una relación
difícil, le apoyó cuando no tenía a nadie o cuando tenía serios problemas). Los maltratadores usan violencia psicológica y
estrategias de poder y control: seducción, violencia verbal, desvalorización y humillación en privado y en público, acecho,
aislamiento de la víctima, amenazas, intimidación, indiferencia e insensibilidad ante las necesidades afectivas.
En esta etapa el maltratador produce lo que la autora denomina “la lección”. La lección se enseña a través de uno o varios hechos
de violencia psicológica e incluso física, que tiene el objeto de hacerle saber a la otra persona quién controla y manda en la relación.
La reacción ante esto es miedo, culpa, vergüenza e incredulidad. La víctima usa principalmente estrategias de regulación de
emociones: evade, “sigue la corriente”, se adapta.
En la etapa de consolidación la violencia es más frecuente, y la víctima centra sus esfuerzos en defenderse. Intenta anticipar las
acciones de su pareja, a prevenir, evitar y reducir el impacto del maltrato. A veces se miente a sí misma, se convence de que si
cambia, también cambiará el maltratador. Se responsabiliza y culpa por la violencia. Soporta la situación. Usa principalmente
estrategias de regulación de emociones.
Llega un momento en que, debido a un incidente de violencia límite, un aumento en la violencia o el reconocimiento del daño que
irreparable que le provoca la violencia, la víctima decide buscar ayuda y finalizar la relación. Este es el evento crítico, conocido
como la gota que desborda el vaso.
En esta etapa de desapego y desenganche, la persona que sufre violencia usa principalmente estrategias de solución de
problemas: confronta verbal y físicamente, rehúsa, se opone, desobedece. Tiene que decidir entre aguantar y salvar a la pareja, o
salvarse. La mayor parte de las veces decide salvarse. La mayoría busca ayuda institucional especializada. Pero con quienes más
comparte sus historias de violencia es con familiares y amistades. En esta etapa se fortalece y planifica cómo salir de esa relación.
En todo el proceso la persona maltratada usa tanto estrategias de regulación de emociones como de solución de problemas ante
hechos particulares, y estrategias de resistencia que toman distintas formas. Estas dependen, tanto de la etapa de la relación en
que se encuentra, como de la evaluación que hace de los riesgos que enfrenta y del control que tiene de la situación. Otros factores
importantes son los recursos (propios y los que se les puede aportar) con que cuentan, y las normas culturales que enfrenta y
acepta.
*Diana Valle Ferrer, Espacios de Libertad: Mujeres, violencia doméstica y resistencia. Capítulo IV: Poder,
control y resistencia en la dinámica de la violencia.
VIOLENCIA DE GÉNERO: MITOS Y REALIDADES*
El entorno social (vecinos, amigos, familia, Estado), en ocasiones no apoya a la víctima de violencia, minimiza los riesgos, justifica
la agresión e incluso pone en duda la inocencia de la agredida. Hay una serie de mitos y prejuicios que son utilizados con el único
fin de ocultar y evadir la problemática de la violencia de género. El resultado es una restricción de la ayuda de la ayuda a las
víctimas y su revictimización, favoreciendo la impunidad de los violentos.
Algunos de los mitos más frecuentes son:
Algo habrá hecho para provocarlo; sólo el maltrato físico es peligroso; los celos son una demostración de amor; las mujeres
maltratadas pertenecen a familias que tienen problemas económicos, sociales o son de determinados grupos étnicos; la violencia de
género es un problema privado y nadie debe inmiscuirse; los malos tratos son incidentes por pérdida momentánea de control; a las
mujeres maltratadas les gusta el maltrato y por eso se quedan; la conducta violenta es innata, sobre todo en los hombres; los casos
de maltrato son aislados y puntuales, no es para alarmarse; una patología psíquica o el consumo de alcohol y drogas originan los
malos tratos; una mujer puede cambiar al hombre que ama si se lo propone con mucho amor.
MITOS Y REALIDADES DE LA VIOLENCIA EN ADOLESCENTES Y JÓVENES**
Mito: En las parejas jóvenes el maltrato no existe o es escaso. En realidad, el maltrato en parejas jóvenes existe y es más
frecuente de lo que se cree, pudiendo llegar a ser muy grave.
Mito: Es normal que en una pareja joven exista alguna forma de maltrato. En realidad, lo normal es tener conflictos y discutir sin
que haya violencia.
Mito: El amor “todo lo puede” y “todo lo arregla” y por amor “todo se justifica”. Realidad: el respeto y la valoración mutua deben ser
condiciones previas para el amor. Nadie cambia por amor. La violencia no se justifica por el amor.
Mito: Los maltratadores son personas con una patología psíquica. La realidad es que maltratar no es ninguna enfermedad. Los
violentos saben a quién, dónde y cuándo maltratar.
Mito: Soportar la violencia de la pareja es un acto de amor. Realidad: no tiene ningún mérito soportar la violencia que ejerce
alguien que no sabe amar.
Mito: Los celos son expresión de amor. Realidad: los celos son una forma de control y posesión.
Mito: Los insultos y descalificaciones son una forma de relacionarse de las parejas. Realidad: los insultos y descalificaciones son
malos tratos.
Mito: En todas las parejas hay golpes y maltrato en ocasiones; es lo normal. Realidad: Naturalizar el maltrato es ocultar su
gravedad y favorecer la impunidad del que maltrata.
*VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA POBLACIÓN ADOLESCENTE, Guía para profesionales de la educación (2014- ) Jesús
Herranz Bellido, Publicación de la Diputación de Alicante
** Ídem
Bibliografía sugerida:
Educación Sexual Integral para la educación secundaria I- Contenidos y propuestas para el aula. Taller 3- Violencia y
maltrato- 2010- Serie cuadernos de ESI – Ministerio de Educación de la Nación.
Educación Sexual Integral para la educación secundaria II- 2012- Contenidos y propuestas para el aula. Taller 1- Vínculos
Violentos en parejas de adolescentes- Serie cuadernos de ESI- Ministerio de Educación de la Nación.
FERREIRA, Graciela B. (1992). Detección- prevención de la violencia durante el noviazgo- Material extraído de: “Hombres
violentos, mujeres maltratadas: aportes a la investigación y tratamiento de un problema social”. Buenos Aires: Editorial
Sudamericana. (Capitulo 4, "Novias maltratadas")
Factores del
macro sistema
Factores de riesgo Factores Factores de riesgo (lejanos)**
personales (inmediatos) relacionados (no estructurales
Individuales y causales) con el del ecosistema
familiares * hecho de ser (próximos)**
perpetrador de
violencia **
-Antecedentes de -Exposición a La estructura social formal e El conjunto de
violencia en alguno de modelos y consejos informal y las instituciones valores culturales y
los dos integrantes de familiares a favor del que influyen en las vidas de creencias que
la relación dominio, sumisión y las personas: influyen en el resto
violencia de factores
-Antecedentes de -Una institución educativa
violencia en la familia -Admitir la violencia cuando legitima la violencia, • La construcción
de origen de agresor como forma eficaz de reproduciendo estereotipos social del hombre
y/o agredido/a resolver los conflictos de género y modelos ideal como
interpersonales autoritarios en los que la dominante, fuerte,
-Tipo de violencia del violencia es una forma válida independiente y
incidente, severidad y -Irascibilidad, baja de resolver los conflictos agresivo
frecuencia empatía y reducida
autoestima -Una institución religiosa que • La adhesión a los
-Características del sostenga un modelo familiar roles tradicionales
grupo familiar y -Actitudes familiares
patriarcal de género
entorno: conocimiento sexistas o ideas (Inferioridad de las
de la situación y patriarcales sobre la
-Una institución política que mujeres)
compromiso, familias inferioridad de las niegue la existencia de
expulsivas, red social mujeres violencia en las relaciones de • El sentido de
pareja o no la sancione propiedad sobre
-Características del -Consumo de alcohol cuando aparece o que las mujeres
estado de la relación u otras drogas propugne la resignación
frente al maltrato • Los mitos sobre
-Uso y consumo de Factores el amor romántico
sustancias- adicciones relacionados (no -Unos medios de
causales) con el comunicación que trasmitan • La aprobación
-Características del hecho de ser víctima modelos violentos que social del uso de la
agresor: Tipo de de violencia violencia para
manipulaciones que influyan en el desarrollo de
resolver los
utiliza para intimidar -Consumo de alcohol actitudes justificadoras de la conflictos
u otras drogas
-Evaluación del grado -Sentimientos de baja violencia interpersonales
de conciencia del autoestima o
riesgo desesperanza -Unas instituciones jurídicas
que dejan impunes a quienes
-Capacidad de -Fracaso escolar/ ejercen la violencia y no
respuesta frente a las Baja formación reconocen como tales a las
situaciones de crisis académica víctimas o no las dotan con
suficiente apoyo económico,
-Fuentes de estrés -Inicio temprano de social y psicológico
familiar las relaciones
sexuales/ Mantener -Un apoyo social o red
conductas sexuales amigos inexistentes o
de riesgo caracterizada por presentar
una actitud justificadora o
-Embarazo tolerante frente a la violencia
adolescente en la pareja
*Susana Velázquez, “Los Efectos de ser Testigo: Profesionales frente a la Violencia”- Evaluación de
riesgo- 2ª edición, 2008.
** VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA POBLACIÓN ADOLESCENTE, (2014) Jesús Herranz Bellido, Publicación de la
Diputación de Alicante.
Evaluación de riesgos
Escucha, contención y información pertinente sobre la problemática
Evaluación y recuperación de su red de contención
Buscar adultos que puedan hacer el acompañamiento sin prejuicios en conjunto con la escuela
Derivación pertinente a servicios profesionales que correspondan (de apoyo)
Derivar al organismo local de Protección de Derechos
Se recomienda la no mediación en casos de maltrato instalado
Algunas indicaciones que pueden darse a los adolescentes que se vinculan con violencia
Plantearles que resultaría conveniente:
• Compartir con personas de confianza la situación que están atravesando, no aislarse. Existen espacios, instituciones, recursos y/o
medios para aprender a relacionarse sin sufrir u ocasionar daños.
• Animarse a expresar con personas de confianza las dudas y los malestares que resultan de las vivencias en la pareja. Son
muchos los adolescentes que encuentran dificultades al entablar una relación de intimidad y todos tienen derechos a gozar de
vínculos donde no se dañen. Lo mejor siempre será actuar preventivamente y no esperar a que los malos tratos se agraven.
• Evitar los enfrentamientos y las peleas ya que cuando no se puede dialogar las discusiones generan más tensión y retroalimentan
los pensamientos negativos. En estos momentos es mejor apartarse de la situación hasta que ambos estén más calmados y puedan
hablar sin agredirse.
• Buscar información sobre la problemática para poder comprenderla mejor y pensar medidas de cuidados.
• Pedir ayuda a profesionales capacitados en la problemática.
• Tener a mano los números telefónicos a los cuales se puede recurrir ante situaciones de crisis y/o de emergencia: un adulto de
referencia, línea telefónica para atención de la violencia, policía, centro de salud, etc.
Consejo Escolar Equipo técnico de la En los casos que tengan hijos indagar el
nombre para informar a la maestra y los
escuela EOE y si tiene (gabinete) directivos de la situación.
Gestionar el pase de niños/as y adolescentes.
*Este es un listado que se confeccionó desde el Programa de Atención de la Violencia contra la Mujer (AVM)
de la Provincia de Buenos Aires, para clarificar incumbencias de las instituciones u organismos que
abordan la violencia de Género.
Empleo de un lenguaje sexista: “el maestro”, “la señorita” o del genérico masculino.
En el espacio se registra un comportamiento sexista y desigual por parte de las personas adultas.
Configuración de los espacios recreativos: por ejemplo pistas deportivas para los chicos y dependencias anexas para las
chicas.
Rituales: faldas para las chicas, pantalones para los chicos.
Organización institucional: por ejemplo, puede haber más maestras (Profesoras) que maestros (Profesores) pero los
hombres siguen siendo mayoría en los equipos directivos.
División del trabajo subalterno: las mujeres como limpiadoras y cocineras, los hombres en puestos de vigilancia y
mantenimiento.
Coeducar en igualdad:
“Se entiende por coeducación el proceso educativo que favorece el desarrollo integral de las personas con independencia del sexo
al que pertenezcan y, en consecuencia, entendemos por escuela coeducativa aquella en la que se corrigen y se eliminan todo tipo
de desigualdades o mecanismos discriminatorios por razón de sexo y en la que los alumnos y alumnas puedan desarrollar
libremente su personalidad en un clima de igualdad real y sin ningún tipo de condicionantes o limitaciones impuestas en función de
su sexo” (Lucini, Fernando. Temas transversales y Educación en valores, Anaya, Madrid, 1998.)
Es importante contar con la colaboración entre la escuela y las familias. Si bien no existen demasiados sitios de encuentro e
intercambio entre la escuela y las familias, debemos recalcar que siguen siendo el primer y principal agente de socialización y el
escenario dónde primero se aprende lo que significa ser mujer y ser hombre: qué roles, qué tareas y responsabilidades, qué
lugares, deben ocupar unas y otros; cómo expresarse, qué sentir, cuáles deben ser nuestros sueños y proyectos de vida. Y hay
familias en lo que todo esto se hace de manera diferencial, atendiendo a que se sea chico o chica. En la escuela se puede intentar
educar en igualdad, pero si lo que se hace en la institución no es coherente con lo que transmite la familia en casa, el efecto puede
ser notablemente menor o contraproducente. Es importante entonces que desde los la implementación de los espacios educativos
surjan experiencias para formar a las familias y a profesores en coeducación. Hay muchas familias dispuestas a participar y lo
mismo ocurre con la mayoría de las y los profesionales de la educación. Es imperioso entonces crear cauces apropiados para ello.
Sintetizando: los ejes de trabajo para abordar la problemática de la violencia en los vínculos sexo afectivos entre jóvenes serían:
Para esto proponemos:
Se recomienda hacer talleres intergénero y también talleres exclusivos para chicas coordinados por mujeres y para varones
coordinados por varones. Este criterio responde a la necesidad de abordar temas específicos de género o de la misma violencia en
un clima de cuidado y respeto sin las inhibiciones de la mirada de otro género.
Talleres de diversidad sexo-genérica, para promover la reflexión y el debate con enfoque de derechos.
Talleres de reflexión de Masculinidades.
Talleres de Feminidades que pueden o no estar relacionados con situaciones de violencia.
Talleres de reflexión sobre el Amor Romántico.
Para el diseño de estos talleres se recomienda la revisión de la bibliografía de clases anteriores y consultar el material
complementario que se brindará a su requerimiento
Lo que hay que transmitir claramente es que la Violencia de Género es un problema de toda la Sociedad, no de las mujeres
y que no se va a resolver si no se implica a los varones.
Bibliografía de Consulta:
Cuadernos de ESI I- Taller 3. Violencia y Maltrato. Programa de Educación Integral para colegios
secundarios.
Cuaderno de ESI II- Taller 1. Vínculos violentos en parejas adolescentes. Programa de educación integral para colegios
secundarios.
Herranz Bellido, Jesús, Violencia de Género en la población adolescente. Guía de Orientación para la familia, Diputación de
Alicante.
Herranz Bellido, Jesús, Violencia de Género en la población adolescente. Guía de Orientación para profesionales de la
educación, Diputación de Alicante.
http://www.diputacionalicante.es/es/LaDiputacion/GabineteDeComunicacion/Multimedia/Publicaciones/Docum
ents/guia-violencia-jovenes-PROFES_CAS_con_portadas.pdf
Viaje al País del Mundo al revés. Proyecto de intervención coeducativa con el alumnado de educación infantil y primeros
ciclos de primario. Dirección general de la
Mujer.http://www.educantabria.es/docs/recursos/centro_recursos/coeducacion/orientaciones_el_pais_del_mundo_al
_reves.pdf