Suelos Acidos PDF
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CABLES: CINATROP
CAIJ . COLOMBIA
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SERVICIOS EN CQMUNICACION E INFORMACION TECNICA
TRADUCCION y EDICION
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~~LOGH Y¿ BAJOS INSUMOS
Pedro A. Sánchez
José G. Salinas
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Av.4N No. 22N·34· 01. 202 Apartado Aéreo 7168 Telélono: 68 78 84 Cali . Colombia
SERVICIOS EN COMUNICACION E Ir.,¡FORMACION TECNICA
••
I
I
I
I
TECNOLOGIA DE BAJOS INSUMOS
I CONTENIDO
! l. Introducción
A. Suelos Acidos de los Trópicos
I B.
C.
Base Conceptual de la Tecnología de Bajos Insumos
Componentes Esenciales de la Tecnología de Bajos
Insumos 16
I C.
D.
Pastos Tropicales
Conclusiones
(~
IV. Desarrollo y Mantenimiento de una Cobertura Vegetal 42
A. Métodos de Apertura de Bosques 43
B. Dinámica del Suelo Después del Desmonte de Bosques
Húmedos Tropicales 49
I C. Preparación del Suelo y Establecimiento de Plantas
en Bosques Húmedos 55
D. Métodos de Desmonte en las Sabanas 58
I E.
F.
Establecimiento de Cultivos y Pastos en las Sabanas
Mantenimiento de Pasturas Establecidas
61
68
G. Coberturas, Abonos Verdes y Enrastrojamientos
I H.
Manejados
Sistema de Cultivos Intercalados y Cultivos
Múltiples
70
76
l. Conclusiones 83
I V. Manejo de la Acidez del Suelo 85
I A.
B.
C.
Cal para Disminuir la Saturación de Aluminio
La Cal como Fertilizante de Calcio y Magnesio
Selección de Variedades Tolerantes al Aluminio
86
91
99
l. D.
E.
Selección de Variedades Tolerantes al Manganeso
Conclusiones
105
107
l·
I
I Av.4N No. 22N-34 - Of, 202 Apartado Aéreo 7168 Teléfono: 687884 Cali - Colombia
I ii
l.
I~ VI. Manejo del F6sforo 110
A. Dosis y \!étodos de ,\pllcc1ción ¿",t ["cs'or') 112
I B. La ~ecesid3d de ~ejorar los ?rucc(!i:nieacQs de
Evaluaci6n de la Fertilidad (te los Suelos i17
C. Utilización de Fuentes de Fósfor0 >lenos Sulubl es l22
1 D.
E.
Disminuci6n de la Fi~aci6n :\e F6s~oro con el
Encalamiento
Selección de Variedades Tolerantes ~ Bajos ~4i\'(~1cs
129
I F.
de Fósforo Aprovechable en el Suelo
Utilización Potencidl de Asociac toneS
de Micorrizas
:·rns Lfecti vas
130
134
G. Conclusiones Ui
1 VII. Manejo de la Baja Fertilidad Natural del Suelo i37
A. Máxima Utilización de la Fijación Biológica del
1 B.
Nitrógeno
Aumento en la Eficiencia de la Fertilización con
138
1:' E. Conclusiones
VIII.Discusión
l53
154
1" A.
B.
Enfoques de Bajos Insumas Versus Altos Insumos
Productividad de los Sistemas de Bajos Insumas
155
159
C. Minería del Suelo o Mejoramiento del Suelo 161
1 IX.
D. Necesidades de Investigación
Resumen
164
169
I Bibliografia
I
I
l.
1-
I
I
I
"
l. ,-
l. l. lNTRODUCClON
I •
vadas en suelos fértiles con altos niveles de bases, con fertilización
micas lo permitan.
I
I
I - 2 -
l.
l. Sin embargo, la aplicabilidad de tecnologías de altos insumas en el
mas para el manejo del suelo es dar el uso más eficiente a los insumas
las condiciones adversas del suelo ácido (Levit, 1978) ha estado dispo-
I nible durante décadas, sólo hasta hace pocos años se iniciaron estudios
(Foy y Brown, 1964; Spain et al., 1975; NCSU, 1975; Foy y Fleming, 1978;
I
I
I - 3 -
l.
l. contro\'ersia consideroble y algunas malas interpretaciones en la li-
•
••
una degradación del suelo y de los nutrimentos disponibles .
l.
l. sez de aguB 1 como el limit3nte ~~s l!JportJlltc. 2ent '!t ;E. (19g0),
medida del uso que se haga de los suelos ácidos de los trópicos.
I l. Importancia y Extensión
"
I
ción de Oxisoles y Ultisoles difiere de las estimaciones anteriores
(Sánchez, 1976), puesto que la nueva información muestra que hay menos
I
, la Amazonía oriental y parte de Africa central. Estos suelos general-
I ,
nizada. Los Ultisoles se encuentran dispersos en grandes áreas de
I
I
I - 6 -
l.
l. Existen otros suelos ácidos, con propiedades y potenciales simi-
este artículo se excluyen los suelos ácidos mal drenados y que tienen
En
I est6 dominada por suelos con alto nivel de bases, relativamente fér-
I en los trópicos (Me Neil, 1964 : Goodland e Irwin, 1975), existe una
I
I
- 7 -
I
l. del suroriente de China, los cuales sostienen densas poblaciones.
l.
l. fante (Pennisetum purpureum) Con fertilización intensiva con nitrógeno
I .
Clan.
.
,- Estas estrategias de manejo pueden ser muy beneficiosas aún a
I samente.
l.
l. que los riesgos son muy altos. Las dos primeras situaciones se expli-
l' en los rendimientos causada por sequías, daños por ataques de insectos
eliminación de la fertilización.
l.
I
I
I
- 10 -
I•
l.
l. respuesta típicamente cuadrática a las aplicaciones de cal ~ llegando
•
la cual correspondió a un pH de 5.5 y a una saturación de aluminio
I al aluminio.
I
I
- 12 -
•
dades tolerantes al aluminio puede disminuír significativamente el
del máximo.
I Estos dos ejemplos ilustran la necesidad de que los investigadores
I incluyan más tratamientos con dosis de insumas más bajas que las uti-
I
I
"
I - 13 -
l.
l. incrementos pequeños en los rendimientos. Dadas las incertidumbres
cales, estos pequenos incrementos del rendimiento son rara vez rea-
Consecuentemente, al dismi-
1-
I
I
[1
- 14 -
l.
1- las curvas de respuesta a la aplicación de fertilizantes se pueden
más alta, medida en términos del rendimiento del cultivo por unidad
I de insumo de fertilizante.
I
I
I - 15 -
l.
l. por dólar invertido en fertilizante nitrogenado fue de $8.30 en el
I
I
I - 16 -
l.
l. Estas y otras prácticas se discutirán en otras secciones de esta
I revisión~
vaciones .
•I de Bajos Insumas
I
I
1I
- 17 -
l.
l. de altos insumas debido a las propiedades del suelo, a la topografía
I y al acceso al mercado.
I
I
l.
l.
I
I
1-
-,
l. II. SELECCION DE AREAS
limitaciones químicas.
I Los esquemas de evaluación en gran escala han mejorado el enten-
1,
1- de cultivos susceptibles a la acidez del suelo como el cacao('fheobroma
l.
l. En las regiones de sabana de América tropical resulta más fácil
identificar los suelos que se deben evitar, pero los criterios son
I los mismos que en las regiones de bosque. Algunas de las islas de
I
I
'-.- - 21 -
l.
1- Los parámetros edáficos no son en S1 mismos suficientes para una selec-
I
I
,-.
,1
- 22 -
l.
l. sivos de fertilizantes, cal, mecanización y otra tecnología nueva.
.-
con pendientes menores que el 8%, evitar suelos con un alto contenido
1
I
I
l.
l.
1
1
I
I
l. UI. SELECCroN DE GERMOPLASNA
I TOLERANTE A LA ACIDEZ
et al., 1974; Silva, 1976; artini et al., 1977; Lafever et al., 1977).
I El término tolerancia a los suelos ácidos cubre una variedad de
I
l. cias de calcio, magnesio, fósforo y ciertos micronutrimentos, princi-
y Fleming, 1978; Rhue, 1979). Las tolerancias a los estreses por alu-
I están más allá del objetivo de este artículo. Si el lector desea mayo-
I tados por Wright (1976), Jung (1978), Andrew y Kamprath (1978) y Musell
y Staples (1979).
I~
Duke (1978) recopiló un lista de 1031 especies de plantas de impor-
I~
l. satisfacen dos de estos criterios y 29, los tres. Esta última cifra
I tasio, que muchas otras especies (Gómez y Howeler, 1980; Cock, 1981).
I
I
I - 26 -
l.
1 habilidad de la yuca para tolerar condiciones de estrés causado por
I
l. pH del suelo, para obtener rendimientos máximos en los Oxisoles
• '
y Vicente-Chandler, 1974; Samuels et al., 1975) .
I
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1 - 28 -
1
l. en algunos suelos ácidos sulfatados, el pH de la mayoría de los suelos
l' más tolerante al estrés por la acidez del suelo que el maíz (Salinas
I
I
1--
II - 29 -
I.
l. pero no la especie considerada globalmente. Existe gran variabilidad
I et al., 1976; Salinas, 1978; ClAT, 1977, 1978, 1979 Y 1980). En esta
• •
de Salinas (1978). Brown y Jones (1977a) también han informado sobre
•
•
I - '30 -
I
l. en cuanto a la tolerancia al estrés por fósforo (Brown et al., 1977).
I (Munns, 1980).
(Silva, 1976; Foy et al., 1974). Por ejemplo, las bien conocidas
l. variedades de trigo de porte bajo CI~1YT, las cuales fueron seleccio-
I
I
I - 31 -
l.
l. en Oxisoles del Cerrado de Brasil, en comparación con las variedades
.'•• El Cuadro 6 enumera algunas de las especies frutales del trópico con-
I mango requiere un régimen de humedad del suelo ústico para una produc-
tividad alta.
l.
l. El café arábigo es muy tolerante al aluminio, pero sensible a la toxi-
.'a-
es tolerante a las condiciones de los suelos ácidos (Abruña y Vicente
l. comercial significativo.
1"
1
I
I - 33 -
I
l. En la lista anterior no se incluyen varios cultivos tropicales
I~ C. Pastos Tropicales
1969; Andrew y Vanden Berg, 1973; Spain et al., 1975; Andrew, 1976;
I 1978; He1yar, 1978; elAT, 1978; 1979, 1980, 1981; Spain, 1979).
l.
l. y en menor grado la toxicidad del manganeso. En América tropical
•
•• 1. Tolerancia al Aluminio
I
I
I - 35 -
I
l. La Figura 8, adaptada también de Spain (1979), muestra respuestas
1
I
I - 36 -
l.
l. empleadas actualmente. Afortunadamente, la tolerancia al aluminio
I 1978).
I suelo requeridos por cultivos anuales, y mucho menos que otras espe-
.'I
cies de pastos. Por ejemplo, en Colombia, el nivel critico general
requieren entre 1/3 - l/S de esa cantidad para alcanzar máximos rendi-
I mientas. Esta información se presenta en el Cuadro 33 de la sección
I VI. D.
I
I
I - 37 -
l.
l. comunmente sostenido de que la fertilización de mezclas de gramíneas-
I en el campo ¡JO! Spain (1979) quien observó Que, además del fósforo,
había una mayor necesidad de potasio en las gramíneas que en las le-
I guminosas.
I mayor y a una menor tolerancia al aluminio que las otras dos (Spain,
l. y Leal, 1979).
I
I
I - 38 -
I
l. podrían proveer insuficiente fósforo para la nutrición animal. No
I 3. Estrés Hídrico
.'I las raíces de las especies forrajeras adaptadas son capaces de penetrar
I causado por la sequía que las especies gramíneas. Además, las legumi-
l. los períodos secos que las gramíneas. Por ejemplo, Zornia latifolia
l.
l. de Carimagua, en tanto que las gramíneas acompañantes sólo presentaron
1979); sus hojas pubescentes también permiten que las gotas de rocio
I permanezcan sobre las hojas más tiempo que en estas dos últimas espe-
I cies (CIAT, 1979). Es muy común que al caminar por una pastura de
I a.m. se humedezcan las botas del pantalón, en tanto que las pasturas
I
I
I - 40 -
l.
l. a condiciones adversas con la resistencia a patógenos. Ejemplos de
I
I
I - 41 -
I
l. necesaria en casos en los que los pastos se aproximan a la madurez
I res del CIAT muestran que el rebote después de la quema depende mucho
I
I
I
l.
l. IV. DESARROLLO Y MANTENIMIENTO DE UNA
I COBERTURA VEGETAL
l' Estos sistemas se describen en una revisión hecha por Sánchez y Cochrane
(1980).
I Indistintamente del sistema agrícola o la especie de planta
l.
l. de la tecnología.
húmedos.
l·
I
I
I - 44 -
l.
l. las propiedades del suelo, a las técnicas de desmonte y a la propor-
I
I
I - 45 -
l.
l. de textura arenosa. En suelos de éstos en Surinam (Van der Weert,
1974), Perú (Seubert et al. 1977) y Brasil (Silva, 1978) se han regis-
I trados disminuciones significativas en las tasas de infiltración, incre-
I son difíciles
en la medición.
debido a las diferencias en el lapso de tiempo empleado
mente se mantiene por encima del suelo, sino por el arrastre de árboles
I desenraizados y troncos. Aunque no hay datos cuantitativos disponibles,
I
I
~ - 46 -
l.
l. obtenidos en suelos ácidos de América tropical. Sin embargo, es induda-
I suelo.
.'a-
considerando la práctica de destrucción completa del bosque versus
l.
l. desarrollan aserraderos rentables en el proceso de desmonte para el
establecimiento de pasturas.
I Las presiones por abrir tierras nuevas en algunas áreas del Ama-
I zonas son tan intensas que ahora es necesario desarrollar una tecno-
logía que minimice los efectos adversos del desmonte en las propie-
I dades del suelo. Hasta ahora no se han realizado investigaciones
I que corta los troncos de los árboles a nivel del suelo podrían causar
l.
I
I
/- - -
I - 48 -
l.
l. mecanizado.
.- han llevado a cabo experimentos, pero los resultados han sido desalen-
I
I
I - 49 -
1,
l. mente a los m~todos inapropiados de deSDonte. Se necesita invcstiguci6n
."
•
bases intercambiables y los niveles de fósforo disponible aumentan;
- .
y las temperaturas de la superficie del suelo aumentan (Sánchez, 1979) •
I
•
I - 50 -
I
l. cubre un período de 8 años. Sin embargo, los estudios ilustran las
I
I
I - 51 -
l.
l. pérdidas mayores (Sánchez, 1976;. Sin em~argo, es:::e e!ecto es atenuado
Francesa.
I
I
I - 52 -
l.
l. Hubo un aumento real en los contenidos de carbono orgánico un mes
I el primer año fue del orden del 30%, pero se llegó a un nuevo equi-
I
I
I - 53 -
1,
l. suelo. Esta diferencia en particular fue atribuída a un nivel de
.'
I~
aluminio disminuyó en todos, excepto en un caso, a niveles por debajo
I
I
I - 54 -
l.
l. al sur de Bahía, al otro lado del continente. Los primeros elementos
ensayo particular.
I
I
I - 55 -
l.
l. momento, el fósforo, el magnesio, el cobre y el boro se tornaron defi-
dos primeros años después del desmonte, tiempo después del cual se
•I
establece un equilibrio.
Bosques Húmedos
el suelo •
labrar
••
•
•
I - 56 -
l.
l. Los ensayos realizados en Yurimaguas, Perú, no mostraron diferencias
un aumento del 76% del rendimiento (de 0.95 ton/ha a 1.67 ton/ha)
l·
I
I
I - 57 -
l.
l. con Brachi aria clecumbens y Pan icum ::1aX.Lj]l[H;]. También ~Lnd ico.ron que
~ dominar.
El aspecto critico
l·
I
I
I
- 58 -
l.
l. Sin embargo, Con el desmonte mecanizado la situnción es total-
I mente diferente.
e inf~rtil
La ausencia de la quema mantiene el estado deida
I sin ár.boles.
1, ampliamente dispersos.
I
I
I - 59 -
l.
l. 3. "Campo Cerrado" una cubierta continua de pastos bajo una
I 4. "Cerrado"
vehículo por la sabana.
tar en vehículo.
I 5. "Cerradao '! una cubierta dominante y casi cerrada de
I
• "
de pastos •
." (Lopes y Cox, 1977b). Las sabanas sin árboles también se presentan
limpo.
l·
I
I
I - 60 -
l
l. de campo limpo y campo sujo, la técnica tradicional incluye la quema
." bien documentados, pero parecen ser menos marcados que aquellos indi-
enlas propiedades químicas del suelo por el desmonte quizás son menores.
I El desplazamiento de la capa superior del suelo debido al desmonte
l·
I
I
I - 61 -
I
l. orgánica, en las sabanas, la distribución de materia orgánica y nutri-
I tilizantes en bandas.
regiones se riegan mediante sistemas con pivote central, que con fre-
l·
I
I
I - 62 -
l.
I~ cuencia son mal manejados. Frecuentemente, estas tecnologías tienen
I ficial del suelo. Además, algunos Oxisoles tienen epi pe dones úmbricos,
l.
l. capacidad efectiva de intercambio catiónico, aumentando así las pér-
tivos - pastos.
I
1
I - 64 -
l.
l. Se establecieron pasturas de gramíneas - leguminosas en franjas de
franjas de sabana nativa. Las especies más exitosas fueron las legumi-
I nosas Desmodium ovalifolium y Pueraria phaseoloides y a las gramíneas
." jas, a un costo mucho menor y limitando los riesgos de erosión a una
I
l. Las plantas recibieron una alta tasa de fósforo y potasio en forma
localizada, pero con base en unidades de área, las tasas más altas
I que se aplicaron fueron de 9 Kg de P20S/ha y 1.5 Kg de K 0/ha.
2
Un
I hombre equipado con una pala puede sembrar y fertilizar una hectárea
por parte de las malezas o por plantas de la misma especie. Las espe-
'" mismas en los surcos dejados por la rastra de discos y germinaron con
.
I las primeras lluvias, creciendo primero que las malezas. Las nuevas
I
I
I - 66 -
I
l. la semilla de pastos mejorados es, por lo general, escasa, el uso de
de Pastos
." calando especies de pastos, de tal forma que, cuando los cultivos sean
I •
Toledo y Morales, 1979). En efecto, los costos del establecimiento
l.
l. tados adversamente por el crecimiento viguroso de la gramínea. Aunque
•
Cuando se emplea un cultivo de ciclo corto, los resultados son
I diferentes. El Cuadro 15 también muestra las mismas especies de pastos
I para una localidad y depende del clima. Los sistemas reales que se
I debido a que el crecimiento del arroz fue tan vigoroso que los pastos
l·
I
I
I - 68 -
l.
l. Es probable ~ue las pasturas establecidas en esta Eorma gocen
I que surgen con el tiempo. Desafortundamente, son muy escasos los ser-
l·
I
I
I - 69 -
I
I La degradación de pasturas en el Amazonas ha recíbido atención
I el bosque, permaneció por encima del nivel crítico hasta por 4 años
I
I
I - 70 -
l.
l. Con el tiempo, es probable que el potasio, el azufre y otros nutri-
I maximum.
Manejados
I En los sistemas de producción de cultivos, la mejor cubierta de
l.
l. en contraposición con el enrastrojamiento con bosque típIco secundario
l. El Uso de Coberturas
! Un componente principal de la tecnología de bajos insumas en la
•I
empleo de residuos de cosecha como coberturas para mantener las pro-
tables que muestran las ventajas del empleo de coberturas para una
El Cuadro 16 muestra
I
I
I - 72 -
l.
1, un ?eríodo considerable de estrés por sequía al aproximarse la época
promedio resultante fue sólo un 6% más alto con cobertura que sin ella.
I El experimento continuó durante la época seca, con un patrón de riego
I del suelo con plástico negro. Los rendimientos de maíz fueron simi-
1
1
I-11
- 73 -
11-
11. es casi siempre adverso en arroz de secano puesto que las plantas per-
•.. el maíz cuando se presenta un estrés severo por sequía. Como el maíz
se siembra durante la época más seca del año, está sujeto a un mayor
11
I
I - 74 -
I
l. se consideraron como los máximos. Los cultivos con cobertura de Panicum
maximum produjeron un promedio del 54% del rendimiento máximo sín insumas
I químicos. El efecto benéfico de la cobertura de Pucraria phaseoloides
en las propiedades químicas del suelo, pero debido a los mayores ren-
1-
I
I
1 - 75 -
I
1, disminuyó la saturación de aluminio y proporcionó un ambiente más
I
I
I - 76 -
I
l. como abono verde (Sánchez, 1976). El cultivo intercalado de abonos
verdes con cereales puede ser una mejor alternativa, debido a que
I no se pierde tiempo en la producción del abono verde. Agboola y Fayemi
occidente de Nigeria.
I 3. Enrastrojamientos clanejados
Múltiples
tivos permanentes o con ambos. Por lo general estos modelos son más
l· complejos en los regímenes údicos de humedad del suelo que en los
I
I
- 77 -
l.
l. del uso de cultivos como precursores del establecimiento de pasturas
investigación.
I l. Intercalamiento de Cultivos Alimenticios
l· han sido descritas por Pinchinat et al. (1976) en una revisión sobre
I
I
1 - 78 -
1
l. incluyen otros cultivos anuales alimenticios tales como el caupi~
I de hortalizas.
como arroz, yuca y plátano, permite una mejor utilización de los nutri-
I mentas disponibles en el suelo. Los cultivos con mayores requerimientos
I
l. 50 cm entre las hileras de maíz. Cuarenta y cinco días después se
La yuca
I las hileras de maíz, esta vez 67 días después de la siembra del maíz.
El maíz se cosechó a los 105 días y el arroz de secano a los 140 días.
I Cinco días antes de cosechar el arroz se sembró maní en donde estaba
I de la yuca se cerrara.
I
I
- 80 -
1
l. fue moderada para las condiciones del suelo muy ácidas; 1 ton de cal/h&
1 tes. Leihner (1979; CIAT, 1980) indicó que, cuando la yuca se inter-
de Oxisoles-ULtisoles.
l·
,~--c, --'--T
l· .- -,- .' ". ~ !
1
I
I - 81 -
I
l. 2. Intercalamiento de Cultivos Anuales con Cultivos
Perennes
I La siembra de cultivos perennes tolerantes a la acidez tales
requiere de una cobertura alternativa del suelo hasta que los árboles
I produzcan una cubierta cerrada. Actualmente hay numerosas variaciones
I
I
I - 82 -
I
l. tura del suelo bajo el caucho; plantaciones de Gmelina arborea
I 1981).
.~
de suelos con bajos insumas es ahora ampliamente reconocido (Mongi
l·
I
I
¡
I - 83 -
I
•• esencialmente otra cubierta de árboles. También es a'luel 'lue re'luiera
tura vegetal durante la mayor parte del año se puede lograr mediante
I varios componentes de la tecnología de bajos insumos en las regiones
en las propiedades 'luí micas y físicas del suelo con el tiempo es útil
l·
I
I
í
I - 84 -
l.
l. para diseñar O mejorar los sistemas agrícolas continuos en regiones
l' calcio y magnesio .- se deben superar para lograr una agricultura exi-
Para atenuar las limitaciones impuestas por la acidez del suelo sin ha-
I cer aplicaciones masivas de cal se utilizan tres estrategias: (1) cal
l.
l· a las toxicidades de aluminio y manganesio.
l' 1 N¡ desde la década de los sesenta (Mohr, 1960; Cate, 1965; Kamprath,
1970 ySalinas, 1978). La recomendación para el encalamiento se deriva
,
I comunmente de las siguientes fórmulas en la que el requerimiento de cal
•I
se expresa ya en miliequivalentes de calcio o toneladas de CaC0 3 equi-
val ente por hectárea ;
•
ton CaC0 3-eq/ha = 1.65 x meq Al. fnter ./100 g. (2)
•
ble y aumentan el pH del suelo a 5.2 - 5.5. La Figura 13 muestra la
relación entre el pH y los niveles de aluminio intercambiable enun suelo
•I
1 - 87 -
l.
l· Los muy bajos niveles de bases intercambiables comunes a estos sue-
los se deben tener en cuenta junto con las cantidades de al uminio inter-
I cambiable presentes (Olmos y Camargo, 1976; Freitas and Si1veira, 1977).
El porcentaje de saturación de aluminio (Al Inter.!Inter. Ca + ~g + K + Al
I x 100) expresa en forma correcta estas relaci ones. Lopes· y Cox (1977a)
I
I
'1 - es -
l.
l· en yuca (Spain, 1976). Por consiguiente, es importante determinar la
fórmula más apropiada para convertir el Al intercambiable a la cantidad
I de cal para sistemas específicos de suelo-cultivos. Cochrane et al. (1980)
desarrollaron una fórmula para determinar la cantidad de cal que se nece-
I sita para disminuír el nivel de saturación de aluminio de la capa supe-
Cal requerida (ton CaC0 -eq/ha) = 1.8 (Al-RAS (Al + Ca ~lg) )/100, (3)
3
I
I donde RAS es el porcentaje crítico de saturación de aluminio requerido
II
I
por un cultivo, una variedad o un sistema agrícola determinado para su-
perar la toxicidad de aluminio y Al, Ca y Mg son los niveles intercam-
I biables de estos cationes expresados en meq/100 g. Al compararla con
datos reales de campo, la capacidad de predicción de esta ecuación es
." excelente (Cochrane et al., 1980). Una ventaja adicional es que no
I
I
•l. - 89 -
I en la forma carbonatada y el
por un tamiz 100.
lOO;~ debe pasar por un tamiz 10 y el 50%
Las fuentes de CaC0 3 gruesas rara vez producen las
1I
i
respuestas deseadas en rendimiento del primer cultivo debido a que reac-
cionan lentamente. Con el fin de compensar §sto, los agricultores con
,1 frecuencia aplican dosis más altas que las recomendadas 10 cual puede
l."
et al., 1962; Jones y Freitas , 1970).
I muy cortos (NCSU, 1975, 1976). La alternativa para una mejor util iza-
I da, aunque existe muy poca evidencia que sostenga esta aseveración.
I
I
- 90 -
I les por lo general duran menos en las regiones tropicales que en las
templadas debido a la mayor precipitación y a las temperaturas más al-
I tas (Lathwell, 1979). La estimación de los efectos residuales del en-
II
I
calamiento de suelos ácidos es un factor primordial de manejo de los
sue los en 1as regi ones údi cas de bósq ues humedos t ropi ca 1es y ús ti cas
I
I
¡-
,1 - 91 -
l.
'1· anos. Howeler (1975) consideró que una aplicación anual de 200-500 kg
de cal/ha era suficiente para mantener un nivel adecuado de calcio y
I magnesio en este suelo en condiciones de cultivo contínuo y para inver-
l.
1-
tir los aumentos en el nivel de aluminio intercambiable anteriormente
I mencionados.
I
I
I
l'
'1
I
I - 92 -
I
1 cionales de fertilizantes tales como superfosfato simple y cal dolomíti-
ca frecuentemente satisfacen los requerimientos nutricionales de las
I plantas en lo que respecta a los tres elementos secundarios. En siste-
JI
I
1. Disponibil idad de Calcio y Magnesio
I
I el Cuadro 12 indica un rango de 0.4 - 1.46 meq CallOO g en la capa su-
perior del suelo antes del desmonte y la quema. Los mismos datos indi-
I can un rango de 0.07 - 0.33 meq Mg/100 g. En consecuencia, los niveles
de calcio intercambiable en la capa superior del suelo parecen ser ma-
! yores en los bósques húmedos que en las regiones de sabana, pero los
•.- húmedos.
.'I
cionan algunas ventajas y desventajas para el suministro de calcio y
magnesio. La primera' desventaja es la rápida lixiviación durante pe-
ríodos de lluvias intensas. Durante dichos períodos pueden ocurrir
condiciones anaeróbicas temporales que inhiben la absorción de' calcio
y magnesio por las raíces. Durante la estación seca, la sequía puede
I acentuar las deficiencias de calcio y magnesio. La concentración de
¡. estos elementos en muestras de tejido de Melinis multiflora y especies
nativas de sabana disminuyó significativamente durante la estación se-
J. ca en Carimagua (Lebdosoekojo, 1977). Las plantas se enfrentan, por
lo tanto)a una situación difícil: probablemente hay una disponibilidad
l. adecuada de calcio y magnesio durante parte de la estación lluviosa;
•I
tanto las plantas nativas como las introducidas en sabanas de Oxisol
parecen exhibir un mejor comportamiento en 10 que respecta al calcio y
al magnesio que lo que se puede infel"ir de los bajos niveles en el suelo
y las relaciones adversas dependientes de la humedad. Rodr{guez (1975)
l.
i
de absorción de calcio y magnesio que los que actualmente se conocen.
•,."
de disminuir mediante adiciones de calcio (Millaway, 1979). En el caso
del cacao, la presencia del aluminio disminuye la al:.sorción de calcio
pero nola translocación hacia las partes aéreas de la planta (García,
1977). La reducción en el desarrollo radical en condiciones de altas
I
I
• - 95 -
•• •
, les de los Llanos Orientales de Colombia con niveles de 0.1 - 0.4 meq/
'.l.
I En algunos casos, la respuesta a 0.5 ton/ha de cal dolomítica se
debe al magnesio. Spain (1979) presentó un informe al respecto para la
fase de establecimiendo y mantenimiento de dos leguminosas forrajeras,
Desmodium ova1ifo1ium y Pueraria phaseoloides ;en Carimagua/Colombia.
•
l·
tra los niveles correspondientes de saturación de aluminio, saturación
de calcio y requerimientos de cal según la fórmula de Cochrane et al.
(1980). Esta información indica que estffiespecies se deben calsificar
no solamente según su tolerancia al aluminio,sino también según sus
l· diferentes requerimientos de calcio.
I
I
•l. - 96 -
No importando el fin por el cual se aplique cal (ya sea para dismi-
I nuír la saturación de aluminio o para suministrar calcio y magnesio, o
•I les es por 10 general ácido y con frecuencia presenta una barrera quími-
ca para el desarrollo radical, ya sea debido a la toxicidad causada
por el aluminio, a una deficiencia extrema de calcio o a ambas causas.
Es común observar raíces de cultivos anuales confinadas casi exclusiva-
I -
-: ~,,~~ ~- -"- .. --
mente a 1a &tfper4c-ie-superi o-r-Ge+-sueffl eneal ada, con poca penetración
hacia el subsuelo ácido en los Oxisoles de sabana (Gonzales, 1976;
."
.'
Bandy, 1976) Y Ultisoles de bosques húmedos (Sandy, 1977; Val verde y
Sandy, 1981). Di chas' pl antas sufren por defi ciencia de agua cuando
ocurren períodos de sequía a pesar de tener suficiente humedad del sue-
•I
de estimular el desarrollo radical hacia dichos subsuelos ácidos como
una alternativa para los sistemas de riego suplementario mucho más
costosos. Se han diseñado tres estrategias para superar este problema:
(1) aplicaciones profundas de cal en Oxisoles, (2) estímulo al movimien-
'.l.
~
- 97 -
l.
I cies tolerantes al aluminio.
.'
metros químicos del suelo al definir la práctica de encalamiento más
apropiada}sino que también hay que tener en cuenta los parámetros físi-
cos del suelo.
I Olmos (1971) presentó resultados experimentales que demuestran di-
11
I
Por debajo de esta profundidad, la saturación de aluminio disminuye a
valores de menos del 60% (Salinas y Delgadillo, 1980).
¡.~ Una ventaja primordial de muchos suelos ácidos e inférti1es es que
!.
1.
I
l. - 98 -
l.
1- sus propiedades físicas y químicas permiten el movimiento descendente
de calcio y magnesio hacia las capas del subsuelo, disminuyendo de esta
II
I manera los estreses causados por la acidez del suelo a mayor profundi-
I zantes (Sal inas, 1978; NCSU. 1978; Villachica, 1978; Ritchey et al.,
1980; Gualdrón y Spain, 1980). La Figura 17 muestra los cambios en las
I
I
- 99 -
I
l. 2 Y 4 ton/ha de cal, el nivel critico de saturación de aluminio del 60%
para el maíz se alcanzó a una profundidad de aproximadamente 30 aTI.
'.
1
l·
aplicaciones moderadas de cal (1-2 ton/ha) y superfosfato simple
(70 kg P/ha).
II
I
1I
I - 100 -
l.
1- del aluminio. Un procedimiento preferido para el efecto es la selección
de un gran número de ecotipos ya sea en soluciones de cultivo, en el in-
I vernadero, en el campo o una combinación de los tres. Para lograrlo
exitosamente, se requiere de la colaboración cercana entre especialistas
! en suelos y fitomejoradores. Entre las técnicas de selección en solucio-
I
1
1
I - 101 -
I 70% Y los requerimientos de cal entre 0.2 y 1.4 ton de CaC0 3-eq/ha.
Estos resultados confirman la existencia de una amplia tolerancia di-
I ferencial al aluminio tanto en arroz como en trigo. La variedad de
arras Pratao Precoce no fue afectada por el aluminio dentro del ran-
go probado, en tanto que las variedades sensibles Flotante y Batatais
mostraron una respuesta lineal decreciente en rendimiento a una satu-
ración de aluminio en aumento.
I
l· También se observa alguna variabilidad entre las variedades mejicanas.
Estos resultados indican buenas posibilidades de combinar la tolerancia
I al aluminio de las variedades brasileras con el tipo de planta de bajo
I {lorte
•
resistente al volcamiento de las variedades mejicanas .
I.
I Bossier, Vicoja y UFV-l son los que se deben utilizar en vez de Andrews,
•!
Cobb o Florida en 10 que respecta a su tolerancia al aluminio .
l' como tolerancia moderada y Un 80% o más del rendimiento máximo como
• '
alta tolerancia en condiciones de estrés severo de aluminio y fósforo .
El limite del 50;!' es 'consistente con la toxicología biológica (Matsu-
mura, 19]6; Liener, 1969; Lal, 1980), en tanto que el límite del 80%
I se estableció como el punto más allá del cual la curva de respuesta es
casi plana.
I
El Cuadro 23 ,adaptado de Sal ínas y Delgadi110 (1980), resume
I el comportamiento de seis ecotipos de gramíneas y nueve de leguminosas
en diferentes niveles de estrés de aluminio y fósforo en Carimagua,
¡I Colombia. La capa superficial del Oxisol sin enmienda presentó una
l.·
l. de cal de 0.5 ton/ha para suministrar calcio y magnésio y 5 ton/ha
para neutralizar la mayor parte del aluminio intercambiable. Esta
I
1 - 104 -
l.
1, última dosis disminuyó la saturación de aluminio a un nivel de aproxi-
madamente 25%. Se incluyeron dos dosis de fósforo: 17 kg P/ha como
I mínima y 227 kg P/ha para aminorar y superar la mayor parte de la ca-
pacidad de fósforo del suelo. El diseño de campo fue un factorial
1 compuesto por cuatro dosis de cal x 3 niveles de fósforo. La tolerancia
•I
excedió el 80%, moderada (M) entre 50 y 79%, supervivencia (5) entre
1y 49~; Y muerte (X) para aquellas plantas que no sobrevivieron.
1- tos mostraron que ~. gayanus fue la gramínea más productiva. Esta espe-
1- cie también obtuvo más del 80% de su rendimiento máximo con una satura-
'.
,
ción de aluminio del 86% y 2.3 ppm de P, como resultado de la adición
de 0.5 ton de cal/ha para suministrar calcio y magnesio y 17 kg de P/ha.
Panicum maximum mostró menor tolerancia global pero un rendimiento
absoluto relativamente alto. En las condiciones de Carimagua esta
especie requirió niveles relativamente altos de cal y fósforo para
alcanzar el 80% de su rendimiento máximo.
I - 105 -
l.
l· 23
Consideradas en grupo, las leguminosas presentadas en el Cuadro
fueron,en general, más tolerantes a la acidez y al bajo nivel de
I fósforo que las gramíneas, excepto por Desmodium heterophylum, Macropti-
lium sp. y Leucaena leucocephala. Estos ecotipos murieron a menos
I que se adicionara 0.5 ton de cal/ha y algo de fósforo. En general,
l' proporcionan Un estimado claro sobre los insumos requeridos para superar
las limitaciones impuestas por la acidez del suelo .
•
I (Cuadro II), se considera que es menos común que la toxicidad por alu-
minio. La toxicidad por manganeso ocurre en suelos que presentan altos
I niveles de manganeso faéilmente reducibles, generalmente con contenida:;
relativamente altos de materia orgánica que pueden causar condiciones
I anaeróbicas temporales. El manganeso es muy soluble a valores de pH
I
I1
- 106 -
1,
1 rápida de materia orgánica o a inundaciones temporales durante períodos
•!
de lluvia fuerte. Algunos ejemplos de dichos suelos incluyen el suela
•I manganeso puede ocurrir a niveles de pH tan altas como 6.0 (Simar et al.,
I mente 6, son par 10 general muy altos. Por ejemplo, para aumentar el pH
I
•
aplicar CaC0 puro a razón de 20 ton /ha (CIAT, 1978). En consecuencia,
3
la principal estrategia es la de seleccionar variedades tolerantes .
'
l' dad de manganeso, ocurren en las hojas puesta que este elemento tiende a
I
I
- 107 -
1 ,
II
•1 según Andrew y Hega rty. Souto y Dobereiner (1969) tambi én encontraron
pubescens es re 1ati vamente tal erante, en tan to que Puerari a phaseo 1oi des
1I
I
es sensible. Los trabajos adelantados por Salinas (sin publicar) muestran
resultados opuestos según observaciones visuales en lJ1tisoles de Quilichao
!I
I
Colombia. Los científicos australiana; están adelantando activi dades de
ti
,
mejoramiento genético espec{ficamente pal"a incorporar tolerancia al man-
ganeso en 11acroptil i um atropurpureum ¡ ya que 1a vari edad Si ratro ampl i amen-
:1
• "
•
te difundida es relativamente sensible a la toxicidad de este elemento
I
I
I
1,
I por la acidez del suelo, no es necesario encalar estos suelos hasta 11e-
I quieren de altas dosis de aplicación de cal para las 750 millones de hec-
táreas de América tropical con limitaciones severas por la toxicidad de
I nes de cal en pequeñas dosis son probablemente menos costosas por unidad
de nutrimento que los fertilizantes de calcio y magnesio.
I
I Un atributo muy positivo de muchos Oxisoles y Ultisoles de América
l.
I
tropical es la relativa facilidad de movimiento de"' calcio y magnesio
en el subsuelo. Es posible aprovechar 10 que normalmente se consideraría
I CIC
como un factor limitante del suelo -- su baja ."CEle.
f-
Junto con una es-
C/Cf;~
,1 tructura del suelo favorable y suficiente lluvia, una baja &etc favorece
1\
I
I
• - 109 -
I
.'I
I
I
I
I
l·
l·
I
I
I
I
l. VI. ~1ANEJO DEL FOS FO RO
II
I
den definir como aquellos que requieren adiciones de por lo menos 200 kg
de P/ha con el fin de proporcionar una concentración de equilibrio de 0.2
11- ppm de P en la solución del suelo (Sánchez y Uehara, 1980). Los suelos
ácidos que fijan t~les cantidades de fósforo se pueden identificar como
1 aquellos con texturas francas o arcillosas en su capa superficial con
1 cifra aumenta al 72%, pero los suelos con alta capacidad de fijación de
fósforo son menos extensivos en la selva Amazónica que en las sabanas
1$ (Coch rane y Sánches, 1981).
1
I
I - 111 -
1'.
l· Oxisoles y Ultisoles, la fijación de fósforo generalmente aumenta con el
contenido de arcillas debido a su relación directa con el área superfi-
I cial en donde se localizan los óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio
,." puedan hacer un uso más eficiente del fósforo aplicado. Salinas y Sánchez,
l.
i
desarrollar sistemas de maneja apropiados para el fósforo en cultivos y
menos costosas, tales como las rócas fosfóricas, ya seca solas o en com-
I
I - 112 -
l.
l. binación con superfosfato; (4) el uso de cantidades moderadas de cal para
aumentar la disponibilidad de fuentes solubles de fósforo; (5) la selección
I de especies y variedades que puedan crecer bien en condiciones de niveles
menores de fósforo aprovechable en el suelo; y (6) la exploración de las
I posibilidades prácticas de las asociaciones de micorrizas para aumentar
l. Cultivos Anuales
I Un experimento a largo plazo realizado en un lypic Haplustox con alta
1, l es. La Fi gura 23 (tomada de datos por NCSU, 1974, 1975, 1976, 1978;
CPAC, 1978, 1979, 1980; Yost et al., 1979 y ~liranda et al., 1980) muestre
I
I
I - 113 -
l.
I los resultados de diferentes dosis y métodos de aplicación de superfosfa-
to triple en nueve cosechas de máiz durante un período de 7 años. En con-
I traposición con la opinión convencional, la aplicación en bandas fue in-
I feriar a las aplicaciones hechas al voleo para el primer cultivo. Este sue-
lo presentaba tal deficiencia de fósforo que el desarrollo radical se res-
J
11
I
ficial del suelo por las operaciones de labranza.
I de interés anual del 25% para el crédito otorgado para comprar el ferti-
lizante y una relación promedio de precios:costos en la que se requieren
I 6.7 kg de maíz para pagar un kg de P205 en la forma de superfosfato triple.
•
I La alta inversión de capital y las implicaciones en el suministro mun-
dial de fertilizantes indican que se deben buscar otras alternativas. La
1- división de la dosis de 1280 kg P 0S/ha en cuatro aplicaciones en banda
2
I
I
I - 114 -
¡l.
,l. de 320 kg de P205/ha a los primeros cuatro cultivos produjo un 97~; del ren-
I
dimiento máximo; por consiguiente, la eficiencia de utilización del ferti-
1- lizante no fue afectada por este motivo. Sin embargo, esta alternativa
tiene la desventaja de que se obtienen rendimientos iniciales bajos, pero
1I tiene la ventaja de que el fósforo se compra en forma dividida durante un
II
I
período de 4 años. Una aplicación gradual similar en bandas durante 4 años
para un total de 640 y 320 kg de P205/ha produjo un 64 y 51% del rendimien-
I to máximo, respectivamente. Estos tratamientos tuvieron un comportamien-
Las combi naciones de 1as apl i caci ones al voleo y en bandas (Fi g. 23C )
.
I parecen ser más promisorias. Una aplicación inicial al voleo de 320 kg de
P205/ha seguida por cuatro aplicaciones en bandas de 80 kg P205/ha produjo
I un 79% del rendimiento máximo como promedio de las nueve cosechas. ~1iranda
l·
I
I
I - llS -
I
l.
I Las combinaciones al voleo y en bandas tienen la ventaja adicional de
dar una mayor estabilidad en el rendimiento que las aplicaciones solas al
I voleo o en bandas. En retrospección, un tratamiento más efectivo podría
haber sido una aplicación inicial al voleo de 160 kg de P20S/ha seguida
I por una aplicación en bandas de 80 kg de P205/ha a todos los cultivos.
I Esto hubiera reducido la inversión total a 640 kg de P/ha para los nueve
cultivos, hubiera producido un 75-80% del rendimiento máximo y hubiera
I evitado inversiones iniciales grandes de capital. Considerando la alta
capaci dad de fijación de fósforo de este suelo (780 ppm de P o 3545 kg de
I P20S/ha para al canzar una concentración de P en la sol ución del suelo de
•• 0.2 ppm, Fig. 22, como el Oxisol de Brasil), las estrategias de aplicación
al voleo--en banda son ejemplos de la manera como se pueden disminuír los
I 2. Pasturas
l.
I
1- suelo y un mecanismo de reciclaje de nutrimento por medio de los excremen-
l.
i
adaptadas, a las aplicaciones de superfosfato al voleo en un Ultisol de
i •. máxi mos. Es peci es de pasturas tales como Pani cum maxir:lUm, Andropogon .9ayanus
y Centrosema pubescens requieren aproximadamente 80 kg de P205/ha en una
I
I
I
I - 117 -
I
1 hace en bandas, (CIAT, 1978; Fenster y León, 1979b). Las especies de pas-
turas presentan su máximo requerimiento de fósforo unas cuantas semanas
I después de la germinación antes de que se desarrolle un sistema radical
l.
I
Otra manera de aumentar la eficiencia de la fertilización fosforada
es utilizar mejores métodos para determinar las recomendaciones de fer-
••
•I
I - 11 3 -
11.
11. sarios para proporcionar un nivel adecuado de materia seca)definido en esta
I
\1 revisión como un 80% del nivel máximo.
Cate~Ne1son(1972)
la utilización de los diagramas de
y el r.Jodelo de respuesta lineal y de la meseta, descrito
l.! en la Sección 1,8,2 son relativamente útiles para el fósforo, en tanto que
II
!
las dosis óptimas de aplicación del fertilizante (Anderson y Nelson, 1975)
II Dadas 1as limi taci ones de fi.i aei ón de fósforo en es tos suelos, es ten-
tador usar estimativos de fijación de fósforo como guías para las dosis
1,! de fósforo que se deben aplicar. El enfoque más común es extrapolar de
'. las isotermas de absorción de fósforo la cantidad de fósforo que debe ser
adicionada para alcanzar el nivel deseado en la solución del suelo (Fox
rango de este nivel crítico oscila entre 0.05 y 0.6 ppm de P para
especies (Fax et al., 1974).
varias
•I
sario aplicar al voleo para mantener niveles específicos en la solución
del suelo en el campo y sus equivalencias en términos de tres métodos co-
munes de ensayo del suelo. El suelo en el cual se obtuvieron los datos
del Cuadro 26 es un Tropeptic Eutrorthox arcilloso con una alta capa-
cidad para fijar fósforo (350 ppm de P aplicado para alcanzar una con-
•• centración de 0.2 ppm en la solución del suelo).
l·
I
I
'1 - il9 -
¡l.
! l. Al aplicar este enfoque en Oxisoles y Ultisoles de América tropical, se
ha encontraco que se exageran las recomendaciones respecto a la dosis de
I fósforo en una cantidad significativa (Novais y Kamprath, 1979; Smyth y
1I
¡
Sanchez, 1930b; Sanchez y Uehara, 1980; Fenster y León, 1979a,b).
zón principal se encuentra en el Cuadro 26
La ra-
Con base enEl enfoque de
II
, Cate-Nelson, los niveles críticos de pruebas de suelos para cultivos de
i
granos en América Latina, son del órden de 8-15 ppm de P mediante las ex-
II
!
tracciones que se ilustran en el cuadro (Cano, 1973; Kamprath, 1973; Miranda
1I g~.'lJ., 1980). Niveles en la solución del suelo tan bajos como 0.025 plJm
de P producen valores de pruebas de suelo muy por encima de los niveles
I críticos de pruebas del suelo que se han desarrollado mediante una calibra-
ción apropi ada .
•• Además, es extremadamente dificil establecer niveles críticos de unas
,1
I - 120 -
I.
I del suelo de 0.2 ppm). Sin embargo, después de 4 años de cultivo continuo
I culta hacer recomendaciones de fertil i zantes fas forados sol amente con base
11"
1
4
Bray, el cual aumenta los valores de fósforo disponible', se refleja el
I
II
I
fósforo absorbido que está disponible para la planta (CIAT, 1981).
!I 4
hierro, estas fracciones pueden desempeñar una función importante en la
liberación del fósforo para las pl antas, tal vez mediante excreciones
II radi ca 1es o acti vi dad mi crobí ana. El Cuadro 28· muestra 1 as fracciones
I cuentran con bajas dosi s de fósforo apl i cado, parecen extraer fósforo de
I
I
- 121 -
l.
,1 estas fracciones en una forma que las pruebas convencionales de suelos
no son capaces de detectar.
1I
I Cuando el fósforo se aplica en bandas, la interpretación de las prue-
'1 bas de suelo se tornan aún más difíciles. Una posibilidad es utilizar a-
1- tejidos.
Otro enfoque puede ser interpretar los datos de las pruebas de suelo
1I
¡ de muestras entre las bandas en la forma como se describe en la Figura
l· 2~ en la cual las respuestas en rendimiento de la soya se encuentran en
la gráfica en función de los valores de pruebas de suelo obtenidos en ex-
l.
l. C. Utilización de Fuentes de Fósforo Nenas Solubles
casos, los rendí mí en tos con rocas fos fóri cas fueron cons i derab 1emente ma-
••
•I
I - 124 -
I
l. cas fosfóricas finamente molidas presentan problemas serios de manejo y
aplicación que limitarían al a9ricultor o al distribuidor de fertilizantes
I en laque respecta al uso difundi do de 1 as rocas fas fóri cas. Para resolver
dio para determinar si la roca fosfórica firamente molida podría ser granu-
I
1- cultivos, una de las alternativas es aplicar la roca fosfórica varios meses
antes del encalamiento con el fin de que reaccioren a un bajo pH. Este pro-
I cedimiento es especialmente ventajoso si el primer cultivo que se va a sem-
1
I de P20S/ha de rocas fosfóricas de Patos de t4inas de baja reactividad más las
I
aplicaciones anuales en bandas de superfosfato simple producen rendimientos
II de soya similares a los obtenidos con la misma dosis suministrada tota1men-
¡1I
te en la forma de superfosfato simple.
'.l·
I
I
l. solubles de fósforo aplicadas solas, muestran que los materiales granulados
son superiorc:s en todos los casos. Estos resultados indican que el ácido pro-
I ducidopore.l fósforo soluble en el gránulo puede estar reaccionando con las
I rocas fosfóricas, la cual está liberando fosforo adicional para las plantas.
5. Acidulación Parcial
I De los puntos discutidos con anterioridad, es evidente que muchas ro-
I cas fosfóricas, aunque con un buen comportamiento con el tiempo, son infe-
riores inicialmente a las fuentes más solubles de fósforo para la produc-
I ción de cultivos y ciertos pastos. El trabajo adelantado por McLean y
Wheeler (1964) indica que la acidulación parcial de la roca fosfórica a ni-
I veles del 10 o 20% puede superar este problema. La roca fosfórica parcial-
l' mente acidulada podría proporcionar una fuente soluble de fósforo inicial-
mente y todavía mantener el valor residual de la roca fosfórica (Ha~mond
I
I
I - 127 -
1
l. Thomas y fosfatos de magnesio fundidos, ambos productos insolubles en agua
provenientes de alteraciones térmicas. Este tipo de fertilizantes ha sido
I usado principalmente en Europa, pero su potencial en las áreas tropicales
1-
I
I
I - l28 -
.
La producción de fosfatos térmicamente alterados es a veces adecuada
para plantas pequeñas de fertilizantes que emplean tecnología intermedia.
A pesar de que en las naciones industrializadas no es factible tener plantas
I de fertil i zante con una capaci dad de producción tan baja como' 50,000 tonl
l·
I
I
I - 129 -
I.
J D. Disminución de la Fijación de Fósforo con el
I Encalamiento
." cambiable (Smyth y Sánchez, 1980a). Varios estudios con suelos ácidos en
América tropical mostraron que al neutralizar el aluminio intercambiable
I mediante el enca1amiento, disminuyó la fijación de fósforo (Mendez y
Kamprath, 1978; Leal y Velloso, 1973a,b; Vasconcellos et <U., 1975).
I El Cuadro 32 muestra los resultados de Smyth y Sanchez (lg80a) en
I de fósforo en aproximadamente
cibieron fósforo.
un 20-30% de los tratami entos que no re-
Estos resultados implican que es necesario hacer una
l. determi nación de las canti dades de fósforo requeri das para obtener una
I
I
I - 130 -
I
I~ tiempo para reaccionar; de 10 contrario, los requerimientos de fósforo se
sobreestimarán (Smyth y Sánchez, 1980a). En el caso de utilizar pruebas
I de suelos como base para las reco1'lendaciones de fertilizantes, se podrían
El enca 1ami ento ti ene poco o ni ngún efecto en 1a di smi nución de 1a fi-
I jación de fósforo en suelos con valores de pH de 5-6. Aunque siguen siendo
l·
I
I
I - 131 -
:1
I-
i l.
; 1 Culti vos Jl.nual es
." mente calcio y magnesio, las primeras tres variedades de arroz (Batatais,
Flotante y lAC-1246) no alcanzaron el 80% del rendimiento máximo como si
I ocurrió con lAC-47 y Pratao Precoce. Esta última variedad presentó el re-
queri mi ento externo de fós foro más bajo (10 ppm de p) en condi ci ones de
I estrés de aluminio.
1- Por ott'a parte, lAC 47 y Pratáo Precoce disminuyeron en cuanto a sus re-
querimientos externos de fósforo, lo cual indica una mejor utilización de
l·
I
I
I - 132 -
I
l. este elemento en bajas dosis cuando se reduce la toxicidad por aluminio.
Las i mp 1i caci ones económi cas de estos resultados i ndi can un equil i bri o entre
I la cal y el fósforo. Utilizando 1.5 ton de cal/ha se podría disminuir el
l.• requerimiento de fósforo. Es factible que la cal continúe siendo más barata
I pre requirió más fósforo aprovechable para dar una buena producción, en
tanto que Pratao Precoce logró producir más del 80;& del rendimiento máximo
I con una sexta parte de la dosis de fósforo.
1"
II .
La Figura 31 muestra una tendencia similar con las variedades de maíz,
pero en todos los casos el requerimiento externo de fósforo fue mayor que
la
i
para las variedades de arroz. Estos resultados también confirman la obser-
la vación general de que las dosis recomendadas de fósforo para arroz secano
son mucho más bajas que para las de maíz en América Latina (Kamprath, 1973).
i.
I
riedades de maíz Yel10w Carimagua y Agroceres-152 se aproximaron al
mediante la adición de 1.5 ton de cal/ha, las cinco variedades de mafz pre-
8C~; de
••
I
I
r1- - 133 -
¡·1.
ji También, parece que el encalamiento de este Oxisol con 1.5 ton/ha permitió
que las plantas de maíz utilizaran en forma más eficiente tanto el fósforo
I nativo como el fósforo aplicado (Salinas, 1978).
1 I
fósforo con el mismo nivel de es tres de aluminio.
." mente produj eran rendí mi en tos si gnifi cati vos en condi ci ones en 1as que no
exis tió estrés por al umi ni o y presentaron mayores requerimi en tos de fósforo
I que los de las variedades de trigo de Brasil BH-11467 lAC-5. A pesar de
I nes de estrés por aluminio. A medida que disminuyó el estrés por aluminio,
tropicales (CIAT, 1977, 1978, 1979, 1980). Los Cuadros XXXÍII y XXXIV mues-
I
I
I - 134 -
I
I tre ecotipos en 10 que respecta a sus requerimientos internos y externos
de fósforo. En diferentes ecosistemas de América tropical se está logrando
I un excelente establecimiento de pastos con bajos niveles de fertilizantes
•I Mi corri zas
de las hifas del hongo como extensión del sistema radical de las plantas,
I
il
I - 135 -
I
I (fósforo, cinc y otros)en un volúmen de suelo más grande. No hay evidencias
de que 1 as asoci aciones de mi corri zas sean capaces de uti 1 i zar formas de fós-
il
I foro del suelo que de otra manera no estarían disponibl es (Mosse ~t .?l., 1973);
1I
I
sin embargo, el aumento en la absorción de fósforo no solamente puede resul-
I
l. En un Oxisol de Ha\'iaii, Yost y Fox (1979) compararon la respuesta de
foro aprovechable, sino hasta niveles del orden de 0.1 ppm de P en la solución
I para soya, 0.2 para caupí y 1.6 o más para Stylosanthes hamata, Leucaena
l· ro fue 25 veces mayor en plantas con micorrizas que en plantas sin micorrizas .
•I
I - 136 -
I
l. Los estimativos de los niveles críticos internos o externos de fósfo-
ro, en ausencia de las asociaciones con mi rcorrí zas , tales como las que
I se hicieron en cultivos en arena, soluciones nutritivas o suelos fumiga-
dos, pueden ser exagerados. Yost y Fax {1979} estiman que el requerimien-
I to de fósforo de 1a yuca puede ser exagerado en un factor de 100 veces si
El prob 1 ema con da tos COIID es tos es que sol amen te do cumen tan sob re
I 10 que está ocurriendo en Oxisoles y Ultisoles en condiciones naturales,
I
,
~I - 137 -
11. qui ere más i nves ti gaci ón al respecto antes de que 1as mi corri zas puedan
i
II convel-tirse en un componente de la tecnología de manejo del suelo con
bajos insumas.
l.I G. Conclusiones
II
i
temente desmontadas en bosques húmedos, 1a fertil i zaci ón fosofora da es cas i
siempre esencial para sistemas de producción continua de cultivos o pastos.
I La alta capacidad de fijación de fósforo de los Oxísoles y Ultisoles
•.- francos y arcillosos ha hecho surgir temores por las grandes cantidades
de fósforo que se requerirían para estas extensas áreas. Cinco de los
principales componentes de la tecnología de maneja de suelos con bajos
i ns urnas, ya sea ap 1i cados í ndi vi dua 1mente o preferi b1emente juntos, pue-
I den reducir considerablemente los requerimientos de fósforo y así aumen-
•
l·
Oxisoles y Ultisoles de América tropical también son deficientes en otros
nutrimentos esenciales, especialmente nitrógeno, potasio, asufre, cinc,
cobre, boro y molibdeno (Sanchez, 1976; Spain, 1976; Lopes, 1980). Este
síndrome de baja fertilidad en ocasiones ha provócado que estos Oxiso-
1- les menos fértil es se 1es cons i de re como "desi ertos de fertil i dad, ...
I
I
I - 138 -
I
l· (Sapin, 1975). En Ultisoles de la Amazonia del Perú que son un poco me-
nos infértiles, Villachica (1978) y Sanchez (1970) registraron deficien-
I cias de todos los nutrimentos esenciales para la planta excepto de hierro,
manganeso y cloro en sistemas continuos de producción de cultivo, actual-
I mente en su vigésimo cultivo consecutivo.
l' A pesar de que estas cifras son un indicativo del grado de limitación
individual de cada elemento, siguen siendo estimativos brutos (Sánchez
I y Cochrane, 1980).
I
I
I - 139 -
I
l· la demanda de nitrógeno de la planta sin tener que comprar fertilizantes
nitrogenados. La fijación biológica de nitrógeno está limitada a la
I simbiosis leguminosa-Rhizobium en estos suelos en términos de manejo prac-
l.l.
tes con tal eranci a a 1a áci dez: taupi, maní y gandli l. Hay otras menos
difundidas tales como fríjol lima, fríjol mungo y fríjol alado. También
existe una gran variedad de leguminosas forrajeras tolerantes a la acidez
del género Stylosanthes, Desmodium, Zornia, Pueraria, Centrosema y muchas
otras. También abundan 1egumi nosas espontáneas en áreas desmontadas
I de bosques húmedos. Hecht (1979) registró 69 especies de leguminosas
I
I
I - 140 -
I
l. de 1 Bras i1 .
•I
leguminosas forrajeras tropi cal es que crecen en los suelos áci dos desarro-
llan simbiosis efectiva con cepas de Rhizobium "tipo caupi" y, por 10 tanto,
la selección de cepas específicas para especies o cultivares de legumi-
nosas individuales es la excepción en vez de la regla (Norris, 1972).
I
I Sin embargo, los experimentos de campo a largo plazo muestran que la
respuesta a la inoculación con cepas seleccionadas de Rhizobium generalmente
1 disminuye con el tiempo. La protección de la cepa inoculante mediante pe-
I letización con calo roca fosfórica con frecuencia pennite una infección
efectiva en un suelo ácido. Sin embargo, el punto crítico ocurre a los
1I
i
mas en suelos ácidos, para varias accesiones de Stylosanthes capitata,
Desmodi um oval ifol i um, Desmodí um heterophyl1 um,Zorní a spp., Puerari a
En caupí (Keyser ~J
y~. histrix (CIAT, 1980).
I
I
fa1 - 142 -
:1
!
(Nunns, 1980). En términos de las necesidades nutricionales, los rizo-
1I
i
simbiótica de nitrógeno que la leguminosa hospedante para su crecimiento
(Robson, 1978). Es necesario adelantar investigación adicional sobre los
:1
I
requerimientos relativos de otros nutrimentos y las interacciones entre
y con inoculación.
se debe hacer con suelo
I Ni t rógeno y Potas i o
l. Ni trógeno
1 Aparentemente, es facti b1e que ni ngún fertil i zante nitrogenado sea
requerido para las pasturas a base de leguminosas tolerantes a la acidez
I para las regiones de suelos ácidos e infértiles de América tropical. Sin
I
I
I - 143 -
I
l. grano con cereales puede disminuír las cantidades globales de nitrógeno
requerido, no debido a una transferencia significativa del nitrogeno fi-
I jada a los cereales, sino debido a que las leguminosas ocupan espacio en
I los campos. La mayor parte del nitrógeno fijado por las leguminosas de
I Son pocas 1as excepci ones a lo anterio r. Las respues tas al nitrógeno
en estos suelos son casi universales, excepto durante el primer cultivo
I después del desmonte de bosques húmedos o ~n Oxisoles y Ultisoles que han
I culti vos consecuti vos de rendimi en tos rel ati vamente altos en Ultisoles de
Puerto Rico, debido a antecedentes a largo plazo de fertilización intensiva.
II
'. Se ha adelantado investigación extensiva sobre fertilización nitroge-
nada con maíz, arroz secano, sorgo, yuca y batata en Ultisoles y Oxisoles
de América tropical. Una revisión hecha por Grove (1979) muestra que
I estos suelos suministran en forman típica 60-80 kg de N/ha a la mayoría
I
la de estos cultivos y que aplicaciones del árden de 80-120 kg de N/ha pro-
ducen casi el 95% del rendimiento máximo, que en el caso del maiz es del
1I
i
orden de 5 ton/ha. Cuando se utilizan las dosis, fuentes y métodos de
I
I
• - 144 -
•l. es del orden del 30;; (Sánchez, 1972). En Oxisoles y Ultisoles de América
tropical, la urea revestida con azufre no produjo ventajas significativas
•I
reales o raíces.
l.I El problema con el resumen anterior es que la mayor parte de los da-
; .' tos fue colectada en experimentos en los que otras 1i mi taci ones de ferti-
1idad se habían eliminado. No se sabe si la eficiencia de los fertilizan-
•I
tes nitrogenados sería diferente cuando se siembren cultivos de cereales
o raíces tolerantes a la acidez en condiciones de bajos insumas de fós-
foro y cal. Pese a que se sabe que las variedades de maíz difieren en
su habi 1i dad para uti 1 izar ferti 1i zantes ni trogenados en forma efi ci ente
I.
1- bien drenados y a otros factores (Sánchez, 1976). En consecuencia, las
II
,i
ción nitrogenada de cultivos de cereales y raíces es uno de los componen-
tes más débiles de la estrategia de bajos insumos para estos suelos.
l.
J 2. Potasio
'.
!
de esteelemento aumentan con el tiempo (Ritchey, 1979). A diferencia
.'
del nitrógeno, la identificación de la deficiencia de potasio mediante
la prueba de suelos se hace en forma directa. Para la mayoría de los
•
cultivos, los niveles críticos establecidos se encuentran dentro de un
1, •
la fertilización con potasio incluyen las aplicaciones divididas y
evitar remover los resi duos de cosecha, especialmente el forraje, con
l·
I
I
I - 146 -
I
I el fin de obtener algún grado de reciclaje.
•
la acidez, el fósforo y el nitrógeno, aumenta el rendimiento potencial y,
por consiguiente, los requerimientos del potasio. Se requiere urgente-
~1i cronutrimentos
l.
cia de la leguminosa en pasturas mixtas de América latina a deficiencias
nutricionales sin corregir. Muchos ganaderos de América tropical consi-
deran que la aplicación de superfosfato triple es suficiente fertiliza-
J.
!
ción para pasturas de gramíneas/leguminosas. Esta fuente de fertilizan-
I
I
I - 147 -
I.
I azufre y molibdeno. Esta fuente corrige las deficiencias de fósforo, a-
I los fert il i zantes di sponi b1es son formul ací ones di rectas de NPK.
te el uso de fuentes con mayores concentraciones de estos elementos tales
Medi an-
l.
i
Ultisoles, -tales como los que hicieron Lopes y Cox (1977a) en el Cerrado
de Brasil, más experimentos de campo sobre el contenido de nutrfmentos
1977, 1978, 1979, 1980; Spain, 1979) yen Yurimaguas, Peru (Villachica,
l·
I
I
- 148 -
II
I.
l· tificación específica en las localidades. Estos esfuerzos se deben re-
lacionar ~on los requerimientos nutricionales de las principales especies
I y variedades. Es rel ativamente poco 10 que se conoce acerca de las es-
I
I
I - 149 -
I•
I El reciclaje de nutrimentos es la razón principal por la cual los Oxiso-
:1'
I
En sistemas de producción de cultivos, una proción significativa
reemplazar 10 que las cosechas removieron del suelo, rara vez son sufi-
I cientes para obtener rendimientos sostenidos de un cultivo UiCSU, 1974,
en el reciclaje de nutrimentos.
I
I
I
I - 150 -
I
I En sistemas de producción de pasturas existe un mecanismo natural de
reciclaje mediante el cual aproximadamente un 80% del nitrógeno, fósforo
I y potasio consumido por el ganado vuelve al suelo por las excreciones
tura de Brachi aria decumbens bajo pastoreo rotacional cada 15 días. Esta
I figura muestra que el contenido de nitrógeno inorgánico en la capa superior
•• •
del suelo se dobló en 15 días dentro de un radio de 1 m de las excreciones
I también mostraron un' aumento similar, seguido por una disminución más
•I
gradual con el tiempo que el nitrógeno, Los efectos de la orina (no
l·
I
I
I - [51 -
1I
l.'
1 .
I
del Brasil, en donde el bosque se cortó mediante el método del corte y
•I
que los niveles de calcio y magnesio se mantuvieron en niveles relativa-
mente altos. los niveles de materia orgánica y nitrógeno también perma-
espacio. Sin embargo, parece claro que muchas de las propiedades químicas
pastoreo.
I Esta dinámica del suelo contrasta agudamente con la disminución
l· zonia oriental pueden ser un régimen de humedad del suelo ústico que per-
I
I
ti
I
- 152 -
II
I mi te una quema más completa y mayor deposición de cenizas y posiblemente
los efectos mostrados en la Figura 35. Cualesquiera que sean las razones,
.'I
económi ca tales corro e 1 cacao y 1a p1ama de aceite tengan un mecani smo
I ción jóven de palma de aceite con una cobertura del suelo de Pueraria
I
I
II
1
- 153 -
11
I cubran un espectro de tiempo más prolognado con el fin de determinar to-
talmente la importancia del reciclaje de nutrimentos en sistemas de cul-
I tivos en regiones de Oxisoles-Ultisoles de América tropical.
I E. Conclusiones
1" sible con las leguminosas de grano tolerantes a la acidez, pero definiti-
• vamente no lo es para especies cereales y cultivos de raíces. El efecto
I residual del nitrogeno fijado por una leguminosa para un cultivo no le-
guminoso ya sea intercalado o en rotación parece ser muy bajo puesto que
I la mayor parte del nitrógeno es removido a la cosecha. El aumento de la
I
I fertilizantes con mayor concentración de los elementos mayores. La iden-
tificación de deficiencia de estos nutrimientos y de micronutrimentos es
I una brecha considerable en América tropical. Esta se puede superar median-
•l."
silviculturales.
VIII. DISCUSION
1
l· utilización de dicha tecnología.
1- • dad.
En el término" tecnología de bajos insumas" hay bastante ambigue-
Qué tan bajo es bajo y en comparación con qué? Los términos "cero
i.
¡
insumos"e"insumos mínimos" también se han utilizado.
apropiado puesto que en la mayoría de los sistema; cero insumas r,esulta en
El primero no es
1I
I
cero producción. Bajos insumos en contraposición con insumos intermedios
•
I o altos merece alguna cuantificación. En MM JtevL>-i.6n, IW.6 glL6úuúa
!,
c.oM-i.deJ"JlA fu t:eQ!1otog~a de. bajo.~ -i.!1.6wno.6 pMa tO.6 .6U&O,' á:ud~ de.t :t'lÓ-
•." p-i.QO Qamo fu l1eQMM-<-a pMa abt:e.I1Vt a¡JJwxhnadament:e UI1 80% de tO.6 Jtel1d-<--
I
l· práctica los componentes descritos en esta revisión, inmediatamente toma-
••
nuestra tierra aumentando al transformarse de tierras marginales a tierras
excalentes POT la aplicación de insumos. En efecto, el autor prir.cipal
vió a su padre hacer exactamente esto en una finca con Oxisoles de 50 ha,
I en donde obtenía 3 cultivos/año con riego y se beneficiaba suficientemen-
JI
I
alto nivel de bases.
,1
I
I - 157 -
I
l· (1979) indicó que si los consumidores de bajos ingresos han de beneficiar-
se, los aumentos en la producción de alimentos se deben lograr a costos
I unitarios más bajos. Estos bajos costos unitarios se pueden alcanzar me-
•
• diarte t~cnología
de aplicación neutra.
que tenga una base biológica la cual con
Para asegurar que los productores de bajos recursos
frecuen~ia es
I1Óm-i.c.a..
I En el pasado, los agricultores Sp ajustaron a su falta de poder ad-
1- quisitivo aplicando cantidades bajas de insumas a un sistema agrícola
~
1
, diseñado para operar mejor a niveles altos de insumas. Ejemplos de esto
1I
,
I
abundan en América Latina, en donde las deficiencias de nutrimentos son
evi dentes en muchos campos. ~1uchos agri cul tares saben que sus culti vos
1 podrfan dar mayores rendimientos si se le aplicaran mas fertilizantes
1I
l.
a las variedades con alto potencial de rendimiento, pero no pueden com-
I prar más o no se atreven a hacerlo debido al alto riesgo involucrado.
Otro ejemplo es el intento en gran escala de la producción de ganado de
carne en Oxisoles y Ultisoles del Amazona de Brasil mediante la siembra
I
. de Panicum maximum sin fertilización fosforada.
caso de la ignorancia de factores limitantes edáficos muy obvios.
lo ha mencionado repetidamente Paulo Alvim en reuniones acerca del
Este es claramente el
Como
I
I
I - 158 -
I
l· deben adicionar fertilizantes con el fin de sostener la producción, inclu-
il
¡
cuatro ejemplos:
/1
I fertilizantes promueven el crecimiento vigoroso del cultivo o de la pastura
I deseada.
I mentario.
I
I
I - 160 -
I
I momento. la razón de esta diferencia es muy simple. los fitomejoradores
se han concentrado tradicionalmente en el aumento del rendimiento poten-
¡I tico para combinar los distintos atributos del alto rendimiento con la
tolerancia a la acidez es aún incipiente. Sin embargo, no hay variedades
JI de arroz tolerantes al aluminio con el potencial de rendimiento de IR8.
I a la acidez del suelo apenas está comenzando. La mayor parte del tra-
bajo en este campo está basada en la selección del germoplasma preexisten-
I te y no de poblaciones segregantes producidas por un programa de mejora-
I
I
I - 161 -
I
1
11. En efecto, el beneficio puede ser aún mayor puesto que las variedades
l.
1
toletantes a la acidez pueden tener un espectro de tiempo útil más prolon-
gado que las variedades tolerantes a enfermedades o insectos. El ión alu-
I minio no muta hacia una raza más virulenta como s{ ocurre con muchos hon-
gos o cepas de bacterias.
I C. Minería del Suelo o Mejoramiento del Suelo?
I
I
I - 162 -
I
1, diferentes de los principales suelos de la región templada (Sanchez, 1976).
•I
boro, manganeso y molibdeno parecen menos factible puesto q.¡e las canti-
dades removi das por 1as cosechas de 1as pl antas son muy pequeñas en compa-
ración con las reservas totales de los suelos en Oxisoles y Ultisoles.
Igualmente, las formas aprovechables de estos elementos son menos móvi-
I
1 y regiones templadas similares (Sánchez, 1976). Sin embargo, algunos
I minería del suelo sino realmente una restauración lenta del fósforo.
El Cuadro 28 confi rma que hay una restauración total del fósforo en
I
I
I-
II - 164 -
I
1" En el caso de la producción de cultivos ,las tasas de remoción de fós-
foro son mayores. Wade (1978) indicó que cuatro cosechas consecutivas
I de caupí, maíz, maní y arroz, dejando los residuos en su lugar, produjo
." el que se aplica como fertilizante. Como las tecnologías de bajos in-
sumas descritas en esta revisión incluyen la fertilizacign, el argumen-
.
I to de la minería del suelo parece tener muy poca validez.
I D. Necesidades de Investigación
I
I~ mente bien desarrollados. Por consiguiente, la primera prioridad de in-
II~
nlÚ>oJÚO!.J de tetó plÚY1upaieó e6peUe6 de cultivM aY1ua.í'.e6, paóto!.J fj cul-
I
I
1 - 165 -
1
l. mente bien desarrollados. Por consiguiente, la primera prioridad de in-
poJr. ta a.udez de.t 6u.e.f.o en téJun~no6 de. .f.06 MVe.tU CJ'~WC06 cu.a.nt{;ta;Uv06.
I Dadas las interacciones entre los niveles de aluminio, calcio y fósforo
I
I
I - 166 -
I
l. secundarios y en los micronutrimentos.
I
I
I 4. ff e-ó:tucUa de ta~ cam6-tM en Útó ptwpJ.e.dade.ó dd ¿,udo ;mn:to
.'11
I .
tiempo muy corto.
mejor compre~sión
También se requieren estudios a largo plazo para ob-
servar los cambios en las propiedades del suelo a fin de establecer una
de. 10 que ocurre en suelos manejados mediante sistemas
l.
i
nutrimentos, la cantidad de nitrógeno residual en sistemas que incluyen
I
I
1: I - 167 -
I
1- 6. El aumento de la 6eJL;t{,Udctd de! '\u.b~~u.e!a JteqLÚeJle bLabajo acU.-
la fera (Israel y Jackson, 1978; Van Raij y Van Di est, 1979) se deben pro-
l.
I
bar y validar en las condiciones de Oxisoles-Ultisoles.
l." nafto e.n bajol.> ~umo'\ I.>e. debe fteu~ e.n UI'! .óo.to paquete.
combinar para sistemas específicos de suelos- agricultura las mejores
Es posible
I fu adde.z de! I.>ue!o con Ce.¡OM de Rhúob~um, con el fin de hacer que am-
bas sean compatibles al mismo grado de los estreses impuestos por la
l. acidez del suelo y para favorecer la persistencia de los rizobios en
el suelo.
l·
I
I
li. ~ 168 -
•I
La baja recuperación de los
fertilizantes nitrogenados y potásicos es un obstáculo considerable que
no permite disminuir los costos unitarios.
I
1
1
II
l'
I •
I
I
I
I
l·
l·
I
I
I
I
I
IX. RESUNEN
I La tecnología debajos insumas para los suelos ácidos de los tró-
cíficos de manejo :
l· l. La selección de tierras dominadas por Oxisoleso Ultiso1es
I
I
I - 170 -
I
l· cipales factores edáficos limitan tes que prevalecen.
cidad por manganeso, como también que se adpaten a los estreses causados
1- y cuantificado adecuadamente.
I
I
I - 171 -
I
l· 6. Las limitacio~cs impuestas por la acidez del suelo se pueden
••
(a) el uso de especies y variedades toLerantes a las toxicidades
I
I
1 - 172 -
1
l· (d) la promoción del reciclaje de nutrimentos.
Cuadro 1. Distribuci6n generalizada del aren de suelos en los tr6picos en base a datos tabulados de FAO-UNESCO
(1971-1979) con modificaciones indicadas.
-----------------------------mil1ones ha---------- R
-----------------------------
N Incluye regiones templadas de la indi~, Bil.ngladesh e Indochina más Papua Nueva Guinea.
!!./ Norte del Trópico de Capricornio. Fuente: Sánchez 0.nd Isbell (1979).
-------------_1____ _
Cuadro 2. Extensión geográfica de las principales limitaciones edáficas en América tropical (23°¡,[orte-23°Sud)
Cuadro 3. Reducciones en el fertilizante recomendado y en las dosis de aplicación de cal al requerir sólamente
80% del rendimiento m§ximo. Ejemplos de regiones con Oxisoles y Ultisoles. Efectos residuales
indicados con "R".
Reducción de
Dosis del insumo la. dosis de
para jJl'odus:~_ fertilizante
Rendimiento Rendimiento 80;;
Localidad Culti va Insumo Máximo ;"')JX imo (R;"í) R,\1 80:s Rt0 Fuente
tJn/ha/cultivo------kg/ha------- ------%-----
Brasilia, Br. Maíz (6)11 P205(R) 7.0 563 282 50 NCSU (1978)
Crasilia, Sr. fl¡aíz (5) Ca 1 (R) 5.6 8000 2000 75 NCSU (1978)
2,r~silia., Gr. i'taíz (1) K L\. . o
J 249 60 76 Ni"f'-U
t .. .J \.rl("'~")
::;/0
Carimagua,' Col. Arroz (96) Cal 2.8 6000 3500 42 CIfíT (197S)
Carimagua, Col. Sorgo (21',0) Ca 1 3.1 6000 ~L2C:J 70 ClflT (1972)
Carimgua, Col. Frijol (49) Cal 1.0 6000 ~JOO 33 CIAT (1973)
r,jango H0nguifera
------~~
indica 1
Caucho Hevea
- - - -brasiliensis 1
1 - Duke (1978)
2 - I\lvim (1981)
I GiV1,;·lr tJ [¡\S :
l\nd~~()D09(jn _[Eyan~ Qll(~na c.d.;..;,pt~c-¡6n, lanzumientc en Colombia y 3rdsi-l.
I nr'clchiJ.i"iJ deCUJ:lb2ns
Src1chiJfia )nnwidicola
Bllcna adaptación, susc~ptible al sZllivazo o ;;lión.
Tolel'ante a Al,
Di tlit2)'i u dCCU:llbens Adap-tada pero con re~uerirllientos altos en ferti'liza
I
____ .:L.. _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
ción.
tVYill'Y'ileni a rufa . A(laptJdil, RsqJerimi2ntQ alto de K;baja prolluctividad.
I Melinis minutiflora
?Jni cum Tilaximum
ArJQptadJ. pero con buj;-} pr'odücti 'Ji di}d.
Adaptada pero con reqllerirlicntos altos en fertiliza-
ción.
I Adaptad~ pat'Q forraje de corte,altos requerimientos
en fertilización,
I raspa 1Lim
EdJ_i?-.:~ 1um
no-t~1.tum
.lDJ cdt':l um
Gilj u pi'oduct-i 'Ji dad.
Suscepti b 1 e J enfermed"des en ci el'tus áreas,
I. LEGUr,lI¡'¡O~~AS :
• Desrí.odiurn. hetpTop!1ylluii1 Prefiere un résrlJilen de l'lurrl i )uad del suelo údico .
I Artllsto parJ ramoneo
Contenido alto de tanino en el ¡Inas Gsticos y suelos
I bajos en ,Hurre «10 ppm S).
Cé1~lQPo\;;on'ium ¡)luconoitles P,~l'si$tentc per'o bdja po.latabi-f·idad.
I
I
------------------- •
P o.14/{¡ 6
K o. 977~ 38
Ca 1.92% 75
t'~g 0.41% 16
Fe 0.19 T.6
Cu 79 ppm 0.3
Tumba
Nivel de * y Bulldozer Bulldozer
Culti va Fertil i dad Quema - Quc;;;a--
-----ton/ha**----- "1,
Arroz de secano (3) O 1.3 0.7 53
NPK 3,0 1.5 it9
NP¡<C o o 2.3 80
~."
NPK 4'
.I
NPKC 48
;, --5-0 k9 fU h a ;-TI 2 kg Pilla, 40 kgl-(/lla, Tten/ha caTlCl.
** Rendimientos en grano de arrez de secano, ma~z y soya, rendimientos de rafz
freSCa de yuca, producción arluo.J de materia SCCQ de P~Q.L~~¡m max·¡rril1fTI,
--------------------cm/hr------------------------
Bosque no disturbado 26 15 24
Tumba y quema (1 año) 10 20
Buildozer (1 año) 0.5 3
Tumba y qu~ma y
5 a'os en pastura 0.4
Cuadro 12. Resumen de cambios en las propiedades qUlmlcas de la capa arable antes y poco despuéS de quemar
bosques en Ultisoles y Oxisoles del Amnonus.
·
Yunmaguas- 11 21
t1anaus- 31
¡'lanaus- , E',m·-
bel 4/ ~ual'TO 1 an d'la--
5/
Propiedad Tiempo (2 sitios) (Y 7 sitios) (1 sitio) X 60 sitios) ,.
eunia (1 " ')
5:',_10,
__________________~_____.
~_~e_l_Su~l~o~ Ir
~!?ses después de quemar: 1 3 0.5 4 12 1
pH (en HZO) Antes: 4,0 4,0 3.8 4,1 4.8 4.6
D2Spués: 4.5 4~3 4.5 5,5 4.9 5,2
Ca+Mg Intercamb. Antes: o.ti 1 l. f,S 0.35 0.92 1. 03 1.40
(meq/lOOg) Después: 0.88 4.08 1. 25 5. {¡.4 1. 97 L~. 40
D '0~-2¿ (O-:on O1 r~
,"v 0.15 0.00 0.09
Al i ntercamb. Antes: 2.27 2.15 1.7.) 1.81 1 . t: r: 0.75
(r;1eq/lOOg) Después: 1. 70 0.65 0.70 O.lO 0.90 O.2E
/', (0.59) (1.50) (1.03) (1.71) (0.72) (0.45)
Sato Al (%) Alltes: 81 52 80 64 58 3J,
Después: 59 12 32 2 30 5
/:, (22) \~O) ("6) (62) (2~0) T2~(¡"')---
kg/h~ ·ccn/ha
Roturado con 2 surcos
de sierr,bra (surcos a 25 cm) 50 5.93
LSD.05 0.31
Fuente S&nchez and Nurena (1972).
- - - - - - - - - - - - - - - - - --'
"
• ¡
~. ~':..~~.~
Cuadro 16. Efectos del tipo de cobertura al suelo sobre los rendimientos
de maiz en un Haplustox Tipico pr6ximo a Brasilia, Brasil
(Pronedios de varied~dos y otros tratilmier~o5 de m~~2jJ por
estaci6n.
Cuadro 17. Efecto total de la cobertura del suelo con Panicum maximum
sobre los rendimientos en grano de vatios cultivo"s e"nll-n-"
Palcudult Tipico de Yutimaguas, Pera.
Culti YO Númetb
de Con Sin
Cosechas Cobertura Cob'"rtura
--Rendimientos en grano(toníha)--
Arroz de secano 7 2,10 2,71
",i
l' ' ..J
'/_
. ..... I
O ;----l
» L'--l
-------------_ .• _--- •
Cuadro 18. Efecto total de la cobertura aplicada al suelo e incorporaciones de abono verde en tratamientos
no fertilizados en relaci6n a los rendimieltos obtenidos en los trJ:amientos fc:tiliza~os
sin cobertura y sin incorporación de abono verde de 5 cultivos consecutivos. NG~eros en p~rªntesis
son rendinlientos en grnna (ton/ha) que fueron igualados ~ 100%. Y~riila9uas~ 1974-1975.
Tra t¿;,mi entos ler, Culti yo 2do,Cultjvo 3er,Cultivo 4° Cul tivo 5° Culti va Efecto
(tOGOS sinfertilizar-) Soya ¡'1~ í z Arroz Pl"o;¡~e-
l' "
CC'/iDea tlc.n"¡
(1.10) (C.74) (4.17) ( 2 . 88) (2.7:') dio
------% del rendirnil~í1to sin cober'tu.riJ y tre,t~:I¡i7::ntos altos con hPK y Cal------
Suelo desnudo 9 59 33 55 64 44
Guinea incorporada 33 90 70 69 94 71
Cobertura con Kudzd 97 72 63 90 80
KudzG incorporado 109 77 88 79 Q(!
~J 90
Segu~do Año Arroz Soya Yuca !,laní CoV/pea \,¡¡lor totJl % sobre
en 21 mer- monocul
cado t'lvD
Cuadro 20. Efectos residuales de las aplicaciones de cal a un Oxisol de Brasilia en téy'minos de cambios
en las propiedades qufm~cas de la capa arable y rendimientos relativos en grano a 6 y 66 me-
ses después c21 enc2lado.
l..on /'na
~ 1: 1 H 0
2 ------------meq/l00 g---------- --------------%--------------------
o 4.7 3.9 1.1 1.5 0.6 0.3 63 80 53 50
Recopilado de: NCSU (1974; Gonz51ez (1976); Gonz51ez, - al. (1979); ePAC, 1~79; Miranda, -
et - et-al.,
- (19BO).
"" ~leses después del encalado. Los rendimientos se refieren al primer cultivo (m¿¡íz) y ai SCpL.liDO
- +' cultivo
consecutivo (soya). Rend-¡mientos máximos fueron 4.0 y 2.1 ton/ha, rf,spectiv,}n;c¡¡~2.
-------------------
, .
CULTIVOS: ton/ha
Fuentes: \1) Alvarado, sin fecha; (2) Calvo, et al. 1977; (3) Salinas and
Delgadillo, 1980; (4) Soain,
,
1979; (1)J S;]"ain,
'-- et -
¡¡l., 1975
-------------_._----
1
•
Nivel Crftico
CateSoría Variedad de saturaci6n de Al
Sosslcf 22
Cuadro 23. Rangos de tolerancia diferencial a estress de Al y/o P de gramtneas y leguminosas bajo condiciones
de campo en un Oxisof de los Llanos Orientales de Colombla.
~ SatUraclon Al • 92% .1\1 9Cl1; Al 89S Al 86;,~ t'\ 1 81?; .1\1 26;; 1'.1 w; t\l
P (ppm-Bray 11) + 2.1 P 1. 7 P 2.3P 14.8P
11. 7 P 1.5 P 18.3 P
Gr0nii' neas: - - - - - - - - --- - - - , - -
- - -- -- -- -- -- -- - - -La teg otí a de lo 1era ne i a* ---- - -':-~-:'~-=-~-=-:::-- -- - f6-:1/ r,il-- --
Grachiaria humidico1a 692 N H H H n 11 S 3.33
-.
A~jr80oqo~ qayanus 621 j',j 1,1 -,,~
~ Saturación Al + 92 92 92 <"
00 86 27 27
P (ppm-Bray Ii) + 1.6 2.6 21\.2 2.6 24.1 1.6 2c, .1
Legumi nosas:
~lylosanthes capitata 1078 r·1 ~1 H M ,11 11 H 4.04
S~v)~san~~~s _"--_ _1
~cL_~_-_"':"':_~~
cuial
Pl'sis ~24
-_~ c...._ • S [,1 ¡,1 H H ,1 "
rl 2.65
Cent,(,OS(:¡~la hybrid 433 S 1,1 H ¡-'í H S H :~ .04
Stjl%-ir~i)12s capitata 14·05 S f1 H H H [·1 1'11 2.8.3
,Stv IoS2.ntn-?s ~.~pJ_t::t} 1019 S [.11 i<í H j'l fl[ ¡.j 2.67
C2:::r~Cldi:;!n O'/e.li"rol·:'.'-;J 350 S S 01 [·1 H H Í"i ."::: .eü
.~ ' )
* X = muerte: S = supervivencia «50% rend,max.); M = moderada (50-80% rend. max.); H = alta (>80% rend.max.)
Fuente: !,d&ptaco de Salinas and De1gadillo (1980); CIAT (1980).
-------------_ .. _--- • •
Ni ve 1
Coeficiente Categoría de Cdtico
Especie de Rc;grc.si6n* Tolerancia 1ntc:;~n8
pp::l ,"!n
Centrosemo pubescens -0.OQ23 1 Tolerante IGOO
1
Stylosanthes hUi;li'ii~ -0.0038 2 11 ';0
I
l..O +. . onon1.s , . neSll
pél"l .. .,. . O. 00\ 00
,,1:'--1 3 1320
Macroptilium lathyroides -0,0066 4 8[rO
f!¡acroptilium
I
.¡.
a tr...9.2u rpu reum -0.0159 9 Susceptible 810
Coeficiente Cntsgorfa
Especie de Rcgrcs ión de Tolerancia
Cuadro 27. Efectivi dad aoron6mi ca rel ativO\ de yari as rocas fosfatadas determi nada por el rend i :1'¡ ento
de Drachiaria~ decufr'¡bens en condiciones de campo en Curimaguu, Colorlb'ia (suma de 12· cort 2s l
Control: 13.6%
Cuadro 28. Fracciones de fósforo en un Oxisol de Carimagua, Colombia en función de dosis de fésforo
aplicudo.
Cuadro 29. Recomendaciones de f6sforo para un Haplustox Tfpica, arcilloso proxlmo a Brasilia, Brasil
para la producción continua de mafz, en bese a i~terpretaciones del an~ljsis de su210.
I ROCJ
r ()s f ,_1 ~:r}dd
CCl tf-~J;)t'í i1
RCdl-=ci ón':;*
de
! CR:\SIL:
:~baete Baja 11 33 52 55
1 i\ra"J
Catano
Caja
Saja
30
5
33
6
56
22
58
33
I JJcupiranga
Patos d2 ~1i nas
Blija
Baja
12
27
13
42
19
66
51
72
Tap"¡ )'a 4 7 10 23
I !laja
1 COLC>,SIA:
ilt.:i 1 a ~1edi a 58 59 84 84
I Pesca
Sél,;"di nata
Baja
r
LaJa
.
56
29
61
44
iJO
68
83
74
I
PERU:
I BJ.yóVi1f" Alta 99 79 104 91
VEnEZUELA:
I Lcbatera Baja 56 56 65 76
TUtIISIA:
I Güfsa Alta 63 72 114 105
EST:'\DDS mHOOS:
I Fl Ol'i da f'1edi a 59 71 86 91
Cil ro 1i na (~e 1 tlc:'te Alta 70 7iJ 107 103
1- *-rfÓndir¡¡-ierlto de materid ::,¡::cél--otYt-en-icCos-con su¡;;rfosr~it-o- ~:-:iplenFT) cons'ide
r,Jd'1 C01110 lOO~~ p(Jril caca dGsis de fósfo)'o. :?cndi!:lientos ;J.oso1utos: 0.6,13.3,
1- 19.0, 22.2 Y 22.2 g/pote con 0, 50, 100, 200 Y 400 mg
pcctÍOJJmente.
r/~otc como SFT, res-
I
-------------------
Cuadro 31. Efecto de la relaci6n de roca fosfatada (RF) a superfosfato simple (SFS) y triple (5FT) scbre
el rendimiento de maiz (porte aérea) en un Oxisol de Carimagua, Colo~¡bia, bajo condiciones de
invernadero (suma de 2 cortes).
· , . Re 1aL1VO
------------------------ Rlen d~mlento -' 1/ --------~------------------
"1) -"
~~
Superfosfato triple 91
Florida/superfosfato simple 71 70 91 99
Florida/superfosfato triple 71 72 92 93
Pesca/superfosfato simple 27 53 75 99
Pesca/superfosfato triple 27 64 70 39
Control = 16;;
O Control O 44 54 65
1 CaC0 3 18 59 68 77
CaSi0 3 24 65 77 84
Combined 18 65 71 82
2 CaC0 3 16 62 77 85
n"
CaSi0
3
28 75 82 ~L
Combined 32 74 77 85
I ni\":l C~~ít'ico
dé, ' ...!isponi-
I ESJ)ecie y nllM2ro de acceslÓtl b i:' .' (dy- II )
PP'I P
I Legcm ¡ ¡¡osas:
S2.'/los¿)n~th2s ca~)itüta. CIt'\T 19?8 2. !i
I _Stylosant:I(~S_ (;lIi¿((~2ns'¡,s r:U\T l~~OO 2.5
ZOI'rli¡¡ ldtifolia erM 728 2.8
I f-u2r~Iii\ ?hu~;201o-¡dcs
~_t.zlosa.0.tht::",
CIJ\T 9900
c'lpitata cr,IT 1019
3.5
3.5
3.6
I Stylosanti;es, !=.é1pitc.co" CL\T 1338
Stylosantllei, sUianensic, CI.~T 1153 5.5
De5modiJ::~ '::,cSi11i uru~ CI¡\T 3022 8.0
I Hacr'optilium sp. C¡;H 536 9.5
Ol~smodi l!n! 5)/['0 i d2S. el/\, T 3001 11. 4
I
Gr~:l1íileaS :
Leguminosas:
Stylosanthes humilis 0.17 1
,
C2ntroSC80 pubescens 0.16 J.
D2smodium intort~m
----~~- ~----
0.22 1
Glycir,e wichtii
----~---~
0.23 1
¡"12d~~_go s2,ti'!a O.?:) 1
Gramí neas :
,~ndroDogon gayanus 0.11 2
Brachiaria
- d~cJmb2ns
- - - - ------ 0.12 2
¡'~2i~nis rrínutiflofJ. 0.18 1
---~-- ---~--
g/pote '1
" % No. llr:lol/pote/hr
Control suelo no esterilizado 2.4 O 0.18 ,
J. 0.1
Micorriza sóla 28.8 76 0.27 230 55.0
Micorriza + 12 ppm P como RF* 31.0 67 0.28 241 69.1
Micorriza + 60 ppm P como RF* 37.8 74 0.31 354· 123.4
12 ppm P como RF* 3.9 11 0.25 11 1.6
60 ppm P como RF* 24.6 O 0.25 96 24.8
Leguminosas:
Sty-losanthes capitata 1315 12 0.15
Dr,sr:'Jdium oval ifol iUID 350 13 0.12
- ---
Zornia lstifolia 728 14 O'e,',
1 ,--
Stvlosan~hcs capitata 1019 0.17
., :_------- '-~
Cuadro 37. Fracciones de fósforo del suelo en el perfil de un Oxisol de Carimagua, Llanos Orientales,
Colombia.
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Zorni~ letifolia 728
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Stylosanthes carHata 1019
Desmodium ovalifolium 350
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Centrosell1J plumieri 470
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Pueraria phaseoloides 9900
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CAL APLICADA (ton/lla)
6
I 91li5~------"6+b--' 15
% SATURt,CION Al
1- Figui'a 8. Respuesta de varias gra:níneas y leguminosas fOlT¿deras al
encalado en un Oxisol de Carimagua, Colombia. Pr,~medio de
I 4-5 cortes pVra las gramírlCils y priliiél' corte para leguminosas.
Fuente: Adaptado de Spain (1979).
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Z b. Panicum maximum 622
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P APLICADO (kg P20 5/ha)
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Figura 10. Efectos de dos métodos de apertura de bosque sobre los cambios en las propiedades
químicas de la capa superficial (0·10 cm) de un Paleudult Tlpico de YurirnagLias,
Perú.
Fuente: Seubert et ~., (1977).
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(sin quema)
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DIAS DES PUES DE APERTURA Y QUEMA
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5.0 2
1 4.5 r' ___ . ~
4.0·
I 3.5 t I
1
I IV
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I . 1. 6 Ca Intercamb. (meq! .DOml)
Intél'camD. (meq/lOC ml)
1.2
I O. 8
0.4'
-,?--o.----if
I
I 0,4, K Intel'cilmb. (meq/lOO ml) 20 P disp. ppm.
0.3 r 15
O.lt
1 O1 6
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1- Pil D E L S U E L O
I Figura 13. AlulI1inio inter'cambiabl" a difen~ilt(,s valores de pH del su210
en nueve Oxisoles y Andepts de Panaln&.
I Fuente: M0ndcz (1973).
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~ O 0.42 0.40 0.32
0.6
Sat.Critica Ca (%) 24 20 29 12
Sat.Critica PJ (%) 72 74 60 86
Ca 1 Requeri da (ton/ha) 1.5 1.4 2.6 0.4
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Sat.Crítica Al (51) 85 89 77
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Figura .15. Concentraciones criticas de calcio en el tejido de siete gramíneas forrajeras del trópico
establecidas bajo condiciones de campo en un Oxisol de Carimagua, Colümbia. Requ2rimientos
de cal obtenidos con la fórmula de"rrollada por Cochrane et ~., (1930).
Fuente: Salinas y Delgadillo (1980).
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de la aplicaci0n de cal a los 15 Cln sllperficiales en un l~ap1ustox
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figura 18. Efectos de varios aniones sobre la distribuci6n del calcio después de su lixiviación
con el equivalente de 1200 mm de lluvia en un perfil \'econstruido. Calcio COl;10
carbonato, sulfato y cloruro fue aplicado en la capa de suelo de 0-15 cm e incubado
POi- 3 semanas antes de iniciar el lixiviado.
Fuente : Ritchey et al., (1980).
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l· medidos cuatro anos d0Spués de la aplicaci6n de P.
Fuente: Ritclley et al., (1980).
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Figura 21. Niveles crfticos de saturación de aluminio de cinco variedades de arroz cultivadas en un
Oxi501 de Brasil ia, EI"asil. Cal requerida obtenida con la fórmula de Cochrane 2t al., (1980)
Fuente : Adaptado de Sal i nas (1978), - -
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Aplicaciones sucesivas
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CULTIVOS CONSECUTIVOS DE MArZ (1972-1979)
I Figura 23. Efectos residuales de dife¡'entes dosis y métodos de aplicaci6n de
superfosfato sobre los rendlmientos de nueve cultivos consecutivos
I de maíz en un lI(lplustox típico ele Drrls'ilia, SI-asíl.
Fuentc:s : NCSU (1975, 197G, 1980), CPP\C (1979, 1980), Yost e~ al.,
(1979).
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Fuente: CIAT (1979).
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Fuentes: Fenster and León (1979ab) e información actualizada.
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P DISPONIBLE EN EL SUELO (PPM)
Figura 28. Producci6n de materia seca de Brachiaria decumbens en un Oxisol de Carimagua.
Colombia en funci6n de niveles de fósforo disponible obtenidos por diferentes
soluciones extractantes:
Fuente: CIAT (1981).
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Figura 30. Rendimientos relativos de cinco variedades de arroz (porcentaje del rendimi~nto
~aximQ de cada vari2dad) en funci6n del P disponible en el sU8lo bajO tres niveles
de estres de Al en un Oxisol de Brasilia, Brasil.
Fuente: Salinas (1978).
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P DISPo.NIBLE - MEHLICH 2 (ppm)
Figura 31. Re,ldimientos relativos de cinco variedades de maíz (porcentaje del rendimiento
máximo de cada va\Aiedad) en función del P disponible en el suelo bajo tloes
niveles de estres de Al en un Oxisol de la sabana brasilera.
Fuente: Salinas (1978)'.
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Figura 32. Rendimientos relativos de cinco variedades de frijol (porcentaje del m§ximo rendimiento dQ
cada variedad) en función del P disponible en el suelo bajo tres niveies de estres de Al
en un Oxisol de Brasilia, Brasil.
Fuente; Miranda y Lobato (1978).
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100%=2257 kg/ha =1863 kg/ha =1642 kg/ha =1727 kg/ha
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P DISPONIBLE-MEHLICH 2 (ppm)
Fi gura 33, Rendimientos relativos de variedades de trigo en función de niveles del P
disponible en el suelo y niveles de saturaci6n de aluminio en un Haplustox
t1pico de Brasilia, Brasil.
Fuente: Miranda y Lobato (197S),
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OlAS DES PUES DE LA DEPOSIerON
34. Reciclaje de nutl"inl(,r!tos en la C2pa superficial (0-20crn)
11- de: un Drthoxic Palehu'llult de QuilickiO. Colombia. como
resultado de la deposición de heces del. ganado pastoreado
BrachLJ r'·¡ a ci0CUrn~)ens.
Fucnte:S'afinasYCal'1pos (sin publicai·)
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I Fuente: Ild2ptJd) elé' S8iTdO C:>.t:. .<:1., (1979)_