U2 - Accion Mediada PDF
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para actuar o reaccionar y no podrían surgir habilidades so- tádicos, concuerdo con Burke en que es conveniente y bene-
cioculturalmente situadas. ficioso seguir incluyéndolo como elemento distinto en un sis-
Como afirman Colé, Gay, Glick y Sharp (1971) y tema de interpretación. Por motivos similares, Leont'ev
otros, la noción de habilidad involucrada aquí es afín a la in- (1981) plantea las nociones de "objetivo" y "motivo" como
volucrada en andar en bicicleta más que a los procesos psí- momentos esenciales y separados en su teoría de la actividad.
quicos abstractos y aparentemente inmateriales que con fre- Mi ra^ón principal para ocuparme de los objetivos en
cuencia imagina la psicología. Uno se vuelve experto en la mi descripción de la acción mediada es plantear un tema que
bicicleta interactuando con el objeto material el tiempo su- a menudo pasa inadvertido, aunque se incluya alguna noción
ficiente como para haber dominado los desafíos que pre- de propósito, objetivo o motivo en el sistema analítico que se
senta este objeto en particular. La naturaleza de esta habili- emplee. Concretamente, quiero referirme al hecho de que la
dad no necesita entenderse de un modo demasiado estre- acción mediada suele servir a múltiples propósitos. Además,
cho. Una vez que uno adquiere la eficacia suficiente para la estos propósitos (u objetivos) múltiples de la acción mediada
conducción de una bicicleta, ya no está limitado a conducir suelen estar en conflicto. Esto significa que, en la mayoría de
esa única bicicleta. Pero, por otro lado, desarrollar las habi- los casos, no se podrá interpretar adecuadamente la acción
lidades necesarias para conducir una bicicleta o bicicletas mediada si se da por sentado que ésta se organiza en torno a
en general no parece fomentar habilidades para desempe- un objetivo único y fácilmente identificable. Por el contrario,
ñar otras formas de acción con otros objetos materiales. los objetivos suelen ser múltiples, con frecuencia están en in-
teracción y, a veces, incluso entran en conflicto.
Los múltiples objetivos de la acción En los dos ejemplos que he utilizado hasta ahora, el te-
ma de los objetivos múltiples surge de distintas maneras. En
Esta tercera propiedad de la acción mediada —el hecho el caso del salto con garrocha, es probable que el tema sea
de que tiene múltiples objetivos simultáneos— se relaciona menos evidente, pero incluso en él está presente de forma cla-
con el "propósito" de la péntada de Burke. Al escribir sobre ra. A primera vista, parecería que el objetivo del salto con ga-
él, Burke sostiene que "de los cinco términos, el Propósito se rrocha es bastante obvio y singular: superar la barra horizon-
ha convertido en el más susceptible de disolución [...] El con- tal. Sin embargo, así como la "circunferencia" del elemento
cepto de propósito está implícito en los conceptos de acto y pentádico de la "escena" puede ampliarse o reducirse según
agente; y está igualmente implícito en la agencia, ya que las la perspectiva analítica que se adopte, la noción de objetivo
herramientas y los métodos sirven a un propósito" (1969a, puede expandirse o limitarse de manera similar. En un nivel,
p. 289). Por mi parte, considero que la noción de propósito parece obvio que el objetivo del salto con garrocha es saltar
también está implícita en el elemento pentádico de la escena, la barra, pero este objetivo inmediato puede ser parte de al-
ya que las escenas (o contextos) suelen sugerir, o delimitar, el go mayor. Por ejemplo, el atleta puede estar motivado por el
objetivo que se perseguirá en ellas. Aunque puede existir la objetivo de impresionar a un público en particular, por el de-
plicación presentada, no recurriendo a una calculadora,
62 seo de superar un sentimiento general de fracaso en la vida,
etcétera). La importancia de estas condiciones se relaciona
por un odio irracional a un contrincante, etc. De hecho, un
con la idea de Burke sobre cómo el propósito puede disolver-
atleta puede tener como objetivo el deseo de dejar que un
se en la instrumentalidad. Pero, en vez de ver esto como una
competidor gane por alguna razón y renunciar al objetivo de
disolución, considero que el proceso puede formularse más
superar la barra.
adecuadamente desde una perspectiva de objetivos múltiples.
La imagen de los objetivos que he presentado hasta
Así, si se nos pide que hagamos una multiplicación pero que
aquí es algo restringida porque sugiere que éstos se relacio-
usemos números romanos en lugar de números arábigos, el
nan con un acto único y específico, en lugar de referirse a
objetivo del agente y los recursos proporcionados por los mo-
contextos más generales, y porque sugiere que los objetivos
dos de mediación seguramente entrarán en conflicto.
deben tener alguna clase de realidad psicológica para un in-
Como "las herramientas y los métodos sirven a un pro-
dividuo. Los supuestos sobre la realidad psicológica sugieren
pósito" (Burke, 1969, p. 289) y como los propósitos originales
la clase de individualismo metodológico antes mencionada y,
de los números romanos no incluían el realizar multiplicacio-
si uno se concentra en los actos únicos y específicos, pierde
nes, los objetivos del agente y los objetivos "incorporados" en
de vista que en muchos casos los objetivos se relacionan con
los modos de mediación entran en conflicto, situación que
el sistema de fondo no analizado, el "horizonte moral" (Tay-
pone de manifiesto la irreductible tensión existente entre el
lor, 1989) sobre el que se realiza la acción mediada. Por ejem-
agente y los modos de mediación en la acción mediada. En
plo, si preguntamos si el salto con garrocha debe ser conside-
otros capítulos me ocuparé más detalladamente de cómo los
rado deporte olímpico o por qué la competencia y el orgullo
objetivos de un agente pueden estar configurados por (o en-
ante los logros individuales operan tan poderosamente en es-
trar en conflicto con) los objetivos y los propósitos de las he-
te contexto, nos estaremos ocupando de objetivos cuyas cir-
rramientas culturales peculiares. Por el momento, quiero
cunferencias van mucho más allá de los esfuerzos individua-
concentrarme en la idea de que la acción mediada suele or-
les para superar una barra horizontal, y estaremos tocando
ganizarse en torno a objetivos múltiples (y, con frecuencia,
temas que no se pueden reducir a los procesos psíquicos del
conf lictivos) debido a que los objetivos del agente no se ajus-
individuo.
tan con precisión a los objetivos con los que se suele asociar
En el ejemplo de la multiplicación antes presentado, el a los diferentes modos de mediación peculiares.
tema de los objetivos múltiples aparece con más claridad. Si
uno preguntara cuál es el objetivo de multiplicar 343 por Sin embargo, con respecto a la multiplicación, vale la
822, la primera respuesta podría ser: "Para obtener la solu- pena señalar que el objetivo de obtener la solución correcta
ción correcta". Pero, como sugerimos, esa respuesta puede necesita coordinarse también con otros aspectos del ámbito
no ser suficiente, ya que en realidad queremos decir algo así sociocultural: ¿se está realizando esta acción mediada en un
como: "Para obtener la solución correcta dentro de los lími- contexto en el que se juzgará el desempeño (por ejemplo, un
tes de una forma peculiar de planteo del problema" (es decir, examen)?, ese está realizando como parte de la educación for-
utilizando números arábigos, empleando la sintaxis de multi- mal, en cuyo caso un aspecto del objetivo puede ser la prácti-
64 ca por la práctica misma?, ¿o se está realizando en un contex- Abarcar en la investigación el proceso de desarrollo de un ob- r>r>
to no diseñado para fomentar el aprendizaje por el aprendi- jeto dado en todas sus etapas y cambios —desde su nacimien-
zaje mismo, un contexto en el que los errores tienen conse- to hasta su muerte— significa fundamentalmente descubrir su
naturaleza, su esencia, ya que "sólo en el movimiento un
cuencias prácticas que van más allá de reducir la calificación
cuerpo muestra lo que es en realidad". Así, el estudio histó-
del examen? rico [en el sentido más amplio de la palabra "histórico"] de la
Como se verá en próximos capítulos, los objetivos múlti- conducta no es un aspecto auxiliar del estudio teórico, sino
ples y las relaciones complejas que existen entre ellos son te- que constituye su propia base. (1978, pp. 64-65)
mas esenciales que se deben considerar cuando se quiere inter-
pretar la acción mediada. Un defecto importante de muchas Para Vygotsky, los intentos de comprender la naturale-
descripciones de la acción mediada (incluyendo las mías, en za de los procesos psíquicos considerando sólo los productos
muchos casos) es que interpretan la acción como si estuviera estáticos del desarrollo resultan con frecuencia infructuosos
motivada por un objetivo único. Esta limitación suele ser con- o descaminados. En lugar de interpretar correctamente los di-
secuencia de usar un punto de vista disciplinario único, prác- versos aspectos de estos procesos como una consecuencia de
tica que, espero, resulte menos factible cuando se enfoquen los la transformación genética que han sufrido, semejantes inten-
temas desde la perspectiva de la compleja dialéctica existente tos pueden ser confundidos por la apariencia de formas de
entre los elementos de la acción mediada. conducta "fosilizadas".
Para examinar las implicaciones de este tipo de método
Caminos evolutivos genético para el análisis de la acción mediada, es importante
empezar por el análisis de la noción de desarrollo. Desde la
La cuarta afirmación —que la acción mediada se sitúa perspectiva empleada aquí, "desarrollo" es una palabra que
en uno o más caminos evolutivos— es una elaboración de la se aplica a la acción mediada. Esto es solamente una inferen-
afirmación general que sostiene que la acción mediada está cia de la idea de que la acción mediada es la unidad de análi-
históricamente situada. Los agentes, las herramientas cultura- sis pertinente para los estudios socioculturales y contrasta
les y la tensión irreductible entre ellos siempre tienen un pa- con las afirmaciones o supuestos que sostienen que lo que se
sado peculiar y siempre están en proceso de cambio. Este desarrolla es la mente del individuo o algún otro elemento de
conjunto de características es lo que lleva a Vygotsky (1978, la acción mediada considerado aisladamente.
1987) a emplear un método genético o evolutivo (Wertsch, Para poder observar la importancia de este punto, con-
1985). El método genético de Vygotsky está motivado por el sidérese lo siguiente. En la década de los sesenta, para diseñar
supuesto de que sólo podemos entender muchos aspectos del un nuevo tipo de avión quizá se necesitaban docenas de dibu-
funcionamiento psíquico si entendemos el origen de esos as- jantes trabajando durante meses o incluso durante años con
pectos y las transformaciones que ellos han sufrido. Al igual reglas de cálculo, equipos de dibujo mecánico y otras herra-
que teóricos como Piaget y Werner, Vygotsky sitúa al análisis mientas culturales semejantes. En la actualidad, la misma ta-
genético en la base misma del estudio de la mente: rea la puede realizar, en un lapso mucho más breve, un solo
operador de computadora. La pregunta relevante para el ca- en algunos supuestos sobre un "telos", u objetivo final. La no- 67
so es, entonces: ¿qué se desarrolló? ción de direccionalidad intrínseca del proceso de desarrollo
Es bastante obvio que una explicación de la mejora en es central para cualquier descripción que se haga del mismo,
la productividad no puede basarse exclusivamente en una y resulta útil también para distinguirlo de la casualidad o del
descripción de la inteligencia o la habilidad mejorada de los cambio no planificado. Cuando, por ejemplo, las evaluacio-
individuos involucrados. De hecho, algunos podrían sentir la nes comparativas del desarrollo (niveles, trayectorias) nos re-
tentación de decir que el operador de computadora actual ne- sultan significativas en un dominio determinado, se puede in-
cesita menos inteligencia o habilidad que la que necesitaban ferir de hecho que hemos planteado una dirección preferida
los ingenieros que usaban reglas de cálculo, complejas fórmu- pertinente para ese dominio. Para hacer cualquier clase de
las matemáticas y otros instrumentos hace varios decenios. Lo observación sobre el desarrollo hay que plantear ciertas afir-
que sugiere el ejemplo es que la inteligencia involucrada es un maciones a priori sobre hacia dónde se dirige ese desarrollo.
atributo del sistema creado por la tensión irreductible entre el Semejantes afirmaciones suelen ser implícitas (más que explí-
agente y los modos de mediación. Autores como Bechtel citas) y no suelen estar particularmente bien formuladas, pe-
(1993), Clark (1997) y Hutchins (1995a) han sostenido ideas ro siempre ofrecen el trasfondo para una descripción del de-
similares recientemente en la ciencia cognitiva. sarrollo. En síntesis, no se puede hablar coherentemente de
Por otra parte, el desarrollo de la acción mediada invo- desarrollo sin plantear un objetivo final ideal.
lucra una gran cantidad de contingencias y accidentes. Esto Como señala Kaplan (1983, p. 59), el reconocimiento
es algo que exploraré en mayor detalle más adelante, cuando de que el desarrollo involucra una direccionalidad preferida
me refiera a otra propiedad de la acción mediada; es decir, significa que "es un valor, una política o una noción norma-
el hecho de que las herramientas culturales suelen ser produ- tiva". Por ello, plantear un telos —algo que es parte de cual-
cidas por razones ajenas a la facilitación de la propia acción. quier teoría del desarrollo— es designar una "virtud" o con-
En lugar de considerar la evolución como desarrollo hacia al- junto de virtudes en el sentido delineado por autores como
guna especie de punto final prefijado, pienso, siguiendo a Maclntyre (1984) y Taylor (1989): identificar el bien. Por este
Gould (1987), que la evolución está sujeta a todo tipo de acon- motivo, un telos de desarrollo puede entenderse desde el pun-
tecimientos contingentes, muchos de los cuales tienen grandes to de vista de lo que Kaplan (1983, p.59) llama "mito, dogma,
consecuencias para la forma en que tiene lugar el desarrollo. teoría, perspectiva, etc., que usamos para evaluar y buscar re-
Además, es importante tener en cuenta el marco inter- gular las acciones y transacciones humanas, incluyendo aque-
pretativo que se usa para entender el desarrollo. Puede suce- lla a la que denominamos investigación". Dependiendo de los
der que el desarrollo en varios "dominios genéticos" supuestos que se establezcan en relación con esto, una teoría
(Wertsch, 1985) haya sido configurado por todo tipo de acci- del desarrollo debe necesariamente tomar posición respecto
dentes y, por lo tanto, no pueda considerarse algo que opera de lo que Kaplan denomina "desarrollo de la perfección". Ta-
según un gran diseño general; pero también es cierto que les posiciones sobre un telos pueden ser "vagamente sosteni-
cualquier análisis del desarrollo que hagamos deberá basarse das o afirmadas", pero de todos modos proporcionan la base
sobre la cual se pueden "defender diversas formas de educa-
ción, de intervención terapéutica, de investigación, de go- proporcionado por la acción mediada; pero, si logramos
bierno, etcétera." mantener la acción mediada en el centro de nuestra atención,
El problema de cómo definir un objetivo final adecua- siempre llevaremos a cabo la evaluación de la inteligencia o
do para el desarrollo es algo intelectual, ética y políticamen- de las habilidades de los agentes sobre la base de un conjunto
te complejo. Por eso, los teóricos del desarrollo suelen fraca- de supuestos de fondo con respecto a qué formas de herra-
sar en sus intentos de explicar la forma de desarrollo de la mientas culturales debemos utilizar. En el ejemplo del diseño
perfección que tienen en mente o son confusos o ambivalen- de un nuevo tipo de avión, el operador de computadora pue-
tes al respecto. Por ejemplo, Vygotsky tiene dificultades para de tener un tipo de inteligencia que resulta útil y es altamen-
resolver este punto y, en consecuencia, termina siendo ambi- te valorado en el contexto de la simulación por computadora,
valente sobre el telos del desarrollo humano (Wertsch, 1995d, pero que no resultaría adecuado en un contexto en el que se
1996). En ciertos puntos de sus obras, es bastante claro en el
esperara que la gente utilizara reglas de cálculo u otras herra-
planteo de un tipo de racionalidad iluminista como conse-
mientas, y viceversa. Así como la información sobre los genes
cuencia ideal del desarrollo psíquico humano, pero en otros
sólo es significativa en el contexto del conocimiento del ám-
momentos parece imaginar la "armonía de la imaginación"
bito físico en el que funciona un organismo (Gould, 1981), la
como objetivo final ideal. Esa complejidad y esa ambivalen-
información sobre la inteligencia sólo resulta significativa en
cia caracterizan a la mayoría de las descripciones del desarro-
el contexto del conocimiento de las herramientas culturales
llo. Hago estas observaciones como recordatorio de que,
que usará un agente.
cuando hablamos de desarrollo, solemos estar planteando al-
Naturalmente, esto no atenúa en modo alguno la idea
gún objetivo final ideal (o varios). Por eso, cuando hablamos
de que puede haber diferencias importantes entre individuos
del desarrollo de la acción mediada, las herramientas cultu-
—o incluso entre grupos de individuos— en cuanto a las habi-
rales, los agentes y demás, es importante reflexionar sobre
lidades que poseen para usar ciertas herramientas culturales;
cuál es el objetivo final en el que estamos pensando.
pero sugiere que, en vez de llegar a la conclusión de que tales
Desde el punto de vista de los agentes involucrados en diferencias reflejan atributos inherentes a los individuos más
la acción mediada, una forma de desarrollo de la perfección allá de cualquier contexto de acción mediada, la clave podría
que está obviamente en discusión es el dominio del conjunto radicar en la experiencia particular de estos agentes con un
de herramientas culturales proporcionadas por un ámbito conjunto específico de herramientas culturales. Más adelante,
sociocultural. Si bien sigo sosteniendo la necesidad de mante- cuando analice las ideas de dominio y apropiación, me ocupa-
ner centralizado el análisis en la acción mediada, reconozco ré de la naturaleza de esta experiencia, pero por ahora sólo
también que solemos involucrarnos en todo tipo de intentos quiero señalar que cada individuo tiene una historia evolutiva
para evaluar y calificar a los agentes en algún camino evoluti- peculiar de experiencia con las herramientas culturales y esa
vo, y al hacerlo existe la gran tentación de tratar a los indivi- historia puede ofrecer una comprensión fundamental de qué
dúos como si poseyeran alguna clase de atributo abstracto, tal
tipo de habilidades e inteligencia posee. Este punto es particu-
como la inteligencia, independiente de cualquier contexto
larmente pertinente, dadas las afirmaciones en la teoría evolu-
70 tiva y el conexionismo, que sugieren que empezar un camino portante cuando se trata de entender la acción y las transfor- 71
de desarrollo particular tiene un profundo impacto sobre qué maciones que sufre; pero, si nos concentramos exclusivamen-
puede resultar posible —o no— en puntos subsiguientes. te en los tipos de poder que las herramientas culturales pro-
Gran parte de lo que acabo de decir sobre el desarro- porcionan, sólo obtendremos una imagen parcial y pasare-
llo se centra en cómo los individuos enfrentan y dominan un mos por alto una característica opuesta, aunque igualmente
conjunto existente de herramientas culturales. Pero, como lo inherente, de los modos de mediación: que restringen o limi-
sugiere el ejemplo del diseño de aviones, un cambio en las tan las formas de acción que emprendemos.
herramientas culturales puede resultar una fuerza más pode- Al tratar de desarrollar nuevas herramientas culturales,
rosa de desarrollo que la mejoría en las habilidades del indi- el foco naturalmente tiende a situarse en cómo superarán
viduo. La tensión irreductible existente entre la herramienta cierto problema percibido o restricción inherente en las for-
cultural y el agente que define a la acción mediada significa mas existentes de acción mediada. Pero uno de los puntos ine-
que cuando se considera cómo mejorar o cambiar un curso vitables para la perspectiva de la acción mediada que estoy
de desarrollo, la clave puede estar en cambiar la herramien- proponiendo es que, incluso si una nueva herramienta cultu-
ta cultural en vez de mejorar las habilidades para utilizar esa ral nos libera de alguna limitación previa, introduce otras
herramienta. Como veremos a continuación, a menudo hay nuevas que le son propias. El aforismo acuñado por Mitchell
mucha resistencia al cambio de una herramienta cultural, in- (1990, p. 21), según el cual no existe "representación sin tri-
cluso cuando se admita que está claramente pasada de moda buto", es pertinente para cualquier forma de acción mediada.
o anticuada; así que no siempre resulta fácil. Sin embargo, la Se puede decir que los autores que han examinado te-
perspectiva de la acción mediada sugiere que es una alterna- mas relacionados con la acción mediada a menudo caen en
tiva que merece más consideración de la que se le suele dar. uno de dos grupos básicos, según si adoptan una perspectiva
"medio llena" o "medio vacía". Los que se acercan a la media-
Restricciones y recursos ción desde la perspectiva "medio llena" se centran en qué nos
posibilitan hacer los modos de mediación; los que se acercan
La mayoría de los estudios sobre la mediación la consi- desde la perspectiva "medio vacía" se centran en las restric-
deran desde el punto de vista de cómo posibilita o favorece ciones que impone la mediación. Como ya he sugerido, Vy-
la acción. Por ejemplo, cuando se aplica la noción gibsoniana gotsky pertenece al grupo de los "medio llenos". En sus escri-
de recursos (Gibson, 1979) a la mediación (Still y Costall, tos, tiende a enfatizar el potencial posibilitador de los modos
1989), se ocupa de la emergencia de formas nuevas y mejora- de mediación, en especial el lenguaje. Esto se vincula al as-
das de pensamiento, y Vygotsky (1978, 1987) ve al desarrollo pecto de la cosmovisión de Vygotsky basado en el racionalis-
del lenguaje en la ontogénesis fundamentalmente desde la mo iluminista (Wertsch, 1995d, 1996). Cuando opera desde
perspectiva de cómo ofrece nuevas posibilidades a la con- esta perspectiva, Vygotsky interpreta las diferentes formas de
ciencia humana. No hay duda de que semejante enfoque so- acción mediada como niveles en el desarrollo hacia un resul-
bre cómo los modos de mediación posibilitan la acción es im- tado ideal de pensamiento abstracto. Por eso habla de "des-
72 contextualización" y sostiene que los conceptos abstractos cualquier intento de entender o actuar sobre la realidad está
ofrecen perspectivas nuevas y más poderosas sobre la reali- inherentemente limitado por los modos de mediación que ne-
dad que la mayoría de las formas de pensamiento más contex- cesariamente emplearemos. En un párrafo muy incisivo, Bur-
tualizadas (Wertsch, 1985). Al hacer esta afirmación, Vy- ke observa que "aun cuando cualquier terminología dada es
gotsky parece estar de acuerdo con la idea de que las formas un reflejo de la realidad, por su propia naturaleza como termi-
más elevadas de descontextualización también imponen nue- nología debe ser también una selección de la realidad; y debe
vas restricciones a nuestro pensamiento, pero su acento está funcionar también como desviación de la misma" (1966,
puesto claramente en los niveles de poder que proporcionan. p. 45). Para él, este proceso no sólo afecta la forma en que ha-
blamos sobre la realidad, sino también el modo en que la ob-
Burke representa la perspectiva de la mediación "me-
servamos en general:
dio vacía", y en este sentido ofrece un interesante contraste
con Vygotsky. Al igual que Vygotsky, Burke destaca el poder
La naturaleza de nuestros términos no sólo afecta la natura-
del lenguaje para configurar el pensamiento humano y otras leza de nuestras observaciones en el sentido de que los térmi-
formas de acción en sus escritos. Además, también al igual nos dirigen la atención a un campo más que a otro, sino que,
que Vygotsky, reconoce el poder del lenguaje como herra- además, muchas de las "observaciones" que hacemos no son sino
mienta cultural para posibilitar la acción humana de maneras inferencias de la terminología peculiar que usamos para hacerlas.
esenciales. Por ejemplo, en su definición del "actor humano", En síntesis, muchas de las que consideramos observaciones
Burke afirma que herramientas lingüísticas tales como las ne- sobre la "realidad" no son sino el hilado de posibilidades im-
plícitas en nuestra elección peculiar de términos, (p. 46)
gaciones ofrecen recursos únicos para la acción humana. En
su opinión, es sorprendente "que no haya negaciones en la
La descripción que hace Burke de las pantallas termino-
naturaleza, y que este ingenioso agregado al universo sea ex-
lógicas es bastante extensa y no me propongo explorar ni re-
clusivamente un producto de los sistemas simbólicos huma-
coger aquí todas sus deducciones. Mi principal interés es se-
nos" (1966, p. 9).
ñalar que algunos teóricos destacan las restricciones que im-
Sin embargo, un problema fundamental que recorre
ponen los modos de mediación, en tanto que otros prefieren
los escritos de Burke es que el lenguaje nos impone podero-
subrayar los recursos que ofrecen.
sas restricciones cuando tratamos de entender el mundo y ac-
tuar sobre él. Por ejemplo, al escribir sobre el lenguaje como Sin importar si un teórico pertenece al grupo de los
acción, Burke (1966) hace hincapié en las "pantallas termino- "medio llenos" o al de los "medio vacíos" con respecto a la
mediación, las restricciones impuestas por las herramientas
lógicas", de las que dice que funcionan de un modo similar a
culturales suelen ser reconocidas sólo en retrospectiva, a tra-
las pantallas o filtros que se utilizan en fotografía. La esencia
vés de un proceso de comparación desde la perspectiva del
de esta noción es que "la cultura y el lenguaje no sólo abren
presente. Sólo con la aparición de nuevas formas de media-
puertas a las experiencias, sino que también constituyen una
ción reconocemos las limitaciones de las anteriores. Como
prisión que las restringe y dificulta" (Gusfield, 1989, p. 12).
observa Dewey:
Una perspectiva tal pone un fuerte énfasis en la idea de que
74 Cuando miramos hacia atrás, hacia períodos anteriores, es merdam en la era de las garrochas de bambú. Después de la 75
evidente que ciertos problemas no podrían haber surgido en Segunda Guerra Mundial, los rendimientos empezaron a me-
el contexto de las instituciones, las costumbres, las ocupacio- jorar con la introducción de garrochas hechas con aleaciones
nes y los intereses que entonces existían, y que incluso, si se
de acero y aluminio, pero el cambio fundamental que hizo
los hubiera podido detectar y formular, no se habrían tenido
los medios como para resolverlos. Si no vemos que este con- posible eclipsar los records de Warmerdam fue la introduc-
dicionamiento, tanto negativo como positivo, existe en el ción de la garrocha de fibra de vidrio, en los años sesenta. La
presente, este fracaso en nuestra capacidad de ver se deberá mayor flexibilidad y fuerza de este tipo de garrochas llevó a
a una ilusión en la perspectiva. (1938, pp. 487-488) un cambio drástico en los estilos de salto. Los competidores
podían saltar mucho más alto que antes, doblando las garro-
Volviendo a uno de mis ejemplos de la acción mediada chas en un ángulo de casi 90°. Las garrochas de fibra de vi-
—el salto con garrocha—, la historia de esta competencia se ha drio y sus sucesoras han posibilitado que saltadores como
caracterizado por varias ilusiones de la perspectiva de este ti- Sergei Bubka alcancen alturas superiores a los seis metros.
po. La razón principal para que surgieran estas ilusiones y se Una vez más, aquí se puede ver el surgimiento y la deca-
las reconociera como tales se relaciona con los diversos tipos dencia de una ilusión de la perspectiva. Nadie había notado
de herramientas culturales empleados. Cuando el salto con las restricciones de las garrochas de aluminio hasta que apa-
garrocha todavía era una actividad que consistía en saltar recieron las de fibra de vidrio. Los saltadores veían básica-
arroyos horizontalmente, y aun durante sus primeros años mente —si no exclusivamente— los recursos que les ofrecía la
como competencia olímpica, los atletas usaban palos rígidos herramienta cultural que usaban y no parecían ser conscien-
de abeto, nogal o fresno. Los palos de bambú, que eran más tes de las limitaciones o restricciones que ésta podía tener. De
livianos y permitían a los competidores alcanzar mayores ve- hecho, cuando aparecieron las garrochas de fibra de vidrio,
locidades en la carrera hacia el cajón de salto, fueron intro- los usuarios de garrochas de aluminio empezaron a afirmar
ducidos en los Juegos Olímpicos de 1900. Los mayores recur- que las suyas eran las únicas legítimas y que quienes usaban
sos que ofrecían las garrochas de bambú (y las restricciones las de fibra de vidrio no eran garrochistas desde ningún pun-
impuestas por las maderas usadas antes) pronto fueron ad- to de vista (volveremos sobre esto más adelante).
vertidos y las garrochas de bambú no tardaron en ser adop- Algo similar puede decirse con respecto al ejemplo del
tadas universalmente. diseño de aviones. En la era de la regla de cálculo, las refle-
Los records establecidos con garrochas de bambú se xiones sobre las restricciones de esta herramienta cultural so-
mantuvieron hasta 1957. Cornelius Warmerdam, para mu- lían centrarse en su material de construcción (acero, bambú
chos el más grande saltador de la historia, estableció seis ré- o plástico). Esas reflexiones se ocupaban de las diferentes ta-
cords mundiales usando garrochas de bambú. Fue el prime- sas de expansión y contracción de esos materiales y de cómo
ro en superar los 4,50 m y estableció un récord nacional es- afectaban los cálculos basados en la suma de logaritmos. Sólo
tadounidense bajo techo de 4,80 m, que se mantuvo entre cuando aparecieron las poderosas computadoras digitales se
1943 y 1959. Ningún atleta logró acercarse al nivel de War- empezó a considerar que este tipo de reflexión reflejaba una
ilusión de la perspectiva. La idea general es que es probable por una variación en los niveles de habilidad u otros hechos re- 77
que vivamos de una manera bastante irreflexiva, con una ilu- lacionados con el agente, pero la dinámica de cambio que pro-
sión creada por la perspectiva, hasta que algún cambio llegue voca la introducción de nuevas herramientas culturales en la
para desafiarla... con una nueva ilusión. acción mediada suele ser muy poderosa y pasar inadvertida.
Los ejemplos que he analizado hasta ahora podrían ser La importancia de reconocer cómo transforman a la ac-
considerados ejemplos de recursos positivos y negativos rela- ción mediada las nuevas herramientas culturales es muy evi-
cionados con el progreso tecnológico. Quiero decir que, en dente en Vygotsky y constituye un supuesto básico en mucho
estos casos, el progreso tecnológico dio origen a herramien- de lo que escribió. Vygotsky afirma que "al estar incluida en
tas culturales con recursos claramente superiores a los que el proceso de la conducta, la herramienta psicológica (signo)
ofrecían otras herramientas previas. El hecho de que ningún altera todo el flujo y la estructura de las funciones psíquicas.
garrochista actual utilice una garrocha de aluminio y que Lo hace determinando la estructura de un nuevo acto instru-
prácticamente nadie use ya las reglas de cálculo es un claro mental, del mismo modo en que una herramienta técnica al-
reflejo de ello. Pero, en muchos casos, la razón para usar una tera el proceso de adaptación natural determinando la forma
herramienta cultural no se relaciona de manera tan evidente de las operaciones de trabajo" (Vygotsky, 1981c, p. 137).
con los niveles superiores de rendimiento. El empleo de un Una forma de entender las diversas maneras en que la
modo de mediación peculiar suele depender de otros facto- introducción de una nueva herramienta cultural "altera todo
res, relacionados con los antecedentes históricos y el poder y
el flujo y la estructura" de la acción mediada consiste en con-
la autoridad culturales o institucionales. Más adelante, en es-
siderar qué sucede en los diferentes "dominios genéticos"
te mismo capítulo y en otros posteriores, analizaré algunos
(Wertsch, 1985) de la filogénesis, la historia sociocultural, la
casos de este tipo; pero, en general, es esencial reconocer el
ontogénesis y la microgénesis. Por ejemplo, se podría pensar
papel que juegan los modos de mediación en la configura-
en las transformaciones que ocurren en la ontogénesis cuan-
ción de la acción humana. Sólo si admitimos esto podremos
do los niños se enfrentan a nuevas herramientas culturales,
hacernos las preguntas esenciales sobre por qué se utilizan
tales como los textos escritos y los sistemas numéricos. O uno
ciertas herramientas culturales y no otras y quién decide qué
podría centrarse en la emergencia y la influencia que puede
herramientas culturales se deben usar.
alcanzar en la historia sociocultural un nuevo modo de media-
ción en el que entran enjuego las fuerzas de industrialización
Las transformaciones de la acción mediada y desarrollo tecnológico (Ong, 1982), como sucedió con los
procesos sociales y psicológicos cuando aparecieron las com-
La sexta afirmación que hago respecto de la acción me- putadoras modernas.
diada se refiere a cómo la introducción de nuevas herramien- Sin importar cuál sea el caso peculiar del dominio gené-
tas culturales transforma la acción. Esto no significa que la úni- tico en cuestión, la idea general es que la introducción de un
ca forma de introducir cambios sea a través de nuevas herra- nuevo modo de mediación crea una especie de despropor-
mientas culturales. Con frecuencia, los cambios se producen ción en la organización sistémica de la acción mediada que
desencadena cambios en otros elementos —tales como el pa". (En: "¿Hasta dónde se puede llegar con una garrocha de 79
78
fibra de vidrio?", Life, 22 de febrero de 1963.)
agente— y en la acción mediada en general. De hecho, en al-
gunos casos surge una forma de acción mediada completa-
Esas discusiones muestran qué poderoso puede ser el
mente nueva.
efecto transformador de un nuevo modo de mediación. En
Ya he hecho alguna alusión a lo que sucedió cuando
este caso, el efecto fue tan grande que surgieron disputas so-
se introdujeron nuevos modos de mediación (las garrochas
bre si la acción que se estaba ejecutando era en realidad la
de fibra de vidrio) en el salto con garrocha. El récord mun-
misma. No hay manera sencilla de resolver esas disputas. ¿La
dial en esta competencia atlética sólo había variado cinco
introducción de la fibra de vidrio representó una extensión
centímetros entre 1942 y 1960, en la era de las garrochas de
de un tipo de acción mediada ya existente o creó una cualita-
bambú y metal, y parecía destinado a permanecer alrededor
de los cinco metros eternamente; pero, con la introducción tivamente nueva? La forma peculiar que tomó esta controver-
de las garrochas flexibles de fibra de vidrio, esto cambió sia fue sobre si la combinación de elementos involucrados pa-
drásticamente y el récord mundial fue superado en más de ra llevar a cabo este tipo de acción mediada había ido dema-
sesenta centímetros en apenas tres años. No resulta sor- siado lejos en la dependencia de una herramienta cultural y
prendente saber que la introducción de la fibra de vidrio es- si el papel del agente había quedado por debajo de un nivel
tuvo marcada por una gran controversia. Los atletas discu- razonable. Si esto es así, queda planteado el siguiente interro-
tían acaloradamente si esta nueva herramienta cultural ha- gante: ¿se le debe dar crédito al agente por realizar la acción?
bía transformado la actividad de manera absoluta o no. Por Estos temas se hacen evidentes en varios momentos de
ejemplo, un artículo aparecido a comienzos de los años se- la disputa. En el fragmento citado se dice que la garrocha
senta decía que: "lanza" al saltador, que los atletas se convierten en "proyecti-
les humanos" y que los atletas "se cuelgan de la garrocha" y
La sorprendente elasticidad de la fibra de vidrio [...] casi hi- es ésta la que "hace todo el esfuerzo". Pero el texto reconoce
zo que la garrocha se plegara sobre sí misma antes de lanzar implícitamente el aporte de los agentes, ya que son "ellos"
a C. K. Yang, de UCLA, más alto de lo que se supone que pue- (aunque "armados" con garrochas de fibra de vidrio) los que
den remontarse los atletas en esta competencia, y fue el cen- rompen el récord mundial una y otra vez.
tro de una dura discusión planteada la semana pasada. Yang Bragg se queja específicamente de que "la fibra de vi-
y otros dos atletas, armados con garrochas de fibra de vidrio,
drio elimina el elemento humano de la competencia y con-
mejoraron el récord mundial tres veces en nueve días y la vio-
lenta embestida fue excesiva para los puristas, que se oponen vierte al atleta en una catapulta" ( "Una garrocha es una ga-
a que los garrechistas se conviertan en proyectiles humanos. rrocha es una...", Neiusweek, 19 de febrero de 1962). Pero otros
Estas criticas fueron encabezadas por Don Bragg, el cam- atletas lo critican y afirman que Bragg "intentó saltar con fi-
peón olímpico [que usaba una garrocha de aluminio]: "Es ri- bra de vidrio y no pudo dominarla. No pudo llegar a los cin-
dículo, y por eso renuncio. ¿Por qué debo sumarme al circo? co metros con ninguna garrocha, y no se quejó cuando él mis-
La técnica de la fibra de vidrio consiste en colgarse de la ga-
mo usó una garrocha de aluminio para romper el récord que
rrocha y dejar que ella haga todo el esfuerzo, y eso es tram-
80 Warmerdam había establecido con una de bambú". Lina vez to. En muchos casos, la herramienta cultural que se debe usar si
más, los dos bandos de esta controversia reflejan los dos ele- al hacer una evaluación es fija, pero la ilusión de la perspecti-
mentos de la acción mediada: el agente —es decir, sus habili- va asociada con ella no debe ocultarnos el hecho de que reí le-
dades— y la herramienta cultural. ja las herramientas culturales de un ámbito sociocultural más
Lo esencial aquí es que la acción mediada puede sufrir que un estado de cosas natural y atemporal.
una transformación fundamental con la introducción de nue- De modo que, al preguntar sobre el nivel de habilidad
vos modos de mediación (en este caso, la garrocha de fibra de alguien, con frecuencia estamos preguntando sobre la ha-
de vidrio). El impacto de la introducción de un nuevo medio bilidad de esa persona en su funcionamiento con alguna he-
en la acción fue tan grande en este caso que dio origen a la rramienta cultural específica. Es esencial tener esto siempre
controversia sobre si el hecho no se había transformado en presente, ya que los agentes pueden demostrar habilidades so-
una forma cualitativamente nueva, en la que la presencia de bresalientes con determinada herramienta cultural, pero sólo
los agentes era mínima. Sin embargo, aun en medio de esta una habilidad común al utilizar otro modo de mediación. Es
controversia, a nadie se le ocurría pensar que los agentes es- fácil pasar esto por alto, ya que la herramienta cultural que se
taban totalmente ausentes de esta nueva forma de acción. De emplea en cualquier evaluación peculiar suele ser una parte
modo que el tema seguía siendo si la nueva combinación de fija y no cuestionada del contexto sociocultural concreto. Por
agente y modos de mediación era legítima o no. En los co- ese motivo, hoy no se nos ocurriría decir que alguien que
mentarios de los críticos de Bi agg se manifiestan fuertes su- puede saltar más alto que cualquiera usando una garrocha de
puestos sobre el papel del agente, ya que formulan su argu- bambú o de abeto es el mejor garrochista del mundo. Estos
mento desde la perspectiva de cómo diversos agentes, inclui- hechos plantean, una vez más, preguntas generales sobre
do Bragg, no han sido capaces de desarrollar las habilidades quién decide qué herramientas culturales deben usarse como
requeridas para adaptarse a los nuevos modos de mediación medios para evaluar nuestras aptitudes y habilidades.
y sostienen que algunos atletas saltan más alto con garrochas Problemas análogos surgen cuando se considera el
de aluminio que con las de fibra de vidrio, en tanto que pa- ejemplo de la multiplicación del que hablábamos antes. Sería
ra otros la situación es exactamente la inversa. raro que alguien sostuviera hoy que es injusto evaluar nues-
Esas observaciones ponen de relieve una vez más una tras habilidades para la multiplicación si usamos números
importante inferencia del estudio de la acción mediada: que arábigos. Dado el uso casi universal de este sistema de nume-
las herramientas culturales proporcionan el contexto y la nor- ración, nadie esperaría que demostráramos nuestras habilida-
ma para evaluar las habilidades de un agente. Para responder des utilizando números romanos. Pero, sin embargo, ha sur-
o la pregunta de si alguien es un buen garrochista, es esencial gido, de hecho, una importante controversia con respecto a
x especificar si se está hablando de salto con garrocha de alumi- otra herramienta cultural que se ha convertido en algo co-
S nio o de fibra de vidrio. Es decir, la habilidad del atleta se de- rriente en nuestra vida cotidiana en la actualidad: la calcula-
g be evaluar con referencia a una herramienta cultural peculiar dora. Esta controversia ofrece un importante paralelismo con
^ y no puede definirse —y mucho menos evaluarse— en abstrac- la que surgió respecto de las garrochas de fibra de vidrio: si
82 el uso de una calculadora para hacer una multiplicación pue- dios de psicología intercultural son particularmente pasibles
de considerarse un caso legítimo de multiplicación. de este tipo de crítica. Existe la tendencia entre los investiga-
Esta controversia se plantea en las discusiones sobre dores occidentales a pedir a sujetos iletrados que realicen ta-
cuáles son las habilidades matemáticas que se deben enseñar reas que básicamente reflejan sus aptitudes de alfabetización
a los niños en la escuela. En la era de las calculadoras, ¿se les y a interpretar luego el pobre rendimiento de estas personas
debe exigir que demuestren su habilidad para usar una vieja como una señal de su baja inteligencia general. En esos casos,
herramienta cultural o se los debe alentar para que se vuel- no hay duda de que los analfabetos actúan de manera diferen-
van eficientes en el uso de una nueva? Una vez más, este de- te y usualmente peor que los alfabetizados en esas tareas, pero
bate tiene dos bandos y no hay una solución obvia. Las po- cuando se usan otras herramientas culturales, con las que los
siciones respectivas son lo suficientemente conocidas y no analfabetos están familiarizados, con frecuencia los resulta-
necesito revisarlas en detalle. En ciertos sentidos importan- dos son los opuestos. Por eso, la tendencia a interpretar las di-
tes, la acción puede ser la misma, pero la organización sisté- ferencias en el desempeño en tareas peculiares (por ejemplo,
mica del agente con la herramienta cultural termina siendo tareas que requieren el uso de herramientas culturales con las
muy diferente; de hecho, puede llegar a ser tan diferente que, que los sujetos no están familiarizados) como si se tratara de
en algunos casos, surge la controversia en cuanto a si la ac- diferencias en las aptitudes generales de razonamiento y en la
ción que se está ejecutando es la misma. inteligencia, puede estar descaminada. En principio, es posi-
ble que los diversos grupos difieran en algo que podría con-
La internalización como dominio ceptualizarse como inteligencia general, pero autores como
Colé y Scribner sugieren que es posible que no fuera eso lo
Al analizar la materialidad de los modos de mediación que se estaba evaluando y que quizás esos estudios en reali-
hice referencia al tema de las habilidades necesarias en un dad estuvieran examinando las diferencias entre grupos para
agente para utilizar estas herramientas. Mi idea era que esas usar herramientas culturales peculiares.
habilidades surgen a través del uso de los modos de media- Se puede hacer esta pregunta sobre el Homo Sapiens co-
ción. Desde esta perspectiva, el énfasis está puesto en cómo mo un todo. Las evidencias de la antropología física sugieren
el uso de herramientas culturales peculiares lleva al desarro- que es bastante probable que ciertos aspectos del cerebro hu-
llo de habilidades peculiares más que al de aptitudes o capa- mano, la mano y otras partes de nuestra constitución fisioló-
cidades generales. Esto no significa que no existan las aptitu- gica hayan evolucionado para ofrecer una predisposición es-
des o capacidades generales que distinguen a un individuo pecial para el uso de ciertos modos de mediación. Semejante
de otro, sino que no debemos confundir la facilidad para predisposición sigue siendo resultado del hecho de usar he-
usar un conjunto peculiar de herramientas culturales con al- rramientas culturales; pero, a diferencia de las peculiaridades
guna clase de aptitud o inteligencia general. individuales, que surgen en la ontogénesis, o de las grupales,
Investigadores como Colé (1996) y Scribner (1977; véa- que surgen en la historia sociocultural, la predisposición en
se también Scribner y Colé, 1981) afirman que muchos estu- este caso surgió tras miles o millones de años en la filogéne-
81 sis. Se trata de una especie de "protohabilidad" para usar el de dar lugar a confusión. Por empezar, nos alienta a involu- 85
lenguaje, las herramientas de mano, etc. Esas protohabilida- crarnos en la búsqueda de reglas y conceptos internos, así co-
des facilitan el uso de ciertos tipos generales de modos de mo de otras entidades psíquicas bastante sospechosas para fi-
mediación y dificultan o prácticamente imposibilitan el em- lósofos como Wittgenstein (1972; véase también Williams,
pleo de otros. Por ejemplo, basándose en las evidencias de la 1985) y para científicos cognitivos como Clark (1993, 1997).
antropología física, Geertz (1973) y otros afirman que las ca- La idea de internalización sugiere también una especie de
racterísticas morfológicas de los humanos, tales como el área oposición entre procesos internos y externos que lleva con
del habla de la corteza cerebral, evolucionaron durante el lar- mucha facilidad a pensar en el tipo de dualismo cuerpo-men-
go período de hominización en respuesta a las formas tem- te que ha plagado la filosofía y la psicología durante siglos.
pranas del habla. Esa característica morfológica, que refleja Sin embargo, la palabra "internalización" está tan di-
una adaptación a una forma de acción mediada, puede en- fundida —tanto en el habla cotidiana como en el discurso pro-
tonces ser vista como una predisposición de los humanos a fesional— que no intentaré evitarla o sustituirla por otra. He
aprender el lenguaje. tratado de hacerlo (por ejemplo, en Wertsch, 1993, 1995a),
Tales afirmaciones sobre la predisposición para el ha- pero ha sido interpretado como un mero intento de sustitu-
bla y otras formas de uso de herramientas nos dicen algo so- ción de términos sin un cambio concomitante en lo concep-
bre qué significa ser humano, sobre los sustentos neurológi- tual. Por lo tanto, mi objetivo aquí es aclarar cuáles considero
cos de la acción humana, y sobre qué tipos de sistemas de he- que son dos de los significados viables del término "interna-
rramientas y símbolos nos podrían resultar fáciles, difíciles o lización" cuando se lo aplica a la acción mediada.
casi imposibles de dominar. Pero estas afirmaciones operan Los debates sobre la internalización suelen ser bastante
en un nivel bastante abstracto. Es decir, nos dicen qué será re- problemáticos, si no infructuosos, porque diferentes grupos
lativamente fácil o difícil para nuestra especie. Decir que ten- piensan en diferentes fenómenos cuando emplean la palabra.
go el potencial necesario para aprender japonés, guaraní y En vez de pensar en la internalización como un concepto que
otros idiomas humanos no dice si realmente domino alguno se puede definir de manera abstracta y luego puede aplicarse
de esos idiomas. Para entender qué formas de acción media- a ejemplos concretos, diría que es más adecuado verlo como un
da es realmente probable que realice un individuo debemos término cuya definición está estrechamente vinculada a fenó-
cambiar de dominio genético (por ejemplo, de la filogénesis menos y ejemplos particulares y que es, por lo tanto, una pala-
a la historia sociocultural, la ontogénesis y la microgénesis) y bra que puede adoptar interpretaciones variadas.
examinar la historia de los encuentros reales con modos de Mis ideas al respecto son similares a lo que Burke
mediación materiales. (1969a) dice sobre las "anécdotas representativas" y lo que
Los análisis de cómo los individuos dominan las herra- Kuhn (1970) refiere como "ejemplos compartidos" o "ejem-
mientas culturales en la ontogénesis suelen formularse desde plares" que caracterizan a los paradigmas científicos. Al final
la perspectiva de la "internalización". Como he afirmado en de la segunda edición de La estructura de las revoluciones cien-
otra oportunidad (Wertsch, 1993, 1995a), este término pue- tíficas, Kuhn (1970, p. 187) afirma que "el paradigma como
ejemplo compartido es el elemento central de lo que ahora ción" puede estar pensando en la acción sensorio-motriz, en
considero el aspecto más novedoso y menos comprendido" de tanto que cuando un freudiano lo usa puede referirse a fenó-
lo que quiere decir. En vez de considerar la práctica de la reso- menos relacionados con el yo y el superyó. En general, los di-
lución de problemas empíricos específicos como la aplicación ferentes grupos toman diferentes ejemplares como anécdotas
de teorías y conceptualizaciones abstractas, considera que esas representativas para entender la internalización, y el resulta-
teorías y conceptualizaciones se basan en los problemas: do es que puede haber tantos significados de la palabra como
grupos haya en la discusión. Como no compartimos los ejem-
Los filósofos de la ciencia no suelen discutir los problemas plos, no compartimos las conceptualizaciones.
que enfrentan los estudiantes en los laboratorios o en los tex- Por eso es importante recordar que este análisis de la in-
tos científicos, ya que se considera que éstos sólo ofrecen ternalización está inserto en un análisis de la acción mediada.
práctica en la aplicación de lo que los estudiantes ya saben.
Por lo tanto, mis comentarios se ocupan de la internalización
Se dice que los estudiantes no pueden resolver problemas a
menos que hayan aprendido previamente la teoría y algunas
en tanto ésta resulta aplicable al uso de herramientas cultura-
reglas para aplicarla. YA conocimiento científico está asenta- les. Esto no significa que la internalización de la acción media-
do en la teoría y las reglas; se proporcionan problemas para da deba servir como anécdota representativa para todos. La
ganar facilidad en su aplicación. He intentado sostener que elección de un ejemplar depende de lo que uno quiera decir
esta ubicación de los contenidos cognitivos de la ciencia es y cómo se ajuste a un marco teórico mayor. De todos modos,
errada [...] Al comienzo y durante cierto tiempo, hacer pro- queda claro que, a menos que se especifique el ejemplar en el
blemas es aprender cosas consecuenciales sobre la naturale- que se piensa cuando se habla de internalización, las discusio-
za. Si tales ejemplares están ausentes, las leyes y las teorías
nes serán, sin duda, frustrantes e infructuosas.
que [el estudiante] ha aprendido previamente tendrán poco
contenido empírico, (pp. 187-188) Limitar mi estudio a la internalización de la acción me-
diada significa que distingo mi interpretación de esta palabra
Aunque Kuhn y otros han cuestionado la posibilidad de otras interpretaciones de la misma, pero aún queda mucho
de que la noción de paradigma resulte aplicable en las cien- sin resolver. Esto es cierto, en parte, porque hay una amplia
cias humanas o sociales, sus ideas sobre el papel de los ejem- gama de ejemplares que podrían considerarse bajo el encabe-
plares en la investigación parecen bastante pertinentes para zamiento de acción mediada. En el resto de esta sección me
el discurso en este campo. Específicamente con respecto a la ocuparé de una idea de internalización muy utilizada y lo ha-
internalización, parece que muchas interpretaciones diferen- ré recurriendo sólo a unos pocos ejemplares. De cualquier
tes, ligadas a diferentes ejemplares, obstruyen el paisaje con- modo, considero que esta noción de internalización, que pue-
ceptual. El problema es que, con frecuencia, intentamos dis- de ser denominada "dominio", es aplicable prácticamente a
cutir sobre la internalización en abstracto, pero las interpre- todos los casos de acción mediada. Al hablar de dominio,
taciones de los diferentes grupos involucrados en el debate pienso en el "saber cómo" (Ryle, 1949) usar un modo de me-
se basan en ejemplares concretos y muy diferentes. Por ejem- diación con facilidad.
plo, cuando un piagetiano emplea el término "internaliza- Los términos "dominio" y "saber cómo" tienen ciertas
ventajas sobre la idea más amplia de internalización en varios
sentidos. La primera es que permiten evitar cierto bagaje ren que la respuesta a la pregunta de cómo se produce la in-
conceptual innecesario que ya viene incorporado en la pala- ternalización en algunos casos de acción mediada será, con
bra "internalización". Muchas formas de acción mediada son frecuencia, que ésta no se produce, al menos en un sentido
(y, de hecho, deben ser) realizadas externamente. Puede no tradicional. Semejantes observaciones me llevan a preferir el
ser necesariamente así, pero "internalización" sugiere una empleo de las expresiones "saber cómo" y "dominio" en lugar
imagen en la cual procesos que una vez fueron llevados a ca- de la palabra "internalización".
bo en un plano externo pasan a ser ejecutados fuera de la Mientras que la ausencia o la parcialidad de la interna-
vista, en alguna clase de plano interno. Este tipo de imagen lización puede ser evidente en casos como los esbozados por
aparece en análisis como el de Vygotsky (1978) sobre cómo Hutchins, en los que hay involucradas varias personas utili-
el hecho de contar se hace originalmente en un plano exter- zando medios externos de cognición y comunicación, o en ca-
no, con ayuda de herramientas culturales materiales tales co- sos aparentemente no cognitivos, como el del salto con garro-
mo palitos o los dedos de la mano, que luego desaparecen, cha o el conducir una bicicleta; también es característica de
cuando la actividad se internaliza. muchos casos —si no de la mayoría— de individuos que traba-
Es interesante observar que muchas —quizá la mayoría- jan solos en tareas cognitivas. En relación con esto pensemos
de las formas de acción mediada nunca "progresan" en direc- nuevamente en el ejemplo de la multiplicación. Mi idea al
ción a su realización en un plano interno. Esto no significa examinar este ejemplo era que, si bien debe haber un agente
que no haya importantes dimensiones internas o cambios en involucrado, el modo de mediación hace gran parte del tra-
las dimensiones internas en aquellos que realizan estos pro- bajo. Como señalan Rumelhart, Smolensky, McClelland y
cesos externos, sino que la metáfora de la internalización es Hinton (1986), el medio externo hace su trabajo permitiéndo-
demasiado fuerte, ya que implica algo que con frecuencia no nos simplificar el problema en una serie de tareas de recono-
ocurre. En relación con esto, pensemos nuevamente en el cimiento de patrones que podemos manejar fácilmente. La
ejemplo del salto con garrocha. No está claro qué podría sig- mayoría de la gente nunca internaliza plenamente el proceso
nificar hablar sobre realizar esta forma de acción mediada en general de uso de los modos de mediación para resolver el
un plano interno. De hecho, la investigación en la ciencia problema de multiplicar 343 por 822. En esos casos, en vez de
cognitiva contemporánea se ha ocupado mucho de procesos hablar de internalización, sería más adecuado hablar de domi-
que jamás se piensan para ser internalizados, como sostienen nio de una herramienta cultural.
muchos de los que analizan "la cognición socialmente com-
Los desarrollos de la ciencia cognitiva bajo el título de
partida" (Resnick, Levine y Teasley, 1991) y la "cognición so-
"conexionismo" ofrecen sorprendentes paralelismos con lo
cialmente distribuida" (Hutchins, 1991). Por ejemplo, Hut-
que estoy afirmando. Al delinear su peculiar visión del cone-
chins (1995a) ha examinado qué involucra la entrada de un
xionismo, A. Clark (1993, p. 3) sostiene que es "genuinamen-
gran barco en un puerto. En sus análisis, el sistema cognitivo
te evolutivo", "se basa en procesos" y es "independiente de la
se extiende tanto a un grupo de individuos como a un con-
psicología tradicional". Todas estas afirmaciones están abier-
junto de herramientas complejas. Ejemplos como este sugie-
tas a interpretación y discusión, pero la forma en que Clark y
90 En síntesis, las descripciones conexionistas ofrecen for- 91
otros las elaboran las hacen interesantes desde la perspectiva
del estudio de la acción mediada: el conexionismo ofrece un mas de describir las habilidades involucradas en el uso de
nivel de descripción y análisis de los procesos psíquicos, e in- esas herramientas y cómo surgen esas habilidades en la prác-
cluso de los neurológicos, que resulta bastante coherente con tica de su empleo, y lo hacen sin invocar conceptualizaciones
las afirmaciones respecto de las herramientas culturales que de la psicología tradicional que con frecuencia se asocian con
desarrollo aquí, incluyendo su materialidad y externalidad. los principios del individualismo metodológico. La clave para
No ahondaré en las complejidades de las diversas co- este potencial debe hallarse en la naturaleza de las conceptua-
rrientes del conexionismo; sólo señalaré que los ejemplares lizaciones conexionistas. Al describirlas, Bechtel y Abraham-
conexionistas ofrecen una manera de formular cómo se po- sen (1991, p. 21) dicen: "Las redes conexionistas son intrinca-
dría decir que los procesos de un agente "envuelven" las he- dos sistemas de unidades simples que se adaptan dinámica-
rramientas culturales de manera tal que la acción mediada mente a sus ambientes. Algunas tienen miles de unidades, pe-
no "desaparece" en el agente. Por ejemplo, investigadores co- ro aun aquellas que sólo tienen unas pocas pueden compor-
mo Rumelhart y McClelland (1986a) y Plunkett y Marchman tarse con sorprendente complejidad y sutileza. Esto se debe a
(1989) han desarrollado simulaciones conexionistas de cómo que el procesamiento ocurre en forma paralela e interactiva,
se aprenden las formas verbales del pasado en inglés. En en contraste con el procesamiento serial al que estamos acos-
ellas, el uso de esas formas no se basa en un conjunto de re- tumbrados".
glas explícitas (por ejemplo, "agregar -ed a los finales de pa- Lo que he dicho aquí difícilmente llega a ser una des-
labras que terminan en consonante") que existen dentro del cripción completa de cómo los ejemplares conexionistas pue-
agente (en este caso, un sistema computadorizado). En su lu- den informar un análisis de la acción mediada y, de hecho,
gar, el uso correcto de las formas del pasado surge de una se- creo que hay varios puntos en los que tales ejemplares resultan
rie de ensayos durante los cuales un sistema computadoriza- insuficientes en esta empresa. Sin embargo, las descripciones
do forma un complejo conjunto de asociaciones en respues- conexionistas son muy sugestivas en lo que hace a tratar de en-
ta a las formas de pasado que encuentra. El surgimiento de tender cómo son y cómo podrían desarrollarse algunas de las
este complejo conjunto de asociaciones le permite al sistema habilidades involucradas en el uso de modos de mediación.
computadorizado producir formas de pasado correctas, in- En este sentido, la internalización involucra una versión de lo
cluyendo formas para palabras sin sentido. Para un observa- que señala Leont'ev (1981): Información de un plano interno,
dor que desconozca la red conexionista implicada, puede pa- bastante material, en forma de redes neuronales. El plano in-
recer que el sistema computadorizado opera según una regla terno es, en este caso, muy diferente del tipo de plano psicoló-
explícita que ha sido programada, una forma de "saber qué" gico imaginado por muchos autores que se refieren a la inter-
(Ryle, 1949). Pero el foco del conexionismo está puesto en el nalización. De hecho, es el tipo de plano psicológico tradicio-
desarrollo de sistemas de "saber cómo" usar herramientas nal que parecen querer evitar quienes trabajan con el conexio-
culturales de manera tal que no haga falta invocar reglas ex- nismo. En otra ocasión he afirmado (Wertsch, 1993, 1995a)
plícitas, situarlas en la cabeza del agente, etcétera. que no existe una necesidad real de invocar los términos "in-
ción" para traducir estos términos rusos, entendiendo que se
terno" e "internali/ación" en esos casos. Términos menos car-
trata de un proceso de tomar algo que pertenece a otros y ha-
gados y confusos, como "dominio" o "saber cómo", me pare-
cerlo propio.
cen preferibles y precisamente por eso uso esas palabras, en
lugar de internali/ación, para analizar procesos tales como ("orno señalan Holquist y Emerson (1981, p. 423), Baj-
andar en bicicleta o hablar un idioma. tin entiende la noción de "la [palabra] de uno" como inheren-
La compatibilidad que planteo entre el conexionismo y temente relacionada a la de otros, a la palabra "ajena":
los análisis de la acción mediada ya ha sido mencionada an-
Chuzhoi [ajeno, de otroj es el opuesto ele svoi [lo de unoj e im-
tes (por ejemplo, Bechtel y Abrahamsen, 1991; Rumelhart y plica ajenidad —de lugar, de punto de vista, de posesión o de
McClelland, 1986b) desde la perspectiva del conexionismo, persona. No implica (como la palabra "alien" en inglés) exo-
pero ha sido poco desarrollada. En general, parece tener tismo o extrañamiento; es simplemente lo que alguien ha he-
grandes posibilidades para el desarrollo de ambos campos cho propio, visto (u oído) desde el punto de vista de un ex-
de investigación. traño. En el sistema de Bajtin, todos somos chuzhoi con res-
pecto a los demás, por definición: cada uno de nosotros tie-
ne su propio [svoi] lenguaje, punto de vista, sistema concep-
La internalización como apropiación tual, que para todos los demás es chuzhoi. Ser chuzhoi hace
que el diálogo sea posible.
Además de caracterizarse por su nivel de dominio, la
relación de los agentes con los modos de mediación puede Para Bajtin, el lenguaje y las palabras se entienden des-
considerarse desde el punto de vista de la "apropiación". En de el punto de vista de esta tensión necesaria y permanente
la mayoría de los casos, los procesos de "dominar" y "apro- entre chuzhoi y svoi; de hecho, "el lenguaje, para la conciencia
piarse de" herramientas culturales están plenamente entrela- individual, yace en la frontera entre uno mismo y el otro"
zados, pero, como ejemplificaré aquí y en otros capítulos, no (1981, p. 293).
es necesario que esto sea así. Ambos procesos son analítica y, Desde este punto de vista, hablar implica necesariamen-
en algunos casos, empíricamente distintos. te un proceso de apropiarse de las palabras de otro y hacer-
El concepto de "apropiación", como lo usamos aquí, las, al menos en parte, propias. Dice Bajtin:
deriva de los escritos de Bajtin (1981). Dado que este autor
escribe en ruso, vale la pena detenerse un instante a analizar La palabra en el lenguaje es mitad ajena. Se vuelve "propia"
el término que utiliza: prisvoenie. La raíz de esa palabra y de sólo cuando el hablante la puebla con su propia intención,
su verbo asociado, prisvoif, se relacionan con el adjetivo po- con su propio acento, cuando se apropia de la palabra adap-
sesivo svoi, que significa "lo de uno". Prisvoit' significa algo tándola a su propia intención semántica y expresiva. Antes de
ese momento de apropiación, la palabra no existe en un len-
así como traer algo hacia el interior de uno mismo o hacerlo guaje neutral e impersonal (después de todo, un hablante no
propio y el sustantivo prisvoenie significa algo así como el saca sus palabras de un diccionario), sino que existe en las
proceso de hacer propio algo. Siguiendo a estudiosos como bocas de otros, en los contextos de otros, en las intenciones
Holquist y Emerson (1981), empleo "apropiarse" y "apropia- de otros: uno toma de ahí las palabras y las hace propias. Y
94 no todas las palabras se someten a cualquier persona con la significa que uno compra un conjunto de pantallas termino-
misma facilidad a esta apropiación, a este apoderarse y trans- lógicas para hablar. Como señala Burke, esto no constituye
formarlas en propiedad privada: muchas palabras se resisten
una especie de defecto o error evitable. Es imposible hablar
con obstinación, otras permanecen ajenas y suenan extrañas
sin emplear pantallas terminológicas; simplemente, es parte
en boca de quien se las ha apropiado y las pronuncia; no pue-
den asimilarse a su contexto y caen fuera de él; es como si se de la condición humana cuando se trata de hablar y pensar.
pusieran a sí mismas entre comillas a pesar de la voluntad del Como ejemplo de las pantallas terminológicas que usa-
hablante. El lenguaje no es un medio neutral que pase libre mos cuando hablamos, consideremos cómo los lenguajes re-
y fácilmente a la propiedad privada de las intenciones del ha- presentan al "tiempo" en sistemas de tiempos y modos verba-
blante; se puebla —se sobrepuebla— de las intenciones de
les. Como señalan autores como Whorf (1956; véase también
otros. Expropiarlo, forzarlo a someterse a las propias inten-
Lucy, 1992), cualquier representación particular del tiempo
ciones y acentos, es un proceso difícil y complicado. (1981,
pp. 293-294) que se haga es sólo una entre varias alternativas posibles; pe-
ro, al hablar en algún idioma, "compramos" sólo una de ellas.
Los comentarios de Bajtin respecto de cómo las pala- Los hablantes suelen ver al tratamiento particular que su idio-
bras pueden "resistirse" a los esfuerzos de los hablantes para ma hace del tiempo como el único posible y pueden incluso
apropiarse de ellas apuntan a un importante aspecto de la creer que las pantallas terminológicas no son pantallas sino
apropiación: siempre implica resistencia de alguna naturale- transmisores "transparentes" de significados que les permi-
za. En la terminología más general que estoy utilizando, la ten transmitir perfectamente bien lo que quieren decir. Pero,
idea de Bajtin implica que los agentes no se apropian con sen- como afirman Lucy y Whorf, tales impresiones pueden refle-
cillez y sin inconvenientes de las herramientas culturales. Por jar el "pensamiento habitual" engendrado por ese idioma.
el contrario, suele haber resistencia; y, entre los modos de Los análisis comparativos nos recuerdan que, como cualquier
mediación y el uso peculiar de la acción mediada, hay algo otra herramienta cultural, un idioma, a través de su sistema
que mínimamente podría denominarse "fricción". Como Baj- de tiempos y modos verbales, ofrece un conjunto único de re-
tin se opone firmemente a cualquier clase de individualismo cursos y restricciones.
metodológico, tiende a enfatizar la resistencia planteada por La apropiación y la resistencia involucradas en el em-
las herramientas culturales y sostiene que "muchas palabras pleo del sistema peculiar de un idioma para representar el
se resisten con obstinación" o se ponen "a sí mismas entre co- tiempo suelen asociarse con la no conciencia del agente. Por
millas a pesar de la voluntad del hablante". ejemplo, hasta que aprendemos (o, al menos, hasta que
La existencia de alguna forma de resistencia o fricción aprendemos algo sobre) un segundo idioma, es muy difícil
c es, entonces, la regla y no la excepción. Las palabras no se que seamos conscientes de que nuestra propia lengua tiene
¿ forman de novo para reflejar o transmitir lo que queremos de- restricciones fundamentales para la representación del tiem-
v cir en una ocasión peculiar. Por el contrario, cada vez que ha- po. Cuando usamos las herramientas culturales que nos pro-
£ blamos debemos "comprar" un conjunto preexistente de tér- porciona el contexto sociocultural en el que funcionamos, ha-
J3 minos y categorías lingüísticos. En el caso del lenguaje, esto bitualmente no operamos por elección. Por el contrario, nos
apropiamos de las pantallas terminológicas, los recursos, las dan como resultado "tácticas de consumo" (de Certeau, 1984) 97
restricciones y demás características asociadas con las herra- de las herramientas culturales que pueden estar más allá de
mientas culturales que empleamos. A diferencia del Humpty la posibilidad de reconocimiento consciente. Pero en todos
Dumpty de Lewis Carroll, los hablantes no están en posición esos casos existe el reconocimiento del agente como algo ac-
de afirmar que "(Alando uso una palabra, significa lo que yo tivo en el proceso de apropiación. Por un lado, entonces, los
quiero que signifique" (Carroll, 1872, p. 189). agentes deben apropiarse de las palabras de otros cada vez
Llevada a su extremo, puede parecer que esta idea de que quieren hablar; es inevitable tener que recurrir a panta-
la apropiación sugiere que sus agentes son consumidores in- llas terminológicas, aun si éstas "permanecen ajenas, suenan
sensatos y desvalidos de los modos de mediación que les pro- extrañas en la boca del que se las apropia" (Bajtin, 1984,
porcionan sus ámbitos socioculturales. Una perspectiva se- p. 294). Por otro lado, los agentes tienen en su poder una ga-
mejante reduce el papel del agente de manera tal que pierde ma de posibilidades para la forma de apropiarse de esas pala-
de vista la tensión irreductible existente entre los agentes y las bras que se extiende desde su aceptación absoluta hasta su
herramientas culturales que es característica de la acción me- ferviente rechazo.
diada. En la actualidad, así como las garrochas de fibra de Volviendo al problema de cómo se relacionan el domi-
vidrio no lanzan "proyectiles humanos" sobre barras horizon- nio y la apropiación, vale la pena observar que en muchos ca-
tales, los idiomas no hacen hablar a los agentes. Bajtin reco- sos los niveles superiores de dominio se correlacionan de ma-
noce esto claramente y deja espacio para el agente en varios nera positiva con la apropiación. Sin embargo, esto no es ne-
sentidos. Al pedir prestadas, o "alquilar" (Holquist, 1981), las cesariamente así. De hecho, algunas formas muy interesantes
palabras de otros, Bajtin ve a esas palabras como algo sólo de acción mediada se caracterizan por el dominio en el uso
"parcialmente ajeno" (1981, p. 293) y, por lo tanto, sólo par- de una herramienta cultural, pero no por su apropiación. En
cialmente del hablante. Llega a afirmar que el hablante pue- tales casos de acción mediada, el agente puede usar una he-
bla las palabras de otros "con su propia intención, su propio rramienta cultural, pero lo hace con una sensación de con-
acento". Semejantes palabras se refieren claramente al aporte flicto o resistencia. Cuando ese conflicto o resistencia cobra
del agente involucrado en la acción mediada de producir len- la fuerza suficiente, el agente puede rehusarse completamen-
guaje. Bajtin también escribe sobre el proceso de "forzar [a la te a usar esa herramienta cultural. En tales casos, podemos
palabra] a someterse a las propias intenciones y acentos" (p. decir que esos agentes no consideran que esa herramienta
294), afirmación que dota al agente de claros poderes volitivos. cultural les pertenezca. Si aun así esos agentes se ven forzados
a usar ese modo de mediación, su desempeño se suele carac-
En algunos casos, esa lucha obstinada con las palabras
terizar por formas claras de resistencia, como la simulación.
puede involucrar la reflexión consciente. Por ejemplo, Morri-
son (1992) ha reflexionado sobre las "cadenas" en las conven- Un ejemplo del tipo de fenómeno que tengo en mente
ciones literarias existentes, que impedían que escribiera de la puede verse en la descripción que hace Gamoran (1990) de
forma en que quería hacerlo. En otros casos, el proceso pue- cómo los niños no cristianos de los Estados Unidos participan
de ser tal que las diferencias no advertidas en la perspectiva de la celebración de la Navidad en las escuelas públicas:
98 En la vida pública estadounidense, la Navidad se define co- lo que le provoca los problemas cuando canta (o deja de can- 99
mo un feriado religioso cívico y tiene las mismas característi- tar) la canción.
cas que el Día de Acción de Gracias y c*l día en que se recuer-
En otros capítulos me ocuparé de plantear otros ejem-
da a los soldados muertos en acción. Los niños en la escuela
aprenden los símbolos y las canciones navideñas y llegan a plos de apropiación y resistencia. En todos los casos, la idea
ver la fecha como un feriado más. Aprenden que los estadou- es que la apropiación de los modos de mediación no se rela-
nidenses todos los años celebran: el Día de Acción de Gra- ciona necesariamente con su dominio de una manera senci-
cias, el día en que se recuerda a los soldados muertos en ac- lla. En algunos casos, el dominio y la apropiación se corre-
ción y el día de Navidad. Esto crea una paradoja para los ni- lacionan en niveles altos o bajos, pero, en otros, el uso de
ños que no son cristianos, que por un lado se ven a sí mismos herramientas culturales se caracteriza por un alto nivel de
como estadounidenses y adoptan todas las normas, valores y
dominio y un bajo nivel de apropiación. Por eso, hay que di-
creencias de su ciudadanía, y por el otro lado no toman par-
te en un feriado que se define como uno más en la secuencia ferenciar estas dos formas de "internalización", ya que es
de feriados cívicos. posible que en la acción mediada operen de manera relativa-
[...] Los niños judíos tienen diversas formas de arreglárselas mente independiente.
con la Navidad en la escuela pública. En mi propia experien-
cia, recuerdo que una estrategia común consistía, por ejem- Consecuencias laterales
plo, en dejar de cantar cuando una canción se refería a Jesús.
Esta respuesta, así como también otras que separan a los niños
de sus pares cristianos, confirma la identidad del niño como Al analizar las primeras ocho propiedades de la acción
judío, pero al mismo tiempo no le permite una participación mediada, me he concentrado fundamentalmente en cómo los
completa en la religión cívica estadounidense, (pp. 249-250) agentes toman, usan o "consumen" las herramientas cultura-
les (véase capítulo 5). En mis comentarios sobre la materiali-
En sus comentarios sobre este tema, Gamoran invoca dad de los modos de mediación, la tensión irreductible que
términos tales como "normas" y "valores", pero es quizás igual define a la acción mediada, el poder y los límites que ofrecen
de legítimo, y quizá más cercano a la evidencia, formular el los modos de mediación, y otras propiedades, he hablado
análisis desde el punto de vista de los modos de mediación y muy poco de la forma en que se producen las herramientas cul-
los usos que los agentes hacen de ellos. Para mi propósito, lo turales. Por ejemplo, no he dicho nada sobre cómo y por qué
interesante del ejemplo que cita Gamoran es que el problema llegaron a existir la fibra de vidrio y las garrochas de fibra de
de realizar la acción (es decir, de cantar la canción religiosa) vidrio. Si no se entienden los procesos por los que los modos
no es que el agente no haya logrado dominar el texto. De he- de mediación cobran existencia, los análisis de la acción me-
cho, parece que el agente, en este caso, conoce el texto bastan- diada serán con frecuencia incompletos. En particular, es
te bien. Por el contrario, el problema es si el texto que se ha probable que nos obstaculice la ilusión de la perspectiva
logrado dominar es algo con lo que el agente se identifica y es- planteada por Dewey y es probable que seamos irreflexivos
tá dispuesto a "alquilar". En el ejemplo de Gamoran, la res- y acríticos respecto de las fuerzas que configuran la acción
puesta es, evidentemente, negativa y esto es precisamente mediada.
Muchos análisis de las ciencias humanas se concentran no puede rastrearse exclusivamente hasta la reflexión y las
100 101
en el consumo o la producción de cultura de manera aislada decisiones conscientes sobre cuáles serían los mejores mo-
y creo que es necesario seguir realizando esos análisis espe- dos de mediación. Concretamente, si uno se plantea cómo
cializados, al menos en cierta medida, ya que las preguntas aparecieron el aluminio y la fibra de vidrio, es obvio que
analíticas y las herramientas involucradas al examinar esos no fueron creados para hacer mejores garrochas para el de-
dos procesos suelen ser bastante complejas y diferentes; pero porte. Estos materiales fueron desarrollados en el contexto
espero poder demostrar que los mejores estudios de la pro- de instituciones científicas, industriales y militares y sólo
ducción o del consumo aisladamente son en esencia incom- después fueron adoptados y utilizados para hacer garro-
pletos. Ni siquiera una descripción ideal de la producción de chas. El proceso involucrado en tales casos puede ser deno-
modos de mediación puede garantizar la comprensión de su minado "consecuencias laterales", empleando un término
consumo, y viceversa. La idea es, entonces, que la produc- usado con frecuencia por los voceros militares cuando de-
ción y el consumo de los modos de mediación deben ser exa- fienden la conveniencia del apoyo a la investigación para el
minados en tándem en una visión más amplia de los estudios desarrollo de las fuerzas armadas.
socioculturales. En el ejemplo del salto con garrocha, el aluminio y la
Uno de los mayores problemas que surgen del análisis fibra de vidrio jamás habrían aparecido si estos dos materia-
aislado de la acción mediada desde la perspectiva del consu- les no hubieran sido diseñados en respuesta a las necesida-
mo es que las herramientas culturales tienden a ser vistas co- des de fuerzas de producción que no tenían absolutamente
mo algo que aparece en respuesta a las necesidades de los nada que ver con el salto con garrocha. Por ejemplo, la fibra
agentes que las consumen. Esto implica una especie de pers- de vidrio se desarrolló como parte de los esfuerzos de inves-
pectiva reduccionista que da por sentado que los modos de tigación y desarrollo de la industria y las fuerzas armadas pa-
mediación que empleamos son diseñados para facilitar las ra diseñar materiales más fuertes y livianos para la aviación.
formas de acción que deseamos emprender. El salto con ga- El hecho de que finalmente resultara útil también para estos
rrocha se presta a una interpretación de esa naturaleza. Des- deportistas (así como para los fabricantes de automóviles, de
pués de todo, la actividad fue pasando por las garrochas de cañas de pescar y de muchas otras cosas) fue una "conse-
bambú, de aluminio y de fibra de vidrio, porque éstas mejo- cuencia lateral" imprevista. Desde la perspectiva de la acción
raban la relación fuerza-peso y aumentaban la flexibilidad. mediada del salto con garrocha, la aparición de la fibra de
En esos casos, es evidente que hubo un importante proceso vidrio fue un accidente que tuvo el potencial no anticipado
de reflexión y decisión consciente y que quienes analizaban de transformar esta acción.
las necesidades de los agentes veían cómo las restricciones Semejantes accidentes y consecuencias laterales impre-
existentes podían ser superadas y se podían introducir nue- vistas pueden ser más la regla que la excepción en lo que ha-
vas formas de poder. ce a las herramientas culturales usadas en la acción media-
Pero si se expande la "circunferencia de la escena" da. Esta afirmación tiene implicaciones sorprendentes. Entre
(Burke, 1969a), se hace evidente que, incluso en este caso, otras cosas, significa que la mayoría de las herramientas cul-
el proceso de aparición de nuevas herramientas culturales turales que empleamos no fueron diseñadas para los propó-
102 sitos a los que se adscriben. Por el contrario, con frecuencia tilógrafo se veía obligado a usar su mano izquierda el 57% del 103
surgen en respuesta a fuerzas que nada tienen que ver con el tiempo. En general, entonces, podemos decir que el familiar
diseño ideal de los modos de mediación. En cierto sentido, se "QWERTY" o teclado universal resultante fue diseñado espe-
podría decir que siempre "usamos mal" las garrochas, las pa- cíficamente para asegurar cierto grado de ineficacia. Tam-
labras, los patrones de pensamiento y habla, etc., cuando lle- bién es interesante observar que las consideraciones de mer-
vamos a cabo nuestras acciones. De hecho, en muchos casos cado pueden haber jugado un papel importante para alcanzar
podemos estar tratando de hablar, pensar o actuar emplean- el diseño final. En relación con esto, David (1986, p. 36) sos-
do una herramienta cultural que, aunque no lo sepamos, obs- tiene que "se ha sugerido que la ventaja principal de incluir la
truye nuestro desempeño. R en la hilera de QWERTY era que así se juntaban en una
Un ejemplo de cómo una herramienta cultural puede misma línea todas las letras que necesitaría un vendedor para
haber sido diseñada para obstruir nuestro desempeño de una impresionar a sus clientes al escribir con rapidez la palabra
manera que escapa a nuestra reflexión consciente puede ha- typewriter (máquina de escribir)".
llarse en el mismísimo instrumento que estoy empleando aho- En el siglo XX, se han diseñado varios teclados para su-
ra para producir este texto: un teclado para procesador de tex- perar las dificultades que plantea el sistema QWERTY. Por
tos. (Para un estudio detallado del caso, véase Norman, 1988.) ejemplo, "el teclado Maltron, diseñado por un equipo britá-
La organización de este teclado surge del trabajo de su diseña- nico, ofrece a los dactilógrafos la posibilidad de ganar tiem-
dor, Christopher Latham Sholes. En 1868, Sholes llegó a un po y espacio dividiendo las teclas en grupos más eficientes:
diseño que representaba un acuerdo de compromiso entre di- el 91 por ciento de las letras usadas con más frecuencia en in-
versas exigencias. Una de ellas tenía que ver con la mecánica glés están en la línea principal (la del medio), en tanto que en
de las teclas de las máquinas de escribir. Las versiones anterio- el teclado QWERTY sólo el 51 por ciento de las letras más
res de estas máquinas eran "más lentas" que los dedos de los usuales están en esa línea" (David, 1986, pp. 32-33).
dactilógrafos y, en consecuencia, las teclas solían trabarse entre El más conocido de los teclados posteriores al
sí. La solución de Sholes consistió en rediseñar el teclado para QWERTY fue patentado en 1932 por August Dvorak, parien-
reducir la velocidad del dactilógrafo. Por ejemplo, como infor- te lejano del compositor checo Antón Dvorak, y por W. L.
ma Hoffer (1985), las letras más comunes —E, T, O, A, N, I*— Dealey. Basándose en los conocidos principios de los estu-
se distribuyeron en diversos sectores del teclado, combinacio- dios de tiempo y espacio (es decir, movimiento simple, movi-
nes frecuentes como E-D** fueron organizadas de manera tal miento corto y secuencia rítmica), crearon el "teclado simpli-
que fuera el mismo dedo el que tuviera que teclearlas y el dac- ficado Dvorak", sobre los mismos principios de eficiencia
que Sholes había buscado evitar. Por ejemplo, en este teclado
"las cinco vocales y las cinco consonantes más comunes están
'• El autor se refiere, evidentemente, a las letras de viso más frecuente en
la lengua inglesa. Lo mismo sucederá en el caso del análisis y diseño de en la línea central o principal, justo bajo las yemas de los de-
otros teclados, más adelante. (N. del T.) dos. Con esas letras -A, O, E, U, I, D, H, T, N, S- el dactiló- cv
'f* Esta combinación de letras tiene vina importancia y vina frecuencia no-
tables en inglés, ya que el pasado de vina gran cantidad de verbos en ese grafo puede producir casi 4.000 palabras comunes en inglés B
idioma se construye agregando -ed a la forma infinitiva. (N. del T.)
104 (mientras que con la línea central del teclado QWERTY sólo texto histórico en la configuración de los modos de media- 105
puede producir unas 100). El setenta por ciento de lo escrito ción. Este poder se manifiesta en el hecho de que el teclado
se hace con la línea central" (Hoffer, 1985, p. 38). Para quie- QWERTY (que, desde nuestra perspectiva actual, es inefi-
nes están familiarizados con el teclado Dvorak, las ventajas caz) ha conservado su predominio, aunque la razón original
son evidentes. Hoffer observa que en varios estudios se ha para usarlo ha desaparecido hace ya mucho tiempo. Hace ya
comprobado que es más rápido y fácil de usar y, desde su varios decenios que la tecnología de las máquinas de escri-
creación, ha sido usado para establecer todos los records in- bir, para no hablar de las posibilidades que ofrecen los te-
ternacionales de velocidad en escritura (véase, sin embargo, clados electrónicos, ha eliminado la necesidad de usar el te-
Liebowitz y Margolis, 1990). clado QWERTY. Además, Hoffer (1985) observa que los es-
Así, los modos de mediación se configuran según el tudios han demostrado que aquellos que están entrenados
contexto histórico y, a su vez, configuran nuestra acción me- en el uso del teclado QWERTY sólo necesitan unas veinte
diada. Cuando Sholes diseñó el teclado QWERTY, quizás horas de práctica para dominar el mucho más eficaz siste-
era, efectivamente, el más eficiente y adecuado que se pudie- ma Dvorak y sus usuarios afirman que no es difícil pasar de
ra imaginar. Al lograr reducir la velocidad de los dactilógra- un sistema al otro y volver luego al anterior. Este ejemplo
fos, pudo tal vez superar el problema de que las teclas se tra- muestra el poder que pueden tener las fuerzas históricas y
baran, que provocaba graves inconvenientes con la conse- económicas de estandarización, aun mucho después de que
cuente pérdida de velocidad. En cierta medida, fue un acci- las razones para el diseño original de un modo de media-
dente que el teclado QWERTY fuera diseñado en un punto ción hayan desaparecido.
peculiar en el camino evolutivo de esta tecnología, pero ese En la mayoría de los casos no existe un conflicto tan di-
accidente tuvo implicaciones fundamentales que se extendie- recto como en el ejemplo del teclado QWERTY entre las exi-
ron mucho más allá de la época en que el diseño resultaba gencias de eficacia e ineficacia en los modos de mediación.
conveniente. Lo sorprendente no es sólo que es poco proba- Además, los modos de mediación no suelen ser resultado de
ble que alguien utilice hoy el teclado Dvorak o cualquier otro un diseño consciente, como lo fueron en este ejemplo. Sin
teclado más nuevo, sino que es muy probable que ni siquiera embargo, este ejemplo proporciona un claro punto de parti-
se sepa de su existencia, pese al hecho de que desde media- da al considerar la afirmación de que las herramientas cultu-
dos de los años noventa los programas de computación han rales que configuran la acción mediada pueden haber sido
hecho que resulte muy sencillo pasar a usar un teclado Dvo- producidas en respuesta a fuerzas ajenas a las exigencias
rak. Además, a menos que uno haya leído u oído algo sobre conscientes de los agentes que realizan esa acción. En otros
el teclado Dvorak u otros, es probable que tenga una idea casos, las fuerzas de producción de las herramientas cultura-
equivocada sobre el porqué de la mayor disponibilidad y di- les pueden estar dirigidas de una manera mucho menos cons-
fusión del teclado QWERTY y piense que fue creado para ciente, pero el impacto de esas herramientas sobre la acción
que la escritura a máquina fuera más fácil y rápida. mediada sigue siendo igualmente poderoso.
Esta breve comparación entre los teclados QWERTY y Uno de estos otros ejemplos puede encontrarse en el
Dvorak revela algo sobre el poder que puede tener el con- desarrollo de la escritura y sus efectos sobre la mente. David
historia los casos en los que un sistema gráfico que ha evolu- 107
106 Olson (1994, p. 100) afirma que "los sistemas de escritura
proporcionan los conceptos y categorías para pensar en la es- cionado y se usa en conexión con un idioma —al cual puede
tructura del lenguaje hablado". A diferencia de las perspecti- estar razonablemente bien adaptado— pasa a usarse en otro
vas tradicionales, que sostienen que la escritura se inscribe idioma al que no está adaptado en lo absoluto. Al repasar la
sobre modelos de lenguaje preexistentes, Olson plantea que forma en que nació el alfabeto griego a partir de un texto en
tales modelos suelen cobrar existencia como consecuencia de una lengua semita, dice:
la imposición de los sistemas de escritura, proceso cuya se-
cuencia se suele mal interpretar. "La conciencia de una es- se reconoce ahora que el desarrollo del alfabeto, como el del
silabario, fue una consecuencia bastante directa de la aplica-
tructura lingüística es producto de un sistema de escritura y ción de una escritura adecuada para un idioma a un segun-
no precondición para su desarrollo. Si esto es cierto, no ex- do idioma, para el que no estaba diseñada; es decir, de la
plica la evolución de la escritura como intento de representar aplicación de una escritura pensada para una lengua semita
estructuras lingüísticas tales como las oraciones, las palabras (en la cual las diferencias vocálicas eran relativamente insig-
o los fonemas, por la sencilla razón de que antes de la escri- nificantes) al griego (en el que esas diferencias eran muy sig-
tura no existían esos conceptos." nificativas). (1994, p. 112)
Las implicaciones de lo que afirma Olson para lo que
yo denomino "consecuencias laterales" cobran dos formas Es interesante observar que, aun en este caso, en el que
básicas. La primera tiene que ver con los procesos que dan el proceso dio como resultado el uso de una escritura que pa-
origen a los sistemas de escritura en general. Olson sostiene recería claramente inadecuada para reflexionar sobre un
que en general no evolucionan en respuesta a la necesidad de idioma, el sistema de escritura terminó por tener un podero-
reflexionar sobre el lenguaje. Por el contrario, su surgimien- so impacto mediador. Uno de los resultados de emplearlo co-
to se debe ampliamente a las exigencias de los procesos mne- mo modo de mediación en estas circunstancias fue la aparición
mónicos y comunicativos y, cualquiera sea el papel que jue- de una herramienta cultural altamente modificada: "equipados
guen en la reflexión, será una consecuencia absolutamente con signos que representaban lo sonidos vocálicos, los griegos
imprevista. Por lo tanto, se trata de un caso en el que una he- podían 'oír', quizá por primera vez, que esos sonidos también
rramienta cultural es aprovechada para un propósito diferen- se daban dentro de las silabas representadas por los signos
te del que configuró su evolución. Esto sugiere que, al menos consonanticos semíticos. De ese modo, las silabas se disolvie-
en algunos casos, la herramienta que usamos para reflexio- ron en uniones vocal-consonante y nació el alfabeto" (Olson,
nar y modelar el lenguaje y el pensamiento puede no estar di- 1994, p. 112).
señada idealmente para ese propósito. En síntesis, el razonamiento de Olson sobre cómo "la
Las implicaciones de la línea de razonamiento de Olson conciencia de la estructura lingüística es un producto de un
se hacen más evidentes todavía cuando vemos una segunda sistema de escritura" (1994, p. 100) plantea dos puntos rele-
afirmación relacionada, que tiene que ver con los casos en los vantes para nuestro análisis de las "consecuencias laterales"
que una comunidad lingüística toma en préstamo el sistema en la acción mediada: 1) las herramientas culturales que me-
de escritura de otra. Olson observa que son comunes en la dian la acción humana pueden no haberse desarrollado para
108 los propósitos que han llegado a tener; 2) en muchos casos, las continuidades, entre las formas previas de acción mediada y 109
herramientas culturales concretas usadas han sido tomadas de las contemporáneas. Por ejemplo, en su análisis de la "natu-
contextos socioculturales bastante diferentes. En cierto senti- raleza aculturada" de un ámbito rural tradicional en Castilla,
do, entonces, con frecuencia "usamos mal" las herramientas y del Río y Álvarez (1995) citan la continua influencia de for-
esto puede tener como consecuencia que nuestra acción esté mas tradicionales discursivas y rituales en la "arquitectura
configurada de formas que no resultan útiles o que son inclu- psicológica" general de los individuos, que involucra tanto
so contrarias a las intenciones y supuestos explícitos de los aspectos racionales como "no racionales" (Shweder, 1984)
agentes sobre el diseño de las herramientas que emplean. de la acción y la conciencia humanas.
El fenómeno de "consecuencias laterales" que he deli-
neado hasta aquí involucra la dinámica histórica de los ámbi- El poder y la autoridad
tos socioculturales. Del Río y Álvarez (1995) han planteado
varios puntos generales más en relación con este mismo te- Hasta el momento, en mi análisis de la acción mediada
ma. Para ellos, muchas formas de acción cotidianas sólo pue- me he centrado fundamentalmente en las funciones cogniti-
den entenderse si se tiene en consideración la forma en que vas y comunicativas de las herramientas culturales y he he-
las configuran complejas herramientas culturales. La com- cho poca referencia a la influencia que pueden tener cuestio-
plejidad que imaginan resulta del hecho de que las herra- nes tales como el poder y la autoridad. Esto implica tratar a
mientas culturales se sitúan históricamente y esta historia sue- los modos de mediación como si fueran instrumentos cogni-
le dejar huellas en los modos de mediación y, por lo tanto, tivos y comunicativos neutrales, enfoque que podría pensar-
también en la acción mediada. se que refleja una estrecha preocupación por la "racionali-
En este sentido, es particularmente interesante una idea dad cognitivo-instrumental" (Habermas, 1984). Dado que el
que del Río y Álvarez plantean con respecto a los "sistemas de objetivo más amplio de mi análisis es explorar cómo la ac-
representación rudimentarios". Para ellos, las herramientas ción humana se sitúa en lo sociocultural y que los ámbitos so-
culturales (por ejemplo, el lenguaje) que empleamos hoy cioculturales involucran necesariamente al poder y la autori-
suponiendo que sirven a ciertos propósitos modernos con dad, cualquier análisis que se centre en la racionalidad cog-
frecuencia configuran nuestras acciones de maneras que re- nitivo-instrumental por sí sola tendrá, inevitablemente, defi-
flejan las distintas exigencias de los ámbitos en las que sur- ciencias esenciales. Al plantear esta décima propiedad de la
gieron. En otras palabras, lo "primitivo [...] nunca ha dejado acción mediada, y en los próximos capítulos, me propongo
de jugar un papel" (1995, p. 234), nunca ha dejado de ser una tratar más detalladamente el tema de cómo el poder y la au-
fuerza fundamental en la configuración de la acción humana. toridad están involucrados en la acción mediada.
Así, al igual que Cassirer (1944), del Río y Álvarez se ocupan Las descripciones del poder y la autoridad tienden a
de lo que sucede cuando viejas formas de mediación semióti- centrarse en uno de los elementos de la péntada de Burke: el
ca son sometidas a nuevos usos. agente. En muchos casos, esto implica situar la autoridad en
Esos análisis históricos con frecuencia llevan a los inves- un individuo. Por ejemplo, cuando decimos que vale la pena
tigadores a ver conexiones fundamentales, en lugar de dis-
110 escuchar a alguien porque es inteligente o que la poderosa Bajtin se ocupa de los problemas relacionados con el po- 111
personalidad de determinada persona es la razón por la cual der y la autoridad en su descripción de "lo autorizado", como
ocupa un lugar de autoridad, estamos refiriéndonos al poder opuesto a "lo internamente persuasivo" (1981, pp. 342-348).
y la autoridad desde el punto de vista de los atributos del Para Bajtin, "la palabra autorizada (religiosa, política, moral; la
agente individual. También es posible que haya otro tipo de palabra de los padres, de los adultos, de los docentes,
agentes. Por ejemplo, a menudo hablamos de las institucio- etcétera) [...] exige que la reconozcamos, que la hagamos pro-
nes como agentes cuando decimos que pagamos impuestos pia; nos obliga, independientemente del poder que pueda te-
porque la dirección impositiva o el gobierno nacional tienen ner para convencernos internamente; la encontramos con su
poder para forzarnos a hacerlo. autoridad ya incorporada" (p. 342). En esos casos, los tipos
Cuando tratamos de describir el poder y la autoridad, de apropiación disponibles son bipolares: "uno la debe afir-
las perspectivas centradas en el agente tienen, evidentemen- mar totalmente [a la palabra autorizada] o rechazarla por
te, un gran atractivo. Sin embargo, si no tenemos en cuenta completo" (p. 343). A uno no se lo invita a involucrarse en el
el papel de los modos de mediación, tales perspectivas resul- toma y daca del diálogo, a "dividirlo, estar de acuerdo con al-
tan deficientes, al menos en dos aspectos. En primer lugar, go, aceptar algún aspecto aunque sea de manera incompleta,
pasan por alto las formas en que el surgimiento de nuevas he- rechazar por completo una tercera parte".
rramientas culturales transforma al poder y la autoridad. Las En cambio, el discurso internamente persuasivo no re-
herramientas culturales no operan como factores de causali- posa sobre semejante diferenciación jerárquica de autoridad
dad independiente por sí mismas, pero pueden tener un fuer- entre los interlocutores. En lugar de situarse en una posición
te efecto sobre la dinámica de la acción humana, incluyendo de aceptación o rechazo de las palabras de otro, nos vemos
las relaciones de poder y autoridad involucradas. Por ejem- involucrados en una especie de diálogo con lo que otros di-
plo, estudiosos como Ong (1982) y Eisenstein (1979) han afir- cen, porque "la palabra internamente persuasiva es mitad
mado que el surgimiento de los medios impresos y la alfabe- nuestra y mitad de otro" (Bajtin, 1981, p. 345). A diferencia
tización han tenido un efecto transformador fundamental en del discurso autorizado, que se caracteriza por el dogmatis-
la forma en que el poder se organiza y ejercita en la sociedad. mo vinculado a las palabras, uno es invitado a tomar la pala-
En segundo lugar, al concentrarse en el agente, los análisis bra internamente persuasiva como un "recurso de pensa-
del poder y la autoridad suelen reproducir el tipo de antino- miento" (Lotman, 1988), como un punto de partida para una
mia individuo-sociedad planteado por Elias (1991). En vez de respuesta que puede incorporar y cambiar la forma y el sen-
involucrarse en interminables discusiones sobre si es el agen- tido de lo que originalmente se dijo.
te o la sociedad lo que existe en realidad y lo que constituye
Bajtin escribe sobre esto desde el punto de vista de có-
el cimiento del poder y la autoridad, concentrarse en la ac-
mo la palabra autorizada presupone y pone en vigencia una
ción mediada y en las herramientas culturales empleadas en
especie de distancia, en tanto que la palabra internamente
ella permite "vivir en el medio" y enfrentar la situación socio-
persuasiva nos alienta al contacto y el diálogo. Una de las for-
cultural de la acción, el poder y la autoridad.
mas en que tal autoridad puede darse involucra la acción
coercitiva abierta dirigida a silenciar las voces de los otros.
12 tores como Habermas (1984), en su tratamiento de la "racio- 113
Por ejemplo, es posible acallar, encarcelar o matar a los ha-
blantes y es posible también quemar libros (prácticas con las nalidad cognitivo-instrumental", y Taylor (1985), en su des-
que Bajtin estaba muy familiarizado). Pero los casos más inte- cripción de la modernidad. En su libro Cosmopolis: The Hid-
resantes para mi objetivo no implican semejante coerción den Agenda of Modernity, Stephen Toulmin (1992) delinea al-
abierta. Por el contrario, se basan en una especie de acepta- gunos de los compromisos filosóficos con la racionalidad
ción de una posición de parte de los propios oyentes. Concre- abstracta en la modernidad. Concretamente, afirma que por
tamente, se vinculan con la noción de apropiación de la que lo general sobrestimamos los logros de la modernidad en la
hablaba antes. esfera de la racionalidad abstracta. El principal objetivo de
Es importante observar, en este sentido, que la acepta- Toulmin es desafiar la "descripción estándar o la visión recibida
ción de un enunciado particular de un agente individual no de la Modernidad" (p. 13). Según él, la visión recibida gene-
es simplemente una cuestión de elección desapasionada y re- ralmente toma dos afirmaciones sobre los orígenes de la mo-
flexiva. Con frecuencia, está configurada por el poder y la dernidad como algo dado: "que la edad moderna empezó en
autoridad asociados con partes del "conjunto de herramien- el siglo diecisiete y que la transición de los modos de pensa-
tas culturales" (Wertsch, 1991) de un ámbito sociocultural. miento y las prácticas medievales a los modernos se basó en
En ese sentido, los modos de mediación están imbuidos dife- la adopción de métodos racionales en todos los campos se-
rencialmente de poder y autoridad y se los puede clasificar rios de investigación intelectual (Galileo Galilei en física, Re-
como valores "de privilegio" (Wertsch, 1991) o "cognitivos" ne Descartes en epistemología), que pronto fueron seguidos
(Coodnow, 1990). Bajo el encabezamiento de valores cogniti- en la teoría política por Thomas Hobbes".
vos, Goodnow incluye temas tales como por qué ciertas for- Una de las formas específicas en las que Toulmin ve có-
mas de conocimiento están públicamente disponibles y se en- mo se concretan estas afirmaciones es la tendencia de la filo-
señan abiertamente mientras que otras no y por qué ciertas sofía moderna a insistir en un movimiento "de lo local a lo
soluciones a un problema se consideran naturalmente más general" (1992, p. 32). Al respecto, sostiene:
adecuadas o poderosas cuando otras podrían funcionar
igualmente bien, al menos desde una perspectiva puramente Descartes veía a la curiosidad que inspira a historiadores y et-
cognitiva. Como observa Goodnow, la socialización del cono- nólogos como un rasgo humano perdonable, pero enseñaba
cimiento se da en ámbitos estructurados por valores. La ma- que la comprensión filosófica nunca proviene de la acumula-
ción de experiencia de los individuos ni de los casos particu-
yor parte de lo que aprende el niño consiste en "qué proble-
lares. Las exigencias de la racionalidad imponen a la filosofía
mas se consideran dignos de solucionar y qué soluciones son la necesidad de buscar ideas y principios abstractos y genera-
elegantes en vez de ser simplemente aceptables" (p. 259). les por los que los individuos se puedan relacionar, (p. 33)
Desde el fin de la Edad Media, un valor cognitivo que
ha alcanzado una extraordinaria autoridad es que la raciona- Toulmin resume esta actitud entre los fundadores de la
lidad abstracta ofrece la mejor solución para los problemas filosofía moderna diciendo que "los axiomas abstractos estaban
en la mayoría de las áreas de la vida humana, si no en todas. de moda, la diversidad concreta no".
El poder de esta forma de discurso ha sido subrayado por au-
15. TANYA: Bueno// yo cuento la base porque estoy acos- 115
114 En las próximas páginas, me propongo examinar cómo
tumbrada a la fórmula de Euler//
la gente de nuestro medio sociocultural suele apropiarse de la
16. PADRE: ¿A la qué?//
visión recibida y cómo esa apropiación da como resultado la
17. TANYA: A la fórmula de Euler//
consideración de ciertos enunciados y argumentos como algo
18. PADRE: Lo lamento pero no s é / /
convincente a pesar de las numerosas críticas que se hacen a
19. TANYA: Estoy acostumbrada a la fórmula de Euler//
esta tendencia (véanse Lloyd, 1984; Rosenau, 1992). Siguien-
20. PADRE: La fórmula de Euler// ¿Y qué es la fórmula de
do esta línea de análisis, presentaré un ejemplo relativo al po-
Euler?// Como no s é / /
der de una forma de hablar y razonar. Este ejemplo es una
transcripción de las conductas verbales y no verbales de una 21. TANYA: V
niña de nueve años llamada Tanya a lo largo de un día entero 22. MADRE: Yo tampoco la conocía//
(Rupert, 1991; véase también Wertsch y Rupert, 1994). El seg- 23. TANYA: V + L - A / /
mento específico que examinaré tuvo lugar en un restauran- 24. MADRE: ¿Ahora entiendes?//
te, mientras Tanya y sus padres cenaban. Sucedió inmediata- 25. PADRE: V +
mente después de que el padre de Tanya leyera una historia 26. TANYA: V + L - A / /
sobre las pirámides que su hija había escrito en la escuela: 27. PADRE: Entiendo/ ¿me puedes decir qué significa cada
letra?//
28. TANYA: Vértices menos lados más/ Mamá/ ¿para qué
1. PADRE: ¿Cuántos lados tiene una pirámide, Tanya?//
era la A?//
2. TANYA: Lados/ tres// No no/ cuatro/ cuatro/ cuatro//
3. PADRE: Cuatro// 29. MADRE: Aristas//
4. TANYA: La base// 30. TANYA: Aristas//
31. MADRE: Cuentas el número de vértices
5. PADRE: N o / /
32. PADRE: De vértices/ s í / / Ah/ vértices/ Ya veo/ sí//
6. TANYA: No/ uno/ dos/ tres/ y la base// Si/ si te refie-
33. TANYA: Y y y luego cuentas el número de lados//
res/ a líneas serían
34. PADRE: Sí//
7. PADRE: N o / / Una pirámide tiene cuatro lados//
35. TANYA: Y luego cuentas el número de aristas// Y en-
8. MADRE: ¿Cómo es eso?//
tonces pones/ y entonces el número debe ser// vérti-
9. PADRE: Las pirámides tienen cuatro lados// sin contar la
ces más lados menos aristas siempre va a ser 2 / /
base//
10. MADRE: A h / /
Para mi objetivo, esta interacción puede dividirse en
11. PADRE: Uno/ dos/ tres/ cuatro//
dos segmentos básicos. El primero va desde el enunciado 1
12. MADRE: Aja//
hasta el 14. En ese segmento, el padre de Tanya asume una
13. TANYA: Tiene cinco lados//
posición de autoridad en el discurso y le hace a su hija una
14. PADRE: Si quieres contar la base, pero la base no se cuen-
"pregunta instructiva" (Mehan, 1979) en el enunciado 1. Se
ta como un lado//
Hay dos aspectos de la pregunta del padre que señalan 17
trata de una pregunta cuya respuesta él sabe y su objetivo es
evaluar el conocimiento de Tanya. Basándose en los supues- un cambio en la estructura de autoridad. En primer lugar, la
tos inherentes al uso de una pregunta instructiva, el padre de pregunta sirve para indicar que el padre de Tanya quiere pa-
Tanya evalúa la respuesta. Concretamente, la evalúa como in- sar ahora a un tema que ha introducido Tanya. En vez de ig-
correcta (enunciado 5), cuando comprende que Tanya ha lle- norar o negar la importancia de la fórmula de Euler, respon-
gado a la que él considera la respuesta correcta, pero lo ha de siguiendo la línea de razonamiento de Tanya. En segundo
hecho de manera incorrecta (es decir, contando también la lugar, su pregunta es motivada explícitamente por el hecho
base de la pirámide). La estructura de autoridad característi- de que no sabe qué es la fórmula de Euler (enunciado 20). En
ca de este segmento de interacción se refleja luego en que el consecuencia, ahora es Tanya quien tiene la autoridad para
intento de Tanya de explicarse (en el enunciado 6) es inte- controlar el tema y acceder a la información sobre él.
rrumpido por su padre, que afirma (enunciados 7, 9 y 11) Los enunciados 15 a 35 revelan que Tanya no com-
que una pirámide tiene cuatro lados sin contar la base. prende muy bien la fórmula de Euler. En cierto momento
La interacción en este segmento es muy similar a la que (enunciado 28) le pregunta a su madre qué significa una de
documenta Mehan (1979) en su análisis del discurso docente- las letras que la integran. Además, no produce luego la com-
alumno en ámbitos de enseñanza formal. Ese discurso se sue- binación correcta. En vez de la fórmula "V + L - A = 2" que
le organizar en secuencias "I-R-E" (es decir, secuencias com- Tanya produce, la forma correcta e s V - A + L = 2. Por lo tan-
puestas por una iniciación a cargo del docente, seguida de to, aunque Tanya hubiera sabido bien qué significaba cada
una respuesta del alumno, seguida de una evaluación del do- letra, no habría podido, de todos modos, usar la fórmula de
cente). La organización del discurso basado en una secuencia Euler para justificar su posición efectivamente. A partir de la
I-R-E es tal que la persona que tiene las iniciativas y hace las fórmula de Tanya, V + L - A = 2, la niña y sus padres inten-
evaluaciones (en este caso, el padre de Tanya) ocupa una po- tan ver si funciona con una pirámide. Por diversas razones
sición de autoridad. Dado este conjunto de supuestos (al me- —quizás la más importante es que están usando una fórmula
nos de parte del padre de Tanya), no resulta particularmente equivocada— su respuesta nunca es "2". Pero antes de que
sorprendente que los reiterados intentos de Tanya de hacer- puedan llegar a una solución definitiva del problema llega la
se oír resulten infructuosos. cena y Tanya pregunta si puede empezar a comer. El tema se
abandona y no vuelve a retomarse en toda la noche.
El enunciado 15 señala un punto de inflexión en la inte-
racción entre Tanya y su padre: Tanya introduce "la fórmula de Hay muchos puntos interesantes en esta transcripción;
Euler" en su argumentación de por qué se debe contar la base pero, para mi objetivo actual, los temas esenciales son: 1)
como uno de los lados de la pirámide. Su padre hace un gran ¿por qué introdujo Tanya la fórmula de Euler en la conversa-
viraje en la forma en que interactúa con Tanya y hace una pre- ción?; 2) ¿por qué su empleo de la fórmula de Euler cambió
gunta no instructiva (enunciado 16) sobre el tema que Tanya la estructura de autoridad de la interacción? Si se lo ve des-
acaba de introducir. En este caso, su pregunta es un pedido de de la perspectiva del agente involucrado, la respuesta proba-
información genuino, más que un intento de que Tanya haga blemente tenga que ver con la aplicación de estrategias y
público su conocimiento privado para poder evaluarlo.
118 conceptos en el curso de un intento de resolución de proble- Para mi propósito, el punto esencial es que Tanya lo- 119
mas. Si bien no niego que la fórmula de Euler se puede usar gró que se la reconociera —o ganar la palabra— de la forma
eficazmente en una situación de resolución de problemas co- que ella quería gracias al empleo de ciertos modos de mediación.
mo ésta, en este caso particular su empleo no parece estar ba- En la primera parte de la interacción, Tanya hace varias afir-
sado fundamentalmente en la racionalidad instrumental. Una maciones y cada vez se pone más obstinada, pero nada de eso
evidencia sencilla de esto es que la transcripción sugiere que, le sirve para alterar la estructura de autoridad básica del dis-
si bien Tanya tenía una comprensión algo confusa de la fór- curso. Su padre sigue organizando el discurso sobre la base
mula, insistía en usarla. de supuestos similares a los empleados por un docente en un
El supuesto de que había aquí enjuego factores ajenos a ámbito de educación formal. Su papel es el de plantear
la racionalidad cognitivo-instrumental se ve apoyado por in- las preguntas instructivas (es decir, preguntas cuyas respues-
formación obtenida en una entrevista a Tanya, realizada por el tas conoce) y juzgar la corrección de las respuestas, mientras
observador adulto que hizo la grabación. Cuando el observa- que el papel de Tanya consiste en responder esas pregun-
dor le preguntó a Tanya por qué había mencionado la fórmu- tas instructivas para exhibir su dominio de un tema. Este
la de Euler, la niña respondió: "Bueno, lo hice porque... bue- proceso parece "irritar" a Tanya.
no, no sé. Me sentí molesta y... ¿qué otra cosa podía decir? Tu- La respuesta de Tanya a esta situación consiste en invo-
ve ganas de decir que estaba acostumbrada a hacer en la escue- car un modo de mediación pertinente que al mismo tiempo le
la algo que él (es decir, su padre) no sabía" (Rupert, 1991). permite ganar la palabra de la forma en que quiere. Esta úl-
La respuesta de Tanya sugiere algo bastante específico tima función no es reducible en modo alguno a la anterior.
sobre por qué invocó la fórmula de Euler. No fue un mero co- Por el contrario, la estrategia de Tanya consiste en ganar la
mentario neutral cuya única función fuera impulsar el proce- palabra invocando una herramienta cultural que sabe que
so cognitivo. Por el contrario, su mención de la fórmula de sus padres escucharán y respetarán. Al respecto, vale la pena
Euler parece haber tenido mucho más que ver con un intento observar que los padres de Tanya son, ambos, académicos.
de que se la reconociera como autoridad en la conversación. Por ello, tienden a "privilegiar" (Wertsch, 1991) o "valorar"
Sin entrar en la miríada de factores que pueden haber moti- (Goodnow, 1990) ciertas formas de hablar y razonar. En par-
vado el uso de este modo de mediación de parte de Tanya en ticular, valoran las formas de habla y razonamiento que re-
este intercambio, podemos afirmar que parece muy improba- flejan un "género discursivo" (Bajtin, 1986; Wertsch, 1991)
ble que su enunciado sólo pretendiera aportar algo a un pro- asociado con el ámbito institucional de educación formal. Es-
ceso de resolución de problemas, al menos del modo en que to fue claramente confirmado en una entrevista con la madre
por lo general se entienden los procesos de resolución de pro- de Tanya, en la que ella subrayó que "como ambos somos
blemas en los estudios tradicionales de la cognición. Por el académicos, estamos acostumbrados a hablar de este modo,
contrario, la frase parece haber tenido otra función, en mu- y Tanya también suele hablar así".
chos sentidos más importante que la cognitiva: la de ganar la Un punto esencial respecto de los intentos de Tanya de
palabra en una función diferente de la del alumno que res- hacerse oír como participante autorizada es que no es sim-
ponde a una pregunta instructiva.
120 plemente que ella, considerada de manera aislada, se las arre-
gla para ganar la palabra. Varios de sus intentos para hacerse
oír en la primera etapa de la interacción son ignorados por su
padre. La creciente insistencia de Tanya en la corrección de
su respuesta no ayuda a alterar esto. La estructura de autori-
dad de la conversación sólo cambia cuando Tanya menciona
la fórmula de Euler.
Este esquema de interacción sugiere la siguiente pre-
gunta: ¿cuál es la fuente de autoridad en estos casos? En un
sentido importante, la fuente de autoridad no debe hallarse
sólo en Tanya. Algo en el modo de mediación que ella invoca
(la fórmula de Euler) proporciona la autoridad en este ámbi-
to. Naturalmente, no es la forma de operar de la fórmula de
Euler aisladamente la que provoca el impacto, pero tampoco
es Tanya operando sola quien consigue cambiar la estructura
de autoridad del discurso. Hay que prestar atención a la agen-
cia mediada (en este caso, Tanya operando con la fórmula de
Euler) para dar cuenta de los cambios en el discurso. En sín-
tesis, hay muchas características peculiares de la relación en-
tre Tanya y su padre en este episodio específico, pero la diná-
mica involucrada le resultará familiar a cualquiera. La idea ge-
neral es que si se recurre a las herramientas culturales ade-
cuadas se puede lograr que las acciones propias adquieran
poder y autoridad.
En este capítulo he analizado el intercambio entre
Tanya y su padre y varios otros fenómenos desde la perspec-
tiva de la acción mediada. Mi intención ha sido, en todo mo-
mento, esbozar algunas de las propiedades básicas de la ac-
ción mediada, entendida en un sentido amplio. Los próximos
capítulos estrechan este sentido amplio al concentrarse en las
propiedades particulares o en ejemplos prácticos específicos.
En el próximo capítulo empezaré este proceso de focalización
analizando una herramienta cultural que no ha sido tenida en
cuenta hasta ahora: la narración.